La solución a este problema, no es eliminar drásticamente a las especies introducidas; la
solución más bien, es desplazarla con el cultivo de especies autóctonas, especialmente utilizando aquellas que se encuentran en peligro de extincion en los bosques y que por sus características, se les puede atribuir un uso ornamental.
Es importante que a la hora de planificar la creación de áreas verdes, se realicen estudios
exhaustivos de las plantas más adecuadas que deben ser utilizadas, sus usos y su manejo desde el punto de vista urbanístico. Asimismo, siempre debe contarse con el apoyo de especialistas en el área de la arboricultura, la botánica, el paisajismo y la arquitectura, para garantizar a largo plazo resultados más satisfactorios. Siempre debe hacerse énfasis en el uso de plantas autóctonas, las cuales requieren menor mantenimiento y se adaptan mejor a las condiciones ambientales de los espacios públicos de las ciudades.
A continuación algunas recomendaciones generales para mejorar las condiciones
ambientales de las áreas verdes urbanas.
1. La arborización debe estar enfocada, más que en un fin decorativo, centrarse en
una práctica ambiental bien planificada. Por tanto, en la arborización deben seleccionarse las especies más duraderas y no utilizar especies, que aunque posee crecimiento rápido, son de vida muy corta. 2. Deben seleccionarse especies de arboles de gran durabilidad, tronco recto, copa piramidal y redonda y con sistema radical profundo, a fin de evitar el levantamiento de pavimento que perjudique al transeúnte. 3. Se deben sembrar arboles en estado semi adultos y desarrollados que sobrepasen los 3 m de alto, no se deben plantar en avenidas y calles, arboles pequeños que no excedan los 2 m de altura, que en la mayor de los casos, son victimas de la actividad antrópica de los centros urbanos. 4. En la arborización de avenidas y calles, especialmente en sus islas divisorias centrales, deben utilizarse especies arbóreas resistentes, de tronco y copa bien desarrollados y arboles que puedan ofrecer un atractivo permanente por su follaje y su floración vistosa, es decir, árboles que presenten hojas perennes o que las renueven en un lapso de pocos días. 5. Para los lugares de suelo escaso, como islas de avenidas y aceras con poco espacio, deben utilizarse sólo árboles, arbustos o algunas hierbas ornamentales muy resistentes, capases de desarrollarse en ambiente microclimático de semi decierto urbano. 6. Es primordial que en la arborización deban preferirse las especies autóctonas a las introducidas, lo cual resulta una práctica ecológica y económica más sustentable. 7. Se debe evitar el pintado de los troncos de los arboles de blanco y otros colores, que aunque quizás pueda parecer muy estético para algunas personas, resulta perjudicial para una función importante de la planta como es el intercambio de gases con el medio ambiente. 8. Deben evitarse en lo posible aquellas especies que ensucien demasiado los pavimentos por la caída constante de sus hojas, flores y frutos. 9. La plantación de vegetación ornamental debe estar relacionada con el diseño paisajista y la planificación urbana. Las especies más adecuadas son las que presentan un follaje persistente y gran resistencia a las condiciones ambientales. 10. En todo plan de arborización se debe incluir un modelo de valoración economica del arbol en ambientes urbanos. Se debe considerar el valor básico del individuo: Costo de produccion, plantacion y mantenimiento en vivero-Costo de plantacion y mantenimiento en el sitio definitivo. Asi mismo, es importante conocer el el valor intinseco de la especie: Riesgo de extinción, aporte paisajistico, servicios ambientales, sensibilidad a la contaminación y actitud del individuo dentro del espacio urbano.