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¿Sueñan los cyborgs con un goce que despierta?

Hibridación cyborg1
Ariel San Román
5 (Delegación Río Gallegos del I.O.M.2)

La intersección entre tecnología y cuerpo ha alcanzado limites impensados hace no


tanto, donde la hibridación en el término cyborg ya no pertenece exclusivamente a la ciencia
ficción. El concepto de Cyborg ya no es sólo la integración máquina/organismo, sino la
10 constitución del cuerpo en un objeto a cargo de la ciencia: el tecnocuerpo.
Autores contemporáneos -Haraway, Virilio, Baudillard, Ascott-, plantean que esta
confluencia no es sin un cambio radical del estatuto ontológico del ser humano. Este proceso
de cyborgiazación puede circunscribirse a dos planos:
-El cuerpo textual del mapa genético y las posibilidades de la bioingeniería.
15 -El mundo virtual de Internet, donde se diluye el cuerpo físico en un idealismo subjetivo
transhumanista.

El cuerpo texto
La noción de cuerpo está ligada desde un punto histórico a la del texto. Fue necesario
20 acceder al interior anatómico, luego taxonomizarlo en el mapa de su estructura anatómica,
para finalizar en el Proyecto Genoma Humano: reducido a un código que puede extraerse,
manipularse, recombinarse, trasvasarse y programarse en un número infinito de nuevas
combinaciones.
Al decir de Teresa Aguilar García, a partir de este momento el “mundo puede ser leído
25 como un problema de códigos, de información pura, y el sistema biótico que es el cuerpo
(reducido a una escritura), como un componente más del sistema”.
Ante la premisa instaurada por la técnica -la caducidad e insuficiencia del cuerpo-, las
tecnologías, las comunicaciones y las biotecnologías vendrían a ser las herramientas
fundamentales para reconstruir, paliar y ampliar nuestros cuerpos obsoletos, pues están bajo
30 una misma égida: la traducción del problema del mundo a un problema de códigos.
Disolución del cuerpo
Para Peter Sloterdijk, uno de los rasgos de esta época es que empuja a la manía. Como
efecto del agotamiento que ello implica y la decepción a tamaña promesa de felicidad, adviene
la inmersión en territorios digitales cuya finalidad es la transformación, de aquél que la
35 práctica, en algo/alguien distinto de lo que se era.
Dentro del espacio-tiempo de lo virtual, los sujetos pueden reconvertirse y desintegrarse
en otro orden de realidad, donde lo orgánico, y su dependencia a las leyes físicas, queda
abolido. Surge un universo escopofílico, donde la mirada es el elemento generador y garante
de realidad, constituyendo la existencia. El recurso -no mediado- a la imagen que, en última
40 instancia, no remite a nada, elimina toda posible referencia y autor.
La paradoja en esta dimensión virtual se da entre la elevación casi religiosa de la imagen,
que se propaga en multiplicidad de la red, y el estatus de invisibilidad y/o la estética de la

1Texto publicado en “3eras Jornadas Regionales del I.O.M.2 Patagonia: La fragilidad del lazo - ¿Cómo convivir con el
Otro?” (2015; Ed. Planeta Color; Neuquén).
desaparición a la que queda subsumido el cuerpo físico. La era de ciberespacio no sólo
imprime el rechazo del origen, inmersos como estamos en una vorágine de tiempo absoluto -
45 sin huecos- como sugiere Internet, sino que cuestiona la concepción de sujeto, de lazo social,
de lo que puede ser escena pública y privada, incluso el propio cuerpo.
Como plantea Teresa Aguilar García, “la desaparición del cuerpo de la ciudad, suplantado
por las tecnologías de la información, supone la desaparición del cuerpo humano, del contacto
físico o de la capacidad de utilizar los sentidos: en la meta-ciudad virtual, pa percepción visual
50 es el único elemento que hace trabajar el cuerpo humano, desprovisto de sentidos inutilizados y
de un razonamiento que lleve a la reflexión”.

To bit or not to bit


Pareciera ser que la trascendencia viene dada hoy por la tecnología, ya sea virtual o
55 genética: el tecnocuerpo es un ser trascendente gracias a la tecnología, porque le hace ir más
allá de su condición de organismo. Tanto, porque son posibles los saltos evolutivos gracias a la
tecnología genética, como porque el orden de la realidad puede modificarse mediante la
tecnología virtual. Se aspira a una existencia trascendente en el más estricto sentido científico.
El saber se transforma en información. La tecnología cubre procesos abstractivos que se
60 aproximan más a una concepción idealista de la realidad.
Si se plantea que el cuerpo se revela como inservible, insuficiente o caduco sin las
prótesis tecnológicas que lo capacitan para funcionar en el mundo actual, entonces surge la
encrucijada: ¿rechazo ante una posible deshumanización o apuesta a la interfaz?

65 Pst, pst, ¿y el goce?


Ante este panorama, ¿qué lecturas puede aportar el psicoanálisis? Esbocemos algunas:
-Lo que desde el arte contemporáneo (Stelarc, Kac, Orlan) se postula como el cuerpo
interfaz, puerto de conexión con la biología y el lenguaje, podría ser traducido por el
psicoanálisis de la siguiente manera: el cuerpo como campo de acción del discurso capitalista
70 sobre lo biológico, reduciéndolo -gracias al empuje de la Ciencia- a un texto codificado. No es
secreto alguno que el mantenimiento de la alianza biológico-psicológico-social, está
conducido por las Leyes del Mercado (pensemos la industria psicofarmacológica). En dicha
alianza, localizamos en su base a la técnica y, por detrás, la economía.
-Cuando se habla de la reducción del cuerpo en un texto codificado, la noción de letra
75 para el psicoanálisis surge inmediatamente en el horizonte. Si el deber científico es identificar
el cuerpo a lo biológico, eliminar la dimensión del goce (las satisfacciones pulsionales y
libidinales) es el requisito indispensable para ello. Nos encontramos ante el esfuerzo de
instaurar una letra que no haga litoral al goce, no lo circunscriba.
-La Ciencia, al querer reducir el mundo a un problema de códigos y traspolarlo a todos
80 los ámbitos posibles, ¿no se vislumbra la aparición de un nuevo modo de tiranía? El reverso de
este empuje es la aspiración idealista: códigos pasibles a ser unificados. ¿Qué moral vendrá, al
ser sustituida la Religión por la Ciencia, al proveernos la lectura única?
-Ahora bien, tenemos la aspiración transhumanista: una subjetividad sin cuerpo.
Claramente, el ideal de un simbólico no encarnado. Jacques Lacan nunca dejó de indicarnos
85 sobre el peligro que ello conlleva: una desregulación del goce cuyos efectos sobre el cuerpo no
tardan en manifestarse. Ante esta pretensión, alzamos la pregunta ¿es posible prescindir de
un cuerpo gozante? A parte, esta filosofía que apunta a la transferencia de la subjetividad a la
red digital, no difiere en mucho al anhelo místico de fusión con otro de carácter divino.
-¿Qué nos pone de manifiesto esta situación, entonces? La tendenciosa tendencia del
90 Discurso Capitalista, gracias a los instrumentos de la Ciencia, de realizar la disyunción entre
cuerpo y lenguaje. En ese punto de intersección, el psicoanálisis muestra: hay el goce. De lo
que se trata aquí no es de la obsolescencia del cuerpo -como apuntan otras críticas-, sino que
se trata de instituir la obsolescencia del Lenguaje. Lo que está en juego no es una subjetividad
sin cuerpo, o viceversa, sino un cuerpo sin regulación del Lenguaje. Le es necesario al
95 Discurso Capitalista concebir de esa manera al Lenguaje, para que la Tecnología venga a
prometernos la posibilidad de gozar de un cuerpo. La Cyborgización, en no tan última
instancia, es prescindir del Lenguaje en su vertiente de aparato de goce, de regulador,
pacificador y socializador del goce. Es prescindir del Lenguaje, al reducirlo y codificarlo bajo
un sistema absoluto de carácter imaginario -como todo código. Estamos ante la instauración
100 del Imperio de las Tecnologías de goce.
-En la experiencia, podemos constatar que, al ser suplantado el Lenguaje por la
Tecnología, adviene la desregulación del goce. Y ante la desregulación del goce, acontece el
tratamiento por lo Real: agujerear el cuerpo. Lo que es evidente en la psicosis, aparece
desplazado en las modificaciones corporales extremas y no tanto: realizar en lo imaginario del
105 cuerpo el agujero simbólico que le es propio al significante.
-La clínica nos enseña que, cuando las personas cortan el lazo del cuerpo con el
Lenguaje, lo que aparece son los rasgos mortíferos que lo condenan a la soledad o al estrago.
Es condenarnos a desaparecer en la estandarización del mercado y sus gadget tecnológicos,
recluirnos en la soledad de la pantalla, perder el lazo posible con los otros. Es, al fin y al cabo,
110 a ser violentados. Hacer de nuestro cuerpo una nada.

Bibliografía
-Aguilar García, Teresa:
“Ontología Cyborg, El cuerpo en la nueva sociedad tecnológica”; 2008, Ed. Gedisa; Barcelona, España.
115 -Lacan, Jacques:
“Seminario XVII – El reverso del psicoanálisis”; 1992, Ed. Paidós; Bs. As., Argentina.
“Seminario XX – Aún”; 1982, Ed. Paidós; Bs. As., Argentina.
“Seminario XXII – R.S.I.”; Inédito.
“La tercera”, en “Intervenciones y Textos 2”; 1993, Ed. Manantial; Bs. As., Argentina.
120 “Conferencia de Ginebra sobre el síntoma”, en “Intervenciones y Textos 2”; 1993, Ed. Manantial; Bs. As., Argentina.
-Lorca, Javier:
“Historia de la Ciencia Ficción – y sus relaciones con las máquinas (de las naves espaciales a los cyborgs)”; 2010,
Ed. Capital Intelectual; Bs. As., Argentina.
Sloterdijk, Peter:
125 “Extrañamiento del Mundo”; 1998, Ed. Pre-textos; D.F., México.

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