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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

597/2014
QUEJOSA: **********
VISTO BUENO
SR. MINISTRO

PONENTE: MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA


COTEJÓ
SECRETARIA: KARLA I. QUINTANA OSUNA

México, Distrito Federal. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, en sesión correspondiente al diecinueve de noviembre de dos
mil catorce, emite la siguiente:

SENTENCIA

Mediante la cual se resuelve el amparo directo en revisión 597/2014,


promovido contra el fallo dictado el diecisiete de enero de dos mil catorce
por el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito en el juicio de
amparo directo 1016/2013.

El problema jurídico a resolver por esta Primera Sala de la Suprema Corte


de Justicia de la Nación consiste en analizar, en caso de que se cumplan
los requisitos procesales correspondientes, si fue correcta la interpretación
del tribunal colegiado, en relación con la constitucionalidad del artículo 287
Ter del Código Civil para el Estado de Chiapas –que establece una medida
compensatoria para la concubina que se ha dedicado preponderantemente
al hogar–, al considerar que dicho artículo no es contrario al principio de
igualdad y no discriminación.

I. ANTECEDENTES DEL CASO

1. De la información que se tiene acreditada en el expediente, consta que


********** y ********** contrajeron matrimonio el 23 de julio de 1972. Durante
el matrimonio procrearon a ********** y **********, de apellidos **********,
quienes nacieron el ********** y **********, respectivamente.
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2. ********** promovió juicio de divorcio voluntario, del que conoció el Juzgado


del Ramo Civil del Distrito Judicial de Comitán, Chiapas. Se declaró disuelto
el matrimonio y se remitió oficio al Oficial del Registro Civil para que
emitiera el acta de divorcio correspondiente. Una vez divorciados, **********
y ********** siguieron viviendo juntos en calidad de concubinos.

3. El 23 de abril de 2013, la señora ********** demandó de **********, ante el


juez de la instancia, la cesación del concubinato y la repartición de manera
equitativa de los bienes adquiridos durante su vigencia. El demandado dio
contestación negando las prestaciones reclamadas, y señaló que él y la
actora nunca habían establecido una relación de concubinato.

4. El 1º de julio de 2013, se dictó sentencia de primera instancia, en la que se


determinó la cesación de la convivencia del concubinato y se ordenó la
liquidación de los bienes que se adquirieron durante su duración conforme
a lo dispuesto en los artículos 287 Ter y Quatter del Código Civil para el
Estado de Chiapas.

5. El demandado interpuso recurso de apelación, del cual conoció la Sala


Regional Colegiada Mixta, Zona 03 de San Cristóbal, del Tribunal Superior
de Justicia del Estado de Chiapas, la que dictó sentencia el 1º de octubre
de 2013, modificando la de primera instancia bajo el argumento que no se
había dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 287 Ter del
Código Civil del Estado de Chiapas, al no señalarse el porcentaje y
términos en que se debían liquidar los bienes adquiridos durante el
concubinato.

II. TRÁMITE DEL JUICIO DE AMPARO

6. Juicio de amparo directo. El treinta de octubre de dos mil trece, **********


promovió juicio de amparo contra la sentencia de 1° de octubre de 2013,
dictada por la Sala Regional Colegiada Mixta, Zona 03, del Tribunal
Superior de Justicia del Estado de Chiapas. La quejosa señaló como
violados en su perjuicio los artículos 1°, 2° y 4° de la Constitución Política
de los Estaos Unidos Mexicanos.

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7. Correspondió conocer de la demanda al Segundo Tribunal Colegiado del


Vigésimo Circuito, por lo que el veinte de noviembre de dos mil trece, su
Magistrado Presidente admitió el asunto a trámite y ordenó su registro en el
libro de gobierno con el número 1016/2013. Seguidos los procedimientos
legales correspondientes, el 17 de enero de 2014, se dictó sentencia en la
que se negó la protección constitucional solicitada.

8. Recurso de revisión. Inconforme con la negativa de amparo, la quejosa


interpuso recurso de revisión que fue remitido a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación el trece de febrero de dos mil catorce.

9. El 19 de febrero de 2014, el Presidente de la Suprema Corte admitió el


recurso de revisión con reserva del estudio de procedencia, ordenó
registrarlo con el número 597/2014, requirió a la autoridad responsable para
que remitiera los autos del toca civil 21-C-1C03/2013 y lo turnó al Ministro
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, integrante de la Primera Sala, para la
elaboración del proyecto de resolución; asimismo, requirió notificar la
admisión a las partes y al Procurador General de la República.

10. El 3 de marzo de 2014, el Presidente de la Primera Sala tuvo por recibido el


expediente, señaló que la Sala se avocaba al conocimiento del asunto y
que, en su oportunidad, se enviarían los autos al Ministro Ponente.

III. COMPETENCIA

11. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es


competente para conocer del presente recurso de revisión, en términos de
lo dispuesto por los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Federal;
81, fracción II y 96, de la Ley de Amparo, y 21, fracción III, inciso a), de la
Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, así como conforme al
Punto Primero y Tercero del Acuerdo General Plenario 5/2013, publicado en
el Diario Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de dos mil trece. El
recurso se interpuso contra una sentencia dictada por un tribunal colegiado
de circuito en un juicio de amparo directo en materia civil, lo cual es

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competencia exclusiva de esta Primera Sala y no es necesaria la


intervención del Tribunal Pleno.

IV. OPORTUNIDAD

12. El recurso de revisión se interpuso dentro del plazo correspondiente. La


sentencia de amparo de diecisiete de enero de dos mil catorce se notificó
por lista a la quejosa el veintisiete de enero de dos mil catorce 1, surtiendo
efectos al día hábil siguiente, es decir, el veintiocho de enero de dos mil
catorce. El plazo de diez días que establece el artículo 86 de la Ley de
Amparo corrió del miércoles veintinueve de enero de dos mil catorce al
jueves trece de febrero de dos mil catorce, sin contar en dicho cómputo, de
conformidad con los artículos 19 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, los días uno y dos, así como
ocho y nueve de febrero de dos mil catorce, por haber sido sábados y
domingos, respectivamente, del mismo modo que el tres y cinco de febrero,
al ser inhábiles.

13. En tales condiciones, dado que el recurso de revisión se presentó el doce


de febrero de dos mil catorce ante el Segundo Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, se interpuso de manera oportuna.

V. LEGITIMACIÓN

14. La ahora recurrente está legitimada para interponer el recurso de revisión,


pues en el juicio de amparo directo se le reconoció la calidad de quejosa,
en términos del artículo 5, fracción I, de la Ley de Amparo. En
consecuencia, la decisión adoptada en la sentencia de amparo directo sí
pudiera afectarle o perjudicarle de forma directa.

VI. ELEMENTOS NECESARIOS PARA RESOLVER

15. A fin de dar respuesta a la materia del presente recurso de revisión es


imprescindible hacer referencia a los conceptos de violación, a las

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Hoja 91 del cuaderno del juicio de amparo directo 1016/2013.

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consideraciones de la sentencia recurrida y a los agravios planteados en el


recurso de revisión.

16. Demanda de amparo. La quejosa planteó los siguientes argumentos en su


apartado de conceptos de violación:

a) La sentencia violó los artículos 14, 16 y 127 constitucionales por la


aplicación del artículo 287 Ter del Código Civil para el Estado de
Chiapas, el cual viola los derechos humanos de dignidad, no
discriminación e igualdad reconocidos en los artículos 1°, 2° y 4°
constitucionales, pues en aparente derecho proteccionista, limita el
derecho de la mujer que vivió en concubinato, debidamente demostrado,
a sólo obtener el cincuenta por ciento de determinados bienes, como es
el inmueble donde se estableció su domicilio, vehículo y menaje del
hogar, pudiendo así quedar en una situación de empobrecimiento
injusto.

b) No existe justificación objetiva y razonable para esta diferencia entre la


regulación del matrimonio y el concubinato.

c) Dicho trato es inequitativo y no aplicado a las mujeres que contrajeron


matrimonio por sociedad conyugal y a los propios hombres que están en
concubinato.

17. Sentencia de amparo. Las principales razones que asentó el Segundo


Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito para negar el amparo a la quejosa
fueron, entre otras, las que siguen:

a) El artículo 287 Ter del Código Civil para el Distrito Federal no pugna con
lo establecido en el artículo 2° constitucional, pues no regula ninguna
situación jurídica que involucre los derechos de los pueblos indígenas.

b) El artículo combatido no atenta contra la mujer concubina otorgándole


un trato indigno, discriminatorio o desigual respecto de la mujer casada
civilmente bajo el régimen de sociedad conyugal, pues si bien el

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concubinato se asemeja al matrimonio, como una institución de familia,


el distintivo de dichas figuras consiste en que en el concubinato, por su
naturaleza jurídica, no existe deseo expreso de sujetarse a un régimen
patrimonial, como sucede en el matrimonio, teniendo que elegir entre el
de sociedad conyugal o el de separación de bienes.

c) Al adicionarse el artículo tildado de inconstitucional al Código Civil


chiapaneco se estableció un medio compensatorio consistente en que,
ante la ausencia de un régimen patrimonial dentro del concubinato, se le
otorgara a la mujer el derecho de reclamar el cincuenta por ciento del
valor del bien consistente en el inmueble en donde se hubiera
establecido su domicilio durante el concubinato, así como de los
vehículos y menajes del hogar que hubieren adquirido, siempre que se
reunieran los requisitos establecidos para ello.

d) No es factible establecer que ante la ausencia de elección de régimen


patrimonial en el concubinato se presuma la comunidad de bienes, ya
que se trata de figuras distintas, caracterizándose el concubinato,
precisamente, por la inexistencia de un régimen patrimonial y en
atención a la naturaleza de esa figura se presume que no fue el deseo
de los concubinos hacerlo.

e) No existe en la legislación civil algún artículo que disponga que sean


susceptibles de dividirse en partes iguales los bienes obtenidos durante
el concubinato o que se presuma tal circunstancia, ni que dicha figura
jurídica se equipare a la sociedad conyugal o a la comunidad de bienes.
La incorporación del artículo 287 Ter, al “añadirle” derechos a la
concubina tuvo como propósito mitigar la posible desproporción del
perjuicio económico que pudiera resentir por haberse dedicado
preponderantemente al trabajo del hogar y, en su caso, al cuidado de los
hijos.

f) Al ser una medida proteccionista en favor de la concubina, no atenta


contra su dignidad, ni vulnera su derecho humano de igualdad y no
discriminación.

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18. Recurso de revisión. En su escrito de revisión, la quejosa planteó los


siguientes argumentos en el apartado de agravios:

a) Contario a lo resuelto en la sentencia impugnada, el artículo 287 Ter del


Código Civil para el Estado de Chiapas es violatorio de los derechos
humanos de igualdad y no discriminación reconocidos en los artículos 1°
y 4° constitucionales.

b) El tribunal colegiado debió analizar la inconstitucionalidad planteada


sobre la base de los derechos humanos con perspectiva de género, de
igualdad, y haciendo una interpretación extensiva de los derechos
humanos que viola la porción normativa que se le aplicó en la sentencia
de segunda instancia. La sentencia no atendió que, tratándose de
derechos humanos, se debe hacer un estudio constitucional de mayor
exigencia que uno de legalidad.

c) Para que las diferencias normativas puedan considerarse apegadas al


principio de igualdad es indispensable que exista una justificación
objetiva y razonable, de acuerdo con estándares y juicios de valor
generalmente aceptados, cuya pertinencia debe apreciarse en relación
con la finalidad y efectos de la medida considerada, debiendo concurrir
una relación de proporcionalidad entre los medios empleados y la
finalidad perseguida.

d) Si bien la regulación de la repartición de bienes entre concubinos es


diferente al matrimonio en el que se puede elegir el régimen sobre los
bienes, no existe razón alguna para que las mujeres unidas en
concubinato que se dedicaron al hogar y al cuidado de los hijos, e
inclusive aquellas que trabajaron para hacer un patrimonio común, se
les prive del derecho al cincuenta por ciento de todos los bienes
adquiridos durante el concubinato, pues no hay distinción objetiva y
razonable de por qué no se puede generar ese derecho para la
concubina y sí para la mujer casada. No obsta a lo anterior que se haya

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dicho que se trataba de un medio compensatorio ante la ausencia de un


régimen patrimonial.

e) Declarar constitucional el artículo 287 Ter del Código Civil para el Estado
de Chiapas generaría un empobrecimiento injusto para la concubina en
detrimento del derecho humano de la igualdad. Existe la necesidad de
equilibrar una situación de desigualdad derivada de las actividades que
realizó uno de los cónyuges en el hogar y de considerar a dicha labor
como una contribución económica al sostenimiento del mismo.

f) Si la concubina asumió las cargas familiares y domésticas durante el


concubinato e inclusive contribuyó a la generación de los bienes
adquiridos debe operar el cincuenta por ciento de los bienes adquiridos
durante el tiempo de subsistencia del concubinato, incluso si ello ocurrió
antes del precepto cuya inconstitucionalidad se alegó en la demanda de
amparo directo. Afirmar lo contrario haría nugatorio el derecho
constitucional de igualdad de las concubinas, pues no se les estaría
resarciendo el perjuicio económico que les fue causado al mermarse sus
posibilidades de desarrollarse en el mercado laboral convencional.

g) Este medio compensatorio debe ser declarado inconstitucional, pues


genera desigualdad, discriminación y violencia contra la mujer.

h) Hizo suyos los argumentos expresados en el voto particular del


Magistrado disidente y solicitó la suplencia en la deficiencia de la queja.
Dichos argumentos consistieron esencialmente en:

i) Se debieron delimitar los alcances de la garantía de igualdad, a partir


de los derechos de una persona que está casada en relación con el
derecho de obtener el cincuenta por ciento de los bienes habidos
durante el matrimonio con esfuerzo de ambos consortes cuando
viven bajo el régimen de sociedad conyugal y los derechos de la
concubina respecto de los bienes habidos durante el concubinato con
el esfuerzo de ambos concubinos.

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ii) La falta de externación expresa de un régimen patrimonial en el


concubinato debe entenderse como en el matrimonio, a saber, que el
patrimonio es de ambos. Por tanto, no puede decirse que pese a que
los bienes se hayan obtenido con el esfuerzo de ambos queden a
nombre de quien están inscritos.

iii) En el concubinato una pareja que ha decidido hacer vida común de


hecho puede adquirir bienes con esfuerzo y aportación de ambos,
que no necesariamente tiene que ser de carácter económico.
Pareciera que el esfuerzo que hace la concubina no tiene el mismo
valor que el esfuerzo de la mujer casada, porque a ésta sí se le
otorga el cincuenta por ciento de los bienes habidos durante la unión,
mientras que a la concubina le otorga el cincuenta por ciento sólo de
la casa, vehículo y enseres, sin permitir que sean todos los bienes
habidos durante el concubinato. Ello viola el principio de igualdad
entre la casada y la concubina, asignándole al esfuerzo y aportación
a la unión de la concubina un valor inferior al de la casada, pese a
que en ambos casos ocurre el mismo supuesto de que los bienes se
obtuvieron con esfuerzo y aportación de la pareja. Así, resulta
sospechosa la clasificación otorgada en este sentido, lo que se torna
violatorio de los derechos humanos de las mujeres concubinas.

iv) Se desatendió lo dispuesto en el artículo 2 de la Convención sobre la


eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

v) La falta de un régimen patrimonial entre los concubinos no es motivo


para demeritar el esfuerzo común de los participantes en la sociedad,
pues en ese caso, se equipararía a una sociedad conyugal como
sucede cuando los esposos no hacen designación expresa, pero de
alguna manera ello no lleva a establecer que esa falta de régimen
patrimonial permita un desvalor del esfuerzo de uno de los
concubinos.

VII. PROCEDENCIA

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19. De conformidad con la Ley de Amparo, el recurso de revisión en amparo


directo se distingue por ser un medio de impugnación extraordinario, el cual
sólo es procedente cuando se cumplen los requisitos señalados
expresamente por la Constitución Federal y la Ley de Amparo, motivo por el
cual deben ser analizados previamente al estudio de fondo de toda revisión
en amparo directo.

20. En ese sentido, tras un análisis de la demanda de amparo, la sentencia del


tribunal colegiado y el recurso de revisión, el presente asunto satisface los
requisitos de procedencia a los que hacen alusión los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución Federal y 81, fracción II, de la Ley de
Amparo, así como a lo establecido en el punto Primero del Acuerdo Número
5/1999 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

21. De acuerdo con las citadas normas constitucionales y legales, este tribunal
constitucional puede conocer de la revisión de un amparo directo cuando,
además de acreditarse la oportunidad del recurso y la legitimación del
promovente, se cumplan los siguientes requisitos: a) que esté de por medio
una cuestión constitucional para la resolución del caso concreto, y b) su
estudio por parte de la Suprema Corte fije un criterio de importancia y
trascendencia para el ordenamiento jurídico.

22. En relación con el primer requisito, con base en lo resuelto por el Tribunal
Pleno en la contradicción de tesis 21/2011-PL, fallada el nueve de
septiembre de dos mil trece, esta Primera Sala entiende que una cuestión
propiamente constitucional se actualiza cuando se exige la tutela del
principio de supremacía constitucional para la solución de un caso, porque
justamente se presenta un conflicto interpretativo de la determinación
normativa que para ese supuesto otorga la Constitución, en tanto texto
normativo, lo cual implica la exigencia de desentrañar el significado de un
elemento normativo o de alguna norma fundamental o de un derecho
humano reconocido en un tratado internacional ratificado por México,
mediante el despliegue de un método interpretativo.

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23. Lo anterior es así, pues el Tribunal Pleno sostuvo que como consecuencia
de la reforma al artículo 1° de la Constitución Federal de diez de junio de
dos mil once, el principio de supremacía constitucional se desenvuelve en
dos concepciones distintas, cada una dando origen a un tipo de cuestión de
constitucionalidad: una relativa a la protección consistente del sistema de
fuentes y a su principio de jerarquía normativa y otra relacionada con la
protección coherente de la unidad de principios objetivos del ordenamiento
jurídico, a través del principio de mayor protección de los derechos
humanos.

24. Por ende, una cuestión de constitucionalidad se puede definir, en términos


generales, mediante un criterio positivo y otro negativo. De manera positiva,
se origina por el ejercicio interpretativo de un elemento o norma
constitucional para la resolución del caso, entendiéndose con ello no sólo la
interpretación de los preceptos de la Constitución Federal, sino de los
derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales de los que
México es parte de acuerdo a lo previsto en el artículo 1°, párrafo primero,
de la propia Constitución Federal.

25. Si bien el citado artículo 83, fracción V, de la Ley de Amparo no establece


de manera expresa la procedencia del recurso cuando se tenga como
parámetro de regularidad constitucional un derecho humano reconocido en
un tratado internacional, lo cierto es que dicha condicionante se desprende
de la interpretación sistemática de los citados artículos 1°, párrafo primero,
y 107, fracción IX, constitucionales, los cuales ya se encontraban vigentes
al momento de la presentación de la demanda.

26. Por su parte, el criterio negativo radica en la identificación de su opuesto: la


cuestión de legalidad. En efecto, aquellas cuestiones jurídicas atinentes
exclusivamente a determinar la debida aplicación de una ley o la
determinación del sentido de una norma infraconstitucional, se encuadra
como una cuestión de legalidad en la que lo relevante es desentrañar el
sentido normativo de tales fuentes normativas2.
2
Véase, por ejemplo, la tesis de jurisprudencia 53/98, emitida por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Novena
Época. tomo VIII, Agosto de 1998, página 326, de rubro y texto: “REVISIÓN EN AMPARO

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27. Lo anteriormente expuesto no implica que una cuestión de legalidad esté


desvinculada de la fuerza protectora de la norma fundamental, pues la
Constitución Federal, en sus artículos 14 y 16, establece el derecho
humano a la legalidad, lo cual conlleva evaluar la debida aplicación de la
ley; sin embargo, ello se trata de una violación “indirecta” a la Constitución
que no exige el ejercicio interpretativo de un elemento genuinamente
constitucional, sino sólo una referencia en vía de consecuencia3.

28. Por lo tanto, para que se actualice una cuestión de constitucionalidad para
efectos de la procedencia de un recurso de revisión en un juicio de amparo
directo es necesario que en la sentencia recurrida se haya realizado un
pronunciamiento sobre la constitucionalidad de normas generales o se
establezca la interpretación directa de una norma constitucional o de los
derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales de los que
el Estado mexicano sea parte o que, habiéndose planteado alguna de esas
cuestiones en la demanda de amparo, se haya omitido su estudio en la
respectiva sentencia.

29. En relación con el segundo requisito, aun cuando exista una cuestión de
constitucionalidad, la procedencia del recurso se supedita
constitucionalmente a que se fije un criterio de importancia y trascendencia

DIRECTO. LOS AGRAVIOS DE LEGALIDAD SON INOPERANTES. Conforme a los artículos 107,
fracción IX, constitucional y 83, fracción V, de la Ley de Amparo, que regulan el recurso de revisión
en amparo directo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación en esta instancia deberá examinar
las cuestiones propiamente constitucionales; por consiguiente, si en el recurso se plantean, al lado
de agravios sobre constitucionalidad de normas generales o de interpretación directa de un
precepto de la Constitución, argumentos de mera legalidad, éstos deben desestimarse por
inoperantes”.
3
Véase, la tesis aislada de la extinta Tercera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, volumen 187-192, Cuarta
Parte, página 179, de rubro y texto: “REVISIÓN. IMPROCEDENTE CONTRA SENTENCIAS
DICTADAS EN AMPARO DIRECTO POR TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO, CUANDO
SE IMPUGNA UNA LEY LOCAL POR CONTRAVENIR UNA LEY FEDERAL, ASÍ COMO UN
CONVENIO DE COORDINACIÓN FISCAL. De acuerdo con lo dispuesto por la fracción IX, del
artículo 107 de la Constitución General, las resoluciones que en materia de amparo directo
pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito no admiten recurso alguno, salvo los casos
previstos por las dos hipótesis contempladas en la fracción V, del artículo 83 de la Ley de Amparo,
a saber cuando decidan sobre la constitucionalidad de una ley o cuando se haga una interpretación
directa de un precepto constitucional, hipótesis en la que no se encuentra un caso en el que el
problema resuelto por el Tribunal Colegiado no es de inconstitucionalidad de leyes propiamente
dichos, sino de contradicción entre una ley local, por un lado, y una ley federal y un convenio de
coordinación fiscal, por otro, no obstante que se aduzcan violaciones a los artículos 14 y 16
constitucionales, pues éstos deben entenderse, en todo caso, como violaciones en vía de
consecuencia”.

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para el ordenamiento jurídico, a juicio de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación y conforme a los acuerdos generales que emita el Tribunal Pleno.

30. Sobre este aspecto, debe atenderse a lo que se precisa en la fracción II del
punto Primero del Acuerdo Número 5/1999 antes citado, en virtud del cual,
por regla general, se entiende que no se surten los requisitos de
importancia y trascendencia cuando exista jurisprudencia sobre la cuestión
de constitucionalidad hecha valer en la demanda de amparo, así como
cuando no se hayan expresado agravios o, en su caso, éstos resulten
ineficaces, inoperantes, inatendibles o insuficientes (y no haya que suplir la
deficiencia de la queja), o bien, en casos análogos.

31. Ahora bien, aplicando los referidos criterios de esta Suprema Corte al caso
que nos ocupa, esta Primera Sala considera que el recurso de revisión es
procedente, pues la quejosa planteó en su demanda de amparo la
inconstitucionalidad del artículo 287 Ter del Código Civil para el Estado de
Chiapas y destacó que el trato otorgado a la concubina en dicho artículo es
inequitativo respecto de las mujeres casadas y de los concubinos, y
atentatorio contra la dignidad y el derecho de igualdad y no discriminación
de las concubinas y en respuesta el tribunal colegiado emitió un
pronunciamiento en el sentido de que el precepto impugnado no es
inconstitucional.. Por tanto, resulta claro que hubo un planteamiento de
constitucionalidad en la demanda de amparo y que el tribunal colegiado
llevó a cabo un análisis de constitucionalidad de la norma referida.

VIII. ESTUDIO DE FONDO

32. En primer lugar, es importante destacar que los argumentos de la quejosa,


ahora recurrente, se hicieron valer en torno a la inconstitucionalidad del
artículo 287 Ter del Código Civil para el Estado de Chiapas, por considerar
que al prever que al momento de la terminación del concubinato la
concubina sólo tiene derecho a obtener el cincuenta por ciento del bien en
el que se ubicó el domicilio de los concubinos, así como del menaje y
automóvil en caso de haberlo, se hace una distinción entre las concubinas y
las mujeres casadas e incluso de los concubinos, lo cual atentaría contra el

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derecho de igualdad y de no discriminación, ambos reconocidos en el


artículo 1° de la Constitución Federal.

33. En este orden de ideas, esta Primera Sala considera, como cuestión
metodológica, que se deben plantear dos temas para la resolución del
presente asunto: Primeramente, se debe determinar si el artículo 287 Ter
del Código Civil para el Estado de Chiapas utiliza como criterio de distinción
una de las categorías sospechosas planteadas en el artículo 1° de la
Constitución. En segundo lugar, se deberá analizar la norma cuya
inconstitucionalidad se plantea, para poder determinar si dicho precepto
realiza una distinción de forma razonada, objetiva y si persigue un fin
constitucionalmente válido. Veamos.

a) Determinación de si el concubinato se enmarca o no dentro


de una categoría sospechosa reconocida en el artículo 1º
constitucional

34. El artículo 1° constitucional prohíbe la discriminación por origen étnico o


nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las
condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el
estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga
por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

35. El artículo 287 Ter del Código Civil para el Estado de Chiapas, norma
impugnada, establece lo siguiente:

Al cesar la convivencia de concubinato, la concubina podrá demandar


del otro, el cincuenta por ciento del valor de los bienes, consistentes
en el inmueble en donde hayan establecido su domicilio, vehículos y
menajes del hogar, que hubiere adquirido durante el concubinato,
siempre que concurra lo siguiente:

a) Que hayan vivido bajo el mismo techo durante tres años


consecutivos.
b) La demandante se haya dedicado en el lapso que duró el
concubinato, preponderantemente al desempeño del hogar y al
cuidado de los hijos.

La concubina no podrá solicitar compensación, cuando haya


demostrado ingratitud, viva en concubinato o contraiga matrimonio
con otra persona.

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El derecho que otorga este artículo podrá ejercitarse sólo durante los
dos años siguientes a la cesación del concubinato.

36. La quejosa considera que dicha norma es discriminatoria comparada con


las disposiciones del mismo código que establece el régimen patrimonial de
sociedad conyugal de la mujer casada. Agrega que dicho precepto es
discriminatorio y violatorio de los artículos 1º y 4º constitucionales, pues se
limita a la concubina a sólo obtener el cincuenta por ciento de determinados
bienes, como el inmueble donde se estableció su domicilio, vehículo y
menaje del hogar, pudiendo así quedar en una situación de
empobrecimiento injusto. Agrega que no existe justificación objetiva y
razonable para la diferencia y trato inequitativo entre la regulación del
matrimonio por sociedad conyugal y el concubinato, e incluso, con los
propios hombres que viven en concubinato.

37. En síntesis, la quejosa se duele de que, de conformidad con el código civil


local, la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal tendrá
derecho, una vez liquidada la sociedad, al porcentaje de las ganancias que
se hayan pactado en las capitulaciones matrimoniales, y en caso de no
haberlas, al cincuenta por ciento de las mismas 4. Por su parte, la mujer que
vivió en concubinato tendrá derecho al cincuenta por ciento del bien
inmueble en que los concubinos hayan ubicado su domicilio, así como del
menaje y vehículos, si los hubiera.

38. Independientemente de si la comparación entre dichos artículos es correcta


en cuanto a que se refiera o no al régimen de propiedad –lo cual se
discutirá con posterioridad–, lo que corresponde a esta Sala es determinar,
en primer lugar –y como se adelantó–, si la distinción que alega la quejosa
entre concubinato y matrimonio está basada en una categoría sospechosa
protegida por el artículo 1º constitucional.

39. Como se destacó, la quejosa argumenta que la discriminación referida


entre matrimonio y concubinato contraviene el artículo 1º constitucional,
más no manifiesta expresamente en cuál categoría se ubica. No obstante

4
Ver artículos 199, 200 y 201 del Código Civil para el Estado de Chiapas.

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ello, atendiendo a la causa de pedir 5, de una lectura de sus conceptos de


violación y agravios se desprende que se refiere al estado civil, categoría
reconocida en el referido artículo constitucional como sospechosa y con
base en la cual no se puede discriminar.

40. El estado civil se define, de manera genérica, como el conjunto de vínculos


jurídicos que se desarrollan del concepto institucional de familia; es decir, el
conjunto de situaciones en las que se ubica la persona en la sociedad,
respecto de derechos y obligaciones que tiene y que contribuyen a
conformar su identidad. En ese orden de ideas, es necesario destacar que
históricamente la doctrina ha incluido en el estado civil, entendido en
sentido amplio, a situaciones como el nacimiento, el nombre, la filiación, la
adopción, la emancipación, el matrimonio, el divorcio y el fallecimiento.
Ahora bien, existe una subcategoría dentro del estado civil, en sentido más
estricto, referente al estado marital, entendido, hasta ahora y en términos
generales, como la soltería y el matrimonio.

41. En relación con esta última subcategoría es que esta Primera Sala tendrá
que definir si el concubinato –aun cuando no haya nacido de una relación
jurídica, sino fáctica– se incluye, lato sensu, dentro del concepto de estado
civil y más limitadamente, en el de estado marital. Para ello, la Sala
considera relevante atender a la teleología de la determinación del estado
civil como categoría sospechosa.

42. La razón de tener un catálogo de categorías sospechosas es resaltar –de


manera no limitativa– que existen ciertas características o atributos en las
personas que han sido históricamente tomadas en cuenta para categorizar,
excluir, marginalizar y/o discriminar a quienes las tienen o a quienes han
sido asociadas con estos atributos o características6.

43. Así por ejemplo, las categorías de sexo, raza, color, origen nacional,
posición económica, opiniones políticas, o cualquier otra condición o

5
“AGRAVIOS EN RECURSOS INTERPUESTOS DENTRO DEL JUICIO DE AMPARO. PARA QUE
SE ESTUDIEN BASTA CON EXPRESAR EN EL ESCRITO RELATIVO, RESPECTO DE LAS
CONSIDERACIONES QUE SE CONTROVIERTEN DE LA RESOLUCIÓN IMPUGNADA, LA
CAUSA DE PEDIR”. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, XII, Agosto de 2010, Página 5, Tesis P./J. 69/2000.
6
Cfr. Corte Constitucional de Sudáfrica. Harksen v. Lane No. 1997 (4) SA 1 (CC), 1997 (11) BCLR
1489 (CC), párr. 49.

16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

situación social, han sido consideradas como las principales categorías


sospechosas incluidas en los tratados internacionales y en diversas
constituciones7. Ahora bien, con el paso del tiempo, se ha incluido en la
jurisprudencia y/o en las constituciones otras categorías atendiendo a otras
formas de discriminación detectadas. Así pues, por un lado, en atención al
carácter evolutivo de la interpretación de los derechos humanos 8, la
jurisprudencia convencional y constitucional ha incluido, por ejemplo, a la

7
En el derecho internacional de los derechos humanos, el artículo 1.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos establece que los “Estados Partes en esta Convención se comprometen
a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a
toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.” El artículo 2.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece que “Cada uno de los Estados Partes en el
presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren
en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.” El artículo 14
del Convenio Europeo de Protección de los Derechos Humanos establece que: “El goce de los
derechos y libertades reconocidos en el presente Convenio ha de ser asegurado sin distinción
alguna, especialmente por razones de sexo, raza, color, lengua, religión, opiniones políticas u
otras, origen nacional o social, pertenencia a una minoría nacional, fortuna, nacimiento o cualquier
otra situación.”
En el derecho comparado, el artículo 13 de la Constitución colombiana (1991) establece que “todas
las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las
autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna
discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión
política o filosófica.” El artículo 61 de la Constitución de Venezuela (1999) prevé que “no se
permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo o la condición social.” El artículo
88 de la Constitución de Paraguay (1992) dispone: “De la no discriminación. No se admitirá
discriminación alguna entre los trabajadores por motivos étnicos, de sexo, edad, religión, condición
social y preferencias políticas o sindicales. El trabajo de las personas con limitaciones o
incapacidades físicas o mentales será especialmente amparado.”
8
Al respecto, el Pleno de este Tribunal ha establecido que en la interpretación histórica progresiva
“deben tomarse en cuenta tanto las condiciones y necesidades existentes al momento de la
sanción del precepto constitucional, como las que se advierten al llevar a cabo su interpretación y
aplicación, ya que toda Norma Fundamental constituye un instrumento permanente de gobierno,
cuyos preceptos aseguran la estabilidad y certeza necesarias para la existencia del Estado y del
orden jurídico; por tanto, ante un precepto constitucional que por su redacción permite la
adecuación de su sentido a determinadas circunstancias, ya sea jurídicas, o de otra índole, para
fijar su alcance, sin imprimirle un cambio sustancial, debe atenderse precisamente a la estabilidad
o modificación que han sufrido esas circunstancias, sin que con ello sea válido desconocer o
desnaturalizar los propósitos que llevaron al Constituyente a establecer la disposición en estudio.”
(Ver tesis jurisprudencial 61/2000, emitida por este Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XI, Novena
Época, mayo de 2000, página 13, de rubro: “INTERPRETACIÓN HISTÓRICA TRADICIONAL E
HISTÓRICA PROGRESIVA DE LA CONSTITUCIÓN”.
Por otro lado, al realizar la interpretación evolutiva del contenido de un derecho humano, los
tribunales constitucionales y los organismos internacionales autorizados hacen un análisis desde
su propia jurisprudencia y también de forma comparativa. Así por ejemplo, la Corte Interamericana
al hacer una interpretación evolutiva ha otorgado “especial relevancia al derecho comparado, razón
por la cual ha utilizado normativa nacional o jurisprudencia de tribunales internos a la hora de
analizar controversias específicas”. (Cfr. Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros ("Fecundación in
vitro") vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28
noviembre de 2012. Serie C No. 257, párr. 245. Ver también, El Derecho a la Información sobre la
Asistencia Consular en el Marco de las Garantías del Debido Proceso Legal. Opinión Consultiva
OC-16/99 de 1 de octubre de 1999. Serie A No. 16, párr. 114, y Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile,
párr. 83).

17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

preferencia sexual como una categoría sospechosa9. Por otro lado, diversas
constituciones han previsto expresamente nuevas formas de categorías
sospechosas, tales como la edad, la discapacidad y el estado civil –o el
estado marital10.

44. La Constitución mexicana se encuentra en este último supuesto y


reconoce, en su artículo 1º, un amplio catálogo de categorías sospechosas,
dentro de las que, como ya se dijo, expresamente se prevé el estado civil.
Ahora, si bien no existe, en el diario de debates, información que permita
dilucidar la intención del legislador de la inclusión de dicha categoría, esta
Primera Sala –como intérprete de la Constitución– dará contenido a la
misma a través del principio de igualdad y no discriminación, el cual tiene
un carácter general y se extiende a los derechos reconocidos en la
Constitución y en los tratados.

45. El principio de igualdad y no discriminación –ingresado en el dominio del


ius cogens– permea todo el ordenamiento jurídico11, por lo que cualquier
tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio respecto del
ejercicio de cualquiera de los derechos garantizados en la Constitución es
per se incompatible con la misma12. Por tanto, es incompatible toda
situación que, por considerar superior a un determinado grupo, conduzca a
9
Ver, por ejemplo, Corte IDH. Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile. Fondo, reparaciones y costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239, Comité de Derechos Humanos, “Toonen
versus Australia”, Comunicación No. 488/1992 (CCPR/C/50/D/488/1992), 4 de abril de 1994.
Sentencia C-577/11 de la Corte Constitucional de Colombia. (M.P. Gabriel Eduardo Mendoza
Martelo).
10
El artículo 9.3 de la Constitución Sudafricana (1994) establece que “el Estado no puede
injustamente discriminar directa o indirectamente contra nadie con base en uno o más motivos,
icluyendo raza, género, sexo, embarazo, estado marital, origen étnico o social, color, orientación
sexual, edad, discapacidad, religión, consciencia, creencia, cultura, idioma y nacimiento. (The state
may not unfairly discriminate directly or indirectly against anyone on one or more grounds, including
race, gender, sex, pregnancy, marital status, ethnic or social origin, colour, sexual orientation, age,
disability, religion, conscience, belief, culture, language and birth.)
El artículo 14.II de la Constitución boliviana (2009) establece que “el Estado prohíbe y sanciona
toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad
de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación
política o filosófica, estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación, grado de
instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que tengan por objetivo o resultado anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de
toda persona.”
11
Ver Caso Atala Riffo y otras vs. Chile, Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes
Indocumentados. Opinión Consultiva OC-18/03 del 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18, párr.
101 y Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek, párr. 269.
12
Ver mutatis mutandi, Caso Atala Riffo y otras vs. Chile, ver también Propuesta de Modificación a
la Constitución Política de Costa Rica relacionada con la Naturalización. Opinión Consultiva OC-
4/84 del 19 de enero de 1984. Serie A No. 4, párr 53 y Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek.
Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto de 2010 Serie C No.
214, párr. 268.

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

tratarlo con algún privilegio, o que, inversamente, por considerarlo inferior,


se le trate con hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de
derechos que sí se reconocen a quienes no se consideran incursos en tal
situación13.

46. En relación con la categoría de estado civil y, más específicamente dentro


de ésta –porque a ello se limita el asunto–, al estado marital, éste se
encuentra relacionado estrechamente con la libertad personal, la dignidad y
la libertad de pensamiento, atiende a la decisión autónoma de entrar o no
en una relación personal permanente –jurídica o de hecho– con otra
persona, y de la cual se crean consecuencias –de jure y/o de facto–,
dependiendo de dicho estado.

47. Esta Suprema Corte ha destacado que el artículo 4º constitucional impone


la obligación de proteger la organización y el desarrollo de la familia y ha
agregado que a partir de una interpretación evolutiva de dicho artículo, este
precepto debe entenderse como protector de la familia como realidad social
y como concepto dinámico que, como tal, el legislador ordinario debe
proteger”14. Esa protección debe cubrir todas sus formas y manifestaciones
existentes en la sociedad, incluyendo –entre otras– a las familias que se
constituyan a través del matrimonio o uniones de hecho, así como a las
monoparentales15. Además, la Primera Sala ha destacado:

Nuestro derecho obliga a equiparar a muchos efectos las familias


articuladas en torno al matrimonio con aquellas en las que el eje de
vinculación es de una naturaleza distinta, y evoluciona de este modo hacia
un concepto de familia fundado esencialmente en la afectividad, el
consentimiento y la solidaridad libremente aceptada con la finalidad de
llevar a efecto una convivencia estable. Los artículos 1° y 4° de la Carta
magna (…) cierran el paso a la imposición apriorística de un concepto
jurídico sectario, estrecho o “predominante” de familia y obligan a interpretar

13
Cfr. Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados. Opinión Consultiva OC-
18/03 del 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18, párr. 55.
14
“FAMILIA. SU PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL COMPRENDE A LA FORMADA POR
PAREJAS DEL MISMO SEXO (HOMOPARENTALES)”. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXXIV, Agosto de 2011, Página 871 Tesis P.
XXIII/2011. Tesis Aislada. Materia(s): Constitucional.
15
Acción de inconstitucionalidad 2/2010, resuelta por el Tribunal pleno el 16 de agosto de 2010. Ver
también “FAMILIA. SU PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL COMPRENDE A LA FORMADA POR
PAREJAS DEL MISMO SEXO (HOMOPARENTALES)”. Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXXIV, Agosto de 2011, Página 871 Tesis P.
XXIII/2011. Tesis Aislada. Materia(s): Constitucional.

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

de la manera más amplia lo que cabe dentro de esa noción cuando lo que
está en juego son derechos y necesidades básicas de los individuos 16.

48. Específicamente esta Sala ha destacado que “tanto los cónyuges como los
concubinos son parte de un grupo familiar esencialmente igual, en el que se
proporcionan cariño, ayuda, lealtad y solidaridad” 17. En ese sentido, esta
Suprema Corte ha reconocido que, en atención a la protección a la familia,
existen ciertos derechos que se reconocen a las personas que viven en
concubinato en igualdad de circunstancias que a quienes optan por el
matrimonio, tales como el derecho de alimentos 18, la pensión de “viudez o
concubinato”19 y el reconocimiento de paternidad20. Por otro lado, sin
embargo, esta Suprema Corte ha destacado que existen distinciones entre
el concubinato y el matrimonio sin que éstas tengan la misma protección
jurídica de los derechos y obligaciones que surgen del matrimonio civil21.

16
Contradicción de tesis 163/2007. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo, ambos en Materia Civil del Séptimo Circuito. Primera Sala. 9 de abril de 2008. Mayoría
de tres votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y Sergio A. Valls Hernández. Ponente:
José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Roberto Lara Chagoyán.
17
Contradicción de Tesis 148/2012, resuelta por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación el 11 de julio de 2012, página 27.
18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 162/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Tercero, ambos en Materia Civil del Séptimo Circuito. 30 de noviembre de 2005. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.
CONTRADICCIÓN DE TESIS 148/2012. Suscitada entre el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Administrativa y Civil del Décimo Noveno Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Vigésimo Primer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito. 11 de julio de 2012. Mayoría de cuatro votos por la competencia y en
cuanto al fondo. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretaria: Ana María Ibarra Olguín.
19
Ver, en lo aplicable a este caso, la tesis del rubro: ISSSTE. EL ARTÍCULO 136 DE LA LEY
RELATIVA, AL LIMITAR LA PENSIÓN DE VIUDEZ DEL CÓNYUGE SUPÉRSTITE, ES
VIOLATORIO DE LOS ARTÍCULOS 1o. Y 123 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE
2007).
20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 435/2011. Suscitada entre los Tribunales Colegiados Décimo
Primero y Décimo Tercero, ambos en Materia Civil del Primer Circuito. 5 de septiembre de 2012. La
votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos por lo que se refiere a la competencia.
Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos en cuanto al fondo. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Constanza Tort San Román.
21
Ver, en lo aplicable a este caso, la tesis de rubro: MATRIMONIO. LA EXISTENCIA DE DIVERSAS
FORMAS DE RECONOCIMIENTO LEGAL DE LAS UNIONES ENTRE PERSONAS DEL MISMO
SEXO, NO IMPIDE LA AMPLIACIÓN DEL CONCEPTO DE AQUÉL PARA COMPRENDER DICHAS
UNIONES. ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 2/2010. Procurador General de la República.
16 de agosto de 2010. Mayoría de seis votos a favor del contenido del considerando quinto de la
sentencia respectiva. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz, Margarita Beatriz Luna Ramos y José
de Jesús Gudiño Pelayo. Los señores Ministros Sergio Salvador Aguirre Anguiano y presidente
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia no participaron en la votación de las consideraciones respectivas.
Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Laura García Velasco. Amparo en revisión
152/2013, 23 de abril de 2014. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto concurrente, Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Ponente: Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretarios: Karla I. Quintana Osuna y
David García Sarubbi.

20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

49. En todo caso, esta Primera Sala, atendiendo al principio pro persona, así
como a la interpretación evolutiva y sistemática de los derechos humanos 22,
la cual debe ir a la par de los tiempos y las condiciones actuales de vida,
considera que, para efectos de categoría sospechosa, la igualdad o
distinciones de condiciones entre los cónyuges, los concubinos y las
personas solteras deben considerarse dentro de la categoría de estado
marital23, la cual tiene como finalidad abordar los intereses, beneficios o
perjuicios de estar casado o no casado24 y, dentro de éste último, de vivir en
pareja o ser soltero. Corresponderá a cada caso específico determinar si
las distinciones realizadas son o no discriminatorias.

b) Escrutinio de la norma impugnada

50. Esta Primera Sala ha establecido los supuestos en los que procede
elaborar un escrutinio estricto de las normas para determinar si éstas han
violado el principio de igualdad y no discriminación, las cuales son: a)
cuando la norma legal analizada utiliza para la configuración de su
contenido normativo los criterios clasificatorios enumerados en el artículo 1º
constitucional y, b) cuando la norma legal analizada tiene una proyección
central sobre los derechos fundamentales garantizados por la Constitución
Federal25.

51. Una vez establecido que, para efectos de categoría sospechosa, el


concubinato se encuadra como un estado civil –estado marital–, esta
Primera Sala debe analizar si el artículo impugnado puede llegar a
constituir una medida legislativa discriminatoria vis á vis los artículos
referentes a la terminación del matrimonio, pues se alega que la norma

22
Contradicción de tesis 21/2011, resuelta en sesión de nueve de septiembre de dos mil trece, bajo
la ponencia del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Párrafo 65. Nota al pie 26.
23
Cfr. Corte Constitucional de Sudáfrica. Volks No v Robinson and others 2005 (5) BCLR 446 (CC),
párr 49.
24
Cfr. Corte Constitucional de Sudáfrica. Van der Merwe v Road Accident Fund 2006 (4) 2 SA 230
(CC), 2006 (6) BCLR 682 (CC), párr. 135.
25
Ver las Tesis: “PRINCIPIO DE IGUALDAD. INTERPRETACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN A
EFECTOS DE DETERMINAR LA INTENSIDAD DEL ESCRUTINIO” [Novena Época. Instancia:
Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXXII, Septiembre de
2010, Página: 185 Tesis: 1a. CII/2010 Tesis Aislada Materia(s): Constitucional]; “PRINCIPIO DE
IGUALDAD. INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL PARA DETERMINAR SI EN UN CASO
PROCEDE APLICAR ESCRUTINIO INTENSO POR ESTAR INVOLUCRADAS CATEGORÍAS
SOSPECHOSAS” [Novena Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, XXXII, Septiembre de 2010, Página: 183 Tesis 1a. CIV/2010 Tesis Aislada
Materia(s): Constitucional].

21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

impugnada prevé una consecuencia jurídica distinta –en términos


patrimoniales– para las mujeres concubinas que para las mujeres casadas.

52. Ya esta Primera Sala ha destacado que la libertad de configuración que


poseen los Congresos estatales para regular el estado civil de las personas
se encuentra limitada por los mandatos constitucionales y el reconocimiento
de derechos humanos desde la Constitución y los tratados internacionales
suscritos por México, de conformidad con el artículo 1 constitucional. Ello
se refleja en la tesis de rubro: LIBERTAD CONFIGURATIVA DEL
LEGISLADOR. ESTÁ LIMITADA POR LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES A LA IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN QUE
OPERAN DE MANERA TRANSVERSAL26.

53. Una vez establecido que la norma impugnada hace una distinción basada
en el estado civil de las personas, esta Primera Sala procede a realizar el
escrutinio estricto de la misma para poder determinar si aquélla es objetiva,
razonada, proporcional y si no lesiona derechos humanos, únicos
supuestos por los que puede ser admitido un trato diferencial 27, ya que sólo
así dichas diferencias perseguirían un fin constitucionalmente válido.

54. Es importante recordar que no toda diferencia en el trato hacia una persona
o grupo de personas es discriminatoria, por lo que resulta importante
diferenciar entre “distinciones” y “discriminación”, siendo que las primeras
constituyen “diferencias (…) razonables y objetivas, las segundas
constituyen diferencias arbitrarias que redundan en detrimento de los
derechos humanos”28. En igual sentido, la Constitución no prohíbe el uso de
categorías sospechosas, sino su utilización de forma injustificada. El
escrutinio estricto de las distinciones basadas en aquéllas garantiza que
sólo serán constitucionales aquellas que tengan una justificación muy
robusta.

26
Décima Época. Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, I, Julio de 2014, Página 150, Tesis 1a. CCLVIII/2014.
27
Ver Corte IDH. Caso Vélez Loor vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2010. Serie C. No. 218.
28
Ver Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fecundación in vitro) vs. Costa Rica. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de 2012. Serie C. No.
257.

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

55. Como ya se destacó, esta Suprema Corte ha reconocido la protección


amplia que la Constitución otorga a la familia, como concepto social y
dinámico, y ha determinado que los cónyuges y los concubinos son parte
de un grupo familiar esencialmente igual, por lo que cualquier distinción
jurídica entre ellos deberá ser objetiva, razonable y estar debidamente
justificada, pues, de lo contrario, se estaría violando el derecho fundamental
a la igualdad y no discriminación reconocido en el artículo 1°
Constitucional29.

56. Precisado lo anterior, esta Primera Sala considera pertinente hacer una
comparación entre ambas figuras –matrimonio y concubinato– según el
Código Civil para el Estado de Chiapas para determinar, en esencia, la
diferencia entre ambas figuras y para poder estar en aptitud de definir si el
artículo impugnado discrimina con base en la categoría sospechosa
referida y si, por tanto, es o no constitucional.

57. De una lectura sistemática del Código Civil para el Estado de Chiapas se
aprecia que el legislador optó por no definir explícitamente al matrimonio,
pero de la lectura de los artículos 159 y 175 30 de dicho ordenamiento puede
apreciarse que quiso dársele la naturaleza jurídica de un contrato por el
cual los cónyuges se obligan a establecer una comunidad íntima de vida en
la que se procuren ayuda, solidaridad y asistencia mutua, el cual debe
celebrarse bajo el régimen de sociedad conyugal o bajo el de separación de
bienes. En esta definición se pueden apreciar los fines de esta figura, tanto
para el aspecto afectivo como el económico –en el que se incluye el
aspecto patrimonial.

58. Por otro lado, el concubinato no se encuentra expresamente regulado en


algún capítulo de dicha legislación civil, sino que el legislador local decidió
apreciar sus diferencias específicas a lo largo de los aspectos familiares de

29
Contradicción de Tesis 148/2012, resuelta por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación el 11 de julio de 2012, página 27.
30
Artículo 159. Los cónyuges están obligados a contribuir cada uno por su parte, al establecimiento
de una comunidad íntima de vida en donde ambos encuentren ayuda, solidaridad y asistencia
mutua.
Los cónyuges tienen derecho a decidir de común acuerdo y de manera libre, responsable e
informada sobre el número y el esparcimiento de sus hijos.
Artículo 175. El contrato de matrimonio debe celebrarse bajo el régimen de sociedad conyugal o
bajo el de separación de bienes.

23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

dicho código; por ejemplo, la cuestión de alimentos en el concubinato se


encuentra regulado en el capítulo de alimentos, y así sucesivamente. En
todo caso, se trata de una unión de hecho entre dos personas que
voluntariamente deciden tener una vida en común y cuya unión fáctica –una
vez cumplidos ciertos requisitos como no estar casados entre ellos o con
otras personas, acreditar haber cohabitado por cierto tiempo (dependiendo
de cada legislación), y/o tener hijos en común– tiene ciertas consecuencias
jurídicas, en aras de proteger a los concubinos –durante y terminado el
concubinato– y a su familia.

59. Así pues, si bien el concubinato y el matrimonio son figuras con muchas
similitudes y a las cuales nuestro sistema jurídico reconoce como
fundadoras de una familia, el primero por una unión de hecho y el segundo
por un acto jurídico que debe ser sancionado por el Estado, es importante
destacar que precisamente por las diferencias en su origen, existen algunas
distinciones en las consecuencias jurídicas de encontrarse en uno u otro
supuesto. Una de estas diferencias, y sobre la cual se abundará para la
resolución del asunto planteado, es la relativa a los regímenes
patrimoniales imperantes en el matrimonio.

60. Tradicionalmente se reconocen dos formas de disposición de los bienes


que los cónyuges adquieren durante la vigencia del matrimonio: sociedad
conyugal o separación de bienes. El primero consiste en un régimen a
través del cual los cónyuges se hacen copartícipes de derechos y
obligaciones, mientras que el segundo les permite conservar la propiedad y
administración de sus respectivos derechos y obligaciones.

61. Una vez precisado lo anterior, lo pertinente es dilucidar si alguno de estos


regímenes es aplicable al concubinato para regular la situación económica
de los concubinos una vez terminada su relación. Al respecto, esta Primera
Sala resalta que una persona soltera tiene la libertad de decidir
independientemente vivir en pareja y, en ese supuesto, puede hacerlo a
través del matrimonio o del concubinato. Una de las razones para optar por
el segundo puede ser, claramente, el hecho de que no se crea una relación
de estado ni un entramado jurídico de obligaciones y deberes como en el
matrimonio –o al menos, no todos–. Ello no significa obviar, por supuesto,

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

que dicha unión de hecho –al tener la intención de formar una comunidad
de vida con intención de permanencia– lleve a crear una unidad económica
–que no necesariamente jurídica– entre los concubinos.

62. La quejosa alega, como se destacó, que el artículo impugnado es


discriminatorio e inconstitucional al no considerar que a las concubinas les
aplique, en igualdad de circunstancias que a las mujeres casadas que no
especifiquen el tipo de régimen patrimonial, la presunción de que están
optando por el régimen conyugal y no la separación de bienes. Esta Sala
considera que no le asiste la razón a la quejosa. Veamos.

63. Esta Primera Sala considera que no puede presumirse ex ante que al
concubinato –o mejor dicho, a los concubinos– se aplique el régimen de
sociedad conyugal del matrimonio, pues éste implica la unión voluntaria de
los patrimonios de las partes que celebran dicho acto, es decir, se hacen
copartícipes voluntaria y expresamente de sus derechos y obligaciones.
Además, aún en el supuesto que no se estipule el régimen conyugal al
momento de la celebración del matrimonio, se entiende que los
contrayentes conocen –porque así lo dispone expresamente la ley– que
dicha omisión hace presumir la decisión de vivir bajo un régimen
compartido; es decir, en el matrimonio existe la manifestación expresa de la
voluntad de las partes de sujetarse al cúmulo de obligaciones y derechos
que la ley le atribuye a dicha institución, mientras que en el concubinato
esta presunción no tiene una fuente de la cual pueda derivarse. Así pues,
esta Primera Sala considera que para el establecimiento de un régimen
patrimonial se requiere la declaración de voluntad de las partes.

64. Si se sostiene que al mantener un concubinato lo que se tiene es la unión


personal sin mayores formalidades, el sistema jurídico no puede presumir
que las personas quieran voluntariamente adquirir mayores obligaciones
más allá de lo personal y ayuda mutua que se propicien durante su
relación, pero sin que al término de ésta se necesite definir su situación
económica como pareja, pues ello podría implicar una mayor carga para
finalizar su relación que como empezó –de manera fáctica–. Considerar lo
contrario atentaría contra la propia naturaleza del concubinato como una
relación de hecho, pues se le estaría considerando como una figura

25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

creadora de consecuencias jurídicas complejas que las partes no


manifestaron querer.

65. Lo anterior no implica, de manera alguna, que esta Primera Sala no


considere que, en ciertas circunstancias, los concubinos –al igual que los
cónyuges– que se encuentren en situación de desventaja económica
respecto de la otra parte deba ser atendido por el sistema jurídico. No
obstante, es fundamental destacar que ello no se trata de un régimen
patrimonial, sino de una medida compensatoria y/o del derecho de
alimentos. En virtud de la litis planteada en el presente caso, el análisis se
circunscribirá a la medida compensatoria. Veamos.

66. Como se destacó, la decisión de asumir un cierto régimen patrimonial en el


matrimonio es voluntaria y se encuentra intrínsecamente relacionada con
ese tipo de unión, lo que no puede extenderse al concubinato, imponiendo
cargas a dicho tipo de relación. La anterior situación es muy distinta a la
protección que el sistema jurídico debe dar a quien –concubino o cónyuge–
se encuentre en un estado de desprotección económica y por ciertos
supuestos.

67. En ese sentido, el principio de protección a la concubina o al concubino


más desfavorecido en el ámbito económico –al igual que a los cónyuges en
el mismo supuesto– debe ser aplicado con la comprobación de haberse
dedicado preponderantemente al cuidado del hogar, pues sobre dichas
personas existe la presunción de desventaja económica, al no haber podido
desempeñarse laboralmente fuera de la casa para la creación de un
patrimonio propio durante la duración de la relación.

68. Esta Primera Sala observa que la quejosa pretende comparar –de manera
incorrecta– una medida compensatoria –como la del artículo 287 Ter del
Código Civil de Chiapas– con un régimen patrimonial del matrimonio. Ello
hace que surjan dos temas a resolver en atención al escrutinio estricto que
se debe realizar: por un lado, comparar la medida compensatoria del
artículo impugnado con aquél referido al matrimonio para determinar si se
hacen distinciones entre ellas y si, en su caso, existe un trato
discriminatorio; por otro lado –y cuya discusión ya ha sido empezada–, si el

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

hecho que el Código Civil de Chiapas no prevea un régimen patrimonial


para los concubinos constituye un trato discriminatorio.

69. Para analizar el artículo 287 Ter del Código Civil para el Estado de Chiapas
y compararlo con el respectivo a las mujeres casadas –artículo 287 bis–
resulta importante destacar el decreto número 195, publicado el 23 de
marzo de 2009 en el periódico oficial del Estado de Chiapas, a través del
que se adicionó tanto el artículo cuya constitucionalidad se impugna, como
el relativo a las mujeres casadas:

Es prioridad de la Administración actual, según lo establecido en el Plan de


Desarrollo Chiapas Solidario 2007-2012, implementar políticas para la
transformación cultural e institucional, propiciando las condiciones de un
desarrollo equilibrado, bajo los principios de igualdad, de no discriminación
y una vida libre de violencia, con las mismas oportunidades para las
mujeres y los hombres en el Estado.

Estamos convencidos de que la igualdad de género representa la tolerancia


entre nuestras diferencias como hombres y mujeres, y que resulta
indispensable para mejorar las condiciones económicas, sociales, políticas
y culturales de la sociedad, para la construcción de una ciudadanía integral
y una democracia más sólida.

En la actualidad, es menester lograr mejores condiciones de vida para la


mujer, esto a través de la educación de supuestos jurídicos que sean
congruentes con la realidad y necesidades existentes.

Por esta razón, es necesario reformar diversas disposiciones del Código


Civil, para lograr con ello una equidad de género, salvaguardar el
patrimonio de la familia, actualizar situaciones de derecho para el
impedimento del matrimonio y la disolución de este vínculo, la protección de
la integridad física o emocional del menor cuando existan conductas
violenta en el seno familiar, toda vez que son esenciales para lograr la
armonía en las familias chiapanecas.

Asimismo, es importante precisar la labor de la mujer dentro del matrimonio,


reconociendo la aportación que realiza desde el seno del hogar, el cual no
ha sido dimensionado en su justo valor.

Por otra parte, se establece el derecho de las cónyuges y concubinas de


solicitar el cincuenta por ciento del valor de los bienes consistentes en el
inmueble en donde hayan establecido su domicilio, vehículos y menajes del
hogar, que hubiere adquirido durante el concubinato o matrimonio, siempre
y cuando reúnan los requisitos establecidos para tales efectos.

70. De las consideraciones anteriores se desprende que el legislador


chiapaneco tomó en cuenta la realidad social de la mujer que vive tanto en

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

concubinato como en matrimonio. Retomemos los artículos referidos en el


siguiente cuadro:

Artículo 287 Ter del Código Civil local, Artículo 287 bis del Código Civil local,
referente a la concubina referente a la mujer casada
(norma impugnada)

Al cesar la convivencia de concubinato, la En la demanda de divorcio, la cónyuge


concubina podrá demandar del otro, el podrá demandar del otro, el cincuenta por
cincuenta por ciento del valor de los ciento del valor de los bienes, consistentes
bienes, consistentes en el inmueble en en el inmueble en donde se estableció el
donde hayan establecido su domicilio, domicilio conyugal, vehículos, menajes del
vehículos y menajes del hogar, que hogar, que hubiere adquirido durante el
hubiere adquirido durante el concubinato, matrimonio, siempre que concurra lo
siempre que concurra lo siguiente: siguiente:

a) Que hayan vivido bajo el mismo a) Hubieren estado casados bajo el


techo durante tres años régimen de separación de bienes.
consecutivos.

b) La demandante se haya dedicado b) La demandante se haya dedicado en el


en el lapso que duró el lapso en que duró el matrimonio,
concubinato, preponderantemente preponderantemente al desempeño del
al desempeño del hogar y al hogar y al cuidado de los hijos.
cuidado de los hijos.

(…)

71. De la exposición de motivos y el anterior cuadro se advierte que el


legislador reparó que, en Chiapas, generalmente, en una terminación del
concubinato o en un divorcio que atienda a un régimen de separación de
bienes, la mujer es quien se encuentra en una situación de desventaja
económica al haberse dedicado, en muchos casos, al cuidado del hogar.
Así pues, el artículo señalado como inconstitucional es una medida
compensatoria que el legislador decidió otorgarle a las concubinas que se
encuentren en una situación de desventaja al momento de finalizar dicha
relación de hecho.

72. Para acceder a dicha medida compensatoria, el primer párrafo del artículo
impugnado y el referente a la mujer casada en régimen de separación de
bienes imponen dos requisitos: i) probar la existencia del concubinato
(haber vivido juntos tres años consecutivos) o la existencia del matrimonio
por régimen de separación de bienes (acta de matrimonio), y ii) en ambos

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

casos, demostrar que durante la duración de dicha relación, se dedicaron


preponderantemente al hogar y al cuidado de los hijos.

73. Haciendo una interpretación integral de la exposición de motivos (supra


párr. 69) esta Primera Sala considera que dichos párrafos tienen la finalidad
de proteger y reconocer la aportación de la labor de la mujer “desde el seno
del hogar, el cual no ha sido dimensionado en su justo valor”, creando con
ello una medida compensatoria para aquélla mujer concubina o casada por
régimen de separación de bienes que se haya dedicado
preponderantemente al hogar, puesto que se asume que ello le ha impedido
un desarrollo patrimonial propio. Es por lo anterior que no se incluye en el
artículo 287 bis a la mujer casada por régimen de sociedad conyugal, pues
se asume que en dicho régimen aquélla no se encuentra en una situación
de desprotección económica al momento del divorcio. En ese sentido, es
claro para esta Primera Sala que la intención del legislador fue proteger a
través de dicha medida compensatoria a quienes, en una relación
permanente de pareja –sea de matrimonio o de concubinato–, se
encuentran en una situación de desventaja económica, por haberse
dedicado preponderantemente al hogar y no haber desarrollado patrimonio
propio. En consecuencia, esta Primera Sala estima que la medida
compensatoria prevista en el artículo 287 ter, para la terminación del
concubinato es objetiva y razonada, por lo que es constitucional31.

74. Por otro lado, de la lectura de los artículos 287 bis y ter referidos, así como
de la consideración del párrafo anterior, se puede deducir que si bien la
legislación civil local no prevé expresamente un régimen patrimonial para
las personas que viven en concubinato, se entiende que aquélla es por
separación de bienes, puesto que –como se dijo– el legislador equipara a la
mujer casada en dicho régimen con la concubina y les otorga una medida
compensatoria por la situación de desventaja económica en que –se
asume– se encuentra. Esta afirmación nos lleva necesariamente al otro
tema planteado en el párrafo 68, a saber, si el hecho que el Código Civil de
Chiapas no prevea expresamente un régimen patrimonial –o que se

31
Esta Sala se limita a analizar la medida compensatoria prevista en el primer párrafo puesto que
la quejosa la impugna frente a los regímenes patrimoniales del matrimonio, y no los requisitos para
acceder a la misma.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

deduzca que es por separación de bienes– para los concubinos constituye o


no un trato discriminatorio.

75. Es importante recordar que cada entidad regula la materia civil. Así, cabe
resaltar que respecto de la terminación del concubinato los distintos
ordenamientos civiles se pueden agrupar de la siguiente manera:

a) No regulan la situación económica de los concubinos: Baja California,


Campeche, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Estado de
México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, San Luis
Potosí, Tamaulipas, Veracruz, y el Código Civil de la Federación.

b) Precisan que una vez terminada la relación, los concubinos no tienen


“nada que reclamarse” en términos económicos: Nayarit y Puebla.

c) Regulan la terminación de las relaciones económicas surgidas del


concubinato: Guerrero (los bienes se rigen como en la sociedad
conyugal), Hidalgo (recibe una compensación por el total de
multiplicar cuatro meses por cada año de relación por el salario
mínimo diario integrado vigente en Hidalgo, y sólo es aplicable al
concubinato declarado judicialmente), Querétaro (los bienes se rigen
como en la comunidad de bienes), Tlaxcala (los bienes se rigen como
en la sociedad conyugal), Yucatán (los bienes se rigen como en la
separación de bienes, no se obtiene ninguna compensación) y
Zacatecas (cada concubino obtiene el cincuenta por ciento de los
gananciales).

76. Del anterior párrafo es claro que no existe uniformidad en las legislaciones
civiles locales sobre el tratamiento que, en materia económica, se da a la
terminación del concubinato. Esta Primera Sala considera –retomando las
consideraciones que ya se adelantaron en los párrafos 59 a 65– que si bien
existen algunas consecuencias similares del matrimonio y del concubinato
en aras de proteger a la familia y al/la cónyuge, o a la concubina y
concubino que se encuentre en una situación de desventaja económica a la
terminación de la relación (en cuyo caso existen medidas compensatorias y
derecho de alimentos), también lo es que una de las razones para optar por
el concubinato puede ser, claramente y como ya se dijo, el hecho que no
crea una relación de estado ni un entramado jurídico de obligaciones y
deberes como en el matrimonio –o al menos, no todos, en especial, en el
económico.

30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

77. Por tanto, esta Primera Sala considera que en atención a la naturaleza
misma del concubinato (ausencia de formalidades y de manifestación
expresa de la voluntad), es razonable la distinción realizada en materia
económica respecto del matrimonio (donde claramente se encuentran
establecidas las opciones de régimen patrimonial aún en ausencia de
manifestación expresa de voluntad). Tal como se destacó anteriormente
(supra párr. 59), precisamente por las diferencias en el origen de cada una
de dichas figuras, existen algunas distinciones en las consecuencias
jurídicas. Considerar lo contrario atentaría contra la propia naturaleza del
concubinato como una relación de hecho, pues se le estaría considerando
como una figura creadora de consecuencias jurídicas complejas que las
partes no quisieron expresamente al no celebrar un contrato de matrimonio.
Ello no significa, como ya se expresó, dejar desprotegida a la concubina que
se encuentre en una situación de desventaja económica. Por un lado, se
cuenta con el artículo impugnado para compensar –de estar en el
supuesto– la labor realizada por ésta en el cuidado del hogar. Por otro lado,
de conformidad con el artículo 297 del mismo código –no analizado en esta
oportunidad– tiene derecho a pedir alimentos, la cual es una medida distinta
que atiende a la necesidad económica del deudor o deudora alimentaria (en
este caso, la concubina).

78. Además, como se ha manifestado, no es posible –por las diferencias


mismas en su creación y la naturaleza misma de ambos estados– equiparar
al concubinato con el matrimonio en todos los derechos y obligaciones.
Algunas de dichas distinciones son –como ya se destacó– la diversidad de
la fuente obligacional pues una es una relación de hecho y, el otro, un acto
jurídico. Existen distinciones claras que la propia legislación federal prevé
entre ellos. Así por ejemplo, existen situaciones específicas en que las
legislaciones otorgan mayores beneficios a las parejas casadas que a los
concubinos, tales como los beneficios fiscales otorgados por la Ley del
Impuesto Sobre la Renta, beneficios de solidaridad otorgados por la Ley del
Seguro Social, beneficios por causa de muerte previstos en la Ley Federal
del Trabajo, beneficios migratorios conforme a la Ley de Migración, y
beneficios de decisiones médicas post mortem según la Ley General de

31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

Salud. Habría que determinar en cada caso concreto, si dichas distinciones


son razonables entre las personas casadas y aquéllas que optan por vivir
en concubinato32.

79. En síntesis, esta Primera Sala concluye que la compensación prevista en el


artículo 287 Ter del Código Civil para el Estado de Chiapas es
constitucional.

80. Finalmente, la quejosa adujo que lo establecido en el artículo 287 Ter sólo
es aplicado a la mujer concubina y no al concubino. Si bien es cierto es que
la redacción de dicho artículo es expresa en dirigirla hacia la mujer –y,
además, la exposición de motivos así lo sustenta–, esta Primera Sala
considera que, en una interpretación conforme, debe leerse como
extendible al hombre concubino, teniendo los mismos requisitos, es decir,
que se sitúe en los supuestos normativos –probar el concubinato y haberse
dedicado preponderantemente al hogar y al cuidado de los hijos–. Dicha
interpretación no significa que esta Primera Sala esté validando posibles
estereotipos en que sean sólo las mujeres quienes se dediquen a las
labores citadas; simplemente, al igual que la Corte Interamericana de
Derechos Humanos33, reconoce ciertas realidades y las visibiliza34.
32
Así, por ejemplo, en el amparo en revisión 485/2013, la Segunda Sala resolvió el veintinueve de
enero de dos mil catorce que: “(…) en cumplimiento a lo dispuesto por el artículo primero
constitucional en el sentido de que las normas de derechos humanos deben interpretarse
favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia, debe considerarse que el
artículo 84, fracción III de la Ley del Seguro Social debe interpretarse y aplicarse no en su texto
literal, sino en el sentido de permitir el acceso al seguro de enfermedades y maternidad al cónyuge
o concubino del asegurado con independencia de si se trata de matrimonios o concubinatos de
distinto o del mismo sexo; lo anterior, en el entendido de que, tratándose de concubinato, deberán
cumplirse los requisitos que para tal efecto prevé la propia Ley del Seguro Social.”
33
Cfr. Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros ("Fecundación in vitro") vs. Costa Rica. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012. Serie C No. 257.
34
En ese sentido, esta Primera Sala destaca que para el 2009, 83% de la población no
económicamente activa en el estado de Chiapas eran mujeres, es decir, un millón ochenta y seis
mil personas, y dentro de este universo, sólo el 15.8% estaban disponibles para trabajar, “debido a
que tienen que atender otras obligaciones o tienen interés pero se encuentran en un contexto que
les impide hacerlo”. Asimismo, de conformidad con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI), hay más nacimientos en mujeres que viven en unión libre de las que están casadas, lo
cual sería indicativo de la realidad de que cada vez más parejas escogen el concubinato como una
forma de iniciar una familia. Por otro lado, en atención a las labores realizadas por las mujeres, el
mismo Instituto destaca que sólo en el 2012, el 18.9% de las mujeres sufrieron discriminación
laboral. Los anteriores datos son indicativos que la realidad de las mujeres es que altos porcentajes
de la población femenina en edad económicamente activa se dediquen en exclusiva al cuidado del
hogar, así de los hijos y las hijas, ya sea por contextos sociales o personales, los cuales no están
siendo valorados en este momento. Ver, entre otros, Mandujano, “La Crisis del Empleo y
Desempleo en Chiapas”, Resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en el Tercer
Trimestre de 2009 en el Estado de Chiapas, visible en
http://escrutiniopublico.blogspot.mx/2009/11/la-crisis-del-empleo-y-desempleo-en.html [visitado el
lunes 8 de septiembre de 2014, 10:35].

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

IX. DECISIÓN

81. En conclusión, ante lo infundado del recurso de revisión, lo procedente es


confirmar la resolución recurrida y negar el amparo a la quejosa.

Por todo lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión, se confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********, contra


la autoridad y acto precisados en el apartado segundo de esta ejecutoria.

Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los autos


relativos al lugar de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca como
asunto concluido.

Así lo resolvió, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, por unanimidad de votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo,
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente y Ponente Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Los Ministros José Ramón Cossío Díaz y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas, se reservan el derecho de formular
voto concurrente.

Firman el Presidente de la Sala y Ponente, con el Secretario de


Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE:

INEGI, Perspectiva Estadística, Chiapas, Diciembre 2012, visible en


http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/integración/estd_perspect/
chis/Pers-chs.pdf [visitado el lunes 8 de septiembre de 2014, 11:24].
INEGI, Mujeres y Hombres en México 2013, visible en
http://inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvingeni/productos/integración/sociodemografico/
mujeresyhombres/2013/Myh_2013.pdf [visitado el lunes 8 de septiembre, 2014, 12:05].

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 597/2014

MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA

SECRETARIO DE ACUERDOS:

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES

ESTA HOJA CORRESPONDE AL AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN


597/2014, PROMOVIDO POR **********. FALLADO POR LA PRIMERA SALA
DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN EN SESIÓN DE
DIECINUEVE DE NOVIEMBRE DE DOS MIL CATORCE, EN EL SIGUIENTE
SENTIDO: PRIMERO.EN LA MATERIA DE LA REVISIÓN, SE CONFIRMA
LA SENTENCIA RECURRIDA. SEGUNDO. LA JUSTICIA DE LA UNIÓN NO
AMPARA NI PROTEGE A **********, CONTRA LA AUTORIDAD Y ACTO
PRECISADOS EN EL APARTADO SEGUNDO DE ESTA EJECUTORIA.
CONSTE.-

En términos de lo previsto en los artículos 3º, fracción II, 13, 14 y 18, de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se
suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en
esos supuestos normativos.

34

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