Vous êtes sur la page 1sur 36

EL SILENCIO Y EL GRITO

EL BUDISMO Y LOS PROFETAS DE ISRAEL

José Ignacio González Faus

Introducción ...................................................................................................................3
1  El Silencio (Textos budistas) ...............................................................................5
2  El Grito (Textos de los profetas) .....................................................................19
Conclusiones .....................................................................................................................27
Notas ......................................................................................................................................30
Cuestiones para la reflexión ....................................................................................32
Y en Tus silencios labras
el Grito que sostengo
y el Silencio que soy.
Pere Casaldáliga

Buda medita, Jesús grita.


Johann Baptist Metz

José Ignacio González Faus. Jesuita. Miembro del Área Teológica de Cristianisme i
Justícia. Entre sus obras, cabe destacar La humanidad nueva. Ensayo de cristología
(10ª ed. 2016); Acceso a Jesús (9ª ed. 2000) o Proyecto de hermano, Visión creyente
del hombre (3ª ed. 2000). Sus últimos libros son: El rostro humano de Dios (3ª ed.
2015), Otro mundo es posible… desde Jesús (2009), Herejías del catolicismo actual
(2013) y Confío. Comentario al Credo cristiano (2014). Escribe habitualmente en La
Vanguardia. Es autor de numerosos cuadernos de Cristianisme i Justícia.

Edita: Cristianisme i Justícia Roger de Llúria, 13 - 08010 Barcelona


Tel.: 93 317 23 38 - E-mail: info@fespinal.com - www.cristianismeijusticia.net
Imprime: Ediciones Rondas S.L. - Depósito Legal: B 6960-2018
ISBN: 978-84-9730-414-6 - ISSN: 0214-6509 - ISSN (virtual): 2014-6574
Impreso en papel y cartulina ecológicos - Dibujo de la portada: Roger Torres
Edición: Santi Torres Rocaginé - Maquetación: Pilar Rubio Tugas - Marzo 2018

Protección de datos: La Fundación Lluís Espinal le comunica que sus datos están registrados en un fichero
de nombre BDGACIJ, titularidad de la Fundación Lluís Espinal. Sólo se usan para la gestión del servicio
que le ofrecemos, y para mantenerlo informado de nuestras actividades. Puede ejercitar sus derechos de
acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a c/ Roger de Llúria 13, Barcelona.
INTRODUCCIÓN

Es conocida la tesis de Karl Jaspers de que hace ya más de veinticinco


siglos se produjo en la historia una «era axial», que produjo un giro
decisivo en la historia de la humanidad, donde nace «lo humano» tal
como lo conocemos hoy. Allí aparecen a la vez fenómenos tan dispa-
res como el budismo en el lejano Oriente y los profetas de Israel en
nuestro Oriente medio.

Ese supuesto «nacimiento de lo hu- Qué dolor


mano» aparece cuestionado hoy en
un mundo tan cruel como el nuestro: El budismo aparece como «una here-
ese mundo de Siria, de México, de jía del hinduismo» que, de tanto negar
Lesbos, del Sudán, de nuestras crueles realidad a todo lo existente (salvo a la
leyes llamadas de «reforma» laboral, conciencia profunda de «no-dualidad»
del terrorismo, los racismos nortea- entre Dios y yo), parece negar o des-
mericanos, la inaudita crueldad del conocer la realidad del sufrimiento.
narcotráfico o la trata de blancas, y un Buda, en cambio, comienza su ense-
sistema económico tan eficaz como ñanza a partir del reconocimiento del
asesino. Parece que estemos asistiendo dolor. Pero ¿qué dolor?
a otro giro en el que se instala en nues- Buda da la sensación de conocer un
tra historia «lo inhumano». ¿Podemos mundo relativamente soportable y pa-
hablar de «la mentira del yo» cuando cificado, donde casi sólo parece digno
la brutalidad del dolor (en la tortura, en de consideración el sufrimiento que el
un cáncer de huesos, en las quemadu- hombre se inflige a sí mismo y no tanto
ras de segundo o tercer grado…) mues- el sufrimiento que causa a los demás,
tra que hay allí algo demasiado real? El y los verdugos a las víctimas. La com-
sujeto que sufre no es una apariencia pasión (una categoría fundamental del
ni una mentira. budismo), parece más orientada hacia
Este es el origen de las reflexiones el hombre en general que hacia las
que siguen. víctimas incontables de nuestra histo-
3
ria. En los textos budistas están mucho remías y de Oseas, o el 16 de Ezequiel,
más presentes «el envejecimiento, la que se atreven a comparar a Dios con
enfermedad y la muerte» que la opre- el esposo traicionado por una esposa
sión, el maltrato o el asesinato.1 amada, pero adúltera o prostituida.
Muchos afirman que eso mismo ha Esa metáfora sexual no brota sólo
ocurrido poco a poco en el cristianismo, del dato, destacado por algún autor, de
que ha pasado de la clara concentración la sexualidad como sede del honor en
bíblica en el dolor, a una centralidad del los pueblos semitas. Más importante es
pecado.2 Otros responden que el peca- que la sexualidad implica una relación
do es precisamente la causa del dolor previa de igualdad entre el ofendido y el
(como también el deseo que combate ofensor. Como mera creatura el hombre
Buda es causa no sólo del sufrimiento no podría ofender a Dios ni aunque qui-
propio sino del ajeno). No obstante, la siera: la piedra que lanza contra al cielo
capacidad de atención del hombre es li- no puede llegar hasta el cielo, y puede
mitada, y la fijación en uno de los dos caerle a él en la cabeza. Pero cuando
polos de la realidad, lleva fácilmente Dios se pone a la altura del ser huma-
a descuidar al otro. En este contexto, no, cuando le desposa y le promete fi-
nuestra reflexión puede volverse hacia delidad, entonces el mal que el hombre
los profetas de Israel, aparecidos tam- causa a sus semejantes no le hace daño
bién en aquella «era axial». sólo a él, sino al mismo Dios: la ética
pasa a ser mística y la ignorancia pasa
a ser infidelidad. En los oráculos de los
De la enseñanza a la indignación profetas Dios emplea un lenguaje muy
distinto cuando se dirige a su pueblo y
Los textos de esos profetas surgen de cuando habla «contra las naciones». En
una auténtica experiencia mística ante ambos hay amenaza, pero sólo en los
la existencia de victimarios y víctimas. primeros hay queja.
Esa experiencia hace brotar un senti- Este cuaderno intenta comparar tex-
miento que el budismo parece no co- tos de La enseñanza de Buda y textos
nocer: la indignación. Y, como ahora sociales de los profetas (culminando
veremos, no se trata de la mera indig- en Jesús como «más que profeta»). Esa
nación ética ante lo que no debe ser, comparación justifica parcialmente, y a
sino más bien de una indignación por la vez reorienta, la ya tópica calificación
el sufrimiento causado ¡a Dios! Eso de Budismo como sabiduría y Cris-
es lo que provoca la ira del profeta y tianismo como amor. El amor no está
se refleja en las quejas de Dios por la ausente en el budismo (recordemos la
infidelidad de su pueblo: cuando habla clásica karunâ: compasión, antes evo-
sólo el profeta su tono es de denuncia cada); tampoco falta la sabiduría en los
y acusación; pero cuando habla Dios el textos bíblicos (donde abunda el lengua-
tono es de queja o enseñanza: «pueblo je sobre la «luz» y la sabiduría). Pero las
mío ¿qué te hice?» (Miqueas 6,3); «el duras diatribas contra los ricos y el dolor
asno conoce a su dueño pero mi pueblo irritado contra los que impiden hacer el
no me reconoce a mi» (cf. Is 1,3); más bien en el día sagrado (Mc 3,1-6), van
la repetida queja del capítulo 2 de Je- más allá de ese lenguaje.
4
1  EL SILENCIO (TEXTOS BUDISTAS)

Haremos una comparación de textos, comentando más los budistas


porque nos son menos conocidos.3 La sistematización por materias es
mía para facilitar una visión más sintética.

1.1  Crisis-cambio de Buda 1.1.1  El camino (Dhammapada:


«el pie en la verdad»)
El lujo de la corte, este cuerpo sano,
esta juventud que todos admiran, a 1. El resentimiento no se calma con
fin de cuentas ¿qué sentido tienen el resentimiento. Sólo con un
para mí? El hombre enferma y, con amor paciente deja de existir. Esta
el tiempo, envejece. La muerte es es una verdad constante.
ineludible. La juventud, y la existen- 2. Hay quienes lamentan su necedad.
cia ¿qué significado pueden tener? Este ya no es necio. Más necio es
Vivir es estar en busca de algo. Sin aquél que sin conocerse a sí mis-
embargo, en la misma búsqueda hay mo, dice ser inteligente.
quienes buscan algo erróneo mien- 3. No el que vence a miles de ene-
tras que otros buscan lo verdadero. migos en la batalla, sino el que se
El que va en pos de lo erróneo es aquel vence a sí mismo es el verdadero
que desea no envejecer, no enfermar vencedor…
y no morir, siendo éstos hechos in- 4. Difícil es nacer como hombre.
eludibles. La verdadera búsqueda es Difícil es vivir como un mortal.
reconocer el error y buscar lo que está Difícil es escuchar la verdad subli-
libre de los sufrimientos humanos…, me, difícil es alcanzar el estado de
más allá de la idea de la vejez, la en- Buda… (En la p. 0, como pórtico,
fermedad y la muerte (p. 5). del libro que comentamos).

En total: muerte, vejez, enfermedad De entrada, se percibe que ese camino


aparecen como punto de partida. es algo muy difícil que requiere control
5
sobre uno mismo, lucidez ante la pro- seo, y de ahí a la palabra y la obra; y
pia nada y amor paciente. Algo muy luego se amplía en la segunda parte,
distinto de las versiones facilitonas del pero en orden inverso (de ahí el gráfico
budismo que corren por Occidente. en que los presento: 1,2,3,4 - 4,3,2,1).
Más adelante se habla más extensa-
mente de esos ocho caminos (pp.  66-
1.1.2  Las cuatro nobles verdades 67); y allí encontramos otros cuatro
puntos que parecen desarrollar más esa
1. La verdad del sufrimiento. La vida actitud de la visión y concentración co-
que no es libre de los apegos y de- rrectas (que engloban el deseo, la pala-
seos es siempre sufrimiento. bra y la obra). Aunque repiten algo ya
(Notemos que no explicita el su- dicho, nos acercan a una categoría muy
frimiento infringido a otros que es fundamental del budismo que pode-
casi el más frecuente). mos calificar como «plena atención»:
2. La verdad de la causa del sufri-
miento. Ese sufrimiento nace de • Considerar que el cuerpo es im-
los deseos humanos… basados en puro y no sentir apego por él. [El
un intenso apego por la vida, que neoplatonismo occidental diría al-
ambicionan todo lo que ven y oyen. go semejante].
3. La verdad de la terminación del • Considerar que todos los senti-
sufrimiento. Si destruimos las raí- mientos son las causas de los su-
ces de esos deseos y nos libramos frimientos. Considerar que el alma
de todos los apegos, terminaran nunca se detiene y es siempre mu-
los sufrimientos. dable eternamente.
4. La verdad del camino para termi- • Considerar que todo existe como
nar con el sufrimiento: efecto de unas causas y unas con-
diciones; por ello todo cambia
Visión correcta eternamente (p. 168).
Aspiraciones correctas
Palabras correctas Históricamente, esta actitud de
Conducta correcta atención plena (mindfulness) se faci-
Vida correcta litó con la aparición del budismo-zen
Esfuerzo correcto en Japón. La práctica zen de dejar la
Conciencia correcta mente en blanco con ayuda de la respi-
Concentración correcta ración, es enormemente pacificadora y
ayuda a entender que uno puede estar
La iluminación y el estado libre de tanto más relajado cuanto más vacío
sufrimiento se alcanza tan sólo con el esté de sí mismo.
cumplimiento de esos ocho caminos Esas consideraciones van acompa-
(p. 39). ñadas en nuestro texto por otras reco-
mendaciones ascéticas, con muchos
En esa lista de ocho caminos parece paralelos en la ascética cristiana, y
haber una concatenación que iría de que intentan dar al alma cuatro rostros
modo de mirar («pensamiento») al de- fundamentales: «misericordia, amor,
6
alegría y ecuanimidad»  (p. 172). De un paralelismo con la experiencia de
esos consejos vale la pena destacar lo que el cristianismo llamó «pecado
uno, relacionado con el tema de este original», o con el lamento de Roma-
estudio: «La correcta obra de la cari- nos 7,15-25, más la coexistencia de
dad es no tener idea de lo “mío” y lo pesimismo y optimismo respecto al
“tuyo”» (p. 170). Frase que se amplía ser humano, típica también del cris-
con uno de los consejos prácticos «so- tianismo. En ese plan de «equivalen-
bre la vida diaria» que cierran el libro: tes homeomórficos» (R. Panikkar) veo
«Nadie debe pensar que lo que ha ga- posible otro paralelismo con el «descu-
nado con su esfuerzo es sólo para él brimiento» que hizo Etty Hillessum de
mismo y puede gastarlo para sí solo. Dios como presente en lo más hondo
Una parte de ello hay que compartir- de su intimidad, aunque esté recubierto
la con otros y hay que dejar otra parte por montones de hojarasca o piedras.
para casos de emergencia» (p. 220). En cambio, no es posible identifi-
Pequeño detalle que, en mi opinión, car esa noción de «alma» con la de la
olvidan muchos adictos occidentales filosofía platónica: puede traducirse
del budismo. por mind, yo, espíritu…, pero lo que se
contrapone a ella no es el cuerpo sino
el «ego»: igual que en Pablo el «es-
1.2  Antropología budista píritu» no se contrapone a «la carne»
como dimensión material del hombre,
1.2.1  Alma y ego sino al egoísmo, tanto material como
espiritual.
Todos los hombres están dotados de Así llegamos a la gran tesis del bu-
un alma pura que es su fundamento úl- dismo: ese ego, que se contrapone al
timo, pero están cubiertos con el pol- alma, es una falsedad.
vo de la duda e ilusión, originado por
condiciones y causas externas. Esta
alma manchada no es nuestra verda- 1.2.2  La no existencia del ego
dera naturaleza, es algo añadido: un
huésped que no puede ser identifica- El concepto del «ego» se produce
do con su dueño (p. 68). Detrás de ese en las almas que tienen apego a las
polvo flotante está el alma verdadera cosas mundanas. Esta adhesión al
y pura, sin ser manchada ni reñida yo tiene que ser negada por los que
con lo más leve (p. 70). La diferencia buscan la iluminación (p.  76). Por-
de sexo no es algo esencial: la mujer, que los hombres piensan que existe el
tanto como el hombre, si practica la «ego», sienten apego a lo «mío», pero
verdadera senda llegará a la ilumina- no puede haber nada mío ya que no
ción (p. 65). La bondad nunca se pier- existe en realidad el «ego» (p. 61). El
de para siempre hasta que uno no la bien y el mal… sólo son reacciones
eche fuera de sí (p. 220). momentáneas fruto de las impurezas
acumuladas en el pasado. Se parecen
Pese a que los universos lingüísticos al polvo que flota y va de un lado al
sean tan distantes, es posible sugerir otro como un viajero (p. 70).

7
[Los hombres] piensan que el alma Los hombres de este mundo son
discriminante que se encuentra en egoístas y no saben amar y respetar
la raíz de esta vida de nacimiento y al prójimo. Además pelean por ne-
muerte es su verdadera naturaleza. cedades y viven trabajando sólo para
No saben que poseen dentro de sí un ellos mismos, envueltos en el mal y el
alma pura que es su fundamento últi- sufrimiento (p. 95).
mo, pero está cubierta con el polvo de
la duda e ilusión, originado por condi- Aquí parece abrirse una puerta al
ciones y causas externas (pp. 67-68). enfoque de los profetas, y al tema de
Esa alma es la naturaleza de Buda, o la necesidad humana de redención, li-
sea, la simiente de Buda (p. 71). beración, salvación, perdón o como se
quiera llamarlo. Pero no obstante:
También aquí cabe otro paralelismo
con la bíblica «imagen divina» del La ignorancia y el deseo tienen fuerza
hombre que, según el Génesis, es lo propia para originar todas las pasio-
mejor del hombre pero es también fac- nes de la razón o del sentimiento y
tor de su perversión: de su deseo de todos los sufrimientos (p. 81).
«ser como Dios».
Además, la última frase ¿no parece Sin duda. Pero ignorancia y deseo
implicar una cierta divinización anóni- cambian mucho según las condiciones
ma de Buda, en medio del agnosticis- sociales en que se encuentre uno: en
mo budista? muchos casos, el deseo no surge sólo
de la ignorancia sino también de la
[No obstante:] Aun diciendo que en necesidad. Marx definía bien al hom-
todos los hombres existe la naturaleza bre como un «ser de necesidades»; y
de Buda, es tan hondo el fango de las de necesidades muchas veces imperio-
pasiones que no es fácil que salgan sas: tanto que exacerban esa necesidad
los brotes. Por ello el dolor es tan uni- nuestra constitutiva y la vuelven causa
versal e ilimitado como es el número de sufrimientos causados a otros. Ade-
de infelices (p. 88). más:

Este párrafo precioso sugiere otra Los deseos humanos no tienen lími-
vez paralelismos evangélicos: «todos te y nunca se verán satisfechos. Es
son pecadores», decía Pablo. O expre- como beber agua salada que no quita
siones jesuánicas como la de «ovejas la sed (p. 84).
sin pastor», la «puerta estrecha»… Esa
gran dificultad llevará a la aparición Preciosa expresión de esa paradoja
de dos budismos: el Mahayana (gran constitutiva del ser humano que es, a
vehículo) que es el que consideramos la vez, «finito e insaciable», siendo así
aquí, y el Hinayana (pequeño vehí- que a la esencia de lo finito pertenece
culo). necesariamente el ser limitado, cir-
Un problema similar se le planteó cunscribible y, por tanto, saciable.
también al cristianismo: recordemos el Destaquemos finalmente cierta to-
lenguaje de preceptos/consejos. nalidad «socrática» que pone la raíz
8
última del mal en la ignorancia más apariencia y carencia de entidad
que en la maldad («no saben lo que (el panta rei heraclitano es visto
se hacen», dijo Jesús). Problema muy ahora como consecuencia de Par-
complejo del que ahora sólo cabe decir ménides, más que como oposición
que maldad e ignorancia están comple- a él). Aludo a Parménides para fa-
jamente entreveradas en nosotros. cilitar la comprensión de un lector
occidental; pero sería más correcto
haber aludido al hinduismo (ante-
1.2.3  La «causalidad» rior a Yajñavalka quizás), que es de
innegable fuerza metafísica, pero
Todas las cosas han sido originadas menos conocido entre nosotros.
por una serie de causas y de condicio-
nes. [Por tanto] no existe diferencia b) Pero el problema es que aunque
entre ellas (p.  52). Los hombres se todo tenga tan poca entidad, los
adhieren a los productos de su ima- hombres estamos instalados ahí, y el
ginación… Buda ve el mundo como sufrimiento es sentido ahí por el ser
una nube pasajera (p.  53). Buda ex- humano como bien real, insoporta-
plica que las cosas están fuera de la ble a veces.4 ¿Basta para superarlo
idea de ser y no ser, no son la exis- el que se diga que es «sólo aparien-
tencia ni la no existencia, no nacen ni cia»? Quizá bastaría en un mundo
mueren. Las cosas son, debido a una donde no existe la maldad sino sólo
serie de causas y condiciones. Por lo la finitud y la contingencia, pero ¿en
tanto, ese ser en sí no tiene existencia. este mundo concreto? Pensemos
[Sólo hay] formas aparentes que se por ejemplo en las víctimas atroces
presentan a los ojos humanos (p. 54). del Daesh o de la guerra de Siria.
[Aquí la traducción francesa añade: Quizá se podrá aminorar su inmen-
«Por sus deseos el hombre se adhiere so dolor desde ese nivel de con-
a apariencias»]. ciencia profunda, pero ¿suprimirlo?
Sí que es posible suavizar el dolor
Estos párrafos, que desbordan la ense- de las tres negatividades originales
ñanza del budismo y constituyen una («enfermedad, vejez, muerte»), y en
característica de casi toda la primitiva esto el budismo tiene razón. Pero ¿y
cosmovisión del Oriente, merecen un el dolor de las maldades posteriores,
comentario más extenso. de ahí derivadas?

a) La expresión «serie de causas y c) Por otro lado, la expresión «serie


condiciones», que aparece varias de causas y condiciones» se que-
veces, me parece un intento de ex- da en una descripción meramente
presar lo que la filosofía occidental fenomenológica, que no pregunta
llamó «contingencia». Desde la ex- qué entidad tiene esa serie, ni cuál
periencia parmenidiana del «ser», es su origen. Y sin eso tampoco po-
como necesario y absoluto (expe- demos saber por qué lo que nace de
riencia real, aunque no la única), esa serie carece de entidad, hasta el
todo lo demás se convierte en mera punto de que no exista ya diferen-
9
cia entre existencia y no existencia, no tienen en sí la fuente de su exis-
muerte y vida etc. tencia: podrían no haber existido y
Esta objeción no niega que la ex- dejarán de existir. Como acabo de
periencia de la «vacuidad» (Sunyata) decir, en el budismo hay una pro-
sea una experiencia muy real y au- funda captación de la identidad en-
téntica: el problema es que no es una tre ser y necesidad, que permite lla-
experiencia global, única y completa. mar no-ser a lo no necesario. Algo
de eso lo expresa este otro texto:
d) Atención también a la expresión que
de ahí deriva: no-dualidad, y que tie- Donde hay vida hay muerte, donde
ne un sentido algo diferente del que hay dicha hay desdicha, donde hay
le da el hinduismo: pues el hinduis- bien hay mal. Todos tienen que saber
mo cree en Dios (o en El Uno) mien- esto. El necio busca sólo la felicidad
tras que el budismo prescinde de esa y teme la infelicidad. El que busca el
creencia. Ahora ya no se trata de una camino debe superar estas dos cosas
no-dualidad entre Dios y yo (Brah- y no sentir apego por ninguna de ellas
man y atman en el hinduismo) sino (p. 145).
entre «mío y no mío»: «el ego siente
apego a lo “mío”, pero no puede ha- Este me parece un párrafo funda-
ber nada “mío” ya que no existe en mental de la antropología budista y de
realidad el “ego”» (p. 61). valor universal: nos pide la aceptación
El origen de esta expresión de nuestra condición de contingentes y
«no-dualidad» (tantas veces mal- finitos. Es fácil apuntar un paralelismo
entendida en mi opinión, por Oc- con la «indiferencia» ignaciana y con
cidente) viene de una experiencia el paulino «sé vivir en uno y otro…».
originaria del Oriente, que es dis- Pero, a pesar de eso, quedan pendien-
tinta de la experiencia originaria tes dos preguntas:
occidental. Dicho gráficamente: La primera: la busca de la felicidad
Occidente se abrió al mundo desde ¿es sólo necedad? La dinámica de cre-
la vista, y Oriente desde la respira- cimiento y superación (Gen  1,27) ¿es
ción. Quiero decir que Occidente propia de los necios? ¿Cómo diferen-
va a pensar y a estructurarse desde ciar indiferencia y resignación? En los
la experiencia «sujeto-objeto» que Ejercicios ignacianos, y en Pablo, la in-
implica dualidad y contraposición; diferencia brota de la atracción y la pre-
mientras que Oriente se estructura ferencia por un fin mayor: por eso no
y pensará desde la experiencia «so- puede ser confundida con el pasotismo.
plo humano-soplo divino» (atman- ¿Cuál es en Buda ese fin mayor? ¿Ca-
Brahman), que es más unificadora bría afirmar que es el atractivo de una
y ayuda a percibir mejor la escasa verdadera libertad, como se sugiere en
entidad del propio yo. otro momento: «únicamente venciendo
los deseos puede un hombre ser llama-
e) Finalmente, la palabra «causali- do libre» (p. 192)?
dad» parece ser un modo de ex- La segunda cuestión es que no es lo
presar que las cosas (y el hombre) mismo la pobreza que los pobres. Ante
10
la primera se puede estar indiferente, nos hace desear algo inalcanzable…
ante los segundos no. Es decir: falta el Desde sus comienzos el mundo está
nivel social. La compasión budista ¿es lleno de tristezas, además de los tres
el camino para superar esa falta? sufrimientos inevitables de la vejez,
Por otro lado, encontramos esta ob- enfermedad y muerte (pp. 42-43).
servación que puede ser decisiva: «la
verdadera riqueza no son los tesoros Tal como dije antes, esos tres sufri-
sino el alma misma»  (p.  146). Aquí mientos inevitables ya no dependen
se atisba algo que supera la mera in- del deseo: son anteriores a él y proba-
diferencia («tesoros»): ¿cuál es enton- blemente, contribuyen a producirlo. La
ces esa riqueza del alma? ¿Es la mera compasión de Buda parece dirigirse
conciencia de nuestra contingencia, o más a estos sufrimientos originarios
es algo más? La enseñanza bíblica del que afectan a todo ser humano.5
alma como «imagen y semejanza de
Dios» no resuelve el problema, sino
que lo agudiza, porque esa semejanza 1.3.2  Su forma
también es causa de problemas:
Sin embargo, esa compasión parece
Oh alma mía ¿por qué te mueves in- apuntar a una cierta trascendencia, pre-
cansable en este mundo sin valor y no existente a la misma persona: «El alma
puedes estarte quieta ni un momento? de Buda es misericordia» (p. 15). Y esa
¿Por qué razón me inquietas y me alma habla así:
haces acumular cosas en vano?…
Tú has despertado por primera vez Vuestro sufrimiento es mi sufrimien-
en mí el deseo de la búsqueda del to y vuestra felicidad es mi felicidad.
camino. ¿Por qué quieres retroceder Así dice, y permanece junto a noso-
atraída por los placeres y las glorias tros todos los instantes. El espíritu de
del mundo? Cuando te libres de los compasión de Buda nace en contacto
apegos pensando en la mutabilidad de con el hombre y, en contacto con Él,
las cosas y consigas la paz alejándote [mayúscula en el original] nace la fe
de la codicia, la ira, la necedad y el en los hombres. Los hombres no co-
pensamiento del «ego», alcanzarás la nocen la compasión de Buda… Dura
tranquilidad (pp. 154-55). desde toda la eternidad, existe desde
el momento en que los hombres na-
cieron… [Por tanto, existe antes de
1.3  La compasión nacer el mismo Buda]. Porque la pro-
fundidad del pecado humano es inal-
1.3.1  Su objeto canzable, la misericordia de Buda es
infinita (pp. 15-16).
El origen de las tristezas, quejas,
sufrimientos y angustias está en el La misericordia de Buda se dirige a
apego obstinado a las cosas que tie- todos los hombres por igual, pero se
ne el hombre: existe el dolor porque compadece más del pecador y del que
existen los deseos, el ansia insaciable sufre por su ignorancia (pp. 21-22).

11
En medio de este mundo de injusti- solver todas las peguntas últimas, esa
cias, de sufrimientos, de ignorancia, Ultimidad se manifieste por iniciativa
de deseos inalcanzables, de disputas propia (en el caso cristiano para decir
y de luchas por la vida, es muy difícil al hombre que le ama y quiere ayudarle
predicar. Buda vence estas dificulta- a llegar hasta Ella misma). Esa hipó-
des por su gran compasión (p. 29). tesis es precisamente la que ha hecho
aparecer, en los universos llamados
Notemos sin embargo cómo, en el religiosos, una palabra, «revelación»,
lenguaje de estos textos, la compasión que alude más a algo recibido que a
de Buda parece apuntar más a una en- algo encontrado.
señanza que a una redención. Pero, curiosamente, ese agnosti-
cismo budista no impide la existencia
de una auténtica fe,6 definida una vez
1.4  «Agnosticismo» sobre las como:
preguntas últimas
Creer en la sabiduría de Buda (p. 177).
El universo ¿de qué está constituido? Nada tiene tanto valor en este mundo
¿Es finito o infinito? ¿Cómo está cons- como creer en Buda…
truida la sociedad humana?
¿Estamos ante una versión budista
El budismo rehúye responder a esos de la paulina justificación por la fe?
problemas insolubles: Veamos cómo sigue:

Si alguien pospone la búsqueda y la Todos los hombres, con sólo tener fe


práctica de la iluminación hasta que en Buda logran la salvación y alcan-
estos problemas se resuelvan, mori- zan la iluminación.7 Buda ama a todos
rá antes de alcanzar la iluminación los hombres como a hijos propios:
(p. 150). por eso, si el hombre piensa en Buda
como en su madre, podrá ser Bu-
Los hombres tienen que escoger pri- da y alcanzar la salvación (p. 178).
mero los problemas que deben resol-
ver. ¿Cuál es el problema principal Reaparece aquí la impotencia hu-
de cada uno? Después de saberlo hay mana y la necesidad de una ayuda.
que comenzar controlando el alma Pero queda la pregunta de si esa fe
(p. 152). es sólo en la doctrina de Buda o en la
persona de Buda. Si lo segundo ¿quién
Prescindiendo otra vez de la impos- es ese Buda que salva? ¿Vive? ¿Es
tación sólo individual, esa advertencia sólo el mero recuerdo del pasado? Y
puede evocar la tesis XI de Marx sobre ¿cómo un mero recuerdo puede ayudar
Feuerbach («hasta hoy los filósofos sólo tanto? Si es lo primero ¿qué significa
se han dedicado a interpretar el mundo. entonces ese lenguaje sobre el amor
Lo que importa es transformarlo»). de Buda? ¿Cabría decir que, así como
En cambio no se considera la hipó- en el cristianismo se habla de un paso
tesis (o la posibilidad) de que, sin re- del Jesús histórico al Cristo de la fe,
12
también encontramos aquí un paso del Este, en cambio, es un texto diná-
Siddharta histórico al Buda de la fe?… mico que evoca esa dialéctica cristiana
En cualquier caso, queda la impre- entre el «ya sí», y el «todavía no». Ca-
sión de que donde el budismo promul- bría emparentarlo con textos neotesta-
ga «fe, sabiduría y amor» (p.  177), el mentarios como 1Jn 3,1ss, o la forma
cristianismo dice: fe, esperanza y ca- como Pablo afirma que ya «hemos»
ridad. Y en esas tres es donde estará la resucitado con Cristo (Col 3,1ss).
verdadera sabiduría (cf 1Cor 2,7).

1.5.2  La obra de Buda


1.5  La iluminación
Buda, que conocía esta naturaleza del
1.5.1  Su necesidad hombre se hizo Bodhisattva8 y, para
salvar a los hombres hizo los siguien-
La conducta de los hombres está en tes votos: aunque yo me convierta en
contra de los principios de la natura- Buda, si todos los seres humanos no
leza. Esta es la verdadera imagen de son iluminados, juro no alcanzar la
este mundo: los hombres nacen en el iluminación. Si mi claridad no alcan-
sufrimiento y el mal es su naturaleza, za a todos los rincones de la tierra, si
no saben hacer el bien. Todo es para mi vida no puede ser útil para salvar
su provecho e ignoran lo que significa un número ilimitado de otros hom-
dar (p. 99). bres, si los hombres de todas las di-
recciones, al escuchar mi nombre no
La primera frase parece un sinónimo logran poseer la profunda fe que libra
de lo que en Occidente se llamaba «ley de la idea de la vida y de la muerte,
natural», concepto que buena parte de y la sabiduría que hace superar todos
la Modernidad rechaza por considerar- los obstáculos antepuesto a los debe-
lo demasiado estático y poco cambian- res… juro no alcanzar la iluminación.
te. Pero este párrafo es más bien des- Buda… durante un tiempo incalcula-
criptivo como casi todo el pensamiento ble repitió obras piadosas y constru-
budista. En él destaca una preocupa- yó un Reino Puro (Tierra pura). En
ción por la finitud, como cerrazón en la remota antigüedad se convirtió en
uno mismo, que prepara el camino al Amida, el padre de la Luz Infinita y
texto siguiente: de la Vida Eterna. Ahora se encuentra
en su Reino iluminando a todos los
Buda es aquel que ha llegado al esta- hombres (pp. 102-105).
do de Buda. Los hombres son futuros
Budas: no existe ninguna diferencia También aquí surgen equivalentes con
cualitativa entre ellos. Sin embargo, el cristianismo (al menos de lenguaje): la
aunque los hombres son Budas en kénosis de Cristo por amor y el «Cris-
vías de serlo, no lo son todavía; por to total». No obstante, la redención
eso cometen un gran error si piensan (o iluminación) no acontece aquí por
que están al final del sendero de la ilu- una obra de Buda (pues no hay con
minación (p. 74). quién reconciliar al hombre) sino por
13
una enseñanza. Esto lo acerca más a guaje. Pero parecen formulados expre-
los profetas que serán nuestro térmi- samente a un nivel más formal, menos
no de comparación en este Cuaderno. concreto de lo que hace el cristianismo.
También hay expresiones que parecen De hecho, Buda es llamado El Buda de
aludir a un Dios o un Más-allá, pero la Luz Infinita y de la Vida Ilimitada
que evitan concretar esa sugerencia. Y, (p. 112).
para acabarlo de arreglar:

Buda aparece siempre en compañía de 1.6  La praxis budista


dos Bodhisattvas: el de la Compasión
y el de la Sabiduría (p. 108) [¿el Pneu- El camino implica 5 puntos: una idea
ma y el Logos del lenguaje cristiano?]. correcta de las cosas (saber que la cau-
sa de todos los sufrimientos son las
pasiones terrenales y que éstas provie-
1.5.3  La obra del hombre nen de una falsa idea del «ego» que ig-
nora la ley de la causalidad) (p. 116).
Cualquier hombre que escucha el
nombre de Buda puede renacer en su Traducido a un lenguaje más occi-
Reino con sólo desear, creer y ser feliz dental: no desconocer nuestro carácter
con Buda… El corazón de Buda, lle- contingente y limitado para quedarnos
no de misericordia, salva a todo el que con esa sensación que nos da nuestro
tiene fe y aun a los que no lo conocen. ego, de ser alguien absoluto. En len-
Los que renacen en esa tierra pura guaje cristiano: reconocer que, antes
tienen una vida eterna. Sus almas se que imagen de Dios, somos meras
llenan del deseo de salvar a los hom- creaturas cuyo ser es todo recibido.
bres y se dedican a esa labor…, llegan Pero sigamos enumerando:
a actuar para la felicidad del prójimo
como para sí mismo y a vivir con los De ahí se sigue un necesario control
hombres de la misericordia;… saben de los deseos para apaciguar las pa-
la fuerza ilimitada de la misericordia siones. Éste llevará a un uso propio
de Buda; en el alma de estos hombres de las cosas (la ropa y la comida están
no existe el apego, ni diferencia entre relacionadas con las necesidades del
el «ego» y el prójimo… Para esto es cuerpo y no deben ser utilizadas para
imprescindible la ayuda de Buda, que la comodidad o el placer). El cuarto
concede una oportunidad para ser uno punto es aprender a soportarlo todo y
con Él mismo (pp. 105-107) [mayús- el quinto evitar los peligros (el hom-
cula en el original]. Todos tienen que bre que persigue la fama, el dinero y
memorizar las palabras: «Namu-Ami- el poder es como un niño que lame la
da-Butsu» [total confianza en Buda] miel untada en una espada: mientras
(p. 110). saborea la miel corre el peligro de
cortarse la lengua) (pp. 116-117,119).
Otra vez surgen paralelismos con la teo-
logía cristiana, no sólo a niveles de ex- Desde estos puntos, la crítica bu-
periencia sino incluso a niveles de len- dista al capitalismo económico es más
14
dura incluso que la cristiana: porque Eso parece haber llevado a algunos
está fundado sobre la búsqueda del budismos a las referencias antes cita-
máximo beneficio y sobre un consu- das sobre la ayuda del Buda eterno,
mismo que falsifica el uso de las cosas. mientras en otros pervive la fórmula:
La tríada dinero-fama-poder es muy «si te encuentras al Buda mátalo»,
lúcida humanamente hablando: coinci- cuyo significado es: el budismo no es
de por ejemplo con la que san Ignacio una relación personal, sino una ense-
presenta en su Ejercicios como camino ñanza verdadera: la del silencio y la
de la perdición (en la meditación de interioridad. Quizás es también esta
«dos banderas»). necesidad de ayuda la que ha llevado a
En cambio llama la atención que, algunos budismos a pasar, desde el ag-
en ese camino, no haya ningún paso nosticismo, hacia una especie de teís-
explícito hacia la solidaridad con las mo implícito o divinización implícita
infinitas víctimas que produce el mal de Buda.
camino; aunque sea innegable por otro
lado que, siguiendo el camino budista,
se evitaría toda esa producción de víc- 1.7  Último sermón de Buda
timas. Pero nuestro problema es que
ese camino no lo comenzamos hoy, Discípulos míos… lleváis dentro de
sino que la humanidad lleva ya mu- vosotros la luz… Pensad que, tanto
chos siglos en una dirección falsa.9 como el dolor, el placer también es
Por otro lado, la solidaridad con las causa de sufrimiento y no os incli-
víctimas es muchas veces medio para néis a él. Pensad que dentro de vues-
esa liberación del ego y para esa visión tra alma no existe el «ego» y no os
correcta de las cosas del primer punto. inquietéis. Si hacéis así podréis des-
Lo cual puede ser útil ante la dificultad prenderos de todos los sufrimientos…
del camino que nuestro texto constata:
El punto más importante de la ense-
Ese camino es duro, pero aún es más ñanza es el control del alma: el alma
penoso no tener un alma que busque hace del hombre un Buda y también
el camino (p.  120). [Por otro lado] un animal. Si el mal trata de atraer al
cuando el alma se enturbia, la con- alma y el deseo os tienta, tenéis que
ducta se vuelve impura y cuando la reprimirlos.
conducta es impura no hay manera de
evitar el sufrimiento. Sed cordiales, respetaos el uno al otro
y no originéis disputas. Estad en ar-
Otra vez la pregunta: ¿el sufrimien- monía como la leche y el agua en un
to propio o también el ajeno? Y tam- recipiente y no os rechacéis como el
bién: ¿dónde encontrar las ayudas para agua y el aceite.
esa dificultad?10 Tras la enumeración
que hace esta cita, uno se ve llevado La enseñanza que os predico la logré
a clamar con Pablo de Tarso: «desgra- siguiendo yo mismo el camino. El
ciado de mí ¿quién me librará de esta demonio de los deseos está siempre
situación?». buscando la oportunidad para haceros

15
caer: si en vuestra habitación viviera rendija que permite la entrada del aire
una víbora, de seguro no podríais dor- solidario. Quede para otro momento
mir tranquilos. la comparación con los textos bíblicos
sapienciales sobre los pobres y la justi-
Llega la hora de mi fin. No olvidéis cia. Ahora resumamos todo lo anterior
que esta muerte es la muerte de la car- con una frase espléndida del budismo
ne… En estos cuarenta y cinco años zen japonés: «Cuando estás ilusionado
prediqué todo lo que había que pre- eres utilizado por tu cuerpo; cuando
dicar; no queda en mí ningún secreto estás iluminado utilizas tu cuerpo».
(pp. 10-14).

1.9  A modo de conclusión


1.8  Puertas abiertas hacia los
profetas de Israel 1.9.1  Budismo y Modernidad

Añadamos otras citas que abren la El budismo tiene el gran mérito de


puerta al sentido social y a la crítica haber puesto de relieve la fragilidad y
social, aunque de manera más sapien- pecaminosidad del hombre, que nues-
cial que profética (el rico no sólo hace tra Modernidad se negó a reconocer,
daño a otros sino que se hace daño a sí abortando así una preciosa serie de
mismo): promesas humanas (y cristianas) que
la Modernidad intuía, y yendo a dar
El rico si tiene tierras se inquieta por en una «postmodernidad» escéptica,
ellas, si tiene casa se inquieta por ella. comodona.
Se inquieta porque tiene apego a las Dije otra vez que la izquierda in-
cosas existentes… El pobre sufre por tenta desconocer el pecado original
la insuficiencia. Desea casa, tierras y (la insensatez en lenguaje budista) y la
quemándose en ese deseo sin fin, ter- derecha, que lo reconoce, se aprovecha
mina cansado de alma y cuerpo. Por de él para sus intereses menos confe-
ello, sin poder continuar viviendo, sables. Aunque se objete que el poder
hay quienes mueren sin haber com- (tanto civil como eclesiástico) tiende
pletado su vida (p. 96). a aprovecharse de esa pecaminosidad
humana para imponerse con argumen-
Es menester echar fuera el alma tos e imperativos moralistas, frenando
egoísta y hacer esfuerzos para ayudar así el progreso, la reacción contra ese
al prójimo. Un acto que hace feliz a desmán no es negar la impotencia mo-
otro inspira a quien lo recibe a hacer ral humana, sino denunciar y corregir
felices a otros (p. 132). el abuso que los poderosos hacen de
ella. De lo contrario acabamos en la
El tono sapiencial permite aplicar- frase gráfica del biblista G. Lohfink:
las también al pobre, en la línea evan- «nuestro progreso no ha llevado a que
gélica de los «pobres con espíritu».11 los hombres dejen de comerse unos a
Así se compensa lo antes dicho sobre otros, sino a que lo hagan con tenedor
la falta de sentido social, y se abre una y cuchara».12 El ingenuo sueño mar-
16
xiano de que, cambiadas las estructu- insensatez)-codicia-ira (por el fracaso),
ras, cambiarían automáticamente las tiene un paralelismo en el lenguaje cris-
personas, hubiera necesitado una bue- tiano: ceguera-idolatría-perversión (o
na cura de budismo. «castigo»). Esa ha sido en parte trayec-
Por otro lado, el budismo puso de toria de nuestra Modernidad. Pero sería
relieve esa verdad humana sin ningún injusto reducirlo todo a eso: porque la
interés de aprovecharse de ella, sin Modernidad también atisbó una tierra
ninguna condena moralista, sino des- prometida (derechos humanos y cons-
de la compasión por el ser humano y trucción de la historia) que hoy no de-
buscando ayudarle. El catolicismo oc- beríamos perder desengañados.
cidental necesita aprender muy de ve-
ras esa lección: pues el clamor moral y
la denuncia que hay en los profetas de 1.9.2  Budismo y estructura social
Israel y en Jesús, no se dirigen contra
la debilidad del hombre, sino a favor Ya aludimos antes a la crítica radical
de las víctimas que los hombres pro- del budismo al sistema capitalista. Pues
ducen aprovechando esa labilidad hu- bien: en una sociedad como la nuestra
mana. Jesús proclamó nítidamente que que se define ya como «sociedad de
no pretendía dirigirse a «justos» sino a consumo», el budismo resulta opor-
pecadores, no a los «sanos» sino a los tunísimo (hoy quizás imprescindible)
enfermos, no a los ciegos sino a los que para dirigirse a los consumidores. Los
creen ver: «si estuvierais ciegos no profetas de Israel apuntan más bien a
tendríais pecado, pero como decís que los promotores y beneficiarios de ese
veis vuestro pecado persiste» (Jn 9,41). consumismo que, con su señuelo, son
Cabe pues cuestionar seriamente creadores de infinidad de injusticias y
cierta «moda oriental» que últimamen- sufrimientos. El budismo podría lle-
te corre entre nosotros y que preten- var a una especie de «huelga general
de utilizar la sabiduría del Oriente (la de consumo» que acabara colapsando
budista en concreto) no para cambiar al sistema consumista. Los profetas
de vida y buscar la iluminación, sino buscan poner en evidencia a todos los
como «reposo del guerrero»: para des- que engañan al ser humano creándole
cargar las tensiones de las luchas de necesidades falsas para beneficiarse
clase, y poder seguir oprimiendo con de ellas. De ambos podría surgir una
tranquilidad. El «yoga para ejecuti- Iglesia que, sin dejar de ser comuni-
vos» nunca podrá ser un tranquilizador dad (como es la comunidad budista),
de conciencias, ni aunque tenga la ven- sea también, con palabras de Fran-
taja de no enfrentar al hombre con nin- cisco «un hospital de campaña», hoy
guna Instancia Superior a la que rendir imprescindible. Uno de los mejores
cuentas. Tampoco conseguirá llevar críticos de nuestro sistema económico
a una paz duradera y profunda, sino a (E. F. Schumacher) fue un admirador
momentos de relajación más o menos del budismo, por su trabajo en Birma-
fugaces. nia; el budismo le llevó al catolicismo,
Pero la trayectoria budista que nues- y acabó publicando esa pequeña joya
tro libro cita varias veces: ignorancia (o cuyo título ya lo dice todo: Lo pequeño
17
es hermoso. Para una economía en la aceptado y bien acogido. Los profetas
que importen las personas.13 de Israel fueron casi siempre recha-
zados: a Amós se le mandó a su casa,
Miqueas (2,6) acusa a los que tratan
1.9.3  El destino del profeta de silenciarlo, Jeremías fue acusado de
traidor a la patria y hasta se intentó
Hay, no obstante, una diferencia llama- matarle… Hasta culminar en Jesús de
tiva entre los textos presentados y los Nazaret, crucificado como blasfemo y
que ahora van a seguir: Buda fue muy terrorista.

18
2  EL GRITO (TEXTOS DE LOS PROFETAS)

En esta parte ordenaremos los textos por autores y no por materias


como en el capítulo anterior, puesto que no se trata de una enseñanza
sino de una protesta.

2.1  Los principales profetas decís a vuestros amantes: ponme más


bebida (4,1). Ay de los que convier-
Amós ten la justicia en acíbar y arrastran el
derecho por los suelos (5,7). Detesto
El profeta Amós vive en el siglo viii a.C., y rehúso vuestras fiestas, no me apla-
reinando Jeroboán II: el Norte [Israel] can vuestras solemnidades litúrgicas;
acaba de separarse del Sur [Judá] y vive por muchos holocaustos y ofrendas
momentos de prosperidad económica. que me hagáis no los aceptaré…
Amós procede del Sur y será expulsado Que fluya el derecho como el agua
de Israel. y la justicia como un arroyo perenne
(5,21-24).
Venden al inocente por dinero, al po-
bre por un par de sandalias, pisotean Os acostáis en lechos de marfil, arre-
al desvalido, y evitan el camino de los llanándoos en divanes coméis carne-
humildes (2,6). ros y terneras del rebaño, canturreáis
al son del arpa, bebéis vino en copas,
¡Vacas suizas…!14 Oprimís a los in- os ungís con perfumes exquisitos y
digentes, maltratáis a los pobres y no os doléis del desastre del pueblo

19
[de José]… Detesto ese fasto y odio genes de dioses (10 1,2). Ya no hay
esos palacios; entregaré la ciudad y verdad ni lealtad, ni conocimiento
sus habitantes (6,4-8). de Dios en el país, sino juramento y
mentira, asesinato y robo, adulterio
Escuchad los que oprimís a los pobres y libertinaje, homicidio tras homici-
y arruináis a los indigentes. Pensáis: dio… Los sacerdotes se alimentan de
¿cuándo pasará el sábado para ven- los pecados de mi pueblo y hacen ne-
der el trigo, para encoger la medida y gocio con sus culpas (4,1.8).
aumentar el precio, para comprar por
dinero al desvalido y al pobre por un Galaad es una villa de malhechores
par de sandalias? El Señor de Jacob con huellas de sangre. Sus sacerdotes
jura no olvidar jamás lo que habéis como banda de bandidos al acecho
hecho (8,4 y ss.). (6,8.9).

Amós denuncia cosas no prohibidas Añadamos otras tres frases de


por la Ley (como dormir en lechos de Oseas, porque sirven para contextuar
marfil) pero que son expresión de una sus denuncias y las de los otros profe-
estructura en la que, desde la ciudad, tas: «Me casaré contigo para siempre, a
se va haciendo desaparecer a los cam- precio de justicia y derecho, de afecto y
pesinos para quedarse con sus tierras cariño… y conocerás al Señor» (2,21).
y hacer grandes latifundios. Por eso, Oseas junta la clásica bina «justicia y
según algunos comentaristas (y con derecho» con esta otra: misericordia
lenguaje de hoy) Amós es el primer y entrañabilidad (rahamim: entrañas).
profeta que no es «reformista» (como «No ejecutaré la condena (merecida),
vg. Elías) sino claramente «antisiste- no destruiré a Israel: porque soy Dios
ma». Por otro lado, da la sensación de y no hombre» (11,9). Y por eso: «Quie-
que comienza hablando el profeta y, al ro misericordia y no culto, conocimien-
final, es Dios el que habla. to de Dios y no ofrendas» (6,6: frase
que Jesús citará en dos ocasiones).

Oseas
Miqueas
Un poco posterior a Amós, pero del
Norte. Es el profeta que más compara Vivió en los siglos viii-vii: también del
la injusticia con la idolatría debido a la Sur, pero ya no critica sólo al Norte: la
historia personal de la prostitución de corrupción ha pasado de Israel a Judá.
su esposa. Jeremías parece haber be- Se dice que no sólo critica injusticias
bido mucho de él. Vivió además una concretas, el latifundio sobre todo,
época con varios golpes de estado vio- sino una pseudoteología que pretende
lentos. sustentarlas.

Israel era una vid frondosa, daba fru- Ay de los que planean maldades y tra-
to. Cuanto más fruto, más altares, man iniquidades en sus lechos, para
cuanto mejor iba el país, más imá- ejecutarlas al amanecer, porque tie-

20
nen poder para ello. Codician campos la respuesta del Señor es tan sencilla
y los roban, casas y las ocupan… Os como tajante:
alzáis contra mi pueblo como enemi-
gos; arrancáis túnica y manto a quien Ya se te ha explicado lo que el Señor
transita confiado; echáis del hogar desea de ti: tan sólo que practiques la
querido a las mujeres de mi pueblo… justicia, que ames de verdad, con ternu-
(2,1.2; 8.9). ra, y camines humilde con tu Dios (6,8).

En una situación de opresión, el Miqueas coincidiría plenamente


pueblo de Dios («mi pueblo») no pare- con Buda (y con el Nuevo Testamen-
cen ser todos (opresores y oprimidos), to: 1Tim 6,10) en señalar a la codicia
sino sólo los oprimidos. como raíz de todos los males.

Jefes de Jacob: ¿no os toca a vosotros


ocuparos del derecho? (en cambio) Isaías
os coméis la carne de mi pueblo, lo
despellejáis, le rompéis los huesos, El profeta y su escuela realizan su
lo tratáis como carne para la olla o el actividad entre los siglos viii-vi a.C.
puchero… Cuando tienen algo que Gran poeta, influido según muchos por
morder anuncian paz, pero declaran Amós, pasa por ser el más preocupado
una guerra santa a quien no les llena por la justicia social. Vivió una época
la boca… Edifican con sangre a Sión enormemente complicada por infini-
y a Jerusalén con crímenes. Los jefes dad de amenazas diversas.
juzgan por soborno, los sacerdotes
predican a sueldo, los profetas adivi- ¿De qué me sirven todos vuestros
nan por dinero. Y encima se apoyan sacrificios?… No me traigáis más
en el Señor (3,2.3.5.9-11). ofrendas… Vuestras solemnidades
y celebraciones las detesto, me son
Los ricos están llenos de violencias, insoportables… Buscad la justicia,
la población miente, tienen en la boca socorred al huérfano, proteged a la
una lengua embustera… Han desa- viuda. Entonces venid y hablaremos
parecido del país los hombres leales, (1,11.13.14.17).
no queda un hombre honrado, todos
acechan para oprimir, el príncipe exi- (El Señor) esperó de ellos derecho
ge, el juez es sobornado,… la bondad y ahí tenéis: asesinatos. Esperó jus-
deformada como si fuera espinas, y la ticia y ahí tenéis: lamentos. ¡Ay de
rectitud como si fuera un zarzal (6,12; los que añaden casas a casas y juntan
7,2-3). campos con campos, hasta no dejar
sitio a otros y vivir solos en medio de
Y ante la pregunta supersticiosa Israel! ¡Ay de los que llaman al mal
del pecador: ¿con qué me presentaré bien y al bien mal! (5,7.8.20). ¡Ay
al Señor?: ¿me inclinaré ante Él, le de los que dictan decretos injustos, de
ofreceré mil carneros o le sacrificaré a los notarios que registran vejaciones
mi primogénito por mi pecado? (6,6), que dejan sin defensa al desvalido y

21
niegan sus derechos a los pobres de tergiversa el derecho y queda lejos la
mi pueblo, que hacen su presa de las justicia: porque la honradez tropieza
viudas y saquean a los huérfanos!… por las plazas y la sinceridad encuen-
(10,1-2).15 tra cerradas las puertas (59,1.3.14)

El Señor Todopoderoso os invitaba a Hay quien (me) inmola un toro y es


llanto y a luto. Pero vosotros, venga como si matara a un hombre… hay
fiestas y alegría: a matar vacas, a de- quien trae una ofrenda y es como si
gollar corderos, a comer y beber que inmolara sangre de cerdo,17 hay quien
mañana moriremos (22,13). La tierra me invoca quemando incienso y es
vacila como un borracho: su pecado como si bendijera a un ídolo (66,3).
le pesa tanto que se desploma y no se
alza más (24,20); pero vosotros de-
cís: cuando pase el azote arrollador Jeremías
no nos alcanzará porque tenemos la
mentira por refugio y el engaño por Es el primer profeta (siglo vii) que se
escondrijo (28,15). atrevió a criticar directamente a los
reyes. Pasó de un optimismo inicial a
Es un pueblo rebelde que dice a sus un gran pesimismo: la humanidad sólo
intelectuales [literalmente: videntes]: tendrá arreglo si la ley de Dios está ins-
No habléis sinceramente, decidnos crita no en unas tablas exteriores sino
cosas halagüeñas, apartaos de vuestro en los corazones de los hombres.
camino, dejad de ponernos delante al
Santo de Israel (30,2.3). Ay del que edifica su casa con in-
justicia, piso a piso, inicuamente.
Las naciones son gotas de un cubo Hace trabajar de balde a su prójimo
y valen lo que polvillo de la balanza sin pagarle el salario debido. Piensa:
(40,15). me construiré una casa espaciosa con
salones bien ventilados, abriré venta-
El día de ayuno buscáis vuestro in- nas, la revestiré de cedro, la pintaré
terés y apremiáis a vuestros servido- de rojo… ¿Piensas que eres un rey?
res… La penitencia que yo quiero es Sólo tienes ojos y corazón para el lu-
ésta: parte tu pan con el hambriento, cro, para derramar sangre inocente,
abre tu casa al cansado, viste al des- para el abuso y la opresión. Tu padre,
nudo y no te despreocupes de tu her- en cambio, practicó la justicia y el
mano (58,3.7).16 La mano del Señor derecho, hizo justicia a pobres e in-
no se queda corta para salvar… pero digentes. ¡Eso sí que es conocerme!
vuestras manos están manchadas (22,13.14.17.15.16)
de sangre, vuestros dedos de críme-
nes, vuestros labios dicen mentiras No os hagáis ilusiones repitiendo
y vuestras lenguas susurran malda- «la casa de Dios, la casa de Dios».
des… Conciben el crimen y dan a luz Pues sólo si hacéis justicia, si no
la maldad… Sus pies tienen prisa por explotáis al inmigrante, al huérfano
derramar sangre inocente… Así se y a la viuda, si no derramáis sangre

22
inocente, sólo entonces habitaré con Habacuc
vosotros… ¿Creéis que este templo
que lleva mi Nombre es una casa de Conocido por sus «ayes» que pasan
bandidos? (7,4-7.11). por ser una de las críticas más serias a
todos los imperialismos. Desarrolló su
Quien quiera presumir que presuma actividad a finales del siglo vii.
no de su saber, ni de su valor ni de su
riqueza, sino de comprender que yo ¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio
soy el Señor que establece en la tierra sin que me escuches?… ¿Por qué me
la lealtad, el derecho y la justicia, y se haces ver crímenes, me enseñas in-
complace en ellos (9,22-23). justicias, me pones delante violencia
y destrucción? La justicia no triunfa,
los malvados cercan al inocente y el
Sofonías derecho sale pisoteado… Tus ojos
son demasiado puros para estar mi-
Este autor, muy duro con las clases rando el mal, no puedes estar contem-
altas, pasa por ser el promotor de la plando la opresión. ¿Por qué, pues,
reforma de Josías después del largo e contemplas en silencio a los traidores
inmoral reinado de Manasés (siglo vii). y al culpable que devora al inocente?
(1,2-4.13).
El día del banquete tomaré cuentas
a nobles y príncipes… Se acabaron Ay del que mete en casa ganancias
los mercaderes y desaparecieron los injustas y anda muy erguido para li-
usureros: registraré a Jerusalén con brarse de la desgracia (2,8).
linternas para pedir cuentas a los ale-
targados con vinos generosos…, sus
riquezas serán saqueadas, las casas Ezequiel
que se construyen no las habitarán
(1,9.12.13). Sacerdote de Jerusalén, del siglo vi,
muy crítico con su ciudad. Por su con-
Ay de la ciudad manchada y opreso- dición sacerdotal sospechan algunos
ra… Sus príncipes son leones rugien- que las denuncias de justicia social son
tes, sus jueces lobos hambrientos, sus adiciones posteriores. Pero precisa-
profetas unos temerarios desleales, mente Ezequiel es muy crítico con el
sus sacerdotes profanan lo sagrado… estamento sacerdotal.
Pero el criminal no reconoce su culpa
(3,1-4.5). En ti, los príncipes de Israel derraman
sangre abundante, despojan al padre y
Un comentarista alemán llega a a la madre, atropellan al forastero, ex-
escribir que en Sofonías aparece «la plotan al huérfano y a la viuda… En ti
auténtica condena profética de la evo- se practica el soborno para derramar
lución económica hacia el sistema ca- sangre, cobras unos intereses de usu-
pitalista».18 Quizá baste con decir que rero, te lucras a costa del prójimo y a
esa es la evolución de la codicia. mí me tienes olvidado… Pero yo es-

23
toy batiendo palmas al ver los nego- Baruc
cios que haces y la sangre que hay en
ti… La casa de Israel se ha convertido Presunto compañero y portavoz de Je-
en escoria (22,6-7, 12-13.16). remías, cuyo nombre utilizó un autor
de entre los siglos iii y ii a. C., por lo
¡Ay de los pastores que se apacientan que algunas biblias le atribuyen [como
a sí mismos! ¿No son las ovejas lo capítulo final] una carta de Jeremías
que tienen que apacentar los pastores? claramente anterior. Pasa por ser el úl-
Pero vosotros os coméis su enjundia, timo profeta de Israel:
os vestís con su lana, matáis las más
gordas, no fortalecéis a las débiles ni ¿Dónde están los jefes de las nacio-
curáis a las enfermas, ni vendáis a las nes, los que atesoraban oro y plata en
heridas, ni buscáis las perdidas y mal- los que confían los hombres, y era in-
tratáis brutalmente a las fuertes… Y mensa su fortuna? (3,17)
luego mis ovejas tienen que pacer lo
que hollaron vuestras pezuñas y tie- «Sus dioses están recubiertos de oro
nen que beber lo que vuestras pezu- y plata, pero son falsos e incapaces de
ñas enturbiaron (34,2-4.19).19 hablar y no se libran del orín y la car-
coma. Les ponen mantos de púrpura y
Esto dice el Señor: ¡basta ya príncipes tienen que limpiarles la cara del polvo
de Israel! Acabad con la violencia y del templo que se les acumula enci-
la rapiña, y practicad el derecho y la ma… ¡Cuidado no os asimiléis a los
justicia. Dejad de atropellar a mi pue- extranjeros, no os dejéis dominar por
blo (45,9). el temor!… Sus sacerdotes venden
las víctimas de sus sacrificios para
aprovecharse y sus esposas las sazo-
Malaquías nan sin dar nada a los pobres y necesi-
tados» (Carta de Jeremías vv. 10-11,
Se lo sitúa en el siglo v a.C., cuando el 4,27).
Templo ha sido reconstruido y el cul-
to vuelve a funcionar tras el destierro.
Algunos intentaron identificarlo con el
reformador Esdras: 2.2  Budismo y profetas:
¿lenguajes opuestos?
Os llamaré a juicio, seré testigo exacto
contra hechiceros, adúlteros y perju- Dejamos ahora la pregunta de muchos
ros, contra los que defraudan al obrero biblistas: las soluciones ofrecidas por
en su jornal, oprimen a viudas y huér- los profetas ¿eran eficaces? Esas pre-
fanos20 y atropellan al inmigrante sin guntas surgen siempre ante los críticos
tenerme respeto (3,5). «Tendremos de cualquier situación histórica. A no-
que felicitar a los arrogantes, pues los sotros nos interesa otra cosa.
malvados hacen fortuna mientras tien- ¡Qué contraste entre este lenguaje
tan a Dios impunemente»: así hablan y el anterior del budismo! Ese con-
hoy los fieles del Señor (3,15-16). traste persiste aunque reconozcamos
24
que el lenguaje de los profetas no es sólo liberarse del deseo humano sino
sólo la denuncia aquí presentada, sino al revés: mantener el deseo y la pasión,
que tiene otros acentos de promesa, pero convirtiéndolos: transformarlos
consuelo, plegaria etc. Aun así, ¿son en deseo de justicia, de vindicación de
opuestos estos dos lenguajes? ¿O, más las víctimas.
bien, habría que comprender que son En cambio Buda no impone nada:
lenguajes complementarios y que nin- sólo busca iluminar la verdad de nues-
guno de ellos se mantendrá y llegará a tra realidad y, desde ella, el hombre ya
su plenitud sin el otro? Todo grito que no necesitará mandamientos o, si los
no brote de un auténtico «silencio» (de necesita, será sólo por su tremenda fra-
una riqueza interior) podrá ser «políti- gilidad que el budismo reconoce tam-
co» pero no será profético. bién. Es un buen ejemplo de aquella
El lenguaje de los profetas mantiene frase que hizo célebre D. Bonhoeffer:
siempre un esquema de denuncia, ame- sus enseñanzas valen «etsi Deus non
naza de castigo, y promesa final, al que daretur» (aunque Dios no existiera…).
se añaden otros oráculos contra las na- Por eso puede ser tan útil para el hom-
ciones paganas. Pero a éstas se las ame- bre de hoy.
naza sólo por su falta de ética (crueldad, Reconociendo estas diferencias, ha-
injusticia), aunque Dios se valga de gamos un resumen de la enseñanza de
ella para castigar a su pueblo. Mien- esos textos de los profetas, encerrándo-
tras que, en las denuncias contra Israel, los en otras «cuatro nobles verdades».
el factor principal de la queja es que Creo que serían éstas:
se trata del pueblo elegido por Dios
como «propiedad personal» (Ex 19,5), 1. Los oprimidos, los indefensos y las
del pueblo al que Dios ama de manera víctimas son los preferidos de Dios.
particular (de ahí las metáforas vistas 2. Precisamente por eso, el compro-
de adulterio etc). Por eso a la amenaza miso con ellos y por ellos es el úni-
sigue siempre la promesa de reconci- co culto verdadero que el hombre
liación: a pesar de lo duro de muchas puede dar a Dios, incluso aunque
denuncias, nunca falta el anuncio de un no crea en Él.
futuro mejor. En todos los profetas late 3. Dios rechaza todo otro culto que
una convicción de que la justicia es la no vaya vinculado a ese compro-
mejor y la única fuente posible de paz, miso, o que sirva de excusa para
interior y exterior. olvidarlo.21
Por tanto: en los profetas la com- 4. En la aceptación de las tesis ante-
pasión es siempre y primariamente riores se da la verdadera fe y el ver-
compasión hacia las víctimas, no me- dadero «conocimiento de Dios»,
ramente ante la capacidad de autoen- incluso aunque no se crea en Él.
gaño humana sino ante las salvajadas
y sufrimientos que puede producir esa ¿Se contraponen estas tesis a las
maldad, olvidando que «no son más cuatro nobles verdades de Buda, o más
que hombres», como rezaba el sal- bien las complementan y las llevan a
mista (9,21) y acentuaría el budismo. la cumbre? Según circunstancias de lu-
Por eso, el profetismo judío no busca gares, épocas y personas habrá que co-
25
menzar por unas o por otras.22 Pero en puede significar «creer en el Amor»,23
la madurez humana y creyente deben pero en el Amor con mayúscula (ya
convivir y hermanarse ambas. Pues, que la palabra amor, junto a la palabra
como intenté mostrar en otra ocasión, Dios, son las más falsificadas e instru-
para un cristiano creer en Dios sólo mentalizadas del lenguaje humano).

26
CONCLUSIONES

Leamos un texto cristiano que podría ser perfectamente budista y


muestra cómo el cristianismo no niega nada del budismo, sino que le
añade algo. Son los versos siguientes:

Cuando reparas en algo → dejas de arrojarte al todo;


para venir del todo al todo → has de dejarte del todo en todo, todo,
y cuando lo vengas
del todo a tener → has de tenerlo sin nada querer.
En esta desnudez → halla el espíritu su descanso:
porque no codiciando nada → nada le fatiga hacia arriba
y nada le oprime hacia abajo → porque está en el centro de su
humildad.24

Integrar He subrayado en otros lugares que


la expresión «se le conmovieron las
A eso, tan auténticamente budista y tan entrañas» es la que más veces dicen los
plenamente cristiano, la fe en Jesucristo evangelistas sobre Jesús. Esas entrañas
le añade algo, que ya se fue gestando en conmovidas recaen en primer lugar
los profetas de Israel. No se trata pues sobre aquellos que son las víctimas de
de contraponer (como hoy se hace al- esta historia y que el capítulo 6 de Lu-
gunas veces) sino de integrar. Dicho de cas enumera en cuatro «bendiciones»,
otro modo: se trata de no perder nada acompañadas de otras cuatro maldi-
de ninguna de las dos partes, sobre todo ciones para los que son sus verdugos.
por lo que hace a la palabra compasión Pero esa compasión santamente «in-
(o misericordia) común a ambas. dignada» de ninguna manera excluye
27
otra compasión «compasiva» (o com- que la tradición judeocristiana habla
prensiva), ante la increíble capacidad desde una óptica «postlapsaria» pero
de autoengaño que tenemos los huma- que se sabe redimida. Pues incluso la
nos para montarnos la historia a nues- literatura bíblica sapiencial tiene fra-
tro gusto, cegándonos en esa busca de ses sobre pobres y ricos que, sin ser de
autoafirmación o de reconocimiento, acusación ni de denuncia, son de una
que tantas veces perciben los demás y contundencia llamativa.
no nosotros. A Jesús también se le con-
movían las entrañas ante esa multitud
inmensa que Él veía como «ovejas sin Consumar
pastor» y Buda como ciegos sin guía.
Además, sólo esta otra forma de Queda abierta la pregunta de si la mis-
compasión puede evitar que la indig- ma dinámica del budismo no traduce
nación meramente ética deje de ser una búsqueda, o un anhelo o apertura
santa y que nos convirtamos en jueces hacia una Trascendencia que sería, a
de todos los victimarios de esta tierra, la vez, su Fundamento Absoluto y su
asignándonos una tarea que sólo com- Consumación Plena, lo que el budis-
pete a Dios, y cayendo así en otra for- mo posterior llamará Dharmakayâ: el
ma de autoengaño. Cuerpo Universal que sería algo así
como la esencia del universo. Por eso,
a pesar de que el budismo es precisi-
Trascender vo (o agnóstico) respecto a Dios, ha
dado lugar a corrientes que parecen
Nuestro análisis parece confirmar la te- divinizar a Buda. En este sentido ha-
sis del teólogo de Sri Lanka, A. Pieris: blé en otro lugar del budismo como «el
la experiencia religiosa general, cuan- Precursor universal» del cristianismo,
do es auténtica (producida por el Espí- del que valdrían las palabras de Jesús:
ritu), es una experiencia de pobreza y «nadie mayor que él entre los nacidos
de llamada a la pobreza. A ella la mani- de esta historia»; sólo le supera Aquel
festación de Dios en Jesucristo le añade que «ha nacido del cielo» (Mt 11,11).
la revelación de un «pacto» o alianza Lo que no me siento capaz de acep-
de Dios con todos aquellos que, en la tar, porque contradice mi más elemental
historia humana, son los empobrecidos experiencia humana y creyente, es esta
y las víctimas de quienes, aun siendo frase de un teólogo moderno: «no nos
a lo mejor muy piadosos, no escuchan libera ningún Credo, sino el reconoci-
esa llamada de la verdadera religiosi- miento de nuestra propia verdad». Por
dad a la sobriedad compartida. «Vivir supuesto, no nos libera un credo pero
para ellos y morir por ellos» según el sí una fe: la fe en el amor de Dios, la
espléndido lema del cura Múgica, már- cual buscará luego expresarse de la me-
tir en las villas-miseria argentinas. jor manera posible. La frase comienza
En este sentido, quizá cabría decir pues tergiversando aquello que quiere
que el budismo habla desde una óptica combatir. Pero además, a mí personal-
«prelapsaria» (anterior a eso que mal mente, el conocimiento de mi verdad
llamamos pecado original) mientras no me libera sino que más bien me lleva
28
a clamar con Pablo «¿quién me libera- (Mt 7,33): el reinado de la gratuidad y
rá…?». Me libera más bien el saberme la fraternidad, en una civilización de la
amado tal como soy. Y aquí es donde sobriedad compartida.
creo que el cristianismo puede coronar Esta comparación de ambas co-
al budismo. munidades deriva de un análisis de la
última parte del libro aquí comentado,
que no hemos podido tratar, y que está
Convivir dedicada a la comunidad: a lo que se-
ría la vida del creyente budista. En ella
Desde aquí, se sitúa mejor la misión es posible encontrar también paralelis-
de las comunidades o iglesias. La co- mos y coincidencias con la vida de las
munidad budista (Sangha) no es «mi- iglesias cristianas: la estructuración en
sionera», en el sentido de que no pre- laicos y religiosos (que la edición cas-
tende cambiar al mundo, sino sólo ir tellana traduce exageradamente como
difundiendo la enseñanza de Buda y «sacerdotes»); más una serie de normas
creando grupos que la sigan, con la se- sobre la vida diaria, la vida familiar, la
guridad de que así el mundo cambiaría mujer…; y finalmente una especie de
por sí solo (quizá puede ser compara- eclesiología titulada «Construcción
da con aquellas primeras comunidades de la tierra de Buda».25 Eso ya no cabe
cristianas que describen los capítulos 2 aquí, pero me permitiré rescatar, para
y 4 de los Hechos de los Apóstoles). La concluir, un ejemplo de gran sabiduría,
comunidad cristiana es misionera en el que me parece muy actual entre noso-
sentido de que, además de lo anterior, tros hoy:
debe denunciar la injusticia reinan-
te en nuestro mundo y trabajar por la Un pequeño malentendido llega a
transformación del «mundo» buscan- causar una gran desgracia. Esto se
do ante todo lo que Jesús llamaba «el debe tener en cuenta especialmente
reinado de Dios y la justicia de Dios» en la vida familiar (p. 220).

29
NOTAS

1. Sin olvidar que también la Carta a los Hebreos en la sabiduría de Buda. La fe es el mejor com-
(2,15) reconoce en el temor a la muerte una pañero de la vida, es el alimento para el largo
fuente de las servidumbres humanas. viaje de la vida, el máximo de los bienes. La fe
2. Así primero J. B. Metz y más tarde Castillo, es fuego: quema toda suciedad de las almas y
José Mª (2007) en Víctimas del pecado, Ma- las hace arder en deseos de iluminación. La fe
drid: Trotta. enriquece el alma, enseña la caridad sin apego.
3. Todas las citas que siguen provienen del libro La fe anima al hombre cuando el camino se
La enseñanza de Buda, editado por el Bukkyo hace aburrido y largo, y conduce a la ilumi-
Dendo Kyôkay de Tokio (5ª edición 1998) y nación. La fe nos hace sentir como si estuvié-
van acompañadas por comentarios míos. La ramos en presencia de Buda. La fe nos da la
traducción castellana de ese libro es de Mi- sabiduría de comprender que este mundo no es
yoko I. de Tamura, de la universidad de Naga- más que un juego momentáneo donde no exis-
saki. Conozco además otra edición bilingüe en te una verdad inmutable. La fe nos hace estar
inglés y francés (de 1981), y conviene adver- siempre con Buda, actuar siempre con Buda
tirlo porque no siempre coinciden exactamen- y desear vivir siempre con Buda. La mano de
te los textos de esas tres versiones, supongo Buda, venciendo la oscuridad de la duda que
que por la dificultad de ensamblar universos nubla el alma, introduce la luz de la fe». Pare-
lingüísticos tan distantes como el japonés y las ce darse ahí un proceso que pasa del creer «a»
lenguas occidentales. Lo que el castellano tra- Buda, a creer «en» Buda; una vinculación que
duce como «alma» es, en esas otras versiones, pasa de la doctrina a la persona. ¿Cuál sería el
mind o coeur. Además, la opción por la expre- fundamento de esa evolución progresiva?
sión «el ego», en los textos que cito, es una 8. «Buscador de la luz». Expresión típica del budis-
opción mía: porque me parece que hoy es el mo que se aplica muchas veces al ser humano.
término que mejor se acerca a lo que quieren 9. Algo parecido cabe decir del decálogo bíblico:
decir los textos budistas. ya es tarde para atender sólo a eso.
4. En paralelismo cristiano: podemos cantar con 10. Esa dificultad está bien reconocida en la si-
santa Teresa «quién a Dios tiene nada le fal- guiente enumeración de «veinte cosas difíci-
ta». Pero ¿vale eso para la inmigrante sin pa- les en este mundo» que traslucen un profundo
peles, con un marido en la cárcel, que vive de conocimiento de alma humana: «Es difícil ser
comedores de Cáritas y a la que van a echar de generoso; es difícil para el orgulloso aprender
su mísera casa por impago de alquiler? el camino de la iluminación; es difícil bus-
5. Hay aquí una parábola de un padre con dos car el camino sacrificando el egoísmo; es difí-
hijos, susceptible de una comparación con la cil nacer en el Reino de Buda en este mundo;
parábola evangélica de Lucas 15. No hay es- es difícil escuchar las enseñanzas de Buda; es
pacio para ello, pero señalo al menos que el difícil mantener el alma limpia de los instintos
hijo perdido (símbolo de la humanidad), no es del cuerpo; es difícil no desear cosas hermo-
llamado pródigo sino errante. sas y agradables; es difícil para el poderoso
6. Como Marx, a pesar de su ateísmo, tenía una no usar el poder; es difícil no enfurecerse al
fe inquebrantable en las leyes positivas y en ser insultado; es difícil permanecer puro cuan-
la dinámica triunfadora del materialismo dia- do se es tentado; es difícil estudiar amplia y
léctico. profundamente; es difícil no menospreciar a
7. Vale la pena presentar una rápida antología de los principiantes; es difícil alejar el orgullo;
textos sobre la fe (del apartado «El camino de la es difícil encontrar un buen amigo; es difícil
fe», pp. 176-82): «La fe del discípulo es creer seguir la doctrina y alcanzar la iluminación; es

30
difícil no ser perturbado por las circunstancias 19. No hay que quedarse en la alegoría del texto:
externas; es difícil predicar conociendo la na- las ovejas del Señor son el pueblo de Israel.
turaleza del hombre; es difícil mantener la paz 20. Típica pareja del lenguaje bíblico (junto con el
en el alma; es difícil no argüir sobre el bien y inmigrante) para designar a aquellos indefen-
el mal; es difícil encontrar y aprender un buen sos que no tienen valedor alguno y son por ello
método» (pp. 133-134). más pobres que los mismos pobres.
11. La primera bienaventuranza de Mateo puede 21. Impresiona la poca repercusión que esta ver-
significar pobres por el Espíritu (aquellos a dad ha tenido en el «culto cristiano», pese a la
quienes su opción por la justica va empobre- insistencia de los profetas y los salmos en este
ciendo), o pobres con espíritu (aquellos que mensaje. Con ello, ya no acudimos al templo
siendo pobres no luchan por la justicia desde a alimentarnos de Dios para poder cumplir Su
el resentimiento o el odio, ni buscando en ex- Voluntad, sino a aplacar o tener a raya a Dios
clusiva su propio provecho). para poder cumplir nuestra propia voluntad.
12. Para más explicaciones remito al capítulo 13, 22. Por ejemplo, en la catequesis infantil sería
«Progreso, maldad y bondad» de González poco pedagógico empezar directamente por
Faus, José I. (2010). Otro mundo es posible… los profetas, al menos en el primer mundo.
desde Jesús. Santander: Sal Terrae. 23. Cf. González Faus, José Ignacio (2014).
13. Schumacher, Ernst Friedrich (2011). Lo pe- ¿Dios?. Barcelona: Cristianisme i Justícia,
queño es hermoso. Tres Cantos: Akal Cuadernos n. 190.
14. Por supuesto, el original no dice eso sino 24. De la Cruz, Juan (1991). «Introducción a la
«vacas de Basán», una región famosa por sus Subida al Monte Carmelo», Obras completas,
pastos, cuya mención provocaría un impacto Salamanca, pp. 117-118. Podrían añadirse los
semejante al de mi traducción. versos 19-20 del capítulo 3 del cuarto evange-
15. Dicho sea entre paréntesis: cambiando algo el lio, con su insistencia en «ir a la luz» que evo-
vocabulario, este párrafo parece una descrip- ca la iluminación budista (o el capítulo 28 de
ción de buena parte de la España actual. Job por su comparación entre la mera técnica
16. Conviene leer íntegro todo ese capítulo, dema- y la verdadera sabiduría).
siado largo para citarlo aquí completo. 25. «El Reino de Buda», dice la edición castellana
17. Animal impuro por excelencia. buscando quizás analogías con la expresión
18. Das Alte Testament Deutsch, 25, 65. jesuánica Reino de Dios.

31
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN

Este Cuaderno intenta comparar textos de La enseñanza de Buda y textos de los


profetas (culminando en Jesús como «más que profeta»). Ello justifica parcialmente,
y a la vez reorienta, la ya tópica calificación de budismo como sabiduría y cristianismo
como amor.
1. ¿Crees que esa calificación es exacta? ¿Qué matices le añadirías?

En la primera parte del cuaderno, importa comprender los puntos de coincidencia,


los paralelismos y las diferencias.
2. ¿Te queda clara la noción budista de iluminación y de causalidad?
3. Algunos paralelismos:
• ¿Con qué textos o expresiones de Buda compararías la noción del pecado
original? ¿O la del ser humano como imagen de Dios?
• La no-dualidad. ¿Cuál es la diferencia entre el sentido hindú de esta expresión
y la que aparece en el cuaderno? ¿Encuentras algo parecido en el cristianismo
occidental?
• ¿Cuál te parece que es la crítica budista al sistema capitalista? ¿Qué opinas
de ella?
• ¿Qué diferencias puede haber en el modo de acercarse al sufrimiento?

En la segunda parte del cuaderno, el autor se fija en que el lenguaje de los profetas
mantiene siempre un esquema de denuncia, amenaza de castigo y promesa final.
Después de una presentación de cada profeta, sus enseñanzas para nosotros se
resumen en cuatro puntos:
• Los oprimidos, los indefensos y las víctimas son los preferidos de Dios.
• El compromiso con ellos y por ellos es el único culto verdadero que el hombre
puede dar a Dios.
• Dios rechaza cualquier otro culto que no vaya vinculado a ese compromiso o
que sirva de excusa para olvidarlo.
• El conocimiento de Dios se da en practicar la justicia.

4. Compara los cuatro puntos anteriores con las cuatro «nobles verdades» del budismo.

5. De los textos de los profetas, ¿cuáles te parece que tendrían vigencia hoy?

32

Vous aimerez peut-être aussi