En el contexto de la física, el término espacio-tiempo representa un patrón matemático, que mezcla el
espacio y el tiempo como dos conceptos que se encuentran totalmente inherentes. En este prolongado espacio temporal, es donde se desarrollan todos los eventos físicos del universo; esto según la teoría de la relatividad. Einstein fue quien formuló esta expresión de espacio-tiempo partiendo de su teoría de la relatividad especial, la cual plantea que el tiempo no puede separarse de las tres dimensiones espaciales, sino que como ellas, el tiempo depende del estado del movimiento del observador. Por naturaleza son dos observadores los que medirán tiempos distintos, para el intervalo entre dos sucesos, esta diferencia en los tiempos dependerá de la velocidad relativa entre los observadores. De igual manera, si se plantea la teoría de que el universo cuenta con tres dimensiones espacialesfísicas que se pueden observar, es común considerar al tiempo como la cuarta dimensión; quedando el espacio-tiempo como el espacio de cuatro dimensiones. Es importante resaltar que el espacio-tiempo presenta unas propiedades geométricas las cuales son: Métrica: esta propiedad simboliza el espacio-tiempo como un par (m, g), en donde “m” significa variedad diferenciable semiriemanniana y “g” es un tensor métrico. Contenido material del espacio tiempo: este se encuentra dado por el tensor energía-impulso, el cual se calcula de manera directa a partir de medidas geométricas procedentes del tensor métrico. Movimiento de las partículas: las partículas que se mueven por medio del espacio- tiempo seguirá una línea de mínima longitud en un espacio curvado. Homogeneidad, isotropía y grupos de simetría: algunos espacios-tiempo cuentan con grupos de isometría de dimensionalidad menor. Por otro lado, un espacio-tiempo es homogéneo cuando abarca un subgrupo homeoformo que influye en las coordenadas espaciales. Tendrá isotropía general cuando en uno de sus puntos exista un subgrupo de isometría. Topología: está relacionado con la estructura causal del mismo. Por ejemplo si en un espacio-tiempo existe una curva temporal cerrada, o si existen hipersuperficies de Cauchy o están presentes geodésicas incompletas. Finalmente en el espacio- tiempo empleado en relatividad especial se pueden mezclar ambos en un espacio de cuatro dimensiones, originando el llamado espacio-tiempo de Minkowski, Minkowskyaquí es donde se identifican tres dimensiones espaciales ordinarias y una dimensión temporal complementaria. Mayo 4, 2011: Einstein tuvo razón de nuevo. En efecto, existe un vórtice en el espacio–tiempo alrededor de la Tierra y su forma coincide precisamente con las predicciones de la teoría de la gravitación de Einstein. Estos hechos fueron confirmados por investigadores en una conferencia de prensa que tuvo lugar en la base de operaciones de la NASA, en la cual anunciaron los muy esperados resultados del satélite Gravity Probe B (Sonda de Gravedad B, en idioma español), o GP–B, por su sigla en idioma inglés. "El espacio–tiempo alrededor de la Tierra está siendo distorsionado exactamente como lo predice la relatividad general", dice el físico Francis Everitt, de la Universidad de Stanford, quien es investigador principal de la misión Gravity Probe B. Este es un resultado grandioso", agrega Clifford Will, de la Universidad de Washington, en St. Louis. Experto en las teorías de Einstein, Will preside un panel independiente del Consejo Nacional de Investigaciones, el cual fue creado por la NASA en 1998 con el fin de monitorizar y revisar los resultados de la Gravity Probe B. "Algún día", predice, "esto formará parte de los libros de texto como uno de los experimentos clásicos en la historia de la física". El tiempo y el espacio, según las teorías de la relatividad de Einstein, están entrelazados y forman un tejido de cuatro dimensiones que llamamos "espacio–tiempo". La masa de la Tierra crea una hendidura en este tejido, similar a lo que sucede cuando una persona pesada se sienta en el centro de una cama elástica. Según Einstein, la gravedad es simplemente el movimiento de los objetos que siguen las líneas curvas de la hendidura. Si la Tierra se mantuviese estacionaria, ese sería el final de la historia. Pero la Tierra no se mantiene estacionaria. Nuestro planeta gira en torno a sí mismo, y ese giro debería torcer levemente la hendidura, jalándola hasta formar un remolino en cuatro dimensiones. Esto es lo que GP–B fue a investigar en 2004. La idea que hay detrás del experimento es sencilla: Colocar un giroscopio en órbita alrededor de la Tierra, con el eje de giro apuntando hacia alguna estrella distante, para que sirva como punto de referencia fijo. Debido a que está libre de fuerzas externas, el eje del giroscopio debería continuar apuntando hacia la estrella por siempre. Pero si el espacio está torcido, la dirección en la que apunta el eje del giroscopio debería cambiar con el paso del tiempo. Al registrar este cambio de dirección relativo a la estrella, sería posible medir las torceduras del espacio–tiempo. Sin embargo, en la práctica, el experimento es absolutamente difícil de realizar. Los cuatro giroscopios que se encuentran ubicados a bordo de la GP–B son las esferas más perfectas creadas por el hombre. Estas esferas de cuarzo y silicio fundidos miden 3,8 centímetros (1,5 pulgadas) de diámetro (el tamaño de una pelota de ping-pong) y nunca se desvían de ser esferas perfectas en más de 40 capas de átomos. Si los giroscopios no fuesen tan esféricos, sus ejes de giro se tambalearían incluso sin la intervención de los efectos de la relatividad. Según ciertos cálculos, la torsión del espacio–tiempo alrededor de la Tierra debería hacer que los ejes de los giroscopios cambien apenas 0,041 segundos de arco al año. Un segundo de arco es la 1/3600va parte de un grado. Para poder medir este ángulo correctamente, la GP–B necesitaba contar con una fantástica precisión de 0,0005 segundos de arco. Esto es tan difícil como medir el grosor de una hoja de papel vista de costado desde una distancia de casi 161 kilómetros (100 millas). "Los investigadores a cargo de la GP–B tuvieron que inventar tecnologías completamente nuevas para hacer que esto sea posible", agrega Will. Ellos desarrollaron un satélite "libre de arrastre" que pudiese rozar las capas externas de la atmósfera de la Tierra sin perturbar a los giroscopios. Resolvieron el problema de impedir que el campo magnético de la Tierra penetre en el interior de la nave. Asimismo, inventaron un aparato capaz de medir el giro de un giroscopio sin tocarlo. Si desea obtener más información acerca de estas tecnologías, puede consultar la historia de Ciencia@NASA: "Un rincón donde todo es (casi) perfecto". Realizar el experimento era un desafío excepcional. Pero después de un año de captura de datos y de casi cinco años de análisis, los investigadores de la GP–B parecen haberlo conseguido. "Medimos una precesión geodésica de 6,600 más o menos 0,017 segundos de arco y un efecto de arrastre de marco de 0,039 más o menos 0,007 segundos de arco", informa Everitt. Para los lectores que no son expertos en relatividad: La precesión geodésica es el bamboleo producido por la masa estática de la Tierra (la hendidura en el espacio-tiempo) y el efecto de arrastre de marco es el bamboleo debido al giro de la Tierra (la torcedura del espacio–tiempo). Ambos valores coinciden precisamente con las predicciones de Einstein. "En la opinión del comité que presido, este esfuerzo fue verdaderamente heroico. Nos hemos quedado boquiabiertos", dice Will. Los resultados de la Gravity Probe B han dado a los físicos una renovada confianza en que las extrañas predicciones de la teoría de Einstein son, en verdad, correctas, y en que estas predicciones pueden por lo tanto ser aplicadas en otros casos. El tipo de vórtice de espacio–tiempo que existe alrededor de la Tierra es duplicado y ampliado en otros lugares del cosmos, como por ejemplo alrededor de masivas estrellas de neutrones, agujeros negros y núcleos activos de galaxias. "Si uno intentara hacer girar un giroscopio en la severamente torcida región del espacio–tiempo alrededor de un agujero negro", dice Will, "no realizaría una precesión suavemente por una fracción de un grado. Se tambalearía de manera violenta e incluso podría voltearse". En sistemas binarios de agujeros negros, esto es, donde un agujero negro orbita a otro, los agujeros negros mismos se encuentran girando y por lo tanto se comportan como giroscopios. ¡Imagínese un sistema de agujeros negros orbitándose mutuamente, tambaleándose de manera continua e incluso volteándose! Ese es el tipo de cosas que la relatividad general predice y que la GP–B confirma que en verdad pueden ocurrir. El legado científico de la GP-B no se limita a la relatividad general.