romero – maicena – arcilla blanca – bicarbonato de sodio

Vamos a preparar un polvo desodorante para neutralizar el mal olor y absorber la

humedad tanto en axilas, como en manos, en pies, o incluso en zapatillas.

Uno de los cosméticos convencionales más perjudícales son los desodorantes que están
cargados de químicos, en realidad no porque sean especialmente más tóxicos que el
resto, sino por la proximidad del producto a las mamas cuando los aplicamos en las
axilas.

En especial las mujeres debemos prestar especial atención a esta zona. El vello de las
axilas protege a los hombres de que penetre completamente el producto, pero en el caso
femenino, con una axila completamente rasurada el producto penetra más rápido y
fácilmente.

 Romero seco: Es bactericida, aporta buen olor y tiene un gran poder antiséptico.
 Maicena: Absorbe la humedad.
 Arcilla blanca o caolín: absorbe la humedad, neutraliza los olores y combate las
toxinas, a la vez que nos aporta minerales.
 Bicarbonato de sodio: neutraliza malos olores.
 Aceite esencial de lavanda: es desinfectante, antiséptico. Tiene propiedades
desodorizantes naturales.

- Una cucharada de romero seco previamente triturado hasta hecho polvo

- Una cucharada de maicena
- Una cucharada de arcilla blanca
- Una cucharada de bicarbonato de sodio
- 20 gotas de aceite esencial de lavanda

1. Hacemos polvo el romero seco con ayuda de un molinillo o robot de cocina.

Tamizamos y desechamos las partes más duras para no rayar la piel.
2. Mezclamos junto al resto de ingredientes y envasamos en un salero o en un
difusor de especias para su fácil aplicación.
 romero – maicena – arcilla blanca – bicarbonato de sodio

La piel debe estar húmeda para que adhiera con facilidad el producto. El momento ideal
es después de la ducha. Si no, puedes utilizarlo en cualquier momento del día
humedeciendo previamente la zona. También es muy práctico llevarlo contigo, y
aplicarlo en el momento que empiezas a sudar para absorber toda la humedad y evitar
malos olores.
Podemos también utilizarlo en los pies, debajo de los calcetines o directamente en las
zapatillas.

Dura más de un año. No hace falta conservar en la nevera.

 Antes de utilizar el producto prueba en una zona pequeña y no visible para ver
cómo reacciona tu piel frente al preparado. Por muy natural que sea, tu piel podría
presentar alguna reacción, sobre todo si no está acostumbrada a recibir activos
naturales.

 Si notas que ha cambiado de color u olor, deséchalo y prepáralo de nuevo.