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República Popular China

La República Popular China o simplemente China es un Estado soberano situado en Asia Oriental. Es el país más poblado del mundo,
con más de 1300 millones de habitantes, y la primera potencia económica mundial por PIB, en términos de paridad de poder adquisitivo.
La República Popular China es un Estado unipartidista gobernado por el Partido Comunista y tiene la sede de su gobierno en la
capital, Pekín. Está dividida en veintidós provincias, cinco regiones autónomas, cuatro municipios bajo jurisdicción central —
Pekín, Tianjin, Shanghái y Chongqing— y dos regiones administrativas especiales —Hong Kong y Macao—. Asimismo, China reclama
la que considera provincia de Taiwán, que es controlada por la República de China con un estatus político de la isla controvertido.

Con una superficie de 9 596 960 km², China ―que tiene fronteras con catorce Estados soberanos― es el tercer país más extenso del
planeta por superficie terrestre detrás de Rusia y Canadá y el cuarto si se cuentan las masas de agua, detrás de Rusia, Canadá
y Estados Unidos. El paisaje chino es vasto y diverso, desde las estepas y los desiertos del Gobi y Taklamakán en el árido norte hasta
los bosques subtropicales en el húmedo sur. Las cordilleras montañosas del Himalaya, el Karakórum, Pamir y Tian Shanla separan del
sur y el centro de Asia. Los ríos Yangtsé y Amarillo, tercero y sexto más largos del mundo, discurren desde la meseta tibetana hasta
desembocar en las densamente pobladas costas orientales. China tiene 14 500 km de costa a lo largo del océano Pacífico, en donde
está bañada por los mares Amarillo, de Bohai, de China Oriental y de la China Meridional.

La civilización china, una de las más antiguas del mundo, floreció en la fértil cuenca del río Amarillo. Durante milenios su sistema político
se basó en monarquías hereditarias, conocidas como dinastías. La primera de las cuales fue la semimitológica dinastía Xiaen torno al
2000 a. C. Desde el 221 a. C., cuando la dinastía Qin conquistó diversos Estados y formó el primer Imperio chino, el país se ha
expandido, fracturado y ha sido reformado en numerosas ocasiones. La República de China derrocó a la última dinastía en 1911 y
gobernó la China continental hasta 1949. Después de la derrota del Imperio del Japón en la Segunda Guerra Mundial y la retirada de
sus tropas de China, el partido comunista se impuso en la Guerra Civil y proclamó la República Popular China en Pekín el 1 de octubre
de 1949. El derrotado régimen de la República de China, dominado por el partido Kuomintang trasladó su gobierno a Taipéi y desde
entonces, la jurisdicción de la República de China se limita a Taiwán y algunas islas periféricas.

Desde la introducción de las reformas económicas de 1978, China ha sido la economía de más rápido crecimiento del mundo, alcanzando
en 2014 la primacía mundial en términos de PIB medido en paridad de poder adquisitivo y manteniéndose como la segunda potencia
por PIB nominal. China es, además, el mayor exportador e importador de bienes y la primera potencia industrial. China dispone del
segundo ejército más numeroso del mundo, posee armas nucleares y cuenta con el segundo presupuesto militar después de Estados
Unidos. La República Popular China es miembro de la ONU desde 1971, año en que reemplazó a la República de China como miembro
permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y es reconocida diplomáticamente por casi todos los países del mundo.
También es miembro formal o informal de numerosas organizaciones multilaterales, como la OMC, la APEC, los BRICS, la Organización
de Cooperación de Shanghái y el G20. China es considerada por numerosos analistas como una superpotencia emergente.

La palabra «China» deriva del persa Cin la cual es una adaptación del sánscrito Cīna término data de 1516, en el diario del explorador
portugués Duarte Barbosa. Se cree que la palabra proviene del nombre de la dinastía Qin (秦, Chin).

El nombre oficial del país es República Popular China aunque las dinastías y gobiernos anteriores cambiaron el nombre oficial del país
en numerosas ocasiones. Los nombres comunes para el país en chino son Zhongguó (de zhong —‘central’ o ‘medio’—, y guó —‘estado’
o ‘estados’, y en tiempos modernos, ‘nación’—). El término zhongguó apareció en varios textos antiguos, como el Clásico de historia del
siglo VI a. C., y en tiempos pre-imperiales se utilizaba como un concepto cultural para distinguir las tribus Huaxia de los «bárbaros».
Este vocablo, que puede ser singular o plural, se refería a un grupo de estados o provincias de la Llanura Central, pero se utilizó para
denominar a todo el país hasta el siglo XIX. Los chinos no fueron los únicos en percibir a su país como el «centro» del mundo, ya que
otras civilizaciones aplicaron el mismo pensamiento a sus territorios.

Prehistoria
China tiene el registro fósil de dinosaurios más grande del mundo con más de 500 especies registradas, le sigue en segundo
lugar Argentina. La evidencia arqueológica sugiere que los primeros homínidos que habitaron China llegaron a ese país entre 0,25 y
2,24 millones de años atrás. Una cueva en Zhoukoudian —cerca de la actual Pekín— contiene fósiles que datan de entre los años
680 000 y 780 000 a. C. y pertenecen al llamado Hombre de Pekín, una subespecie de Homo erectus que vivía de la caza y la
recolección, utilizaba el fuego y herramientas de piedra. En el mismo sitio del Hombre de Pekín se hallaron restos de un Homo
sapiens que datan de 18 000-11 000 a. C. La evidencia más temprana de un ser humano completamente moderno en China se
encuentra en Liujiang (Guangxi), donde se encontró un cráneo que ha sido fechado en aproximadamente 67 000 años. Aunque persiste
la controversia sobre la datación de los restos de Liujiang, especialmente cuando se compara con otros esqueletos similares, como el
hallado en Minatogawa, en la isla de Okinawa. Algunos expertos afirman que desde hace 5000 años existió una forma
de protoescritura en China.

Primeras dinastías
La dinastía Xia fue la primera dinastía del país, aunque todavía no han hallado pruebas concretas de su existencia, solo se tienen
registros literarios. Según estas menciones en textos antiguos, se calcula que esta dinastía pudo haber reinado hacia el año 2205 a. C.
Precediendo a la dinastía Xia, encontramos la narrativa de un diluvio y el periodo de los Tres Augustos: Fu Xi, Huang Di y Shen Nong.
En tiempos previos a la fundación de la dinastía Xia, el poder supremo se basaba en la alternancia en el gobierno entre los X ia y Chi
You.

La primera dinastía china que dejó verdaderos registros históricos fueron los Shang, quienes mantuvieron un sistema vagamente feudal
a orillas del río Amarillo entre los siglos XVII y XI a. C. Aunque los primeros Shang gobernaron en el sur de la provincia de Shandong,
zona pantanosa en aquella época, alcanzaron mayor poder que las tribus situadas en el este del país, llamadas genéricamente yi, con
los que mantuvieron estrechas alianzas. El rey Tang, considerado como un rey capaz y virtuoso, expulsó a los Shang de la región y
estableció la capital de su reino en Erligang.

La escritura china más antigua encontrada hasta el momento es un oráculo tallado en hueso de la dinastía Shang, y contiene
antecedentes directos de los caracteres chinos modernos. Los Shang fueron derrotados por el pueblo Zhou, quienes establecieron
la dinastía Zhou que gobernó entre los siglos XII y V a. C., cuando su autoridad centralizada se dispersó lentamente entre diversos
señoríos feudales hasta que, finalmente, del debilitado reino de los Zhou emergieron varios estados independientes que lucharon entre
sí durante el periodo denominado Primaveras y Otoños. Entre los siglos V y III a. C. se estableció el periodo de los Reinos Combatientes,
durante el cual el actual territorio chino estuvo dividido en siete estados soberanos, cada uno con su propio rey, ministro y ejército.

Los reinos combatientes acabaron en 221 a.c. cuando el reino de Qin conquisto los otros seis reinos, formando el primer estado unificado
chino. Qin Shi Huang se proclamó a sí mismo primer emperador (始皇帝) y estableció reformas a lo largo de China, destacándose la
estandarización de los caracteres chinos, medidas y correo. La dinastía Qin se derrumbó después de la muerte de Shi Huang Di, con
los legalistas liderando una rebelión.

La siguiente dinastía Han gobernaron entre 206 a.c. y 220 d.c., quienes crearon una identidad cultural Han entre la población que dura
hasta hoy día. Los Han expandieron el territorio considerablemente con campaña militares en el sur de Corea, Vietnam, Mongolia y Asia
Central, y establecieron la ruta de la seda que los conectaba con el resto de Eurasia. China se convirtió gradualmente en la economía
más grande del mundo antiguo. Se adoptó el confucianismo como ideología oficial del imperio. A pesar de que abandonaron el
legalismo, la ideología oficial de la dinastía Qin, las instituciones legalistas se mantuvieron como base del gobierno.

Después del colapso de los Han, comienza el periodo de anarquía conocido como los Tres Reinos. La breve unificación de la dinastía
Jin fue destruida por el levantamiento de los cinco bárbaros. En 581 se unificó el país bajo la dinastía Sui, pero la derrota en la Guerra
Goguryeo-Sui (598-614) provocó su caída.

Con las dinastías Tang y Song comenzó una edad dorada para la economía, tecnología y cultura china. Después de la campaña contra
los turcos se recuperó el control sobre las regiones Occidentales y reabrió la ruta de la seda, más fue destruida por la rebelión de los An
Lushan en el siglo VIII.

En el 907, en el norte de china, la etnia kitán estableció la dinastía Liao hasta el 1125, cuando fue derrocada por los yuncher, que
establecieron la dinastía Jin en la zona conquistada. Después de la caída de la dinastía Liao en 1125 DC, muchos kitán emigraron al
oeste donde establecieron el estado Kara Kitán, finalmente destruido por Genghis Khan en 1218.
La dinastía Song fue el primer gobierno en el mundo en usar papel moneda y el primer gobierno chino en tener una fuerza naval que
ayudara al comercio a través del mar. Entre los siglos X y XI se dobló la población llegando a los 100 millones gracias a la expansión
del cultivo del arroz en el centro y sur del territorio. También se revivió el confucianismo, en respuesta al avance del budismo durante
los Tang, junto con un renacimiento del arte y filosofía, alcanzando nuevos niveles de expresión y madurez. Pero, su débil milicia fue
atacada por los Jurchen que establecieron la dinastía Jin.
En 1127 el emperador Song Huizong y la capital fueron capturadas durante las guerras Jin-Song, obligando a lo restante de la dinastía
a retirarse al sur.
En el siglo XIII China fue invadida por el Imperio Mongol. En 1271 el líder mongol Kublai Khan estableció la dinastía Yuan. Los Yuan
conquistaron lo que quedaba de la dinastía Song en 1279. Antes de la invasión mongol la población China eran 120 millones, más fue
reducida a 60 millones para el censo de 1300. Zhu Yuanzhang derrotó a los Yuan y estableció la dinastía Ming en 1368. Bajo la dinastía
Ming se vivió otra edad dorada, desarrollando la mayor fuerza naval del mundo de ese entonces. Durante este tiempo se desarrollaron
los viajes de Zheng He por el mundo, llegando a lugares tan lejanos como África. En los primeros años de gobierno se cambió la capital
de Nankín a Pekín. Con la expansión del capitalismo surgieron filósofos como Wang Yangming, criticando al gobierno y expandiendo el
Neo-Confucianismo con conceptos tales como individualismo e igualdad social.
En 1644, Pekín fue capturada por una coalición de fuerzas rebeldes lideradas por Li Zicheng. El último emperador Ming, Chongzhen, se
suicidó cuando la ciudad cayó. La dinastía manchú Qing se alió con el general Ming Wu Sangui y destronaron a la corta dinastía Shun,
haciéndose con el control del imperio.

Fin del gobierno imperial


El 1 de enero de 1912 se estableció la República de China, siendo nombrado Sun Yat-sen, líder del Kuomintang (KMT o Partido
Nacionalista) su presidente interino. Sin embargo debió ceder la presidencia a Yuan Shikai, un antiguo general de los Qing, quien en
1915 se proclamó Emperador de China. Ante la condena del pueblo y la oposición de su propio ejército, se vio forzado a abdicar y
restablecer la república.

Luego de la muerte de Yuan Shikai en 1916, China se encontraba políticamente fragmentada. Su gobierno con sede en Pekín fue
reconocido internacionalmente pero virtualmente carecía de poder; los señoríos regionales controlaban la mayor parte del territorio. A
finales de los años 1920 el Kuomintang liderado por Chiang Kai-shek, pudo reunificar el país bajo su control con una serie de hábiles
maniobras militares y políticas, conocidas en conjunto como la «Expedición del Norte». Su gobierno trasladó la capital nacional
a Nankín e implementó la «Tutela Política», una etapa de desarrollo político descrita en la doctrina San-min de Sun Yat-sen, la cual
pretendía encaminar a China hacia una democracia moderna. Desde el estallido de la Guerra Civil China en 1927, el Kuomintang
combatió a los comunistas, aunque la división política hizo más difícil este conflicto, en el que los nacionalistas parecían llevar
inicialmente ventaja especialmente después de que los comunistas huyeran en la Larga Marcha, pero se había producido la invasión
japonesa de Manchuria y el incidente de Xi'an en 1936 forzó a Chiang a centrar sus esfuerzos en enfrentarse al Imperio del Japón.

La Segunda guerra sino-japonesa (1937-1945), un escenario de la Segunda Guerra Mundial, obligó a los comunistas y al Kuomintang a
pactar una tregua y crear una alianza. Las fuerzas japonesas cometieron numerosos crímenes de guerra en contra de la población civil;
en total, cerca de veinte millones de civiles chinos murieron. Tan solo en la ciudad de Nankín, aproximadamente 200 000 chinos fueron
asesinados durante la ocupación japonesa. Japón se rindió ante China en 1945. Taiwán, junto con las Islas Pescadores, fueron puestos
bajo el control administrativo de la República de China, quien inmediatamente reclamó su soberanía en ellos. Aunque la nación resultó
victoriosa, quedó devastada por la guerra y financieramente agotada. Los conflictos continuos entre el Kuomintang y los comunistas
provocaron la reanudación de la guerra civil. En 1947 se estableció el mandato constitucional, pero debido a los constantes disturbios
en muchas provincias, la constitución nunca fue implementada en la China continental.

República Popular China


Los enfrentamientos más importantes de la Guerra Civil China terminaron en 1949, cuando el Partido Comunista de China tomó el control
de la parte continental del país y el Kuomintang se retiró a la isla de Taiwán, lo que redujo el territorio de la República de China a solo
Taiwán, Hainan y las islas circundantes. Mao Zedong, presidente del Partido Comunista, proclamó la República Popular China el 1 de
octubre de 1949. Había dos nombres para la República Popular: China comunista y la China Roja. En 1950, el Ejército Popular de
Liberación arrebató Hainan a la República de China. También en 1950 invadió el Tíbet, derrotando al débil ejército tibetano, que en 1913
el Dalái Lama había declarado independiente. Durante los años 1950 fuerzas nacionalistas continuaron con la insurgencia en el oeste
del territorio chino.

Mao Zedong fomentó el crecimiento demográfico y la población casi se duplicó, pasando de 550 a más de 900 millones durante el
período de su liderazgo, que se extendió hasta 1976. Sin embargo, el plan económico y social a gran escala, conocido como el Gran
Salto Adelante, produjo una hambruna que se cobró la vida de 45 millones de personas. En la misma época, entre uno y dos millones
de líderes campesinos fueron ejecutados, acusados de estar «en contra de la revolución». En 1966, Mao y sus aliados lanzaron
la Revolución Cultural, que trajo consigo un periodo de recriminación política que perduró hasta su muerte. La Revolución Cultural,
motivada por las luchas de poder dentro del Partido Comunista y el temor a la Unión Soviética, condujo a una gran agitación en la
sociedad china. En octubre de 1971 la República Popular China reemplazó a la República de China en las Naciones Unidas, y ocupó su
lugar como miembro permanente del Consejo de Seguridad. Al año siguiente, en la cima de la división entre chinos y soviéticos, Mao
y Zhou Enlai se reunieron con Richard Nixon para establecer por primera vez relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.

Después de la muerte de Mao en 1976 y la detención de la Banda de los Cuatro —a quienes se les inculpó por los excesos de la
Revolución Cultural—, Deng Xiaoping tomó el poder e implementó una serie de reformas económicas. Posteriormente, el Partido
Comunista dejó de ejercer el control gubernamental sobre las vidas personales de los ciudadanos y las comunas se disolvieron en favor
del arrendamiento privado, lo que se tradujo en un aumento de incentivos y de la producción agrícola. Este giro en los acontecimientos
marcó la transición de una economía planificada a una economía mixta con un entorno de mercantil cada vez más abierto, un sistema
llamado «socialismo con características chinas». La República Popular China adoptó su actual constitución el 4 de diciembre de 1982.
En 1989, la violenta represión de las protestas estudiantiles en la Plaza Tian'anmen produjeron la condena y sanciones hacia el gobierno
chino por parte de varios países.

El presidente Jiang Zemin y el premier Zhu Rongji lideraron la nación en los años 1990. Bajo su administración, el buen funcionamiento
económico chino sacó a cerca de 150 millones de campesinos de la pobreza y mantuvo una tasa promedio de crecimiento del PIB anual
de 11,2%. El país se unió formalmente a la Organización Mundial de Comercio en 2001 y mantuvo su alto índice de crecimiento
económico bajo la presidencia de Hu Jintao en la primera década del siglo XXI. Sin embargo, el rápido desarrollo del país también ha
impactado negativamente en los recursos naturales y en el medio ambiente de su territorio, y causó importantes movimientos sociales.
Los estándares de vida han continuado su rápido progreso pese a la recesión de finales de los años 2000, pero el control político
centralizado permanece sin cambios.

En 2013, Xi Jinping y Li Keqiang asumieron el cargo de presidente y premier, respectivamente. Con ellos, se han iniciado una serie de
reformas de su economía, que en años recientes ha sufrido inestabilidades estructurales y una desaceleración en el crecimiento. La
administración de Xi también ha anunciado reformas en el sistema penitenciario y en la política de hijo único. El 14 de diciembre de 2013
China se convirtió en el tercer país, tras los Estados Unidos y la Unión Soviética, en realizar un alunizaje con la misión Chang'e 3 y
el robot Yutu.

Gobierno y política

La República Popular China es uno de los pocos estados socialistas que quedan en el mundo. Su forma de gobierno ha sido descrita
como comunista y socialista, pero también como autoritaria y corporativista, con fuertes restricciones en muchas áreas, más
notablemente respecto al libre acceso al Internet, la libertad de prensa, la libertad de reunión, el derecho a tener hijos, la libre formación
de organizaciones sociales y la libertad de culto. Sus líderes catalogan el sistema político y económico como «socialismo con
características chinas» —marxismo-leninismo adaptado a las circunstancias chinas— y «economía de mercado socialista»,
respectivamente.

El país es gobernado por el Partido Comunista de China (PCC), cuyo poder está consagrado en la constitución. La Constitución de la
República Popular China es la ley fundamental del Estado, y fue aprobada y puesta en vigor el 4 de diciembre de 1982. También
establece dos sistemas de administración: uno central y otro local. El Sistema de Administración Central —o Consejo de Estado—
comprende los órganos administrativos centrales que están bajo la Asamblea Popular Nacional, es decir, los departamentos o
ministerios. Por su parte, el Sistema de Administración Local rige a nivel provincial y distrital, e incluye los organismos correspondientes
a un gobierno local.

En comparación a los estándares políticos vigentes hasta mediados de los años 1970, la liberalización de China trajo consigo un sistema
administrativo menos restrictivo. China apoya el principio leninista de «centralismo democrático», pero la Asamblea Nacional Popular ha
sido descrita como un órgano con un poder considerable de iure, pero poco de facto. El actual presidente es Xi Jinping, quien también
es el secretario general del Partido Comunista de China, y el jefe de la Comisión Militar Central. El actual premier es Li Keqiang, quien
también es el segundo miembro más importante del Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista.

El sistema electoral es jerárquico, los miembros de las Asambleas Populares locales son elegidos por sufragio directo, mientras que en
los niveles más altos de los congresos locales y en la Asamblea Popular Nacional se celebran elecciones indirectas en las que participan
los miembros de la Asamblea Popular del nivel inferior inmediato. El sistema político está descentralizado, y los líderes provinciales y
sub-provinciales gozan de un grado importante de autonomía. Existen otros partidos políticos, conocidos como «partidos democráticos»,
los cuales participan en la Asamblea Popular Nacional y en la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC)

Ha habido pasos hacia la liberalización política, en donde se realicen elecciones abiertas en todas las villas y ciudades. Sin embargo, el
partido mantiene el control efectivo sobre los asuntos del gobierno: en ausencia de una oposición significativa, el PCC gana por defecto
la mayor parte de las votaciones. Entre los principales problemas se incluyen la creciente brecha entre los ricos y pobres y la corrupción.
Según una serie de encuestas de 2011 entre el 80 y 95 % de los ciudadanos chinos expresaron estar relativa o muy satisfechos con el
gobierno central.

Relaciones exteriores
China mantiene relaciones diplomáticas con 171 países y cuenta con embajadas en 162. Suecia fue la primera nación con quien
estableció relaciones el 9 de mayo de 1950. La República de China y otros países disputan su legitimidad, que lo convierte en el Estado
con reconocimiento limitado más grande y poblado del mundo. En 1971, reemplazó la representación internacional de la República de
China como el único representante de China frente a las Naciones Unidas y como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo
de Seguridad. Además, fue un antiguo miembro y líder del Movimiento de Países no Alineados y aún sigue defendiendo a los países en
vías de desarrollo.

Según la interpretación de la política de «Una sola China», Pekín ha hecho que sea una condición previa para el establecimiento de
relaciones diplomáticas con un país, que este reconozca su pretensión a Taiwán y rompa los vínculos oficiales con el gobierno de la
República de China. Los representantes de la República Popular China han protestado en numerosas ocasiones cuando otros gobiernos
celebran acuerdos diplomáticos con Taiwán, especialmente en el tema de las ventas de armamento. Las reuniones políticas entre
funcionarios extranjeros y el 14. º Dalái Lama también encuentran la oposición de la República Popular China, que considera que el
Tíbet es parte integral de ella.

Gran parte de su política exterior se fundamenta en los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica de Zhou Enlai: no injerencia en los
asuntos de otros Estados, no agresión, convivencia pacífica, igualdad y beneficios mutuos. También se rige por el concepto de «armonía
sin uniformidad», que ánima a las relaciones diplomáticas entre las naciones a pesar de las diferencias ideológicas. Esta política le ha
llevado a apoyar a los estados que se consideren peligrosos o de represión por Occidente, tales como Zimbabue, Corea del Norte e Irán.

Las relaciones exteriores con muchos países occidentales sufrieron durante un tiempo tras la represión militar en las protestas
de Tian'anmen de 1989, aunque en los últimos años China ha mejorado sus vínculos diplomáticos con Occidente. China mantiene una
relación económica y militar estrecha con Rusia, y a menudo ambos votan de la misma forma en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Además de su reclamación sobre la isla de Taiwán, China se encuentra envuelta en varias disputas territoriales internacionales. Desde
los años 1990, el gobierno comenzó las negociaciones para resolver los conflictos sobre sus fronteras terrestres, como la disputa
de Cachemira con India y su frontera sin definir con Bután. Además existen otras reclamaciones territoriales multilaterales acerca de su
soberanía sobre varias islas pequeñas en el mar de China Meridional y del Este, como las Islas Senkaku y el arrecife Scarborough. La
prospección de recursos en zonas reclamadas por otros países ha llevado a crisis como la ocurrida con Vietnam en 2014.

China es normalmente señalada como una nueva superpotencia emergente, al destacar que su rápido progreso económico, su poderío
militar en crecimiento, su enorme población y el incremento de su influencia internacional, son signos de que jugará un papel global
prominente en el siglo XXI. Otros, sin embargo, previenen que las burbujas financieras y el desajuste demográfico pueden enlentecer o
incluso detener el crecimiento de China a medida que el siglo progrese. Algunos autores también cuestionan la definición de
«superpotencia», y argumentan que su gran economía por sí sola no sería suficiente para calificarla como superpotencia, y hacen notar
que carece de la influencia militar y cultural de Estados Unidos.
Fuerzas armadas
Las Fuerzas Armadas de la República Popular China están compuestas por el Ejército Popular de Liberación que incluye las Fuerzas
Terrestres, la Armada, la Fuerza Aérea y una fuerza nuclear estratégica, el Segundo Cuerpo de Artillería. Con 2,3 millones de elementos
activos, el Ejército Popular de Liberación (EPL) es la fuerza militar más grande del mundo, comandada por la Comisión Militar
Central (CMC). De acuerdo al gobierno chino, el gasto en la milicia en 2012 sumó US$ 100 mil millones, el segundo presupuesto militar
más grande del mundo. Sin embargo, otras naciones como Estados Unidos alegan que China no informa su verdadero presupuesto
militar, que supuestamente es más alto que el presupuesto oficial.
El Ejército Popular de Liberación fue fundado el 1 de agosto de 1927 —lo que se puede ver reflejado en los caracteres chinos 八一 en
su insignia, que significan ‘ocho uno’, es decir, 1 de agosto— como la fuerza de combate del Partido Comunista en la Guerra Civil China,
bajo el nombre de Ejército Rojo (chino simplificado: 紅軍, pinyin: hóngjūn). Durante la Segunda Guerra Mundial se integró en el Ejército
Nacional Revolucionario para combatir la ocupación japonesa y, una vez ganada la guerra, tomó su denominación actual y prosiguió de
nuevo de forma independiente el enfrentamiento con los nacionalistas que fueron finalmente derrotados en 1949. Desde entonces ha
intervenido en varios conflictos tanto en territorio chino como fuera de este, como es el caso del Conflicto Sino-Vietnamita o las Protestas
de la Plaza de Tian'anmen de 1989. Hu Jintao estableció que los objetivos del Ejército Popular de Liberación eran la consolidación del
estatus de mando del Partido Comunista; ayudar a asegurar la soberanía, integridad territorial y seguridad doméstica en orden a
continuar el desarrollo, salvaguardar los intereses expansionistas de China y ayudar a mantener la paz mundial

Como un país que tiene armas nucleares reconocidas, China es considerada una potencia militar regional y una superpotencia militar
emergente. De acuerdo al informe de 2013 del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el ejército posee entre cincuenta y setenta
y cinco misiles de largo alcance nucleares, junto a otros de corto alcance. Sin embargo, comparado a los otros cuatro miembros
permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, China tiene una capacidad para realizar una guerra expedicionaria relativamente
limitada. Para remediar esto, ha desarrollado numerosos proyectos —su primer portaaviones entró en servicio en 2012—, y mantiene
una flota sustancial de submarinos, incluidos varios con poder nuclear y misiles balísticos. Además, China estableció una red de
relaciones militares con el extranjero a lo largo de las principales rutas marítimas.

Desde principios del siglo XXI, ha hecho importantes progresos para modernizar su fuerza aérea, como la compra del jet ruso Sukhoi
Su-30 y la fabricación de sus propias aeronaves, como el Chengdu J-10, y el Shenyang J-11, J-15 y J-16. Además se encuentra
desarrollando sus propios aviones furtivos y numerosos vehículos no tripulados. El ejército también desarrolló y adquirió múltiples
sistemas avanzados de misiles, incluidos un misil anti satélites, misiles de crucero y submarinos nucleares con ICBM

Problemas sociopolíticos y derechos humanos


El Movimiento Democrático de China, los activistas sociales y algunos miembros del PCC han reconocido la necesidad de reformas
políticas y sociales. Mientras que el control económico se ha relejado significativamente desde los años 1970, las libertades políticas
continúan muy restringidas. La constitución establece que los derechos fundamentales de los ciudadanos incluyen libertad de
expresión, libertad de imprenta, el derecho a un juicio justo, libertad de culto, sufragio universal y derecho de propiedad. Sin embargo,
en la práctica estos decretos no brindan protección significativa contra la persecución criminal por parte del Estado. La censura de los
discursos políticos y de la información, más notablemente en Internet, es utilizada de manera abierta y rutinaria para callar las críticas al
gobierno y el mandato del Partido Comunista. En 2013, Reporteros Sin Fronteras colocó a China en el puesto 173 de 179 países en
su Índice Anual de Libertad de Prensa Mundial.

Los habitantes del campo que migran a las ciudades frecuentemente son tratados como ciudadanos de segunda por el sistema de
registro hukou, el cual controla el acceso a los beneficios del estado. A menudo los derechos de propiedad son escasamente protegidos,
y los impuestos desproporcionados afectan a los ciudadanos más pobres. Sin embargo, desde principios de los años 2000 se abolieron
o redujeron varios impuestos agropecuarios, y se han incrementado el número de servicios sociales para los residentes de zonas rurales.

Algunos gobiernos extranjeros, ONG y agencias de noticias critican constantemente la desprotección de los derechos humanos en
China, al alegar múltiples violaciones a los derechos civiles como el encarcelamiento sin un juicio, confesiones
forzadas, tortura, extirpación forzada de órganos, restricciones a los derechos fundamentales, y el uso excesivo de la pena capital. El
gobierno suprime las manifestaciones de organizaciones que considera una «amenaza potencial para la estabilidad social», como fue
el caso de las protestas de la Plaza de Tian'anmen de 1989. Regularmente, el Estado chino es acusado de reprimir a gran escala y violar
los derechos humanos de ciudadanos uigures, tibetanos, practicantes de la disciplina espiritual de meditación Falun Gong o de
los cristianos en clandestinidad, incluyendo campañas de políticas violentas, traslados forzosos y restricciones a la libertad religiosa.

El gobierno ha respondido a las críticas internacionales argumentando que la noción de los derechos humanos debe tomar en cuenta el
actual nivel de desarrollo económico del país y el «derecho del pueblo a la subsistencia y desarrollo». También enfatiza el aumento en
la calidad de vida de la población, la tasa de alfabetización y la esperanza de vida desde los años 1970, así como las mejoras en la
seguridad laboral y los esfuerzos por combatir los desastres naturales como las inundaciones anuales del Yangtsé. Además, algunos
políticos chinos hablaron en apoyo a la democratización, aunque otros permanecen más conservadores al respecto. Se han hecho
múltiples intentos por lograr reformas importantes; por ejemplo, en noviembre de 2013 el gobierno anunció sus planes de abolir el muy
criticado programa de reeducación por el trabajo. Aunque durante el siglo XXI el gobierno chino se volvió más tolerante con las ONG
que ofrecen soluciones prácticas y eficientes a varios problemas sociales, las actividades de estas instituciones continúan siendo
fuertemente reguladas por el Estado.
Geografía
El territorio de la República Popular China se extiende en gran parte de Asia Oriental. Es el segundo país más
grande del mundo por área territorial, después de Rusia, y es el tercer o cuarto por área total, luego de Rusia, Canadá
y, dependiendo de la definición de área total, Estados Unidos. Usualmente se estima el área total de China en
alrededor de 9 600 000 km². Las cifras específicas varían de 9 572 900 km² de acuerdo a la Encyclopædia Británica,
a 9 596 961 km² según el Anuario Demográfico de la ONU, y 9 596 960 km² de acuerdo a The World Factbook
Con una longitud total de 22 457 km, China posee la frontera terrestre más larga del mundo. Se extiende desde la
desembocadura del río Yalu en la frontera con Corea del Norte, hasta el golfo de Tonkín en el límite con Vietnam.
China comparte fronteras con catorce naciones, más que ningún otro país, e iguala el número de vecinos de Rusia.
Limita con Vietnam, Laos y Birmania en el Sudeste Asiático; con India, Bután, Nepal y Pakistán en Asia del Sur;
con Afganistán, Tayikistán, Kirguistán y Kazajistán en Asia Central; y con Rusia, Mongolia y Corea del Norte en Asia
Oriental. Además, comparte fronteras marítimas con Corea del Sur, Japón, Vietnam, Filipinas y Taiwán.
El territorio de China se extiende entre las latitudes 18° y 54° N y las longitudes 73° y 135° E. El relieve varía
significativamente a lo largo de su extensión. En el este, a lo largo de las costas del mar Amarillo y el mar de China
Oriental, se encuentran las extensas llanuras aluviales densamente pobladas, mientras que más al norte, en los
bordes de la meseta de Mongolia Interior, predominan los amplios pastizales. Las colinas y las cordilleras bajas
cubren el sur de China, mientras que los deltas de los dos principales ríos chinos —el río Amarillo y el Yangtsé— se
ubican en la región centro-este. Otros ríos importantes incluyen el Xi, Mekong, Brahmaputra y Amur. Al oeste se
asientan las cordilleras grandes, más notablemente los Himalayas. Las mesetas altas abarcan los lugares más áridos
del norte, como los desiertos de Taklamakan y de Gobi. El punto más alto del mundo, el monte Everest (8848 msnm),
se encuentra en la frontera chino-nepalesa. El punto más bajo del país, y el tercero más bajo del mundo, es el lecho
lacustre seco del lago Ayding (-154 m) en la depresión de Turfán.

Clima
El clima de China está dominado en gran parte por la estación seca y los monzones, que provocan una pronunciada
diferencia de temperaturas entre el invierno y el verano. En invierno, los vientos del norte que provienen de latitudes
más altas son secos y fríos; en verano, los vientos del sur que provienen de las zonas costeras son cálidos y
húmedos. El clima varía de región a región debido a la compleja orografía del país, aunque se pueden diferenciar en
tres grandes zonas. La zona monzónica del este, en el que hay un clima húmedo; la zona seca del noroeste, donde
el clima es seco; y al sur, en la meseta del Tíbet, el clima es frío. El clima de las montañas se caracteriza por una
gran cantidad de lluvias, particularmente entre los 600 y los 2000 msnm, donde las precipitaciones suelen estar por
encima de los 1000 mm, aunque a partir de los 1000 msnm son en forma de nieve.
El oriente, la costa y el sur tienen un clima subtropical húmedo. Es un clima cálido dominado por los monzones y
ocasionalmente llegan vientos polares de la zona de Siberia. Las temperaturas oscilan entre los 15 y 30 °C y las
precipitaciones varían mucho: más de 1000 mm en el sur y menos de 500 mm en el norte. El clima
continental húmedo aparece en el noreste del país y en las zonas de transición entre el clima seco y el subtropical
húmedo; las precipitaciones son menos abundantes —entre 500 mm y 800 mm anuales—, y las temperaturas son
calurosas en verano y muy frías en invierno, por la influencia del anticiclón siberiano. En ocasiones llegan masas de
aire del clima subtropical húmedo que traen lluvias y temperaturas cálidas consigo.
Uno de los principales problemas ambientales en China es la continua expansión de sus desiertos, particularmente
el desierto de Gobi. Aunque las barreras de árboles sembradas desde los años 1970 redujeron la frecuencia de
las tormentas de arena, las sequías prolongadas, el agotamiento de los acuíferos con el descenso del nivel freático
continúan y provocan tormentas de polvo que invaden el norte de China cada primavera, y que en ocasiones se
esparcen a otras partes del Lejano Oriente, incluyendo Corea y Japón. De acuerdo al supervisor de medio ambiente
Sepa, China pierde un millón de acres (4000 km²) por año ante la desertificación. La calidad del agua, la erosión y el
descontrol de la contaminación se han convertido en problemas importantes que afectan las relaciones de China con
otros países. El derretimiento de los glaciares en los Himalayas podría llevar a una sequía que afectaría a cientos de
millones de personas.
Flora y fauna
China es uno de los diecisiete países mega diversos, y yace en dos de las ecorregiones más grandes del mundo:
el paleártico y la Indo malaya. Cuenta con más de 34 687 especies de anfibios, aves, mamíferos, reptiles y plantas
vasculares, el tercer país más biodiverso de la Tierra, solo después de Brasil y Colombia. De hecho, es hogar de al
menos 551 especies de mamíferos (el 3. º El mundo), 1221 especies de pájaros (8. °), 424 especies de reptiles (7. °)
y 333 especies de anfibios (7. °). De las especies endémicas de mamíferos del país, se destacan: el oso panda,
el mono de pelo dorado, el tigre del sur de China, el faisán morón, la grulla de cresta roja, el ibis nipón, el delfín blanco
de río (extinto) y el caimán chino.
Dentro de su territorio hay más de 32 000 especies de plantas vasculares y alberga una gran variedad de bosques.
Los bosques fríos de coníferas predominan en el norte y son el hábitat de animales como el alce, el oso negro
asiático y más de 120 especies de aves. En el sotobosque de coníferas húmedas se pueden encontrar los troncos
de bambú. El tejo y el enebro residen a mayores altitudes, donde el rododrendón sustituye al bambú. Los bosques
subtropicales, que predominan en el centro y sur, son el hogar de más de 146 000 especies de flora.
Las selvas tropicales y estacionales, aunque restringidas a Yunnan y Hainan, contienen a un cuarto de todas las
especies animales y vegetales halladas en el país. En China crecen más de 10 000 especies de hongos, de los
cuales, casi 6000 son hongos superiores. Otras especies de plantas importantes incluyen: metasecouya, el ciprés
chino, la cataya, el abeto chino, el alerce dorado, el pino taiwanés, el ciprés fujiano, la davidia, la guatapercha y
la campotecia.
La vida silvestre china comparte su hábitat y es presionada por la población de Homo sapiens más grande del mundo.
Al menos 840 especies animales se encuentran amenazadas, vulnerables o en peligro de extinción, principalmente
a causa de las actividades humanas como la destrucción de su hábitat, contaminación y obtención de alimentos,
pieles e ingredientes para la medicina tradicional. Las especies amenazadas están protegidas por la ley, y en 2005
existían más de 2349 áreas protegidas que abarcaban un área total de 149,95 millones ha, el 15 % del territorio
chino. El 11 de junio de 1992 el gobierno firmó el Convenio sobre la Diversidad Biológica de Río de Janeiro, y se
convirtió en miembro de la convención el 5 de enero de 1993. Posteriormente produjo el Plan Nacional de Acción y
Estrategia de Biodiversidad, que tras una revisión fue aceptado por la convención el 21 de septiembre de 2010.
Etnicidad
China reconoce oficialmente cincuenta y seis grupos étnicos, el más numeroso de estos es el han, que constituye el
91,51 % de la población total.7 Los han —el grupo étnico más grande del mundo— superan en número a las demás
etnias en todas las provincias, a excepción de Tíbet y Sinkiang. Según el censo de 2010, las minorías étnicas
representan el 8,49 % de la población. Las etnias minoritarias están repartidas principalmente por la zona oeste del
país, cada una tiene su propia historia y subtipos dentro de las mismas. Comparado con el censo de 2000, los han
crecieron un 5,74 %, es decir 66 537 177 habitantes, mientras que la población de las cincuenta y cinco minorías
combinadas creció un 6,92 %, es decir 7 362 627 habitantes. El censo de 2010 registró un total de 593 832
ciudadanos extranjeros viviendo en China. Los grupos más grandes provenían de Corea del Sur (120 750), Estados
Unidos (71 493) y Japón (66 159).

Idiomas
Los idiomas más hablados en el país pertenecen a la familia de lenguas sino-tibetanas, a menudo englobadas bajo
la denominación de «idioma chino». Este macro idioma está conformado por varios dialectos; los más hablados de
estos son: el mandarín —hablado por 70 % de la población—, el wu —incluido el shanghainés—, el yue —incluido
el cantonés y el toisanés—, el min —incluido el hokkien y el teochew—, el xiang, el gan y el hakka. Las minorías
étnicas utilizan ampliamente algunas lenguas no siníticas como el zhuang, el mongol, el tibetano, el uyghur,
el hmong y el coreano. El mandarín estándar, una variedad del mandarín basada en el dialecto de Pekín, es el idioma
oficial de China y es utilizado como lingua franca entre las personas con distinto contexto lingüístico.
El chino clásico fue la forma de escritura estándar durante miles de años y permitió la comunicación escrita entre
hablantes de los distintos idiomas y dialectos existentes en aquella época. El alfabeto vernacular chino, o baihua, es
la escritura estándar, basado en el dialecto mandarín y popularizado por las novelas de la época de la dinastía Ming.
A principios del siglo XX fue adoptado como el estándar nacional, con algunas modificaciones. El chino clásico aún
forma parte del plan de estudios de la escuela secundaria, por lo que los chinos aún saben utilizarlo hasta cierto nivel.
Desde su promulgación en 1956, los caracteres chinos simplificados se convirtieron en el alfabeto estándar oficial
usado para escribir el idioma chino en el territorio de China continental, sustituyendo el uso de los caracteres chinos
tradicionales
Religión
La constitución garantiza la libertad de culto, aunque las organizaciones religiosas que carecen de aprobación oficial
pueden ser sujetas a persecución del Estado. Las estadísticas sobre religión en China varían. Una encuesta de 2007
encontró que 31,4 % de los chinos mayores de 16 años tenían una religión, mientras que un estudio de 2006 hizo el
mismo hallazgo en un 46 %.
A través de milenios, la civilización china ha sido influenciada por varios movimientos religiosos. Las San Jiao —‘tres
doctrinas’ o ‘tres religiones’— de China son el confucionismo, el budismo y el taoísmo, que históricamente han tenido
un impacto importante en el desarrollo de la cultura china. El sincretismo de estos tres sistemas de creencias, a
menudo en forma de tradiciones religiosas populares, aún es un fenómeno común en China. Un estudio de 2008
realizado a aldeanos de seis provincias encontró que:
El 46,59 % afirmaron tener algún tipo de fe religiosa... pero más de dos tercios de los que se auto-proclamaron creyentes
religiosos (o 31,09% de todos los aldeanos de muestra) no pudieron identificar claramente su fe... Esta gente cree que hay
poderes sobrenaturales que dominan o influyen fuertemente en el destino de los seres humanos, y creen que sus destinos pueden
cambiarse al ofrecer sacrificios a los dioses o ancestros. Estas creencias y prácticas a menudo tienen sus raíces en las culturas
tradicionales chinas y las costumbres de las comunidades locales.
Una encuesta de 2007 hecha por Horizon Research Consultancy Group halló que los individuos que se identificaban
como budistas correspondían al 11-16 % de los adultos chinos, mientras que los cristianos comprendían cerca del 3-
4 % y los musulmanes aproximadamente el 1 %. Algunas de las minorías étnicas practican religiones étnicas propias
—el dongbaismo es la religión tradicional de los naxi, el moísmo de los zhuang y el ruísmo de los qiang—. La religión
tradicional nativa del Tíbet es el bön, aunque la mayoría de los tibetanos siguen el budismo tibetano, una forma
del Vajrayana.

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