La década de los sesenta del siglo XX estuvo marcada por las corrientes formalistas que creían que el análisis de la obra literaria podía circunscribirse a la obra misma sin tener en cuenta su contexto. Se despreció el historicismo y el biografismo, ya que, nada tenía que ver con el análisis literario. El tiempo pasó y la crítica asumió la importancia del contexto que rodeaba a la obra en su totalidad. Conocer la vida del autor nos puede aportar datos importantes que nos ayuden a comprender la presencia de determinados elementos en la obra literaria. En Rómulo Gallegos se establece una correspondencia entre su vida y su obra literaria, ya que la literatura le sirvió como vehículo de expresión de sus ideas. Nuestro autor nace en Caracas en 1884 y su infancia marcaría su forma de ver la vida en su edad adulta. Desde la independencia, Venezuela había vivido inmersa en una continua guerra civil por una sucesión interminable de golpes militares entre dos grupos políticos, conservadores y liberales, creando un clima social que propiciaba que la población asistiese ya impasible a los cambios en el gobierno de la nación. El padre de Rómulo es el reflejo de las clases medias venezolanas, amante del orden, la paz y la tranquilidad; pero incapacitada para reaccionar y su única aspiración es mantenerse al margen de posibles revoluciones; y Guzmán Blanco, caudillo por aquel entonces, se podía apreciar en aquel entonces un clima de paz, a pesar de la falta de libertad, abuso de poder, etc.; La familia de Rómulo era, pues, de posición conservadora, pero el padre, ferviente católico, no veía con buenos ojos la política anticlerical de Guzmán Blanco. Las amistades que Gallegos establece en la universidad serán fundamentales para su concienciación social y política; y será en esta época cuando Rómulo comience a escribir sobre la situación de la sociedad venezolana. A lo largo de su infancia y hasta ese momento, Gallegos tomó consciencia de que la situación política en Venezuela no había variado lo más mínimo. A la paz impuesta por el autoritarismo de Guzmán Blanco, le sucede un periodo de gran inestabilidad política y de frecuentes revoluciones caudillistas; al final, Cipriano Castro se hace con el poder. En la universidad, la fe religiosa que su padre le había impuesto se tambalea, fruto de las reformas de Guzmán Blanco, en las que había propiciado una universidad laica y librepensadora. Rómulo, junto con sus amigos, se fue distanciando de la ideología familiar. Castro cede el poder a su segundo, la sociedad venezolana ya está cansada del autoritarismo de Castro, y pensaron que este segundo, desconocido, sería más fácil de manejar; pero nada más lejos de la realidad porque se mantuvo en el poder durante 27 años. A pesar de ello, Rómulo y los suyos quisieron hacerse oír y fundaron la revista La Alborada en 1909. Lo que les hizo ir adelante fue el amor por su patria; envenenada por la pobreza y la ignorancia; fue ese dolor lo que causó la necesidad de expresarse. La revista fue pensada en principio como revista de arte y literatura, pero la mayoría de sus creadores eran, si no revolucionarios, sí reformistas, que aspiraban a fortalecer una clase media de tipo burguesa. La expresión era contundente, de ataque a la tiranía y de amor absoluto por su pueblo; y el gobierno tomó cartas en el asunto fijando normas que limitasen más todavía la libertad de expresión y los redactores decidieron cesar su publicación. Rómulo se inicia como escritor en La Alborada con un total de 15 artículos ensayísticos. Su narrativa será fiel expresión de sus ideas sobre la realidad venezolana y de sus propuestas para mejorar la situación social. Sus cuentos y novelas pueden calificarse como obras de <<tesis>>, lo que no indica menoscabo de sus cualidades literarias. En sus artículos hay dos temas que le obsesionan: la política y la educación. En política, ataca al caudillismo, la ignorancia y pasividad del pueblo, las cuales, solo pueden ser combatidas a partir de una élite social que se proponga hacerlos conscientes y salir juntos de aquella situación. De ahí la importancia de la educación en ese proceso. En sus artículos hay una idea fundamental: en Venezuela no se respetan las leyes y esta es la causa de todos los males. Los partidos políticos, más que defender una ideología, tratan a toda costa de mantener en el poder al caudillo que les favorece. Y al no respetar las leyes constitucionales, el incumplimiento de las leyes restantes se hace costumbre, como consecuencia, la sociedad venezolana está enferma. Solo a través de la educación conseguirá el pueblo venezolano una sociedad justa y moderna. Para Gallegos, la educación no es simple acumulación de conocimientos, se necesita de una actividad de tipo moral con la que pueda alcanzarse un sentimiento de la propia dignidad humana; y el papel de los intelectuales para aplicarla es vital. En este momento la ideología de Gallegos no es hecho concreto y aplicable, más bien de índole moral, utópica o idealista; pero no por ello menos importante, ya que, tal empeño regeneracionista se inscribe en la base de su obra literaria. No tenemos demasiada información de su preparación literaria; a lo largo de su obra no se perciben diferencias notables y se mantuvo fiel a la tradición narrativa realista del siglo XIX. Este aparente anacronismo no lo es tanto si tenemos en cuenta la evolución de la narrativa hispanoamericana en la primera mitad del siglo XX. Pero Gallegos, no pareció demasiado interesado por las nuevas técnicas de la narrativa contemporánea –Kafka, Proust, Joyce–. Los cuentos que escribió se conciben como una especie de preparación a su quehacer novelístico; algunos de ellos pasaron como capítulos de sus novelas. Un total de treinta cuentos que podrían dividirse en 3 grupos: a) crítica de costumbres; b) los de ambiente criollo donde asoma la antinomia entre civilización y barbarie, el arribismo, el conflicto del mestizaje de razas y castas; c) los que describen pasiones, desequilibrios y anormalidades. En conclusión: Rómulo nos ofrece en sus cuentos una visión pesimista de Venezuela, las cosas no habían cambiado nada y solo quedaba el refugio escapista, marcharse a Europa, sin embargo, el compromiso que tenía Gallegos con su país le impedía adoptar tal postura. Dos hechos en su experiencia personal que le marcaron, la muerte de su esposa que lo llevó a una profunda depresión y su actividad como educador desde 1912 hasta 1930, año en que comienza su etapa como político. En ese tiempo pudo Rómulo poner en práctica sus teorías sobre la educación SUS PRIMERAS NOVELAS En 1920 publicó Rómulo su primera novela. Una alegoría sobre su visión de la sociedad venezolana en aquellos años. Los temas tratados en La Alborada y sus cuentos de los años anteriores encuentran aquí su síntesis. En Reinaldo Solar nos muestra una galería de personajes fracasados que ya aparecían en sus cuentos, pero consigue ofrecernos una radiografía de la sociedad venezolana desde una perspectiva histórica. Su protagonista, Reinaldo Solar, símbolo de una <<civilización>> de una sociedad colonial que se extingue con los nuevos tiempos: hombre culto, inteligente, idealista, pero sus privilegios son ya un anacronismo. La regeneración de Venezuela no puede venir de esa minoría que ya ha cumplido su papel en la historia. Frente a él se alza una clase mestiza, vital y sin experiencia, pero que representa el futuro del país. Reinaldo intenta ser líder de esa nueva sociedad con el uso de la fuerza; finalmente muere y con él su estirpe. Al final se impone la <<barbarie>> con el triunfo del caudillismo. Gallegos sigue observando con pesimismo la situación de Venezuela: la <<barbarie>> se impone sobre la <<civilización>> porque la sociedad carece de una concienciación reformista. En 1922 escribe El forastero, la cual no publicó por miedo a Gómez, ya que, uno de los personajes estaba inspirado en este dictador. Nuevamente nos ofrece Gallegos un ambiente dominado por la barbarie caudillista con personajes potentes como Hermenegildo Guavire, violento cacique que anticipa al personaje de Doña Bárbara. En novelas posteriores insiste en un problema que para el autor era de vital importancia para la regeneración del pueblo venezolano: el problema del mestizaje. Hablamos de La casa de los Cedeño y La trepadora. Las diferencias entre la sociedad criolla y la mestiza parecían insalvables. Gallegos propone en sus obras como posible solución experimental una seria de matrimonios mixtos con el fin de que ambas partes pudieran sentirse como una sola, mestizaje, entre mestizos y criollos. El resultado es óptimo y por primera vez encuentra Rómulo una solución positiva a los múltiples problemas que veía en la sociedad venezolana. La <<civilización>> término ligado a la sociedad criolla, también podía llegar al resto del pueblo, cosa imprescindible para acabar con la confrontación, <<la barbarie>>, la causante de la violencia, de los caciques, y en definitiva, de la constante presencia de dictadores en la cúspide del Estado. Dos hechos más ocurren en su vida que me parecen importantes; conoció a un dictador personalmente y a este no le gustó para nada nuestro autor; el otro, cuando vino a Europa pasó por Lourdes, lugar de peregrinación a la virgen en Francia; y reconoció haber recuperado un sentimiento del que había huido y se sentía muy feliz. Es decir, Gallegos recuperó en Francia la religiosidad que su familia le inculcó desde su niñez. LAS GRANDES CREACIONES A medida que el autor aumentaba su fama y prestigio, el dictador Gómez fue aceptándolo y respetándolo. Casi inmediatamente se le propuso como senador y Gallegos no tuvo valor para rechazar el cargo, lo que hubiera supuesto enfrentarse a Gómez. Los rumores de que el dictador pensaba en él como ministro de educación provocaban en el escritor una pelea interna que lo llevó a marcharse a Europa. Por una parte, la posibilidad de soñar con aplicar sus teorías en toda la nación, pero con los pies en el suelo, Rómulo se daba cuenta de que nunca se lo permitirían y además, casi sin darse cuenta estaba colaborando con uno de esos regímenes dictatoriales que tanto aborrecía. Se exilió a Nueva York y cuando Gómez dejó de ser dictador para convertirse en presidente constitucional se enfrentó a él. En el año 1932 Gallegos viene a España donde vivió hasta principios de 1936, momento en que regresó a su país, tras la muerte semanas antes de Gómez. El recibimiento fue apoteósico, se le recibió como a un triunfador. El nuevo presidente, López Contreras decide poner fin a la era gomecista y se inicia el reformismo tan anhelado por Rómulo durante toda su vida. En su novela Cantaclaro plantea también el tema de la sociedad venezolana en los conocidos términos de <<civilización-barbarie>>. El protagonista es el pueblo, quien ha despertado y busca un dirigente que lo libere de su situación, sin embargo, aquí Gallegos no encuentra una solución tan lineal y definida como en Doña Bárbara. Ni la <<civilización>> ni la <<barbarie>> se definen con el esquematismo anterior, y los personajes son más complejos, símbolos de una determinada idea, y muy diferentes de los de las anteriores novelas. En Canaima vuelve a incidir con el mismo tema pero el espacio ahora es la selva la protagonista. Marcos Vargas, después de matar a Cholo Parima para vengar a uno de los peores sometidos por la injusticia del mundo cauchero. Para Gallegos la selva es símbolo de la naturaleza bárbara que arrastra al hombre civilizado. En el protagonista, al igual que en otras obras del autor, se simbolizan los fracasos y tiene esos rasgos de hombría de los demás líderes carismáticos. Al final, el hijo nacido en la selva parece simbolizar ese nuevo hombre en que se funden de manera armónica la naturaleza (<<barbarie>>) y la civilización. La política absorbe a Gallegos y se ve obligado a elegir. En 1941, el Partido Democrático Nacional le propone como presidente; se crea un nuevo partido Acción Demócrata, del que Gallegos es su primer presidente. En 1947, en las primeras elecciones libres de Venezuela, Gallegos es elegido presidente de la nación. En 1948 tomó posesión del cargo pero meses después el ejército se subleva y la experiencia democrática muere prematuramente. Se exilia primero a Cuba y después a México. Regresará en 1958 por petición de la multitud pero ya no se dedicará a la política. Una nueva generación le ha sustituido. En resumen, la obra literaria galleguiana es reiterativa en su temática y le sirvió a su autor para expresar su angustia ante la realidad de su país. En ningún momento abandonó su papel de educador y a través de sus novelas quiso dejar un mensaje que tuviese utilidad práctica para su propio país y su época. El éxito fuera de sus fronteras nos desvela que consiguió crear un mundo de ficción cuyos valores trascendían lo regional y permitían a todo tipo de lectores identificarse con unos problemas de índole universal. Con él culminaba la tendencia realista y las nuevas generaciones que, a partir de los años cincuenta, toman el relevo, lo consideraron caduco porque las nuevas técnicas narrativas eran muy diferentes; pero, tras pasada la novedad, se impuso el reconocimiento de un escritor irrepetible, apasionado, que impregnaba sus obras de verdad y corazón. DOÑA BÁRBARA En 1929 la editorial Araluce de Barcelona publica Doña Bárbara. El éxito fue inmediato y la prestigiosa asociación española del <<Mejor libro del mes>>, le otorgó dicho galardón. A pesar de ello, la novela no estaba definitivamente escrita, ya que, para la 3ª edición, Rómulo la revisó y modificó algunos capítulos. Con las variantes de estilo que introdujo para la edición de 1954 la novela adquiriría la forma que conocemos hoy. Doña Bárbara se inscribe en la tendencia denominada <<mundonovismo>>, que fue la dominante en la narrativa hispanoamericana entre 1920 y 1940. Sus narradores abandonan la temática universal del modernismo y aspiran a crear una literatura de fuerte sabor <<americano>>. Surge así la novela indigenista, también llamada del llano, de la selva, o de la pampa. Las novelas más importantes de este ciclo son: La Vorágine, Don Segundo Sombra, y Doña Bárbara. TÉCNICA NARRATIVA El exotismo de la escena inicial –un bongo que navega por aguas peligrosas en las que acechan los caimanes– sitúa al lector ante la perspectiva del relato de aventuras. La novela aúna la acción con la descripción de costumbres que para el lector son exóticas. Además, quería lanzar el mensaje: a través de la acción en los llanos venezolanos, Gallegos quería mostrar los problemas que aquejaban a la sociedad de su país. Los distintos elementos que conforman el mundo narrativo de Doña Bárbara se puede separar en tres modalidades narrativas: Acción. Descripción. Ideología. No funcionan aisladamente, sino que se observa una perfecta unión entre ellas. Un narrador omnisciente se encarga de ofrecer al lector todos los detalles de la historia narrada: ambientación, caracterización de personajes, explicaciones minuciosas, etc. En cuanto al lenguaje; debemos pensar que cuando un autor emplea un lenguaje, este, puede o no seguir los patrones normativos de su época. Pero si tiene características <<especiales>>, su análisis es importante porque solo se justificaría su presencia su funciona como elemento más en el proceso creativo. Este es el caso de Doña Bárbara, novela en la que se pretende dar una sensación de realismo mediante la utilización de un lenguaje marcadamente popular. El lenguaje coloquial de los personajes llaneros, la utilización de un vocabulario localista, la deformación fonética del lenguaje hablado, son algunos de los elementos, que caracterizan un lenguaje, cuyo registro pretende reproducir de la forma más fiel posible el habla regionalista del llano venezolano. Fundamental para la creación y caracterización de personajes como Marisela, en oposición a los que utilizan el lenguaje <<civilizado>> y al propio narrador, que utiliza un lenguaje más común. ESTRUCTURA DE LA NOVELA La novela se divide en 3 partes, guardando un equilibrio en el número de capítulos (13 las dos primeras, 15 la última). Esta estructura tripartita es la misma que utiliza en sus novelas; que demuestra el gusto del autor por la ordenación más tradicional para facilitar al lector la comprensión de la historia narrada. Así, podremos hablar de una especie de Introducción, Desarrollo y Desenlace. Doña Bárbara es una historia sobre el llano venezolano y por eso tiene gran importancia las historias de ambientación que se corresponde con la modalidad de <<descripción>>, constante a lo largo de la novela. Pero Gallegos no quiere recrear solo el paisaje y costumbres de una región, sino plantear un conflicto ideológico entre la civilización y la barbarie, siguiendo la conocida teoría de Sarmiento (romántico argentino). Esta carga ideológica de la novela se manifiesta también en todos los capítulos. Por último, la modalidad de acción es la que a través de los personajes, desarrolla los temas anteriores y conforma el mundo novelesco. La historia de Santos Luzardo es la historia del reencuentro con sus orígenes familiares en las tierras del Llano, de su cruzada contra la barbarie, de su apostolado civilizador y del nacimiento del sentimiento amoroso hacia Marisela. Además, la historia de Doña Bárbara es la de una venganza y un amor, y la de Marisela, la historia de una heroína romántica. El esquema trazado sería el siguiente: En la Línea A: La historia de Santos Luzardo. 1ª parte: caps. I, II, IV, V, VIII, X, XII. 2ª parte: caps. I, IV. 3ª parte: III, V, VIII, XII. La historia de Doña Bárbara la Línea B: 1ª parte: caps. III, VI, IX, XIII. 2ª parte: caps. I, III, V, VIII, XIII. 3ª parte: I, IV, VII, IX, X, XIII, XIV, XV. Línea C: la historia de Marisela: 1ª parte: caps. XI. 2ª parte: caps. II, VII, X, XI. 3º parte: caps. II, VI, XI. Línea D: historias de ambientación: 1º parte: cap. VII. 2º parte: caps. VI, IX, XII. Hay que tener en cuenta la interdependencia de las líneas narrativas. Por ejemplo, la Línea C no puede separarse de la Línea A (Luzardo como educador de Marisela y el amor de esta hacia él), ni tampoco la B de la A (el amor no correspondido de Doña Bárbara a Luzardo). La estructura distingue dos niveles: el de la historia narrada y el simbólico. 1) Nivel de la historia narrada: Cuando Santos regresa hacia Altamira con la intención de vender la hacienda, el lector conoce a este personaje, dispuesto a olvidarse de sus orígenes y huir a Europa. Sin embargo, Santos, conseguirá redimirse de su pasado y volver a ser el fundador de una estirpe. Para conocer la importancia debemos mencionar brevemente la estirpe familiar. La hacienda de Altamira fue fundada por Evaristo Luzardo en años remoto, se convierte en una de las más importantes de la región y así permanece hasta los tiempos de José de los Santos, abuelo de Santos Luzardo. La hacienda se divide entre los hijos de José de los Santos, la parte heredada por José Luzardo conserva el nombre de Altamira y la que corresponde a su hermana Panchita pasará a llamarse La Barquereña. La disputa por unas tierras divisorias es origen de la disputa entre las dos ramas de la familia en la que se mataron Luzardos y Barqueros, y la tragedia finaliza personificada en el padre de Santos Luzardo, José Luzardo, que mata a su propio hijo, Félix, y a Sebastián Barquero. Apenas quedan dos supervivientes: Santos Luzardo y Lorenzo Barquero. Es en esta época cuando aparece Doña Bárbara que se hace con la hacienda de La Barquereña, que pasará a llamarse El Miedo. Trece años después de la muerte de su hermano Félix, Santos regresa a Altamira y este es el momento que inicia la novela y que culmina con el matrimonio de Santos y Marisela, de manera que las haciendas de Altamira y La Barquereña vuelven a fusionarse en la Altamira original. La línea narrativa fundamental es esa historia doble de la familia Luzardo / hacienda de Altamira. En la novela se narra un periodo de esa historia y l resto de las líneas narrativas dependen de ella. La novela gira en torno a la oposición Doña Bárbara–Santos Luzardo, o lo que es lo mismo, el conflicto entre <<barbarie>> y <<civilización>> y sobre la relación de estos personajes se realiza la acción. Sin embargo, Luzardo es el centro, sobre él giran el resto de personajes incluida Doña Bárbara, en función de su papel regenerador que se corresponde con el nivel simbólico de la novela. La única fecha mencionada concreta nos la ofrece el narrador: <<Fue cuando la guerra entre España y los Estados Unidos>, y el momento de la muerte de Félix ocurre cuando <<Había terminado ya con la victoria de los norteamericanos la desigual contienda>>. Es decir, nos encontramos en torno a 1898. En ese año Santos tenía 14 años cuando se fue, y regresó 13 años después a la edad de 27 años en el año 1911, ese, pues, es el año donde se debe situar el comienzo de la narración novelesca. Este hecho puede tener un valor simbólico. 1898 es la fecha clave que simboliza el fin definitivo del imperio español en América, el hecho de que la tragedia de los Luzardo se sitúe en esa fecha puede interpretarse (o no) como el final de una época para l clase de los mantuanos, de la aristocracia criolla venezolana. Por otra parte, el año 1911 supone el inicio de la dictadura de Gómez y no debe olvidarse que la misión de Santos es la de acabar con la <<barbarie>>. El otro nivel de la novela es el Simbólico: Para Gallegos, el Llano, después de conocerlo personalmente se convirtió en expresión genuina del pueblo venezolano; los capítulos de ambientación dejan bien claro que la novela es un canto lírico y épico a esas tierras. El tema del conflicto entre la civilización y barbarie aparece en la novela desde la primera a la última página. La estructura bipolar Doña Bárbara–Santos Luzardo, en realidad, tiene un solo núcleo: el personaje de Santos como símbolo de la civilización. El resto de personajes simbolizan al comienzo de la novela la barbarie. En el transcurso de la narración podrá el lector apreciar cómo la civilización se impone sobre la barbarie. La acción civilizadora de Santos se podría trazar así: a) Regeneración del propio tronco familiar que ha llegado a su máxima expresión de barbarie con los acontecimientos trágicos situados alrededor de 1898; b) proceso civilizador de los trabajadores de Altamira mediante la acción ejemplarizante de Santos, aunque este proceso regenerador no llega sino al final de la novela; c) La educación de Marisela. En este personaje simboliza Gallegos su concepción de la bondad inherente al ser humano. Su primitivismo inicial solo es consecuencia del ambiente de barbarie que domina el Llano, y al ser <<transplantada>> a Altamira, los efectos de la civilización tienen un efecto inmediato. Marisela y Doña Bárbara son las dos caras de una misma moneda: Marisela se encuentra con Luzardo y Bárbarita (ambas tienen 15 años en ese momento); con el amor de Asdrúbal, pero esta última se transforma en personaje bárbaro cuando asesinan a Asdrúbal y a ella la violan; d) Extirpación de un mal, simbolizado en Doña Bárbara y los personajes que se sitúan en su área de influencia. El enfrentamiento entre civilización y barbarie se hace también patente en el simbolismo del léxico y se muchas acciones particulares de la novela. Los más significativos: Doña Bárbara frente a Luzardo; Altamira frente a Miedo; Míster Danger o Míster Peligro; el espanto del Bramador, el caimán que es muerto por los peones de Altamira; el Brujeador. Para apreciar mejor dicho enfrentamiento, comparémosla con otras dos novelas: La Vorágine y Don Segundo Sombra; pertenecientes a la corriente mundonovista de la época. Las tres deudoras de la confrontación sarmentiana entre civilización y barbarie. Sarmiento quería librarse de la barbarie a través de la civilización, pero la barbarie la presentaba como modelo de la sociedad rural desde una visión muy negativa a causa de una visión determinista del medio natural, problemas étnicos y falta de preparación. Estas condiciones se repiten de alguna manera en Gallegos, sin embargo, para este último la implantación de la civilización no exige la desaparición de la barbarie, porque si para Sarmiento <<barbarie>> es sinónimo de caciquismo y violencia; Rómulo lo amplia a la vida natural del ambiente rural, y en este sentido sí es visto positivamente. Lo que pretende Rómulo es crear una vida perfecta trayendo el progreso de la civilización y fundiéndolo con la vida natural que sirva como base primera. Se trataría, pues, de eliminar la parte negativa de la barbarie, es decir, la violencia. Para los creadores de las novelas citadas, la civilización aparece como algo artificial carente de autenticidad. En su posición se decanta más claramente en favor de la barbarie que ellos conciben realmente como sinónimo de <<naturaleza>>. Arturo Cova, protagonista en La Vorágine queda atrapado completamente por la selva y despojado de sus costumbres civilizadas para convertirse en un hombre mucho más auténtico. La civilización, que en Gallegos se asocia al modelo de bienestar de la sociedad burguesa, ha pasado a ser punto de crítica para Güiraldes y Rivera, actitud que seguirán los narradores hispanoamericanos a partir de los años cincuenta. Los tres coinciden en lo que podríamos llamar <<utopía americana>>, la visión idealizada de la Naturaleza y de su poderoso influjo en la vida del hombre. LA CREACIÓN DE LOS PERSONAJES Los personajes de la novela nacen del conflicto ideológico ya mencionado pero alcanzan una personalidad propia que los independiza desde el punto de vista de la creación literaria. Gallegos da vida a sus personajes, y trata por igual a los importantes y a los secundarios; como por ejemplo, el enamorado de Marisela, Juan Primito. Santos Luzardo es un personaje un tanto acartonado debido al simbolismo que pesa sobre él. Al encarnar la perfección, muchas de sus acciones y de su forma de sentir y de pensar están ya tan mediatizadas que adolecen de falta de vitalidad. No obstante, sus dudas, la pérdida de confianza en su propio proyecto educador, contribuyen a dar vida a un personaje trazado de manera demasiado plana. Se humaniza cuando deja de funcionar a nivel simbólico como aquella vez cuando pretende que Marisela le enseñe su rostro y surge un Santos tierno e irónico a la vez. Pero sin duda, el personaje mejor caracterizado es el de Doña Bárbara, Existía el peligro de crear un personaje demasiado dominado por el símbolo que encarna, el de la barbarie. Sin embargo, don Rómulo consiguió crear un personaje de gran complejidad: es violenta, dominante, viste como los hombres, y los aventaja en las tareas campestres, pero no puede olvidar el amor frustrado de su juventud y que, cuando encuentra a Santos Luzardo, siente renacer. No es Luzardo quien vence a Doña Bárbara, sino que ella, purificada por el sentimiento amoroso, intenta con sus concesiones atraerlo y al no poder conseguirlo abandona la haciendo de El Miedo. Este hecho es el que explica el cambio de actitud de este personaje y el de Marisela. También ella, enamorada de Santos Luzardo, acepta el proceso educador, no por sus dones, sino por amor. La peripecia novelesca se impone al simbolismo ideológico porque el éxito que Santos consigue no es tanto por su propia acción civilizadora sino por el amor que despierta en Doña Bárbara y Marisela. A pesar de ser una nivela de tesis con su componente ideológico, Gallegos consigue crear un mundo ficticio con personajes inolvidables. El lector tiene ante sí una novela clásica representativa de la narrativa hispanoamericana de la primera mitad del siglo XX; y aún hoy se hace deliciosa su lectura, hágalo, no le defraudará.
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