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FIL OSOFÍA DE L A CI EN CI A
EL GIRO N A TU RA L I STA
A D EL A I D A A M BRO GI
(editor)
Palma, 1999
21
La autojustificaciónn de las ciencias de laboratorio 1
I an H acki ng
C or recci ón.: A n g el M o l l a P i no
Tesis
La unidad de la ciencia fue una vez el grito de batalla, pero hoy ¡a
moda es ersfathar la diversidad de las ciencias. Yo estoy justo ahí, en este fren-
te (H acking 1991). A lgunos sugieren que no hay nada que decir sobre la
ciencia en general a menos que sea ei mensaje de L atour (1987) de que codo
en e! mundo y en nuestro conocimiento del mismo ha de ser encendido bajo
el modelo de la política, o quizás, que es política. Yo soy partidario del tér-
mino de Wittgensrein "diversidad'' — como en "la diversidad de las mate-
mácicas" (Wittgensrein 1956, 88). Todos queremos dar una explicación de la
diversidad de las ciencias. Pero aquí trataré de decir algo bastante general
sobre las ciencias de kborarori o establecidas. En filosofía debemos esforzar-
nos canco por lo particular como por lo general.
L o que sigue es metafísica y epistemología, una contribución a nuestra
visión radicalmente cambiante de la verdad, el ser, la lógica, la razón, ei sig-
nificado, el conocimiento y la realidad. Tal contribución desde un antíunifi-
cador como yo está necesariamente más acotada que la metafísica tradicional.
M e dirigiré sólo a un aspecto muy persistente de las ciencias de laboratorio. A
pesar de nuestro reciente entusiasmo por la refutación y la revolución, estas
' "T h e Sel f - V i n d i cati on o f che L abor ator y Sci ences", en A .P i ck er i n g (ed.) (1992); Science
x i' raaia and C uban, C hi cago, U ni v er si ty o f C hi cago Press, p p : 29- 64, r ei mpr eso con e! per-
mi so de h ed i tor i al , co p y r i gh t 1992 U ni v er si ty o f C hi cago Press y co n ia amabl e autori zaci ón
del au tor dei ar ti cu l o y de! ed i tor d el l i br o.
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A delaida Á mbrogi
Filosofía de la ciencia.' el giro nasitritlistcí 215
conocim.ento satisfacía a c a S i o el mundo: ta cieñen, descubre ¡a verdad v ro con respecto a" no es una cuestión de comparación directa entre la teoría
Eod
una vez que la encuentras, entonces, en una sociedad liberal, perdura. C or ™ y el fenómeno sino que descansa en teorías ulteriores, a saber, las teorías sobre
afirmo Ernesr N age en L a estructura de la clenaa, ks recrías m á s p o d er o s a s
como funcionan los aparatos y sobre diferentes tipos de técnicas para el pro-
aubsumen a sus predecesor como casos especiales. K oy tras L a estmaura de cesamiento de ios datos que generamos. Las teorías de alto nivel no son "ver-
la revoluaones áentíficasd, K u hn, somos más circunspectos. Es sorprenden- daderas" en absoluto. Esto no es una profunda visión de ía verdad sino un
te que se haya acumulado tanto conocimiento empírico desde el sk l o dieci¬ hecho mundano, familiar desde el trabajo de N or man C ampbel l (1920, 122¬
siete. B 158), quien observó que las leyes fundamentales de la naturaleza no están en
absoluto ancladas directamente al mundo. L o que se ajusta (en palabras de
M i explicación de esta estabilidad es que cuando ks ciencias de labo-
K uhn) es, como mucho, una red de teorías, modelos, aproximaciones, junto
ratorio son de algún modo factibles tienden a producir una suerte de estruc-
con la comprensión del funcionamiento de nuestros instrumentos y aparatos.
tura autojusnficanva que las mantiene estables. Esto no es su f r i r que son
constructos mentales o sociales. N o voy a argumentar Favor del idealismo, M i tesis es materialista, tanto en su atención al lado material de lo que
a
mas bien a favor de un materialismo sensato. La mía es una tesis sobre las hacemos en ciencia como en su oposición al intelectualismo de D uhem, L a
retacones entre pensamientos, actos y productos. Se puede pensar como una tesis no tiene casi nada que ver con las recientes manifestaciones del realismo
exten si ón ^ la tesis de D u hem de que una teoría inconsistente con una o antirrealismo científicos, siendo compatible con casi todas las afirmaciones
observación puede ser siempre salvada modificando una hipótesis auxiliar, significativas hechas por ambas partes. H ay tan solo un camino en el cual mi
típicamente una hipótesis sobre el funcionamiento de un instrumento como tesis es contraria a un paquete de doctrinas metafísicas vagamente etiqueta-
el telescopio L a suya fue una tesis sobre pensamientos; como la mavor parte das como "realistas". Los realistas comúnmente sostienen que la meta última
de los filósofos ceoricstas no reflexionó sobre cómo cambiamos no sólo nues- o ideal de la ciencia es "l a única teoría verdadera sobre ei universo". N unca
tras ideas sino también el mundo. Su doctrina, especialmente para quien levó he creído que esto tenga siquiera sentido. M i visión sugiere que hay muchas
a Qui ne, se co n t er a que i mpl i ca la infradeterminación del conoci mi ento formas distintas en las que una ciencia de laboratorio puede estabilizarse. Las
científico Cuando se extiende adecuadamente tiene más bien ei efecto teorías estables resultantes no serían parces de la única gran verdad, ni siquiera
opuesto de ayudarnos a encender cómo d mundo y n u ^r o conoci mi ento de si hieran promovidas por algo como las mismas preocupaciones, necesidades
el están tan notablemente determinados. o curiosidad iniciales. Semejantes ciencias estables incluso no serían compa-
rables porque serían verdaderas de diferentes y casi literalmente i nconmen-
D uhem dijo que la teoría y las hipótesis auxiliares pueden, ajustarse
surables clases de fenómenos e instrumentos. D i go inconmensurable en el
unas a otras; omi no el extenso mundo de la fabricación de instrumentos, el
sencido directo de que no habría un cuerpo de instrumentos para hacer
rehacerlos, el hacerlos funcionar, y el replantearse como r r ab aj a„ . M i tesis es
mediciones comunes porque los instrumentos son peculiares a cada ciencia
que mientras una ciencia de laboratorio madura, desarrolla un cuerpo de
estable. Es precisamente esta inconmensurabilidad literal lo que nos permite
«pos de teorías y cipos de aparatos y tipos de análisis que se ajustan mu t u a-
entender como un "sistema cerrado" puede permanecer en uso y también ser
H Zb7t " ToLÍT " C O n V k r K n m^ b"dabl emente dijo suplantado, quizás de una manera revolucionaria, por una teoría con un
H eisenberg (e.g., 1948) de la mecánica ner oni ana, fon sistema cerrado" que nuevo campo de fenómenos.
es esencialmente irremtable. Son autenti fi cantes en el sentido de que cual-
L a idea de mi tesis, aunque opuesta a la mayor parte de k metafísica y
quier prueba de la teoría lo es también de los aparatos que se han desarrolla-
la epistemología tradicional, apenas es nueva. N uestras teorías y el mundo
do conjuntamente con ella - y conjuntamente con los modos de análisis de
encajan tan adecuadamente entre sí menos porque hemos averiguado cómo
los datos. A la inversa el criterio sobre el funcionamiento de los apararos y
sobre la corrección de los análisis es precisamente que encajan con la teoría es ei mundo que por que hemos confeccionado uno a k medida del orro. La
visión que detallo más abajo se puede considerar como una glosa a los "sisre-
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Filosofía de la ciencia: d giro naturalista 217
Primero, en (3) digo a qué llamo ciencia de laboratorio. En (4) sugie- y cual son una ciencia de laboratorio. El laboratorio es una institución cul tu-
ro una fuente en la historia de ia ciencia del siglo veinte para la creencia actual ral con una historia (o más bien historias) que no discutiré en esra presenta-
ción abstracta. L a idea de "laboratorio" es una idea más restringida que la de
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F ilosofia de la ciencia: el giro naturalista 219
dientes que el material al que se .enfrenta el astrónomo de Vermeer. (Él está del 21 de febrero de 1990, refiriéndose a L atour (1990), que los explorado-
trabajando sus datos, exactamente igual que el laboratorio que compra daros res también son criaturas de laboratorio. M ás aún, mi lista de ciencias de
de M onte Palomar.) M ientras tanto los objetos de la Investigación, Saturno, laboratorio "bi en.pod r k ser expandida a colecciones, museos y archivos".
las cuerdas cósmicas superconductoras, o la Beta-lacran K raramente oscilante
Esta visión de k ciencia, rayando en lo que he etiquetado como l i n -
no se independizan, aunque las' estudiemos por imágenes que son indepen-
gualismo o idealismo lingüístico (H acki ng 1975, 174, 182), no es la mía. Yo
d.ences y están reconstruidas electrónicamente. Soy demasiado literal como
soy completamente materialista e intervencionista, y mi laboratorio es un
para decir qm "los procesos de interés para ios astrónomos se convierten en
espacio para interferir bajo condiciones controlables y aiskbles, con la mate-
miniaturas" o que "las escalas temporales planetarias y estelares están someti-
ria y ía energía, a menudo hecho en tos museos — m i despacho está a unos
das a escalas temporales de orden social". (De nuevo, ; C uál es la diferencia
cientos de metros de un gran museo cuyos sótanos están llenos de lo que yo
con el ascrónomo de Vermeer?),Pero aunque yo aprobara las afirmaciones de
llamo l aboratori os— pero rara vez en los archivos. H agamos las paces: un ter-
K notx Cetina, aun distinguiríamos un sentido en el que k astronomía y k
cio de mi taxonomía —secci ón 9— trata sobre marcas y la manipulación de
astrofísica no son ciencias de laboratorio, en el sentido indicado arriba. Y es
marcas, así que honro la visión de L atour sin perder mi enfoque materialista.
la estabilidad de la ciencia de laboratorio, en mi sencido dado allí, que es mi
L atour ha incitado una nueva problemática. N o podemos perder de
tópico, y mi concepción .hace referencia a aquellas partes de la astronomía
vista un antiguo problema, la relación entre k teoría y el.experimento. Las
cada vez más incorporadas al laboratorio.
ciencias de laboratorio necesariamente son teóricas. O tr o tercio de mí taxo-
A pesar de todo hay otras; definiciones del laboratorio, apenas reco- nomía —sección 7— es sobre varios tipos de teoría. P or ciencia de laborato-
nocidas como cales por los científicos de laboratorios, pero que no pueden rio no me refiero sólo a la parte de la ciencia que se conduce en un laboratorio;
escapar al ojo agudo del etnógrafo. A sí Lacour (1987, cap. 6) caracteriza el incluyo toda la superestructura teórica y los logros intelectuales que al final res-
laboratorio como un centro de cálculo. Esta visión es previsible en un autor ponden a lo que sucede en el laboratorio. Espero que mí taxonomía sirva a
que considera la producción y manipulación de las inscripciones como k aquellos que se dan cuenta de que hay distintos cipos de teorías .
actividad científica central . 3 L o que calcula es el brazo de la ciencia que es el L atour tiene otras críticas a mi aproximación. Escribe en k misma
laboratorio. Enconces los paleontólogos y ios astrofísicos seguro que tienen carta que "curiosamente cu punto de vista materialista— con el cual coinci-
sus laboratorios. Vermeer desde este punto de vista pinra a su astrónomo cal- d o — no incluye 'los nuevos fenómenos' como la producción principal del
culando no en un gabinete sino en el laboratorio. L atour escribió en una cara laboratorio. En este sencido, soy más realista que tú". Curiosamente, mi pri -
mer ensayo sobre la experimentación se llamó "Specukri on, Calculación, and
che Creación of Phenomena", publicado en alemán en Duero 1981, 2, y rees-
^ 3 C o l l i n s y Y eariey (cap. 13) tambi én l l aman k atenci ón sobre la Fasci naci ón de L atou r p o r crito para H acki ng 1983 (caps. 10, 12 y especialmente 13, "L a creación de
ais i nscr i pci ones. L acour es u n recuerdo v i gor i z ante de aquel gl o r i u v , m u n d o par i si no de t i em- fenómenos"). L atour continúa, "N o dejas sitio para la creación de nuevas
p o atrás, a finales de ¡os sesenta, cu and o las I nscri pci ones eran la real i dad y é texto era ¡a subs- entidades en el laboratorio por medio del laboratorio (¡o que denomino un
tanci a. En m i op i ni ón C o l l i n s y Y eariey no comp r en d en esto. Están tan encasi l l ados en su teo-
nuevo objeto,.esto es, una lista de acciones en ensayos y que después se
ría d d l enguaje angl osajona que no p u ed en concebi r que las i nscri pci ones sean otr a cosa que
"representaci ones". I gu al men te consi d er an que T ravl s muestra que ci erra canti d ad tic i nscr i p -
fundirán en una cosa y posteriormente serán 'sacadas de allí' como la causa
ci ones de esp ectr ómetr o "no f u er on u mv er sal mente aceptadas con.,, representaci ói t de la rea- última de nuestra certeza sobre ella')." U na diferencia entre mi postura de
l i d ad ", co m o si eso Fuera p er ti nente. Las i nscr i pci ones parisinas n o representan nada {n i 1981 y la de L atour es que yo no creía que los electrones fueran creados, pero
mu ch o menos l a r eal i d ad ). Son objetos au tón omos, seres materi al es qu e F unci onan si n si rai i -
s¡ creía que los efectos fotoeléctricos eran creados, en estado puro. A firmaba
í k ad o . D u d o que la teor í a de los aerantes d er i v e p ar ti cu l ar mente t i d l nscr i p ci onal l smo en el
m o d o en qu e sugi eren .C ol l i ns y Y eariey. A d i f er enci a de estos dos aurores, i w tenso ,,b!ec¡»-
que los realistas metafísicos más cautos debían admi ti r que en ninguna parte
nes a la teorí a d e los aerantes de L atou r . Só l o objeto al go bastante d i f er ente, a saben ¡a d en n l - sobre la tierra existía el efecto fotoeléctrico puro hasta que se fabricó. N o
ci ór. m e t o n i m i a d el l abor ator i o en tér mi nos de u na d e sus acti vi dades si moi emense. a saber había ningún láser que sepamos en ninguna parce de! universo antes de 1945
mser i bi r . Q u i z á v o y más lejos qu e U r o u r , pues y o i ncl ui rí a a las ¡nscr l nci ones enere los .tam-
(quizá hubo unos pocos masers en el espacio exterior). Pero ahora hay dece-
as, exactamente co mo los pescadores y los mol uscos, haci end o y d ejánd ose hacer, ad ond e haya
i d o el n ombr e desde e¡ m o m en t o en qu e nuestr a especie se con v i n i ó en ¡toma deoiaar.
nas de miles de láseres en algunas millas a la redonda de donde escribo. El
láser es un fenómeno creado en el laboratorio. Éste no es un tema construc-
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A delaida A mbrogi
F ilosofa de ia ciencia: el giro natiiralhai 223
«vista, y así L atour y yo vamos por diferentes caminos aquí. N o sé si ios nue-
avanzar en lo desconocido. Esta complacencia fue objeto de crítica primero
vos fenómenos son " k producción pri nci pal " del laboratorio, como dice
por Popper y después por K u hn. Ellos fueron maravillosamente liberadores.
L atour, pero son una de sus producciones más importantes. Estoy contento
Transformaron esa sumisa disciplina inductiva, la filosofía de k ciencia, ago-
con la crítica de L atour que me ha permi ti do repetir uno de mis temas favo-
tada por ios años, en algo resplandeciente, aunque ceñida a veces de fantasía.
ritos, la creación de los fenómenos, previamente omitido en este ensayo Y
A quí estoy utilizando los nombres "Popper" y "K u hn" no sólo para denotar
también puedo evitar la mala interpretación de L atour cuando dice de ios
a los individuos sino también a las generaciones sucesivas. A hora, ¿Por qué de
ítems de mi taxonomía de más abajo que "son una lista fija de ios elementos
repente la estabilidad se convirtió en un fracaso? Las sucesivas revoluciones
que conforman los fenómenos". N ada más lejos de mi intención que la idea
de Einsteín sobre el espacio-tiempo, y la relatividad especial y posteriormen-
de que los experimentos conforman simplemente los fenómenos que ya exis-
te general, conmocionaron profundamente tanto a Popper como a muchos
ten en el mundo dispuestos a ser conformados.
de sus colegas. L a antigua y la nueva mecánica cuántica de 1900 y 1926-27
Finalmente rechazaría dos afirmaciones sobre la ciencia de laboratorio las igualaron. Tiempos agitados, pero también anómalos. Se destacan porque
estable. En pri mer lugar, no estoy discutiendo en genera! sobre la investiga- muchas de las verdades eternas, en k forma de conocimiento a pri ori sobre
ción punta. Esta puede ser tan inestable como se quiera, incluso cuando es°lo
el espacio, el ti empo, la conti nui dad, la causalidad y el determinismo ñieron
que K uhn llamó ciencia normal . C omo una cuestión de hecho, generalmen-
abandonadas. La refutación y la revolución estaban en boga donde la estabi-
te, tal investigación está altamente reglamentada. A menudo los resultados
lidad y la subsunción habían sido la norma.
son mas esperados que sorprendentes. Podemos comprender bien porqué: lo
En un grado extraordinario estas transiciones, especialmente las eins¬
que resulta problemático no es esa clase de estabilidad a cono plazo. M e inte-
teinianas, fueron elaboradas y hechas convincentes casi por completo con
resa la acumulación del conocimiento científico. Ésta ha estado sucediendo
independencia de ningún trabajo experimental. Pareció que el pensamiento
desde k revolución científica. En segundo lugar, veo la estabilidad no como
puro podía anticiparse a la naturaleza y después contratar experimentadores
una vi rtud, sino como un hecho. Si hay que mencionar algún valor, la «l a-
para comprobar qué conjeturas eran válidas. A unque con frecuencia la relati-
bilidad sobre la cual no se puede construir, es un vicio. Tal vez k estabilidad
mas noble sea la de la ciencia que ha sido superada por investigaciones más vidad en aquellos días se prestentaba como una refutación de la estética tras-
profundas y por nuevos tipos de instrumentación y que todavía permanece cendental kantiana, mientras la mecánica cuántica destrozaba la analítica
humildemente como un sirviente leal y seguro para nuestras intervenciones trascendental, se vivía un momento completamente kantiano en la filosofía
en, nuestras interacciones con, y nuestras predicciones del curso de los acon- de la ciencia. A lgún sentido de k sutil interacción entre la teoría y el experi-
tecimientos: uno piensa en la óptica geométrica o en k mecánica yalííeana. mento — o entre el teórico y el experi mentador— se perdió. La concepción
Repetiré esto porque normal mente se me entiende m : ,| ; E ste añidió no elo- de la ciencia física como inestable, como una cuestión de refutación y revo-
gia la estabilidad. N o implica que k estabilidad sea una buena cosa. N o admi- lución, se corresponde con una total carencia de interés por el papel de ta
ra k estabilidad. L a observa y trata de explicarla. ciencia experimental. Entonces no es extraño que hoy tengamos que comen-
zar a pensar de nuevo sobre la estabilidad. Entre historiadores, filósofos y
sociólogos de la ciencia, k presente década ha visto el resurgir de un pensa-
L os orígenes del mico de la inestabilidad
mi ento serio sobre el laboratorio.
H ablar de estabilidad constituye un problema para la reciente erudi -
¿Por qué hablo can confiadamente de la estabilidad? Por varias razones
ción sobre las revoluciones, pero hacer hincapié en k l abi l i d ad de k ciencia
Una es muy familiar para los estudiosos de las ciencias físicas, cuyos pofesio-
es consecuencia, en parte, de las circunstancias inusuales en k física a pri nci -
nales cuando filosofan hablan de las teorías que son válidas en su dominio..
pios del siglo veinte. L a agitación que hubo en un determinado momento
De esta manera H eisenberg escribió (1948, 332) que "algunas teorías, no
histórico fue espléndida. Se había manrenidb durante mucho tiempo k con-
parecen ser susceptibles dé mejora...constituyen un sistema cerrado de cono-
fortable creencia de que k ciencia es acumulativa. A menudo se cometen
ci mi ento. Creo que la mecánica newtonianá no puede mejorarse más... C on
errores, dice k historia oficial. Enormes confesiones persisten durante mucho
e! grado de precisión con el que ios fenómenos pueden ser descrieos por los
tiempo. Pero, a su debido tiempo y después de un duro trabajo, surgirán
conceptos newtonianos, las leyes new tonknas todavía son válidas" (para las
algunas verdades que se harán estables, y servirán como pasos sobre i osT ue
referencias sobre el desarrollo de k idea de H eisenberg ver Chevalley 1988).
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A delaida A mbrogt
y cosca explicación del electrón es mejor que cualquier otra. U na razón para
de antracino: H acki ng 1983, 199ss). I gualmente una tradición teórica que
que una ciencia de laboratorio estable pueda volver a la vida es que los avan-
sigue funcionando puede generamos ia experiencia de continuidad en un
ces en la técnica o la tecnología desarrollados para otros propósitos puedan a
momento de innovación instrumental radical.
veces solamente aplicarse en sus marcos intelectuales y experimentales anti -
En tercer lugar, y k fuente mucho más común del sencido de estabili-
guos y maduros.
dad, está nuestra práctica de transformar varios elementos de ia ciencia en lo
que L atour (1987, 2) denomina "cajas negras". Éstas no sólo incluyen apara-
Estabilidad aparente
tos fuera de uso sino también todo ti po de sistemas para operar con símbolos,
H ay varias razones para esperar que la ciencia establecida parezca esta-
por ejemplo, las técnicas estadísticas para calcular el error probable. Las cajas
ble, lo que es independiente de las teorías metafísicas más radicales avanzadas
negras materiales incluyen piezas estándar de los apararos compradas a k
en este ensayo. H aré mención a tres. L a primera es nuestro hábito de anacro-
compañía de instrumentos, prestadas por eí laboratorio de al lado, alquiladas
nismo soberbio. H ablamos alegremente de las ecuaciones de M axw el l o del
a la oficina de pesos y medidas, o abandonadas por una instalación de inves-
efecto Zeeman, pero lo que entendemos por esas cosas es muy diferente de lo
tigación militar cuando ésta ha pasado a centrarse en aparatos más atractivos.
que entendieron aquellos a quienes honramos. En el caso de las técnicas expe-
Los trabajadores de los laboratorios rara vez tienen idea de cómo funciona la
rimentales, una gran cantidad de elias se desvanecen, y sólo los experimenta-
caja y no pueden arreglarla cuando se estropea. Sin embargo, tiene incorpo-
dores con más talento pueden duplicar lo que casualmente dicen los libros de
rado de forma material mucho conoci mi ento preestablecido que está implí-
texto que se ha hecho. Los nuevos instrumentos hacen obsoletas las habilida-
cito en el resultado de un experimento. En realidad, los supuestos teóricos
des necesarias para construir los instrumentos antiguos; la replicación requiere
pueden estar "i n cor por ados al aparato mismo" (Gaiison 1987, 251, el énfasis
una perversa afición de anticuario.
es suyo)— y eso es verdad no sólo de la física de altas enetgías de Gaiison sino
De este modo la ciencia vieja no es preservada, d cínico dirá: lo que es de algunos de los aparatos más simples y directamente observacionaies.
estable es que se han transformado varios acontecimientos en hechos que ya (H acking, 1989, 268).
no son de interés inmediato. H acemos otras cosas y aceptamos confiada-
Si tuviéramos que construir cada pieza del equipamiento partiendo de
mente mucho conocimiento procedente dei pasado. Se puede argumentar
cero, ia ciencia de laboratorio no sólo sería un trabajo enormemente más
correctamente que el efecto Zeeman y el efecto Zeeman anómalo ahora no
intensivo sino que sería mucho menos estable. Los aparatos que funcionaron
son ío que fueron cuando se descubrieron, y es la práctica de enseñar y nom-
el año pasado para un propósito — como sabrá cualquiera que ha pasado
brar lo que hace que las cosas parezcan tan constantes.
algún tiempo en un l aboratori o— no funcionarán este año para ei próximo
U n segundo senado seguro de estabilidad surge porque de hecho k
proyecto. N os vemos tentados a decir que son los fabricantes de instrumen-
práctica científica es como una cuerda con muchas hebras. Puede cerrarse
tos comerciales o semicomerciales y los vendedores quienes durante mucho
una hebra, pero las otras sobreviven intactas: k cuerda, Je parece ai ingenuo,
tiempo mantuvieron a la ciencia en equilibrio. N o sólo compramos un ins-
permanece inmodificada. Peter Gaiison (1987, cap. 5; observa que funcionan
trumento y, lo conectamos. M ientras existan instrumentos habrá proveedores
a un riemppo varias tradiciones en cualquier ciencia de laboratorio. Por ejem-
que nos muestren cómo puede montarse un instrumento o una cíase de ins-
plo hay tradiciones teóricas, experimentales e instrumentales. Puede haber
trumentos para cualquier tipo de propósitos nuevos. Los historiadores apenas
una ruptura en la tradición teórica que tiene un pequeño efecto en los ins-
han empezado a hablarnos sobre los grandes-fabricantes de instrumentos de
trumentos utilizados o en las formas en que son utilizados. £1 sentido fuerte
L ondres o Berlín del siglo diecinueve, por no hablar de aquellos de Lisboa en
de k conti nui dad durante tai cambio teórico resulta del hecho de que los
el siglo quince. D udo que fueran tan diferentes, excepto en el punto de k
cambios en la teoría no afectan de inmediato ai funcionamiento de las prác-
especializadon, de lo que encontramos mirando ks A ctas'de una conferencia
ticas instrumentales y experimentales, pudiendo éstas conti nuar durante
sobre microscopía electrónica que está teniendo lugar mientras escribo. H ay
mucho tiempo, incluso cuando cambian las explicaciones sobre las prácticas,
sesiones para el relativamente reciente microscopio (electrónico) de escanea-
a fin de que k gente entienda lo que está haciendo de forma, diferente,
do de efecto túnel (ST M ), con charlas sobre diversas aplicarcione. Los con-
muchas de las técnicas y de los aparatos materiales pueden seguir utilizándo-
ferenciantes son de la Shell Devel opment, Wesringhouse Research and
se como antes (e.g., ei de H ei nz Post de k visión de las moléculas anilladas
Devefopmenr, Fuji , e! L aboratorio de Investigación A vanzada de H i tachi , el
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FU asofia de la ciencia: el giro naturalista 229
categoría residual de las herramientas se superpone con las anteriores. ;£1 naturaleza: pensar que hay datos no interpretados, argumentarán, satisface el
papel de tornasol es una herramienta o un detector? Es un detector de acidez mi to de lo dado". Estoy de acuerdo en que en el laboratorio nada es mera-
en los juegos de química infanti l, pero en el laboratorio del instituto es tan mente dado. Las mediciones se toman, no están dadas. Los datos se constru-
herramienta como un destornillador. Cualquier aparaio disponible, especkí- yen, pero como una buena primera aproximación, la fabricación y k toma
mence uno desarrollado en una disciplina no relacionada con el experimento vienen anees de la interpretación. Es verdad que rechazamos o descaramos
inmediato, podría clasificarse como herramienta, de mí modo que restringi- los datos putativos porque no cuadran con una interpretación, pero eso no
ríamos (7) y (8) a los instrumentos que realmente se fabricaron o adaptaron demuestra que todos los datos estén interpretados. El hecho de que descarte-
durante el curso del experimento? Desde esta perspectiva muchos generado- mos lo que no cuadra no distingue a ios daros de los otros elementos (1)-(14):
res de datos (10), tal como máquinas para fotografiar, contar comp r i mi r en el proceso de ajuste podemos sacrificar cualquier cosa desde un micróto-
acontecimientos interesantes, se registrarían como herramientas. Y ¿qué dire- mo a un ciciocrón, por no mencionar la familiar elección de D u hem entre las
mos de los huevos de rana? Se venden por kilos en ios distribuidores'. A lgunas hipótesis en el espectro (!)-{>). aquellas revisadas a la l u2 de los recalcitrantes
fracciones minúsculas de los huevos en los que se inyecta una secuencia gené- resultados experimentales,
tica diseñada porque es reproducida P or el huevo eompkto, una minúscula 12. L a evaluación de datases al menos uno de los tres cipos de procesa-
fracción del cual sirve como diana de! experimento, ¿don herramientas estos miento de datos. Puede incluir un cálculo del error probable o de alguna de
huevos ? N os permitimos decir que l o son. ¿Qué pasa con h rara de noruega, sus versiones estadísticamente más sofisticadas. Tales procedimientos se supo-
leal servidora de anatomistas, fisiólogos y dieciseis del siglo diecinueve y des- nen teóricamente neutros, pero en ei complejo establecimiento de la eviden-
cia son sensiblemente aplicados sólo por personas que entienden una buena
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F ilosofa de la ciencia: el giro naturalista 235
manera, con fuerzas y mecanismos y cosas así, y en general con una interac- en acción y L a vida en el laboratorio. D e nuevo esto es así porque me intere-
ción entre sus partes tipo dominante-dominado, focas concepciones son san los elementos que se utilizan en el experimento. Pero esto no es suficiente,
visiones de lo que parece ser el mundo. porque tos experimentadores utilizan dinero, influencia, carisma, etcétera. N o
H e omi ti do tales cosas en ;(l)-(15) porque los experimentadores no las obstante en algunos experimentos podemos diferenciar entre lo que los expe-
usan literalmente. A lgunos filósofos podrían decir que fos experimentos pre- rimentadores utilizan en los experimentos y lo que uciíizan para realizar el ex-
suponen unas entidades a gran nivel tales como themata o estilos o paradig- perimento o para fomentar sus resultados (L atour reprocharía que la ciencia
mas. U n cínico diría que no hay tales cosas. En este er.sayo no necesito entrar estable sólo se presenta cuando el mundo del laboratorio esrá incorporado en
en ese debate, porque cualquiera que sea el estatus de tales entidades —sean una red social mucho mayor). Esas agotadas palabras "i nterno" y "excerno"
conceptos analíticos o esquemas imencales o pura ficción— los experimenta- parecen útiles aquí; he estado ofreciendo una taxonomía de los elementos
dores no cambian sus concepciones ideales del universo en el curso de, o en internos a un experimento.
ningún caso a causa de, el trabajo experimental. Tales nociones no son mode- A pesar de mi restricción a lo interno, mi interés por k estabilidad
ladas hasta encajar en (i .!-(l 5): permanecer, por encima de ellos. Es verdad concuerda bastonee bien, aunque de un modo conservador y conservacionis-
que el trabajo experimental rara vez arecca mucho a h teoría sistemática (2), ta, con los estudios de la construcción social de ios hechos científicos. A dife-
las herramientas caja negra (9) y los procedimientos de evaluación de datos rencia de los pedestres antirrealistas de tipo instrumencaiisra, empírisra o
(12) de reducción de datos (13),;pero pueden ser, y ciertamente son, utiliza- positivista, los construcrivistas sostienen que los hechos y ios fenómenos son
dos explícitamente de forma en lá que no lo son las concepciones del mundo construidos, no son observados, y que los criterios de verdad son producidos,
o los estilos de pensamiento^ no están preestablecidos. Sostienen que los hechos científicos son bastante
Finalmente, no he dicho riada sobre el ingrediente más importante de reales una vez que su fabricación se ha llevado a cabo, pero que la realidad
un experimento, a saber, los experimentadores, sus negociaciones, sus comu- científica no es "retroactiva"-. M i investigación de la estabilidad precisamente
nicaciones, su ambiente, los edificios mismos en los que crabajan o las insti- es una investigación de esa clase de producto desde una posición diferente.
tuciones que pagan las facturas.!N o he dicho nada de autores, autoridad y Lo que mueve a la curiosidad sobre la muerre que sigue a la vida en el labo-
audiencia. En resumen, nada de: lo que L atour señala en sus títulos C iencia ratorio, sobre la inacción acumulativa que sigue a k ciencia en acción.
sobre la puesta en funci onamiento de un experimento. El mismo ejemplo es ciencia tradicional, excepto que sus datos son mi (11). N o hay carga teórica
también utilizado, con propósitos no muy diferentes a los míos, por G oodi ng pero sí están ios artefactos maceriales, las fotografías o las inscripciones, los
(cap. 3). 5 H abía dos teorías en disputa ( i ) que compelían: las cargas libres se productos de los instrumentos — en pocas palabras, las marcas.
se presentan en unidades?, la carga del electrón, o del/ 3 de e, la carga de un Los datos por su propia naturaleza vienen siempre dados por los ins-
quark (también estaba el supuesto de fondo (2) de que estas alternativas ago- trumentos o por un conjunto de instrumentos de cierta ciase, lo que
taban todas las posibilidades). El material fue una versión altamente mod i f i - A ckermann denomina un inscrumentarium, y cada i nstrumentari um tiene su
cada dei aparato de gotas de aceite de M i l l i k an para determinar la carga del propio domi ni o de datos. Dice que el i nsttumentari um de la mecánica clási-
electrón. Esto diferencia bien entre la diana, la fuente de modificación y el ca es diferente'del de la mecánica cuántica y los antiguos físicos interpretan
detector. Los resultados iniciales del experimento fueron consistentes con un los datos librados por un tipo de instrumentos mientras que k mecánica más
conti nuo de cargas libres. El investigador tuvo que cambiar sus fuentes de nueva interpreta los datos producidos por otro cipo. A ckermann propone que
modificación (7) y su modelado de los aparatos (5). Esto es, tuvo que jugar la ciencia de laboratorio se vuelve estable cuando hay una clase de i nstru-
con el equipo (cuestión de mover las láminas condensadoras de modo con- mentos que produce los datos de un cierto cipo de tal manera que hay un
trario a lo predicho por el modelo teórico original d ti aparato) y tuvo que cuerpo teórico que puede interpretar los datos de forma uni forme y consis-
revisar la explicación de cómo funcionaba el aparato. El experimento termi - tente. U na teoría, según yo lo enriendo, es entonces verdadera con respecto a
nó produciendo daros que se podían interpretar consistentemente sólo por los daros generados por una cierta clase de instrumentos, y diferentes teorías
una de las dos teorías sistemáticas en competencia: no había quarks libres pueden ser verdaderas de diferentes clases de datos ofrecidos por diferentes
observables. instrumentados. Esro sugiere un nuevo y fundamental tipo de inconmensu-
Pickering enfáriza el aparato, el modelado y las hipótesis tópicas. rabilidad. Se suele decir que la teoría newtoniana y k relativism fueron i ncon-
A ckermann (1985) llama la atención sobre otro agrupamiento de mis ele- mensurables porque las afirmaciones de una no podrían ser expresadas en la
mentos, como bien resume en su título, D ata, Instruments, and T heory. Le otra — cambia el significado. En cambio yo sugiero que una es verdadera con
interesa una relación dialéctica entre los datos (í l ) . la interpretación (15) y respecto a un conjunto de medidas libradas por una clase de instrumentos,
la teoría sistemática (2). A pesar de su título, como D uhem y a diferencia de mientras que la otra es verdadera con respecto a otro. Ya he subrayado que la
Pickering, riene una actitud pasiva hacia los instrumentos, porque los ve discusión de A ckermann sobre los instrumentos inconexos es forzada. L a tex-
como cajas negras, como los aparatos establecidos que generan los datos líte- tura de la instrumentación y su evolución básicamente es más sutil de So que
ralmente dados. Piensa en un i nstrumento de la misma forma en k que un él hace que sea. N o obstante su imagen simplista fue el germen de una i mpor-
navegante del siglo dieciocho vería un cronómetro o umbiólogo celular pensa- tante verdad.
ría de un espectrómetro de resonancia magnética nuclear — como cecnolosjía D uhem, Pickering y A ckermann señalan la interacción entre varios
disponible fiable. De acuerdo con A ckermann, la carca primaria del científi- subconjuntos de los elemencos (1)-{15). Pickering atiende ai modelado de los
co es interpretar los datos a la luz de la teoría y revisar k teoría a ¡a luz de la aparatos y al funcionamiento de ios instrumentos: reconocemos los datos
interpretación. A sí su historia es como la mayor parto de la filosofía de la corno tales sólo después de haber construido a mano los aparatos para traba-
jar de Forma que los entendamos. D u hem enfatizó los elementos intelectua-
les (l )-(5). A ckermann, observando que los datos pueden entenderse de
muchas formas o de ninguna, puso el énfasis en una dialéctica que involucra
' L a repetición d el ejemp l o ahor a se v uel v e embarazosa, y , ! w | a bi env eni d a a qu e a las teorías y a las interpretaciones, viendo a los instrumentos y los daros que
G o o d i n g d é dos ejempl os mi s qu e p r op or ci on an p u n tos adiciónale,,.. M e aor ootó d el ej emp l o
producen como puncos fijos. Deberíamos aprender de todos estos autores.
de P i ck er i ng después d e ieer u n ar tí cul o suyo i 'l O Sf o no pu bl i cad ,,, en p i t r e p or qu e he ¡do
si gui end o á otr o l ado d e ¡a i nvesti gaci ón, e¡ de Fai r banks en S t a n r w l ,jt„ en establ eci ó qu e hav
N os permi timos extender ia tesis de D uhem al conjunto completo de los ele-
q u a r b l i bres ( H ack i n g 1983, 23ss.). Si se usa e! ej emp l o de nuevo hav q l K consi d er ar a la vez mentos (1)-(15). E n la medida en que k clase a ia que pertenecen es distinta,
a M o cp u i g o y Fai r banks, D a la casual i dad de qu e .nuchas de las , v „ , 5 qu e P i ck er i ng d i ce sobre son recursos plásticos de diferentes maneras. Podemos cambiar las preguntas
M o r p u r g o son extr aor d i nar i amente trasl adabl es al trabajo de Fai rbanks sobre las bol as d e n i o -
(1); lo más común es modificarlas en medio del experimento. Los datos (1 í )
bi o superenfrtadas.
pueden abandonarse o seleccionarse sin fraude; consideramos seguros los
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A delaida A mbrogi
Filosofía de la ciencia: el giro naturalista 241
cuestionadas las metodologías estadísticas dentro de un laboratorio porque instrumentos — u n i nstr umentar i um— evoluciona mano a mano con las teo-
la estadística es una metacienciá, pero un consultor podría muy bien adver- rías que interpretan los datos que ellos producen. C omo cuestión de hecho
ti r que podrían serlo. El análisis de datos es plástico en sí mi smo; además, bruto contingente, los instrumentaría y las teorías sistemáticas maduran, y
" cualquier cambio en las hipótesis particulares (4) o el modelado de los apa- no se generan datos no interpretables por teorías. N o hay modo de revisar k
ratos (5) conducirá a la introducción de nuevos programas de análisis de teoría porque ha adqui ri do un domi ni o estable de datos. L o que posterior-
datos. ; mente se ve como limitaciones de una teoría no son datos para la teoría.
Por ejemplo, ia óptica geométrica no tiene en cuenta el hecho de que
Creamos los apararos que ¡generan los datos que confi rman las teorías;
todas las sombras tienen los bordes borrosos. La estructura fina de las sombras
juzgamos los aparatos por su habilidad para producir los datos que cuadran.
requiere un i nstrumentari um bien diferente del de las lentes y los espejos,
H ay poca novedad en esta aparente circularidad excepto la de tener en cuen-
juncos con una nueva teoría sistemática e hipótesis tópicas. L a óptica geomé-
ca el mundo material. L a expresión más simple de h ¡dea, para operaciones
trica sólo es verdadera con respecto a los fenómenos de la propagación recti-
puramente intelectuales, es el resumen de N elson Goodman (1983, 64) de
línea de la luz. M ejor dicho: es verdad de ciertos modelos de propagación rec-
cómo "justificamos" tanto la deducción como la inducción; "U na regia se
tilínea. Son las ópticas y ios modelos y las aproximaciones que comprenden
enmienda si produce una inferencia que estamos poco dispuestos a aceptar;
las hipótesis tópicas (4) ios que conjuntamente son verdaderos con respecto
una inferencia se rechaza si viola una regla que estamos poco dispuestos a
a los fenómenos. N o i mporta cómo se k complemente, la óptica geométrica
enmendar". También hay más que una pizca de verdad en la máxima de
H anson (1965) acerca de que toda observación está cargada de teoría y de ia no es verdadera del fenómeno de los bordes borrosos de las sombras un
correspondiente doctrina positivista que afirma que tuda teoría esrá observa- fenómeno que, a diferencia de la mayoría, es notable. Las teorías y la feno-
cionalmente cargada. Es verdad que hay un juego emre teoría y observación menología verdaderas con respecto a los fenómenos de las sombras se esta-
pero ésta es una mísera cuarta parte de la verdad. H ay un juego entre muchas blecieron porque fueron verdaderas con respecto a los fenómenos codeados
cosas: datos, teorías, experimentos, fenomenología, equipamiento, procesa- por una nueva familia de instrumentos que comenzaron a ser desarrollados
miento de datos. en el siglo diecinueve. N o es necesario que las teorías que se refieren a un tipo
de datos deban referirse a otro.
L a ciencia madura La ciencia de laboratorio estable surge cuando las teorías y los equipa-
mientos de laboratorio evolucionan de tal manera, que se ajustan unas a otras
El ajuste no implica estabilidad. Todo lo que se dijo en la sección pre-
y se autojusdfican mutuamente. Tal simbiosis es un hecho contingente sobre
cedente es consistente con k "mfeidecerminacion de k teoría por los datos"
la gente, nuestras organizaciones científicas y ta naturaleza. H aciendo referen-
— k lección usual sacada de las reflexiones de Duhcm. Sin embargo ia expe-
cia a la naturaleza no supongo que la naturaleza causa o contribuye a tal sim-
riencia común de las ciencias de laboratorio es que hay muy pocro gr ad w d c
biosis de alguna forma activa. N o invoco la naturaleza como una explicación
libertad. Todos estos objetos como (1)-{15) y más pueden modificarse, pero
de la posibilidad de k ciencia, del modo en que esos fantasiosos denominados
cuando cada uno se ajusta con losiotros.de cal modo que nuestros datos, nues-
realistas científicos invocan la naturaleza o k realidad subyaciente para expli-
tras máquinas y ijuestros pensamientos rengan coherencia, interferir con
car el "éxito" de la ciencia. Solo quiero decir que podríamos estar viviendo en
alguno de ellos echa por tierra tocios los demás. Es extraordinariamente difí-
un medio donde k ciencia de laboratorio fuera impracticable. También, como
ci l hacer una versión coherente y tai vez está lejos de nuestro poder hacer
hago notar en la sección final de h introducción, hoy podríamos vivir en un
varías. L a tarea filosófica es menos entender una indeterminación que pode-
medio en el que todos nuestros aparatos dejaran de funcionar mañana.
mos imaginar pero no experimentar, que explicar el carácter determinado de
Simbiosis y estabilidad son una contingencia; hay otra más interesan-
ia ciencia de laboratorio madura. ¡Por un lado es completamente contingente
te. La ciencia de laboratorio podría haber sido la clase de empresa que se
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F ilosofa de la ciencia: el giro naturalista 243
M odi fi camos, dije, alguno de mis quince elementos o codos ellos para
las bromas sobre las enfermedades son crueles, entonces ellos podrían hacer
hacerlos concordar de alguna manera. Cuando hemos hecho tal cosa no
exactamente las mismas bromas sobre la investigación médica que ios paci-
hemos leído la verdad del mundo. Generalmente no había fenómenos pree-
fistas hacen sobre la investigación militar. Los militares gustan hacer propa-
xistentes de los que ios experimentos dieran cuenta. Los experimentos los
ganda de artilugios afirmando que trabajan con precisión quirúrgica.
hacen. N o había ninguna correspondencia previamente organizada entre teo-
¿Cuándo fue la última vez que estuvieron en una intervención quirúrgica?
ría y realidad que estuviera confirmada. N uestras teorías como mucho son
Sin embargo debo reconocer que hay una preocupación metafísica en
verdaderas con respecto a ios fenómenos que fiieron eiicitados por la instru-
perspectiva. A pelo a ella incluso con mi utilización poco compromentida de
mentación con el fin de conseguir una buena concordancia con la teoría. Ei
la frase "verdadero con respecto a". Supongamos que rengo razón, que ks
proceso de modificación del funcionamiento de los instrumentos — tanto
ciencias de laboratorio maduras son verdaderas con respecto a los fenómenos
materialmente (los mejoramos) como ineeiecruaimente (redescribimos lo que
creados en el laboratorio, gracias al ajuste mutuo y a la consiguiente autojus-
hacen)— provee el pegamento ¡que mantiene nuestros mundos material e
tificación. De ser así, la aplicabilidad de la ciencia de laboratorio no es mera
intelectual unidos. Esto es lo que estabiliza a la ciencia.
contingencia sino una especie de milagro. H ay dos respuestas distintas a esto,
dependiendo de qué ti po de milagro tiene en menee el que protesta. Creo que
L a aplicación r;
se pretende un milagro metafisico, pero anees se pretende uno más modesto.
Cuando definí las ciencias de laboratorio, dije que el objetivo era una
Tomando como ejemplo ei éxito de Pasteur con el ántrax, un ejemplo
aumento del conocimiento, la comprensión y el control de algún cipo gene-
perfecto de movi mi ento rápido del conocimiento y la técnica de laboratorio
ral o generaíizable. Si las ciencias de laboratorio maduras son au tenti f i can-
al campo, L atour escribe que "si en lugar de asombrarnos de este milagro,
tes, respondiendo a los Fenómenos purificados o creados en el laboratorio,
miramos cómo se extiende una red. seguro que vemos una negociación fasci-
entonces ¿cómo son generalizares? Porque nada es más notable que nuestro
nante entre Pasteur y los representantes de ios granjero sobre cómo transfor-
éxito, de cuando en cuando, en ¡transferir la ciencia tic laboratorio estable a
temas prácticos. £1 objetivo de k mayor parte de missmn-orientedscience (para mar la granja en un laboratorio" (L atour 1987, 249; el énfasis es suyo). Esto
usar la jerga de hace una década) en las esferas industrial, médica, mi l i tar y índica un caso especial de una observación enormemente importante.
ecológica precisamente es aumentar nuestro conocimiento y nuestras habili- Rehacemos pequeñas partes de nuestro entorno de modo que éstas repro-
dades para resolver problemas prácticos que existían previamente y que con- duzcan ios fenómenos generados previamente en el laboratorio en estado
tinúan fuera del laboratorio. puro. La reproducción rara vez es perfecta. N ecesitamos más que ks hipóte-
sis particulares (4) y el modelado de los aparatos de laboratorio (5); necesita-
N o creo que haya problema aquí. A veces las técnicas e instrumentos
mos más pensamiento del mi smo tipo que (4) y (5). Pero k aplicación de la
desarrollados en el laboratorio se trasladan a nuestro más amplio enromo v
ciencia de laboratorio a tina parte dei mundo reconvertida en un cuasi-kbo-
ciertamente nos ayuda en alguna misión predeterminada. A veces no es así.
racorio no es problemática, no es milagrosa, sino más bien una cuestión de
Cuando ta prototipos son industriales (ya sean maquinas o medicinas), sólo
trabajo duro.
funcionan fiablemente en condiciones controladas. Pueden o no ser útiles en
Sin embargo la respuesta de L arour lleva al milagro metafisico.
la mas frondosa selva de la vida diaria. De hecho, pocas cosas que funcionan
Porque invita a la observación de que el ántrax se ha eliminado de muchas
en el laboratorio lo hacen bien en un mundo completamente inalterado — en
regiones. La viruela ya no existe sobre la faz de la tierra, y el potencial para
un mundo que no ha sido alterado para aproximarse d laboratorio. Esto, por
hacer que una persona enferme de viruela ahora exisce sólo, creemos, en un
supuesto, es una cuestión contingente-, podría haber sido diferente. Pero cual-
pequeño número de refrigeradores cerrados con llave en unos pocos labora-
quiera que sea el caso, d éxito o el fracaso.en una misión no justifica ni refu-
torios nacionales. ¿N o es esto así porque hemos descubierto algo acerca de
ta una teoría que es verdadera con respecto a los fenómenos generados en el
nuestro entorno externo al iaboracocio y después hemos aplicado nuestro-
laboratorio. L a vindicación y la refutación sólo suceden en ese lugar; el valor
conocimiento duramente adquirido? ¿Y no significa eso que hay (y había)
de una misión es otra cosa. Todas las bromas sobre los apararejos militares
ciertas verdades acerca del ántrax, además de que las especulaciones de
penden de este hecho banal. Si ¡a gente que se opone a la medicina conven-
Pasteur fueran verdaderas con respecto a los fenómenos generados en el
cional tuviera sentido del hu mor !y si d resto de nosotros no pensáramos que
laboratorio?
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Filosofìa de la ciencia: el giro naturalista 247
L a fiiente de esta preocupación es el error metafísico de pensar que la proporcionara k matemática de la teoría ondul atori a que era completamen-
verdad o el mundo explican algo. "Si el tratamiento funciona, entonces el te capaz de interpretar los datos. U n periodo extenso de estabilidad dentro de
mundo o la verdad sobre el mund o lo hace funcionar, y eS 0 es lo que descu-
un domi ni o de datos no promete que las cosas hayan llegado a su fin.
brimos en el laboratorio y después aplicamos al mundo". N o es así. D i je que
U n caso más interesante es el de la teoría calórica del sonido. Laplace
las ciencias de laboratorio maduras son verdaderas con respecto a los fenó-
calculó la velocidad del sonido suponiendo una sustancia que llamó el caló-
menos del laboratorio. Di ci endo esto estaba describiendo, no explicando
rico, y esto encajó en las determinaciones experimentales de aquel entonces.
nada. U na ciencia es verdadera con respecto a los fenómenos cuando se aco-
A u n así parece como si & eran erróneos en un 30 por ciento. L a velocidad del
moda al análisis de los- datos generados por los instrumentos y los aparatos,
sonido por supuesto no es algo trivial (hay por lo menos tres "velocidades del
cuando está modelada por las hipótesis tópicas. Cada uno de mis quince
sonido" distinguibles), pero aun así no podemos entender lo que hacían los
uems que es pertinente a un test se ha de traer a colación para la justificación
experimentadores laplacianos. A bandonamos sus fenómenos tan contentos
de k ciencia, y cuando la ciencia madura, están ajustados mutuamente de
como olvidamos ei calórico. A sí de familial son la conjetura y la refutación.
manera tal que se da lo que denomi no la autojustificsdón. L o que queremos
Esto podría invitar al cinismo sobre k esrabiiidad pero no al escepticismo
que ocurra en una investigación orientada es que el : i p a r a K ) reproducible (o
filosófico, hacia el cual giro ahora.
el producto químico o lo que sea) tenga también un efecto feliz en el indó-
mi to mundo. Pero no es la verdad de nada lo que causa o explica ios efectos M e gustaría revertir el énfasis del escepticismo filosófico. En nuestro
felices. tiempo principalmente se ha enfocado hacia las proposiciones; aquellas que
son verdaderas con respecto al pasado podrían no ser verdaderas con respec-
to del futuro. N uestras expectativas y creencias podrían no proyectarse
L a inducción
correctamente hacia el futuro. El filósofo del experimento ha de descender de
L a doctrina de las ciencias de iaboratorio maduras que se aucojustifi- la semántica y pensar sobre las cosas y las acciones en lugar de las ideas y las
can no tiene que ver con el problema de la inducción más que la metodol o- expectativas.
gía popperkna de las conjeturas y las refinaciones o d análisis de las revolu- U na ciencia de laboratorio podría llegar a ser genuinamente inestable.
ciones científicas de K uhn. Esto es lo que debería ser. El probl ema de k N uestras tecnologías podrían dejar de funcionar. Los fenómenos podrían
inducción surgió en conexión con panes, carteros y billares.'N o tiene nada dejar de ser vinculantes. L o que cambiaría en mi fantasía escéptica es que
que ver con k ciencia, aunque tiene todo que ver con la civilización, oorque nuestros aparatos dejarían de ser capaces de elicitar los fenómenos. N ada de
la cuestión surgió en relación a los cocineros y los artesanos (el pan y ks bolas lo que he dicho sobre la escabiiidad debería evitar ese tipo de maravilla que
de billar) y en relación a los funcionarios (los carteros). El probl ema de k llamamos ei problema de la inducción. L a pregunta "¿por qué esperar que el
inducción sin embargo debe tomar su propia forma dentro de mi concepción futuro sea como ei pasado?" roma una forma nueva para el laboratorio y ¡os
de la ciencia, así como debería, o podría, hacerlo deniro de cualquier otra. fenómenos que produce. "¿Por qué los tipos de aparatos que hemos hecho, y
El problema de ¡a inducción no debe confundirse con nuestra mani - que hemos hecho para actuar de cierto modo en el pasado, continuarán
fiesta falibilidad. A parte de las cuestiones sobre la proyección del pasado haciéndolo en el futuro?" 7
sobre el finura, no hay una autojustificación garantizada, eterna e inapelable
de una ciencia de laboratorio. A veces una teoría puede ser verdadera con res-
pecto a un cuerpo de fenómenos y tener un domi ni o cerrado de datos en el
sencido que he sugerido y aún así fracasar en su intento de sobrevivir. La
transformación de-la teoría corpuscular d eja luz en ¡a teoría ondul atori a es
justo de este cipo. A l -pri nci pi o no era un nuevo tipo de i nstrumento b que U n a p r i mer a versi ón de esce am u l o fue p r on u n ci ad a en u na r euni ón de i a A mer i can
transformó las viejas ideas: Los fenómenos que hacían convincente a la teoría P hi l osophi cal A ssoci ati on el 28 de d i ci embr e de 1988, y u n r esumen de í a charl a fue i mp r eso
i n T he J ournal of ' P hilosophy 85( 1988) : 507- 14. A gr adezco a m i comentar i sta en esa ocacsi ón,
ondulatoria fíteron di ctados por lo que se podría llamar la instrumentación
Peter G ai i son, sus úti l es consejos, Reci bí u n a gr an ayud a d el gr u p o de filosofía de !a ci enci a de
newconiana (gran parte de la misma fímeionaba gracias al i namovi bl e segui-
ta U ni v er si d ad de T o r o n t o en o t o ñ o de 1989, y desearí a dar las gracias especi al mente a R an d al l
dor de la teoría corpuscular D avi d Brewster) incluso antes de que Fresnel K een y M ar gar et M o r r i so n . N u estr o edi tor , A n d r ew P i ck er i ng, ha si do espl éndi damente atento.