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Instituto de Enseñanza Secundaria Departamento de BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA Curso...................

MENÉNDEZ PELAYO
Percepción visual y auditiva
Alumno ...................................................................................................................................................................................

Los sentidos de la vista y del oído son tan complejos que solo podemos acometer el estudio de algunos as-
pectos muy concretos de los mismos. En particular, vamos a analizar tu capacidad de percibir los colores y
tu sensibilidad a sonidos de diferentes frecuencias.

Para llevar a cabo esta práctica necesitarás:


– Ordenador con acceso a internet, con tarjeta de sonido y con monitor que proporcione colores nítidos.
– Auriculares o, mejor aún, cascos (tienes que traerlos tú).
– Bolígrafo o lapicero (también corre de tu cuenta).
– ¡MUCHO SILENCIO!

PERCEPCIÓN DEL COLOR

Los seres humanos podemos distinguir luces de diferentes longitudes de onda —lo que nuestro cerebro per-
cibe como diferentes colores— gracias a unas células especializadas de la retina llamadas conos. La mayoría
de las personas posee tres tipos de conos:
 Los conos L, que se estimulan con luces de longitud de onda larga (sobre todo las amarillo-verdosas).
 Los conos M, que se estimulan con luces de longitud de onda media (verdes).
 Los conos S, que se estimulan con luces de longitud de onda corta (azules).

Como consecuencia, la mayoría de los seres humanos son tricrómatas, esto es, perciben directamente tres
colores primarios, y su cerebro combina los estímulos captados por conos de varios tipos para recrear una
amplia gama de colores. Algunas personas, sin embargo, son dicrómatas, es decir, carecen de uno de los ti-
pos de conos y solo captan dos colores primarios. Esta «ceguera a los colores» o daltonismo puede ser:
 Protanopia, o ausencia de conos L. El sujeto tiene dificultades para distinguir entre el azul y el verde,
y también entre el rojo y el verde. El color rojo puro es percibido como negro, el color púrpura no se
distingue del azul y los tonos rojo-anaranjados se perciben como amarillos muy tenues.
 Deuteranopia, o ausencia de conos M. Afecta a la discriminación de colores de manera similar a la
protanopia, aunque sin el efecto de atenuación característico de ésta.
 Tritanopia, o ausencia de conos S. Es una anomalía muy rara. Los tonos azules se perciben como
verdosos, los amarillos y naranjas como rosáceos, y los púrpuras como rojos.

Por último, muchas personas conservan los tres tipos de conos, aunque alguno de ellos no «funciona» ade-
cuadamente. Esta condición se conoce como tricromatismo anómalo, y también lleva a confundir un color
con otro («desplazamiento»), aunque no imposibilita distinguirlos. Así, la protanomalía y la deuteranomalía
(la más común de las alteraciones en la visión del color) implican el desplazamiento entre el rojo y el verde,
mientras que la rara tritanomalía afecta a la discriminación entre azul y verde y entre amarillo y rojo.

Para detectar este tipo de deficiencias en la visión del color se han desarrollado varias pruebas. La más utili-
zada es el llamado test de Ishihara. Consiste en la visualización de una serie de cartas de colores, llamadas
cartas de Ishihara, y está diseñado para detectar, sobre todo, protanopia y deuteranopia.
Procedimiento

1. Abre la página web http://www.cibermitanios.com.ar/2015/04/test-de-daltonismo-de-ishihara.html.


2. Visualiza durante cinco segundos la primera de las 38 cartas de Ishihara (hacia el final de la página). A
continuación pulsa sobre uno de los botones que se hallan debajo de la carta, el que más se ajuste a lo
que has visto en ella. Procura ser rápido y sincero.
3. Tras pulsar el botón aparecerá la segunda de las 38 cartas de Ishihara. Obsérvala durante cinco segun-
dos y pulsa el botón correspondiente. Repite la operación con las restantes cartas (a veces aparece un
cartelito sobre la carta, en plan «graciosete», que se elimina pinchando sobre la X roja).
4. Al finalizar, el programa te ofrecerá un diagnóstico. Anótalo: ......................................................................
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SENSIBILIDAD A SONIDOS DE DIFERENTES FRECUENCIAS

Cada persona tiene una sensibilidad diferente hacia los sonidos. Por ejemplo, la mayoría de la gente es bas-
tante sensible a sonidos de frecuencias comprendidas entre 1 y 4 kHz (kilohercios), lo que significa que son
capaces de percibir esos sonidos aunque el volumen sea bajo; en cambio, son menos sensibles a sonidos de
frecuencias menores (más graves) y mayores (más agudos). Es muy corriente que los adultos sean incapaces
de percibir sonidos de frecuencias altas, como 16 kHz, que los jóvenes oyen sin problema.

El objetivo de esta segunda parte de la práctica


es calcular tu curva isofónica. Se trata de una
gráfica en la que se indica la intensidad sonora
(medida en decibelios, dB) necesaria para que
diversos sonidos de distinta frecuencia (medi-
da en kHz) sean percibidos como igual de fuer-
tes. Normalmente se calculan varias de estas
curvas para la misma persona, como puedes
ver en la ilustración adjunta; cada una toma
como referencia un nivel de sonoridad diferen-
te. Además, es posible calcular las curvas isofó-
nicas para cada oído por separado, aunque no-
sotros no vamos a hacer eso.

Procedimiento

1. Abre la página web http://newt.phys.unsw.edu.au/jw/hearing.html y sitúate en el panel formado por


muchos rectangulitos de color naranja.
2. Intenta reducir al mínimo cualquier ruido ambiental: cierra las ventanas, procura que tus compañeros
no hagan ningún ruido…
3. Conecta los auriculares a la tarjeta de sonido del ordenador y póntelos, asegurándote de que cubran
completamente tus orejas (en la medida de lo posible).
4. Ve con el cursor del ratón a la columna en la que pone 1 kHz. Haz clic sobre uno de los rectángulos si-
tuados hacia mitad de la columna (PRECAUCIÓN: ¡NO PULSES EN LA PARTE SUPERIOR DE LA COLUMNA,
PUES PODRÍAS QUEDARTE SORDO!). Escucha el sonido producido y asegúrate de que no es excesiva-
mente ruidoso, pero que lo oyes bien. Si no es el caso, muévete hacia abajo o hacia arriba en la columna
hasta que dichas condiciones queden satisfechas. Observa que la intensidad del sonido elegida queda
anotada en la parte inferior de la columna. Este rectángulo será tu sonido de referencia.
5. En la columna de 750 Hz, pulsa en el rectángulo situado al lado de tu sonido de referencia. Si percibes
que el sonido emitido es menos fuerte que el de tu sonido de referencia, pulsa en el rectángulo superior
o en el siguiente, y si percibes que es más fuerte pulsa en los rectángulos inferiores, siempre dentro de
la columna de 750 Hz. Haz esto hasta asegurarte de que el sonido de 1 kHz y el de 750 Hz se perciben
con la misma fuerza.
6. Repite la operación con todas las columnas situadas a la izquierda (500 Hz, 375 Hz…), buscando siempre
el sonido cuya fuerza iguale a tu sonido de referencia de 1 kHz.
7. Haz lo mismo con las columnas situadas a la derecha (1,5 kHz, 2 kHz… hasta 16 kHz).
8. Lleva las intensidades que han quedado registradas debajo de cada columna a la siguiente gráfica, y lue-
go une los puntos representados. Obtendrás así tu curva isofónica:

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