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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS.

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO.

CURSO:

DERECHO ROMANO
TEMA:

EMANCIPACIÓN
I INTEGRANTES:

TARICUARIMA FERNÁNDEZ ESTEFANY ANDREA


ORDOÑEZ AHUANARI VICTOR FRANCISCO
LIDO ORTIZ MARIA EMILIA
DIAZ HERNANDEZ RUBEN
PINEDO ISUIZA NOLBERTO
LOMAS PIMENTEL LUIS JOSÉ

DOCENTE:

CICLO:

I–D

PUCALLPA- PERÚ.
AÑO: 2018
INTRODUCCIÓN

A los efectos de determinar si una persona tiene plena capacidad de obrar, es decir, si tiene
aptitud jurídica para ejercer derechos y que le sean exigidas obligaciones, solemos tener como
referencia el hecho de si se tiene o no la mayoría de edad. Ahora bien, si bien es cierto que
ello puede ser una regla general para determinar quién es capaz, y quién no, hay que tener en
cuenta otras excepciones

Antes de entrar en la excepción a dicha regla general, hemos de referirnos a las diferencias
jurídicas que hay entre mayores y menores de edad. Tal y como avanzábamos, la mayoría de
edad es el momento en que el ordenamiento jurídico dispone que la persona adquiere la plena
capacidad jurídica. En Perú, se alcanza a los 18 años (Código Civil). Hasta ese momento, y
mientras una persona sea menor de edad, se caracterizará por su dependencia respecto de las
personas que ostentan sobre la patria potestad (padres o tutores) ya que se parte de que no
tiene suficiente capacidad de entendimiento y están necesitados de una especial protección.
Esta dependencia se manifiesta tanto en el ámbito personal como en el patrimonial ya que, si
bien los menores de edad pueden ostentar la titularidad de determinados bienes, la
administración les corresponderá a los padres, salvo las excepciones previstas en la ley.

Ello no significa que los menores de edad no puedan realizar por ellos mismos ningún acto ya
que podrán ejercitar los derechos que le son inherentes a su personalidad y otros actos
jurídicamente eficaces de acuerdo a su madurez como podría ser negocios del día a día de
escasa cuantía.
CONCEPTO DE LA EMANCIPACIÓN

La emancipación es un acto jurídico en el cual un menor de edad es liberado de la patria


potestad o la tutela, o de ambas, y adquiere el gobierno de su persona, así como el goce
y administración de sus bienes, dentro de los límites fijados por la ley.
La emancipación será automática cuando el sujeto cumple la edad establecida en la ley
para tener plena capacidad al igual que el menor, mayor de 14 años, queda emancipado
previa dispensa judicial al contraer matrimonio. Puede ser emancipado antes del
matrimonio o quedar emancipado automáticamente al producirse este.
Sera a instancia de parte cuando por un acta autorizante del padre. Requiere 16 años
mínimo en el menor y su consentimiento y por sentencia judicial mediante un proceso
voluntario iniciado a instancia del hijo. Requiere 16 años mínimo en el menor, la petición
de éste, la audiencia con los padres y la concurrencia de una causa legal. Se produce por
auto judicial e inscripción en el Registro Civil.
La emancipación habilita al menor para regir su persona y bienes como si fuera mayor,
pero hasta que llega a la mayoría de edad no podrá el emancipado tomar dinero a
préstamo, gravar o enajenar bienes, inmuebles y establecimientos mercantiles o
industriales u objetos de extraordinario valor sin el consentimiento de sus padres y, a
falta de ambos, sin el de su curador. El menor emancipado podrá por sí solo comparecer
en juicio.
Se entiende por emancipación el medio de adquirir capacidad plena para cualquier acto
de la vida civil, habilitando al menor de edad para regir su persona y bienes como si
hubiese alcanzado la mayoría de edad, si bien con algunas limitaciones en relación con
su patrimonio. Es, por tanto, una forma de finalización de la patria potestad o de
finalización de la situación de tutela de los menores.
Puesto que hemos dicho que existen algunas limitaciones para el emancipado en
relación con la disposición de su patrimonio, podríamos situar la emancipación como
una situación intermedia entre la minoría y la mayoría de edad, si bien identificada con
ésta última en la mayor parte de las circunstancias vitales del emancipado.
Puesto que las limitaciones son comunes, independientemente del modo de obtención
de la emancipación, nos detendremos, en primer lugar, en señalar esas limitaciones, que
serán: el emancipado no podrá tomar dinero a préstamo, tampoco podrá gravar o
vender bienes inmuebles, ni establecimientos mercantiles o industriales, ni tampoco lo
podrá hacer con objetos de extraordinario valor, salvo que cuente con el complemento
de capacidad (el consentimiento, en definitiva) de sus padres, ya a falta de ambos de su
curador (figura protectora de la que hablaremos algún día); sin embargo, sí podrá
comparecer en juicio por sí mismo.
Como decimos, estas limitaciones son comunes a las diversas formas de obtención de la
emancipación, que según dispone el art. 314 del Código Civil podrá ser obtenida de los
siguientes modos: por concesión paterna, por concesión judicial o por el matrimonio del
menor. El Código incluye un cuarto modo de obtención de la emancipación que sería la
mayoría de edad, pero en tal caso, si bien obviamente el menor se emancipa de la
potestad paterna, lo hace sin limitación alguna al entenderse que con la mayoría de edad
adquiere la plena capacidad de obrar; algunos autores lo resuelven calificando la
mayoría de edad como un método para obtener, de manera automática la emancipación
de la potestad paterna.
La adquisición por concesión paterna consiste en que los propios progenitores
consideren oportuno conceder al hijo menor de edad la situación de emancipación, acto
que debe instrumentarse en escritura pública o por comparecencia ante el Juez
encargado del Registro Civil (artículo 317 del Código Civil). Es requisito inexcusable que
el menor tenga dieciséis años cumplidos y que preste su consentimiento a la
emancipación, debiendo inscribirse en el Registro Civil correspondiente.
Si en la emancipación por concesión paterna la iniciativa era asumida por los
progenitores, en la emancipación por concesión judicial la iniciativa será del propio
menor quien, siempre que haya cumplido los dieciséis años, podrá dirigirse al Juez
solicitando la concesión de la emancipación, ya estén sometidos a la patria potestad o a
la tutela (otra figura protectora de la que también hablaremos algún día); sin embargo,
será necesario que se acredite la conveniencia de la emancipación para que el Juez
pueda concederla. En el caso del menor sometido a tutela será preciso el informe
favorable del Ministerio Fiscal, sin más requisitos complementarios; sin embargo, en el
caso de los menores sujetos a patria potestad se requiere que se haya producido alguno
de los supuestos de hecho contemplados en el art. 320 del Código Civil:

CLASES Y REQUISITOS DE LA EMANCIPACIÓN.


1.) Como se observa, el CC sigue considerando como causa de emancipación la
mayor edad.
El planteamiento del CC. es erróneo, pue olvida que el termino emancipación debería
ser unívoco y no inducir a confusión. En el lenguaje usual no se dice que una persona
es mayor de edad por emancipación, sino simplemente, mayor de edad. La doctrina
ha lamentado que la Ley de 1981, al reformar la materia, no hubiera planteado la
cuestión en terminos precisos distinguiendo de una vez por todas entre la mayoría y la
emancipación como instituciones diversas.
El mayor de edad es capaz para todos los actos de la vida civil, salvo las excepciones
establecidas por el propio Código (art. 322), en cambio, los emancipados por otras
causas tienen una capacidad más limitada. Por ello la doctrina, al tratar de constituir la
institución de la emancipación, prescinde de la primera causa y suele definir la misma
como: “Un acto solemne o beneficio de la Ley por el que se pone termino a la institución
de guarda y que confiere a los menores de edad un grado de capacidad para regir su
persona y bienes similar a la mayoría de edad”

2.) Emancipación por matrimonio.


Según el art. 316: “El matrimonio produce de derecho la emancipación”, es decir, sin
necesidad de ninguna declaración dirigida a emancipar, sino sólo por el hecho de haber
contraido matrimonio válido. Quien por el matrimonio constituye nueva familia, no ha
de seguir sujeto a otra autoridad familiar. Ahora bien, dado que, hoy, para contraer
matrimonio es necesario ser mayor de edad o estar emancipado (art. 46), la
emancipación para contraer matrimonio, se limita a los casos en que el Juez, con justa
causa, haya dispensado el impedimento de edad a los mayores de 14 años.

3.) Emancipación por concesión de los padres.


“Para que tenga lugar la emancipación por concesión de quienes ejerzan la patria
potestad se requiere que el menor tenga dieciséis años cumplidos y que la consienta.
Esta emancipación se otorgará por escritura pública o por comparecencia ante el Juez
encargado del Registro” (art. 317).
Se trata de formas optativas, pero ad solemnitatem.
En orden a los emancipantes se concede por quienes ejerzan la patria potestad, lo cual
exige el consentimiento de ambos progenitores si, como es la situación normal, ambos
están ejerciendo el poder paternal. A falta de acuerdo, parece posible aplicar la regla
general dictada para el caso de desacuerdo de los padres que permite a cualquiera de
ellos acudir al Juez, quien “atribuirá sin ulterior recurso la facultad de decidir al padre
o la madre” (art. 156, párrafo 2º). Según Rodriguez Adrados la emancipación unilateral
sólo podrá ser concedida por el titular único de la patria potestad en los casos
verdaderamente excepcionales:
Que la filiación esté determinada sólo respecto de uno de los progenitores
En los casos del art. 111 de exclusión de la patria potestad
En los casos del art. 170 de privación de la patria potestad.
Art. 318: “La concesión de emancipación habrá de inscribirse en el Registro Civil, no
produciendo entre tanto efecto contra terceros.
Concedida la emancipación, no podrá ser revocada”.
La RDGRN 14 mayo de 1984: la falta de la inscripción en el Registro Civil no impide la
eficacia de la emancipación. La sola escritura pública de emancipación no prueba por
sí misma su inscripción en el Registro Civil. En otra Res. la D.G: dice que a los efectos
del RP. es suficiente con la manifestación del Notario que la escritura se ha remitido al
RC. para su inscripción.

4.) Emancipación por concesión judicial.


“El Juez podrá conceder la emancipación de los hijos mayores de dieciséis años, si éstos
la pidieren y previa audiencia de los padres (art. 320):
1. Cuando quien ejerce la patria potestad contrajere nupcias conviviere maritalmente
con persona distinta del otro progenitor.
2. Cuando los padres vivieren separados”.
Así como la emancipación es un medio para que el menor salga de la patria potestad,
el beneficio de la mayor edad supone un medio para salir de la tutela a la que están
sometidos los menores cuando no lo están a la patria potestad. Pues bien, tal beneficio
ha quedado también asimilada a la emancipación, y es otorgado por el juez, así el art.
321 dice: “También podrá el Juez, previo informe del Ministerio Fiscal, conceder el
beneficio de la mayor edad al sujeto a tutela mayor de dieciséis años que lo solicitare”.
5.) Emancipación por vida independiente.
También podemos hablar de la emancipación mal llamada tácita, ya que es más bien
presunta, por vida independiente, del art. 319: “Se reputará para todos los efectos
como emancipado al hijo mayor de dieciséis años que con el consentimiento de los
padres viviere independientemente de éstos. Los padres podrán revocar este
consentimiento”.
Del tenor del precepto y de su situación en el Código se infiere que estamos ante otra
clase de emancipación, distinta de las anteriores, equiparada por el legislador a la que
se alcanza por concesión de quienes ejercen la patria potestad, con los efectos
genéricos de toda emancipación.
Para DE CASTRO la vida independiente se ha de entender, más que el tener propio
domicilio o separación física, el llevar una vida económica separada de la familia. Y
habrá consentimiento por el conocimiento de la vida independiente no seguida
oposición de quienes ejerzan la patria potestad.
Como dice Díez Picazo, se trata de una emancipación de hecho, pues a esa edad el hijo
podía estarlo de derecho con el consentimiento de sus padres, siendo de digno de
observar que los padres pueden revocar el consentimiento, lo que significa que cuando
lo prestaron por primera vez no quedó extinguida automáticamente la patria potestad.
La revocación no podrá ser arbitraria, sino como todos los aspectos de la patria
potestad, habrá de atender al beneficio del hijo.
Características de la patria potestad:

1.- Establecida en interés de quien la ejercía. Él tenía todos los derechos y los sometidos
tenia para con él todos los deberes. Es el dueño absoluto de todas las personas
colocadas bajo su autoridad, pudiendo excluir a cualquier miembro de su familia por
emancipación o hacer ingresar algunos extraños por adopción.
2.- Era perpetua, no se modifica en razón de la edad ni del matrimonio de los hijos.
3.- Corresponde siempre a un varón, de mayor edad, ciudadano romano.
4.- Nunca corresponde a la madre.
5.- Implica la idea de soberanía doméstica.

Efectos de la patria potestad sobre las personas:


Por las atribuciones concedidas a la patria potestad sobre las personas, el “Pater
Familiar” tenían los siguientes poderes:

De vida, muerte y castigo corporales sobre los hijos, que subsistió desde el derecho
antiguo y más o menos hasta el año 375 después de Cristo, el derecho a condenar a
muerte los hijos mayores fue considerado por el derecho clásico como un delito, pues
sobre su vida, deberían decidir los magistrados.
De vender a los hijos en esclavitud, poder que fue absoluto en el imperio, salvo la venta
ficticia efectuada en la emancipación o en la adopción, pues la venta de recién nacidos
persiste según Gayo, hasta la época del bajo Imperio.

El derecho a vetar los matrimonios de sus hijas, hijos y nietos.


El derecho a obligar a sus hijos y nietos a divorciarse.
El derecho a abandonar al hijo. Constantino dispuso que el hijo abandonado fuese
esclavo de quien la recogía. Justiniano dispuso que el abandonado fuese libre “Sui Juris”
e ingenuo.
Derecho de emancipar, ceder un hijo a otra persona a la manera de la “mancipatio”.
Acto temporal para que el adquirente aprovechara los servicios del hijo también podía
darlo como la garantía al acreedor. Dioclesiano la prohibió como venta, garantía o
donación.

Efectos de la patria potestad sobre los bienes:


El pater familias era el único que podía ser titular de derecho patrimonial. Todo lo que
el filius familias adquieran por negocios que él realizara o por disposiciones de terceros
a su favor, se integraban en el patrimonio del pater familias.
Así podemos acentuar algunos derechos que inciden directa o indirectamente sobre
los bienes:
El derecho a nombrar tutores para sus hijos y para su mujer, después de su muerte.
El derecho a nombrar un heredero “beres”, y además un heredero para su heredero
después de muerto éste, si muere antes de tener la edad para hacer testamento
(Substitución pupilar).
El derecho a recuperar un hijo o nieto detenido por deuda y de abandonarlo cuando
causan daño u una tercera persona (Abandonado noxal).
El derecho a demandar o cobrar por daño contra algunos miembros de su familia.
El derecho a adquirir todos los bienes y créditos obtenidos por actos celebrados por
sus hijos o nietos.

La patria potestad puede extinguirse:


Por caso Fortuito: con la muerte del jefe de familia; con su esclavitud o pérdida del
derecho de ciudadanía; con la elevación del hijo a ciertas dignidades religiosas o
políticas.

Por actos Solemnes: con la adopción del hijo por otro “Pater”, con la emancipación
voluntaria del hijo, con la venta del hijo y por abandono noxal.

Emancipación y la forma en que se realiza:


Era el acto de liberación de un esclavo por voluntad de su dueño. Mediante la misma,
el esclavo adquiría determinados derechos de los que hasta ese momento estaba
privado: comerciar, adquirir bienes, etc. Hay que tener en cuenta que en el derecho
romano el esclavo no era considerado como persona sino como cosa.
La emancipación es la extinción de la patria potestad o tutela. También es el acto por
el cual el “Pater Familiae” daba fin a la patria potestad con relación a uno de sus hijos.
La ley no daba al padre ningún medio para que se rompiera el vínculo jurídico, pero a
la ley de la XII tablas preveía que el padre que hubiese vendido al hijo por tres veces,
perdería su poder sobre él. De allí que se practico el que el padre se pusiese de acuerdo
con un amigo a quien le vendía su hijo haciéndole prometer por un pacto de fiducia
que lo libertaria, libertado el hijo por el amigo; volvía a la potestad del padre, luego una
segunda venta y liberación y para la tercera, ya el padre no hacia prometer a su amigo
que lo libertaria, sino que se lo revendiera, a fin de que el mismo lo libertara. De esta
manera los derechos de patronato correspondían al padre y no al cómplice.
Para la emancipación de una hija o de un nieto bastaba una sola venta. El emperador
Anastasio admitió que se pudiera llevar a cabo la emancipación de hijos ausentes por
rescriptos imperial “emancipatio Anastaciana”. Justiniano acepto la emancipación por
simple declaración antes el magistrado “emancipatio Juatiniana”.

Efectos de la emancipación
1.- Rompe el vínculo entre el emancipado y su familia.
2.- El emancipado se convierte en “Sui Juris”
3.- Si es impúber cae bajo tutela.
4.- Pierde los derechos sucesores.
5.- Conserva sus peculios castrenses y cuasicastrenses y si no hay oposición del padre
también el “Profectitio” y los bienes adventicios.

EXTINCION DE LA PATRIA POTESTAD

La doctrina romanista reconoce diversos modos de extinción de la patria potestad.


Fallecimiento:
El fallecimiento del jefe de familia o del hijo. La pérdida del objeto o del sujeto de la
relación jurídica, es causa de terminación de la patria potestad.

Se hace necesario señalar, que en Roma no siempre la muerte del padre extinguía la
patria potestad. En efecto: si el padre era alieni juris, o sea, que estaba sometido a la
potestad del jefe de familia, el fallecimiento de aquel no extinguía la patria potestad,
que el jefe de familia (abuelo) ejerce sobre el nieto, pues éste se ejerce, como se ha
estudiado, por el ascendiente mayor, por vía masculina. Ahora bien, si el padre es sui
juris, su fallecimiento si extingue la patria potestad, que ejerce sobre el hijo.
Capitis diminutio:
La Capitis Deminutio maxima extingue la patria potestad, ya que provoca perdida
completa de la capacidad jurídica y de los status de las personas, reduciendo a la
esclavitud. No obstante, debe recordarse en este sentido el jus-postliminium.

La Capitis Deminutio Media extingue la patria potestad, pues esta provoca la pérdida
del estado de ciudadanía y la patria potestad solo puede ser ejercida por los ciudadanos
romanos sui juris. Una maxima romana, referente a la pena de deportación, la explica
con nitidez. “El deportado, por ejemplo: pierde la ciudadanía o se reputa como muerto
a los efectos de la patria potestad”.

Elevación a dignidades
La concesión de determinadas dignidades, se consideró incompatible con la patria
potestad; si el hijo las obtenía cesaba este poder. Tales dignidades eran, por ejemplo:
el consulado, jefe de caballería, prefecto del pretorio, y obispo y cuestor del palacio.
Cualquiera de ellas implicaba la determinación de la patria potestad.

Emancipación (Mancipium)
Se ha señalado, al estudiarse los caracteres de la patria potestad, que la edad o el
matrimonio no son causas que provocan su modificación. Por medio de la
“interpretación se introduce la emancipación, pues tiende en principio a limitar los
abusos del padre”.

Las causas voluntarias de terminación de la patria potestad fueron:

El desempeño por parte del hijo, con la aquiescencia del páter, de un alto cargo en la
corte o en el sacerdocio, porque frente a esa situación resultaba impropio el
sometimiento a la autoridad familiar de otra persona.
La adopción plena del hijo.
La adrogación del páter, la cual lo convertía en alieni iuris del adrogante.
La emancipación, entendida como el acto jurídico en cuya virtud el páter dejaba a un
hijo por fuera de la patria potestad.

Juris.
Fue otro de los poderes extraños a que pudieron estar sometidas las personas físicas o
naturales en Roma y se producía cuando un páter optaba por dar en venta a uno
cualquiera de los sometidos a su potestad, con lo que el adquirente pasaba a ser titular
de un poder muy parecido a la patria potestad
La forma primitiva de la venta romana lo fue la mancipatio (de manus y capere: tomar
con la mano), institución que consistía en un rito solemne y sacramental que, en
realidad, permitía realizar toda clase de contratos, como los de adquisición o
transferencia del dominio.
Esa mancipatio también fue empleada para la venta de los hijos con la consecuencial
adquisición por parte del comprador del poder del mancipium, el cual no impedía que
el hijo vendido siguiera siendo jurídicamente libre, pero con la obligación de trabajar
para la persona compradora.
El mancipium tuvo por sustento la organización plebeya de la familia romana, dentro
de la cual, como ya se ha manifestado, el páter era el dueño absoluto de todos los
bienes y de todas las personas que de él dependían, a las cuales podía dar en venta,
real o fingida.

La venta era real:


Cuando el páter daba en venta al hijo para la obtención de un lucro.
Cuando abandonaba noxalmente al hijo, lo cual tenía lugar en aquellos eventos en que,
siendo responsable de actos de éste, se deshacía de esa responsabilidad entregándolo
en mancipium a la persona lesionada.

La venta era fingida:


Cuando el hijo era dado en adopción, o cuando se practicaba la emancipación.
Por último, cabe destacar que el mancipium se diferenciaba de la esclavitud en que el
sometido a ese poder extraño conservaba la condición de hombre libre, aunque estaba
obligado a trabajar para el comprador cuando el negocio era real.

FORMAS PARA EMANCIPAR:


El derecho romano aceptó tres formas para emancipar:

La Emancipación Antigua: Se denomina de esta forma, porque las primitivas


formalidades para emancipar estaban contenidas en la Ley de las XII Tablas, que
declaraba que, a la tercera venta, el padre perdía la patria potestad. El padre verificaba
tres ventas imaginarias de su hijo varón, a un comprador ficticio, el cual adquiría el
mancipium sobre el hijo, manumitiendo a éste inmediatamente. A la tercera venta, se
extinguía la patria potestad, pero en ese momento se convenía por una cláusula de
fiducia, que el hijo volviera al padre.

La Emancipación Anastasiana: Su nombre se debe al Emperador Anastasio, quien en el


año 503, redujo las formalidades de la emancipación antigua, permitiendo ésta por un
rescripto imperial.

La Emancipación Justinianea: Esta nueva forma de emancipación fue creada por


Justiniano. Mediante ella, se requería la comparecencia de las partes ante el
magistrado competente, haciendo constar en un documento la voluntad de las mismas.
Se requiere el consentimiento expreso o tácito del emancipado.

Cualquiera de estas formas de emancipación, convierten al hijo en sui juris, saliendo


éste de la familia agnaticia del pater, pero conservando la cognación con su familia
natural.
CONCLUSIÓN
En conclusión, la emancipación en sí, un hecho que tiene por objeto poner fin a la patria
potestad, y este es su principal efecto. Como consecuencia de ello, cesa para los padres el
derecho de usufructo de los bienes del hijo, el de la administración de estos y el de la
representación de la persona del hijo. La emancipación que fue creada en la antigua roma
ha sido una clase de guía para la emancipación que hora conocemos en nuestra actualidad.
En nuestra legislatura, estos casos se hacen presente en los ART. 81, 82, 83, 89, 308,309, 310
DEL Código civil.

BIBLIOGRAFÍA
- Código Civil
- Sistemas de Derecho Civil – Diaz Picaso
- Derecho Romano – Ricardo Panero
- Blog Abogados

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