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ISBN: 978-84-939479-2-7
COCINA
CURATIVA CON
ALIMENTOS
MEDICAMENTO
Ana Moreno
Este libro está escrito para ti, que…
Has conectado alimentación y salud,
Has tomado responsabilidad y acción en tu propia curación,
Has elegido vivir con salud y dignidad,
Quieres tener buen ánimo, humor y felicidad, pues la química de los alimentos que se
ingieren influye en el estado anímico de quien los toma,
Eres un(a) luchador(a) y no te rindes,
Tienes confianza y no te crees los malos augurios que hacen algunos “profesionales” de la
salud,
Quieres evitar tomar pastillas, Quieres disfrutar comiendo y
Quieres sanar a través de medios naturales.
Ana Moreno.
UNA DIETA NATURAL
Las personas vivimos gracias al aire y el agua, básicamente. De hecho, necesitamos muy poquita
cantidad de alimento sólido para subsistir. Muchos antropólogos han investigado las civilizaciones
más longevas del planeta y han encontrado que sus dietas eran naturales y sobre todo, frugales. Los
Hounzas en el Himalaya o los ecuatorianos de Vilcabamba, han seguido siendo fértiles a edades
ancianas, prueba principal de su gran salud y muestra de su longevidad.
El pueblo Hounza, cuya expectativa de vida llega a los 120 años, pudiendo ser padres los hombres a
la edad de 90 años, vive en un valle a 1.800 metros sobre el nivel del mar, en el Himalaya, rodeado
por Pakistán, la India y China. Se trata de una población de unas 20.000 personas de raza blanca,
aislada entre montañas. Es un lugar políticamente independiente, donde no existe ni dinero, ni
policía, ni impuestos, ni tabaco, ni periódicos, ni coches…
Los Hounzas tienen entre sí una característica común y es que nunca están enfermos más allá de un
catarro o de alguna fractura ósea accidental. Comen poco porque no tienen mucho para comer. Y
entre las cosechas de los diferentes frutos de la primavera, se ven obligados a ayunar. Comen coles,
patatas, zanahorias, berenjenas y tomates frescos que secan al sol y guardan para el invierno. El
periodo de hambre o, como ellos lo llaman, la primavera de la escasez, dura 3 meses. El resto del
tiempo, comen carne una vez a la semana. Siguen una dieta prácticamente vegetariana y consumen
muchos alimentos crudos, en su mayoría frutas de temporada, sobre todo albaricoques, pero también
cerezas, ciruelas, granadas, manzanas, melocotones, melones, moras, peras y uvas. Y frutos secos
como almendras y nueces. Los investigadores atribuyen su longevidad a su estilo de vida y a la dieta
que siguen, destacando el consumo que hacen sin darse cuenta de vitamina A y B17, que se encuentra
en la semilla del albaricoque (ver) que también ingieren.
Por otro lado está el poblado de Vilcabamba situado en el valle de su mismo nombre (que significa
Valle Sagrado en quechua) ubicado a 1.500 metros sobre el nivel del mar al sur de Ecuador.
Vilcabamba ha sido declarado isla de inmunidad. Allí sus habitantes son conocidos como los viejos
más viejos del mundo, según ellos mismos, gracias al agua alcalina que sale del Valle Sagrado (ver).
Varias teorías mencionan también las bondades de su clima primaveral, la pureza del aire, la vida
apacible y libre de estrés, el ejercicio físico que hacen al ser agricultores y su dieta sana sin
productos químicos. Cultivan frutas, maíz y frijoles (alubias negras), lo que constituye la base de su
dieta. También comen yuca y frutas propias del lugar: papayas, limones dulces, guayabas, aguacates,
mandarinas, guabas, etc. El consumo de alimentos de origen animal no llega al 10% de las calorías
ingeridas diariamente.
Para que una dieta sea natural, se trata de que los alimentos se cultiven de forma tradicional, es decir,
ecológica. En este libro defiendo la postura vegetariana, especialmente para quien se plantee curar
una enfermedad seria. Sin embargo, estas poblaciones que he citado antes, no han sido
completamente vegetarianas.
¿Cuál es el secreto? Se dan una serie de condiciones en el estilo de vida de estas personas: hacen
ejercicio, no padecen estrés, respiran aire puro, beben agua buena (ver) y siguen una dieta limpia,
predominantemente vegetariana y cruda, donde los pocos alimentos animales que ingieren, son
alimentos naturales (ver).
Los animales que el ser humano come hoy en día son criados de forma antinatural. A los animales
granívoros, como las gallinas, se les sustenta con alimentos artificiales, transgénicos o cultivados con
pesticidas. A los animales herbívoros, como las vacas, se les alimenta de forma omnívora, con
piensos de pescado. A todos se les trata con antibióticos y hormonas y se les estabula en unas
condiciones de vida terroríficas, como la de las pobres gallinas ponedoras.
La carne y el pescado que se comen hoy en día, son alimentos especialmente nocivos para la salud.
El pescado proviene de mares contaminados o de piscifactorías donde, aunque las aguas están libres
de mercurio, a los peces se les trata también con alimentos antinaturales, hormonas y antibióticos,
amén de las condiciones de hacinamiento en las que se desarrolla su vida entera. Pero la carne y el
pescado, también son especialmente dañinos para la salud por otras razones, no sólo por su
procedencia antinatural. Son productos muertos, que se consumen en estado de putrefacción (ver).
Hoy se come mucha más cantidad de productos animales de los necesarios, llegando a constituir con
facilidad un 60% de las calorías que se ingieren diariamente. Por otro lado no es lo mismo la ingesta
sencilla de alimentos animales que hace el pueblo Hounza o los habitantes de Vilcabamba, que
comerse una hamburguesa. En una hamburguesa nos encontramos también con queso (ver), harinas
refinadas (ver) y salsas que a su vez contienen azúcar refinado (ver), colorantes, potenciadores de
sabor, grasas saturadas e hidrogenadas (ver).
EL ESTILO DE VIDA
En un mundo de comida antinatural, también se da la vida antinatural de sus individuos: estrés,
enfados, competición, miedos, envidias… todo para asegurarnos una serie de comodidades que,
además de no ser tan necesarias, ablandan nuestro organismo y esclavizan nuestros deseos. Las
preocupaciones, el estrés, los disgustos, la competitividad… y en definitiva, un estilo de vida
antinatural, basado más en tener que en ser, son elementos que afectan de lleno al bienestar digestivo
y que deben tenerse presentes.
Por un lado, actúan de forma sinérgica dañando nuestra salud. Una persona que come mal y además
padece estrés y no hace ejercicio, tendrá peor salud que una persona que come mal, pero sin embargo
lleva una vida apacible.
Por otro lado, como estás leyendo este libro, es probable que seas una persona a quien, de alguna
manera, le falte bienestar digestivo: quizá sufres en tu sistema digestivo las consecuencias de las
preocupaciones y cuando te llevas un disgusto o bien se te quita el hambre, o sientes ansiedad y te da
por comer, o simplemente te duele la tripa.
También es probable que hayas experimentado alguna vez, comiendo menos o más sano, una
sensación de ligereza y de sentirte bien física y emocionalmente.
Si has perdido tu energía y tu vitalidad, debes buscarla en un estilo de vida saludable.
La enfermedad o el malestar en general, son avisos para retornar a un modo de vida sencillo, donde
es de vital importancia ser consciente de:
– lo que pensamos,
– lo que sentimos,
– lo que respiramos,
– lo que descansamos,
– lo que nos ejercitamos,
– lo que bebemos y
– lo que comemos.
Aunque este libro se centra en la última frase, en “lo que comemos”, sería muy simplista reducir sólo
a esto el bienestar del ser humano y su curación. No es lugar para profundizar en los demás aspectos,
sin embargo si le podemos dar una vuelta. Te sugiero que reflexiones sobre ellos. Si quieres estar
sano, elige alimentos puros y nutritivos. Y que así de puros y nutritivos sean también tus
pensamientos, tus sentimientos, el aire que respires y los líquidos que ingieras. Recuerda hacer algún
ejercicio que te haga sudar, al menos 2 veces en semana. Y descansa profundamente. El estrés y la
infelicidad son grandes impedimentos para estar sano física y mentalmente. Pregúntate en qué área de
tu vida no estás satisfecho y dale una solución. Recuerda buscar siempre la felicidad en tu interior, en
lugar de en objetos externos.
Si crees que el trabajo que desempeñas día a día puede ser fuente importante de preocupaciones e
insatisfacciones, quizá pueda ayudarte mi libro “Cómo dedicarte a lo que te gusta y que te paguen por
ello”; y si lo que te ocurre es que sufres en el amor, te sugiero la lectura de mi libro “El viaje de un
duende vegetariano” (ver).
La cocina curativa que propongo en esta obra incluye un estilo de vida curativo. Si no observas un
estilo de vida curativo y la búsqueda de la armonía contigo mismo y con tu entorno, obtendrás
resultados a medias.
Nuestra salud, tanto física como emocional, tiene que ver con nuestro entorno. En él incluimos la
alimentación, pero también el estado anímico, las condiciones laborales, el aire que respiramos…
Por ello es importante observar una serie de medidas que ayudaran a nuestro bienestar global como
seres humanos:
Meditar
Cuando nos cuentan que meditar es poner la mente en blanco, ésta inmediatamente se llena de
pensamientos y desistimos de la idea, que se torna descabellada. Sin embargo, hay muchas formas de
meditar, mucho más sencillas para los que somos principiantes:
– Puedes concentrarte en la respiración, en cómo entra y sale el aire por las fosas nasales.
– Puedes enfocar tu atención en los sonidos que haya a tu alrededor, sin emitir juicios sobre ellos,
sólo observarlos.
– Puedes escuchar una música de relajación o seguir una meditación guiada de las muchas que se
ofrecen gratuitas por internet.
– Y también puedes hacer una meditación analítica y reflexionar sobre alguna virtud capital, como la
generosidad o la paciencia; o sobre cualidades como el desapego, la compasión y el perdón. Otra
manera de meditar de forma analítica, es recapacitar sobre la propia vida, dedicando unos minutos
a identificar qué áreas nos causan sufrimiento y escuchar a nuestro ser más profundo en busca de
una solución que provenga de nuestro interior.
Dormir lo necesario
Es fundamental descansar lo suficiente y bien. Si duermes pocas horas, pasas calor o frío, hay ruido
en tu habitación, mucha luz o la cama es incómoda… no estás teniendo un buen descanso. No te
conformes. Ya sé que hay mucho que solucionar, pero las soluciones a medias traen ganancias a
medias, que no es lo que buscas ¿verdad?
Saca la tele y el ordenador del dormitorio, no es su lugar. Si te gusta leer antes de dormir, hazlo en el
sofá, no en la cama. Dedica el dormitorio al descanso. Si tu pareja ronca… mal asunto. Prueba con
tapones o cámbiate de habitación, pero no perjudiques tu descanso.
Otros trucos para descansar bien son tener la mente en paz, haber hecho ejercicio, haber comido
sano, acostarse siempre a la misma hora y seguir una serie de rituales. Por ejemplo, irse siempre a la
cama a las once de la noche después de meditar diez minutos, tomar una infusión relajante, haberse
lavado los dientes y la cara y hacer un pipí.
El azúcar de la leche
La lactosa es un disacárido, formado por una molécula de galactosa y otra de glucosa, que el
organismo tiene que hidrolizar a través de la enzima lactasa. La lactasa, como la renina, también va
desapareciendo con la edad, de forma más o menos rápida, según la raza. Hay una relación inversa
entre la enzima lactasa que hidroliza la lactosa y la melanina responsable del color de la piel. Cuanto
mayor sea la concentración de melanina, menor es la de lactasa. Las personas de raza de color, que
tradicionalmente no ha sido consumidoras de leche, la pierden totalmente cuando cumplen los tres
años de edad; mientras que en las personas de raza blanca, va disminuyendo lentamente a partir de
los tres años, prolongándose un poco más en los habitantes de países del norte de Europa,
tradicionalmente muy consumidores de leche.
En las personas que tienen poca o ninguna cantidad de lactasa, que se trasmite de forma genética, la
lactosa no hidrolizada fermenta en la parte inferior del intestino y produce problemas como
meteorismo, flatulencia y diarrea líquida. Es lo que se conoce como intolerancia a la lactosa.
Se toleran mejor los lácteos fermentados, como el yogur o el kéfir, que contienen lactobacillus
bífidus que repueblan la flora bacteriana intestinal, previniendo la aparición de bacterias poco
deseables causantes de putrefacciones e infecciones. En el proceso de fermentación la lactosa es
transformada en ácido láctico, cuya acidez favorece el crecimiento de las colonias beneficiosas de
lactobacillus. Como los lactobacillus van disminuyendo pasadas 24 horas desde su preparación, para
que todo el ácido láctico fuera asimilable, tendríamos que hacer el yogur en casa y consumirlo
inmediatamente.
Lácteos y cáncer
La leche de vaca contiene hormonas naturales que son necesarias para que los terneros crezcan. Entre
ellas, destacan los factores de crecimiento epitelial, que ayudan a cicatrizar úlceras de estómago en
humanos, pero que también tienen que ver con el crecimiento de los tejidos epiteliales de diversos
tumores: tiroides, huesos, riñones, mamas…
Estas hormonas de crecimiento son de naturaleza proteica. Si estuvieran presentes en un filete, serían
destruidas por los jugos gástricos, pero al estar en la leche, que alcaliniza el ph del estómago, pasan
intactas a la sangre. La homogeneización, por su parte, les facilita el paso a través de las paredes
intestinales.
En la leche encontramos infinidad de otras hormonas, además de las de crecimiento: pituitarias,
hipotalámicas, esterioideas, pancreáticas, tiroideas, paratifoideas, adrenales y sexuales, como
progesterona y estrógenos, implicadas en el desarrollo del acné y en las alteraciones del aparato
reproductor femenino, respectivamente.
Lácteos y toxemia
A las madres lactantes se les recomienda llevar una dieta limpia porque sabemos que cualquier
mamífero lactante, como las vacas lecheras, excreta toxinas a través de su leche: pesticidas,
antibióticos, productos químicos, hormonas e incluso pus, que son los glóbulos blancos que intentan
curar la infección cuando se tiene mastitis. La leche de mujeres vegetarianas y que comen alimentos
ecológicos, contiene una cantidad mucho menor de pesticidas que la leche de las madres que comen
carne.
En la leche de algunas vacas podemos encontrar también virus y bacterias (o sus toxinas) de
enfermedades frecuentes en el ganado bovino (leucemia, tuberculosis e inmunodeficiencia). Y
además de estos tóxicos “naturales”, la industria láctea añade los suyos. Por ejemplo vitamina D
sintética, que en sobredosis es tóxica, o numerosos aditivos autorizados.
También es importante tener presente que además de los antibióticos y hormonas que pasan a la
leche, ésta acumula la energía negativa, asociada a los miedos y dolores que sufren las pobres vacas,
derivados de su maltrato.
La soja
La soja contiene todos los aminoácidos esenciales, ácidos grasos omega 3 y vitaminas del grupo B,
por eso se ha recomendado tradicionalmente como sustitutivo de la leche y como complemento en las
dietas para vegetarianos.
Sin embargo a la vez presenta propiedades tóxicas (un elevado contenido en aluminio) que la hacen
un alimento nocivo, aprobándose su consumo sólo como la toman los asiáticos: fermentada sin
pasteurizar y como condimento.
Como consecuencia de lo elevado de los niveles de ácido fítico de la soja, disminuye la absorción
de minerales como calcio, magnesio, hierro, cobre y zinc.
Por otro lado, las altas temperaturas que se utilizan en su procesamiento, desnaturalizan la proteína
haciéndola indigestible. Por eso a muchas personas les sienta mal.
Otro problema de la soja son sus altos niveles de fitoestrógenos, que pueden favorecer el desarrollo
de tumores estrógeno-dependientes. No es un alimento bueno para el tiroides y puede causar
cansancio, ganancia de peso, depresión y desánimo en personas que presenten problemas de tiroides.
El trigo
Durante generaciones se nos ha convencido de que el trigo es un alimento saludable, pues es un
cereal barato, con el que se puede alimentar a mucha gente. Sin embargo, cuando se toma trigo
refinado, en forma de pan, pasta, pizza, galletas, bollería… aumenta la glucosa en sangre y aparecen
las ansias de comer dulces, lo que retroalimenta el deseo de seguir tomando trigo.
El trigo acidifica el organismo por su contenido en ácido fítico. Para neutralizar el exceso de
acidificación se utilizan las reservas alcalinas del organismo (calcio de los huesos y de los dientes)
con la finalidad de mantener el ph de la sangre (ver). Luego de forma indirecta el trigo produce
descalcificación, cuya consecuencia es la osteoporosis y las caries.
Aunque el trigo contiene muchos nutrientes, eso no significa que sea bueno para nosotros; de hecho el
consumo de trigo se ha relacionado con enfermedades autoinmunes, artritis reumatoide,
hipotiroidismo y erupciones cutáneas; y en cuanto a número de enfermedades (físicas y mentales) con
las que se le relaciona, se sitúa en segundo lugar (después de la leche).
El trigo contiene 15 opiáceos similares a la morfina, que además de ser adictivos porque generan
actividad de las endorfinas, estimulan el apetito e interfieren con la química cerebral normal. Aunque
el trigo integral contiene más fibra y nutrientes que el trigo refinado, también contiene más gluten. La
mayoría de las personas padecemos algún tipo de intolerancia al gluten del trigo, su proteína, en
mayor o menor grado, lo que desemboca en alergias y asma.
La fibra insoluble del trigo, incluso cuando está germinado, es demasiado áspera para nuestro tracto
intestinal, resultando irritativa para éste. Por ello se desaconseja en cuadros de colon irritable y si
existe tendencia a la diarrea.
El trigo que se consume hoy en día está muy procesado, hibridado y manipulado genéticamente, hasta
el extremo que el organismo humano no lo reconoce como un alimento real, es decir, se ha convertido
en un alimento tóxico y después de su consumo se produce leucocitosis posprandial (ver).
El azúcar
El consumo de azúcar refinado aumenta los niveles de insulina en sangre, así como la incidencia de
obesidad, problemas cardiacos y diabetes. La insulina crea en el cerebro el mismo estado que el
alcohol en alcohólicos, por ello nos hacemos adictos al azúcar, que más que un alimento es una droga
(también para los hongos y levaduras que viven en nuestro organismo). El azúcar es un anti-nutriente,
es decir, un antagonista que impide la absorción de otros nutrientes, como el calcio. También está
implicado en caries, alcoholismo, obesidad, diabetes, artritis, asma, hiperactividad, cáncer,
hipoglucemia, venas varicosas, osteoporosis, depresión, dolores de cabeza, etc.
LOS ALIMENTOS ECOLÓGICOS
Es cierto que los alimentos procedentes de cultivos ecológicos son más caros que los procedentes de
los cultivos convencionales, pero esto sólo es una apariencia. En el mismo peso, en los primeros,
encontramos en comparación con los segundos: menos agua, más vitaminas, más proteínas, más
oligoelementos, mejor sabor, más larga conservación y ningún contaminante químico.
Para aumentar la producción agrícola, con mayor facilidad y de forma más rentable, se han utilizado:
Monocultivos:
La desaparición de setos protectores y de una gran variedad de árboles y matorrales, ha producido un
desequilibrio ecológico. Con ellos, desaparecieron las aves insectívoras y las abejas que
albergaban. De este modo los árboles frutales y las plantas silvestres quedaron sin el instrumento
natural para su polinización, sin predadores para eliminar a los insectos oportunistas.
La naturaleza introduce en el medio una gran variedad de plantas y esto constituye un freno natural
para el desarrollo de cada especie de insecto. Con los monocultivos, se favorece la proliferación
vertiginosa de ciertas especies. Por otra parte se introducen nuevas plantas que atraen otros insectos
que se multiplican abundantemente en climas propicios.
Acidosis y alcalosis
Las consecuencias de una acidosis son la desmineralización y eso se observa en la piel, que aparece
reseca, enrojecida y sensible; en la acumulación de sustancias tóxicas en forma de depósitos en el
organismo, por ejemplo cálculos biliares o urinarios; en los dolores de articulaciones y huesos; y en
la disminución de las defensas, con consecuencias como infecciones repetitivas y que tardan en
curarse.
El proceso de metabolización de las proteínas animales, presentes en carnes, embutido, pescado,
huevos, leche y derivados, conlleva una serie de residuos metabólicos de índole ácida: ácido úrico,
ácido láctico y purinas.
El riñón se sobrecarga en su esfuerzo por eliminar los residuos de ácido úrico. El ácido úrico
también se elimina por la piel, de ahí el fuerte olor corporal de las personas que se alimentan de
forma muy carnívora, siempre que los poros estén correctamente desbloqueados y no taponados con
el uso de geles y cremas artificiales, en cuya elaboración están presentes ingredientes derivados del
petróleo.
Pero al acentuarse la acidificación del cuerpo y verse sobrecargados sus órganos emuntorios o de
eliminación, éstos pueden perder eficacia en su función. Así, el organismo que es muy sabio, acumula
los tóxicos en los tejidos, para eliminarlos de la sangre, previendo poderlos desechar más adelante.
Es como cuando barremos la casa y antes de recoger la basura, vamos haciendo montoncitos.
El problema es que dichos montoncitos se acumulan en zonas del cuerpo donde también producen
molestias en forma de cálculos en riñón y vesícula, o en las articulaciones, produciendo inflamación,
dolor y deformidad de los huesos (artritis, artrosis y reuma). Otras consecuencias son el asma, las
alergias, los eccemas, la urticaria, la hepatitis, la arteriosclerosis, la desmineralización de los
huesos, los dolores en general, el dolor de cabeza, el insomnio, etc.
En un estado de acidosis es normal que una persona tenga el ánimo bajo y se sienta como en
depresión, agotada, triste y ansiosa. Una persona con una depresión agravará su malestar anímico si
sigue una alimentación desvitalizada que le produzca un estado de acidosis.
Hay alimentos que son ácidos pero no acidifican el organismo. Por ejemplo, el limón es un potente
alcalinizante, aunque su sabor es ácido. El azúcar, en cambio, tiene un sabor dulce, pero es de los
alimentos más acidificantes que hay.
La carne también es uno de los alimentos más acidificantes, además de los huevos, los quesos, las
legumbres, los cereales refinados, el azúcar, el café, el té negro y el cacao.
Si uno consume suficientes alimentos alcalinizantes, como frutas y verduras, alrededor de un 85% de
su dieta y muchas de ellas crudas, puede consumir de vez en cuando alimentos acidificantes sin temor
a desequilibrar su ph (no más de un 15%). La idea es que la proporción de los alimentos
alcalinizantes sea muy superior a la de los acidificantes y que dentro de los alimentos alcalinizantes,
se consuma una gran cantidad de ellos en crudo. Los alimentos desmineralizantes y que favorecen la
putrefacción intestinal son azúcar blanca (el más grave), glucosa, alcohol, harinas blancas, grasas
saturadas y margarinas industriales. Los alimentos acidificantes son ricos en acido úrico y purinas,
generan acidificación directa y son: carnes y sus caldos, embutido, pescados y sus caldos, marisco,
huevos, leche y quesos fuertes, sal refinada, cacao, café, té y mate. Las leguminosas también liberan
purinas y acidifican, aunque en un sentido más débil, y no generan putrefacción. Estos alimentos no
deberían pasar del 15% del peso de los alimentos diarios.
También la tensión excesiva, la falta de oxigenación por pasar tiempo en ambientes cerrados y/o
contaminados y el sedentarismo, acidifican la sangre. Otra de las razones de la acidificación es un
consumo exagerado de alimentos, es decir, comer en exceso.
Ajo
El ajo es un remedio medicinal disfrazado de alimento. Estimula la secreción de los jugos gástricos,
favorece la salud cardiovascular, disminuye el colesterol, la tensión, es antibiótico, sirve para tratar
el reuma, es anti-inflamatorio y antioxidante.
LA CURA DEL AJO
Los seres humanos tendemos a cometer excesos y luego nuestro cuerpo nos pide una desintoxicación,
una limpieza, una cura. Quiero compartir contigo una cura depurativa que está basada en el empleo
de un fármaco encontrado en un Monasterio Budista, en las entrañas del Tíbet. El fármaco se prepara
con aguardiente (o alcohol de 70º para uso interno) y ajos, y se toma junto con el desayuno, comida y
cena habituales.
Para prepararlo, macera durante 10 días en la nevera, en un tarro de cristal, 350 gramos de ajos
machacados bastamente junto con 250 ml de aguardiente de vino. Puedes aprovechar y prepararlo
antes de irte de vacaciones, y empezar a utilizarlo a tu regreso. Pasados los 10 días, filtra el
contenido del tarro y mantenlo 2 días más en la nevera.
Pasados estos 12 días, el fármaco está listo. Puedes utilizarlo de la siguiente manera:
Día 1: 1 gota en desayuno, 2 gotas en comida y 3 gotas en cena.
Día 2: 4 gotas en desayuno, 5 gotas en comida y 6 gotas en cena.
Día 3: 7 gotas en desayuno, 8 gotas en comida y 9 gotas en cena.
Día 4: 10 gotas en desayuno, 11 gotas en comida y 12 gotas en cena.
Día 5: 13 gotas en desayuno, 14 gotas en comida y 15 gotas en cena.
Día 6: 16 gotas en desayuno, 17 gotas en comida y 18 gotas en cena.
Día 7: 12 gotas en desayuno, 11 gotas en comida y 10 gotas en cena.
Día 8: 9 gotas en desayuno, 8 gotas en comida y 7 gotas en cena.
Día 9: 6 gotas en desayuno, 5 gotas en comida y 4 gotas en cena.
Día 10: 3 gotas en desayuno, 2 gotas en comida y 1 gota en cena.
Día 11: 15 gotas en desayuno, 25 gotas en comida y 25 gotas en cena.
Día 12: 25 gotas en desayuno, 25 gotas en comida y 25 gotas en cena.
Se continuará tomando 25 gotas tres veces al día antes de las comidas hasta terminar el contenido del
frasco.
Según el manuscrito tibetano, estos son sus beneficios:
– Este preparado de extracto de ajos limpia el organismo de las grasas y disminuye el peso corporal
llevándolo a su situación normal.
– Lo libera de los cálculos depositados.
– Mejora el metabolismo y en consecuencia todos los vasos sanguíneos se hacen elásticos.
– Deshace los coágulos de sangre y cura la trombosis de cerebro, la hipertensión, la arteriosclerosis
y el miocardio enfermo.
– Hace desaparecer por completo el dolor de cabeza.
– Cura la anemia.
– Cura la sinusitis y las enfermedades broncopulmonares.
– Cura la artritis, la artrosis y el reumatismo.
– Cura la gastritis, las úlceras de estómago y las hemorroides.
– Absorbe todo tipo de tumores interno y externos.
– Cura los disturbios de la vista y el oído.
Todo el organismo se recupera.
Deben observar precaución las personas que estén en tratamiento con anticoagulantes, si se padece
de úlcera de estómago o si se tiene el sistema digestivo muy débil. Esta cura no se puede repetir
antes de los 5 años.
Algas
Las algas son las verduras del mar. Destacan sobre todo por su riqueza en sales minerales y
oligoelementos, pero también son ricas en vitaminas y proteínas.
En especial, el alga espirulina posee un 70% de proteína y en ella están presentes todos los
aminoácidos esenciales, hierro, provitamina A y vitaminas B1, B2 y E. Es el alga más rica en
clorofila, sustancia que activa las enzimas del cuerpo que intervienen en la asimilación de los
nutrientes para transformarlos en energía, ayuda a purificar la sangre, aumenta la producción de
hemoglobina y evita la contracción de los vasos sanguíneos. Es el alimento más rico en hierro que se
conoce, incluso 20 veces más que otros considerados como fuentes vitales de este mineral. En ella
también se encuentran importantes concentraciones de calcio y magnesio, con la ventaja de que
carece casi por completo de sodio. Junto con la leche materna, es el único alimento que contiene
cantidades apreciables de ácido graso gammalinolénico (GLA), que interviene en la regulación de
toda la red hormonal. Su sabor es muy fuerte, por ello generalmente se consume en comprimidos.
Otra alga, la kombu, resulta ideal en la cocción de las legumbres, las alcaliniza porque neutraliza las
purinas, elimina el gas carbónico, acelera la cocción, actúa como un potenciador de sabor y aporta
yodo, que mejora la circulación y tonifica el tiroides en casos de hipotiroidismo.
Las algas wakame, por su parte, son un depurador y desintoxicador sanguíneo, razón por la cual se
recomiendan a quienes sufren de hipertensión. Además es estimulante de procesos hormonales.
Apio
El apio es un potente alcalinizante, diurético y depurativo, ideal para el riñón y en casos de edemas,
gota o ácido úrico. Es hipotensor, disminuye el colesterol, es eficaz para tratar la psoriasis o
cualquier trastorno de la piel, también disminuye la hiperglucemia, por lo que está indicado para la
diabetes. Ideal si se consume en zumo o en puré, como saborizante.
Cebolla
Activa las secreciones de las vías respiratorias y digestivas. Sus propiedades son: expectorante,
antimucosidad, broncodilatador, antiséptico, antirreumático. Disminuye la glucosa, el ácido úrico, el
colesterol, los triglicéridos y el cáncer. Mejora la circulación sanguínea e incrementa la función
desintoxicadora del hígado.
Alimentos germinados
Una semilla es un almidón que se digiere con la enzima amilasa, de la cual carecemos. A través del
proceso de germinación, la semilla se convierte en un azúcar, grasa y proteína, lo que sí podemos
digerir.
Por otro lado, antes de su consumo, hemos de remojar los frutos secos para desactivar los
inhibidores enzimáticos que éstos presentan en la capa externa de su piel: almendras, nueces y
pecanas. Se pueden remojar unas 8 horas.
CÓMO GERMINAR SEMILLAS
Primeramente hemos de asegurarnos que la semilla está cruda, pues un alimento que no está vivo, no
germina. Si un grano germina, es que tiene calidad suficiente para hacerlo, porque a cierto nivel de
degeneración, las plantas dejan de ser capaces de reproducirse. Normalmente los granos de
procedencia ecológica y que están en crudo, suelen germinar. Para ello, debes dejarlos en remojo a
temperatura ambiente durante toda la noche.
A la mañana siguiente, hay que escurrir muy bien el agua y dejarlos al aire hasta la noche. Si no se
escurre bien el agua, los granos no germinan y se pudren. Para asegurarte que esto no ocurre, puedes
utilizar una bolsa de tela porosa para filtrar el suero (la leche) del “queso”. El procedimiento
consiste en poner los granos dentro de la bolsa, hacerle un nudo flojito y dejarla colgada del grifo
alto del fregadero, de manera que estén escurriendo el agua continuamente.
Por la noche, debes enjuagar con delicadeza los granos y volverlos a dejar escurrir dentro de la
bolsa de tela, colgados del grifo del fregadero.
Al día siguiente, repetimos el proceso y seguimos así hasta que el grano germine. Las semillas como
el girasol o las almendras tardan menos (unas 12-20 horas). Si después de haberlas germinado
presentan un sabor amargo, es que se han germinado de más.
Los germinados son extremadamente ricos en vitamina C. Ayudan a combatir los desórdenes
digestivos y la anemia, y son grandes depurativos y reconstituyentes a nivel general.
La germinación representa la técnica más efectiva para aportar a nuestro organismo energía vital
concentrada. Son un concentrado de sustancias generadoras de salud, sustancias que la vida elabora
de forma mucho más perfecta que un complejo laboratorio. Y son los alimentos menos contaminados
que se puedan encontrar. Si un grano germina, es que tiene calidad suficiente para hacerlo, porque a
cierto nivel de degeneración, las plantas dejan de ser capaces de reproducirse. Personas con
problemas digestivos y enfermos convalecientes, que no pueden alimentarse con los demás alimentos
crudos, pueden, sin embargo, comer germinados. Su riqueza enzimática facilita la absorción por el
organismo y no ocasiona leucocitosis postprandial (aumento de la cantidad de leucocitos en la sangre
después de comer, ver).
El consumo de germinados no genera ácido úrico. Pueden tomarlos tranquilamente las personas que
padezcan gota. Los germinados contienen mucha vitamina C y, por lo tanto, una persona que no esté
acostumbrada a consumirlos y cuya dieta no sea rica en fruta fresca puede sentir efectos estimulantes.
Por esta razón, el consumo de germinados proporciona más vitalidad y hace que desaparezcan el
cansancio y los problemas digestivos.
Los distintos germinados se han demostrado útiles como reguladores intestinales, antianémicos y
revitalizantes, en casos de descalcificación y estados carenciales. Son depuradores del organismo,
potenciadores de la producción de leche materna, reguladores del sistema endocrino y del
metabolismo en general, incrementan el tono muscular, disminuyen el meteorismo y tienen probados
efectos rejuvenecedores.
Alimentos fermentados
Los alimentos fermentados son aquellos cuyo procesamiento involucra el crecimiento y actividad de
microorganismos como mohos, bacterias o levaduras (hongos microscópicos) como el miso, las
ciruelas umeboshi y el chucrut. Esta actividad de fermentación permite que los alimentos modifiquen
su sabor al mismo tiempo que aumentan su vida útil (permitiendo su conservación).
En países asiáticos como Japón y China, se atribuye la longevidad de su gente al consumo de
alimentos sanos y beneficiosos para el cuerpo humano, como son los alimentos fermentados. Muchas
son las virtudes de los alimentos fermentados sobre todo en lo que se refiere a su gran valor
terapéutico: Contienen sustancias antibacterianas o antibióticas Colaboran en la descomposición de
algunas sustancias cancerígenas. Sintetizan vitaminas del grupo B y K. Acidifican el tracto intestinal
y producen una inhibición de los gérmenes patógenos.
La ciruela ume es un tipo de ciruela japonesa con la que se prepara el umeboshi. Para ello se seca el
ume, se sala en barriles y se le exprime el jugo poniéndole un peso encima. Este proceso de
encurtido, produce enzimas, bacterias naturales, ácidos orgánicos y le dota de un gran poder
alcalinizante para neutralizar estados de excesiva acidez orgánica, provocados por el consumo de
azúcar, proteínas animales, productos refinados y por la falta de oxígeno.
Es una ciruela japonesa, que se encuentra fermentada, útil como remedio para aliviar los intestinos
del estreñimiento y esto se debe a la presencia de pectina en su piel. Pero también, tomada en ayunas
cada día, favorece la concentración mental y las secreciones intestinales. Combate el mal aliento
porque tiene un efecto antipútrido. Es uno de los mejores remedios para la resaca causada por
intoxicación de alcohol: remojar la umeboshi 5 minutos en agua caliente, beber el líquido y tomar la
pulpa. También previene de mareos en viajes y mareos matutinos para embarazadas. Previene la
vejez, como proceso oxidativo que es, estimula la desintoxicación orgánica y aumenta la vitalidad.
El miso es una pasta de color marrón que se obtiene de fermentar una legumbre con un hongo, el
Aspergillus Oryzae. El periodo de fermentación oscila entre los 6 y los 36 meses y normalmente la
legumbre fermentada es la soja amarilla. En Estados Unidos es sencillo encontrar miso de garbanzos,
pero en España aún no. Es importante que el miso no se haya pasteurizado, pues en este caso, el
alimento dejaría de estar vivo y perdería sus beneficios nutricionales, pasando simplemente a ser útil
como condimento, por su intenso sabor. El principal beneficio nutricional del miso es su riqueza
enzimática, que ayuda a las digestiones. Además, como todos los fermentos, regenera y conserva la
flora intestinal.
Rejuvelac es el nombre que recibe cualquier líquido fermentado por un moho, bacteria o levadura,
que presenta propiedades digestivas. Contiene 8 de las vitaminas del grupo B y vitaminas E y K.
El rejuvelac se prepara germinando un grano, como la quínoa, el arroz integral o el mijo, por
ejemplo. Después, en una jarra grande llena de agua, se añade una cucharada del grano germinado y
se deja en remojo a temperatura ambiente durante 2 días.
A los 2 días ya está preparado el rejuvelac.
Es importante comenzar bebiendo pequeñas cantidades, como un dedal al día, por la mañana. Esto es
así porque al ser un alimento tremendamente depurativo, puede producir nauseas, diarreas o incluso
vómitos, si lo toman personas que están muy intoxicadas. Una persona intoxicada sería cualquiera
que llevara una dieta pobre, desvitalizada, basada en alimentos muertos o muy procesados, como
carnes, dulces, cereales refinados, bebidas industriales, etc.
Se puede hacer una segunda tanda de rejuvelac utilizando los mismos germinados. En este caso sólo
hace falta remojarlos 1 día.
Frutas rojas
La sandía es una fruta rica en azúcares, minerales y carotenos (estos últimos son convertidos en
vitamina A por el organismo). Por su alto contenido en agua (93%) tiene efectos refrescantes y
diuréticos. Se recomienda en dietas de adelgazamiento e incluso puede ser ingerida por diabéticos o
enfermos del corazón. Neutraliza los gases intestinales, la bronquitis crónica y mejora las anemias.
Tiene también propiedades depurativas cuando se toma a media mañana.
Fresa y fresón son ricos en vitaminas (E, C, B y K), betacarotenos, folatos, potasio y fibra. Estas
frutas son de las que poseen mayor poder antioxidante. Contienen un ácido con propiedades
neutralizadoras de los efectos cancerígenos del humo del tabaco. Además, ayudan a eliminar el ácido
úrico. Las fresas combaten la hipertensión y son usadas en medicina natural para limpiar el aparato
digestivo. Diuréticas, protegen contra el reumatismo, ayudan a disolver cálculos biliares y renales,
mejoran las enfermedades del hígado y aumentan las defensas. Se pueden utilizar como mascarilla
facial para limpiar y regenerar la piel. Son bajas en azúcares.
La frambuesa es rica en vitamina C, folatos, fibra y flavonoides. Contiene vitaminas del grupo B que
ayudan al metabolismo. Por su contenido en fibra, posee propiedades digestivas. Contiene pequeñas
cantidades de calcio, potasio, hierro y magnesio, minerales clave que son absorbidos por el
organismo gracias a la vitamina C. La infusión de sus hojas suaviza los dolores menstruales.
Tradicionalmente, las comadronas han utilizado las infusiones de hojas de frambuesa para ayudar al
parto, ya que ayudan a las contracciones al fortalecer los músculos de la matriz. En forma de
gárgaras previenen la inflamación de las encías.
La cereza tiene un alto contenido en betacaroteno, vitamina C y ácido elágico (sustancia que inhibe la
reproducción de las células cancerígenas). Está considerada como un buen diurético por sus
flavonoides y sus sales minerales, sobre todo potasio. También ayuda a las articulaciones. Su
consumo diario reduce los niveles sanguíneos de ácido úrico. Los derivados salicílicos del árbol del
cerezo le aportan a la cereza propiedades febrífugas (hace disminuir la fiebre), analgésicas y
antirreumáticas. Asimismo, tiene un efecto laxante.
LA CURA DE CEREZAS
Se tomará la cantidad de cerezas que se desee unas cuatro o cinco veces al día, sin beber agua
después. Y no se superarán los 3 ó 4 días de ayuno con esta monodieta. La cura de cerezas es de las
mejores limpiezas que se le pueden hacer a nuestro organismo de cara al verano. Y debido a su
contenido en fibra y poder laxante, se aconseja también para quienes sufren de estreñimiento. Se
aprovecha la época de aparición de las cerezas, que son muy interesantes por los siguientes motivos:
– Son ricas en potasio y agua y pobres en sodio, por lo que ayudan a estabilizar el ritmo cardiaco y
combaten la hipertensión. Tienen la capacidad de fluidificar la sangre y mejorar cualquier trastorno
circulatorio. Las cerezas son amigas del corazón, ricas en compuestos fenólicos, potentes
antioxidantes que evitan la formación de placa arterial y evitan el infarto. Son junto con los
plátanos, las frutas más ricas en potasio.
– Poseen elevados niveles de vitaminas, especialmente betacaroteno o provitamina A y C.
– Posee un potente efecto diurético, que previene la formación de cálculos renales y elimina el ácido
úrico. Ayuda a rebajar las tasas altas de ácido úrico. Muchos gotosos aseguran que, cuando notan
los primeros síntomas de un ataque, 30 cerezas en ayunas bastan para evitarlo.
– Por su gran poder estimulante del tracto intestinal, las cerezas limpian todo el tracto digestivo. Su
efecto limpiador, depurativo, se refuerza con la cantidad de fibra que posee este fruto, siendo un
laxante natural muy efectivo.
– Dada su riqueza en hierro la cereza es antianémica.
– Por su riqueza en calcio, fortalece la estructura ósea.
– Es un potente antiinflamatorio.
– Es excelente para la piel, mejorando la elasticidad y reduciendo el exceso de sebo, muy útil en
casos de acné.
La grosella tiene un alto contenido en vitamina C. Sus propiedades hacen de esta fruta un buen
defensor del cáncer, la anemia y la artritis. Contiene un ácido que combate los efectos nocivos del
humo del tabaco. Además, su contenido en flavonoides y vitamina B fortalece los capilares, protege
los tejidos corporales y previene la diabetes. También es rica en potasio, un mineral que reduce la
presión arterial y posee propiedades diuréticas.
Por su riqueza en vitaminas C y E, la mora es un buen antioxidante. Es buena para el dolor de
garganta, la diarrea, el corazón y la piel. Y es rica en una fibra soluble, llamada pectina, que la
confiere propiedades reductoras de los niveles de colesterol en sangre.
La cantidad de potasio que contiene la ciruela roja nos ayuda a mantener en buen estado las células.
También aporta vitaminas C y E, betacaroteno y fibra, lo que le permite combatir el estreñimiento
(especialmente las ciruelas secas). También protege contra trastornos del tubo digestivo, así como
del cáncer de intestino.
La granada es la única fruta que no modifica los niveles de azúcar de las personas diabéticas y las
previenen contra los problemas específicos de la arterioesclerosis y la hipertensión. Gracias a su
elevado contenido en agua y potasio y su escasez en sodio, la granada facilita la eliminación de
líquidos a través de los riñones. Por esta razón es recomendable en caso de padecer gota, exceso de
ácido úrico, obesidad e hipertensión.
LA CURA DE GRANADAS
Una cura prolongada con zumo de granadas termina por modificar el estado de la sangre,
desintoxicándola, a la vez que permite una extraordinaria regeneración de la misma y de todos los
humores del organismo. Puedes preparar un zumo de granada partiendo en dos la granada y
exprimiéndola con un exprimidor de cítricos. Es recomendable beberla inmediatamente, a ser posible
en ayunas, todos los días. Si quieres, puedes añadirle el zumo de un limón.
El zumo de granada, tomado en ayunas todos los días, durante un largo periodo de tiempo, regenera
la sangre y todos los humores del organismo, frena los procesos de envejecimiento y la aparición de
enfermedades degenerativas.
Jengibre
Tradicionalmente el Jengibre se ha utilizado para tratar las afecciones intestinales, especialmente
para los problemas digestivos, pues al estimular el páncreas, aumenta la producción de enzimas que
favorecen la digestión. Igualmente su poder antibacteriano resulta eficaz para prevenir problemas
intestinales que se producen por alteraciones en la flora intestinal. También es excelente para
contrarrestar los vómitos producidos por la quimioterapia. Ingerirlo con los alimentos, ayuda a que
se minimice la reacción del cuerpo a los medicamentos de dicho tratamiento. Al igual que los
causados en los primeros meses de embarazo y los post-operatorios.
Es útil para evitar la aparición de úlceras ya que parece que su compuesto antibacteriano es capaz de
eliminar la bacteria Helicobacterpylori, cuyas secreciones de amoniaco atacan los jugos gástricos
produciendo gastritis y úlceras en el duodeno. Esta planta es capaz de neutralizar el exceso de ácido
gástrico que es otra de las causas por las que aparecen las úlceras. El consumo de jengibre
significativamente alivia el dolor asociado a la artritis reumática, osteoporosis y pacientes con
desordenes musculares, actuando como antiinflamatorio.
Limón
Es un medicamento intemporal. Posee vitamina C y ácido fólico. Es depurativo, fluidificante
sanguíneo, antianémico, protector en embarazos, antiséptico, anti-infeccioso, estimula el hígado y la
vesícula biliar, es antidegenerativo, anticancerígeno, mejora la función circulatoria (edemas), es
astringente (colitis, gastroenteritis, colon irritable), disminuye el ácido úrico, diurético y depurativo
(hipertensión).
LA CURA DE LIMÓN
Para la cura de limón, comenzar tomando el primer día de la cura el zumo de un limón (puro, sin nada
de azúcar ni agua) por la mañana en ayunas, e ir aumentando uno por día hasta llegar a diez, es decir,
el décimo día se debe tomar el zumo de diez limones. Si es mucha cantidad de limón para tomarla en
ayunas, puedes diluir el zumo en agua y beberlo con pajita para evitar dañar el esmalte de los
dientes. La mejor manera de tomar limón mientras esta cura se realiza, es succionarlo con una pajita
para proteger el esmalte dental.
Una vez que se ha llegado a beber el zumo de diez limones, bajar gradualmente la cantidad de un
limón al día hasta llegar nuevamente a uno. Esto quiere decir que en el undécimo día se toman nueve,
en el duodécimo ocho y así sucesivamente hasta llegar el vigésimo día con uno.
Las personas que tienen un estómago muy sensible no deberían realizar esta cura.
Es posible que cuando se realiza una cura de limón, aparezcan granitos en la piel. Es una señal de
que se está purificando la sangre y eliminándose las sustancias tóxicas de nuestro organismo.
Muchas veces, a quienes están investigando sobre salud natural, les extraña que recomiende ingerir
un alimento de sabor ácido como el limón, ya que han leído que la alimentación occidental típica es
muy acidificante y de lo que se trata es de lograr un equilibrio nutricional derivado de una dieta que
contenga alimentos alcalinos. Un alimento acidificante no es el que sabe ácido, sino el que roba
minerales al organismo. Por ejemplo el sabor de una bamba de nata, es dulce, sin embargo, contiene
trigo, azúcar y lácteos, por tanto es un alimento tremendamente acidificante. Por el contrario, el limón
sabe ácido, pero una vez ingerido, produce un efecto en el organismo de tipo alcalino.
Como paso previo a la cura, hay que eliminar progresivamente de la dieta los siguientes alimentos:
– Alimentos de origen animal: carnes grasas (especialmente cerdo), caza, menudillos, callos,
riñones, sesos, embutidos, manteca de cerdo, mantequilla, nata, leche, quesos, helados, sardinas y
otros pescados grasos, caracoles, mariscos, crustáceos, disminuir el consumo de huevos, mayonesa
y alimentos enlatados en general.
– Alimentos de origen vegetal: Café, té, zumos de frutas endulzados, azúcar blanco, sal común,
disminuir el consumo de frutos secos (y tomarlos sólo crudos), cacao, especias y condimentos
fuertes.
–Varios: Salsas picantes o muy condimentadas, golosinas, pasteles, chocolate, helados, sodas, colas,
licores, alcohol y tabaco.
Además tener en cuenta las siguientes medidas generales:
– No comer nada frito, sino crudo, a la plancha, al vapor o cocido.
– No utilizar mostaza ni pimienta, sino limón o vinagre de manzana o de umeboshi.
– Comer despacio y con moderación, masticando a conciencia.
– Beber dos litros de líquido al día fuera de las comidas: agua, infusiones depurativas y zumos
naturales de verduras.
– Evitar tensiones y estrés durante la comida, fundamentalmente no comer viendo la televisión.
– Reposar de 15 a 30 minutos después de la comida. Si se opta por la siesta, mantener la parte
superior del cuerpo algo más elevada que las piernas.
– Tomar la fruta separada de las comidas principales.
– Tomar cada vez fruta de una sola clase, sin mezclar varios tipos distintos de fruta entre sí.
– Tomar alimentos naturales, integrales y ecológicos.
– Realizar la última comida del día al menos 2 horas antes de irse a la cama.
– Eliminar lácteos o consumirlos solamente fermentados (yogur y kéfir) y preferentemente de cabra
antes que de vaca.
Pepino
El pepino contiene antioxidantes naturales como vitaminas y minerales que impiden que las grasas se
oxiden, evitando así la síntesis de colesterol a nivel hepático. Este proceso impide que el exceso de
grasa se acumule en las paredes arteriales y produzca placas que impidan el normal flujo de la
sangre, lo que puede causar infarto de miocardio. Además la fibra del pepino actúa atrapando y
eliminando el exceso de ácidos grasos obtenidos a través de la comida. Por otro lado, al contener
potasio en su composición química, el pepino logra reducir otro factor de riesgo, la hipertensión ya
que ayuda a eliminar el exceso de líquidos circulantes, actuando sobre la retención de líquidos.
Puerro
Similar a la cebolla, posee más calcio y ácido fólico que ésta. Ideal para tratar la retención de
líquidos y las afecciones renales y respiratorias.
Semillas
Al principio de esta obra, hablábamos del pueblo Hounza, que consume muchos albaricoques y
también su semilla, que contiene vitamina B17, conocida también como leatril o amigdalina. La
molécula de la vitamina B17 está formada por dos unidades de glucosa, una de benzaldehído y una de
cianuro. Una vez ingerida, en presencia de una enzima que abunda en las células cancerosas: la beta-
glucosamidasa, la molécula de la B17 se disocia, liberando el cianuro y el benzaldehído, que son dos
potentes venenos. De este modo, destruye la célula cancerosa.
Posteriormente, gracias a la acción de una enzima que abunda en las células sanas, la rodanasa, se
neutraliza el cianuro, que queda transformado en subproducto no tóxico que nutre el organismo.
Las semillas de albaricoque, por tanto, son eficaces en el tratamiento del cáncer. Los Hounzas, las
toman habitualmente de postre, consumiendo entre 30 y 50 semillas de albaricoque, lo que les
proporciona más de 75.000 UI de vitamina A y más de 150 mg de vitamina B17. No es de extrañar
que las mujeres Hounza, que untan con aceite de pepitas de albaricoque su piel, sean famosas por
mantenerla suave y tersa, aparentando ser más de veinte años más jóvenes que sus contemporáneas
de otros lugares.
La vitamina B17 se encuentra en las semillas de albaricoque, de melocotón, de manzana, de sandía,
en las pepitas de uva y en las almendras amargas. No sólo es útil en el tratamiento del cáncer, sino
también en el de las enfermedades degenerativas y de cualquier padecimiento de la piel.
Sin embargo, en 1971, la FDA (Food And Drug Administration), que es la oficina federal de EE.UU.
que regula los medicamentos y alimentos de consumo público, anunció que no había encontrado
“evidencia terapéutica en estudios clínicos que justificara la eficacia de la vitamina B17”. Por este
motivo prohibió su promoción, venta e incluso investigación en EE.UU. La FDA gana millones de
dólares derivados de la venta de medicamentos para pacientes con cáncer y no iba a dejar que la
semilla de una fruta, hiciera peligrar dichas ganancias.
Más tarde, en 1974, el médico americano Stewart M. Jones, fue acusado de prescribir B17 a
pacientes cancerosos por la Comisión Médica del estado de California. Se supo que uno de los
miembros de dicha comisión acusadora, el Dr. Julius Levine, trataba también con vitamina B17 su
propio cáncer. Una vez descubierto, el Dr. Levine prefirió dimitir antes que apoyar al Dr. Jones.
En ese momento ya se habían publicado más de 26 informes favorables del resultado de la
administración de leatril en pacientes con cáncer en EE.UU. Hoy en día ya es legal en 24 estados
americanos y en otros 17 países como España.
LA CURA DE SEMILLAS DE ALBARICOQUE
Durante la temporada del albaricoque, que en España es desde finales de la primavera hasta finales
del verano, los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre, es sencillo consumir albaricoques
frescos e ir guardando sus semillas para el resto del año. También se puede adquirir por internet una
bolsa de semillas de albaricoque. Justo antes de consumirlas, se rompe el hueso del albaricoque con
un martillo y se come la almendra que está dentro. Se nota mejoría al consumir entre 3 y 5 semillas
cada hora, durante el día, no recomendándose exceder la dosis de 2 semillas por cada kilo de peso,
por su posible toxicidad. Es decir, una persona que pesa 50 kilos, no debe consumir más de 100
semillas de albaricoque al día.
El aceite contenido en la semilla de lino es una de las mayores fuentes vegetales de ácidos grasos
poliinsaturados esenciales denominados Omega 3. Este tipo de ácidos grasos se denominan
"esenciales" porque nuestro organismo necesita incorporarlos directamente en la ingesta ya que no
tiene la capacidad de fabricarlos a partir de otros alimentos. A partir de él, el cuerpo humano es
capaz de elaborar el denominado eicosapentanoico (EPA), importante para el organismo ya que
disminuye la capacidad de adhesión de las plaquetas de la sangre, disminuyendo la tendencia a la
coagulación y por lo tanto a la reducción de la trombosis (formación de coágulos dentro de los vasos
sanguíneos). Por tanto, ayuda a mantener una buena circulación sanguínea, regula el nivel de
colesterol, reduce la agregación plaquetaria, un fenómeno que al incrementarse induce la formación
de coágulos y aumenta el riesgo de sufrir un infarto. Los Omega 3 también tienen un efecto benéfico
en procesos reumáticos, en artritis y en artrosis.
Por su contenido de omega 3, las semillas chía, ayudan a reducir el colesterol malo y los
triglicéridos. Proporcionan sensación de saciedad ayudando a controlar el apetito. Ayudan a regular
la coagulación de la sangre, células de la piel, membranas, mucosas y nervios. Esto favorece la
regeneración de los tejidos y por esta razón la usan algunos atletas. Son la mayor fuente vegetal de
ácido grasos omega-3. Además contienen proteínas completas proporcionando todos los aminoácidos
esenciales. Facilitan la digestión, aumentan la inmunidad y refuerzan los niveles de energía y
concentración.
Las semillas de cáñamo contienen omega 3 y omega 6 en la proporción adecuada, así como todos los
aminoácidos esenciales, siendo una excelente fuente de proteínas vegetales.
Las semillas de calabaza ayudan a eliminar la mucosidad, por lo que pueden ser grandes aliadas para
limpiar las vías respiratorias. También ayudan a eliminar parásitos intestinales. Son ricas en ácidos
grasos esenciales omega 3 y 6, por tanto de gran ayuda para reducir el nivel de colesterol en sangre.
También disminuyen la presión arterial y normalizan los niveles de glucosa en sangre. Alivian los
dolores en caso de artritis o reúma porque poseen ácido salicílico, así como vitaminas antioxidantes
A y E. Útiles también para prevenir problemas de próstata.
El sésamo puede ayudar a disminuir el colesterol en sangre, a prevenir el infarto de miocardio, la
trombosis arterial y la osteoporosis, entre otras dolencias. Dadas sus características, resulta
aconsejable su consumo para prevenir el agotamiento físico y mental, la pérdida de memoria, el
estrés, la depresión, el insomnio y los problemas nerviosos. En aquellas personas sometidas a
grandes exigencias físicas o intelectuales y que desean mantener su nivel de trabajo y rendimiento, se
convierte en un excelente complemento nutritivo natural ya que es un alimento muy enérgico. Al
poseer importantes cantidades de calcio, también se aconseja su consumo para contrarrestar
enfermedades relacionadas a los huesos. Asimismo, colabora en el mejoramiento de problemas
relacionados con la rigidez de las articulaciones. El hierro, que realiza importantes y numerosas
funciones en el organismo, también se encuentra presente en el sésamo, por lo que resulta muy
positivo su uso en casos de anemia. Si se consume triturado en forma de pasta (tahini), aumenta su
aprovechamiento por el organismo humano.
Setas shiitake
El shiitake puede consumirse en una sopa, en una crema de verduras o salteadas. Su acción medicinal
se puede resumir así:
• Reduce el colesterol y es útil en afecciones hepáticas.
• Potencia al sistema inmunológico y previene de gripes y resfriados.
• Induce la formación de interferón, que actúa en dos niveles: por un lado evita la replicación vírica
en células aún sanas y, por otro lado, favorece la destrucción de las células ya infectadas. Por
tanto, reduce tumores.
• También existe investigación clínica en su efecto sobre el SIDA, síndrome de fatiga crónica y
herpes.
• Resulta útil para disminuir la presión arterial.
LOS UTENSILIOS PARA PREPARAR ALIMENTOS
Los utensilios necesarios son: una licuadora, una batidora, un cuchillo, una tabla de corte, un pelador
de patatas y una cacerola para cocer verduras. Como ves, bien sencillos. Algunas indicaciones:
– Una licuadora no es una batidora, porque separamos la pulpa. Las licuadoras normalmente son un
poco molestas de limpiar y uno acaba por dejar de usarlas. Al menos es lo que me pasó a mí hasta
que me hice con la hurom, de Verspapers, que se limpia de un modo muy sencillo, pues elimina la
pulpa a la vez que el zumo, por un conducto aledaño. Además no centrifuga, sino que prensa y por
tanto no calienta ni oxida la verdura, manteniendo sus enzimas intactas. Esta licuadora la puedes
adquirir por internet en www.conasi.eu o en www.vivirdivinamente.es.
– Te recomiendo que utilices una batidora potente. Puede ser la minipimer de toda la vida, que sería
deseable que tuviera accesorio picador. Mejor es disponer de una batidora de vaso, idealmente
tipo vitamix o thermomix; así como también una batidora para cantidades pequeñas, como la magic
bullet (a la venta en www.productostv.es).
– Te sugiero utilizar un cuchillo de cerámica, con la finalidad de no oxidar las verduras. Aunque no
es imprescindible, sería ideal que dispusieses de una mandolina sencilla, también de cerámica,
para que te ayude a cortar rodajas finas y homogéneas, que con el cuchillo son más difíciles de
conseguir. La marca es Kyocera, y está a la venta en www.conasi.eu.
DIETA CURATIVA TIPO
A tener en cuenta
– Se deben consumir alimentos ecológicos, ajustando las raciones al hambre que se tenga.
– Un zumo no es un batido (ver recetas de zumos y de batidos)
– Los batidos no llevan leche (ver)
– Las cremas de verduras no llevan patata ni se hacen con sofrito (ver)
– Las ensaladas sólo llevan hortalizas y éstas están crudas (ver)
– Esta es la forma de cocer verdura al vapor (ver)
– Trucos para comer dulces que no son dulces aunque lo parecen (ver)
ASPECTOS NUTRICIONALES DE LA DIETA CURATIVA
La dieta curativa está pensada para seguirse durante el tiempo que se desee. También puede hacerse a
rajatabla durante tres meses, hasta que mejore el estado de salud, para después convertirse en la base
de la alimentación diaria, aunque se puedan hacer excepciones.
Durante el periodo en que la dieta se siga al 100%, debe observarse lo siguiente:
– Incluir un complejo de vitaminas del grupo B, por ejemplo B Complex de Nature`s Plus, 1
comprimido cada 3 días, durante la comida. Se sugiere este suplemento porque la dieta no contiene
vitamina B12. Si se toma la vitamina B12 aislada, y no el complejo entero, las otras vitaminas del
grupo B entran en competencia con ella e impiden su correcta asimilación. La suplementación con
vitamina B no sería necesaria hasta agotar las reservas de B12 en el organismo, que duran
alrededor de 3 años. Sin embargo, la vitamina B es una vitamina hidrosoluble, lo que significa que
si suplementamos con ella y nos sobra, el exceso lo eliminará el organismo a través de la orina, no
resultando tóxica (hasta un máximo).
– La dieta curativa posee suficiente cantidad de hierro, que se encuentra en las verduras de hoja
verde. Para potenciar la biodisponibilidad del hierro que procede de fuentes vegetales, se sugiere
ingerirlo junto a alimentos ricos en vitamina C, como pimiento rojo crudo, perejil crudo y zumo de
mandarina. Asimismo es necesario eliminar completamente los antagonistas del hierro, que
tampoco tienen cabida en la dieta curativa: té negro, café y tabaco. Entre horas se pueden tomar
dátiles o añadirlos al zumo de frutas para endulzar, de manera que añadimos más hierro (dátiles)
junto a vitamina C (fruta) a la dieta. Dado que las algas son una muy buena fuente de hierro, su
inclusión en la dieta resulta muy interesante, ya sea en comprimidos, por ejemplo de espirulina (ver
) o junto a la verdura o la ensalada.
– La dieta curativa es suficientemente rica en calcio, que proviene de las hojas verdes al vapor, de
las algas y del sésamo. Si te preocupa este mineral, recuerda incluir un poco de pasta de sésamo
(tahini) en todos los batidos de frutas. Entre horas se pueden tomar higos secos, que constituyen un
excelente alimento muy rico en calcio. Como explicamos en el capítulo de los lácteos, para tener
una buena reserva de calcio en el organismo, es importante minimizar el consumo de lácteos.
– La dieta curativa contiene todas las demás vitaminas, enzimas, minerales y oligoelementos que
necesitas, siendo especialmente rica en clorofila, que es una sustancia que optimiza todas las
funciones vitales.
– La dieta curativa contiene omega 3, un ácido graso esencial muy importante para disminuir la
inflamación y para la correcta transmisión de información entre neuronas. Se encuentra en las
semillas chía, el tahini o pasta de sésamo y el cáñamo (ver). Deben incluirse diariamente en la
dieta y una buena forma de hacerlo es a través de los batidos de frutas (ver).
– La dieta curativa es baja en grasas e hidratos de carbono y contiene suficientes proteínas, todas de
origen vegetal, que contienen todos los aminoácidos esenciales que necesitas. Si te sientes bajo de
energía y quieres añadir proteína a la dieta, puedes ayudarte con un suplemento de alga espirulina,
que contiene un 70% de proteínas con todos los aminoácidos esenciales (ver).
Recuerda que la información contenida en este libro es orientativa y que siempre hay que estudiar el
caso concreto. Si lo deseas, podemos revisar tu caso particular e individualizar tu dieta curativa en
mi consulta privada de naturopatía.
Tienes más información aquí: www.naturopata.es
DIETA CURATIVA Y PATOLOGÍAS ESPECÍFICAS
La dieta curativa es útil para tratar cualquier patología. Sin embargo, podemos ajustarla
específicamente a cada dolencia en concreto, ya que se recomienda incluir algunos alimentos
medicamento en determinados tratamientos, así como evitar otros que, aún siendo alimentos
medicamento, pueden no ser los más adecuados para una patología determinada. Por ejemplo no se
recomienda consumir espárragos o tomates si se presenta un cuadro de ácido úrico elevado.
A continuación, se exponen varios casos concretos.
– Alimentación y ácido úrico
– Alimentación y artritis
– Alimentación y osteoporosis
– Alimentación y candidiasis
– Alimentación y diabetes
– Alimentación, colesterol y triglicéridos
– Estreñimiento
– Síndrome de colon irritable
– Síndrome de malabsorción intestinal
– Diverticulosis y diverticulitis
– Hernia de hiato
– Alimentación y alergias
– Intolerancia alimentaria
Alimentación y artritis
La artritis se caracteriza por ser una enfermedad reumática que cursa con inflamación en las
articulaciones periféricas. A la vez se ve afectado el estado general del organismo (cansancio, fiebre,
adelgazamiento). El dolor se acentúa con el movimiento y desaparece con el reposo y con la
aplicación externa de frío (crioterapia). Las articulaciones, que amanecen rígidas por la mañana, se
van deformando. En general es una enfermedad que tiene que ver con una alteración del sistema
inmune. Por eso se deben evitar alimentos que acidifiquen el ph (ver), como carne y grasas saturadas,
lácteos, azúcar, sal común, cafeína, té negro y alcohol. Evitar también en este caso consumir
pimiento, patata, tomate y berenjena, que son plantas solanáceas cuyo consumo exagerado impide la
asimilación del calcio. Por cierto que el tabaco también es una solanácea.
Otras recomendaciones son:
– Los alimentos más recomendados para personas que padecen de artritis son el puerro, el chucrut y
la piña.
– Se recomienda aplicar aceite de coco caliente en uso externo para calmar el dolor.
– Una infusión adecuada para complementar la dieta en el tratamiento de la artritis se prepara con
una o varias de estas hierbas: harpagofito, sauce, cola de caballo y regaliz. Una vez preparada la
infusión, añadir unas gotas de extracto de grosellero negro.
– Son muy recomendables los alimentos que contienen ácidos grasos omega 3 por sus propiedades
antiinflamatorias (ver).
Alimentación y osteoporosis
La osteoporosis es una patología caracterizada por la disminución de la masa ósea y el aumento de la
fragilidad del hueso, cuya consecuencia es que se multiplique con la edad el riesgo de fracturas e
invalidez. Afecta aproximadamente al 30% de las mujeres postmenopáusicas.
No sólo la ingesta de calcio sino también el consumo de alimentos acidificantes (ver), la acción de
diferentes hormonas y la actividad física, serán determinantes en la utilización y el metabolismo del
calcio, así como de la masa ósea alcanzada. El ejercicio físico regular durante la adolescencia y la
juventud es fundamental para alcanzar, conservar y mantener el nivel de masa ósea adecuado. En la
edad adulta, sería suficiente para este fin realizar ejercicio moderado, que puede consistir en 2 ó 3
paseos semanales de 45 minutos, a buen ritmo. Sin embargo el ejercicio físico extenuante, el estrés y
la ansiedad, producirían el efecto contrario.
El tabaco, el alcohol, el chocolate y la cafeína aumentan la eliminación de calcio por la orina, por lo
que estos cuatro ítems pueden estar implicados en el desarrollo de la osteoporosis. De modo similar,
la ingesta excesiva de grasa saturada (carnes, embutidos, huevos, pescado y lácteos) produce una
disminución de la absorción de calcio en la dieta. Se recomienda la ingesta de alimentos vegetales
ricos en calcio, como verduras de hoja verde, algas, sésamo, tahini y almendras. A la vez evitar
alimentos ricos en ácido fítico y oxálico (espinacas, acelgas, remolacha y cacao), pues ambos grupos
de alimentos pueden inhibir la absorción del calcio. La cola de caballo en infusión ayuda a recuperar
la pérdida de silicio causada por la pérdida de estrógenos durante la menopausia.
Alimentación y candidiasis
La candidiasis es una infección vaginal causada por un organismo fúngico (levadura) llamado
cándida albicans, presente en pequeñas cantidades y de forma asintomática en vagina, boca, piel y
tracto digestivo. Cuando crece en número y se altera el balance en relación a otros microorganismos
de la vagina, comienzan a aparecer los síntomas de picor, dolor al orinar y flujo espeso y blanco.
Este hecho puede suceder después de seguir algún tratamiento con antibióticos, asociado a otras
enfermedades como diabetes, durante el embarazo o si se toman anticonceptivos orales.
Alimentos a evitar aunque algunos formen parte de la dieta curativa:
–Alimentos con levadura: pan, cerveza, levadura.
–Azúcares: azúcar, siropes, frutas secas, frutas frescas, comidas procesadas, pasteles, galletas,
refrescos, bebidas con gas, mermeladas, leche y derivados (queso, nata, yogur…) y miel.
–Carbohidratos procesados: pan blanco, pasteles, galletas, salsas, patatas, pasta y arroz blanco.
– Evitar las zanahorias porque son bastante dulces.
–Productos fermentados: alcohol, salsa de soja, chucrut, miso, umeboshi.
–Productos fúngicos: setas y quesos.
– Carnes, especialmente embutido: panceta, jamón, salchichas…
Se sugiere incrementar el consumo de verduras frescas, siendo las cebollas y los ajos
particularmente beneficiosos. También se recomiendan todas las semillas y frutos secos crudos, las
hierbas y los condimentos no picantes.
Alimentación y diabetes
Después de ingerir hidratos de carbono, que contienen glucosa, se activa en nuestro organismo la
secreción de insulina. La insulina es imprescindible para que los órganos insulino-dependientes
puedan captar la glucosa. La diabetes se caracteriza por una secreción insuficiente o una acción
inadecuada de la insulina. Es uno de los principales problemas de salud en el mundo, estimándose
que la padecen más de 100 millones de personas, especialmente en poblaciones en vías de
desarrollo.
Hay dos tipos de diabetes: la diabetes tipo I o Diabetes Mellitus Insulino Dependiente (DMID), cuya
aparición es más frecuente en la etapa juvenil; y la diabetes tipo II o Diabetes Mellitus No Insulino
Dependiente (DMNID), que suele aparecer en personas mayores. En este segundo caso, se conserva
cierta capacidad de secreción de insulina pancreática, a pesar de presentar hiperglucemias,
intolerancia a los carbohidratos o las dos a la vez.
La diabetes se encuentra entre las 7 primeras causas de muerte en los países occidentales. Cerca del
80%-90% de las personas que padecen DMNID presentan sobrepeso u obesidad, por lo que para
tratar este síndrome buscaremos el control del peso y la regularidad dietética, debiendo consultar a
un profesional sobre un plan de alimentación individualizado para una persona con diabetes.
La diabetes se puede erradicar modificando la dieta. Prueba de esto es el experimento realizado por
el Dr. Gabriel Cousens en su centro especializado en alimentación crudivegana baja en azúcares en
EE.UU.
El experimento consistía en someter a los participantes a un mes de alimentación crudivegana (ver),
limitando la ingesta de frutas durante las dos primeras semanas. Así de sencillo. Si bien no todos los
individuos que participaron en el experimento consiguieron erradicar completamente la diabetes, si
se consiguió alcanzar niveles de glucosa cercanos a la normoglucemia, niveles óptimos de lípidos
(grasas) y evitar las complicaciones que se derivan de la diabetes, como problemas de corazón,
arteriosclerosis, problemas de cicatrización de heridas, de visión (cataratas) y de riñón.
El exceso de azúcar blanco (sacarosa) se relaciona con la obesidad y la diabetes, ésta última como
consecuencia de un agotamiento pancreático que conlleva una drástica reducción de la secreción de
insulina. La fructosa se ha utilizado como sustituta de la sacarosa y de la glucosa en la dieta de los
diabéticos. Se sabe que la fructosa estimula muy poco la secreción de insulina y no requiere de esta
hormona para su metabolismo tisular. Sin embargo, su consumo ha de ser moderado, ya que no se
conocen bien sus efectos a largo plazo.
El consumo de fibra alimentaria disminuye la velocidad de absorción de la glucosa en el intestino en
un 10-60%, con respecto a lo que ocurre en ausencia de fibra, disminuyendo los requerimientos de
insulina en un promedio del 40%, en diabéticos insulino-dependientes y para los no
insulinodependientes en un 80-100%. Cuando se ingieran frutas, han de ingerirse junto a semillas
ricas en fibra, como el sésamo, las semillas chía o las de cáñamo. Las no dulces, como los frutos
rojos o los cítricos, son las adecuadas para los diabéticos. Una buena manera es tomar los batidos de
frutas que se proponen en esta obra (ver). Los alimentos de elevado índice glucémico, parámetro que
mide la velocidad de absorción de los glúcidos, siempre representan problemas para el diabético si
se ingieren solos.
También se recomienda hacer 4-5 comidas al día o más para realizar un correcto reparto de la
ingesta de glúcidos, de manera que ninguna de las comidas sea demasiado abundante en estos
principios inmediatos en relación a las demás. Con esto se persigue aprovechar la limitada secreción
de insulina del páncreas: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y recena. Tan importante
es el tipo de alimentos que se consumen, como su cantidad. Siguiendo las reglas de la dieta curativa,
deben limitarse los alimentos ricos en colesterol y ácidos grasos saturados, como huevos, carnes,
charcutería, lácteos y derivados (incluyendo leche condensada y helados), además de los que
contengan azúcar, miel, mermeladas y compotas, caramelos y chicles, bebidas azucaradas y
refrescos, frutas en conserva o en almíbar, pasteles, chocolate, bombones y turrones.
Para que los órganos insulino-dependientes capten la glucosa, se requiere el concurso de las
proteínas transportadoras llamadas "GLUT", que se encuentran en el citoplasma celular. El ejercicio
físico incrementa las proteínas GLUT sin el concurso de la insulina, por este motivo es tan
beneficioso hacer deporte para los diabéticos.
Por otro lado, los requerimientos de vitamina C en personas diabéticas son superiores a la media de
la población, por lo que deben aumentar la ingesta de alimentos ricos en esta vitamina, que son las
verduras frescas crudas, así como las frutas ácidas (cítricos y frutos rojos).Una dieta vegana rica en
fibra, omega 3 y vitamina C, baja en colesterol y ácidos grasos saturados, beneficiará mucho a los
diabéticos.
Estreñimiento
Se define estreñimiento como un enlentecimiento del tránsito intestinal en el colon. Las heces suelen
presentarse muy escasas, endurecidas, de color oscuro, malolientes y con muy pocas bacterias
intestinales. A partir de dos días o más sin una sola deposición ya se considera estreñimiento y
obedece a un triple origen:
– La dieta, generalmente pobre en fibra, fermentos y microorganismos probióticos que nutren la flora
y estimulan el peristaltismo intestinal.
– Por aguantar esta necesidad orgánica reprimiendo, en modo continuado, su manifestación. Por
ejemplo si se evita ir al baño cuando se está fuera de casa.
– Un sistema nervioso alterado. Por ejemplo, es muy común el estreñimiento de las personas cuando
salen de viaje. La persona nerviosa o estresada presenta contracturas de la musculatura lisa del
intestino. Puede formar fecalomas (bolas fecales que no se evacuan) o heces caprinas (duras). Este
trastorno necesita de tratamientos de apoyo como la reflexoterapia podal, técnicas de relajación,
baños de asiento fríos y alternos, y técnicas de vaciamiento intestinal (enemas e hidroterapia de
colon).
La dieta que regula el estreñimiento debe ser rica en hortalizas fibrosas como espinaca, puerro, col,
acelga, remolacha, lechuga y escarola. También en frutas como ciruela, uva, higos (estas tres
primeras también secas), kiwis, fresas, cerezas, albaricoques, melocotones y manzanas. Las frutas
son los alimentos reguladores y contienen vitaminas, minerales, enzimas y oligoelementos. Las
semillas de lino incrementan el bolo alimenticio de modo que facilitan su avance.
Diverticulosis y diverticulitis
La diverticulosis es la formación de invaginaciones, bolsas o recodos en el intestino en donde las
heces se acumulan. Y la diverticulitis es la inflamación de los divertículos por putrefacción e
infección del material fecal allí acumulado. Se suelen dar en personas con estreñimiento crónico
espástico (cólicos con mucosidad). La sintomatología presentada es la de calambres abdominales,
retortijones que aparecen especialmente en la zona del colon descendente, en la fosa ilíaca izquierda,
que sólo se alivia tras la defecación, pudiendo darse una alternancia entre diarrea y estreñimiento.
Estos trastornos intestinales requieren bastante disciplina dietética. El paciente no podrá consumir
café, té, alcohol, picantes, ni platos muy condimentados o que lleven grasas saturadas.
Excepto en los posibles períodos de diarrea, la dieta ideal para el paciente con divertículos es la que
conlleva un alto nivel de fibra alimentaria. También sugerimos frutas y verduras de color anaranjado,
que son ricas en betacaroteno (provitamina A) y protegen la mucosa intestinal. Se regenerará la flora
intestinal con suplementos que contengan el acidophillus. Tomar en ayunas una cucharada de aceite
de oliva virgen de 1ª presión en frío mejora las funciones digestivas de hígado y vesícula. Un
remedio eficaz para vaciar y limpiar los divertículos, consiste en hervir cinco ciruelas pasas por la
noche, beber el caldo a la mañana siguiente y después masticar las ciruelas. Finalmente optaremos
por la dieta curativa para el estreñimiento (ver).
Hernia de hiato
La hernia de hiato viene dada por la formación de una bolsa por encima del diafragma que presenta
un cuadro sintomatológico de opresión en la boca del estómago con un dolor tipo quemazón, causado
por el reflujo ácido hacia dicha zona. Puede afectar a la mucosa que recubre el estómago o el
duodeno, llegando a producir incluso úlcera. Los principales factores dietéticos que condicionan la
aparición de este trastorno son las comidas copiosas, muy ácidas o muy especiadas.
El tratamiento en terapia nutricional es el siguiente:
– Evitar aquellos alimentos que son productores de reflujos y acidias tales como alcohol, chocolate,
café, grasas, leche, zumo de naranja, pimienta, comidas especiadas y guisos, azúcar, té, tomate
(especialmente frito) y frituras en general.
– Evitar la ingesta de alimentos grasos juntos en una misma comida: huevo, leche, queso, frutos secos
y pastelería.
– Evitar alimentos flatulentos.
– Ingerir poca cantidad de alimentos de una sola vez; incluso aunque se trate de agua u otras bebidas.
– No adoptar la posición horizontal después de las comidas, que propicia el reflujo; elevar el
cabezal de la cama unos 30º.
En cambio se aconseja dieta blanda que comporta fundamentalmente:
– Zumos de fruta y hortalizas.
– Frutas y hortalizas frescas y en ensalada.
– Verdura cocida, compotas (manzana y pera) y purés de zanahoria, calabaza y calabacín sin patata.
Alimentación y alergias
La alergia se produce porque existe una alteración de las defensas y el sistema inmune de la persona,
que reacciona de forma exagerada al contacto del organismo con determinadas sustancias, los
antígenos. Estos antígenos pueden ser sustancias como el polen, el polvo, el pelo de los animales, las
picaduras de insectos, o incluso algunos alimentos y medicamentos. Los antígenos estimulan al
organismo para que produzca anticuerpos con el fin de destruirlos. En la reacción de estos
anticuerpos con los antígenos se libera histamina, que produce un aumento de la secreción mucosa,
asma, eczema, prurito en la piel, dilatación de los capilares, conjuntivitis, es decir, los síntomas
alérgicos.
La naturopatía describe las alergias como la consecuencia de un estado congestivo que resulta de una
sobrecarga de toxemia y un conflicto emocional de la persona con su medio físico y social, que hacen
que se reaccione desproporcionadamente ante sustancias a las que el cuerpo se puede adaptar.
Una vez identificado el agente causante de la alergia, se recomienda llevar una dieta curativa como la
aquí propuesta, con supresión de melocotón, kiwi, fresas y miel, exenta por completo de productos
lácteos y de alimentos refinados. Y se cuidará el estado de la flora intestinal, mediante la ingesta de
alimentos germinados y fermentados, que alcalinicen el ph del organismo. Ayudarán a depurar
hígado, que suele estar congestionado y a normalizar intestinos, las infusiones de la mezcla de varias
plantas como bardana, helicriso, fumaria, tomillo, cardo mariano, escutelaria y desmodio, a las que
se puede añadir extracto de fumaria, de grosellero negro, equinácea y propóleo.
Intolerancia alimentaria
La intolerancia alimentaria a un alimento o aditivo alimentario es una reacción adversa ante la
sustancia ingerida, que no activa el sistema inmunitario.
Frecuentemente ocurre por el desarrollo de una mayor sensibilidad a un componente de un alimento,
como la lactosa de la leche o la cafeína del café.
Muchas veces existe una dificultad para digerir dicho alimento porque no se poseen las enzimas
necesarias para su adecuada disgregación. Una dieta rica en frutas y vegetales crudos nos dota de
enzimas (ver) suficientes para realizar una correcta digestión de los alimentos.
Además habrá que observar las reglas de compatibilidades alimentarias (ver).
RECETAS CURATIVAS CON ALIMENTOS MEDICAMENTO
En este apartado comparto contigo sencillas recetas que te ayudarán a conseguir el éxito en la cocina
curativa. No se trata de una dieta cerrada. La cocina curativa no consiste en aprenderse cuatro o
cinco recetas de memoria y sentirse desorientado cuando se quiera cambiar. La cocina curativa te da
opciones y te enseña a ser autónomo. Sólo tienes que aprender qué alimentos son la base de la dieta
sana, por un lado, además de cómo se deben preparar, esto es, si irán en crudo o cocinados y de qué
modo, además de cómo los debes combinar entre sí.
– Zumos depurativos naturales y terapéuticos
– Batidos de frutas
– Verduras al vapor
– Cremas de verduras
– Ensaladas
– Salsas y patés para aliñar ensaladas y verduras al vapor
– Leche de semillas y pudding de chía
– Manzana asada con semillas
– Trucos para comer dulces pero que no son dulces aunque lo parecen
Batido de frutas
INGREDIENTES (todos ecológicos):
– 100 g de frutos rojos (arándanos, fresas, moras, frambuesas…), cítricos como mandarinas, pomelo
o kiwi, o fruta dulce rica en enzimas, como piña, papaya o mango
– 1 pizca de sal marina
– 100 g de semillas de cáñamo o semillas chía crudas
– 1 cucharada de miel cruda o de sirope de arce
– 1 pizca de vainilla (opcional)
– 1 pizca de canela (opcional)
– Agua pura filtrada o agua de coco hasta cubrir los ingredientes
PREPARACIÓN:
Pon todos los ingredientes en el vaso de la batidora. Cúbrelos con agua pura filtrada o agua de coco
y tritura.
SUGERENCIAS:
Se puede emplear fruta congelada.
Si se desea, se puede añadir también limón.
CONSERVACIÓN:
Consumir en el momento.
SUGERENCIAS DE CONSUMO:
A media mañana o a media tarde.
Ensaladas
Las ensaladas deben ser sencillas y prácticas. Elige una hoja verde cada vez: rúcula, berros,
canónigos, mezclum, lechuga, cogollos, escarola, endibias, achicoria… y uno o varios ingredientes
adicionales, que pueden ser pimiento, cebolla, ajo, apio, rabanito, un germinado, tomate, pepino,
aceitunas, aguacate, remolacha… después aliña con sal marina, aceite de oliva y zumo de limón si te
apetece.
Si estás acostumbrado a consumir platos muy elaborados, tanta sencillez puede sonarte aburrida y
darte una idea de comida de enfermos. Lo cierto es que, por más rico que pueda ser un plato de
cocina francesa gourmet, con sus salsas y florituras, la reacción natural del organismo ante los platos
sencillos, cuando se está en sintonía con la naturaleza y la vida sana, simple y llana, es mucho más
satisfactoria. Esta sensación no es para ser contada, sino para ser vivida. Es una especie de
reconocimiento de nuestra verdadera esencia, de nuestra verdadera naturaleza. Si sales a cenar a un
restaurante de lujo y ves en la carta una ensalada tan sencilla como esta, probablemente la
descartarás y te irás a los platos más sofisticados. Sin embargo, si la ensalada que te preparas en
casa es una ensalada curativa auténtica, cuando la comes, sientes el gozo de cuidarte y el sabor de lo
que es de verdad. Para que la ensalada sea curativa de verdad, debe estar preparada con ingredientes
ecológicos: una lechuga buena, crujiente, fresca, que tiene sabor, un tomate que huela a planta y un
aguacate cremoso y en su punto, aliñada con sal marina y no sal química y aderezada con un aceite de
oliva oscuro, denso y puro, de sabor fuerte y real. Esta ensalada no la vas a encontrar en los
restaurantes, por desgracia (bueno, en el restaurante de mi hotel rural “).La Fuente del Gato”
Salsas y aliños para ensaladas y verduras al vapor
Por si te cansas de aliñar con sal marina y aceite de oliva. Para darle un toque diferente a los platos
de ensalada y de verdura al vapor.
– Salsa de ajo y perejil: Tritura ajo, perejil fresco, aceite de oliva, zumo de limón y sal marina.
– Salsa de ajo y orégano: Tritura ajo, orégano seco, aceite de oliva, zumo de limón y sal marina.
– Salsa de remolacha, zanahoria y apio: Tritura remolacha, zanahoria y apio con aceite de oliva,
zumo de limón y sal marina. Puedes añadir una pizca de jengibre.
– Paté de algas: Remoja toda la noche y por separado 3 tiras de algas espagueti de mar y 50 g de
semillas de cáñamo. Escurre el agua y bate el conjunto con ¼ de cebolla dulce, aceite de oliva,
zumo de limón y sal marina, añadiendo un poco de agua.
– Hummus: Tritura un calabacín crudo y pelado con 1 cucharada sopera de tahini, aceite de oliva,
zumo de limón y sal marina. En lugar de la sal marina, se puede añadir una ciruela umeboshi.
– Paté de remolacha, zanahoria y apio: Tritura remolacha, zanahoria y apio con un aguacate, un
chorrito de aceite de oliva, zumo de limón y sal marina. Ayuda a aplacar los deseos de dulces.
PREPARACIÓN:
Para preparar la leche de cáñamo, tritura las semillas de cáñamo y el agua pura filtrada o agua de
coco con la ayuda de la batidora.
Para preparar el pudding de chía, deja las semillas chía en remojo en la leche de cáñamo durante
unas 2 horas. Si están más tiempo en remojo, se hincharán más y absorberán más el líquido en el que
se encuentran.
CONSERVACIÓN:
El pudding se conserva 2 días en la nevera, pero se va secando y endureciendo, a medida que las
semillas chía absorben la leche.
SUGERENCIAS DE CONSUMO:
Como desayuno. Ayuda si se tiene tendencia al estreñimiento.
CONSEJO NUTRICIONAL:
Nos recuerda al arroz con leche, siendo también una buena fuente de calcio, magnesio y proteínas,
además de omega 3, pero sin grasas saturadas ni hormonas.
Manzana asada con semillas
INGREDIENTES:
– 1 manzana pequeña por persona (ecológica)
– Una pizca de sal marina
– 1 cucharada de tahini o pasta de sésamo
– 1 cucharadita de semillas de calabaza
– 1 cucharadita de uvas pasas sin semillas
PREPARACIÓN:
Saca el corazón de la manzana ecológica sin pelarla. Rellena con la mezcla de los demás
ingredientes.
Cuécela al horno durante 40 minutos a 175 – 200 grados centígrados.
SUGERENCIAS:
Las pasas se pueden cambiar por ciruelas secas o dátiles a trocitos. Se pueden añadir orejones de
albaricoque a trocitos.
CONSERVACIÓN:
Consumir en el momento, caliente.
SUGERENCIAS DE CONSUMO:
Como desayuno, idealmente como merienda, o como postre.
TRUFAS DE CHOCOLATE
Para preparar unas trufas de chocolate sin azúcar y sin chocolate, remoja la misma cantidad de
dátiles que de nueces durante unas 4 horas. Pasado este tiempo, escurre los dátiles y reserva el agua
de haberlos remojado. Quítales el pipo y resérvalos. Escurre y desecha el agua de haber remojado
las nueces. Enjuágalas bien. Con ayuda del robot de cocina, tritura juntos las nueces y los dátiles,
añadiendo unas gotas de agua del remojado de los dátiles. Con la pasta resultante, forma trufas
redondas y pásalas por algarroba en polvo.
Habrás preparado un postre para satisfacer tus necesidades de dulce, pero que en lugar de contener
alimentos que acidifican el ph de la sangre, como huevos, cacao, lácteos y azúcar, contienen ácidos
grasos esenciales y vitamina E (nueces), así como hierro (dátiles y algarroba) y calcio (algarroba).
Gracias por leer este libro. La información que contiene se ha recabado con la intención de colaborar
a mejorar tu salud y tu bienestar. Pido disculpas por los errores que pueda contener o si no has
encontrado en él algo que necesitabas. Si necesitas ampliar información o realizar alguna
observación o consulta sobre lo que has leído, puedes hacerlo a través de mi email personal o en mi
consulta privada de naturopatía. Estoy a tu disposición para servirte. Contacta conmigo si lo
necesitas.
Se despide con mucho amor,
Ana Moreno.
ana@anamoreno.com
Durante la elaboración de este libro he contado con el apoyo de dos personas muy
especiales:
Sara Estébanez y Ramón Gómez.
Muchísimas gracias a los dos.
LOS LIBROS DE LA AUTORA
Ana Moreno es Licenciada en Empresariales, Máster en Dietética y Nutrición, Naturópata,
Fitoterapeuta, Reflexoterapeuta y Terapeuta Floral. Actualmente cursa la Licenciatura de Psicología.
Ha fundado MundoVegetariano.com (1999) y CrudiVeganos.com (2008). Edita el boletín mensual on
line gratuito Lechugas y Tomates (desde 1999), que hoy en día cuenta con más de 13.000 suscritos.
Es autora de 26 obras sobre alimentación vegetariana.
Conduce on line, el Programa de desintoxicación, bienestar y pérdida de peso en 14 días.
Desde 2002, imparte Clases de Alimentación Vegetariana con mucho crudo en Madrid y en el Hotel
Rural y de Salud, vegetariano y crudivegano “La Fuente del Gato”.
Desde 2009 es profesora de dietética naturista en el Instituto de Estudios Naturales El Vergel, en
Madrid.
Desde 2010 conduce el programa de cocina “100% Vegetal”, que se emite en Canal Cocina.
Desde 2011 ha puesto en funcionamiento su pequeño hotel rural vegetariano y crudivegano, La Fuente
del Gato, en Olmeda de las Fuentes, a 45 km de Madrid, que abre los fines de semana y ofrece
alojamiento para descansar y recrearse en la belleza del entorno, así como fines de semana
depurativos con ayunoterapia o alimentación crudivegana, o escapadas gourmet para degustar su
menú degustación y brunch, ambos vegetarianos y crudiveganos.
En 2012, ha comenzado su nuevo proyecto: “La Escuela de Nutrición y Cocina Vegetariana de Ana
Moreno”, donde se forma tanto a amas de casa que quieran cuidar a su familia, como a profesionales
que deseen ser chef vegetarianos con amplios conocimientos sobre nutrición. Las clases se imparten
en su hotel rural, un fin de semana al mes, durante 9 meses.