Vous êtes sur la page 1sur 4

RENTAS IMPIUTADAS EN LA LEY PERUANA DEL IMPUESTO A

LA RENTA.
INTRODUCCION. -
El tratamiento de las rentas imputadas ha suscitado desde siempre una gran
preocupación, ya que en su configuración legal se recurre a incidir fiscalmente sobre
hechos que en esencia no se condicen con una manifestación de riqueza real y
efectiva.
En ese sentido, no es extraño que tradicionalmente se haya vinculado el uso de
ficciones y presunciones legales a fin de establecer este tipo de rentas, situación
que ha llevado a denominarlas también como rentas fictas o presuntas.
Sin embargo, el uso es cada vez más generalizado por el legislador de ficciones y
presunciones en el ámbito del impuesto a la renta a fin de imputar rentas sobre la
base de hechos inexistentes, vulnerando de este modo el principio de capacidad
contributiva, tutelado constitucionalmente.
EL REGIMEN DE LAS RENTAS IMPUTADAS:
El inciso d) del artículo N° 1 de la Ley, prescribe únicamente que se encuentran
gravadas con el impuesto las rentas imputadas, incluyendo las de goce y
disfrute, establecidas por esta ley
Al respecto, se constata que, en estos casos, el legislador ha establecido como
rentas imputadas el uso o disfrute de determinados bienes que son cedidos
gratuitamente.
Así, en ese sentido, el inciso a) del artículo 23° de la ley establece como regla
general en el caso de rentas de primera categoría una renta sobre la técnica de
presunción absoluta al señalar que se presume de pleno derecho que la merced
conductiva derivada del arrendamiento de predios no podrá ser inferior al 6% del
valor del predio.
Por ello es usual que la renta imputada a través de una ficción, se le denomine renta
ficta.
En igual sentido, el inciso d) del artículo 23 de la ley establece que se presume, sin
admitir prueba en contrario, que la cesión de bienes muebles cuya depreciación es
admitida, efectuada por personas naturales a contribuyentes generadores de rentas
de tercera categoría que se realice a título gratuito, a precio no determinado o a un
precio inferior a las costumbres de la plaza, generara una renta bruta anual no menor
al 8% del valor de adquisición de dichos bienes.
Por su parte, el articulo 26°de la ley establece una renta mínima presunta en el caso
de los préstamos que dependen de la moneda en que se hayan celebrado aun
cuando no se hubiera fijado el tipo de interés, se hubiera estipulado que el préstamo
no devengara intereses, o se hubiera convenido el pago de un interés menor. No
obstante que dicha presunción, que en la medida admite prueba en contrario
mediante la presentación de los libros de contabilidad del deudor.

QUE GRAVA EL IMPUESTO A LA RENTA EN EL PERU

Con un mejor criterio el artículo 1° de la Ley vigente se estructura en función a


las Teorías del Concepto de Renta que hemos revisado. El literal a) incluye la
teoría de la renta producto como una definición genérica, aunque más adelante
precisa que dicha definición incluye conceptos como:
 las regalías
 la venta habitual, etc.
Los literales b) y c) contienen la teoría del flujo de riquezas, pero haciendo una
mención expresa a las ganancias de capital como una forma especial de
obtención de renta. Finalmente, el literal d) al referirse a las rentas imputadas
introduce la teoría del incremento patrimonial más consumo.
Cabe precisar que las rentas imputadas, las regalías y los supuestos a que se
refieren los numerales 1) y 2) del presente artículo estarán afectos aun cuando
no provengan de actividad habitual.
El artículo 2° de la ley del impuesto a la renta se refiere a las ganancias de
capital, e indica que se entiende por bienes de capital, entre las operaciones que
generan ganancias de capital, de acuerdo a esta ley, se encuentran:
a) La enajenación, redención o rescate, según sea el caso, de acciones y
participaciones representativas del capital, acciones de inversión,
certificados, títulos, bonos y papeles comerciales, valores representativos
de cédulas hipotecarias, obligaciones al portador u otros valores al
portador y otros valores mobiliarios.
b) La enajenación de:
1) Bienes adquiridos en pago de operaciones habituales o para cancelar
créditos provenientes de las mismas.
2) ……..
No constituye ganancia de capital gravable por esta Ley, el resultado de la
enajenación de los siguientes bienes, efectuada por una persona natural,
sucesión indivisa o sociedad conyugal que optó por tributar como tal, que
no genere rentas de tercera categoría
i) Inmuebles ocupados como casa habitación del enajenante.

ii) Bienes muebles, distintos a los señalados en el inciso a) de este


artículo.

La definición de bien de capital incluye a todo bien que no pertenezca al


giro del negocio o empresa. Esta concepción del bien de capital es bastante
amplia, de tal manera que en principio se refiere a cualquier tipo de bien pero
además dicho bien puede ser de propiedad de una persona natural o
jurídica. No obstante, el numeral 4) se refiere a bienes de cualquier
naturaleza que constituyan activos de empresas o personas jurídicas, sin
precisar si se trata de activo corriente o activo fijo.
Sin embargo, debemos concordar dicho numeral con el enunciado inicial que
precisa que, para que sea ganancia de capital, no debe pertenecer al giro del
negocio o empresa. Esto último no está libre de dificultades.
El tercer párrafo excluye como bienes de capital a la casa habitación y a los
bienes muebles distintos a valores mobiliarios, de propiedad de
personas (no jurídicas) que no tengan negocio. En el caso de una persona
natural con negocio, la venta del local en que realiza sus actividades será
considerada ganancia de capital gravada y tributará como empresa. Sin
embargo, si dicho local lo ocupa parcialmente como casa habitación, no será
ganancia de capital.
Artículo 3º.- Los ingresos provenientes de terceros que se encuentran
gravados por esta ley, cualquiera sea su denominación, especie o forma de
pago son los siguientes:

a) Las indemnizaciones en favor de empresas por seguros de su personal y


aquéllas que no impliquen la reparación de un daño, así como las sumas a
que se refiere el inciso g) del Artículo 24º.

b) Las indemnizaciones destinadas a reponer, total o parcialmente, un bien


del activo de la empresa, en la parte en que excedan del costo computable
de ese bien, salvo que se cumplan las condiciones para alcanzar la
inafectación total de esos importes que disponga el Reglamento .
En el literal a) se precisa que sólo será ingreso gravable el monto que no se
destine a reparar el daño. En tal sentido, no se considera ingreso gravable
la parte de la indemnización que se otorgue por daños emergentes.
En cuanto al literal b) el Reglamento establece las condiciones para que dicho
ingreso no sea gravado, siendo el plazo para la reposición del activo de 18
meses, salvo que SUNAT autorice un plazo mayor.
El último párrafo del artículo 3° se refiere a la obtención de ganancias por la
empresa en el devenir de su actividad en relaciones con otros
particulares, incluyendo los ingresos por actividades eventuales,
accidentales y la proveniente de transferencias a título gratuito que realice un
particular a su favor.
El artículo 4° contiene las reglas para establecer cuándo existe
habitualidad por la venta de acciones, participaciones y valores. Nótese
que con la antigua norma sólo se regulaba esta situación para personas
naturales, pero ahora se aplica a otros sujetos que no son personas jurídicas.
Asimismo, ya no hace falta regular la habitualidad para inmuebles en vista
que se ha incorporado la figura de la ganancia de capital
Cabe precisar que no son computables para determinar la habitualidad las
acciones y participaciones recibidas de la capitalización de la
reexpresión como consecuencia del ajuste por inflación.
El artículo 5° de la Ley establece que las enajenaciones afectas a dicho
impuesto son las realizadas a título oneroso por lo que no se deberían
considerar como operaciones gravadas las herencias y legados
(transferencia por causa de muerte). De la norma reseñada podría inferirse
que si una persona natural vende un bien mueble que recibió como parte de
una herencia, no debería estar gravado por dicha venta ya que adquirió dicho
bien por una eventualidad y a título gratuito. No obstante, el Reglamento
señala que las enajenaciones de bienes distintos a los títulos señalados
en el inciso a) del artículo 2° de la Ley, que hayan sido adquiridos por
causa de muerte, sí serán computables a efectos del Impuesto a la Renta,
salvo que se trate de inmuebles ocupados como casa habitación.

Vous aimerez peut-être aussi