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LITERATURA INFANTIL, contemporanea (modificada)

Literatura infantil contemporánea:

Konrad, el niño que salió de una lata de conservas

Nöstingler, C.

Sinopsis.

Una mujer recibe un día un paquete de correo, pero no se trata de un paquete cualquiera. El
paquete es enorme, y cuando lo abre descubre a un niño de siete años llamado Konrad. La señora,
que nunca había cuidado a niños, hace lo que puede, y pasan momentos divertidos juntos. Pero
llega un día en que le dicen que el paquete no era para ella, que había habido un error. La señora
hace lo posible para que no se lleven a Konrad.

Resumen ampliado. Para padres y maestros:

Su título completo es Konrad, o el niño que salió de una lata de conservas, y fue escrito en 1975
por la especialista en literatura infantil Christine Nöstlinger (1936- ), galardonada con el premio
Hans Christian Andersen en 1984.

La señora Bartolotti, una madura solterona y solitaria, aficionada a ganar concursos literarios y
sorteos de revistas y con una idiosincrasia aniñada e inmadura, recibe un día un misterioso
paquete. Al abrir el paquete se encuentra una lata de conservas, dentro de la cual parece haber un
niño de 7 años, prefabricado y perfecto (al parecer llamado Konrad porque lo pone en una
etiqueta), que supondrá quebraderos de cabeza para la extraña señora Bartolotti, muy poco
acostumbrada a convivir con personas y mucho menos con niños.

La señora Bartolotti pasa de pensar que ha sido un error, y llega un momento en el que decide
quedárselo, pensando que ha sido cosa de su ex-marido.

Una extraordinaria crítica a la sociedad de consumo, a la emergente importancia a las nuevas


tecnologías, el sistema de educación a los niños y el cambio de afecto familiar. Y lo mejor de todo,
con unas dosis de humor inteligente y eficaz.
Sin embargo que no existan en textos no significa que no existan obras dramáticas para niños de
infantil, por ejemplo las obras de teatro, que se les narra e interpreta. Hay algunos obras para que
los niños interpreten los personajes que en él aparecen, o bien será el maestro/a quien dramatice
la situación adaptándola a sus alumnos.

Algunos de los autores dramáticos que han trabajado el ámbito infantil son Jacinto Benavente o
Valle-Inclán.

Ø Los textos poéticos: es el género de literatura más destacado; caracterizado por la función
poética.

Antes del siglo XX la poesía era rimada, se necesitaba tener conocimiento de versos y demás
recursos poéticos para escribir poesía, pero a partir de ese momento, con la generación del 27
llega la poesía en versículo, es decir, una poesía libre y sin rima.

Antes de los años 70 los poemas para niños tenían un objetivo moralizante y trataban en general
los mismos temas.

· La relación del niño y su madre, pero el poema era contando desde el punto de vista de la
madre que buscaba explicarle unas normas, como comportarse, actitudes…

· Poemas épicos, eran de tradición oral.

· Flores, animales, temas religiosos, etc.

No era una poesía adaptada a la psicología y al interés de los niños, no llamaba su interés y no les
entretenía; eran poemas escritos por loa adultos para intentar enseñar aspectos cotidianos de su
vida y actitudes correctas.

Podemos destacar algunos autores como Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío, Rafael Alberti o
Gloria Fuertes.

Esta ultima poeta es digna de destacar, pues da un cambio radical a la literatura infantil, sobretodo
en el ámbito de la poesía. Ella fue la primera que se pregunto ¿Qué pasa con la literatura infantil?,
e intento hacer una literatura infantil de distinto planteamiento a como se había hecho hasta el
momento, y trabajo unaliteratura mas atractiva, que llamara la atención del niño.

Se interesó por la poesía inglesa, sobre todo por la Nursery Rhymes, pues estas eran unas poesías
sin sentido a simple vista, eran absurdas, pero a los niños les encantaban.

Comenzó a trabajar con los niños como elemento real en la literatura, les hacia protagonista de
ella, ellos hacían su literatura. Cambio el concepto de poesía infantil en cuanto a forma y fondo.
· La forma se caracterizaba por emplear una rima fácil y sonora; juegos fonéticos; ritmos
marcados; ser breve e introducir invenciones léxicas; onomatopeyas; adjetivos sencillos y
evocadores y tener un simbolismo infantil.

· El fondo: ser cercana, concreta y sintetizada; personajes llamativos; realidad; animales o


niños personificados; carácter lúdico o mágico.

Ø Textos en prosa: como pasa en los dos géneros anteriores al principio los textos se escribían con
una intención didáctica y moralizante y poco a poco los autores comenzaron a ser conscientes de
que era necesario conocer la psicología infantil para escribir para los niños y conseguir que se
identifiquen con la historia; pues da igual como sea el protagonista de la historia (animal,
personaje mágico, etc.) siempre y cuando tenga una mentalidad infantil el niño se podrá
identificar con él.

Hay dos tipos de niños:

· Los niños protagonistas, que no son personajes planos, pues se pasa de protagonistas
buenos o malos a tener matices positivos o negativos, pero presentan mayor complejidad; son
simples y cercanos; un héroe en situaciones cotidianas; y reales (en mentalidad de niño, no en
figura de niño). Aunque es importante que los cuento infantiles siempre acaben con valores
positivos.

· Los niños lectores, que se identificaran con la historia del cuento en base a su propia
situación.

Podemos destacar algunos autores en este género como: Bartolozzi (Pinocho y Chapete), Elena
Fortún (Celia), o editoriales como Calleja o Molino. Y entre los autores extranjeros Collodi
(Pinocho), Juana Spiri (Heidi) o Félix Salten (Bambi).

La literatura contemporánea es la literatura que comprende el periodo que abarca del siglo XIX a
la actualidad. Son muchos los literatos que participan en esta literatura, y por obvias razones es la
más amplia existente.

Se entiende el nacimiento de la literatura contemporánea con las revoluciones industrial y


francesa; pero hay que aclarar que las características de la literatura contemporánea se entienden
mejor al llegar las guerras mundiales, donde estalla la libre palabra y se establecen los conceptos
de libre prensa y libertad de expresión.
Características principales de la literatura contemporánea:

Origen.- El origen de la literatura contemporánea no es exacto y se puede entender su llegada con


el siglo XIX, es posible que más que con la revolución industrial surgiera con la revolución francesa
y sus teorías de libertad, que invadieron endémicamente al planeta y aunque la independencia
norteamericana influenció mucho, ésta seguía bajo el régimen y cultura inglesa que fue
sumamente opresora y conservadora.

Occidental.- Esta literatura se aplica exclusivamente al occidente, y debemos entender a éste


como el conjunto de las naciones europeas y americanas, ya sean sajonas o latinas pero esto no
implica la existencia de literatura oriental como la rusa con Carlos Marx, Federico Engels y León
Trotsky.

Arte.- El arte influencia plenamente a la literatura, pues el cambio total de colores, la música e
incluso la sociedad que la rodeaba se expresan directamente junto con sus cambios en la nueva
literatura. Así la literatura aunque cuenta con todas las facetas anteriores se expresa con la
idiosincrasia contemporánea y los cambios culturales de este periodo.

En el teatro el arte influencia a la literatura por sus diversos géneros:

Comedias

Musicales

Drama

Intriga

Realismo.- El realismo o naturalismo es un aspecto a destacar de la literatura contemporánea,


pues es uno de los procesos que exaltaron los autores, sobre todo por ser una contradicción
directa a lo ya establecido.
Comic.- Esta es una nueva rama de la literatura contemporánea, su surgimiento comenzó con la
fantasía, la difusión infantil y los temas actuales, aunque su origen parece posterior a la literatura
contemporánea, es en este periodo cuando surgió plenamente.

Manga.- El manga es otra de las variantes del comic, ésta ya pertenece a la literatura
contemporánea, se trata de una variación del comic americano.

Dadaísmo.- El dadaísmo es una de las líneas literarias de la literatura contemporánea, aquí se


encuentran aspectos no vistos antes o que no fueron importantes, “el absurdo”, “el color”, etc.

Vanguardismo.- Es vanguardismo se refleja en la literatura de la primera mitad del siglo XX, donde
se reflejaba claramente todo lo que circundó a este periodo, abarcó a muchos escritores y
muchos lugares, pero su duración fue relativamente corta. Utilizó metáforas y símbolos que
representaban ideas de época y perdió ampliamente la métrica, sintaxis e incluso la puntuación.

Novela.- La novela es la forma de expresión básica y más lógica de la literatura contemporánea,


pues expresa la idea del autor y puede incluir cualquier género o modismo de escritura; por lo
general la novela es libre pero también existe la novela y sus variantes:

Novela Histórica

Novela de Misterio

Novela Policiaca

Novela de amor

Novela de terror

Novela infantil etc.

Fotografía.- Las fotografías son una integración a la literatura, solo se usó un poco antes pues
antes del siglo XX a finales del XIX donde se comenzaron a integrar las mismas a textos
substituyendo a algunas litografías.
Poesía.- La poesía contemporánea abarca a todos los países occidentales, e implica temas
igualmente actuales, donde se utiliza el sistema de métrica en versos acordes a la vida cotidiana y
a temas nuevos como tecnología y procesos sociales de esta época. Se ha definido como poesía
contemporánea a la que se produjo durante la segunda mitad del siglo XX, se trata de una mezcla
de usos y lírica clásica con temas actuales, donde se utiliza el verso libre y algunos autores pierden
el uso de las técnicas tradicionales fomentando un nuevo proceso poético más libre e incluso
desordenado.

Prosa.- Es el medio de escritura por excelencia para expresarse, forma la base principal de los
textos de casi cualquier especie, exceptuando claramente los que se encuentran en verso.

Cuento.- Esta es una forma de expresión sencilla, que si bien puede ser expresada para personas
adultas, se enfoca a niños o incluso adolecentes. Los cuentos y fábulas pueden incluir moraleja y
son de fácil lectura.

Historia.- La historia se sirve hasta hoy en día de la literatura contemporánea para expresar sus
circunstancias, ya sea por ser expresado por los ganadores o por los perdedores y además es una
buena forma de preservar los sucesos, ya sean con fantasía o sin ella.

Historieta.- Este es un medio de expresión que permite a los autores explotar su imaginación; se
encuentra totalmente ligado al comic y al manga, que son básicamente lo mismo pero con
influencias diferentes.

Panfleto.- El panfleto es un pequeño librito, más bien pasquín, en el que se expresaban ideas
políticas, sobre todo en texto de prosa y que como medio económico de comunicación llegó a ser
utilizado por algunos autores para difundirse.

Periódico.- El periódico influenció ampliamente a la literatura, y desde su industrialización hasta


últimas fechas, el periódico tuvo su sección “cultural”, que es la que sirvió como difusor de
información y de autores.

Revista.- Este es un medio en el que se expresa la literatura en forma directa, pues aunque se
escribe en muchas facetas, existieron revistas exclusivas para este tema.
Best seller.- Esta es una situación mercantilista pero solo ha existido en la literatura
contemporánea, es un concepto de venta de libros que se aplica principalmente a las novelas
contemporáneas y a algunos libros de ventas mayores.

Influencia histórica.- Aunque ya adelantamos sobre esto, la historia influenció ampliamente a la


literatura contemporánea, pues la guerra y las crisis que la circundaron así como los conocidos
como campos de concentración, fomentaron una serie de literatos sobrevivientes que expresaron
los sucesos desde sus respectivas perspectivas. Al margen de la influencia de las guerras
mundiales, los movimientos sociales como la guerra civil española, las independencias de muchos
países americanos y las revueltas sociales en Europa, influenciaron a la literatura contemporánea.
Fue el medio de expresión más exacto, donde se incluían las protestas, expresadas mediante
panfletos y periódicos.

Análisis de obras contemporáneas de la literatura infantil y juvenil

1. ANÁLISIS DE OBRAS CONTEMPORÁNEAS DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL


Noviembre/2013-Mayo/2014 Carlos Vacacela

2. PROPÓSITO DE ESTUDIO Desarrollo de competencias: •Identifica las características de las obras


contemporáneas de la LIJ. •Domina los criterios fundamentales requeridos para iniciar con la labor
de análisis de literatura para niños. •Aplica los conocimientos sobre análisis de obras
contemporáneas de LIJ en trabajos interpretativos.

3. ESTRUCTURA DEL TEXTO SEIS CAPÍTULOS Cada capítulo contiene temas interesantes para la
formación del maestrante en LIJ.

4. RECOMENDACIONES METODOLÓGICAS • Texto básico y guía didáctica (anexos). • Desarrollar y


enviar el trabajo a distancia. • Redactar en forma clara los trabajos a distancia y demás
actividades. • Ingresar al EVA, en forma permanente. • Para asesorías: llamar o escribir a través
del link “Consultar al profesor”. • Utilizar todos los medios de comunicación que ofrece la
universidad.

5. "Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga". -
Francisco de Quevedo "Tienes que amar la lectura para poder ser un buen escritor, porque escribir
no empieza contigo". - Carlos Fuentes "El escritor concibe su libro para explicarse a sí mismo lo
que no se puede explicar". - Gabriel García Márquez-

6. Aunque la escritura y la crítica utilizan el mismo instrumento que es la lengua, estas actividades
se consideran prácticas antagónicas. Crítico = escritor frustrado. Escritores saben poco de
literatura.
7. Capítulo 1: Análisis de libros contemporáneos para niños ¿Libros para niños? Permiten
exploraciones desde diversos ángulos: literario, visual, ideológico, editorial, etc.

8. ¿Qué mirar en los libros para niños? Ver si el libro despierta emoción. Que permite que nos
entreguemos en forma completa y mantengamos el deseo de volver a él. Cuando en la relectura,
en distintos momentos de la vida y leído por distintos lectores, no se agota es un libro memorable.

9. ¿El acento en el libro o en el lector? Se pueden hacer dos tipos de análisis: con acento en el libro
o con acento en el lector. Pero a la hora de fundamentar satisfactoriamente un criterio ambas son
necesarias.

10. ¿Qué pueden contar los libros para niños?

11. • ¿Hay algún tema que debemos ocultar a los niños? • ¿Hay tanta inocencia y vacíos de
información como creemos? • ¿Qué decir de ciertas series animadas de televisión? • ¿En el
análisis debemos involucrar nuestros prejuicios y censurar todo? • ¿Existe verdaderamente el
tema tabú? • ¿Acaso solo los temas definen la calidad literaria de un libro para niños?

12. • Los temas «tabúes» pueden ser abordados elegantemente y de manera atractiva mediante
recursos como: la insinuación, metáfora, la imagen, etc. • Los niños necesitan conocer de todo,
depende de cómo les presentemos. • En el libro, el niño tiene la oportunidad de sentir una
emoción y de vivir experiencias en la ficción. • Es importante que los libros para niños aborden
temas no solo de fantasía sino también temas de la realidad.

13. ¿Qué criterios se consideran para el análisis? Textuales. Editoriales. Extratextuales. Cualidad
fundamental del oficiante: calma, entendida como la paciencia y humildad para leer el libro hasta
el final.

14. Indicadores de la calidad literaria Requerimientos para evaluar libros para niños: •Tener
amplia formación literaria: literatura infantil anterior y contemporánea, de autores y de la
literatura universal. La calidad literaria implica niveles como: utilización de lenguaje, el nivel
estructural. También: calidad de la ficción, carga emocional, fuerza poética, el ritmo de los
acontecimientos, capacidad para atrapar.

15. Variables que indican la calidad literaria: •Tensión •Verosimilitud •Originalidad •Imágenes que
cuentan •Finales y comienzos

16. Capítulo 2: Literatura infantil: bordes y fronteras ¿Cómo entender la literatura infantil? Si es un
género que crece de manera acelerada debemos tener una visión amplia de los cánones de las
distintas épocas y culturas

17. MODERNIDAD POSTMODERNIDAD

18. Modernidad Postmodernidad Servicio, provecho, preparación para el futuro. Placer, derecho a
la diversión, a la imaginación, al ocio.
19. Literatura infantil: bordes y fronteras Ni el nombre de este tipo de literatura está
perfectamente definida. Distintos rótulos: literatura infantil, LIJ, infantojuvenil, literatura para la
infancia, libros para niños, etc. -Orbis Sensualium Pictus (1658): primer libro dedicado y
expresamente pensado para los niños.

20. Siendo el primero en este género, también es el primero en plantear una relación indisoluble
entre libro pensado para niños e imágenes, por un lado. Una intensión pedagógica, por otro.

21. Con el aparecimiento del Orbis Sensualium Pictus asoma en la literatura infantil la primera
frontera trazada entre pedaggía y literatura. Se publicaron libros con intenciones didácticas al
servicio de la enseñanza.

22. El primer abismo que plantea este tipo de libros es el valor pedagógico. De ahí que se
adecuaron las fábulas para los niños, con un valor moral. Historias: Pedro Melenas, Historia del
Chupadedos, Gaspar Sopas, etc. Reconocemos que es literatura infantil no por el tema que
aborda, sino por el tratamiento de la temática.

23. Literatura infantil ¿un género? La literatura infantil difícilmente entra en los esquemas rígidos
de la concepción de géneros. Para considerar como un género, los rasgos de un género o los
llamados «perceptibles» deben ser dominantes. –Formalista ruso, Tomashevski-

24. Por ejemplo ¿cuáles son los perceptibles de la novela policíaca?: crimen (asesinato, robo,
rapto), pistas, un detective y una solución. Entonces si la LIJ es un género ¿cuáles son los
perceptibles? Lo que no se puede negar es que hay muchas obras que no fueron escritas para ese
público pero que ellos se adueñaron. ¿Qué hay en esas obras? ¿Por qué se adueñaron? ¿Qué
misterio encierran esas obras?

25. Hablar de «libros para niños» es referirse a un concepto mucho más amplio. Para Eliseo Diego
(poeta cubano) no hay una literatura para niños, sino una literatura de los niños (sentido de
apropiación). Hay varias propuestas de libros para niños (libros álbumes, libros para armar, etc.).
En ellos se observan ciertos lenguajes: texto, imagen, aportes de los videojuegos, etc.

26. a rt Ca Capítulo 3: Cuentos viejos en odres nuevos s e qu se t en uz cr re an t is H o s ia r en a tr


o s t is h o s ia r Se explica a través de la intertextualidad. En sentido amplio, el conjunto de
relaciones que acercan un texto a otros textos de variada procedencia: del mismo autor o de
otros, de la misma época o de otras épocas.

27. Imágenes de un cuento presentes en otros.

28. Es intertextualidad cuando se utilizan modelos anteriores para crear una nueva obra con
significaciones contemporáneas; cuando se toman personajes y asoman en otras obras
(Caperucita Roja / Caperucito Azul).

29. • Un claro ejemplo de intertextualidad lo expone Romera A. (s/a) en Retórica: manual de


retórica y recursos estilísticos, de donde lo tomo textualmente: • ¡Oh, poesía, santa poesía,
samaritana luz en mi sendero, flor en mi duelo, dardo en mi alegría! Por ti debo morir y por ti
muero, te quisiera decir como decía el bardo de la lira y el acero… -Enrique González Martínez-

30. En este texto modernista se alude a un verso de Garcilaso: Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir y por vos muero.

31. Hipertexto: es el texto resultado de la relación con un texto anterior; puede ser la
reelaboración inclusive. Es la relación de un texto A (hipotexto o pretexto) con un texto posterior.
Ej.:Caperucita Roja de Perrault es el hipotexto de la versión de los Grim.

32. Hipotexto: es un texto que sirve de base para la aparición de otro texto. Se lo llama también
pretexto o texto anterior. Así por ejemplo: la Caperucita Roja de Charles Perraul que es la misma
historia basada en la versión de los hermanos Grim y, a su vez, esta es una versión distinta a la
recopilada de la tradición oral.

33. Transtextualidad: es la capacidad que tienen los textos para relacionarse en diferentes formas
con otros textos.

34. Las relaciones ser: transtextuales pueden Intertextualidad Intratextualidad Metatextualidad


Paratextualidad Architextualidad Hipotextualidad Hipertextualidad Conceptos explicados en la
guía, página 31

35. Capítulo 4: La imagen en los libros para niños Las imágenes en los libros para niños son
importantes ya que no solo complementan la significación, sino permiten crear nuevas historias en
la imaginación del niño.

36. Las imágenes tienen en potencia la capacidad de crear significados distintos según la capacidad
imaginativa del lector. Ellas están ahí para ser vistas y contempladas. Las ilustraciones en los libros
infantiles permiten detectar fácilmente las relaciones intertextuales. Tiene la capacidad de
transportar a épocas remotas dentro de la cadena de la historia de la humanidad.

37. Así lo hace, por ejemplo, Binette Schroder en «Bella y la Bestia» para aclimatar este conocido
cuento maravilloso donde una joven ama a un príncipe encantado transformado en una horrible
bestia.

38. La ilustración juega un papel importante, funcionan como elementos referenciales que tratan
de mostrar el entramado visual o tratan de dialogar con otras corrientes artísticas. Revisar pág.53
del texto, el caso de Anthony Brawne en Gorila y en Willy el soñador.

39. Capítulo 5: Temas de infantil contemporánea la literatura ¿Qué temas tratar en literatura
infantil? ¿Hay temas que se deben tratar y temas que no se deben tratar? ¿El niño realmente
desconoce los temas que consideramos tabú?

40. Podemos tratar cualquier tema.


41. El tema de la muerte ¿Se debe seguir escribiendo sobre ella? Debe servir para que el niño
tome conciencia que es una etapa normal en todo ser humano. Para que valore la vida, porque la
muerte es un fenómeno de la vida, de la eternidad, de la salvación del alma. ¿Cómo se entendía la
muerte antes del cristianismo? Era una prolongación inmediata de la vida.

42. El tema de la condenación eterna James Janeway, en 1671, apegado al espíritu medievalista,
pinta por demás despiadada a la muerte; los niños tienen pocas oportunidades de salvarse del
infierno. Solo a través de la privación, del castigo físico pueden lograr la salvación. Por eso no se le
debía dar ninguna clase de juguete. Se le debía castigar cuando jugaba, para fortificar el alma
frente al Maligno. Cualquier disfrute era un paso al infierno.

43. Ante ese panorama, Marian Parry manifiesta que en la Edad Media no existía el concepto de
infancia como se concibe actualmente. Niños eran solo desde el nacimiento hasta los 5 o 6 años. A
partir de esa edad, eran ya unos adultos «en miniatura». Después de Janeway el tema de la
muerte se atenúa con imágenes alusivas, pero amenazadoras de muerte, como el lobo, la noche,
el bosque, etc.

44. • El miedo a lo desconocido, el horror. Todo; solo depende de cómo se los presente.

45. ¿Por qué escribir sobre la muerte? Podríamos seguir escribiendo pero no de manera
disfrazada. Es difícil encontrar libros que hablen con toda naturalidad. Se dice que hablar sobre la
muerte es vivirla anticipadamente. Es crecer para aceptarla en algún momento. ¿Cómo escribir
sobre la muerte? Con toda naturalidad, como se escribe sobre la guerra, sobre el amor, sobre el
nacimiento.

46. Leer sobre la muerte le ayuda al niño: -A identificarse con los demás. -A tomar conciencia de
que no está solo. -Explorar su interior. -Compartir los problemas. El tema de la muerte debe ser
parte del conocimiento. Debe conocer que con la muerte hay ciertas etapas: el dolor, la
aceptación y el recuerdo.

47. Capítulo 6: Teoría feminista y literatura infantil contemporánea la

48. Capítulo 6: Teoría feminista y la literatura infantil contemporánea Desde tiempos


inmemoriales la discriminación hacia el género femenino se ha hecho evidente a través de
distintas manifestaciones, incluso el lenguaje se ha encargado de evidenciar esta situación, por
ello se habla de un sexismo lingüístico.

49. “El feminismo es uno de los movimientos más antiguos en la historia del ser humano que se
opone a las condiciones de desigualdad de una parte de la población” (Desirée Gálvez. 2011).

50. Aunque los movimientos feministas han logrado ciertas conquistas y han logrado posiciones
antes impedidas para el género, dentro de la crítica literaria aún no se definen bien las
características que permitan reconocer como una crítica literaria femenina.
51. Una crítica feminista es una corriente de pensamiento que rompe los límites de las estructuras
de pensamiento machista de nuestras sociedades; el machismo no es únicamente de nuestro país
ni de nuestro continente, es general, es de la humanidad de todos los tiempos. Todos sabemos
que el sistema cultural, desde tiempos remotos, ha sido protagonizado por el género masculino
que, con el tiempo, ha desencadenado en una especie de mal cancerígeno que actualmente exige
arrancar de raíces.

52. Una crítica feminista es una corriente de pensamiento que rompe los límites de las estructuras
de pensamiento machista de nuestras sociedades; siempre ha existido el machismo y se ha
manifestado de diversas maneras: campo labora, educativo, intelectual, deportivo, etc.

53. Levy-Strauss, genera la idea para que la crítica feminista analice el porqué la mujer siempre ha
sido confinada al ámbito privado y el hombre al ámbito público. Walter Ong aprovecha este tibio
argumento y observa, en su libro «Oralidad y escritura», cómo el conocimiento enciclopédico y el
acceso a la universidad coadyuvan a un dominio masculino. Cuando la mujer entra al campo
académico, que es restringido, es burlada, minimizada.

54. La presencia de la mujer en la literatura es fundamental. Ha roto los esquemas tradicionales y


está humanizando la literatura. Los temas abordados desde el punto de vista del hombre se ven
desde otra perspectiva.

55. La mujer, en América Latina, aparece en distintos ámbitos por los años 60. La literatura de
escritura femenina, producida en la América Latina a partir de los años 70, se basó en una
profunda indagación sobre las nuevas identidades femeninas, trae al público la representación de
personajes femeninos que corporizan nuevos comportamientos y grandes cuestionamientos sobre
los deseos y las dificultades de las mujeres actuales. Tomado de:
http://www.unrc.edu.ar/publicar/borradores/Vol8-
9/pdf/Literatura%20de%20escritura%20femenina.pdf

56. REFLEXIONES ¿Quién puede bajar los ojos como una mujer? ¿Y quién sabe alzarlos como ella? -
Sören Kierkegaard- "La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre." -
Rudyard Kipling.-

57. GRACIAS Contactos cmvacacela@utpl.edu.ec Teléf.: 07 2570275 ext. 2414

PARTE I de la ponencia del investigador venezolano Lic. Fanuel Hanán Díaz *

¿Literatura infantil latinoamericana?


Ante todo quisiera agradecer a Leonor Bravo, al Maratón del cuento y a todas las personas que
hicieron posible mi participación en este evento. Antes de comenzar quisiera pedir disculpas
porque en este panorama Breve de la Literatura Infantil Latinoamericana existen muchos vacíos.
Tratar de hacer un repaso por tantos países y tantos nombres en un tiempo tan corto representa
un desafío que no puede salvarse sin omitir obras y autores que son importantes y
representativos.

Quise abrir este panorama a modo de interrogante, porque me parece interesante alimentar la
discusión de si existen rasgos que distinguen la literatura infantil latinoamericana de otra literatura
infantil. Si realmente esta distinción se puede percibir en el espíritu y en la marca que muchos
libros y autores han dejado como testimonio de una voz propia, entre tantas diversidades.

¿Países conectados por una historia común, un mismo idioma y una cercana idiosincrasia?
Realmente creo que esta afirmación tantas veces escuchada y repetida ha quedado congelada en
el tiempo como un estereotipo. América Latina incluye contextos muy dispares y diferentes:
pueblos originarios que aún mantienen viva su tradición oral, cuyos ecos resuenan en las
tradiciones, en leyendas cosmogónicas y de personajes míticos; amplias zonas rurales, olvidadas
en la geografía que aún mantienen vigorosos géneros de la tradición oral, en ellas los cuentos de
espanto se confunden con las noches, y las coplas cantan al amor y al desamor. Y en los centros
urbanos, marcados por el contraste, entre cordones de miseria y sectores opulentos, se adaptan
textos de la oralidad a una cultura de ciudad. En el panorama latinoamericano muchas historias
diseñan escenarios realistas en los que se mueven personajes emblemáticos como el niño de la
calle, otros relatos marcan el imaginario y la fantasía como producto de un sincretismo y otras
historias que se comparten emigran desde el corazón del campo a las ciudades.

América Latina es sinónimo de mestizaje, lo que hace posible que en nuestra literatura infantil se
descubran aportes de diferentes culturas, en un horizonte donde conviven préstamos del sustrato
indígena, fuentes de la tradición oral africana, herencias de la conquista española y una literatura
vernácula que sostiene su personalidad en una permanente búsqueda.

Las fronteras entre el Caribe, con sus islas de diferentes lenguas, anglófonas, francófonas, y otras
donde se habla creole y papiamento, se fusionan en el continente con sus tierras altas, en los
Andes y las cordilleras, abrigo de pueblos tradicionales, y sus tierras bajas, en sus

desiertos y llanuras donde se ha aclimatado una cultura criolla. En otros territorios se yerguen
montañas aún inexploradas o se extienden enormes selvas vírgenes como el Amazonas: refugios
de historias emparentadas con los orígenes. Y en las costas salpicadas de asentamientos
afroamericanos, descendientes de esclavos, cimarrones y manumisos, se alternan los ritmos de
una memoria trasplantada con relatos de la picaresca y episodios de un lejano desarraigo. América
Latina no es un conjunto homogéneo, sino múltiple y complejo.

Los clásicos latinoamericanos


El siglo XIX y principios del XX han representado para la región un momento de eclosión, de
desprendimiento de una literatura didáctica y de formación moral, hacia el descubrimiento de
formas más cercanas a lo lúdico y a la recreación. Los catecismos políticos, los manuales de
instrucción y las cartillas dieron paso a una literatura más próxima a un lector ávido de una oferta
diferente, lúdica y de mayor fantasía, alejada de modelos europeos.

Tres autores inician esta renovación, que se extiende fuera de sus fronteras: José Martí, con su
proyecto La edad de oro (1889), Rafael Pombo con sus Cuentos pintados y Cuentos morales para
niños formales (1854) y Monteiro Lobato con las historias del personaje de Narizihna, cuya saga
comienza en 1921.

Estos autores destacaron por la construcción de una literatura visionaria, cercana a un lector real,
que en ese momento histórico deseaba encontrar en los libros una fuente de placer. También por
la construcción de un proyecto político, comprometido con la formación de una identidad.

Más adelante otros autores, como Aquiles Nazoa y Rafael Rivero Oramas en Venezuela, Oscar
Alfaro en Bolivia, Juana de Ibarbourou en Uruguay, Gabriela Mistral en Chile, Pascuala Corona y
Francisco Gabilondo Soler en México, por mencionar algunos, se instalan en el siglo XX como
creadores de una oferta más novedosa y apropiada a los lectores infantiles, precursores en sus
respectivos países y clásicos más contemporáneos. En su mayor parte autores de literatura adulta
que mostraron una sensibilidad especial para acercarse al espíritu infantil.

Se destaca la poesía como un género prolífico, que drena en canciones y melodías de la infancia en
diferentes cursos y caudales.

Figuras del siglo XX

La literatura infantil latinoamericana se caracteriza en este periodo por dos rasgos importantes, el
primero de ellos está vinculado con los aportes de la tradición oral, que acopia abundantes
cuentos de Pedro Urdemales, de Tío conejo y de personajes que retratan la figura del pícaro
latinoamericano, vinculado a una tradición española que se aclimata al trópico.

De estas fuentes destaca Carmen Lyra, autora costarricense que exhibe en Cuentos de mi tía
Panchita (1920) la variedad de personajes que exponen este modelo del folclore tradicional en
diferentes representaciones.

Y por el otro lado, un creciente perfil del niño como protagonista de las historias, especialmente el
niño de la calle como un vehículo de denuncia social, en personajes como Panchito Mandefuá, del
venezolano Rafael Pocaterra, estrechamente vinculado a la infortunada vendedora de cerillas de
Hans Christian Andersen.

Autores de literatura adulta en este período confirman una tendencia propia de la narrativa
infantil latinoamericana en las primeras décadas del siglo XX: la adopción de obras que no fueron
escritas expresamente para un lector infantil, pero que se adaptaron a este público, en su mayor
parte por la incorporación de un personaje que aseguraba la identificación con el lector.

Caso destacado representa el uruguayo Horacio Quiroga, cuyos Cuentos de la selva (1917) y La
gallina degollada y otros cuentos (1925) integran el repertorio de las lecturas destinadas a la
infancia.

Las escuelas del criollismo en diferentes países nutren una tendencia que incorpora la denuncia
social. Paco Yunque (1931) del peruano César Vallejo, aborda con maestría de estilo esta corriente,
que expone la adaptación de un personaje triste e inolvidable a una nueva realidad. Este concierto
de actores infantiles recreados desde la pluma de autores consagrados, se extiende en el tiempo
en obras como Los ríos profundos del peruano José María Arguedas, El Alhajadito de Miguel Ángel
Asturias y Cumboto del venezolano Ramón Díaz Sánchez, novelas que abordan la perspectiva del

protagonista infantil, desde sus vicisitudes y experiencias en un mundo ajeno y mágico.

En la configuración de un personaje infantil con territorio propio, sobresale Cocorí, del


costarricense Joaquín Gutiérrez, obra ganadora del premio Rapa Nui en 1947 y considerada por
muchos como el "Principito" de la literatura infantil latinoamericana. Un niño negro, asombrado
ante una rosa, decide emprender un viaje hacia las profundidades del bosque para encontrar
respuestas.

Hasta los años 70 aproximadamente, los programas escolares se nutren de fuentes literarias
diversas, y en el mayor de los casos obras que por sus rasgos se podían adaptar a un público
infantil. Aún está en ciernes el desarrollo de una literatura infantil pensada de forma consciente
para este público, con temas y personajes propios del horizonte del lector.

Figura importante, sin embargo, en esta aproximación es la chilena Marcela Paz, seudónimo
utilizado por Ester Huneeus Salas de Claro, quien inicia en 1947 la saga de Papelucho, un personaje
de enorme vigencia y gran sentido del humor.

Los caminos de la poesía, por su parte, ya han tendido puentes más sólidos, con obras
fundamentales como Las torres de Nuremberg del argentino José Sebastian Tallon, el conjunto de
la obra poética del argentino Germán Berdiales y Canta Pirulero del venezolano Manuel Felipe
Rugeles, por mencionar algunos.

A partir de los años 60


La literatura infantil latinoamericana desde finales de los años 60, comienza a delinear un perfil
más nítido. Muchas obras representativas proliferan a partir de este período, como Cuentopos de
Gulubú de María Elena Walsh, Monigote en la arena de Laura Devetach y El cochero azul de Dora

Alonso, autora también de El Valle de la Pájara pinta aventura protagonizada por una niña.

Sin embargo, la década del 70 puede considerarse como un verdadero boom de la literatura
infantil latinoamericana, un punto de quiebre que acelera la consolidación de obras y autores
dedicados a esta literatura.

En Brasil, ya ha sido publicado Flicts (1969), de Ziraldo quizás el primer "auténtico" libro álbum de
la región, y en 1979, también en Brasil, se publican obras fundamentales de Marina Colasanti
(Uma Idéia toda azul), Ana María Machado (Raul da ferrugem azul) y Lygia Bojunga Nunes (A corda
bamba).

Por su parte, en 1974 aparece la colección de relatos Caballito blanco de Onelio Jorge Cardoso y
Nersys Felipe publica Román Elé, una novela infantil de gran sensibilidad en el tratamiento del
lenguaje y la descripción del mundo menudo de los sentimientos. En 1977 aparece Por el mar de
las antillas del cubano Nicolás Guillén, poemario de interesante trabajo rítmico por la
incorporación de elementos negroides. También en Cuba Mirta Aguirre publica Juegos y otros
poemas, en 1974, dando paso a una tendencia lúdica de experimentación formal.

En 1970 en Venezuela Velia Bosch publica Jaula de bambú, también autora de un interesante
poema-juego para construir, Mariposas y arrendajos. En 1977 el venezolano Orlando Araujo
escribe Los viajes de Miguel Vicente Pata Caliente, aventura fantástica de un niño limpiabotas que
recorre una geografía imaginaria.

Poco a poco en diferentes países surgen editoriales que se inician en el mundo de la publicación
infantil, entre las pioneras Ediciones Ekaré de Venezuela. Y se acometen hacia los años ochenta
programas nacionales que promueven extensamente la promoción de lectura, como la Ciranda de
Libros en Brasil, La campaña Leer es un Placer en Venezuela y los Libros del Rincón, en México.
Este contexto institucional quedaría incompleto si no se menciona la labor del Banco del Libro en
Venezuela, asociación que estimuló la creación de otras iniciativas y programas de promoción de
lectura que cruzaron fronteras y se multiplicaron en otros países.

Paralelamente al fortalecimiento de una industria editorial surge y se profesionaliza la figura del


ilustrador, un actor que hoy en día ha conquistado una porción importante del territorio de los
libros para niños.

Sin embargo, la cultura gráfica que se fue consolidando en el continente alrededor del material
impreso para niños tiene orígenes más remotos, en proyectos divulgativos de dimensión colosal y
larga vida: las revistas El Peneca en Chile (1908), y Billiken en Argentina (1919) y Tricolor (1948) en

Venezuela, aún activas.


Otro interesante fenómeno en este período es la expansión de fronteras en cuanto a la
producción infantil, muchos autores e ilustradores extranjeros son conocidos y leídos, lo que inicia
un proceso de préstamos que van a nutrir todos los ámbitos de la literatura para niños.

PARTE II

Literatura infantil más reciente

Este panorama rasante, plagado de omisiones y seguramente cuestionable, estaría incompleto si


no nos detenemos por un momento a mencionar autores más contemporáneos.

En una entrevista que se hizo en Radio Francia Internacional a una bibliotecaria acerca de la
literatura infantil latinoamericana, ella comentó que existen dos fuertes rasgos que justifican que
esta literatura a pesar de la riqueza de su mestizaje, no sea consumida entre el público francés. El
predominio de la denuncia social y la militancia en narrativa, y la abundancia de formas poéticas,
hacen de nuestra oferta para niños un bien de consumo poco digerible.

Esta opinión recientemente escuchada ha servido para mí como detonante para presentar en este
recorrido un ángulo de visión más amplio de los grandes temas que se manejan en la literatura
infantil latinoamericana. Sin dunda alguna, el niño de la calle en diferentes variantes ha dado paso
a un personaje que se extienden en casi todos los países de la región. A pesar de ello, este
prototipo se alterna con otros modelos de infancia, niños urbanos y rurales que recorren los
espacios y abren su mirada al descubrimiento del mundo. Personajes fantásticos, como el animal
extraterrestre de Struff el Berf del cubano Antonio Orlando Rodríguez, conviven en este universo
con los innumerables habitantes de la selva, como los cuentos del argentino Gustavo Roldán, con
los copiosos tíos tigres, tíos conejos y tíos zorros de la narración tradicional, o las deidades y seres
de la narrativa de raíz indígena.

El predominio de los temas sociales no sólo refleja una realidad impostergable y a veces
descarnada, de las agudas diferencias sociales que son corrientes en nuestros países. Pero esta
realidad se ha sabido metaforizar en planos imaginarios, como lo logra Lygia Bojunga Nunes en su
narrativa o en soluciones ficcionales como en las obras de la cubana Lydia Cabrera. Temas como el
secuestro hábilmente abordado por la colombiana Irene Vasco, en Paso a paso; la persecución
política descrita en Prisión de honor de Lyl Becerra de Jenkins, el régimen de terror impuesto por
tantas dictaduras planteado en La composición del chileno Antonio Skármeta o en El mar y la
serpiente de la argentina Paula Bombara, se alternan con tópicos realistas más cotidianos, como la
dureza de crecer explorada en la voz de tres adolescentes en Los años terribles de la colombiana
Yolanda Reyes, o la inutilidad de la guerra en la colección de cuentos Cuando callaron las armas
de la ecuatoriana Edna Iturralde. Luis Darío Bernal Pinilla en Colombia, crea su personaje
emblemático Catalino Bocachica y Graciela Montes, prolífica escritora argentina, explora temas
agudos en su obra que combina con dimensiones fantásticas.

A esta cantera realista se suma una importante tendencia humorística, de larga tradición en la
literatura regional. Papelucho de Marcela Paz, apunta al desarrollo de un personaje infantil que
detona el humor por las situaciones ocurrentes y las inesperadas argumentaciones; mientras que
el absurdo encuentra su representante más auténtico en María Elena Walsh cantautora y poeta.
Mucha otras formas del humor se despliegan en autores de todo el continente. En Argentina Luis
Pescetti juega con diversos mecanismos, situaciones de equívoco, inversiones, exageraciones y
eventos inesperados; en Chile, Julito Cabello, personaje creado por Esteban Cabeza, decide vivir
experiencias de adulto pero desde una lógica distinta; en Perú Javier Arévalo desarrolla una
divertida situación de equívocas en su novela para niños El pollo en la batea; en Uruguay Roy
Berocoy acredita el humor en su personaje Ruperto, mientras que en Ecuador María Fernanda
Heredia sobresale por la frescura con la que construye sus historias llenas de situaciones divertidas
en ambientes de colegio, Amigo se escribe con H y Cupido es un murciélago. En México Francisco
Hinojosa juega con la exageración como recurso de lo grotesco en La peor señora del mundo. Y en

Colombia Triunfo Arciniegas en sus obras teatrales y narrativas sostiene situaciones de gran
frescura, y desenfado arropadas por soluciones cáusticas. El humor como tendencia se manifiesta
con amplia diversidad en autores de larga trayectoria y más contemporáneos.

No quisiera dejar de mencionar la literatura de contenido indígena, donde se retratan personajes


como Chipana del chileno Víctor Carvajal que describen desde su mirada el hecho de sentirse
ajeno a un contexto occidentalizado, pero también libros de gran fantasía que rescatan esa
dimensión del mundo mágico como Mo de la costarricense Lara Ríos, donde una niña cabécar
recorre un camino hacia el aprendizaje o Sueño Aymara del peruano Pedro León Zamora, donde
un grupo de niños explora el infierno aymara en busca de una amiga común, sin saber que vivirán
interesantes procesos de cambio. De alguna manera el contexto indígena sirve para demarcar
territorios con la cultura urbana en la obra Diana en la tierra wayuu de la venezolana Laura
Antillano.

La fantasía en toda su extensión también se yergue como un tronco robusto en esta exuberante
literatura, desde acercamientos estéticos al realismo mágico latinoamericano en obras como Zoro
del colombiano Jairo Aníbal Niño, viajes fantásticos plagados de portentos como el recorrido que
hace Jerónimo en El valle de los cocuyos de la colombiana Gloria Cecilia Díaz, la aventura
cibernética que propone Isabel Mesa en Trapizonda.

La fantasía épica de la mano de la argentina Liliana Bodoc se impone en una ambiciosa serie de
tres libros, La saga de Los Confines, abundante en elementos mágicos, referencias a los contornos
latinoamericanos, escenas épicas y acontecimientos increíbles.
Los temas fantásticos, emparentados con la literatura de horror, la novela psicológica y la ciencia
ficción encuentran aportes en autores como el argentino Sergio Aguirre que hace gala del relato
breve para crear suspenso en Los vecinos mueren en las novelas o El misterio de Cranckton.

Y como categoría de gran personalidad en esta literatura, sobresale el relato de valor poético, de
tono intimista y aproximación metafórica para describir el mundo de los sentimientos, la
feminidad, la ingenuidad de la mirada infantil o la poesía que se oculta en los pequeños milagros
de la vida. En esa tendencia, se destacan la argentina María Teresa Andruetto con novelas como
Stefano y Veladuras, la paraguaya Renee Ferrer con sus historias-poemas en Desde el encendido
corazón del monte, el chileno Manuel Peña Muñoz con su novela de aguas tranquilas, Mágico Sur,
que retoma el esquema de iniciación, el venezolano Armando José Sequera con su obra ganadora
del premio Casa de las Américas Evitare malos pasos a la gente o el colombiano Evelio José Rosero
con La Duenda, obra ganadora del premio Enka que describe la presencia de un ser maravilloso
desde la mirada de un niño arropado por el asombro.

Seguramente, otros autores deben ser mencionados, pero se impone la brevedad de esta
aproximación: Marina Colasanti, con sus relatos fantásticos y finales contundentes; Lygia Bojunga
Nunes con su impecable manera de fusionar realidad, fantasía y humor en moldes narrativos
novedosos; Ana María Machado con su aguda percepción de la realidad social y su capacidad

para adoptar diferentes estilos.

¿Literatura infantil latinoamericana? No sería fácil responder esta pregunta en un panorama tan
breve y fragmentario, pero sí hacer evidente que la literatura infantil de esta enorme porción del
mundo tiene personalidad, que está viva y por eso todavía crece. Rasgos nítidos identifican
diferentes tendencias, que sobrepasan y desbordan estereotipos y visiones más angostas.

Un futuro aún más fructífero será posible en una literatura con rasgos mestizos y proclives a la
experimentación.

La crítica, pocas veces mencionada

Si existe un análisis de la literatura infantil latinoamericana, si se ha delineado una línea


historiográfica que permita recoger parte de un legado disperso y cuantioso es gracias a la obra de
investigadores y estudiosos que a lo largo del siglo XX han dedicado parte de su obra a la reflexión
sobre esta disciplina.

Como pioneros en esta área se imponen, por un lado, el uruguayo Jesús Aldo Sosa, conocido como
Jesualdo, con su obra La literatura infantil: ensayo sobre ética, estética y psicopedagogía de la
literatura infantil, publicado en 1967. Este libro puede considerarse fundacional en la delimitación
del perfil de la literatura infantil y su relación con la pedagogía. Y por el otro, la argentina Fryda
Schultz de Mantovani quien ya para 1959 había publicado otro estudio clásico en este contexto de
la literatura para la infancia, Sobre las hadas, también autora de otros ensayos El mundo poético
infantil (1944) y Nuevas corrientes de la literatura infantil (1970).

Un pionero de el registro bibliográfico y estudioso de la literatura infantil local, es el venezolano


Efraín Subero cuyos libros Poesía infantil venezolana (1967), Literatura infantil venezolana (1977) y
Literatura juvenil latinoamericana (1979), son referencias clásicas en estas investigaciones.

En Ecuador Hernán Rodríguez Castelo entrega en dos volúmenes el Camino del lector (1988)
extenso compendio de comentarios críticos de obras emblemáticas de la literatura infantil
universal.

Quizás el primer panorama histórico que formalmente se edita de la literatura infantil


latinoamericana, lo publica el CERLALC en 1994. Un ameno y riguroso ensayo escrito por el cubano
Antonio Orlando Rodríguez, con fotografías de autores y portadas. El universo de este Panorama
histórico de la literatura infantil en América Latina y el Caribe, abarca también la producción de las
islas del Caribe.

Ese mismo año aparece El cuento: mensaje universal, obra de la escritora uruguaya Silvia Puentes,
autora de ensayos dedicados al análisis de la literatura infantil universal y local, cuyo título más
reciente De Cenicienta la moza tejedora traza el escenario para ubicar algunos modelos femeninos
planteados en esta literatura.

En Chile, Manuel peña Muñoz, discípulo de la historiadora española Carmen Bravo-Villasante


publica en 1982 Historia de la literatura infantil chilena y en 1994 Alas para la Infancia un texto
abarcador, que desmenuza en sus capítulos tópicos de la literatura infantil universal. En 2010 la
voluminosa Historia de la literatura infantil latinoamericana fundamenta la minuciosa labor de
este investigador en el registro crítico de obras y autores latinoamericanos.

En 2004 se publica un estudio documentado sobre la literatura infantil guatemalteca, Han de estar
y estarán., bajo la consigna de una producción que se inscribe en una sociedad multicultural. Su
autora Frieda Morales asume una mirada plural de la oferta editorial para niños en este país
centroamericano.

En Colombia, Beatriz Helena Robledo rescata en su trabajo la vida de un clásico latinoamericano


cuya obra marco un hito regional, Rafael Pombo, la vida de un poeta (2005), y sienta las bases para
una revisión histórica en su Panorama de la literatura infantil colombiana (2006).

Para cerrar, uno de los espacios donde se mantiene la reflexión en torno a la literatura infantil
latinoamericana es la revista Barataria: con 13 números y seis años de existencia ha servido como
punto de encuentro para críticos y escritores de la región.

A pesar de estos esfuerzos, aún queda mucho camino por recorrer para seguir explorando esta
maravillosa literatura, desde la cual miramos nuestra diversidad.
_____________

* FANUEL HANÁN DÍAZ es licenciado en letras con máster en Ciencias y Artes Aplicadas. Crítico,
investigador y autor de libros para niños. Ha publicado artículos en revistas especializadas y ha
dictado talleres y conferencias en América latina y Europa. Su libro leer y mirar el libro álbum: ¿un
género en construcción? fue publicado por editorial Norma. Dirige la revista Barataria de literatura
Infantil latinoemericana. Ha recibido la beca de la Internationale jugendbibliothek de Alemania y
ha sido profesor del Máster de literatura infantil de la Universidad de Barcelona (España) y el curso
virtual de Escritura Creativa del Cerlalc (Colombia). Ha sido ganador del Premio Nacional de
literatura Infantil en Venezuela, ha sido incluido en la lista de Honor IBBY y algunos de sus libros
han sido seleccionados en el evento los Mejores del Banco del libro.

Encuentro internacional de escritores: "La literatura infantil y juvenil en escena", realizado en


Quito (Ecuador) el 17, 18 y 19 de mayo de 2011.

Este encuentro fue organizado por la Asociación ecuatoriana de LIJ - Girándula . IBBY Ecuador y la
Academia ecuatoriana de LIJ.

Enviados por El Mangrullo 132 y 133.

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