Ensayo: El arte, sus características y su importancia como producto
del quehacer humano
Nombre: Israel Esparza López
Matricula: 1881968
Grupo: A
Centro comunitario: Independencia
Segundo Semestre
Materia: Apreciación de las artes
Fecha de entrega: 23/03/2017
APRECIACIÓN DE LAS ARTES. SEGUNDO SEMESTRE
El arte, sus características y su importancia como producto del quehacer humano El ser humano es un ser perceptible, sensitivo, pensante y razonante progresivo que a lo largo de las épocas de su existencia en la tierra ha desarrollado y evolucionado su forma de pensar para implementar su calidad de vida y asegurar su supervivencia contra las amenazas, al principio naturales y después humanas, a las que se ha enfrentado diariamente desde el principio de los tiempos. Siempre ha estado en constantes cambios y en constante movimiento, buscando la superación de su especie y aplicando una monarquía sobre el resto, dominando a la naturaleza e incrementando sus capacidades físicas y mentales mediante el descubrimiento a través de la experimentación y la observación, sacando deducciones, formulando hipótesis, creando y desechando ideas, ha sido capaz de extender sus dominios sobre toda la tierra y de fundamentar, construir y mantener un imperio glorioso, lleno de riquezas, poder y como elemento principal, un cambio de innovación y mejoramiento constantes; sin embargo, el imperio está también lleno de injusticia y desigualdad social, desigualdad económica, corrupción, violencia, entre otras cosas que, al igual que en cualquier otro imperio, también se encuentran aquí. Desde sus orígenes, el hombre ha tenido la necesidad de proyectar sus ideas. Al ser un organismo con una forma de pensar racionalmente progresiva, el expresar sus ideas no era una opción, era una necesidad. El hombre quería proyectar sus emociones, su forma de ver el mundo, sus ideas, los fenómenos que pasaban a su alrededor, su experiencia, en fin, su vida. Quería hablar y comunicarse, quería expresar lo que sentía y quería compartirlo con los demás e incluso, tal vez, comparar su cosmovisión con el resto de los individuos que se relacionaban con él y llenar su necesidad de socialización. Necesitaba liberarse, abrir su panorama, conocer y darse a conocer, descubrir los misterios del mundo que lo rodeaba y que su cerebro ya tenía todas las variables y distintas opciones e ideas que sabía que podía llevar a cabo, sin embargo, no lo quería hacer solo, quería compartir sus ideas y desarrollarse dentro de una sociedad en la que compartieran formas de pensar y no sólo existencia. Se sentía impotente y atrapado en un panorama hermoso, vasto, lleno de descubrimientos y conocimientos para llenar su sed de conocimiento y aumentar su entendimiento e intelecto, un mundo que le daría lo necesario para sobrevivir y para vivir en él, un mundo creado a su medida en el que podía satisfacer sus necesidades de sobra, un mundo perfecto y, sin embargo, no podía verlo de esa forma. Su necesidad de expresarse, de comunicarse y de socializar lo quemaban por dentro, era un sentimiento profundo que le enjaulaba el alma y la desollaba en el mismo infierno, era un pensamiento en el que sentía que explotaba y que su existencia no tenía ninguna razón. El calvario de su alma lo llevó a desarrollar su intelecto a un nivel superior, en donde la comunicación fuera algo real y donde él pudiera ser libre, donde pudiera tener una razón existencial, fue así que nació el arte. El arte nació a base de una necesidad, la inexplicable necesidad del único ser social de razonamiento progresivo perfecto en la historia del mundo de expresarse y de sentirse alguien o algo en la infinidad del universo. Simplemente desde que la luz fue creada, eso fue una obra de arte. Cada una de las ideas que el hombre desarrolló y las sensaciones que experimentó después de haber dado su primer aliento fueron maravillosos cuadros de arte, pintados por un ser supremo. Todos los impulsos nerviosos en su cerebro, los millones y millones de imágenes que llegaban a sus ojos por segundo, el funcionamiento meticulosamente perfecto de sus sistemas y el diseño ideal de su cuerpo, todo ello, fue una obra de arte. Antes que el hombre existiera, el arte ya rondaba la tierra. Las primeras obras mostraban las técnicas más puras de arte, la pintura en la diversidad infinita de colores de todo alrededor; la escultura ligeramente empinada de las montañas, los valles, los montes, los ríos, el fondo marino e incluso la Tierra en su totalidad; la arquitectura natural de las cuevas, modestamente adornadas con minerales y piedras preciosas; la música natural de los fenómenos que sucedían alrededor, desde el correr de los ríos, los sonidos de los animales, el viento; las danzas entre las bestias cuando tenían la necesidad de apareamiento o socialización; la obra literaria más completa de todos los tiempos, la Creación. Y, sin embargo, tenía algo que el hombre jamás podrá alcanzar, un arte que estaba presente en cada uno de los espacios de ese cuadro de perfección absoluta que era aún más inexplicable que las manifestaciones anteriores, ese arte era la vida. Fue así como comenzó el arte. Claro, el hombre no pudo quedarse de brazos cruzados y disfrutar de su perfección, quería conocer más y probar la infinidad de posibilidades que estuvieran a su alcance para desarrollar más y más arte, quería alcanzar esa perfección y modelarla a su antojo, llevarla a niveles inimaginables y mejorarla cada vez más con su propio intelecto; su inconformidad no pudo llenarse con la perfección de un mundo puesto a su merced, el hombre quería crear vida. Por lo tanto, con el paso de los años el hombre ha madurado su forma de pensar, se ha desenvuelto en el medio y sus capacidades son mucho más elevadas que en el principio de los tiempos (o al menos eso nos han hecho creer). El conocimiento que tenemos ahora del mundo ha cambiado la forma de pensar de la sociedad en general y la mayoría de los conceptos que antes nos eran abstractos ahora nos son comprensibles, de esta manera, el hombre ha desarrollado explicaciones de aquella perfección, de los fenómenos naturales y de aquel panorama que una vez le fue puesto enfrente, no obstante, esto le ha costado mucho más de lo que era necesario que le costase y su objetivo frustrado de crear vida sigue siendo el mismo, y lo será hasta el fin de los tiempos. Mientras tanto el hombre se ha desarrollado en otros aspectos. Buscando crear la vida ha deducido que la mejor forma de llegar a su objetivo es intentar reflejarse a sí mismo, a partir de este pensamiento, se ha desarrollado un concepto humanista del arte. El arte es el comienzo de toda idea, todo tipo de expresión natural, humana o sintética que refleja la vida del que lo expresa. En los últimos años ha tomado un significado un tanto más comercial; después del amplio desarrollo que tuvo en el último milenio, la mayoría de los individuos solamente practican el arte imitando técnicas de épocas anteriores. Al individuo que crea arte y lo practica se le conoce como autor o artista y su trabajo es reflejar sentimientos, forma de pensar, ideas, cultura o cosmovisión suyas o de alguien más a través de distintos medios en los que pueda materializar su subconsciente. El hombre ha intentado muchas veces de definir al arte, sin embargo, no ha habido definición que haya podido abarcar el concepto por completo. Por lo visto hasta el momento, el arte es el principio de todo y es la capacidad de reflejar la vida (no de crearla). Otros han pensado que el arte puede cambiar al mundo, que es la razón de nuestra existencia, que es la base de nuestra libertad, que es una forma de “crear vida” y llegar a lugares más allá de nuestra imaginación, que es una realidad dominada y un estilo de vida. Todos estos grandes pensadores tienen razón y sus definiciones de arte son correctas, pero debemos tomar en cuenta que las efectuaron a partir de su poco conocimiento, su experiencia de vida, su punto de vista y el o los medios artísticos con los que estaban relacionados. El significado del arte va mucho más allá de la comprensión del hombre, es un significado divino que, si es deducido por el intelecto humano, jamás estará completo. El arte, se ha dividido en 2 grandes grupos o familias: las artes puras y las artes mixtas. Las artes puras son las artes plásticas, la música y la literatura, mientras que las artes mixtas son todas aquellas en las que se combinan 2 o más artes puras. Cada uno de estos grupos y los medios artísticos que los conforman poseen características únicas e independientes que los definen y les dan identidad. Esa es una de las razones de que el arte sea un concepto tan complejo. Comenzaremos con las artes plásticas. Las artes plásticas tienen un concepto espacial particular. El espacio artístico no es razonado, sino vivido y al plasmarlo se debe de intuir la vivencia del artista, no tratar de darle una explicación para su comprensión, eso es lo que lo hace especial del espacio racional. El sentido del espacio se refleja en forma de una composición, que es la distribución para efectuar la obra o, estéticamente, el acto de inscribir los trazos fundamentales para realizar el proyecto inicial de la obra. Una composición puede ser estática o dinámica, según el gusto del artista. La perspectiva es la otra parte del sentido espacial. Es el enfoque visual dirigido sobre los objetos, de parecida manera como el ojo humano contempla a la realidad. La perspectiva de la obra dependerá del artista y de su perspectiva; claro, esta puede ser modificada a su antojo o mezclada con distintas perspectivas. El carácter de la obra puede ser imitativo, figurativo o abstracto. En el imitativo, los conceptos son plasmados tal y como son y tal como los ve el ojo humano; en el figurativo se presentan otro tipo de plasmaciones con conceptos más complejos, pero comprensibles y deducibles por medio de la reflexión, mientras que, en el abstracto, las plasmaciones son limitadas a figuras y colores. Aquí ya tenemos otras 2 características del arte. Además de ser un reflejo materializado del subconsciente y de la vida, tiene un sentido espacial y un carácter determinados por las intenciones del artista. Dentro de las artes plásticas tenemos el dibujo, la pintura y la escultura. El dibujo es el bosquejo y la obra de arte que le precede a la pintura. Normalmente solo son trazos, sombras y figuras plasmadas sobre una superficie mediante distintos medios, sin iluminarlas. La pintura es el arte plástica más solicitada y representa la expresión predilecta del arte, el color es su principal elemento. La complacencia y popularidad que ha tenido ha sido en base a su color y a la satisfacción que este provoca en el espectador, más que en un boceto dibujado a base de líneas. La combinación de colores es esencial para llamar la atención del espectador y dependiendo de la técnica utilizada, será el nivel de satisfacción o curiosidad que provocará en él. Cada técnica tiene sus características representativas y únicas y, estas técnicas se ven regidas por el tipo de forma que el pintor quiere expresar al igual que la perspectiva y la composición con la que ilustra su pintura. La luz, los colores, las tipologías y el movimiento al cual quiera hacerse referencia es lo que constituirá la identidad de la pintura y su caracterización dentro del universo artístico. La escultura es el arte de los volúmenes, y su finalidad es la de plasmar la forma plástica en el espacio de tres dimensiones. La mayoría de sus obras resaltan al cuerpo humano o a seres parecidos a este. Por último, está la arquitectura. Esta no tiene como propósito resaltar la belleza, es más bien, una finalidad decorativa y habitable para el ser humano. Si analizamos, todas estas artes tienen sus características particulares, no son monótonas. Sus características les permiten diferenciarse e individualizarse a tal grado de volverse únicas una de la otra. Otra de las artes puras, es la música, que está integrada dentro de la familia de las artes rítmicas. La esencia del ritmo consiste en la unificación de un cierto número de duraciones limitadas combinadas con una norma perceptiva. El ritmo contiene un valor propio, formal y sustentable que puede originar una serie de realizaciones; es cómo el dibujo para la pintura, así el ritmo para la música. La música es el arte de escuchar los sonidos y también es un sonido pensante que tiene características e identidad propias, así como composición y subcomposición. La música es un conjunto de sonidos, ya sean naturales o artificiales, que se unen para formar una melodía. El sonido tiene 4 características, timbre, intensidad, altura y duración, bajo los cuales se rige la música. La música está compuesta de melodía, que es la sucesión de alturas de los sonidos; armonía, que es el estudio de los sonidos agrupados y ritmo, que como ya lo vimos, es la estructura de su composición. A pesar de ser un arte sumamente extenso y lleno de oportunidades, la música también tiene sus normas de construcción y se deben de apegar a su estructura y composición, de otra manera, los conceptos no podrán ser expresados correctamente y la música no tendrá sentido. Para facilitar la composición, los artistas a lo largo de las épocas, han desarrollado instrumentos que emiten sonidos particulares relacionados con los estados de ánimo y emociones humanas; ahora, la composición musical es tan simple como encontrar el conjunto de instrumentos que mejor se adapten a la inspiración y emociones momentáneas y jugar con las alturas de los mismos y sus intensidades para conseguir construir la obra que se espera, obviamente con lógica y coherencia respetando las normas y las características de la música. El tercero de los artes puros, es la literatura. La literatura tiene como virtud principal, expresar intuitivamente una emoción. La literatura puede que tenga ventajas en esta tarea, ya que cuenta con el don de la palabra y manifiesta su poder en el significado directo de los vocablos, así como la reacción indirecta de las imágenes que suscitan en la sensibilidad del hombre. La palabra tiene 2 propiedades, la significatoria y la representativa. En la significatoria es el significado del vocablo el que se conceptualiza y la representativa es la que actúa a través de las imágenes evocadas por ella. Otra de las características que permiten que la literatura se lleve a cabo, es la sonoridad de los vocablos al ser leídos produciendo un agradable efecto que en la mayoría de los casos tienen las palabras. Estas tres son las principales características bajo las que se rige la literatura, dentro de esta podemos encontrar la poesía y la prosa. La poesía es donde se manifiesta principalmente el poder figurativo del lenguaje; es la concepción más sublime de la literatura y al mismo tiempo una de las realizaciones más excelsas del arte. La característica de la poesía es que se aleja de la realidad circundante para crear sus propias imágenes cuyo valor será proporcional a la liberación de la realidad para convertirla. La poesía es la transmutación que ejerce el hombre en el mundo liberándose de él y poblándolo de imágenes hermosas. La prosa tiene como característica cumplir con los requisitos del lenguaje estético y tiene la misma oportunidad de realizar los valores del arte, pero debido a una deformación del vocablo, un trabajo “prosaico” es todo lo contrario a lo poético, es lo no bello, lo desagradable, feo y antiestético. Sin excepción alguna, todas las artes mixtas tienen características artísticas únicas y eso las vuelve tan diferentes unas de otras. Sin embargo, las clasificaciones no acaban aquí, aunque el resto de las manifestaciones artísticas o medio de expresión, son artes mixtas y sólo es una mezcla de 2 o más artes puras, dentro de la mezcolanza se derivan más características que permiten la identificación de estas como artes mixtas. El canto es la primera de estas. El canto, que es una fusión entre la literatura y la música, es la primera de las artes mixtas. Es un estado de concentración espiritual donde se agudizan las facultades que promueven la sensibilidad del hombre, permitiendo una expresión. La necesidad de cantar es tan ingente, que el hombre prácticamente nace cantando en una combinación de llanto, gritos y emociones. El cantar es expresar el pensamiento a través de la palabra y las emociones por conducto de la música, uniendo ambas facultades. El canto tiene sus variaciones que se han utilizado para distinguir sus usos y características a lo largo de la historia. Por ejemplo, la ópera. La ópera es la manifestación más sublime del canto y al mismo tiempo, la más compleja. La ópera combina las características de la música, la literatura, la plástica y la actuación dentro de su composición, y la complejidad se da debido a que es necesario que se mantenga la autonomía de cada uno de los elementos mientras se produce un efecto vivaz y sugestivo haciendo de la ópera un espectáculo insustituible en la vista de las peculiares características que lo distinguen. Otra de las artes mixtas es la pantomima, que consiste en representar todo por medio de la mímica a través de sutiles movimientos y utilizando como único instrumento al cuerpo humano. Exige un absoluto dominio del cuerpo para gobernarlo según los deseos del caso. La danza es la antepenúltima de las artes mixtas, en ella convergen la expresión mímica, la musical y la literaria en forma de coreografía. Las danzas tienen una muy amplia cantidad de géneros y elementos que la caracterizan, entre ellos están: el cuerpo humano, el espacio, el movimiento, el impulso del movimiento, el tiempo, la relación luz- oscuridad, la forma y la relación espectador-participante. Y dentro de sus géneros están las danzas cultas, las danzas autóctonas y las danzas populares. De las danzas cultas surgen la danza clásica, la danza moderna y la danza contemporánea; de las danzas populares surgen las danzas folklóricas o regionales y las urbanas. Cada una de las danzas tienen sus características y composiciones únicas, al igual que el resto de las artes y persiguen distintos ideales y funciones las unas de las otras, confirmando así las distintas características del arte en su composición. Los últimos dos tipos de arte mixta son el teatro y la cinematografía, pero la madre de la cinematografía es el teatro. El teatro tiene como base la actuación, que es la fundición entre la mímica y la literatura para producir unidades. La actuación desaparece una vez que el espectáculo finaliza, mientras que la obra teatral en sí, permanece porque es una pieza literaria y no propiamente teatral. El objeto de la actuación consiste en hacer vivir al público un determinado personaje por medio de la actuación. La última de las artes es la cinematografía, es esta se encuentran todas las características del teatro, sin embargo, aquí participan un cinematógrafo, la fotocinética, que es el elemento que hace posible la filmación y que es la fotografía proyectada en la pantalla, reproduciendo el movimiento ante nuestra visión. La cinematografía también incluye la actuación, la literatura, la plástica y la música. El valor estético del cine depende de la buena calidad de sus elementos y depende de que se cuente con un buen director y un buen fotógrafo, sin dejar atrás a los buenos actores, escenografía, música, guion literario, etc. La cinematografía es una combinación de las características de todas las artes en una unidad que rara vez llega a consumarse, pero que cuando se consuma por completo da lugar a la más completa de las obras de arte. Dejando atrás las características individuales del arte y sus divisiones en el medio, el siguiente tema que me gustaría destacar es, la importancia del arte como producto del quehacer humano. ¿Qué quiere decir esto? Significa que el arte es una constitución y consumación de nuestras acciones diarias. Cada una de nuestras acciones, pensamientos, maneras de ser, cultura, tradiciones, en fin, nuestro diario vivir es la máxima expresión artística humana. En lugar de tener características independientes, las va creando de acuerdo a las vivencias diarias. Cada opción que se tome conociendo las consecuencias, tanto de la elección como de las opciones no elegidas, serán las pinceladas que le darán color a nuestra vida y será la forma que tomará. Es por eso que el arte como producto del quehacer humano y su diario vivir es de suma importancia. Con los más de siete mil millones de personas habitando la Tierra, y cada una de ellas creadas a la perfección, con rasgos únicos, características únicas e individuales y formas de pensar tan distintas y diversas las unas de las otras, es inevitable pensar que dentro de todas ellas no pueda existir el arte, es imperdonable no considerar al ser humano como una obra de arte de posibilidades infinitas y a su creatividad como el foco de la expresión artística. Sin un arte como producto del quehacer humano, el mundo se volvería vacío, tedioso e irracional, pero con tan sólo pensar en los buenos valores y normas podemos analizar que ellas también son arte. El resultado de ordenar es arte, el resultado de correr es arte, el resultado de limpiar es arte, el resultado de pensar es arte, todas y cada una de las acciones humanas, cada verbo y acción inexplicable humanamente posible es parte de una expresión artística suprema que solamente puede ser intuida, no explicada. La importancia de esta expresión máxima está implícita en el contexto existencial de la vida; sin arte no hay vida, ya que la vida es arte. El no apreciar y considerar la importancia del arte convierte al ser humano en un ser despreciable, amargado y lleno de repulsión por su especie, lo aísla en lo más profundo del océano donde su sentimiento de odio y codicia lo carcome hasta que su alma pierde la razón y su destino termina en la muerte. La importancia del arte va mucho más allá de lo mundano y lo banal, es lo sagrado, lo espiritual y lo divino, los misterios incomprensibles de la eternidad englobados en un concepto. La individualidad y la independencia del arte y su amplitud en estilos, géneros, técnicas, medios, formas, composición, perspectiva, combinaciones, entre muchos otros elementos es lo que permite que sea un concepto eterno. Sus manifestaciones desde el principio de los tiempos, la necesidad del hombre de hacerse presente y después, de crear vida en conjunto con los pensamientos de todos y cada uno de los seres que alguna vez pisaron este planeta y de una forma u otra, dejaron huella en la forma de pensar de alguien más. Así es el arte, no es individualista ni socialista, es una intimidad compartida de generación en generación que a su vez se ve marcada por la experiencia, la madurez, la época y cada una de las personas que pasan por la vida, tal vez sólo para enamorarnos o para darnos palabras de aliento, tal vez sólo para aconsejarnos o quedarse por un tiempo, tal vez para compartir alegrías y tristezas o sólo para bajarnos del cielo; marcada por las personas que siempre están a tu lado y por aquellas que solamente están de paso, los amigos que se vuelven tus hermanos y tu familia, y aquellos que en la primera oportunidad te apuñalan por la espalda, las personas que te elogian y te adulan y aquellas a las que tú también envidias; todo eso compartido con quienes diariamente ven a través de las ventanas de tu alma, escuchan tú voz y sienten tú respiración, los que dejan ser modelados por tu carácter y los que modelan el tuyo, las buenas y malas influencias, las decisiones que siempre involucran consecuencias, las personas que se desgastan en hacerte comprender el significado de las cosas para que no cometas sus errores y que aun así, haces que su tiempo se desperdicie porque terminas aprendiendo de la misma manera en que ellos, los que se levantan diariamente por tu bienestar e influyen en tu calidad de vida, los que se preocupan por la sociedad y son las voces que hablan por el pueblo; es el sentimiento del nacimiento, el primer amor, el primer hijo, el primer nieto hasta el último aliento. Arte es la definición de la vida. Bibliografía CARREÓN Aurelio, et. al.: Apreciación de las artes, Monterrey, México, LA&GO Ediciones, 2010