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Mecánica de Rocas
Curso 2002−2003
En estas notas repasaremos algunos conceptos geológicos básicos, con especial énfasis
en las clasificaciones litológicas más frecuentemente empleadas. Dichos conceptos deben ser
tenidos presentes y entendidos a fin de poder captar en toda su amplitud la importancia del
conocimiento del terreno antes, durante y después de una actuación de ingeniería específica.
Figura 1. Esquema simplificado del Ciclo de las Rocas y relación existente entre los distintos tipos de roca y
procesos geológicos
1
1.1.1. Clasificación basada en el tamaño de grano y la textura
• Rocas vítreas – Formadas por vidrio (no contienen cristales). P. Ej. obsidiana
• Rocas afaníticas – De tamaño de grano muy pequeño (cristales no distinguibles
a simple vista)
• Rocas faneríticas – El tamaño de los cristales puede ser identificado sin
problema a simple vista
• Rocas pegmatíticas – De tamaño de grano muy grueso (en general, > 10 mm)
• Rocas vesiculadas – Textura desarrollada en rocas volcánicas o subvolcánicas
que evidencia la presencia de gases expandidos antes de la consolidación
• Rocas amigdaloides – Rocas que presentan una textura con cavidades producto
de la expansión de gases y, más tarde, rellenas por diversos minerales
• Rocas porfiríticas (o porfídicas) – Caracterizadas por la presencia de grandes
cristales (fenocristales) rodeados de una matriz fanerítica o afanítica de tamaño
de grano muy inferior
• Rocas ígneas intrusivas – Suelen presentar una textura de tamaño de grano medio
a gruesa debida a su enfriamiento lento. Muy a menudo poseen (p. Ej. granitoides)
colores claros si bien no siempre es así (p. Ej. gabro, muchas rocas ultrabásicas, etc.).
• Rocas ígneas extrusivas – Rocas a menudo vítreas o de tamaño de grano muy fino
debido a su enfriamiento rápido. Suelen presentar vacuolas generadas como
resultado de la degasificación del magma a partir del cual se han generado. Muy
frecuentemente presentan tonalidades oscuras (p. Ej. basaltos) si bien también
existen de colores claros (p. Ej. traquitas).
• Rocas ígneas ácidas – Ricas en sílice (% SiO2 > 65% en peso). Se caracterizan por
la abundante presencia de minerales denominados félsicos (cuarzo y feldespatos,
mayoritariamente) y cuya tonalidad es clara.
• Rocas ígneas intermedias – El contenido de sílice va del 45 al 65% en peso.
• Rocas ígneas básicas – Pobres en sílice ( < 45 % en peso)
• Rocas ígneas ultrabásicas
• Rocas leucócratas – Rocas formadas por minerales de tonalidad mayoritariamente
clara o félsicos (p. Ej. feldespatos, cuarzo,…)
• Rocas melanócratas – Rocas formadas por minerales de tonalidad oscura o máficos
(minerales ferromagnesianos, sobre todo: piroxenos, biotita, anfíboles, etc.). No
todas las rocas melanócratas son ultrabásicas y viceversa. Por ejemplo, la anortosita
es una roca leucócrata y ultrabásica.
2
Figura 2. Serie de cristalización de Bowen. A menor temperatura de cristalización, mayor estabilidad frente a la
meteorización presenta el mineral en cuestión. De esa manera, se conoce como serie de meteorización de
Goldlich la inversa de la de Bowen
Figura 3. Serie de meteorización de Goldlich. Junto a cada mineral se indica, entre paréntesis, el tiempo medio
de meteorización de cada uno de ellos para unas condiciones climáticas templadas y húmedas
3
Figura 5. Esquema donde se ilustran distintos modelos propuestos para el emplazamiento de cuerpos ígneos
intrusivos. 1 = Stoping; 2 = abombamiento y fracturación distensiva de la bóveda magmática; 3 = deformación
dúctil de la roca encajante y fluidificación debido al metamorfismo de contacto; 4 = asimilación de la roca
encajante, anatexia o fusión por zonas; 5 = desplazamiento lateral debido a la fracturación y/o plegamiento; 6 =
emplazamiento en un entorno extensional
Figura 6. Diagrama QAP (Streckeisen, 1966) para la clasificación modal de rocas ígneas intrusivas. a)
Cuarzodiorita, cuarzogabro y cuarzoanortosita; b) Diorita, gabro, anortosita; c) Monzodiorita, monzogabro; d)
Cuarzosienita de feldespato alcalino; e) Sienita de feldespato alcalino
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Figura 7a. Clasificación de las rocas ígneas intrusivas, de acuerdo con la IUGS. Q = cuarzo; P = plagioclasas; A
= feldespato potásico y albita; F = feldespatoides. Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991) IUGS systematics of
igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833
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Figura 7b. Clasificación de las rocas ígneas extrusivas, de acuerdo con la IUGS. Q = cuarzo; P = plagioclasas; A
= feldespato potásico y albita; F = feldespatoides. Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991) IUGS systematics of
igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833
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Figura 7c. Clasificación de las rocas ígneas intrusivas ultrabásicas, de acuerdo con la IUGS. Ol: olivino; Opx:
ortopiroxeno; Cpx: clinopiroxeno; Hb: hornblenda; . Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991) IUGS systematics of
igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833
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Figura 8. Clasificación química (diagrama TAS) de las rocas volcánicas de acuerdo con su composición
expresada en términos del porcentaje de sílice (SiO2) y álcalis (Na2O+K2O)
Origen
fino
Granito o Riolita Diorita o Andesita Gabro o Basalto Intrusita o
Porfídica
porfídica porfídica porfídico Extrusiva
Porosa Pómez Escoria
Extrusiva
Vítrea Obsidiana
Figura 9. Clasificación, textura y mineralogía de los principales tipos de rocas ígneas (plutónicas y volcánicas).
Nota: Los rangos de temperatura de formación para los minerales son aproximados
8
GAS
TEPHRA
Cort. de Pan
LAVA
almohadilladas pahoehoe aa
Figura 10. Clasificación de los distintos productos volcánicos. Accesorio: formado a partir de fragmentos del cono
volcánico o de anteriores coladas; Accidental: formado a partir de rocas no volcánicas o de rocas volcánicas no
relacionadas con el episodio volcánico en cuestión; Juvenil: formada a partir del magma que alcanza directamente
la superficie. Abreviaturas: Cort.: ‘Corteza’; Cab.: ‘Cabellos’; Lág.: ‘Lágrimas’
Figura 11. Clasificación químico mineralógica de las rocas ígneas (plutónicas y volcánicas) así como variación
de alguna de sus propiedades más destacadas
9
1.2. Clasificación de las Rocas Sedimentarias
Sedimento y
Grupo Clase Compactada Criterios de subdivisión
tamaño textural
Bloques Según la forma de los
cantos: • Génesis
Ruditas • Conglomerado • Composición de los
Grava
(2 – 256 mm) Cantos (redondeados) cantos
• Brecha
(angulosos)
ROCAS DETRÍTICAS
Tabla 1. Clasificación de conjunto de las rocas sedimentarias detríticas y no detríticas, de acuerdo con Pettijohn
(1957), Krumbein y Sloss (1963), Rastall (1965) y Vatan (1967). Las clases marcadas con un asterisco suponen
más del 99 % del total de rocas sedimentarias
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Grupo Clase Criterios de subdivisión
• Composición
Rocas Carbonatadas
ROCAS NO DETRÍTICAS • Textura
Evaporitas • Composición
Rocas Silíceas • Génesis
(de origen orgánico o químico; p. Ej. Chert, Trípoli, etc.) • Composición
Rocas Alumino-Ferruginosas • Génesis
de origen químico (p. Ej. Bauxita) • Composición
Rocas Organóganas • Composición
(p. Ej. turba, lignito, hulla, etc.) • Textura y estado físico
• Textura y estructura
Rocas Fosfatadas
• Génesis
Tabla 1. Continuación
Tabla 2. Clasificación de las rocas y sedimentos con fragmentos biogénicos carbonatados o silíceos
Contenido en C Roca
Alto Carbón antracítico
Carbón bituminoso (Hulla)
Medio
Lignito
Bajo Turba
Tabla 3. Clasificación de las rocas carbonosas, de acuerdo con su contenido en carbono orgánico
Figura 12. Clasificación de los sedimentos en función de su origen (detrítico, orgánico o volcánico)
11
Los sedimentos se clasifican de diversa manera, como por ejemplo, de acuerdo con su
origen, granulometría y composición mineralógica de las partículas que lo componen.
12
Término aplicado a la Término aplicado a la
Aspecto de la partícula Aspecto de la partícula
forma de la partícula forma de la partícula
Cilíndrica Elipsoidal
Discoidal Equidimensional
Esférica Irregular
Tabular
Tabla 4. Denominación de las partículas sedimentarias de acuerdo con su morfología, de acuerdo con Krumbein
y Sloss (1955)
Partículas
con alta
esfericidad
Partículas
con baja
esfericidad
Muy Bien
Angulosa Subangulosa Subredondeada Redondeada
angulosa redondeada
Tabla 5. Denominación de las partículas sedimentarias en función del su grado de redondeo y esfericidad, según
Powers (1953)
Diámetro de
Nombre Litología
la Partícula (mm)
> 256 Bloque Conglomerado de grano muy grueso
64 − 256 Canto Conglomerado de grano grueso
2 − 64 Grava Conglomerado
2 − 0.6 Arena Gruesa Arenisca gruesa
0.6 − 0.2 Arena Media Arenisca media
0.2 − 0.06 Arena Fina Arenisca fina
0.06 − 0.002 Limo Limolita
< 0.002 Arcilla Lutita o Arcillita
Tabla 6. Clasificación granulométrica de los sedimentos y nombre que reciben las rocas formadas por sedimentos
clásticos de igual tamaño
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Tamaño de
Descripción Litología
Partícula
Conglomerado
Grava Fragmentos de roca redondeados
(pudingas)
Grava Fragmentos de roca angulosos Brecha
Entre los componentes minerales predomina el cuarzo. Los granos
son visibles a menudo muy bien empaquetados. Muchas veces es
Arena Arenisca
posible reconocer estructuras sedimentarias, como la estratificación
cruzada
Arena Arenisca con un contenido en granos de feldespato superior al 25 % Arcosa
Entre los componentes minerales predomina el cuarzo. Los granos
Limo son difícilmente visibles si bien al tacto presenta una sensación Limolita
áspera
A menudo, capas potentes >1cm. No se distinguen partículas.
Pueden llegar a observarse grietas poligonales. Su composición Lutita ó
Arcilla
mineralógica se caracteriza por la presencia de minerales de la arcilla Arcillita
y cuarzo de grano muy fino
Fango compactado, laminado y fisible (se separa en láminas muy
Arcilla Pizarra
finas)
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Materiales limo-arcillosos
Clasificación General Materiales granulares (más del 35 % pasa
el tamiz nº 200)
A-1 A-2 A-7
Grupo A-3 A-4 A-5 A-6 A-7-5
A-1a A-1b A-2-4 A-2-5 A-2-6 A-2-7
A-7-6
Tamizado (% que pasa)
2.00 mm (nº 10) 50 max
0.425 mm (nº 40) 30 max 50 max 51 max
0.075 mm (nº 200) 15 max 25 max 10 max 35 max 35 max 35 max 35 max 36 min 36 min 36 min 36 min
Características de la
fracción pasa el
tamiz nº 40 (0.425 mm)
Límite líquido 40 max 41 min 40 max 41 min 40 max 41 min 40 max 41 min
Índice de plasticidad 6 max N.P. 10 max 10 max 11 min 11 min 10 max 10 max 11 min 11 mina
Constituyentes
Fragmentos de Grava arenosa,
más frecuentes Arena Suelos Suelos
roca, grava limosa
(en cantidades fina limosos arcillosos
y arena o arcillosa
significativas)
Calificación general Materiales excelentes a buenos Materiales aceptables a malos
Tabla 8. Clasificación de suelos y mezclas suelo-árido de la AASHTO. El índice de plasticidad del subgrupo
A-7-5 es igual o menor a (LL−30) mientras que el del A7-6 es mayor que (LL−30)
Figura 14. Clasificación de los sedimentos detríticos de acuerdo con su granulometría, según diversas clasificaciones frecuentemente empleadas en geotecnia
15
La resistencia de la roca cementada es una propiedad ingenieril de gran importancia.
Por ejemplo, las cuarzoarenitas bien cementadas pueden ser extremadamente resistentes si
bien su comportamiento puede ser friable (poco resistente) cuando la cementación sea mala o
inexistente. Las limonitas, lutitas y pizarras son, en general, rocas poco resistentes debido a la
presencia de partículas laminares arcillosas, las cuales la proveen de una baja resistencia al
corte.
Figura 15. Clasificación de Pettijohn (1957) para las rocas sedimentarias detríticas
16
Granulometría de
Milímetros (mm) Micrómetros (µm) φ Litología
Wentworth (1921)
4096 −12.0 Bloque
256 −8.0 Canto
Grava Conglomerado / Brecha
64 −6.0 Grano
4 −2.0 Gránulo
2.00 −1.0 Arena muy gruesa
1.00 0.0 Arena gruesa
1/2 0.50 500 1.0 Arena media Arena Arenisca
1/4 0.25 250 2.0 Arena fina
1/8 0.125 125 3.0 Arena muy fina
1/16 0.0625 62.5 4.0 Limo grueso
1/32 0.031 31 5.0 Limo medio Limo Limonita
1/64 0.0156 15.6 6.0 Limo fino
1/128 0.0078 7.8 7.0 Limo muy fino
1/256 0.0039 3.9 8.0 Arcilla Fango Arcillita o Lutita
0.00006 0.06 14.0
Tabla 9. Clasificación granulométrica de las rocas detríticas, de acuerdo con las definiciones de Wentworth
(1921)
Nombre de
Textura Composición
Roca
Fragmentos de calcita y cemento calcítico. Color blanco, gris o
Clástica azulado. Reacciona con intensidad en contacto con HCL Caliza
diluido
Oolitos de calcita (redondeados) y cemento calcítico. Puede Caliza
Clástica
estar parcialmente dolomitizada. oolítica
Fragmentos de calcita y cemento calcítico parcialmente Caliza
Clástica
transformado en dolomita. Reacciona con HCl diluido dolomítica
Roca carbonatada casi totalmente transformada en dolomita.
Clástica A menudo de tonalidades amarillentas o rosadas. Reacciona de Dolomía
forma poco aparente con HCl diluido
Cristalina Cristales cúbicos de halita formando un entramado Sal
Cristales cúbicos de halita y silvita, a veces mezclados con Potasa,
Cristalina
carnalita Silvina
Cristales de yeso de morfología variable de color, a menudo,
Cristalina Yeso
blanco o gris claro
Tabla 10. Relación de las características más destacables de los principales tipos de rocas químicas
17
ferruginosas y fosfatadas), la acumulación de detritus vegetales (rocas carbonosas o carbón) o
a partir de organismos silíceos (p. Ej. chert).
Existen tres tipos de rocas sedimentarias cuya importancia, dado el volumen con el que
se encuentran en la corteza terrestre, merece la pena ser destacada: las lutitas (y pizarras), las
areniscas y las calizas. Todas ellas están mayoritariamente compuestas por un muy limitado
número de minerales.
Tabla 11. Abundancia de distintos minerales en tres de los tipos litológicos sedimentarios principales
Figura 16. Clasificación simplificada de Vatan (1967) para las rocas sedimentarias intermedias entre lutitas,
arenas y carbonatos. Notas: C = calizas; C.a. = caliza arenosa; C.m. = caliza margosa; C.a.l. = Caliza arenosa
lutítica; C.l.a. = Caliza lutítico arenosa; A.c. = arena calcárea; A.l. = arena lutítica; A. = arena; A.c.l. = arena
calcárea lutítica; A.l.c. Arena lutítico calcárea; L.m. = lutita margosa; L.c.a. = lutita calcáreo arenosa; L.a. lutita
arenosa; L. = lutita; El término lutita pude ser reemplazado por el de arcilla o limo en la medida que se conozca
la granulometría del material. En el caso de materiales cementados, en lugar del término arena se empleará el de
arenisca. Cuando se trate de dolomías en lugar de calizas, se hará el cambio de nombre correspondiente
18
Figura 17. Clasificación de los sedimentos biogénicos en función de la proporción de partículas esqueléticas
carbonatadas o síliceas. 1) Fango carbonatado; 2) Fango carbonato-silícico; 3) Fango silícico-carbonatado; 4)
Fango silícico; 5) Ooze1 carbonatado arenoso/arcilloso/limoso; 6) Ooze carbonatado-silícico arenoso/limo-
arcilloso/arcilloso; 7) Ooze silícico-carbonatado arcilloso; 8) Ooze silícico arcilloso; 9) Ooze carbonatado con
arena/limo/arcilla; 10) Ooze carbonatado-silícico con arena/limo/arcilla; 11) Ooze silícico-carbonatado con
arena/limo/arcilla; 12) Ooze silícico con arena/limo/arcilla; 13) Ooze carbonatado; 14) Ooze carbonatado-silícico;
15) Ooze silícico-carbonatado; 16) Ooze silícico
Tabla 13. Clasificación simplificada de Dunham (1962) para las rocas carbonatadas
1
Sedimento no consolidado formado por más de un 30 % de partículas biogénicas, ya sean estas silíceas o
carbonatadas
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Calizas autóctonas cuyos componentes
Calizas alóctonas cuyos componentes originales no estaban
originales estaban orgánicamente asociados
orgánicamente unidos en el momento de la sedimentación
durante la sedimentación
Más del 10 % de los Boundstone
Menos del 10 % de los componentes > 2 mm
componentes > 2 mm
Contiene fango carbonatado Sin fango
(micrita, < 0.02 mm) carbonatado
Estructura del sedimento
Estructura Por Por Por
soportado por el propio
del Estructura organismos organismos organismos
fango carbonatado
sedimento soportada por que actúan que forman que forman
(‘Mud supported’)
Estructura del sedimento soportada componentes como costras y un esqueleto
Menos del grandes
soportada por los granos por la matriz barrera cementan rígido
10 % de (‘Matrix (> 2 mm)
(‘Grain supported’)
granos (> Más del 10
supported’)
0.02 mm % de granos
hasta < 2
mm)
Tabla 14. Clasificación completa de Dunham (1962), para las rocas carbonatadas
Intraclastos
IV (Rocas arrecifales
Ooides
autóctonas)
Oosparita Oomicrita
Fósiles
Calcita esparítica
Pellets
Pelsparita Pelmicrita
Calcita microcristalina
Los principales tipos de cemento que mantienen unidas las partículas de las rocas
sedimentarias son la calcita, diversas formas de sílice y los óxidos de hierro. La presencia de
óxidos de Fe en muy pequeña cantidad puede ser suficiente para conferir a muchas rocas
sedimentarias una tonalidad pardo-rojiza, anaranjada o verdosa. Por otro lado, muchas rocas
20
sedimentarias de grano fino, como las pizarras y lutitas suelen ser de tonalidades grisáceas a
negras. Las pizarras negras son un caso particular de lutita que contienen cantidades muy
elevadas de carbono de origen orgánico.
Figura 18. Proceso de compactación y litificación en una roca arcillosa, desembocando en la formación de una
pizarra
21
Estructura Estructura
Ejemplo Ejemplo
Sedimentaria Sedimentaria
Laminación /
Granoclasificación
Estratificación
Burrows
Estromatolitos
(Bioturbación)
22
Estructura Estructura
Ejemplo Ejemplo
Sedimentaria Sedimentaria
Load Cast
(Marcas de Moldes de Cristales
Compactación)
23
La estratificación planar, desde el punto de vista diagnóstico, ofrece poca información
si bien las trazas de actividad orgánica (p. Ej. burrows u otras bioturbaciones) pueden
constituir criterios de polaridad y de tipo de ambiente sedimentario.
Las laminaciones cruzadas ofrecen una clara indicación sobre la polaridad de los
estratos ya que su techo se encuentra truncado por los flujos de sedimento posteriores. La
orientación de las laminaciones da información también sobre la dirección y sentido de las
corrientes (acuáticas o aéreas) responsables del transporte de los sedimentos.
La habilidad de las rocas para almacenar fluidos (porosidad) así como para
transmitirlos a través suyo (permeabilidad) son otras dos propiedades de un considerable
interés, tanto económico como ingenieril. Los sedimentos, en el momento de su deposición,
son extremadamente porosos, ocupando los poros (espacios huecos) un volumen muy
importante en relación al volumen del propio sedimento.
24
Figura 19. Los distintos componentes granulométricos y texturales propios de las rocas sedimentarias detríticas
Si el espacio ocupado por los poros es rellenado por otros sedimentos de menor tamaño
de grano, tanto la porosidad como la permeabilidad pueden verse reducidas drásticamente. De
esa manera, las arenas limpias (desprovistas de limo y arcilla) constituyen magníficos acuíferos
y rocas almacén. Sin embargo, las arenas sucias (con limo y arcilla) presentan la porosidad
parcialmente taponada por las partículas más finas.
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Ambiente Características Estructuras
Organismos Sedimento Litología
Deposicional Ambientales Sedimentarias
Grava, arena y Laminaciones cruzadas,
Corrientes de agua de
Plantas y fango con granoclasificación, ripple Conglomerados
Cauce alta o baja energía.
animales de clasificación y marks, mud cracks, restos Areniscas
fluvial Sequía eventual.
agua dulce angulosidad fósiles de animales y Lutitas
Oxidante
variable plantas
Avenidas de baja
Plantas y Laminación, ripple marks, Lutitas y
Llanura energía. Periodos de Arenas y fangos
animales de granoclasificación, fósiles Areniscas
aluvial sequía. Desarrollo de bien clasificados
agua dulce abundantes (Red Beds)
suelos. Oxidación
Plantas y
Delta Corrientes de agua. Arenas y fangos Fragmentos fósiles de Areniscas y
animales de
fluvial Mareas. Baja energía bien clasificados plantas y animales Lutitas
agua dulce
Avenidas relámpago Plantas y Gravas > arenas. Brechas
Cono de Fragmentos de plantas y
periódicas, Coladas animales Mala clasificación y sedimentarias
No marino
Tabla 17. Relación de los principales tipos de ambiente sedimentario con sus propiedades, sedimentos y litologías
asociadas
26
1.3. Clasificación de las Rocas Metamórficas
El límite inferior del metamorfismo está poco definido y coincidiría con el máximo
alcanzado durante la diagénesis (de 150 a 200 ºC) mientras que el límite superior coincide con
la fusión de las rocas o anatexia. Al producirse la fusión (total o parcial) se genera un fluido
geológico denominado magma, cuya cristalización conduce a la formación de los distintos
tipos de roca ígnea vistos con anterioridad.
Los distintos tipos de roca metamórfica son determinados por la roca precursora (o
protolito) y, de forma determinante, por las condiciones de presión y temperatura a la que se
desarrolla el proceso.
En general, los efectos principales que el metamorfismo ocasiona en las rocas son las
siguientes:
Figura 20. El desarrollo preferente de los cristales durante el metamorfismo da lugar a las texturas foliadas. Estas
no reflejan más que el crecimiento cristalino dentro de un campo de esfuerzos anisótropo
27
El metamorfismo suele dividirse en varios tipos, de acuerdo con el proceso dominante
cuando éste tiene lugar. De esa manera se hable de:
Las rocas metamórficas se dividen en dos grandes grupos, de acuerdo con las
condiciones P/T de formación:
Figura 21. Relación existente entre los cuerpos ígneos intrusivos y el metamorfismo de contacto
28
Otra subdivisión frecuentemente aplicada a las rocas metamórficas se basa en la
textura que presentan. Así, el tipo de roca metamórfica queda determinado por su protolito y
las condiciones P/T, distinguiéndose:
Figura 22. Desarrollo de foliaciones y lineaciones a partir de minerales de hábito tabular o prismático
durante los procesos metamórficos. En ausencia de anisotropías en el campo de esfuerzos, los minerales
tienden a crecer sin orientación preferida (es decir, sin desarrollar foliaciones) mientras que cuando el
campo de esfuerzos es anisótropo (casos B y C) los minerales se desarrollan de acuerdo con la
orientación de las componentes principales del esfuerzo
Tipo de Metamorfismo
Textura Litología Protolito
Carácter Grado
Laminada, mate Pizarra Regional Bajo Pizarra ó Lutita
Grano
Satinada,
Fino Filita Regional Pizarra ó Lutita
Foliada
laminada Medio
Laminada Esquisto Regional Pizarra ó Lutita
Grano
Pizarra, Lutita ó
Grueso Bandeado Gneiss Regional Alto
Granitoide
Corneana ó
Masiva Contacto Alto Pizarra ó Lutita
Grano Cornubianita
Fino Regional o Medio a
No Foliada
Tabla 18. Relación de los principales tipos de roca metamórfica así como otros datos relevantes a las mismas
29
El número de rocas metamórficas relevantes desde el puntos de vista ingenieril es
relativamente escaso. Las rocas de metamorfismo de contacto se caracterizan por su marcada
recristalización y porque raramente presentan foliación. Las pizarras afectadas por la inmediata
intrusión de un cuerpo ígneo se transforman en unas rocas de grano fino masivas y muy
resistentes denominadas corneanas (o cornubianitas). Las rocas carbonatadas, en un proceso
isoquímico, se transforman en mármoles (si el protolito está constituido por calcita pura) o en
corneanas calcosilicatadas (si el protolito contiene silicatos). Sin embargo, bajo un
metamorfismo aloquímico, las calizas se transforman en skarns, mediante la incorporción de
importantes cantidades de sílice y otros elementos químicos.
A medida que aumenta el grado metamórfico, nuevos minerales pueden formarse. Los
minerales presentes en las rocas metamórficas son indicadores de las condiciones P/T a la que
esta dejó de transformarse. Así, el grado metamórfico viene a ser una escala de intensidad
metamórfica que emplea indicadores minerales como geotermómetros y geobarómetros.
Por ejemplo, la secuencia pizarra filita esquisto gneiss es una secuencia de rocas
metamóficas de grado creciente y cuyos minerales indicadores asociados podrían ser la clorita,
la biotita y el granate. Así, la transición desde el grado de la clorita (isograda) a la de la biotita
determina la primera aparición sobre el terreno del segundo de estos minerales.
Figura 23. Representación esquemática del concepto de las facies e isogradas metamórficas, de acuerdo con el
grado metamórfico y la litología implicada en el proceso
30
Figura 24. Temperaturas aproximadas de formación de diversos minerales metamórficos importantes
El concepto de las facies metamórficas es una más sofisticada extensión del concepto
de grado metamórfico a fin de incluir en el mismo tanto la presión (información
geobarométrica) como la temperatura (información geotermométrica) a fin de obtener
información de las rocas metamórficas. Así, los minerales indicadores se agrupan para formar
asociaciones minerales que caracterizan una región particular del espacio P/T.
31
2. Discordancias
Entre los acontecimientos geológicos que tienen mayor importancia y que ayudan
mucho a datar estructuras y/o períodos de movimiento estructural, hay que destacar la
discontinuidad sedimentaria o discordancia. La discordancia es una superficie de erosión o de
no-deposición que separa rocas más modernas (arriba) de rocas más antiguas (abajo). Existen
varios tipos de discordancia, las cuales han sido resumidas en la figura 26. Una discordancia
angular se caracteriza por la existencia de un plano de separación entre dos series de
materiales o estratos no paralelos (Figura 26a). Una disconformidad está caracterizada por una
superficie de discontinuidad marcada e irregular entre dos familias de estratos, a grandes rasgos
paralelos (Figura 26b). Los hiatos sedimentarios o paraconformidad corresponden a superficies
que evidencian un periodo de no-sedimentación en ausencia aparente de erosión; En algunas
circunstancias, es difícil reconocer esas superficies de discontinuidad sin un detallado análisis
paleontológico, geoquímico, etc. (Figura 26c). Por último, discontinuidad heterolítica o no-
conformidad corresponde con una situación en la que el plano de discontinuidad erosiva
separa rocas estratificadas de otras que no lo están (por ejemplo, rocas ígneas; Figura 26d).
Figura 26. Principales tipos de discordancia entre formaciones geológicas. a) Discordancia angular; b)
disconformidad; c) paraconformidad; d) discordancia heterolítitca o no-concordancia. Fuente: Ragan, D.M.
(1973) Structural Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208
3. Tectónica
3.1. Pliegues
Pliegue (Fold): Curvatura desarrollada sobre una superficie planar (estratos, cualquier
tipo de foliación, etc.) como resultado de la actuación de esfuerzos. Dichos esfuerzos
pueden tener un origen tectónico o gravitatorio.
Cresta (Crest): Punto del pliegue que se encuentra a mayor cota topográfica.
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Seno o Valle (Trough): Punto del pliegue que se encuentra a menor cota topográfica.
Longitud de onda (Wavelength): Distancia que separa dos crestas o dos valles
consecutivos en una superficie plegada.
Superficie o Plano medio (Median surface): Plano o superficie que une los puntos de
inflexión de una superficie plegada.
Figura 27. Elementos geométricos de un pliegue. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
Figura 28. Elementos geométricos de un pliegue y tipo de pliegue de acuerdo con la longitud de sus flancos.
Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures Through Maps; Longman Scientific and
Technical, 176 pp.
33
Charnela y Zona de Charnela (Hinge): Alineación de puntos dentro de una superficie
plegada que han experimentado la máxima deformación. La zona de charnela es la
región inmediatamente adyacente a la línea de charnela.
Eje de un Pliegue (Fold axis): Línea generatriz ideal de cualquier pliegue. Para un
pliegue cilíndrico, la revolución de una recta daría lugar a la generación del pliegue. De
esa manera, no tiene una localización específica en ningún punto del pliegue.
Plano o Superficie Axial (Axial surface): Superficie geométrica ideal que une las líneas
de charnela de distintas superficies plegadas, dentro de un pliegue.
Figura 29. Ángulo entre los flancos de un pliegue. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
34
Figura 30. Pliegue cilíndrico e indicación de sus elementos geométricos principales. Las superficies plegadas se
representan con la letra S mientras que S1 corresponde a la superficie axial. Con una trama punteada se indica la
localización de la zona de charnela y con otra rayada la de flanco. A la derecha, sección vertical del mismo
pliegue de acuerdo con el plano indicado a la izquierda. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F.
(1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
Figura 31. Elementos geométricos de un pliegue. Fuente: Ramsay, J.G. (1977) Plegamiento y fracturación de
rocas; Ed. Blume, 590 pp.
35
3.1.2. Clasificación de los Pliegues
Antiforme (Antiform). Pliegue de morfología convexa hacia arriba pero del cual se
desconoce la edad (absoluta o relativa) de los materiales que se encuentran en el
flanco o en el núcleo.
Sinforme (Synform). Pliegue de morfología cóncava hacia abajo pero del cual se
desconoce la edad (absoluta o relativa) de los materiales que se encuentran en el
flanco o en el núcleo.
Figura 32. Definiciones de antiforme, sinforme, anticlinal y sinclinal, de acuerdo con un criterio de polaridad
(laminaciones cruzadas). Fuente: Ramsay, J.G. (1977) Plegamiento y fracturación de rocas; Ed. Blume, 590 pp.
36
Figura 33. Ejemplo de situación en la que la geometría de un pliegue observada en una escala local puede inducir
a pensar que se rata de otro tipo de estructura
Pliegues cilíndricos con inmersión: Aquellos pliegues cuyo eje axial es rectilíneo pero
no horizontal.
Figura 34. Relación entre tipo de pliegue y líneas estructurales (isohipsas). Observar la distinta traza de las
mismas en función del tipo de pliegue. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures
Through Maps; Longman Scientific and Technical, 176 pp.
37
Es interesante observar en la figura 33 la relación de las isohipsas con la superficie
plegada para cada uno de los tipos de pliegue. En el caso de los pliegues cilíndricos, las
isohipsas son un conjunto de rectas paralelas entre sí, mientras que en el caso de los pliegues
con inmersión y en los no cilíndricos las isohipsas pierden su carácter rectilíneo.
La traza de un pliegue con inmersión vista sobre un mapa describe una curvatura de
forma el buzamiento de la superficie plegada va cambiando progresivamente de orientación, de
acuerdo con un patrón de distribución que tiende a aproximarse a una semiesfera. La zona
donde las capas enraízan (se ‘hincan’ en el terreno) y en las que se da la circunstancia
anteriormente enunciada se denomina Terminación Periclinal.
Figura 35. Clasificación de pliegues de acuerdo con la geometría de la superficie plegada, resultado de distintos
tipos de eje.
Figura 36. Superficie curviplanar simple generada a partir de un eje de pliegue sinuoso (curvilíneo). Fuente:
Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley &
Sons, 208 pp.
Los pliegues cónicos son un tipo de pliegue cilíndrico con inmersión en los que el grado
de deformación de la superficie plegada varía con la distancia paralela al eje del pliegue.
38
3.1.2.3. De Acuerdo con la Potencia Ortogonal de las Capas Plegadas
Otro criterio comúnmente empleado para clasificar los pliegues tiene en cuenta un
parámetro geométrico importante denominado potencia ortogonal o real. Esta no es otra cosa
que la distancia que separa el plano superior e inferior de cualquier cuerpo rocoso
estratificado, medida perpendicularmente a ambos planos.
Figura 37. Modelo de generación de pliegues de tipo paralelo. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology.
An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
Figura 38. Modelo de generación de pliegues de tipo similar. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology.
An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
39
Figura 39. Esquema teórico de la zonación estructural de la corteza terrestre y diferenciación de los distintos
dominios de acuerdo con el desarrollo de estructuras geológicas; en el nivel estructural superior predominarían
las estructuras de tipo frágil y gravitatorio (fallas y cabalgamientos), en el nivel medio las estructuras plegadas sin
esquistosidad; en el nivel inferior predominarían los pliegues por aplastamiento y desarrollo importante de
distintos tipos de foliación; por último, el límite inferior vendría determinado por la fusión de los materiales
corticales (anatexia). Fuente: Mattauer
Una característica geométrica que suele estar presente en los pliegues de tipo similar es
el desarrollo de planos de esquistosidad. Muchas veces los planos de esquistosidad se disponen
de forma paralela al plano axial de los pliegues. En ese caso, la esquistosidad se califica como
de plano axial.
Figura 40. Ejemplos de esquistosidad de plano axial. A la izquierda, de tipo convergente y a la derecha,
divergente (respecto del núcleo del pliegue). Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981)
Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
40
Figura 41. Esquistosidad de plano axial y refracción de la misma al atravesar unidades litológicas de distinta
competencia. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518
pp.
Pliegues inclinados: Cuando el plano axial está inclinado menos de 45º respecto de la
vertical.
Pliegues vergentes: Cuando el plano axial se inclina más de 45º respecto de la vertical.
El sentido de vergencia del pliegue es aquél correspondiente al ángulo agudo del plano
axial respecto de la horizontal.
Pliegues tumbados o recumbentes: Cuando la inclinación del plano axial del pliegue
está próxima a la horizontal. En muchas ocasiones los pliegues recumbentes pueden
fracturarse por el núcleo dando lugar a un pliegue-falla o a un cabalgamiento.
41
3.1.2.5. De Acuerdo con el Ángulo de los Flancos
De acuerdo con la inclinación de los flancos, los pliegues pueden dividirse en:
Pliegues isoclinales: Cuando los dos flancos del pliegue buzan en el mismo sentido.
Pliegues monoclinales: Cuando uno de los dos flancos del pliegue está mucho más
desarrollado que el otro y pareciendo la estructura, por tanto, una serie monoclinal.
Figura 43. Bloque diagrama que representa las diferentes regiones de una estructura plegada concéntricamente.
En la parte superior de la misma predominan las estructuras de deformación distensivas mientras que en la parte
interna de los pliegues son compresivas. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología
Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
Tal y como observamos en la misma, dentro del contexto de una estructura plegada,
las fracturas de carácter distensivo se concentran hacia la parte superior de los anticlinales (y
en la inferior de los sinclinales) mientras que para las compresivas sucede lo contrario.
42
indicados corresponden al eje de un pliegue y en los mapas suelen localizarse en la zona
próxima a la línea de charnela del mismo. En el caso de que los pliegues sean fosilizados por
discordancias o que sean interceptados por fallas, la traza del eje del pliegue debe indicarse con
una línea discontinua (en el primer caso) o interrumpirla, en el segundo.
Hay que indicar, también, que en cortes geológicos no debe emplearse ninguno de los
anteriores signos al quedar naturaleza del pliegue puesta de manifiesto de forma evidente.
3.2. Fallas
Las fallas (fault) y diaclasas (joints) son las principales discontinuidades de origen
tectónico que aparecen en los mapas geológicos. Su origen suele estar asociado a episodios
geológicos de deformación, ya sean estos de tipo compresivo o distensivo. Su datación relativa
se efectúa de acuerdo al Principio de Intersección.
Figura 45. a) Falla; b) zona de falla; c) zona de cizalla. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981)
Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
43
Uno de los indicadores de movimiento más importantes en planos de falla son las
propias estrías de falla (Figura 46 y 47), las cuales nos informan no solo del movimiento de los
bloques alrededor del plano de falla, sino de la propia dirección y sentido de movimiento.
Figura 46. Estrías desarrolladas sobre un plano de falla. Tanto los escalones como el recrecimiento de cristales de
cuarzo en los mismos nos da idea de la dirección y sentido de desplazamiento de los bloques a ambos lados de la
falla. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
Figura 46. Criterios de polaridad que nos indican el movimiento relativo de los bloques de falla y que pueden ser
observados, en circunstancias favorables, sobre su propio plano
Figura 47. El movimiento de las fallas puede conducir a la fragmentación de los bloques de falla a lo largo del
plano de ruptura dando la textura característica de una brecha de falla o bien, si la fragmentación es muy intensa
a la formación de una papilla de falla (o gouge) cuya granulometría puede ir desde arena a arcilla
44
Por motivos de espacio, en los mapas geológicos tan solo se representa la traza de las
principales fracturas de la región cartografiada, indicándose la presencia de diaclasas (y su
orientación) mediante símbolos geológicos adecuados.
A la hora de considerar los movimientos de los bloques rocosos alrededor del plano de
falla es conveniente cuantificarlos a fin de obtener información precisa y de potencial utilidad
en el análisis de distintos problemas de campo. Para ello hemos de definir, a continuación,
algunos conceptos importantes.
Figura 48. Falla desplazando un plano de referencia. A la izquierda, A) Separación, B) Separación en dirección;
C) Separación según el buzamiento; A la derecha, diferentes orientaciones de la separación: 1) inversa-sinistra;
2) sinistra; 3) normal-sinistra; 4) normal; 5) normal-dextra. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
Figura 49. Terminología de los saltos de falla. Salto neto o total (sn); salto horizontal o en dirección (sd); salto
normal o según el buzamiento (sb). Observar que sn pertenece tanto a la horizontal como al plano de falla
mientras que sb y sn pertenecen tan solo al plano de falla. La componente del salto neto proyectado sobre la
horizontal recibe el nombre de salto neto proyectado (snp). A su vez, el salto la componente del salto normal,
proyectado en el plano vertical, recibe el nombre de salto vertical (sv) mientras que si se proyecta sobre la
horizontal es entonces el salto normal proyectado (snp). Los puntos P y P’ se encontraban superpuestos antes de
que la falla actuara. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega,
518 pp.
45
Figura 50. Igual situación a la de la figura anterior pero con un plano dislocado por efecto del juego de la falla. El
desencaje de un rasgo geológico por parte de una falla puede ser medido paralelamente a la dirección de
buzamiento de la falla (es decir, perpendicularmente a la dirección de capa de la falla), lo que da la separación
vertical aparente (sv) o separación en buzamiento (a). También puede ser determinado paralelamente a la
dirección de capa de la falla (separación horizontal o en dirección, b). Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y
Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
46
o Salto total, neto o real (net slip) representa la distancia de separación mínima
entre dos puntos que, antes de actuar la falla, eran adyacentes.
o Salto horizontal (strike slip) es la componente horizontal del salto real, medida
en el plano de falla y paralelamente a su rumbo.
o Salto normal o en buzamiento (dip slip) es la componente del salto real, medida
en el plano de falla perpendicularmente al rumbo del plano de falla.
o Salto vertical (vertical slip) es la componente vertical del salto real, medida en
el plano vertical.
o Salto total proyectado es la componente horizontal del salto real, proyectada
verticalmente sobre éste.
o Salto normal proyectado es la componente horizontal del salto normal,
proyectada verticalmente sobre éste.
Falla normal (Normal fault). Se dice que una falla es normal cuando el labio hundido
se puede también identificar como el bloque superior mientras que el levantado es el
bloque inferior.
Falla inversa (Inverse fault). Una falla es inversa cuando el labio hundido es el bloque
inferior, y el labio levantado el superior.
Falla de desgarre o en dirección (Strike fault). Es aquella en que el movimiento
dominante de los bloques alrededor del plano de falla se corresponde con el de la
componente horizontal del desplazamiento o salto horizontal.
Dextra y sinistra (Right slip – Left slip). Estos términos se aplican también para
caracterizar el movimiento de las fallas, en particular cuando existe una cierta
componente horizontal en él. Si nos posicionamos sobre un plano de falla de forma que
a nuestros pies, entre nuestras piernas, quede el propio plano de fractura, si la
componente horizontal del desplazamiento es hacia la derecha (en el sentido de
avance las agujas del reloj) la falla se denominará dextra o dextrógira, mientras que si es
hacia la izquierda (en el sentido contrario a las agujas del reloj) la falla será sinistra o
levógira.
Cabalgamiento o manto de corrimiento (Thrust fault). Se trata de un tipo de falla
inversa que, debido a la acción de empujes tangenciales, presenta un plano de falla de
escaso buzamiento y produce dislocaciones y desplazamientos de gran extensión.
47
3.2.2. Clasificación y Tipos de Falla
Los términos falla normal y falla inversa son aplicables en tanto y en cuanto las
componentes principales de movimiento de los bloques alrededor del plano de falla están
contenidas en un plano vertical. Ahora bien, cuando el movimiento de los bloques posee una
cierta componente de movimiento contenida en el propio plano de la falla (componente ‘en
dirección’, por estar comprendido en la dirección del plano de falla) se acompaña a la
descripción del tipo de falla (normal o inversa) de un adjetivo que indica esa circunstancia.
Una falla se dice que es dextra (ó dextrógira) cuando el sentido de movimiento entre los
bloques es en sentido horario. De igual manera, la falla será sinistra (o levógira) cuando el
sentido de movimiento entre los bloques sea antihorario. Por último, cuando el movimiento de
la falla está comprendido principalmente en un plano horizontal, se dice que la falla es en
dirección (o de desgarre) y será levógira (sinistra) ó dextrógira (dextra) según sea el sentido de
movimiento de un bloque respecto al otro (antihorario u horario).
Figura 51. Principales tipos de falla. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures
Through Maps; Longman Scientific and Technical, 176 pp.
48
Figura 52. Clasificación de fallas de acuerdo con el cabeceo de sus estrías, tal y como son observadas sobre el
espejo de falla. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª
Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
El movimiento de los bloques alrededor del plano de falla puede que sea asimétrico,
conduciendo al desarrollo de fallas en tijera o pivotantes, como las representadas en la figura
53.
Figura 53. Tipos de falla rotacional. a) Falla en tijera; b) Falla pivotante. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural
Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
El caso particular de las fallas normales con plano curvo se conocen con el nombre de
fallas lístricas (Figura 54).
49
Figura 54. Falla rotacional cilíndrica (falla lístrica). Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.
Por otro lado, aquellas fallas que se encuentran asociadas pero presentan sentidos de
buzamiento opuestos reciben el nombre de antitéticas (Figura 55d) mientras que si el
buzamiento es en el mismo sentido se denominan, entonces, sintéticas.
Figura 55. Desarrollo de fallas lístricas (superficie de ruptura curvada) y distintos elementos geométricos de las
mismas. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures Through Maps; Longman Scientific
and Technical, 176 pp.
50
Figura 56. Fracturas formadas experimentalmente (ensayo de compresión triaxial). Las fracturas indicadas como
a y b son fracturas de cizalla conjugadas. Las fracturas de tipo c son de distensión y resultado de la actuación de
una carga (σ1). Por último las de tipo d son también de extensión, pero generadas durante el proceso de descarga
como resultado del relajamiento de tensiones. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981)
Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
Figura 57. Planos de falla conjugados generados ante distintas orientaciones del campo de esfuerzos. Arriba a la
izquierda, el esfuerzo principal (σ1) es vertical mientras que en los otros casos es horizontal. Arriba, a la izquierda,
el esfuerzo menor (σ3) es vertical) mientras que abajo a la derecha, es el esfuerzo de magnitud intermedia (σ2) es
el que ocupa la dirección vertical. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología
Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
51
Los cabalgamientos son un caso particular de falla inversa cuyo plano posee un ángulo
de buzamiento muy bajo.
Figura 58. Concepto de klippe o isla tectónica y ventana tectónica, resultado de la erosión parcial de
cabalgamientos. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega,
518 pp.
Figura 59. Elementos geométricos de un cabalgamiento. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological
Structures Through Maps; Longman Scientific and Technical, 176 pp.
52
En regímenes de tectónica distensiva, es frecuente la asociación de fallas normales que,
alternadamente diferencian bloques del macizo geológico en unidades levantadas (pilares
tectónicos o horst) o hundidas (fosas tectónicas o graven).
53
En el caso particular de los cabalgamientos, el símbolo a utilizar es idéntico al de las
fallas inversas. En la figura 62, Au hace referencia a la unidad autóctona, es decir, aquella que
no se ha desplazado (bloque inferior) respecto de la alóctona, Al, que sí lo habría hecho
(bloque superior).
Si una falla ha tenido una componente de movimiento horizontal, esta puede ser
representada en un plano geológico mediante una pareja de puntas de flecha cuya orientación
sea paralela a la traza de la falla y cuyo sentido sea congruente con el sentido de movimiento
deducido (dextro o sinistro). Ambas puntas de flecha se dispondrán a cada lado de la traza de
la falla, de forma paralela. Si un mapa se encuentra demasiado recargado de información, es
posible indicar el bloque levantado y el hundido con unos signos + y −, respectivamente.
Tal y como vimos en el apartado de pliegues anterior, los distintos tipos de estructura
de deformación suelen encontrarse asociados. De esa manera, en la figura 63 se muestra un
esquema de la relación entre pliegues concéntricos (paralelos) y familias de planos de
diaclasado a las que frecuentemente se asocian.
Figura 63. Tipos de fractura principales en capas plegadas (pares conjugados). Fuente: Hobbs, B.E., Means,
W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
54
Figura 64. Zonación estructural en función de la profundidad. Fuente: Mattauer
También vale la pena recordar que las estructuras de deformación varían con la
profundidad al comportarse los materiales geológicos de distinta forma en función de la
temperatura y la presión. Las fracturas frágiles son características de la parte más superficial de
la corteza terrestre (Figura 64).
Figura 65. Bloques-diagrama ilustrativos de la distinta escala en la que pueden encontrarse las fallas en los
materiales geológicos. a) Escala de placas litosféricas; b) Escala de cordillera; c) Escala regional; d) Escala
puntual. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
55
Figura 66. Bloques-diagrama que ilustran distintas formas de terminación de planos de falla. a) Terminación
lateral simple; b) amortiguamiento lateral a lo largo de la traza; c) amortiguamiento vertical y transición hacia un
pliegue; d) Terminación lateral compleja con desarrollo de estructuras digitadas. Fuente: Hobbs, B.E., Means,
W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
Las diaclasas o juntas, a diferencia de las fallas, son discontinuidades a favor de las
cuales ha habido un desplazamiento de corte muy pequeño o nulo. Pueden ser reconocidas en
cualquier macizo de rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias y suponen una evidencia
directa de la rotura frágil del macizo rocoso en alguna etapa de su historia de deformación.
Figura 67. Aspecto típico de la superficie de una diaclasa (estructura en pluma). Fuente: Hobbs, B.E., Means,
W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
56
Figura 68. Aspecto típico de la superficie de una diaclasa o junta resultado de la detonación de un explosivo.
Observar la característica traza radial de las irregularidades a partir del centro de detonación. Fuente: Hobbs,
B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.
Las diaclasas, como planos de debilidad en los macizos rocosos, presentan algunas
propiedades muy importantes:
Las juntas y otras discontinuidades presentes en los macizos rocosos (fallas, planos de
estratificación, planos de esquistosidad, foliaciones diversas controlan muchas propiedades
mecánicas del macizo, entre ellas la:
Resistencia
Compresibilidad
Permeabilidad
Las juntas en macizos de rocas ígneas están relacionadas, en muchas ocasiones, con los
esfuerzos tensionales generados durante la cristalización magmática y la consiguiente
retracción. Ello es particularmente evidente en las rocas volcánicas. En dicho tipo de rocas, las
juntas se desarrollan de forma perpendicular a la superficie de enfriamiento y que se suele
corresponder con los márgenes de las coladas de lava, sills, diques y de muchos plutones. En
cuerpos de espesor uniforme pueden desarrollarse juntas que delimitan prismas de roca de
sección quasi perfectamente hexagonal.
57
Figura 69. Generación de la disyunción columnar en cuerpos ígneos de espesor uniforme como resultado de su
enfriamiento
Los contactos entre los plutones y sus correspondientes encajantes pueden presentar
una geometría extremadamente compleja. El enfriamiento del magma suele generar juntas de
retracción perpendiculares a los contactos si bien pueden desarrollarse también pequeñas fallas
(tanto normales como inversas) o cizallas como resultado del empuje ascensional del magma.
La descarga como resultado de la erosión subsiguiente al emplazamiento de muchos plutones
puede crear familias de diaclasas subparalelas a los contornos del plutón. Además, muchos
cuerpos ígneos desarrollan foliaciones internas y que pueden individualizarse en
discontinuidades del macizo a lo largo de la historia geológica del mismo.
4. Tiempo en Geología
58
Los periodos de tiempo geológico han sido bautizados con nombres que se
corresponden con segmentos del pasado remoto. Dichos nombres eran particularmente
apropiados cuando era problemática la obtención de edades absolutas mientras que la
determinación de edades relativas era más simple (p. Ej. a través del registro fósil).
Dichos nombres persisten (y persistirán) en la literatura técnica. No obstante, a medida
que las técnicas radiométricas han sido progresivamente refinadas, las edades asociadas con los
nombres han ido siendo también reestimadas.
Los métodos de datación relativa emplean una serie de principios geológicos a fin de
emplazar cada acontecimiento en su orden cronológico correcto. Dichos principios son los
siguientes:
Principio de Superposición. Establece que las capas más antiguas son cubiertas por las
más modernas de forma que, en una formación sedimentaria, los materiales más
jóvenes están arriba.
59
Figura 72. Ilustración esquemática del Principio de Intersección
Figura 74. Distintos episodios geológicos pueden ser deducidos a partir de las relaciones existentes entre rocas y
procesos geológicos subsecuentes
60
Figura 75. Sucesión de acontecimientos geológicos observable en un afloramiento cualquiera. Todos los
anteriores principios pueden encontrarse aquí representados
Figura 76. Aspecto de un afloramiento donde se muestra claramente una discordancia angular
Así, como hemos visto, los acontecimientos geológicos pueden ser ordenados aunque
no existan determinaciones absolutas de la edad. Cuando existe una interrupción en la
sedimentación, un periodo de erosión o de deformación, las formaciones sedimentarias son
susceptibles de registrar esa circunstancia mediante la formación de superficies denominadas
discordancias. Las dicordancias pueden ir desde pequeñas interrupciones erosionales hasta
muy marcadas diferencias angulares entre los estratos. Una discordancia indica un periodo en
el que el registro rocoso no está presente y, por esa misma razón, su alcance temporal puede
llegar a ser muy largo.
61
El método de emplear similitudes entre unidades geológicas a fin de extender
espacialmente la información geológica recibe el nombre de correlación. Dicha correlación
puede ser de tipo litológico (cuando se comparan características de los tipos de roca dentro de
las secuencias sedimentarias), biológico (asociaciones fósiles), etc.
Figura 78. Principio científico de la correlación bioestratigráfica. Las flechas indican que, entre la localidad 1 y la
2 existe una discontinuidad faunística atribuible a la presencia de una laguna o hiato estratigráfico (un tipo de
discordancia)
Los métodos de datación absoluta son aquellos que permiten medir la edad, en
unidades de tiempo absoluto (usualmente años). Existen dos métodos principales:
Métodos que se basan en episodios del registro geológico con una ciclicidad temporal
muy marcada y reconocible:
Anillos de crecimiento en árboles
Ciclos de crecimiento en corales
Varvas glaciares
62
Métodos basados en episodios del registro geológico que, por correlación y aplicación
de otros métodos de datación absoluta, permiten establecer edades absolutas.
Paleomagnetismo
Las dataciones radiométricas son complejas pero constituyen la forma más difundida,
en la actualidad, para obtener edades absolutas dentro del rango que va desde los 100 años
hasta los 4.500.000.000 años.
Figura 79. Representación esquemática de la variación del número de isótopos que se desintegran (isótopo
padre) de acuerdo con la ecuación de tiempo y los que se forman como producto (isótopo hijo) en función del
tiempo
63
Isótopo Padre Isótopo Hijo Vida Media (años)
Carbono−14 Nitrógeno−14 5.730
Uranio−235 Plomo−207 710.000.000
Potasio−40 Argón−40 1.300.000.000
Uranio−238 Plomo−206 4.500.000.000
Torio−232 Plomo−208 15.000.000.000
Rubidio−87 Estroncio−87 47.000.000.000
Tabla 18. Vidas medias de distintos sistemas de radioisótopos comúnmente empleados en la datación absoluta de
rocas
64