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ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA TERAPIA FAMILIAR.

La terapia familiar surge como apoyo a profesiones como la psiquiatría,


psicología, pedagogía y sexología, sin embargo a finales de la década de 1930
esta terapia se independiza de todas las especialidades y se pronuncia como una
disciplina con antecedentes históricos.

El movimiento se inicia en Alemania entre 1929 y 1932 con Hirschefeld y sus


estudios de la familia; mientras que en 1930 en E. U. A Popenoe abre la clínica del
instituto estadounidense de Relaciones Familiares en los Ángeles, California.

Otros de los trabajos que se realizaron inicialmente fueron los de Abraham y


Hannah Stone durante 1949, ellos trabajaron en forma independiente en diferentes
lugares de Estados Unidos.

Otra pionera en la orientación familiar es la Dra. Emyli Mudd, quien estableció la


practica de la terapia familiar en Filadelfia, en 1932. La doctora se dedico a la
investigación de la terapia familiar y en 1939 fue la primera en desarrollar un
programa de evaluación.

La terapia familiar nació como respuesta alternativa a las limitaciones que desde
siempre y hasta ahora, han conllevado los tratamientos individuales de las
personas que padecen algún tipo de desequilibrio emocional que afecta al curso
normal de sus vidas. La historia de la Terapia Familiar Sistémica es relativamente
corta, pero a su vez, intensa, apasionante y llena de esperanza en un futuro más
humano en la comprensión y tratamiento de los trastornos que el hecho del vivir
comporta.
Además, se da la situación afortunada, a consecuencia de la juventud de este
modelo de intervención, de que los pioneros de ayer son los grandes maestros de
hoy y aunque de edades avanzadas, siguen incansablemente compartiendo sus
conocimientos teóricos y experienciales allí donde se los necesite.
La teoría general de los sistemas aplicada a la terapia familiar permite una nueva
concepción de los problemas, del comportamiento y de sus relaciones. Esta nueva
concepción de sistemas se basa en la consideración del pensamiento contextual y
la organización sistémica circular, de tal manera que, la conducta de un miembro
de la familia afecta o está relacionada con el total de miembros de la familia.
Por su parte, la Cibernética de segundo orden, considera al observador como
parte de la realidad observada y no como organizador de ésta, por lo que el
terapeuta familiar no es un agente que opera cambios en la familia, sino que es un
receptor de la realidad de la familia a través del significado de ésta.
De esta manera, el terapeuta, en el proceso terapéutico únicamente introduce
diferencias significativas donde puedan surgir nuevas perspectivas compartidas
para lograr el objetivo terapéutico. Los cambios que resulten del proceso
terapéutico se ven como logros de la familia y el fruto de sus propios esfuerzos y
cohesiones.

Nathan Ackerman, a través de la psiquiatría infantil comprendió el papel de la


dinámica familiar en la patología del paciente. En 1960 fundó el Family Institute en
Nueva York, que actualmente tiene el nombre de Akerman Institute. La influencia
de Ackerman en este campo se refleja en todos aquellos que continuaron con sus
enseñanzas y en los profesionales que fueron capacitados en su instituto, como
Israel Zwerlin y salvador Minuchin.

En Palo Alto California, se conjuntó un grupo de personas con experiencia y


conocimientos en terapia familiar formando el Mental Research Insitute (MRI), al
que pertenecieron personalidades como Don. D. Jackson, Gregory Bateson,
William F. Fry, Jay Haley, Robert E. Cantón, Jules Riskin, Virginia Satir, Paul
Watzlawick y Hohn H. Weakland. Gregory Bateson quien fue uno de los
fundadores del campo de la terapia familiar, no era terapeuta sino antropólogo y
filósofo.
En 1956, el equipo formado por Haley, Bateson, Jackson y Weakland generó el
discutido informe psiquiátrico hacia una teoría de la esquizofrenia en que
incluyeron el concepto de “doble vínculo” como la constante de la esquizofrenia en
los niños. Después de esta experiencia, el grupo decidió, como parte del proyecto,
incluir en la terapia del paciente a toda la familia, así como grabar en video todas
las sesiones para su estudio posterior. Gregory Bateson fue uno de los pioneros
en estudiar la teoría de los sitemas y la cibernética. Sobre Haley, uno de sus
primeros intereses fue establecer contacto profesional con Milton Erickson y su
trabajo de hipnosis; el cual, llego a ser el mejor expositor de sus teorías. Los
modelos Ericksonianos de la teoría estratégica asi como de la paradoja, se
convirtieron en la priedra angular de la terapia familiar en el MRI de Plao Alto.

La denominación terapia familiar sistémica incluye el concepto de “sistema”. Un


sistema familiar se compone de un conjunto de personas, relacionadas entre sí,
que forman una unidad diferente al medio externo. Con objeto de definir quiénes
pertenecen a un sistema son necesarios unos “límites”, que por una parte
funcionan como líneas de demarcación –individualizando un grupo frente al medio
– y, por otra, como lugares de intercambio de comunicación, afecto, apoyo, etc.
entre dos sistemas o subsistemas. Los límites pueden ser extrasistémicos e
intrasistémicos. Los primeros delimitan al sistema con el medio externo, mientras
los segundos deparan y relacionan los distintos subsistemas que forman el
sistema más amplio. En un sistema familiar se pueden observar principalmente las
propiedades de totalidad, causalidad circular, equifinalidad, equicausalidad,
limitación, regla de relación, ordenación jerárquica y teleología.

1. Totalidad. La conducta del sistema familiar no puede entenderse como la


suma de las conductas de sus miembros, se trata de algo cualitativamente distinto,
que incluye además las relaciones existentes entre ellos. En consecuencia, de la
evaluación de los individuos no puede deducirse el funcionamiento del grupo al
que pertenecen, para ello es necesario obtener información de sus interacciones.
2. Causalidad circular. La “causalidad circular” describe las relaciones
familiares como recíprocas, pautadas y repetitivas, lo cual conduce a la noción de
secuencia de conductas. Entre las conductas de los miembros de un sistema
existe una codeterminación recíproca, de forma que en una secuencia de
conductas muy simplificada se observa que la respuesta de un miembro A del
sistema a la conducta de otro miembro B es un estímulo para que B a su vez dé
una respuesta, que nuevamente puede servir de estímulo a A. Las familias regulan
su funcionamiento incorporando ciertas secuencias de interacción que se repiten
de forma pautada, lo cual no es patológico en sí mismo sino que facilita la vida
cotidiana de sus integrantes. Cuando se habla de “secuencia sintomática” se
refiere al encadenamiento de conductas que se articulan en torno al síntoma,
reguladas por una causalidad circular. Una de las consecuencias más notorias de
esta concepción circular es que el interés terapéutico resida en el “qué”, “dónde” y
“cuándo” ocurre algo en lugar de centrarse en el “porqué”.

3. Equifinalidad. La noción de equifinalidad alude al hecho de que un sistema


puede alcanzar el mismo estado final a partir de condiciones iniciales distintas, lo
que dificulta buscar una causa única del problema.

4. Equicausalidad. Se refiere a que la misma condición inicial puede dar


lugar a estados finales distintos. Esta propiedad y la anterior establecen la
conveniencia de que el terapeuta abandone la búsqueda de una causa pasada
originaria del síntoma. Como consecuencia, para ayudar a la familia a resolver el
problema hay que centrarse fundamentalmente en el momento presente, en el
aquí y ahora. Por tanto, la evaluación se orienta a conocer los factores que
contribuyen al mantenimiento del problema – no a descubrir los factores
etiológicos – de tal forma que se pueda influir en ellos para iniciar el cambio
terapéutico.
5. Limitación. Cuando se adopta una determinada secuencia de interacción
disminuye la probabilidad de que el sistema emita otra respuesta distinta,
haciendo que se reitere en el tiempo. Si la secuencia encierra una conducta
sintomática, se convierte en patológica porque contribuye a mantener
circularmente el síntoma o problema.

6. Regla de relación. En todo sistema existe la necesidad de definir cuál es la


relación entre sus componentes, ya que posiblemente el factor más trascendente
de la vida humana sea la manera en que las personas encuadran la conducta al
comunicarse entre sí.

7. Ordenación jerárquica. En toda organización hay una jerarquía, en el sentido


de que ciertas personas poseen más poder y responsabilidad que otras para
determinar qué se va a hacer. La organización jerárquica de la familia no sólo
comprende el dominio que unos miembros ejercen sobre otros, las
responsabilidades que asumen y las decisiones que toman, sino también la ayuda,
protección, consuelo y cuidado que brindan a los demás. Por otro lado, la relación
jerárquica n sólo se observa entre las personas sino también entre los
subsistemas a los que pertenecen. Así por ejemplo, los padres son legalmente
responsables de cuidar a sus hijos, por lo que como subsistema parental ocupan
una posición superior al subsistema filial.

8. Teleología. El sistema familiar se adapta a las diferentes exigencias de los


diversos estadios de desarrollo por los que atraviesa, a fin de asegurar continuidad
y crecimiento psicosocial a sus miembros. Este proceso de continuidad y de
crecimiento ocurre a través de un equilibrio dinámico ente dos funciones
complementarias, morfostasis y morfogénesis.
Se denomina homeostasis o morfostasis a la tendencia del sistema a mantener
unidad, identidad y equilibrio frente a medio. Este concepto se emplea para
describir cómo el cambio en uno de los miembros de la familia se relaciona con el
cambio en otro miembro, es decir, que un cambio en una parte del sistema es
seguido por otro cambio compensatorio en otras partes del mismo que restaura el
equilibrio.

La tendencia del sistema a cambiar y a crecer recibe el nombre de morfogénesis;


comprende la percepción del cambio, el desarrollo de nuevas habilidades y/o
funciones para manejar aquello que cambia, y la negociación de una nueva
redistribución de roles entre las personas que forman la familia
REFERENCIAS

http://www.institutobateson.edu.mx/qs_historia.html

Alvarez, J. (2012). Recuperado el 25 de marzo de 2012 en


http://www.portalpsicologico.org/articulos-psicologia-terapia-familiar-sistemica/terapia-familiar-
sistemica-por-jose-m-alvarez/pdf.html

Keeney, B y Ross, J. (2007). Construcción de terapias familiares sistémicas. Buenos Aires: Basic
Books

Sánchez, D. (2000). Terapia Familiar. México: El Manual Moderno.

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