Vous êtes sur la page 1sur 1

REGLA I de otras recíprocamente; sino que piense tan sólo en acrecentar la luz natural de la razón,

no para resolver esta o aquella dificultad de escuela, sino para que en cada circunstancia
El fin de los estudios debe ser la dirección del espíritu para que emita juicios sólidos y de la vida el entendimiento muestre a la voluntad qué se ha de elegir; y pronto se
verdaderos de todo lo que se le presente. admirará de haber hecho progresos mucho mayores que los que se dedican a estudios
particulares, y de haber conseguido no sólo todo aquello que los otros desean, sino
Es costumbre de los hombres el que, cuantas veces reconocen alguna semejanza entre además logros más elevados que lo que ellos pueden esperar. /
dos cosas, atribuyan a ambas, aun en aquello en que son diversas, lo que descubrieron ser
verdad en una de ellas. Así, comparando equivocadamente las ciencias, que en todas sus
partes consisten en el conocimiento del espíritu, con las artes, que requieren cierto
ejercicio y hábito del cuerpo, y viendo que no pueden ser aprendidas al mismo tiempo
todas las artes por un mismo hombre, sino que aquel artista que ejerce solamente una,
llega a ser más fácilmente el mejor, / puesto que las mismas manos no pueden adaptarse
al cultivo de los campos y a tocar la cítara, o a varios trabajos del mismo modo diferentes,
con tanta facilidad como a uno solo de ellos, creyeron también lo mismo de las ciencias y
distinguiéndolas unas de otras por la diversidad de sus objetos, pensaron que cada una
debía adquirirse por separado, prescindiendo de todas las demás. En lo que evidentemente
se engañaron. Pues no siendo todas las ciencias otra cosa que la sabiduría humana, que
permanece siempre una y la misma, aunque aplicada a diferentes objetos, y no recibiendo
de ellos mayor diferenciación que la que recibe la luz del sol de la variedad de las cosas
que ilumina, no es necesario coartar los espíritus con delimitación alguna, pues el
conocimiento de una verdad no nos aparta del descubrimiento de otra, como el ejercicio
del arte no nos impide el aprendizaje de otro, sino más bien nos ayuda. Y, en verdad, me
parece asombroso que casi todo el mundo estudie a fondo y con toda atención las
costumbres de los hombres, las propiedades de las plantas, los movimientos de los astros,
las transformaciones de los metales y otros objetos de ciencias semejantes, mientras que
casi nadie se preocupa del buen sentido o de esta sabiduría universal, cuando, sin
embargo, todas las otras cosas deben ser apreciadas no tanto por sí mismas cuanto porque
aportan algo a esta. Y por consiguiente no sin razón proponemos esta regla como la
primera de todas, pues nada nos aleja más del recto camino de la búsqueda de la verdad
que el dirigir los estudios no a este fin general, sino a algunos particulares. Yo no hablo
de fines malos y condenables, como la gloria vana y el torpe lucro: pues es transparente
que a estos conducen razones falaces y argucias propias de espíritus vulgares por un
camino mucho más corto / que el que pudiera el conocimiento sólido de la verdad. Sino
que me refiero incluso a los honestos y dignos de alabanza, ya que a menudo nos engañan
de un modo más sutil: así, si buscásemos las ciencias útiles para las comodidades de la
vida, o por aquel placer que se encuentra en la contemplación de la verdad y que es casi la
única felicidad pura de esta vida, no turbada por ningún dolor. Ciertamente podemos
esperar de las ciencias estos legítimos frutos; pero si pensamos en ellos durante nuestro
estudio, con frecuencia hacen que omitamos muchas cosas que son necesarias para el
conocimiento de otras, porque a primera vista parecen poco útiles o poco interesantes. Y
hemos de pensar que están enlazadas de tal modo entre sí todas las ciencias, que es
mucho más fácil aprenderlas todas juntas a la vez, que separar una sola de ellas de las
demás. Así pues, si alguien quiere investigar seriamente la verdad de las cosas, no debe
elegir una ciencia determinada, pues todas están entre sí entrelazadas y dependiendo unas

Vous aimerez peut-être aussi