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María de los Angeles Franco Estandía

Universidad Carlos III de Madrid


Técnicas para el Mediador
Madrid a 4 de diciembre de 2017

Reflexión

Desde el inicio de este master, nunca había existido espacio para dudar la
finalidad de la mediación ni el papel del mediador en el procedimiento hasta que
llegamos al módulo “Técnicas para el Mediador”. No son tanto dudas, porque ambas
cosas, como términos y procedimientos, los tengo muy claras, más bien son
obstáculos que hasta este momento no se habían presentado ni habían tenido un
efecto en mi persona como futura mediadora: no intervenir en la resolución del
conflicto.

Considero importante, primero que nada, partir un poco recordando cuál es


el papel del mediador durante el proceso y encontré que la mejor explicación la hace
el Profesor Emiliano Carretero: “el mediador ha de conocer y manejar
adecuadamente los procedimientos y las técnicas de la negociación a fin de poder
ayudar a las partes, aportándoles nuevas variables y dinámicas en su interacción
que les permitan modificar sus posiciones iniciales y sus formas de comportamiento
[…] habrá de facilitar la mejora de la comunicación entre los mediados […] para que
puedan gestionar adecuadamente sus intereses en orden de la consecución de un
acuerdo” “El mediador carece de poder de decisión autorizado, es decir la solución
del conflicto no le corresponde en ningún caso, siendo dicha potestad
exclusiva de los mediados” “El papel del mediador no se ha de reducir única y
exclusivamente a actuar como facilitador […] ha de adoptar un papel más activo”
(Carretero, 152-153: 2017)

La lectura y la comprensión no es lo difícil, ha sido llevarlo a la práctica lo que


me ha resultado más complicado de lo que me imaginé. Claramente expresa, por
ello lo subrayo, que el mediador en ningún momento puede intervenir en la
resolución del conflicto por el que las partes están presentes en el proceso de
mediación, sin embargo, en los ejercicios de role play que he observado y en los
que yo he participado, me he dado cuenta que al ser el mediador una tercera parte,
objetiva e imparcial, es el primero en detectar cuál es el verdadero problema y la
manera “más fácil¨ de solucionarla. Aquí es cuando me enfrento a ese obstáculo al
que me refiero al inicio de esta reflexión y en donde voy en contra de todo lo que
hasta ahora nos han enseñado acerca de la mediación: Ese impulso por hacerles
ver y decirles a las partes que por no querer salirse de sus posiciones y dejar de
echarse la culpa, no están viendo el problema como lo que en realidad es y que la
solución la tienen en frente y al alcance de sus manos.

Es una lucha constante entre lo que tengo y debo hacer como mediadora y
profesionista y mi naturaleza humana de solucionar un conflicto. Por alguna razón
se genera un bloqueo y soy incapaz de poner en práctica las micro técnicas de
mediación para llevar a las partes a que sean ellas mismas quienes lleguen a
solucionar su conflicto, o por lo menos mejorar su comunicación y expresar cuáles
son sus verdaderos intereses. Ese bloqueo lo interpreto a que analizo de más las
razones por las cuales los mediados no están queriendo ver cuál es el verdadero
problema que los trajo a la mediación.

Todo este pensamiento se intensificó aún más con el profesor Santiago y el


Modelo Circular Narrativo. El papel activo que menciona Carretero toma aún más
forma ya que de acuerdo a este modelo, el proceso está más enfocado en la
comunicación y la relación de las partes y no tanto en llegar a un acuerdo. Esto hace
que el mediador se involucre mucho más no solo en el proceso, sino también en su
interacción con los mediados. Esta interacción es lo que hace al mediador ser más
activo que en cualquier otro modelo que hemos estudiado hasta ahora. Ciertamente
el papel activo del mediador está diseñado para que éste pueda hacer uso de la
información otorgada por las partes para guiarlas a ser ellas quienes detecten cual
es el conflicto y el mejor acuerdo para ambas, sin embargo, resulta un poco riesgoso
para personas que, como yo, sienten ese impulso de querer decírselos y evitar todo
el procedimiento, es decir, evitarles más sufrimiento.

¿Qué se puede hacer para no intervenir en el conflicto siendo mediador? Yo


creo que, practicando, practicando y practicando, aunque considero que lo difícil
recae en tener un pensamiento de resolución tan claro que está ahí a nuestro
alcance y no poder hacer uso de él. Que tenemos que controlar esa idea de que
hemos resuelto el dilema de los mediados, ponerla a un lado, y enfocarnos a hacer
uso de las técnicas que no han enseñado para que ellos sean los que resuelvan sus
propios problemas. Este ha sido un obstáculo interesante de detectar ya que voy a
poder darme cuenta cómo y cuándo lo supero mediante los conocimientos y la
práctica, que a la vez me van a hacer una mejor mediadora y profesionista.

Bibliografía:
• Carretero Morales, E. ; Ruiz López, C. ; Soleto, H. (2017) Mediación y
Resolución de Conflictos: Técnicas y Ámbitos. Madrid, España.

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