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RESUMEN Y RECOMENDACIONES
La “sombra” son todos aquellos aspectos de nosotros mismos que rechazamos, consciente o inconsciente-
mente. Se trata de una parte que hemos repudiada por la educación recibida, o bien porque la tememos, o
incluso porque no es socialmente aceptable. El caso es que esa parte de nosotros permanece oculta y ente-
rrada en ocasiones en niveles muy profundos de nuestro interior. L a sombra en su mayor parte se compone
de deseos reprimidos e impulsos inaceptables que hemos excluido de nuestra propia auto imagen, es decir
de cómo nos vemos a nosotros mismos. Estas motivaciones son percibidas como indeseables para nuestro
“ideal” de lo que somos o, más bien, de lo que “creemos” que somos.
Para mantener oculta dicha parte, necesitamos emplear gran cantidad de energía: no queremos oírla, la
tememos, y por eso la amordazamos. Nos sentimos amenazados por su existencia y por eso tratamos de
ocultarla. Creemos que pone en peligro el ser amados por los demás y queremos que permanezca oculta a
toda costa. Y cuanto más la empujamos hacia las profundidades, mayor es el riesgo de que, aprovechando la
mínima ocasión, aparezca de forma abrupta y exagerada.
Sin embargo, cuando damos voz a nuestra sombra, cuando la reconocemos y aceptamos como una parte de
nosotros mismos, cuando canalizamos de forma adecuada su expresión e interpretamos el mensaje que nos
trae, de forma paulatina va perdiendo virulencia y se produce la integración. Es por ello que el primer paso
es reconocerla y acercarnos a ella, permitirla que se exprese. Dejar de luchar por ocultarla.
INSTRUCCIONES:
Tras facilitar una relajación a nuestro paciente, comenzamos a hacerle diferentes preguntas que éste respon-
derá con los ojos cerrados. Se le indica que intente contestarlas de forma sincera y profunda, para reconocer,
aceptar e indagar en tu sombra.
Se le señala asimismo, que debe permanecer atento a las emociones que surgen al responder cada cuestión,
y en cómo se reflejan en tu cuerpo, dedicando un tiempo a permanecer presente en estos sentimientos, así
como respirarlos y abrirles espacio para que puedan transformarse.
• ¿Cuáles son los aspectos más halagadores de tu ego social, aquellos que te gustaría que los demás
reconociesen?
• ¿Cuáles son las cualidades o rasgos contrarios que has tenido que rechazar para ponerlos de manifiesto?
Investiga qué ocurre cuando haces tuyos los diversos aspectos de tu sombra. Puedes decirte a ti mismo por
ejemplo: “reconozco mi parte agresiva, mi parte egoísta, mi parte malhumorada…”
• ¿Qué tema(s) de conversación o de discusión tiendo a evitar en mis conversaciones? ¿Hay algún tema
que realmente me incomoda tratar, alguna cuestión “tabú” para mí?
4.- Autodescalificaciones:
Investiga ahora las veces en las que no te sientes a la altura de la situación. Es decir, que no te consideras lo
bastante competente, preparado, inteligente, capacitado…
5.- Proyecciones:
El mecanismo de la proyección consiste en observar en otras personas, los propios aspectos no reconocidos
ni integrados.
• Observa tus relaciones de trabajo, de familia o las que tendrías con cualquier otro grupo social, ¿hay
alguna persona hacia la cuál experimentas rechazo, rabia o incluso odio, sin que ella te haya hecho
daño alguno?
8.- Reconocimiento:
Aunque a priori parezca una contradicción, otra pista de cuáles son nuestras sombras aparece cuando ob-
servamos nuestra reacción ante el reconocimiento o las alabanzas.
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