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HABLANDO EL MISMO LENGUAJE EN EL HOGAR

 Jaime se hundió en su silla; quiero separarme de María —confesó


a su pastor. Desde que los hijos dejaron el hogar nuestro
matrimonio parece vacío. No peleamos pero tampoco hablamos.
El silencio me vuelve loco - ha dicho.
 ¡Nunca tienes tiempo para mí ni para tus hijos! - Gritó Nancy. Tu
trabajo es todo para ti. ¿Por qué no duermes en tu oficina? ¡Qué
buena idea! - respondió Carlos. Por lo menos allí no hay las quejas
y críticas que hay aquí - agregó.
 Terminada la comida, Andrés se levantó, pasó a la sala, prendió
el televisor y se sentó. Mercedes se quedó con los platos y sus
pensamientos. Cada noche era lo mismo: unas cuantas palabras
pero nada de conversación. Más tarde, en cama, Andrés
esperaría hacer el amor. Y ¿dónde estaba el amor? Mercedes se
sentía usada y desilusionada.

Estos ejemplos representan circunstancias muy distintas pero tienen algo en común. ¿Pueden
identificarlo?
Cuando Dios presentó a Eva ante Adán el corazón de Adán palpitó intensamente de alegría y el primer
canto de amor en todo el mundo irrumpió en sus labios - ¡Esta sí es para mí! En cada noviazgo se
repite algo de lo que sintió Adán. ¿Se acuerdan de esos días - la emoción, el deseo de estar juntos y
de compartir todo?
Así, cada pareja, habiendo saboreado en el noviazgo algo de la libertad y armonía de la primera pareja,
llega a conocer también, tarde o temprano, la realidad del pecado en la vida de cada uno.
La comunicación deja de ser abierta y franca; es decir comienza a limitarse. Esta situación seguirá
empeorándose a no ser que la pareja reconozca el problema y busque la manera de mejorar su
comunicación.
HAY DIFERENTES NIVELES DE COMUNICACIÓN:

1. Cortesías.- “Buenos días”, “hola”, “¿cómo estás?”, “gracias”, “perdón”. No debemos menospreciar la
importancia de estas palabras sencillas.
2. Información.- “¿Qué hay de nuevo?” Compartimos las noticias, lo que hemos hecho, lo que otros nos
han dicho. Vale la pena señalar aquí una diferencia entre varones y mujeres

3. Ideas y opiniones.- En este nivel comenzamos a revelar algo de lo que hay dentro de nosotros. Nos
exponemos, por tanto, a la posibilidad de ser criticados o aun heridos.
4. Sentimientos y emociones personales.- No hay comunicación eficaz dentro de matrimonio si los dos
no comparten lo que sienten. Pero para lograr la intimidad que tanto anhelamos, hay que tomar el
riesgo de abrirnos el uno al otro, haciéndonos vulnerables y aceptándonos tal como somos.
5. Transparencia y honestidad.- Esta es la meta. Ya no hay secretos. Los dos se sienten en plena
libertad para comunicarse a todo nivel: emocional, intelectual y espiritual.

ALGUNAS BARRERAS QUE IMPIDEN LA BUENA COMUNICACIÓN

1. No decir lo que uno realmente siente.- El ejemplo más común es decir que algo no te importa cuando
en realidad ¡si te importa bastante! A veces uno dice que está bien cuando no está bien. Si no
hablamos la verdad los sentimientos negados o reprimidos no desaparecen. Por el contrario, se van
acumulando hasta que uno explosiona, o produce una tensión que se manifiesta en la irritación o la
depresión.

2. La crítica directa o indirecta.- La persona criticada se pone a la defensiva, y eso sólo crea problemas,
no los soluciona.
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Talleres para la Familia Hnos. José y Clara Tataje
Iglesia ACyM de Huacho
3. Dominar o interrumpir la conversación.- Si esto ha llegado a ser un mal hábito en un miembro de la
pareja, les ayudará ponerse de acuerdo para hablar por turnos; por ejemplo, diez minutos cada uno
sin que el otro interrumpa.

4. Enfocando en lo negativo más que en lo positivo.- Los sentimientos negativos se expresan con
más facilidad y más frecuencia que los sentimientos positivos.

5. Manipular.- “Si me amas...” fue la táctica de Dalila para extraer de Sansón el secreto de su fuerza
(Jueces 16. 15-17).

COMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN

1. Separen un tiempo para hablar a solas.- La buena comunicación requiere tiempo. Hay que decidir
en pareja cuál es el tiempo de estar juntos, sea éste diario o semanalmente, en el cual pueden
conversar de manera relajada.

2. Aprendan a escuchar bien.- Se ha dicho que Dios ha dado al ser humano dos oídos y una boca
¡precisamente para que escuchara dos veces más de lo que habla! Todos nos damos cuenta cuando
alguien no nos está prestando atención, nos hace sentir que sería mejor callar. Pero cuando alguien
nos escucha bien sentimos el deseo de abrirnos más.

3. Asuman la responsabilidad de sus propias relaciones


Es fácil decir “tú me haces enojar”. Hay que aprender a decir, “yo me siento enojado”.
La reacción es mía y mía también es la responsabilidad de controlar mis sentimientos. No sirve
culpar a la otra persona.

4. Hablen la verdad en amor (Efesios 4.15).- Si hay algo que les molesta, procuren expresarlo con
palabras suaves (Proverbios 12.18), no olvidándose de la regla de oro (Mateo 7.1 2).

5. Oren juntos cada día.- Por breve que sea la oración ayuda a que nos mantengamos libres de
resentimientos, no dejando que el sol se ponga sobre nuestro enojo (Efesios 4.26).

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Talleres para la Familia Hnos. José y Clara Tataje
Iglesia ACyM de Huacho

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