Mi experiencia con Dios: El Estudio de hoy se titula

Andando con Dios

Trate usted de imaginarse el corazón de Nuestro Padre Dios, quien

ama su Creación, cuando hizo a Adan la pregunta amorosa: ¿Dónde
estás tú? (Gn. 3:9). Dios sabía que algo había ocurrido en la relación
de amor. Cuando Adán y Eva no estuvieron allí, algo andaba mal.

Cuando nuestra relación con Dios es como debe ser, siempre

estaremos en comunión con El.

Tome un Tiempo de quietud con Dios

Si cada día tengo una cita con Dios. Que ocurre cuando el Dios que
me ama viene a encontrarse conmigo y no estoy allí ¿Dónde estás?
Pregunta Él.
Amados Observamos ese tiempo a solas con Dios, no para tener
una relación con El, sino debido a que ya la tengo. En razón de que
tengo con el Señor una relación de amor, quiero encontrarme con Él
en mi tiempo de quietud. Quiero pasar tiempo junto a El. El tiempo
que paso con El enriquece y profundiza mi relación con El.

Tienes lucha para separar un tiempo y estar a solas con Dios. Si ese
es el problema, permítame sugerirle algo. Establezca como primera
prioridad en su vida llegar a amarle con todo su corazón.

El apóstol Pablo dijo en 2Co. 5:14, que era el amor de Cristo lo que
lo impulsaba

Le hago una pregunta ¿Cuál es la razón principal por la que

usted sale e invierte tiempo para estar con la persona que
ama?
Porque quiere saber conocer sus gustos?.
Porque quiere saber sobre sus pariente o familiares? su educación
o cultura?. o Porque la quiere y le encanta estar con esa persona?.
Toda esa información se descubre pasando tiempo juntos.

Así pasa con Dios. Usted llegara a conocerle al experimentar su

amor, aprenderá a amarle, sobre todo porque no vamos a encontrar,
dificultades de relación, como ocurre entre las personas. Entonces
crecerá el deseo de estar a solas con Él porque lo amamos y
disfrutamos de su compañerismo.
Amigos: Pongámonos una Tarea
Adán y Eva andaban con Dios al aire del día. Noé, Enoc,
Abraham, Moisés, David y muchos otros siervos de Dios, y aún
Nuestro Señor Jesucristo siendo Dios, anduvieron con el Padre.

Separemos por lo menos media hora para andar con Dios. Si

su vecindario, condición física y el tiempo lo permite,
busquemos un lugar para caminar al aire libre. Usemos este
tiempo para salir de la rutina. Tal vez queramos planear una
salida especial tan solo para estar a solas con Dios. Un parque,
un camino…una calle tranquila, un lugar en el patio de la casa,
todos debemos tener algún sitio.

Si el lugar lo permite, podemos hablarle en voz alta. Enfocar

nuestros pensamientos en el amor de nuestro Padre celestial.
Alabarle por su amor y misericordia. Agradecerle por las
expresiones de su amor. Pase un tiempo adorándole y
alabándole.
Y finalizado el ejercicio, pregúntese:
1. ¿Cómo me sentí al andar y hablar con Dios?
2. ¿Qué aspecto de ese momento de relación de amor con Dios
me llamo la atención?
3. Si fue un tiempo difícil o de inquietud emocional, ¿Por qué lo
fue?
4. ¿Qué cosa fue especialmente significativa o gozosa?

AHORA REPITA CONMIGO: el verso para memorizar de esta

semana, que se encuentra en Marcos 22.37-38 “Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, 8 Este
es el grande y el primer mandamiento.”

En resumen
Cuando mi relación es lo que debe ser,
siempre estaré en comunión con el Padre.
Hare la primera prioridad de mi vida el
llegar a amarle con todo mi corazón.
Tendré mi tiempo de quietud debido a que le
conozco y le amo, no para aprender más
acerca de El, sino para estrechar más esa
amistad, esa hermosa relación de amor.