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Tipos de linfoma
Existen dos clases de linfomas:
• La enfermedad de Hodgkin (el Dr. Thomas Hodgkin fue el primero en identificar esta
enfermedad).
• Linfoma no Hodgkin
Estos tipos de linfomas son diferentes en cuento a cómo se comportan, se propagan y
responden al tratamiento, de modo que es importante diferenciarlos. Por lo general, los
médicos pueden diferenciarlos al observar las células cancerosas con un microscopio o
mediante el uso de pruebas sensibles de laboratorio.
Tanto los niños como los adultos pueden padecer enfermedad de Hodgkin. En este
documento se provee información sobre el tratamiento en ambos grupos.
Para más información sobre el linfoma no Hodgkin, por favor, lea el documento Linfoma
No Hodgkin de la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
El sistema linfático y el tejido linfático
Para entender qué es la enfermedad Hodgkin, resulta útil entender cómo funciona el
sistema linfático.
El sistema linfático es parte del sistema inmunológico, lo que ayuda a combatir
infecciones y algunas otras enfermedades. También ayuda a los fluidos a moverse en el
cuerpo. El sistema linfático está compuesto principalmente de:
• Tejido linfático: comprende los ganglios linfáticos y los órganos relacionados (vea
información más adelante) que forman parte del sistema inmunológico y del sistema
productor de sangre.
• Linfa: un líquido claro que se desplaza a través del sistema linfático, llevando
productos de desecho y exceso de líquido de los tejidos, así como linfocitos y otras
células del sistema inmunológico.
• Vasos linfáticos: pequeños conductos, similares a vasos sanguíneos, por los cuales la
linfa se desplaza a diferentes partes del sistema linfático.
Linfocitos
El tejido linfático está compuesto principalmente por células llamadas linfocitos, un tipo
de glóbulo blanco. Existen dos tipos principales de linfocitos, denominados linfocitos B
(células B) y linfocitos T (células T). Las células B y las células T normales realizan
diferentes tareas.
• Los linfocitos B: las células B ayudan a proteger al cuerpo de los gérmenes (bacterias
y virus) porque producen proteínas llamadas anticuerpos. Los anticuerpos se adhieren
a los gérmenes, y los marcan para que otras partes del sistema inmunológico los
destruyan. Casi todos los casos de enfermedad Hodgkin comienzan en los linfocitos
B.
• Los linfocitos T: existen varios tipos de células T, cada una de ellas con una función
especial. Algunas células T destruyen directamente a ciertas clases de bacteria o
células infectadas con virus u hongos. Otros tipos de células T desempeñan una
función al reforzar o desacelerar las actividades de otras células del sistema
inmunológico.
Edad
Personas de cualquier edad pueden ser diagnosticadas con la enfermedad de Hodgkin,
aunque es más común en la edad adulta temprana (15 a 40 años, especialmente en las
personas de 20 a 29 años) y tarde en la edad adulta (después de los 55 años).
Geografía
La enfermedad Hodgkin es más común en los Estados Unidos, Canadá y el norte de
Europa, y es menos común en los países asiáticos.
Antecedentes familiares
Los hermanos y las hermanas de personas jóvenes con esta enfermedad tienen un mayor
riesgo de enfermedad de Hodgkin. El riesgo es muy alto en un gemelo idéntico de una
persona con enfermedad de Hodgkin. No obstante, el vínculo familiar sigue siendo poco
común (la mayoría de las personas con la enfermedad de Hodgkin no tienen antecedentes
familiares.
No está claro porqué el historial familiar pudiera aumentar el riesgo. Podría deberse a que
miembros de la familia tienen exposiciones similares en la niñez a ciertas infecciones (tal
como infección con el virus Epstein-Barr, cambios genéticos hereditarios que les hace
más propensos a padecer enfermedad de Hodgkin, o cierta combinación de estos factores.
Condición socioeconómica
El riesgo de enfermedad de Hodgkin es mayor en personas con un antecedente
socioeconómico más alto. La razón para esto no está clara. Una teoría consiste en que
niños provenientes de familias más acaudaladas podrían estar expuestas a cierto tipo de
infección (tal como el virus Epstein-Barr) más tarde en la vida que los niños de familias
menos acaudaladas, lo que podría de alguna manera aumentar el riesgo.
Las biopsias
En realidad, hay más probabilidad de que muchos de los síntomas de la enfermedad de
Hodgkin sean causados por otras dolencias. Por ejemplo, los ganglios linfáticos
agrandados se presentan con más frecuencia debido a infecciones que por enfermedad de
Hodgkin. Debido a esto, los médicos a menudo observan los ganglios agrandados durante
varias semanas para ver si se encojen por sí solos a medida que la infección desaparece.
También se pueden recetar antibióticos para ver si se reduce el tamaño de los nódulos.
Si los ganglios no se encogen o continúan creciendo, se extirpa un ganglio linfático (o
una porción pequeña de un ganglio) para ser observado con un microscopio y para otras
pruebas de laboratorio. Este procedimiento, llamado biopsia, es necesario para confirmar
el diagnóstico. Si se trata de enfermedad de Hodgkin, la biopsia también indica el tipo de
enfermedad.
Tipos de biopsias
Existen diferentes tipos de biopsias. Los médicos seleccionan la más apropiada según
cada situación.
Biopsia por escisión o incisión: éste es el tipo de biopsia preferido y que se realiza con
más frecuencia para un ganglio linfático agrandado. El médico hace un corte a través de
la piel para remover el ganglio linfático. Si el médico extrae el ganglio linfático por
completo, se le llama biopsia escisional. En caso de que se extirpe una pequeña parte de
un tumor más grande o de un ganglio linfático, se le llama biopsia por incisión.
Si el ganglio está localizado justo debajo de la piel, la operación es bastante simple y
algunas veces se puede realizar con anestesia local. Por el contrario, si el ganglio se
encuentra dentro del tórax o del abdomen, el paciente es sedado o se le administra
anestesia general (se duerme profundamente al paciente). Este tipo de biopsia casi
siempre proporciona suficiente muestra de tejido para hacer un diagnóstico de la
enfermedad de Hodgkin e indicar el tipo exacto de la misma.
Biopsia por aspiración con aguja fina o biopsia por punción con aguja gruesa: en
una biopsia por aspiración con aguja fina (fine needle aspiration, FNA), el médico utiliza
una aguja muy fina y hueca que está adherida a una jeringa para extraer (aspirar) una
pequeña cantidad de líquido y fragmentos minúsculos de tejido de un ganglio linfático o
un órgano del cuerpo. Para la biopsia por punción se usa una aguja más gruesa para
extraer un fragmento de tejido ligeramente más grande.
Si el ganglio agrandado está justo debajo de la piel, el médico puede dirigir la aguja
mientras palpa el ganglio. Si un tumor está localizado en un sitio profundo del cuerpo, el
médico puede guiar la aguja usando una tomografía computarizada o una ecografía (los
estudios por imágenes se describen en la sección “¿Cómo se clasifica por etapas la
enfermedad de Hodgkin?”.
Una biopsia con aguja no requiere una incisión, pero en muchos casos no puede extraer
suficiente cantidad de muestra para diagnosticar la enfermedad de Hodgkin (o para
determinar el tipo de esta enfermedad). La mayoría de los médicos no utilizan las
biopsias con aguja (especialmente biopsias FNA) para diagnosticar la enfermedad de
Hodgkin. Pero si el médico sospecha que la inflamación de los ganglios linfáticos se debe
a una infección o a la propagación de un cáncer existente en otro órgano (como el seno,
los pulmones, la tiroides), la biopsia con aguja puede ser el primer tipo de biopsia que se
haga. Es posible que se requiera de una biopsia escisional para diagnosticar la
enfermedad de Hodgkin, aun después de hacer una biopsia con aguja.
Si la enfermedad de Hodgkin ya ha sido diagnosticada, a veces se realizan biopsias con
agujas para examinar áreas en otras partes del cuerpo que pudieran indicar una
propagación de la enfermedad o que ésta haya regresado después del tratamiento.
Aspiración y biopsia de la médula ósea: estas pruebas no se utilizan para diagnosticar
la enfermedad de Hodgkin, pero se pueden hacer después del diagnóstico para determinar
si la enfermedad de Hodgkin está en la médula ósea. Para información detallada sobre
estas pruebas, lea la sección, “¿Cómo se clasifica por etapas la enfermedad de
Hodgkin?”.
Radiografía de tórax
A menudo, la enfermedad de Hodgkin causa la inflamación de los ganglios linfáticos del
tórax, lo que se puede ver usualmente en una radiografía regular de tórax.
Tomografía computarizada
La tomografía computarizada (CT scan) usa rayos X para producir imágenes
transversales detalladas del cuerpo. A diferencia de una radiografía regular, las CT
pueden mostrar el detalle en tejidos blandos (tal como órganos internos). Este estudio
puede ayudar a indicar si cualquiera de sus ganglios linfáticos u órganos están
agrandados. La tomografía es útil para detectar la enfermedad de Hodgkin en el cuello,
tórax, el abdomen y la pelvis.
Antes del estudio, se le puede pedir que tome una solución de contrate y/o reciba una
inyección intravenosa (IV) de un tinte de contraste para delinear mejor las áreas
anormales en el cuerpo. Puede que usted necesite una línea intravenosa (IV) para
inyectarle el material de contraste. La inyección puede causar cierto enrojecimiento o
bochorno (sensación de calor, especialmente en la cara). Algunas personas son alérgicas
al tinte y presentan ronchas o una sensación de rubor o, raras veces, unas reacciones más
graves tales como dificultad respiratoria y baja presión arterial. Asegúrese de decirle al
médico si usted o su hijo tiene alguna alergia o si alguna vez ha tenido alguna reacción a
cualquier material de contraste usado para rayos X.
El tomógrafo que se utiliza para este estudio consiste en un anillo grande similar a una
rosca (dona) grande, con una camilla estrecha que se desliza hacia adentro y afuera de la
abertura central. Será necesario que se acueste inmóvil sobre una mesa mientras se realiza
el examen. Las tomografías computarizadas toman más tiempo que las radiografías
convencionales, y algunas personas pueden sentirse un poco confinadas por el anillo
mientras se toman las fotografías. Los doctores administran a algunos niños un
medicamento que ayude a mantenerlos calmados o que los ponga a dormir durante el
examen.
Biopsia con aguja guiada por CT: una CT también se puede usar para guiar una aguja
de biopsia hacia una región sospechosa. Para este procedimiento, la persona se acuesta
sobre la mesa de la CT, mientras un médico mueve una aguja de biopsia a través de la
piel y hacia el área. Las CT se repiten hasta que la aguja esté en el lugar correcto.
Entonces, se extrae la muestra de biopsia y se envía al laboratorio para ser examinada con
un microscopio.
Gammagrafía ósea
Por lo general, este estudio no se hace a menos que la persona esté presentando dolor de
huesos o los resultados de una prueba de laboratorio sugieran que la enfermedad de
Hodgkin pudo haber alcanzado los huesos.
Para la gammagrafía ósea se utiliza una sustancia radioactiva distinta (tecnecio). Después
de que se inyecta en una vena, viaja a las áreas del hueso afectadas. Una cámara especial
entonces detecta la radioactividad. La enfermedad de Hodgkin algunas veces causa daño
a los huesos, lo que se puede reflejar en una gammagrafía ósea. Sin embargo, las
gammagrafías óseas no pueden indicar la diferencia entre los cánceres y los problemas no
cancerosos, de modo que podrían ser necesarias pruebas adicionales.
Otras pruebas
Análisis de sangre
Los análisis de sangre no son parte del sistema formal para clasificar la enfermedad de
Hodgkin, pero pueden ayudar a su médico a tener una idea de cuán avanzada está la
enfermedad y cuán bien una persona pudiese tolerar ciertos tratamientos.
El recuento sanguíneo completo es una prueba que mide los niveles de las diferentes
células en la sangre. Las células de la enfermedad de Hodgkin no aparecen en la sangre,
pero un recuento sanguíneo completo puede a veces revelar signos de la enfermedad de
Hodgkin. Por ejemplo, la anemia (deficiencia de glóbulos rojos) puede ser un signo de la
enfermedad de Hodgkin avanzada. Un nivel alto de glóbulos blancos es otro posible
signo, aunque también puede ser causado por infección.
Otra prueba llamada velocidad de sedimentación de eritrocitos (ESR) puede ayudar a
medir cuánta inflamación existe en el cuerpo. Puede estar elevada en algunas personas
con la enfermedad de Hodgkin.
Además se pueden hacer análisis de sangre para verificar la función del hígado y los
riñones y para saber si hay signos de que el cáncer pudo haber alcanzado los huesos.
Es posible que su médico también sugiera otros análisis de sangre para identificar signos
de ciertas infecciones:
• Prueba de VIH: si presenta síntomas anormales que pudieran estar asociados con
infección por VIH.
• Prueba del virus de hepatitis B: si su médico planea emplear un medicamento llamado
rituximab (Rituxan) en su tratamiento, lo que podría causar problemas si usted tiene
esta infección.
Enfermedad voluminosa
Este término se usa para describir los tumores en el tórax que son al menos del ancho de
1/3 del tórax o los tumores en otras áreas que son al menos 10 centímetros (alrededor de
4 pulgadas) de ancho. Por lo general, es designada de esta manera al añadir la letra X a la
etapa. La enfermedad voluminosa puede requerir tratamiento más intensivo.
A vs. B
A cada etapa también se le puede asignar una letra (A o B). La letra B se añade (etapa
IIIB, por ejemplo) si una persona tiene cualquiera de estos “síntomas B”:
• Pérdida de peso de más del 10% en los 6 meses previos al diagnóstico (sin hacer
dieta).
• Fiebre inexplicable de al menos 100.4 (38°C).
• Sudoración profusa durante la noche.
Si una persona tiene cualquier síntoma B, esto usualmente significa que la enfermedad
está más avanzada, y a menudo se recomienda un tratamiento más intensivo. Si ninguno
de los síntomas B está presente, se le añade a la etapa la letra A.
Etapa Tasa de
supervivencia a 5
años
I Aproximadamente
90%.
II Aproximadamente
90%.
III Aproximadamente
80%.
IV Aproximadamente
65%.
Las tasas de supervivencia se basan en resultados previos de muchas personas que han
tenido la enfermedad, pero no puede preverse qué le sucederá a una persona en particular.
Hay muchos otros factores que podrían afectar el pronóstico de una persona, como la
edad y el estado general de salud, qué tan bien responda al tratamiento contra el cáncer,
así como otros factores (vea información más adelante). Su médico puede indicarle cómo
aplican a usted las cifras anteriores, ya que él o ella conoce mejor su situación.
Tipos de trasplantes
Hay dos tipos principales de trasplantes de células madre que usan diferentes fuentes de
células madre productoras de sangre.
Autotrasplante de células madre (trasplante autólogo)
En este tipo de trasplante, las propias células madre de la sangre del paciente se extraen
de su médula ósea o de la sangre periférica. Estas células se obtienen en varias ocasiones
durante las semanas previas al tratamiento. Las células se congelan y se almacenan
mientras la persona recibe tratamiento (quimioterapia en altas dosis y/o radiación) y
luego se devuelven al torrente sanguíneo del paciente mediante infusión intravenosa (IV).
Este tipo de trasplante es el que se usa con más frecuencia en la enfermedad de Hodgkin.
Alotrasplante de células madre (trasplante alogénico)
En este tipo de trasplante, las células madre de la sangre provienen de otra persona. El
tipo de tejido del donante (también conocido como el tipo HLA) necesita asemejarse al
tipo de tejido del paciente tanto como sea posible para ayudar a evitar problemas
importantes con el trasplante.
Usualmente el donante es el hermano o la hermana, si tiene el mismo tipo de tejido que el
paciente. Si no hay hermanos compatibles, las células pueden provenir de un donante no
relacionado que tiene un tipo HLA compatible (un extraño que voluntariamente dona sus
células).
Algunas veces se usan células madre de la sangre del cordón umbilical. Estas células
madre provienen de la sangre del cordón umbilical y de la placenta después del
nacimiento de un bebé (esta sangre es rica en células madre). A menudo, éstas son una
fuente de células madre de sangre para trasplantes en niños.
Independientemente de la fuente, las células madre entonces se congelan y se almacenan
hasta que se vayan a necesitar para el trasplante.
Puede que sea más probable que los alotrasplantes eliminen las células de linfoma del
cuerpo, pero también es más probable que causen graves complicaciones que podrían
poner en peligro la vida. Al tratar la enfermedad de Hodgkin, por lo general se usa un
alotrasplante sólo si ya se trató con un autotrasplante sin obtener buenos resultados.
Trasplante no mieloablativo: este tipo especial de alotrasplante puede ser una opción
para algunos pacientes que no podrían someterse a un alotrasplante regular debido a que
sería muy tóxico. Este tipo de trasplante usa menos quimioterapia y radiación, de modo
que también es conocido como minitrasplante o trasplante de menor intensidad.
Las dosis más bajas de quimioterapia y radiación no destruyen completamente las células
en la médula ósea. Después del tratamiento, el paciente recibe las células madre
alogénicas (del donante). Estas células establecen un nuevo sistema inmunitario en el
cuerpo que considera a las células del linfoma como extrañas y las ataca (un efecto
injerto contra linfoma).
Aun cuando usa dosis pequeñas de ciertos medicamentos de quimioterapia y dosis bajas
de radiación total del cuerpo, este tipo de trasplante aún puede algunas veces ser eficaz y
causar menos efectos segundarios graves. De hecho, algunos pacientes pueden recibir un
trasplante no mieloablativo como paciente externo (ambulatorio).
Los médicos no saben con exactitud cuán eficaces son estos tipos de trasplantes para
pacientes con enfermedad de Hodgkin, pero se realizan actualmente estudios para
determinar esto.
El procedimiento de trasplante
Dependiendo de diversos factores, el paciente puede ser admitido a la unidad de
trasplante de células madre del hospital o recibir tratamiento en forma ambulatoria.
Si el tratamiento se va a dar en el hospital, la persona es usualmente admitida al hospital
el día antes de comenzar las altas dosis de quimioterapia. Por lo general, él o ella
permanecerá en el hospital hasta que las células madre hayan comenzado a producir
nuevas células sanguíneas, lo que a menudo toma algunas semanas.
Si se realiza el trasplante como procedimiento ambulatorio, los pacientes y los familiares
necesitan estar dispuestos a identificar complicaciones que requieran la atención de sus
médicos. A menos que vivan cerca del centro de trasplante, se les pedirá a los pacientes
que se queden en un lugar cercano.
El tratamiento comienza con altas dosis de quimioterapia y puede incluir altas dosis de
irradiación a todo el cuerpo. Los tratamientos de quimio y radiación tienen el objetivo de
destruir las células cancerosas, pero también destruyen las células normales de la médula
ósea y del sistema inmunológico. Una vez que finaliza el tratamiento, se administran las
nuevas células madre (autólogos o alogénicos) en una vena al igual que una transfusión
de sangre. Las células madre entonces se desplazan a la médula ósea. Usualmente en un
lapso de varias semanas después de la infusión, las células madre comienzan a producir
nuevos glóbulos blancos. A esto le sigue luego la producción de plaquetas y glóbulos
rojos nuevos.
Mientras tanto, la persona corre un alto riesgo de sufrir infecciones graves debido a la
cuenta baja de glóbulos blancos, y de sangrado debido a la cuenta baja de plaquetas.
Durante este tiempo, frecuentemente se usan transfusiones de sangre y de plaquetas y
tratamiento con antibióticos potentes a fin de ayudar a prevenir o tratar infecciones o
problemas de sangrado.
En un alotrasplante de células madre, a la persona que recibe el trasplante también se le
pueden administrar medicamentos para prevenir que el nuevo sistema inmunológico
ataque al cuerpo (conocida como la enfermedad injerto-contra-huésped o GVHD, la cual
se describe más adelante).
Debido al alto riesgo de infecciones graves inmediatamente después del tratamiento, los
pacientes usualmente permanecen en una habitación especial del hospital aislados para su
protección (donde la exposición a gérmenes se mantiene en lo mínimo) hasta que una
medida de glóbulos blancos (nivel absoluto de neutrófilos) aumente a cierto nivel.
Por lo general, el paciente realiza visitas regularmente a la clínica ambulatoria de
trasplantes por alrededor de seis meses. Después de este periodo, la atención médica
podría ser compartida con su médico regular. Llegado ese momento, puede que los
pacientes sólo regresen a la clínica para revisiones periódicas o si presentan síntomas que
requieran ser atendidos.
Aspectos prácticos
Un trasplante de células madre es un tratamiento complejo que puede ocasionar efectos
secundarios potencialmente mortales. Si los médicos piensan que una persona se puede
beneficiar de un trasplante, éste debe hacerse en un centro de cáncer en el que el personal
tenga experiencia en el procedimiento y en el tratamiento de la fase de recuperación.
Un trasplante de células madre con frecuencia requiere una estadía hospitalaria
prolongada, y puede ser muy costoso (más de $100,000). Como algunas compañías de
seguros lo pueden considerar un tratamiento experimental, es posible que no paguen por
el trasplante. Aun cuando su seguro médico cubra el trasplante, sus copagos y otros
costos podrían fácilmente alcanzar muchos miles de dólares. Averigüe lo que el seguro
médico cubrirá antes de proceder con el trasplante para que tenga una idea de lo que
tendría que pagar.
Etapas III y IV
Esto incluye enfermedad de Hodgkin que se encuentra sobre y debajo del diafragma, y/o
se ha propagado ampliamente a través de uno o más órganos fuera del sistema linfático.
Por lo general, los médicos tratan a estas etapas con quimioterapia usando regímenes más
intensos que lo que se usa en etapas más iniciales. Aunque se puede usar ABVD (por al
menos seis ciclos), algunos médicos favorecen el tratamiento más intenso con el régimen
Stanford V por 12 semanas o incluso el régimen BEACOPP si existen varios factores
pronósticos desfavorables.
La PET/CT pudiese ser usada durante o después de la quimioterapia para evaluar cuánto
tratamiento es necesario. Dependiendo de los resultados de los estudios, se puede
administrar más quimioterapia. Se puede administrar radioterapia después de la
quimioterapia, especialmente si había cualquier área grande de tumor.
Para aquellos pacientes que no responden al tratamiento, se puede recomendar
quimioterapia usando diferentes medicamentos o altas dosis de quimioterapia (y
posiblemente radiación) seguido de un trasplante de células madre. Otra opción puede ser
tratamiento con el anticuerpo monoclonal brentuximab vedotin.
Cuidados posteriores
Aun cuando usted (o su hijo) completó el tratamiento, sus médicos tendrán que estar muy
atentos a usted. Es muy importante que acuda a todas sus citas de seguimiento. El
cuidado de seguimiento será necesario durante muchos años después del tratamiento de la
enfermedad de Hodgkin.
Durante estas visitas, su médico preguntará si tiene síntomas, hará exámenes físicos y
puede que ordene que se realicen análisis de sangre o estudios por imágenes, tal como CT
o radiografías del tórax. Las visitas a los médicos y las pruebas usualmente se
recomiendan cada varios meses por los primeros años después del tratamiento. El período
de tiempo entre las visitas puede ser gradualmente aumentado, aunque incluso después de
5 años las visitas deben hacerse al menos cada año.
La atención de seguimiento es necesaria para determinar si hay recurrencia o propagación
del cáncer, así como posibles efectos secundarios de ciertos tratamientos. Éste es el
momento de hacer cualquier pregunta al equipo de atención médica, así como hablar
sobre cualquier inquietud que pudiera tener.
Si la enfermedad de Hodgkin regresa en algún momento, el tratamiento adicional
dependerá de qué tratamientos ha recibido anteriormente, cuánto tiempo ha pasado desde
el tratamiento y su salud. Para más información, lea “Enfermedad de Hodgkin recurrente
o recaída” en la sección “Opciones de tratamiento por etapa”. Para obtener más
información general sobre cómo lidiar con la recurrencia, usted puede consultar nuestro
documento (disponible en inglés) When Your Cancer Comes Back: Cancer Recurrence.
Cáncer de seno
Este es el tipo de cáncer secundario más común entre las mujeres supervivientes de la
enfermedad de Hodgkin. El riesgo es mayor en aquellas que hayan recibido radiación en
una región al centro del pecho entre los pulmones (el mediastino) antes de los 30 años.
Anteriormente, muchas pacientes recibían radiación en esta región como parte de la
radiación al campo de manto (la radiación al campo de manto cubre la región del cuello,
pecho y axilas).
El riesgo de desarrollar cáncer de seno a raíz de la radiación puede verse afectado por la
quimioterapia y sus efectos secundarios. La quimioterapia incluye medicamentos
conocidos como agentes alquilantes causa que alguna mujeres experimenten la
menopausia prematura. Las mujeres que experimentes la menopausia antes de los 35 años
debido al tratamiento contra la enfermedad de Hodgkin, el riesgo de desarrollar cáncer de
seno no aumento, de hecho, es menor al esperado.
Cáncer de pulmón
El riesgo más elevado de desarrollar cáncer de pulmón está relacionado con la
radioterapia, así como la quimioterapia con agentes alquilantes. Los pacientes que
reciben tanto quimioterapia como radioterapia son aún más propensas de desarrollar
cáncer de pulmón. El hábito de fumar incrementa aún más el riesgo. El riesgo de
desarrollar cáncer de pulmón aumenta si el paciente fumaba antes del tratamiento, pero
éste se vuelve mayor si el paciente continúa con el hábito después del tratamiento.
Cáncer de tiroides
El riesgo de cáncer de tiroides incrementa en los pacientes de enfermedad de Hodgkin
que hayan recibido radiación en la región del cuello.
Aliméntese mejor
Alimentarse bien puede ser difícil para cualquier persona, pero puede ser aún más difícil
durante y después del tratamiento del cáncer. El tratamiento puede cambiar su sentido del
gusto. Las náuseas pueden ser un problema. Tal vez no tenga apetito y pierda peso
involuntariamente. O tal vez no pueda eliminar el peso que ha subido. Todas estas cosas
pueden causar mucha frustración.
Si el tratamiento le ocasiona cambios de peso o problemas con la alimentación o el
sentido del gusto, coma lo mejor que pueda y recuerde que estos problemas usualmente
se alivian con el pasar del tiempo. Puede que encuentre útil comer porciones pequeñas
cada 2 o 3 horas hasta que se sienta mejor. Usted puede también preguntar a los
especialistas en cáncer que lo atienden sobre consultar con un nutricionista (un experto en
nutrición) que le pueda dar ideas sobre cómo lidiar con estos efectos secundarios de su
tratamiento.
Una de las mejores cosas que puede hacer después del tratamiento del cáncer es adoptar
hábitos saludables de alimentación. Puede que a usted le sorprendan los beneficios a
largo plazo de algunos cambios simples, como aumentar la variedad de los alimentos
sanos que consume. Lograr y mantener un peso saludable, adoptar una alimentación sana
y limitar su consumo de alcohol puede reducir su riesgo de padecer varios tipos de
cáncer. Además, esto brinda muchos otros beneficios a la salud.
Para más información, lea nuestro documento Nutrition and Physical Activity During and
After Cancer Treatment: Answers to Common Questions.
Atención de hospicio
Es posible que en algún momento se beneficie de un programa de cuidados paliativos
(hospicio). Ésta es una atención especial que trata a la persona más que a la enfermedad,
enfocándose más en la calidad de vida que en la duración de la vida. La mayoría de las
veces, esta atención se proporciona en casa. Es posible que el cáncer esté causando
problemas que requieran atención, y un programa de cuidados paliativos se enfoca en su
comodidad. Usted debe saber que aunque la atención de una institución para el cuidado
de enfermos terminales a menudo significa el final de los tratamientos, como
quimioterapia y radiación, no significa que usted no pueda recibir tratamiento para los
problemas causados por el cáncer u otras afecciones de salud. En un programa de
cuidados paliativos, el enfoque de su atención está en vivir la vida tan plenamente como
sea posible y que se sienta tan bien como usted pueda en esta etapa difícil. Puede obtener
más información sobre un programa de cuidados paliativos en nuestro documento
Hospice Care.
Mantener la esperanza también es importante. Es posible que su esperanza de cura ya no
sea tan clara, pero aún hay esperanza de pasar buenos momentos con familiares y amigos,
momentos llenos de felicidad y de sentido. Una interrupción en el tratamiento contra el
cáncer en este momento le brinda la oportunidad de renfocarse en lo que es más
importante en su vida. Éste es el momento de hacer algunas cosas que usted siempre
deseó hacer y dejar de hacer aquéllas que ya no desea. Aunque el cáncer esté fuera de su
control, usted aún tiene opciones.
¿Cómo obtener más información?
Usted puede aprender más sobre los cambios que ocurren cuando el tratamiento curativo
deja de surtir efecto, así sobre planes y preparaciones para usted y su familia en nuestros
documentos Advance Directives y Cuando el final de la vida se acerca. Puede leer esta
información en Internet o puede llamarnos 1-800-227-2345 para solicitar que le enviemos
una copia gratis por correo.
Tratamiento adaptado
En general, las tasas de curación para la enfermedad de Hodgkin son altas, pero los
efectos secundarios a largo plazo del tratamiento son un asunto importante. Un área muy
activa de investigación es dirigida a conocer cuáles pacientes se pueden tratar con una
terapia más suave y cuáles necesitan un tratamiento más fuerte.
Un área relacionada de la investigación está encontrando tratamientos menos tóxicos que
no tengan efectos secundarios graves a largo plazo, y que a su vez curen la mayor
cantidad de pacientes posible. Se están estudiando nuevas combinaciones de
medicamentos de quimioterapia que contienen hasta 10 medicamentos diferentes. Este
método se basa en que, aun cuando se necesiten más medicamentos, usar menos cantidad
de cada uno podría causar menos efectos secundarios. Otro método es usar nuevos
medicamentos que ataquen mejor las células de la enfermedad de Hodgkin, en lugar de
medicamentos de quimioterapia. Algunos de éstos se describen a continuación.
Lo mismo ocurre para la radioterapia. Los médicos están identificando cuáles pacientes
(especialmente niños) podrían responder igual con dosis más bajas de radiación, o incluso
sin radiación. Los médicos también están estudiando si las formas más recientes de
radioterapia, como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) y la terapia de rayo de
protones, pueden ser útiles en la enfermedad de Hodgkin. Estos métodos enfocan la
radiación con más precisión hacia los tumores, lo que limita la dosis que alcanza a los
tejidos normales adyacentes.
Quimioterapia
Se están estudiando medicamentos y combinaciones de quimioterapia nuevas en los
pacientes con enfermedad de Hodgkin. Algunos medicamentos, tal como vinorelbina,
idarubicina, bendamustina y gemcitabina, ya se están utilizando para tratar otros
cánceres, y han mostrado ser prometedores contra la enfermedad de Hodgkin que recurre
después de otros tratamientos de quimioterapia. Se están llevando a cabo los estudios
para determinar si estos medicamentos pudieran ser más eficaces que los que se usan
actualmente.
Terapia dirigida
Actualmente también se están estudiando los medicamentos más recientes que funcionan
de manera diferente a los medicamentos de quimioterapia convencional. A éstos se les
conoce como medicamentos de terapia dirigida.
Por ejemplo, los medicamentos conocidos como inhibidores mTOR (tal como sirolimus,
temsirolimus y everolimus) han demostrado ser promisorios en estudios clínicos
preliminares contra la recaída de la enfermedad de Hodgkin. Los medicamentos llamados
inhibidores de histona deacetilasa (HDAC), como panobinostat y vorinostat, también han
ofrecido cierta esperanza en estudios preliminares.
Otros medicamentos que están bajo estudio incluyen lenalidomida (Revlimid®) y
bortezomib (Velcade®). Estos medicamentos se usan con más frecuencia para tratar el
mieloma múltiple y algunos linfomas no Hodgkin, aunque puede que sean útiles también
para la enfermedad de Hodgkin.
Algunos medicamentos dirigidos más recientes, como PLX3397, podrían afectar a las
otras células en los tumores de la enfermedad de Hodgkin, en lugar de afectar las células
cancerosas en sí. Estas otras células en realidad componen mucho de los tumores de la
enfermedad de Hodgkin y se cree que ayudan a crecer a las células cancerosas. La
investigación sobre estos tipos de medicamentos aún se encuentra en etapas iniciales.
Anticuerpos monoclonales
Los anticuerpos son proteínas que normalmente el sistema inmunológico produce para
ayudar a combatir las infecciones. Cada anticuerpo ataca sólo un blanco específico
(usualmente una proteína en la superficie de una célula no deseada). Los anticuerpos
monoclonales (mAbs) son versiones sintéticas de estas proteínas del sistema
inmunológico. Algunas veces pueden destruir las células cancerosas por ellos mismos.
Otras veces se les unen moléculas radioactivas o agentes tóxicos para las células, los
cuales ayudan a destruir las células cancerosas. Una ventaja de estos medicamentos es
que atacan a las células del linfoma provocando menos efectos secundarios que los
medicamentos de quimioterapia convencional. Estos anticuerpos se pueden usar solos o
en combinación con quimioterapia.
Se están usando algunos (mAbs), tal como brentuximab vedotin (Adcetris) y rituximab
(Rituxan), para tratar la enfermedad de Hodgkin en algunas situaciones (lea “Anticuerpos
monoclonales para la enfermedad de Hodgkin”). Actualmente los investigadores están
realizando estudios para determinar si estos medicamentos pudieran ser eficaces en otras
situaciones. Por ejemplo, el brentuximab actualmente se estudia para saber si puede ser
útil en el curso más temprano de la enfermedad. Además, se realizan estudios para saber
si el rituximab puede ayudar a tratar las formas clásicas de enfermedad de Hodgkin, así
como el tipo con predominio linfocitario nodular.
Muchos mAbs más nuevos también están bajo estudio.
Enfermedad de Hodgkin
Leukemia & Lymphoma Society
Línea telefónica gratuita: 1-800-955-4572 o 1-914-949-5213
Sitio Web: www.lls.org
Ofrece información sobre la enfermedad de Hodgkin y sus tratamientos,
información financiera, y asistencia financiera para personas con ciertos
diagnósticos.
Lymphoma Research Foundation
Línea telefónica gratuita: 1-800-500-9976
Sitio Web: www.lymphoma.org
Provee una línea de ayuda para información sobre el tratamiento de linfoma,
materiales educacionales, información sobre estudios clínicos, programas de
apoyo de persona a persona, boletines informativos y fondos para investigación.
National Cancer Institute
Línea telefónica gratuita: 1-800-4-CANCER (1-800-422-6237) o TTY: 1-800-332-8615
Sitio Web: www.cancer.gov
Ofrece información actualizada, precisa y gratuita sobre el cáncer a los pacientes,
sus familias y al público en general; también ayuda a las personas a encontrar
estudios clínicos en su área.
National Coalition for Cancer Survivorship
Teléfono sin cargo: 1-888-650-9127
1-877-NCCS-YES (622-7937) para solicitar algunas publicaciones y el Cancer Survival
Toolbox®
Sitio Web: www.canceradvocacy.org
Provee publicaciones sobre muchos temas relacionados con el cáncer; también
ofrece el Cancer Survival Toolbox (un programa gratis que enseña destrezas que
pueden ayudar a las personas con cáncer a lidiar con los retos de la enfermedad).