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GALLEGOS RÓMULO: DOÑA BÁRBARA

1. CONTEXTO HISTÓRICO Y LITERARIO


La década de los sesenta del siglo XX estuvo marcada por las corrientes formalistas
que creían que el análisis de la obra literaria podía circunscribirse a la obra misma sin
tener en cuenta su contexto. Se despreció el historicismo y el biografismo, ya que, nada
tenía que ver con el análisis literario. El tiempo pasó y la crítica asumió la importancia
del contexto que rodeaba a la obra en su totalidad. Conocer la vida del autor nos puede
aportar datos importantes que nos ayuden a comprender la presencia de determinados
elementos en la obra literaria. En Rómulo Gallegos se establece una correspondencia
entre su vida y su obra literaria, ya que la literatura le sirvió como vehículo de expresión
de sus ideas. Nuestro autor nace en Caracas en 1884 y su infancia marcaría su forma
de ver la vida en su edad adulta. Desde la independencia, Venezuela había vivido
inmersa en una continua guerra civil por una sucesión interminable de golpes militares
entre dos grupos políticos, conservadores y liberales, creando un clima social que
propiciaba que la población asistiese ya impasible a los cambios en el gobierno de la
nación. El padre de Rómulo es el reflejo de las clases medias venezolanas, amante del
orden, la paz y la tranquilidad; pero incapacitada para reaccionar y su única aspiración
es mantenerse al margen de posibles revoluciones; y Guzmán Blanco, caudillo por aquel
entonces, se podía apreciar en aquel entonces un clima de paz, a pesar de la falta de
libertad, abuso de poder, etc.; La familia de Rómulo era, pues, de posición
conservadora, pero el padre, ferviente católico, no veía con buenos ojos la política
anticlerical de Guzmán Blanco. Las amistades que Gallegos establece en la universidad
serán fundamentales para su concienciación social y política; y será en esta época
cuando Rómulo comience a escribir sobre la situación de la sociedad venezolana. A lo
largo de su infancia y hasta ese momento, Gallegos tomó consciencia de que la
situación política en Venezuela no había variado lo más mínimo. A la paz impuesta por
el autoritarismo de Guzmán Blanco, le sucede un periodo de gran inestabilidad política
y de frecuentes revoluciones caudillistas; al final, Cipriano Castro se hace con el poder.
En la universidad, la fe religiosa que su padre le había impuesto se tambalea, fruto de
las reformas de Guzmán Blanco, en las que había propiciado una universidad laica y
librepensadora. Rómulo, junto con sus amigos, se fue distanciando de la ideología
familiar. Castro cede el poder a su segundo, la sociedad venezolana ya está cansada
del autoritarismo de Castro, y pensaron que este segundo, desconocido, sería más fácil
de manejar; pero nada más lejos de la realidad porque se mantuvo en el poder durante
27 años. A pesar de ello, Rómulo y los suyos quisieron hacerse oír y fundaron la revista
La Alborada en 1909. Lo que les hizo ir adelante fue el amor por su patria; envenenada
por la pobreza y la ignorancia; fue ese dolor lo que causó la necesidad de expresarse.
La revista fue pensada en principio como revista de arte y literatura, pero la mayoría de
sus creadores eran, si no revolucionarios, sí reformistas, que aspiraban a fortalecer una
clase media de tipo burguesa. La expresión era contundente, de ataque a la tiranía y de
amor absoluto por su pueblo; y el gobierno tomó cartas en el asunto fijando normas que
limitasen más todavía la libertad de expresión y los redactores decidieron cesar su
publicación. Rómulo se inicia como escritor en La Alborada con un total de 15 artículos
ensayísticos. Su narrativa será fiel expresión de sus ideas sobre la realidad venezolana
y de sus propuestas para mejorar la situación social. Sus cuentos y novelas pueden
calificarse como obras de <<tesis>>, lo que no indica menoscabo de sus cualidades
literarias. En sus artículos hay dos temas que le obsesionan: la política y la educación.
En política, ataca al caudillismo, la ignorancia y pasividad del pueblo, las cuales, solo
pueden ser combatidas a partir de una élite social que se proponga hacerlos conscientes
y salir juntos de aquella situación. De ahí la importancia de la educación en ese proceso.
En sus artículos hay una idea fundamental: en Venezuela no se respetan las leyes y
esta es la causa de todos los males. Los partidos políticos, más que defender una
ideología, tratan a toda costa de mantener en el poder al caudillo que les favorece. Y al
no respetar las leyes constitucionales, el incumplimiento de las leyes restantes se hace
costumbre, como consecuencia, la sociedad venezolana está enferma. Solo a través de
la educación conseguirá el pueblo venezolano una sociedad justa y moderna. Para
Gallegos, la educación no es simple acumulación de conocimientos, se necesita de una
actividad de tipo moral con la que pueda alcanzarse un sentimiento de la propia dignidad
humana; y el papel de los intelectuales para aplicarla es vital. En este momento la
ideología de Gallegos no es hecho concreto y aplicable, más bien de índole moral,
utópica o idealista; pero no por ello menos importante, ya que, tal empeño
regeneracionista se inscribe en la base de su obra literaria. No tenemos demasiada
información de su preparación literaria; a lo largo de su obra no se perciben diferencias
notables y se mantuvo fiel a la tradición narrativa realista del siglo XIX. Este aparente
anacronismo no lo es tanto si tenemos en cuenta la evolución de la narrativa
hispanoamericana en la primera mitad del siglo XX. Pero Gallegos, no pareció
demasiado interesado por las nuevas técnicas de la narrativa contemporánea –Kafka,
Proust, Joyce–. Los cuentos que escribió se conciben como una especie de preparación
a su quehacer novelístico; algunos de ellos pasaron como capítulos de sus novelas. Un
total de treinta cuentos que podrían dividirse en 3 grupos: a) crítica de costumbres; b)
los de ambiente criollo donde asoma la antinomia entre civilización y barbarie, el
arribismo, el conflicto del mestizaje de razas y castas; c) los que describen pasiones,
desequilibrios y anormalidades. En conclusión: Rómulo nos ofrece en sus cuentos una
visión pesimista de Venezuela, las cosas no habían cambiado nada y solo quedaba el
refugio escapista, marcharse a Europa, sin embargo, el compromiso que tenía Gallegos
con su país le impedía adoptar tal postura. Dos hechos en su experiencia personal que
le marcaron, la muerte de su esposa que lo llevó a una profunda depresión y su actividad
como educador desde 1912 hasta 1930, año en que comienza su etapa como político.
En ese tiempo pudo Rómulo poner en práctica sus teorías sobre la educación
SUS PRIMERAS NOVELAS
En 1920 publicó Rómulo su primera novela. Una alegoría sobre su visión de la sociedad
venezolana en aquellos años. Los temas tratados en La Alborada y sus cuentos de los
años anteriores encuentran aquí su síntesis. En Reinaldo Solar nos muestra una galería
de personajes fracasados que ya aparecían en sus cuentos, pero consigue ofrecernos
una radiografía de la sociedad venezolana desde una perspectiva histórica. Su
protagonista, Reinaldo Solar, símbolo de una <<civilización>> de una sociedad colonial
que se extingue con los nuevos tiempos: hombre culto, inteligente, idealista, pero sus
privilegios son ya un anacronismo. La regeneración de Venezuela no puede venir de
esa minoría que ya ha cumplido su papel en la historia. Frente a él se alza una clase
mestiza, vital y sin experiencia, pero que representa el futuro del país. Reinaldo intenta
ser líder de esa nueva sociedad con el uso de la fuerza; finalmente muere y con él su
estirpe. Al final se impone la <<barbarie>> con el triunfo del caudillismo. Gallegos sigue
observando con pesimismo la situación de Venezuela: la <<barbarie>> se impone sobre
la <<civilización>> porque la sociedad carece de una concienciación reformista. En 1922
escribe El forastero, la cual no publicó por miedo a Gómez, ya que, uno de los
personajes estaba inspirado en este dictador. Nuevamente nos ofrece Gallegos un
ambiente dominado por la barbarie caudillista con personajes potentes como
Hermenegildo Guavire, violento cacique que anticipa al personaje de Doña Bárbara. En
novelas posteriores insiste en un problema que para el autor era de vital importancia
para la regeneración del pueblo venezolano: el problema del mestizaje. Hablamos de
La casa de los Cedeño y La trepadora. Las diferencias entre la sociedad criolla y la
mestiza parecían insalvables. Gallegos propone en sus obras como posible solución
experimental una seria de matrimonios mixtos con el fin de que ambas partes pudieran
sentirse como una sola, mestizaje, entre mestizos y criollos. El resultado es óptimo y por
primera vez encuentra Rómulo una solución positiva a los múltiples problemas que veía
en la sociedad venezolana. La <<civilización>> término ligado a la sociedad criolla,
también podía llegar al resto del pueblo, cosa imprescindible para acabar con la
confrontación, <<la barbarie>>, la causante de la violencia, de los caciques, y en
definitiva, de la constante presencia de dictadores en la cúspide del Estado. Dos hechos
más ocurren en su vida que me parecen importantes; conoció a un dictador
personalmente y a este no le gustó para nada nuestro autor; el otro, cuando vino a
Europa pasó por Lourdes, lugar de peregrinación a la virgen en Francia; y reconoció
haber recuperado un sentimiento del que había huido y se sentía muy feliz. Es decir,
Gallegos recuperó en Francia la religiosidad que su familia le inculcó desde su niñez.
LAS GRANDES CREACIONES
A medida que el autor aumentaba su fama y prestigio, el dictador Gómez fue
aceptándolo y respetándolo. Casi inmediatamente se le propuso como senador y
Gallegos no tuvo valor para rechazar el cargo, lo que hubiera supuesto enfrentarse a
Gómez. Los rumores de que el dictador pensaba en él como ministro de educación
provocaban en el escritor una pelea interna que lo llevó a marcharse a Europa. Por una
parte, la posibilidad de soñar con aplicar sus teorías en toda la nación, pero con los pies
en el suelo, Rómulo se daba cuenta de que nunca se lo permitirían y además, casi sin
darse cuenta estaba colaborando con uno de esos regímenes dictatoriales que tanto
aborrecía. Se exilió a Nueva York y cuando Gómez dejó de ser dictador para convertirse
en presidente constitucional se enfrentó a él. En el año 1932 Gallegos viene a España
donde vivió hasta principios de 1936, momento en que regresó a su país, tras la muerte
semanas antes de Gómez. El recibimiento fue apoteósico, se le recibió como a un
triunfador. El nuevo presidente, López Contreras decide poner fin a la era gomecista y
se inicia el reformismo tan anhelado por Rómulo durante toda su vida. En su novela
Cantaclaro plantea también el tema de la sociedad venezolana en los conocidos
términos de <<civilización-barbarie>>. El protagonista es el pueblo, quien ha despertado
y busca un dirigente que lo libere de su situación, sin embargo, aquí Gallegos no
encuentra una solución tan lineal y definida como en Doña Bárbara. Ni la
<<civilización>> ni la <<barbarie>> se definen con el esquematismo anterior, y los
personajes son más complejos, símbolos de una determinada idea, y muy diferentes de
los de las anteriores novelas. En Canaima vuelve a incidir con el mismo tema pero el
espacio ahora es la selva la protagonista. Marcos Vargas, después de matar a Cholo
Parima para vengar a uno de los peores sometidos por la injusticia del mundo cauchero.
Para Gallegos la selva es símbolo de la naturaleza bárbara que arrastra al hombre
civilizado. En el protagonista, al igual que en otras obras del autor, se simbolizan los
fracasos y tiene esos rasgos de hombría de los demás líderes carismáticos. Al final, el
hijo nacido en la selva parece simbolizar ese nuevo hombre en que se funden de manera
armónica la naturaleza (<<barbarie>>) y la civilización. La política absorbe a Gallegos y
se ve obligado a elegir. En 1941, el Partido Democrático Nacional le propone como
presidente; se crea un nuevo partido Acción Demócrata, del que Gallegos es su primer
presidente. En 1947, en las primeras elecciones libres de Venezuela, Gallegos es
elegido presidente de la nación. En 1948 tomó posesión del cargo pero meses después
el ejército se subleva y la experiencia democrática muere prematuramente. Se exilia
primero a Cuba y después a México. Regresará en 1958 por petición de la multitud pero
ya no se dedicará a la política. Una nueva generación le ha sustituido. En resumen, la
obra literaria galleguiana es reiterativa en su temática y le sirvió a su autor para expresar
su angustia ante la realidad de su país. En ningún momento abandonó su papel de
educador y a través de sus novelas quiso dejar un mensaje que tuviese utilidad práctica
para su propio país y su época. El éxito fuera de sus fronteras nos desvela que consiguió
crear un mundo de ficción cuyos valores trascendían lo regional y permitían a todo tipo
de lectores identificarse con unos problemas de índole universal. Con él culminaba la
tendencia realista y las nuevas generaciones que, a partir de los años cincuenta, toman
el relevo, lo consideraron caduco porque las nuevas técnicas narrativas eran muy
diferentes; pero, tras pasada la novedad, se impuso el reconocimiento de un escritor
irrepetible, apasionado, que impregnaba sus obras de verdad y corazón.
DOÑA BÁRBARA
En 1929 la editorial Araluce de Barcelona publica Doña Bárbara. El éxito fue inmediato
y la prestigiosa asociación española del <<Mejor libro del mes>>, le otorgó dicho
galardón. A pesar de ello, la novela no estaba definitivamente escrita, ya que, para la 3ª
edición, Rómulo la revisó y modificó algunos capítulos. Con las variantes de estilo que
introdujo para la edición de 1954 la novela adquiriría la forma que conocemos hoy. Doña
Bárbara se inscribe en la tendencia denominada <<mundonovismo>>, que fue la
dominante en la narrativa hispanoamericana entre 1920 y 1940. Sus narradores
abandonan la temática universal del modernismo y aspiran a crear una literatura de
fuerte sabor <<americano>>. Surge así la novela indigenista, también llamada del llano,
de la selva, o de la pampa. Las novelas más importantes de este ciclo son: La Vorágine,
Don Segundo Sombra, y Doña Bárbara.
TÉCNICA NARRATIVA
El exotismo de la escena inicial –un bongo que navega por aguas peligrosas en las que
acechan los caimanes– sitúa al lector ante la perspectiva del relato de aventuras. La
novela aúna la acción con la descripción de costumbres que para el lector son exóticas.
Además, quería lanzar el mensaje: a través de la acción en los llanos venezolanos,
Gallegos quería mostrar los problemas que aquejaban a la sociedad de su país. Los
distintos elementos que conforman el mundo narrativo de Doña Bárbara se puede
separar en tres modalidades narrativas: Acción. Descripción. Ideología. No funcionan
aisladamente, sino que se observa una perfecta unión entre ellas. Un narrador
omnisciente se encarga de ofrecer al lector todos los detalles de la historia narrada:
ambientación, caracterización de personajes, explicaciones minuciosas, etc. En cuanto
al lenguaje; debemos pensar que cuando un autor emplea un lenguaje, este, puede o
no seguir los patrones normativos de su época. Pero si tiene características
<<especiales>>, su análisis es importante porque solo se justificaría su presencia su
funciona como elemento más en el proceso creativo. Este es el caso de Doña Bárbara,
novela en la que se pretende dar una sensación de realismo mediante la utilización de
un lenguaje marcadamente popular. El lenguaje coloquial de los personajes llaneros, la
utilización de un vocabulario localista, la deformación fonética del lenguaje hablado, son
algunos de los elementos, que caracterizan un lenguaje, cuyo registro pretende
reproducir de la forma más fiel posible el habla regionalista del llano venezolano.
Fundamental para la creación y caracterización de personajes como Marisela, en
oposición a los que utilizan el lenguaje <<civilizado>> y al propio narrador, que utiliza un
lenguaje más común.
ESTRUCTURA DE LA NOVELA
La novela se divide en 3 partes, guardando un equilibrio en el número de capítulos (13
las dos primeras, 15 la última). Esta estructura tripartita es la misma que utiliza en sus
novelas; que demuestra el gusto del autor por la ordenación más tradicional para facilitar
al lector la comprensión de la historia narrada. Así, podremos hablar de una especie de
Introducción, Desarrollo y Desenlace. Doña Bárbara es una historia sobre el llano
venezolano y por eso tiene gran importancia las historias de ambientación que se
corresponde con la modalidad de <<descripción>>, constante a lo largo de la novela.
Pero Gallegos no quiere recrear solo el paisaje y costumbres de una región, sino
plantear un conflicto ideológico entre la civilización y la barbarie, siguiendo la conocida
teoría de Sarmiento (romántico argentino). Esta carga ideológica de la novela se
manifiesta también en todos los capítulos. Por último, la modalidad de acción es la que
a través de los personajes, desarrolla los temas anteriores y conforma el mundo
novelesco. La historia de Santos Luzardo es la historia del reencuentro con sus orígenes
familiares en las tierras del Llano, de su cruzada contra la barbarie, de su apostolado
civilizador y del nacimiento del sentimiento amoroso hacia Marisela. Además, la historia
de Doña Bárbara es la de una venganza y un amor, y la de Marisela, la historia de una
heroína romántica. El esquema trazado sería el siguiente: En la Línea A: La historia de
Santos Luzardo. 1ª parte: caps. I, II, IV, V, VIII, X, XII. 2ª parte: caps. I, IV. 3ª parte: III,
V, VIII, XII. La historia de Doña Bárbara la Línea B: 1ª parte: caps. III, VI, IX, XIII. 2ª
parte: caps. I, III, V, VIII, XIII. 3ª parte: I, IV, VII, IX, X, XIII, XIV, XV. Línea C: la historia
de Marisela: 1ª parte: caps. XI. 2ª parte: caps. II, VII, X, XI. 3º parte: caps. II, VI, XI. Línea
D: historias de ambientación: 1º parte: cap. VII. 2º parte: caps. VI, IX, XII. Hay que tener
en cuenta la interdependencia de las líneas narrativas. Por ejemplo, la Línea C no puede
separarse de la Línea A (Luzardo como educador de Marisela y el amor de esta hacia
él), ni tampoco la B de la A (el amor no correspondido de Doña Bárbara a Luzardo). La
estructura distingue dos niveles: el de la historia narrada y el simbólico. 1) Nivel de la
historia narrada: Cuando Santos regresa hacia Altamira con la intención de vender la
hacienda, el lector conoce a este personaje, dispuesto a olvidarse de sus orígenes y
huir a Europa. Sin embargo, Santos, conseguirá redimirse de su pasado y volver a ser
el fundador de una estirpe. Para conocer la importancia debemos mencionar
brevemente la estirpe familiar. La hacienda de Altamira fue fundada por Evaristo
Luzardo en años remoto, se convierte en una de las más importantes de la región y así
permanece hasta los tiempos de José de los Santos, abuelo de Santos Luzardo. La
hacienda se divide entre los hijos de José de los Santos, la parte heredada por José
Luzardo conserva el nombre de Altamira y la que corresponde a su hermana Panchita
pasará a llamarse La Barquereña. La disputa por unas tierras divisorias es origen de la
disputa entre las dos ramas de la familia en la que se mataron Luzardos y Barqueros, y
la tragedia finaliza personificada en el padre de Santos Luzardo, José Luzardo, que mata
a su propio hijo, Félix, y a Sebastián Barquero. Apenas quedan dos supervivientes:
Santos Luzardo y Lorenzo Barquero. Es en esta época cuando aparece Doña Bárbara
que se hace con la hacienda de La Barquereña, que pasará a llamarse El Miedo. Trece
años después de la muerte de su hermano Félix, Santos regresa a Altamira y este es el
momento que inicia la novela y que culmina con el matrimonio de Santos y Marisela, de
manera que las haciendas de Altamira y La Barquereña vuelven a fusionarse en la
Altamira original. La línea narrativa fundamental es esa historia doble de la familia
Luzardo / hacienda de Altamira. En la novela se narra un periodo de esa historia y l resto
de las líneas narrativas dependen de ella. La novela gira en torno a la oposición Doña
Bárbara–Santos Luzardo, o lo que es lo mismo, el conflicto entre <<barbarie>> y
<<civilización>> y sobre la relación de estos personajes se realiza la acción. Sin
embargo, Luzardo es el centro, sobre él giran el resto de personajes incluida Doña
Bárbara, en función de su papel regenerador que se corresponde con el nivel simbólico
de la novela. La única fecha mencionada concreta nos la ofrece el narrador: <<Fue
cuando la guerra entre España y los Estados Unidos>, y el momento de la muerte de
Félix ocurre cuando <<Había terminado ya con la victoria de los norteamericanos la
desigual contienda>>. Es decir, nos encontramos en torno a 1898. En ese año Santos
tenía 14 años cuando se fue, y regresó 13 años después a la edad de 27 años en el año
1911, ese, pues, es el año donde se debe situar el comienzo de la narración novelesca.
Este hecho puede tener un valor simbólico. 1898 es la fecha clave que simboliza el fin
definitivo del imperio español en América, el hecho de que la tragedia de los Luzardo se
sitúe en esa fecha puede interpretarse (o no) como el final de una época para l clase de
los mantuanos, de la aristocracia criolla venezolana. Por otra parte, el año 1911 supone
el inicio de la dictadura de Gómez y no debe olvidarse que la misión de Santos es la de
acabar con la <<barbarie>>. El otro nivel de la novela es el Simbólico: Para Gallegos,
el Llano, después de conocerlo personalmente se convirtió en expresión genuina del
pueblo venezolano; los capítulos de ambientación dejan bien claro que la novela es un
canto lírico y épico a esas tierras. El tema del conflicto entre la civilización y barbarie
aparece en la novela desde la primera a la última página. La estructura bipolar Doña
Bárbara–Santos Luzardo, en realidad, tiene un solo núcleo: el personaje de Santos
como símbolo de la civilización. El resto de personajes simbolizan al comienzo de la
novela la barbarie. En el transcurso de la narración podrá el lector apreciar cómo la
civilización se impone sobre la barbarie. La acción civilizadora de Santos se podría
trazar así: a) Regeneración del propio tronco familiar que ha llegado a su máxima
expresión de barbarie con los acontecimientos trágicos situados alrededor de 1898; b)
proceso civilizador de los trabajadores de Altamira mediante la acción ejemplarizante de
Santos, aunque este proceso regenerador no llega sino al final de la novela; c) La
educación de Marisela. En este personaje simboliza Gallegos su concepción de la
bondad inherente al ser humano. Su primitivismo inicial solo es consecuencia del
ambiente de barbarie que domina el Llano, y al ser <<transplantada>> a Altamira, los
efectos de la civilización tienen un efecto inmediato. Marisela y Doña Bárbara son las
dos caras de una misma moneda: Marisela se encuentra con Luzardo y Bárbarita
(ambas tienen 15 años en ese momento); con el amor de Asdrúbal, pero esta última se
transforma en personaje bárbaro cuando asesinan a Asdrúbal y a ella la violan; d)
Extirpación de un mal, simbolizado en Doña Bárbara y los personajes que se sitúan en
su área de influencia. El enfrentamiento entre civilización y barbarie se hace también
patente en el simbolismo del léxico y se muchas acciones particulares de la novela. Los
más significativos: Doña Bárbara frente a Luzardo; Altamira frente a Miedo; Míster
Danger o Míster Peligro; el espanto del Bramador, el caimán que es muerto por los
peones de Altamira; el Brujeador. Para apreciar mejor dicho enfrentamiento,
comparémosla con otras dos novelas: La Vorágine y Don Segundo Sombra;
pertenecientes a la corriente mundonovista de la época. Las tres deudoras de la
confrontación sarmentiana entre civilización y barbarie. Sarmiento quería librarse de la
barbarie a través de la civilización, pero la barbarie la presentaba como modelo de la
sociedad rural desde una visión muy negativa a causa de una visión determinista del
medio natural, problemas étnicos y falta de preparación. Estas condiciones se repiten
de alguna manera en Gallegos, sin embargo, para este último la implantación de la
civilización no exige la desaparición de la barbarie, porque si para Sarmiento
<<barbarie>> es sinónimo de caciquismo y violencia; Rómulo lo amplia a la vida natural
del ambiente rural, y en este sentido sí es visto positivamente. Lo que pretende Rómulo
es crear una vida perfecta trayendo el progreso de la civilización y fundiéndolo con la
vida natural que sirva como base primera. Se trataría, pues, de eliminar la parte negativa
de la barbarie, es decir, la violencia. Para los creadores de las novelas citadas, la
civilización aparece como algo artificial carente de autenticidad. En su posición se
decanta más claramente en favor de la barbarie que ellos conciben realmente como
sinónimo de <<naturaleza>>. Arturo Cova, protagonista en La Vorágine queda atrapado
completamente por la selva y despojado de sus costumbres civilizadas para convertirse
en un hombre mucho más auténtico. La civilización, que en Gallegos se asocia al
modelo de bienestar de la sociedad burguesa, ha pasado a ser punto de crítica para
Güiraldes y Rivera, actitud que seguirán los narradores hispanoamericanos a partir de
los años cincuenta. Los tres coinciden en lo que podríamos llamar <<utopía
americana>>, la visión idealizada de la Naturaleza y de su poderoso influjo en la vida
del hombre.
LA CREACIÓN DE LOS PERSONAJES
Los personajes de la novela nacen del conflicto ideológico ya mencionado pero alcanzan
una personalidad propia que los independiza desde el punto de vista de la creación
literaria. Gallegos da vida a sus personajes, y trata por igual a los importantes y a los
secundarios; como por ejemplo, el enamorado de Marisela, Juan Primito. Santos
Luzardo es un personaje un tanto acartonado debido al simbolismo que pesa sobre él.
Al encarnar la perfección, muchas de sus acciones y de su forma de sentir y de pensar
están ya tan mediatizadas que adolecen de falta de vitalidad. No obstante, sus dudas,
la pérdida de confianza en su propio proyecto educador, contribuyen a dar vida a un
personaje trazado de manera demasiado plana. Se humaniza cuando deja de funcionar
a nivel simbólico como aquella vez cuando pretende que Marisela le enseñe su rostro y
surge un Santos tierno e irónico a la vez. Pero sin duda, el personaje mejor caracterizado
es el de Doña Bárbara, Existía el peligro de crear un personaje demasiado dominado
por el símbolo que encarna, el de la barbarie. Sin embargo, don Rómulo consiguió crear
un personaje de gran complejidad: es violenta, dominante, viste como los hombres, y
los aventaja en las tareas campestres, pero no puede olvidar el amor frustrado de su
juventud y que, cuando encuentra a Santos Luzardo, siente renacer. No es Luzardo
quien vence a Doña Bárbara, sino que ella, purificada por el sentimiento amoroso,
intenta con sus concesiones atraerlo y al no poder conseguirlo abandona la haciendo
de El Miedo. Este hecho es el que explica el cambio de actitud de este personaje y el
de Marisela. También ella, enamorada de Santos Luzardo, acepta el proceso educador,
no por sus dones, sino por amor. La peripecia novelesca se impone al simbolismo
ideológico porque el éxito que Santos consigue no es tanto por su propia acción
civilizadora sino por el amor que despierta en Doña Bárbara y Marisela. A pesar de ser
una nivela de tesis con su componente ideológico, Gallegos consigue crear un mundo
ficticio con personajes inolvidables. El lector tiene ante sí una novela clásica
representativa de la narrativa hispanoamericana de la primera mitad del siglo XX; y aún
hoy se hace deliciosa su lectura, hágalo, no le defraudará.

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