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Mark Kulstad

Las leyes de la naturaleza con relación a la libertad


humana y divina en la Teodicea de Leibniz

Resumen: Este ensayo se propone abordar de Leibniz, particularmente, sus ideas filosóficas
el tema de la libertad humana y divina en la Teo- sobre las leyes de la naturaleza.
dicea desde la perspectiva de la dialéctica con La cita con la que comienzo presenta un área
Bayle así como desde la perspectiva de la filoso- principal de desacuerdo entre Leibniz y Bayle que
fía de la ciencia de Leibniz, particularmente, sus seguiremos en este ensayo, y crea el marco para
ideas filosóficas sobre las leyes de la naturaleza. en cierto modo la sorprendente entrada del tema
de las leyes de la naturaleza en una disputa sobre
Palabras clave: Teodicea. Libertad humana. la libertad divina. En la Parte III de la Teodicea
Divina ley. Leibniz dice:

Abstract: This paper considers the topic of 339. Esta verdad, que todo lo que Dios
human and divine liberty in the Theodicy from the hace es racional y no pude menos de ser lo
perspective of Leibniz’s dialectic with Bayle as well mejor, tiene desde luego el asentimiento de
as the perspective of Leibniz’s philosophy of science, todos los hombres de buen sentido . . . . Ya
especially his views on the laws of nature. hemos visto cómo el excelente M. Bayle, no
obstante toda su penetración, no ha dejado
Key words: Theodicy. Freedom. God. Man. Law. de combatir este principio . . . : ha creído
que defendía la causa de Dios y le libraba
de una necesidad imaginaria, dejándole la
libertad de elegir, entre muchos bienes, el
menor. . . . Los que la sostienen no repa-
Introducción ran en que eso es querer conservar, o más
bien, dar a Dios la falsa libertad de obrar
Una de las maneras reveladoras de aproxi- irracionalmente. Eso es sujetar sus obras
marse al estudio de la Teodicea de Leibniz es a corrección y ponernos en la imposibili-
enfocarse en la dialéctica que se desarrolla en dad de decir, y aun de esperar, que pueda
sus páginas entre dos de las grandes figuras de decirse cosa alguna que sea racional sobre
principios de la era moderna, Gottfried Wilhelm el permiso del mal. (Leibniz, 2012, Kindle
Leibniz y Pierre Bayle. No siempre se considera Locations 5431-5440)
este enfoque, a pesar del hecho de que los eru-
ditos son bien conscientes de esta dialéctica. Sin Hasta este punto en la cita sobre Dios, lo
embargo nos ofrece un modo de explorar con más razonable y la libertad, nada se ha dicho todavía
profundidad las sutilezas del pensamiento filosó- sobre las leyes de la naturaleza. Sin embargo,
fico de Leibniz sobre un tema determinado. Este inmediatamente a continuación de la cita anterior,
ensayo se propone abordar el tema de la libertad Leibniz introduce explícitamente este tema, y al
en la Teodicea de una nueva manera, desde la hacerlo así nos da nuestra primera pista sobre por
perspectiva de la dialéctica con Bayle así como qué las leyes de la naturaleza son relevantes para
desde la perspectiva de la filosofía de la ciencia las cuestiones de la libertad de Dios y el proyecto

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de la teodicea, el proyecto de justificar los modos acuerdo con Malebranche, Dios actúa en modos
de Dios para la humanidad. dignos de sus atributos al actuar de acuerdo con
leyes naturales simples y uniformes – incluso si
340. Esta extravagancia ha hecho las posibilidad del mundo más perfecto ha de
mucho daño a los razonamientos de ser sacrificada por estos “modos” de actuación
M. Bayle . . . . Y esto tiene . . . (Nadler, 2008, pp. 114-17).
lugar respecto de las leyes del reino En este contexto malebrancheano podemos
de la naturaleza. Las cree arbitrarias e
indiferentes, y objeta que Dios habría ver por qué Bayle objeta quizás que “Dios podría
podido llegar mejor a la consecución haber conseguido su fin en el dominio de la gracia
de su fin en el reino de la gracia si no si no se hubiera atenido a estas leyes.” El mismo
se hubiera atenido a estas leyes . . . . Malebranche dice que el mundo como “trabajo”
podría haber sido mejor, si no hubiera sido por
(Leibniz, 2012, Kindle Locations 5440- las restricciones impuestas por Dios al tener que
5443) actuar en “modos” dignos de sus atributos, en
particular, teniendo Dios que elegir leyes simples
Aquí Leibniz aclara que, según la opinión y uniformes en lugar de leyes menos simples
de Bayle, 1) Dios podría haberlo hecho mejor no y menos uniformes. Bayle piensa esto con más
ateniéndose a las existentes leyes de la naturaleza, razón, como señala Leibniz, porque Bayle cree
y 2) la arbitrariedad de Dios en la elección de las que Dios eimero nos ayudará mucho si entende-
leyes de la naturaleza es relevante para esto. Se mos la posición de Bayle sobre las leyes con un
pueden presentar estos puntos de otra manera: poco de más detalle, particularmente las leyes
Bayle cree que el problema del mal no habría que se relacionan con el sufrimiento humano. En
sido tan grande (ciertamente, como veremos más la sección 352 de la Tlige tales leyes arbitraria o
tarde, Bayle cree que podría haberse resuelto indiferentemente.
totalmente) si Dios no le hubiera asignado a cier- Volveremos en un momento a las razones
tas leyes de la naturaleza tal posición central en de este énfasis de Bayle en la arbitrariedad o la
su creación. De este modo, el estatus de las leyes indiferencia, pero preodicea, Leibniz nos ofrece
de la naturaleza en éste, supuestamente el mejor ayuda con este tema:
de todos los posibles mundos, viene a desempeñar
un papel pivotal en el conflicto teodiceo entre . . . pasemos a las leyes de la unión del
Leibniz y Bayle. Y esto, curiosamente, significa alma y del cuerpo, en las que M. Bayle cree
que Leibniz planea aclarar las cuestiones metafí- hallar alguna indiferencia vaga, algo abso-
sicas de la libertad y la teodicea aproximándose lutamente arbitrario. . . . [M. Bayle escribe
a las mismas desde la perspectiva de la filosofía que] se verá uno precisado a reconocer
de la ciencia. que la influencia de nuestros órganos sobre
Para comprender mejor la posición de Bayle nuestros pensamientos no depende ni de las
sobre las leyes de la naturaleza es importante cualidades interiores de la materia ni de las
tener en cuenta que Bayle escribe en el contexto leyes del movimiento, sino de una institución
del filósofo ocasionalista Nicolas Malebranche. arbitraria del Criador. Será preciso confe-
Según el tratamiento del problema del mal de sar que ha dependido absolutamente de la
libertad de Dios el ligar tales pensamientos
Malbranche, el mundo no es tan perfecto como
de nuestra alma con tales o cuales modifi-
podría ser, precisamente por la postura de
caciones de nuestro cuerpo . . . . De donde
Dios con respecto a las leyes de la naturaleza. resulta que en el universo no hay ninguna
Al pensar en posibles mundos para crear, dice porción de la materia cuya vecindad nos
Malebranche, Dios no puede considerar sola- pueda perjudicar, sino en cuanto Dios lo
mente su “trabajo”, el mundo que planea crear, quiere así; y, por consiguiente, que la Tierra,
sino que debe también considerar sus “modos”, lo mismo que cualquier otro punto, es capaz
esto es, debe considerar cómo puede actuar de ser la estancia del hombre dichoso... En
en los modos más dignos de sus atributos. De fin, es evidente que para impedir las malas

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elecciones de la libertad no hay necesidad contradicción. (Hay confirmación de que Bayle


de transportar al hombre fuera de la Tierra. tiene ciertamente tal necesitad en mente aquí.1)
(Leibniz, 2012, Kindle Locations 5568-5579) Ya que Leibniz habla sobre múltiples tipos de
necesidad, incluyendo necesidad moral e hipoté-
Bayle nos está pidiendo que imaginemos la tica, tenemos a mano esta definición de necesidad
Tierra como el hogar del hombre feliz – presu- absoluta en términos de contradicción.2
miblemente, un ser humano al menos sin estados Me referiré a las dos opciones de Bayle
mentales dolorosos causados por modificaciones sobre la acción de Dios con relación a las leyes
particulares de nuestro cuerpo. Y esta situación de la naturaleza como la opción indiferencia
imaginaria podría haber sido una realidad, según y la opción necesidad. Recordemos que Bayle
Bayle, si las leyes de la naturaleza hubieran sido considera éstas como las dos únicas opciones
elegidas de manera diferente por el creador en su posibles. Sus palabras revelan que obviamente
“arbitraria institución”. De nuevo, está claro que las desaprueba la opción necesidad, de la que dice
leyes de la naturaleza juegan un importante papel que es “ni más ni menos que el fatum de los estoi-
en los debates relacionados con la justicia de Dios. cos.” De este modo, lo exhaustivo de las opciones
Necesitamos dar un paso más adelante en pareciera forzarle a la opción indiferencia. Para
esta sección introductoria, volviendo a la cues- estar seguros, está claro que para Bayle no es
tión mencionada justo anteriormente ¿Por qué la necesario dar su brazo a torcer, ya que, como ya
indiferencia o la arbitrariedad son tan importan- se ha sugerido anteriormente, él piensa que hay
tes para Bayle con respecto a la elección de Dios ventajas obvias en la opción indiferencia, una
de las leyes de la naturaleza? Leibniz nos ofrece opción que cree que ofrece el potencial para las
las palabras del propio Bayle para responder a leyes de la naturaleza “cuyos resultados implican
esta pregunta: … ni mal moral ni mal físico” – ciertamente una
buena consecuencia.
“Desearía saber”, dice (cap. CLXVI, t. III, p. Desde el punto de vista de Leibniz, sin
108), “si Dios ha establecido por un acto de su embargo, las cosas parecen bastante diferentes.
libertad de independencia las leyes genera- De hecho, para Leibniz, las dos opciones presen-
les de comunicación de los movimientos, y tadas por Bayle, comprendidas como exhaustivas,
las leyes particulares de la unión del alma parecen dar lugar a un poderoso dilema. Por una
humana con un cuerpo organizado. En este
parte, como veremos, Leibniz también repudia la
caso ha podido establecer otras leyes com-
pletamente distintas y adoptar un sistema en
posibilidad de que sea absolutamente necesario
que no estuvieran incluidos ni el mal moral, que Dios decrete leyes de este mundo (una nece-
ni el mal físico. Y si se responde que Dios se sidad absoluta que haría que las leyes fueran a
ha visto precisado por la soberana sabiduría su vez absolutamente necesarias). Sin embargo,
a establecer las leyes que ha establecido, he por otra parte, Leibniz también no puede seguir
aquí por entero el fatum de los estoicos.” a Bayle al favorecer la opción indiferencia, impli-
(T. 344). (Leibniz, 2012, Kindle Locations cando indiferencia o arbitrariedad en la elección
5483-5487) de Dios de las leyes naturales, porque tal arbi-
trariedad simplemente violaría el Principio de
En este pasaje de Bayle, citado por Leibniz, Razón Suficiente de Leibniz. Si Bayle tiene razón
Bayle piensa que sólo hay dos opciones con res- al afirmar que éstas son las dos únicas opciones
pecto al establecimiento por Dios de las leyes posibles en este caso, entonces a Leibniz se le
de la naturaleza: o bien se establecieron por el presenta un problema muy serio.
decreto arbitrario e indiferente de Dios, o bien Ahora, es bien conocido que Leibniz piensa,
se establecieron con la necesidad, una necesidad en una variedad de contextos, que puede encon-
“ni más ni menos que el fatum de los estoicos.” trar un camino entre los dos extremos de un
Esto último asumo, junto con Leibniz, que es una dilema como éste. Piensa que puede mostrar que
necesidad absoluta, una necesidad tal que la nega- alternativas como las dos opciones de Bayle no
ción de la proposición en cuestión implicaría una son exhaustivas, que hay una tercera vía entre la

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necesidad y la indiferencia. La palabra ‘contin- necesidad absolutamente geométrica. De


gencia’ en nuestro título es relevante aquí. Para manera que estas preciosas leyes son una
estar seguros, tanto Leibniz como Bayle contras- prueba maravillosa de la existencia de un
tan necesidad absoluta con contingencia. Pero los ser inteligente y libre contra el sistema de la
necesidad absoluta y bruta de Estratón o de
dos pensadores discrepan en que, según la opi-
Spinoza. (Leibniz, 2012, Kindle Locations
nión de Leibniz, contingencia no necesariamente
5496-5501)
implica arbitrariedad o indiferencia. Así que, sin
entrar en detalles todavía, podemos decir que una
Dos puntos son relevantes aquí. El primero
opción que implique contingencia, evitando la
es que Leibniz ve claramente las leyes parti-
necesidad pero sin violar el Principio de Razón culares de la naturaleza de las que habla como
Suficiente (por eso distinta de la indiferencia), contingentes más que absolutamente necesarias.
será la opción preferida por Leibniz, en cuya Como dice, las leyes “no provienen enteramente
defensa trabajará duro en vista de las objeciones del principio de necesidad, sino del principio de
de su formidable adversario, Bayle. perfección y orden.”1 Entre los comentaristas que
Dicho esto como introducción, podríamos han discutido extensamente las ideas de Leibniz
decir que el propósito de este ensayo es echarle sobre las leyes de la naturaleza están François
un nuevo vistazo a esta estrategia general de Duchesneau, Hans Poser y Daniel Garber.2 Más
Leibniz de discutir la libertad a la vez que evita que intentar expandir lo que tan bien han discuti-
los dilemas bayleanos como el que propusimos do, simplemente tomaré como punto firme la opi-
anteriormente, un nuevo vistazo desde la quizás nión de que Leibniz, tanto en la Teodicea como
sorprendente perspectiva de las opiniones de Lei- en su periodo maduro más generalmente, mantu-
bniz sobre las leyes de la naturaleza tal y como vo de que las leyes de la naturaleza eran contin-
se presentan en la Teodicea. Consideraré tales gentes – los tres comentaristas están de acuerdo
dilemas en conexión tanto con la libertad divina en esto1 – y que esto no es sólo para las leyes de
como con la humana. movimiento, sino para las leyes de la naturaleza
en general, tanto leyes de lo mental como de lo
físico (al menos para las máximas subordinadas
La libertad divina y las leyes de la o las leyes de la naturaleza de las que nosotros los
naturaleza humanos obtenemos el saber – véase Discurso de
Metafísica, 7, 16).
Volvamos a la cuestión de las leyes de la El segundo punto es que el pasaje anterior
naturaleza en relación con la libertad de Dios. alude a lo que en otra ocasión he llamado una
La seccion 345 de la Teodicea es importante “línea de combate” en las controversias de Leib-
para nuestros propósitos. En ésta Leibniz dice lo niz o “las guerras de la religión natural.”1 Redu-
siguiente: cida a lo esencial, esta línea de batalla implica
una confrontación fundamental entre la noción
He descubierto . . . que las leyes del movi- de un Dios personal con intelecto y voluntad por
miento que se encuentran efectivamente una parte, eligiendo por la bondad de sus obje-
en la naturaleza y están comprobadas por tos de elección, y un Dios impersonal (o fuerza
experiencias no son en verdad absolutamente ciega), sin intelecto o voluntad, operando por una
demostrables, como lo sería una proposición
pura necesidad geométrica o sea absoluta. Es
geométrica, y no hay necesidad de que lo
difícil exagerar la importancia de esta “línea de
sean. No nacen ellas enteramente del prin-
cipio de la necesidad, sino que nacen del
combate” en los escritos de Leibniz, a pesar del
principio de la perfección y del orden, como hecho de que es a menudo ocultada por el uso por
que son un efecto de la elección y de la parte de Leibniz de una terminología diferente en
sabiduría de Dios. Puedo demostrar estas varias ocasiones para comunicar esencialmente
leyes de muchas maneras, pero siempre lo mismo. Para ver la conexión entre la “línea
es preciso suponer algo que no es de una de combate” y nuestra discusión de las leyes con

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relación a la defensa de la justicia de las acciones esta presentación, si reconstruimos el argumento


de Dios, nótese que, en el pasaje anterior, Lei- general de Leibniz. Esto se puede hacer de varias
bniz está enlazando la necesidad geométrica o formas, pero será más útil si comenzamos por la
sea absoluta implícita en la opción de necesidad mencionada dicotomía de Bayle de una opción
absoluta de Bayle sobre la fuente de leyes de la necesidad y una opción indiferencia, en la que o
naturaleza con la necesidad geométrica y ciega de bien las leyes de la naturaleza surgen de una elec-
Spinoza y Estratón. Tanto la opción de necesidad ción arbitraria e indiferente de Dios, o bien surgen
absoluta de Bayle como la necesidad ciega de de un decreto absolutamente necesario de Dios.
Spinoza y Estratón tienen como consecuencia que Pero comenzamos por esta dicotomía, no como
las leyes de la naturaleza de un mundo creado con una premisa estándar, sino más bien como la supo-
necesidad absoluta serían ellas mismas absoluta- sición de un argumento reductio ad absurdum:
mente necesarias.
Ahora estamos en posición de poder enten- 1. La última fuente de todas las cosas, Dios, da
der mejor un punto incluido en la cita anterior, origen a las leyes de la naturaleza del univer-
un punto que enlaza el debate sobre el estatus de so o bien por una elección arbitraria o indi-
las leyes de la naturaleza con las ideas de Leibniz ferente, o bien por una acción absolutamente
sobre la libertad divina y la justicia de Dios. La necesaria. (suposición reductio)
frase clave es, 2. Las leyes de la naturaleza no son absoluta-
mente necesarias, sino contingentes.
De manera que estas preciosas leyes son 3. Dios como origen de las leyes de la natu-
una prueba maravillosa de la existencia de raleza de un modo arbitrario o indiferente
un ser inteligente y libre contra el sistema violaría el Principio de Razón Suficiente, y
de la necesidad absoluta y bruta. (T. 345). entonces no es verdad que Dios sea el origen
(Leibniz, 2012, Kindle Locations 5500-5501) de las leyes de la naturaleza del universo de
un modo arbitrario o indiferente.
Este pasaje puede dar la impresión de que lo 4. Dios es el origen de las leyes de la naturaleza
que tenemos aquí es un sorprendente argumento por una acción absolutamente necesaria. (a
para la existencia de Dios comenzando con la con- partir de 1 y 3, por silogismo disyuntivo).
tigencia de las leyes de la naturaleza. Sin embargo, 5. Si Dios origina las leyes de la naturaleza por
no es éste el caso. Es más exacto decir que este es una acción absolutamente necesaria, enton-
un argumento para la existencia de un cierto tipo ces las leyes de la naturaleza son absoluta-
de Dios – el tipo tan fundamental en la “línea de mente necesarias.
combate” de Leibniz en sus guerra de la religión 6. Las leyes de la naturaleza son absolutamente
natural. Según mi interpretación, el argumento de necesarias. (a partir de 4 y 5)
Leibniz ya presupone que hay al menos algún tipo 7. Las leyes de la naturaleza son absolutamente
de causa última, o “Dios,” sirviendo como origen necesarias y no son absolutamente necesa-
o fuente del universo, con las leyes de la natu- rias por ser contingentes. (contradicción, a
raleza que prevalecen en este universo incluidas partir de 2 y 6)
como elementos entregados enteramente a esta 8. No es el caso que la última fuente de todas
última causa. Dado este presupuesto, que pienso las cosas, Dios, origine las leyes de la natu-
que Leibniz comparte con Bayle, Leibniz procede raleza del universo o bien por una elección
de la contingencia de las leyes de la naturaleza a la arbitraria e indiferente, o bien por una acción
conclusión de que es su tipo de Dios quien existe, absolutamente necesaria. (por reductio ad
un Dios bueno y sabio, actuando por lo mejor de absurdum, a partir de 1-7)
la virtud de su intelecto y voluntad, no el Dios de
la opción necesidad que Bayle discute. En breve, Leibniz alega que el dilema sugeri-
Uno se puede preguntar qué pasó con la do por Bayle es un falso dilema, con el Principio
opción indiferencia de Bayle. Ayudará a contestar de la Razón Suficiente y su tesis de la contingen-
esta pregunta, y a entrelazar los varios hilos de cia de las leyes de la naturaleza como premisas

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principales del hanoveriano para demostrarlo. tres posibilidades y, crucialmente, considerando


Ahora con el supuesto que Leibniz y Bayle com- su hallazgo de que las leyes de este mundo
parten, que hay un Dios o causa última de todas son contingentes, no necesarias absolutamente
las cosas, a fortiori una fuente última originando o geométricamente, Leibniz concluye que es un
las leyes de la naturaleza, debe haber una tercera Dios de intelecto y voluntad, libremente pero
vía en la que Dios o la fuente última originen las también racionalmente eligiendo lo mejor, quien
leyes de la naturaleza. da origen a las leyes de la naturaleza.
Aunque por límites de espacio deba evitar
explorar el tema de la necesidad moral de la
¿Pero cuál es la naturaleza de esta libre elección de Dios en detalle, me gustaría
tercera vía? mencionar brevemente algunos trabajos recientes
sobre este tema antes de terminar con esta
Leibniz cree que solamente queda otra posi- sección. Entre los estudiosos de Leibniz en inglés,
bilidad para explicar cómo Dios pudo originar las Michael Murray ha sido un líder en explorar el
leyes de la naturaleza.2 Y de hecho nos facilita concepto de la necesidad moral (3) Tanto Robert
una breve descripción de la misma inmediata- Adams como Robert Sleigh han contribuido a
mente después de que Bayle haya sido citado con la discusión de manera importante (4) pero, en
una objeción que implica exactamente las dos mi opinión, es Murray quien ha profundizado
opciones de indiferencia y necesidad absoluta. más significativamente, independientemente del
Leibniz insiste en que su rechazo de la opción acierto final de sus sugerencias. Uno de los más
indiferencia, una opción que implica contingen- claros ejemplos de esto es su descubrimiento
cia, no obliga a la aceptación de la opción de de lo que podría llamarse una “tradición de
absoluta necesidad. Hay ciertamente necesidad necesidad moral” relacionada con, por ejemplo,
implícita en la elección divina de las leyes de la Diego Granado y Diego Ruiz de Montoya.
naturaleza, dice, pero “esta necesidad no es ms Muy aproximadamente, Murray ve a Leibniz
que moral y es siempre una necesidad dichosa en armonía con esta tradición en al menos los
el verse obligado a obrar según las reglas de la siguientes puntos: 1) la necesidad moral no
perfecta sabiduría.” (T. 344) implica la necesidad absoluta o física; 2) la
En la sección 345 Leibniz desarrolla con necesidad moral es consistente con la acción
más detalle esta tercera alternativa. Asegura libre; 3) la necesidad moral es solamente posible
que las leyes de la naturaleza “son un efecto en las acciones de un agente con intelecto y
de la elección y la sabiduría de Dios,” “un ser voluntad, eligiendo opciones por su bondad; y 4)
inteligente y libre,” opuesto bien a un Dios lo que se elige debe tener alternativas, posibles
arbitrario o bien a un Dios absolutamente en sí mismas.
necesario. Es más bien contingente. Pero, alega,
esto no significa que las leyes de la naturaleza
surjan arbitraria o indiferentemente. De nuevo, Libertad humana y las leyes de la
esto violaría el Principio de Razón Suficiente. En naturaleza
breve, Leibniz está diciendo que el modo tercero y
final para explicar cómo Dios origina las leyes de En esta sección volvemos al tema de la
la naturaleza de nuestro mundo – el único modo libertad humana más que la divina con relación
que ha sobrevivido la evaluación filosófica crítica a las leyes de la naturaleza, ya que este tema lo
– es lo que podríamos llamar la opción necesidad presenta Leibniz en su Teodicea. Debido a que la
moral, en la que un Dios personal con intelecto y libertad humana es uno de los temas más discuti-
voluntad, sabiendo lo que es mejor y eligiéndolo dos en la filosofía de Leibniz, una o dos palabra
libremente, elige ser el origen de estas leyes de de precaución serían convenientes antes de que
la naturaleza. De este modo, como resultado de nos embarquemos en el reto de discutirla. Lo que
la consideración cuidada de Leibniz de estas sigue es un estudio de un aspecto de las ideas de

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Leibniz sobre la libertad humana en uno de los la sección 371 es diferente en este aspecto. Aquí
trabajos de Leibniz. No hay un intento aquí de Leibniz no utiliza el frustrante lenguaje vago de
generalizar los resultados de este estudio para inclinarse sin comentarlo más, sino que añade
otros trabajos de Leibniz, o para otros periodos también una aclaración. Y lo más importante de
de su vida. Sin embargo, lo que se dice aquí puede esta clarificación es que “no implicaría contradic-
contribuir con algunas hipótesis para otros traba- ción el que se determinase de otra manera.” Para
jos y periodos que podrían ser investigados con estar seguros, esta aseveración también deja algu-
mucho provecho. nas preguntas, pero creo que podemos avanzar
Dicho esto, enfoquémonos en una parte aquí si echamos mano de ciertos elementos clave
importante de la Teodicea donde Leibniz discute de la filosofía de Leibniz y entonces enlazamos
no la libertad divina, sino la libertad humana. esto con otros textos de la Teodicea.
Cita a Bayle ofreciendo de nuevo una escueta Primero, entonces, está el importante con-
selección de solamente dos opciones: “En punto cepto de la necesidad hipotética, que, según
a libertad, hay que tomar uno de estos dos Robert Sleigh, se debe interpretar de la siguiente
partidos: o decir que todas las cosas distintas manera: que algo es hipotéticamente necesario si
del alma que concurren con ella le dejan la es necesario en la hipótesis de algo más, o, más
fuerza de obrar o de no obrar, o decir que ellas la concretamente, una q es hipotéticamente necesa-
determinan de tal manera a obtar que no puede ria con la condición de una p, justo en caso que sea
menos de hacerlo.” (T. 370) absolutamente necesario que si p entonces q.(1)
Aquí también Leibniz disputa lo exhaustivo Segundo, necesitamos ser más exactos con
de las dos opciones de Bayle, diciendo que “no un punto clave en el pasaje anterior: ¿dónde es
excluyen uno tercero.” (T. 371) Enfocándonos que Leibniz proclama que no hay contradicción?
solamente en lo que es más importante para Como transfondo, creo que está claro que está
nuestros propósitos en conexión con esta tercera hablando, por otra parte, de “las causas internas
vía, notamos que Leibniz acepta la “determinación y externas en su conjunto” (2) y, por otra parte,
del alma” que es parte de la segunda opción de un acto específico de voluntad que resulta de
de Bayle, pero insiste que la determinación no estas causas. En vista de esto, podemos decir que
su alegación exacta es que no habría contradic-
implica necesidad absoluta, además de proveer
ción si estas causas estuvieran presentes pero el
detalles muy bienvenidos sobre lo que quiere
acto específico de voluntad no se produjera. En
decir sobre esto. Aquí está su afirmación:
otras palabras, podemos decir que no es abso-
Ahora bien, todas las causas internas y exter-
lutamente necesario que si las causas se obtu-
nas, tomadas en conjunto, hacen que el alma vieran, entonces también el acto específico de
se determine ciertamente, pero no que se voluntad. Como probablemente habrán notado,
determine necesariamente, porque no impli- esto es como decir simplemente que no es hipo-
caría contradicción el que se determinase téticamente necesario que el acto específico de
de otra manera, pudiendo verse la voluntad voluntad ocurra en el caso donde ciertas causas
inclinada, y no pudiendo verse necesitada. específicas se obtengan.
(T. 371) (Leibniz, 2012, Kindle Locations Tercero, tenemos que recordar que a) las
5782-5784) leyes de la naturaleza están implícitas aquí, ya
que Leibniz habla de leyes de apetición y leyes
Es por supuesto cierto que hay otros lugares de causas finales en el campo de lo mental justo
en la Teodicea donde Leibniz invoca su familiar como cuando habla de las leyes mecánicas y cau-
aunque problemática noción de inclinación, por sas eficientes en el mundo físico, y b) que todas
ejemplo, Teodicea, sec. 336, donde dice, “el poder estas leyes, tanto mentales como físicas, son para
motivador del bien inclina la voluntad sin necesi- Leibniz contingentes. Pero decir que son contin-
tarla.” A menudo en tales contextos, se abandona gentes implica estrictamente que no conllevarían
al lector con serias preguntas sobre qué es lo que contradicción si una ley de la naturaleza no llega
quiere decir Leibniz con inclinarse. El pasage de a obtenerse. Para una ley causal estándar, esto

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significa que no conllevaría contradicción si la lenguaje diferente en los dos pasajes (solamente
causa o causas estuvieran presentes pero el efecto T. sección 53 usa explicítamente el lenguaje de
no llegara a producirse. la necesidad hipotética). En la sección 371 se
Con estos puntos planteados, podemos ver dice que cuando la voluntad es inclinada, no hay
que la contingencia de las mismas leyes de la contradicción implícita al decir que las causas del
naturaleza explican que un acto de voluntad dado acto particular de voluntad están presentes pero
es “se determine ciertamente, pero no que se el acto particular no se produce. En la sección 53,
determine [absolutamente] necesariamente.” (T. se dice que las causas sólo inclinan una agencia
371) O, traduciéndolo a términos de necesidad libre o acto libre, de tal manera que las causas no
hipotética, la contingencia de las leyes de la producen una necesidad hipotética del acto. Hay
naturaleza aplicándose a actos de voluntad una diferencia en lenguaje, por cierto, pero sobre
significa que no es incluso hipotéticamente la definición de necesidad hipotética dada ante-
necesario que si todas las causas relevantes se riormente, las explicaciones más rigurosas en los
obtienen, entonces un acto específico de volición dos pasajes llegan al mismo punto: en los actos
ocurrirá. Hablando en términos más generales, libres humanos, no es absolutalmente necesario
según Leibniz, un acto humano de voluntad que si las causas de un acto particular de voluntad
no es ni absolutamente necesario ni necesario están presentes, entonces que ese acto de voluntad
hipotéticamente. se producirá.
Consecuentemente, la contigencia de las Puede ayudar a clarificar este punto si lo
leyes de la naturaleza nos proporciona una proyectamos en términos del contraste mencio-
clave para entender lo que los estudiosos han nado brevemente antes, entre necesidad absoluta
considerado por mucho tiempo una vaguedad e hipotética. Leibniz no está diciendo que el
problemática en la defensa de la libertad humana acto de voluntad pueda reunir las condiciones de
de Leibniz, esto es, una vaguedad en su doctrina libertad simplemente en virtud del mismo acto
de inclinarse sin exigirse ni necesitarse, o de de voluntad siendo no absolutamente necesario.
ser “se determine ciertamente, pero no que se (Esta condición podría cumplirse si fuera simple-
determine necesariamente.” (Leibniz, 2012, mente el caso de que la existencia de la persona
Kindle Location 5783) fuera contingente, por ejemplo, no absolutamente
Para apoyar esta idea tenemos un pasaje necesaria. Sin la persona, no puede haber acto de
sobre la libertad humana anterior en la Teodicea. voluntad de esa persona.) Leibniz va más allá y
En la sección 53, Leibniz dice, dice que un acto libre de voluntad no puede inclu-
so ser necesario hipotéticamente, esto es, con la
Y en cuanto al enlace de las causas con condición que las causas que normalmente juntas
los efectos, él inclina solo al agente libre originarían el acto de voluntad estén presentes.
sin necesitarle . . . ; así que no constituye Pero el acto de voluntad sería necesario hipo-
siquiera una necesidad hipotética . . . . téticamente si las leyes de la naturaleza implíci-
tas fueran absolutamente necesarias, porque si
(Leibniz, 2012, Kindle Locations 2075- las leyes de la naturaleza fueran absolutamente
2076) 3 necesarias, entonces habría una contradicción si
las causas estuvieran presentes pero el acto de
Los paralelismos entre este pasaje y aquél de voluntad no llegara a producirse. Eso es, sería
la sección 371 son sorprendentes. Ambos apelan absolutamente necesario que si las causas están
al lenguaje familiar (y vago) de inclinarse sin presentes, el acto de voluntad se prduce, lo cual es
exigirse ni necesitarse. Pero no dejan las cosas a la definición de la necesidad hipotética de un acto
este nivel de vaguedad. En cambio, van un paso de voluntad donde sus causas están presentes.
más allá al explicar filosóficamente lo que este Sin embargo, en la filosofía madura de Leibniz
lenguaje significa. Y, discutiblemente, el paso las leyes de la naturaleza no son absolutamente
más allá es exactamente el mismo en ambos necesarias; son contingentes. Esto bloquea la
casos, aunque la similitud esté disfrazada con un necesidad hipotética de las leyes de los actos de

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LI (129-131), 451-459, Enero-Diciembre 2012 / ISSN: 0034-8252
Las leyes de la naturaleza con relación a la libertad humana 459

voluntad. Y esto a su vez permite, como debe ser Notas


ahora evidente, la posibilidad de aquello en lo
que insiste Leibniz para la libertad humana, que 1. Sleigh, 1990, p. 61, citando T. 37.
no habría contradicción si las causas del acto de 2. T. 371.
voluntad se obtuvieran sin el acto de voluntad
3. Murray, 2005, particularmente pp. 201-08;
mismo obteniéndose.
Murray, 2000, pp. 73-76; Murray, forthcoming.
En resumen, hemos considerado las leyes de
4. Adams, 2005; y Sleigh, Vere Chappell, and
la naturaleza del mejor de los posibles mundos
Michael Della Rocca, 1998, vol. 2, pp. 1195-1278.
con relación a tanto la libertad de Dios como la
humana. En cada caso, hemos encontrado que
la contingencia de las leyes de la naturaleza es
crucial para salvar al agente, tanto divino como Bibliografía
humano, de una necesidad que recortaría la
libertad. En el caso de la acción divina, la situa- 1. Escritos de Leibniz
ción fue como sigue: si las leyes de la naturaleza
son contingentes, entonces no puede ser el caso Gerhardt, C. I. (Ed.). (1978) 7 vols., Hildesheim & New
que Dios actúe con absoluta necesidad al crear el York: Georg Olms Verlag. (vol. 6, conteniendo
mundo; porque si Dios actuó con absoluta nece- Leibniz, G. W. (2012)P. de Azcárate Corral, Trans.).
sidad, entonces su creación sería absolutamente Sevilla:
necesaria, incluyendo las leyes de la naturaleza
obteniéndose en ese mundo. Pero las leyes de 2. Escritos sobre Leibniz
la naturaleza son contingentes, por lo tanto, no
solamente esto es suficiente para salvar al Dios Adams, R. M. (1994) Leibniz: Determinist, Theist,
de Leibniz del absoluto necesitarianismo pero Idealist, New York and Oxford: Oxford Univer-
también, piensa Leibniz, para proporcionar un sity Press.
argumento adicional para un Dios personal, Adams, R. M. (2005) Moral Necessity.In D. Ruther-
un Dios que elige lo mejor libremente con el ford & J. A. Cover (Eds.), (181-93). New York and
ejercicio del intelecto y la voluntad, más racio- Oxford: Oxford University Press.
nalmente que arbitraria o indiferentemente. Así Murray, M. J. (2000) Intellect, Will, and Freedom:
que no solamente la opción necesidad de Bayle, Leibniz and His Precursors. , , 73-76.
sino también su opción indiferencia se evita. En
Murray, M. J. (2005) Spontaneity and Freedom in
el caso de la libertad humana, si las leyes de la
Leibniz. In D. Rutherford & J. A. Cover (Eds.),
naturaleza que gobiernan los actos de voluntad
(194-216). New York and Oxford: Oxford Uni-
son contingentes, entonces los humanos pueden
versity Press.
satisfacer lo estándar de no ser necesitados en
Murray, M. J. (forthcoming). Vindicatio Dei: Evil as
sus actos de voluntad (incluso si esos actos son
a Result of God’s Free Choice of the Best. In M.
“ciertos” y “determinados”), y así cumpir con
un requisito crítico de libertad. Ese estándar, Rea & S. Newlands (Eds.), .
de nuevo, es que “ninguna contradicción sería Nadler, S. (2008) The Best of All Possible Worlds: A
implícita si el alma tuviera que ser determinada Story of Philosophers, God, and Evil. New York:
diferentemente”. Tal contradicción sería implí- Farrar, Straus and Giroux.
cita, sin embargo, si las leyes de la naturaleza Sleigh, R. C. Jr. (1990) Leibniz & Arnauld: A Com-
– incluyendo aquellas de lo mental – fueran mentary on Their Correspondence. New Haven
absolutamente necesarias. De este modo, el & London: Yale University Press.
estatus de las leyes de la naturaleza de Leibniz Sleigh, R. C. Jr., V. Chappell, & M. Della Rocca. (1998)
como contingentes viene a ser, no simplemente Determinism and Human Freedom. In D. Garber
un rasgo interesante de su filosofía de la ciencia, & M. Ayers (Eds.), The Cambridge History of
sino un elemento central de su justificación de Seventeenth-Century Philosophy (1195-1278), 2
los modos de Dios y su filosofía en general. vols., Cambridge: Cambridge University Press.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LI (129-131), 451-459, Enero-Diciembre 2012 / ISSN: 0034-8252

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