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LA CREACIÓN DEL HOMBRE Lunes, 07 de Mayo de 2018

2 Reyes 1-3 | Lucas 24:1-35


Y Dios el SEÑOR formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre
se convirtió en un ser viviente. — Génesis 2:7

Aprendemos de Génesis 1 que Dios creó todas las cosas. Él hizo luz, el cielo, los mares, la tierra, la
vegetación, las estrellas, los planetas y los animales de todo tipo. Él declaró que todas estas cosas eran
“buenas”, pero la piedra angular o el pináculo de Su creación fue la humanidad. Después de crearnos Dios
dijo que todo lo que había hecho era “muy bueno” (Génesis 1:31), aunque únicamente llegamos a saber
cómo Dios creó al primer hombre y a la primera mujer hasta Génesis 2.

La Escritura dice que Adán, el primer hombre, fue creado del polvo de la tierra. Su origen era común con
el reino animal, pero el hombre se hizo especial cuando Dios sopló “el hálito de vida” en su nariz. Esto no
se refiere a vida física sino a vida espiritual. La palabra para ‘hálito de vida’ usada aquí, se traduce
literalmente como “el Espíritu de Dios”, lo que significa que podríamos traducir con la misma precisión el
verso inicial para decir que Dios sopló Su propio Espíritu en Adán. En otras palabras, cuando recibimos
el Espíritu Santo después de creer en Cristo, no estamos recibiendo algo nuevo, sino el Espíritu de nuestro
Creador, quien siempre tuvo la intención de morar en nosotros.

Al comenzar a labrar y a cuidar el Jardín del Edén, Adán estaba representando las dos funciones principales
del hombre como proveedor y protector, luego Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a
hacerle una ayuda adecuada» (Génesis 2:18). Esto plantea la pregunta: ya que Dios había declarado que la
creación era muy buena, ¿Por qué razón no era bueno que el hombre estuviera solo?

La respuesta simple es que era muy bueno que no fuera bueno para el hombre estar solo. Dios no fue
tomado por sorpresa por la necesidad de relación del hombre, porque este fue el deseo que Dios mismo
puso en el hombre. El hombre es un ser espiritual que necesita la vida de Dios y fue creado para vivir en
una relación con Él. El hombre también es un ser social, que necesita compañerismo y relación con otros
seres vivos. Esto incluye el compañerismo con los animales y la amistad con sus semejantes. Pero el hombre
también es un ser sexual, creado con un deseo y una necesidad de relación sexual.

Desde los días de Adán, Dios diseñó la raza humana para que fuéramos seres espirituales, sociales y
sexuales. Lo que nos separa del resto de la creación es que fuimos creados para que el Espíritu de Dios
viva en nosotros. Nuestro deseo de relación es normal y bueno, y fue incorporado en nosotros por nuestro
Creador. Cumplimos con el "muy bueno" de Dios cuando vivimos en una relación con Él y con los
demás, ya que la humanidad fue originalmente creada para vivir la vida abundante de Dios.

ORACIÓN: Señor Jesús, gracias por mis amigos, familiares y relaciones de todo tipo. Que estas relaciones
te glorifiquen en la medida que trabajamos juntos y disfrutamos de la comunión en tu Nombre.
PARA REFLEXIONAR: Según el libro de Génesis, ¿Por qué razón no era bueno que el hombre estuviera
solo? ¿De qué manera Dios me ha hablado a mi vida a través de este devocional?

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