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TRATAMIENTOS TÉRMICOS DE LOS MATERIALES

Los tratamientos térmicos más importantes son: temple, recocido, revenido y


normalizado. Con su aplicación se consiguen estructuras más blandas y más
mecanizables, con mayor dureza y resistencia. Otro aspecto que mejoran es la
homogeneización de la estructura.

 TEMPLE
Este tratamiento térmico se caracteriza por enfriamientos rápidos (continuos o
escalonados) en un medio adecuado: agua, aceite o aire, para transformar la austenita en
martensita. Mediante el temple se consigue:
 Aumentar la dureza y la resistencia mecánica.
 Disminuir la tenacidad (aumento de la fragilidad).
 Disminuir el alargamiento unitario.
 Modificar algunas propiedades eléctricas, magnéticas y químicas.

El temple se realiza siguiendo los siguientes pasos:


1. Calentamiento del metal.
Se realiza en horno, siendo lento al hasta los 500ºC y rápido hasta la temperatura
de temple, por encima de A3 si el acero es hipoeutectoide, y por encima de A1 si el
acero es eutectoide o hipereutectoide.
2. Homogeneización de la temperatura.
Se mantiene a la temperatura de temple durante un determinado tiempo a la pieza
para que se homogenice en todo el volumen de la pieza a templar. Este tiempo se
estima experimentalmente para cada pieza, aunque se puede calcular
aproximadamente.
3. Enfriamiento rápido.
Se saca la pieza del horno y se enfría el material en un fluido denominado medio
de temple a una velocidad superior a la crítica de temple con objeto de obtener una
estructura martensítica, y así mejorar la dureza y resistencia del acero.
 REVENIDO
Es un tratamiento complementario del temple, que regularmente sigue a este. A la unión
de los dos tratamientos también se le llama "bonificado". El revenido ayuda al templado a
aumentar la tenacidad de la aleación a cambio de dureza y resistencia, disminuyendo su
fragilidad. Este tratamiento consiste en aplicar, a una aleación, una temperatura inferior a
la del punto crítico y cuanto más se aproxima a esta y mayor es la permanencia del
tiempo a dicha temperatura, mayor es la disminución de la dureza (más blando) y la
resistencia y mejor la tenacidad. La temperatura de revenido puede variar, dependiendo
de los requisitos y el grado de acero, entre 160 y 500 °C o una temperatura superior. El
revenido se realiza norma. El resultado final no depende de la velocidad de enfriamiento.
Mediante el revenido se consigue:
 Mejorar los efectos del temple, llevando al acero a un punto de mínima fragilidad.
 Reducir las tensiones internas de transformación que se originan en el temple.
 Cambiar las características mecánicas en las piezas templadas generando los
siguientes efectos:
o Reducir la resistencia a la rotura por tracción, el límite elástico y la dureza.
o Elevar las características de ductilidad; alargamiento estricción y las de tenacidad;
resilencia.

 RECOCIDO
El recocido es un tratamiento térmico cuya finalidad es el ablandamiento, la recuperación
de la estructura o la eliminación de tensiones internas generalmente en metales.

Cualquier metal que haya sido tratado tiene como resultado una alteración de las
propiedades físicas del mismo. El recocido consiste en calentar el metal hasta una
determinada temperatura para después dejar que se enfríe lentamente, habitualmente,
apagando el horno y dejando el metal en su interior para que su temperatura disminuya de
forma progresiva. El proceso finaliza cuando el metal alcanza la temperatura ambiente.
Mediante la combinación de varios trabajos en frío y varios recocidos se pueden llegar a
obtener grandes deformaciones en metales que, de otra forma, no podríamos conseguir.

Se persigue: Eliminar tensiones del temple y aumentar la plasticidad, ductilidad y tenacidad


del acero.
El grado de plasticidad que se quiere dotar al metal depende de la velocidad de enfriamiento
y la temperatura a la que se elevó inicialmente.

 NORMALIZADO
El normalizado es un tratamiento térmico que se emplea para dar al acero una estructura
y características tecnológicas que se consideran el estado natural o final del material que
fue sometido a trabajos de forja, laminación o tratamientos defectuosos. Se hace como
preparación de la pieza para el temple.
El procedimiento consiste en calentar la pieza entre 30 y 50 grados Celsius por encima de
la temperatura crítica superior, tanto para aceros hipereutectoides, como para aceros
hipoeutectoides, y mantener esa temperatura el tiempo suficiente para conseguir la
transformación completa en austenita (perlita y ferrita). A continuación, se deja enfriar en
aire tranquilo, obteniéndose una estructura uniforme. Con esto se consigue una estructura
perlítica con el grano más fino y más uniforme que la estructura previa al tratamiento,
consiguiendo un acero más tenaz. Es lo que llamamos perlita fina.
 La temperatura de cristalización no debe sobrepasar mucho la temperatura crítica.
 El tiempo al que se debe tener la pieza a esta temperatura deberá ser lo más corto
posible.
 El calentamiento será lo más rápido posible.
 La clase y velocidad de enfriamiento deberán ser adecuados a las características
del material que se trate.

TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS
Los más importantes son: cementación, nitruración,
cianuración y sulfinización. Además de los producir
cambios en la estructura, también se producen cambios
en la composición química de su capa superficial
añadiendo distintos productos. Estos tratamientos
requieren el uso de calentamiento y enfriamiento
controlados en atmósferas especiales. Los objetivos que
se persiguen mediante estos procesos son variados, pero
entre ellos podemos destacar:
- Mejorar la dureza superficial de las piezas, sin disminuir la tenacidad del núcleo.
- Aumentar la resistencia al desgaste aumentando el poder lubrificante.
- Aumentar la resistencia a la fatiga y/o la corrosión, sin modificar otras propiedades
esenciales tales como ductilidad.
 CEMENTACIÓN
Consiste en aumentar la cantidad de carbono de la superficie, en estado sólido (carbón
vegetal), líquido (cianuro sódico) o gaseoso (hidrocarburos). Se consigue teniendo en
cuenta el medio o atmósfera que envuelve el metal durante el calentamiento y
enfriamiento. Se consiguen superficies de gran dureza y resistencia superficial. Se
aplica a piezas resistentes al desgaste y a los choques.

 NITRURACIÓN
Consiste en aportar nitrógeno a la superficie de la pieza por medio de una corriente de
amoniaco. Se consiguen durezas muy elevadas y superficies muy resistentes al
desgaste, la corrosión y la fatiga sin perder la dureza. Se aplica a piezas sometidas a
choques y rozamientos (ruedas dentadas, árboles de levas, ejes de cardán, aparatos
de medida).

 CIANURACIÓN
Es una mezcla de cementación y nitruración. Se endurecen las piezas introduciendo
carbono y nitrógeno mediante baños de cianuro, carbonato y cianato sódico. Después hay
que templar las piezas.

 SULFINIZACIÓN
Consiste en aportar a la superficie azufre, carbono y nitrógeno para mejorar la resistencia
al desgaste, favorecer la lubricación y evitar el agarrotamiento. Se aplica a herramientas.

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