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Universidad de Playa Ancha

Campus San Felipe


Carrera de Pedagogía en Historia y Geografía

CAPITALISMO, PASTA BASE Y ENAJENACIÓN POPULAR:

Transformaciones en las poblaciones de Santiago durante la instalación


del neoliberalismo en Chile 1980-1998

Seminario de Título para optar al título de Pedagogía en Historia y Geografía

Moisés Saavedra Olguín


Fernando Mora Espina

Profesor Guía: Lic. Francisco Figueroa Briones

San Felipe, Chile


2015
AGRADECIMIENTOS

A mis Padres y abuelos, también a mi hermano, sin su fuerza esto no sería


posible. Gracias por su paciencia y dedicación.
A mis amigos y compañeros de San Felipe; Gonzalo, Cynthia, Salvador, Guru y
Daniel que hicieron de estos años un lugar de lucha y organización, pero
también por construir una familia juntos.
A Katty Guerrero, por su compañía en todos estos años, su amor incondicional,
por su paciencia y todo su apoyo. Sin ti, estos años hubieran sido mucho más
difíciles.
A mis compañeros de organización, que luchan día a día por transformar la
sociedad. Sin ustedes, faltarían esperanzas para cambiar el mundo.
Adelante con todas la fuerzas de la Historia!!
Gracias totales.
Moisés

Este trabajo no es fruto exclusivo de un esfuerzo individual, es parte también


del apoyo de mis Padres, del cariño y paciencia de mi Madre, y del esfuerzo y
lecciones de mi Padre, la sonrisa inmensa de mi Hermana y del resto de mi
familia. Los amo a todos y a todas, muchas gracias por todo.
Agradezco desde la guata y desde el corazón, a mis amigos, amigas,
compañeros y compañeras que acompañaron no solo estos dos años de tesis,
con altos y bajos, caídas y victorias, sino que también a todos y a todas con
quienes nos encontramos desde el 2007, año en el que nació mi vocación por la
pedagogía, y durante los años en el Aconcagua: A la gente de la Capilla, a los
cabros y cabras del Benja, al CEPA, al MCP, al Guatón, al Guru, al Piña, al
Danny y al Pepe, a mis compañeros y compañeras de Trazo Común, al Jota, al
Silvio, al Lucho, a Gabi, a Franola y a todos y todas con quienes palabrié,

2
cagüinié, compartí y metí cabeza quebrándome sobre lo bacán que era mi tesis
(jeje).
A Moisés, que supo revivirme y sacarme de las tinieblas para terminar de una
vez por todas la carrera, GRACIAS HERMANO.
A Sihomara, Tuto, que puso broche de oro a un periodo que de una vez por
todas se debía cerrar, periodo que abre puertas y ventanas nuevas, caminos
que ahora son de a dos.
Finalmente, al gran Carlos Sandoval, que me devolvió el sentido y el cariño por
esta profesión, que me enseñó a disfrutar el enseñar y a querer la docencia.
Fernando, “Care’ perro”

A quienes colaboraron en este trabajo, con sus palabras, con sus casas o con
su ánimo. Magda, Ronco, David, Violeta, Pancho, Pablo, Silvio, Fran. MUCHAS
GRACIAS.

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente


diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemurgo

3
Índice

RESUMEN..........................................................................................................10

ABSTRACT.........................................................................................................11

INTRODUCCIÓN................................................................................................12

CAPÍTULO I: Marco Teórico Conceptual............................................................22

- La Droga y su Tráfico...............................................................................22

Aspectos elementales del Narcotráfico.........................................................30

- El Campo Popular....................................................................................50

Segregación espacial urbana o segregación socio-espacial y marginalidad....51

- El neoliberalismo y la construcción de hegemonía..................................58

Ideología, Hegemonía y Dominación............................................................62

La ideología bajo la lógica de los marxistas posteriores a Marx......................70

Hegemonía................................................................................................76

Enajenación...............................................................................................82

Transición................................................................................................90

4
CAPÍTULO II: Narcotráfico y Pasta Base “El Origen de un Mal Endémico”.......95

- Del desarrollo del narcotráfico y sus aspectos económicos en América


Latina.......................................................................................................95

- El Narcotráfico y el Crecimiento Económico..........................................105

La fragilidad política..................................................................................110

El Crack y la Contra Nicaragüense............................................................119

La epidemia del Crack..............................................................................126

La Pasta Base en el Cono Sur...................................................................129

- Pasta Base de Cocaína: Tipología y definición.....................................134

Efectos de la PBC....................................................................................141

Comportamiento y Angustia...................................................................146

La Angustia y la Violencia......................................................................150

CAPÍTULO III: Construcción de una nueva hegemonía “Las bases históricas de


la adicción”........................................................................................................153

- Aspectos Históricos del Neoliberalismo en Chile...................................153

5
Las reformas neoliberales.........................................................................160

Salud.......................................................................................................161

Previsión.................................................................................................163

Educación................................................................................................165

Reforma Laboral y Código del Trabajo.......................................................167

El suelo...................................................................................................169

Neoliberalismo: ¿Revolución, Contrarrevolución o Proyecto Nacional?.........171

- Construcción Institucional Política, sostén de la nueva hegemonía


neoliberal...............................................................................................176

El Plan de Chacarillas...............................................................................176

La Constitución de 1980...........................................................................178

El comienzo del fin de la dictadura.............................................................183

El acuerdo nacional y la legitimación de la nueva institucionalidad...............188

El final de la dictadura...............................................................................193

- El Estado Contrainsurgente y el Neoliberalismo: la instalación


hegemónica a costa del Campo Popular...............................................197

6
La Precarización de la vida.......................................................................201

La erradicación de poblaciones.............................................................206

La atomización y debilitamiendo sindical....................................................217

Juventud perdida: la falta de un proyecto histórico y cultural........................221

CAPÍTULO IV: Drogas y Narcotráfico en el Chile de la Transición “La Mano


Negra del Neoliberalismo”................................................................................228

- Consumo y Drogas antes de la Pasta Base..........................................228

- ¿Una Narco Dictadura?.........................................................................237

- De los Sicilianos a los Colombianos......................................................251

Los “Ciulla” y la red Siciliana en Chile........................................................255

El ocaso del “El Perilla” y el auge del narcotráfico colombiano.....................257

- La respuesta del Estado........................................................................261

- Fetichismo, Drogas y Enajenación. La Transformación del Mundo


Cultural del Campo Popular.................................................................268

7
CONCLUSIONES.............................................................................................273
.
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................279

LINKOGRAFÍA..................................................................................................289

8
Índice de Tablas

Cuadro 1: Tipos de Drogas y sus Consecuencias P. 27

Cuadro 2: Drogas Alucinógenas P. 28

Cuadro 3: Porcentaje de la industria en el PBN P.100

Cuadro 4: Crecimiento del PNB en América Latina de 1950 a 1990 P. 102

Cuadro 5: Endeudamiento Externo de América Latina P.104

Cuadro 6: Relación del Narcotráfico en las arcas nacionales (1989) P. 108

Cuadro 7: Proceso de elaboración del crack/paco/pasta base P. 139

Gráfico 1: Cocaína Decomisada en Kilos P.263

Gráfico 2: Decomisos de clorhidrato de cocaína en gramos al 31.05.97 P. 264

Gráfico 3: Detenidos por Narcotráfico por la Policía de Investigaciones de Chile.


Año 1997 a 1989 P.265

Gráfico 4: Detenidos por Narcotráfico por la Policía de Investigaciones de Chile.


Año 1990 a 1997 P.267

9
Resumen

La Pasta Base de Cocaína (PBC) se instala en las poblaciones de Santiago


durante finales de la década de los 80 y en especial durante la primera parte de
la década de los 90. Esta instalación se profundizará por factores de orden
político y económico, en donde el neoliberalismo y su consolidación en el país,
contribuirán a una pauperización de la vida en el campo popular, arrojando a los
pobladores y pobladoras de la capital, al mundo del narcotráfico y el microtráfico
como una alternativa a la difícil situación económica. Por su parte, la PBC y su
tráfico, traerán consecuencias culturales en las poblaciones, que conjugándose
con las influencias ideológicas del neoliberalismo, el individualismo y el
consumismo, traerán consigo la cultura del “choro” y del “sálvese quien pueda”.
Cultura que contribuye directamente a la consolidación de la hegemonía
capitalista instalada en Chile por la burguesía y el bloque en el poder.

10
Abstract

The “Pasta Base of Cocaína” (PBC) is installed in the towns of Santiago during
the late 80's and especially during the early part of the decade of the 90. This
facility will be deepened by factors of political and economic order, where
neoliberalism and its consolidation in the country, contribute to the
impoverishment of life in the popular field, throwing villagers and settlers from
the capital to the world of drug trafficking and micro-trafficking as an alternative
to the difficult economic situation. Meanwhile, the PBC and its traffic, bring
cultural consequences on populations that conjugating with the ideological
influences of neo-liberalism, individualism and consumerism, they will bring the
culture of "choro" and "every man for himself." Culture contributes directly to
consolidating capitalist hegemony installed in Chile by the bourgeoisie and the
power bloc.

11
Introducción

Tras el golpe de Estado de 1973, comienza un proceso de “reconstrucción” de


la estructura y la súper estructura estatal, diezmando así todo el avance que
había vivido el campo popular durante los años anteriores, en su organización y
en su nivel de conciencia de clase. En ese sentido, podemos reconocer dos
fases de la dictadura militar: la de aplastamiento del campo popular, necesario
para dar las bases para la implantación de un nuevo sistema (del 73 al 79); y la
de segunda fase, que tiene que ver con el proceso que se abre durante los 80,
donde se enfrentan dos elementos: la implantación en la práctica del modelo
neoliberal y la legitimación de este, vs las protestas populares, las crisis
económicas y la respuesta desde el campo popular. Por lo tanto se ve en ese
escenario un claro conflicto de intereses de clase que supera las
contradicciones existentes en el seno de la burguesía respecto al modelo
político a seguir. Dentro de esta contradicción, vemos que el momento más
crítico de este conflicto va del 83 al 89 donde por medio de la protesta existe un
claro y amplío rechazo de la dictadura, mas no en sí de la implantación del
modelo neoliberal. Dado los grados de legitimación de este nuevo sistema,
comienzan a desarrollarse alianzas dentro de los partidos políticos tradicionales
para hacerle frente a la dictadura y exigir una “salida democrática”, en contra
parte, encontramos una gran dispersión en la izquierda revolucionaria que
queda de manifiesto con la presencia de al menos 4 organizaciones políticas
armadas, que no llegan a un acuerdo ni a dar el ancho para colocar la fuerza
del movimiento de masas tras estos proyectos. Esto se puede entender al
analizar los discursos y líneas políticas de estas organizaciones que no
plantean una transformación revolucionaria de la sociedad, sino más bien una
salida a la dictadura que no implicaba el termino de las relaciones económicas
implantadas por el modelo neoliberal, solo una transformación del modelo
político.

12
Bajo estas condiciones, en Chile se refunda el Estado y la hegemonía que lo
sostiene, siendo los militares, el brazo armado de la burguesía, los encargados
de la implantación del modelo. He aquí donde la droga, en particular la Pasta
Base de Cocaína (PBC) comienza a jugar un rol fundamental en la
desintegración del campo popular, provocando altos grados de enajenación,
alienación y desorganización, en consecuencia de los efectos físicos y
psicológicos de la PBC con su alto grado de adicción (la llamada “angustia”),
teniendo como consecuencia en el consumidor una distancia con su ser social,
que conlleva una enajenación, primero en términos físicos y luego en términos
sociales, que provienen de una alienación del cuerpo, donde el cuerpo del
consumidor deja de pertenecer a sí mismo, y pasa a pertenecer a la droga, y
por consecuencia al proveedor de la droga o al narcotráfico, quitando al
consumidor la capacidad de ejercer su fuerza de trabajo, alejándolo de su
pertenencia a una clase social determinada como ser social. Este fenómeno
profundiza también la problemática de la segregación social que provocan las
políticas de vivienda y desplazamiento forzoso de la dictadura como disolución
de las redes sociales y mecanismos vinculatorios. Cabe preguntarse cómo
problemática principal: ¿De qué manera es efectivo el efecto de la PBC
como intensificador de la segregación social en las poblaciones de
Santiago en la construcción de un nuevo Estado y una nueva hegemonía,
durante la dictadura y la transición democrática entre los años 1980 a
1998? Esta respuesta la podemos encontrar en los efectos de esta droga, pues
su alteración de la conciencia en sus distintos grados de consumo y adicción
(angustia) intensifica la enajenación y alienación del sujeto social. Desde este
punto de vista, la PBC fue funcional a los intereses gubernamentales del
periodo, que buscaban la implementación de un nuevo modelo económico, la
construcción de una nueva hegemonía política, cultural y social.

13
De esta manera, se debe analizar los efectos estructurales de la
implementación del modelo neoliberal en el campo popular en el proceso de
modernización de la estructura económica chilena. Así, debemos analizar la
estructura económica implantada en Chile en la dictadura militar y su grado de
trascendencia, y establecer las condiciones objetivas del campo popular tras la
“modernización” de Chile.
Además, se debe identificar la relación entre los militares, el Estado y la
construcción de una nueva hegemonía durante la segunda mitad del periodo de
dictadura militar. Para lo cual, debemos relacionar el ingreso y orígenes de la
PBC en Chile con el contexto histórico y los actores políticos de los años 80 y
90s en Chile, además, de descubrir la hipotética existencia de la relación entre
militares y PBC, y su funcionalidad para el estado y la construcción hegemónica
en Chile en los años 1985 a 1998.
Por último, buscamos establecer el rol de la PBC y las nuevas políticas
territoriales de vivienda, como intensificadores de la segregación social en chile
durante los años 1985 a 1998. Para esto, se debe, por un lado, estudiar las
nuevas políticas territoriales de vivienda del año 1979 a 1981. Sus funciones y
sus consecuencias culturales para la población de Santiago, y por otro lado, se
debe determinar las funciones y consecuencias culturales del consumo de PBC
y las políticas de vivienda declaradas en la dictadura.
Entonces, ¿Cuál fue el rol estratégico de los militares y el Estado, en el
despojo territorial y en la creación de una nueva realidad social que
permitiese intensificar el consumo de PBC y su síntoma de angustia? De
lo anterior podemos decir que los militares son el brazo constructor y conductor
del Estado coercitivo durante los años 80, situación que facilitará la
implementación del proyecto de modernización del capitalismo chileno, y la
construcción de una nueva hegemonía burguesa neoliberal. Desde este punto
de vista, no son pocos los autores (sin embargo sin muchas fuentes) que
establecen una directa relación entre el ingreso de la PBC como herramienta de

14
control social y generadora de marginación, con los militares, desde este punto
de vista, ¿tuvieron que ver los militares de manera directa e indirecta en el
tráfico de PBC? Esto intenta explicar si la PBC fue efectivamente una
herramienta efectiva de control social, por tanto, un movimiento táctico de los
militares en la construcción de la nueva hegemonía.
La introducción de la PBC en las poblaciones de Santiago, genera fenómenos
sociales no vistos antes respecto al comportamiento de sus consumidores, pues
producto de su alto grado de adicción se genera la sensación de “angustia”:
“Los efectos del consumo de PBC son graves, tanto en lo psicopersonal como
en lo social. La aparición de nuevas formas de delincuencia y violencia, están
ligadas estrechamente a este consumo […] A partir de ahí se genera un espiral
de violencia, es una violencia que ocurre en un estado alterado de conciencia,
cuestión que no conocíamos en Chile y que es radicalmente diferente a la
violencia o delictuosidad tradicional”12. Para entender los efectos de la PBC y lo
anteriormente planteado, debemos adentrarnos en las secuelas en el cuerpo y
orígenes de la PBC. Podemos encontrar dos orígenes de la PBC, muy
engorrosos en su relación entre sí, pues hablan de dos procesos paralelos que
hasta ahora no han sido relacionados en diversas investigaciones. El primero es
de origen norteamericano, donde su elaboración se derivaría de la producción
de “Crack”, comenzando su inserción en América Latina por cuestiones de
orden ideológico norte americano, planteando a la PBC como elemento de
control social en la coyuntura de conflictividad social que vivía el continente
durante los años 80; el segundo en cambio, habla del tratamiento químico de la
cocaína en los países vecinos al norte de Chile, en particular, Perú y Bolivia,

1 PÉREZ, Cristián; BENGOA, José; “Futuro y angustia: la juventud popular y la PBC en Chile”,
Editorial Sur, Santiago de Chile, 1997; p. 15
2 Sin ir más lejos, y como un ejemplo contemporáneo, la comuna de Freirina, en la tercera

región, vio con la llegada de la empresa AGROSUPER a la ciudad, el ingreso de “vicios de la


ciudad” como la delincuencia y la prostitución, como agentes propios y consecuencia del
consumo y venta de PBC por parte de los trabajadores traídos desde la sexta región del país, lo
que reflejaría los efectos de la llamada “angustia”.

15
ante lo cual ¿Cuál es el origen de la PBC? Con estas preguntas intentamos
dilucidar desde donde viene la PBC, si efectivamente es una herramienta de
control social, o aparece en el país producto de las dinámicas de narcotráfico
internacional, o que su aparición es una síntesis entre ambas tesis.
La PBC entra en Chile en un momento histórico particular y conflictivo, en el
que comienzan, a punto de sangre y fuego, una serie de transformaciones
políticas y económicas que terminan significando la construcción de un Estado
Neoliberal y una nueva hegemonía. Para lograr entender este proceso nos
preguntaremos ¿Cuál es la transformación del Estado durante la dictadura
desde la construcción hegemónica de la burguesía?, esto pues, no existe
una correlación en lo que fue el Estado durante los años pasados a 1979, ya
que prevemos que existe un cambio en los métodos coercitivos del Estado que
no se manifestaban con anterioridad, ejemplos de esto pueden ser, la
construcción del imaginario del enemigo interno, la construcción de un Estado
contra insurgente y monopolizador de las fuerzas, junto con el desarrollo de
políticas económicas neoliberales, nuevas y novedosas para ese tiempo.
Al cruzarse esta idea con la de los orígenes de la PBC, no es raro cuestionarse
de que haya sido un plan estatal el incentivar el consumo de PBC para
intensificar el fenómeno de segregación socio espacial. Entonces, primero nos
preguntaremos ¿Cuáles son los elementos que ocupa el Estado para
intensificar o prevenir el consumo de drogas durante esos años? Esta
pregunta se realiza para verificar si existe una contradicción en las políticas de
prevención del Estado y la masificación de las drogas.
En paralelo al estudio de la PBC y la construcción del nuevo Estado,
buscaremos entender como la ya mencionada política de vivienda de la
dictadura provoca un letargo social que es solo superado en ciertos sectores
tradicionales e históricos de Santiago que habían logrado resistir a las políticas
estatales, en ese sentido encontramos un escenario heterogéneo que abre la
interrogante ¿Cuál es el estado del campo popular de los años 1985 al

16
1995, tomando en consideración la salida democrática pactada? Con esta
pregunta queremos comprender cuales fueron las consecuencias reales de la
democracia pactada, puesto que “el nuevo patrón de desarrollo podrá
desplegarse durante el resto del siglo, sin encontrar fuerzas significativas que lo
cuestionaran en su esencia […] Esta verdadera salida pactada (de la dictadura)
contó con otro acuerdo muy importante, aunque no escrito, entre la clase
política de centro y la de derecha. Dicho acuerdo estableció que lo que
cambiaría sería la súper estructura política del proyecto de modernización
capitalista implantado en los años anteriores, pero no este como tal, al que a lo
sumo podrían introducírsele ajustes secundarios”.3 Por lo tanto, en los años 90
sólo lo que cambió fueron los administradores del proyecto capitalista, puesto
que con un campo popular adormecido y conformado con la salida de la
dictadura, aparentemente, se facilita la legitimación y administración de la
modernización del capitalismo chileno.
La investigación a desarrollar será de tipo exploratoria, primero por lo inédito en
sí, pues hasta ahora no hay alguna investigación que cruce las variables
específicas que queremos combinar, esa originalidad hace que el estudio sea
exploratorio; en segundo lugar, lo es porque no hay una masa de exploración
directa empírica que marquen un precedente en la investigación sobre la PBC
en Chile, y en sí sobre el narcotráfico en nuestro país. Por lo que la
intencionalidad será dilucidar a los actores políticos y sociales que participan en
este proceso. En este caso las fuentes, utilizamos en primer lugar fuentes
primarias basadas en entrevistas a personas que a través de su militancia
política como de vivencia poblacional vieron el fenómeno de la droga cerca
dándole un carácter político al problema. Además, agregamos una serie de
investigaciones hechas por periodistas destacados y estudiantes de periodismo
en sus investigaciones de tesis, fuentes preciadas que utilizamos para

3CORVALÁN Luis; “Del anticapitalismo al neoliberalismo en Chile”, Editorial Sudamericana,


Santiago de Chile, 2001; p. 35

17
reconstruir el tráfico de drogas y de PBC en nuestro país. Por último, utilizamos
una serie de fuentes hemerográficas para poder caracterizar el modelo de
tráfico en nuestro país.
La delimitación temporal de la investigación es desde 1980 a 1995, esto años
no son al azar sino que están dados por todo un proceso de cambio estructural
de Chile y su consolidación, ya que planteamos que en 1995 el modelo de
tráfico de PBC y cocaína en Chile se encuentra consolidada. Además, las
delimitaciones espaciales de la investigación son principalmente las
poblaciones de Santiago, las que tienen un alto grado de trascendencia
histórica como también las poblaciones o villas construidas a finales de los año
80 e inicios de los años 90. De esta manera, los años planteados en la
investigación son por el proceso de transformación y consolidación que se está
dando en nuestro país, y las poblaciones del gran Santiago, dado que son el
modelo que se irán experimentando en las demás poblaciones de nuestro país.
Por otro lado, la investigación se sostendrá a través del análisis de los hechos
ocupando el materialismo histórico como método de análisis, puesto que a
nuestro parecer, la investigación presenta una alta conflictividad de clases que
no solamente se determina en el mundo de la conciencia, sino que a la vez en
la reproducción de la vida real, entendiendo esto por lo tanto, en la relación que
tienen las súper estructuras con las estructuras en la sociedad chilena. Así,
pretendemos superar a través del materialismo histórico, puesto que da un
soporte material, la caída en un idealismo que se apoya exclusivamente en la
conciencia, para entenderlo desde la relación simbiótica que existe entre lo
material y lo social, siendo una síntesis de la realidad, así lo plantea Engels:
“El conjunto de estas relaciones de producción, forma la estructura económica
de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y
política, de la que corresponde determinadas formas de conciencia social. El
modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social,
política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina

18
su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia […]
Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia
determina la historia, es la producción y reproducción de la vida real.”4
Entonces, para nuestra investigación, el materialismo histórico nos da la opción
de observar desde la economía, el valor de uso que tiene LA DROGA y los
valores de producción que tiene, pudiendo seguir todo su proceso de
producción para su estudio. Al tener un valor de uso la droga, existe una
cadena de producción, por lo tanto, existen relaciones productivas que al final
configuran su símil con la economía formal a pesar de su “informalidad e
ilegalidad”5. Para esto, Marx da una lectura de la relación sociedad-economía:
“La sociedad burguesa es la más compleja y desarrollada organización histórica
de la producción. Las categorías que expresan sus condiciones y la
comprensión de su organización permiten al mismo tiempo, comprender la
organización y las relaciones de producción de todas las formas de sociedades
pasadas, sobre cuyas ruinas y elementos ella fue edificada y cuyos vestigios,
aun no superados, continua arrastrando, a la vez que meros indicios previos,
han desarrollado en ella su significación plena, etc. […] La economía burguesa
suministra así, la clave de la economía antigua, etc. Pero no ciertamente, al
modo de los economistas, que cancelan todas las diferencias históricas y ven la
forma burguesa en todas las formas de sociedad”6
Por lo tanto el materialismo histórico, se conforma como una síntesis de la
historia del hombre, “en su universalidad”, que representa tanto su presente
como su pasado. Esta universalidad, no se da por la condición de humanidad,
sino que se da por las condiciones mismas del capitalismo y su desarrollo, el
cual lo vuelve universal.

4 MARX, Karl; “Prólogo de la contribución a la crítica política económica”, p. 517 y 518; extraído
de Cardoso Ciro “Los métodos de la historia”; Editorial Grijalbo; Barcelona 1981; p. 377
5 La economía informal no es por completa informal, al existir una relación dinámica entre las

dos economías, donde el lavado de dinero da pie a la entrada de la economía informal en la


formal. No se niegan una con la otra, no son contradictorias ni opuestas.
6 MARX, Karl; “Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (borrador) 1857-

1858”; Editorial Siglo XXI; 1971; México; p. 26

19
No hay una investigación histórica actual que analice en profundidad, lejos del
conspiracionismo, el problema de la droga en Chile junto a su efecto cultural y
hegemónico en la refundación del Estado chileno en la Dictadura cívico-militar.
Las investigaciones anteriores son principalmente escritas por periodistas y
carecen de un análisis estructural del tráfico de drogas, o sea, describen una
serie de hechos pero estos hechos no son analizados en su relación con el
desarrollo del capitalismo mundial ni mucho menos con el contexto nacional.
Ahí está dada la relevancia de la presente investigación, pues busca dilucidar
que en el tráfico de pasta base de final de los años 80 y en los años 90, se
encuentra el zócalo de la sociedad periférica del Gran Santiago actual. Además
se entrega un análisis entre el narcotráfico chileno y la concordancia con el
contexto nacional e internacional, viendo la problemática como parte de la
estructura del capitalismo y no como un fenómeno aislado. También, debemos
agregar que es una temática de elección personal, cercana a la vivencia e
historias personales de quienes escriben como también a las posiciones
políticas de los mismos. La presente investigación por tanto, tiene por un lado
un interés personal ligado a historias de amigos como las poblaciones donde
cada uno creció y vio el fenómeno de la droga cerca, pero también es una
investigación política dada por la militancia revolucionaria de quienes han
investigado. Por otro lado, la investigación se realizó en tres etapas. En primer
lugar, una etapa de desarrollo de objetivos de investigación como de desarrollo
del marco teórico-conceptual, esto se realizó principalmente el primer semestre
del año 2014. En segundo lugar, se inició una reconstrucción del narcotráfico en
América, realizado durante el segundo semestre del año 2014. La última etapa
de la presente investigación fue la más larga y destacó todo un proceso de
investigación y elaboración de entrevistas, que se caracterizaron principalmente
en plantear el tráfico de drogas en Chile, la pasta base, con su relación al
contexto político de nuestro país. Dicho lo anterior, la tesis obtuvo 4 capítulos

20
que se entienden de lo general a lo particular; en el primer capítulo se
desarrollan todos los elementos teóricos necesarios para entender nuestra
problemática que estarán separados por 3 ejes; el segundo capítulo pone de
manifiesto cómo surge el narcotráfico en América y cómo se consolida, se
plantea además la aparición de la pasta base y el crack y su uso político, y por
último cuáles son los efectos de la pasta base en los consumidores; en el tercer
capítulo, se contextualiza el chile de los años 80 y 90, las reformas hechas por
Pinochet, el modelo económico y sus consecuencias en el campo popular; por
último, el cuarto capítulo, presenta el desarrollo del tráfico de cocaína y pasta
base en Chile en tres etapas: Dictadura cívico-militar, primeros años de
“democracia” y su consolidación en las poblaciones de Santiago a mediados de
los años 90. Por último, cabe agregar, que las limitaciones de la presente
investigación radican principalmente en que es una investigación exploratoria,
pues no hay investigaciones históricas que se hagan cargo de este fenómeno y
sólo nos encontramos con investigaciones periodísticas que han sido de gran
aporte para poder concretar la investigación. Además, ante la tesis conspirativa
basada en el uso consciente de la PBC por los militares para enajenar al campo
popular resultó complejo recoger información como tal producto del pacto de
silencio y por caer muchas veces en la mitología de los pobladores para
explicar la llegada de la PBC en nuestro país.

21
CAPÍTULO I: Marco Teórico Conceptual

El marco teórico conceptual de nuestro trabajo, está dividido en tres ejes de


acuerdo a las áreas de investigación abordadas: la droga y su tráfico, el campo
popular y, neoliberalismo y construcción de hegemonía

La Droga y su Tráfico

La droga en la actualidad es un mercancía de consumo que exige una oferta y


una demanda de ella, pero para que un estupefaciente mantenga la
denominación de droga debemos comprender lo que es una droga, ¿qué hace
que un elemento cualquiera sea una droga? A primera vista, esta pregunta se
responde desde lo clínico, ya que quienes plantean qué es la droga en la
actualidad es la OMS; no obstante, el aspecto etimológico de esta palabra es
mucho más esperanzador en torno a la denominación de la droga, éste
concepto tiene un origen poco claro, más, no se sabe cuál es su procedencia
real, algunos plantean un origen iraní darog que significa medicina o remedio, a
la vez se plantea un origen celta drug y hasta holandés, droge-vate que significa
barril seco es la denominación al transporte de las plantas medicinales 7. Lo
realmente interesante, es que a pesar de que pueda existir un múltiple
nacimiento, todas estas palabras tienen en común la denominación de la droga
como elementos medicinales. Por otra parte, la RAE define droga como una
“Sustancia mineral, vegetal o animal, que se emplea en la medicina, en la
industria o en las bellas artes” 8 , bajo estos aspectos la utilización de la palabra
droga no mantiene en ningún lugar una visión negativa de ella, sino más bien se
habla de la droga como un elemento médico que ayuda a la salud de los seres
humanos.

7 http://etimologias.dechile.net/?droga
8 http://lema.rae.es/drae/?val=droga

22
No obstante lo anterior, hay claramente un cambio de la noción y la definición
misma de la droga al momento de analizarla desde el punto de visto clínico y
desde el tiempo histórico, así se entiende que “muchos conciben hoy el uso de
ciertas sustancias como una nueva forma de pecado, y los códigos tipifican esa
conducta como nueva forma de delito”9. En la actualidad, la visión negativa de
la droga tiene que ver no sólo con los efectos clínicos de ella, sino que a la vez
con el narcotráfico y como éste logro cosificar la sustancia, llevándola a un
plano mucho más complejo y de consumo masivo de estas sustancias adictivas.
La OMS define droga “como toda sustancia que introducida en el organismo
vivo, puede modificar una o más funciones de éste”10, esta definición intenta
englobar todo aquello consumible que hace daño para el ser humano, dejando
a un lado los aspectos que tienen que ver, por ejemplo, con su comercialización
puesto que bajo esa denominación nos encontramos con drogas que no son
altamente comercializadas, y esto, de alguna manera es peligroso, ya que bajo
esta denominación pueden caer el consumo de hoja de coca o la misma
cafeína.
Ahora, el consumo de las drogas en el mundo, no es algo nuevo, a través de la
historia la humanidad consumió sustancias que alteraban su comportamiento,
pero este uso no pudo basarse simplemente en una situación de adicción y
masificación de ciertos estupefacientes, en el sentido de un consumo masivo,
puesto que el consumo de la hoja de coca como del opio es antiguo, pero
mantienen un consumo que fue estrictamente religioso y sectorial, o sea, fueron
pocos quienes pudieron consumir este elemento. La negatividad de la visión de
las drogas se comenzó a dar precisamente en el siglo XX, en el cual la
concepción de la droga tiene dos vertientes, drogas que se hacen parte de un
uso médico pero que son altamente adictivos como la morfina y también drogas

9 ESCOHOTADO, Antonio; “Historia General de las Drogas”; Editorial Alianza; Buenos Aires; p.
25
10 Organización Mundial de la Salud; “Comité de expertos de la OMS en farmacodependencia

20º informe”; París 1974; p. 9

23
sin uso medicinal y adictivas como la pasta base y toda una gama de drogas
que han ido apareciendo en el siglo que tienen una naturaleza sintética.
De lo anterior, podemos desprender la siguiente reflexión, en México a finales
del siglo XIX se veía las ‘drogas’ como remedios para ayudar a curar ciertas
enfermedades, a finales del siglo XIX (1889), la empresa farmacéutica Bayer
anunciaba la heroína como un remedio para la tos”11 , es más, “los vinos
(cordiales) con coca y los cigarrillos de mariguana (para combatir el asma, por
ejemplo) formaban parte de los productos que se ofrecían normalmente en las
farmacias”12, podemos ver que no existe una demonización explicita de estos
productos llamados fármacos13 ya que eran abiertamente divulgado por las
revistas especializadas de la época sobre enfermedades por lo que podemos
visualizar una mirada de ayuda clínica de la droga y que de ella se desprende
su uso. Además, podemos agregar que en México antes de la prohibición por
parte del Estado del cultivo y comercio de la mariguana en 1920 y de la
adormidera en 1926, las noticias que se relacionaban con estas plantas se
refieren a ella bajo cánones sociales de uso.
En 1909 aparece la primera convención de drogas internacional que va a
buscar crear una especie de control sobre las drogas, esta convención se
realiza en Shanghái con la idea de “proponer el control de ciertas drogas,
especialmente el opio y sus derivados”14 . Más tarde en la Haya, se celebrará
en 1912 la convención internacional del Opio firmando el primer tratado para la
fiscalización de las drogas “las Potencias contratantes harán todo lo posible por
controlar, o de causar a controlar, a todas las personas que la fabricación,
importación, venta, distribución y exportación de la morfina, la cocaína y sus
sales respectivas, así como los edificios en los que estas personas llevan una

11 ASTORGA, Luis; “El Siglo de las Drogas”; Editorial Supasa; México 1996; p. 23
12 op. Cit. p. 15
13 En la Grecia antigua, se le denominaba fármaco a elementos que eran usados como

remedios y que a la vez eran considerados como un veneno para la sociedad.


14 ASTORGA. op. Cit, p. 27

24
como la industria o el comercio”15, además, esta convención pasará a ser parte
integradora de los tratados de paz de la I Guerra Mundial16 y en 1920 se vuelve
aprobar la convención del Opio agregando también un control hacia la
Cannabis. Lo anterior, debemos entenderlo de acuerdo al desarrollo de la I
Guerra Mundial ya que es ésta quien provoca un alto consumo de drogas en
muchos países, “es inmediatamente después de la I Guerra Mundial que nace
la ‘maffia internacional de los estupefacientes”17, es el periodo por el cual se
comienza a constituir el comercio ilícito de estas drogas que ya se encontraban
penalizadas por parte de la comunidad internacional. Es más, en el caso de
México, Salvador Martínez Mancera, un reportero policiaco del periódico EL
Universal Gráfico de México plantea en 1937 que “hubo quien, para asegurarse
un éxito más completo, se metiera a la política. Y así quedó ligado el tráfico de
los estupefacientes a cierto sector inmoral que con su influencia, garantizaba la
impunidad”18, esto lo plantea porque en México ya desde 1937 que comienzan
a aparecer los primeros documentos investigativos sobre el tráfico de drogas,
principalmente de Opio, por lo que Martínez plantea que este negocio es muy
rentable por la demanda de los adictos al Opio y sus derivados.
Del mismo modo, se ha planteado que en Colombia desde 1925 que se tienen
registro de plantaciones de marihuana, y que desde 1960 una delegación
Colombiana que asiste a una reunión de Interpol en Washington, dice: “el tráfico
ilícito de marihuana es extendido”. Un año después, ante el Grupo Consultivo
Interamericano sobre fiscalización de estupefacientes’ en Río de Janeiro,
Colombia informa que se cultivaba marihuana en el Valle del Cauca, Caldas,

15 International Opium Convention signed at The Hague January 23, 1912. Article 10
16 “Cronología: 100 años de fiscalización de drogas”; Naciones Unidas; Oficina contra la droga y
el Delito
17 ASTORGA. op. Cit. p. 41
18 ASTORGA. op. Cit, p. 38

25
Antioquia, la Costa norte, Huila, Tolima y Cundinamarca. Agregaba que Bogotá
“últimamente se ha visto invadida por traficantes y mafiosos”19.
Para la clasificar las drogas, es necesario tener dos elementos en cuenta. En
primera instancia la clasificación por sus efectos en el sistema nervioso central
dada por la OMS, y por otra las drogas legales e ilegales. En cuanto a la
primera, nos encontramos 3 conjuntos de drogas:

1. Drogas depresoras del Sistema Nervioso Central: Este tipo de drogas


provocan un decaimiento general, en el que al consumidor le provoca un
retardo o disminución en el funcionamiento del sistema nervioso central,
desinhibiendo y provocando una pérdida del apetito, “los depresores son
utilizados en medicina como ansiolíticos, sedantes o somníferos.
También son utilizados con fines no terapéuticos como drogas lúcidas o
de abuso”20. En caso de sobredosis, estás drogas pueden ocasionar la
muerte por depresión respiratoria21, principalmente bajo el consumo de
opioides.

Además, bajo esta categoría nos encontramos con dos sub-categorías, las
drogas depresoras narcóticas, éstas tienen un origen natural como es el caso
de los derivados del opio como la heroína, la codeína y la morfina, esta clase de
drogas produce una adicción tanto psíquica como física que puede provocar la
muerte gracias al grado de adicción que contienen.
Por su contra parte, nos encontramos con la categoría de los no narcóticos, en
él se encuentra principalmente los Barbitúricos, o sea todos los derivados del

19 TRENS, Carolina; “La Contrarrevolución, Papel del Narcotráfico en Colombia”;


http://www.kaosenlared.net/kaos-tv/item/88854-la-contrarrevoluci%C3%B3n-papel-del-
narcotr%C3%A1fico-en-colombia.html
20 http://cmcbjizuzquiza.jimdo.com/drogas/estimulantes/
21 Ocurre depresión respiratoria cuando el dolor es aliviado abruptamente y los efectos sedantes

de los opioides no son contrarrestados por el efecto estimulante del dolor

26
ácido barbital que son utilizados como anticonvulsivos. Son altamente adictivos,
y su abstinencia puede provocar que los adictos tengan alucinaciones.

Cuadro 1: Tipos de Drogas y sus Consecuencias

Fuente: CONACE

2. Drogas Estimulantes del Sistema Nervioso Central: Este tipo de


droga aumentan el funcionamiento normal del cerebro provocando un
hiperactividad en el organismo, “son una clase de drogas que intensifican
la actividad cerebral, ocasionan un aumento en la agudeza mental, en la
atención y la energía, que son acompañados por un alza en la presión
arterial y un aumento en la velocidad del corazón y en la respiración”22,
las consecuencias del consumo masivo de estas drogas puede producir
paranoia y que la temperatura del cuerpo suba peligrosamente que
puede causar latidos irregulares del corazón. Bajo esta categoría, nos
encontramos con la cocaína, las anfetaminas, el ácido bonzónico y sus
derivaos

22 Ídem

27
3. Drogas alucinógenas del Sistema Nervioso Central: Este tipo de
droga producen una distorsión de la realidad que contienen una
alteración en la percepción visual del espacio y alucinaciones más
complejas como formas y figuras. Se considera, que este tipo de drogas
es el de mayor consumo y que este consumo es de siglos de existencia,
además de coincidir que son drogas con menor grado de adicción.
Además, se explica que “son fármacos que provocan estados alterados
de conciencia que afectan a la percepción y varían la nación de la propia
identidad. Sus efectos son muy variables, dependiendo tanto de la dosis
como de las expectativas del sujeto y el ambiente que le rodea durante la
experiencia”23. Bajo esta categoría podemos encontrar a la Marihuana,
hongos alucinógenos y el LSD.

Cuadro 2: Drogas Alucinógenas

Fuente: CONACE

23 Ídem

28
Por último, tenemos la clasificación entre las drogas legales e ilegales cuya
clasificación depende de las legislaciones dispuestas en cada país. De acuerdo
a las drogas legales, principalmente encontramos al alcohol, el tabaco y los
medicamentos farmacéuticos. La única restricción que se encuentran en estas
drogas legales es la venta a menores de edad; desde el punto de vista de la
ilegalidad, se encuentran la prohibición del consumo, posesión y tráfico de estas
drogas. Bajo esta denominación nos encontramos con la cocaína, la heroína, la
pasta base, etc. Debemos ser enfáticos en que esta clasificación depende
básicamente de las legislaciones, ya que existen drogas que en algunos
Estados son ilegales en otras son legales, esto ocurre con la marihuana que
existe una legalización del consumo en algunos Estados de Estados Unidos,
pero a la vez, se encuentra ilegalizada en lugares como en Chile.
Bajo los efectos de estas tres drogas, encontramos dos elementos
importantísimo que responde a su peligrosidad social como individual, estamos
hablando de la adicción y toxicomanía. La adicción se puede definir como una
enfermedad crónica del cerebro, que se caracteriza por la búsqueda y el uso
compulsivo de alguna actividad específica. Esta actividad puede ser juegos de
video, tragamonedas o bien las drogas. Para la OMS una droga es droga,
porque produce una adicción al consumo de estos estupefacientes pues causan
en el organismo alguna sensación placentera, eufórica, etc. Por su parte, la
toxicomanía, es la adicción a las drogas, el cual constituye un problema serio a
la salud que en muchos países mantiene un alto índice de muertes, por
consumo y adicción, “Los consumidores problemáticos de drogas suman unos
27 millones, o el 0,6% de la población adulta mundial En general, el uso de
drogas ilícitas parece haberse estabilizado en todo el mundo, aunque continúa
aumentando en varios países en desarrollo. La heroína, la cocaína y otras
drogas se cobran la vida de aproximadamente 0,2 millones de personas cada
año, siembran devastación en las familias y causan sufrimiento a miles de otras

29
personas”24, queda claro que el consumo de drogas y la adicción a ellas no sólo
causan problemas en el ámbito individual, fisiológico, sino que a la vez produce
un gran daño al medio vinculatorios, familiar y amoroso ya que es tanta la
fuerza del querer consumir que muchas de las veces se llega a delinquir, a
prostituirse o suicidarse por las drogas.
Ahora bien, la ilegalidad internacionales de las drogas, las han mantenido al
margen de la transacción formal de productos, llevando su compra y venta a un
carácter ilegal que puede entenderse desde el tráfico y narcotráfico. A
continuación elementos elementales en su comprensión, poniendo énfasis en la
realidad continental de América Latina.

Aspectos Elementales del Narcotráfico

Cuando hablamos de narcotráfico hacemos referencia a un conjunto de


actividades ilegales a través de las cuales se implementa la producción,
transporte y comercialización de drogas, estupefacientes o narcóticos, y la
constitución de un modelo de organización económica y social ilegal con
altísimo nivel de injerencia en los aspectos económicos y políticos de las
sociedades formales, llegando a influir en los círculos políticos y económicos del
estado, tanto por su preponderancia económica como por su influencia en
sujetos participantes de la política formal de un país, de esta manera “la más
importante arma con que cuenta el narcotráfico no lo constituye su capacidad
de fuego, sino, su capacidad de corrupción e infiltración en los circuitos
económicos, sociales y políticos convencionales lo que les permite asumirse en
el marco de un modelo de crecimiento mafioso, en el que se entrecruzan lo
legal y lo ilegal, en complejos mecanismos relacionales”25. Esto constituye dos

24 United Nations Office on Drugs and Crime UNODC; “Informe Mundial Sobre las Drogas
2012”; Nueva York 2012; p. 3
25 MEDINA, Gallego; “Mafia y narcotráfico en Colombia: elementos para un estudio comparado”;

Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales; Buenos Aires 2012; p. 141

30
elementos condicionantes del narcotráfico y diferenciadores de éste con el
tráfico: el narcotráfico en un país implica la producción y tratamiento de drogas
en ese país y, el narcotráfico esta inmiscuido e involucrado con los poderes del
estado, las estructuras y las superestructuras de un país en distintos niveles.
Esta concepción que es de un carácter estructural, se aleja de una concepción
más operativa que habla del narcotráfico como el simple hecho del tráfico de
drogas ilegales que son transportadas clandestinamente de un lugar a otro, y
que tiene que ver con su definición etimológica de palabra compuesta, donde
los “narco” tiene que ver con las drogas o narcóticos, y el “tráfico” es la acción
de negociar y vender cosas, es decir, es la venta de drogas. Reducir el
narcotráfico exclusivamente a este elemento podría determinar una visión a
medias de las influencias y poder del narco. Esto pues, el narcotráfico puede
desarrollarse a distinto nivel al interior de una sociedad pasando del interés
predominantemente económico (las ganancias del tráfico de drogas), al interés
político.
Este último interés es una amenaza directa al poder “formal” del Estado y de la
sociedad que se ve obligado a confrontarlo o acogerlo dentro de sus reglas para
“apaciguarlo”. Sin embargo, la relación más funcional para el negocio del
narcotráfico, sobre todo el de escala internacional y continental, no es la
confrontación, ni la guerra; como toda actividad ilegal, el anonimato, la
discreción y el secreto constituye la base esencial de sus potencialidades y
permanencias. En la medida que el la madeja se hace más espesa y compleja,
uno de los principales intereses de las empresas del narcotráfico es que exista
“[…] un Estado lo suficientemente fuerte como para que pueda brindarles
protección.”26. Mantener el secretismo y la clandestinidad amparados por el
Estado, es uno de los intereses creados más grandes del narco con el Estado.
Otra definición respecto al narcotráfico, es la que considera el carácter
operativo con una visión clínica de las drogas, que plantea que “el narcotráfico

26Ídem.

31
es la producción y comercio de drogas ilegales. En tanto y en cuanto una droga
es una sustancia que modifica una o varias de las funciones del organismo, un
gran número de ellas sólo pueden ser indicadas por profesionales de la salud,
que conocen sus alcances y pueden utilizarlas para curar. En el caso de las
drogas prohibidas por la ley, su uso terapéutico es nulo o pueden acarrear más
consecuencias negativas que positivas”27.Es pues, el narcotráfico desde sus
distintas concepciones, una ampliación de los efectos del tráfico y el
microtráfico, a una escala macro, que tendrá implicancias económicas, sociales,
políticas y científicas de gran impacto e implicancia en las estructuras y
superestructuras del Estado y la Sociedad.
Por su contraparte, el microtráfico, es un fenómeno de una escala mucho más
reducida, y que tiene implicancias exclusivamente territoriales o personales, que
afectan escenarios reducidos como una población, villa, block o vecindario,
lugares de trabajo, casas y recintos de estudio. Por su origen etimológico,
podríamos hablar de una venta pequeña o un negocio pequeño, para efectos de
sus implicancias reales, sería una pequeña venta o negocio de drogas. La ley
20.000 en Chile, da un acercamiento a la definición de microtráfico:

“El que, sin la competente autorización posea, transporte, guarde o porte


consigo pequeñas cantidades de sustancias o drogas estupefacientes o
sicotrópicas, productoras de dependencia física o síquica, o de materias primas
que sirvan para obtenerlas, sea que se trate de las indicadas en los incisos
primero o segundo del artículo 1º, será castigado con presidio menor en sus
grados medio a máximo y multa de diez a cuarenta unidades tributarias
mensuales, a menos que justifique que están destinadas a la atención de un
tratamiento médico o a su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el
tiempo. En igual pena incurrirá el que adquiera, transfiera, suministre o facilite a

27SANTANA, Adalberto; “El Narcotráfico en América Latina”; Editorial Siglo XXI; Buenos Aires
2004; p. 17

32
cualquier título pequeñas cantidades de estas sustancias, drogas o materias
primas, con el objetivo de que sean consumidas o usadas por otro. Se
entenderá que no concurre la circunstancia de uso o consumo personal
exclusivo y próximo en el tiempo, cuando la calidad o pureza de la droga
poseída, transportada, guardada o portada no permita racionalmente suponer
que está destinada al uso o consumo descrito o cuando las circunstancias de la
posesión, transporte, guarda o porte sean indiciarias del propósito de traficar a
cualquier título.”28

Esto, sin serlo, es la definición legal y formal más cercana al microtráfico


amparada por la ley ya mencionada, promulgada el años 2005 en Chile.
Si bien la venta de drogas que implica el microtráfico implica una transacción de
dinero, esta está relacionada más bien a un ejercicio de subsistencia por parte
del “traficante” y no implica necesariamente la búsqueda de influencia
económica y política al interior del Estado, y muchas veces, ni siquiera al
interior de su territorio, siempre y cuando las condiciones de éste le permitan el
desarrollo normal y efectivo de su negocio.
La definición de microtráfico es compleja al existir vacíos históricos y legales
respecto a su delimitación cuantitativa, pues no es posible abordar cual es el
límite entre el microtráfico, el tráfico y el narcotráfico de acuerdo a su cantidad,
así “el límite entre esta primera figura, el tráfico de pequeñas cantidades, y las
otras dos, porte-falta y porte impune, no radica en el aspecto objetivo de la
conducta (la descripción típica del microtráfico incorpora todos los verbos
rectores que están en los otros tipos penales en juego), sino más en el destino
que el agente buscaba darle a la droga encontrada en su poder [...] En
conclusión, se aprecia que el tráfico de pequeñas cantidades ha quedado
indeterminado tanto en su límite superior (tráfico propiamente tal), como en su

28 Ley 20.000; artículo 4°; Chile 2005

33
límite inferior (porte-falta o porte-impune).”29Esta ambigüedad lleva a
contradicciones tales como que una persona que posea una planta de
marihuana en su domicilio y venda a su círculo cercano pequeñas cantidades
de esta droga para el consumo personal, es considerado productor y traficante
por esta clasificación del tráfico y del microtráfico, no así un narcotraficante, que
no necesariamente es el productor directo y quien posee directamente la droga
y solo tiene un rol administrador dentro del circuito del tráfico y venta de la
droga.
Es importante, para finalizar, destacar que existe una relación entre el
microtráfico y el narcotráfico en base al carácter transnacional de este último
concepto. El narcotráfico obedece a lógicas de producción, más preciso aun,
para que exista narcotráfico en un país, debe existir producción de drogas a
gran escala en tal país para que se pueda considerar de que existe narcotráfico
en este territorio, donde generalmente se trata de países productores de las
materias primas con la que se elaboran las drogas que requieren
procesamiento (PBC y Clorhidrato de Cocaína). En estos países el microtráfico
en su definición tiene una particularidad, pues la venta en pequeñas cantidades
de droga es parte de una fase de la producción y venta propia del narcotráfico
en un país a diferencia de los países no productores de droga, y donde el
narcotráfico no tiene influencia en el Estado y en la política.
No obstante, debemos hacer notar que las distintas definiciones de Narcotráfico
alejan el problema de lo esencialmente político, con esto se intenta plantear que
las definiciones carecen de un sentido y un carácter histórico, denominado a
estos fenómenos como el mero traspaso de sustancia ilícitas sesgando la
definición política, que es la que contiene los aspectos de preponderancia que
lo ligan directamente al crimen organizado, a una estructura mayor de
organización que puede llegar a ser internacional, que crea una economía del

29 CASAS, Lidia; OLEA, Helena; “Ley 20.000: Tráfico, microtráfico y consumo de drogas:
elementos jurídicos y sociológicos para su distinción y defensa”; Universidad Diego Portales;
Santiago 2012; p. 6

34
crimen en el cual la droga misma es una mercancía con un valor de uso, en el
cual existe una demanda que debe ser saciada. A la vez, cuando se plantea
este concepto, comprendemos el rol del Narcotráfico en su relación con el
Estado, en el cual el Narcotráfico busca equipararse a él demostrando su
poderío. Esta estructura compleja y formada históricamente es la que hace que
el narcotráfico sea un elemento clave a escala global y esto ocurre porque este
fenómeno no es sólo el intercambio de drogas ilícitas, es una estructura
organizada, el narcotráfico es crimen organizado.
Por esta parte, debemos agregar que el crimen organizado mantiene una
definición compleja que nos lleva a definirla bajo criterios que son
internacionales, entre ellas, por ejemplo, encontramos las posturas de ciertos
países en sus legislaciones y por otro el de las Naciones Unidas. Pero también,
hay que tomar en cuenta que la naturaleza ilegal y secreta de este fenómeno
provoca una dificultad al momento de la obtención de información fiable, por lo
que es posible que se busque construir una definición del fenómeno desde
otras áreas de las ciencias sociales. En sí, crimen organizado reviste de un
delito ilegal contrario a la moral o a las leyes jurídicas lo que conlleva que sea
un acto ilícito, que por lo demás mantiene una organización en su acción. Por lo
tanto, podemos decir que en su literalidad crimen organizado es un acto
delictual ilícito que mantiene una cierta organización en su operación.
Ahora bien, definir crimen organizado conlleva alejarlo de una definición que
sea literal ya que todo acto criminal involucra un cierto grado de organización,
por lo que este acto es organizado por naturaleza. Para lo anterior, nos
encontramos con el ordenamiento jurídico de países que en su legislación
prohíben este acto, en él encontramos dos puntos de vistas, la primera tiene
que ver con aquellas leyes que condenan las actividades ilícitas que realizan
estos grupos de manera individualizada; en el segundo punto, los códigos
penales agravan la pena por su comisión, o sea, la propia pertenencia a estos
grupos criminales son causa de detención. En este sentido, por ejemplo, nos

35
encontramos con la jurisdicción de México, “Cuando tres o más personas se
organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada (…) 30” Bajo
esta dos actividades, nos podemos encontrar 5 categorías generales en las
que se puede encontrar estos grupos criminales, entre ellos están la mafia, las
operaciones viciosas, bandas de asaltantes, pandillas y terroristas, estos actos
serán sancionados de la siguiente forma “Los delitos a que se refieren las
fracciones I, II, III y IV del artículo anterior, que sean cometidos por algún
miembro de la delincuencia organizada, serán investigados, perseguidos,
procesados y sancionados conforme a las disposiciones de esta Ley” 31. Por otra
parte, tenemos la definición de la legislación alemana, la cual considera al
crimen organizado como “la violación planificada de la ley al objeto de adquirir
beneficios económicos o poder”32, esta definición agrega una característica que
la anterior no plantea, como lo es el factor económico del crimen organizado.
Finalmente, nos podemos referir a la definición que nos plantea las Naciones
Unidas, para ellas, el crimen organizado son “ las actividades colectivas de tres
o más personas, unidas por vínculos jerárquicos de relación personal, que
permitan a sus dirigentes obtener beneficios o controlar territorios o mercados,
nacionales o extranjeros, mediante la violencia, la intimidación o la corrupción
(…)”33 . Lo que podemos encontrar bajo estas tres definiciones, es que son muy
variadas, en ellas nos encontramos con variables que cambian en los distintos
países, lo que nos lleva a entender que el crimen organizado es distinto en
todos los países en su punto de concepción, en el que crimen organizado
puede ser un grupo grande de mafiosos sicilianos como también una pandilla
de tres atracadores de supermercados.

30 Ley Federal Contra la Delincuencia Organizado, Articulo 2°, México 1996


31 Op. Cit.; Artículo 3°
32 STEINKO, Armando; “Las pistas falsas del Crimen Organizado: finanzas Paralelas y Orden

Internacional”; Editorial Catarata; Madrid 2008; p. 23


33 Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, 12 de

Diciembre de 2000

36
Bajo esta variopinta definición, debemos destacar que al intentar explicar el
crimen organizado, no sólo debemos ir a su naturaleza etimológica, sino que
hay que entenderla en su condición histórica, la que engloba los aspectos
políticos, sociales y económicos, porque bajo categorías difusas, todo acto
delictivo organizado puede ser crimen organizado. A este respecto, debemos
señalar que el crimen organizado debe analizarse bajo ciertos aspectos del
grupo delictual como de las actividades que se realizan, en este sentido
destacamos que un grupo dedicado al crimen organizado debe ser un grupo
notable de personas que realicen actos de manera constante y permanente,
estos deben ser considerados delitos en los lugares en las cuales actúen.
Además, estas organizaciones deben tener una estructura estrictamente
jerárquica, con divisiones de tareas, grados de especialización, etc.; y por
último, deben ser capaces de protegerse de manera eficaz contra quienes
intenten sobrepasar su capacidad de acción, ya sean otras organizaciones
criminales, o bien, el mismo Estado. Pero también, encontramos que la
utilización de la violencia es un elemento importante para estos grupos, de
manera que la utilizan para protegerse como para eliminar competidores y
monopolizar ciertas mercancías ilícitas que ellos mismos promueven, de esta
manera, podemos decir que la violencia del crimen organizado es una violencia
estructurada y directa que ayude a cierta organización posicionarse por sobre
sus competidores, a la vez, la utilización de la corrupción les permitirá
protegerse de ciertas dificultades políticas legales, así, “si la violencia permite
al crimen organizado eliminar competidores, la corrupción asimismo le concede
la posibilidad de evitar el aparato legislativo, comprando inmunidad y/o
dirigiendo la agencias de seguridad contra la competencia”34. Estos aspectos
intentan definir y catalogar al crimen organizado intentando delimitar el
concepto en su más puro reconocimiento.

34 SEVILLA, Tomás; “El Crimen organizado”; Sin Editorial; México 2013; p. 30

37
Así, dicho lo anterior, nos encontramos con ciertos elementos que delimitan al
crimen organizado y lo diferencian de cualquier otro delito criminal. Pero cabe
agregar además, una diferenciación capital, que tiene que ver con que el crimen
organizado mantiene una gran producción de nuevos bienes de servicio con un
valor añadido, a diferencia de cualquier otro delito como el predatorio que
incorpora una cierta distribución de rentas existentes antes de lograr cometer el
delito. Dicho esto, el crimen organizado crea un mercado de mercancías ilícitas,
en la cual a través de la violencia busca monopolizar el mercado y a la vez,
ganar influencia en el plano burocrático para mantener su poderío en materia de
la economía ilegal, y estos elementos lo diferencia de una manera tácita de
otros actos delictivos. De esta forma, el repertorio del crimen organizado es el
delito profesional y el económico, los que en suma, logran abarcar las
provisiones de bienes y servicios ilegales que van desde la producción y el
tráfico de drogas hasta el asesinato a sueldo y la prostitución. Estos elementos
no sólo son elementos de acción o práctica delictiva, sino que también
mantienen un rol de poder, o sea, la aplicación de toda andamiaje ilícito provoca
y conlleva la acumulación de control y poder.
Ahora bien, en el Crimen organizado podemos encontrar tipos de estructuras 35
por las cuales se puede entender lo referido al Crimen organizado, bajo esta
lógica podemos encontrar 3 estructuras, o bien, modelos que ayudan a
entender la forma de su funcionamiento, en estas tenemos , en primer lugar a
las organizaciones con estructuras rígidas, las que se ejerce el poder de arriba
hacia abajo y que mantienen reglas internas muy estrictas por lo que buscan
lograr su objetivo de monopolizar los mercados ilícitos. Así mismo, “hacen uso
de la corrupción y utilizan la violencia como medio para controlar sus elementos

35 PRIETO Palma, César; GONZÁLEZ Ruiz, Samuel; “Estructuras y Características de la


Delincuencia Organizada”; Separata del Seminario sobre la Lucha contra la Delincuencia
Organizada y la Corrupción, del Centro para la Prevención Internacional del Delito-Oficina
contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas; Editado por la Academia de la Magistratura;
Lima 2003; p. 17

38
o para solucionar controversias”36, en sí, esta estructura se caracteriza por
mantener un rígida y jerarquizada utilización del poder.; en segundo lugar
tenemos las organizaciones que mantienen estructuras más flexibles, en estas
estructuras se buscan obtener individuos especializados que realicen una cierta
función de manera óptima. Además se caracterizan por utilizar el recurso de
externalización, que es “un sistema económico gerencial que permite tener
mayor flexibilidad, ya que contratan individuos o grupos externos para que les
proporcionen bienes o servicios específicos y estos no integran o forman parte
del grupo”37 bajo esta lógica se mantienen las organizaciones de tipo
corporativas que ayudan a las organizaciones expandirse a nuevos mercados
creando nuevas formas de trabajo especializado; Por último, tenemos el
funcionamiento de carácter empresarial, este elemento se entiende bajo el
concepto de integración económica horizontal y vertical en las organizaciones
de Crimen Organizado, así “la integración económica vertical cuando una
organización criminal busca controlar toda la cadena de producción desde la
materia prima hasta la entrega al consumidor de un mismo producto”, y a la
vez, “la integración económica horizontal cuando el abarcamiento de segmentos
de actividad ilícita están asociados unos con otros”38.
Por otro lado, de lo anterior se desprende 5 tipologías organizacional del
Crimen Organizado39, en ellas encontramos la Jerarquía estándar, que es la
más conocida y se caracteriza por tener un solo líder y una jerarquía claramente
definida. Además, sus códigos y normas internas son estrictas y una disciplina
interna rígida; las estructuras jerárquicas regionales, estas mantienen una
estructura de control central, sus actividades son variadas y por ser de tipo
regional pueden mantenerse bajo el orden de transnacional; la agrupación
jerárquica, esta estructura es una superación de la jerarquía estándar, puesto

36 Coalición de Derechos Humanos Contra las Estructuras Clandestinas; “Crimen organizado.


Una aproximación”; Guatemala 2004; p. 12
37 Ídem.
38 Op. Cit.; p. 38
39 PRIETO, César; GONZÁLEZ, Samuel; Ibídem.

39
que se alimenta de esta. En ella existen una variedad de jerarquías estándar
pero se ven subordinadas a una estructura mayor, la diferencia se encuentra en
que cada estructura jerárquica que compone a una mayor, tienen cierto espacio
de autonomía, ejemplo de esto lo podemos encontrar en las mafia siciliana
como la cosa nostra; grupo central El cual generalmente consiste de un
número limitado de individuos que forman un grupo central relativamente
cerrado para realizar negocios ilícitos. La característica de estos lo encontramos
en que son un grupo relativamente reducido que conforman una red que no
tienen un nombre instaurado; y por último, la red criminal, estas son definidas
por individuos claves que cambian constantemente de actividades ilícitas, y
principalmente, están constituidas por un grupo de individuos con lealtades
estrictas.
Uno de los elementos importantísimos de ser analizados, en cuanto al Crimen
organizado tiene que ver con su transnacionalidad40, o también denominada
“criminalidad internacional” o ‘criminalidad sin fronteras’, este proceso “se
caracteriza por el hecho de que el delincuente aprovecha las oportunidades que
se le ofrece para cometer delitos, transferir bienes ilegales o asumir riesgos
más allá de las fronteras”41, bajo este aspecto, el crimen transnacional es aquel
acto delictivo que trasciende del ámbito nacional. De acuerdo a lo anterior, el
narcotráfico es parte del desarrollo del crimen organizado por su naturaleza
misma, entendiendo al narcotráfico no sólo como la producción misma de la
droga, sino que un concepto que logra englobar el ámbito económico, el
proceso de producción de la droga y la esfera política o el poder político del
narco. A este respecto, el narcotráfico por su naturaleza es crimen organizado y
transnacional, ya que su producción se realiza en un lugar, su venta y

40 Transnacionalidad: Cooperación o ayuda entre sujetos de distintos países para delinquir,


siempre y cuando no pertenezcan a ninguno de los dos Estados ni utilicen los insumos de los
mismos.
41 RODRÍGUEZ Morales, Alejandro; “El Narcotráfico como Crimen organizado Transnacional

desde una Perspectiva Criminológica”; Capítulo Criminológico Vol. 34, N°1, Bogotá 2006, p. 78

40
transporte en otro, además de mantener una relación con el estado
transformándolo en Narco-Estado.
El Narco-Estado es un neologismo que intenta aplicar a aquellos estados en
los cuales el Narcotráfico ha penetrado la esfera política, o al mismo Estado. No
obstante, cabe destacar que por su naturaleza nueva, este concepto carece de
elementos epistemológicos posibles que ayudasen a reconstruir su significado.
El concepto de Narco-Estado, se utilizó por primera vez en Colombia en 1982
junto con el auge de los carteles de la droga, particularmente personalizados
en el ‘capo’ Pablo Escobar, quien había logrado convertirse en representante
ante el Congreso por Medellín ese mismo año, y al Cartel de Cali, que se
estima que logró influir en la campaña presidencial de Ernesto Samper42 , a la
vez podemos agregar, “para la campaña de Ernesto Samper, Escobar aportó
importantes recursos económicos y logísticos, pasando el narcotráfico de una
actividad ilegal a ser una verdadera empresa”43, De esta forma se expresa en
este época la influencia del narcotráfico, pero a la vez, la participación de Pablo
Escobar en el parlamento representa la participación directa en el sistema
político estatal de un Narcotraficante. Ante lo cual, debemos decir qué el
término Narco-Estado mantiene una relación simbiótica entre Narcotráfico, el
proceso de producción mismo de la droga, y el Estado, pero su vez podemos
agregar al Narcotraficante o al ‘capo’ como ente importante en el análisis,
puesto que en él se manifiesta la acumulación de poder, es más, el sociólogo
mexicano Luis Astorga44 agrega que siempre ha existido una relación entre el
Estado y el Narcotráfico, o bien el crimen organizado, lo que ha cambiado es el
actor que domina la relación de poder entre los dos, esto representa su relación
simbiótica que hablaremos más adelante.

42 PIANTINI Marte, José; ”Narco-Estado y Narco-Terrorismo”;


http://www.aserne.blogspot.com/2010/02/narcoestado-y-narcoterrorismo.html
43 Ídem.
44 ASTORGA, Luis; op. Cit.; p. 49

41
Ahora bien, al Narco-Estado debemos comprenderlo en primera instancia bajo
dos elementos, el Crimen organizado y el concepto de Estado Fallido45.
Además, con su relación con el Estado, podemos considerar 3 aspectos
esenciales: la confrontación, la corrupción y la coexistencia entre el Narcotráfico
y el Estado. Desde el concepto de crimen organizado, existe una relación
directa con el narcotráfico, puesto que, “el narcotráfico pertenece a la llamada
criminalidad organizada toda vez que, al requerir ese conjunto de procesos
mencionados que posibilitan el comercio de las drogas, dividiéndose la tarea,
verificándose jerarquías y la profesionalización de sujetos involucrados”46. A su
vez, el Narco-Estado mantiene una relación directa con el crimen organizado,
toda vez que este necesita de un Estado que ampare y proteja su criminalidad
transnacional, el narcotráfico, la corrupción y su criminalidad organizada, en la
medida que el Estado pasa a ser un escudo para la ejecución de las “fechorías”.
El concepto de Estado fallido, por otro lado, hace referencia a un Estado débil
en el cual el gobierno central tiene poco control práctico sobre su territorio. Es
un término polémico donde “(…) Lo que se quiere decir es que un estado ‘tiene
éxito’ si mantiene un monopolio en el uso legítimo de la fuerza física dentro de
sus fronteras. Cuando este monopolio está quebrantado, por ejemplo, por la
presencia dominante de señores de la guerra, de milicias o de terrorismo, la
misma existencia del Estado llega a ser dudosa, y se convierte en un Estado
que ha fallado o Estado fallido. La dificultad de determinar si un gobierno
mantiene ’un monopolio en el uso legítimo de los medios de la fuerza’ (que
incluye los problemas de la definición de ‘legítimo’) es uno de los factores que
no permiten dejar claro cuando un Estado se puede determinar fallido” 47. El
término también se utiliza en el sentido de un Estado que se ha vuelto ineficaz.

45 Hay que destacar que un Estado fallido no necesariamente es un Narco-Estado, sino que
ciertas condiciones del Estado fallido son representadas en el Narco-Estado, como el mismo
debilitamiento de las instituciones y del poder del Estado.
46 RODRÍGUEZ Morales, Alejandro; op. Cit; p. 92
47 SANTOS, Gabriel; “Estados fallidos: definiciones conceptuales”; Servicios de Investigación y

análisis, Subdirección de Política Exterior, Cámara de Diputados de los Estados Unidos de


México; México DF 2009; p. 10

42
Es decir, un estado que tiene control nominal militar y policial sobre su territorio,
solamente en el sentido de no tener grupos armados desafiando directamente
la autoridad del Estado, pero que no puede hacer cumplir sus leyes
uniformemente debido a las altas tasas de criminalidad, corrupción extrema e
interna, un extenso mercado negro y/o informal, burocracia impenetrable,
ineficacia judicial, interferencia militar en la política, grupos de poder fácticos
que imponen sus decisiones sobre la aplicación de la ley, la ley misma y el
interés general, un Estado donde se desarrolla una crisis ideológica por parte
de la burguesía, mostrándose incapaz de darle conducción y administrarlo,
quedando en crisis no por la aparición de un proyecto alternativo de clase, más
bien por la corrupción y efectos que provoca la voracidad del sistema
capitalista. Lo anterior nos permite entender al Narco-Estado, como un Estado
rendido a los vaivenes de la delincuencia y la corrupción interna, que termina
“aliándose” con el narcotráfico para lograr una “paz interior” que aminore y
disminuya los embates económicos y sociales del narco, dándole nuevamente
conducción a la clase dominante a costo de transar con el tráfico y el
narcotráfico.
Ahora bien, uno de los elementos por el cual mantiene una relación el
Narcotráfico y el Estado es la confrontación, este elemento se da cuando el
narco crece en demasía y busca un nuevo equilibrio en su relación con el
Estado. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar con el Cartel del Medellín y
su constante enfrentamiento con el Estado. Cabe agregar, que la confrontación
no es la mejor opción para el narco, puesto que esta relación diezmaría su
opción de mantener protegerse por los elementos del mismo Estado, además,
podemos agregar que “cuando la confrontación desaparece es porque las
bandas del narcotráfico son como cualquier otra banda delictiva y no amenazan
al Estado o porque el Estado se ha corrompido lo suficiente como para dejar de

43
combatirlas”48, como dijimos anteriormente, este escenario es el menos
conveniente y la misma corrupción se vería diezmada.
Por otro lado, nos encontramos con la Corrupción como un elemento esencial
entre la relación entre el Narco y el Estado, este tipo de acción se caracteriza
por dar protección al narco desde el mismo Estado, o sea, el narcotráfico busca
la protección del Estado, puesto que “es falso que el narco busque la
desaparición del Estado. Incluso es falso que el narco prefiera un tipo de
régimen. No hay tal. Pero si prefiere un gobierno estable, un gobierno que
funcione aceptablemente bien”49, ante lo cual, cabe agregar que el narcotráfico
utilice dineros ilícitos para financiar campañas políticas. Este tipo de aspecto de
la corrupción busca legitimar a través de los actos políticos, el rol del
narcotráfico.
Finalmente, nos encontramos 3 tipos de relaciones del Narcotráfico con el
Estado50, estas 3 etapas evolutivas de la relación son: la predatoria, la
parasitaria y la simbiótica. La predatoria, en la que el crimen organizado está
compuesto de pandillas en formación o consolidación, sin el tamaño necesario
para representar una amenaza para la subsistencia u operación del estado; La
parasitaria, en la que los grupos criminales tienen una capacidad corruptiva
dentro del estado y sus instituciones centrales; lo ilegal puede llevarse a cabo
con la complicidad de burocracias que funcionan como eslabones entre
sectores legítimos y organizaciones del bajo mundo. Estado y crimen
organizado, aquí, son aún dos entidades diferentes; Por último, la relación
simbiótica, la más peligrosa de todas, en la que el sistema político y/o
económico se funde con los criminales al grado de ser la misma entidad. El
estado se vuelve un instrumento del crimen organizado.

48 CHABAT, Jorge; “Narcotráfico y Estado: El discreto Encanto de la Corrupción”; Revista Letras


Libres: México 2005; p. 28
49 Ídem.
50 Coalición de Derechos Humanos, Ibídem.

44
De esta manera, se configura el Narco-estado como elemento por el cual el
narcotráfico ha penetrado no a la destrucción del Estado, sino que al
mantenimiento de él pero a su conveniencia, por lo que cabe destacar que el
Narco-Estado no es el Estado al poder de los narcos, puesto que estos carecen
de un proyecto político que tenga que ver con alguna conducción política, al
contrario, el Narcotráfico busca proteger la economía del crimen sin más. A la
vez, podemos concluir que “si un narco-estado es una sociedad nacional cuya
estructura de poder, economía y cultura están dominadas por los carteles de la
droga, entonces estamos hablando de Guinea-Bissau (…)si el término se utiliza
para destacar un problema de grado y en aumento –un sistema político donde
los narcotraficantes cada vez más ganan influencia en las estructuras de
gobierno y la economía, y hacen aceptables sus valores culturales- ,entonces
Colombia y México se acercan a la definición de narco-estados. Obviamente, no
todos los estados fallidos son narco-estados, pero lo contrario sí que es verdad:
el que tengan el prefijo narco, explica, y se exacerba, por su condición de
fallidos”51, en este sentido podemos estar frente a un narco-estado en el
momento que el narcotráfico se hace parte del estado, en esto cuando el estado
está completamente corrompido, como también cuando los carteles de la droga
se han hecho tan poderosos se equilibran con el Estado, porque no les
conviene a ninguno de los dos destruir al otro, puesto que el aspecto económico
domina cierta parte de relación, ya que el narco-capital se inmiscuye entro lo
legal y lo ilegal.
En este sentido, cuando hablamos de narco-capital, nos vemos enfrentado a la
misma condición que en el concepto de narco-estado, pues pertenecen a
neologismos que no se encuentran abiertamente analizados, ya que a la falta
de sustento epistémico se le agrega de que muchas veces las transacciones o
el mismo blanqueamiento del capital que produce la droga es secreta. No

51 MEYER, Lorenzo; “Nuestra tragedia persistente: la democracia autoritaria en México”;


Editorial Bertelsmann; México 2006; p. 123

45
obstante, cabe agregar que existen elementos posibles para poder entender el
narco-capital, como la economía misma, o bien, bajo análisis de otros concepto
como el mismo crimen organizado, el narco-estado y el Narcotráfico, como
fenómenos en constante relación.
En sí, el narco-capital es una palabra compuesta entre narco y capital donde
narco es un concepto relacionado al término narcotráfico, el tema de
producción, manejo y politización de la droga; por otra parte capital tiene que
ver con la producción, transporte y comercialización, y el involucrado en los
mecanismos financieros. De esta forma, el narco-capital es todo aquel proceso
o circuito ligado a la producción, venta y consumo de la droga.
Pero además, debemos agregar que al narco-capital debemos entenderlo bajo
la lógica del valor de uso de la droga, puesto que la droga es una mercancía
que tiene un valor de uso, y a la vez es reproducible, pero esta reproducción de
la mercancía no es libre, lo que provoca que se esté bajo dos escenarios: en
primera instancia, al no ser una mercancía de producción libre puedo provocar
que la demanda baje, puesto que la sociedad plantea que esta mercancía es
prescindible para ella, o bien, podemos señalar que se crea un escenarios en el
cual la sociedad le entrega valor al momento de comprar la mercancía, es bajo
este acto por el cual se transfiere más valor de trabajo que las propias
tecnologías utilizadas en la producción. Al no existir un flujo libre de capitales,
provoca una demanda que se mantiene y que el valor de la mercancía sea
permanente, bajo estos criterios es que la narco-plusvalía sea extraordinaria
“este producto, al generar hábitos de consumo compulsivos, genera una
demanda extremadamente inelástica –la persona adicta busca droga a
cualquier costo- lo que garantiza que una parte de la sociedad esté dispuesta a
continuar “validar” en el mercado un valor muy superior al que correspondería si
la droga se produjera y comercializara en condiciones de libertad de

46
competencia”52¸a la vez, genera plusvalía y ganancias extraordinarias
constantes.
Ahora bien, al comprender el narco-capital bajo elementos concretos, debemos
decir que en el actúa el capital en términos de producción, transporte y
comercialización, además que esto se mantiene bajo una lógica de la existencia
de un circuito global. Bajo este proceso, en el que se inserta la droga en el
circuito global, encontramos un eje fundamental que es el trabajo improductivo,
hablamos de trabajo improductivo para referirnos al trabajo que no atañe
estrictamente a la generación de valores de uso y valor, pero que es necesario
para el funcionamiento del circuito capitalista, como por ejemplo un guardia que
protege la propiedad privada de un supermercado o de alguna empresa. En
este sentido, bajo la ilegalidad del proceso productivo de la droga, desde el
punto de vista del narco-capital, éste acumula una gran masa de trabajo
improductivo. Dentro de esta lógica se encuentra, por ejemplo, el tratamiento de
blanqueo de capitales, la corrupción o soborno, el transporte de la droga, no
generan un agregado al valor. Aquí, “no está funcionando una relación
capitalista en sentido puro; es una relación capitalista atravesada por relaciones
políticas, jurídicas e institucionales, sin las cuales no puede funcionar. La
transferencia de valor desde otros sectores de la sociedad implica una
validación en el mercado de estos gastos improductivos, destinados a salvar los
obstáculos legales represivos que afectan al negocio de la droga”53 .
Ahora bien, debemos agregar a la vez, que existe el circuito capitalista de la
droga, que conlleva la producción, el transporte, el comercio y el campo
financiero, hablando de este último como un elemento por el cual se blanquean
los capitales. Estos elementos se ligan a la globalización, en primera instancia
porque son autónomos, y en segunda instancia porque pertenecen al proceso
de transnacionalización del Narcotráfico. Bajo este sentido, el narco-capital se

52 ASTARITA, Rolando; “Intervención sobre economía política de la Droga; Ponencia


presentada en la Facultad de Psicología, UBA; Buenos Aires 2005.
53 Ídem.

47
dividiría en una parte que es específicamente de tráfico, en una parte que es de
narco-producción, y en una parte narco-financiera o narco-dineraria, un ejemplo
de esto lo podemos hacer que la producción se hace en un país, el blanqueo de
capitales en otro y la comercialización en otro lugar.
Ahora, desde un punto de vista de la producción, nos encontramos con dos
modos de producción de la droga, la que denominaremos la producción pre
capitalista y la producción capitalista, bajo la primera instancia nos encontramos
con la producción campesina, en él no se emplea mano de obra asalariada y es
una respuesta a las condiciones de explotación hacia las transnacionales, en
este sentido debemos destacar que “grandes poblaciones de campesinos e
indígenas se han incorporado a los cultivos ilícitos del narcotráfico, y ésta
situación se mantiene debido a que la rentabilidad de los cultivos lícitos sigue
siendo negativa, mientras que la producción de marihuana, coca y amapola
permite mayores ingresos económicos”54 , esto se le agrega que este tipo de
producción puede estar sujeto además a la producción capitalista, o sea, puede
depender de este último. Ahora bien, el segundo modo de producción
entregado por Astarita, tiene que ver con la producción capitalista de la droga,
la cual es más especializada y mantiene una división social del trabajo que
implica un trabajo asalariado y la explotación. Además, cabe destacar la
utilización de mano de obra especializada en aspectos de la producción de
drogas como lo son la utilización de químicos, etc.
El tipo de producción capitalista de la droga, además de incurrir a mano de obra
especializada, mantiene una gran utilización de una masa de mano de obra no
especializada que se utiliza en trabajos más segmentados en los que se suelen
pagar altos precios pero que no son convenientes para la salud o la seguridad
de quienes realizan este trabajo, bajo este punto encontramos el trabajo de la
‘mula’, o de los vendedores o microtraficantes la cual es una mano de obra
altamente explotada y que asume un gran riesgo en la masificación del negocio

54 ARRIAGADA, Irma; Hopenhayn, Martín; Op.cit; p.13

48
de la droga. Cabe agregar, que este tipo de trabajo no especializado asalariado
y altamente explotado son principalmente llenados por la población pobre e
inmigrantes que utilizan este medio para lograr subsistir, además, “una situación
social de pobreza y desocupación estructural constituye una fuente de
aprovisionamiento inagotable de esta fuerza de trabajo, dispuesta a arriesgar su
libertad e incluso su vida, para sobrevivir trabajando en una relación de
dependencia y extrema alienación”55, es por esta razón que el narcotráfico
intenta llenar ciertos espacios en el que el poder o la capacidad del estado no
es capaz de hacerlo.
Dicho lo anterior, podemos deslindar dos conclusiones, que en primera
instancia no se puede entender el circuito del narco-capital sin la participación
de las grandes instituciones financieras a nivel internacional, esto tiene que ver
que el narco-capital choca entre la ilegalidad y lo legal, en su relación dialéctica,
al momento de hacer que aquel capital ilícito se transforme en capital limpio a
través de los bancos u otras actividades lícitas ante la ley. En segunda
instancia, podemos decir que no existe una coincidencia entre el capital en
general y el capital ligado al narco, en cuanto al problema de la reproducción
del capital social, esto lo vemos en dos puntos: “en primer lugar, para el capital
de conjunto, (el capital en general), el negocio de la droga representa una
reducción de trabajo productivo general, un desvío de la plusvalía de la
acumulación. En segundo término, la droga amenaza a largo plazo la
reproducción de la fuerza de trabajo, dada su incidencia en la salud. E incluso
genera problemas para la propia clase dominante en cuanto muchos de sus
sectores también están afectados por el consumo”56 . Se diferencian pues, el
narco busca la acumulación de capital extraordinario sin importarle de manera
importante la reproducción de la fuerza de trabajo y a la vez, la misma droga
diezma a la mano de obra que se conjuga con el capital en general.

55 ASTARITA, Ibídem.
56 Ídem.

49
El Campo Popular

El campo popular, es difícil comprenderlo de manera estática, puesto que su


dinamismo provoca que como consecuencia sea un término de constante
movimiento, cambiante y que deba ser reconocido de acuerdo a su contexto
histórico. Como hablamos anteriormente, la palabra popular viene directamente
relacionada al término de populares que significaría, de manera tácita, ser
relativo o perteneciente a pueblo. Sin querer adentrarnos en qué es lo que
significa pueblo, puesto que no es parte integral de nuestra investigación,
queremos plantear simplemente que pueblo representa a una gran masa,
dinámica que mantiene lazos sociales y/o económicos y/o identitarios. Llegando
a este punto, pueblo, entonces, simplemente nos crea una relación social que
puede ser nacional, regional o bien de comunidad; no obstante, dentro de la
historiografía se ha adentrado un término que tiene que ver con el bajo pueblo,
los pertenecientes a lo más bajo de la pirámide estamental de una sociedad,
también se le ha llamado como el populacho, clases subalternas, proletariado y
campo popular, y que bajo estos términos se ha entendido siempre, como
relación entre cada uno de estos términos, la materialidad de cada uno de
clases y grupos sociales pertenecientes a la sociedad, por lo que campo
popular es una representación material de las clases subalternas.
Para poder entender lo que son clases subalternas, Gramsci nos entrega una
serie de elementos que nos ayudarían a esclarecer lo que significa clases
subalternas. En primera instancia, las clases subalternas son grupos sociales
no dominantes, o sea su hegemonía no domina a la sociedad por lo que son
víctimas de la sociedad capitalistas. En segundo término, Gramsci no plantea la
sociedad de manera ortodoxa de las dos clases esenciales de la sociedad
industrial, sino que al contrario, existen las clases creadas a partir de la
revolución industrial, a saber la burguesía y el proletariado, y existen clases

50
tradicionales que no pertenecen, de por sí, a la clasificación de la sociedad
industrial, en esta tenemos a los indígenas, campesinos y artesanos. Por lo
tanto, el italiano no ve una sociedad dividida solo en dos clases
fundamentales, sino que va más allá, porque el mismo capitalismo va más
allá en su dominación, y agrega que se debe considerar al proletariado
parte de las clases subalternas en lucha por la construcción hegemónica e
ideológica.
Ahora, Marcelo Cornejo mantiene una concepción de las relaciones de clase
distinta a la de Gramsci, pero que no son contradictorias, para él el proletariado
es quien abarca por completo a las clases subalternas, de por sí el proletariado
no representa a su forma tradicional, sino que representa a quienes viven la
explotación capitalista o los construye como seres enajenados de la sociedad,
son consecuencias del capitalismo. De esta forma, encontramos bajo esta
denominación a una gran masa trabajadores precarios, subcontratados, etc.
Es por esta razón, que campo popular se constituye como un elemento
agrupador de ‘los pobres del mundo’, a los protagonistas que han ido surgiendo
a través de las lucha de clases, como son los pobladores, y así una serie de
grupos que representan de manera material y en grado de conciencia a lo que
Gramsci ha denominado como clases subalternar y Cornejo proletariado.
Distintos efectos de la economía, diversos fenómenos demográficos y sociales,
tienen diversas repercusiones en el campo popular, para efectos de nuestro
trabajo, nos interesa abordar uno principalmente: la segregación socio-espacial
o segregación urbana.

Segregación Espacial Urbana o Segregación Socio-espacial y Marginalidad

Para entender un poco de donde surge la segregación como fenómeno urbano


se debe entender un poco la ciudad actual, la ciudad global. “La ciudad, es el
espacio donde se proyecta la sociedad en el territorio, por eso a medida que la

51
sociedad se ha transformado, sus espacios se han ido adaptando a las nuevas
realidades. Lo urbano se identifica con la realidad social que se compone de las
relaciones dadas entre el entorno físico (lo arquitectónico) y la comunidad que
lo habita.” 57 La globalización y su consecuente tercera revolución urbana tienen
como máxima expresión la ciudad global y su búsqueda por la especialización
en el sector terciario. La ciudad concentra hoy a ambos extremos del desarrollo
económico: la mayor riqueza y la mayor pobreza.
La ciudad es el espacio donde conviven estos extremos, ambos con
requerimientos de espacio urbano que resuelven de alguna u otra forma, cada
uno a sus posibilidades, produciendo como consecuencia una ciudad polarizada
con sectores muy pobres y sectores muy ricos. “Estas grandes desigualdades
acumulan tensión social dando la sensación de ser volcanes a punto de hacer
erupción, que, al igual que la economía, estos también ya están globalizados y
transnacionalizados. Encontramos conviviendo en la ciudad global a la elite de
ejecutivos de clase global y las clases marginadas, bajo un esquema de
‘periurbanización y gentrificación’ interminable, que materializa las inmensas
diferencias sociales.”58
El primer grupo, las “elites urbanas “, reproduce su entorno de confort en
cualquier lugar del mundo para responder a sus altos estándares de calidad de
vida, este grupo no es más que la gran clase burguesa urbana. La disparidad
con el entorno, lleva a estas “elites urbanas” a la creación de barrios cerrados
residenciales y a la suburbanización. Los fragmentos de ciudad
correspondientes a las altas clases urbanas tienden a homogeneizar los grupos
sociales que en ellos habitan haciendo más evidente la distinción entre ellos y
“los otros”59. Sin embargo a pesar de todos los esfuerzos por aislarse en un

57 PINTO DA CUNHA, José Marcos; “Movilidad espacial, vulnerabilidad y segregación


socioespacial: Reflexiones a partir del estudio de la Región Metropolitana de Campina”; Notas
de población N°93 CEPAL; Río de Janeiro 2007; p. 171
58 CARMAN, María; VIERA DA CUNHA, Neiva; Segura, Ramiro; “Segregación y diferencia en la

ciudad”; FLACSO; Quito 2013; p. 19


59 PINTO DA CUNHA; Op. Cit.; p. 172

52
“entorno de confort”, requieren de una serie de servicios ya sea en sus casas o
en sus oficinas, para lo cual requieren mano de obra poco calificada que hoy en
día se encuentra subvaluada.
Así, encontramos del otro lado del espectro, a aquellos que no tienen la
posibilidad económica de aterrizar sus aspiraciones de localización, los que
deben arrendar su mano de obra por no poseer los medios de producción, y
que se ven empujados a asentarse en las zonas de intersticio o periféricas.
Estos “barrios sensibles” o “slums”60, son resultado de una serie de variables y
fenómenos sociales dignos de ser analizados. Esta es una de las dimensiones
que caracterizan a la “segregación residencial”.
La falta de oportunidades a nivel escolar, de salud y laboral, son un reflejo de la
exclusión y la segregación residencial que le impide a los sectores más pobres
de un espacio urbano, una inserción en la ciudad igual a la de los sectores
acomodados. Conceptualmente, podemos señalar que la segregación
residencial socioeconómica, es la falta de heterogeneidad social de un territorio.
Así se presentan tres dimensiones de la segregación social del espacio urbano
– segregación residencial.
La primera dimensión es la tendencia de ciertos grupos sociales, ya explicados
más arriba, a concentrarse en ciertas áreas de la ciudad generando barrios. La
segunda dimensión es la conformación de áreas con un alto grado de
homogeneidad social y por último la tercera dimensión nos habla de la
percepción subjetiva que la gente tiene de la segregación objetiva (las dos
primeras dimensiones). Basándose en la segunda de estas dimensiones, se
puede plantear que en términos generales la segregación residencial o
segregación socioespacial se entiende como “el grado de proximidad espacial o
de aglomeración territorial de las familias pertenecientes a un mismo grupo

60 Ídem.

53
social, sea que éste se defina en términos étnicos, etáreos, de preferencias
religiosas o socioeconómicas”.61
Por otro lado, también se habla de una dimensión objetiva de la segregación,
que daría cuenta de la concentración y homogeneidad social, y de una
dimensión simbólica que “hace referencia entonces a un proceso de
construcción social por medio del cual se construyen, atribuyen y aceptan
intersubjetivamente ciertos sentidos al y sobre el espacio”62. De igual forma,
esta construcción social está condicionada por la dimensión objetiva. Sin
embargo, este autor presenta a la segregación urbana como el resultado de una
relación compleja entre estas dos dimensiones; una relación recíproca y de
retro alimentación que produciría un “producto” nuevo, sui-géneris que no debe
coincidir necesariamente con una ni otra.
Esta percepción o construcción social, por un lado, se relacionan con la
identidad y el prestigio asignado a barrios o zonas de la ciudad, es decir, el
surgimiento de estigmas territoriales; o de otro modo, el encasillamiento de
barrios “malos o peligrosos”, y barrios prestigiosos y exclusivos. Por otro lado,
esta dimensión subjetiva de la segregación se relaciona con la percepción que
la gente tiene de formar parte de un grupo social que presenta una manera
peculiar de ocupar el espacio y cómo lo habita. En muchos casos esta
percepción se traduce en sentimiento de marginalidad y discriminación.
De tal forma, estas percepciones se tornan claves para que la segregación
“objetiva” promueva fenómenos de desintegración social, afectando a la
sociabilidad urbana, es decir, a la posibilidad de interacción entre grupos
sociales diferente, lo que implica y fomenta la marginalidad. Por otro lado
también se verían afectadas las instancias de interacción e integración dentro
de un mismo grupo que ocupa un espacio común. Esta dimensión por tanto,

61 COHEN Tirado, Sofía; “Segregación Residencial, Marginalidad y Estigmatización Territorial


en la construcción de Identidad Social Urbana Infantil: Estudio de la realidad infantil en dos
barrios de Santiago”; Tesis presentada para optar al título de Magíster en Desarrollo Urbano de
la Pontificia Universidad Católica de Chile; Santiago de Chile 2011; p. 22
62 Op. Cit.; p. 31

54
permite que se construyan imaginarios del otro “repugnante y nocivo”, de una
clase más alta hacia una más baja, de una clase baja a una alta, o dentro de los
habitantes de la misma clase o grupo social63. También se produce una
construcción del nosotros como marginales (marginados) y excluidos.
Particularmente dentro del contexto de las poblaciones más pobres, es
importante y relevante el papel de la segregación residencial subjetiva. El hecho
de vivir en un contexto en que hay ausencia de servicios urbanos básicos, en
donde la ocupación del suelo es ilegal, las viviendas son precarias y de
autoconstrucción, y además no se ajustan a las normas de uso de suelo y
edificación; en donde, en su mayoría, se llevan a cabo actividades económicas
informales, e ilegales en oportunidades, es un factor que propicia la percepción
negativa del espacio habitado; mismo resultado se da en espacios donde la
promoción estatal conlleva aglomeraciones y condiciones de vida paupérrimas
producto de la sobrepoblación de un espacio determinado en correlación al
tamaño de la habitación entregada por el gobierno de turno. De esta forma, “la
percepción del entorno social y espacial promovería una identidad negativa, y el
surgimiento de un poderoso estigma asociado a la residencia en los espacios
restringidos y segregados. Además este estigma promovería la desorganización
social a partir de esa construcción del nosotros, estimulando prácticas de
diferenciación y distanciamientos sociales internos, en el contexto de un grupo
social que habita un mismo espacio.”64
En el presente trabajo y con el fin de la operacionalización del concepto, se
considera apropiado acuñar una definición de segregación residencial que
contenga las dos dimensiones ya nombradas: una objetiva que se puede
observar a partir del grado de proximidad o de aglomeración espacial de
individuos pertenecientes a un mismo grupo social, que en este caso se define
según criterios socioeconómicos, y por otro lado una simbólica, que contiene la

63 Op. Cit.; p. 32
64 Op. Cit.; p. 28

55
percepción subjetiva del espacio urbano segregado, generando una síntesis
dialéctica de las condiciones materiales y culturales del espacio determinado.
Entonces, la segregación urbana sería la conjugación de estas dos
dimensiones, el resultado de la interacción entre ellas. Por lo tanto, se estima
de gran importancia tener en cuenta estas dos dimensiones, puesto que en
gran medida los estudios que nos hablan de segregación han optado por
centrarse en los aspectos “objetivos”, dejando de lado la construcción social y la
percepción del espacio, suponiendo que “[…] estos dos planos se condicen;
siendo el segundo un reflejo del primero. Sin embargo, al ser la segregación la
síntesis de la interacción entre estas dos dimensiones, puede presentarse de
modos distintos en contextos diferentes”65. No en todo escenario con
indicadores objetivos de segregación, ésta (la segregación urbana) se va a
presentar de la misma manera, sino que variará a partir de las “percepciones,
temores, estigmas, etc., con que se le da sentido al espacio urbano y a la
presencia de los ‘otros’.” 66
En cuanto a la definición de Marginalidad, si bien las opiniones son numerosas,
no es en este aspecto donde se produce el debate más intenso, ya que la
mayoría de las definiciones coinciden en afirmar que “[…] la marginalidad
señala la desintegración de un grupo de individuos respecto de una parte de la
sociedad, vale decir, que son marginales aquellos individuos que por su
situación socioeconómica y cultural se encuentran, al menos parcialmente al
margen de la sociedad.”67
Así, para DESAL68 el concepto de “marginalidad urbana” se refiere a “[…] una
gran masa humana que vive en las ciudades y que se encuentra en una

65 JUZAM Pucheu, Leila Alhelí; “Campamentos del Gran Santiago: Efectos de la Segregación
Residencial en el desarrollo del Capital Social”; Memoria para optar al título de Antropóloga
Social de la Universidad de Chile; Santiago 2010; p. 28
66 Op. Cit; p. 29
67 MOLINA Vega, Irene; “El programa de erradicación de campamentos en la región

metropolitana (1979-1984). Implicancias socio-económicas y espaciales”; Memoria para optar al


título de Geógrafo de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Santiago 1985; p. 27
68 Departamento de Economía de la Salud, 1984

56
situación de marginalidad respecto a la sociedad urbana en la que vive”. 69 Este
fenómeno se traduce, en definitiva, en un acceso restringido a la distribución de
ingresos de recursos y beneficios. En la sociedad y, por otra parte, en una baja
o nula participación en los niveles de decisión de la sociedad global.
Sin embargo, al analizar las causas del fenómeno en cuestión, llegamos a un
enfoque del “estructuralismo histórico” que interpreta al fenómeno de
marginalidad urbana desde una perspectiva económica e histórica. De esta
forma, las causas del problema se encontrarían principalmente en la capacidad
o incapacidad de la estructura social y ocupacional para absorber mano de
obra.70 Esta visión del fenómeno, tiende a identificar un patrón común para
Latinoamérica en la explicación de las causas de la marginalidad urbana, en la
medida que la mayoría de las áreas metropolitanas de la región provienen del
sistema económico espacial diseñado durante el período colonial ibérico. Así
“en estos centros de poder, se recogía el excedente económico de producción
originado en las áreas rurales y mineras, de manera que su crecimiento estuvo
regido por la naturaleza y monto de la producción obtenida, y por la fluidez de
sus contactos con España.” 71 Así, desde la época colonial hasta las primeras
décadas del siglo XX, las economías latinoamericanas se caracterizaron por su
condición mono-productora y si orientación externa. Durante el periodo
mencionado, las coyunturas críticas del mercado internacional obligaron a
implementar estrategias de sustitución de importaciones, esquema que significó
proporcionar un gran impulso al desarrollo industrial de los países de la región.
Como era de esperarse, la localización de las actividades productivas y de
servicios, favorecieron a aquellas áreas en las que ya existía concentración de
población y acumulación de capitales, donde se contaba con una cierta
demanda y una infraestructura de comercialización y distribución adecuada.
Esta concentración de funciones fue generando economías de aglomeración en

69 COHEN; Op. Cit; p. 43


70 MOLINA; Op. Cit; p. 29
71 MOLINA; Op. Cit; p. 31

57
las áreas metropolitanas con las consecuentes ventajas relativas, que las
tornaron atractivas para el establecimiento de nuevas actividades y servicios, lo
que representaba una aparente mayor fuente de renta y trabajo, lo que en
complemento a la transferencia de capitales hacia la actividad industrial,
restringió el desarrollo de otros sectores productivos y por tanto de otras
regiones, significando una importante pérdida de dinamismo en el sector
agrario. Además, el sector rural se encuentra incapacitado para proporcionar
empleo en actividades no agrícolas, de tal forma que el desempleo ya existente
provoca un éxodo masivo desde las áreas rurales a las urbanas.
Los incrementos demográficos tienden a superar en el mediano y largo plazo, la
tasa de creación de empleos en las ciudades, lo cual dan origen a diversas
formas de subocupación y desempleo, configurándose un panorama de
pobreza generalizada, estrechamente ligado a una distribución desigual de la
riqueza generada por la economía.
En el caso de chile, el fenómeno de la marginalidad urbana comenzó a adquirir
proporciones dramáticas en las décadas de los años cuarenta y cincuenta, a
raíz del fuerte crecimiento urbano generado, principalmente por el proceso de
migraciones.

El neoliberalismo y la construcción de hegemonía

Cualquiera sea la definición que se le dé al neoliberalismo, no cabe duda que


se trata de una corriente de pensamiento que se inscribe dentro del marco más
amplio del pensamiento liberal. Pero esto no es decir mucho, pues existe una
enorme variedad de liberalismos, muchas veces matizados por la problemática
histórica especial de sus países de origen. Se puede sin embargo identificar
algunas corrientes amplias que agrupan a ciertos autores, que si bien difieren
en detalles, comparten elementos importantes. Podemos así, distinguir cuatro
corrientes principales:

58
Se puede hablar en primer lugar de un “liberalismo clásico” (Constant,
Tocqueville, John Stuart Mill, Adam Smith), que destacaba tres ámbitos
principales: “la instauración de un Estado constitucional, la necesidad de
respetar los derechos humanos y las libertades públicas y, por último, el
establecimiento de una economía libre”72. Frente a este liberalismo clásico,
podemos identificar un conjunto de “liberalismos conservadores” (Burke,
Spencer, Croce, Ortega y Gasset), que tienden a “[…] sospechar de la
democracia y desean retardar los procesos democratizadores”73. En tercer lugar
es posible identificar un “liberalismo social” (Durkheim, Hobson, Kelsen, Dewey
y principalmente Keynes, de ahí su apelativo de “Keynesianismo”) que acentúa
una preocupación por la justicia social y acepta una mayor injerencia estatal en
el manejo de la economía. Por último puede hablarse del “neoliberalismo” (von
Mises, Hayek, Friedman), que reacciona contra el liberalismo social y la obre-
regulación de la economía, para destacar la necesidad de respetar un orden
espontáneo, un orden del mercado que supera todo designio humano.
El neoliberalismo encuentra entonces, su tronco común, o sus raíces, en el
liberalismo clásico: “la ideología neoliberal tiene sus raíces ideológicas en los
siglos XVIII y XIX en los pensadores liberales tales como Adam Smith y John
Locke. El neoliberalismo es una versión nueva del liberalismo económico el cual
además tiene aplicación en la economía internacional y no solamente dentro de
las fronteras nacionales. El término “Coca-colonización” que se acuñó en los
cuarenta y se usó mucho en los cincuenta, hace referencia a la ola expansiva
de los valores norteamericanos en todo el globo.”74 La ideología del liberalismo
fue fundamento para la creación de las instituciones de Bretton Woods. El
neoliberalismo se impuso como la mejor alternativa al agotamiento del periodo
de mayor crecimiento expansivo de la economía capitalista mundial después

72 MUÑOZ, Leopoldo; “La invasión neoliberal en Chile”; Centro de Estudios Miguel Enríquez;
Concepción 2002; p. 3
73 Op. Cit.; p. 4
74 VARGAS Hernández, José; “Liberalismo, Neoliberaliberalismo, Postneoliberalismo”; Revista

Mad N°17; Departamento de Antropología de la Universidad de Chile; p. 71

59
de la Segunda Guerra Mundial, entre 1940 y 1970, con un crecimiento
económico global alto caracterizado por la expansión industrial de países de la
periferia capitalista y con el fortalecimiento de las economías de los países
socialistas.
Las economías orientadas por una ideología tienden a transformar la realidad
concreta. Es en este sentido que la ideología universalista del neoliberalismo, la
misma del mercado, la cual propaga y exporta los valores y las prácticas de los
países occidentales y más específicamente de los anglosajones, construye un
bloque histórico para sostener la hegemonía americana a nivel mundial, la
encargada de “administrar el modelo”. La elite económico-política y sus agentes
realizan campañas para legitimar la ideología neoliberal del capitalismo
transnacional que promueve el libre mercado.
Las relaciones entre Estado, sociedad y mercado “[…] se han redefinido en las
últimas décadas para lograr el equilibrio fiscal, bajo un enfoque político cultural
denominado neoliberalismo caracterizado por un retiro forzado del Estado de
las actividades económicas que se concentran en el mercado considerado
como el mejor asignador de los recursos sociales, liberador de las relaciones
sociales y disciplinador de los comportamientos sociales. El neoliberalismo tiene
la tendencia como un todo a favorecer la separación de la economía de las
realidades sociales.”75
El neoliberalismo como modelo hegemónico del capitalismo a escala global fue
asumido e impulsado por Thatcher en Inglaterra y Reagan en Estados Unidos
con el apoyo de las instituciones financieras internacionales, el Fondo
Monetario internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de
Comercio, quieren promueven políticas de liberalización económica y financiera,
desregulación, privatización, apertura de las economías al mercado mundial,

75GÓMEZ Leyton, Juan Carlos; “Chile 1990-2007: Una Sociedad Neoliberal Avanzada”; Revista
de Sociología N°21 del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile;
Santiago 2008; p. 24

60
precarización de las relaciones de trabajo y retracción de la presencia del
estado en la economía.
Las políticas proteccionistas de los denominados mercados emergentes
impedían el avance del proyecto del libre mercado, por lo que el neoliberalismo
condena y arremete contra la ideología del desarrollo a través de la aplicación
de regulaciones de las instituciones financieras internacionales para convertir a
las economías emergentes en consumidoras de productos y servicios de los
países más avanzados, para quienes estas regulaciones no aplican.
Entonces, a lo largo de estos últimos 30 años, el neoliberalismo ha dejado ser
una determinada política económica o forma de acumulación para
transformarse en un tipo específico de sociedad capitalista: la sociedad
neoliberal. En estas sociedades la concepción neoliberal se ha vuelto
dominante y hegemónica no sólo a nivel de las elites y sectores capitalistas sino
que también ha logrado permear a todos los grupos y clases sociales que viven
en ella. “Produciendo de esa manera una cultura, una economía, una política,
una ciudadanía y un estilo de vida, profundamente neoliberal. Algunos de los
rasgos característicos de estas sociedades serían: a) políticamente
conservadores, b) mediáticas, c) ampliamente despolitizadas, d)
mercantilizadas, e) fragmentadas social y desiguales, f) individualistas y
competitivas.”76
La política democrática como la democracia liberal representativa van hacia la
baja, mientras que la actividad mercantil, el individualismo, el conformismo, la
desigualdad social y la fragmentación ciudadano como la desprotección social y
los riesgos van en alza. En ese sentido, “[…] se puede sostener que mientras
más se consolida la sociedad neoliberal más innecesaria resulta la política,
especialmente, la democrática y la democracia liberal representativa pierde
completa y total validez e interés para la ciudadanía.”77 Quedando ambas

76 Ídem.
77 VARGAS; Op. Cit.; p. 73

61
actividades (la política) en manos de los traficantes de la palabra y el poder, o
sea, de las elites políticas. La política queda encapsulada en los partidos
políticos “conformes con el sistema”. Los cuales monopolizan la dirección
política de la sociedad. En este escenario, la “ciudadanía” opta por retirarse a
los espacios privados y automarginarse de toda participación política, en ese
sentido la política institucionaliza se vuelve estéril.
En la sociedad actual, la predominación del neoliberalismo en su dialéctica
internacional y nacional se ha construido en base a 3 elementos que se
interrelacionan y que no pueden comprenderse en su impacto actual por
separado: Hegemonía, Ideología y Dominación, Enajenación y Transición
Política.

Ideología, Hegemonía y Dominación

Slavoj Zizek señala que la palabra ideología “puede designar cualquier cosa,
desde una actitud contemplativa que desconoce su dependencia de la realidad
social hasta un conjunto de creencias orientadas a la acción; desde el medio
indispensable en el que los individuos viven sus relaciones con una estructura
social, hasta las ideas falsas que legitiman un poder político dominante”78
señala, además, que incluso cualquier argumento que acuse de ideológico a
otro es ideológico en sí mismo. Es decir, se puede afirmar la existencia de
ideología como una “matriz generativa que regula la relación entre lo visible y lo
no visible, entre lo imaginable y lo no imaginable, así como los cambios
producidos por esta relación”79 .
La utilización del término de ideología, más allá de su significado históricamente
comprobable, surge hacia el siglo XVIII en el cual comprendía un concepto
netamente filosófico, de esta manera George Rudé nos dice que “la Noción de

78 ZIZEK, Slavoj; “Ideología, un mapa de la cuestión”; Fondo De Cultura Económica; Buenos


Aires; p. 10
79 Ídem;, p. 7

62
Ideología se remonta (…) a los philosophes de la ilustración en Francia. Uno de
ellos, el materialista Helvetius, aunque no llegó a utilizar el término, si preparó el
camino para que lo empleasen otros cuando dijo ‘nuestras ideas son las
consecuencias necesarias de las sociedades en que vivimos’” 80, además, varios
autores irían construyendo o delineando el concepto de Ideología sin ni siquiera
hacer uso del término de manera concreta. Es así que, Maquiavelo es tal vez
uno de los primeros autores que delineó elementos de la ideología, algunos
elementos que podemos encontrar sobre el concepto, lo encontramos bajo 3
premisas. En primera instancia la encontramos cuando el autor analiza la
parcialidad de los juicios humanos con los apetitos y los intereses, en él plantea
que los seres humanos a pesar de tener circunstancias que permanecen
iguales, su apetito o sus intereses cambian por lo que es imposible que sus
intereses permanezcan intactos; En segundo término, nos encontramos con la
relación de la religión al poder y la dominación, Maquiavelo plantea un elemento
que muchas veces va a ser un comentario obligado por lo filósofos, en el cual
se plantea una crítica a las funciones sociales del pensamiento religioso,
“Maquiavelo se pregunta por qué los pueblos antiguos eran más amantes de la
libertad que los contemporáneos” 81 su respuesta es que existe una diferencia
en la manera de educar, en el cual se tenía una concepción más libre, o en sí
diferente, de lo que era la religión; Y por último el uso de la fuerza y el fraude
para acceder y mantenerse en el poder82, bajo este aspecto, según Maquiavelo,
los príncipes deben aprender a practicar el engaño ya que el uso de la fuerza
no siempre es suficiente, por lo tanto, lo que no se puede hacer mediante el uso
de la fuerza se realiza desde la utilización del fraude.
Dicho lo anterior, debemos señalar que el contexto histórico comienza a dejar
huella en la visión que mantiene Maquiavelo o los demás filósofos, puesto que

80 RUDÉ, George; “Ideología y Conciencia de Clase”; Editorial Crítica; Barcelona 1981; p. 15


81 LARRAÍN, Jorge; “El Concepto de ideología. Vol. I Carlos Marx”; LOM ediciones; Santiago de
Chile, p. 51
82 Ídem.

63
nos encontramos en el cambio de un paradigma entre una sociedad altamente
jerarquizada a una en el que los intelectuales buscan liberarse de las trabas
medievales, esto provoca un cambio en la visión del contexto por parte de estos
pensadores, por lo que esa “contemplación teórica de un mundo jerarquizado y
sagrado es reemplazada por una concepción que valora la función práctica del
pensamiento”83. En contadas cuentas, existe un cambio en la conciencia que
provee que exista una nueva visión de la realidad, cabe destacar que estos
conceptos están estrechamente ligadas a la liberación de la burguesía de todos
los resabios del yugo feudal, esta nueva ética burguesa de la visión del trabajo
se oponía fuertemente a la sociedad servil del Medioevo y esto correspondió a
un nuevo enfoque científico y crítico que enfatizaba el conocimiento práctico de
la naturaleza. Es importante destacar en este nuevo enjambre científico las
aportaciones de Descartes por la conformación de una verdadera ciencia que
fuese posible buscar la verdad de la naturaleza84, de esta manera “la
problemática de la ideología emergió en estrecha conexión tanto con la práctica
como en el desarrollo de la ciencia”85. Así, el deseo de estos nuevos hombres
es romper con la visión tradicional de la ciencia, y plantearles una metodología
observacional. Así, hombres como Bacón plantean abiertamente la necesidad
de librar a los hombres de las distorsiones de la realidad que impiden al hombre
lograr desarrollarse plenamente en búsqueda de la verdad. Estas distorsiones
Bacon las denomina como ídolos los cuales el hombre debe superarlos para
lograr crear un examen crítico de la realidad y liberarse, no obstante, a pesar de
la acción de los ídolos, Bacon es lo suficientemente claro al plantear que a
pesar de los ídolos la ciencia podía encontrar la verdad mediante el uso de un
método correcto. Aun así, debemos señalar que aunque Marx reconoce en
Bacon como el padre de la ciencia moderna y el materialismo inglés, además
de que después de él la mayoría de los filósofos llevan la marca de la teoría de

83 Ídem.
84 Véase: Descartes; “El Discurso del Método”.
85 LARRAÍN; Op. Cit.; p. 12

64
Bacon. En manera de resumen, el concepto de ideología en esta época se
delinea, pero no se manifiesta abiertamente, es más, su significación tiene una
relación entre el hombre y la ciencia, en la búsqueda constante de la verdad
universal.
Por otra parte, entre la relación que existe entre la búsqueda de la verdad
universal de la ciencia e ideología, también existe otro elemento con el cual
poder relacionar, y que anteriormente ya habíamos planteado, es la relación
que existe entre Ideología y la religión, o el llamado Engaño Sacerdotal. Dicha
relación la plantean Helvecio y Holbach en la cual los sacerdotes crean
realidades distorsionadas que vuelven al pueblo ignorante y así resguardan su
poder y riqueza, de esta manera Holbach plantea que “la verdad es una y
necesaria para el hombre…es necesario develarla a los mortales… Las
cadenas que tiranos y sacerdotes forjan se deben al error… la ignorancia y la
incertidumbre se deben a errores consagrados por la religión”86, así, ante esta
represión que ejercen los sacerdotes los hombres deben liberarse de esas
cadenas que lo oprimen, tanto en su vida económica como en su creencias, por
último, debemos destacar que la crítica de los sacerdotes se debe a la lucha de
la burguesía contra los vestigios que aún se encuentra de la estructura
medieval, así, “ la religión y la Iglesia, aun estrechamente vinculadas al antiguo
régimen, comienzan a ser vistas como la legitimación de la dominación
política”87 . La idea del engaño sacerdotal es buscar dejar demostrado que tras
el poder de la religión, o bien dicho las buenas intenciones de la religión, existe
un deseo de legitimación y dominación. Bajo este punto es necesario agregar
un botón, el cual diferencia a estos autores con las posturas que levantó
Maquiavelo, ya que para Maquiavelo la función legitimadora de la religión la
reconoció, pero que justificó como un elemento necesario al fin de proteger al
príncipe o al soberano; mientras tanto, Helvecio y Holbach lo ven como una

86 HOLBACH; “Système de la nature”; extraído de: Larraín, Jorge: “El Concepto de ideología.
Vol. I Carlos Marx”, Editorial LOM, Santiago, 2008, p. 19
87 LARRAÍN; Op. Cit; p. 20

65
distorsión a la realidad que vuelve a los hombres ignorantes y listos para ser
dominados, por lo que plantean que la única liberación humana es la educación
por la cual el hombre podrá descubrir los agentes que lo dominan y podrá
liberarse de las cadenas del engaño sacerdotal.
Ahora, finalmente, Antoine Desttut de Tracy fue quien acuñó la palabra
ideología para referirse a la teoría de las ideas en general, “está interesado en
la sistematización de una ciencia, la ciencia de las ideas a la que denomina
como Ideología”88. Esta nueva ciencia busca sistematizar el origen de las ideas
y que a través de esto dejar a un lado los prejuicios religiosos y metafísicos, la
ideología emerge no como lo opuesto de aquellos ídolos y prejuicios, sino que
ella emerge como una ciencia. De esta manera, en primera instancia, nos
encontramos con la utilización del término de Ideología meramente cercano a la
Filosofía, y como un elemento que se comienza a preocupar de los fenómenos
que ocurren después de la desintegración de la sociedad medieval. Pero un
aspecto de suma importancia es la visión positiva que tenían estos pensadores
sobre la Ideología pues ayuda a superar los prejuicios religiosos y metafísicos.
Así, por último, el término de ideología es un término moderno que ilustra su
ligazón a “las luchas de liberación de la burguesía de los yugos feudales y al
surgimiento de la nueva actitud crítica propia del pensamiento moderno”89.
Ahora bien, años más tarde este término reaparece con el desarrollo intelectual
de Kant y Hegel que lo van a utilizar principalmente bajo el desarrollo de la
filosofía idealista alemana. Para Hegel la mente era el ‘ente universal’ de la
historia, es así que la ideología era una proyección directa de la conciencia,
“asimismo, como la ideología era un concepto universal, no había que ver en
ella algo que servía a los fines de determinada clase o grupo, sin mencionar las
masas, las cuales tenían poca importancia para los filósofos idealistas”90. Hegel
relacionó Ser con pensamiento lo que lo llevó a seguir la historia de la idea

88 LARRAÍN; Op, Cit; p. 23


89 Op. Cit; p. 9
90 RUDÉ; Op. Cit; p. 16

66
Abstracta como si fuera lo verdaderamente real, por lo que la práctica humana
real pasó a segundo plano, como una mera manifestación finita de la Idea. Bajo
esa lógica, la práctica humana queda relegada a un producto distinto a sí
misma y esto llevó a Hegel a “convertir lo subjetivo en objetivo y lo objetivo en
subjetivo”91. No obstante lo anterior, Marx propone invertir a Hegel utilizando el
método dialéctico, método que Marx y Engels habían hecho suyo desde el
mismo Hegel, rechazando el idealismo propio de la filosofía alemana en esta
época, ubicando el concepto de primacía de la materia en el lugar donde antes
se ubicaba la mente como motor de la historia, Marx y Engels sostendrán que
“la concepción de Hegel acerca de la historia presupone un espíritu abstracto o
absoluto, el cual se desenvuelve de tal suerte que la humanidad queda reducida
a una masa que, consciente o inconsciente, es la portadora de ese espíritu”92,
por lo tanto, Marx y Engels dejaron atrás la visión metafísico de la historia y
ubicaron en su lugar el materialismo Histórico.
En la Ideología Alemana, Marx y Engels delinean su percepción de la historia
como un principio fundamental de su desarrollo intelectual, en ella plantean en
primer término que “la vida no se ve determinada por la conciencia, sino que la
conciencia es determinada por la vida”93, por lo que esta nueva concepción
explica la idea desde la práctica material. Esto es, una inversión de la
concepción de Hegel, una inversión materialista. De este modo, Marx y Engels
“lejos de haberse despojado de la influencia de Hegel, difunden el método
dialéctico hegeliano contra su rechazo por el materialismo vulgar de Feuerbach
y sus asociados”94 .
El concepto de Ideología que surge desde Marx, viene fuertemente ligado a la
inversión que éste hace de Hegel, Marx ve en la ideología un ‘conciencia falsa’
que puede llevar a una ‘realidad falsa’, y que por lo tanto distorsione la realidad.

91 MARX, Karl; “Crítica de la Filosofía del Estado de Hegel”; Grijalbo; Ciudad de México 1966; p.
19
92 MARX, Karl; Engels, Federico; “La Sagrada Familia”; Editorial Crítica; Barcelona 1978; p. 89
93 MARX, Karl; “La ideología alemana”; Grijalbo; Barcelona 1970; p. 47
94 RUDÉ; Op. Cit; p. 18

67
Además, la ideología es la manera más amplia acerca de la formación de la
ideas, “la ideología no es equivalente a las ideas en general, lo que significa
que mientras todas las ideologías están formadas por ideas, no todas las ideas
son ideológicas”95. No obstante, debemos señalar un aspecto de suma
importancia, que es por la cual la ideología toma su características desde Marx,
por el cual “las ideas de la clase gobernante son en todas las épocas las ideas
imperantes, es decir, la clase que representa la fuerza material que gobierno a
la sociedad es al mismo tiempo su fuerza intelectual imperante”96 por lo que
esta dominación consistía, por parte de la clase dominante o burguesía, en
imponer su realidad falsa a la clase sometida, o sea, al proletariado.
Ahora bien, la ideología oculta las contradicciones de 4 formas: en primer
término niega las contradicciones, este punto consiste principalmente a la
falsificación de las relaciones económicas más simples que basan sus
argumentos en los términos de la libertad, la igualdad y derechos humanos; Por
su parte, también nos encontramos con la mala comprensión de las
contradicciones, esto presupone la existencia de la contradicción, pero al no
entender no existe fuerza necesaria para resolverla, Marx para caracterizar este
aspecto ejemplifica con Sismondi diciendo que él “es profundamente consciente
de las contradicciones de la producción capitalista… el critica con fuerza las
contradicciones de la producción burguesa pero no las entiende y, en
consecuencia, no comprende el proceso por medio el cual ellas pueden ser
resueltas”97 . Un tercer aspecto que podemos desarrollar, es ante una mala
compresión de las contradicción se desplaza la contradicción real por medio de
un conflicto diferente lo que impide su resolución. Ante esto, Marx crítica a
Revenstone puesto que creía que el problema del capitalismo tenía que ver con
maquinaria y no comprende la manera en cómo esta maquinaria es usada. Por
último, la Dilución de las contradicciones también presupone un cierto

95 LARRAÍN; Op. Cit; p. 52


96 MARX; Op. Cit; p. 48
97 LARRAÍN; Op. Cit; p. 93

68
conocimiento del antagonismo social, pero su resolución es a través de la
conciliación para debilitar la contradicción fundamental, un ejemplo de ello es la
socialdemocracia, o bien, el ciudadanismo.
Ahora bien, ¿cómo puede liberarse el hombre de las cadenas de la opresión
ideológica de la clase dominante? Bajo este aspecto, Marx plantea que, aunque
nunca se desarrolló abiertamente los elementos de la liberación del
proletariado, la práctica revolucionaria como un rasgo esencial para la
transformación social, toda vida social es esencialmente práctica. De lo anterior,
el proletariado va a romper con su dominación al momento de formarse su
propia conciencia, que es una conciencia verdadera o de clase, a través del
desarrollo de la praxis revolucionaria, la participación activa de la lucha de
clases; no obstante, este despertar del proletariado no será fácil, será un
proceso gradual, un proceso de clase que se irá propagando al mismo tiempo
que la lucha de clases se agudiza. Cabe destacar que la importancia de la
praxis para producir ideas radica en que la misma realidad social debe ser
concebida como práctica, la praxis es una expresión de vida, más, praxis es el
modo específico del hombre puesto que determina al hombre en su totalidad,
“praxis es la acción consciente y sensible de los seres humanos mediante la
cual producen su existencia material y las relaciones sociales dentro de las
cuales viven, transformando de este modo la naturaleza, la sociedad y ellos
mismos”98 de ahí que la praxis tome una doble dimensión, la del trabajo que
reproduce la vida material y la práctica revolucionaria que busca transformar las
relaciones sociales como se dijo anteriormente. Sólo por la dimensión de la
práctica revolucionaria, el hombre busca su liberación.
Por lo tanto, debemos plantear que la ideología con Marx lleva un elemento
negativo puesto que crea una conciencia falsa que “oculta las relaciones
esenciales contradictorias, no sólo invirtiendo en la con conciencia una
realidad ya invertida, sino también modelándose en las apariencias de la

98 LARRAÍN; Op. Cit;, p. 58

69
realidad que muestran lo contrario de las relaciones esenciales”99¸ ante lo cual,
el proletariado tiene como única solución para liberarse de las cadenas de la
dominación la participación activa de la lucha clases, para lograr así formarse
su propia conciencia de la realidad, su idea de la vida material, para enfrentarse
plenamente contra su clase antagónica.

La ideología bajo la lógica de los marxistas posteriores a Marx (Lenin, Lukács y


Gramsci)

El curso de la historia a principios del siglo XX y la coyuntura revolucionaria que


se manifestaba con más agudeza en Rusia, llevó a que Lenin comenzara a
desarrollar con bastante sutileza el marxismo para llevarlo a la práctica concreta
de la coyuntura revolucionaria. Cabe agregar, que este elementó proporcionó
un clima propicio para lograr condicionar un todo un andamiaje de una teoría
política marxista y revolucionaria, pero no sólo eso, también este argumento se
enlaza directamente a la lucha de masas y la organización del partido como
ente articulador de la lucha revolucionaria. Bajo esta construcción, es que el
concepto de Ideología gana una notable aceptación teórica, a pesar de que con
“Kautsky, Pléjanov y Bernstein los elementos de un concepto positivo o neutral
de Ideología ya estaban bien delineados, es sólo con Lenin que ese concepto
ganó amplia aceptación intelectual”100 , ante lo anterior, Lenin fue el más
poderoso y articulado creador de una teoría política marxista de la lucha de
clases.
Bajo este contexto se comienza a desarrollar el concepto de Ideología,
concepto que desarrollará Lenin y que más tarde será tomado y analizado por
Lukács y Gramsci. La presión por la que se vivía en este contexto conllevó a
que se criticara fuertemente el uso de las ideas de la clase dominante, se debe

99LARRAÍN; Op. Cit; p. 82


100LARRAÍN, Jorge; “El concepto de Ideología. Vol. II. El marxismo posterior a Marx: Gramsci y
Althusser”; Editorial Lom; Santiago de Chile 2008; p. 34

70
comprender que en momentos álgidos de movilización revolucionaria las ideas
dominantes de clase se ven sacudidas por una crítica que busca destruirlas.
Por lo tanto, en primera instancia las ideas políticas de la clase dominante es
criticada fuertemente como un interés político de las clases dominadas; pero a
la vez, si la ideología de la clase dominante se identifican con una ideología y la
crítica que le hace a esta ideología es desde la clase opuesta a ella, esta crítica
es ideológica, o sea desde un punto de vista ideológico diferente. De este
modo, la ideología ahora no se refiere a aspectos de ocultamiento de
contradicciones, sino que más bien representará las ideas políticas de clase.
No obstante, hay un elemento más que agregar de acuerdo al desarrollo de la
Ideología que surge con Lenin, para Lenin “la conciencia política de clase puede
llevarse a los obreros solamente desde afuera, es decir, solamente desde
afuera de la lucha económica, de la esfera de relaciones entre trabajadores y
patronos”101.
Uno de los continuadores del pensamiento de Lenin, hasta cierto punto sí, es
Georg Lukács quien en su libro “Historia y conciencia de Clase” desarrolla una
concepción de ideología construida desde su apego a Lenin. Ahora, Lukács
para desarrollar su teoría vuelve a Hegel y desde ahí desarrolló la concepción
de la ‘verdad total’, en el que el sujeto y el objeto debían mezclarse e
identificarse plenamente. Bajo este aspecto, Hegel había planteado que esta
posibilidad de identificación se encontraba en el arte, pero al contrario de él,
Lukács, al igual que Marx, invierte esta relación y aplica la concepción de
conciencia de clase y ‘realidad falsa’ y a la sociedad. Ante lo cual, plantea que
“la verdad total solamente podría alcanzarse por medio de la lucha de clases en
pos de la hegemonía total”102, pero cabe agregar un aspecto más, que ninguna
clase podía ser capaz de llegar a la verdad total sin que se produjera la
industrialización, y como consecuencia de ella, la sociedad se polarizara en dos

101 LENIN, Vladimir; “¿Qué Hacer?”; Editorial progreso; Moscú 1970; p. 422
102 RUDÉ; Op. Cit; p. 24

71
clases opuesta, a saber, la burguesía y proletariado. Para él esta es la base del
desarrollo de la conciencia, y por ende de la ideología, ya que la burguesía no
podía disipar la fantasía de ‘realidad falsa’ sin dejar de lado sus intereses de
clase. Por otro lado, el proletariado, por ser la clase más alienada, lo que más
ansía es transformase “durante el proceso de consecución de una nueva
hegemonía, así podía obtener este conocimiento ‘verdadero’ o conciencia””103.
Para lograr transformarse, Lukács plantea que no es a través de la conciencia
intelectual, sino que desde la actividad crítica práctica cuyo fin es cambiar el
mundo.
Ahora bien, Lukács desarrolla su teoría desde su visión leninista, pero mientras
Lenin identifica ideología con teoría o ciencia, Lukács lo identifica como
conciencia de clase, es la conciencia del proletariado. Así mismo, plantea que
la burguesía crea una realidad falsa con la que busca que el proletariado ceda a
su dominación, de esta manera plantea dos distinciones de conciencia de clase
del proletariado, una conciencia de clase psicológica y la conciencia de clase
adscrita al proletariado “la primera implica las ideas psicológicamente
explicables y describibles que los hombres se forman acerca de su situación en
la vida y la segunda se refiere más bien a las reacciones racionales y
apropiadas imputadas a una posición típica particular en el proceso de
producción” bajo esta lógica intentaba plantear lo mismo que Lenin en el ¿Qué
hacer? , el cual la conciencia empírica del proletariado es el campo de batalla
de la lucha ideológica, en la que la conciencia espontánea de la clase obrera a
la ideología burguesa por su mayor tiempo en la Historia fue lo que facilitó la
diseminación; Lukács, en cambio, plantea que la situación misma del
proletariado induce su subordinación, así, su situación estructural induce a su
dominación.
Dicho lo anterior, ¿cómo puede el proletariado socavar la ideología burguesa y
sacudirse de la falsa conciencia?, anteriormente planteamos que la praxis es un

103 Ídem.

72
elemento indispensable para el desarrollo de la conciencia de clase, pero al
igual que Lenin, esta conciencia es sólo un nivel de la conciencia proletaria que
no permitirá un desarrollo revolucionario más profundo por lo que, el
Materialismo histórico se levanta como el elemento que desenmascarará la
ideología burguesa y buscará, como ciencia, desarrollar la conciencia del
proletariado esto porque la superioridad del materialismo histórico yace en su
habilidad de incorporar críticamente la herencia cultural del pasado.
Por lo tanto, este autor tiene una visión de ideología positiva. Mantiene una
lógica en el que no piensa una ideología en general, más bien plantea el
desarrollo de una ideología en particular en el cual tanto la burguesía como el
proletariado tienen su ideología, la pequeña burguesía también tiene su propia
ideología, esta ideología pequeña burguesa plante la creencia hacia el Estado
y la Institucionalidad. Ahora, la ideología burguesa es una realidad falsa puesto
que responde a los intereses de clase de la burguesía en virtud de la
dominación del proletariado y la ideología del proletariado es una conciencia
verdadera en tanto que esta posibilita su posición histórica y el proletariado
puede entender “las fuerzas verdaderas que conducen la historia”104.
¿Cuál es el principal problema de la definición que no da Lukács? Podemos
encontrar en ella que Lukács prevé una sociedad que se encuentra totalmente
polarizada entre dos clases principales que provocó la sociedad industrial, al
campesinado “lo trata virtualmente como un anacronismo del pasado y, para él,
los grupos intermedios como los pequeños comerciantes o los artesanos no
cuentan para nada”105.
Ante lo anterior, llegamos irreductiblemente a Gramsci quien es un elemento de
cambio para las luchas revolucionarias del proletariado. Al igual que Lukács,
mantiene una concepción de la realidad, y por ende de la ideología, desde el
leninismo; pero hay aún más, a Gramsci hay que comprenderlo desde su

104 LARRAÍN; Op. Cit; p. 92


105 RUDÉ; Op. Cit; p. 25

73
contexto histórico, no sólo desde su concepción teórica puesto que su
concepción teórica tiene una total relación con su experiencia en la práctica
revolucionaria y es así como desarrolla su teoría.
Para contextualizarnos un poco el gran desarrollo intelectual que nos entrega
Gramsci se produce desde su estancia en la cárcel producto de la avanzada del
fascismo en Italia. En la cárcel Gramsci se pregunta por qué la revolución en
Italia no triunfó, cuáles fueron los aciertos y desaciertos de los revolucionarios
en el rol que asumieron en este proceso. Tras el avance del fascismo la
instauración del fascismo como gobierno, Gramsci es encarcelado y luego de
un tiempo el italiano es le deja leer y escribir y comienza su desarrollo teórico
en el que destaca su concepción de ideología y el concepto de hegemonía.
Gramsci, en primera instancia, se dio cuenta que la dominación burguesa no se
basaba simplemente bajo el uso de la fuerza, sino que a la vez la burguesía
organiza la sociedad bajo sus propios intereses desarrollando una visión del
mundo en el cual se ubica al capitalismo como el único modo existente para la
sociedad. Ante esto, la teoría de la ideología de Gramsci se increíble dentro de
una concepción por la cual se diferencia la naturaleza del estado y la sociedad
civil, para Gramsci la sociedad Civil es una de las partes constitutivas
fundamentales de la superestructura, la otra parte de esta superestructura
incluye a la sociedad política que engloba a las aparatos del estado que
monopolizan el uso de la coerción, “se podría decir que el Estado = sociedad
política + sociedad civil, en otras palabras hegemonía armada con coerción”106.
La ideología, para Gramsci, es un sistema de ideas específico o una
concepción del mundo que está implícitamente presente en el arte, en el
derecho, en las actividades económicas, en fin, en todas las manifestaciones de
la vida colectiva e individual. Pero además, cabe agregar algo más, la ideología
no sólo es una visión del mundo o concepción de mundo a través de un

106GRAMSCI, Antonio; “Selection from the prision notebooks”, p. 263; extraído de: Larraín,
Jorge; “El concepto de ideología. Vol II. El marxismo posterior a Marx: Gramsci y Althusser”;
Editorial LOM; Santiago 2008; p.105

74
sistema de ideas; también es la capacidad de crear actitudes concretas y dar
ciertas orientaciones para la acción. Así, para Gramsci, la ideología es
concebida como una unidad entre visión de mundo y sus correspondientes
normas de conducta, ya que es la ideología que permeabiliza extensamente a
la sociedad como fuente de toda acción social, de esta manera “No hay que
concebir la ‘ideología’, la doctrina, como algo artificial y superpuesto
mecánicamente (como un vestido sobre la piel que es producida orgánicamente
por todo el organismo biológico animal), sino históricamente, como una lucha
incesante”107, la ideología, por tanto, la caracteriza Gramsci como un elemento
totalmente dinámico.
Ahora bien, Gramsci presenta 4 características principales de la ideología, que
él denomina ‘niveles de ideología’, las cuales la sociedad va produciendo toda
vez que se agudiza la lucha de clases y con ella la praxis revolucionaria va
creando niveles de conciencia más complejo. El primero de estos niveles tiene
que ver con la filosofía, para Gramsci la filosofía representa el eslabón más alto
e importante del desarrollo ideológico de las clases, puesto que representa la
mejor y compleja concepción del mundo de una clase; por otra parte, la religión
se levanta como un segundo elemento de nivel ideológico planteado por
Gramsci, en él plantea que la iglesia católica es exitosamente eficaz al construir
una báscula entre un sistema filosófico y las creencias de masas; en tercer
término, nos encontramos con el sentido común, que en palabras de Gramsci
es “la concepción del mundo absorbida acríticamente por los diversos
ambientes sociales y culturales en los que se desarrolla la individualidad moral
del hombre medio (...) su rasgo fundamental y más característico es el de ser
una concepción (incluso en los cerebros individuales) disgregada, incoherente,
inconsecuente, correspondiente a la posición social y cultural de las multitudes

107 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo II”; Ediciones Era; Universidad
Autónoma de Puebla; México 1999; p. 58.

75
de las que aquél es la filosofía”108; finalmente, nos encontramos con el Folklore,
que es el grado más bajo de ideología, y que sólo “puede ser comprendido
como reflejo de las condiciones de vida del pueblo, aunque a menudo se
prolonga aun cuando las condiciones sean modificadas en combinaciones
extrañas”109.

Hegemonía

El término hegemonía fue una de las categorías políticas de mayor centralidad


en el movimiento socialdemócrata ruso desde finales de 1908 hasta 1917. La
idea que lo animaba empezó a aparecer en primer lugar en los escritos de
Pléjanov en 1883-1884, donde insistía en la imperativa necesidad para la clase
obrera rusa de emprender una lucha política contra el zarismo, y no solamente
una lucha económica contra sus patrones. El propio Lenin contrapuso
repetidamente una fase “hegemónica” a otra “gremial” o “corporativista” dentro
de la política proletaria. Perry Anderson destaca que en los primeros congresos
de la Internacional Comunista se siguió utilizando el término, como sinónimo de
la asunción por el proletariado del papel de guía del conjunto de la población
trabajadora y explotada.
La relación del concepto de ideología de Gramsci no se entiende por sí solo,
sino que se debe entender desde su relación con la hegemonía, es así que
cuando se habla de hegemonía es para referirse a la mecanismos que utiliza la
burguesía para mantener su control sobre el proletariado, y este control
burgués, se ejerce desde los aspectos intelectuales y morales, y no en la mera
utilización de la violencia, “hegemonía no es una simple mezcla o alianza del
dominio y el consenso [...] sino hegemonía social, propia no del gobierno

108 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo IV”; Ediciones Era; Universidad
Autónoma de Puebla; México 1999; p. 261.
109 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo l”; Ediciones Era; Universidad Autónoma

de Puebla; México 1999; p. 151.

76
político o “dominio directo”, sino relativa al “consenso espontáneo” dado por las
grandes masas de la población a la dirección de la vida social impuesta por el
grupo gobernante [...]”110. Aquí cabe recalcar, que la clase dominante de
manera pacífica hace aceptar voluntariamente todo un sistema de actitudes,
valores y creencias que apoyen los intereses de la clase dominante y el orden
establecido por ella.
Por otro lado, Gramsci plantea la hegemonía como un elemento de
enfrentamiento, en el cual el proletariado se conforma bajo la dirección política y
se unifica con otros sectores no dominantes, en este sentido se debe “preservar
la unidad ideológica del todo el bloque social que esa ideología sirve para
cementar y unificar”111, para lograr lo anterior el proletariado debe lograr una
unidad intelectual y moral que logre unificar a las clases subalternas.
De esta manera, la concepción ideológica de Gramsci tiene un fenómeno
integrador y no reduccionista, pero esta integración de clases , existe también
una integración y relación entre ideologías y fuerzas materiales que Gramsci
denominó como ‘Bloque Histórico’, este concepto explica que “ las fuerzas
materiales son los contenidos y las ideologías son la forma y contenido, aunque
esta distinción entre forma y contenido tiene un valor puramente didáctico, ya
que las fuerzas materiales serían inconcebibles históricamente sin forma y las
ideologías serían fantasías individuales sin las fuerzas materiales”112. Así por lo
tanto, Gramsci concede una gran importancia a la conciencia de clase y la
hegemonía ideológica proletaria como medio para alcanzar el poder, y para
lograr esto, la hegemonía burguesa debe entrar en una crisis de legitimidad “si
la clase dominante ha perdido su consenso, si ya no está liderando sino que es
solo ‘dominante’, ejerciendo solo la fuerza coercitiva, esto significa
precisamente que las grandes masas se han separado de sus ideologías

110 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo V” Ediciones Era, Universidad


Autónoma de Puebla; México 1999; p. 36-37.
111 GRAMSCI, Antonio: “selection from the prision notebooks”, p. 181; Op. Cit., p. 109
112 GRAMSCI, Antonio: “selection from the prision notebooks”, p. 377; op. cit; p. 110

77
tradicionales y ya no creen lo que acostumbraban a creer previamente, etc.”113,
y esta crisis de legitimidad es la precondición para la construcción de una
contra-hegemonía ideológica que le dispute el poder a la burguesía en el campo
de la lucha ideología.
Es por lo anterior que debemos plantear que la hegemonía, no es sólo un
sistema de ideas o de poder político, sino que lo que le interesa a Gramsci es el
proceso por el cual la clase dominante impone un consenso, en sí, su dominio
en el reino de las ideas, utilizando medios que por lo general son pacíficos. Esto
ocurre además, por el control de la clase dominante de los medios de
adoctrinamiento en aquella parte del Estado que hemos denominado como
sociedad civil que es principalmente, la prensa, la Iglesia y la educación. Así,
es el pueblo quien participa voluntariamente en su propio sometimiento.
Ahora, ¿de qué manera el proletariado puede sacudirse de la ideología
burguesa que somete su vida? Gramsci plante que construyendo una contra-
hegemonía para enfrentarse con la ideología de la clase burguesa. Para lograr
enfrentarse estas dos ideologías contradictorias, el proletariado debe tener a
sus agentes que denomina como intelectuales orgánicos, y estos intelectuales
van a tener como objetivo el de trabaja en pos del bien de la clase, no sólo en la
construcción de la contra-hegemonía sino que también son capaces de
neutralizar a los llamados intelectuales tradicionales, “el objetivo de los
intelectuales ‘orgánicos’ que trabajan por el bien del proletariado debe consistir
no sólo en equipar a su propia clase con la nueva ideología –la ideología de la
‘praxis’ (nombre clave con que Gramsci se refiere al marxismo)-, sino que
también ganarse o neutralizar y apartar de su anterior lealtad a los que él llama
los intelectuales ‘tradicionales’, quienes, al reflejar los intereses de clases
‘tradicionales’ como los campesinos y los artesanos, no están profundamente
comprometidos con ninguna de las dos clases ‘fundamentales’” 114. De esta

113 GRAMSCI, Antonio: “selection from the prision notebooks”, p. 275-76; op. cit; p. 112
114 RUDPE; Op. Cit; p. 28

78
manera, gracias a la participación de los intelectuales orgánicos, el proletariado
puede edificar su propia visión del mundo y debilitar a la ideología de la clase
dominante, antes de desarrollarse la lucha por el poder estatal, “Para el
proletariado la conquista del poder no puede consistir simplemente en la
conquista de los órganos de coerción (aparato burocrático-militar) sino también
y previamente en la conquista de las masas”115.
Gramsci sostiene que todos los hombres son intelectuales, aunque no todos
estos hombres tienen un papel de intelectual en la sociedad; no obstante, no
existen los no intelectuales, en la medida que todo trabajo, aún el más humilde,
demanda una cierta actividad intelectual, así “por intelectuales es preciso
entender no sólo aquellas capas comúnmente designadas con esta
denominación, sino en general toda la masa social que ejerce funciones
organizativas en sentido lato, tanto en el campo de la producción como en el de
la cultura y en el político-administrativo”116. Del mismo modo, Gramsci no cree
que los intelectuales tengan un autonomía como grupo influyente de la
sociedad, ellos no constituyen una categoría social aparte a las demás clases
sociales, sino que estos intelectuales mantienen una vinculación directa con las
clases sociales, “[...] no existe una clase independiente de intelectuales, sino
que cada grupo social tiene su propia capa o tiende a formársela; pero los
intelectuales de la clase históricamente (y realistamente) progresista, en las
condiciones dadas, ejercen un poder tal de atracción que termina, en último
análisis, por subordinar a los intelectuales de los otros grupos sociales, y en
consecuencia por crear un sistema de solidaridad entre todos los intelectuales
con vínculos de orden sicológico (vanidad, etc.) y frecuentemente de casta

115 ARICÓ, José; “Notas sobre Maquiavelo”. Disponible en https://books.google.cl/books?id=P-


qgjy75FqYC&pg=PA14&lpg=PA14&dq=J.+Aric%C3%B3+%E2%80%9CPr%C3%B3logo%E2%8
0%9D,+a+Notas+sobre+Maquiavelo&source=bl&ots=JtAZrWn_e-&sig=6_eYltY3pK-
YKJNyIv9cMmRNmKk&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiL6purvv_JAhVLgpAKHVqvAIoQ6AEIGzAA
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%20Notas%20sobre%20Maquiavelo&f=false
116 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo V”; Ediciones Era; Universidad

Autónoma de Puebla; México 1999; p. 412

79
(técnico-jurídicos, corporativos, etc.)”117, y al pertenecer a una clase social, por
tanto, en específico existe una hegemonía de intelectuales de clase, el campo
hegemónico mantiene lo constituyen ellos.
Ahora bien, la importancia general de los intelectuales radica en su rol
fundamental en la formación de conciencia en la construcción y diseminación de
la ideología y en la organización de clase, “crea consigo misma
orgánicamente, uno o más estratos de intelectuales que le dan homogeneidad y
conciencia de su propia función no sólo en el campo económico sino también
en el campo político y social”118. Estos intelectuales son los denominados como
intelectuales orgánicos que se diferencian de los intelectuales tradicionales,
estos últimos son intelectuales que se relacionan con clases que no tienen un
rol esencial en una sociedad en particular. Los intelectuales orgánicos, por su
parte, son el medio por el cual el proletariado es consciente de su rol histórico y
extiende su hegemonía en el terreno la ideología. Y por último, , estos
intelectuales no son aquellos dedicados a la elaboración de libros, Gramsci se
refiere a intelectuales que mantiene una fuerte práctica revolucionaria y hacen
parte de sí la filosofía de la praxis, “El modo de ser del nuevo intelectual [...] ya
no puede consistir en la elocuencia [...] sino en su participación activa en la vida
práctica, como constructor, organizador, [...] a partir de la técnica-trabajo llega a
la técnica-ciencia y a la concepción humanista histórica, sin la cual se
permanece como “especialista” y no se llega a ser dirigente (especialista más
político)”119.
Por su parte, los intelectuales son quienes elaboran, modifican y esparcen la
concepción del mundo del proletariado o a la clase a la que pertenecen para
asegurar su hegemonía. Sin embargo, para lograr esparcir toda esta
elaboración ideológica , las clases necesitan de medios por los cuales proyectar

117Op. Cit; p. 388


118GRAMSCI, Antonio: “selection from tke prision notebooks”, p.5; Op.cit p. 117
119 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo IV”; Ediciones Era; Universidad

Autónoma de Puebla; México 1999; p. 382

80
toda su elaboración ideológica, y es bajo este punto que Gramsci plantea
ciertos elementos institucionales por el cual se disemina la ideología de la clase
dominante, en él nos encontramos la prensa, la iglesia y los medios de
comunicación, pero el elemento esencial de diseminación ideológica la
encontramos en el sistema educacional, que es el soporte material de la
ideología, Gramsci agrega que “la escuela como función educativa positiva y los
tribunales como función educativa represiva y negativa, son las actividades
estatales más importantes en tal sentido. Pero en realidad, a ese fin tienden una
multiplicidad de otras iniciativas y actividades supuestamente privadas, que
forman el aparato de la hegemonía política y cultural de las clases
dominantes”120. La escuela, en todos sus niveles, es un aparato ideológico de
importancia utilizado por la clase dominante para encuadrar una forma de
comportamiento favorable para la dominación, pero “los hombres deben
respetar este orden legal a través del asentimiento espontáneo , y no
meramente como una imposición externa –debe ser una necesidad reconocida
y propuesta a sí mismos como una libertad, y no simplemente el resultado de la
coerción”121, lo que no significa que la escuela tradicional sea superada en
todos sus aspectos, sino que el sistema educacional forma parte de la
hegemonía burguesa, no sólo por el curriculum o el modo de enseñanza sino
que por su organización, porque le niega a las clases subalternas una
educación tradicional. En este sentido, Gramsci rechaza la llamada escuela
vocacional que rebaja las metas educacionales de la clases subalternas a lo
puramente técnico perpetuando las diferencias sociales.
La hegemonía se expresa por tanto como predominio en el campo intelectual y
moral, diferente del “dominio” en el que se encarna el momento de la coerción.
Pero esa “dirección” tiene raíces en la base, componentes materiales junto a los
“espirituales”: No hay hegemonía sin base estructural, la clase hegemónica

120 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo III”; Ediciones Era; Universidad
Autónoma de Puebla; México 1999; p. 308.
121 GRAMSCI, Antonio: “selection from tke prision notebooks”, p. 34; Op. cit, p. 119

81
debe ser una clase principal de la estructura de la sociedad, que pueda
aparecer como la clase progresiva, que realiza los intereses de toda la
sociedad. Un elemento constitutivo de la hegemonía es el compromiso, la
capacidad para sacrificar ciertos intereses, para matizar la propia forma de ver
el mundo. La hegemonía se manifiesta así “Como un continuo formarse y
superarse de equilibrios inestables [...] entre los intereses del grupo
fundamental y los de los grupos subordinados, equilibrios en los que los
intereses del grupo dominante prevalecen pero hasta cierto punto, o sea no
hasta el burdo interés económico-corporativo”122

Enajenación

La enajenación significa, para Marx, que el hombre no se experimenta a sí


mismo como el factor activo en su captación del mundo, sino que el mundo (la
naturaleza, los demás y el mismo) permanece ajeno a él, están por encima y en
contra suya como objetos, aunque puedan ser objetos de su propia creación. La
enajenación es, esencialmente, experimentar al mundo y a uno mismo pasiva,
receptivamente, como sujeto separado del objeto. Ahora bien, este fenómeno
no es propio o exclusivo de la sociedad capitalista: “Todo el concepto de la
enajenación encontró su primera expresión en el pensamiento occidental en el
concepto de idolatría del Antiguo Testamento. La esencia de lo que los profetas
llaman "idolatría" no es que el hombre adore a muchos dioses en vez de a uno
solo. Es que los ídolos son obras de la mano del hombre, son cosas y el
hombre se postra y adora a las cosas: adora lo que él mismo ha creado. Al
hacerlo, se transforma en cosa.”123

122 GRAMSCI, Antonio; “Cuadernos de la Cárcel. Tomo V”; Ediciones Era; Universidad
Autónoma de Puebla; México 1999; p. 37
123 FROMM Erich; “Marx y su concepto del hombre”; Fondo de Cultura Económica; México

1970; p. 55

82
Creemos en este punto que debemos alejarnos, de la concepción tradicional
economicista124 de estos conceptos, que muchas veces inclusive los plantean
como sinónimos, pues para entenderlos en el contexto de nuestro trabajo,
donde se juega el rol de la droga como un factor alienante y enajenante,
tomaremos estos temas desde una lógica materialista, claro está, pero con
cierto acercamiento a una definición más hegeliana sobre enajenación y
alienación, entendiendo estos conceptos como partes de un proceso
relacionados a la producción, lo que le da su esencia materialista y marxista a la
definición.
El concepto de enajenación es un problema largamente comentado en la
tradición marxista. Pero es justamente de esa tradición que creemos debemos
liberarnos. Por eso se hacen necesarias una serie de distinciones, que se
pueden encontrar de una u otra manera en muchos autores marxistas, pero que
queremos poner en un orden y con unas connotaciones definidas, que nos
ayuden a pensar los problemas de nuestro trabajo. Creemos que es útil y
necesario distinguir entre objetivación, alienación, extrañamiento, enajenación,
reconocimiento y reconciliación.
La base de todos estos conceptos es la idea, originalmente hegeliana, de que la
historia humana es una totalidad viviente. La generalidad de la categoría
“historia humana”, vista desde Marx, puede concretarse “ontologizando” 125 la
categoría “trabajo”. Llamamos trabajo, de manera ontológica, al proceso
efectivo de producción de ser. En el trabajo, en el fondo, lo que se produce es el
ser mismo.
Para Marx, el proceso de la enajenación se expresa en el trabajo y en la
división del trabajo. El trabajo es, para él, la relación activa del hombre con la
naturaleza, la creación de un mundo nuevo, incluyendo la creación del hombre
mismo (La actividad intelectual es siempre por supuesto, para Marx, trabajo, lo

124 Entendiendo este concepto como una exacerbación a lo económico, olvidando lo subjetivo
y/o cultural.
125 Buscándole una trascendencia al concepto ya en una concepción más filosófica.

83
mismo que la actividad manual o artística.) Pero, a medida que la propiedad
privada y la división del trabajo se desarrollan, el trabajo pierde su carácter de
expresión de las facultades del hombre; el trabajo y sus productos asumen una
existencia separada del hombre, su voluntad y su planeación "El objeto
producido por el trabajo, su producto, se opone ahora a él como un ser ajeno,
como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es trabajo
encarnado en un objeto y convertido en cosa física; este producto es una
objetivación del trabajo”.126
Entonces, en términos lógicos, el primer paso de este proceso de producción de
ser es la objetivación. En la objetivación la totalidad que es la historia humana
deviene a la vez sujeto y objeto. Se desdobla en términos, no siendo su ser sino
la vida de estos términos. Considerada desde el marxismo esta noción sugiere
que en el acto de la producción un sujeto pone su subjetividad en un objeto y, a
la vez, por hacerlo, resulta él mismo, objetivado. Puede parecer extraño, es una
lógica no convencional, pero lo que ocurre es que la producción es el término
real y central, de la que resultan los otros dos términos. “Se podría decir que la
objetivación es un proceso social, pero en rigor es al revés: llamo ‘social’ a la
pluralidad de dimensiones de la objetivación. No es que lo social se objetive, la
objetivación misma es lo social.”127 Todo objeto es el objeto que es sólo en
virtud de haber sido objetivado. Simplemente no hay objetos fuera e
independientemente del acto social de la producción. Pero también, a la
inversa, simplemente no hay sujeto fuera e independientemente de este acto de
producir. O, también, no hay sujeto por sí mismo. El sujeto también es algo
producido. Por otro lado, cuando se dice que la historia humana debe ser
considerada como sujeto, lo que ocurre es que el término “sujeto” se está
usando de una doble manera: tanto para la totalidad como para uno de los
términos que se auto producen.

126
FROMM; Op. Cit.; p. 58
PÉREZ Soto, Carlos; “Para una crítica del poder burocrático”; Creative Commons; Santiago
127

2014; p. 121

84
El simple movimiento entre objetivación y reconciliación, que pasa por el auto
reconocimiento en el objeto producido, debería ser la manera del ser y la
felicidad humana. Pero hay dos cuestiones esenciales que cambian
sustancialmente este cuadro idílico. “Una es que existen los otros, de tal
manera que el objeto producido es, con más frecuencia de lo que un misántropo
quisiera, otro ser humano, y la relación de reconocimiento y reconciliación
posible es sustancialmente más compleja. La otra cuestión es que la felicidad
humana sólo encuentra su cumplimiento en esta clase de objeto producido que
es un otro humano. Esto es política y existencialmente esencial. Hegel lo dice
así: ‘una autoconciencia sólo encuentra su satisfacción en otra autoconciencia’.
En el camino que va desde la objetivación a la reconciliación está la presencia
del otro, no simplemente de lo otro en general, sino precisamente la del otro
humano, sin el que no podemos realizarnos como sujetos.”128
La primera consecuencia posible de la mediación que el otro hace respecto del
objeto producido puede llamarse extrañamiento. “En el extrañamiento, no nos
reconocemos en el objeto que hemos producido, y nos produce, nuestro propio
objeto nos resulta extraño. Más allá, o por debajo, de su consciencia, quiéralo o
no, sépalo o no, el otro puede introducir una enemistad entre el sujeto y el
objeto inmediato producido en que se objetiva, produciendo así una dificultad en
su propia subjetivación”129 Creemos haber hecho algo, haber construido algo,
haber actuado de una determinada manera, y nos encontramos con que lo
hecho, lo actuado, lo construido, resulta ser algo que no nos parece salido de
nuestra propia acción, y somos llevados, subjetiva y objetivamente, a la
insatisfacción. “Para resolver una situación de extrañamiento se requiere la
participación y el consentimiento activo del otro, que está mediando la obra, el
acto, o del otro mismo que ha resultado extraño. Volver a ser amigos, reconocer
que los poemas que uno escribía no eran tan malos, entender por fin un poco

128 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=128316
129 PÉREZ; Op. Cit.; p. 123

85
más a su propio padre, darse cuenta de que los burgueses también quieren a
sus hijos, son ejemplos en que lo que ha devenido extraño debe participar
activamente en el reencuentro, y puede, en principio, no hacerlo nunca.”130
Sin embargo el extrañamiento “puede resolverse”. Para Marx, el comunismo no
será una sociedad en que todos seremos felices, sino una sociedad en que el
sufrimiento puede ser resuelto. El que el extrañamiento sea esencial al acto de
la objetivación, es decir el que el acto de la objetivación, que nos produce,
siempre esté mediado por un otro, que es libre, implica que incluso en el
comunismo se podrá, perfectamente, ser infeliz, que el sufrimiento aparecerá y
volverá a aparecer una y otra vez. Pero será una sociedad en que cada vez
podrá ser resuelto.
Hay alienación, en cambio, cuando el objeto extrañado es un sujeto. En sentido
estricto, un sujeto es alienado, un objeto es cosificado. Un objeto no puede
alienarse. Un sujeto, en cambio, sí puede ser cosificado. La alienación implica
una mayor “gravedad” que el extrañamiento en la medida en que el sujeto está
más directamente implicado. Quizás es bueno conservar en este término la
connotación psicológica que lo relaciona con la locura. Es decir, “[…] entender
alienación como “delirio”, en el sentido original de “salirse del surco” de lo
admitido, o de la reconciliación posible, en virtud de la acción mediadora de un
otro.”131
Cosificación y reificación son dos términos que sólo agregan grados de
gravedad al extrañamiento. No son otra cosa, sólo marcan otros énfasis, útiles
para situaciones concretas de cierto tipo. “Cosificación es el devenir cosa, ya
sea un sujeto particular (que es usado para algo), o un objeto (en tanto se lo
usa desconociendo lo que hay en él de subjetivo, de trabajo humano).
Reificación es el estado en que la cosificación es adoración del objeto que ha
devenido una mera cosa.”132 Es importante notar que la cosificación es el

130 Ídem.
131 http://www.unrc.edu.ar/publicar/cde/h25.htm
132 PÉREZ; Op. Cit.; p. 138

86
estado de relación más común que tenemos con prácticamente todas las cosas
o, aunque parezca redundante, es el hecho de que nos relacionamos con las
cosas como si fueran meras cosas. Consumimos las cosas ignorando
completamente que lo consumido es trabajo humano, humanidad cosificada.
Desde luego la cosificación y la reificación pueden ser aliviadas de maneras
inter subjetivas, a través de la consciencia, del reencuentro, potencialmente
humanizador, pero, en general, no pueden ser resueltas sino con un cambio en
el conjunto de la vida. “No estamos en la cosificación: vivimos así, somos eso.
Sólo viviendo de otra manera podemos llegar a ser algo otro. O, para decirlo de
manera elegante, la cosificación y la reificación marcan el límite en que el
simple extrañamiento, en principio restaurable, se hace objetivo, es decir, son
aspectos de la enajenación.”133
La enajenación es el estado objetivo en que nuestros productos, actos, obras,
se han convertido simplemente en nuestros enemigos. Somos, en lo producido,
un otro, que no sólo no reconocemos, sino que nos resulta ajeno. Ajeno en el
sentido enfático de enemigo, de algo que nos niega. Lo más importante de la
enajenación, como concepto, es que es una situación objetiva, es decir, algo en
que estamos involucrados más allá de nuestra voluntad, buena o mala, o de
nuestra consciencia posible. Hasta el punto de que hay en ella una diferencia
objetiva entre el discurso y la acción, una diferencia que no sólo no se sabe,
sino que no puede saberse desde sí.
“Es útil, al respecto, distinguir entre la mentira, el error y la enajenación. En los
tres casos tenemos una diferencia entre el discurso y la acción: se dice algo y,
en realidad, ocurre otra cosa. En la mentira hay consciencia, hay interés: sé que
miento. No tiene sentido decir que miente alguien que no sabe que miente. Y
me interesa: hay un compromiso existencial en el discurso que hago, algo en mi
existencia hace que me interese mentir. En el error no hay consciencia, ni

SOSSA Rojas, Alexis; “La Alienación en Marx: El cuerpo como dimensión de utilidad”;
133

Revista Ciencias Sociales N°25 Universidad Arturo Prat; Iquique 2010; p. 39

87
interés. No sé, desde luego, que estoy en un error, y no me interesa estarlo. El
error es subjetivo, depende de mí y del objeto. La mentira es inter subjetiva.
Miento para otros o, a lo sumo, me miento para aparecer de un modo distinto
ante otros. Pero ambos son fenómenos de la consciencia. Estoy en un error, no
lo sé, pero puedo llegar a saberlo. Miento, lo sé, pero puedo ser sorprendido, y
puedo llegar a reconocerlo. Conocer, reconocer, son cuestiones que son
posibles en ambos casos.”134
La enajenación, como discurso, es un fenómeno inconsciente en el sentido
freudiano. No sólo no se sabe, sino que no puede llegar a saberse sólo por
medio la consciencia. Y como situación, o como acto, es una situación objetiva,
no depende, en esencia, de mí. “Me trasciende. No es que alguien esté
enajenado, como si él mismo pudiera no estarlo. Uno es su enajenación. Y no
se puede dejar de estar en ella hasta que no cambie lo que uno es. Para salir
del error, o de la mentira, se debe llegar a saber o reconocer algo, para salir de
la enajenación debe ocurrirnos algo, debe haber una experiencia, no
propiamente, o primariamente, un saber. Una experiencia que nos saque de lo
que somos y nos haga experimentar algo que no éramos, desde lo cual
podamos llegar a saber lo que no podíamos saber.” 135 Este proceso, en general
doloroso y catastrófico, es lo que se puede llamar autoconciencia. El discurso
de la enajenación es plenamente consistente con la situación que expresa,
aunque desde fuera de esa situación se vea una diferencia flagrante, e
indignante. Es plenamente consistente porque no es un discurso sobre algo,
sino que es, de una manera más profunda, ese algo mismo. Es una situación de
vida, un ámbito de la experiencia.
En el trabajo no enajenado, el hombre no sólo se realiza como individuo sino
también como especie. “Para Marx, como para Hegel y otros muchos
pensadores de la Ilustración, cada individuo representaba a la especie, es decir,

134 Op. Cit; p. 43


135 PÉREZ; Op. Cit; p. 127

88
al a humanidad como un todo, la universalidad del hombre; el desarrollo del
hombre conduce al desenvolvimiento de toda su humanidad. En el proceso del
trabajo no se reproduce ya sólo intelectualmente, como en la conciencia, sino
activamente y en un sentido real, y contempla su propio reflejo que el trabajo
enajenado rebaja al hombre el objeto de su producción, también le arrebata su
vida como especia, su objetividad real como especie y transforma su ventaja
sobre los animales en una desventaja, en tanto que su cuerpo inorgánico, la
naturaleza le es arrebatada”136. Así como el trabajo enajenado transforma la
actividad libre y autodirigida en un medio, transforma la vida del hombre como
especie en un medio de la existencia física. La conciencia que el hombre tiene
de su especie, se transforma mediante la enajenación de modo que la vida de
la especie en convierte en sólo un medio para él.
Una consecuencia directa de la enajenación del hombre del producto de su
trabajo, de su actividad vital y de su vida como especie es que el hombre se
enajena de los demás hombres. Cuando el hombre se confronta a sí mismo,
también confronta a otros hombres. Lo que es cierto de la relación del hombre
con su trabajo, con el producto de su trabajo y consigo mismo también lo es de
su relación con los demás hombres, con trabajo de éstos y con los objetos de
su trabajo. “En general, la afirmación de que el hombre se enajena de su vida
como especie significa que cada hombre está enajenada en relación con los
otros y que cada uno de los otros está, a su vez, enajenado de la vida humana.”
137El hombre enajenado no sólo está enajenado en relación con los demás
hombres; está enajenado de la esencia de la humanidad, de su ser como
especie, tanto en sus cualidades naturales como “espirituales”.

136 FROMM; Op. Cit; p. 63


137 Ídem.

89
Transición

Al momento de poder definir transición a la democracia, debemos tener en


cuenta que es una labor un tanto compleja por el dinamismo que el término de
transición supone, como también lo entrega el concepto de democracia. Definir
la democracia, es en sí complejo puesto que no tiene una definición única y
podemos pasar desde una visión de la democracia de los filósofos griegos,
pasando por el marxismo hasta llegar a los trabajos de Schumpeter y el llamado
revisionismo democrático. Sin embargo, el mismo contexto histórico al que nos
enfrentamos nos entrega el desarrollo de la transición democrática en Chile
como al alrededor del mundo.
La existencia de gobiernos autoritarios durante la segunda mitad del siglo XX
logra explicar el por qué la concepción de transición a la democracia tiene una
gran importancia en su análisis socio-político. Desde este punto, las preguntas
del como ocurren estas transiciones se comienzan a desarrollarse desde a
mediados de los años setenta, pero de lo anterior debemos entender el
contexto histórico de los procesos que se comienzan a dar, por ejemplo, con el
colapso de los regímenes autoritarios en Europa del sur, y en los años ochenta
en América Latina que motivaron el interés del estudio de los procesos de
transición. Cabe destacar, que la oleada de transiciones tiene un origen al
modelo que se desarrolló en España tras la caída del franquismo, que fue de
alguna manera, el paradigma inicial en las que se apoyaron las transiciones en
otros países, después de ella “se incorporaron países tales como México que se
constituyó en un paradigma enteramente distinto a países como los
centroamericanos, donde lo que hubo fue algo fue se acerca mucho más a las
fundaciones o a las revoluciones que a las transiciones”138. Por lo tanto,
debemos destacar al modelo español como un elemento esencial y por el cual

138GARRETÓN, Manuel; “Del pinochetismo a la Sociedad Democrática. Globalización y política


en el Bicentenario”; Editorial Debate; Santiago de Chile 2007; p. 41

90
se inicia este desarrollo, pero a pesar de esto, no e s el único lo que lleva a un
análisis mucho más profundo sobre las particularidades de cada país o región y
las particularidades mismas del proceso histórico como un elemento dinámico.

Tipos de transición
Como hemos ido planteando, que desde la década de los años 70 hacia más o
menos la década de los 90, comienza un período por el cual se comienza a
instaurar un proceso que busca que las instituciones que fueron perdidas
durante los periodos de autoritarismo fuesen reconstruidas y reinstauradas. En
la lógica de este proceso, fueron principalmente tres vías de transición
democrática las que se desarrollaron en el mundo. Esta primera vía, la
conocemos como ‘fundaciones’ la cual se caracteriza por ser asumidas
principalmente por países de Centroamérica, además debemos agregar una
característica más, es que en estos países “se construye un régimen
democrático por primera vez o se refunda enteramente el sistema político, luego
de procesos de enfrentamiento a través de guerras civiles o revoluciones”139,
cabe agregar, que la idea de esta vía se basa, en el hecho de crear una
institucionalidad que no existía anteriormente o bien, volver a una
institucionalidad creada anteriormente, y que una guerra civil o una revolución
coaptó como también buscó su desarrollo. Además, se debe agregar que este
tipo de transición lenta porque fluctúan entre una restauración de tipo
conservadora de estructuras de dominación anteriores como también la
búsqueda de una efectiva democratización, y la vez, este proceso se ve
acompasado porque “coincide con procesos de reconstrucción nacional, de
pacificación y de negociaciones semejantes a las del fin de una guerra, en las
que juegan un papel crucial las mediaciones internacionales y de instituciones
no directamente políticas”140. Ahora, podemos decir que bajo esta

139 Op. Cit; p. 42


140 Op Cit; p. 43

91
estructuración fundacional, los países van aprendiendo en el proceso puesto
que no tienen un cierto conocimiento previo de las instituciones en una
Democracia, o bien, se funda la institucionalidad completamente.
Por otra parte, tenemos como segunda vía de transición “la reforma destinada
a la transformación, ampliación o extensión de instituciones democráticas desde
regímenes que no son formalmente militares o autoritarios, sino que operan con
predominio de formas autocráticas o semi-autocráticos o bajo la forma de
democracias restringidas o excluyentes, como pueden ser los casos mexicanos
o colombiano a principio de los noventa, o desde sistemas en descomposición
como en el caso venezolano”141, cabe destacar que este tipo de transición lo
que busca es lograr transformar la institucionalidad para lograr incorporar a los
sectores excluidos de la sociedad democrática, así hacerlos partícipes de este
juego de la democracia y lograr configurar una especie de sistema ‘poliárquico’
y ‘pluripartidario’ en el que cada sector tenga una posición democrática
efectiva, ciudadana y lograr “eliminar trabas del ejercicio de la voluntad popular
(…) para controlar poderes fácticos al margen de régimen o para combinar
estas dimensiones”142.
Por último, como tercera vía de transición a la democracia, tenemos las
transiciones que ocurren desde un régimen militar. En esta vía, debemos
señalar que se dio principalmente en los países sudamericanos, y además, se
debe agregar que en este tipo de transición no hubo una derrota militar interna
que echara abajo a un gobierno dictatorial a través del uso de la violencia, sino
que más bien se trata de una derrota política o desgaste en el núcleo militar,
que puede ser en el sistema político o económico, en consecuencia un
desgaste en los métodos de dominación. En esta vía, vamos a encontrar como
característica principal va a ser el uso de la “negociación y por la definición de
una arena institucional de término de dictaduras, ya fuera esta una Asamblea

141 Op. Cit; p. 43


142 Op. Cit; p. 45

92
constituyente, un plebiscito, elecciones o una combinación de estos
elementos”143, esto es lo que conocemos de forma simple como salida pactada.
Esta salida pactada tiene políticas de amarre elaboradas por los mismos
militares para poder mantener, en el siguiente régimen gobernante, influencia
política en el desarrollo democrático del país.
Debemos plantear que, el concepto de transición política, de manera general,
es el traspaso de un gobierno a otro, “es un proceso que sólo post festum se
puede precisar su intensidad, profundidad y gradualidad en el cambio de
régimen”144, bajo la lógica anterior podemos señalar 4 aspectos de la transición
democrática, los cuales son “a) continuo/discontinuo; b) acelerado/lento, c)
pacifico/violento, d) interno/externo. Los cuatro aspectos, como se verá pueden
superponerse o incrustarse según cada caso”145. Una transición es continua
cuando los cambias se realizan de manera gradual y permanente frente a los
elementos que externos e internos que presionan para la transformación del
régimen. Del mismo modo, la transición es discontinua cuando el cambio se
realiza de forma abrupta, o sea, “se rompe con las normas ordinariamente
establecida por un régimen para regular esa inevitable y contante presión hacia
la adaptación de las circunstancias cambiantes del entorno”146, podemos
agregar que las dictaduras son más proclives a un tipo de transición
discontinua, puesto que “suelen ser sumamente rígidos y no poseen normas
internas de adaptación y cambio”147.
En un segundo apartado, tenemos que agregar que la transición se puede dar
con una intensidad y duración diversa, o sea, el paso de un régimen a otro
puede ser rápido o lento. En este caso, “la velocidad depende, como cualquier
otra de las modalidades del proceso de transición, de una amplia gama de

143 Op. Cit; p. 44


144 SERMEÑO, Ángel; “Tres modelos de Transiciones Democráticas”; UNAM; México 1995; p.
274
145 MORLINO, Luis; “La transición del Régimen”; Editorial iberoamericana; México 1993; p. 175
146 SERMEÑO; Op. Cit; p. 375
147 Ídem

93
distintos factores involucrados en el proceso de cambio”148, finalmente,
podemos decir que estos factores, sobre si la transición es lenta o rápida, van a
depender en último intento por el grado de desarrollo socio-económico y político
del régimen dictatorial.
Por otra parte, en tercer punto, la transición va a depender del grado de
coerción utilizado en su desarrollo. Sermeño plantea que, todo proceso de
cambio lleva implícito algún tipo de violencia, pero lo anterior debemos agregar
que “la presencia o ausencia de la violencia no constituye en sí misma la
condición determinante del cambio de régimen” pero a pesar de eso, se debe
tener en cuenta que “los tipos de forma de violencia acompañados de otros
factores si constituyen la fórmula que lleva a la caída de un régimen y a la
emergencia de otro”149.
“el cambio fundamental es más profundo y por tanto, el nuevo régimen es
menos parecido al anterior cuando más intenso, extenso y prolongado haya
sido el empleo de la violencia”150
Por último, tenemos los orígenes internos y externos de una transición, y de
ellos hablamos de los factores determinantes en el cambio político de una
nación, así nos encontramos con que los cambios internos son aquellos que se
producen dentro de la esfera del sistema socio-económico y político de
régimen, modificándolos para evitar movilizaciones conflictivas. Por otro lado,
nos encontramos con un tipo de transición externa cada vez que veamos la
actuación o influencia de actores “foráneos que rompen o modifican el equilibrio
propio del régimen”151, en este caso nos encontramos con alguna crisis
económica o la misma intervención de países extranjeros.

148 Ídem
149 Op.Cit; p. 376
150 MORLINO; Op. Cit; p. 177
151 SERMEÑO; Op. Cit; p. 376

94
CAPÍTULO II: Narcotráfico y Pasta Base ‘El Origen de
un Mal Endémico’

El desarrollo del narcotráfico y sus aspectos económicos en América


Latina

El consumo de las drogas en el mundo, no es algo nuevo, a través de la historia


la humanidad consumió sustancias que alteraban su comportamiento, pero este
uso no pudo basarse simplemente en una situación de adicción y masificación
de ciertos estupefacientes, en el sentido de un consumo masivo, puesto que el
consumo de la hoja de coca como del opio es antiguo, pero mantienen un
consumo que fue estrictamente religioso y sectorial, o sea, fueron pocos
quienes pudieron consumir este elemento.
De lo anterior, podemos desprender la siguiente reflexión, en México a finales
del siglo XIX se veía las ‘drogas’ como remedios para ayudar a curar ciertas
enfermedades, a finales del siglo XIX (1889), la empresa farmacéutica Bayer
anunciaba la heroína como un remedio para la tos”152 , es más, “los vinos
(cordiales) con coca y los cigarrillos de mariguana (para combatir el asma, por
ejemplo) formaban parte de los productos que se ofrecían normalmente en las
farmacias”153, podemos ver que no existe una demonización explicita de estos
productos llamados fármacos154 ya que eran abiertamente divulgado por las
revistas especializadas de la época sobre enfermedades por lo que podemos
visualizar una mirada de ayuda clínica de la droga y que de ella se desprende
su uso. Además, podemos agregar que en México antes de la prohibición por
parte del Estado del cultivo y comercio de la marihuana en 1920 y de la

152ASTORGA; Op. cit; p. 23


153Op. Cit; p. 15
154 En la Grecia antigua, se le denominaba fármaco a elementos que eran usados como

remedios y que a la vez eran considerados como un veneno para la sociedad.

95
adormidera en 1926, las noticias que se relacionaban con estas plantas se
refieren a ella bajo cánones sociales de uso.
En 1909 aparece la primera convención de drogas internacional que va a
buscar crear una especie de control sobre las drogas, esta convención se
realiza en Shanghái con la idea de “proponer el control de ciertas drogas,
especialmente el opio y sus derivados”155 Más tarde en la Haya, se celebrará en
1912 la convención internacional del Opio firmando el primer tratado para la
fiscalización de las drogas “las Potencias contratantes harán todo lo posible por
controlar, o de causar a controlar, a todas las personas que la fabricación,
importación, venta, distribución y exportación de la morfina, la cocaína y sus
sales respectivas, así como los edificios en los que estas personas llevan una
como la industria o el comercio”156, además, esta convención pasará a ser parte
integradora de los tratados de paz de la I Guerra Mundial157 y en 1920 se vuelve
aprobar la convención del Opio agregando también un control hacia la
Cannabis. Lo anterior, debemos entenderlo de acuerdo al desarrollo de la I
Guerra Mundial ya que es ésta quien provoca un alto consumo de drogas en
muchos países, “es inmediatamente después de la I Guerra Mundial que nace
la ‘maffia internacional de los estupefacientes”158, es el periodo por el cual se
comienza a constituir el comercio ilícito de estas drogas que ya se encontraban
penalizadas por parte de la comunidad internacional. Es más, en el caso de
México, Salvador Martínez Mancera, un reportero policiaco del periódico EL
Universal Gráfico de México plantea en 1937 que “hubo quien, para asegurarse
un éxito más completo, se metiera a la política. Y así quedó ligado el tráfico de
los estupefacientes a cierto sector inmoral que con su influencia, garantizaba la
impunidad”159, esto lo plantea porque en México ya desde 1937 que comienzan

155 ASTORGA; Op. Cit; p. 27


156 International Opium Convention signed at The Hague January 23, 1912. Article 10
157 Cronología: 100 años de fiscalización de drogas, Naciones Unidas. Oficina contra la droga y

el Delito (traducida)
158 ASTORGA; Op. Cit; p. 41
159 ASTORGA; Op. Cit; p. 38

96
a aparecer los primeros documentos investigativos sobre el tráfico de drogas,
principalmente de Opio, por lo que Martínez plantea que este negocio es muy
rentable por la demanda de los adictos al Opio y sus derivados.
Del mismo modo, se ha planteado que en Colombia desde 1925 que se tienen
registro de plantaciones de marihuana, y que desde 1960 una delegación
Colombiana que asiste a una reunión de Interpol en Washington, dice: “el tráfico
ilícito de marihuana es extendido”. Un año después, ante el Grupo Consultivo
Interamericano sobre fiscalización de estupefacientes’ en Río de Janeiro,
Colombia informa que se cultivaba marihuana en el Valle del Cauca, Caldas,
Antioquia, la Costa norte, Huila, Tolima y Cundinamarca. Agregaba que Bogotá
“últimamente se ha visto invadida por traficantes y mafiosos”160.
Ahora bien, hemos intentado demostrar que el consumo de estupefacientes en
lugares como en México a finales del siglo XIX era parte de la vida cotidiana y
esto permaneció hasta cerca de 1940 en el que aún existían lugares en los
cuales era permitido los fumaderos de opio. Pero también nos hemos
encontrado que de igual manera que el avance médico sobre los
estupefacientes la legislación mundial y nacional comenzó a cercar el consumo,
la venta y la producción de las drogas pero no a prohibirlas de lleno. A la vez, el
tráfico de drogas se comienza a desarrollar bajo este contexto pero no se
constituía aún como Narcotráfico.
Podemos explicar lo anterior, bajo la lógica de la ‘prohibición’, ya que la
prohibición de ciertos elementos puede producir un mayor consumo, el
psicoanálisis plantea que cada vez que uno renuncia a una satisfacción
pulsional, el superyó era más severo. Es algo paradójico, porque desde el
sentido común podríamos decir que sería al revés: que si uno renuncia a la
satisfacción, el superyó “se frotaría las manos”, se ha salido con la suya. Pero
no. Freud nos dice que se vuelve aún más severo, el acto mismo de la

160TRENS Carolina; “La Contrarrevolución, Papel del Narcotráfico en Colombia” ;


http://www.kaosenlared.net/kaos-tv/item/88854-la-contrarrevoluci%C3%B3n-papel-del-
narcotr%C3%A1fico-en-colombia.html

97
transgresión de lo prohibido lo vuelve más placentero, a esto se le llama el
conflicto neurótico161. Bajo esta lógica, nominal si se le quiere denominar así, la
demanda de sustancias ilícitas se produce por la prohibición misma de la
sustancia porque crea un mercado ilícito. En Estados Unidos tras la
implantación de la Ley Seca de 1919 la cual no penalizaba el consumo, sino
que prohibía la producción del alcohol provocó el surgimiento de un mercado
negro por lo que fue derogada en 1933 porque había sido desastrosa y no tuvo
los efectos que se buscaron, ante lo cual se plantean 2 condiciones del por qué
la ley seca no tuvo los índices esperados “la Ley Seca provocó el auge del
mercado negro y no contribuyó a rebajar significativamente los índices de
alcoholismo. Segundo, porque la proscripción del alcohol disparó el poder del
crimen organizado, que llegó a instalarse en las instituciones, poniendo en
grave riesgo el sistema democrático”162 . Esto hace posible el aparecimiento de
organizaciones que producen mercancías para solventar la demanda de estas
sustancias ilícitas.
Ahora bien, el surgimiento del narcotráfico no sólo se puede explicar bajo la
prohibición misma de las sustancias ilícitas, es más bien parte de las
condiciones para su surgimiento. Pero cabe destacar las condiciones históricas
que vivió América Latina y que ayudaron al desarrollo del narcotráfico. Uno de
los hechos que causó una crisis onda en América Latina fue la crisis de 1930, al
bajar bruscamente la demanda de los productos de exportación, ello afecto la
economía de muchas maneras, “una de ellas fue la disminución de los ingresos
de los gobiernos, que dependían en gran medida de los impuestos pagados por
las empresas exportadoras”163 , la ola de cesantía que dependían del sector
exportador sobre todo en las materias primas, como en las plantaciones de
azúcar de Cuba y Brasil y el Salitre en Chile. Este elemento provoca un cambio

161 El conflicto neurótico es el enfrentamiento entre el ‘ELLO’ que busca lo que el ‘SUPERYO’
prohíbe.
162 ASTORGA; Op. Cit; p. 39
163 DEL POZO, José; “Historia de América Latina y del Caribe. Desde la independencia hasta

hoy”; Editorial LO; Santiago 2002; p. 147

98
rotundo en la economía americana, que da paso de una economía basada en la
exportación a una economía de crecimiento hacia dentro donde el Estado toma
un gran protagonismo y a la vez buscar implementar una política
industrializadora, “las medidas tomadas por los gobiernos para implementar
esta política fueron de diverso orden. Algunas de ellas iban en beneficio de los
empresarios privados, a los cuales se les ofrecían facilidades para que
produjeran más”164, además, existieron ocasiones por las cuales el Estado
buscó intervenir en las empresas para lograr salvaguardar la integridad de la
economía. Uno de los factores más importante fue que se logró desarrollar una
industria latinoamericana con tecnología importada que no cambió con los años,
por falta de un desarrollo de investigación científica; sin embargo, logró que en
países como Guatemala, Perú, Honduras y Uruguay que en 1929 no tuvieran
un desarrollo industrial, para 1945 tuviera un desarrollo considerable y por el
contrario, Argentina mantuvo un desarrollo sostenido de la industria nacional. Lo
más espectacular tiene que ver con el desarrollo alcanzado por chile que en
1929 mantiene un índice de 11,7% y 26 años más adelante un desarrollo
industrial del 23%.

164 Op. Cit; p. 148

99
Cuadro 3: Porcentaje de la industria en el PNB

País 1929 1945 1955

Argentina 22,8 25,0 25,0


Brasil 11,7 17,0 23,0
Chile 7,9 23,0 23,0
Colombia 6,0 11,0 15,0
Guatemala n.d 13,0 11,0
Honduras n.d 7,0 12,0
México 14,2 19,0 19,0
Perú n.d 13,0 15,0
Uruguay n.d 18,0 23,0

Fuente: "Del Pozo José, "Historia de América Latina y el Caribe. Desde la


Independencia hasta Hoy", p. 150

Pese a todos los inconvenientes que presentaban estas décadas las


consecuencias de estas políticas fueron altamente positivas, puesto que logro
diversificar su economía, ofrecer nuevos campos de inversión “entre los cuales
se incluía la red de transportes; estimular el crecimiento de la población urbana,
especialmente la de obreros con cierta especialización, técnicos y
profesionales, que demandaban mayor preparación y por consiguiente una
mejor escolarización (…)”165, esto para lograr modernizar la estructura
económica y social. Además, producto de la crisis, Latinoamérica comienza a
vivir una fuerte inflación, que a pesar que había sido constante se genera con
ciertos fenómenos propios del este tiempo histórico, ya que hasta 1929 los
gobiernos financiaban su presupuesto con los impuestos al comercio al

165 Op. Cit; p. 151

100
comercio exterior por lo que con la baja en la adquisición de los impuestos
externos debieron buscar la recaudación de los impuestos internos, así los
ingresos del Estado se hizo más irregular y afectó fuertemente a la economía,
sobre todo a los país urbanizados del Cono Sur; no obstante, se le debe
agregar el impacto de lugares como en Bolivia que la misma revolución (1952)
subió los precios increíblemente, y así en varios países con inestabilidad y
fragilidad de la democracia.
Por otra parte, desde 1960 existe otro polo de crecimiento latinoamericano que
se destacó principalmente por la creación de mercados regionales pero también
del alto endeudamiento de los países latinoamericanos, pero un elemento que
toma una gran importancia pues en general hay una baja sostenida del
Producto Nacional Bruto desde 1950-60, que es la década en él hubo un mayor
crecimiento sobre todo para Brasil y que a 1981-90 existe un retroceso. Esto lo
puede explicar los enfrentamientos armados y las dictaduras militares que
azotaron la región, pero principalmente la crisis que afectó a toda la región en
1980.

101
Cuadro 4: Crecimiento del PNB en América Latina de 1950 a 1990
(Cifras en Promedios Anuales en cada Década)
País 1950-1960 1960-1973 1973-1981 1981-1990 1950-1990

Argentina 2,8% 4,0% 1,2% 0,6% 2,1%


Brasil 6,8 7,5 5,5 2,3 5,8
Chile 4,0 3,4 3,6 2,5 3,4
Colombia 4,6 5,6 4,5 3,9 4,8
México 6,1 7,0 6,6 0,8 5,3
Perú 5,5 4,8 3,8 -1,7 3,3
Venezuela 7,6 4,7 -0,1 0,6 3,5
Otros 3,6 5,4 4,3 1,2 3,8
Total A.L 5,1 5,9 4,5 1,3 4,4
Fuente: Del Pozo, José: "Historia de América Latina y el Caribe. Desde la
Independencia hasta Hoy", p. 210

Ahora, el contraste en los índices de crecimiento que se van a dar entre 1950-
60 y 1981-90 tiene que ver con que en las primeras décadas hubo un gran
inversión de industrias de países desarrollados que buscaron estos lugares
para desarrollarse, buscando nuevos mercados, es el caso de Volkswagen que
se instauró en Brasil, también subió la inversión en áreas de la metalurgia, la
petroquímica, etc., aun así “la tendencia a la industrialización, comenzaba con
fuerza en la etapa anterior, continuó, aunque a un ritmo mucho más lento” 166,
principalmente los países ya industrializados se estancaron, esto tiene que ver
con que en la década del 80 se encuentra en una crisis económica, política e
institucional en América Latina, a la vez los grados de endeudamiento son
altísimos.

166 Op. Cit; p. 204

102
En la agricultura, además, en los 60 sufre una gran transformación, esto se dio
gracias a un aumento general de la productividad, a causa del empleo de
nuevas técnicas. Esto se produce por razones económicos como políticos,
desde el primer punto de vista se necesitaba solventar la demanda interna de
crecimiento demográfico; en segundo lugar, tiene que ver con las presiones
derivadas de las políticas de reforma agraria “que comenzaron a ser
implementadas en la mayoría de los países, tuvieron un efecto desigual, ya que
su aplicación varió mucho de un país a otro”167 , lo anteriormente descrito trajo
consigo el aumento de la producción de alimento entre 1960 a 1980. Además,
otro elemento destacable es la creación de mercados regionales que
beneficiaron a las relaciones internas de la región, no obstante produjo una
disminución de las exportaciones de la región disminuyendo de un 10,7% en
1945 a un 5,1% en 1970.
Ahora bien, en contraste al desarrollo de la agricultura, dentro de estas décadas
se comienza a generar un notable endeudamiento externo de la Región, que
llegó a grandes índices en 1990, y esto se produce por efecto del contrato de
préstamos168, que desde 1970 comienzan a buscar abrirse mercado en América
Latina, y este elemento atrajo fuertes problemas para la región, ya que “a
comienzos de los 1980, se hizo evidente que la deuda externa había crecido a
un ritmo que sobrepasaba las posibilidades de pago”169 , esto lo demuestra el
recuadro, en el cual Bolivia para 1988 mantiene una deuda con un índice de
114,9 %, lo cual aumenta considerablemente si ponemos a su lado la cifra de
1970, la deuda externa de este país aumenta cerca de un 70%.

167 Op. Cit; p. 205


168 José del Pozo diferencia las deuda pública y la deuda de la banca privada. Plantea que en
México y Brasil gran parte de la deuda fue asumida por banca pública que actuaba como el
mayor empleador en estos países. Por el Contrario, en Chile después de 1973 la mayor parte
de la deuda fue asumida por privados.
169 DEL POZO; Op. Cit; p. 208

103
Cuadro 5: Endeudamiento Externo de América Latina (Cifras en Millones
de Dólares)
País 1950 %PNB 1970 %PNB 1988 %PNB

Argentina 400 s/i 5.170 23,8 49.500 58,6


Bolivia 50 s/i 491 49,3 4.650 114,9
Brasil 1380 * s/i 5.130 12,2 101.300 29,6
Chile 355 s/i 2.570 32,1 16.120 79,3
Colombia 157 s/i 1.580 22,5 15.400 42,1
Costa Rica 12 s/i 246 25,3 3.850 89,2
Ecuador 2 s/i 242 14,8 9.380 94,2
Guatemala 0,4 s/i 120 6,5 2.240 28,3
México 509 s/i 5.970 16,2 88.660 52,4
Perú 107 s/i 2.655 37,3 13.900 56,1
Rep. 10 s/i 353 23,9 3.330 77,3
Domi.
Venezuela 250 s/i 954 7,5 30.300 49,0
Fuente: Del Pozo José: "Historia de América Latina y el Caribe. De la
Independencia hasta Hoy", p. 209

El endeudamiento fue un espectro negro para el desarrollo de América Latina, a


pesar de que fue generando un importante crecimiento, esto no fue satisfactorio
ya que también comenzó un aumento en la población general en la región. Así,
luego del crecimiento vivido por América Latina tras los años 60 que lo
podemos denominar como progreso170, entraba en los años 80 a un
estancamiento del crecimiento económico en el que la cesantía aumentó
peligrosamente.

170Del Pozo plantea que a pesar de ser una etapa de progreso económico para América Latina,
éste no fue capaz de plantearse al lado del progreso Europeo en el que en muchos de los casos
doblaban hasta triplicaban los índices alcanzados por los países de Europa.

104
Lo anteriormente descrito posibilitó la aparición de una economía informal.
Como dijimos anteriormente, el desarrollo del Narcotráfico no se explica
solamente con el fenómeno de la prohibición de estupefacientes, sino que
además, el proceso que llevaba a cabo América Latina posibilitó que el
narcotráfico fuera adquiriendo una fuerza mayor hasta llegar a enfrentar al
Estado o apoderarse de él. Es más, los grandes Carteles de la Droga como el
de Medellín o el de Cali mantienen un auge en los años en cuales la región se
veía debilitada en cuanto a su economía y su democracia lo que provocó que el
narco-capital se inmiscuyera en la economía formal pudiendo así lograr que los
Estados solventaran la crisis que estaban viviendo bajo estos años.

El Narcotráfico y el Crecimiento Económico

Dicho lo anterior, debemos agregar que bajo las condiciones en las que se
encontraba América Latina ayudó para que se desarrollara con mayor fuerza la
narco-economía como un elemento sostenedor y contenedor de las crisis
vividas por esta coyuntura, puesto que el Narcotráfico toma a toda una masa
improductiva para darles un empleo remunerado, más aún, cuando el
Narcotráfico se encuentra altamente desarrollado necesita de una mano de
obra especializada que se haga cargo de ciertos procesos en la producción de
la droga.
Por su naturaleza, el sector de la economía marcada por el Narcotráfico evita la
publicidad abierta y el control societal, por lo que no cuenta con un sistema
oficial de reporte lo que hace que su análisis y su medición se vuelve un tanto
complicada; sin embargo, “mientras más crezca la economía subterránea y, en
ella, la narco-economía, mayor será el grado en que las estadísticas oficiales de
los agregados macroeconómicos estarán falseando la realidad económica de la
nación”171, esto se explica porque por su necesidad de limpiar el dinero el

171
HARDINGHAUS, Nicolás: "Droga y Crecimiento Económico: El Narcotráfico en la Cuentas
Nacionales"; Revista Nueva Sociedad, N°102 Julio-Agosto 1989; p. 96

105
narcotráfico se hace parte de la banca pública, por lo que cual sea la posición
de la nación habrá de por sí una influencia en la economía. De igual manera,
debemos plantear, teóricamente, “la economía informal y subterránea deberían
estar comprendidas, por lo menos por estimaciones, en la contabilidad nacional.
Pero en ningún país es así, para no admitir el volumen de las actividades
clandestinas e ilícitas en el mismo y por otras razones políticas y
administrativas”172, pero lo que si podemos rastrear de acuerdo a la influencia
del Narcotráfico es su actuación indirecta y en las actividades en contra de la
droga “en cuanto los agentes de la narco-economía participan en la economía
formal, por compras de insumos, armas, aviones, pago público de sueldos,
inversiones de ingresos fuera del negocio directo de la droga, etc.” 173 Lo que
plantea el autor, es que se puede medir el cómo el narcotráfico se hacía parte
de la economía de los países productores y consumidores, ya que por la narco-
economía, los productos nacionales brutos y las tasas de empleo, suben. Se da
una estimulación de la actividad económica y financiera en general. Esto vale a
la vez en países consumidores como en los productores de la droga.
Ahora bien, la narco-economía crea valores económicos, bienes, prestaciones,
dinero, intercambio de bienes y prestaciones de servicios. Por lo que es
inevitable que la economía del Narco influya directamente o indirectamente en
el Producto Nacional Bruto, esta influencia con la que ejerce tiene dos vértices,
directamente la narco-economía influye en las propias actividades de
intercambio de droga por dinero, la trasformación de capital en dinero. Po otra
parte, influye indirectamente cuando éste mantiene negocios y procesos que
genera. Por último debemos agregar, “el efecto estimulante global que ejerce un
sector floreciente en su ámbito económico general, aun así no se comprueban
nexos percatables en concreto”174, aunque este elemento es mucho más difícil
medir que los elementos directos e indirectos.

172 Ídem.
173 Ídem.
174 Op. Cit; p. 98

106
Ahora bien, entre los países latinoamericanos que más dependen de la Narco-
economía encontramos a Bolivia, este país para la década de 1980 mantenía
un PNB oficial de 4.650 millones de dólares, pero el mercado que alcanzó la
droga equivale a poco menos de 3.000 millones de dólares. Según la
estimación que plantea Hardinghaus, aproximadamente la mitad de los 3.000
millones de dólares representan la parte de la economía clandestina que no es
captada por las estadísticas oficiales, la otra mitad, plantea el autor, está dentro
de la cuenta oficial del país, “alrededor del 80 y hasta el 90 por ciento del sector
narco-económico del PNB real boliviano tiene su origen en las exportaciones
bolivianas de hora, base y pasta de coca; el resto corresponde al mercado
interno”175,
Por otro lado, Perú mantiene un mercado cocalero que ido en aumento al igual
a la cantidad de hectáreas dedicadas al cultivo
Colombia, en cambio, de acuerdo al economista analizado, plantea que este
país ha mantenido un mayor índice de crecimiento que económico entre 1986 y
1987 de un 5 por ciento anual. Podemos agregar, que en 1980 los carteles del
Narco mantenían una economía orientada hacia el exterior, desarrollan
actividades sobre todo gerenciales e intermediarias, ´pero esto repercute en la
economía del país. Las estimaciones internacionales de los ingresos de los
Carteles de Medellín y de Cali en cuanto a l decomiso nacional y extranjero
estiman que el volumen del PNB colombiano real por la droga en
aproximadamente 9.000 millones de dólares anuales, en comparación con un
PNB oficial de 39,5 millones de dólares.
Ahora bien, el país consumidor por excelencia es Estados Unidos y este Estado
es el que la narco-economía alcanza volúmenes más altos. No es osado admitir
que Estados Unidos es un sostenedor de la narco-economía de estos países
productores. Al intentar medir el aumento de la relación de billetes en
circulación en relación con los depósitos a la vista de 1930, se estimó el

175 Op. Cit; p. 99

107
porcentaje de la economía subterránea en el PNB de Estados Unidos entre un
6,7 y un 9,2%176 , “al empaquetar la droga en pequeñas cantidades y distribuirla
en EEUU, los narcotraficantes norteamericanos crean sus propios productos,
agregan valor a los insumos intermedios, es decir, a la droga importada que
reciben”177. Por lo tanto, el mercado de la droga en Estados Unidos se estima
entre 129 y 125 millones de dólares, y si la compra de esta droga no cuesta
más de 10.000 millones de dólares, esto quiere decir que la creación del valor
agregado en EEUU. (PNB) es aproximadamente de 110 a 150 millones de
dólares.
Entre todos los países latinoamericanos, Bolivia es el más dependiente de la
narco-economía. Bolivia tiene un PNB oficial de alrededor de 4.000 millones de
dólares. Pero el mercado alcanzado por la droga equivale a poco menos de
3.000 millones de dólares.178

Cuadro 6: Relación del Narcotráfico en las arcas nacionales (1989)


País PNB (US$) Per cápita PNB oficial
(US$) %
Bolivia 3,9.000 600 75%
millones
Colombia 3,9.500 1.320 23%
millones
Estados Unidos 4.500 billones 18.505 5%
Fuente: Hardinghaus, Nicolás: "Droga y Crecimiento Económico: El Narcotráfico
en la Cuentas Nacionales", p. 101

176 TANZI, Vito: Boletín del FMI, 11 de Febrero de 1980.


177 HARDINGHAUS, Op. Cit., p. 100
178 HARDINGHAUS, Nicolás “Droga y crecimiento económico: El narcotráfico en las cuentas

nacionales”. Revista “Nueva Sociedad” Nro. 102 Julio-Agosto 1989, Ciudad de México, Pág. 96

108
Ahora bien, detrás de todos los datos numéricos sobre la economía del
narcotráfico, este es un buen generador de empleo, “la narco-economía genera
empleos en todos los niveles de la cadena, desde la siembra hasta el
consumo”179, estos empleos se generan primordialmente en agricultura, el
cultivo y la cosecha de cannabis, coca, amapola, dan ocupación a un ‘ejércitos
de reserva’ de la fuerza de trabajo. Por otra parte la generación de empleos en
los países consumidores se concentra principalmente en el comercio donde
entre en juego la participación del microtráfico.
Finalmente, podemos plantear que el poderío del narcotráfico se reconforta
tapando espacios que el Estado no es capaz de sostener, y de acuerdo a esto
se ve enfrentado a unirse o corromperse al narcotráfico para poder palear la
crisis y la inestabilidad. La capacidad económica de estos países crece gracias
al narcotráfico, es más la exportación de cocaína en Colombia sobrepasa en
1989 a la exportación del Café en cerca de 1.62 millones de dólares y en Bolivia
y Perú sirve como un elemento de seguridad para evitar un levantamiento del
campesinado empobrecido. Además, a pesar de que se descentraliza la
producción de la droga desde los años 90 en adelante, Latinoamérica se
posiciona como el principal suministrador de cocaína en el mundo, en el año
1995 la cocaína exportada de Latinoamérica representa unos USD165.000
millones180.
Del mismo modo, el narcotráfico muestra la peor cara humana. La utilización de
la violencia y la masificación de la producción de la droga en países como
México desde el año 90 dejan una serie de muertos, en la actualidad los
números indican que entre diciembre de 2006 a septiembre de 2011 se
produjeron 47.515 muertes, algo así como 31 muertes diarias. En México en la
actualidad existen “siete carteles principales (Sinaloa, los zetas, Tijuana de
Juárez, del pacífico sur, y la ‘Familia Michoacán’) y algunos más pequeños se

179 Op. Cit;, p. 102


180 Op. Cit; p. 8

109
disputan un mercado que en 2009 representó ganancias netas de 137.000
millones de dólares”181. Es complejo el tema del narcotráfico, ya que no sólo
mantiene índices económicos que ayudan al estado a sostenerse, sino que
utiliza la violencia para mantener su poderío.

La fragilidad política

En relación al narcotráfico y sus distintas manifestaciones en la Latinoamérica


actual y en retrospectiva de los últimos 20 o 30 años, cuando nos inmiscuimos
en la situación de los grandes países productores de droga del continente,
hemos observado como con el transcurso de los años la producción y el tráfico
de drogas se ha sostenido de manera estable, a pesar de campañas y políticas
de Estado que han buscado su erradicación o disminución de su producción,
tráfico y consumo. Y esta elaboración se deduce inclusive de datos oficiales y
estudios serios que demuestran la estabilidad en la producción y consumo de,
en particular, cocaína en Latinoamérica: “Con relación al cultivo de coca, el
Informe Mundial sobre las Drogas mostró un incremento de las hectáreas en
Colombia, Bolivia y Perú (con 27%, 5% y 4% respectivamente). A pesar de este
incremento, se estima que la producción de cocaína se ha mantenido estable
en los últimos años, aunque fue significativamente menos a la de inicios de los
90. Pero no solo la producción se concentra en nuestra región; también el
consumo. Si bien en los últimos años ha aumentado el consumo en Europa del
Este y África, este se ha incrementado de manera sostenida en América Latina,
mientras que en Estados Unidos ha disminuido (a pesar de este decrecimiento,
el país sigue siendo el principal consumidor del mundo, con el equivalente a
45% del consumo mundial)”182.El mayor reto al que se enfrentan los gobiernos

181 Dirección General de políticas Exteriores: “Europa y América Latina: La Lucha Contra la
Droga y El Narcotráfico”, 2012, p. 8
182 DAMMERT, Lucía; “Drogas e inseguridad en América Latina: una relación compleja”; Revista

Nueva Sociedad N°222; Buenos Aires; 2009; p 118.

110
contra la droga es desmantelar las redes de narcotráfico y el blanqueo de
dinero en un contexto de globalización. En las últimas décadas, el aumento
considerable de las conexiones marítimas, aéreas y por carretera, el
surgimiento de nuevos paraísos fiscales y la informatización de transferencias
financieras han creado las condiciones para la globalización del mercado de la
droga. En la actualidad, Bolivia, Colombia y Perú representan la práctica
totalidad de la producción mundial de cocaína. Cada año producen hasta 1.000
toneladas de este estupefaciente. En 2010, estos tres países juntos eran la
principal zona de cultivo de la hoja de coca, con Perú y Colombia en el primer
lugar, siendo este último país el principal productor de cocaína. Pese a la
constante reducción de la demanda en los últimos diez años, EE UU es todavía
el principal mercado de cocaína que llega vía México y, en menor grado, a
través de América Central o el Caribe.183
Para muestra un botón: “Casi el 100% de la cocaína que llega a Europa
proviene de América Latina, en especial de Colombia, Perú y Bolivia, países
que representan casi el 100% de la producción de cocaína en el mundo. La
droga sale hacia Europa a través de Colombia, Ecuador, Venezuela y varios
países centroamericanos y caribeños, entre los que destaca la República
Dominicana, lugar escogido por los carteles mexicanos para hacer los envíos
hacia España, el principal punto de entrada de la cocaína en Europa” 184.
En el presente trabajo, que busca indagar cuales son las razones que
mantienen estos niveles y tienen al narcotráfico como un eje fundamental para
la comprensión de la política, economía y sociedad latinoamericana, al
transformase en un fenómeno que atraviesa todas las estructuras de la
sociedad, nos encontramos con una nueva interrogante, hemos de plantearnos
el análisis de las estructuras y las superestructuras que envuelven a las drogas
y su tráfico en el continente, lo que nos muestra cual es la posición y relación

183GRATIUS, Susanne; “Europa y América Latina: La Lucha Contra la Droga y el Narcotráfico”;


Parlamento Europeo; Bruselas; 2012; p 4.
184Op. Cit; p 5.

111
del estado con el narcotráfico; y la relación de la economía con el mismo
fenómeno. Entonces, al mirar al Estado, la lógica punitiva hacia el mundo de las
drogas que han levantado los distintos gobiernos con campañas publicitarias e
inclusive guerras en contra de carteles y el crimen organizado, podría significar
una cortina de humo a la hora de lograr identificar la relación efectiva que existe
entre el narco y los gobiernos, y las distintas estructuras del Estado. Pues,
como ya hemos visto, los números del tráfico y el consumo en el continente no
han disminuido, y en vista de la experiencias histórica, con hecho que han
salido a la luz pública por su gravedad respecto a los niveles de corrupción, ¿Es
la relación existente entre el tráfico y el narcotráfico de drogas con los Estados
Latinoamericanos una condición que garantiza el crecimiento del tráfico y el
consumo?
Frente al avance del narcotráfico, del crimen organizado, y de los embates
económicos del capitalismo y el libre comercio, se ha levantado la definición de
Estado Fallido que busca entender el fracaso del Estado y los gobiernos en su
labor de protector de la sociedad frente a una inestabilidad económica y social,
pero por sobre todo, un clima reinante de violencia y de falta de seguridad al
interior del país, lo que amenaza el proyecto país de la clase dominante en tal
país. En los países llamados de manera inocente “en desarrollo”, el origen de la
violencia se asocia a la inestabilidad, inseguridad y guerra, fenómenos que
tienen poca relación con la defensa del territorio o de la soberanía y derivan de
las condiciones internas generadas por conflictos sociales, pobreza, crecimiento
demográfico, crisis de instituciones e incapacidad gubernamental. Ahí, se
levanta el concepto de “seguridad nacional”, que se desarrolla a partir de los
Estados claramente articulados, en los que la distancia entre la organización del
Estado y sus habitantes no es tan marcada, y en donde la burguesía busca
proteger su proyecto político-económico de todas las amenazas internas. Los
asuntos que cuestionan la seguridad del gobierno y del Estado frente a agentes
internos se pueden concebir como amenazas a la seguridad nacional, cuando

112
se traducen en escenarios probables de inestabilidad interna o si amenazan la
supervivencia de las instituciones del Estado. El desarrollo del concepto de
seguridad interna, tradicionalmente se asocia, conceptual y operativamente, con
el de seguridad nacional, lo cual tiene varias connotaciones. La anteposición de
la seguridad del gobierno frente a la seguridad del Estado y del país lleva a
concebir que los enemigos del gobierno sean por definición enemigos del
Estado y del país e influye para justificar represión, autoritarismo y cese de
garantías individuales. La seguridad nacional entonces, buscaría evitar el
colapso de un Estado azotado por la inestabilidad, siendo además un parámetro
de medición de cuando desarrollado es el Estado, pues a más seguridad, mayor
desarrollo, sin embargo cuando la seguridad se vuelve una prioridad por sobre
políticas paliativas, de prevención, educacionales, etc., impera un clima de
violencia, por lo que la lógica se transforma y es “a mayor estabilidad social,
mayor desarrollo”, lo que en países como los latinoamericanos es una cuestión
fundamental, pues por su carácter exportador de materias primas, la inversión
extranjera es un pilar de la economía.
En Latinoamérica, por tomar un ejemplo, podemos ver casos como el de México
donde “[…] La debilidad estructural de países subdesarrollados como México se
debe a: 1) un proceso inacabado de construcción del Estado-nación, que
genera focos de inestabilidad interna y aumenta su vulnerabilidad frente al
exterior y 2) un bajo estándar de desarrollo económico que implica la cesión de
soberanía a cambio de capitales.”185
En este contexto, el crimen organizado y el narcotráfico contribuyen a la
violencia y a la falta de seguridad nacional. La violencia asociada y generada
por el crimen organizado y el narcotráfico, entonces, puede ser de tres tipos: 1)
la provocada por el consumo de drogas (quienes delinquen bajo su consumo
para mantenerlo), 2) la que existe por el enfrentamiento entre los mismos

185RAMÍREZ, Edna; GUILLÉN, Fabiola; “El narcotráfico en México y su relación con la


seguridad nacional”; Universidad Nacional Autónoma de México UNAM; México 2010; p 92.

113
cárteles, y 3) la que se da por el enfrentamiento militar entre los cárteles y las
fuerzas de seguridad, policías, fuerzas militares, así como la que se genera en
persecución de narcotraficantes. El primer tipo de violencia es igual a la
generada por drogas de clase legal, como el alcohol, por lo tanto no habría
razón para considerar el problema como de seguridad nacional. En cuanto al
segundo tipo de violencia, se tiene que hacer una diferencia entre la derivada
del enfrentamiento entre narcotraficantes, Estado y la que se da como resultado
del enfrentamiento entre bandas rivales de narcotraficantes. La primera resulta
de una política de confrontación del Estado con los traficantes de drogas y se
refleja en muertes de funcionarios gubernamentales y las provocadas por
atentados terroristas de los narcotraficantes para presionar al Estado. La
aparición cíclica de los periodos de enfrentamiento entre Estado y los cárteles
sugiere que los narcotraficantes no tienen como principal fin combatir al
gobierno. El combate de actividades relacionadas con el narcotráfico genera
una conducta violenta contra el Estado, como consecuencia, en un primer plano
de la ilegalidad de éstas y en un segundo grado de la voluntad política de los
gobiernos para enfrentar el fenómeno mediante la fuerza. Esto no significa que
los enfrentamientos no sean un problema de seguridad pública que
posteriormente se pudiera constituir en uno de seguridad nacional.
La relación narcotráfico-estado tendría entonces tres aristas. Para la primera de
ellas, es importante recordar el importante poder corruptor que posee el
narcotráfico, que toca todas las instituciones sociales y políticas, desde el
gobierno, ejército, aparato de justicia e incluso las iglesias. Esta capacidad
corruptora permite la argumentación de su naturaleza amenazante a la
seguridad nacional. La corrupción es un fenómeno que se da en una sociedad
organizada de acuerdo a una racionalidad jurídica. Ello presupone que los
Estados tienen interés en aplicar la ley, y funcionan como Estados mediante
dicha aplicación; que no existe una separación estructural entre las leyes
positivas y las reales con las que funciona la sociedad, de igual manera

114
presupone que la estabilidad y existencia misma del Estado-nación descansan
en las instituciones formales y que un atentado contra ellas compromete la
seguridad nacional. “En el caso de los países de América Latina, la proliferación
de la corrupción y escasa voluntad política para combatirla hacen evidente que
estos Estados no son totalmente modernos, por lo que se puede considerar que
la corrupción asociada a otros comportamientos no jurídicos, son funcionales
para ellos. En estos casos, la corrupción no se traduce necesariamente en un
problema de seguridad nacional, sino más bien en un factor que dificulta su
democratización.”186
El mejor escenario para los narcotraficantes es uno en el cual el Estado es
relativamente eficiente en varias áreas salvo en perseguirlos. Es falso que el
traficante busque la desaparición del Estado, incluso es falso que prefiera un
tipo de régimen. Pero sí prefiere un gobierno estable, un gobierno eficiente que
es discretamente corrompido es mucha más útil al narco que un gobierno
ineficiente: les ahorra trabajo, los ayuda en su actividad, los hace desaparecer
del ojo público. Un gobierno abiertamente vinculado con el narco les resulta
disfuncional, pues trae la atención de la opinión pública y la presión
internacional. Al narcotraficante a pesar de las conductas de algunos de sus
líderes, le conviene más la discreción y el anonimato. La notoriedad es dañina
para el negocio. Por ello, los grandes y ruidosos cárteles de la droga que
florecieron en Colombia en los años ochenta y en México en los noventa son
disfuncionales. Por ellos también la tendencia es hacia cárteles de menos
tamaño, menos visibles, menos conspicuos. Claro, eso a veces choca con la
personalidad de algunos capos de la droga, a los que les gusta lucir su poder.
Pero esos capos, como los de la mafia italo-estadounidense de los años treinta,
son los que acaban siendo detenidos. Los Al Capone, los Pablo Escobar, los
Amado Carrillo, acaban presos o muertos, la fama entonces, no es buena para
el negocio. Lo mismo va para los políticos corruptos: si la corrupción es

186Op. Cit; p. 98

115
conocida por todos, dejan de ser útiles. En los gobiernos “democráticos” es muy
costoso mantener en puestos de poder a algún funcionario notoriamente
corrupto.
Al hacer una pausa, es posible ya identificar el hilo de relación entre el Estado y
el Narcotráfico, y es que desde la misma inestabilidad de los gobiernos,
manifestada en violencia y en el crimen organizado, que provoca el narcotráfico,
es un catalizador para la promoción de políticas opositoras al gobierno de turno
desde partidos que conviven dentro del mismo estado, estos partidos y políticos
desde promesas y planes contra la delincuencia buscarán la administración del
Estado para la ejecución de su proyecto país, cuestión que podría significar la
alianza con narcotraficantes, primero para buscar desestabilizar al gobierno de
turno, y luego para buscar financiamiento a la campaña y distintos proyectos.
Esta misma lógica de relación podría señalarse para los gobiernos de turno,
que asolados por la violencia y las consecuencias económicas negativas del
narcotráfico (ojo que para el Estado no todas las consecuencias, ya entraremos
en mayor detalle sobre este punto) buscarán en alianzas con narcotraficantes
estabilidad en términos de la violencia, o ayuda económicas que ayuden al
gobierno a salir de la crisis x, o a salir bien parado de la campaña y. Estos
casos son difíciles de probar por la sencilla razón de que un dólar productos del
narcotráfico es igual a uno producto de un negocio legítimo, pero hay casos,
algunos salen a la luz pública, como el de la campaña del ex presidente
colombiano Ernesto Sampero, pero la mayoría no lo hacen.187 ¿Cuál es el
propósito de estos apoyos para los narcotraficantes? Tener influencia, comprar
protección, hacer que la mirada del gobiernos se dirija hacia otros grupos
criminales, hacia otro cártel, no es más que eso, al narcotráfico no le interesa
comprar “todo” el Estado “[…] No le definir las políticas públicas, no le interesa
influir en las políticas sociales o en la política exterior. Los narcotraficantes no
quieren el poder Político porque no lo necesitan. No tienen proyecto político.

187 http://elpais.com/diario/1995/09/23/internacional/811807219_850215.html

116
Quieren solamente un Estado que los deje operar y los proteja, que trabaje para
ellos”.188Aunque la forma tradicional de relacionarse con el narco por parte de
los políticos es la permisividad y el secreto, hay políticos que entran
directamente al negocio, incluso hay Estados que se involucran como tales en
el narcotráfico, como era el caso de Afganistán con el gobierno de los
Talibanes.189 En esta etapa el crimen organizado está integrado al Estado y
éste último lo utiliza para sus propósitos, sin embargo, esta situación no es muy
común, por las razones ya señaladas: a fin de cuentas, un Estado que coopera
abiertamente con el narco enfrenta serios problemas de legitimidad interna y
externa, y tiene problemas para sobrevivir, situación que en América latina solo
se ha presentado de forma parcelada o camuflada con otras noticias. “Lo
común es que los políticos cooperen con el narco, por corrupción o por
conveniencia política, pero continúen siendo políticos. Ésta sería una
característica parasitaria en la relación del crimen con el Estado, en la cual
existe una interacción limitada entre el sistema criminal y el sistema político. El
crimen organizado ha logrado comprar a un parte del Estado y obtiene
protección e información a cambio de ello.”190. En esta etapa o arista se puede
dar la participación del narco en campañas políticas, pero el propósito por parte
de los narcotraficantes es claro: comprar protección. Los políticos siguen siendo
políticos, aunque se corrompan, y los narcotraficantes siguen siendo
narcotraficantes.
A pesar de que este tipo de relación sería el más común en América Latina,
existe otra forma de interacción entre el narco y el Estado dentro de la arista de
la corrupción. Esta sería la etapa “predatoria”, en la cual el narco tiene muy
poca conexión con el sistema político y no tiene para comprar a las autoridades.

188 Informe sobre América Latina N°39; “Guatemala: Narcotráfico y Violencia”; Guatemala, 2011;
p 14
189 http://elpais.com/diario/2009/10/25/opinion/1256421605_850215.html
190ARGENTINO, Mendoza; “Estados Unidos: política burocrática, narcotráfico y relaciones con

México”; Política y Cultura N°15; Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco;


México 2001; p 37

117
El narcotráfico aquí estaría compuesto por bandas callejeras que pueden ser
controladas por el Estado como cualquier otro delito común “[…] ésta es
probablemente la relación que se desarrolló en los inicios del narcotráfico en
México en los años treinta. Era la época de los mariguaneros, de bandas con un
limitado poder de corrupción, en el cual el tráfico de drogas no se diferenciaba
mucho de otros delitos semi-organizados, como el robo de autos o el robo de
carteras en los autobuses de la ciudad de México. Sin embargo, este tipo de
relación desapareció en México por lo menos desde los años ochenta.” 191Lo
que hemos tenido desde entonces son bandas poderosas que corrompen el
Estado, que son capaces de distorsionar de manera importante la acción
gubernamental al grado de que su función principal en este sentido, la de
proporcionar seguridad a la población, se pierde.
La segunda arista es la “confrontación”: Ésta es una relación intermitente que
se da cuando el narco crece demasiado y busca un nuevo equilibrio en su
relación con el Estado. La confrontación aparece cuando el narco comienza a
crecer en un país y desafía al Estado. Sin embargo, la confrontación no es la
forma de relación más funcional para el negocio del narcotráfico. Es más bien el
síntoma de que se están reacomodando las cosas entre el narco y el Estado.
Cuando la confrontación desaparece es porque las bandas del narcotráfico son
como cualquier otra banda delictiva y no amenazan al Estado, o porque el
Estado se ha corrompido lo suficiente para dejar de combatirlas, o por las
debilidades propias de un gobierno.
En el combate al narcotráfico, entonces, “no está clara la línea que separa la
falta de voluntad de la falta de capacidad por parte del Estado, y lo cierto es
que, si se disminuyen los niveles de confrontación con el narco, puede deberse
a una causa o a la otra, o a una combinación de las dos”.192

191CHABAT; Op.Cit; p 17
192CHABAT; Op. Cit; p 15

118
La tercera arista es la relación entre el narcotráfico y el Estado, además de la
corrupción y la confrontación, es la de la coexistencia pacífica entre ambos.
Normalmente se piensa que la razón por la cual un Estado no combate el
narcotráfico de manera suficiente es la corrupción. “Evidentemente, como
hemos visto, ésa es una causa muy común. Sin embargo, existen otras dos
posibles razones por las cuales el Estado no combate al narco: porque no
puedo o porque le conviene”.193 Esa es la teoría, sin embargo la realidad es
más complicada, lo que se da, especialmente en Estados con instituciones
débiles como los latinoamericanos, son grupos criminales que son capaces de
desafiar a la autoridad. Así pues, el Estado tiene limitaciones. En ocasiones no
quiere combatir al narco, pero en ocasiones no puedo, y como la línea que
separa la falta de capacidad de la falta de voluntad en el combate al narco es
muy tenue, es difícil saber cuándo una política de no confrontación es producto
de una decisión deliberada del Estado motivada por la corrupción o resultado de
la incapacidad estructural de éste para enfrentar el fenómeno criminal.
No obstante, se puede dar otra causa por la que el Estado no confronta al
narco: la conveniencia. El narcotráfico, por su gran capacidad de acumulación
de dinero, tiene un impacto importante en las economías en las cuales opera.
Es una fuente importante de divisas para un país, con lo cual puede ayudar a
resolver los desequilibrios de la balanza de pagos. Sin embargo, en este punto,
ahondaremos más adelante pues representa una interrogante en sí misma a
resolver.

El Crack y la Contra Nicaragüense

Como planteamos más arriba, el crack se encuentra dentro de la denominación


de la Pasta Base, está dentro de las tres referencias sobre lo qué es la PBC.
Pero la historia del crack tiene ciertas singularidades que traspasan las

193CHABAT; Op. Cit; p 16

119
fronteras de Estados Unidos y su uso tiene matices políticos, o sea fue parte de
una estrategia política utilizada por Estados Unidos para echar abajo el
gobierno revolucionario en Nicaragua.
Un reportaje del periodista Gary Webb del periódico San José Mercury News de
Silicon Valley en California, publicó tres artículos en agosto de 1996 en los que
se sostenía que en la década de los ochenta la CIA había financiado las armas
destinadas a la Contra Nicaragüense con dinero procedente de la venta de
pasta base de cocaína a pandilleros en Los Ángeles. La historia que se cuenta
es la siguiente : “los narcos colombianos vendían toneladas de pasta base a
miembros de la Contra Nicaragüense: Oscar Danilo Blandón Reyes, antiguo
dirigente de la Contra concretamente del FDN, entregaba esa pasta base a Rick
Ross ‘freeway’, mítico distribuidor de la bahía de San Francisco, que acababa
convirtiéndola en Crack que vendía a los creeps y bloods –grupos de
delincuencia callejera- y estos distribuían al menudeo en los barrios negros y
pobres de Los Ángeles”194 todo lo dicho anteriormente se hacia abajo la tutela
de la CIA que gracias a esto conseguía una gran fuente de dinero para
financiar con armas al FDN , claramente a costa de inundar los barrios con
crack, y así mismo crear lo que se denominó como la ‘epidemia del crack’.
Para ser más claros, en 1979 el dictador Somoza había caída en manos de la
guerrilla sandinista. Los revolucionarios habían ganado la guerra contra el
ejército de Nicaragua entrenado por Estados Unidos y se instalaba en
Nicaragua un gobierno de Izquierda. Estados Unidos asustados de que en su
patio trasero se instalara un gobierno revolucionario, planeó recuperar el terreno
perdido, y la forma de esta recuperación iba a ser con la creación de la Fuerza
democrática nicaragüense (FDN), pero es aquí donde surge el problema de
cómo financiar dicha operación. El gobierno de Estados Unidos había
entregado a la CIA sólo 19.9 millones de dólares como fondos directos, lo cual
era suficiente para formar la contra pero no para mantener su funcionamiento

194 MANÓJ-CABEZA, Aracely; “La Solución: la Legalización de las Drogas”; DEBATE; p. 36

120
militar, es así que la venta de cocaína y pasta base fue utilizada para poder
financiar todo el aparataje militar que necesitaba el FDN.
Cuando surge la posibilidad de utilizar el comercio de la droga para financiar la
operación de los contra, a parecen una serie de hombres que se van a encargar
de todo este proceso, uno de ellos es Oscar Danilo Blandón, hijo de un
nicaragüense rico dedicado al negocio de alquilar viviendas a las familias
pobres, éste personaje se encontraba en Estados Unidos realizando un master
en Marcketing cuando Somoza cayó. Webb escribe sobre Blandón lo siguiente:
“quien empezó a trabajar para la narco-operación del FDN en fines de 1981,
declaró que dicha operación vendió casi una tonelada de cocaína en Estados
Unidos ese año por un valor de 54 millones de dólares al precio de mayoreo del
momento. No está claro cuánto del dinero regresó al ejército de la CIA, pero
Blandón declaró que ´lo que vendíamos en L.A., la ganancia iba para la
contrarrevolución”195. Blandón, era la persona encargada directamente en
vender la cocaína en Los Ángeles. Por su parte, Aparece el Sr. Meneses, el
cual era un conocido narcotraficante y era conocido como el ‘el rey de la droga’
en Nicaragua, además la CIA conocía muy bien cuál era su prontuario en los
temas de venta de droga, entró a Estados Unidos en 1979 y en este lugar
recibió visa y permiso de trabajo como refugiado político para terminar en 1981
como encargado de ‘inteligencia y seguridad’ para el FDN en California. De esta
forma, gracias a la bendición de la CIA, Meneses se instaló en el área de la
Bahía de San Francisco y desde este lugar supervisó la importación de miles de
kilos de cocaína a California, mientras que se agente Danilo Blandón trabajaba
en Los Ángeles distribuyéndola a las redes de vendedores.
Pero, cabe preguntarse, cuál el verdadero rol de la Contra en la distribución y
venta de la cocaína. En los años 70 existió un aumento en la producción de
cocaína en Latinoamérica y los grupos colombianos comenzaron a refinarla y

195WEBB, Gary: “The Dark Alliance: The America’s Crack’ plague has roots in Nicaragua war”,
18 Agosto 1996, Mercury News Staff Writter

121
distribuirla; no obstante, producto de los problemas en el traslado de la cocaína
ésta era muy cara al momento de venderla en Estados Unidos, es así que se
entiende que la cocaína era una droga para el uso de los ricos. Por lo tanto, lo
que hizo la contra fue conectar las redes de venta de la calle directamente con
los carteles de Colombia por medio de redes de transporte creadas por la CIA,
“los documentos de la Oficina General de Contabilidad federal confirman que la
fuerza área de el Salvador le suministró a la guerrillas nicaragüenses de la CIA
aviones y servicios de apoyo de vuelos hasta mediados de los 80” 196 , es así
que esta conexión de redes de venta se hicieron gracias a la utilización de
aviones que cargaban la droga desde sus productores hasta Texas y así
moverse dentro del país, la droga “llegaba en toda clase de empaques: zapatos
con suelas huecas, buques de carga colombianos, carros con compartimientos
secretos, maletas desde Miami. Una vez aquí, era trasladada a varias casas y
negocios mediocres de Hayward a San José, de pacifica a Burlingame, de Daly
City a Oakland”197.Por lo tanto, el respaldo de la CIA a estas operaciones de
financiación de la Contra hizo posible un transporte seguro y barato “los mismos
aviones que proveían de material a la Contra, volvían a suelo estadounidense
cargados de Pasta Base, sin riesgos ni interferencias del Departamento de
Aduanas o de la DEA”198.
Este tráfico de cocaína produjo un excedente en Estados Unidos, lo que
provocó que se hiciera posible la elaboración de un sucedáneo barato de la
cocaína como lo es el Crack. No obstante, debemos agregar que quienes
defienden la posición de que la CIA no tuvo nada que ver con la aparición del
Crack en EEUU, plantean que el Crack existía antes de la epidemia, por lo que
se deduce que la aparición de esta droga la CIA no tuve responsabilidad en
inundar los barrios negros de Crack. Pero admitiendo que el Crack ya existía,
no podemos negar que “la CIA posibilitó la entrada de ingentes cantidades de

196 Ídem
197 Ídem
198 MANÓJ-CABEZA; Op. cit., p. 38

122
pasta base, protegiéndolas y, con ello, abaratando sus coste, lo que desembocó
en una distribución masiva y barata entre los más desfavorecidos que antes no
existía”199, pues bien, la “tecnología para producir el crack existe desde hace
rato, En los años setenta ya había recetas para convertir la cocaína en polvo de
crack con bicarbonato de soda. El problema es que no había suficiente cocaína
y que era demasiado cara. Con la llegada de grandes cantidades de cocaína
barata, de repente se podía producir crack”200, era una cuestión de materia
prima: para poder producir el crack se necesitaba de cocaína, por lo que la CIA
no la creo, ni la contra la trajo, sino que se necesitaba un excedente de cocaína
necesario para que el crack como mercancía fuese vendida y demandada en
grandes cantidades. Esto lo comprendió súper bien Rick Ross, un
narcotraficante, que era más barato adquirir crack y cocaína; es por esta razón
que “en grandes ollas y removiendo con remos, transformaba las pasta base en
crack y eso era lo que hacía llegar a las bandas callejeras de Los Ángeles” 201, y
esto, como se dijo anteriormente, lo podía hacer gracias a que en estos años,
los ochenta, llegaba a Estados Unidos una gran cantidad de cocaína barata que
podía transformarse en Crack.
Ahora bien, todo lo investigado por Gary Webb no era nuevo, puesto que ya en
1985 el mismo John F. Kerry (poner quién es) inició una investigación sobre los
supuestos tratos de la CIA con la Contra y el tráfico de Drogas. A esta
investigación se le denominó ‘informe Kerry’ y fue llevada a cabo por el Comité
de Asuntos Exteriores del Senado de Estados Unidos acerca de las
acusaciones sobre la participación del FDN y la CIA en el tráfico de cocaína. De
esta forma, la investigación del Comité inicial en el tráfico internacional de
drogas, que comenzó en abril de 1986, se centró en las acusaciones de que el
senador John F. Kerry había recibido del tráfico ilegal de armas y narcóticos
asociado a los elementos ya nombrados. Así, a medida que el Comité procedió

199Op. Cit; p. 38
200 WEBB; Op. Cit,
201 Op. Cit; p. 39

123
a su investigación, información significativa comenzó a salir a la superficie sobre
las operaciones de los narcotraficantes internacionales, especialmente en
relación con los cárteles de la cocaína en Colombia, que en esta época vivían el
boom de la producción de la coca. Como resultado y consecuencia, se tomó la
decisión de incorporar las alegaciones relacionadas con la Contra en una
investigación más amplia sobre la relación entre la política exterior, el tráfico de
narcóticos y aplicación de la ley.
Si bien la cuestión entre contra y droga no era el objetivo principal de la
investigación, “el Subcomité descubrió evidencia considerable en relación con la
red de la Contra que fundamenta muchas de las acusaciones iniciales
establecidos ante la Comisión en la primavera de 1986”202. Sobre la base de
esta evidencia, está claro que las personas que brindaron apoyo a los Contras
estaban involucradas en el tráfico de drogas, “la red de abastecimiento de la
Contra fue utilizado por las organizaciones de tráfico de drogas, y los elementos
de la contra sí mismos, a sabiendas recibieron asistencia financiera y material a
los narcotraficantes”203. En cada caso, una u otra agencia del gobierno de
Estados Unidos tenía información respecto a la participación ya sea mientras se
estaba produciendo, o inmediatamente después., Por lo que se encontraron 4
acciones utilizadas por los departamentos de CIA ligadas a las droga para
relacionarse:

1. "Participación en tráfico de estupefacientes por parte de personas


asociadas con la Contra "
2. "Participación de traficantes de estupefacientes en operaciones de
suministro a la Contra a través de relaciones empresariales con
organizaciones de la Contra”

202 Selections from the Senate Committee Report on Drugs, Law Enforcement and Foreign
Policy
chaired by Senator John F. Kerry; http://www.pinknoiz.com/covert/contracoke.html
203 Idem

124
3. "Provisión de asistencia a la Contra por parte de traficantes de
estupefacientes, incluyendo dinero en efectivo, armas, aviones, pilotos,
soporte aéreo y otros materiales, de forma voluntaria por parte de los
traficantes. "
4. "Pagos a traficantes de drogas, por parte del Departamento de Estado de
los Estados Unidos, con fondos autorizados por el Congreso para
asistencia humanitaria a la Contra, en unos casos después de que los
traficantes hubieran sido encausados por asuntos de drogas por varias
agencias federales competentes, en otros mientras los traficantes tenían
investigaciones abiertas por estas mismas agencias”204

Como consecuencia de estos tipos de relaciones, la Subcomisión observó que


“los enlaces que se forjaron entre los contras y los traficantes de drogas fueron
principalmente pragmático, no ideológico”205, o sea, se utilizó la
comercialización de la droga como aspecto elemental de sus relaciones, pero
no se obvio algunos aspectos ideológicos para aprovechar que esta relación
comercial fuese más ventajosa, en palabras de Marcos Aguado, jefe de la
fuerza aérea de Edén Pastora no dice que “(...) Aprovecharon el sentimiento
anti-comunista que existía en América Central (...) y, sin duda, lo usaron para el
tráfico de drogas”206, por lo que podemos encontrarnos que las conexiones
fueron con intereses comunes, así se trabajaba de mejor manera y se
mantenían las relaciones por mayor cantidad de tiempo.
Sin embargo, después de toda la investigación y datos recogidos, las
conclusiones del comité tuvieron poca repercusión en Estados Unidos y en la
Casa Banca. Un artículo del "Columbia Journalism Review" indicaba que "el
Washington Post publicó un breve artículo en la página A20 en el que se

204 Idem
205 Idem
206 Subcommittee deposition of Marcos Aguado, Part 3, p. 285

http://www.pinknoiz.com/covert/contracoke.html

125
centraba tanto en las luchas internas dentro del comité como en sus
conclusiones; el New York Times publicó un breve artículo en la página A8; Los
Angeles Times publicó una historia de 589 palabras en la página A11"207,
podemos decir por lo tanto que fueron los mismos aparatos del Estado que
intentaron tapar todo rastro y voz que intentara denunciar las operaciones
secretas llevadas a cabo por el CIA, el FBI, la DEA o el mismo Estado. Tal fue
el grado de intentar acallar todas las fuentes acusatorias, que hasta la muerte
del periodista Gary Webb se ve oscurecida bajo el telón de acero del Estado
Norteamericano.

‘La Epidemia del Crack’

Pero uno de los aspectos más fuertes de la explosión del Crack y consigo las
conexiones con la contra nicaragüense fueron las condiciones sociales que se
produjeron en los barrios pobres de Estados Unidos, una epidemia que azotó
fuertemente a la clase pobre sobre todo a la población negra de Estados
Unidos. Este fenómeno se le denominó como ‘la epidemia del crack’ y conllevo
que Estados Unidos buscase comenzar una guerra declarada contra la droga,
una acción paradójica si nos atenemos que fueron ellos quienes incentivaron el
comercio y con ello el consumo de cocaína y crack. Así, podemos decir que la
mayor oleada de consumo de la droga vino durante lo que se conoció como la
“epidemia del crack”, entre 1984 y 1990, cuando la droga se extendió a través
de las ciudades estadounidenses. La DEA plantea que “la epidemia de crack
aumentó drásticamente el número de estadounidenses adictos a la cocaína. En
1985, el número de personas que admitió el uso de la cocaína de forma
rutinaria aumentó 4,2 millones a 5,8 millones, según el Departamento de Salud

207KORNBLUH, Peter: “Crack, the Contras, and the CIA: The Storm Over ‘Dark Alliance’”,
Columbia Journalism Review, febrero de 1997.

126
y la Encuesta Nacional de Hogares de Servicios Humanos”208, esta se canaliza
justo cuando el cartel de Medellín estaba en su apogeo y controlaba gran parte
de la producción de cocaína en el mundo.
Como dijimos anteriormente, el excedente de drogas provocó que el consumo
de crack se facilitará y se hiciera más extensivo, así a principios de 1986, “el
crack tenía un dominio absoluto sobre los guetos de la ciudad de Nueva York y
fue dominado por los traficantes y distribuidores de la República Dominicana.
Distribución Crack y abuso estallaron en 1986, y para finales de año estaba
disponible en 28 estados y en el Distrito de Columbia”209, lo que demuestra que
en un corto tiempo el crack fue capaz de apoderarse de gran parte de los
barrios existentes en Estados unidos, llegando a 1988 reemplazar “a la heroína
como el mayor problema de Detroit”210. Esto tiene que ver por la oferta que
existió de crack, producto del excedente de la materia pria, en el cual su pureza
se diferenció de la cocaína, así por ejemplo la cocaína en las calles tenía un
“55 por ciento de pureza por $ 100 por gramo, y el crack se vende en niveles
medios de pureza del 80 por ciento de más por el mismo precio”211.
De esta forma, el crack provocó una alta demanda por su alto grado de
adicción, pero esto se explicaba también porque el consumir crack era más
barato, era más barato hacerse adicto del Crack que de la cocaína, y que
además, tenía una mayor pureza que la cocaína. Este elemento provocó un
boom de comercio de la droga, que no sólo lleno las arcas de quienes la
ofrecían como mercancías, ya sea traficantes pequeños o la CIA que utilizaba
la venta de estas toneladas para la guerra contrarrevolucionaria, sino que
también significó un aumento considerable del consumo de crack y cocaína,
provocando un intenso ambiente de urgencias en el ámbito de la salud, por
ejemplo “según las estadísticas del amanecer, en 1985, las urgencias

208 DEA, “Many U.S. communities were gripped by violence stemming from the drug trade 1985-
1990”, p. 59
209 Op. Cit; p. 60
210 Ídem
211 Ídem

127
hospitalarias relacionadas con la cocaína aumentaron en 12 por ciento, de
23.500 a 26.300; y en 1986, aumentaron 110 por ciento, de 26.300 a 55.200.
Entre 1984 y 1987, los incidentes de cocaína se cuadruplicaron” 212; pero a la
vez, los barrios pobres se comenzaron a infectar de violencia y asesinatos
provocados por la adicción y las guerras entre bandas de traficantes. Un estudio
realizado en 1988 por la Oficina de Estadísticas de Justicia de estados Unidos
encontró que en la ciudad de Nueva York “el consumo de crack fue atado a un
32% de todos los homicidios y el 60% de los homicidios relacionados con la
droga”213. Así, queda por comprobado que la ‘epidemia del crack’ no sólo trajo
consigo un gran beneficio para las arcas de la CIA para combatir a los
sandinistas, sino que provocó una fuerte y larga ola de violencia y adicción de
Crack en gran parte de las ciudades de Estados Unidos. En sí, quienes más
sufrieron los avatares de la personalidad imperialista de Estados unidos fueron
sus habitantes pobres que se vieron enfrentados a todos los problemas sociales
que trajo consigo la ‘epidemia del crack’.
Finalmente, ya para 1990 estados Unidos declaró que la epidemia del Crack se
encontraba controlada por distintos factores entre ellos que "Probablemente, el
factor más importante -en la caída de la tasa de crimen- fue el cambio en los
mercados de droga, es decir, que los traficantes ya no necesitaran luchar sobre
el terreno para vender su nuevo producto, ya que las líneas fronterizas estaban
ya establecidas"214. De esta forma, se daba por superada la epidemia del Crack
en Estados Unidos.

212 Op. Cit. p. 61


213 Idem
214 SZALAVITZ, Maia: “Craqued up. How did a drug whose addictive properties were once

compared to potato chips become the scourge of America?”, tuesday, may 11, 1999;
http://www.salon.com/1999/05/11/crack_media/

128
La Pasta Base en el Cono SUR

Si la utilización del Crack en Estados Unidos tuvo una matriz netamente política,
que se vinculó de manera directa con Nicaragua. En América del Sur las cosas
ocurrieron de otra forma. El surgimiento de la pasta Base e desarrolló en
épocas en los cuales estos países se veían involucrados en una fuerte crisis
económica en el que miles de Campesinos indígenas se vieron fuertemente
empobrecidos, por lo que la única opción que les quedó fue dedicarse a la
plantación, distribución y producción de pasta de coca. Pero cabe agregar un
elemento súper claro, estos nunca se consideraron como narcotraficantes, sino
que al contrarios, entran dentro del circuito de la venta de drogas por la pobreza
a la que se encontraban, es más, estás masas se ven obligadas a entrar dentro
de la economía ilícita.
En Bolivia, El sector de Chapare ha sido el lugar predilecto en la producción de
hoja de coca por tener inagotables llanos aluviales que favorecen la plantación
de hojas de coca. Por otra parte, esta región en las décadas comienza una
inmigración masiva “estimulada por lo ambiciosos planes de colonización
desarrollados por el Estado Boliviano como complemento de la Reforma Agraria
de 1953, y que pretendían la integración económica y política de la región, la
redistribución de excedentes de mano de obra campesina de los valles y los
altiplanos, y la creación de un sustrato el cual se pueda desarrollar una
agroindustria que permitiera equilibrar la balanza comercial de la nación”215, de
esta forma se comienza a poblar Chapare de una gran masa de campesinos
que no tienen más que encontrar de manera rápida algún trabajo, de todas
partes comienzan a llegar familias en busca de trabajos, más todavía cuando
una sequía que afectó a las tierras altas del Municipio de Toco a principios de la
década de los 1980, una de las peores sequías que vivió el altiplano boliviano,

215GARCÍA Jordán, Pilar; IZARQ Miquel: “Conquista y resistencia en la historia de América”,


Universitat de Barcelona Publicans, Barcelona, 1991 ,p. 422

129
lo que provocó un inmigración en las familias de campesinos hacia Chapare.
Estas familias se desplazaron para poder encontrar trabajo vinculándose con la
producción de Pasta base, de esta forma en “la intervención militar del oriente
boliviano para frenar el narcotráfico provocó que muchos campesinos volvieran
a su lugar de origen”216 por lo que “bastó que una familia se dedique a la
elaboración de pasta base para que la actividad se expandiera por todo el
pueblo (de toco)”217. Además, esta Sequía provocó la pérdida de cosechas y
gran mortandad de ganado, y como consecuencia de ello una gran masa de
campesinos cayó en la miseria absoluta. Esto estimuló fuertemente a que esta
gran masa de campesinos parados, como se dijo anteriormente, fuesen a
Chapare en busca de trabajo en las zonas cocaleras de esta región, “durante
este periodo, al igual que se cuadriplica el paro en Cochabamba o Santa Cruz,
se multiplica la población en Chapare”. Toda esta problemática se genera bajo
un contexto nacional de fuerte crisis económica y que coincide con la gran
demanda de cocaína que existe en Estados Unidos en esta época, pues como
lo planteamos más arriba se encontraba en pleno proceso de estructuración de
la contrarrevolución en Nicaragua. Así, en la década de los 80, Chapare es un
elemento importante en la producción y distribución de la pasta base, en este
lugar, “se vendía pasta base de cocaína abiertamente en las ferias en el
chapare, y un colono con uno o dos más chacos podría tener diez o más
personas cultivando coca en su terreno”218, a la vez que la venta de la pasta de
coca ayudaba plenamente a la economía nacional, de hecho “el propio contexto
económico que ha permitdo el despegue del narcotráfico, ya resulta ambiguo,
en la medida que la política monetaria liberal desarrollada en Bolivia desde
1985 (adoptadas por presiones del FMI) sería inconcebible sin la influencia de

216 DE LA TORRE, Leonardo; ALFARO, Yolanda: “La cheqanchada: caminos y sendas de


desarrollo en los municipios migrantes”, Universidad Mayor de San Simón; La Paz 2007; p. 38
217 Idem
218 Revista Segunda Época: “Fe Y Pueblo, Desde Los Movimientos Indígenas/Campesinos”, Nº2

Diciembre 2002, La paz, p. 115

130
enormes volúmenes de narcodólares”219, esto quiere decir que la venta de coca
influenció fuertemente la economía de Bolivia, tanto que en 1991 se incluyeron
en el PIB boliviano el porcentaje de dinero venido de la economía informal,
llegando a ser de un 51% del PIB total de Bolivia, es por esta razón que “el
peso económico de este sector, por su componente ilegal y altamente rentable,
esconde la pobreza de la mayoría –cerca 600.000 mil personas- que se dedican
a las actividades informales que no están directamente relacionadas con la
producción y distribución de pasta base o cocaína” , por lo que nos hace
comprobar que este sector ilegal creció de manera tal, que sobrepasó a las
demás actividades informales.
Como consecuencia de lo anterior, nos encontramos además de una gran
masa de campesinos empobrecidos trabajando bajo las leyes de una economía
informal, una gran cantidad de campesinos en la cárcel por la venta y
producción de la pasta base, as, por ejemplo, no encontramos que en el
penitenciario de Cochabamba “el 70% de la población reclusa está relacionada
con delitos de narcotráfico. La mayoría de ellos son campesinos acusados de
picarocas –jornaleros que trabajan en laboratorios clandestinos de extracción
de pasta base de cocaína”220. Por lo tanto, el despegue del narcotráfico en
Bolivia provocó que una gran masa de campesinos pobres se ajustara al trabajo
en las grandes cocaleras, algunos trabajando para poder sobrevivir sólo
vendiendo su fuerza de trabajo y otros aprendiendo de la producción para
después expandirlo por más sectores del país. Cabe recalcar, que gran parte
del desarrollo del narcotráfico en Bolivia n se desarrolla como venta directa a
otros países como estados unidos, sino que esta era vendida a Colombia que
refinaba aún más la producción y la enviaba a Estados Unidos, por lo que
Bolivia no tuvo Carteles poderosos de Narcotráfico, sino que perteneció más al
proceso mismo de producción dependiente a la economía del narcotráfico de

219 GARCÍA; IZARQ; Op, cit., p. 423


220 ABELLA, Tomás; “Exit”, Editorial Blume; Barcelona 2004; p.49

131
los carteles colombianos, pues le trabajaban a ellos. Además, Cabe destacar,
que estos países no desarrollaron el narcotráfico de manera tan compleja como
dominación de poder político y económico, sino que estos dependían en su
producción de la compra de los Carteles colombianos hacia ellos.
Por otra parte, Perú también se encuentra enraizado en este complejo
entramado de la producción de coca y pasta base, es más, “al parecer, es el
Perú, el escenario donde se dan los primeros reportes de casos clínicos de
adicción a la pasta básica de cocaína (en adelante PBC)”221 Es destacable la
reacción casi inmediata de los profesionales nacionales de la salud mental de
iniciar la investigación y profundización del fenómeno, al punto que antes de
que terminara la década del 70 se llevó a cabo el primer simposio sobre los
efectos de la PBC, coordinado por Arellano, en 1978, Perú, en este sentido,
destaca por ser el primer país en el cual se comienza a conocer las Pasta Base
de cocaína, sus efectos y consecuencias, por tanto resulta ser un referente en
el estudio de este fenómeno.
Sin embargo, Perú también entra dentro de la venta de la materia prima que
necesitaban los carteles colombianos para poder refinarla y convertirla en
cocaína y pasta base. Hacia 1970, en Perú sólo “existían 1.500 hectáreas
destinadas al cultivo de coca que producían más 3.500 toneladas de hojas. Esa
cantidad se había mantenido estable durante mucho tiempo y bastaba para
satisfacer la demanda de la población indígena, habituada por siglos, incluso
milenios, a su consumo”222, parte de esta producción era legal y era destinada a
países que la empleaban en la industria farmacológica. Por otra parte, en 1968
militares peruanos dieron un golpe de Estado e implantaron una feroz Reforma
Agraria en las costas y en los faldeos de los Andes, endémico que provocó
que parecieran nuevas tierras y mano de obra barata para “los narcos

221 Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito; “Pasta Base de Cocaína: Cuatro
décadas de historia, actualidad y desafíos”, Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin
Drogas; Lima Perú 2013, p. 24
222 SALAZAR, Manuel: “Traficantes y Lavadores”, Grijalbo, Santiago, 1996, p. 102

132
colombianos que recién iniciaban los primeros contactos para entrar al mercado
norteamericano”223, ellos necesitaban las hojas de coca por lo que escogieron la
zona del valle Huallaga para poder convertirla en un centro de producción y
transformación de las hojas de coca, así “los campesinos fueron seducidos
rápidamente y las siembras del denominado oro verde se extendieron en pocos
años de modo explosivo”224¸ los campesinos e indígenas empobrecidos no
tenían más que ubicarse en la base del andamiaje manejado por los
colombianos, pues debían sobrevivir.
Ahora, un aspecto que ha diferenciado a Perú de Bolivia y otros países del cono
sur, es el enfrentamiento directo que tuvo Sendero Luminoso225 con los
narcotraficantes que azotaban a los pueblos indígenas. En 1987, Sendero
Luminoso se decide en tomar el control total de cada pueblo y proclamó zonas
liberadas luego de expulsar a las fuerzas policiales de esos lugares, a la vez,
obligó a “(…) los narcos a desarmar sus bandas de sicarios. La resistencia duró
escasos días, hasta que una de las pandillas, integrada por 18 mafiosos, fue
brutalmente aniquilada”226, los sobrevivientes optaron por sumarse a las
columnas de Abimael Guzmán. También, sendero prohíbe a los colombianos
cambiar sus dólares en las ventanillas de las agencias bancarias “instruye a los
campesinos sobre cómo y a quien venderles la hojas de coca. Los narcos
intentan una nueva resistencia, pero los guerrilleros ya son demasiado
fuertes”227. Pese a que Sendero Luminoso presionó fuertemente a estas
organizaciones criminales y acusó a altos miembros militares de estar
involucrados en este comercio, el tráfico de coca y pasta base no se erradicó,
más, con la llegada de Fujimori al poder a través de un golpe de Estado
apoyado por militares en el año 1992, fueron precisamente estos mismo
militares quienes asumieron el control total de las pistas aéreas existentes en el

223 Ídem
224 Ídem
225 Sendero Luminoso era una organización político-militar Marxista-leninista-maoísta del Perú.
226 SALAZAR; Op. Cit; p. 104
227 Op. Cit; p. 105

133
Alto Huallaga, cosa paradójica puesto que eran ellos quienes estaban
directamente involucrados con el narcotráfico.
Lo que encontramos en Perú y Bolivia con el desarrollo de la pasta base y el
narcotráfico es que a diferencia con el Crack en Estados Unidos, este tuvo un
despegue dado por las condiciones materiales de crisis y empobrecimiento de
la población que ayudó y aceleró la aparición de una economía informal que
favoreciera, de algún modo, a Bolivia para encuadrar a la gran masa de
campesinos sin trabajo. De alguna forma, el surgimiento de esta economía en
Bolivia se debe a razones estructurales y en Estados Unidos a razones políticas
que tuvieron una fuerte consecuencia en la estructura social y económica del
país. En el caso peruano, podemos plantear que al igual que en Bolivia existió
la utilización de una mano de obra barata de campesinos e indígenas que
fueron utilizados en la producción de la droga, por necesidad, pero que con el
tiempo esto se complejizo a tal forma, sobre todo con la llegada de los narcos
colombianos a instalarse directamente en Huallaga, que se tradujo directamente
con una relación entre los militares y el narcotráfico, y finalmente con el golpe
de Estado entre el Estado, los militares y el narcotráfico, o sea un narco-Estado
y narco-Dictadura de manera abierta.

Pasta Base de Cocaína: “Tipología y definición”

Cuando hablamos de la Pasta Base de Cocaína, planteamos la discusión bajo


la lógica de un saber concebido, esto quiere decir, que sabemos que es una
droga que hace daño al organismo desde su aspecto físico y psicológico. Pero
es poco lo que hemos logrado conocer de su existencia, si apareció gracias a
una especie de combustión espontánea o su uso fue premeditado.
Lo anterior tiene que ver, que en nuestro país es poco el conocimiento que se
tiene de esta droga, más allá de sus efectos y de la llamada angustia. Es en
este sentido que nos encontramos atrasados en los estudios de las drogas,

134
especialmente del tráfico de ésta, de lo que se encuentran nuestros países
vecinos, a pesar que nuestro país es parte, y ha sido parte en el circuito
histórico de la droga, del circuito de venta, traspaso y comercio de la cocaína
actuando principalmente como un país de paso en el mercado de cocaína. Ante
esta problemática es que nos debemos preguntar ¿qué es la PBC y cuál es su
origen? No obstante, ante todo, debemos entender que desde la aparición de
la pasta base, donde existe comercio de cocaína existe a la vez un mercado de
pasta base constituido y creciente, no se puede entender uno sin la otra y esto
porque la Pasta base de cocaína surge de la producción misma de la cocaína,
en distintas fases, de la información que han suministrado, principalmente
Argentina, nos encontramos con 3 categorías o fases de la Pasta Base:

1. En primer lugar tenemos la primera fase que plantea que “se hace
referencia al preparado que se realiza mezclando y calentando
clorhidrato de cocaína (CC) con bicarbonato de sodio para luego
fumarlo”228. Esta sustancia en algunos países, como Estados Unidos, se
ha denominado como “crack”229.

2. La segunda referencia se refiere a la pasta que se extrae luego del


proceso de maceración de las hojas de coca, que “sólo sometida a
ulteriores procesos con sustancias químicas podrá convertirse en CC;
también es conocida ‘cocaína básica’ y puede ser fumada pero no
inyectada o inhalada ya que no es soluble”230.

228 Transnational Institute: “El Paco Bajo la Lupa. El Mercado de Pasta Base de Cocaína en el
Cono Sur”, Programa Drogas y Democracia: Drogas y Conflicto; Documento de Debate; octubre
2006, N° 14; p. 5
229 Se le denomina crack por el sonido que hace al momento de ser fumada.
230 Transnational Institute, Ibídem.

135
3. La última referencia con la que nos encontramos plantean la PBC como
“el residuo del proceso de elaboración de clorhidrato de cocaína”231, la
etapa final de la elaboración de CC dejaría residuos que se comercian
con el nombre de Pasta Base. Este producto es “agrandado” mediante la
mezcla con queroseno y ácido sulfúrico.

Lo que se muestra arriba es que la pasta Base tiene 3 raíces, lo cuales no se


precisan de manera fiel, lo que si podemos decir es que entre las tres
categorías el crack y los residuos de la preparación de cocaína son los
popularmente más conocidos. Es más, el mismo estudio del Transnational
institute plantea que en un principio se consumió Crack, pero tras el paso del
tiempo lo que se consumió principalmente en América del Sur fueron los
residuos de la producción de CC. De lo anterior podemos decir que tiene que
ver, en parte, por el abaratamiento de los costos de producción de la cocaína y
la pasta base, esto quiere decir, que el crack es cocaína con otros químicos, lo
que puede llevar a que esta droga tiene más pureza lo que puede llevar a que
sea más pura en su composición que la misma cocaína que venden en el
comercio ilegal. Además, dentro de los años de la masificación del crack, existe
a la vez un aumento en la producción de cocaína lo que abarata a la vez la
producción y venta del crack. Pero también debemos agregar que la PBC es
una droga para pobres y la cocaína para ‘ricos’, por ende su producción debe
ser más barata y sucia.
Por lo tanto, lo que tenemos, en primer término, es que hay poca claridad sobre
la composición de la PBC porque existe una variedad, 3 fuentes principales, de
formas de consumo. La poca claridad sobre la composición de la PBC que se
consume en Latinoamérica, se debe en parte a la gran variedad de nombre que
se le da a la sustancia en el continente. Los análisis químicos realizados por los
estudios sobre la PBC no lograron descartar ni confirmar las diferentes hipótesis

231 Ídem

136
que se tienen comúnmente en los distintos países sobre la naturaleza de la
sustancia. “Esta confusión podría provenir del hecho de que a partir de la hoja
de coca existen diferentes formas de extracción de la cocaína y de sus otros
derivados232”. El principio activo en todos los derivados es siempre la cocaína.
En primer lugar existe una definición clara para la PBC, también conocida a
nivel científico como “sulfato de cocaína”. De acuerdo a ésta, “[…] la PBC es el
primer extracto o subproducto susceptible de consumo obtenido en el proceso
de elaboración y refinamiento del clorhidrato de cocaína, o cocaína a secas”233.
En este sentido, la PBC se configura como una sustancia surgida en una etapa
primera de la extracción y refinamiento de las hojas de coca, dentro del proceso
que finalmente termina en la creación del clorhidrato de cocaína. “En este
sentido, la PBC se configura como una sustancia surgida en una etapa
intermedia primeria dentro de la extracción y refinamiento de las hojas del
arbusto Erixtroxylon coca, que finalmente terminará en la creación de la
codiciada ‘diosa blanca’ o clorhidrato de cocaína”.234 De esta manera, resulta
entendible la alta peligrosidad y los inmensos daños físicos y psicológicos
causados por esta sustancia entre sus consumidores teniendo en cuenta sus
bajos niveles de procesamiento y refinamiento, en comparación con la cocaína
de alta pureza y, por ende, sus elevadas cualidades tóxicas y nocivas en los
individuos consumidores. La PBC seca, conocida en Chile como “mono”, en
Colombia como “bazuco”, en Bolivia “pitillo”, en Perú “kete”, en Ecuador
“baserolo” y en Argentina y Uruguay “paco”, contiene un 50 a 85 porciento de
sulfato de cocaína, además de otros alcaloides y metano, ácido benzoico y
queroseno. La PBC se fuma mezclada con tabaco.
En segundo lugar, la “pasta base lavada”, o “base de cocaína” es el resultado
del siguiente paso en el proceso de refinamiento de la cocaína más la

232 Ídem
233 GAÍNZA, Álvaro; “Futuro y Angustia: La juventud popular y la pasta base de cocaína en
Chile”; Ediciones Sur; Santiago de Chile 1997; p. 30
234 Boletín “CONACE Informa” N°11: “La fatídica pasta base”; Septiembre 1997; Santiago de

Chile; p. 4

137
aplicación de permanganato de potasio y ácido que permiten purificar la pasta
base de restos de queroseno y otras impurezas (Véase el esquema).
En tercer lugar está el crack, una sustancia bien definida como un producto
preparado a partir del clorhidrato de cocaína (el polvo) en una base libre para
fumar. Según otras definiciones sería una “cocaína no convertida”. “El crack se
obtiene tras hervir el clorhidrato de cocaína con amoniaco o bicarbonato de
sodio para que se evapore el agua. Se llama crack por el sonido crujiente que
se escucha cuando se fuma la mezcla.”235. Otras definiciones de esta droga, el
crack se elabora a partir de la PBC: “La pasta seca o bazuco se diluye en una
solución de amonio precipitada con éter. La mezcla se caliente, se filtra y toda
vez seca se convierte nuevamente en rocas pero esta vez son blancas: rocas
de crack”236.
En los casos de Chile, Argentina y Uruguay, la hipótesis más corriente entre los
usuarios y en los medios de comunicación es la de que la sustancia que se está
consumiendo es un desecho de la cocaína, los restos que quedan en las ollas
luego del proceso de elaboración del clorhidrato de cocaína a partir de la pasta
base o la base de cocaína, y que luego es comercializado.

235 GAÍNZA, Álvaro; Ibídem


236 http://www.mind-surf.net/drogas/crack.htm

138
Cuadro 7: Proceso de elaboración del crack/paco/pasta base

Fuente: Transnational Institute: “El Paco Bajo la Lupa. El Mercado de Pasta


Base de Cocaína en el Cono Sur”, Programa Drogas y Democracia: Drogas y
Conflicto, Documento de Debate, octubre 2006, N° 14, p. 7

Respecto al consumo de Pasta Base, se reportan algunas peculiaridades. “La


Mayoría de los usuarios consume sólo pasta mezclada con tabaco, llamada
‘tabacazo’; pocos la mezclan con cannabis sativa. Sin embargo en algunos
hallazgos, se está incorporando una nueva forma de consumo que, según la
opinión de los propios consumidores aumentaría su efecto. Es el ‘pipazo’, para
el cual se construye una pipa, o simplemente se usa una superficie cóncava, a
la cual se le añade un tubo que permita inhalar; se le llena con cenizas de
cigarro, sobre ellas se vierte la pasta, y luego se la fuma”.237 La pipa es en la
mayoría de los casos de fabricación casera, elaborada con distintos elementos
de uso cotidiano: una lata de gaseosa, una bombilla de mate, la parte superior
de un sifón, un corcho, un dosificador de medicamente para el asma, el tubo de

237 GAÍNZA, Álvaro; Op. Cit; p. 31

139
una cortina de baño, un trozo del tubo de una antena de televisión (de ahí el
apelativo de “pegarse un antenazo”), entre algunos de los más comunes.
La pipa puede hacerse al momento de fumar con lo que se tiene a mano.
Algunos usuarios tienen su propia pipa con la que fuman siempre, en ese caso
se refieren a “su herramienta” y se trataría de usuarios que llevan más tiempo
fumando. “Casi todos los usuarios cuentan que para fumar cubren la PBC con
ceniza (en algunas ocasiones con ceniza de cigarrillo) y la calientan poniendo
sobre esa mezcla la llama de un encendedor. La ceniza se utilizaría para evitar
que la PBC se queme o se pegue a la pipa por efecto del calor”.238 Esa misma
función puede cumplirla algún metal pequeño como el papel de aluminio de la
tapa de un yogur o parte de una esponja metálica, todos elementos de uso
cotidiano y, por tanto, de fácil disponibilidad.
Cuando las pipas se hacen con metal, los usuarios suelen padecer quemaduras
en sus labios y sus manos ya que los metales usados (latas de gaseosas, tubos
de antenas, etc.) transmiten el calor y las temperaturas que adquieren son muy
elevadas. “Las quemaduras son una imagen recurrente en los relatos de los
usuarios y de los expertos, una suerte de marca sobre el cuerpo del usuario,
característica del uso más precario de la PBC”239.
La preparación de la pasta base y su uso puede ser una práctica individual o
grupal. Las referencias al respecto son diversas “Hay quienes siempre fuman
solos pero también quienes a veces lo hacen acompañados. Los lugares
también varían según la situación, pero lo que resulta común en diferentes
testimonios es que en el lugar donde la consumen se quedan, no se trasladan a
otros espacios”240. Así como se puede fumar solo o en grupo, tampoco hay un
lugar determinado donde se fuma: en casa, o en casa de un amigo, una
esquina, una plaza, o algún pasillo de una población. Los escenarios son

238 Transnational Institute, Op.cit., p. 9


239 RANGUGNI, Victoria; ROSSI, Diana; “Informe Pasta Base de Cocaína”, Intercambios
Asociación Civil para el estudio y atención de los problemas relacionados con las drogas;
Buenos Aires 2006; p. 54
240 Ídem

140
diversos y en muchos casos están asociados al lugar en el que se habita. Los
usuarios más pobres sueles tener menos posibilidades de hacer un uso privado
por lo que en ocasiones fuman en las calles o esquinas de su población, lo que
vuelve el uso de la PBC mucho más visible en los barrios pobres que en los de
“clase media”, donde además de tener un consumo “privado”, es mucho menos
el número de consumo.241

Efectos de la PBC

Al igual que la cocaína y el clorhidrato de cocaína, la PBC es una sustancia


psicoactiva, estimulante del sistema nervioso central, con múltiples efectos no
sólo a nivel sistémico, sino también en distintos órganos. El contenido de
alcaloides de la PBC varía considerablemente de una muestra a otra, con cifras
que fluctúan entre el 40 y el 90 por ciento. La cocaína bloquea la recaptación de
noradrenalina242, prolonga la actividad de la dopamina243 en la sinapsis, e
interfiere también con el mecanismo de recaptación del neurotransmisor. Se
sabe además que produce parámetros neuroquímicos GABA244 y afines de las
neuronas colinérgicas245 y noradrinérgicas246 que se proyectan al hipotálamo. A
estos efectos debe añadirse la constricción de los vasos sanguíneos y la
hipertensión arterial, susceptible de generar isquemia cerebral, infartos y
hemorragias. “No sería sorprendente encontrar que las repetidas dosis de
cocaína por vía intranasal, intravenosa o fumadas pueden ocasionar severos
disturbios en los niveles neurohormonal, celular y molecular”247.
Algunos estudios recientes parecen demostrar que habrían efectos persistentes
relacionados con algunas disfunciones cerebrales. Establecen que la pasta de

241 Transnational Institute, Op.cit., p. 9


242 Hormona de la médula adrenal, que actúa como neurotransmisor en el sistema simpático.
243 Neurotransmisor derivado de la dopa que actúa en los ganglios basales del cerebro.
244 agente principal implicado en la fisiopatología de la epilepsia
245 Perteneciente o relativo a la transmisión nerviosa que utiliza como neurotransmisor la colina.
246 Son neuronas que utilizan la noradrenalina como neurotransmisor.
247 GAÍNZA, Álvaro; Op. Cit; p. 30

141
coca fumada produce efectos inmediatos e intensos, una rápida dependencia y
notables dificultades para interrumpir el consumo una vez que se hace
compulsivo. El efecto rápido e intenso se asemeja mucho a la acción de la
droga usada por vía endovenosa. Los efectos subjetivos, al igual que otros
simpaticomiméticos248, dependerán no sólo de la calidad y concentración de la
droga, sino del ambiente en que se emplea, de la vía de administración, del
estado anémico previo al consumo, del grado de integración de la personalidad
y también de factores metabólicas individuales.
La PBC produciría un rápido proceso de dependencia psicológica y breve
dependencia física, lo que motiva una inmediata renovación de la dosis y, en
consecuencia, la aparición de fenómenos de euforia, seguidos casi
inmediatamente de angustia compulsiva, anorexia, insomnio y depresión. “Los
cambios fisiológicos observados son marcada taquicardia, dilatación pupilar,
aumento de la presión arterial. En la dimensión psicológica se describe euforia,
locuacidad, ansiedad, aceleración del pensamiento, hostilidad, disforia”.249
La vida promedio de la cocaína consumida de esta forma es muy corta
(fugacidad): “se estima como promedio 20 minutos, en tanto comienza a actuar
entre los 8 y los 40 segundos. Sus efectos clínicos duran entre 4 y 5
minutos”250. Lo paradójico de la situación de consumo es que la experiencia
subjetiva descrita unánimemente no siempre es agradable; con frecuencia se
presente una gran ansiedad, descrita como angustia, que sólo se calma
volviendo a consumir. Sobre la angustia, volveremos a hablar más adelante en
nuestro trabajo.
En cuanto a efectos y sensaciones que la PBC genera en los usuarios, hay
coincidencias en relatar un efecto similar pero más fuerte al de la cocaína: “La
pasta base te deja ‘duro y perseguido’, el efecto es mucho ‘más rápido, más

248 En farmacología, las sustancias simpaticomiméticas simulan los efectos de la hormona


epinefrina y la hormona/neurotransmisor norepinefrina. Los medicamentos simpaticomiméticos
elevan la presión sanguíne.a
249 GAÍNZA, Álvaro; Op. Cit; p. 31
250 http:///watch?v=3fB3E1-xmPw

142
intenso, pero más breve’”251. A la descripción de las sensaciones placenteras
suele sumarse la mención de algunas de las desventajas de fumar PBC, como
bajar de peso, respirar mal, demacrarse: “Entre las múltiples entrevistas que
presenta el estudio de Buenos Aires a este respecto destacamos la de un
muchacho de 15 años que describe su experiencia centrándose en la brevedad
del efecto y la necesidad de reiterar el consumo, y la de un usuario de 31 años
que coincide en la brevedad del efectos y su impacto en el apetito pues, como
describe él, te saca el hambre”252.
Al fumarse la PBC, la cocaína es absorbida por la amplia superficie de los
alveólos pulmonares y transportada al sistema nervioso central con un ascenso
muy veloz de su concentración en los líquidos biológicos. Esta velocidad
desarrollada por la PBC, considerablemente mayor que la de la cocaína
absorbida por las pequeñas superficies de mucosa bucal o nasal, pareciera ser
responsable en parte de los dramáticos efectos subjetivos observables.
Las investigaciones realizadas en otros países, especialmente Perú, señalan
que con la PBC no habría un empleo asociado a placer dentro de un contexto
social recreativo, de ambos secos, como puede ser observado con otras
drogas, como la cocaína, la marihuana y el alcohol.

“Una investigación fenomenológica del “pasteo” realizada en Perú


describe tres estadios de ese proceso, cada uno de ellos
caracterizado por diversos síndromes. El primero, denominado
‘momentos antes de fumarla’ se caracteriza por un síndrome
obsesivo compulsivo agudo, uno ansioso y uno neurovegetativo; en
el segundo estadio, denominado ‘efectos de fumar’, se presenta un
síndrme sensorial, uno de éxtasis –descrito como placer similar al
experimentado en el orgasmo-, uno obsesivo, uno sensitivo

251 Transnational Institute; Op.cit.; p. 10


252 Ídem

143
vegetativo y uno de excitación psicomotora; el tercer estadio, de
‘pos-efecto’, que se presenta al día siguiente de la intoxicación y
puede durar aproximadamente una hora, se caracteriza por dolores
corporales, fatiga, hipersomnia, hiperorexia, sed intensa entre
otros”.253

Según los investigadores Federico León y Ramiro Castro, del Centro de


Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas del Perú, el
síndrome de consumo de pasta base tendría tres fases254:

- Fase prodómica. Esta fase se establece junto con el síndrome de


provación, generalmente después de dos a seis medes de consumo de
droga. Se caracteriza por el deseo intenso de buscar la droga y, en
segundo lugar, la incapacidad para abstenerse, seguida de una gradual
pérdida de control sobre el curso del consumo, que ya no se puede
detener. “En ella se da lo que hemos denominado la ‘cartografía de un
pastero’, una de las dimensiones de los circuitos de la pasta: para
financiar el consumo, comienza vendiendo objetos de su hogar, su ropa;
puede seguir estafando, engañando y, en fin, manipulando a las
personas del eterno para conseguir de ellas el dinero, de modo de
superar todos los obstáculos para conseguir y consumir PBC”255

- Fase crítica. Toda la anterior sintomatología desaparece con la primera


aspirada de la droga, que provoca un placer intenso y de muy breve
duración (tres a cuatro segundos), acompañado de euforia, sensación de
claridad mental y ligereza física, que después de algunos minutos de

253 LÓPEZ, Andrés; “Un Invento Asesino”; S/E; Buenos Aires 2006; p. 3
254 Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito; “Pasta Base de Cocaína: Cuatro
décadas de historia, actualidad y desafíos”; Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin
Drogas; Lima Perú 2013; p. 14
255 Op. Cit; p. 44

144
paso a una intensa angustia que impulsa a continuar consumiendo. Si
esto se hace, el placer disminuye progresivamente después de cada
inhalación, hasta prevalecer la sintomatología angustiosa. En esta fase
aparece uno de los efectos más descritos por los usuarios, que es
ponerse “duros”, en referencia a la rigidez muscular y a la lentificación
motora. Otra sintomatología característica es la “paranoidea”, que los
pone suspicaces, desconfiados, irritables y agresivos. A esto se debe
agregar las seudopercepciones, en que les parece ver personas e
interpretan erróneamente ruidos e imágenes, pudiendo experimentar
alucinaciones visuales y auditivas.

- Fase pos-crítica. “Está caracterizada por la aparición de los síntoma de


privación y un desbordante deseo por obtener la droga, que puede llevar
a la comisión de acciones altamente reprobables”256. Se manifiesta una
sensación de fatiga e intenso agotamiento físico, irritabilidad y
disminución del impulso sexual. Suele darse un cuadro tipo depresivo.
Estos síntomas se continuarán con la primera fase, dando origen a un
nuevo episodio.

A estas tres fases reconocidas y aceptadas por la comunidad científica, hay que
agregar el síndrome de abstinencia, resultado de una privación de PBC, cuyo
correlato neuroquímico estaría dado por una depresión dopaminérgica 257.
Actualmente los manuales de psiquiatría diagnostican la dependencia de la
cocaína sin requerir de signos físicos. Más bien, plantean que la cocaína, y
particularmente la pasta base, son adictivas porque provocan una compulsión
intensa por consumir; porque se produce una pérdida del autocontrol; porque el
consumo tiende a hacerse crónico a pesar de las evidentes consecuencias

256 Op. Cit: p. 45


257 Relacionado con la acción de la dopamina

145
catastróficas para la salud, la familia y la sociedad; y finalmente porque el
consumo se vuelve un comportamiento que, si no es detenido, lleva
inexorablemente la destrucción.

Comportamiento y Angustia

La literatura especializada entrega algunos conceptos claves para entender las


características del consumidor de PBC, referidas a diversos aspectos de su
comportamiento. Desde una perspectiva clínica psiquiátrica, los esfuerzos están
centrados en describir el perfil clínico de la dependencia de la pasta base. Se
ha aceptado en ese sentido una descripción del síndrome de PBC, con las
fases ya mencionadas (prodómica, crítica y pos-crítica). Para efectos de lo
conductual, creemos que lo correcto es un estudio desde la sociología.

- Autocontrol: Se observa en el consumidor un deterioro progresivo y


sistemático del autocontrol que se manifiesta en la pérdida de los valores
sociales aceptados en su comunidad. Se vuelve cínico, deshonesto,
exhibe conductas manipuladoras dirigidas al mantenimiento de la
adicción. Comienza por sacar cosas del hogar (se vuelve “doméstico”)
que luego son vendidas para costearse la droga, llegando algunos a
cometer actos delictuales en busca de su satisfacción.
- Relaciones Afectivas: Las relaciones afectivas se vuelven frágiles, y el
consumidor se muestra incapaz de establecer relaciones profundas y
duraderas. “Le resulta muy difícil asumir compromisos y es incapaz de
tomar decisiones para la consecución de metas a largo plazo. Es poco
tolerante”258. Por otra parte, los patrones de relaciones interpersonales
se deterioran, al incorporarse al submundo de las drogas, establece
relaciones funcionales al objetivo. Su baja motivacional muchas veces lo
conducirá al fracaso o deserción escolar. En el ámbito laboral sus

258 GAÍNZA, Álvaro; Op. Cit; p. 35

146
relaciones se deterioran, ya que presenta una notable baja de
rendimiento y una alta tasa de ausentismo, lo que muchas veces es
motivo de despido.
- Anhedonia: Se aprecia una pérdida de la capacidad de gozar de
estímulos y situaciones naturales, una actitud de indiferencia y, en
algunos casos, de franca depresión.
- Estilos atribucionales: “El estilo de vida se ve modificado, ya que el
consumidor tiende a magnificar un foco de control externo, es decir, la
creencia de que su comportamiento y sus consecuencias son
controlados por fuerzas externas”259. Esto posibilita que el consumidor
culpe a los otros de su situación de consumo.

En general, respecto a las características psicológicas del consumidor, se


describe un conjunto de variables asociadas al consumidor, como baja
autoestima, deterioro de la autoimagen, baja valoración de sí, deterioro del
autoconcepto, presencia de ideas irracionales, negación, minimización,
retraimiento, aislamiento social, que lo conducen a un proceso de marginación y
desintegración social. Desde esta perspectiva e asume que el uso de la droga
es fenómeno complejo, en cuya génesis están interactuando tres niveles de
análisis y sus respectivos factores: intrapersonales, interpersonales y
situacionales.

a) Factores intrapersonales
- Aspectos de personalidad. Un rasgo de personalidad relacionado al uso
intenso y abuso de drogas está dado por el constructo de la búsqueda de
sensaciones. Se describe al buscador de sensaciones como “[…] aquella
persona que necesita variedad, novedad y complejidad de sensaciones y
experiencias para mantener un nivel óptimo de excitación; cuando los
estímulos y las experiencias se tornan repetitivos, el buscador de

259 Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito; Op. Cit; p. 112

147
sensaciones se sentirá aburrido y menos respondente que otras
personas”260. De este modo, la necesidad de incrementar el nivel de
excitación resulta un motivo importante para el uso de drogas ya que ella
parece ser uno de los principales caminos para expresar necesidad o
deseo. Otras variables asociadas al consumo de drogas son las
relacionadas con la autoestima y la ansiedad. “La autoestima ha sido
conceptuada como un componente evaluativo del autoconcepto,
constructo multidimensional que refleja los sentimiento de autovalía en
relación a la conducta, la apariencia física, la inteligencia y el yo
emocional”261. La baja autoestima estaría altamente relacionada con el
consumo abusivo de drogas. Sin embargo, algunos plantean que este
deterioro de la autoestima sería más bien una consecuencia del
consumo.262 En relación a la ansiedad, se ha encontrado que el tipo de
ansiedad más característico de los dependientes de drogas es la
asociada con vergüenza, es decir, sentimientos de inferioridad e
inadecuación.
- Aspectos cognitivos. “Los estilos atribucionales han sido estudiados en
relación a los consumidores de drogas, particularmente lo que se refiere
al locus de control interno-externo. Este constructo tiene relación con las
expectativas generalizadas respecto a las relaciones causales entre el
comportamiento y las consecuencias”263. Los consumidores abusivos de
drogas son vistos como portadores de un “locus” de control externo, es
decir, como creyentes de que su vida está controlada por fuerzas
externas.

260 OSSES, Juan Pablo; HENRÍQUEZ, Patricio; “Poblaciones marginales y pasta base de
cocaína: la irrupción de drogas duras en los sectores populares urbanos de Santiago. 1983-
1993”; Tesis para optar al grado de Licenciatura en Historia y Ciencias Sociales de la
Universidad de Santiago; Santiago 2005; p. 237
261 Ídem
262 GAÍNZA; Op, Cit; p. 36
263 Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito; Op. Cit; p. 114

148
b) Factores interpersonales.
En esta área se ha estudiado la influencia que ejercen los padres y los
adultos significativos en la actitud de los individuos respecto a las drogas,
básicamente basándose en “[…] la teoría del aprendizaje social y en los
procesos de socialización. También se identifica la influencia que ejercen
los pares a través del proceso de presión social, encontrándose una
correlación positiva entre estas variantes”264. Además, se ha encontrado
una relación significativa entre el abuso de las drogas y la disolución de
la estructura familiar. En esta estructura se identifican el número y tipo de
problemas que los jóvenes perciben en sus familias: “la ausencia de los
padres, la carencia de la proximidad parental, una madre excesivamente
pasiva y el uso de drogas y alcohol de los padres”265.

c) Factores situacionales
El factor situacional está altamente ligado a los diferentes tipos de usos,
según se describen a continuación.
- Experimental. Acción realizada básicamente por curiosidad
- Recreacional. Se refiere al consumo de una sustancia para gozar de sus
efectos placenteros, sobre todo en un contexto social.
- Circunstancial. Se refiere al consumo vinculado a una razón o situación
específica de carácter personal.
- Intenso. Se le entiende como uso cotidiano, que empieza a interferir con
la persona en su funcionamiento normal, alterando sus relaciones
funcionales en el trabajo, en la familia, etc.
- Compulsivo. “Está dado porque el patrón de consumo domina la vida del
usuario, con marcado deterioro del funcionamiento social, vocacional y
psicológico, de tal manera que el obtener la droga, usarla y experimentar

264 GAÍNZA; Op. Cit; p. 36


265 Ídem

149
sus efectos es fundamental y pone en segundo orden las demás
actividades”266. Por otra parte, se relaciona el uso de las drogas con
cierta etapa del ciclo evolutivo, particularmente con la adolescencia,
debido en parte al conjunto de cambios y exigencias de rol que se
experimentan.

Cuando las distintas conductas sociales y psicológicas producidas por el


consumo de PBC, entran en relación con el entorno social y personal del sujeto
en cuestión, entran al ruedo dos procesos importantes para nuestro estudio,
ambos relacionados íntimamente entre sí: La angustia y la violencia.

La angustia y la violencia

Llevaremos primero la angustia a una definición desarrollada desde el


psicoanálisis, en particular desde el trabajo de Freud, relacionada más bien a
una acepción vinculada con el impulso inconsciente del sujeto respecto a sus
acciones y a su actuar.
La angustia, si bien no es el punto central de la metapsicología freudiana,
constituyó un factor importante en la conceptualización del aparato psíquico. La
teoría freudiana está basada fundamentalmente en los representantes
psíquicos de la pulsión, pero fue por la vía de la angustia que llegó a la libido y
a ubicar el deseo sexual como centro de su teoría de la neurosis267. Junto a lo
anterior, Freud abre el camino a la investigación de lo histórico, al que en
definitiva concederá su mayor interés. Es decir, que además de la noción de
excitación sexual insatisfecha motivada por prácticas sexuales inapropiadas y
que encuentra cerrado el camino de la elaboración psíquica, desarrolla el
concepto de libido reprimida por hallarse unida a representantes psíquicos
infantiles inaceptables para otras instancias del aparato. Estos representantes

266GAÍNZA; Op, Cit; p. 37


267FREUD Sigmund, “Obras Completas: Volumen XX (1925-1926)”, Amorrortu Editores, Buenos
Aires 1976.

150
son las figuras parentales o sus sustitutos y por consiguiente la libido reprimida
es tanto la pulsión incestuosa hacia la madre como la pulsión homosexual hacia
el padre. Estos representantes pulsionales son reprimidos en virtud de la
amenaza de castración. Esta amenaza es la consecuencia de la situación
triangular, ya que la madre pertenece al padre, así como de los propios deseos
hostiles del niño hacia el padre. De esta manera se reprime no solo la pulsión
sexual, sino también los componentes agresivos de la misma.

“Hay en Freud dos concepciones de la angustia; una como descarga


somática directa, como expresión de una excitación sexual que no
puede ser ligada porque no tiene acceso a los representantes
psíquicos y que por ende no moviliza libido; y otra como producto de
una transformación de la libido en angustia por efecto de la
represión, transformación que es debida a la separación de la libido
de sus representantes psíquicos reprimidos, libido que al desligarse
se transforma y se libera manifestándose como angustia”268

Junto a estas condiciones neuróticas de la angustia, Freud describe la


emergencia de situaciones de angustia frente a peligros reales que él llama
“angustia realista”269, puesta al servicio de la pulsión de autoconservación, y la
diferencia de este modo de la angustia neurótica, que es angustia ante un
peligro fantaseado o interno. Claro que inmediatamente sostiene que las
diferencias no son radicales y que siempre nos encontramos que junto a la
angustia realista coexiste angustia neurótica en mayor o menor grado.
La PBC, separa al consumidor de su libido, lo angustia, lo enfrenta a una
angustia realista por el peligro fantaseado de no poder vivir sin seguir
consumiendo producto de los efectos físicos y químicos de la droga (que ya

268 GARBARINO, Héctor “Las diferentes concepciones psicoanalíticas de la angustia”; revista


uruguaya de Psicoanálisis N° 114; Montevideo 2012; p. 17
269 FREUD Sigmund, Op. Cit; p. 164

151
explicamos anteriormente). En ese sentido, la angustia que provoca la PBC
lanza al sujeto en cuestión a un actuar alejado de su carácter real, a una
pérdida del autocontrol que se traduce en la necesidad impulsiva de seguir
consumiendo, sea cual sea el costo de esto. Entonces, cuando se habla del
“domestico”, del “angustiado”, del “pasturri”, nos encontramos frente a la
máxima expresión psicosocial de la PBC: la enajenación que provoca la
angustia y la pérdida del autocontrol que conlleva a separar al consumidor de
su realidad y entorno social.
El sujeto consumidor de PBC pasa a un estado objetivo en que su propia
conciencia se ha convertido simplemente en su propio enemigo. Es, en lo
producido, un otro, que no sólo no reconoce, sino que le resulta ajeno. Ajeno en
el sentido enfático de enemigo, de algo que lo niega. Lo más importante de la
enajenación, como concepto, es que es una situación objetiva, es decir, algo en
que el sujeto está involucrado más allá de su voluntad, buena o mala, o de su
conciencia respecto a su adicción posible. Hasta el punto de que hay en ella
una diferencia objetiva entre el discurso y la acción, entre el reconocerse
enfermo y el seguir consumiendo, una diferencia que no sólo no se sabe, sino
que no puede saberse desde sí. El mundo comienza a girar en torno a su
consumo, en torno al conseguir más droga, la familia es funcional a eso, los
amigos son funcionales a eso, el trabajo, cuando lo hay, también es funcional a
seguir consumiendo.

152
CAPÍTULO III: Construcción de una nueva hegemonía
‘Las bases históricas de la adicción en Chile’

Aspectos Históricos del Neoliberalismo en Chile

El neoliberalismo en nuestro país representa no sólo los aspectos de la


economía, esto quiere decir el libre mercado, sino que va más allá de este
punto. El neoliberalismo chileno en todos sus años de vigencia ha construido
una sociedad nueva, visiones de mundo y valores distintos que antes no
existían o eran masivos. El neoliberalismo, por lo tanto, se ha constituido como
la ideología hegemónica de la sociedad chilena y ha traspasado todos los
rasgos de la vida social, privada y política de los habitantes; todos los aspectos
de la vida están condicionadas por este modelo y sistema político, que a fin de
cuentas, representa la derrota ideológica y política de las masas organizadas.
Pero este sistema no se instauró de la noche a la mañana, al contrario se hizo
cuerpo luego de largas discusiones académicas y que más tarde fueron
presentadas ante la junta militar como el modelo necesario para transformar a
nuestro país en todos sus ámbitos. No obstante, esta penetración neoliberal no
se da en cualquier momento, sino que se genera en plena dictadura militar,
cosa paradójica si nos atenemos a los ideales de la libertad de los economistas
liberales. En este sentido, chile fue el experimento neoliberal en la cual se han
probado casi todos los tipos de política económica existentes pero “en gran
medida, todos esos experimentos han terminado en el fracaso” 270, lo más
complejo que este fracaso se encripta junto al derrotero popular, que a fin de
cuentas, le toca vivir diariamente la violencia del sistema.
En términos concretos, el neoliberalismo chileno no es algo nuevo en 1974, ya
en 1956 la Universidad de Chicago firmó un convenio de intercambio con la

270 EDWARD, Sebastián; Cox, Alejandra; “Monetarismo y Liberalización. El Experimento


chileno”; Fondo de cultura económica; México 1992; p. 17

153
Administración de Cooperación Internacional y la Universidad Católica de Chile.
Esto vinculó los departamentos de economía de estas dos universidades por
más de 10 años. Este convenio buscaba establecer lazos académicos
importantes, pero su objetivo principal fue el envío de egresados chilenos a la
Universidad de Chicago y la creación de un Centro de investigaciones
económicas en Santiago y bajo la supervisión y guía de la Universidad de
Chicago. Para la Universidad Católica, el convenio representaba una “una
aspiración crecientemente deseada: la modernización académica e institucional
desde una visión diferente al desarrollismo y al marxismo”271, por lo que esta
oportunidad era única y se debía aprovechar.
Po otro lado, el objetivo de la universidad de Chicago era poder influir
fuertemente en la elite intelectual de los economistas latinoamericanos y poder,
de esa forma, expandir el discurso neoliberal contra sociedades que estaban
fuertemente influenciadas por las ideas Cepelinas del desarrollismo. Para esto,
la Universidad estadounidense planteaba que había que poner énfasis en el
poder y la influencia que tenía el Estado en la economía, además de privatizar y
descentralizar la actividad económica, proteger la propiedad privada y darle una
fuerte importancia a al mercado como ente regulador, por esta razón es que el
“evidente interés norteamericano por Chile sugiere (...) neutralizar la manifiesta
influencia de la CEPAL, con sede en Santiago, como la de la Facultad de
Economía de la Universidad de Chile. Instituciones que aplicaban en docencia e
investigación un enfoque estructuralista.”272
De esta forma, las ideas neoliberales se comienzan a masificar al tal grado que
logran ir haciendo hegemonía dentro de las propuestas de proyectos
nacionales. Así, a mediados de 1972 un equipo de profesionales neoliberales,
que incluía a militantes del Partido Nacional, independientes de derecha y
democratacristianos –con apoyo empresarial- desarrolló un documento base

271 CÁCERES Quiero, Gonzalo; “El neoliberalismo en Chile: implantación y proyecto 1956-
1983”; En Revista Mapocho nº 36; Santiago; p. 2
272 Ídem

154
para la discusión de un programa económico alternativo que sirviera de base a
un hipotético futuro gobierno “cívico-militar”. Para el invierno de 1973 “El
ladrillo”, nombre que recibió tal trabajo, estuvo concluido, iniciándose su
distribución en medios civiles y militares273.
Apenas hubo asumido el primer gabinete de la junta militar, este grupo de
economistas buscó seducir con su propuesta a las nuevas autoridades. En esta
aspiración encontraron el apoyo de una serie de altos oficiales de la marina,
quienes recibieron copias del plan del equipo económico y lo utilizaron para
obtener la tuición de la marina sobre la política económica de los primeros
tiempos de la dictadura. Es así como en los días inmediatamente posteriores al
golpe de Estado, fueron convocados al gobierno, por el Ejército y la Marina,
(responsable de la conducción económica del nuevo régimen) algunos
importantes economistas neoliberales.
Los jóvenes economistas salieron victoriosos en la disputa por la conducción
económica del nuevo régimen. Ello a pesar de la oposición de importantes
sectores empresariales y de las fuerzas armadas, entre los que se contaban el
General Leight y la DINA, quienes sostuvieron una férrea defensa del
nacionalismo y el estatismo, así fue que, “en sus primeras reuniones con la
Junta, el equipo económico deslumbró a su audiencia por su brillantez y por su
espléndido manejo de todos los aspectos técnicos de la política económica. En
confrontación con los defensores de las formulas gradualistas o estatistas
demostraron una meridiana superioridad (...) Pinochet y sus colegas se dejaron
impresionar por el uso que los economistas supieron hacer de su supuesta
autoridad científica así como por su ilimitada arrogancia”274, por lo que

273 Cabe destacar, que en el prólogo de “El Ladrillo” del año 1992 de Sergio Castro, cuenta que
el Ladrillo se encontraba con sus ideas más importantes ya en 1969, y que fue presentado a
Jorge Alessandri, quien fuese en ese momento candidato presindecial. Alessandri no aceptó del
todo este programa económico por considerar que estos cambios debían hacerse con rápidez y
el planteaba que sólo los harías de manera regular. Así, después de esto lo vueven a estudiar y
a estructurar y es entregado a la junta militar.
274 VALENZUELA, Arturo; “Los militares en el poder. La consolidación del poder unipersonal”;

p.132

155
finalmente la posición neoliberal sobrepasó a la posición con ideas
corporativistas. Como consecuencia de lo anterior, los neoliberales tomaron
como base de operaciones algunas reparticiones claves, tales como ODEPLAN,
el Banco Central y el Ministerio de Hacienda. En todas ellas, los Chicago Boys –
nombre que recibieron los estudiantes que volvieron de sus estudios en
Chicago- presentaron un discurso y un proyecto claramente determinado,
además de un alto grado de cohesión interno y una importante capacidad de
gestión.
Entre los economistas más destacados de la ofensiva neoliberal sobre el sector
público destacan las figuras de Sergio De Castro, ex decano de la Facultad de
economía de la Universidad Católica, quien en las primeras reuniones
impresionó a Pinochet y tuvo la suficiente audacia como para refutar las
objeciones del propio general. De Castro era reconocido como líder entre sus
pares. En 1955 fue becado a la Universidad de Chicago gracias a la visita de
Arnold C. Harberger, un economista estadounidense y docente de la escuela de
Chicago que sus lazos con nuestro país se extienden desde los años 50, “con
quien llegaría a ser amigo (...) pese a todo lo que se ha dicho después, De
Castro no se inspiraba tanto en Milton Friedman,(...)sino en su maestro y amigo
Larry Sjastaad, cuya inflexibilidad teórica era altamente conocida en
Chicago”275. A poco andar De Castro ocupa importantes cargos en Economía y
Hacienda.
En ODEPLAN, que en los inicios del gobierno militar era dirigido por el ex
marino Roberto Kelly, un importante núcleo de jóvenes neoliberales estaba
comandado por Emilio Sanfuentes, uno de los organizadores del equipo que
produjo “El Ladrillo”. El principal de esos jóvenes era el jefe del departamento
de estudios, que había regresado de Chicago en Octubre de 1973,
directamente a ese cargo. Su nombre era Miguel Kast. Era considerado el

CAVALLO, Ascanio; “La Historia oculta del Régimen militar”; Ediciones de Bolsillo; Santiago
275

2003; p.114

156
producto más brillante de su generación. Formado en los años sesenta en la
Universidad Católica. “Había estado en los orígenes del gremialismo y se le
consideraba un cerebro organizativo. Junto con el cargo de ODEPLAN, Kast
asumió tareas en algunos de los aparatos mas cercanos al mundo militar” 276.
Esta intimidad con el poder facilitó su ascenso veloz. Gracias a su intervención
otros talentos jóvenes fueron entrando a diferentes áreas de la gestión
económica de la dictadura.
Por lo tanto, la instalación del modelo neoliberal chileno es paradójico, ¿cómo
puede un modelo que habla deliberadamente de libertad utilizar una dictadura
militar para instalarse con todo en nuestro país? Es contradictorio, pero
dialécticamente posible. Para que el neoliberalismo pudiese ser instalado de
principio a fin, necesitaba de una Dictadura militar para que facilitara el trabajo y
de esa forma se podía iniciar una serie de transformaciones en Chile sin una
oposición popular que las enfrentara. De esta forma, cuando la dictadura optó
por el modelo neoliberal, en Chile comenzaron una serie de “modernizaciones”;
en abril de 1975 “en esencia, el modelo neoliberal se sostenía sobre una
propuesta bastante simple: ‘desestatizar` el manejo de la economía y confiar
sus funcionamiento a los mecanismos espontáneos del mercado” 277, se daba
inicio , por lo tanto, a transformaciones profundas con el argumento de lograr
que el país pudiese estabilizarse de la caótica experiencia que había dejado el
gobierno de la Unidad Popular: la inflación, la lentitud del crecimiento, la falta de
ahorro e inversión, la ineficiencia y la baja productividad, lo que provocaba, en
suma, la incapacidad de Chile de desarrollarse. Es en esta coyuntura, que los
militares en el poder comenzaron a devolver a los empresarios muchas de las
empresas que habían sido intervenidas en el gobierno de la UP, y con ello
también, los bancos y empresas que dependieron de la CORFO, “incluyendo
algunas que habían sido originalmente creadas por esta institución, fueron

276 Op. Cit; p.113


277 SALAZAR, Pinto; Op. Cit; p. 48

157
puestas en licitación para despojar al Estado de un rol productor que la nueva
ortodoxia –neoliberal- consideraba aberrante”278. De esta manera, entre
devoluciones y licitaciones el Estado hacia 1980 había dejado una 387
empresas de su control “quedando en su poder un pequeño grupo que, en su
gran mayoría, también estaba destinado a la privatización”, por lo tanto, lo que
se buscaba en este momento era incentivar a los agentes económicos
extranjeros y nacionales para que inviertan en nuestro país, y a la vez que se
suponía que el juego de la oferta y la demanda fomentaría arduamente la
especialización productiva, o sea, se daba una vuelta directa hacia el
crecimiento hacia afuera, ahora junto al neoliberalismo.
Pinochet en 1979, en su discurso de Chacarilla, anuncia los cambios concretos
que se van a implantar desde ese momento en chile. En él anunció “que las
reformas alcanzarían a todos los principales ámbitos del quehacer nacional,
dentro ‘de una perfecta coherencia y armonía conceptual`”279, lo que plantea
este cronista pinochetista, es que tras el discurso en Chacarillas Pinochet
anunciaba que lo que proyectan no sólo iba en dirección de restaurar el orden,
sino que también, más allá del simple marco constitucional. De esta forma,
Pinochet propuso las llamadas “siete modernizaciones”, que eran el Plan
Laboral, La reforma Previsional, la Reforma Educacional, los cambios profundos
cambios en la Salud chilena, el sector justicia y la reforma administrativa. Este
periodo, destacó por ser un periodo político- económico en que predominó la
ortodoxia neoliberal, se le denominó también “neoliberalismo radical” o
“neoliberalismo global”, aquí se “buscó extender la lógica privatizadora a otras
esferas del quehacer social, como las relaciones laborales, la previsión, la
educación y la salud”280, se liberalizó todas estas esferas para que entrara el
capital privado al país y el Estado asumiera el rol de subsidariedad.

278 Op. Cit; p. 49


279 VALDIVIESO, Rafael; “Crónicas de un rescate”; Editorial Andrés Bello; Santiago; p. 197
280 Op. Cit. p. 49

158
Tras la crisis en la que se vio inmersa la economía chilena, se impuso la
tendencia neoliberal denominada como ‘pragmática’, en este punto Marcelo
Cornejo nos facilita 6 tesis principales del por qué se jugó el papel pragmático.
En primer lugar, se dice que el problema económico de las crisis eran cíclicos y
no estructurales, por lo que “la economía de mercado no debía ser cuestionada,
sino más bien las críticas deberían centrarse en las políticas monetarias
aplicadas más por inspiración ideológica que por una necesidad práctica” 281; en
segundo lugar, planteaban que la irresponsabilidad en el endeudamiento debía
ser contrarrestada con una mayor participación del Estado en la economía, en
el cual éste debía regular y controlar las operaciones financieras y resguardar el
mercado; en un tercer lugar, sostuvieron que el gobierno debía tener una mayor
participación cuando se gestan políticas sociales que respondieran a las
necesidades sociales los más pobres no podían resolver en el mercado; en el
cuarto lugar tenemos al empresario innovador y pragmático, quien no debe
dedicarse tanto a la especulación , sino que a la “producción y competitividad
mercantil fortaleciendo tanto al mercado interno como la participación en el
mercado externo”282; en el quinto lugar, Cornejo nos dice que los caporales del
neoliberalismo plantearon ante la crisis que para tener una economía sana, el
aumento del ahorro debía ser un elemento fundamental, al igual que la
disminución de las deudas; por último, en el sexto lugar, es uno de los
aspectos más importantes de la nueva visión de la economía chilena, en este
punto tenemos la intención necesaria para dar un fuerte impulso a todas las
actividades productivas con ventajas comparativas y lanzarse con todas las
fuerzas a la competencia internacional, e imponer como eje del crecimiento a
las exportaciones llamadas ‘no tradicionales’.
Este viraje en la economía chilena, buscó cristalizar y profundizar aún más las
políticas neoliberales que en Chile desde unos años se estaban instaurando, la

281 CORNEJO, Marcelo; “Acumulación de capital en Chile”; Sin Editorial; Santiago 2011; p. 400
282 Op. Cit; p. 401

159
diferencia se plasma en el pragmatismo en el actuar del estado y los
economistas, que finalmente en los años 90 buscará su profundización.

Las Reformas neoliberales

Chile ha sido un pionero en la región en la implementación de reformas que han


significado importantes modificaciones en las estructuras institucionales. Entre
ellas, la reforma previsional, la privatización de las empresas públicas, las
reformas para descentralizar y permitir el ingreso del sector privado a la
provisión de servicios de salud y educación, la apertura comercial, y la
concesión de infraestructura. En estas reformas, existen sectores en el diseño
de éstas reformas que han sido controvertidas y su aplicación ha producido
importantes niveles de conflicto (salud, educación). En estos últimos casos, la
reforma fue aplicada de manera parcial o, con el tiempo, se implementaron
políticas adicionales que modificaron o inhibieron la reforma original.
Todas estas reformas comparten la característica que sus propuestas preveía
un cambio significativo en la participación de los sectores público y privado en la
provisión de bienes o servicios, en el modo de asignación de los recursos y,
principalmente, en la institucionalidad con la cual operaba cada sector. Pese a
que en todas las reformas iniciadas a mediados de la década de 1970 el hilo
conductor se basaba en los mismos principios, los resultados de su aplicación
han sido bastante heterogéneos. Dicho hilo conductor consideraba, por un lado,
la utilización del mercado como asignador de recursos bajo un esquema de
regulación eficiente y, por otro, la redefinición del papel del Estado como agente
subsidiario y regulador.

160
Salud

Las reformas implementadas a inicios de l0s años ochenta cambiaron


profundamente la estructura y funcionamiento del sector salud en Chile. Entre
las virtudes de las reformas destacan, por una parte, “la separación de
funciones entre el financiamiento y la provisión de servicios de salud y, por otra,
l0s procesos de descentralización puestos en marcha”.
En primer término, podemos plantear el cambio de estructura que nos
encotramos con las reforma a la salud, donde indudablemente nos encontramos
con la creciente participación del sector privado en la provisión de servicios de
salud y en el mercado de seguros, estó provocó que el sistema de salud se
consolidara como un sistema mixto con participación privada y pública. De esta
forrma, la llegada del sector privado al área de la salud, produjo un gran efecto
dinamizador en las áreas de la salud produjo un importante efectodinamizador
en las áreas de provisión de servicios y financiamiento. De esta forma, se
produjo, en primer lugar, “un significativo redireccionamiento de las cotizaciones
recursos hacia las ISAPRES. En segundo lugar, se produjo una creciente
brecha en el gasto por cotizante entre ambos sistemas”283.
Según el colegio médico, “entre 1973 y 1980 hubo una disminución significativa
del gasto social y del financiamiento al SNS, conservándose la misma
modalidad de organización y funcionamiento previos, pero bajo régimen
autoritario”284, osea, lo que podemos apreciar no es que no existan cambio
significativos, sólo que se mantuvo el modelo hasta cambiarlo completamente
con las reformas neoliberales impulsadas por la dictadura. Sin embargo, a partir
de 1979 se comienza a reestructurar el sector estatal de salud, “se reorganizó
al Ministerio de Salud y sus instituciones relacionadas y se creó el Sistema

FFRENCH-DAVIS, Ricardo; STALLING, Bárbara: “Reformas, Crecimiento y Políticas


283

Socialesen Chile desde 1973”; LOM ediciones; Santiago 2001; p. 205


284

http://www.colegiomedico.cl/Portals/0/files/biblioteca/documentos/otros/Sistemasaludchileno.pdf

161
Nacional de Servicios de Salud (SNSS) que rige actualmente (DL
2.763/1979)”285.A la vez, se crea el régimen de prestaciones de salud mediante
la denominada ley de salud, (ley 15.469, año 1985), fijó las características del
modelo de financiamiento, previsión y atención de salud vigentes, destacando la
libertad de optar por alternativas públicas o privadas en la previsión y atención
de salud y contribución proporcional al ingreso en el sistema público.
Entre 1981 y 1986 se adoptaron iniciativas legales para la creación de las
Instituciones de Salud Previsional (ISAPRE) y se concretó el traspaso de la
administración de la mayoría de establecimientos de nivel primario a las
municipalidades. Esta Ley de las ISAPRES premite que éstas “operen
directamente brindando las prestaciones, o bien sólo actúen como agentes
financiadores” 286, en esta etapa de incio se va adesarrollar el modelo de
ISAPRE financiero, el cual se especializa en rganizar sistemas de reembolsos
en gastos médicos.
Además, hacia 1980 comienza un periodo de municipalización en la atención
primaria que va culminar en 1987, entre estos años lo que va a hacer es que, a
pesar que los establecimientos van a continuar perteneciendo al SNSS, el
control de la gestión –como el equipamiento, los inmuebles y el personal que
brinda los servicios-van a quedar bajo la tutela de los municipios, ellos se haran
cargo del funicionamiento práctico de los hospitales, y éstos serán financiadosa
través del “sistema de facturación por atenciones médicas (FAPEM), por 10s
fondos municipales propios, y por el fondo comlin municipal (FCM)”287.Por
último, hacia 1985 se dicta el Decreto de Ley 18. 469, que va regir el sistema de
prestaciones de salud, esta ley rige para todos los trabajadores independientes
de sus condición laboral, o bien, su régimen previcional al que se encuentren
adscritos, y también para las personas en condición de indigentes. Las
principales características que podemos encontrar en este sistema esen que

285 Ídem
286DAVIS, STALLING; Op. Cit; p. 267
287 Ídem

162
“las cotizaciones de salud pueden dirigirse alternativamente hacia dos sistemas
de seguros de salud que funcionan de manera paralela y con lógicas muy
distintas”288, estos dos sistemas de salud son las ISAPRES y FONASA y los
cotizanes pueden escoger entre el seguro público y los seguros de salud
privados. Por lo tanto, son beneficiarios del sistema público de salud, las
personas clasificadas como indigentes, los afiliados cotizantes y sus cargas.
Así, los indigentes pueden antenderse de forma gratuita en cualquier
consultorio del país; los cotizantes y sus cargas se pueden atender “en el
sistema público de salud (modalidad institucional), o recibir atención médica con
proveedores privados, mediante la modalidad de libre elección del FONASA,
para lo cual se debe efectuar un copago por los servicios recibido”289.

Previsión

La AFP fue creada como una industria de pensiones que tienen como
características: que cada AFP debe mantener recursos propios en una
proporción al número de afiliados, capital que es completamente independiente
y está aislado del fondo de pensiones que ella administra; está obligada a
garantizar un rendimiento mínimo para la inversión de l0s fondos de pensiones,
el cual se estima según el rendimiento medio obtenido por todas las AFP; si el
afiliado lo decide así al momento de jubilar, la administradora debe pagar
pensiones con arreglo a una alternativa de retiro mensual de fondos de la
prestación por jubilación, o bien transferir el fondo acumulado a una compañía
de seguros, seleccionada por aquel para la compra de una renta vitalicia. Existe
también la posibilidad de combinar ambas alternativas.
En mayo de 1981 el Nuevo Programa de Pensiones entra en vigencia, de
acuerdo con el Decreto Ley N° 3.500 de noviembre de 1980. Bajo la modalidad

288 Op. Cit; p. 268


289 Ídem

163
de Capitalización Individual, el Nuevo Sistema es “administrado por una docena
de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), bajo la supervigilancia de
la Superintendencia de AFP, creada en 1980 con ese fin”290. Bajo esta
modalidad cada trabajador dependiente abre una cuenta individual obligatoria
en la que su empleador deposita sus cotizaciones (10% de las rentas
imponibles del trabajador), creándose así un Fondo de Pensiones. Existe,
además, una cotización adicional obligatoria que fijan libremente las AFP para
cubrir el costo de un seguro contratado para las pensiones de invalidez y
sobrevivencia (3,5% aproximadamente, marzo 1986).
Por otro lado, las AFP cobran una comisión por la administración del Fondo de
Pensiones, el cual es invertido por ellas con un 1% de capital propio en el
mercado de capitales. Las ganancias de capital de esta inversión reciben un
trato impositivo preferencial. Entre las obligaciones de las AFP, aparte de la
recaudación de cotizaciones, inversión del Fondo y entrega de pensiones, se
encuentra la de un retorno medio mínimo a las inversiones del Fondo y la de
informar regularmente a sus asegurados de la evolución del estado de su
cuenta individual. El Estado, a través de la Superintendencia de AFP y la
Superintendencia de Valores y Seguros tiene, en esta modalidad, solamente un
papel fiscalizador y subsidiario. Fiscaliza tanto en relación a la administración
del Fondo como en relación a sus inversiones. Con respecto a estas últimas se
crea la Comisión Calificadora de Riesgos, la cual informa a las AFP y a sus
asegurados del riesgo relativo de su cartera de inversiones, anunciando
excesos sobre un máximo riesgo garantizado. Además, el Estado hace entrega
de Pensiones Asistenciales a aquellos asegurados cuyas imposiciones no
garantizan una pensión mínima estipulada. Finalmente, el sector de la fuerza de
trabajo que en la historia de la Previsión en Chile no estuvo formalmente
cubierto por el Sistema, encuentra en el Nuevo Sistema Previsional una opción.

290 http://www.cepchile.cl/dms/archivo_1617_1406/rev25_ortuzar.pdf

164
El trabajador independiente puede afiliarse al Nuevo Sistema, para lo cual tiene
que cotizar

Educación

En consonancia a todo lo hemos visto, nos concentramos en el proceso que


comienza a vivir la educación chilena, debemos decir que ésta sufre desde el
primer momento los embates de las medidas que toma la dictadura y que van a
ser principalmente reprsivas y apuntan a excluir del sistema educacional todo
“vestigio de organizaciones y fuerzas representativas del bloque de izquierda o
que pudieran implicar una actitud crítica hacia el gobierno militar”291, pues como
lo declara expresamentente, en marzo de 1974, que el “régimen militar que se
instaura en1973 no es ‘neutral’ y se propone terminar con las ideologías o
acciones que suponen resquebrajar la ‘Unidad nacional’”292,las acciones
impuestas en la educación representan la ‘seguridad’ de las autoridades
dictatoriales para evitar en ella un área de ‘infiltración’ por parte del ‘enemigo
interno’, es decir el marxismo y sus aliados, es por esta razón que se cuida en
demasía la educación por esta largo período. Es en este sentido, y en
conformidad en la prcepcion interna del sistema educativo, los establecimientos
quedaron subordinados directamente a las autoridades militares y el Ministerio
del interior. En relación con esto, desde el Ministerio de Educación se procede a
implementar un sistema de revisión y control en los contenidos y programas de
los planes de estudio utilizados en las escuelas, para lograr así adecuarlos a los
principios conservadores y nacionalistas que arcan la ideología de la Dictadura
Militar en este periodo.
Con posterioridad a esta primera fase que es fundamentalmente represiva de la
política educacional que aplica el régimen militar, se desarrolló un intento de

291 RUIZ Schneider, Carlos; “Educación, Mercado y Privatización”,


http://web.uchile.cl/facultades/filosofia/Editorial/documenta/reflexunive/08.htm
292 Ídem

165
lograr un control de las asocioaciones u organizaciones de profesores a partir
de una matriz corporativista que culmina con la “creación del Colegio de
Profesores en octubre de 1974, con dirigentes designados por las autoridades
militares”293. A la vez, junto con la creación del Colegio y a esta política que
busca controlar a los docentes en sus mecanismos de organización, también
aparece la implementación del reglamento de ‘Carrera Docente’, que significó el
inicio de un “proceso de jerarquización y disciplinamiento del Magisterio” 294.
Esta forma de organización corporativista que asume el magisterio se basa
principalmente en una forma de pseudoparticipación, jerárquica y
autoritariamente controlada y que se va a extender hasta más o menos 1980.
Por su parte, a lo que se refiere a las organizaciones estudiantiles, fueron
prohibidas y disueltas todas las federaciones que pertenecían a estudiantes
secundarios y universitarios, con excepción de la Universidad Católica, puesto
que esta federación se encontraba bajo control del movimiento gremialista.
También, estas prohibiciones afectaron a los Centros de alumnos de las
instituciones educacionales del país, que a la postre “impidió toda participación
en actividades políticas, religiosas, o conectadas con la administración de los
establecimientos y cuyos dirigentes dejaron de ser elegidos, para pasar a ser
designados por las autoridades”295. Medidas coercitivas similares afectaron
incluso a los Centros de Padres y Apoderados de escuelas y liceos.
Por su parte, uno de los pasos más importantes en el ámbito institucional que
llevaron a la práctica los militares, fue un nuevo énfasis del modelo en el
traspaso de las escuelas a las Municipalidades. Con esta medida, más otras
que afectan sobre todo a las Universidades, se inicia formalmente el
desmantelamiento del modelo de educación pública que existía con
anterioridad. La municipalización no es en sí misma este desmantelamiento.

293 Ídem
294 Varios Autores; “Las Transformaciones Educacionales Bajo el Régimen Militar”; Programa
Interdisciplinario de Investigación en Educación PIIE; Santiago 1984; p. 168
295 Ídem

166
Pero el traspaso que emprende el régimen militar apunta por sobre todo a la
privatización y específicamente a un cambio en la identidad laboral de los
docentes. Por lo tanto, el papel del Estado, en este modelo, no es otro que el de
un ente meramente normativo y supervisor, así “el sistema de prestación del
servicio educacional que se ha establecido, con el financiamiento que se ha
diseñado y con las funciones que le competen en este esquema al Ministerio de
Educación, son las mejores garantías para hacer realidad la libertad de
enseñanza en nuestro país”296. Este diseño representa, además, y en el mismo
sentido que el Plan Laboral, el mejor resguardo contra un sorpresivo rebrote de
la actividad política y de la politización, así lo plantea Prieto: “Si esto ocurre -
asegura nuestro autor - lo más probable es que va a surgir de inmediato la
alternativa de un establecimiento que no esté afectado por tal problema, al cual
los padres podrán llevar a sus hijos”297. En los años seguirán a todas estas
reformas, se seguirá manteniendo la lógica de percibir la educación como
disciplinamiento e irá perfilándose y definiéndose cada vez más en torno a un
paradigma básico que, como lo hemos dicho, surge de la idea de mercado y, en
general de la racionalidad económica.

Reforma Laboral y Código del Trabajo

El nuevo régimen laboral, a partir de 1979, estaría en manos de José Piñera,


quien sería el ministro del trabajo y previsión social en estos años de dictadura.
Este personaje, en lugar de eliminar o suprimir la organización sindical le
reconoció un estatus reducido que apenas podía mantener sus prerrogativas
tradicionales y de esta forma limita la existencia efectiva en el marco único de la
empresa ya que sólo los sindicatos de empresas tenían el derecho a
negociación con el empleador. Además, en este periodo el mercado laboral se

296 PRIETO; op. Cit; p. 94


297 Ídem

167
desregula formalmente, modificando la Ley de inamovilidad posibilitando que el
rol gubernamental se limite en la determinación de los salarios. Del mismo
modo, con el ‘Plan Laboral’ se reestablece desde 1979 la negociación colectiva,
la actividad sindical y la huelga, pero en condiciones muy diferentes a las
existentes hasta 1973.
Por otro lado, la nueva legislación sindical distingue cuatro tipos de sindicatos:
en primer punto e encuentra el sindicato “de empresa, el que agrupa sólo a
trabajadores empleados por una misma unidad productiva” 298; en segundo lugar
se encuentran los sindicatos inter-empresas, que reúne a trabajadores de a lo
menos tres empleadores distintos; en tercer lugar, encontramos a sindicatos “de
trabajadores independientes, para quienes no dependen de un empleador” 299; y
en último lugar, encontramos a los trabajadores de categoría transitorias, que
incluye “a trabajadores cuyas actividades ocurren en períodos intermitentes (por
ejemplo, l0s trabajadores agrícolas y de la construcción)”300, estos trabajadores
son los que hoy conocemos como trabajadores de faenas y temporeros.
Un cambio importante en la normativa laboral, es la afiliación voluntaria al
sindicato y la división de los sindicatos que ya no se organizan por ramas, sino
que se agrupan por empresas. Ahora, para poder constituir un sindicato de
empresa, se debe tener por lo menos “[...] 25 trabajadores requiere de al menos
ocho trabajadores; en las empresas de entre 25 y 50 trabajadores, se requiere
que al menos un 50% de los trabajadores esto de acuerdo con ello, y en las
unidades con más de 50 trabajadores, un quorum mínimo de 25 trabajadores,
que representen a lo menos un 10% de la dotación total”301. Además, los
sindicatos se financian por las cuotas de los afiliados en la empresa, las cuales
pueden ser recogidas directamente de sus salarios por el empleador si se
hubiese acordado por votación mayoritaria secreta o si el trabajo lo autoriza por

298 FFRENCH-DAVIS; Op. Cit; p. 205


299 Ídem.
300 Ídem.
301 Ídem.

168
un escrito. Por último, para que el sindicato de una empresa pueda participar en
federaciones o confederaciones, lo pueden hacer pero con fines diferentes a la
negociación colectiva.
Por su parte, la Reforma Laboral, permite negociar al empleador con uno o más
sindicato de la respectiva empresa, o bien, al empleador con grupos de
trabajadores organizados para negociar colectivamente, esto permite que
trabajadores que no están sindicalizados puedan negociar acuerdos a espaldas
de los demás trabajadores. Así, se buscó corregir este problema del llamado
free rider que se aseguró “la existencia de centrales sindicales -cautelándose la
libre afiliación a éstas- y fueron fortalecidos l0s fueros sindicales”302.
Lo que significa en sí esta Reforma Laboral, es un desbaratamiento de la
organización sindical de los trabajadores y una lógica pro-patronal. Entre otros,
podemos encontrar, la limitación de la uso de la huelga cumpliendo requisitos
absurdos para llegar a ella; la abolición de la sindicalización automática basada
en la ‘libertad de afiliación”; la existencia de trabajadores de primera y segunda
categoría,, esto tiene que ver con la existencia de la subcontratación, que
permite tener a raya a los trabajadores potencialmente afiliados a un sindicato,
puesto que pertenecen a una empresa que suministra trabajadores a otro; y la
consagración de la ‘huelga de los patrones’ o lock out.

El suelo303

En el año 1979 se formuló una Política Nacional de Desarrollo Urbano que


buscaba liberalizar el mercado del suelo en nuestro país. Lo que buscaban los
neoliberales era afirmar “que estas medidas estaban destinadas a disminuir el
precio del suelo en tanto este actuase como una esponja que absorbiese las

302Ídem.
303En el capítulo siguiente se profundizará aún más las consecuencias que conllevan las
políticas de capitalización del mercado del suelo.

169
inversiones del sector inmobiliario”304, o sea, el poder sacar el mayor grado de
plusvalía al suelo. De esta forma, gracias a la política implementada en 1979,
se llevaron a cabo una gran cantidad de movimiento de capital destinados a
poder obtener una gran cantidad de rentabilidad del suelo, sin considerar los
efectos espaciales y sociales que estas acciones pudiesen provocar.
De esta forma, a partir de 1979 se comienza a llevar a cabo una activa política
de erradicación de poblaciones marginales, como también de tomas de terreno.
Esto provocó un importante movimiento de erradicaciones y movimientos de
población al interior de la ciudad de Santiago y en otras ciudades del país. A la
vez, con base a criterios económicos “se comenzó a edificar en aquellos
territorios ‘liberados’, ahora para el mercado, proyectos importantes de carácter
inmobiliario”305, que a la larga fueron los más beneficiados con estás políticas
de Estado.
Como consecuencia de estas políticas de capitalización del mercado del suelo,
podemos poner a la palestra la agudización de la segregación socio-espacial
que conllevó la constitución de una periferia en la región metropolitana, pues
era la única alternativa de localización de las viviendas sociales. Así, sólo entre
1979 y 1985 se movilizaron a unas 30 mil familias en torno a erradicaciones de
los campamentos. Además, los Programas de Erradicación de Campamentos
llevaron a los pobladores que residían en lugares de más ingresos, a nuevas
residencias en otros municipios periféricos, generalmente estos municipios
tenían una baja densidad poblacional y escasos recursos económicos,
equipamiento y servicios básicos.
Podemos agregar, a la vez, que este tipo de viviendas creó una tipología que es
utilizada hasta nuestros días y que son un diseño utilizado por los “planes de
vivienda de los gobiernos de los años noventa: las llamadas ‘vivienda sociales
básicas’, unifamiliares o en bloques en altura, suya superficie construida

304 CORNEJO; Op. Cit; p. 508


305 Ídem.

170
promedio no supera los 42 metros”306, esta nueva tipología habitacional viene a
crear un símbolo de la periferia de Santiago y la ciudades en Chile.

Neoliberalismo: ¿Revolución, Contrarrevolución o Proyecto Nacional?

Es un gran debate el que se genera entorno al Neoliberalismo y su carácter


revolucionario, contrarrevolucionario, o bien, como proyecto de clases o
nacional. Lo que sí es constatable, es que la bibliografía plantea el periodo
neoliberal de las dos formas, y con discurso que es de clases pero que aboga a
la unidad nacional.
De esta forma, nos encontramos con escritos que plantean que el
neoliberalismo, más que ser un sistema revolucionario, fue un sistema
restaurador de un pasado “liberal”, o bien, de ciertos esfuerzos liberalizadores
que se dieron en Chile antes de la crisis de 1930 y que se vieron frustradas y
cooptadas por ella. En esta misma línea, Sofía Correa sostiene que “el proyecto
neoliberal chileno se plasma a partir de los diagnósticos y políticas hechas por
la Misión Klein Sacksen la Década del cincuenta (…) este proyecto se planteó
crear un nuevo tipo de mentalidad empresarial al son de las políticas
monetarias de corte ortodoxo en un contexto de creciente abstinencia estatal en
materias económicas”307 , pero esta misión fracasó por el rol que aún el Estado
chileno tenía y que hizo concluir que la instauración de este proyecto no debía
ser de manera gradual, sino que bajo un régimen autoritario y represor que dar
un zarpazo feroz en su instauración rápida y eficiente. Por su parte, Gabriel
Salazar es otro autor que plantea la idea de la continuidad del rol liberal
histórico que las elites estaban y habían planteado en nuestro país. Salazar
sostiene que la elite chilena está fuertemente impregnada por los ideales
librecambistas, pero estas ideas no aparecieron en la década de 1930-1970

306 Ídem.
307 CORNEJO; op. Cit; p. 240

171
“pues las pugnas inter-capitalistas habrían desarticulado los flujos comerciales
mundiales y hecho retroceder a las fuerzas e ideas comercial-
liberalizadoras”308, y una vez recompuestas los flujos comerciales la burguesía
nacional habría vuelto a sus andanzas librecambistas.
Por otro lado, al otro lado de vereda, nos encontramos con Carlos Cáceres, ex
ministro del Interior de Pinochet y P. Barahona, a pesar de no ser marxistas,
sino que todo lo contrario antimarxista, plantean que el proyecto neoliberal vino
a restablecer o a ‘restaurar’ la inserción del mercado internacional, el
librecambismo de Chile que mantuvo hasta la Primera Guerra Mundial y que fue
frenada con la crisis de los años 30, por lo cual, por lo tanto, “el proyecto
neoliberal más que ser de revolución, sería de restauración del esquema socio-
económico perdido con la Primera Guerra Mundial y la crisis mundial de
1929”309, pero cabe aclarar que este volver al esquema socio-económico
anterior a la crisis no se hace con empresarios formados al alero del modelo
ISIS, sino que al del nuevo ‘empresario’ , ya que esta restauración fue de un
gran costo para “aquel segmento empresarial que había prosperado al amparo
del Estado protector, y cuya supervivencia difícilmente podía resistir el régimen
de apertura indiscriminada y liberalismo a ultranza implantado por los Chicago
Boys”310¸ todo esto a favor de los empresarios privados que asumía como
protagonista de la nueva década económica de Chile y que se hacía parte
integral de la Ideología y formación hegemónica del neoliberalismo.
Siguiendo la línea anterior, Gonzalo Cáceres defiende la posición del
neoliberalismo como ‘restaurador’ pero a la vez le agrega el contenido
‘contrarrevolucionario’, esto quiere decir que al mismo tiempo que se restaura la
economía librecambista, los intelectuales neoliberales y los militares tienen un
eminente carácter contrarrevolucionario. Pero cabe preguntar, ¿a qué

308Op. Cit; p. 241


309Ídem.
310 SALAZAR, Gabriel; PINTO, Julio; “Historia Contemporánea de Chile III. La Economía:

Mercados, Empresarios y Trabajadores”; LOM; Santiago 1998; p. 84

172
queremos llegar cuando planteamos el término contrarrevolucionario?, para dar
lógica a esa afirmación debemos, por lo tanto, que entender que antes de la
instauración del neoliberalismo se encontraba bajo un contexto revolucionario,
pero este periodo ni el anterior nos demuestran tal cosa, así que “sólo se puede
concluir, claramente, que las reformas estructurales realizadas a la sociedad y
economía chilena buscaban destrabar los obstáculos que impedían el normal
desenvolvimiento del modelo sustituidor de importaciones, modelo que al estar
en crisis generaba también la crisis del sistema de dominación conocido como
‘populismo nacional’”311; sin embargo, podemos plantear que está posición
‘restauradora contrarrevolucionaria’ crea su matriz en el resultado del
neoliberalismo como una tentativa de políticas económicas que buscaban
reencontrarse con la tradición liberal anterior a la Primera Guerra Mundial. Por
lo tanto, el golpe de Estado de 1973 sería la reacción de las políticas erradas
del empresariado ISIS y que coincide con los sentimientos de frustración y
humillación que sufrieron los militares, sometidos al poder civil, y con los
ímpetus reaccionarios de los norteamericanos con la avanzada revolucionaria
del comunismo en América Latina y el mundo.
Por otro lado, tenemos una variedad de autores que afirman al neoliberalismo
como una ‘Revolución’ económica, entre ellos nos encontramos con Joaquín
Lavín312, Arturo Fontaine313, Patricio Meller314, José Piñera315, Cecilia
Montero316 y Oscar Muñoz317., que en líneas generales plantean que la
revolución neoliberal habría llevado a chile un mercado internacional que

311 CORNEJO; Op. Cit; p. 242


312 LAVÍN, Joaquín: “La Revolución Silenciosa”; Editorial Zig-Zag; Santiago de Chile; 1988
313 FONTAINE, Arturo; “Transición Económica y Política en Chile (1970-1990)”; Estudios

Públicos Nº50, Centros de Estudios Públicos; Santiago 1993


314 MELLER, Patricio: ”Un Siglo de Economía Política chilena 1890-1990”; Editorial Andrés

Bello; Santiago de Chile 1998


315 PIÑERA, josé: “La Revolución Laboral en Chile”; Editorial Zig-Zag; Santiago de Chile 1992
316 MONTERO, Cecilia: ”La Revolución Empresarial chilena”; DOLMEN/CIEPLAN; Santiago de

Chile 1997
317 MUÑOZ, Oscar; “Los inesperados Caminos de la Modernización Económica”; Ediciones

Universidad de Santiago; Santiago de Chile1997

173
favorecía el consumo de chilenos de mercancías de primera calidad
internacional, Chile se ha convertido en un verdadero exportador de la
revolución neoliberal, creó una nueva clase empresarial joven y dispuesto al
cambio radical de la mentalidad estatista, se había logrado liberalizar el
mercado del trabajo y de pensiones logrando así obtener una gran cantidad de
capital destinada a la inversión financiera, y por último, la creación de una
nueva clase dominante capitalista y moderna , sabedora de su importante rol
para lograr subsanar las causas del subdesarrollo chileno.
Por último, tenemos a Pilar Vergara y Tomas Moulian que sitúan la revolución
neoliberal en el ámbito ideológico-estatal, esto quiere decir que el sistema
neoliberal chileno es el más extremo ejemplo de la utilización de la ortodoxia
monetarista y librecambista que en ningún lugar se ha visto, y esto no sólo se
plantea en los aspectos del mercado, sino que también al resto de la sociedad
mediante “los planes de modernización que regula toda relación social mediante
las leyes de librecambio mercantil en condiciones de completa ausencia
estatal”318 , y toda estas ideas se fueron convirtiendo el sustento ideológico de
la refundación de la sociedad chilena bajo nuevos valores éticos y morales.
Debemos entender, en primer término, que la instalación del neoliberalismo es
bajo la base de la lucha ideológica que se encuentran en pugna en este
contexto, en la cual el neoliberalismo resultó vencedor y se posicionó como la
apuesta que le diera la mayor legitimidad a la dictadura militar como a la obra
de los militares en construir algo realmente nuevo que haya hecho romper los
moldes sociales, políticos y económicos que existían tradicionalmente, en sí,
“los militares entendieron que la única manera de ‘trascender’ era construyendo
la negación misma del orden político-social anterior”319. Y esa fue su
singularidad, las corrientes antiliberales se hicieron parte en la consolidación del
neoliberalismo, gracias a sus discursos anti-intervencionistas, la crítica a la

318 CORNEJO; Op.Cit; p. 244


319 Ídem

174
democracia, el anti-comunismo y obtuvieron el elemento clave para la
instalación de este modelo, “la disciplina social conseguida con un gobierno
autoritario y represivo”320, unos crearon las condiciones y los otros
hegemonizaron el proyecto para la acción que el neoliberalismo instaba, un
cambio y un camino auténtico de desarrollo capitalista.
Lo que es, por tanto, el Neoliberalismo, un Proyecto de clases con un discurso
de unidad Nacional que han usado históricamente la elites chilenas, en ninguno
de los casos, como lo plantea el profesor Corvalán, es un proyecto de Derecha
(o la derecha económica) porque la derecha en ese entonces se identificaba
con las corrientes corporativistas, sino que fue un proyecto de la burguesía
“exitosa en su acumulación de hegemonía, a saber, el capital financiero
internacional ligado a la explotación de materias primas, donde no sólo
estuvieron ausentes los referentes políticos de derecha , sino que
además sus representantes esencialmente pertenecía a una camada
nueva, expresión de la convergencia de técnicos de alto nivel
provenientes del mundo académico con filiación de distinta índole, entre
los que se destacan como fuente, a los sectores liberales minoritarios ,
descontentos existente tanto en la democracia cristiana, como en la
llamada derecha”321
Así, el proyecto no lo levantarían las más amplias masas, sino que al contrario,
el proyecto vendría desde sectores minoritarios que lograron unir a la burguesía
ante tal proyecto, y que por lo tanto, la idea de que los neoliberales serían
revolucionarios capitalistas “obedece a una clara necesidad de legitimación y
afirmación ideológico-histórica”322. Y por otro lado, el discurso de la Unidad
Nacional viene a consolidar esa legitimidad necesaria en las masas, aspecto
que las elites han utilizado constantemente como elemento hegemonizador del
discurso, como legitimante y como hombres llamados a construir el país,

320 Op. Cit; p. 245


321 Ídem
322 Op. Cit; p. 247

175
gobernando el país para los desposeídos pero sin los desposeídos, se había
canalizado, por tanto, su liderazgo. Así, llegando la Concertación, ellas sólo
administrarían tal proyecto, “gracias a la refundación capitalista iniciada bajo la
tutela dictatorial, por primera vez en cien años la elite chilena puede sentirse
orgullosa de sí misma y disfrutar sus éxitos en relativa paz”323.

Construcción Institucional Política, sostén de la nueva hegemonía


neoliberal

La construcción de una nueva hegemonía, pasaba en gran parte por asegurar


de una buena manera, la correcta construcción de un Estado que fuese capaz
de soportar los embates de cualquier tipo de resistencia político y/o social
contraria a un orden capitalista y neoliberal, por lo que una de las tareas de
mayor importancia que asumió la dictadura, junto con la neutralización y
eliminación de cualquier tipo de amenaza política, y la instalación del
neoliberalismo, fue la construcción de una nueva institucionalidad que pudiera
desarrollarse en función de los intereses de la clase dominante, tanto en
dictadura, como en un hipotético escenario de democracia.
De acuerdo a lo anterior, y a la estructuración de un nuevo Estado
Contrainsurgente, la construcción de esta nueva institucionalidad es anterior al
proceso de la llamada “transición de la democracia”, el plebiscito del 88 o
inclusive la nueva constitución de 1980.

El Plan de Chacarillas

Durante se segunda mitad de 1977, la dictadura militar, y en particular Pinochet,


se empeñaron en dar pasos adicionales en el ya mencionado proceso de
institucionalización del nuevo Estado. Ello encontró su primera expresión, y tal

323 SALAZAR, PINTO; op Cit; p. 59

176
vez la más importante, en el plan que sobre la materia aquél expusiera en su
discurso de Chacarillas el 9 de julio de ese año.
Esta iniciativa institucionalizadora se enmarcaba, por otra parte, en un
escenario externo difícil para la dictadura. En efecto, a la generalizada condena
internacional que ésta sufriera con motivo de las violaciones a los derechos
humanos, se empezaron a sumar las presiones norteamericanas derivadas del
asesinato de Orlando Letelier cometido por la DINA en Washington. No es
extraño entonces, que en su discurso en Chacarillas, Pinochet, aparte de
rechazar presiones, asumirá de modo defensivo la temática de los derechos
humanos, aportando lo que a su implícito juicio constituía una contextualización
que permitiría entender, y en cierto modo justificar, su violación en el país.
Pinochet, sobre el punto, sostuvo: “Sólo una amarga experiencia reciente, que
estuvo a punto de conducirnos a una guerra civil, nos ha hecho comprender que
los derechos humanos no pueden sobrevivir en un régimen político y jurídico
que abre campo a la agresión ideológica del marxismo leninismo, hoy al servicio
del imperialismo soviético, o a la subversión terrorista, que convierte a la
convivencia social en una completa anarquía”324. Es decir, sostuvo que los
derechos humanos no podían colocarse por encima de lo que el ideologismo
conservador consideraba era la lucha por la defensa de la nacionalidad en
contra del enemigo interno y externo. Lucha que en Chile, según esa posición
conservadora, habría alcanzado una intensidad inusitada en razón de que la
democracia liberal había abierto un el campo “a la agresión ideológica del
marxismo leninismo”. En ese marco, pues, no cabría asumir el respeto de los
derechos humanos en los términos que lo comprendían las democracias
occidentales, las que no habrían “vivido un drama como el nuestro”.
Desde tales supuestos fue que Pinochet fundamentó en Chacarillas su proyecto
de institucionalización no liberal, cuestión en la que nuevamente fue categórico:
“Es conveniente reiterar una vez más –dijo al respecto- que el 11 de Septiembre

324 CORVALÁN, Marquéz; op. Cit; p. 335

177
no significó sólo el derrocamiento de un Gobierno ilegítimo y fracasado, sino
que representó el término de un régimen político-institucionales definitivamente
agotado, y el consiguiente imperativo de construir uno nuevo. No se trata pues
–agregó- de una tarea de mera restauración”325.
¿Qué ofreció en lugar de la democracia liberal “definitivamente agostada? Pues,
“una nueva democracia (…) autoritaria, protegida, integradora, tecnificada y de
auténtica participación social”326. Esta nueva democracia debería, pues,
reemplazar a lo que denominó como “Estado liberal clásico ingenuo e inerme”.
La instauración de la nueva institucionalidad, portadora de esa democracia,
debería, de otra parte, realizarse en forma gradual. Ello obedecía a razones de
orden estratégico. Lo que, en efecto, se esperaba era disponer de tiempo para
que el modelo económico neoliberal implantado diera frutos y que, como
consecuencia de ella, se verificara un proceso de despolitización de la
sociedad, la que en el futuro debía centrar sus preocupaciones más bien en el
consumo y en la vida privada. Esto, a su vez, debía quitar toda su base social a
los antiguos grupos políticos, los que por lo demás, generacionalmente debían
agotarse.

La Constitución de 1980

En octubre de 1978, Pinochet envió al Consejo de Estado un proyecto de


Constitución elaborado por la llamada “Comisión Ortúzar”. El consejo, presidido
por el ex Presidente Jorge Alessandri, se abocó a su estudio. En Junio de 1980,
en Consejo de Estado, se terminó de estudiar el proyecto constitucional. Bajo el
influjo decisivo de Alessandri, se introdujeron algunas modificaciones que
acentuaban ciertos elementos del constitucionalismo clásico, sin por ellos
afectar los rasgos autoritarios y excluyentes que lo caracterizaban. Dentro de

325 Ídem
326 Ídem

178
esas modificaciones destacaba la supremacía del poder civil frente a los
militares.
A fines de junio de ese año, Pinochet, una vez que tuvo en sus manos el
anteproyecto revisado por el Consejo de Estado, procedió a formar un grupo ad
hoc con personas de su exclusiva confianza. Éstas, siguiendo los lineamientos
del discurso de Chacarillas, debían analizar lo obrado por el consejo, y dar
forma al proyecto definitivo, en que se sometería a un plebiscito. Como
resultado de ellos, y mediante un trabajo de sólo ocho días, fueron purgadas las
principales modificaciones que el consejo de estado introdujera a lo largo de un
trabajo que había durado más de un año y medio. Más aún, la citada comisión
reforzó aquellos rasgos que calzaban con las concepciones autoritarias y de la
Seguridad Nacional. El 12 de Marzo de 1980 se promulgó el decreto que
convocaba a las personas inscritas en los registros electorales, a pronunciarse
sobre el proyecto de Constitución, el que entonces se dio profusamente a
conocer. El plebiscito se celebró el 11 de septiembre de ese año. Se verificó,
paradójicamente, sin registros electorales, sin libertades para la oposición, con
las vocalías copadas por adherentes al régimen, bajo estado de excepción, con
proscripción de los partidos políticos, control total de los medios de
comunicación y en fin, con cédulas electorales que traslucían la opción
marcada. El resultado oficialmente arrojó una aprobación que alcanzó el
67,04% de los votos emitidos.
¿Qué fue lo que caracterizó a este esquema institucionalizador de la dictadura
militar? Esencialmente dos cosas. En primer término, la consagración del poder
personal de Pinochet hasta 1989, con posibilidades de prolongarse otros ocho
años adicionales. En el concepto original del plan, Pinochet debería dejar el
manso sólo en 1997, para permanecer desde entonces como senador vitalicio.
En segundo término, este esquema institucionalizado implicó en cierto modo
una derrota para los grupos nacionalistas conservadores, ellos por la vía de la
recepción formas de ciertos elementos del constitucionalismo clásico, hasta

179
entonces considerado como agotado y definido como factor de la crisis del país.
Sin embargo, esos elementos fueron incorporados con el fin de recubrir el
tutelaje que sobre todo el sistema institucional debía realizar el núcleo del
aparato burocrático del Estado, en particular, las FFAA: proteger el modelo
neoliberal, al amparo de una democracia “que no se escape de las manos”.
Así pues, en esta modalidad de institucionalización de la dictadura y
construcción de un nuevo Estado se verificaba, en resumen, una cierta
superposición entre el constitucionalismo clásico y los elementos del
autoritarismo conservador y de la Doctrina de la Seguridad Nacional. O más
exactamente aún, se verificaba el peso decisivo de estos últimos elementos,
aunque revestidos por el liberalismo constitucionalista. ¿Cómo se explica esta
particularidad? ¿Por qué terminó desechándose un esquema formalmente
antiliberal con representación gremial y excluyente de los partidos, como los
postulaban los grupos nacionalistas y lo insinuara la propia dictadura en
algunas formulaciones iniciales y en Chacarillas? El punto, sin dudas, no se
dirimía exclusivamente en las esferas militares. Lo cierto es los sectores de la
derecha tradicional, e incluso los mismos gremialistas, dirigidos por Jaime
Guzmán, terminaron rechazando la visión nacionalista proclive a un esquema
de “democracia funcional”, con representación corporativa y exclusión del
sistema de partidos. Comprendieron quizá las limitaciones de tal esquema,
próximo al fascismo tradicional, en lo referente a la generación de las
legitimaciones requeridas por el sistema político. Seguramente se percataron de
que en las condiciones nacionales e internacionales existentes, sólo un
esquema que asumiera, aunque fuese en parte, elementos del
constitucionalismo clásico, aportaba recursos legítimantes efectivos en el
mundo global en el que el proyecto neoliberal deseaba integrar a la economía
nacional, y en una dictadura, que de acuerdo a las declaradas intenciones de
Europa occidental y el mismo estados unidos, no debía durar muchos años

180
más, por lo que era necesario asegurar la base de una institucionalidad que
levantara una “democracia viable”.
Ahora bien, ¿cómo se verificaba en este proyecto de institucionalización del
régimen la permanencia de Pinochet por ocho años más en el poder y
eventualmente por dieciséis a pesar de la oposición nacional e internacional,
para así lograr asegurar la correcta instalación y protección del modelo
neoliberal? En primer término, se diseñó un período de transición que se
extendería entre el de marzo de 1981 y el 11 de marzo de 1989. Durante este
lapso regiría un artículo transitorio de la Constitución. En segundo término,
Pinochet quedaría nombrado automáticamente como Presidente de la
República por ese período mediante la sola aprobación plebiscitaria de la Carta
Fundamental. Durante tal lapso, por otra parte, no regirían los artículos
referentes a la instalación de un Congreso Nacional. En su lugar, la Junta
continuaría ejerciendo las funciones de Poder Legislativo y disponiendo del
Poder Constituyente. En tanto, Pinochet dejaría de ser parte de ella, debiendo
tomar su lugar otro general del ejército.
Por cierto, se mantendrían restringidas todas las libertades públicas y la
vigencia de los estados de excepción. Es decir, la dictadura militar en el fondo
continuaría inalterada por ocho años más. Terminado ese lapso, la Junta de
Gobierno propondría el nombre de quien debería ocupar el cargo de Presidente
en los siguientes ocho años, es decir, entre 1989 y 1997. La propuesta se
plebiscitaría. El candidato a proponer, claro está, era el mismo Pinochet. Ello
explica por qué en el articulado se establecería que para esa oportunidad, a
modo excepcional, no regiría la disposición que prohibía la reelección del
Presidente de la República por otro periodo consecutivo.
De tal modo, este proyecto suponía que Pinochet gobernaría otros dieciséis
años a partir del 1 de marzo de 1981. Si a ellos se agregaban los siete años y
fracción en los que ya había estado en el poder, resultaba así un lapso que
alcanzaría los veinticuatro años, sin precedentes en la historia de Chile. En todo

181
caso, durante el período inaugurado en 1989 debía comenzar a funcionar el
Congreso Nacional. En ese año, en consecuencia, terminaría la transición y se
inauguraría la institucionalización plena del nuevo Estado Contrainsurgente.
Más allá de la consagración del poder personal de Pinochet, este proyecto de
institucionalización contemplaba mecanismo destinados a neutralizar los
elementos del constitucionalismo clásico que formalmente asumía. En primer
lugar, la autonomía de las FFAA dentro del sistema político se asumía como
uno de los mecanismos. En este sentido, los mando supremos de cada una de
las instituciones castrenses serían nominados a través de quinas entre las
mayores antigüedades y serían inamovibles durante los cuatros años que
duraría el ejercicio del cargo. Dentro de ese lapso, el Presidente de la República
no podría removerlos sin la aceptación del Consejo de Seguridad Nacional, es
decir, en el fondo son el acuerdo de las ramas de Defensa y Carabineros.
En segundo término, las FFAA así declaradas autónomas fueron definidas por
la Constitución como “garantes de la Institucionalidad”.
En tercer lugar, se estableció la existencia de un organismo a través del cual las
FFAA podrían materializar formalmente su rol tutelar y de garantes del sistema
político. Tal fue el Consejo de Seguridad Nacional, compuesto por cuatro
militares, lo comandantes en jefe de cada rama de la Defensa y Carabineros, y
tres civiles, el Presidente de la República, el Presidente del Senado y el
Presidente de la Corte suprema.
A este organismo, de hecho controlado por los uniformados, le fueron otorgadas
las más amplias atribuciones, las que iban desde “representar a cualquier
autoridad” su opinión sobre cuestiones que estimara atentatorias a la seguridad
nacional, hasta pedir a aquéllas información sobre cualquier materia
relacionada “con la seguridad exterior e interior del Estado”. La constitución
estableció que, en tal caso, el requerido estaría obligado a proporcionar la
información solicitada, y que su negativa sería sancionada por la ley. De tal
manera quedaba institucionalizada la participación de las FFAA en el control del

182
Estado Se evitaría así la necesidad de golpes militares, precisamente por
cuanto éstos consisten en un procedimiento no reglamentado de intervención
salvadora de los uniformados en la conducción estatal. Esa intervención ahora
se institucionalizaba. De este modo, el golpe de Estado, si se quiere, se haría
permanente.
Adicionalmente, en la práctica los civiles que asumirían el ejercicio del poder no
serían cualesquiera. Este proyecto institucionalizador consagraba mecanismo
que, en efecto, se traducían en que tales funciones quedarían en manos
esencialmente de los sectores civiles conservadores y de la derecha. ¿Cuáles
eran esos mecanismos? En primer término, los que proscribían a las
organizaciones de izquierda. En segundo término, los que controlaban la
existencia de los partidos permitidos. Dentro de ellos cabe mencionar la
limitación que la Constitución les hiciera a éstos en los relativo a establecer
vínculos con las organizaciones sociales, cuto correlato fue la posterior
prohibición de los dirigentes sociales de tener militancia política. A lo que se
agrega la supervisión del Estado sobre la constitución interna de cada
colectividad, sus estatutos, su funcionamiento, incluso sus principios. Cuestión
que encuentra su remate en la facultad del Tribunal Constitucional para
declararlas inconstitucionales en caso necesario.
Toda esa variedad de mecanismos, por cierto, se haría eventualmente sentir
especialmente sobre los partidos de centro. Al intentar cortarse su vinculación
con las organizaciones sociales se pretendía, aparte de impedir que las
demandas de éstas se trasladaran al sistema político, liquidar los factores que
daban su fuerza. Y, por tanto, las bases objetivas del poder de la clase política
centrista.

El comienzo del fin de la dictadura

La década de los ochenta fue clave. En ella se conformaron los procesos


conducentes a la finalización de la dictadura militar y a la materialización de una

183
salida pactada entre ésta y a la oposición de centro. Todo, por cierto, bajo fuerte
presión norteamericana y activo apoyo de la Iglesia católica. El elemento
fundamental que hizo posible tal camino no fue otro que el agotamiento del
régimen dictatorial en tanto estructura política del proyecto de modernización
capitalista de la burguesía y la derecha. En efecto, ese proyecto que había
requerido de la instauración de una dictadura militar para ser implantado,
necesitará ahora de la remoción de ésta y de un pacto con el centro a fin de
poder consolidarse definitivamente en un marco “democrático”. Eso fue lo que
se evidenció y comenzó a materializarse durante los ochenta.
¿Cuáles fueron los factores que hicieron que durante los ochenta la dictadura
militar se agotara? Para responder a esa pregunta es necesario tener en
consideración que uno de los rasgos fundamentales del proyecto de
modernización capitalista instaurado por los militares fue su carácter
extremadamente polarizador en lo económico y social, en tanto despertaba un
gran rechazo desde el campo popular por sus implicancias y consecuencias
materiales. A lo que cabe sumar los métodos en extremo violentos de los que
se valió la dictadura para implantarlo, lo que a los ojos de una parte importante
del país, le otorgó desde el comienzo altas cuotas de ilegitimidad, inclusive
entre las potencias capitalistas internacionales.
Pues bien, en ese marco se produjo la gran crisis económica de 1981-82. Ésta
trajo consigo una cesantía de un 30% y una disminución del PIB que llegó al
13%327. A lo que hay que agregar una rebaja general de los ingresos de la
población en términos reales. Transcurridos ya casi diez años de dictadura, con
la correspondiente acumulación de descontentos y la reorganización relativa de
las fuerzas políticas de izquierda y centro y de algunas organizaciones
sindicales que ya impulsaban ciertas luchas, el resultado fue la reconstitución
disruptiva de los sujetos populares a través de las protestas nacionales que
estallaron a partir del 11 de mayo de 1983. Esto lo trastocó todo.

327 Op. Cit; p. 380

184
El campo popular en reconstitución, duramente afectado por la crisis, vieron en
la democracia y por tanto en la superación inmediata de la dictadura, la solución
a sus problemas. Ello fue lo que hizo que se emergencia se verificara de una
forma tan politizada y en torno a una demanda radical como lo fue la exigencia
de la remoción inmediata del régimen.
Pero esta especie de reventón se habría quedado en la impotencia si no
hubiera sido seguido por la conformación de bloques políticos que, aparte de
articularse con cierta rapidez, utilizaron los espacios que las protestas
nacionales abrían, los que a la larga no podrían ser cerrados por la dictadura.
Claro está que esos bloque pudieron constituirse en actores precisamente en la
medida en que estaban ligados orgánicamente a los sujetos reconstituidos
mediante las protestas, y por cierto bloque “progresista” de la burguesía, que en
silencio dentro del país, o bien en el exilio, colaboraba en la articulación de
estos bloques. Por otra parte, fuera de la articulación de estos bloques, el MIR y
el MAPU se articulaban de forma clandestina con fines políticos más profundos,
como podía ser la instalación del socialismo como superación de la dictadura,
aportando grandes rasgos de radicalidad a las protestas que por si radicales y
masivas para el contexto dictatorial.
Los referidos bloques que cooptaron las fuerzas populares levantadas durante
las jornadas de protesta, fueron esencialmente dos. Uno de centro y otro de
izquierda: La Alianza Democrática (AD) y el Movimiento Democrático Popular
(MDP), a los que cabría agregar el Bloque Socialista, conformado por los
sectores moderados de la izquierda que redefinían su identidad, quienes luego
refluirán hacia la alianza de centro. “Cada uno de estos referentes de estructuró
en torno a una fuerza principal, que en el caso de la Alianza Democrática era el
Partido Demócrata Cristiano, y en el del Movimiento Democrático Popular, el
Partido Comunista. El PDC y el PC eran, en efecto, las colectividades mejor
organizadas y numerosas entre las opositoras. No es extraño, entonces, que en
torno a ellos se nuclearan los mencionados referentes a los que, en lo esencial,

185
comunicaban sus lógicas y estrategias políticas, sin por ello dejar de interactuar
en esta plano con sus aliados”328. En paralelo a esto, el PC comenzó una serie
de acciones paramilitares, muchas veces centradas en las poblaciones, con
participación de no pocos de sus moradores jóvenes, exasperados ante la
situación, y animados por el recientemente creado Frente Patriótico Manuel
Rodríguez (FPMR), que pronto sería capaz de generar las “Milicias
Rodriguistas” entre sectores del campo popular y elevar la magnitud de sus
acciones.
El conjunto de estos factores, siempre sobre el sustrato de las desigualdades
extremas generadas por la instalación del modelo neoliberal, condujo a que
durante la primera mitad de los años ochenta, en particular desde mayo de
1983 en adelante, se abriera paso una clara inestabilidad política. La dictadura
ya no fue capaz de volver a controlar la situación, aunque la oposición tampoco
pudo imponer sus términos ni abrir paso a la democracia. “Era la crisis que se
hacía permanente. La anormalidad transformada en fenómeno cotidiano:
protestas, represiones, muertes, recurrentes allanamientos a poblaciones,
militares en las calles, degollados, quemados, baleados, etc., por meses y
años”329. La imposibilidad de otra parte, privaba a su proyecto de modernización
capitalista, instalación del neoliberalismo y construcción de una nueva
hegemonía, de los elementos requeridos para su consolidación definitiva, tanto
nacional como internacional. El capital en todas partes del mundo requiere de
cierta normalidad y legitimidad, y era precisamente es eso lo que en Chile la
dictadura no le podía proporcionar, de allí el agotamiento de ésta.
Fue esas crisis la que a la larga potenciará a la posición de centro, más que a la
izquierda, ello por dos razones principales: Primero, debido a que dio paso a
una más intensa intervención norteamericana en el país, conducente a hacer
posible un recambio coherente con los intereses geopolíticos de EE.UU. y el

328 MANZANO, Cristopher; “La Asamblea de la Civilidad”; Editorial Londres 38 Espacio de


Memoria; Santiago 2015; p. 17
329 Op. Cit; Pág. 21

186
“capitalismo internacional”330, eventualmente amenazados por la insurgencia
izquierdista. Y segundo, porque obligó a la derecha a percatarse de la
necesidad que tenía de reorganizarse políticamente y cooptar al centro
proponiéndole formas de solución que beneficiaran a su grupo político. A
condición, claro está, de que se alejara de la izquierda y reconociera no sólo la
institucionalidad de la dictadura, en cuyo interior se negociaría, sino también lo
esencial de la modernización capitalista operada en el país.
En lo referente a la derecha, ésta se organizó a fines de 1983, una vez que se
percatara de la fuerza de las protestas nacionales, de su recurrencia y de la
voluntad generalizada de cambio que copiaban. Y, por cierto, cuando percibiera
que los bloques políticos opositores se articulaban orgánicamente con esa
voluntad. Desde el comienzo, la derecha distó mucho de ser homogénea. Sus
dos expresiones principales fueron la Unión Demócrata Independiente (UDI) y
la Unión Nacional (UN). La primera reunió a las huestes gremialistas que, al
igual que los militares, eran muy críticas de la democracia liberal. Eso, más sus
cargos al interior del régimen, las hacía más apegadas e incondicionales a la
dictadura. Mientras que la UN reagrupó al grueso de la derecha tradicional, que
parcialmente venía de vuelta de su adhesión al nacionalismo propia de los
tiempos del Partido Nacional entre 1966 y 1973. Como ya se señaló, ambas
ramas de la derecha, aunque con mayor énfasis la UN, surgieron ante la
eventualidad de tener que neutralizar al centro y aislar a la izquierda por los
medios de la política, puesto que la represión por sí sola ya no garantizaba
nada. Tal neutralización implicaba un ofrecimiento a la oposición centrista en
orden a “adelantar la transición”. Es decir, suponía proporcionarle un lugar
dentro de la institucionalidad con el fin de garantizar un correcto desarrollo de
sus principios políticos y económicas, y así asegurar la continuidad de su
proyecto hegemónico neoliberal.

330 Francia, Inglaterra, Alemania Occidental y los países de la OTAN.

187
El acuerdo nacional y la legitimación de la nueva institucionalidad

Una visión general del proceso político que analizamos en el presente capítulo,
nos muestra una evolución de la dictadura desde una fase crítica, casi terminal
al comienzo de las protestas nacionales en 1983, hacia otra en la que se siente
más fuerte, casi en recuperación. Y en la AD puede constatarse algo parecido a
un movimiento inverso desde la fuerza a la impotencia creciente.
¿Cuáles fueron los indicadores principales de tal tendencia? Principalmente el
tipo de demandas y negociaciones que la AD impulsara. Entre agosto y
comienzos de octubre de 1983 ésta había planteado la renuncia de Pinochet, la
formación de una Asamblea Constituyente y la conformación de un Gobierno
provisional. Al fracasar en el intento y al cerrar Pinochet toda posibilidad de
diálogo, la AD se esforzó por presionar su reapertura a través de nuevas
Protestas Nacionales, pero nada obtuvo: el régimen, sintiéndose fuerte,
nuevamente se negó a negociar. Entonces, la AD, sin tener nada en las manos,
y sin jugárselas a fondo por la movilización social temerosa de ser sobrepasada
en las calles por el MDP, hizo un giro: pidió negociar rebajando sustancialmente
sus exigencias. Así, retiró su demanda sobre la renuncia de Pinochet, sobre la
Asamblea Constituyente y el Gobierno provisional y, en abril de 1984, se limitó
a pedir al régimen el acuerdo sobre un itinerario para el retorno a la democracia
en 1985. También fracasó en el intento. A partir de aquí, sus esfuerzos por
dialogar se hicieron paralelamente con una apertura hacia la derecha,
básicamente hacia la UN, en torno al tema del rechazo a la violencia,
marginando con esta postura a cualquier grupo cercano al FPMR, MIR, MAPU o
grupo afín a ideas revolucionarias. De tal manera creyó convertirse en
interlocutor aceptable. Pero tampoco obtuvo nada: Pinochet, en noviembre,
respondió con el estado de sitio. La cuestión planteada en estas circunstancias
a la oposición del estado de sitio. La cuestión planteada en estas circunstancias
a la oposición de centro será entonces la de definir cómo seguir adelante.

188
Fue aquí cuando se hizo sentir con mucha mayor fuerza la intervención
norteamericana y la de otras potencias occidentales que hasta el momento
observaban la situación y apoyaban tras bambalinas la salida pactada. Tal
intervención apuntó a presionar a la AD para que hiciera un segundo viraje,
mucho más profundo que el de abril de 1984. Consistiría en un retiro de su
demanda sobre la salida de Pinochet aun a mediano plazo, sustituyendo esta
perspectiva por un empeño orientado a enfrentarlo y derrotarlo al interior de su
legalidad, primero en el plebiscito de 1988 y luego en las presidenciales del año
siguiente. Ello suponía al menos tres cosas: “1) Reconocer la Constitución de
1980 y postular frente a ella no su reemplazo sino su reforma en puntos a
definir, siempre actuando desde su interior; 2) robustecer una alternativa de
centro amplia y confiable para los militares, capaz de garantizar una transición
exenta de los peligros de un eventual vacío de poder, cuestión que la Alianza
Democrática asumirá bajo el concepto de “gobernabilidad” o “democracia
viable”, y 3) aislar al Partido Comunista, y cualquier fuerza a la izquierda de él, y
no hacer ninguna tratativa con él, excluyéndolo de acciones comunes y
alianzas.”331 ¿Cuál sería el procedimiento a través del que operaría esta
concepción? Antes que nada, suponía desechar la fe en las protestas y en las
presiones sobre el régimen. Ellas debían ser reemplazadas por la configuración
de un “interlocutor válido” capaz de dialogar con aquél sobre el tema de la
transferencia pactada del poder en 1989 al interior de su legalidad. Tal sería, en
la versión norteamericana, el contenido de la “transición pacífica a la plena
democracia332”.
Éste fue precisamente el esquema que comenzó a llevarse a la práctica
después de que la dictadura declarara el estado de sitio de noviembre de 1984.
Su materialización se tradujo en la conformación del “Acuerdo Nacional para la

331 CORVALÁN; Op. Cit; p. 399


332 MANZANO; Op. Cit; p. 15

189
Transición a la Democracia Plena”, denominación que ya venía en uso en la
AD.
Superados ya sus momentos más difíciles, la dictadura, ignorando las gestiones
en curso orientadas a dar vida al Acuerdo Nacional, fue explicitando cada vez
más sus objetivos estratégicos. Éstos quedaron expresados bajo el concepto de
la “proyección del régimen”, lo cual era sinónimo del nombramiento de Pinochet
por parte de la Junta como candidato único a ser refrendado por el plebiscito de
1988, lo que lo proyectaría hasta 1997 en el poder.
Tal objetivo, por cierto, era incompatible con cualquier eventual negociación con
la AD. El ministro de Justicia del régimen, Hugo Rosende, fue el encargado de
precisar las intenciones de la dictadura. En un discurso sostuvo que “(…) los
plazos contemplados en el artículo transitorio de la Constitución de 1980 se
cumplirán rigurosamente”333. El mensaje para la AD era claro: no había nada
que negociar. Y a fines de marzo de 1985, el día 29, como si el mensaje
estuviese dirigido a la oposición de izquierda, tres militantes del PC (Parada,
Nattino y Guerrero) fueron secuestrados por miembros de organismos de
seguridad y al día siguiente aparecieron degollados en la vía pública. ¿En qué
medida tales degollamientos fueron, más precisamente aún, una respuesta a
los preparativos que el PC llevaba a cabo para derribar la dictadura?
En enero de ese año, el PC había celebrado un importante pleno de su comité
central. Allí se plantearon una serie de importantes tesis políticas. En primer
término, la que sostenía que en el país maduraba “(…) rápidamente una
situación revolucionaria pues, están presentes y se desarrollan los elementos
fundamentales que la caracterizan, aunque no se manifiestan todos con la

333 La Segunda, Santiago, 11 de Marzo de 1985, Pág. 13

190
misma evidencia”334. Desde estos supuestos el pleno sostuvo: “Podemos y
debemos prepararnos para el enfrentamiento decisivo”335.
Más allá de este intercambio epistolar entre el PDC y el PC, lo cierto era que las
estrategias opositoras tendían a divergir cada vez más. Y el régimen
responderá a cada una de manera diferenciada.
En el intertanto, las acciones armadas en contra de la dictadura se habían
venido incrementando. Según el diario La Tercera del 18 de Noviembre de
1984, entre septiembre de 1983 y octubre de 1984 se produjeron 1.889
“acciones desestabilizadoras”. De éstas, 1.138 se habían verificado utilizando
explosivos, 229 consistieron en sabotajes, 163 fueron asaltos a mano armada,
36 atentados selectivos y 47 fueron sabotajes mayores.336
Ya en Julio de 1985, y con la acción catalizadora de la Iglesia Católica, en
especial de monseñor Fresno, distintos líderes políticos de la Derecha y la AD
lograban reunirse en la casa Jesuita de Calera de Tango, donde Fresno
mostraría los importantes acuerdos que se habían desarrollado en reuniones
paralelas con los mismos líderes. Se resolvió entonces, que dichos consensos
fueran vertidos en un documento, lo que debía servir como base para llegar a
un entendimiento con el régimen. En el intertanto, el acuerdo trascendió,
generando inquietud en el régimen y serias reservas en el MDP. Si bien el
acuerdo no respondió formalmente a los reclamos del MDP, el 20 de Agosto de
1985, cuando se volvieron a reunir sus miembros, se incorporó al grupo Luis
Maira a nombre de la Izquierda Cristiana (IC), quizás intentando con ellos
calmar el malestar izquierdista manifestado a través de las declaraciones del
MDP.337 Antes se había integrado Andrés Allamand, de la UN. La UDI no

334 “Informe al Pleno del C.C. del Partido Comunista”, en “Camino para la libertad, Documentos
del Partido Comunista de Chile, de la Conferencia Nacional a la Propuesta, 1984-1987”. Sin
fecha de edición. p. 103
335 Op. Cit; p. 105
336 La Tercera, citada por el Informe al C.C. del PC, en recopilación citada. Pág. 87
337 “Declaración del MDP” 28 de Julio de 1985, en archivo ICAL.

191
mostró interés cuando fuera invitada por monseñor Fresno, evidenciando así su
posición política distinta, apegada a la dictadura.
El documento, que expresaba los consensos entre las partes, fue siendo
aprobado párrafo a párrafo sin grandes dificultades. El problema se planteó
respecto al tema de la eventual proscripción del PC del futuro sistema político.
Al final, con la participación de Maira, se acordó una fórmula centrada en la
proscripción de conductas más que en la persecución de ideas. El 25 de agosto
de 1985 el texto quedó definitivamente saldado. Surgió así el Acuerdo Nacional
para la Transición a la Democracia Plena.
El documento, no trastocaba en nada la institucionalidad impuesta por la
Constitución de 1980, solo procuraba dar un marco democrático a tal institución,
buscando evitar cualquier expresión de violencia política, sobre todo la de
carácter “callejera” o revolucionaria, pues no indicaba o no hacía alusión a la
violencia ejercida por parte del Estado. Con este Acuerdo, finalmente la
oposición civil de centro a la dictadura, terminaba de cuadrarse con el proyecto
hegemónico neoliberal impulsado por la dictadura, pero evitando la proyección
de Pinochet hasta 1997.
El régimen se hizo el desentendido frente al documento del Acuerdo. Y el MDP
lo rechazó. En efecto, en una declaración sostuvo lo siguiente: “El MDP y todos
los partidos que lo integran, no aprueban ni suscriben ni adhieren a tal
documento, pues éste no incluye la salida inmediata de Pinochet y su régimen
del poder, que es la condición básica y primera para hacer posible el inicio de
un efectivo proceso de transición a la democracia. No ofrece camino real para
alcanzar el fin de la dictadura y tampoco interpreta en su contenido
programático las auténtica demandas democráticas de nuestro pueblo”338.
Constituido el “interlocutor válido” era necesario hacer llegar sus puntos de vista
a la dictadura y abrir con ella el diálogo pertinente. Ése fue el esfuerzo que los
coordinadores del Acuerdo, y el propio monseñor Fresno, intentaron llevar a

338 “El MDP se dirige al pueblo de Chile” 26 de Octubre de 1985, Pág. 2. Archivo ICAL

192
cabo. Por su parte, Pinochet vio en el Acuerdo Nacional un retorno a la
democracia liberal, la que según la ideología de ultraderecha predominante en
las mismas FF.AA., hacía prevalecer intereses subalternos, atentaba contra la
unidad nacional y proporcionaba caldo de cultivo para la emergencia del
“marxismo”, conducente a la disolución nacional. Esta postura fue la que primó
al interior del régimen, pese a la interlocución de monseñor Fresno, EE.UU. y el
embajador de la República Federal Alemana, Herman Holzeimer.
De tal manera, a fines de 1985 el Acuerdo Nacional, parecía fracasar, lo que
sumió a sus suscriptores en un gran desaliento, junto con las evidentes
diferencias manifestadas en su interior producto de las divergencias en el
método a ocupar por los distintos grupos y partidos en las protestas de 1984 y
1985.

El final de la dictadura

La negativa de Pinochet a dialogar con el Acuerdo Nacional trajo consigo


cambios importantes en el escenario político. Esos cambios consistieron en que
la oposición de centro tendió a inclinarse hacia un reimpulso de la movilización
popular. Los socialistas de la AD, así como importantes sectores del PDC,
postularon la necesidad de enfrentar a la dictadura incluso coordinando
acciones con el MDP. El MDP, por su parte, satisfecho con el fracaso del
Acuerdo Nacional, a través de una declaración pública afirmó que 1986 debía
ser “(…) el año decisivo para terminar con la dictadura y todos sus lacayos” 339.
En coherencia con ello, insistió en invitar a la AD a llevar a cabo acciones
conjuntas con ese fin, y ésta en principio se mostró inclinada a aceptar.
Dentro de este cuadro, en marzo de 1986, luego de las acostumbradas
manifestaciones callejeras organizadas con motivo del día internacional de la
mujer, sucedió un hecho de gran importancia. En un acto masivo en el que

339 “Sobre el Acuerdo Nacional, el MDP declara” 13 de Marzo de 1986, Pág. 3. Archivo ICAL

193
participaron múltiples representantes de colegios profesionales, médicos,
ingenieros, profesores, matronas, organizaciones sindicales, etc., se llamó a
formar una gran multigremial, denominada “Asamblea de la Civilidad”, la que
debía elaborar un petitorio con demandas tanto sectoriales como globales para
ser presentadas al régimen. Dentro de tales demandas figuraba el retorno a la
democracia. Su logro debía obtenerse mediante la movilización social. La
conformación de la Asamblea de la Civilidad, sin duda, constituyó un parámetro
claro que reflejaba las particularidades de la nueva situación política que se
había creado en el país. Los partidos de centro e izquierda (hasta el PC) la
apoyaron, pese a que demostró una evidente autonomía respecto de ellos, a los
que incluso someterá más adelante a crítica por su ineficacia en la en contra de
la dictadura.
La Asamblea no demoró en elaborar formalmente su pliego de demandas al
que denominó “La Demanda de Chile”, que fue obviamente rechazada por la
Dictadura, a lo que la Asamblea respondió con convocatorias a movilización
nacional. En las jornadas del 2 y 3 de Julio es donde fueron detenidos los
jóvenes estudiantes de 19 y 18 años Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria
Quintana, a los que, luego de ser empapados en combustible inflamable, fueron
incendiados y abandonados en la calle. Rojas de Negri murió, mientras Carmen
Gloria Quintana quedó marcada con graves lesiones de por vida.
Una vez terminada la jornada de protesta llegó a Chile Robert Gelbard,
subsecretario adjunto para Asuntos Latinoamericanos de EE.UU. Se señaló que
su visita estaba programada con un par de meses de antelación, pero que
ahora “(…) adquiría una dimensión de urgencia a causa de lo que había
sucedido”340. EE.UU, en efecto, estaba muy preocupado por el desarrollo de los
acontecimientos en Chile. El marco general del pensamiento norteamericano
respecto de la situación chilena seguía siendo el mismo. Como lo señalara el
director de la Foundation, Mark Falcoff en el Subcomité de Relaciones

340 El Mercurio, Stgo., 20 de julio de 1986, p. D4.

194
Exteriores del Senado de EE.UU., Washington tenía “(…) intereses creados en
la vuelta a la democracia en Chile. Para nosotros –agregó- constituye una
fuente de seguridad en el más amplio sentido de la palabra; si las vías
democráticas destruidas, no hay duda que antes de que finalice el siglo Chile
será un Estado marxista-leninista aliado de la Unión Soviética”341. Es decir, el
interés de EE.UU. apunta a una instalación “legítima” del modelo económico y
su construcción hegemónica cultural, por lo que un escenario democrático es la
mejor salida ante el escenario de crisis en Chile. Pero tampoco se trata de
apoyar cualquier salida democrática, EE.UU. había comprometido esfuerzos y
recursos en el proyecto de la AD y el Acuerdo Nacional, que permitía asegurar
que la base constitucional necesaria para el desarrollo neoliberal no sería
trastocada.
Con esta visita, Gelbard no sólo rayó la cancha a la oposición de centro
respecto a la exclusión del PC y la “violencia terrorista”342, sino también al
propio régimen. En relación a éste, Gelbard hizo una serie de declaraciones a
prensa enfatizando que la “diplomacia silenciosa” de EE.UU. era sólo una
táctica, que si no daba resultado, perfectamente podía ser reemplazada y dar
pasos a otros medios. En tal sentido, habló de “(…) condenas en organismos
internacionales e incluso sanciones económicas. Agregó eso sí que estas
últimas eran las que menos le gustaban a EE.UU. en el caso de Chile porque,
después de todo, con lo que estaban más de acuerdo era, precisamente, con la
política económica del Gobierno”343.
La visita de Gelbard se demostró como decisiva. En efecto, rápidamente se
comenzaron a producir cambios en la situación política del país, por cierto en la
dirección opuesta al giro de fines de diciembre de 1985 cuando Pinochet
rechazara todo diálogo con el Acuerdo Nacional. La dictadura, obviamente,
debió respetar a la oposición de centro, y apurar la creación de espacios al

341 Ídem
342 Ídem
343 CORVALÁN; Op. Cit.; p. 419

195
interior de su propia institucionalidad para que se desenvolviera allí. No será
casualidad que las leyes políticas de la dictadura fueran despachadas ya a
comienzos de 1987, aunque sin dudas, el régimen las viera también como una
premisa para su propia “proyección”. No menos sugerente fue el hecho de que
éste comenzara a presentar su itinerario constitucional como conducente a la
“democracia plena”, y no como destinado a implantar una “nueva democracia”,
distinta y opuesta a la liberal. Mediante este giro semántico, el régimen y la
oposición de centro, la burguesía y todas sus expresiones políticas, pudieron
así situarse, aunque sólo discursivamente, en el plano común de la aspiración a
una “democracia viable”.
Los gobiernos concertacionistas instaurados a partir de marzo de 1990
representaron la materialización de la salida pactada y la democracia viable.
Ésta debía suponer una muy importante transformación en la superestructura
política, a la par que, por otro lado, debía mantener lo esencial del proyecto de
construcción hegemónica neoliberal de la burguesía impuesto por la dictadura
militar, aunque introduciéndole ciertos ajustes que apuntaran al tema de la
equidad. Desde este punto de vista, la salida pactada constituyó una especie de
recambio, con fuerte patrocinio norteamericano, recambio que a lo largo de los
ochenta había devenido en algo cada vez más urgente ante el agotamiento de
la dictadura debido a la presión popular.
La transformación política fundamental verificada por la salida pactada
consistió, obviamente, en el repliegue de las FF.AA. de la primera línea de la
administración del Estado, lo que equivalía al fin de la dictadura militar. En su
reemplazo se estableció una administración del sistema por parte del grupo
político comandado por la concertación y secundado por la derecha. Ello, por
cierto, dentro de una lógica competitiva entre centro y derecha.

196
El Estado Contrainsurgente y el Neoliberalismo: la instalación hegemónica
a costa del Campo Popular

Con la instalación de la dictadura en chile se consolida ya no solo una forma de


concebir el orden social al interior de un país, traducción que podría hacerse al
ver el accionar de las fuerzas represivas durante los 70 y los 80, sino que más
bien, el objetivo que perseguirán los militares en conjunto con la clase
dominante es la instalación de un proyecto económico/político que pudiera
significar la eliminación de cualquier amenaza política y social a su alternativa,
pensando no solo en las amenazas de ese momento sino también en el largo
plazo, y en consolidar sus patrones de acumulación, para lo cual era necesario
pensar su proyecto en dos planos: a nivel de la superestructura (instalación del
neoliberalismo como modelo capitalista) y a nivel de la estructura política
(construcción del estado contrainsurgente y una democracia viable).
Así nos explica Guillermo “El Ronco” Rodríguez, ex militante del MIR del años
1969 a 1995, encargado militar del cordón industrial Maipú-Cerrillos durante el
gobierno de la Unidad Popular, encargado político de las milicias de la
resistencia popular hasta el año 1982, año en el que cae detenido, desde el año
1992 se desarrolla como director del Taller de Rehabilitación Social “El
Encuentro” de La Florida hasta el año 1992. Él nos cuenta: “El año 1977 se
lleva a cabo el acuerdo de la trilateral comisión, que es una reunión donde
reúnen los alemanes, los gringos y los ingleses, donde analizan los modelos
económicos y políticos para instalar a nivel mundial, ahí Jimmy Carter establece
el concepto de “democracias viables”, que no es ni más ni menos que un estado
Contrainsurgente. Eso es lo que comienzan a trabajar los milicos y la nueva
derecha en chile desde el principio de la dictadura. Ellos partieron concibiendo
este proceso a largo plazo, por eso Jaime Guzmán, por eso Ortúzar, por eso
Rosende. Ellos reúnen a la élite más rancia para definir el Estado
Contrainsurgente, y definen todas las políticas represivas”.

197
Entonces, el Estado Contrainsurgente entendida como las llamadas
`Democracias Viables’ consiste principalmente en desarrollar, por parte de
Estados Unidos como principal potencia capitalista a nivel mundial, una
reorganización de manera concreta de los sistemas políticos en distintos países
de Latinoamérica para darles una “estabilidad y contenido correcto a los
régimen de reemplazo de las dictaduras militares”344, entendiendo que las
Dictaduras Militares les había sido funcionales para un momento en concreto en
el cual instalaron el modelo económico capitalista en su fase neoliberal.
Guillermo nos vuelve a señalar en este punto que: “(...) Son los gringos los que
sacan a Pinochet en Chile, un dictador podía desatar una nueva Nicaragua y
eso no les sirve para su democracia viable”.
Es así que, podemos señalar que la Dictadura como la Transición “a la
democracia”, que comúnmente se identifica con el episodio temporal de 1983
en adelante, son parte de una misma matriz: el Estado Contrainsurgente y la
búsqueda, por parte del departamento de Estado norteamericano, de
posicionarse nuevamente como un referente ideológico y hegemónico que en
algún momento fueron perdiendo producto de las duras luchas de liberación
que llevaron a cabo las organizaciones políticas revolucionarias de
Latinoamérica.
Ahora bien, situando el análisis de esta manera, debemos agregar por lo tanto
que el plebiscito y el advenimiento del primer presidente de la “vuelta a la
democracia” representó la instalación en la práctica de la “democracia viable”,
que a fin de cuenta era lo que Estados Unidos consideraba para poder
mantener en orden su poder en esta parte del globo. No obstante, estas
“democracias viables” o “democracias restringidas” iban a tener 3
características principales:

LABASTIDA, Julio; “Hegemonía y Alternativas Políticas en América Latina: Seminario de


344

Morelia”; Editorial Siglo XXI;1985; p. 242

198
Debían asegurar una dirección política civil y estable para los gobiernos
resultantes, y estos gobiernos debían tener fuerzas política con “(...) apoyo
social y presencia en los sectores más dinámicos: movimiento obrero,
movimiento juvenil, etc. (...)”345, en Chile el partido o fuerza política
característica de este punto es la UDI, que busca obtener un amplio apoyo de
los sectores que antes le pertenecían a la Izquierda tradicional o revolucionaria.
Debe existir una garantía ante cualquier problema de radicalización de la
protesta social. De esta manera el Estado debe buscar identificar a todas las
organizaciones con clara definición anticomunista para poder impedir cualquier
avanzada ideológica hacia el socialismo y el comunismo. A la vez buscan aislar
a todas las organizaciones revolucionarias o que se planteen el socialismo
como objetivo estratégico para ponerles un cortafuego y evitar su avance. En
este punto, el Estado de Chile buscó en los años 90 desbaratar a las
organizaciones revolucionarias bajo el discurso antiterrorista, infiltrándose y
destruyéndolas a sangre y fuego.
Conservar a las fuerzas armadas como un garante y guardián de esta
democracia, manteniendo autonomía respecto del poder civil y resguardando la
posición de sus altos mando y mandos medios, entendiendo que la amenaza
interna de inestabilidad al Estado no había acabado. Junto con lo anterior, se
trata de mantener, sin obtener los resultados esperados, una legitimidad de las
fuerzas armadas como guardianes de la democracia y como sujetos políticos
perfectamente capaces de convivir con la democracia ya instalada, de ahí la
idea de Pinochet como Senador Vitalicio.
Se debe entender que, tal como lo señala Guillermo Rodríguez: “Pinochet
alargó el proceso, cuestión que claramente incomodó a los gringos que vinieron
a sacarlo, porque este mono no calza en su proyecto de democracia viable,
donde es una oposición civil y burguesa quien debe coptar y tomar la

345 Op. Cit; p. 243

199
conducción del estado para la instalación ‘legítima’ de las reformas
neoliberales”.
Por lo tanto, podemos identificar dos etapas de la Dictadura en aspectos
hegemónicos y de construcción del proyecto contrainsurgente de la burguesía
autóctona de Chile: por un lado, desde el mismo golpe de Estado hasta el año
1979, se utilizó la fuerza represiva y coercitiva para poder ganar en el plano de
la fuerza y el castigo, persiguiendo y aplastando de manera general a todas las
fuerzas políticas que pudieran significar una amenaza para la dictadura, sin
distinguir entre la militancia de base y la dirigencia, buscando además instalar el
miedo como el elemento cultural central de la Dictadura para evitar la
reorganización de fuerzas políticas contrarias a la tiranía de Pinochet. A esta
fase la denominaremos como de “Ofensiva Coercitiva”.
Por otro lado, la segunda fase que comienza en los 80, se caracterizó por darle
énfasis al ámbito ideológico y económico, cuestión que se profundiza durante
los años 90 y la llegada de la democracia. O sea, la Dictadura se encuentra en
una ofensiva ideológica que se apoya como eje principal en el Neoliberalismo y
sus valores culturales adyacentes: consumismo, individualismo, etc. Esto
complementado con las reformas económicas que se desarrollan tanto en
dictadura como en los gobiernos de la concertación: privatizaciones de la salud,
educación y previsión, precarización y flexibilidad laboral, privatización de los
recursos naturales, etc. En esta fase la represión se hace selectiva, apuntando
a perseguir a las dirigencias de las organizaciones revolucionarias que optan
por el camino armado, y a prevenir los actos de estas organizaciones políticas
por medio de la intervención e infiltración. A esta fase la denominaremos como
de “Ofensiva Ideológica”.
Esta instalación en dos fases del nuevo Estado, tendrá sin lugar a dudas
grandes y graves consecuencias en el campo popular, pues la instalación
forzosa del Neoliberalismo significará cinco consecuencias que desarrollaremos
en el presente capítulo: La precarización de la vida; la nueva política social de

200
vivienda y la segregación social; la dispersión, atomización y debilitamiento de
las organizaciones sindicales, sociales y políticas; la falta de proyecto histórico y
referente para la juventud de la época; y el ensalzamiento del individualismo
como pilar cultural del modelo.
En lo concreto hemos planteado que la dictadura utiliza el elemento de la fuerza
para frenar y aplastar cualquier luz que se dispare contra él. A la vez, el Estado
contrainsurgente en su expresión máxima busca atomizar las fuerzas
sindicales, políticas y sociales disipándoles de las formas que sea su
conciencia, y por último, es el neoliberalismo quien a través de las reformas y
sus consecuencias materiales que profundizan los aspectos ideológicos que la
burguesía norteamericana y chilena necesitan para poder mantener tranquilo su
patio trasero y poner en orden su hegemonía cultural e ideológica en el
continente y en el país.

La Precarización de la vida

Al comenzar la década de los ochenta los indicadores económicos se


mostraban optimistas anunciando un supuesto “milagro económico”: así por
ejemplo, los altos índices inflacionarios a los que se había llegado hacia 1973
(alrededor del 1000%), no superaban el treinta por ciento hacia 1980. A su vez,
la producción crecía persistentemente desde 1977 a tasas cercanas del ocho
por ciento anual346, mientras que se frenaba el déficit fiscal. Junto con lo
anterior, los nuevos tiempos habían traído prosperidad para los sectores
acomodados de la población y para la clase dominante.
Desde la misma cúpula de la dictadura se respiraba optimismo. José Piñera, ex
ministro del Trabajo de Pinochet, y gestor del Plan Laboral declaraba: “la
mayoría de los índices económicos permitirán a Pinochet, con un ámbito

MELLER, Patricio; “El colapso económico y financiero de 1982-1983”; Documento de trabajo


346

Universidad de Chile; curso: “La economía Chilena: visiones alternativas y problemas”; p. 13

201
económico tranquilo y en crecimiento, llegar sin problemas a diez años más de
gobierno”347. El ex ministro de Economía de la Dictadura, Juan Carlos Délano,
proclamaba: “los tiempos difíciles ya pasaron, se avecina una época de
crecimiento y bienestar económico”348.
Sin embargo, hacia 1981 comenzaron a aflorar los primeros síntomas de una
inminente desestabilización económica: el notable crecimiento de la tasa de
interés real, sumado a su notorio deterioro de los términos de intercambio y a
un alza de la tasa de interés internacional, auguraba la llegada de una crisis
económica de carácter estructural que agudizaría la ya complicada instalación
del neoliberalismo.
De esta manera, podemos vislumbrar que hacia 1981 se produce un notorio
derrumbe de la estabilidad económica en todos sus ámbitos en el país (PGB,
industria, construcción, desempleo, quiebras de empresas, entre otros), y a
pesar de que 1982 se notará una leve recuperación de éstos índices, las
consecuencias, tanto económicas como sociales, sobre todo sociales, de la
crisis desatada con la instalación del neoliberalismo, ya estaban causando
estragos en la sociedad civil chilena, especialmente en sus sectores más
excluidos y desposeídos: en el campo popular.
Coincidencia o no, la crisis de 1982 va a, de alguna manera, ayudar a que la
dictadura de un vuelco pragmático en su instalación de reformas y las lleve a
cabo, ya que los años 80 representa el echar andar el proyecto neoliberal y de
impulso de ciertas políticas que van a afectar de lleno al campo popular, campo
popular que como hemos dicho se encuentra destrozado producto de la
represión y tiranía impuesta por la dictadura. Por lo tanto, la crisis económica de
los años 80 impulsará en primera instancia una concepción pragmática del
neoliberalismo y a la vez, la crisis da un pie para darles impulsos a estas

347 El Mercurio. 17 de Marzo de 1980. Cuerpo C. Pág. 1


348 Ídem

202
reformas. Sin embargo, quien se ve enfrentada a esta batahola fue el Campo
Popular, que vio diezmado sus formas de vida.
La Crisis del 80 provocó un alza en los niveles de cesantía que llevó a los
sectores populares de la sociedad, a impulsar el desarrollo de una economía de
subsistencia, de sobrevivencia popular, que de manera institucional no han sido
capaces de poner en relieve o de dar solución. Esta sobrevivencia popular,
costo de los malos tiempos económicos, llevó a que fuera necesario apelar a
otras realidades como “(...) el apoyo familiar, las donaciones y regalos, los
canales de ayuda vecinal, la readecuación de la vida doméstica en condiciones
de cesantía del jefe de familia, la solidaridad de instituciones no
gubernamentales, el aporte de niños y jóvenes al sustento familiar, el
recrudecimiento de la mendicidad, el robo, etc.”349, estos aspectos
anteriormente descritos revelan, de alguna manera, la capacidad creativa que
tiene el campo popular para apalear tiempos de “vacas flacas” y de “apretarse
el cinturón”. Es ante esta situación que la economía informal se naturaliza,
sobre todo cuando el sistema económico y el Estado no son capaces, o no
quieren, de entregar las condiciones materiales mínimas para la supervivencia,
ya sea trabajo, salud o educación.
Ahora bien, un aspecto importante de todo esto es que a diferencia de las crisis
anteriores, “(...) la implantación del modelo económico neoliberal y las
sucesivas crisis económicas que han afectado con especial fuerza a los
trabajadores y sectores más pobres de la población, ha sido amortiguada en
gran medida ya no por el estado, como ocurrió en la década del 30, si no que
por la extensión del rol económico de una diversidad de actividades no
propiamente económicas (...)”350, y que de alguna manera colaborará en la
subsistencia del campo popular frente a la cesantía, la inflación y la crisis
económica en general. Así, en términos concretos, la economía de subsistencia

349 SCHKOLNIK, Mariana; TIETELBOIM, Berta: “Pobreza y Desempleo. La Otra Cara del
Modelo Neoliberal”, Ediciones PET; 1988; p. 22
350 Ídem.

203
fue un amortiguador de la crisis para varias capas del campo popular y que,
según el estudio Pobreza y Desempleo de Mariana Schkolnik y Marta
Tietelboim, podemos categorizar de la siguiente manera:
a) El trabajo informal, ya sea en pequeñas empresas que son familiares o
privadas. También podemos agregar los empleos por cuenta propia o
autónomos y, por último, podemos agregar las diversas formas de cesantía
que se encuentra disfrazada y que se observan en condiciones de
desempleo alto.
b) Las Organizaciones Económicas Populares (OEP), cuyo carácter es
comunitario, cooperativo y solidario.
c) Organizaciones vecinales o locales para el consumo, el ahorro o el
aporte de servicios. Aquí nos encontramos por ejemplo con los Bingos y las
Rifas.
d) La producción de bienes y servicios que son de tipo doméstico y no
doméstico que sirven para el auto-consumo, como lo son los huertos
familiares o parroquiales.
e) Las donaciones, préstamos o regalos entre familiares y vecinos, como
también las entregadas por instituciones no gubernamentales.
f) Las conductas desviadas, robos, asaltos, etc.
Podemos ver entonces, el surgimiento de una gran variedad de trabajos
informales que no están estrechamente ligados a la economía tradicional, como
son por ejemplo las colas de las ferias libres, en donde se vende ropa o
cualquier otro utensilio doméstico. Otro ejemplo también es la venta de helados,
chocolates, bebidas en los buses o calles. Por último podemos nombrar a los
denominados “pololos”, pequeños trabajos temporales y específicos. Además,
la falta de ingresos genera transformaciones en la vida doméstica, tales como la
incorporación al “(...) mercado al trabajo de otros miembros de la familia; se
llevan trabajos remunerados al hogar; se reciben allegados para compartir los
gastos, a la vez que aumenta el trabajo doméstico para poder ahorrar.

204
Confeccionar ropa, cocinar a leña, hacer pan en la casa, tener gallinas, huertos,
‘colarse de las líneas eléctricas para no pagar luz, etc. (...)”351. Todas estas son
productos de la cesantía, la crisis y las reforma neoliberales, y que a la vez va a
representar la permanencia por un largo tiempo de tasas de desocupación
superiores a los promedios históricos de cesantía, y que van en aumento
sostenido, sobre todo en el caso del desempleo juvenil. Por otra parte,
demuestra la falta de políticas sociales que contrarresten de manera real los
efectos negativos del neoliberalismo es el campo popular.
Por otra parte, el Estado implementará el uso del crédito, casi de manera
táctica, para poder apalear la crisis del 82, ya que plantea al consumo como un
eje importante para levantar al país de la crisis, como también fue utilizado por
parte de la población como un método de sobrevivencia a la escasez de la
época.
Sin embargo, la utilización del crédito conlleva un proceso más profundo: la
transformación de la sociedad a la llamada “sociedad de consumo”, que a
simple cuenta se entiende como que “(...) la demanda de las personas por
bienes y servicios no está determinada ni restringida a la satisfacción de sus
necesidades básicas o superiores. Sino que esa demanda responde
fundamentalmente a la satisfacción de sus “deseos”, que son estimulados
desde los proveedores de la “oferta” con mensajes dirigidos no a su
racionalidad sino a su sentimentalidad como personas (...)”352, pero este
hedonismo va a suceder en el proceso de transformación de la sociedad de los
años 80 y en los años 90. Por tanto, el crédito de consumo se “instaló y
consolidó en amplios sectores sociales medios y populares como una
mentalidad individualista y consumista. Es un proceso que responde a una
estrategia de largo aliento impulsada por los dueños del poder para estabilizar y

351Op. Cit; p. 33
352HIDALGO, Manuel: “Las cadenas del Endeudamiento”,
http://www.lemondediplomatique.cl/Las-cadenas-del-endeudamiento-por.html

205
proyectar indefinidamente el sistema de dominación”353. Las consecuencias de
este proceso son tan profundas, que terminan por determinar, inclusive, la
ideología imperante de la sociedad contemporánea, asumiendo al consumismo
y al endeudamiento como los pilares teórico-ideológicos de la cultura propia del
neoliberalismo, que se entiende como la cultura del tener más, de cambiar los
“harapos” por la ropa de marca, la pobreza se esconde tras las deudas
morosas; a fin de cuentas, se trabaja para pagar cuentas.

La erradicación de poblaciones

Como hemos desarrollado hasta ahora, muchas fueran las formas utilizadas por
la dictadura durante los 70 y los 80 para refundar el Estado o transformar las
bases en que se había mantenido la sociedad chilena, y uno de dichos
mecanismos de refundación o transformación fue el proceso de erradicación y
radicación de poblaciones al interior de la región metropolitana, llevado a cabo
masivamente entre finales de la década de 1970 y comienzos del decenio
siguiente: es decir, el traslado de miles de familias al interior de la región
metropolitana y su restablecimiento ya sea en un lugar distinto y distante a su
comuna de origen (erradicación), ya sea al interior de la misma comuna en que
se encontraban habitando previamente (radicación).
En efecto, el programa de erradicación y radicaciones de población impuesto y
llevado a cabo por la Dictadura apuntó, fundamentalmente, a transformar el
área capital de Chile configurando un nuevo orden en que se repartía a la
población según su condición socioeconómica: para esto, los amplios y vastos
sectores populares urbanos de la capital chilena fueron esparcidos, relegados y
reubicados en zonas urbanas (comunas) comunes y homogéneas,
estableciéndose claramente la configuración de espacios urbanos destinados
para los sectores populares desposeídos frente a otros espacios urbanos

353 Ídem

206
dispuestos para los sectores socioeconómicos privilegiados, parte de la clase
dominante, de la sociedad chilena. Para esto, se establecieron tres lineamientos
paralelos que servirán de base a las erradicaciones y radicaciones de
población: un proceso de reforma municipal (o “municipalización”) que altera y
modifica las lógicas del funcionamiento de la administración local hasta el
momento vigente; la puesta en marcha de una nueva planificación de
crecimiento y desarrollo urbano en Chile, para lo cual se liberaliza
extremadamente el mercado de la tierra urbana del país; y la estructuración de
una reforma comunal que creará una serie de nuevas comunas en el área
metropolitana del país, muchas de las cuales servirán de receptoras a las miles
de familias erradicadas que provenían de otras zonas de la capital y habían sido
obligatoriamente trasladadas de una comuna a otra por los programas
gubernamentales entre finales de la década de 1970 y la primera mitad del
decenio siguiente.
La “Reforma Municipal” o “Municipalización” se comienza a concretar hacia
1979 cuando se dicta la nueva “Ley de Rentas Municipales” (D.L. N°3.036) en
el marco de la reestructuración municipal iniciada en el año 1976 a través de la
“Ley Orgánica de Municipalidades” (LOM, a través del D.L. N°1.298, que
apuntaba a destacar el carácter “promotor y participativo” que se le intentaba
asignar a las municipalidades).
Así, sobre la base de esta nueva forma de financiamiento municipal creada
hacia finales de la década de 1970, se publica el D.F.L. N°1 en el año 1980, a
través del cual se traspasaba la administración de ciertos servicios públicos a
cada uno de los municipios existentes en Chile (establecimientos municipales
primero, y servicio de salud, posteriormente), dando un rotundo y profundo
vuelco en la historia de la administración pública chilena en cuanto el Estado
había sido siempre el principal administrador de los servicios públicos
considerados de primera importancia para el desarrollo integral de la sociedad:
la educación y la salud.

207
Inmediatamente planteado y puesto en marcha el proceso de reforma
municipal, comenzaban a aparecer las primeras voces de alerta y
cuestionamiento ante los reales alcances y efectos que éste tendría en el
desarrollo y funcionamiento integral de cada uno de los municipios existentes
en Chile, teniendo en cuenta que la realidad evidenciaba tremendas y
profundas diferencias entre unos y otros en cuanto disponibilidad de recursos y
asesoramiento técnico para llevar a cabo las obligaciones que la
“municipalización” les otorgaba. En este sentido, Pascual Barraza (ex regidor y
alcalde la municipalidad de La Granja durante el período 1960-1971),
cuestionaba la eventual factibilidad del sistema de financiamiento municipal:
“(...) De las 268 municipalidades existentes en el país, no más de 25 tienen
recursos propios. Aunque se recurra al ‘Fondo común’, la mayoría no podrá
recibir tal aporte. No debe olvidarse que las municipalidades como las de
Santiago, Las Condes, Providencia o Ñuñoa no constituyen la mayoría del país
y tampoco son significativa en cuanto reflejar realmente lo que son, en la
práctica, las comunas de Chile.”354
Lo que se vislumbraba era un profundo escepticismo acerca de los verdaderos
alcances de la implementación de una nuevo sistema de financiamiento
municipal y de la administración de ciertos servicios públicos estratégicos por
cada municipio: lo que se temía era que se produjeran notables diferencias
entre los múltiples municipios de acuerdo a sus disponibilidades económicas,
generándose por ende profundas desigualdades entre los servicios públicos
entregados por éstos.
De este modo, el traspaso de servicios públicos a las municipalidades pasa a
contener un su interior la intencionalidad de ser una herramienta por medio de
la cual el Estado se desligaba de sus funciones administrativas de servicios
estratégicos para el desarrollo armónico e integral de la sociedad, transfiriendo
esta responsabilidad a las unidades locales municipales y liberalizando la

354 Revista “Análisis”. N°26. Agosto de 1980; p. 9

208
orgánica interna de estos servicios públicos, que pasan a ser administrados
según el proceso de “municipalización”, bajo lógicas neoliberales de empresa
privada.
Paralelo a lo anterior, se implanta en Chile una “Nueva Política de Desarrollo
Urbano” a partir de 1979. Ésta se convirtió en una herramienta del Estado para
establecer un nuevo proyecto de desarrollo y crecimiento urbano en el país,
liberalizando el suelo y transformándolo en un recurso más transable en el
marco de la instalación del neoliberalismo, sin trabas de ningún tipo según la
oferta y la demanda existentes. Para conseguir esto, se estipulaba un plan
basado en los siguientes preceptos o declaraciones a seguir355:
“El suelo urbano no es un recurso escaso”: su aparente escasez derivaría de la
falta de concordancia entre normas técnicas y jurídicas, y las condiciones de
oferta y demanda al interior del mercado inmobiliario.
“El uso del suelo queda definido por su mayor rentabilidad”: se apuntaba a
entender la tierra urbana como un recurso transable libremente y con escasas y
nulas restricciones.
“El uso del suelo debe regirse por disposiciones flexibles, definidas por los
requerimientos del mercado”: con los cual, se buscaría no volver a cometer
“errores” anteriores surgidos a causa de la aplicación de normas rígidas
alejadas de la realidad.
“La concentración espacial de la población genera ventajas comparativas para
el desarrollo de actividades económicas y sociales”: esperando con esto que la
concentración de población dentro de los límites urbanos estimulara el interés
de inversión privada en actividades de producción y servicios, lo cual a la vez
beneficiaría, según el discurso oficial, a la población en conjunto.
Las investigaciones y análisis al respecto denuncian que “(...) desde 1979 hasta
mediados de la década de 1980 se aumentaron en el radio urbano

355“Política Nacional de Desarrollo Urbano”. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Chile 1979.


En: Revista “EURE”. Vol VIII N°22, Septiembre 1981.

209
metropolitano 24.000 hectáreas a las 38.000 existentes, dando como resultado
a un total de 64.000 hectáreas de radio urbano en la capital chilena hacia estos
años.”356 A su vez, este explosivo incremento del área urbana trajo consigo una
consecuencia de gran importancia: por un lado, aumentó las diferencias y
segregación entre diversas zonas dentro del radio urbano metropolitano en
cuanto creó distintas zonas con valores de suelo significativamente dispares y,
por ende, estableció zonas urbanas de alto valor comercial y residencial y
zonas periféricas de bajísimo interés y valor como zonas comerciales y
residenciales.
De esta manera, la “Política Nacional de Desarrollo Urbano” (PNDU)
implementada por el régimen militar hacia finales de los 70 va a derivar en
profundas, nefastas e insoslayables consecuencias tanto económicas como
sociales. En el aspecto económico, “(...)junto con derivar, como se esperaba
desde un principio, en una espectacular alza y especulación sobre el suelo
urbano por el suelo capital financiero inmobiliario a la vez determinó una
incontenible tendencia monopólica por parte de éste, también derivó en un
paulatino y avasallador proceso de ocupación y deterioro de los ricos suelos
agrícolas de la zona central de Chile que se encontraban adyacentes al radio
urbano previo a la PNDU, terminando por ocupar -y destruir- completamente
este potencial recurso natural.”357 A su vez, desde un punto de vista social, la
PNDU contribuirá directamente en la segregación de zonas urbanas según el
valor que el mercado le asignaba a éstas, quedando de esta manera
establecidas zonas de alto valor comercial y residencial frente a zonas
desvaloradas destinadas a los sectores populares con menos recursos de la
sociedad chilena. A pesar que la PNDU, producto de las consecuencias
anteriores, terminará en un rotundo fracaso como política gubernamental (por lo

356 MORALES, Eduardo; ROJAS, Sergio. “Relocalización socioespacial de la pobreza. Política


estatal y presión popular, 1979-1985” Centro de Estudios del Desarrollo (CED). Santiago 1990.
p. 37
357 Revista “APSI” N°97. 21 de abril-4 de mayo 1982; p. 8

210
cual, hacia mediados de 1985 se implementará una nueva política de desarrollo
urbano bajo preceptos y disposiciones diametralmente distintas a las cuales se
basaba la PNDU, como por ejemplo, reconocer que el suelo urbano era
efectivamente un recurso escaso cuya utilización y explotación debía estar
regida y administrada por la figura estatal), ésta se desarrollará por más de
cinco años marcando profundamente el proceso de expansión urbana que se
producía en la región metropolitana.
Por otra parte, cuando hacia comienzos de la década de 1980 el ministro
presidente de la Comisión Nacional de Reforma Administrativa (CONARA),
general Roberto Guillard Marinot, aseveraba que unos de los objetivos
principales que se intentaba perseguir a través de la implementación de un plan
reestructurador comunal en el país era “(...) justamente acercar la prestación de
servicios de la autoridad a la comunidad. Producir una identificación de ella con
sus propios problemas y que participen en la decisión de sus destinos, lo cual
iría en directo beneficio de todas las comunidades que viven en todo el sector
de Santiago.”358 Lo que en realidad estaba trazando dicha autoridad era la
justificación o argumentación oficial hacia la nueva política estructurada por el
régimen militar chileno para reformular las bases espaciales sobre las cuales se
desenvolvían las relaciones de la sociedad civil, por lo menos santiaguina,
hasta aquel momento. Esta política de reforma comunal estipulaba la creación
de 16 nuevas comunas al interior de la provincia de Santiago (que quedaba
conformada de esta manera por un total de 32 comunas) y el establecimiento
de 6 provincias en la región metropolitana: chacabuco, cordillera, Maipo,
Talagante, Melipilla y Santiago. A su vez, según las palabras del mismo general
Guillard, otro elemento de importancia capital dentro del plan reestructurador
comunal era la creación de áreas o espacios urbanos con una población de
características socioeconómicas homogéneas, con la intención de llevar a cabo
una solución más efectiva, directa y rápida a los problemas específicos que

358 Revista “Qué pasa”. N°519. 19-25 de mayo de 1981; p. 21

211
aquejaban a la población. Para lo cual, la mejor manera de sobreponerse a
dichas disyuntivas era la configuración de espacios urbanos (comunas) en los
que vivieran sectores sociales de características socioeconómicas homogéneas
o similares para así poder estructurar mejores y más efectivas, según el
discurso oficial, soluciones a los problemas de quienes lo necesitasen, en
particular del campo popular.
Al parecer, las intencionalidades que había detrás de los objetivos perseguidos
por el nuevo Estado contrainsurgente por medio de la reforma comunal iban
más allá de la simple asistencia directa, rápida y eficaz a los sectores sociales
en extrema urgencia. En efecto como hemos visto hasta el momento, la
planificación de reforma comunal va a coincidir paralelamente con otros dos
procesos de reforma en la sociedad (municipalización, plan de desarrollo y
crecimiento urbano) en los cuales encontrará apoyo y fundamento,
entrelazándose de este modo tres procesos de reforma aparentemente
diferente pero que a la larga se interconectarán para llevar a cabo un profundo
reordenamiento espacial y socioeconómico al interior de la región metropolitana
de Chile entre final de la década de 1970 y la primera mitad del decenio
siguiente, que determinará la segregación socioespacial que vive el campo
popular hasta el día de hoy.
Entre 1979 y 1985 se habrían movilizado alrededor de 65.000 familias en toda
el área metropolitana en Chile, de las cuales aproximadamente unas 35.000
familias se erradicaron fuera de su comuna de origen y unas 30.000 familias se
habrían radicado dentro de éstas359. A su vez, otro elemento destacable es la
inalterable dirección que siguieron los movimientos de población, sobre todo los
movimientos de erradicación, al interior del área urbana metropolitana en Chile:
la gran mayoría de las poblaciones erradicadas encontraron un destino común
en las nuevas comunas ubicadas en la periferia del ampliado radio urbano
capitalino y surgidas según la reforma comunal, concentrándose de este modo

359 RODRÍGUEZ; ICAZA; Op. Cit

212
en unas cuantas comunas el destino de gran cantidad de bajos ingresos. “Hasta
diciembre del año 1984 se habría trasladado a un total de 26.291 familias
(137.000 personas aproximadamente), de las cuales más del 80% (21.323
familias) se erradicó intercomunalmente, es decir, fuera de la comuna de origen
de las familias movilizadas.”360
A nivel general, de las 26.291 familias erradicadas durante el periodo de 1979-
1984 el 71,5% (17.789 familias) tuvo como destino alguna comuna de la
provincia de Santiago, mientras que el 26,2% (6.890 familias) encontraron
destino en comuna de otras provincias de la región metropolitana: de estas
últimas, el 67,5% (4.650 familias) se concentró en dos comunas específicas:
Puente Alto (perteneciente a la provincia Cordillera) y San Bernardo (provincia
del Maipo). A su vez, el 66% de las familias erradicadas en total durante este
período se concentró en seis comunas en particular del “Gran Santiago” 361: La
Pintana (5.696 familias), Renca (3.012 familias), Puente alto (2.907 familias), La
Granja (1.982 familias), San Bernardo (1.743 familias) y Peñalolén (1.718
familias).362
Las consecuencias de los procesos de traslado de población al interior de la
región metropolitana alcanzaron un abanico bien contundente de acción e
irradiación: un notorio desarraigo y desadaptación de las familias erradicadas
en los nuevos hogares, aumento del radio urbano para el destino de las familias
erradicadas, segregación socioespacial y socioeconómica de la población al
interior de la región metropolitana, entre muchas otras consecuencias. Al
respecto, la evidencia del movimiento y traslado masivo de población de
escasos recursos desde sus comunas de origen hacia nuevas comunas en que
se aglutinaba y reunía conjuntamente a esta población es un claro ejemplo del
fenómeno que ya veníamos anunciando desde un principio: la segregación

360 MOLINA; op. Cit; p. 160


361 Por “Gran Santiago” se entiende el total de comunas pertenecientes a esta provincia de la
región metropolitana más las comunas de Puente alto y San Bernardo, ligadas al centro
económico y administrativo capitalino Santiaguino.
362 MOLINA; op. Cit; p. 162

213
socioespacial de la población de la región metropolitana según las
características nuevas y dejando a la población de escasos recursos en ciertas
comunas nuevas y dejando a la población económicamente privilegiada, parte
de la clase dominante, en otras comunas exclusivas. De este modo, según la
opinión de algunos estudios al respecto “(...) se podría decir que ciertas
comunas (Las Condes, Providencia, La Reina y Santiago, principalmente)
‘exportan’ población en extrema pobreza a través del programa de erradicación
de campamentos, a costa de otras, fundamentalmente La Granja, Puente Alto,
Renca y San Bernardo- que se constituyen por esta vía en comunas
‘importadoras’ de población pobre”.363
En relación al mismo fenómeno, otros estudios al respecto postulan a que el
proceso de traslados de población al interior de la región metropolitana
implementado por el régimen militar y apuntó a establecer una insoslayable
“heterogeneidad intercomunal” desde un punto de vista socioeconómico en la
capital, así como también logró exitosamente “homogeneizar social y
económicamente” cada comuna en su interior. Todo lo anterior ejemplificable a
través de datos concretos: hacia 1984, mientras las comunas ricas de la
provincia de Santiago (Las Condes, Providencia y Santiago) concentraban el
51% del gasto total de la provincia ($6.348.326, de los 12.223.908 totales,
según la Contraloría General de la República) y solo un 21,8% de la población
(882.564 personas, sobre un total de 4.044.519 habitantes), las comunas
populares de la provincia (La Cisterna, La Pintana, San Ramón, Peñalolén,
Cerro Navia, Macul y Lo Prado) albergaban a un 18,9% de la población total de
Santiago disponiendo solo el 4,04% del gasto total de la provincia. 364 A su vez,
las cifras del proceso de erradicación de poblaciones al interior de Santiago
también hablaban por si solas: las comunas de La Granja, Puente Alto y San
Bernardo habrían recibido al 53% del movimiento intercomunal de erradicación

363 MORALES; Ibídem


364 MOLINA; Ibídem

214
(60.000 personas aproximadamente), mientras que las comunas de Pudahuel y
Renca habrían recibido otro 27%. A su vez, Peñalolén recibió alrededor de
14.000 nuevos habitantes, representando al 32% de su crecimiento
demográfico comunal. De este modo “(...)en suma, las comunas de La Pintana,
Pudahuel, Renca, Peñalolén, San Bernardo y Puente Alto se han constituido en
centros receptores, en estos últimos cinco años, de una cifra superior a 100 mil
personas, lo que equivale a la ciudad de Iquique o levemente superior e inferior
a las ciudades de Osorno y Valdivia, respectivamente.”365 Todo lo anterior daría
para pensar si efectivamente lo que buscaba la reforma administrativa era una
mejor administración comunal a través del acercamiento entre autoridades y
habitantes (como lo aseguraba el general Guillard a cargo de la CONARA) o,
por el contrario, lo que se pretendía era segregar espacialmente la capital
estableciendo y configurando comunas en que habitaran sectores poblacionales
socioeconómicamente similares, agrupando a la burguesía y a la clase
trabajadora por separado para así tener clara y nítidamente diferenciados e
identificados a los sectores o comunas en que habitaba la población “altamente
peligrosa” o “desadaptada” frente al régimen imperante.
Así se fueron configurando las distintas realidades comunales al interior del
área capitalina en Chile, haciendo evidente las diferencias y delimitaciones
territoriales o espaciales entre cada comuna, en accesibilidad a equipamientos
y servicios básicos, y en torno a problemas urbanos específicos, tales como la
administración comunal, las redes de infraestructura, la disponibilidad de
transporte o la existencia y extensión de áreas verdes. De esta manera, las
nefastas y funestas implicancias que tuvieron los movimiento erradicacionales
en el área metropolitana chilena sustentados por medio de los procesos de
reforma expuestos anteriormente, derivarán indefectiblemente en profundas
consecuencias socioeconómicas y espaciales en cuanto se configuró un nuevo
ordenamiento de la población de esta área según lógicas impuestas por el

365 MORALES; op. Cit; p. 105

215
Estado Contrainsurgente: el área metropolitana se dividirá entre zonas o
comunas receptoras de población socioeconómicamente marginada y excluida
(dando origen así a nuevas, proliferas y hacinadas áreas o comunas populares
en la capital), y zonas o comunas que albergaban a la población
socioeconómicamente privilegiada y favorecida, tal como lo aseveraban ciertos
sectores de prensa de mediados de la década de los 80:
“El programa oficial de erradicación de campamentos abarca alrededor de
treinta mil familias que ya habían sido reubicadas fuera de las comunas de
Santiago, Providencia y Las Condes, en donde la política de libre mercado
extendida a la tenencia de la tierra había vuelto rentables los terrenos antes
ocupados. De esta forma, las comunas más pudientes despejaban sus sectores
de poblaciones poco beneficiosas para el municipio. Ha sido La Granja, sin
duda, la comuna más castigada por la política habitacional del gobierno con un
presupuesto de sólo 500 pesos por habitante, ha tenido que servir de anfitrión al
48% de las últimas 15 mil familias erradicadas durante el período 82-84.
Providencia, en cambio, logró deshacerse de su único campamento, dejando su
presupuesto de 10 mil pesos por habitante para otros rubros.”366
A su vez, el proceso de erradicación (más que el de radicación) de sectores del
campo popular al interior de la región metropolitana en Chile trajo como
consecuencia un notable deterioro en las condiciones de vida de miles de
familias que se vieron afectados por éste, relegando a las nuevas generaciones
de los sectores populares urbanos a vivir y convivir en el hacinamiento, falta de
privacidad y de áreas aptas para la recreación y la diversión, la miseria,
segregación y exclusión como elementos cotidianos de existencia. En este
sentido, los “hábitat residenciales urbanos” construidos durante este período
carecieron enormemente de elementos benignos físico-espaciales y sociales
entre los sujetos afectados por las olas de erradicación y radicación, sobre todo
en cuanto a las erradicaciones, pues estas “(...)conllevan cambios a veces

366 Revista “APSI”. N°155. 29 de octubre-11 de noviembre de 1984. p. 13

216
dramáticos en la adaptación de los beneficiarios a una nueva vivienda, un gran
desplazamiento hacia un sector urbano predeterminado, generalmente alejado
de su residencia anterior, una ruptura con un medio socioespacial y un desafío
por recompensar la vida cotidiana en un hábitat residencial compuesto por
vecinos desconocidos, con los cuales no los liga una historia en común como
sucede con las radicaciones”.367

La atomización y debilitamiento sindical

Históricamente los trabajadores han sido el eje puntal de un país, ya sea bajo
motivos productivos, pues sostienen la economía de un país gracias al trabajo,
como también lo han sido para la política revolucionaria de la izquierda chilena
y mundial. Es así como han surgido a lo largo de la historia del país
organizaciones de trabajadores que han tomado como banderas de lucha
buscar mejoras en sus condiciones laborales y de vida como también lo han
sido el orgullo obrero, la conciencia de clases y la lucha por cambiar las
estructuras capitalistas en su totalidad, como trasfondo político de sus
reivindicaciones materiales. En Chile, durante los años 70, los trabajadores
representaban el cimiento fundamental para cambiar al país, pero llegada la
Dictadura Militar se vieron envueltos en devastadores atropellos a su dignidad
en cuanto a organización como a su conciencia de clases y su práctica política,
como hemos planteado más arriba, la tiranía debía desarticular violentamente
todo producto que les significará a ellos un tropiezo, y esto significaba barrer
con el “cáncer marxista” que en los años anteriores había organizado a los
trabajadores en pro de un cambio sustancial a la sociedad.
Es así que, en la ofensiva coercitiva, el Estado desarticula, asesina, tortura y
destruye la conciencia de clases, el orgullo obrero de los trabajadores a través

367DE LA PUENTE, Patricio; MUÑOZ, Patricio; TORRES, Emilio; “Impacto Social de los
programas de radicación y erradicación en Santiago”; Departamento de Sociología. Facultad de
Ciencias Sociales. Universidad de Chile. Doc. de trabajo N°7. Santiago 1989; p. 108.

217
de la imposición del miedo a organizarse, por medio de la amenaza constante
de la persecución, el extrañamiento, el exilio y la muerte. Esta situación dará
origen a una desmovilización de los trabajadores que más tarde será
profundizada gracias a las reformas neoliberales impuestas por la Dictadura y el
desempleo que consigo trajo estos cambios estructurales a los que se vieron
sometidos en el período, por ejemplo “(...) su peso numérico en 1984 equivalía
apenas a un tercio del que poseía en los años setenta(...)” 368 pero esta
contracción hacía la masa trabajadora no fue uniforme, sino que al contrario
“(...)el contingente más afectado fue precisamente aquel que reunía las mejores
condiciones para realizar una acción organizada de clases y que , por lo mismo,
fue el soporte del sindicalismo moderno de Chile: el proletariado industrial” 369.
Por lo tanto, la dictadura apuntaba a debilitar la acción organizada de los
trabajadores que hasta ese momento representaban una real fuerza social y de
movilización introduciendo en ella aspectos heterogéneos para poder dispersar
sus fuerzas.
Lo anterior provocó otra consecuencia que influyó en la clase trabajadora, que
fue principalmente el gran deterioro de los trabajadores en su capacidad de
agregar demandas y presionar sobre la economía del país, pues se encontraba
en proceso de desarticulación y perdiendo una cantidad enorme de fuerza, así,
toda esta acentuación heterogénea se dió desde el “punto de vista salarial (...)
la desigualdad entre obreros de las industrias pequeñas afectadas por la
competencia de las importaciones y los empleados de las grandes industrias
exportadoras o productoras de bienes no transables, se ensanchó
apreciablemente, volviendo muy difícil la acción conjunta de sus
sindicatos(...)”370, y para agregarle un elemento más, las empresas tradicionales
del movimiento obrero hacia la crisis de 1975 desaparecieron. Esto, por último

368 TIRONI, Eugenio: ”Autoritarismo, Modernización y Marginalidad”; Ediciones SUR; 1990; p.


162
369 Op. Cit; p. 163
370 Ídem

218
provocó un debilitamiento de las organizaciones de trabajadores en su
capacidad de tener una acción y un pensamiento de corte clasista por sobre lo
gremialista o localista.
Por otra parte, el miedo al desempleo se impuso tras un largo ir y venir sobre la
organización sindical que tenía y emanaba política de participación y
reivindicación. Este aspecto fue unos de los detonantes, sumados al expresado
más atrás sobre el miedo a la tortura, que provocó una caída sostenida de
trabajadores sindicalizados, que haciendo un paralelo de “(...) 1973 los
desocupados que valía a una décima parte de los trabajadores sindicalizados;
en 1983, en cambio, había tres veces más desocupados que trabajadores
sindicalizados (...)”, un golpe duro para los trabajadores, que a fin de cuentas
sucumbieron a la derrota.
Un ítem aún más importante implicó la ejecución y el desarrollo del plan laboral,
que significó otro gran golpe a los trabajadores ya que trajo consigo la
desocupación y la informalización del trabajo como una política de Estado. Así,
a través de la “flexibilización del mercado del trabajo” se otorgó a la patronal
“(...)la libertad para despedir personal aduciendo simplemente necesidades de
la empresa’; también permitió ampliar la jornada a doce horas y facilitó la
sustitución del trabajo asalariado o a jornal por el trabajo a trato o por
rendimiento(...)371” , a la vez podemos agregar que el personal de planta de las
empresas quedó a cargo de subcontratistas que se hacen cargo de funciones
laterales que por lo general son a bajo costo.
Es de esta manera que la nueva institucionalidad laboral va significar para el
grueso de los trabajadores, el retiro por parte del Estado de su rol benefactor
que había prestado y el que los trabajadores debieron lanzarse, por lo tanto, a
competir con el sector patronal del mercado, además excluyendo la política de
la actividad sindical, en el cual los sindicatos debían solamente concentrarse en
las problemáticas micro económicas de la empresa, y dejando a un lado, por

371 Op. Cit; p. 165

219
ejemplo, que algún dirigente sindical pudiese tener participación en un partido
político.
Otro aspecto importante de destacar es el ingreso de la mujer al mundo del
trabajo o feminización de la fuerza de trabajo, como un rasgo característico de
este periodo, donde se entrelazan dos aspectos dicotómicos: por un lado la
precarización del empleo y por otro, el mayor protagonismo que asume la mujer
en la esfera no doméstica. El tipo de trabajo que acompañó este proceso es lo
que el profesor Gabriel Salazar y Julio Pinto han denominado como trabajo
precarista, en el que principalmente se encuentra el trabajo de temporeros, a
pesar que en este trabajo podemos encontrar a hombres, niños, mujeres o
ancianos, para la mujer este aspectos es importante pues es uno de los
aspectos por los cuales ellas salen de la esfera privada, irrumpiendo con fuerza,
a sobrevivir y hacer sobrevivir a sus familias. Como consecuencia de este
aspecto, encontramos que “la expansión de la demanda de la demanda laboral
precarista ha permitido a muchas mujeres atrapadas en las tradiciones rurales
iniciar con el trabajo temporero, procesos personales de urbanización,
liberación y modernización, y a muchas mujeres pobladoras golpeadas por la
crisis general asumir ‘jefaturas de hogar’ acopiando trabajos temporeros”372.
El hecho de que la mujer haya entrado al mercado del trabajo es un hecho que
debe ser analizado y reflexionado, ya que unido a los cambios estructurales que
vive el campo popular en todas las esferas de la vida, la feminización de la
fuerza del trabajo viene a profundizar las problemáticas derivadas de la
erradicación de las poblaciones, porque rompe aún más los vínculos familiares
y comunales de las personas y de las familias. Comienza a existir de una
manera más profunda la disfuncionalidad de las familias, ya sea por separación,
violación, alcoholismo o drogadicción.

372SALAZAR, Gabriel; PINTO, Julio: ”Historia de Chile Contemporáneo Tomo IV”; LOM; 2002;
p. 219

220
La respuesta del campo popular ante este deterioro y precarización de las
condiciones de trabajo fue la aparición de empleos precarios o informales, que
no eran ocupaciones asalariadas tradicionales. Como se dijo más arriba, el
campo popular debió actuar ante esta sobrevivencia que le impone las políticas
de Estado con sus reformas, donde el Estado no toma un papel activo para
apalear las injusticias, por ejemplo, la crisis de 1974/75 y en 1982 donde “se
produjeron caídas del producto del orden de 15% y el desempleo alcanzó a un
20 y un 30% de la fuerza de trabajo”373, y que como lo vimos van a dar origen a
una gran capacidad creativa del pueblo para apalear, por un lado la crisis
económica, el desempleo que se va a sostener y profundizar aún más en la
década de los 90; y por otro lado, la erradicación de los pobladores de su lugar
de origen y lucha que van a ayudar a acentuar dispersión y hacer disfuncional la
ayuda mutua del pueblo. A fin de cuentas, “el saldo que dejan estas tres
décadas de trabajo neoliberalizado es de una degradación indisimulable, tanto
en términos existenciales como valóricos de la antigua condición obrera”374

Juventud perdida: la falta de un proyecto histórico y cultural

Las consecuencias de la pauperización objetiva y subjetiva del campo popular


durante la dictadura y la transición, tendrán un sujeto protagónico: la juventud
pobladora.
Las organizaciones políticas de izquierda revolucionaria que entienden la
necesidad de superar el estado de transición neoliberal y la construcción de un
nuevo estado, planteándose para tal objetivo la transformación revolucionaria
de la sociedad, han sido alejadas de lo que por años han considerado su
espacio natural de trabajo y crecimiento: el mundo de los trabajadores y el
sindicato. Por lo que en su repliegue hacia espacios de resistencia se

373TIRONI; op. Cit; p. 21


374SALAZAR, Gabriel; PINTO, Julio; “Historia Contemporánea de Chile, Tomo III”; LOM; 2002;
p. 184

221
encuentran en las poblaciones, nuevas o históricas, con un sujeto histórico que
no es nuevo, dispuesto a ahondar en la crisis sistémica de la dictadura,
hablamos de los jóvenes pobladores, que emerge como un actor potente en la
época producto de las mismas condiciones históricas. Azotados, olvidados y
relegados, son las principales víctimas de las transformaciones sociales,
culturales y económicas de la dictadura. “Hoy en el chile de la dictadura de
Pinochet, de cada cien personas que se suicidan por diversas causas, 42 de
ellos son jóvenes entre los 15 y 25 años. La represión contra la juventud ha
significado medio millón de detenidos en los últimos cinco años, desde 1973
más de 7.000 estudiantes expulsados de Universidades y Liceos por razones
políticas y centenares de jóvenes han sido asesinados, torturados y presos
políticos (...) La tasa de desocupación juvenil es de un 26% y entre los que tiene
trabajo, el salario medio es menos de la mitad del sector más explotado de los
trabajadores chilenos. Los jóvenes campesinos representan el 46% de la
población desocupada en el agro”.375 A esta situación de cesantía y explotación
juvenil se suma la existencia de 600.000 jóvenes excluidos de toda relación
digna con la sociedad, siendo segregados en condiciones de miseria y sin
futuro a las poblaciones periféricas.376
Esta realidad provoca que en la Región Metropolitana el 23% de los jóvenes, a
finales de los 80, son alcohólicos, y un 25% drogadictos377. Miles de jóvenes y
niñas han sido arrastrados a la prostitución por la miseria, el hambre y la
angustia, la delincuencia juvenil llega a tasas que ubican a Chile en los primeros
lugares a nivel mundial.
Frente a esta situación, David378, ex militante del Movimiento Juvenil Lautaro y
ex poblador de la población Millalemu de la comuna de La Granja nos cuenta
que: “Para nosotros, que apuntábamos nuestra política hacia ese cabro joven y

375 “El drama de los jóvenes en el Chile de Hoy” El Siglo (en la clandestinidad). segunda
quincena de marzo de 1987. N°766. Pág. 10
376 OSSES; HENRÍQUEZ; op. Cit; p. 153
377 Op. Cit; p. 239
378 David es una “chapa” para proteger la identidad del entrevistado.

222
popular, nos resultaba fácil ver como este sistema les iba metiendo de a poco el
dedo en la boca a ese mismo cabro (...) pasaba que erai pobre, no tenías donde
estudiar, no teníamos un referente cultural, político o inclusive deportivo que
nos dijera ‘oye cabro, ven, sigue este ejemplo’, al contrario, nosotros los
populares terminamos en la esquina, fofeando neoprén, tomando grapa, o
fumándonos un pito, eso en dictadura, porque cuando llegó Alwyn nos fuimos a
la chucha, ya éramos todos curados, volados o pasteros”.
Con la privatización y municipalización de la educación, casi el 50% de los
jóvenes no ingresan a la Enseñanza Media, y de aquellos que lo hacen un 35%
no puede completarla por razones económicas y sociales. “La implementación
de la misma política dictatorial y mercantil en las universidades ha hecho de
éstas, centros de represión política, disminuido su aporte cultural y científico,
convirtiéndolas en lugares selectivos y elitistas, que a través de altos costos de
matrículas, impiden el ingreso de jóvenes provenientes de sectores
populares”379. Otros efectos de la dictadura en la sociedad serán los bajos
índices de participación de las mujeres jóvenes, y la inhibición de su capacidad
organizativa, debido a la persistencia de condiciones de discriminación,
particularmente en el mundo laboral. Magda Becerra, ex militante del Frente
Patriótico Manuel Rodríguez y ex dirigente de la población San Luis en la
comuna de Maipú durante la década de los 80 y en los 90, relata frente a tal
situación que “(...) las mujeres estábamos re cagadas, debíamos salir a trabajar
si o si porque en esa época no alcanzábamos a llenar la olla con lo llegaba,
más encima en una sociedad tan machista como la de los 90, y sobre todo la de
los 80, salíamos a buscar pega y nos miraban como queriendo agarrarnos pal
webeo: ‘esta cabra es hueona, es mujer y más encima es joven’. Nos cagaban
porque como éramos jóvenes no teníamos experiencia. ¿Qué hacíamos
entonces? su olla común, el domingo a la cola de la feria, su rifa, y un montón

379WEINSTEIN, José. “Los jóvenes pobladores y el estado: una relación difícil”; CIDE; Santiago
de Chile, Junio de 1990; p. 65

223
de cosas que se nos ocurrían para poder salir adelante siendo cabras chicas
como éramos”.
La década del 90 se inicia en un escenario político marcado por la derrota del
régimen militar y por el inicio de la llamada “transición a la democracia. Los
gobiernos de la Concertación dan continuidad estratégica a la obra de la
dictadura, consolidando un modelo económico neoliberal que requiere para su
estabilidad de un sistema político “legítimo” (democracia viable), así como de
extensión de los valores del mercado al ámbito social y cultural. Se produce un
predominio del mercado, que expande la lógica consumista a todos los ámbitos
de la vida social, lo que se ve reforzados por el monopolio que ejerce la clase
dominante sobre los medios de comunicación de masas. A lo anterior, se suma
que “(...) las nuevas formas de producción y organización del trabajo que
desarrolla el neoliberalismo crean fragmentación social al interior del mundo
popular, dificultando la constitución de los actores sociales que históricamente
han operado como fuerzas democratizadoras; especialmente de los
trabajadores, que viven una aguda -aunque no irreversible- pérdida de identidad
como clase”380 El impacto de este conjunto de transformaciones sobre los
jóvenes es enorme. En los 90 nos encontramos con una juventud que, como
sector social, está más dispersa y fragmentada que las generaciones que la
antecedieron (del 60 y 80), especialmente al interior del campo popular, donde
se puede observar un enorme aumento de los fenómenos vinculados a la
segregación socioespacial. Sobre esto, Guillermo “El Ronco” Rodríguez nos
cuenta: “Los espacios que en el pasado pudieron significar un punto de
encuentro para los jóvenes en los 90 ya no existían, porque en los 70 y en los
80 tenías la política, o incluso la religión como una alternativa, ahora no, se
pierde el proyecto de juventud popular que teníamos, y se encierra a los cabros
y cabras en ‘ghettos’ sin posibilidad de compartir una interculturalidad o romper

380“Los jóvenes en los 90: de la apatía a la construcción de movimiento”. El Siglo N°934. 4 de


Junio de 1999. p. 18

224
con las lógicas impuestas por el Estado Contrainsurgente, incluso desde el
urbanismo”.
Los 90 también marcan un momento de ruptura con la política tanto en lo que
se refiere a la legitimidad de que goza esta actividad en el mundo juvenil, como
en las formas de participación política que ocupan los jóvenes. Bajo los
gobiernos de la Concertación, la representación social que existe de la política
por parte de los trabajadores y los pobladores sufre una tremenda
transformación: En los 80, son los opositores al régimen militar y las
organizaciones de la izquierda revolucionaria quienes reivindican los derechos y
costumbres populares políticas arrebatadas por la dictadura. Para ellos, el
sentido de la política radica en la búsqueda del cambio social de carácter
socialista, por tanto, articulan una concepción solidaria de la política que
sustenta en sólidos planteamientos éticos “(...) y que obliga al sujeto político a
ejercitar una auténtica vocación de servicio público.”381 Al contrario, en los 90 la
política se convierte en una actividad sin fines sociales y alejados de cualquier
cambio, es decir, en un medio para administrar lo existente, que comúnmente
aparece asociado a la corrupción y al lucro tanto del político como de su
clientela.
Comienza a generarse por tanto un fenómeno característico de los jóvenes en
la década de los 90, esto en torno a la política y el completo desinterés que esta
genera: el denominado “ni ahismo”. “No existe un interés pronunciado por la
política y es frecuente que los jóvenes sientan que es un medio ajeno, que no
participa de sus problemas, valores e inquietudes. Este ‘mundo político’ es visto
como un mal menos, al que conviene adherir ocasionalmente para oponerse al
gobierno, pero sobre el que tienen múltiples aprehensiones. Nombraremos al
menos dos, la división y la manipulación, que ilustran este deterioro de la
imagen de estos ‘servidores públicos’.”382

381 Ídem
382 WEINSTEIN; Ibídem

225
Magda, nos da buenas luces respecto a esto: “Los cabros de los 90 están tan
desencantados de todo, porque cuando aparece algún politicastro o algo por el
estilo saben que es solo para sacarles el voto, no porque conozcan realmente lo
que ellos necesitan, y menos porque se lo quieran solucionar. Es como la
escena de la película ‘caluga o menta’ cuando hay un par de cabros tirados en
un peladero y conversan sobre el cómo en la democracia seguían igual de
cagaos que en la dictadura, para ellos nada había cambiado”.
Más aún, el mundo juvenil, la generación en silencio, vivió tasas de desempleo
que ni en los años 80 como 90 se pudieron estabilizar. En efecto, en este
período de auge que tuvo la economía chilena “no sólo agravó una ya difícil
situación de desempleo juvenil, sino que la brecha respecto a la población
adulta aumentó, de modo que, al final de este periodo de expansión, la tasa de
desocupación de jóvenes pasó de 2.6 a 2.8 veces respecto a los adultos” 383,
por lo tanto, nos encontramos con que el trabajo juvenil es escaso y aún más se
nota su poca evolución cuando se hace un paralelo con la tasa de de empleo
que obtuvieron los trabajadores adultos, que aumentó en un 24%, este
fenómeno se tradujo en un fuerte envejecimiento de la fuerza de trabajo, así
nos encontramos con que en el año 1990, el 18,4% de los empleos lo ocupaban
los jóvenes, mientras que en 1998 el porcentaje cae a un 14,2%.
Si profundizamos aún más el análisis, nos encontramos que el total de jóvenes
desocupados en la década de los 90, el 42% de éstos pertenece al primer
quintil de ingresos, mientras que solo un 5% pertenece al quintil más rico. Más
aún, la tasa de desempleo aumenta con fuerza cuando tomamos a la mujer
como centro del análisis, pues ellas aumentaron por sobre el 50%. Además, es
necesario agregar que en el tramo 15-19 años, la desocupación juvenil es
sensiblemente mayor al tramo 20-24 años.

383LARRAECHEA, Ignacio: “Desempleo Juvenil: Propuestas a la luz de la evolución en los años


90”, Revista Expansiva Nº 38

226
La problemática de la desocupación, por tanto, se va concentrar en las familias
más pobres del país, entonces, si en los 80 la población debió utilizar al máximo
su creatividad para poder sobrevivir ¿cómo lo hicieron estos jóvenes populares
de los años 90 para poder sobrevivir?, el contexto juvenil en los noventa fue
distinto sobre todo por lo que generó el individualismo, el consumismo y todo lo
planteado anteriormente, que anteponen una nueva realidad de enfrentar la
vida, una realidad impuesta hegemónicamente por la Dictadura y su modelo
neoliberal. Más aún, ni las políticas de Estado como ‘Chile Joven’ son capaces
de mejorar las condiciones de vida de los jóvenes del campo popular, pues este
programa no fue diseñado para enfrentar el problema estructural que traía
consigo el desempleo juvenil y de la nueva población juvenil que entra al
mercado laboral.
Es entonces esta juventud “cagada y recagada”, como nos diría David, la base
y tierra fértil de cosecha para las drogas duras, especialmente para la Pasta
Base, pues en medio de este escenario de desolación generado por el Estado
Contrainsurgente y el modelo Neoliberal en el Campo Popular y en los jóvenes
pobladores, la droga será un sedante perfecto o un distractor para el Estado,
mientras que para los mismo jóvenes, la droga será un escape, una salvado, un
paraíso artificial corto pero placentero, que le ayude a salir de la vida que le
tocó vivir. Pero todo esto, ya es materia de nuestro próximo capítulo.

227
CAPÍTULO IV: Drogas y Narcotráfico en el Chile de la
Transición ‘La Mano Negra del Neoliberalismo’

Consumo y Drogas antes de la Pasta Base

La evolución histórico-social de la droga en Chile, es decir, el proceso a través


del cual las sustancias estupefacientes comienzan a ser utilizadas al interior de
la sociedad chilena más allá de finalidades médicas y/o científicas, presentó
(como elemento o característica de continuidad) una intrínseca interrelación con
sectores de la burguesía o de la pequeña burguesía profesional, quienes se
mostraban en condiciones de acceder más fácilmente al uso y abuso de
diversos tipos de drogas. De esta manera, podemos determinar que la
utilización extra-médica de ciertos tipos de drogas en Chile, por lo menos hasta
entrada la década de 1970, estuvo íntimamente entrelazada con los sectores
sociales que se mostraban más capacitados para poder destinar una importante
cantidad de dinero a sustancias que, legalmente, no podían conseguirse en el
mercado formal: la clandestinidad e ilegalidad del tráfico de estupefacientes
elevaban de sobremanera el precio de éstos y, por lo tanto, quienes podían
acceder a usar, y abusar de este tipo de sustancias eran quienes tenían las
condiciones económicas suficientes para gastar dinero en éstas. Así, el uso y
abuso de drogas al interior de la sociedad chilena se configuró como un
fenómeno de exclusividad para las clases sociales acomodadas y, por ende, en
un elemento de privilegio para éstas. En este sentido, el consumo de sustancias
estupefacientes en Chile, por lo menos hasta mediados de la segunda mitad del
S. XX, pasó a ser demostrativo de las diferencias y contradicciones sociales
que se engendraban en la nación, privilegio exclusivo de la burguesía e
imposible de acceder para los sectores populares, sin pensar en esta fenómeno
como un privilegio de clase.

228
No obstante, lo anterior, hacia la década de 1970, y en particular durante el
decenio de 1980, el fenómeno de las drogas en Chile, su expansión, consumo y
tráfico, se transformará y ampliará radicalmente alcanzando a nuevas clases
sociales y multiplicando las sustancias consumidas de manera abusiva. Por un
lado, el uso y abuso de diversos tipos de drogas comenzará a ser practicado en
el campo popular, extendiéndose esta problemática a todo el espectro social en
Chile, mientras que por otro lado aparecerán una serie de otras sustancias de
menor costo y calidad (solventes volátiles), junto con la popularización de otras
ya existentes, como la marihuana, que permitirá el acceso de sectores
populares al consumo de drogas. Hacia comienzos de la década de 1980
aparecerán una serie de datos que van a demostrar la masificación de una
nueva y nociva práctica entre sectores del campo popular en chile,
especialmente entre los niños y jóvenes de éstos: la aspiración de solventes
volátiles tales como el neoprén, de consecuencias extremadamente tóxicas
para la integridad física de las personas. Esta práctica ya se venía dando desde
mediados de la década de 1970 y acudiremos a su consolidación en el decenio
siguiente, configurándose como un fenómeno eminentemente popular y
marginal: la fácil accesibilidad a este producto (su venta era legal en cuanto el
neoprén es un pegamento utilizado en faenas de construcción y en todo tipo de
actividades manuales y, por lo tanto, fácilmente accesible en ferreterías o
negocios del rubro) y el bajo valor del mismo, junto con los insoslayables
efectos producidos (la aspiración de neoprén produce mitigación del frío y del
hambre, junto con derivar en cuadros alucinatorios de considerable intensidad),
hizo que este fenómeno se expandiera rápidamente por entre los sectores
populares chilenos, afectando principalmente a los niños y jóvenes de éstos.
Hacia la década de 1980, acudiremos a la expansión del fenómeno de la droga
por todo el campo popular, y a la continuación de las diferencias de clase con el
consumo de drogas que comenzaba a desarrollarse en Chile como una
prolongación de estas contradicciones. Las cifras registradas respecto al

229
consumo de drogas al interior de la sociedad hacia comienzos de esta
década384 nos hablan de la aparición de nuevas sustancias en el consumo
interno de drogas, como la inhalación de neoprén, y del impacto que producía
entre los sectores populares la rápida expansión de este fenómeno por entre
sus nuevas generaciones: hacia 1979, alrededor de 2.600 niños de poblaciones
populares fueron detenidos por tráfico de drogas (principalmente marihuana,
demostrando la popularización en su consumo), mientras que la proliferación de
la nefasta práctica de aspirar neoprén en un porcentaje no despreciable de
niños y jóvenes de diversas poblaciones en Santiago.
De esta manera, entraremos de lleno al decenio de 1980 con los sectores
populares en pleno proceso de intromisión en el consumo abusivo de
sustancias altamente tóxicas y peligrosas para la integralidad de los individuos:
Lo peligroso del asunto era que los principales consumidores dentro de estos
sectores parecían ser niños y jóvenes, es decir, las nuevas generaciones que
tendrían a cargo llevar las riendas de las reivindicaciones que se levantaban en
el campo popular hacia la década de 1980, producto de la instalación del
neoliberalismo y la construcción de una nueva hegemonía, junto con las
crueldades propias de la dictadura. Hacia mediados de esta década “(...) Un
10% de los varones entre 7 y 17 años declaraba aspirar neoprén, mientras que
hacia 1988 alrededor de un 15% de los niños entre 9 y 15 años de las
poblaciones de Santiago se encontraba bajo las riendas de este flagelo”385.La
inhalación de neoprén parecía ser el talón de Aquiles de los sectores popular
urbanos chilenos hacia la década de 1980: se situaba en un contexto de
extrema liberalización económica llevada a cabo por el régimen militar hacia
384 Respecto a las cifras policiales en cuanto al consumo de drogas en el país entre los años
1978 y 1979, Ver: “Estudio casuístico de partes del departamento de orden y seguridad N°7 de
Carabineros”. Ruben Riveros Vargas. Memoria de prueba para optar al grado de Licenciado en
Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad de Chile. 1981. Respecto a las cifras de
detenciones por porte, consumo o tráfico de drogas registrados en el 6°, 11° y 13° Juzgado del
Crimen de Santiago durante los primeros semestres de los años 1979, 1980 y 1981, Ver:
“Jurisprudencia en drogadicción”. José Antonio Morales. Memoria de prueba para optar al grado
de Licenciado en Ciencias jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile. 1981.
385 Revista “Mensaje”, N°374. Noviembre 1988

230
estos años (lo que se traducía en una extrema marginación de los sectores
populares de los beneficios que otorgaba el modelo económico), en una
determinada situación política que se acarreaba desde el golpe de Estado de
1973 en adelante, y en una serie de políticas sociales de marginación para con
el campo popular.
Sin embargo, la expansión y masificación de la práctica de inhalación de
neoprén entre los sectores populares chilenos parecían no coartar su capacidad
de reacción frente a la extrema marginalidad a la que estaban siendo sometidos
ni su capacidad de organización para hacerle frente a éste: la explosión de las
“jornadas de protesta” entre los años 1983 y 1986, periodo de plena
masificación en la inhalación de neoprén, en las cuales los sectores populares
santiaguinos386 jugaron un rol trascendental al ser las poblaciones el núcleo de
resistencia principal a las reformas del Estado y la represión de la dictadura,
demostraron que la conciencia y la capacidad de acción y organización de los
sectores populares urbanos estaba en plena vigencia, y por más que los niños y
jóvenes soslayaran el frío y el hambre a los que los condenaba el sistema
imperante a través de la aspiración de neoprén, la capacidad organizativa de
las poblaciones para combatir la instalación de la hegemonía liberal estaba lejos
de mitigarse y menoscabarse, esto pues, los sectores que eran principalmente
afectados por la aspiración de neoprén, eran los jóvenes de locaciones
marginales inclusive dentro de las mismas poblaciones, sin afectar al núcleo
histórico fundacional de las poblaciones.
La inhalación de todo tipo de solventes volátiles, en sus más variadas formas
(pinturas, aerosoles, pegamentos, bencina o kerosene, barnices, diluyentes,
entre otros), se trata de un fenómeno que parece guardar sus propias raíces
históricas de considerable profundidad. Su utilización como sustancia o droga
psicoactiva dataría desde comienzos del S. XIX a nivel mundial. Sin embargo,

386Cabe recordar, que para efectos de la presente investigación, nos centramos exclusivamente
en la ciudad de Santiago

231
como dijimos anteriormente, al interior de la sociedad chilena la proliferación de
su uso indebido por ciertos sectores comenzará a masificarse desde mediados
de la década de 1970 en adelante, y desde allí se relacionará inseparablemente
con el campo popular. Poco a poco la inhalación, sobre todo de aquellos
solventes volátiles orgánicos bajo la forma de pegamentos, se transformará en
una práctica inerradicable para los sociales más pobres, y dentro de éstos
serán los grupos infantiles y juveniles los que caerán más rápida, masiva y
fácilmente en este flagelo. Hacia 1982 existían en la capital chilena alrededor de
150 mil niños, cuyo rango de edad se situaba entre los 6 y los 16 años, en
situación de extrema indigencia387: estas parecían ser las cifras que reflejaban
los costos del crecimiento y desarrollo de la sociedad chilena bajo el
neoliberalismo, costos que traían consigo el lanzamiento de miles de niños a
vivir en las calles y dormir en ellas, pedir limosnas y aspirar neoprén como
práctica multivalente, en la que parecían mezclarse la diversión, la necesidad
de evasión de la realidad sufrida y la posibilidad de capear momentáneamente
necesidades básicas388.
Los solventes volátiles, y dentro de éstos, el neoprén principalmente, eran
sustancias utilizadas en muchos rubros comunes y cotidianos tales como la
construcción, la pintura o los trabajos manuales de todo tipo, por lo que se
accesibilidad era total y absolutamente directa y escasa, por no decir nula, de
restricciones (a la vez que se trataba de un producto de bajo costo, al tratarse
de un pegamento de uso industrial). Dadas estas condiciones, o era de
sorprender que hacia mediados de la primera mitad de la década de 1980 un
porcentaje no despreciables de niños y jóvenes de origen popular estuviera
habituado a comprar un tarro de neoprén en alguna ferretería de barrio e
inhalarlo hasta llegar a cuadros alucinatorios de considerable intensidad.
Algunos estudios hacia aquellos años denunciaban que entre un 10% y un 20%

387 LAILHACAR, Roberto y otros: “Juventud, drogas y neoprén: Análisis clínico y social”. Ed.
LEO. 1983
388 Revista “APSI”. N°353 20 de junio al 3 de julio de 1990.

232
del campo popular estarían habituados a esta nefasta práctica, grupo etáreo del
cual la mayoría no alcanzaría a superar los 5 años de edad389.
¿Cuál era la raíz del problema que derivó en el uso abusivo y destructivo de
solventes volátiles?
La respuesta parece estar relacionada con ciertos elementos estructurales en
cuanto al proceso de refundación que hacía este período se estaba llevando a
cabo al interior de la sociedad. En medio de este proceso de pauperización
económica, exclusión social y construcción hegemónica, es donde surge y se
desarrolla el consumo abusivo de sustancias como el neoprén, que se masifica
rápidamente. Junto con la experiencia alucinatoria y la capacidad de evasión de
la realidad que permitían este tipo de sustancias, se lograba suplir algunas
necesidades de primer rango en situaciones extremas, como el hambre ante la
falta de comida o el frío ante la ausencia de un lugar cálido y estable donde
habitar. La pobreza y el consumo de drogas estarían íntimamente relacionados
a causa de la gran gama de necesidades insatisfechas que ésta, la pobreza,
trae consigo (a nivel de clase y a nivel del sujeto) y las posibilidades de
aparente compensación y superación, más bien evasión, a ella que en un
momento determinado aparecen disponibles, tales como el consumo de algún
tipo de drogas. Sería la extrema vulnerabilidad y la segregación del campo
popular lo que los haría más propensos a abusar de cierto tipo de sustancias
alteradoras del comportamiento y la percepción de los individuos, siempre y
cuando estas sustancias estuvieran al alcance económico de éstos (ya se
alcohol, ya sean drogas baratas y, por ende, de dudosa composición). En otras
palabras “[...] A pesar del énfasis que la sociedad porfiadamente atribuye a la
droga (elemento malvado y autónomamente destructivo), su consumo en el
mundo pobre surge más bien como respuesta a profundas carencias sociales
que como consecuencia de un particular deterioro psicológico (...)”390.

389 LAILHACAR, Roberto y otros; Op. Cit; p. 129


390 Revista “mensaje”. N°471. Agosto 1998; p. 11

233
Al respecto, el historiador Gabriel Salazar391 también apunta a atribuir la
relación campo popular-drogas sobre la base de la gran cantidad de carencias y
la insoslayable exclusión a la que están sometidos estos sectores bajo un
modelo de desarrollo capitalista, el cual los margina privándolos de cuestiones
tan elementales y necesarias como un empleo para satisfacer posteriores y
urgentes necesidades. De esta manera, se desarrollaría dentro de este modelo
de desarrollo económico “[...] una altísima correlación entre la gente que no
tiene empleo o tiene empleo precario con el consumo de drogas. Entonces, si la
droga tiene mercado, es porque éstos no tienen condiciones de empleo
suficientes para llevar una vida moderna normal. Entonces llevan una vida muy
anormal y se les genera una crisis que ya no es una crisis como en los años 60
y 70 que estalla en el espacio público, sino que es una crisis que reviente para
adentro, es subjetiva y esto lleva a que la gente desarrolle una cantidad de
actividades complicadas, por ejemplo de violencia, de alcoholismo, separación
del matrimonio, el hipersexualismo y la drogadicción”392. Se hace necesario
reiterar y destacar, que el incremento en el consumo de neoprén se da en un
contexto de crisis económica, que sirve como una especie de catalizador para
la instalación del neoliberalismo, y aumenta el consumo de otras drogas, aún
más si analizamos que este fenómeno se da como una droga asequible y
barata.
A medida que avanzaba la década de 1980 y la sociedad chilena se acercaba al
regreso de la “democracia”, el campo popular continuaba acechado por las
mismas problemáticas y las mismas disyuntivas de antaño: altos índices de
cesantía, déficit de establecimientos educacionales y de servicios de asistencia
médica en las poblaciones, elevadísimos índices de allegados, además de altos
niveles de alcoholismo, prostitución y consumo de drogas en la juventud
pobladora. En efecto, mientras en el sector sur de la capital, por ejemplo, en la

391 Revista “ERIAL”. Año II. N°4. Primavera 1999; p. 7.


392 Ídem.

234
población 22 de Julio, ubicada en el paradero 35 de Av. Santa Rosa, la
pobladora Ana Meneses, dirigente del Comité de allegados de esta población
aseguraba que: “[...] es frecuente ver a grupos de ‘lolos’ en las esquinas
drogándose con neoprén o marihuana… Hay negocios que venden papelillos de
marihuana a los jóvenes en apenas 20 pesos y neoprén a sólo 5 pesos”393. En
los sectores populares urbanos del área norte de la capital la situación no
parecía cambiar mucho: en la populosa comuna de Renca, los pobladores
denunciaban la magra situación por la que pasaban generalizadamente
producto de las inclemencias y la marginación del sistema económico
imperante, situación que se veía reflejada en los alarmante índices de consumo
de neoprén por parte de un porcentaje no despreciable de niños y jóvenes de
entre 7 y 18 años394.
De esta manera, con el proceso de la democracia abierto ya en chile, el campo
popular capitalino seguía manteniéndose en una misma situación social y
económica. Habría que esperar la pronta “llegada de la alegría”, tal como lo
proponía la concertación, para solucionar los problemas básicos que seguían
acechando a los pobladores con mirar al S. XXI: falta de viviendas y
mejoramiento de las condiciones ya existentes, educación y salud efectiva y
concreta para los pobladores, pauperización de la vida a nivel producto de la
instalación del neoliberalismo, entre otras. Por mientras, en cuanto al consumo
de drogas al interior de estos sectores, las cosas no parecían variar mucho con
respecto a lo experimentado a lo largo de la década de 1980. Proseguía la
presencia del consumo de las sustancias que se venían fumando o inhalando
desde años atrás (marihuana y neoprén principalmente), lo cual se desarrollaba
paralelo a la organización y acción de los pobladores en períodos claves de
lucha en contra de la dictadura. Al respecto, hacia comienzos del decenio de
1990 se denunciaba el alarmante incremento en el consumo de marihuana en la

393 “El Siglo”. 18 de septiembre al 1 de octubre de 1989; p 19


394 “El Siglo”. 25 de diciembre de 1989 al 01 de enero de 1990; p. 7

235
capital, sobresaliendo notoriamente las comunas con más bajos recursos en la
capital (Cerro Navia, Pudahuel, La Pintana, La Cisterna, La Florida, Lo Prado,
Conchalí, Huechuraba, entre otras)395, mientras que a su vez el neoprén seguía
estando estigmatizado como un producto de consumo eminentemente popular,
sobre todo por sus generaciones infantiles y juveniles: “El neoprén es la droga
de la miseria, el consuelo hilarante de los cabros chicos metidos ‘en el baile de
los que sobran’, es un intento de fuga. Un verdadero SOS en el centro de una
pesadilla”396.
Lo realmente preocupante hacia estos años está, bajo nuestro punto de vista,
dos fenómenos de importancia capital. Por un lado, los altos índices de
consumo de drogas que continuaban mostrando los sectores juveniles e
infantiles en las poblaciones capitalinas, teniendo en cuenta que esta dinámica
ya se venía desarrollando por más de una década. Mientras que a su vez el
campo popular de la capital estaba comenzando a ser acechado por una nueva
sustancia conocida de sobremanera en las ciudades del norte del país debido a
los grandes estragos que causaba entre los jóvenes de ellas, y al alto y rápido
poder adictivo que decían que ésta tenía en quienes la había consumido o
quienes ya sabían de sus abominables consecuencias, se trata de la Pasta
Base de Cocaína (PBC). Los niveles de consumo de drogas entre los jóvenes
pobladores santiaguinos, y la rapidez con que esta nueva y peligrosa droga se
acercaba a Santiago, auguraban el desencadenamiento de un fenómeno un
tanto sórdido y desesperanzador para los sectores populares urbanos y las
nuevas generaciones que tendrían a cargo el destino de éstos hacia finales del
S. XX y comienzos del siglo siguiente.

395 “El Mercurio”. 02 de enero de 1991. Cuerpo C


396 Revista “APSI”. N°392. 15 al 28 de julio de 1991; p. 5

236
¿Una Narco Dictadura?

Hace unos años atrás, en el año 2006, el Diario la Nación dejaba un titular
decía: “El Último Divorcio, El "Mamo" le jaló la cadena este año al ahora
fallecido dictador y lo acusó de haberse enriquecido gracias a las presuntas
actividades de su hijo Marco Antonio y el empresario Edgardo Bathich: el
narcotráfico”397. Esto a pesar de no ser nuevo, venía a ratificar un hecho en
particular que no ha sido tomado debidamente en cuenta por la opinión pública,
y que al común de las personas se les pasa por alto. Así, además de todas las
atrocidades producidas por la dictadura y todas las reformas políticas que
diezmaron al campo popular en beneficio del empresariado chileno, se le
agrega un aspecto nuevo, el Narcotráfico.
Por lo tanto, nos encontramos, al más puro estilo de Don Corleone, que la
Dictadura de Pinochet y la historia de la Dictadura contiene drogas, armas,
mafia italiana, colombiana, traficantes peruanos, sirios, agentes de inteligencia
militar argentina, chilena, uruguaya, criminales de guerra croatas, ex espías
ingleses, terroristas italianos, ex nazis y toda una pléyade de sujetos afines a
los negocios turbios que mantuvieron relaciones con los aparatos de
inteligencia militar de Augusto Pinochet y su círculo más cerrado. Los nombres
se repiten a través de la historia y se instalan pudiendo configurar una suerte de
orgánica del crimen.
¿Quién fue el encargado de tan osada hazaña delictual? El mismo Mamo
Contreras logró construir toda una telaraña de redes que recorrían desde
Estados Unidos hasta Europa y América Latina, The Guardian, periódico inglés
dice que fueron “doce toneladas de droga, con un valor en la calle de varios
miles de millones de libras, que abandonaron ©Chile en 1986 y 1987” y además
agrega que no sólo son drogas, sino que estas iban acompañadas de “armas

397SANHUEZA Molina, Jorge: “El Último Divorcio”, La Nación, 17-12-2006,


http://www.lanacion.cl/noticias/el-ultimo-divorcio/2006-12-16/185634.html

237
hechas de Chile a Irak e Irán”398. Los datos entregados por The Guardian
plantean que lo construido por Contreras fue algo más allá que simples redes,
hay en él una red compleja que incluía drogas, venta de armas, y según lo
entregado por Rodrigo de Castro en “La Delgada Línea Blanca” la decisión de
Contreras de constituir una organización de ultraderecha de filo fascista en
Chile, además de utilizar esos mismos contactos para hacer los atentados de
los exiliados más importantes de la Izquierda chilena.
Todo lo descrito anteriormente inicia en los primeros años de la Dictadura
Militar, cuando Pinochet crea la DINA y ésta necesita financiarse con dinero que
no proviniera directamente del Estado. De esta manera, en una investigación
sobre el caso del asesinato de Orlando Letelier se escribe lo siguiente “Pinochet
entregó a la DEA un avión lleno de traficantes de cocaína después del golpe
militar. El gobierno de Allende, recién derrocado, fue culpado del tráfico.
Contreras pudo así colocar a sus propios hombres en los laboratorios de
cocaína y en los puntos de distribución, bajo protección de la DINA. Las
enormes ganancias fueron destinadas a fortalecer el presupuesto clandestino
de la DINA”399. Lo que muchos investigadores están de acuerdo, es que
Pinochet tras el Golpe Militar envía un grupo de narcotraficantes a Estados
Unidos, Paul Gootenberg dice que “Un influyente oficial de la DEA (Drug
Enforcement Administration) se aproximó directamente a Pinochet para
convencerlo de que una eficiente campaña antidrogas le ganaría el favor de los
Estados Unidos (Pinochet ya estaba enfrentando problemas en el exterior por el
tema de los derechos humanos) y de paso evitaría que los grupos de izquierda
usaran las ganancias del tráfico para financiar actividades subversivas.
Valiéndose de su poder militar, Pinochet se movió con rapidez y eficacia. Luis
Fontaine, su nuevo jefe de narcóticos de Carabineros, encarceló o expulsó a los

398 O'SHAUGHNESSY, Hugh; “Revealed: Pinochet drug smuggling link”,


http://www.theguardian.com/world/2000/dec/10/chile.pinochet#article_continue
399 Pantheon Book, Nueva York, 1980, en “La Delgada línea Blanca. Narcoterrorismo en Chile y

Argentina” de Juan Gasparini; p. 197

238
19 traficantes chilenos más importantes. Algunos fueron enviados a juicio a
Estados Unidos y otros huyeron a Argentina. La Junta de Gobierno, por su
parte, acusó infundadamente a todo el gobierno de Allende, e incluso a
simpatizantes en el extranjero, de complicidad con el negocio de las drogas,
arrestando y proscribiendo, y en un caso asesinando, a un importante número
de oficiales antinarcóticos del régimen”400. Por su parte Manuel Salazar indica
que “[…] desde fines de 1973 las autoridades militares procedieron a expulsar
hacia los Estados Unidos a los más notorios traficantes de cocaína. La
administración norteamericana había iniciado una decidida campaña de
presiones para frenar el ingreso de drogas que eran despachadas desde Brasil,
Paraguay y Chile”.401 Lo claro es que Pinochet en sus primeros años envía
narcotraficantes a Estados Unidos, pues también estados Unidos estaba
embobado en querer atrapar, como un “superhéroe”, a todos los
narcotraficantes y frenar así la economía de narcóticos402.
Los narcos sacados de Chile, fueron utilizados para culpar a la UP, ya no sólo
de polarizar y llevar a la bancarrota a Chile, sino que también tratarla de
vendedora de drogas, culpando a Salvador Allende como a líderes exiliados del
país. Por lo tanto, lo que se debe plantear en este punto es que Manuel
Contreras fue quien jugó un papel fundamental, porque “además de garantizar
un control absoluto del país, fundar su propio feudo conspirativo, enriquecer a
su entorno e insertarse en el mapa de la criminalidad internacional, favoreció un
objetivo mayor: la consolidación de los afanes de perpetuidad de Pinochet” 403,
así, toda esta creación de redes que pudieran facilitar el funcionamiento secreto
de la Dictadura fue polifuncional ya que por un lado ayudó a asesinar a líderes

400 Entrevista Paul Gootenberg, “Chile: El eslabón olvidado en la historia de la cocaína”, The
Clinic, 14 de Junio de 2010
401 SALAZAR, Manuel; Op.Cit, p.14
402 Pero se debe agregar una cosa, esto no fue solamente para agradar a Estados Unidos, una

fórmula para mantener la dictadura. La Dictadura Militar de por sí se encontraba legitimada por
Estados Unidos, mientras ésta instalara de manera efectiva el neoliberalismo y construyera el
pavimento para una democracia viable en Chile.
403 CASTRO, Rodrigo: “La delgada Línea Blanca”; Ediciones B, Buenos Aires; p. 198

239
de la UP, por otro lado creó una red de tráfico de drogas que ligaban a la
Dictadura con los Anticastristas y ayudó a la vez a financiar la DINA, y por
último facilitó a Manuel Contreras utilizar esa misma red para buscar crear una
organización de filo fascista en Chile, aspecto que no se concretó, pero que
queda en el anecdotario y como un antecedente para la posterioridad.
Pero, ¿cómo fue que Contreras logró construir ese seudo imperio clandestino
de la criminalidad? Como dijimos anteriormente, el tema del financiamiento de
la DINA preocupó a Contreras y Pinochet desde el comienzo, pues carecía de
los medios para dotar de funcionamiento a la DINA. Por esta necesidad
imperiosa, dio inició a construir toda una red internacional, la ‘Internacional
Negra’, que en un inicio buscó utilizar a sus hombres ubicándolos en lugares
estratégicos, como embajadas y la aerolíneas como LAN donde logró
transformar a “pilotos y azafatas en sucursales, agentes y ‘correos’ de la DINA
en el exterior404. De esta manera ya en 1974, el Coronel Hugo Prado Contreras,
es enviado a Europa para consolidar los contactos internacionales que
integraba a ex nazis y fascistas, paramilitares de extrema derecha, etc. El fruto
de esto fue el contacto logrado con el neofascista Stefano Delle Chiaie.
Por su parte, Michael Townley fue el principal cuadro operativo que tuvo Manuel
Contreras en el exterior, gracias a él la DINA podrá fortalecer los lazos con los
cubanos anticastristas como también con otros destacados criminales de
Europa y Estados Unidos. Los cubanos anticastristas habían sido expulsados
del país tras la Revolución cubana y se refugiarán en Estados Unidos, donde se
mezclarán con la mafia italoamericana configurándose por tanto como una gran
masa de narcotraficantes de bastante experiencia. Según de Castro, es difícil
constatar desde qué momento se inician las relaciones entre Anticastristas y
golpistas chilenos. Lo que va a desenmascarar esta conexión va a ser la
investigación que va a llevar a cabo el FBI al asesinato de Orlando Letelier en
Estados Unidos y las declaraciones de Townley a la justicia estadounidense.

404 Op. Cit; p. 204

240
Según Townley en el año 1974 los dirigentes anticastristas Guillermo Novo,
Dionisio Suarez y Orlando Boch viajaron a Chile para establecer relaciones con
la Dictadura chilena, según esto, ahí se iniciaron las relaciones secretas entre
ellos que escondían fuertes lazos, como la misión de asesinar a Pascal Allende
en Centro América.
El General Contreras, por lo tanto, logró construir toda una red de contactos que
le confirieron la potestad de poder realizar, como dijimos anteriormente, los
atentados a los opositores de la Dictadura Militar, además del tráfico de drogas
y, finalmente, la idea que no prosperó de constituir una organización fascista en
Chile. Sin embargo, Manuel Contreras se concentró en poder montar la
Operación Cóndor, la cual buscaba coordinar los distintos aparatos de
seguridad de las dictaduras militares de América del Sur. Al mismo tiempo
Pinochet y Contreras trajeron a Chile al neofascista Stefano Delle Chiaie, quien
se asoció con Eugenio Berríos y desde Chile trabajó estrechamente -junto al
criminal de guerra nazi Klaus Barbie- con la Mafia cruceña de Roberto Suárez
en Bolivia. Desde aquí, estos criminales trabajaron en la red de la Operación
Cóndor, pero su actividad se desarrolló principalmente en Perú y Bolivia para
reforzar la red internacional de narcotráfico, así “los contactos de Delle Chiaie
con la Mafia siciliana y con la antigua organización Odessa, así como con el
club secreto de ex oficiales de la SS llamado Die Spinne, ‘La Araña’,
sólidamente establecido en Perú y Bolivia, eran las claves para el cumplimiento
de las aspiraciones de Pinochet y Contreras”405.
Por su parte, la conexión no termina ahí, el general Banzer junto a Klaus Barbie
toman contacto con el neofascista italiano y hacen convulsionar la economía de
Perú y Bolivia con el tráfico de cocaína. Así durante la dictadura de Banzer, éste
en compañía con un hijo de Eduardo Gasser, un importante industrial alemán,
Barbie, y con el primo de Banzer, Guillermo Banzer Ojopi construirán uno de los
imperios de drogas más importante del mundo, ‘La Mafia Cruceña’ que “creció

405 Op. Cit; p. 215

241
hasta transformarse en el principal proveedor de pasta base para los
laboratorios colombianos, peruanos, argentinos y chilenos[...]406” estos movían
la droga gracias a la flota transmarítimas de Barbie, que operaba en los puertos
peruanos y chilenos y eran usados para embarques de pasta base a estos
países y Colombia, a la vez, Barbie se encargó de mantener la seguridad de la
organización creando un grupo paramilitar que extendía a sus miembros desde
ex SS y narcoterroristas, como a la vez, Stefano cuando viajaban a Chile. De la
misma forma, en Perú se levantó la orgánica del crimen, en el cual asociados al
hondureño Alfonso Rivera junto al Cartel Paredes en Perú monopolizan el
tráfico de pasta base hacia Estados Unidos a través de la conexión
internacional de Cali. Durante este tiempo que la DEA es informada del
contacto que existía entre Rivera y un alto mando del Ejército de Chile.
El caso Letelier fue la investigación que logró desnudar la intensa red de
narcotráfico que se daba dentro de las paredes del poder de la época, que no
es nada menor, pues eran personajes intocables que llegaron al poder “para
salvar los países del caos que propugnaba el comunismo internacional”. Hoy
sabemos, que la investigación del FBI sobre la caso Letelier logró condenar a
los cubanos anticastristas del MNC407, y que la DINA contrató militantes del
MNC para el asesinato de Letelier. Gracias a Ernesto Baeza, director de la PDI,
se logró identificar a Alvín Ross Díaz, Guillermo Novo y Manuel Menéndez en
abril de 1978. Al mismo tiempo, después de negociaciones, Estados unidos
logra doblegar la mano a Pinochet para entregar Michael Townley. Sin
embargo, como lo planteamos en el capítulo del narcotráfico en América Latina,
Manuel Menéndez es liberado, y desaparece sin dejar rastro lo que demuestra
su amplio contacto con las autoridades estadounidenses.
El 12 de agosto de 1977, la DINA cambia de nombre a Central Nacional de
Informaciones, CNI, y en 1978 Contreras es sacado de la Dirección de la CNI y

406 Op. Cit; p. 16


407 Movimiento Nacionalista Cubano

242
enviado como Director de la Escuela de Ingeniería en Tejas Verdes. De esta
manera, se sacaba de circulación, de manera repentina y rápida a la DINA,
donde “La causa principal del por qué Pinochet disuelve este organismo no es
el asesinato de opositores en las calles, sino el narcotráfico realizado por
Manuel Contreras con el zar del cartel peruano de drogas. Pinochet hace esto a
petición de Estados Unidos y pone al fallecido Odlanier Mena a cargo de la
recién creada Central Nacional de Informaciones (CNI) [...]408”, Pinochet temía
caer junto a Contreras en esta intrincada red de narcotráfico.
Por otra parte, a mediados de 1985 entra a escena en Chile con un pasaporte a
nombre de Trinidad Moreno, y que en realidad era un ex sargento de la
infantería de marina de EEUU Iván Baramdyka, un conocido narcotraficante
radicado en los Angeles y que se estaba escapando de la justicia
estadounidense por tráfico de drogas. Tras ser extraditado a EEUU en el 1993,
Baramdyka dejó plasmado en un video su historia. En ella contaba que
“participó en las operaciones de los años 80 conocidas como ‘drogas por
armas’, a cargo del coronel Oliver North, que sirvieron para entregar armas a la
Contra nicaragüense. Los envíos de armas se financiaban con el tráfico de
cocaína a EEUU”409, además en sus declaraciones reconoció tuvo íntimos
vínculos con el cónsul chileno en los Ángeles, Patricio Madariaga Gutiérrez,
quien cuidó los asuntos de Augusto Pinochet junior cuando este se encontraba
residiendo en Estados Unidos en los años 80. A su declaración, Baramdyka
“mostraba gran conocimiento del mundo colombiano de la droga, de los
'contras' en Centro América y de las operaciones de narcotráfico en que ellos y
sus aliados, especialmente militares hondureños, estaban comprometidos.
También dio nombres de oficiales militares norteamericanos involucrados en lo

408 ROJAS, Matías: “El Estado fue Incapaz de Establecer la Verdadera Fortuna de Pinochet”,
Piensa Chile, 21-06-2015,
http://piensachile.com/2015/06/el-estado-fue-incapaz-de-establecer-la-verdadera-fortuna-de-
pinochet/
409 MOLINA Sanhueza, Jorge: “La Mafia Nostra”, La Nación, 21-05-2006,

http://www.lanacion.cl/noticias/site/artic/20060520/pags/20060520212711.html

243
que después se conoció como operación 'Drogas por Armas'” 410, en estas
reconoció que en 1984 y 1985 había introducido 650 kilos de cocaína de
Colombia hasta California, ahí trabajó con Michael Pitman un ex piloto de una
aerolíneas norteamericana, el reconoció que en una cafetería “me encontré con
Frankell Baramdyka que me contrató para que transportara por avión una carga
de cocaína de Colombia a México, por un precio de cien mil dólares”, esta
declaración la dio jurada ante el tribunal de San Diego en 1984. De la misma
forma, Baramdyka declaró que Chile presentaba grandes oportunidades para el
narcotráfico, dijo que “sus contactos colombianos habían sido abastecidos de
materias primas para la elaboración de cocaína por el Complejo Químico
Industrial de Talagante del ejército chileno y agregó que había entregado dos
millones de dólares a un miembro directivo del consulado general de Chile en
Los Angeles de parte de los colombianos como pago por las materias
primas”411, agregando a los discos anteriores, cuenta que un oficial del ejército
llegó a su oficina, le traía un recado de Álvaro Corbalán, el jefe operativo de la
CNI y que deseaba hablar con él, tras reunirse Corbalán le dijo que sabía
perfectamente con quién estaba hablando y le pidió su asesoría para encontrar
un comprador de 75 kilos de cocaína que su organización tenía en Bahamas.
De lo anterior, se desprende un aspecto que es interesante, si en un principio
planteamos que los generales de la Dictadura se dedicaron directamente al
tráfico de drogas para poder financiar todo su procedimiento internacional,
creando una compleja red de tráfico de drogas, Baramdyka agrega que desde
el Complejo Químico de Talagante se producían los químicos necesarios para
la producción de cocaína, como los son el éter y el acetona, lo que indicaría a la
vez que estos químicos pudieron ser ocupados para la producción de la cocaína
negra en manos de Eugenio Berríos, así se constata por lo tanto que “varias
mafias colombianas fabricantes de cocaína, compraban éter y acetona

410 http://puntofinal.cl/991223/nac.html
411 Ídem

244
producidos en el ‘Complejo Químico Industrial del Ejército Chileno’ instalado en
la comuna de Talagante”412, este complejo químico fue pensado y planificado
en su construcción por el Mayor del Ejército Gerardo Huber Olivares, un ex
oficial de la DINA, y misteriosamente asesinado en el Cajón del Maipo a inicios
de 1992. Otro aspecto a destacar, es que desde la DEA se planteó la inquietud
en reiteradas oportunidades de que “que no existía documentación sobre la
producción de éter y acetona en esa planta, productos químicos esenciales
para la fabricación de cocaína”413. En la entrevista de Carlos Pinto y Francisco
Martorell, Baramdyka explica que en el complejo químico Corbalán y otras
personas “cargaban camiones hacia Perú y hacia Bolivia, y se vendían
productos químicos que eran utilizados para el proceso de cocaína y muchos de
esos productos salieron del laboratorio Químico Militar en Talagante”414.
Por su parte, agrega que el viene a Chile a ejercer trabajo “que son importantes
para el narcotráfico, sabiendo que a este país se ingresaba gran cantidad de
cocaína con intermedio Batich Morus de los motores que venían procedentes
de Brasil y que paraban en diferentes lugares y se llenaban con cocaína que se
traía a este país para luego ser exportada”415, en este aspecto son otros
engranajes que comienzan a unirse de tal forma, que empiezan a constituir una
suerte de cartel dentro de nuestro país, que teniendo lazos con lo formado por
Manuel Contreras, corría por un carril distinto. Ya no era Manuel Contreras
quien asumía el rol del funcionamiento de este verdadero Cartel de la droga,
sino que los protagonistas iban cambiando y las redes cambiaban de ruta. De
aquí se desprende de los dichos de Baramdyka que Edgardo Batich era quien
se encontraba fuertemente involucrado en el tráfico de drogas, él era “la mano

412 ALAMO, Aliro: “Piñera y Pinochet unidos por el narcotráfico de Cocaína”, Chile Alerta,
http://www.procesoconstituyente.cl/2012/11/corrupcion-encubierta-por-el-gobierno.html
413 http://puntofinal.cl/991223/nac.html
414 Entrevista a Iván Frankell Baramdyka, realizada en 1993 por los periodistas Carlos Pinto y

Francisco Martorell, https://www.youtube.com/watch?v=1-SJv5NN53c


415 Ídem

245
derecha de Álvaro Corbalán”416, lo que demuestra ya que Álvaro Corbalán era
quien dirigía ahora este complejo de tráfico de drogas, y Batich es quien viene a
operar de manera concreta este aspecto. Por último, Baramdyka agrega que la
mano derecha de Corbalán es socio junto a Marco Antonio Pinochet de la
empresa utilizada para traficar la droga hacia Brasil, lo que conllevaría a que ya
no sólo el General Pinochet con sus aparatos de inteligencia constituyeron el
Cartel Militar de la droga, sino que ahora se asume que era un negocio familiar.
Hacia 1985, después de haber estado en Estocolmo, Baramdyka estaba en
Madrid realizando negocios para la CNI, organizando a la vez, una nueva red
de venta de cocaína. En marzo, junio y octubre de 1986 y en marzo y junio de
1987, Baramdyka había organizado numerosos vuelos desde Chile con
embarques de cocaína por un peso total de doce toneladas disimuladas en
envíos de bombas de racimo para Irán e Iraq. Los despachos se hacían en la
Fábrica de Material de Guerra del Ejército, FAMAE, en Santiago y llevados en
vehículos militares al aeropuerto internacional de Pudahuel. La droga se
destinaba a Europa y puntos intermedios, a menudo el aeropuerto de Port au
Prince, capital de Haití o en las islas Canarias. Finalmente, Baramdyka es
tomado detenido y extraditado hasta Estados Unidos, donde debe cumplir una
condena por tráfico de drogas el 19 de Marzo de 1987.
Una de las aristas más interesantes que se pueden ver en este complejo
escenario, fue la participación de Berríos en toda esta operación realizada por
Manuel Contreras, cuestión en la que nos detendremos con la intención de
sumar nuevos antecedentes en la compleja y oculta relación de los militares
chilenos con el narcotráfico.
El químico Eugenio es una particularidad dentro del mundo de los militares,
pues su vínculo con la institución no tiene que ver con una carrera dentro de
ella, sino más bien con amistades y contactos que lo llevaron a trabajar dentro
de la DINA, consecuente eso sí, con sus principios políticos personales fieles a

416 Ídem

246
una línea de ultraderecha que inclusive lo llevaron a militar en el Frente
Nacionalista Patria y Libertad durante el gobierno de la Unidad Popular.
En su carrera como químico, Berríos experimentó reiteradas veces con el uso
del éter en productos químicos, lo que producto de su conocida adicción a la
cocaína lo llevó a producir esta droga sin el compuesto del ether con el fin de
eliminar todo rastro de olor detectable por perros anti narcóticos. Vinculado por
su adicción a la cocaína al mundo bohemio de Santiago, Berríos encontraría en
su camino a militares activos y retirado que frecuentaban los mismos círculos
nocturnos, lo que, sumado a su militancia en el FNPL, le abriría rápidamente las
puertas a la DINA durante el año 1974. Fue Michael Townley, ex dirigente del
FNPL, quien invitaría a Berríos a la DINA, colaborando directamente, gracias a
su experiencia personal como químico, en la producción de gas sarín 417 en el
“Proyecto Andrea”: “La idea original era desplegar esta arma a lo largo de la
exigua frontera entre Chile y Perú, pero ahora, sin embargo, hay una mayor
preocupación por Argentina. Una disputa territorial parece empujar a Chile hacia
una guerra con Argentina, en la cual su ejército sería sobrepasado. En tal caso,
Andrea sería usado para proteger los pocos pasos de la cadena montañosa de
Los Andes a través de los cuales los soldados argentinos pueden volcarse a
Chile”418.
En 1977, al verse implicado por su amistad con Townley en la investigación por
el asesinato de Orlando Letelier, decide dar un paso al costado en su rol como
integrante de la DINA, dejando toda la infraestructura y la teoría para continuar
con la ejecución del plan Andrea, y retirándose “al negocio personal” que debía
conseguir “fondos negros” para la DINA, negocio que montará con su amigo, el

417 El sarín o GB es un compuesto organofosforado con la fórmula [(CH 3)2CHO]CH3P(O)F. Es


un líquido incoloro e inoloro usado como arma química debido a su extrema potencia como
agente nervioso. Fue clasificado como arma de destrucción masiva en la resolución 687 de la
ONU. La producción y almacenamiento de gas sarín fue declarada ilegal en la Convención
sobre Armas Químicas de 1993 donde se clasifica como una sustancia de lista 1,
extremadamente peligroso y mortal. .
418 PROPPER, Eugene; BRANCH, Taylor; “Laberinto”; Santiago de Chile 1984; Editorial

Pensamiento; p. 430, 431.

247
mismísimo Stephano Delle Chiaie: “Delle Chiaie y sus hombres, según el
testimonio de un italiano con las iniciales ACP, se dieron rápidamente a la tarea
de conseguir fondos negros para la DINA. El organismo represivo decidió
colaborar en su emprendimiento y les cedió un departamento en el piso once de
la Torre 8 de la Remodelación San Borja donde instalaron, como fachada y
asociado con algunos italianos residentes, una sociedad importadora de
artículos deportivos. La misma prácticamente no funcionó. Si, los contactos de
Delle Chiaie. En ese lugar, de acuerdo al mismo testimonio, se reunió
asiduamente con el químico de la DINA Eugenio Berríos, el agente Michael
Townley y otros conspicuos oficiales de las Fuerzas Armadas chilenas”419. Esto
muestra claramente el rol que ocupaba Berríos al interior de los órganos
represivos de la dictadura: el hombre del trabajo sucio, al que no le importaba
ensuciarse las manos.
Disuelta la DINA, con Townley detenido en EEUU y Contreras comenzando su
largo retiro, Berríos no sabía qué hacer. No tenía empleo. Tampoco
posibilidades de trabajar en el gobierno porque no tenía título profesional, esta
compleja situación profundizó su adicción a la cocaína y lo lanzó al mundo del
narcotráfico derechamente, montando durante los 80 una panadería como
fachada para lavar dinero y justificar de una forma “sana” la venta de cocaína
modificada sin ether. En esta época, a pesar de su retirada formal del mundo
militar, continuará con sus contactos con el capitán (R) Armando Fernández
Larios como ayudista en su venta de cocaína, militar que a fines de la década
de los 80 partiría con destino a Estados Unidos para asumir su responsabilidad
penal en el atentado al ex canciller Orlando Letelier, entregándose
voluntariamente. Se señala que: “La vinculación al narcotráfico de Berríos se

419MARTORELL, Francisco; “Operación Condor: El Vuelo de la Muerte”: Santiago de Chile,


1999; Editorial LOM; p. 113.

248
hizo, a fines de los años 80 aún más fuerte. Entre sus amistades figuraban sólo
narcotráficantes, estafadores y ex agentes de la DINA”420.
En los años 90, las constantes vinculaciones del nombre de Berríos con la
investigación del atentado en contra de Orlando Letelier lo llevan primero a
entrar en la clandestinidad para evitar su detención, y luego a huir a Uruguay.
En conversaciones con su amigo personal Aldo Duque (el mismo que hoy es
abogado asiduo de programas de farándula) le señalaría: “no tatita, si salgo voy
a salir con chapita. Usted sabe que yo tengo mi gente que se mueve, y estos
milicos me deben varios favores, así que ahí me salvaré”421.
Antes de abandonar el país, Berríos hizo una de las últimas llamadas que se le
conocen al agente de la DEA en Chile y que trabajaba en la embajada de
Estados Unidos, Jorge Ricardo Alarcón Dubois. ¿Qué vínculos tuvo la DEA en
la posterior desaparición y muerte de Berríos? ¿Cómo un adicto a las drogas
con vinculaciones con narcotraficantes podía tener un amigo de la DEA?, son
interrogante que ni siquiera la justicia ha logrado aclarar hasta la actualidad,
posiblemente producto de los mismos pactos de silencio que rondan entre los
militares de la época, cuestión que probablemente inclusive puede haberle
costado la vida a Berríos.
Todos los antecedentes arrojados por diversas investigaciones citadas y
anteriormente, parecieran apuntar a que detrás de la huida de Eugenio Berríos
operó la mano negra de sectores del Ejército interesados en mantener el halo
secreto que aún pende sobre las secretas actividades de la DINA en la década
de 1970. También, para evitar que ahondara en las verdaderas dimensiones de
la Operación Cóndor y el homicidio del ex Canciller Orlando Letelier.
También revelan que los ex DINA, aún durante los gobiernos democráticos
desde el 90 en adelante mantienen, en las sombras, un amplio poder operativo

420 MOLINA Sanhueza, Jorge; “Desaparición y muerte del químico de la DINA Eugenio Berríos
Sagredo: Una historia de armas químicas y narcotráfico”; Tesis de grado para optar al título de
periodista en la Universidad de Arte y Ciencias Sociales, ARCIS; Santiago 2001; p. 58.
421 op. Cit; p. 67

249
y de viejas relaciones con los otros servicios secretos del cono sur, al tiempo
que sus maniobras de encubrimiento y “operaciones sicológicas” siguen
causando estragos en la institucionalidad de los países donde actúan.
El perfil sicológico de Berríos (extravagante y lindando en la patología), es un
elemento que entrega pistas sobre el grado de impunidad con que pueden
llegar a actuar este tipo de organizaciones. Sobre todo, por los constantes
comentarios del ex químico a todo su círculo de amistades, respecto de sus
actividades como ex agente de la DINA, incluso cuando el ministro Adolfo
Bañados le pisaba los talones en la investigación sobre el caso Letelier.
Aún más, el caso Berríos también confirma cómo este poder omnímodo que
llegó a tener la DINA en los primeros años del régimen militar se prolongó y, de
acuerdo, al cambio de condiciones del “comercio negro” mundial, pudo haber
usado al narcotráfico como uno de sus aliados más fuertes. Así, las relaciones
de Berríos con traficantes de droga chilenos y extranjeros, es la punta de un
iceberg de una historia que se haya establecida en varias investigaciones
periodísticas norteamericanas más que chilenas.
Estos elementos, sumados a una personalidad delirante muy poco reservada y
sus diversas adicciones, hacían de Berríos un personaje molesto y peligroso
para ex miembros de la comunidad de inteligencia.

250
De los Sicilianos a los Colombianos

Yo fui a la policía como buen


americano, los dos tipos fueron
procesados, el juez los sentenció a tres
años de prisión y dejo en suspenso la
condena. Suspendió la condena y los
puso en libertad. El mismo día. Yo me
quede en la sala como un imbécil y los
dos canallas se reían de mí. Le dije a mi
mujer, “la justicia nos la dará Corleone”.
El Padrino

La realidad delincuencial de Chile, se ha ido transformando hasta constituirse


como un tema de orden y preocupación pública. No obstante, podemos señalar
que es durante los años 90 que ésta se consolida ligada fuertemente con el
narcotráfico, ya que es precisamente en estos años donde el narcotráfico se
consolida, trayendo consigo nuevas formas operativas y de funcionamiento y
que con el pasar de los años se conformará como una característica importante
de la delincuencia y la orgánica del narcotráfico. Podemos señalar que en la
década de los 90 existieron dos etapas del narcotráfico, una etapa que
denominamos como “Siciliano”, ligado al funcionamiento de las mafias, o
padrinazgo, evocando a la imagen de “El Padrino”. Por otra parte, el desarrollo
del modelo colombiano, poblacional y ligado a nuevas figuras y tipos de
delincuencia como lo son los sicarios o soldados.
La imagen de Carlos Mario Silva Leiva, es la fiel imagen del representante del
modelo siciliano del tráfico de drogas, pues su forma de actuar siempre estuvo
ligada a sus buenas relaciones con el poder político y judicial que le hacían
favores. No andaba con armas de fuego y no existen episodios de violencia
ligado a guerras de bandas enemigas. Fue todo lo contrario, evitaba la

251
violencia, los detectives lo recuerdan como “un ‘buen cabro’, que nunca les
causó grandes problemas… El cabro se entregaba ‘chanchito’ y cuando ya
estaba en el calabozo se ponía a llorar. Esa era la característica de Silva –el ser
llorón- era su marca de fábrica”422.
El “Cabro Carrera”, fue el nombre de fantasía de Carlos Mario Silva Leiva,
quien nació en 1924. Sus padres vivían en calle Sierra Bella, en pleno barrio
Franklin de la capital. Mario, nunca fue al colegio y a los 8 años quedó huérfano
y al cuidado de su abuela. Creció vagabundeando, y en ese mundanal
comenzó sus primeras actividades delictivas como lanza del matadero Franklin,
donde los mismo carabineros “le pusieron el apodo de “Cabro Carrera” por lo
rápido que arrancaba de la policía”423. Para el año 1941, viaja a Buenos Aires a
dedicarse al robo de joyas y billeteras que en 1948 lo hicieron volver a Chile
para instalarse con algunas tienditas de telas y manteles importadas del país
vecino. No obstante, una de las actividades lucrativas que más ayudaron al
Cabro Carrera en los años 50 fue el de cartillero de la hípica, ubicándose cerca
de las sucursales del hipódromo y recibía las apuestas de los rezagados, ahí
comenzó a ganar mucho dinero.
No obstante, entrada la década los 60, el Cabro Carrera se mete al
Narcotráfico, por consejo de Manuel Fuentes Cancino, apodado el ‘Perilla’. Las
informaciones de la época de los 60, lo sindicaron como un “miembro del
‘sindicato del crimen’ de Valparaíso, por donde salían embarques de cocaína a
Estados Unidos. Tras el golpe de 1973 y a pedido de la DEA, Silva Leiva fue
extraditado a EEUU junto con otros traficantes chilenos. ‘El Cabro Carrera’ se
declaró culpable y sólo pasó 3 años en la cárcel”424, de lo anterior se
desprenden dos cosas importantísimas, pues el hecho de que el Perilla haya

422 BRAVO, Rubén; VEGA, Manuel: “La vida del Padrino Chileno”, Las últimas Noticias, 22-07-
1999, p. 14
423 LEIVA, Claudio: “El Cabro Carrea recibió un premio de manos del mismísimo Nelson Mery”,

La Nación, 29-06-2012 http://www.lanacion.cl/noticias/pais/nacional/el-cabro-carrera-recibio-un-


premio-de-manos-del-mismisimo-nelson-mery/2012-06-29/180144.html
424 Ídem

252
contactado al Cabro y haberlo adentrado al mundo del tráfico de drogas, va a
marcar un antecedentes que más tarde vuelve a surgir, porque después que el
Cabro carrera es llevado a Estados Unidos se irá a Europa y será ahí donde
tejerá toda una red mafiosa, pero lo que es más importante obtendrá
experiencia delictual de los capos italianos. Ahí “[…] fuentes policiales lo
sindicaron como “gerente operacional” del cartel colombiano de Medellín para el
abastecimiento de cocaína en Chile, Argentina y Brasil. Pero su principal
negocio fue el contrabando de droga a Holanda e Italia, a través de Bolivia y
Brasil, con lo cual acumuló una fortuna”425, vuelto a Chile, nuevamente tendrá
contacto con el Perilla, pero ahora la relación será diferente pues será el Cabro
Carrera quien cuide de sus negocios.
El Cabro Carrera, fue un traficante de drogas distinto, representó un modelo de
ejercer su poder que no se volvió a repetir. Como dijimos anteriormente,
siempre estuvo alejado de los hechos de violencia, no usaba armas y era muy
querido, “una mujer, dijo que tras haber comenzado vendiendo conejos y pollos
en un canasto había llegado a ser propietaria de una carnicería en el mercado
Franklin, gracias a ‘Don Mario’, lo calificó de yerman, gentleman en el coa local
y filántropo”426 . El “cabro carrera” tenía una personalidad audaz y carismática,
no vestía elegante pero sabía generar sus lealtades a través de su padrinazgo.
Además, otro hecho que caracteriza la audacia y sus ganas de figurar dentro
del espectáculo público fue la donación de tres millones a la Teletón en el año
1996 y el clásico de la hípica de la Policía de Investigaciones que ganó su
purasangre. De acuerdo a la donación de 3 millones a la Teletón, el Cabro
carrera manifestó que “los doné porque tengo hijos y mañana o pasado tienen
un accidente y les pasa los mismo que a esos niños. Yo soy padre, a pesar de
ser analfabeto tengo corazón”, a la vez plantea más adelante que “ellos no
fueron por la fama del padre no por lo que dicen de él, sino que como cualquier

425 Ídem
426 VEGA, Manuel: “La Despedida del Cabro Carrera”, Ultimas noticias, 24-07-1999, p. 9

253
donante. Y a ella le preguntaron: ‘y este donamiento de quién es’. Contestó que
de mi padre, que es el dueño del centro comercial Copacabana. Era la galería
la que estaba dando, como podría haber sido los dueños de la Coca Cola, o los
Yarur ¡Están Todos!” 427 , por otro lado, el otro caso de escándalo del cabro
Carrera fue el haber ganado el clásico de Policía de investigaciones, “(…) gané
un clásico de los caballos y ahí fue mi ruina. ¡Qué culpa tengo que el caballo
haya ganado si yo no soy jinete!”.
Estos hechos reflejan la intención de Mario Silva Leiva de convertirse en alguien
influyente en la sociedad chilena y la opinión pública, para transformarse
realmente en alguien con influencia. Este aspecto, además de su forma de ser y
su historia personal, determinan que “la organización del Cabro Carrera es una
organización criminal que podríamos conceptualizar como histórica, que tiene
que ver con los viejos traficantes […] que son más bien una estructura de
delincuentes habituales emparentados entre ellos, que con los años se fueron
organizando. Tienen todos temporadas en el extranjero lo cual permite
contactos de mayor calidad”428. Esos años en el extranjero sin duda dieron al
Cabro una gran experiencia que lo logró consolidar como el creador de una
“organización medianamente grande dentro del espectro mundial. De hecho,
ellos no miraban hacia el mercado interno, sino principalmente hacia el
europeo, no le interesaba el mercado chileno, uno por su tamaño, y otra porque
de esa forma se sentía a salvo de requerimientos de las autoridades” 429, el
Cabro Carrera era una especie de patriarca de su organización y de quienes
venían después de él, como el conocido traficante de la Legua, el Perilla.
Así, de lo anterior, se desprende la significación de la muerte y el funeral del
capo para la cultura delictual de la época. A tal punto fue el funeral de Mario

427 RAMOS, Marcela: “Historia de cómo lanza amasó fortuna de $3.500 millones”, La Tercera,
26-07-1999, p. 10
428 Entrevistas reservadas a fuentes del CDE en “Del padrinazgo a los sicarios de la muerte” de

Pedro Fuentes, Tesis para optar al título de Periodismo de la Universidad de Santiago,


Santiago, 2005; p. 88
429 Op. Cit; p. 35

254
Silva, que la televisión lo tomó como un hecho nacional. El “cabro carrera”
había fallecido el miércoles 21 de 1999, y murió en un mundo donde siempre
buscó escalar “(…) Don Mario se salió con la suya y en vez de morirse en una
celda como cualquier piojento, murió en la cama de una clínica de palos
gruesos, como un caballero”430, su muerte fue al estilo don Corleone, en su
funeral hablaron comerciantes de Santiago Centro, del Matadero, la Vega
Central y de Estación Central, para rendirle tributo a uno de los suyos. Así se
fue el llamado “Padrino de los traficantes”.

Los “Ciulla” y la red Siciliana en Chile

El rol que cumplen la familia Ciulla en esta red de narcotráfico en el país es


clave a la hora de entender la lógica siciliana del narcotráfico en chile, esto
pues, son el clan que conecta a toda la “Cosa Nostra” chilena, siendo escuela
inclusive de muchos de sus cabecillas en cuanto a métodos y operaciones.
En 1986, en Italia comienza el proceso judicial llamado “maxiprocesso”, que
buscaba llevar a la cárcel a todas las cabezas y soldados de la mafia siciliana.
El arribo a Chile de los Ciulla se produce en 1987, tras el asesinato del
primogénito Antonino. El patriarca, Pietro Ciulla, y su esposa, Vicenza Salutte,
junto a sus tres hijos vivos -Giuseppe, Cesare y Salvatore- huyen de la guerra
que se libra en Sicilia entre la mafia y la persecución judicial de los magistrados
de Palermo. Sudamérica aparece en este planificado escape cuando la chilena
Elena Guerrero Espinal, alias “La Canalla”, esposa del hermano mayor,
Giuseppe Ciulla, aporta a la logística y contactos de su país natal.
El aterrizaje es auspicioso. Según el libro “Conexiones Mafiosas, el crimen
organizado a las puertas de Chile”431, de Manuel Salazar, con los dineros
provenientes del narcotráfico la familia compra propiedades en Santiago (La

430VEGA, Manuel: “réquiem del Cabro Carrera”, Las Ultimas Noticias, 22-07-1999, p. 4
431SALAZAR, Manuel; “Conexiones Mafiosas: El Crimen Organizado a las Puertas de Chile”;
Editorial Mare Nostrum; Santiago, 2001.

255
Reina y Las Condes) y en Viña del Mar. Incluso alcanza para varios caballos de
carrera y un restaurante italiano en el Faro de Apoquindo llamado “Noi Due”. Su
forma de operar en Chile es simple: contratar a locales para que transporten
cocaína a Italia.
Pero la suerte del clan Ciulla cambia el 12 de agosto de 1990. En la esquina de
calles Nataniel Cox y Tarapacá, Giuseppe muere en un accidente de tránsito.
Dos años después, la Fiscalía Antimafia italiana envía a Cancillería chilena una
orden de extradición para los hermanos Cesare y Salvatore Ciulla, por su
responsabilidad en la internación de más de 600 kilos de heroína a Europa. La
familia se dispersa, Cesare y Salvatore desaparecen ayudados por sus redes
locales.
En esos momentos, los agentes policiales pensaban que los dos prófugos
podían estar siendo protegidos por narcotraficantes chilenos y el alto mando
policial señalaba que, los nombres a quienes respondían los casi 150 burreros
chilenos como patrones o financistas, eran recurrente. Entre ellos, Mario Silva
Leiva, “El Cabro Carrera”; la ya nombrada Elena Guerrero Espinal, “La Canalla”;
Luis Rodolfo Torres romero, “El Olfo”, hijastro de “El Cabro Carrera”; Luis
Serafín Torres Moreno, padre de “El Olfo” y Manuel Eduardo Fuentes Cancino,
alias “El Perilla”, líder del “Cartel de la Legua”, de quien hablaremos más
adelante.
Lo interesante respecto a esta familia radica en este último dato, pues muestra
claramente el patrón de acción que siguen al estilo de la misma mafia italiana,
siendo los protectores y padrinos de muchos de los narcotraficantes que
operaron en Chile a finales de los 80 y durante toda la década de los 90,
escuela que se vería modificada con el rol que cumplieron en chile “El Perilla” y
el “Cartel de la Legua”.

256
El ocaso de “El Perilla” y el auge del narcotráfico colombiano

Hasta mediados de los 90, si bien La Legua Emergencia albergaba un gran


número de delincuentes, esto no la diferenciaba de otras poblaciones de la
Región Metropolitana. Hasta que llegó, luego de su paso por el extranjero,
Manuel Fuentes Cancino, “El Perilla”, quien instaló allí su cuartel central de
narcotráfico. “El Perilla” fue el primero que empezó a transitar por la población
en buenos autos y siempre custodiado por tres o cuatro guardaespaldas
armados.
José Ormeño, dirigente de la Asociación Raíces de La Legua, conoció a Manuel
Fuentes Cancino en sus dos facetas: lanza y narcotraficante: “El Perilla era un
choro respetado y querido en toda la comuna. Cuando sabía de un vecino que
lo estaba pasando mal, no dudaba en ayudarlo. Yo lo vi ayudar a mi vecina
porque no tenía dinero para comprar útiles para el colegio de su hijo. En
Navidad, repartía regalos para los niños más pobres de la población. Él llegó
por seguridad para su negocio. En El pinar, donde vivía con su familia, no
estaban las condiciones que se dan aquí”432.
Casas iguales, contiguas e interconectadas, pasajes cerrados, gente con
necesidades extremas que él ayudaba y que le devolvían la mano con silencio.
Un territorio ideal para su negocio. Fuentes Cancino comenzó comprando
varias casas para ocuparlas como “oficina”. Ahí llegaba la droga y se distribuía
para todo Santiago. También hacia el extranjero. Como las fachadas de las
casas sin todas iguales y no tenían número en la entrada, él mandó a pintar
todas las casas del mismo color, un eficaz método de protección.
En esa época comenzaron a aparecer los primeros “soldados” y “sicarios”:
hombres que aseguraban la protección de su negocio que fue en ascenso. Pero
aun así las balaceras no eran parte de la rutina de los habitantes de la

432VILLARRUBIA Gustavo; “La dictadura de los narcos que se apoderaron de la Legua” en;
CIPER Chile; 10-01-2011 http://ciperchile.cl/2011/01/10/la-dictadura-de-los-narcos-que-se-
aduenaron-de-la-legua/

257
población, los habitantes de la Legua dicen que “hasta ese momento aquí uno
convivía con delincuentes y choros, pero para nosotros la vida no era insegura
porque nos respetaban. Y si algún choro tenía un problema con otro, se
agarraban a combos, a lo sumo a cuchillazos, pero era muy raro ver un arma en
una pelea vecinal”.433
La situación de “El Perilla” y el cartel de La Legua es el primer caso conocido y
registrado por la prensa y la policía de un cambio en el modus operandi del
narcotráfico en las poblaciones de la región metropolitana: es el narcotráfico al
estilo colombiano el que comienza a instalarse a mediados de los 90 teniendo
este caso como su punta de lanza.
El narcotráfico colombiano, lo identificamos como un fenómeno propio del
avance del neoliberalismo en el país, donde la cosificación de la droga como
mercancía es mucho más avanzada, y que frente ,a la modernización del
Estado y su política de drogas, deberá buscar nuevos métodos de seguir
haciendo rentable su negocio. En este plano, el narcotráfico internacional
perderá potencia por los riesgos que trae aparejado, y se pondrá el énfasis en
un nuevo nicho a explotar: las mismas poblaciones donde los narcos residen.
El narcotraficante ya no vivirá en Las Condes o La Reina, al estilo Ciulla, se
radicará en una población con alguna fachada en forma de negocio y desde ahí
operará sus redes e influencias. Desde ahí, construirá además su red de
asistencialismo para con sus vecinos necesitados o con urgencias económicas.
La forma de operar al estilo del “Cabro Carrera” y los “Sicilianos” dejará
entonces de ser efectiva en esta época: ya no hay tiempo para construir una
organización durante cuarenta años, ni para hacer contactos con una policía
cada vez más profesional y con controles internos cada vez más severos,
además de una persecución por parte del Estado y vigilada por los medios de
comunicación que la ponen en el tapete todos los días.

433 Ídem

258
El nuevo narco, el que buscará desplazar a la antigua generación de
narcotraficantes, responde a un perfil distinto: “Los nuevos capos son caudillos
de menor edad, entre 20 y 38 años, que radicalizaron sus acciones y
organizaron mejor el microtráfico, lo que ellos consideran su negocio, ya no les
interesa tanto el control de una ciudad o el tráfico hacia otros países. Estas
personas no poseen altos niveles de educación y la mayoría no supera el nivel
básico”434. La conducta calmada y calculadora de los antiguos sicilianos ya no
tiene cabida, ahora se necesita a “[…] un líder agresivo y violento, en lo que se
refiere a la comercialización de su mercancía y a la relación con los propios
clientes. Para ello cuentan con personal de protección que porta armas y otros
elementos de apoyo, como celulares y radios para escuchar frecuencias
policiales”435.En la necesidad de contar con un guardia personal empezó a
vislumbrar a cierto tipo de sujeto que no era conocido, el asesino a sueldo o
“sicario”.
Sobre este tema, Guillermo Rodríguez nos cuenta: “Cuando estos tipos llegan a
las poblaciones para hacer su negocio se marca un cambio al interior de los
territorios donde estábamos. Ellos no llegaron disparando, llegaron portándose
bien, siendo el vecino buena onda, el que ofrecía ayuda para todo, y reclutando
de a poquito a soldados que lo cuidaran o cuidaran su negocio.”
Este proceso irá aparejado con la aparición de la PBC como una droga
altamente rentable, por su costo de producción y el alto grado de adicción que
provoca, cuestión que será aprovechada por los nuevos narcotraficantes para
generar una red de consumidores a su alrededor en la población, y de nuevos
soldados “angustiados” dispuestos a todo con tal de conseguir un “mono”.
La misma experiencia de La Legua cambiará con la caída del “Perilla” y el
intento de “La Banda de los 40” por apropiarse del nicho vacío dejado por el
otrora capo del narcotráfico en la población: “Cuando cayó el perilla quedó la

434 LAZAETA, Pedro; “Perfil de quienes imponen ley de la droga” en; La Tercera, 13-11-1999;
pág. 10
435 Ídem

259
escoba, los que quedaron libres a los pocos días ya se estaban disputando la
droga que no había sido encautada por los ratis. Todo cambió. Aparecieron los
“picaos a choros”, los que antes habían sido soldados o guardaespaldas, y los
balazos iban y venían los fines de semana y hasta en la feria de los jueves o los
domingos, ahí empezamos a tener los primeros muertos en la calle”. 436
Magda Becerra nos detalle sobre este fenómeno: “Ya no hay espacios donde la
población donde no estén ellos, y fue muy rápido oye, un día estábamos
nosotros tratando se levantar a nuestros vecinos de la decepción de la
democracia con actividades y talleres, al día siguiente teníamos a los narcos
metidos en nuestras actividades ofreciendo todo tipo de ayuda, y al siguiente ya
nos habían quitado a toda nuestra gente”.
Podemos identificar entonces, diferencia con el antiguo modelo de narcotráfico
siciliano primero en lo referente al poder: al no existir un deseo de poder a nivel
de ciudad, nacional o internacional, la lucha se traslada al territorio, a la
población, es una lucha por el micro poder que significa la hegemonía del
narcotráfico en la población.
En segunda instancia en lo sanguinario de este proceso: los antiguos
narcotraficantes sicilianos obrarán para influencia a sujetos claves del Estado y
la policía, el narcotraficante colombiano se enfrentará a la policía, a otros
narcos e inclusive a los mismos vecinos que se opongan a su control del
territorio. Esto fomenta el reclutamiento de soldados y de sujetos especializados
en seguridad. En esa búsqueda por seguridad y profesionalización de sus
técnicas de guerra, se encontrarán en reiteradas ocasiones con ex militantes
revolucionarios, que frente a la frustración que implicó por una parte la derrota
de la transición a la democracia, y por otro la “quemada de arcas 437” que
realizaron durante los 80, se refugian en el narco como una alternativa de poder

436VILLARRUBIA; Ibídem
437Denominación que le daban los militantes del Movimiento Juvenil Lautaro (MJL) al abandono
de la vida personal con tal de perseguir el proyecto político colectivo. Dejando atrás profesiones,
pertenencias materiales y familias.

260
solventar una vida solitaria y con sus principios e ideología destruida por el
nuevo periodo político.
Guillermo Rodríguez, desde su condición de militante revolucionario nos cuenta:
“Cuando llegan estos hueones, los grupos políticos y organizaciones sociales
se ven incapacitadas de pelearle los espacios a grupos que tienen plata y
armas, cuando tú no tienes justamente plata ni armas. No había forma de
confrontarse ahora a esta situación. Se vive desde ahí una descomposición
ideológica en los militantes que venían de las poblaciones, y muchos terminan
optando por arrendarse a los narcos para ser sus jefes de seguridad o quienes
les enseñaran a sus soldados a disparar un fusil, y cuando ya la tecnología
supera al ex militante por su rápido avance y actualización, varios de estos
hueones se transformaron en los perros guardianes de los narcos”. Todos ellos
son parte de una generación de revolucionarios que “[…] empieza a
descomponerse, que no tiene claridad en el proyecto y tiene una militancia más
individual, que por la negación al sistema y a la decepción, busca un reventón
de felicidad, se copetea, se jale y trafica –agrega Guillermo-”.
Este proceso de transformación del narco, tendrá una consecuencia superior,
pues encaja y es ad hoc a la construcción hegemónica cultural propia del
neoliberalismo, cuestión que abordaremos en el siguiente capítulo.

La respuesta del Estado

El aumento del consumo de drogas en el país desde la instalación de los


gobiernos de la concertación y la instalación del narcotráfico “colombiano”, es
una realidad constatable gracias al trabajo estadístico de la PDI y el CONACE.
Como ejemplo un botón: según los informes de la Policía de Investigaciones,
entre 1984 y 1996 el porcentaje de cocaína decomisada aumentó en un 5.300
por cierto, vale decir, que, si al inicio de ese lapso se incautaron 21 kilos, al
finalizar el período la cifra subió a 1.104 kilos.

261
La preocupación que para las autoridades de los 90 genera este problema, llevó
al gobierno de Patricio Aylwin a crear el Consejo Nacional para el Control de
Estupefacientes (CONACE), entidad que fue fundada en septiembre de 1990.
Su objetivo, tal como lo precisó el asesor jurídico de la corporación, Pablo
Lagos Puccio, es “[...] coordinar las políticas, planes y programas que realiza el
gobierno, a través de distintos órganos, para combatir el tráfico de drogas y
prevenir el consumo de éstas. De igual modo, debe asesorar al Presidente de la
República en estas materias, y coordinar el trabajo que realizan las distintas
instituciones que prestan servicio en este ámbito”438. Es presidido por el
Ministerio del Interior, y su secretario ejecutivo es el subsecretario de esa
misma cartera. Integraban el Consejo los ministros de Relaciones Exteriores,
Defensa, Educación, Secretaría General de Gobierno y Salud, y los
representantes del Servicio de Impuestos Internos, Ejército, Armada, Fuerza
Aérea, Carabineros e Investigaciones. Asimismo, era constituido por un
delegado de la Corte de apelaciones de San Miguel. Además, contaba con una
red de invitados permanentes que asisten en representación de variadas
instituciones ligadas al tema: Instituto Nacional de la Juventud, Servicio
Nacional de la Mujer, etcétera.
Al mismo tiempo, CONACE era el interlocutor que tenía el Estado ante los
organismos internacionales que se ocupan del problema de la droga,
particularmente ante Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos y
la Unión Europea. Para finales de la década de los 90, Chile había suscrito 19
convenios bilaterales con países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia,
España, Israel, Inglaterra, Rusia y México, relaciones que también eran
manejadas por el CONACE.

438 SOTO, Carlos; UGALDE, Jaime; YUBANO, Jeannette; “El Vuelo de los 90: Relación entre
auge económico y aumento del tráfico y consumo de cocaína en Chile”; Memoria para optar al
título de Periodista; Universidad de Santiago de Chile Escuela de Periodismo; Santiago, Marzo
1998; p. 185

262
Independiente de la caracterización y funciones formales que pueda ocupar el
CONACE, es importante constatar cómo esta institución pretende superar el
difuso control de drogas y estudio poco claro que se desarrolló durante los años
80, a cargo de la oficina de la primera dama, que no tiene ningún estudio serio,
certero y oficial del Estado, respecto a consumo y tráfico. Ahora bien, es
importante también señalar que la creación del CONACE tiene que ver también
con la instalación del narcotráfico colombiano y el crecimiento de los índices de
consumo mostrados por la PDI.

Gráfico 1

Cocaína Decomisada en Kilos


1600
1400 1488,6
1200
1000 1104,21156,5
800
600
603,6 638
400
200 292,5 307
25 32,2 21,7 47 86 84,3
0
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Fuente: Policía de investigaciones de Chile

Históricamente hasta 1990 la cantidad de cocaína decomisada no superaba los


50 kilos anuales. En 1978, por ejemplo, la policía logró recuperar apenas 10,6
kilos de esa droga, cifra que diez años más tarde alcanzó los 47 kilos. Sin
embargo, con el retorno de la democracia, los decomisos aumentaron
notablemente. En 1992, por ejemplo, la cocaína requisada fue de 107,7 kilos, y
en 1196 de 248 kilos. El aumento constante se expresa en que sólo hasta el

263
mes de mayo de 1997, los órganos policiales habían logrado recuperar 296
kilos de la misma droga.

Gráfico 2

Decomisos clorhidrato de cocaína en


gramos al 31.05.97
400

300
296,46
200 248,173
201,935
100 143,15
107,73 116,595
0
1992 1993 1994 1995 1196 1997

Fuente: Policía de investigaciones de Chile

Es importante destacar, que la aparición del CONACE y la regulación que esta


comienza a dictar, el número de detenidos por tráfico de drogas comienza a
crecer significativamente, en la década de los 80 el promedio de detenidos no
superó los 1.500, lo que en los años 90 no bajará de ese número.

264
Gráfico 3

Detenidos por Narcotráfico por la


Policía de Investigaciones de Chile.
Año 1977 a 1989
2000

1500
1585
1412 1455 1476 1353 1489
1000 1158 1270 1329 1244
1010 954
500 780

0
1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989

Fuente: Policía de investigaciones de Chile

Sin embargo, es interesante destacar en la misma línea que en los años 90 es


donde se consolida el tráfico de drogas en materia de comercialización y
mercado, como también en su estructura organizacional por lo que es
importante ver cuántos detenidos comienzan a surgir en la década de los 90, es
por esa razón que existen más detenidos pero también, estos detenidos
representan no a los grandes “carteles” de las poblaciones, sino a quienes
pertenecen a la estructura orgánica del narcotráfico chileno.
Otro fenómeno del cual el Estado intenta hacerse cargo es el lavado de dinero,
cuestión que con la detención del “Cabro Carrera” quedaría en evidencia. El
lavado de dinero se puede definir, de acuerdo a la nomenclatura utilizada por el
CONACE, “[...] como el proceso por medio del cual el dinero obtenido
ilegalmente, se transforma en otros bienes de forma tal que su origen queda
encubierto”439.
De acuerdo a esta definición, existen varias modalidades para legalizar el
dinero, que se pueden clasificar en dos tipos:

439 Op. Cit; p. 155

265
• Negro: Obtenido mediante actividades ilegales, como el fraude fiscal,
especulación inmobiliaria o compra y venta de acciones con o sin
cotización oficial.
• Sucio: Obtenido por medios ilegales como el tráfico de estupefacientes,
contrabando de armas, prostitución, extorsión y juego ilegal, puede
ocultarse este dinero pero no ponerlo en circulación hasta no ser
transformado en dinero limpio, de manera que oculte su verdadero
origen.
El “Cabro Carrera”, por ejemplo, utilizaba la fachada de la galería Copacabana
para legalizar sus ingresos provenientes del narcotráfico.
De acuerdo a datos del CONACE, a mediados de los años 90, se lavaban
anualmente en el sistema financiero internacional, más de 500 mil millones de
dólares. Frente al fenómeno los países desarrollados y latinoamericanos,
iniciaron un fuerte impulso para fiscalizar las inversiones ilegales y penalizar a
sus promotores. Para la misma fecha, el narcotráfico incrementó
sustancialmente la cantidad de dinero ilegal que ingresaba el sistema financiero
“Se calcula que de los 500 mil millones de dólares que se lavan, cerca de 300
mil millones provienen de la venta de drogas. Dado que el almacenamiento y
movimiento de tanto dinero representa grandes riesgos para los
narcotraficantes, pues despierta sospechas en los organismos responsables de
aplicar la ley, las bandas delictuales se ven obligadas a inyectar ingresos en la
red financiera convencional, cuidando no crear especulaciones en torno a su
origen”440

440 Op. Cit; p. 185

266
Gráfico 4

Detenidos por Narcotráfico por la


Policía de Investigaciones de Chile.
Año 1990 a 1997
4000

3000 3518
2782
2000 2438
2240 2061 2010
1000 1371 1501

0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Fuente: Policía de investigaciones de Chile

Sin embargo, lo anterior, debemos entender un elemento que cruza todas estas
acciones del Estado en torno a prevención del consumo y combate al
narcotráfico: el factor eleccionario. A nuestro parecer, las respuestas del Estado
y la Policía del Estado en torno al narcotráfico buscan detener un crecimiento
del rubro de la venta de drogas para evitar casos de corrupción en el poder
judicial y legislativo, y lograr posicionar candidaturas puntuales fortaleciendo su
referencia pública con un discurso anti drogas.
Además, estas legislaciones vienen a llenar un vacío dentro de las políticas de
Estado sobre el tráfico de drogas y la corrupción, elementos en los cuales se
comienzan a surgir sus primeros efectos y por los cuales deben empezar a
enfrentarse estas situaciones que podrían llevar al periodo de transición a una
posible desestabilización o desorden. No obstante, estas legislaciones son de
poca efectividad, ya que el narcotráfico y las formas de lavar el dinero, como
también el consumo mismo va creciendo cada vez, hasta conformarse como
una epidemia de importantes efectos dentro de las poblaciones chilenas.

267
Fetichismo, Drogas y Enajenación. La Transformación del Mundo Cultural
del Campo Popular

La droga debemos entenderlas si o si como una mercancía, en tanto implican


una relación social y un trabajo productivo que sale hacia el mercado, un
mercado negro por supuesto, pero que igualmente es parte de la lógica
mercantil del capitalismo. Como mercancía la droga es producto del trabajo del
hombre porque lleva un proceso de creación y de objetivación del trabajo y
donde igualmente existe explotación hacia el trabajador, ósea, existen
relaciones productivas. Por lo tanto, no se diferencia la droga a otros tipos de
mercancía, su diferencia radica en que pertenece a un mercado ilegal, y es eso
mismo lo que la mete en un marco oscuro y violento, desde su producción,
pasando por su comercialización, y sus posteriores efectos físicos y
psicológicos.
Como mercancía, la droga es un producto que satisface necesidades,
necesidades que sin embargo, son creadas por la misma droga y sus efectos
psicóticos. Lo que le da una doble carga de fetichismo en tanto mercancía:
primero al responder a una relación social ficticia e inflada por sí misma, y luego
al responder a la necesidad de su consumo. Marx ante esto nos dice: “La
devaluación del mundo humano aumenta en relación directa con el incremento
del valor del mundo de las cosas”441. Es decir, la droga como una cosa o
mercancía, se rige por las mismas leyes del mercado que cualquier otra
mercancía o producto consumible, lo que sumado a su carácter degenerativo
del cuerpo, implica un mayor avance en grados de enajenación para el sujeto
y/o consumidor.
Por lo tanto, la droga cosifica la vida del consumidor y su relación con su
entorno, pues sus relaciones sociales van a estar ligadas al consumo o a la

441FROMM, Erich; MARX, Karl; “Marx y su concepto de hombre. Incluye ‘Manuscritos


económicos-filosóficos’”; Fondo de Cultura Económica; México 2012; p. 104-105

268
compra de la droga como un bien de consumo. Esto generará un círculo vicioso
en el consumidor, que trabajará o rebuscará los medios (en la medida que va
creciendo su necesidad de consumo, por tanto su adicción) exclusivamente
para el consumo de lo droga en cuanto ella va generando una necesidad de
consumo cada vez mayor. En este círculo vicioso, el consumidor, el adicto, el
“angustiado”, deja de ser un ser social para convertirse en una cosa sin esencia
ya que “[...] el hombre no se experimenta a si mismo como factor activo del
mundo, sino que el mundo (la naturaleza, los demás y él mismo) permanece
ajeno a él. Están por encima y en contra suya como objetos, aunque puedan
ser objetos de su propia creación.442”
Estamos hablando pues, del que es tal vez el proceso de enajenación más
brutal conocido en el capitalismo contemporáneo, que representa la barbarie no
solo desde la producción, sino que ahora en las relaciones sociales del ser
humano. Así, queda claro que el capitalismo no solo te explota con la extracción
de plusvalía, sino que también, con la enajenación propia del quehacer
cotidiano y el consumo.
El consumo y tráfico de drogas como la PBC son la muestra, por excelencia, de
la barbarie que implica la dominación capitalista, porque como explicamos
anteriormente ya no se trata exclusivamente de la extracción de riquezas y de la
explotación del hombre por el hombre, sino que ahora existe más latentemente,
una construcción ideológica y cultural que intensifica la dominación y la
hegemonía de la burguesía, lo que en su consecuencia inmediata será en la
relación entre seres humanos.
En esta nueva dominación, el rol que cumplirá el narcotraficante “colombiano”,
el que impera hasta el día de hoy, es clave para entender el proceso que se
abre culturalmente en el campo popular. Primero al ser un facilitador de la
comercialización de la droga como mercancía, y segundo, como un referente
cultural dentro de las poblaciones.
442 op. Cit; p. 155

269
Al entender al narcotraficante como un referente cultural, lo vemos como el
mejor ejemplo cotidiano de la influencia ideológica neoliberal: quiere ser rico,
quiere acumular riquezas, quiere tener lujos, quiere ser mejor que el resto.
Pero, sin embargo, no sale de su población para aspirar a una “comodidad
territorial”, sino que buscará transformar su territorio en un feudo, y ser él el
amo y señor del mismo.
El rol del narcotraficante en la población, se enlazará y potenciará con los
cambios culturales que se dan a nivel nacional e internacional durante los años
90. Esto es: el consumismo, el individualismo y el aspiracionismo (meritocracia
le llamarán algunos progresistas del siglo XXI) propios todos ellos del
capitalismo en su fase neoliberal, como referente cultural. Así, el
narcotraficante, en la población representará el poder, “el que la lleva”, ejemplo
a imitar por niños, y por sobre todo, por los jóvenes. Esto se debe comprender,
además, tomando en cuenta que durante los 90 la población juvenil sufre altos
índices de desempleabilidad y un evidente abandono por parte de las políticas
del Estado, por lo que, en su búsqueda por sobrevivir, encontrará en el
narcotráfico, ya sea el consumo, el trabajo de soldado o de microtráfico, la
forma de sobreponerse a su condición, lo que a la postre se transformará en
una forma de vida.
Ya no será más el joven poblador, ahora es “choro de pobla”, el que más
adelante mutará a “el flaite”. Despreocupado de las relaciones y convivencia
entre vecinos, a no ser que se necesiten nuevas fuentes de soldados o nuevos
nichos de crecimiento para su “supermercado de la droga”. Así, tenemos al
joven que por intentar satisfacer las necesidades que le va generando el
mercado, aspirará a tener la zapatilla más cara, el buzo de marca, la camiseta
del futbolista de moda, el celular más caro, y porque no, el auto más enchulado.
Es natural pensar en el narco como una alternativa, cuando trabajando no se es
capaz de lograr tal nivel de ostentación, por lo que, en gran parte, en las
poblaciones de chile vemos que los jóvenes no aspiran al trabajo, sino que a

270
buscar los métodos más fáciles para poder consumir, o hasta mantener a su
familia.
Es necesario mencionar también, que producto de la precarización que implica
la instalación del neoliberalismo en chile, muchas personas entrarán al mundo
del narcotráfico por la necesidad de solventar sus gastos mínimos familiares, y
una vez insertos en esta cultura narco, se gatilla el deseo de ostentación y
aspiracionismo, que a la larga se transforman en formas de vida. El
narcotraficante como un modelo de vida a seguir.
Este fenómeno responde a una ofensiva del capitalismo en las poblaciones en
su búsqueda de nuevos mercados, o de potenciar el consumismo. Esta
ofensiva derivará, al conjugarse con la cultura narco, en costumbres y perfiles
relativamente nuevos al interior de las poblaciones. Como consecuencia de
esto, las poblaciones entrarán en un proceso de lumpenización, perderán todo
vestigio de conciencia de clases en sí y para sí, y aparecerán con ello una
nueva forma delictiva de vida: el “doméstico”443, la balacera, las zapatillas en los
cables444 (actualmente reemplazado por los fuegos artificiales), una nueva
forma de hablar, la delincuencia juvenil, el incremento de la prostitución infantil,
la desintegración familiar, y un sinnúmero de situaciones que llevan aparejado
la denigración de la población y la barbariedad del capitalismo.
De alguna forma, esto representa las consecuencias culturales que sufrirá la
población con el avance del capitalismo, que no se puede desligar la droga y la
PBC del consumismo, del fetiche, de la explotación, la enajenación y la
dominación. Porque el capitalismo en sí mismo, en su esencia trae consigo
elementos psicóticos: el consumismo podría considerarse una droga, porque el
no consumir te provoca frustración. A fin de cuentas, el narcotraficante es un
producto del capitalismo, que busca acumular la mayor cantidad de riquezas, de
la forma más fácil y destructiva posible. Hablaremos entonces, que el

443 Quien roba a su vecino y/o familia.


444 Señal de que llegó la droga.

271
capitalismo es un “narcocapitalismo”, pues es narcótico por esencia, donde el
narcotraficante no es parte de las fuerzas productivas en sí misma, sino que de
las “fuerzas destructivas”445.
Finalmente, creemos que la droga como mercancía, el narcotráfico, y la PBC,
con tal vez, la enfermedad más grande generada por el capitalismo en Chile
durante el final del siglo XX y el siglo XXI, una epidemia que ha tratado de ser
resuelta con aspirinas y paracetamol, pero que aún no ha sido atacada en su
origen estructural. De acuerdo a lo mismo, creemos que la única forma de
solucionar el problema del narcotráfico, es con un cambio radical en las formas
de relaciones sociales y de producciones, acabando por completo con todo
resabio propio del capitalismo en estos ámbitos, para así abrir una nueva forma
de relacionarse con la drogas, ya no como mercancía o como necesidad, sino
que como medicina y producto propio de la tierra, para así extinguir el concepto
de droga, en tanto ya no sería una mercancía ni un bien transable.

445 En “Del narcocapitalismo al narcoimperialismo” de Iñaki Gil de San Vicente;. 32: “Los bienes
de destrucción son aquellos que generan beneficios en muy corto plazo, pero que a medio y
largo plazo, no reproducen ni menos aún amplían, las fuerzas productivas, gastando capitales
en inversiones improductivas porque no generan valor”. Disponible en www.lahaine.org

272
Conclusiones

A primera vista, una mercancía


parece ser una cosa trivial, de
comprensión inmediata. Su análisis
demuestra que es un objeto
endemoniado, rico en sutilezas
metafísicas y reticencias teológicas”
Karl Marx, El Capital

En la medida que el capitalismo se va superando y transformando en el Chile


de la dictadura, una serie de cambios comienzan a desarrollarse a nivel de
superestructuras y estructuras, teniendo consecuencias en los propios patrones
de acumulación de la burguesía, como también importantes consecuencias
materiales y subjetivas en la configuración del campo popular. Lo que queda
claro, es que la burguesía autóctona chilena, de la mano con la burguesía
internacional, no sólo buscan generar las mejores condiciones para extraer la
mayor cantidad de plusvalía, para poder explotar de mejor manera, deben
buscar los métodos para poder dominar, y el dominar significa instalar las ideas
de la clase dominante. La dictadura, por lo tanto, tuvo su avance represivo, pero
también a raíz de lo anterior profundizar su ideología, su dominación ideológica,
que va a concretarse con el consumismo, individualismo, y un sinfín de valores
promovidos por el sistema.
La burguesía comienza un proceso de reacomodo con la instalación del
neoliberalismo, en tanto tiene nuevos espacios para instalar mercados y
capitales como tal vez en ningún otro país del mundo durante ese periodo,
comienza también una reestructuración del Estado con la constitución de 1980
y la posterior salida de Pinochet con la consecuente instalación de los
gobiernos de la Concertación. Este proceso tendrá como objetivo principal la

273
configuración de una nueva hegemonía cultural en Chile, para lo cual se hace
necesario los ajustes y transformaciones materiales que sean necesarias dentro
del campo popular.
Por su parte, el campo popular sufrirá las consecuencias de este proceso en
varias medidas: el proceso de segregación socio-espacial que sufren que la
erradicación de las poblaciones significará un deterioro en las condiciones de
vida no solo en lo material, sino que también en lo subjetivo respecto de que se
desarman las antiguas relaciones establecidas entre los vecinos de las antiguas
tomas y poblaciones.
Por otro lado, la instalación del neoliberalismo traerá consigo una grave crisis
económica que nuevamente, deberá ser pagada por el campo popular, en
cuanto esta se verá afectada por una gran cesantía y un encarecimiento de la
vida en general. Como consecuencia de esto, en el campo popular se verán
nuevas oportunidades de trabajo informal no vistas antes y la incorporación
definitiva de la mujer al mundo del trabajo. En definitiva, el neoliberalismo
acrecentará la pauperización en la vida del campo popular que ya significaba la
erradicación de poblaciones en la región metropolitana y la represión desatada
por la dictadura militar.
Mientras sucedía lo anterior, la izquierda revolucionaria organizada en torno a
un par de organizaciones político-militares, como el MIR, el MAPU-Lautaro y
principalmente el FPMR, se verá enfrentada al cambio de periodo político sin
mucha capacidad de reacción: Pasan de ser sectores de vanguardia al interior
de las poblaciones, conduciendo las movilizaciones en contra de la dictadura
con acciones que iban desde las acciones de masas hasta operaciones
militares, a ser grupúsculos marginados y enajenados de la realidad de las
poblaciones, esto pues, en su lucha en contra de la dictadura, no lograron
instalar al interior de las poblaciones una línea política que profundizara una
crítica no solo hacia Pinochet y los militares, sino que hacia el modelo y el
capitalismo en su conjunto, por lo que con la llegada de la democracia, se

274
encuentran desorientados y con una lectura política del periodo que dista
mucho de la realidad.
La pauperización de la vida dentro del campo popular a finales de los años 80
tendrá dos respuestas desde el mismo, por un lado se levantaran las grandes
jornadas de protesta en contra de la dictadura, y por otro, los más marginados,
los olvidados y segregados, se entregarán a las drogas, en particular al
neoprén, y al alcoholismo. Mientras que en los 90, las grandes movilizaciones
en contra de la dictadura se transformarán en pasividad y conformismo (o
decepción y frustración) respecto a la llegada de la “democracia”, mientras que
ese alcoholismo y adicción a drogas de fácil acceso como el neoprén, se
intensificará al aumentar el consumo de cocaína y PBC, que tienen efectos
físicos y psicóticos profundamente más epidemiológicos, en cuanto al nivel de
adicción que generan.
En esta época no veremos aun ni a la cocaína, ni a la PBC, rondar por las
poblaciones, primero porque la cocaína continúa siendo una droga adquirible
exclusivamente por los sectores más acomodados del país, en segunda
instancia, porque el narcotráfico sigue manejando niveles de cúpulas mafiosas
de estilo sicilianas que centran su labor en la venta a profesional y pequeña
burguesía, sus relaciones con mandos medios militares y la venta de droga
hacia Europa.
En este negocio de la “mafia siciliana”, tendrá mucho que ver la dictadura,
haciendo oídos sordos a las relaciones que existen entre los mandos medios de
las fuerzas armadas y los capos del narcotráfico nacional e internacional.
Emblemáticos serán en este punto los casos como el de Eugenio Berríos, o el
financiamiento ilegal que obtendrá la DINA y la CNI por medio del narcotráfico
de cocaína.
El caso de la PBC, con su origen en el crack estadounidense, seguirá ajena a
las poblaciones de la región metropolitana durante los 80, teniendo un par de
registros de su consumo exclusivamente en el norte del país, ingresando a la

275
región metropolitana a principios de los años 90, coincidentemente con el
cambio de forma del narcotráfico, pasando de un narcotráfico siciliano, a una
colombiano, arraigado principalmente en las poblaciones. Este cambio en su
forma y método marcará su devenir en tanto su forma de relacionarse con la
población, teniendo como consecuencia el surgimiento de un nuevo tipo de
delincuencia que girará en torno a los soldados, las mejicanas, los domésticos y
“todo vale” a la hora de conseguir nuevos mercados y nuevos consumidores de
la mercancía.
Por lo tanto, el surgimiento constante de traficantes de drogas en nuestro país
tiene una directa consonancia en cómo se va profundizando en los años 90 el
modelo neoliberal. Y esto, se grafica en el traspaso de las distintas formas en
cómo se manifestó en la práctica el tráfico de drogas. En este sentido, una
primera etapa, escondida en la oscuridad de los hechos de la Dictadura Cívico-
Militar donde se generaron diferentes redes de financiamiento y
enriquecimiento; mientras que en los años 80, cuando comienzan a aparecer
los capos como el Cabro Carrera o la mafia siciliana de la Cosa Nostra en
nuestro país, que manifestaban un comercio hacia afuera, un enriquecimiento y
formas de vivir basados en las relaciones que podían generar con el poder; por
último, el modelo colombiano enquistado dentro de las poblaciones chilenas,
donde aparecen nuevas formas de criminalidad y personajes que se volverán
parte de la cultura que trae consigo el narcotráfico en su modelo colombiano,
aquí tenemos a sicarios, las mexicanas, los soldados y los ‘angustiados’
ubicados en la oscuridad y en las esquinas.
Sin embargo, estas no se construyen de manera espontánea ni mucho menos
aisladas del uno de la otra, son parte de un mismo proceso, ligadas al mismo
tiempo al capitalismo chileno. Los Narcotraficantes llamados históricos, tienen
todo un pasado en común delictual y que su mayor experiencia y red de
contactos los consagraron por su paso en Europa, pero es en su vuelta a Chile
donde se marcan sus diferencias; mientras el Cabro Carrera mantenía sus ojos

276
en el comercio exterior, hacia Europa ligándose a la vez con todo el espectro de
la sociedad pública, el Perilla volvía a convertirse en el amo y señor de la
Legua, construyendo su imperio poblacional de la Legua instalándose ahí, sin
moverse y apropiándose de ese lugar y manteniendo dentro de ella su
comercialización. Además, será él una parte importante en el proceso de
cambio cultural y lumpenización de las poblaciones chilenas, pues será el
modelo que se impondrá en varias poblaciones de Chile.
Durante los 90, el Estado tratará de responder al incremento del narcotráfico de
cocaína y PBC con la intensificación del accionar de la Policía de
Investigaciones y la creación de nuevas instituciones como el CONACE, que
buscarán paliar de alguna formas los efectos sociales y económicos que tiene el
nuevo narcotráfico, sin embargo, al actuar de forma efectista e inmediatista
sobre los efectos del narcotráfico, esta institución no logra durante el transcurso
de esta década, inclusive hasta la actualidad, lograr eliminar esta epidemia.
En este sentido, la PBC y su narcotráfico tendrán consecuencias en el campo
popular que van más allá de la misma adicción, pues entran en sintonía con la
influencia cultural e ideológica del neoliberalismo: individualismo,
aspiracionismo y consumismo. Lo que sumado al fenómeno de la segregación
socio-espacial iniciado durante los 80, significará un incremento del
entendimiento de las poblaciones como “ghetto” o como “marginados”.
Frente a todo lo anterior, la presente investigación plantea como principal
reflexión a modo de conclusión de este proceso, la epidemia que significa para
el campo popular el narcotráfico de cocaína y el consumo de PBC,
transformando las poblaciones y los territorios del campo popular, en frentes de
guerra, alejados de una lógica de lucha de clases, sino que más bien una
confrontación entre vecinos, por la competencia de control del negocio del
narcotráfico en la población y una lucha contra “sapos” y “giles” que buscan
voluntaria o involuntaria arruinarles el negocio, cuestión que es útil a los
intereses del capitalismo y la burguesía, en tanto intensifica la dominación y la

277
enajenación al interior de las poblaciones, y por otro lado, instala esta
problemática como un fenómeno alejado de las dinámicas propias del
capitalismo para la opinión pública. Por lo tanto, no debemos entender el
proceso de tráfico drogas, la drogadicción y la transformación de las
condiciones de vida del campo popular como algo ajeno a la historia reciente de
Chile; en el sistema capitalista, todo engranaje tiene un funcionamiento
importantísimo en el desarrollo del capital, así las reformas instauradas por la
Dictadura Cívico-Militar en los años 80, el crédito y la comercialización de todos
los bienes de servicio y formas de vida del campo popular, además de la
apertura económica a destajo del capital financiero en Chile, producirá la
instalación sin mayor problemas del narcotráfico, aún más bajo las condiciones
de frustración y derrota de las organizaciones revolucionarias y la falta de un
proyecto político integral, traerá como consecuencia que las ideas de la clase
dominante, se vuelva las ideas dominante del periodo de los años 90.
El narcotráfico, en este sentido constituirá una cultura poblacional y lumpen que
anteriormente no se encontraba dentro de las poblaciones, menos aún en
aquellas poblaciones que en plena dictadura fueron bastiones de resistencia
hacia los militares, y que hoy en ellas, son pan de cada día las muertes y las
“balas locas”. Esa cultura que el narcotráfico construyó en el corazón del campo
popular tiene su expresión en el individualismo, en el consumismo, el arribismo,
en las ganas de pertenecer a otra clase social gracias al discurso de los
sociólogos de la movilidad social, ostentación. Pero, además, esa cultura
representa la más grande degeneración de la realidad de hombres y mujeres
que se ven enfrentados día a día a una realidad, que en sí mismos no eligieron,
sino que se vieron obligados a aceptar, o bien, a no cuestionar.

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