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SEMINARIO MANEJO DE SONDAS Y DRENES QUIRURGICOS:

Drenes o drenajes. Son estructuras tubulares blandas, rígidas o combinadas,


con perforaciones únicas o múltiples (fenestraciones), que se emplean para
facilitar la salida de secreciones o excreciones de órganos y cavidades, también
favorecen la salida de material extraño, cuya acumulación en el organismo es Commented [GKDCF1]: Infección de incisión (sitio
nociva; pueden emplearse como medida terapéutica en padecimientos operado). No se han hecho investigaciones con grupo
testigo, doble ciego, con asignación al azar y
establecidos o para impedir la obliteración de espacios muertos y prevenir prospectivas, que demuestren que con los antibióticos
colecciones a ese nivel (hematomas, seromas, abscesos). utilizados por más de 24 h en el periodo perioperatorio
se eviten las infecciones. El uso profiláctico de dichos
fármacos simplemente no debe continuarse más de
Sonda. Tubo flexible de hule, látex o plástico, empleado para introducir o drenar este tiempo.
líquidos o gases de cavidades u órganos con fines diagnósticos y terapéuticos.
El lavado del campo operatorio y la incisión quirúrgica
Puede ser de una o varias vías. con solución salina ha brindado beneficios para
controlar el inóculo en la incisión. No se ha demostrado
CATÉTERES URINARIOS: que el lavado con una solución de antibióticos ofrezca
un beneficio importante para controlar la infección
DEFINICIÓN posoperatoria. Tampoco se ha demostrado que
disminuya la frecuencia de infección de heridas con el
. El cateterismo vesical es la colocación de una sonda a través de la uretra hasta polivinilo impregnado con antibacteriano, y colocado
la vejiga para drenar orina. Es un procedimiento común en los pacientes que sobre la zona operada durante todo lo que dure el
método quirúrgico.
acuden a los servicios de urgencias y en los hospitalizados (alrededor de 10-
15% de los pacientes) y constituye el principal factor de riesgo de infección La preparación de la piel con alcohol isopropílico al
70% logra el mejor efecto bactericida, pero es
urinaria, la cual prolonga la estancia hospitalaria entre 2 y 10 días. inflamable y es una técnica peligrosa si se utiliza
electrocauterio. Las fórmulas contemporáneas de
gluconato de clorhexidina y alcohol isopropílico siguen
CARACTERÍSTICAS DE LAS SONDAS brindando más ventajas.
Las sondas son tubos de consistencia variable (rígidos, semirrígidos, blandos) Se advierte diferencia entre la colonización y la
dependiendo del material (látex, plástico, silicona, siliconadas, con cuerpos infección de incisiones. El tratamiento excesivo de la
colonización causa los mismos daños que el
rígidos en su interior). Su tamaño está calibrado en unidades Fr que miden la tratamiento deficiente de una infección. La definición
circunferencia externa. Existen sondas con calibre desde 8Fr hasta 30Fr. Las estricta de infección de incisiones o heridas (partes
blandas) es la presencia de más de 105 unidades
sondas vesicales poseen uno o varios orificios en su parte distal; la forma y el formadoras de colonias por gramo de tejido. Esta cifra
tamaño de éstos dependen del tipo de sonda y de su indicación. justifica la administración expedita de
antibióticos/antimicóticos apropiados. Sin embargo, a
menudo los signos clínicos despiertan sospecha de
En su interior pueden tener hasta tres vías distintas: las sondas de una sola vía que el paciente está siendo tratado antes de
emprender un cultivo de confirmación. Los signos
son generalmente rígidas y se utilizan para cateterismo intermitente; cuando clásicos de infección de la incisión incluyen rubor,
tienen dos vías, una de éstas corresponde al balón que sirve para fijarla, y la otra tumor, calor y dolor (enrojecimiento, hinchazón, calor y
dolor).
es la vía de drenaje y en las sondas de tres vías, la tercera vía se utiliza para
irrigar la vejiga de forma continua Una vez confirmado el diagnóstico de infección de la
incisión, el tratamiento más definitivo sigue siendo el
drenaje abierto de la misma. Hay que limitar la
Se fabrican de dos y tres vías, una menor correspondiente al globo, la central administración de antibióticos para tratar la infección
de la herida.Un tipo de sistema de drenaje/apósitos de
para adaptación al sistema de drenaje y la última para introducción de soluciones la herida que está ganando aceptación es el apósito
con cierre asistido por vacío. El principio del sistema
o medicamentos a manera de irrigación de la vejiga, de uso indispensable en consiste en disminuir el edema local de la herida y
cirugía de próstata. favorecer la cicatrización con la aplicación de apósitos
estériles que cubren la herida y que son conectados a
un sistema de
succión por periodos de dos a cuatro días. Si bien es
costoso, los beneficios con frecuencia son
espectaculares y pueden superar los costos de la
atención de enfermería, cambios frecuentes de
apósitos y desbridamiento quirúrgico de la herida.
.
Figura 2. Tipos de sondas vesicales.

La elección de la sonda depende de la condición clínica que presenta el paciente


y de sus características físicas. El calibre que más se utiliza en el adulto es 16Fr,
con variaciones de 14-16Fr para las mujeres y 18-20Fr para los hombres. El
catéter vesical debe elegirse de un calibre menor al del meato urinario.

Sonda de drenaje urinario tipo Foley


Una sonda Foley es un tubo delgado y flexible de hule, caucho o Silastic. La
punta de la sonda y el globo se introducen en la vejiga para drenar la orina
cuando el paciente no puede vaciar la vejiga de manera independiente. Una vez
introducida, el balón se infla y la sonda queda anclada. Hay diversas
presentaciones comerciales, pero en general son de calibre 8 a 16 F.
Normalmente, el catéter se une a una bolsa de drenaje que recibe la orina (bolsa
para drenaje urinario); hay para adulto y de tamaño pediátrico. Estas bolsas de
plástico están graduadas, y reciben material drenado en sentido dependiente.

Catéter para drenaje urinario, mejor conocido como


sonda de Foley.

Bolsa colectora de orina; la graduación permite vigilar


el gasto urinario, y la válvula azul de la parte inferior sirve para
vaciarla.

Sonda de Nélaton
Dren tubular de hule flexible, generalmente de color rojonaranja, aunque también
se fabrica transparente. Tiene punta roma, con dos orificios en el extremo. Los
calibres fluctúan entre 10 y 30 unidades francesas (French [F]).

Se puede utilizar para drenajes intratoracico o intraabdominal, dependiente o


conectado a succión; también como sonda de alimentación o para cateterización
uretral, entre otros usos.

Sondas de Nélaton, de caucho rojo-naranja, de diferentes

INDICACIONES
• Preparación de procedimientos quirúrgicos abdominales.
• Retención urinaria.
• Recolección de una muestra de orina estéril.
• Determinación de orina residual después de una micción espontánea.
• Permitir la cicatrización de vías urinarias tras la cirugía.
• Irrigación vesical en caso de hematuria o administración de medicamentos.
• Mantener seca la zona genital en pacientes incontinentes (en situaciones
especiales, nunca por comodidad del equipo de enfermería).
• Control estricto de líquidos en pacientes graves o hemodinámicamente
comprometidos.
• Alteración en el estado de conciencia.
• Trauma abierto de tejidos blandos en región perineal.
• Politraumatismo.
• Trauma raquimedular.

Se emplea en cirugía urológica, gástrica, cardiaca, neurocirugía, ginecología,


oncología, ortopedia y medicina in terna para medir el gasto urinario por hora en
el paciente grave. Otros usos de aplicación son:
a) drenaje vesical
b) irrigación continua
c) introducción de soluciones o medicamentos en la vejiga (fi gura 6-26).

CONTRAINDICACIONES
• Incontinencia urinaria: utilización prioritaria de reeducación vesical, colectores,
pañales.
• Prostatitis aguda.
• Lesiones uretrales (estenosis, fístulas).
• Traumatismos uretrales (doble vía y otros).

EQUIPO
1. Guantes limpios y estériles.
2. Solución salina normal o agua estéril (5– 10 mL).
3. Solución antiséptica.
4. Gasas estériles.
5. Lubricante y anestésico local (Xylocaina® Jalea).
6. Sonda según indicación del procedimiento (Folley®, Nelaton®, tres vías).
7. Sistema para drenaje urinario (Cystoflo®).
8. Esparadrapo.
9. Cubeta para recolección de líquidos “Riñonera”.
10. Jeringa desechable de 10 mL.
11. Frasco para recolección de muestra, en caso de ser necesario.

PROCEDIMIENTO
1. Revisión de la historia clínica.
2. Valoración clínica del paciente.
3. Explicación del procedimiento al paciente; permitirle expresar sus dudas y
preservar su intimidad.
4. Solicitud y preparación de los materiales requeridos.
5. Lavado de manos y colocación de guantes limpios.
6. Lavado de los genitales externos del paciente: en los hombres, retraer el
prepucio y limpiar el surco bálano-prepucial y, si es mujer, incluir el interior de los
labios mayores y menores.
7. Cambio de guantes y colocación del campo estéril.
8. Comprobación del buen funcionamiento del balón del catéter: inyectar 10 mL
de aire y esperar algunos segundos. A continuación, retirar el aire.
9. Colocar el paciente en posición de decúbito supino, si es hombre, y en posición
ginecológica, si es mujer.
10.Limpiar con solución antiséptica los genitales externos y el meato uretral.
11.Lubricar la uretra con Xylocaina® o lubricante urológico, en forma abundante
y esperar unos minutos para que el anestésico haga efecto. En el hombre, se
recomienda colocar en el meato uretral el cono aplicador que viene incluido con
el tubo de Xylocaina® y administrar el lubricante.
12.Inserción de la sonda:
• En la mujer, limpiar el meato con una gasa seca e introducir la sonda bien
lubricada con suavidad, pidiéndole a la paciente que realice inspiraciones
profundas y prolongadas, a la vez que empuja hacia abajo con los músculos de
la pelvis para facilitar la inserción. Si se encuentra resistencia, angular
ligeramente la sonda hacia la sínfisis púbica. Si después de introducir de 8 a 10
cm de longitud de la sonda no hay retorno de orina y la paciente no está
deshidratada o no ha tenido una micción reciente, es probable que la sonda se
haya introducido por error en la vagina, en cuyo caso, se debe repetir el
procedimiento previo cambio de guantes y, para evitar repetir el error, mantener
insertada la primera sonda.
• En el paciente hombre, coger el pene en un ángulo de 90º con respecto al
abdomen y retraer completamente el prepucio; aplicar una suave tracción hacia
arriba para alinear la uretra. Pedirle al paciente que haga esfuerzo para orinar,
lo que relaja los esfínteres y permite una inserción más suave. Introducir 20 cm
de longitud de la sonda, aproximadamente, hasta alcanzar la vejiga y comprobar
que sale orina. Si el paso de la sonda ofrece resistencia, aumentar
progresivamente
la tracción a la vez que se intenta introducir la sonda, siempre sin utilizar la
fuerza; esta maniobra puede permitir avanzar la sonda más allá de los pliegues
de la uretra. Si no cede la resistencia, cambiar el ángulo del pene hacia abajo a
la vez que se introduce la sonda con movimientos cortos de rotación hasta
conseguir que fluya la orina.
13.Llenado del balón con agua o SSN, según indicaciones del fabricante, y una
vez que haya flujo de orina.
14.Recolección de muestra de orina, si es necesario.
15.Conexión de la sonda al sistema recolector (Cystoflo®).
16.Fijación de la sonda: en el hombre, de preferencia se debe fijar en ángulo de
45 a la cresta iliaca y en la mujer, fijar a la cara interna del muslo. Sin embargo,
la recomendación general es fijarla de manera que permita el libre movimiento
sin que haya tensión de la sonda.
17.Registro del procedimiento y sus complicaciones en la historia clínica.

PRECAUCIONES
• Si el cateterismo se realiza porque el paciente presenta retención urinaria, se
procede a pinzar de forma intermitente el tubo de la bolsa colectora, para evitar
hemorragias por descompresión vesical brusca.
• En pacientes con hipertrofia prostática o postoperados, puede ser difícil la
introducción del catéter más allá de la próstata; igualmente, hay pacientes que
presentan estenosis uretrales en algún tracto de la uretra. En ambos casos la
colocación de la sonda debe ser efectuada por un urólogo.
• Al finalizar el procedimiento, dejar la piel del prepucio recubriendo el glande
para evitar edemas.

COMPLICACIONES
• Trauma uretral
• Infección
Surgen varias complicaciones de las sondas vesicales que culminan en
prolongación de la permanencia hospitalaria y mayor morbilidad. En términos
generales, hay que llevar al mínimo el uso de sondas vesicales y hay que
aprovechar todas las oportunidades para su extracción expedita. Si son
necesarias, se recomienda introducir el tubo en toda su longitud hasta el mango
y que se establezca el flujo de orina antes de inflar el pequeño globo, porque la
colocación errónea de la sonda en la uretra con la inflación prematura del globo
puede ocasionar desgarros y alteraciones en la uretra.

El incremento de volumen del tejido prostático puede dificultar la introducción del


catéter y podría ser necesario el uso de guías. Si tampoco así se logra, se realiza
valoración por un urólogo para la colocación endoscópica del catéter con el fin
de evitar la lesión de la uretra. Para pacientes con estenosis de uretra pueden
utilizarse catéteres con punta filiforme y guías, pero tienen el riesgo potencial de
causar lesión vesical. Si fracasa la colocación endoscópica, podría ser necesario
colocar un catéter supra púbico percutáneo para descomprimir la vejiga. Se
recomienda la vigilancia de estos pacientes para la atención definitiva de las
anomalías de la uretra.

El sistema de drenaje abierto favorece la aparición de bacteriuria en el 50% de


los pacientes durante las primeras 24 horas del cateterismo y en casi el 100%
antes de terminar el cuarto día.

La incidencia global de bacteriuria en pacientes con sistema de drenaje cerrado


es 3-10% por día catéter y 50% de los pacientes portadores de sonda vesical
presentan infección entre los 11 y los 13 días tras la colocación de la sonda.

Los mecanismos de contagio más comunes son:


• Contaminación en el momento del cateterismo por microorganismos de la
región perineal.
• A través de las manos del personal de salud.
• Migración retrógrada de los microorganismos por la luz del catéter.
• Soluciones antisépticas e instrumental contaminados.
• Introducción de un catéter a la vejiga a través del canal uretral para evacuar
contenido vesical.

MANEJO
• Mantener el sistema de drenaje cerrado y evitar contaminación por
desconexiones frecuentes.
• Evitar elevar la bolsa recolectora por encima del nivel de la vejiga del paciente.
• Impedir que la orina se acumule en el tubo manteniendo el flujo libre de la
misma, siempre en dirección descendente.
• Vigilar torsión o enrollamiento de la sonda.
• La bolsa para recolección (Cystoflo®) debe ser drenada periódicamente
evitando el contacto de su extremo distal con recipientes o superficies.
• Valorar los indicadores de infección urinaria (aumento de la temperatura,
escalofríos, dolor suprapúbico, orina turbia o mal oliente, hematuria).
• Valorar la aparición de infección uretral (secreción alrededor de la sonda) y en
caso de que ésta exista, tomar una muestra para cultivo.
• Cuando haya que pinzar la sonda, hacerlo siempre en el tubo del sistema de
drenaje urinario (Cystoflo®) nunca en la sonda misma.
• El catéter y el sistema de drenaje deben cambiarse de acuerdo con la
recomendación del Comité de Infecciones de cada institución.
Sin embargo, la recomendación general es que debe evitarse su cambio regular.
egún los CDC (Atlanta), aunque no está totalmente demostrado, no resulta de
utilidad el recambio reglado a intervalos fijos de las sondas vesicales. Como
medida selectiva, recomienda cambiar la sonda solo si ésta ha sido violada, y el
sistema colector externo cambiarlo cada 24 horas especialmente en pacientes
con factores de riesgo de desarrollar infección.

Sonda de Malecot. Su extremo distal termina en una punta roma sólida que se
ensancha a los lados en cuatro asas para su fijación en la cavidad en la cual se
instala, por ejemplo en vejiga. Tiene una sola vía y se introduce con mandril
metálico o sonda acanalada con objeto de que las asas se estiren y faciliten la
introducción, al sacar el mandril las asas retoman su forma y queda así anclada
la sonda, para extraerla se tracciona de la parte proximal.

Sonda de Nélaton. su uso en urología es fundamentalmente para sondeo vesical


no permanente.

Sonda de Pezzer. Tubo cilíndrico de látex, color ámbar o rojo, fl exible, con
longitud de 35 cm y calibres 14 a 30 Fr. Su extremo distal tiene una punta en
forma de hongo o sombrilla, con cuatro perforaciones para facilitar el drenaje. La
de una sola vía se introduce con mandril y se conecta al sistema de irrigación o
drenaje. Se emplea en las mismas especialidades que la sonda de Malecot, para
drenaje vesical permanente e irrigación continua posoperatoria suprapúbica y
perineal.
DRENAJES QUIRÚRGICOS:

En la práctica médica, el término “drenaje” tiene múltiples significados, pero


algunos de los más utilizados difieren totalmente de la original acción de evacuar,
significado de la expresión latina “ubi pus, ubi evacua” (“si hay pus, se debe
evacuar”). Al hablar del drenaje o la canalización nos referimos básicamente a la
salida del organismo de sustancias acumuladas, como pus, sangre, suero, etc.,
o a la comunicación con el exterior de cavidades, órganos y vísceras para
liberarlos de sus secreciones naturales o descomprimirlos de presiones
elevadas.

Indicaciones para colocar un drenaje

Las cuatro indicaciones para la aplicación de drenes quirúrgicos son:


• Colapsar un espacio muerto quirúrgico en áreas con tejido redundante (p. ej.,
cuello y axila).
• Proporcionar una vía de drenaje para un absceso o un sitio quirúrgico con
infección evidente.
• Informar de manera temprana de una dehiscencia quirúrgica (ya sea presencia
de contenido intestinal, secreciones, orina, aire o sangre), lo que se conoce como
dren centinela.
• Controlar una fístula establecida.

Exteriorización de acumulaciones
La mayoria son liquidas o semiliquidas, aunque también suelen ser gaseosas
(neumotorax por tension o flemon gaseoso), purulentas (abscesos,
supuraciones), parasitarias y de liquidos organicos, de un simple hematoma
licuado a los que pueden poner en riesgo el funcionamiento de un organo, o bien
que no pueden salir por sus cauces normales y son irritantes o nocivos (bilis libre
en peritoneo, en especial por su elevada osmolaridad).

Descompresión de cavidades o derivación de corrientes


El ejemplo clasico es el drenaje de la luz gastrica mediante sonda nasogastrica
para aliviar una dilatacion intensa del estomago o disminuir la presion gastrica
despues de una vagotomia. Otros ejemplos de canalizaciones derivativas son
drenaje interno del arbol biliar, ileostomia, colostomia, cistostomia, reterotomia,
pielotomia, nefrostomia, y drenaje de los ventriculos cerebrales en caso de
hidrocefalia obstructiva.

Hemostasia
Cuando no es posible controlar una hemorragia, sea por la causa que sea, lo
indicado son los drenajes de tipo taponamiento, en cuyo caso el mejor recurso
es dejar unas mechas de gasa en un lecho sangrante. En estas circunstancias,
podria ser conveniente agregar al taponamiento un tubo entre las gasas, para
que una vez lograda la hemostasia, se convierta en dispositivo de drenaje
(aspirativo o no) para evitar nuevas acumulaciones.

Aporte de sustancias
Estomas de alimentacion, sondas para introducir farmacos cistostaticos o
drenajes de inyeccion.

Selección del sistema de drenaje


Algunos son aplicables a muchos fines, en tanto que otros son sumamente
especializados, pero en terminos generales, el drenaje ideal tendria que ser:
■ Suave.
■ Flexible.
■ No irritante.
■ Inalterable al entrar en contacto con el material que se drena.
■ Sistema cerrado, mas que abierto.
■ Posibilidad de colocarlo en posicion declive respecto de la cavidad por drenar.
■ Costo accesible y facilmente asequible.

Tipos de drenaje
Para que el material acumulado en el organismo pueda salir adecuadamente, se
requiere de una fuerza impulsora que lo ponga en circulación por el trayecto
señalado por el drenaje, hasta sacarlo del organismo. En ocasiones, estos
materiales están sometidos a presión en el interior de la cavidad, aunque
habitualmente no es suficiente, pues en cuanto dicha presión se iguale con la
atmosférica quedaran restos de líquido en la cavidad y habrá que recurrir a otras
propiedades físicas, como la fuerza de gravedad o la capilaridad, o bien,
aumentar el diferencial de las presiones.

De acuerdo con esto, los drenajes pueden ser:


1. Simples o por gravedad.
2. Por capilaridad.
3. Por aspiracion.
4. Mixtos (de sumidero).

Simples o por gravedad


Los drenajes simples deben ser colocados en la parte mas declive, tomando en
cuenta la postura que adoptara el enfermo, generalmente, decúbito supino;
además, debe seguir el trayecto más directo y corto posible, y en su
exteriorización, no lesionar otras estructuras; también se debe evitar que pase
cerca de vasos, nervios, etc.

Estos drenajes pueden ser de dos tipos, superficies de deslizamiento o tubos.


En el primer caso, se trata de láminas o tiras de goma o caucho (tipo Penrose).
Su principal ventaja radica en que, bien colocados, prácticamente están, de por
si, exentos de complicaciones, pues su suavidad y flexibilidad implican que sean
inofensivos o poco traumatizantes. La principal desventaja es que, al estar
abiertos al exterior, pueden causar contaminación retrograda o extraviarse, si no
se fijan adecuadamente.

En cuanto a los tubos, se utilizan tubos de látex, caucho o material plástico de


luz y longitud diferentes. Un aspecto técnico importante es que se deben hacer
Varias perforaciones laterales para garantizar que la luz se mantenga
comunicada con el exterior; aun así, el líquido que se drena suele salir siguiendo
la superficie externa del tubo, no por su interior.

Por capilaridad (mechas, hilos, telas)


Se fabrican con materiales de origen vegetal o animal, y pueden adoptar diversas
formas. Estos sistemas de drenaje tienen la ventaja de hacer las veces de
bombas de aspiracion por accion de la capilaridad del material con que estan
hechos, aunque una vez saturados solo actuan como un drenaje simple, por
efecto de la gravedad. A pesar de ello, los drenajes por capilaridad pueden
colocarse en posicion mas elevada, aun en contra de la gravedad.

Por aspiración
Para que este tipo de drenaje funcione como se debe, se requiere un sistema de
conduccion sufi cientemente rigido para que no se colapse por la presion
negativa y que su luz se mantenga intacta, pero al mismo tiempo debe ser sufi
cientemente blando para no lastimar al individuo.
La presion del sitio por drenar (extremo interno) debe ser superior a la del
extremo externo del drenaje, lo cual se logra creando una presion negativa
(inferior a la presión atmosferica) que impulse la materia acumulada hacia el
exterior. Son ejemplos tipicos el Drenovac, los tubos de toracostomia y los
modernos Jackson-Pratt.
.
Mixtos o por sumidero
Hay dispositivos que se caracterizan por tener dos, tres o mas vias para permitir
que se irrigue y se aspire en forma continua.

Cuidado de los drenes

Colocación
Antes de colocar un dren debe verificarse su permeabilidad y aumentar el
número de orificios, si así se requiere. Algunos drenes, como los que se colocan
en la cavidad abdominal, se introducen sujetándolos con una pinza hemostática
por un extremo, hasta que se extrae por vía percutánea, por una contraabertura
y en un sitio distinto de la incisión principal.
Fijación
La fijación del dispositivo de drenaje a la piel puede hacerse de varias formas,
por ejemplo, con un punto de sutura con material no absorbible, el cual se anuda
a la piel próxima; los extremos del hilo se pasan varias veces alrededor del dren,
con espirales anclados y nudos firmes, pero no muy apretados, para que no
obstruyan la luz. Otra opción, aunque menos recomendable, es la cinta adhesiva,
cuyo extremo inicial se pega a la piel vecina, en tanto que con el final se envuelve
en espiral el dren después de formar dos cabos, cortándola longitudinalmente, o
bien, se fi ja con alfiler de seguridad o “imperdible” que lo atraviese, el cual, a su
vez, puede asegurarse con cinta adhesiva.

Retiro del drenaje


Lo más prudente es retirar el drenaje lo antes posible, en cuanto ya no sea
necesario, tomando en cuenta también la razón de haberlo colocado:
■ Profilaxis. Como medida de seguridad, se retirara en cuanto se demuestre que
ya no drena nada o porque no sucedió lo que se temía o preveía; esto será
normalmente uno o dos días después de la operación.
■ Terapéutica. Se mantendrá mientras el drenaje sea significativo, sin señalar
una fecha, de modo que esta supeditado a las condiciones generales del
paciente y a las características propias del drenaje.

La técnica habitual para quitar una sonda es extraer algunos centímetros y


cambiarla por un calibre menor, permitiendo que el conducto cierre de adentro
hacia afuera; también se puede quitar todo el dren de una sola vez.

Complicaciones
Las complicaciones pueden ser de tres tipos.

Por tratarse de un cuerpo extraño


Aunque se hayan utilizado materiales lo más inerte posible, siempre provocaran
una reacción inflamatoria en los tejidos en su intento por eliminar el cuerpo
extraño, o bien, porque se absorba o enquiste. Esta reacción rara vez es grave,
pues cesa en cuanto se retira el drenaje, de tal forma que el cuerpo extraño
puede:
■ Interferir con el funcionamiento de un órgano. Como en el ileo paralitico o
mecánico por obstrucción, siendo el propio drenaje el agente oclusivo o, con
mayor frecuencia, por formación de bridas y adherencias.
■ Interferir con una adecuada cicatrización. Si se pone en contacto con una
sutura visceral, puede provocar dehiscencia.
■ Comprimir. Por grosor inadecuado, rigidez y colocación deficiente.

Por el trayecto
Los drenajes pueden ser una doble vía de infección. Si los líquidos de drenaje
son sépticos, infectaran la herida de adentro hacia afuera, aunque también es
posible el ingreso de gérmenes desde el exterior, los cuales podrían contaminar
o superinfectar una acumulación drenada. En este sentido, implican un mayor
riesgo los drenajes por capilaridad, que una vez empapados por la exudación o
supuración que se drena, requieren de curaciones frecuentes con cambio de las
gasas externas.

Por su función
Si el drenaje resultara fallido, haría las veces de un tapon interior respecto de lo
que se intentaba evacuar.

Principales tipos de drenes y sistemas colectores

Penrose
Tubos largos, huecos y aplanados, ya sea de hule, caucho o silicon; funcionan
como drenaje simple y por capilaridad, y suelen usarse para drenar material
purulento o hemático acumulado en el interior del abdomen y, ocasionalmente,
subcutaneo. Hay de diferentes calibres, principalmente de 1/4 a 1 pulgada

Figura 12-3 Drenaje tipo Penrose; se fijó


con un punto de sutura, en este caso, de seda, y se exteriorizó por una incisión
distinta de la principal.

Drenajes de caucho, tipo Penrose, de ¼


de pulgada; también los hay de otros materiales, como Silastic y polivinilo.
Blandos Penrose.

Funciona por capilaridad. El dren de Penrose es un cilindro de paredes de látex


delgado, cuyo diámetro varía de 6 a 2.5 cm, de modo que el cirujano puede
escoger, según el espacio por drenar, el tamaño más apropiado. Se suele
colocar en un campo quirúrgico estéril. Tiene una longitud de 15 a 30 cm para
que el cirujano lo corte al tamaño necesario.

Cuando va a ser colocado en la región anatómica, se humedece previamente


con solución salina. Después que se ha colocado un extremo del Penrose en el
sitio que se quiere drenar, el otro extremo se exterioriza por medio de una
incisión pequeña en la piel, específi camente hecha para este propósito
(contraabertura), y que es independiente de la incisión quirúrgica inicial, se fi ja
con una sutura a la piel o se le coloca un alfiler de seguridad en la parte externa
para evitar que resbale hacia dentro.
La presentación del drenaje de Penrose es de 1/4 a 1 pulgada (2.5 cm), en
calibres intermedios de 1/2, 3/4 y 5/8 de pulgada. Cuando el espacio para drenar
es muy pequeño se puede recortar el dren dejando una pequeña tira (fi gura 6-
31).

Hemovac o Drenovac
Sistema de drenaje cerrado, rígido, de polietileno, que se conecta a un sistema
de succión plegable que forma vacío.
Se coloca durante la cirugía en heridas cerradas en que hay un espacio muerto,
en cuyo caso, además de drenar, sirve para crear adherencias que favorecen la
cicatrización. Al retirar el líquido contribuye a reducir el riesgo de infección y de
lesiones cutáneas, y a hacer menos frecuente el cambio de apósitos. Si el
exudado es copioso, este tipo de drenaje puede permanecer mas de una
semana, si bien es necesario vaciar y medir frecuentemente el contenido, a fi n
de mantener la aspiracion maxima y evitar tension en los puntos de sutura. Se
usa tambien cuando la hemostasia fue imperfecta y se sospecha de acumulacion
posquirúrgica de material hematico, o bien, cuando se dejan grandes colgajos
de piel (p. ej., en caso de mastectomia) y existe la posibilidad de que se forme
un seroma. Disponible en medidas de 1/4. y 1⁄8 de pulgada.
Dispositivo de drenaje, tipo Hemovac, para
evacuación de cavidades en que se espera que haya acumulación de material
hemático.

MANEJO DEL ASPIRADOR PORTÁTIL PARA HERIDAS


Es un sistema de aspiración cerrado que funciona con presión negativa y elimina
suavemente el líquido y los desechos de una herida por medio de una sonda
perforada conectada a una cámara-reservorio de succión. Generalmente, consta
de uno o dos tubos conectores de material de polivinilcloruro o de silastic que
desembocan en el reservorio colapsable. En el extremo proximal tiene un estilete
afilado para hacer la punción percutánea, el cual es retirado inmediatamente
después de su ubicación, y a continuación se encuentran los orificios de drenaje.

INDICACIONES
Promover la cicatrización de la herida, eliminando los líquidos (seromas,
hematomas), que pueden retrasar la granulación tisular, y permitir la adhesión
de las capas de tejido suprimiendo el espacio muerto.

INSTALACIÓN Y MANEJO DEL ASPIRADOR PORTÁTIL


Equipo
1. Unidad de succión portátil: contiene una aguja de acero inoxidable, maleable,
de borde cortante de diferentes diámetros (3,2 mm; 4,8 mm; 6,4mm) y longitud
de 160 mm.
2. Sonda de succión perforada no colapsable, de distintos diámetros (3,2 mm;
4,8 mm; 6,4 mm) y 1,25 m de longitud.
3. Tubo con conector múltiple y unidad de vacío: consiste en un recipiente de
plástico irrompible, con bordes rígidos y lados colapsables (tipo acordeón y con
un resorte de acero en el interior para conservar separados sus extremos) de
capacidad variable desde 200 mL hasta 800 mL. Tiene un orificio con manguito
en el que se ajusta firmemente el tubo para conexión y un orificio con tapón
4. Guantes estériles.
5. Solución salina normal.
6. Solución antiséptica.
7. Gasas y apósitos estériles.
8. Cinta adhesiva.
Procedimiento
• Inserción del tubo: es un procedimiento quirúrgico que realiza el médico. Se
utiliza una transfixión para que el orificio cierre más estrechamente y se asegure
óptima succión; de inmediato es conectado al reservorio.
• Aspiración: conectar los tubos al reservorio y ejercer presión hasta colapsarlo;
a continuación se cierra la entrada del aire y se verifica que el sistema se
expanda produciendo una presión negativa de 45 mmHg, aproximadamente. Se
fija a la piel.
• Mantenimiento y evacuación del sistema:
- Valoración y limpieza del sitio de inserción del sistema.
- Colocación de vendaje compresivo cuando sea necesario.
- Evaluar periódicamente el sistema para detectar desconexiones accidentales o
pérdida del vacío en el reservorio.
- Evacuar el reservorio en recipiente calibrado o verificar la cantidad aspirada
utilizando la escala de medición del sistema.
- Evaluar las características de lo drenado y registrar en la historia clínica
(volumen, características, frecuencia de vaciamiento).
Complicaciones
• Obstrucción con fluidos o detritos.
• Desplazamiento o desalojo.
• Lesión del tejido en el sitio de inserción por presión constante o errores en la
inmovilización.
• Infección.

En general no es necesario administrar antibióticos cuando se colocan drenes,


porque estos permiten el control directo de la fuente de material líquido. La
administración de antibióticos 24 a 48 h después de colocar el dren tiene fines
profilácticos, y después de este periodo solo debe realizarse el tratamiento
específico en caso de cultivos positivos, para evitar que aumente la resistencia
a fármacos y surjan casos de infección sobreañadida.

-ABIERTOS (PENROSE)

Los drenajes abiertos a menudo se utilizan para heridas grandes,


contaminadas, como las fistulas perirrectales o perianales, y para cavidades de
abscesos subcutaneos. Estos evitan el cierre prematuro de una cavidad del
absceso en una herida contaminada.

- TUBULARES
- CERRADOS DE SUCCIÓN (HEMOVAC)

Con mayor frecuencia los sitios quirúrgicos se drenan mediante sistemas


cerrados por aspiración, pero no hay datos que respalden el uso de drenes con
aspiración para “proteger una anastomosis” o “controlar una fistula” cuando se
colocan al momento de la operación. Los dispositivos de aspiración cerrada
pueden ejercer presiones negativas de 70 a 170 mmHg en el dren y, por lo tanto,
la presencia de esta succión excesiva puede poner en duda si la anastomosis
presento dehiscencia por si misma o bien si el dren creo una lesión que favoreció
la dehiscencia (fig. 12-8).

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