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PROEDUNP SULLANA
AGROINDUSTRIAL
CAMÉLIDOS
IX - CICLO
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I. INTRODUCCION
Los Camélidos son mamíferos herbívoros abarcan dos especies silvestres, la Vicuña y el
Guanaco y a dos domésticos la Llama y la Alpaca. La llama se adopta a ambientes algo
más húmedos y zonas de llanura, tienen la particularidad de alimentarse de pastos de inferior
calidad y bajo nivel de digestibilidad. El potencial de la llama está basado en su carne, en
comparación con otras carnes de origen animal, contiene el balance de proteínas y grasas más
cercano al ideal de alimento para el ser humano. La debilidad presente en la carne de llama se
encuentra en la enfermedad que ataca al ganado camélido denominado Cisticercosis. Los
principales productos que se derivan de los camélidos sudamericanos son: La fibra, cuyas
características singulares, principalmente en los casos de la Vicuña y la Alpaca, hacen que
tengan en general una altísima cotización en el mercado internacional, las pieles y cueros, con
múltiples usos industriales y artesanales, el estiércol que se usa como fertilizante o como
combustible. Además la llama por su tamaño y fortaleza, se utiliza también como animal de
carga. Las especies silvestres Vicuña y Guanaco, que se consideran antecesores de la alpaca
y la llama, respectivamente, constituyen un valioso recurso genético y económico que debe ser
conservado y aprovechado sustentablemente.
2.2. HISTORIA
Los camélidos son animales con su centro de origen en América del Norte, su aparición sobre
la tierra se estima ocurrió hace 9 a 11 millones de años.
Una se dirige al Asia, a través del puente del estrecho de Behring, llegando algunos grupos de
animales hasta la actual Europa. Esta migración dio origen a los actuales camélidos del viejo
mundo: el camello
(camellus bactrianus) que posee dos jorobas y el dromedario (camellusdromedorices) camello
con una sola giba.
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Por las mismas causas y el mismo periodo, otra migración desplaza grupo de camélidos en un
recorrido hacia el sur del continente americano. Con el tiempo este grupo evolucionó en los
animales que hoy conocemos como los auquénidos o camélidos sudamericanos, en este
grupo encontramos ala vicuña, la llama, la alpaca y el guanaco.
Los fuertes cambios en el clima ocurridos en América del Norte y que provocaron estas
migraciones, terminaron por extinguir los camélidos que permanecieron del continente donde
habían tenido su origen.
III. RAZAS
Los camélidos que se encuentran en América del Sur están representados por cuatro especies:
Dos son silvestres, los guanacos (Lama guanicoe) y las vicuñas (Vicugna vicugna), y dos son
domésticas, las llamas (Lama glama) y las alpacas (Lama pacus). La selección especializada
también permitió desarrollar animales de carga y eventualmente productores de carne.
Existen diferentes fenotipos en llamas, sin embargo la mayoría de los investigadores reconocen
dos principales, denominados como Q’ara y Thampulli. Estos fenotipos tienen caracteres
hereditarios y por ello se denominan ecotipos o razas. Ambos ecotipos presentan una gama de
colores que van desde el blanco al negro y colores intermedios. El diámetro de la fibra oscila
entre 18 y 38 micrones dependiendo si son productoras de fibras o de carga.
a) Ecotipo Q’ara
Presentan un vellón ralo, distribuido en dos capas, la fibra de la capa interior, mucho más fina
que el pelo externo. La raza Q’ara está asociada con los campos de pastoreo de escasos
recursos forrajeros; el peso corporal de un macho adulto varía entre los 80 a 150 Kg; la
eficiencia reproductiva es baja (54%) y el periodo de la gestación es de 345 días. La mortalidad
de las crías es del 15% en promedio
b) Ecotipo T’amphulli
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Presenta un vellón denso y uniforme a lo largo de todo el cuerpo, rizado y suave al tacto. El
Ecotipo tiene una población mayor a 720 mil cabezas y constituye el 27,5% del rebaño
nacional. Potosí, con un inventario de 280 mil cabezas de esta raza, es el departamento con
mayor población de T’hampulli. El peso del macho adulto varía entre 75 y 90 kg.
Las alpacas pesan entre 50 y 55 kg y su altura a la cruz es de 0,95 metros. Han sido
seleccionadas para la producción de fibras y es ampliamente utilizada en la industria textil y
artesanal. Su tamaño es poco más grande que el de las vicuñas. Son animales más típicos de
la Puna húmeda de Bolivia, Perú y otros sitios más al sur. Casi no hay alpacas en Argentina,
pero en la actualidad, hay muchísimas en Estados Unidos de América, Europa y Nueva
Zelanda. El diámetro de la fibra esta entre 18 y 28 micrones. En la población de alpacas existen
los ecotipos: Huacaya y Suri
a) Ecotipo Suri
La raza Suri tiene una menor población que bordea el 15% del total nacional, sin embargo, es
el animal más llamativo de los camélidos domésticos por su belleza. Su hábitat principal es el
altiplano húmedo. Su conformación rectilínea, el cuerpo cubierto con fibras que cuelgan en
rulos paralelos al cuerpo, la cabeza bien proporcionada con orejas medianas y rectas, los ojos
grandes y con un "copete" de fibras que le cubren la cara, ollares amplios y pigmentados, la
boca con belfos muy móviles y pigmentados; el cuerpo de líneas definidas y angulosas, con
extremidades fuertes cubiertas de fibra hasta las cañas. Posee buenos aplomos, denotando
una armoniosa y esbelta silueta. Presenta vellones blancos y de colores que van desde el
crema claro al negro.
b) Ecotipo Huacaya
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El ecotipo Huacaya es tolerante a la altitud y a los cambios de temperatura. Es la raza de
mayor difusión en el país, representa el 85% del total de alpacas, siendo sus características
zootécnicas las siguientes:
Es un animal de buen desarrollo corporal, con fibra que crece perpendicularmente al cuerpo, de
cabeza relativamente pequeña, orejas de forma triangular, ollares amplios y pigmentados, boca
con belfos muy móviles también pigmentados, con copete bien formado y cara limpia, cuello
largo y fuerte. El tamaño aceptable es de 80 cm. a la cruz; el vellón debe cubrir todo el cuerpo
incluyendo las extremidades hasta las cañas, la línea superior del animal es ligeramente
convexa, que continúa hasta la cola, con extremidades fuertes y de buen aplomo, lo que en
conjunto le da una armoniosa apariencia general al animal.
En la Huacaya se observa entrelazamiento en las fibras, facilitado por los rizos; que difieren de
la Suri, cuyas mechas caen paralelas al cuerpo. La fibra de Huacaya, por sus características,
tiende a aceptar más fácilmente el teñido.
El diámetro de la fibra oscila entre 16 y 18 micras. Una característica de los guanacos, es que
tienen la cabeza oscura y la parte ventral y las patas de color más blanquecinas. El guanaco
norteño, es el antecesor de la llama. La presencia de guanacos en la Argentina, es muy amplia
ya que posee el 95% de todos los guanacos del mundo, distribuyéndose ampliamente desde la
Patagonia hasta la Puna. En América del Sur, además se puede encontrar rebaños reducidos
en Perú, Bolivia, Chile, Paraguay y otros sitios al Sur.
IV. CRIANZA
La crianza de camélidos aún tiene dificultades en la
producción y productividad. El conocimiento adecuado del
manejo integral de los rebaños permitirá revertir esta situación. El objetivo es internalizar en el
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productor la importancia económica de la producción y crianza de alpacas de las razas
Huacaya y Suri, así como, dar a conocer las características deseables de los animales, el
manejo para la producción de fibra y carne, la conservación de los recursos naturales y el
cuidado del medio ambiente en que se desarrollan. Los rebaños de alpacas están
caracterizados por su conformación mixta en un 70% (alpacas blancas, alpacas de color y
llamas), produciendo un incremento de huarizos (cruce entre alpaca y llama) con fibra gruesa y
sin ningún valor. La selección de animales por razas, color y especies es el primer paso para
efectuar un programa de mejoramiento genético técnico que permita obtener animales de
calidad, con fibra fina y mayor producción de carne.
- Vicuña:
La vicuña como animal silvestre no está ajena a esta realidad debido que el habitad donde se
encuentra, la comparten con otras especies, especialmente domesticas las cuales son
portadoras de endo y ectoparásitos produciendo perdidas biológicas y económicas
considerables. Entre las enfermedades infecciosas tenemos a la Estomatitis vesicular,
Conjuntivitis y Neumonía.
- Guanaco:
El guanaco convive con un parásito, este tipo de parásito se lo denomina “sarcocystis guanicoe
canis”. En general la carne con sarcocystis insuficientemente cocida genera en el organismo
humano un cuadro de gastroenteritis con diarrea, cólicos y escalofríos. Esta parasitosis no está
estudiada en su profundidad dentro de la región y no se sabe con certeza qué consecuencias
le puede producir al organismo del ser humano.
- Alpaca:
- Llama:
Las llamas pueden ramonear y pastar, las alpacas pastan. Ambas son como las ovejas y las
vacas y necesitan agua a diario. Tanto la llama como las alpacas acostumbran excrementar en
los mismos sitios donde forman montones comunes de excrementos. Los excrementos de
estos animales se desecan y se emplean para hacer fuego. Las enfermedades de llamas y
alpacas son parecidas a las de los camellos y los rumiantes. Pueden padecer:
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V. PRODUCTIVIDAD:
En la región andina existen aproximadamente 3 899 350 llamas y 4 000 408 alpacas. Perú es
el país con mayor población de CSA en el mundo, teniendo el 89.9% de las alpacas y el 32.0%
de las llamas, en tanto que Bolivia posee el 63.8% de las llamas y el 8.9% de las alpacas
(UNEPCA, 1999; FAO, 2005; INE, 2008). La población de camélidos en Bolivia, según el censo
agropecuario de 2008, es de 2 486 169 llamas y 355 964 alpacas, siendo Oruro el
departamento con mayor población de llamas, seguido de Potosí, La Paz y Cochabamba (INE,
2008), con una característica común de baja extracción y reposición en los rebaños.
En la llama se presentan dos fenotipos característicos. El tipo Kh’ara (animal tipo carne) sin
fibra en las extremidades, cabeza, ni orejas y con crecimiento reducido de fibra en el cuello, y el
tipo Th’ampulli (animal tipo fibra) con abundante cobertura de fibra en extremidades, cuello y
cabeza (Wurzinger et al., 2005; Cardozo, 2007).
La producción total de carne depende naturalmente de la saca anual, es decir, del número de
animales que anualmente se descartan del rebaño para ser destinados a sacrificio. Aunque no
hay datos concretos, se estima que el porcentaje de saca anual, tanto en alpacas como en
llamas, es del orden del 10 a 12 por ciento. La saca, en gran mayoría, está constituida por
animales viejos, hembras y machos, que han llegado al final de su vida productiva. Esto hace
que la presencia de sarcocistes en la musculatura sea elevada y que la carne sea de inferior
calidad.
La mayor afluencia de alpacas y llamas a los mataderos ocurre en las zonas de mayor
población de estos animales como son los Departamentos de Punto, Huancavelica, Apurímac,
Cusco, en los que también hay mayor demanda de la población por estas carnes.
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No existen estadísticas precisas sobre el número de llamas y alpacas que se destinan al
sacrificio anualmente ni sobre la cantidad total de carne que se produce. Una considerable
proporción de animales son beneficiados sin pasar necesariamente por los mataderos y que
por lo tanto no pueden ser contabilizados oficialmente. Tomando como base una saca de 12
por ciento anual y las poblaciones existentes de alpacas y llamas, se estima que el número de
animales destinados cada año a beneficio ascendería a 348 000 alpacas y 120 000 llamas.
Con un peso de canal de 30 kg para las alpacas y 55 kg para las llamas, las correspondientes
cifras de producción de carne serían de 10 440 toneladas para alpaca y 6 600 toneladas para
llama. Cuánto de esto pasa por los mataderos y cuantos se sacrifican fuera de ellos, no se
conoce.
VII. TIPOLOGÍA
La familia Camelidae está formada por dos tribus: los Camelini y los Lamini (Stanley et al.,
1994; Wheeler, 1995) (figura 1)
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La tribu Camelini habita en zonas desérticas de Asia y África y se conoce como camélidos del
Viejo Mundo. La tribu de los Lamini habita en América del Sur a lo largo de la cordillera de los
Andes y se conoce como Camélidos Sudamericanos (CSA) o camélidos del Nuevo Mundo. Los
CSA, a diferencia de los camélidos del Viejo Mundo, carecen de joroba y son de menor
tamaño.
En 1758 Linneo describió las dos especies domésticas de los CSA como Camelus glama
(llama) y Camelus pacos (alpaca) y las situó junto con los camélidos del Viejo Mundo Camelus
dromedarius (dromedario) y Camelus bactrianus (camello) en un solo género (Wheeler, 1995).
Las dos especies silvestres de CSA, guanaco y vicuña, se describieron más tarde como
Camelus guanicoe (Müller, 1776) y Camelus vicugna (Molina, 1782), respectivamente. En el
1800 Cuvier clasificó los CSA en el género Lama y en 1924 Miller separó la vicuña de los otros
CSA creando el género Vicugna (Wheeler, 1995). Más recientemente, los análisis del ADN de
CSA han permitido determinar que la alpaca procede de la vicuña y la llama del guanaco
(Stanley et al., 1994; Kadwell et al., 2001). Por lo tanto, se ha reclasificado la alpaca, antes
Lama pacos, como Vicugna pacos (Wheeler, 2006).
En la actualidad los CSA incluyen las dos especies domésticas alpaca (Vicugna pacos) y la
llama (Lama glama) y las dos especies silvestres guanaco (Lama guanicoe) y la vicuña
(Vicugna vicugna). El guanaco presenta dos subespecies Lama guanicoe cacsilencis (Norte) y
Lama guanicoe guanicoe (Sur) (Gonzales et al, 2006; Marin et al , 2006). La vicuña presenta
también dos subespecies, Vicugna vicugna mensalis (Norte) y Vicugna vicugna vicugna (Sur).
Existen dos razas de alpacas, Huacaya de vellón esponjoso y la Suri de pelo lacio, y dos razas
de llamas, la Chaku (enlanado) y la Kara (pelo apretado con poca fibra)
VIII. RENDIMIENTO
Peso vivo
Asimismo, Parra (1999) menciona que el peso vivo promedio de llamas menores a 2 años de
edad, en la región de Charaña del departamento de La Paz, fue 58.60 Kg., mientras que este
peso fue 79.70 Kg. en animales de 3 a 4 años de edad y fue 81.70 Kg. en animales mayores a
4 años.
De acuerdo con Torrez (2000), el peso vivo de llamas, registrado al nacimiento fue 8.20 Kg.; al
destete (7 meses) fue 29.20 Kg., a los 16 meses fue 57.50 Kg., a los 19 meses fue 55.30 Kg. y
a los 25 meses fue 64.20 Kg.
Por su parte Rodríguez et al. (2003), encontraron que los pesos de llamas, alimentadas bajo
condiciones de pradera nativa, en la Estación Experimental de Patacamaya, fueron 64.38 Kg. a
los 390 días (13 meses) y 84.00 Kg. a los 790 días de edad (25 meses).
PESO-RENDIMIENTO DE LA CARCASA
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Rojas (2004), menciona que las canales se evalúan según su rendimiento, existiendo dos
formas de realizar la estimación:
𝑃𝐶 (𝐾𝑔.)
RC =
𝑃𝑉 (𝐾𝑔.)
Donde:
RC = Rendimiento de la carcasa
PC = Peso de la carcasa
Según Di Marco (2002), el rendimiento, tamaño y características de la canal, dependen del tipo
y categoría del animal y de la alimentación; esta última determina el peso, la edad de faena, el
grado de terminación del animal y, a su vez, la composición de la canal.
Si bien es cierto, que el rendimiento varía con las razas, el sexo y la edad de los animales, el
factor de mayor efecto es el llenado del tracto gastrointestinal (contenido del aparato digestivo),
este depende del peso de faena, tipo de alimentación y de la digestibilidad del alimento
(Helman, 1953 y Di Marco, 2002)
Helman (1953), menciona que dentro de los factores que afectan el rendimiento de la canal, es
importante considerar la evaporación con la consiguiente deshidratación de las canales durante
el proceso de oreo.
Por otra parte, el peso de la canal condiciona la variación entre tejidos y dentro de tejidos;
además de condicionar el tamaño de las piezas de carnicería, es decir, el tamaño de los
músculos de las piezas (Cañeque y Sañudo, 2000).
La edad del animal está ligada al peso de la canal, la consecuencia más directa de la edad,
sobre la calidad de canal es el aumento de la deposición de grasa. Cada raza posee un peso
adulto diferente, por lo que el genotipo determina diferencias en la velocidad del desarrollo de
los tejidos (Tulloh, 1963; Boccard et al., 1964 y Kempster et al., 1982 citados por Cañeque y
Sañudo, 2000).
Parra (1999), trabajando con llamas en la región de Charaña del departamento de La Paz,
indica que el rendimiento de la carcasa de llamas, después del oreo, fue 53.61 %. Por su parte,
Torrez (2000) en el Centro de Desarrollo Alpaquero de Toccra, encontró que el rendimiento de
la carcasa de llamas a los 16 meses de edad fue 52.20% y a los 19 meses fue 52.50%.
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PESO-RENDIMIENTO DE LOS CORTES MAYORES Y MENORES
Bustinza (2001), indica que el objetivo de los cortes, es trozar para disminuir el tamaño de la
carcasa en volúmenes menores y facilitar su
IX. BIBLIOGRAFIA
CAMÉLIDOS Y EL DESARROLLO CULTURAL Y ECONÓMICO EN LOS ANDES, Disponible en:
http://extwprlegs1.fao.org/docs/pdf/bol145103.pdf
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