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Uno de los mayores deseos que Dios puede tener para con la humanidad es
perdonarlos por sus pecados que esta ha cometido contra de él.
Pero todo tuvo un inicio. El asunto tuvo su origen en el comienzo de los tiempos
cuando hizo la creación y puso al hombre en medios del huerto del Edén.
Pero desde el principio Dios siempre tuvo la intención de restaurar la relación rota:
“14 Entonces el SEÑOR Dios dijo a la serpiente: «Por lo que has hecho, eres
maldita más que todos los animales, tanto domésticos como salvajes. Andarás
sobre tu vientre, arrastrándote por el polvo durante toda tu vida. 15 Y pondré
hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella.
Su descendiente te golpeará* la cabeza, y tú le golpearás el talón»…
Tuvo esta intención al manifestar que un día vendría alguien a pagar por sus
ofensas y destruir la obra que el diablo había iniciado.
SALMO 51:5 NTV
“5 Pues soy pecador de nacimiento, así es, desde el momento en que me concibió
mi madre”.
¿QUÉ ES EL PERDÓN?
La palabra perdón proviene del hebreo NASÁ que se traduce como elevar, levantar
(la culpa), aceptar, libertad, etc., y Kâfar, "cubrir", "ocultar", que implica la idea
de expiar, “hacer expiación”, “reconciliar”
No, no podía ser así porque en su naturaleza santa y justa él tenía que castigar la
ofensa y la iniquidad
“La persona que peque es la que morirá. El hijo no será castigado por los pecados
del padre ni el padre será castigado por los pecados del hijo. Los justos serán
recompensados por su propia conducta recta y las personas perversas serán
castigadas por su propia perversidad”.
Dios en su naturaleza santa y justa, tenía que juzgar castigar el pecado. Pero como
muchos sabemos al hacerlo toda la humanidad entera tendría que ser enviado al
castigo eterno.
“10 Como dicen las Escrituras: «No hay ni un solo justo, ni siquiera uno”
Pero Dios que es infinito en misericordia, envió hace 2000 años a su Hijo
Jesucristo a pagar por el perdón de los pecados de toda la humanidad, para que el
hombre pudiera tener una esperanza de perdón, salvación y vida eterna.
7 Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque
tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona
extraordinariamente buena.8 Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al
enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores”.
Ahora bien el perdón de Dios ya está pagado. Cristo Jesús lo pago todo en la cruz al
derramar su sangre como pago por el pecado y los pecados de la humanidad.
Pero para que el hombre pueda acceder hay ciertas condiciones para recibirlo:
Escuchar la palabra de Dios para que conozca al dios de amor que lo quiere
perdonar, pero que también es un Dios santo y justo que le demanda
arrepentimiento y obediencia.
“13 Cuando yo cierre los cielos para que no llueva, o le ordene a la langosta que
devore la tierra, o envíe pestes sobre mi pueblo,
15 Mantendré abiertos mis ojos, y atentos mis oídos a las oraciones que se eleven
en este lugar”.
“19 Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a
Dios, 20 a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor, enviándoles
el Mesías que ya había sido preparado para ustedes, el cual es Jesús.
22 Moisés dijo: Él Señor su Dios hará surgir para ustedes, de entre sus propios
hermanos, a un profeta como yo; presten atención a todo lo que les diga. 23
Porque quien no le haga caso será expulsado del pueblo”
El trazo un plan para poder salvar al ser humano y dispuso todos lo medios.
Habiendo entendido un poco a cerca del perdón de Dios hay otra cosa que el
hombre debe aprender, entender y practicar: perdonar de corazón.
Así como Dios nos ha perdonado todas nuestras faltas, Dios espera que la gente
también sea perdonadora así como él es.
“21 Luego Pedro se le acercó y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a
alguien que peca contra mí? ¿Siete veces?
23 »Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió poner
al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero. 24 En el
proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de
plata. 25 No podía pagar, así que su amo ordenó que lo vendieran —junto con su
esposa, sus hijos y todo lo que poseía— para pagar la deuda.
26 »El hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme
paciencia y te lo pagaré todo”. 27 Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y
lo liberó y le perdonó la deuda.
28 »Pero cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un
compañero, también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata.
Lo tomó del cuello y le exigió que le pagara de inmediato.
29 »El compañero cayó de rodillas ante él y le rogó que le diera un poco más de
tiempo. “Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré”, le suplicó. 30 Pero el acreedor
no estaba dispuesto a esperar. Hizo arrestar al hombre y lo puso en prisión hasta
que pagara toda la deuda.
31 »Cuando algunos de los otros siervos vieron eso, se disgustaron mucho. Fueron
ante el rey y le contaron todo lo que había sucedido.
Todo aquel que no perdona como Dios lo ha perdonado, cae en el disgusto del
Señor y él termina castigándolo severamente.
LA TORTURA
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Depresión
“22 Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos”
MALAS DECISIONES
Caín se dejó llevar por el rencor y la maldad lo invadió hasta llegar a cometer
homicidio.
“4 Abel también presentó una ofrenda: lo mejor de las primeras crías de los
corderos de su rebaño. El SEÑOR aceptó a Abel y a su ofrenda, 5 pero no aceptó a
Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído. 6 «
¿Por qué estás tan enojado? —preguntó el SEÑOR a Caín—. ¿Por qué te ves tan
decaído?
7 Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto,
entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por
controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo»”.
AMARGURA Y RESENTIMIENTO
INSOMNIO
Saúl se dejó llevar por el resentimiento contra David, ese resentimiento lo llevo a
cometer muchas locuras injusticias y en parte por ello termino endemoniado.
“24 Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y, si creen que lo han
recibido, será suyo.
25 Pero, cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien
guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a
ustedes sus pecados”.
ACLARACIÓN IMPORTANTE:
En el contexto del pasaje de Mateo 18, el perdón entre personas tiene una
condición: el arrepentimiento.
Hay que perdonar de corazón las ofensas, por salud propia y no guardar
resentimiento para mantener la salud espiritual y física ya que el resentimiento y la
amargura está íntimamente ligada a múltiples padecimientos clínicos, corrupción
moral y juicio de Dios por no querer perdonar.
Hoy en día mucha gente del mundo y aun dentro de la iglesia está sufriendo
diferentes enfermedades, ataduras a adversidades y maldiciones cuya causa
principal es la falta de perdón en el corazón.
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CONCLUSIÓN.
Es por ello que para Dios pudo perdonar pecados que no tenía perdón más que la
muerte y el castigo eterno. En su infinita misericordia Dios sacrifico a sus Hijo
Jesucristo para que se nos abriera una puerta para su perdón. Pendo que recibimos
cuando nos arrepentimos de todo corazón del pecado y nos apartamos de él. Así
mismo su perdón se recibe cuando depositamos nuestra fe y obediencia en su Hijo
Jesús.
Pero así como Dios sacrifico a su Hijo por nosotros, para el que pago un alto costo,
no es admisible que nosotros no pasemos por alto las ofensas de los seres humanos.
El demanda que así como él nos perdonó, así mismo nosotros perdonemos a los
que nos ofenden en cualquier grado.