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Consideraciones sumari
sumario Pag
Pàg.
sobre la
editorial .................................... 2
biodebat .................................... 3
Objeción de conciencia en el
ámbito de los profesionales
de la salud .................................. 8
Conclusiones ............................ 16
Biblioteca ............................... 20
Objeción de conciencia y
sanidad ..................................... 20
cine.......................................... 22
agenda ..................................... 24
Editorial
Consideraciones sobre la
bioètica & debat
objeción de conciencia
Dirección
Ester Busquests Alibés
GRUPO INTERDISCIPLINA- Justificación damentando el respeto a la libertad
RIO DE BIOÉTICA de conciencia de las personas, sin que
Consejo de redacción
La objeción de conciencia ha sido un ello deba suponer vulneración de los
El Grupo
Jordi Interdisciplinario de
Craven-Bartle
Pau Ferrer Salvans tema debatido de forma recurrente derechos del ciudadano.
Bioética (GIB) es un grupo de
joan Mir Tubau en las últimas décadas, especialmente Así, presentamos un texto con re-
investigación
Ramon M. Nogués delCarulla
Institut Borja
desde la perspectiva jurídica, aunque flexiones y consideraciones que pre-
de Bioètica,
jaume dealamego
Terribas carácter perma-
no tanto desde sus fundamentos éticos tende formular las bases morales del
núria
nente,Terribas sala
que estudia cuestiones
y morales. En el ámbito del estado es- concepto de objeción de conciencia,
de bioética desde la reflexión
colaboradores pañol, este debate toma más fuerza a entendido como algo más que un de-
interdisciplinaria, contando así
Miquel borràs Verdera partir de los cambios legales en el te- recho reconocido por las sociedades
con
Josepaportaciones de diferentes
M. Laïlla Vicens rreno de la interrupción del embarazo democráticas y liberales, a la vez que
disciplinas
Juan (medicina, ciencias
Masiá Clavel aprobados en el año 2010, que modi- plantear los posibles límites éticos y
joan
de laMir Tubau
salud, filosofía, teología y
Ramon M. Nogués Carulla fican sustancialmente la regulación de jurídicos de su ejercicio en una socie-
derecho). estas prácticas y generan diferentes dad moralmente plural. Esta objeción
Paul Schotsmans
núria Terribas sala reacciones entre los colectivos de los puede tener diversas formas de mani-
En sus documentos el GIB ex-
Tomás domingo Moratalla
pone un trabajo de amplio con-
senso después
Diseño de un intenso
y maquetación
l
trabajo de reflexión
Maria José Abella y discusión a intención del IBB es ir más allá de los
entre sus miembros, haciendo posicionamientos enfrentados que acompañan
Corrección
siempre una propuesta modera-
María Fullana
esta cuestión, fundamentando el respeto a
da y rigurosa sobre la temàtica la libertad de conciencia de las personas, sin que
escogida.
ImpresiónEn su trayectoria el ello deba suponer vulneración de los derechos del
grupo de Gráficas
Ediciones investigación
Rey de bioé- ciudadano
tica ha
issn: publicado los siguientes
1579-4865
Depósito legal:de
documentos B-29288-99
opinión:
Consideraciones sobre el
Edición
embrión humano. Bioètica & profesionales de la salud. surgen opi- festación y expresión, y en el ámbito
Institut Borja de Bioètica
c/ Santa2009
debat, Rosa,(nº
39-57.
57).3ª planta niones y posicionamientos de natura- de la sanidad plantea muchos escena-
08950 Esplugues Llobregat leza diversa en todo tipo de medios de rios de dificultad, más allá de los temas
( Hacia una posible despena-
Barcelona) comunicación y también en el ámbito más tradicionales vinculados al inicio
Tel. 93.600.61.06
lización de la Eutanasia, Bioèti- académico y profesional, con docu- o al final de la vida. El hecho de que
Fax 93.600.61.10
ca & bioetica@ibb.hsjdbcn.org
C. e. debat, 2005 (nº 39). mentos que procuran matizar más o esta realidad suponga problemas en su
www.ibbioetica.org menos la cuestión. En este contexto, gestión dentro de la práctica profesio-
Sobre la elección del sexo
el Instituto Borja de Bioética ha con- nal no debe ser obstáculo para su re-
de los &hijos:
Bioètica elementos
debat está para
indexada en:
Medline siderado oportuno y necesario hacer conocimiento, llevando a la sociedad
la reflexión, Bioètica & debat,
dialnet
una reflexión profunda del concepto a buscar soluciones respetuosas con
2003
base de(nº 34).de sumaris del cbuc
dades
ETHXWeb, Database from the NRCBL de objeción de conciencia tanto desde las dos partes del conflicto.
Bibliography
Ahora of Bioethics.
el GIB dedica un docu- el punto de vista ético como jurídico,
cuiden
mento
cuidatge para pensar sobre la ob- distinguiéndolo al mismo tiempo de Apunte histórico
jeción de conciencia y debatir otras acepciones con las que se puede
Bioètica & debat no se identifica
su alcance, en la situación pre- confundir. La intención es ir más allá Aunque actualmente se observa una
necesariamente con las opiniones
sente y enenellosfuturo.
expresadas artículos publicados. de los posicionamientos enfrentados clara tendencia a considerar que la
que acompañan esta cuestión, fun- Objeción de Conciencia (OC) es un
concepto moderno, que solo se puede histórico, hay que recordar también al embarazo, únicos ejemplos en los que
dar en sociedades liberales y demo- humanista Tomás Moro, que se negó a se ha hecho un expreso reconocimien-
cráticas y que no hay propiamente OC obedecer al rey Enrique VIII de Ingla- to jurídico.
si no hay un reconocimiento explícito terra como cabeza de la nueva iglesia
en la ley y una aceptación pacífica de separada. Tal como se recoge en esta A) REFLEXIONES ÉTICAS
la misma sin represalias, considera- definición, “en general, objetores de
mos que esta visión trunca la historia conciencia lo han sido todos los que A.1 Definición del concepto
de una de las actitudes humanas con han corrido el riesgo de condenas po-
más tradición, que quizás se reconoce líticas o religiosas antes que realizar u La objeción de conciencia consiste
más como una actitud heroica o de co- omitir una acción en contraste con sus en la oposición, claramente manifes-
raje moral contra el orden impuesto, convicciones”.1 tada, de una persona a un impera-
tivo legal o a una autoridad, basada
Históricamente las sociedades organi- en los propios principios morales. Por
l
zadas, civiles o religiosas, han lucha- eso, se acostumbra a definir la obje-
a historia de
do contra los objetores de conciencia ción de conciencia en términos que
la Objeción
porque ponen en peligro el funciona- subrayan el rechazo, por coherencia
de Conciencia
miento del sistema. Sócrates murió con los principios de la propia con-
experimenta un
condenado a beber la cicuta, Antígo- ciencia, a una orden particular, al or-
giro importante
na fue castigada a ser enterrada viva, denamiento jurídico o a una práctica
con la aprobación
muchos de los primeros cristianos determinada que obliga a la persona,
de la Declaración
murieron mártires y Tomás Moro fue sea individualmente, profesional-
de los Derechos
decapitado. mente o corporativamente. Aun cuan-
Humanos, en 1948,
do la mayoría de posicionamientos ac-
que reconoce el
La historia de la OC experimenta un tuales sobre la objeción de conciencia
derecho a la libertad
giro importante con la aprobación de la limitan o restringen a la negativa
de conciencia
la Declaración Universal de los Dere- al cumplimiento de un deber legal,
(art. 18)
chos Humanos, en 1948, que reconoce entendemos que el derecho moral a
el derecho a la libertad de conciencia la objeción de conciencia puede ma-
(artículo 18), y a partir de ahí son mu- nifestarse también como oposición al
chos los países que lo han incorporado cumplimiento de un deber o respon-
pero que, en esencia, responde a una en sus constituciones y leyes funda- sabilidad no explicitada en ninguna
objeción moral a cumplir la obligación mentales. sin embargo, no podemos norma legal, pero sí deontológica o
impuesta. En esta línea, ya en la Gre- caer en el reduccionismo de conside- profesional. en este sentido, es un
cia clásica, Sócrates se podría consi- rar que la OC no ha existido hasta que derecho moral diferente y previo a su
derar uno de los precursores del OC al la norma ha legitimado su ejercicio, al reconocimiento jurídico, tal y como lo
poner por encima de todo –incluso de contrario. Los objetores más genuinos denota el hecho de que la auténtica
las leyes– la coherencia con sus pro- han sido los que, a pesar de no ver objeción, históricamente practicada,
pias convicciones, no evitando el cas- reconocida legalmente su conducta, es la que no admite ni prevé la ley y
tigo. También Antígona de Sófocles se han sido coherentes en mantenerla el objetor la ejerce hasta sus últimas
niega a obedecer al rey Creonte por asumiendo hasta las últimas conse- consecuencias, aceptando el castigo
ser fiel no al ordenamiento del rey, cuencias, como la propia muerte. que se pueda derivar, en defensa de
sino a la ley inscrita en la profundidad sus propios valores.
de su espíritu: la propia conciencia. En los últimos tiempos, la OC ha al-
Más adelante, los primeros cristianos canzado relevancia pública en el ám- A.2 Un derecho moral como
son todo un ejemplo de fidelidad a la bito del estado español, en primer lu- fundamento
conciencia, a pesar de poner en riesgo gar por la cuestión de los objetores de
su vida. En este sentido, es importan- conciencia al servicio militar, que for- Se puede considerar que el derecho a
te recordar la OC de estos primeros zó al reconocimiento de la OC a través la objeción de conciencia es, en pri-
seguidores de cristo a adorar otras di- de la Prestación Social sustitutoria, y mer lugar, un derecho moral, ya que
vinidades, a rendir culto al César y a en segundo lugar por la actual norma- toda persona tiene derecho a cons-
participar en la guerra. En este apunte tiva jurídica sobre la interrupción del truir su concepción particular de la
existencia, que incluye una determi- nes públicas, del porqué no quiere lle- gridad personal, cosa que requiere el
nada escala de valores, y a mantener- var a cabo lo que es un deber jurídico, desarrollo de la conciencia moral del
se coherente en su conducta. Sobre contractual o profesional. individuo.
esta base se puede afirmar que, en
virtud de la fidelidad que se debe a sí
misma, toda persona posee el derecho
moral a oponerse a alguna acción que
violente su conciencia.
l
cia moral en tres niveles: el primero
a persona objeta a hacer una acción porque
es el de la conciencia preconvencio-
atenta contra su propia dignidad, integridad
nal, que identifica lo correcto con lo
moral y su autonomía. En definitiva, atenta
que nos place o con lo que nos evita el
a su ética personal, concepto particular de vida
castigo; un segundo nivel de concien-
buena y calidad de vida que escoge en su intimidad
cia convencional, que identifica lo
y privacidad
correcto con la convención del grupo.
Ninguno de estos dos niveles de for-
mación de la conciencia argumentará
un acto). Comportarse en conciencia, acción en concreto, que exige la co- con criterios propios de una concien-
en coherencia con el propio dictamen herencia de esta acción con los valo- cia con conocimiento.
sobre la identidad personal, es el fun- res personales y con cierta continui-
damento y contenido de la objeción. dad para que la persona pueda reco- El tercer nivel y de auténtica madu-
nocerse en su identidad moral. Sería rez moral es el de la conciencia pos-
La conciencia, pues, no es un reducto el resultado de un proceso dinámico convencional. En esta, desde preten-
irracional sino que es un reducto (la de integración y maduración de la siones de universalidad, se emiten
última autoridad moral es uno mismo) persona. juicios más allá de las preferencias
racional, dialógico y responsable, que personales o grupales, basados en la
se forja también desde el sustrato cul- Efectivamente, llevar a cabo la acción coherencia con los valores y princi-
tural de la persona y a partir de sus no deseada no solo es una cuestión de pios de uno mismo y también en las
condicionantes psicológicos. A la vez, intranquilidad de la conciencia, sino consecuencias que se quieren evitar o
no es un soliloquio, ni un mero mo- que tiene que ver con el tipo de per- generar. Esta coherencia no deber ser
nólogo interior. La persona tiene que sona que se quiere ser; por esto, la OC solo con los valores adquiridos cultu-
rendir cuentas, debe darse y dar razo- es una demanda de respeto a la inte- ralmente y por la tradición, sino sobre
todo con la argumentación que se da de los argumentos vía diálogo, debe que alguien no piensa. el disenso no
a los otros y se da a sí mismo: cohe- respetar la conciencia. La moralidad es solo una cuestión personal, ya que
rencia entre las propias convicciones, humana no se identifica simplemente el que disiente no lo hace sólo a título
las acciones y el tipo de persona que con el derecho positivo, pero tiende a individual sino que quiere dar razones
se quiere ser; coherencia entre lo que buscar su proyección social en la esfe- a los demás de los motivos de su desa-
se quiere para sí mismo y lo que se ra jurídica. La moralidad pasa así a ser cuerdo, bien sea para convencerles o
quiere para el resto de los seres hu- eficaz como regla de conducta social simplemente para hacer respetable su
manos y coherencia entre los valores, y puede contribuir a una convivencia discrepancia personal. Respetar esta
las acciones y las consecuencias para social respetuosa y pacífica. Los de- opción es expresión de tolerancia y
uno, pero también para otros que no rechos fundamentales de la persona batalla contra el pensamiento úni-
compartan nuestras convicciones. son fuente normativa para los orde- co. Por eso, la objeción de concien-
namientos jurídicos, ya que brotan de cia no implica solo tener firmes las
La conducta de la persona basada en
la conciencia posconvencional no se
s
manifiesta en decisiones ni objeciones
i las personas físicas tienen derecho a la
estáticas y inamovibles. Estas son el
libertad de conciencia, de pensar y vivir en
camino hacia el dogmatismo o el fun-
coherencia con los valores que quieran, las
damentalismo, con el peligro de cerrar
personas jurídicas tienen ideología, que hacen
los ojos a la realidad, de desatenderla.
pública en sus estatutos, idearios o principios
la libertad, a menudo, genera angus-
fundacionales
tia en la conciencia. Se podría decir
que la verdadera tranquilidad de con-
ciencia es, en cierto sentido, saberse
intranquilo, en un proceso dinámico
que la mantiene viva. Por ello, puede la dignidad de la condición humana. convicciones, sino defenderlas con
aceptarse que la persona modifique su En este sentido, el derecho moral a argumentos sólidos. Esto comporta
percepción moral de un acto en deter- la objeción de conciencia también as- expresar con honestidad las razones
minado contexto o circunstancia, sin pira a ser reconocido y regulado jurí- sobre el daño moral que se cree que
que por ello se convierta en objetor dicamente. De hecho, la democracia se infringiría a uno mismo si hiciera la
por conveniencia o “a la carta”. también está construida sobre el de- acción contra la que objeta, sin dejar
recho de las minorías a discrepar de de considerar, con la mirada atenta y
Esto nos lleva a ser conscientes de la mayoría o las mayorías. respetuosa, qué consecuencias tiene
los límites de la objeción de concien- en otras personas. en este sentido,
cia dentro de una sociedad plural y Cuando se pide el reconocimiento le- se puede comprender una objeción
abierta como es la nuestra, donde se gal del derecho moral a la objeción de específica o limitada en algunos ca-
debe garantizar el respeto a las per- conciencia, no se está pidiendo solo sos, y que pueda manifestarse no en
sonas y a la convivencia pacífica de que cada cual pueda hacer las valora- términos de “todo o nada”, sino pon-
quienes objetan y de los que no, ya ciones morales que crea convenientes, derando el contexto.
sea en el ámbito público como en el puesto que esto ya está implícito en
privado. Garantizar el pluralismo es los derechos de libertad de expresión y A.5 La objeción institucional
dar cabida al disenso, no desvirtuar- de conciencia, sino que se pide que la
lo considerando al objetor como una ley reconozca que la persona se puede La mayor parte de posicionamientos
“excepción” que se debe penalizar o oponer a hacer aquello que considera sobre la objeción de conciencia que
censurar.2 un mal. se trata de un disentimiento se conocen afirman con contundencia
ante un consejo jurídico, o social, o que se trata de un derecho individual
A.4 La proyección en un derecho ante el paradigma científico predomi- y personalísimo, alegando que no se
legal nante en un determinado momento.3 puede ejercer de forma colectiva
ni tampoco en nombre de una ins-
Un estado de derecho que recibe su el disentimiento debe estar garanti- titución, dado que el atributo de la
legitimidad de las fuentes de la dig- zado en sociedades moralmente plu- conciencia sólo es predicable de la
nidad, libertad y exposición crítica rales: cuando todos piensan igual es persona física. Configurado así, sería
e
l problema de fondo es la ponderación ñol, se plantea la objeción de concien-
necesaria de los derechos que entran en cia como la expresión de un derecho
conflicto y las consecuencias derivadas del fundamental, reconocido en la Consti-
ejercicio de esta objeción de conciencia, que en tución Española (CE), como derivación
ningún caso puede defenderse como un derecho del derecho a la “libertad religiosa,
absoluto ideológica y de culto” (art. 16.2). Sin
embargo, este derecho fundamental
sólo ha tenido un desarrollo específi-
co, con rango de ley, en el ámbito del
las personas que las representan, no todos los profesionales de una institu- servicio militar en el año 1984 y más
las toman a título personal (desde ción pública apelasen a la objeción de recientemente con la Ley 2/2010 so-
su conciencia individual) sino como conciencia de forma masiva, debería bre Salud Sexual y Reproductiva y de
representantes de aquellas institu- valorarse hasta qué punto la norma interrupción voluntaria del embarazo.
ciones, en nombre de la ética de la general, cuestionada por una mayo-
organización, forjando, así, lo que se ría, es aceptable, o bien si esta ob- Respecto al valor vinculante del art.
denomina “ethos corporativo”. jeción colectiva no responde a otros 16.2 de la CE, hay diferentes corrien-
Ahora bien, desde este planteamien- intereses y, por lo tanto, no sería au- tes de pensamiento, dado que tam-
que están integradas en la red sanita- tir de la Ley 2/2010 de Salud Sexual y manifestar de dos maneras:
ria de utilización pública es de titula- Reproductiva e IVG, ya se hace un re- ● considerando que se tiene obliga-
ridad privada. conocimiento explícito a la objeción.8 ción de intervenir o actuar, en un
A nivel europeo, este aspecto ha sido contexto en que se produce un re-
C) OBJECIÓN DE CONCIENCIA tratado también recientemente.9 chazo del ciudadano a aquella ac-
EN EL ÁMBITO DE LOS PROFE- tuación o un consenso dentro del
SIONALES DE LA SALUD Así, la objeción de conciencia en su equipo terapéutico a abstenerse
concepción como negativa a ejecutar de una determinada actuación (p.
La objeción de conciencia en el con- o cooperar en la realización de ciertas e., en algunas decisiones de limi-
texto de las profesiones sanitarias su-
fre una carencia total de regulación y,
s
en cambio, la casuística que podemos e debe entender hoy como "buena práctica
encontrar es muy diversa, tal como clínica" la retirada o no inicio de ciertas
pretende exponer este documento. medidas no indicadas y que no aportan ningún
Es necesario, pues, hacer una distin- beneficio para el paciente, y no es aceptable
ción importante entre aquello que plantear en estos casos objeción de conciencia por
consideramos propiamente “objeción no aceptar una limitación de tratamiento que ha
de conciencia” y aquello que podría- sido consensuado dentro del equipo y también con
mos denominar “objeción profesional el paciente y/o familia
o reticencia moral del profesional”, y
que frecuentemente se confunde con
la oc: prácticas médicas, permitidas por la tación terapéutica). La persona
norma legal, pero contrarias a la ley que manifiesta el conflicto consi-
Objeción de conciencia: tal y como moral o creencia del profesional o a dera que su responsabilidad profe-
hemos expresado, consistiría en la las normas deontológicas, podría plan- sional le exige actuar.
confrontación entre la moral indivi- tearse en situaciones muy diversas,
dual del profesional y la ley que re- destacando como más significativas el ● considerando que no se puede
conoce al ciudadano el derecho a una ámbito de la reproducción humana y intervenir en una determinada in-
determinada prestación. Esta confron- final de la vida. En todos estos ámbi- dicación o instrucción, dada por
tación deriva de la negativa a ejecutar tos, debemos señalar como máxima una autoridad o marcada por un
o cooperar de forma directa o indirec- dificultad la consideración de que la protocolo –a pesar de no ser ley–
ta en la realización de determinadas objeción de conciencia por parte del que fuerza al profesional a una
prácticas médicas o sanitarias, permi- profesional tiene como consecuencia actuación que considera que aten-
tidas por normas legales, pero contra- la limitación de los derechos de otra ta contra principios éticos básicos
rias a la moral individual del sujeto o persona. este punto es de gran im- (ver apartado “Situaciones de po-
a principios de su creencia religiosa. portancia ya que en última instancia sible conflicto de valores”, donde
podría darse el caso de que un pacien- se recogen algunos ejemplos).
Como ejemplo paradigmático de OC te o usuario se viera desatendido si
en España, tendríamos hoy la objeción todos los profesionales disponibles se Como ejemplo paradigmático de la
a practicar la interrupción volunta- acogieran a la objeción. En todo caso, “objeción o reticencia profesional”,
ria del embarazo, regulada como una debería de ser la Administración quien podríamos mencionar la actitud del
prestación más del sistema sanitario asumiera la responsabilidad de garan- profesional ante el rechazo al trata-
público. Respecto a este punto, debe- tizar siempre esta atención. miento, p. e., negarse a la transfusión
mos clarificar que la mayoría de paí- de sangre por los Testigos de Jehová
ses que han despenalizado el aborto Objeción profesional o “reticencia o el rechazo a un tratamiento eficaz
ha recogido una cláusula de objeción moral del profesional”: se dará en pero que el paciente no quiere ni
de conciencia. En España, la primera aquellos casos en que no hay un prin- acepta. En estos casos, el profesional
ley despenalizadora del año 1985 no la cipio moral y una norma legal enfren- se siente obligado, p. e., a poner san-
recogió explícitamente, hecho que ha tados, sino otras razones por las que gre, por razón de un deber deontológi-
sido fuente de conflictos todos estos el profesional se siente interpelado co y profesional, siguiendo las normas
años. Con la regulación actual, a par- moralmente. Esta objeción se puede de la “lex artis”, según su personal
interpretación. Aquí se debería anali- te un tratamiento, disminuyendo sus En este ámbito, merece especial refe-
zar la cuestión desde el principio de posibilidades de éxito, habiendo de rencia la objeción o reticencia moral
autonomía del paciente, reconocido medir el profesional el riesgo que ante decisiones de rechazo del pacien-
legalmente a través de las figuras del supone para la efectividad del trata- te a un tratamiento de soporte vital,
consentimiento informado y el dere- miento las limitaciones que el pacien- sea expresado de forma directa y per-
sonal, sea expresado de forma anti-
cipada. Cuando es el paciente quien
rechaza de forma competente un de-
terminado tratamiento, tanto si supo-
ne no iniciarlo como si supone retirarlo
una vez ya iniciado, cesa el deber del
profesional a intervenir y, por tanto,
debería sentirse liberado de toda res-
ponsabilidad ética y jurídica, ya que en
ambos casos se debe interpretar como
una “omisión” que respeta la autono-
mía de la persona y que, además, no
es punible ni sancionable legalmente.11
En este escenario, se considera que la
carles alaez
consensuado dentro del equipo y tam- La primera cuestión es determinar si sea el contexto de la demanda), o bien
bién con el paciente y/o la familia. basta con que el objetor haga mani- a una determinada parcela de esta ac-
festación por escrito y a nivel estric- tuación (p. e., objeción de conciencia
Aun así, se puede reconocer que hay tamente interno ante su inmediato al aborto de fetos sanos pero no ob-
situaciones en las que, admitiendo superior, dentro de la institución sa- jeción a la interrupción del embarazo
que la limitación se incluye en los nitaria, con el fin de poder hacer una por causa médica grave, o incluso dis-
criterios de buena práctica clínica, a correcta planificación del servicio, sin tinción según grado de afectación del
algún profesional aquella indicación desatender a ningún ciudadano; o bien feto). En estos casos, la manifestación
o instrucción le suponga un conflicto es necesario que se establezca alguna previa debería concretar a qué y por
moral. Sirvan de ejemplo situaciones otra instancia o procedimiento para qué se objeta, de manera muy clara
relacionadas con la retirada de medi- contrastar y verificar la honestidad y y sin ambigüedades, evitando la arbi-
das de soporte vital, p. e., nutrición autenticidad de esta objeción, evitan- trariedad o actitudes de preferencia.
e hidratación, quizás consideradas por do así el abuso y también “falsas ob- Consideramos que es suficiente que
algunas personas como cuidados bási- jeciones” que, por comodidad u otros esta comunicación sea interna a nivel
cos no susceptibles de suprimir o limi- intereses, pretendan solo evadirse de del superior jerárquico, aunque qui-
tar en ningún caso, y que manifiesten
reticencias a participar en este tipo
c
de limitación.
abe plantearse cuáles deben ser las
formalidades exigibles en la manifestación
Pese a que se pueda admitir esta po-
de la objeción de conciencia, con objeto
sibilidad con carácter excepcional,
de dar transparencia al proceso y garantizar la
se debería evitar que se recurra a la
prestación al ciudadano, si bien respetando a la
objeción de conciencia para evitar si-
vez el derecho a la confidencialidad, de unos y
tuaciones que pueden resultar para el
otros
profesional angustiantes o incómodas.
Es una situación de conflicto dentro
de los equipos, ya que incluso para
el propio profesional puede ser difícil determinadas prácticas. Igualmen- zás se pueda establecer una entrevis-
distinguir el sentimiento de angustia te hay que plantear si esta objeción ta personal y confidencial para evitar
de lo que es realmente una objeción debe ser controlada únicamente por objeciones “interesadas”. En ningún
moral. Será necesario trabajarlo con la institución sanitaria afectada o bien caso, creemos que sea necesario ni
el profesional en cuestión, incluso si se debe de establecer algún tipo de positivo organizar comités o tribu-
fuese necesario dentro del Comité registro colegial, autonómico o inclu- nales fiscalizadores de conciencias a
de Ética Asistencial, y si el posicio- so estatal, con el fin de dar publicidad ningún nivel, ni tampoco registros o
namiento es claramente de rechazo, de los profesionales objetores de de- listados públicos o de corporaciones
relevarle de esta responsabilidad, terminadas prácticas. profesionales, que puedan compro-
evitando así conductas de obstinación meter la confidencialidad de una in-
terapéutica que solo perjudican al pa- A nuestro entender, es exigible que el formación que dimana de un derecho
ciente. profesional objetor cumpla unas de- fundamental como es el de la intimi-
terminadas formalidades, tales como dad personal, y que solo es relevante
C.1 Requisitos para el ejercicio de la la manifestación escrita previa – re- en el ámbito concreto de actuación
objeción de conciencia quisito ya exigido legalmente en el del profesional.
caso de la interrupción del embara-
Cabe plantearse cuáles deben ser las zo–, si bien con la necesaria argumen- A pesar de establecerse como requi-
formalidades exigibles en la manifes- tación de las razones esenciales de su sito la comunicación previa y por es-
tación de la objeción de conciencia, objeción. Ahora bien, dentro de esta crito por parte del objetor, y en co-
con objeto de dar transparencia al expresión de objeción, hay que tener herencia con lo que expresábamos
proceso y garantizar la prestación al presente que esta puede ser total a anteriormente, hay que considerar la
ciudadano, si bien respetando a la vez una determinada actuación (p. e., ob- posible objeción de conciencia “so-
el derecho a la confidencialidad, de jeción de conciencia al aborto como brevenida”, para aquellas situaciones
unos y otros. principio moral inalterable, sea cual no previstas ni previsibles en función
del puesto de trabajo o tarea que se centro de salud en una área geográfica– dar amparado por la objeción y, por
desarrolle, pero que puedan poner al ,consideramos que el derecho a la asis- lo tanto, debe clarificar hasta dónde
profesional en una situación de con- tencia, en el marco de una ética cívica se puede objetar en una determina-
flicto de conciencia en un momento o de mínimos, donde se sitúa nuestro da práctica y todo lo que va asociado
determinado. Se debería contemplar la sistema sanitario, debe prevalecer por a la misma (actuaciones anteriores,
excepción, admitiendo una posible ob- encima del derecho a la objeción del posteriores o relacionadas indirecta-
jeción circunstancial o propiciada por mente). Con frecuencia, el hecho de
un contexto no previsible. interpretar que la objeción se puede
e
extender más allá de la acción ma-
l progreso
Para el caso de la objeción u oposición terial como tal viene dado por una
científico y
manifestada institucionalmente, en co- incorrecta interpretación de lo que
médico, a priori
herencia con un determinado ideario, supone moralmente la “cooperación”
positivo y bueno
cuando esta implique dejar de prestar a una acción o a su resultado. No se
para la mejora del
un servicio legalmente reconocido al debe confundir los términos, pues la
conocimiento y el
ciudadano, será necesario que la Ad- información dada sobre una determi-
bienestar de las
ministración, con antelación necesa- nada actuación no implica participar
personas, amplía
ria y con los requisitos que considere en aquel acto, que no sabemos ni si-
las posibilidades de
adecuados, establezca los mecanismos quiera si llegará a producirse. Igual-
aparición de nuevas
para garantizar el derecho del ciudada- mente para el caso de actuaciones
situaciones que
no de acceso a la prestación y sin rom- anteriores o posteriores, en tanto que
crearán nuevas dudas
per la equidad del sistema, haciendo no supongan una cooperación directa
y conflicto morales a
posible el respeto a la negativa insti- e intencionada en la acción. En to-
los profesionales
tucional. das estas situaciones, la objeción de
conciencia en la acción principal no
C.2 Límites a la objeción de puede amparar al profesional para
conciencia ante el derecho profesional. En última instancia, este abstenerse en otras actuaciones cola-
del paciente se debe a su profesión y al servicio del terales, sino que prevalece su deber
ciudadano, y no puede abandonarlo o de atender a los ciudadanos.13 en este
Partiendo de que el derecho a la ob- dejarlo desatendido.12 sentido, debemos tener presente que
jeción de conciencia no es un derecho son diversos los profesionales de la sa-
absoluto, debemos plantear cuáles son Respecto a este punto, debemos pre- lud, y no solo los médicos, los que se
sus límites cuando su ejercicio vulnera cisar una cuestión en relación con el pueden ver afectados por actuaciones
irremisiblemente el derecho del ciuda- “profesional objetor”, ya que en oca- que les generen conflicto de concien-
dano a la asistencia. Se debe promo- siones se utiliza como argumento para cia y, por tanto, todas las reflexiones
ver, siempre que sea posible, conciliar negarle el derecho a la objeción su hechas son aplicables a los diferentes
ambos derechos, y esto implica una condición de trabajador público o esta- colectivos profesionales (enfermería,
correcta planificación de las prestacio- tutario, cuando sea un profesional ads- auxiliares, etc.).
nes, contando con la realidad de dis- crito a la Administración. Hay que dejar
positivos y recursos en un determinado claro, una vez más, que el derecho a D) SITUACIONES DE POSIBLE
territorio, de forma que las situaciones la objeción de conciencia tiene su base CONFLICTO DE VALORES EN
límite queden minimizadas. en un derecho fundamental amparado EL ÁMBITO SANITARIO, DIFE-
por la Constitución y, por lo tanto, tal y RENTES DE LA OBJECIÓN DE
Sin embargo, puede haber situaciones como ha reconocido reiteradamente la CONCIENCIA
de conflicto extremas en las que real- jurisprudencia, no admite distinciones
mente la solución sea satisfacer solo a entre el profesional del ámbito público D.1 Contexto asistencial
una de las partes en litigio. Por lo tan- o privado, ya que el criterio contrario
to, cuando no haya alternativa porque supondría discriminación ante el ejerci- Hoy, desde la práctica asistencial, se
esta no es posible o porque no se haya cio de un derecho fundamental. identifican claramente algunos fac-
podido prever, en situación urgente o tores que generan nuevos conflictos
crítica que no permita demoras –p. Otro punto esencial a determinar es el que deberán analizarse, no desde el
e., único médico de urgencias o único ámbito de actuación que puede que- concepto clásico de objeción de con-
e
Por una parte, los avances biomédi- s muy recomendable que el profesional
cos, que a gran velocidad en las úl- sanitario no se encuentre solo y se sienta con
timas décadas han ido configurando la libertad de poder plantear el conflicto al
nuevas situaciones que generan mu- Comité de Ética Asistencial de su centro, o al de
chas dudas a los profesionales. Algu- referencia, con el fin de debatirlo en un contexto
nos de estos conflictos, aunque no interdisciplinar en la búsqueda de una solución
pongan en peligro la vida o la salud de consenso que le ayude a apaciguar su conflicto
de los pacientes, representan un pro- interno
blema en el desarrollo del trabajo
médico y asistencial. Sería un claro
ejemplo la aparición en su momento
de la píldora contraceptiva o, más situaciones irreversibles como, p. e., Podemos decir, pues, que el progreso
recientemente, la píldora poscoital, en los pacientes en estado vegetativo científico y médico, a priori positivo y
como muestra de los avances en el persistente. bueno para la mejora del conocimien-
campo farmacológico, y actitudes de to y el bienestar de las personas, am-
objeción de algunos profesionales en Otro ejemplo lo tendríamos, actual- plía las posibilidades de aparición de
los criterios de prescripción que antes mente, en el campo de los trasplan- nuevas situaciones que crearán nue-
no existían. Igualmente, los avances tes, en el que la falta de órganos ha vas dudas y conflictos morales a los
en los instrumentos o medidas de so- activado la búsqueda de alternativas profesionales.
porte vital, que permiten prolongar la por los profesionales que se dedican a
vida biológica de las personas, y que esta actividad, y que pueden generar Por otra parte, la creciente diversi-
han generado nuevas dudas en ciertas conflictos éticos (trasplante de donan- dad cultural existente en nuestra so-
situaciones, dejando a personas en te vivo, donantes a corazón parado ciedad comporta la convivencia con
otras culturas con éticas de máximos valores entre los profesionales, y que
diferentes y menos conocidas, que fácilmente se pueden confundir con
ponen en tensión la sensibilidad éti- la OC, aunque no lo sea, serían:
ca del profesional y la del ciudadano.
Esta realidad, frecuentemente, supo- ● Instrucciones legales administrati-
ne demandas y exigencias que cues- vas de limitación en la asistencia
tionan el marco moral de referencia a determinados colectivos (p. e.,
de los profesionales y del propio siste- inmigrantes), que comprometen
ma. La coyuntura social, económica, al profesional con los que, hasta
cultural, sociosanitaria y los flujos mi- ahora, eran sus pacientes y frente
gratorios empiezan a producir situa- a los cuales se siente con el deber
ciones conflictivas y dudas morales de atender.
que dificultan el trabajo diario de los ● Reticencias morales que puede
profesionales sanitarios. generar la instrucción de uso de
determinados fármacos o trata-
Del mismo modo, el contexto eco- mientos restringidos, por razón de
nómico y de redefinición del estado su precio, en determinados colec-
del bienestar, con decisiones insti- tivos.
tucionales o corporativas ante estos ● Indicaciones de actuaciones en
nuevos escenarios y la manera de pacientes con muy mal pronósti-
afrontarlos pueden generar un con- co, con técnicas de alto coste no
flicto de valores con el profesional curativas y del todo ineficientes, a
que debe aplicar ciertas directrices o pesar de que consigan incremen-
instrucciones. Desde el momento en tar la supervivencia: diálisis en o estancias hospitalarias), con
que un médico debe tomar decisiones pacientes oncológicos terminales frecuencia respondiendo a una
teniendo en cuenta criterios econó- u otros tratamientos agresivos y problemática social y no médica,
micos, de financiación de contención costosos en pacientes pluripato- donde se confunde el conflicto so-
del gasto, atendiendo a las preferen- lógicos. cial con el proceso de salud real.
cias o exigencias de los pacientes de ● Prescripción de genéricos de efec- Paciente y familia exigen determi-
otras culturas y de acuerdo con sus tividad poco demostrada o inclu- nados servicios, forzando al médi-
costumbres, las dificultades idiomáti- so cuestionada con fundamento co a tomar una actitud determi-
cas y de comunicación, etc., estamos científico, siguiendo criterios es- nada, contraria a su criterio deon-
ante un nuevo escenario para el que trictamente economicistas. tológico. La negativa, a menudo,
probablemente ni ha recibido la pre- ● Situaciones en las que el médi- se vive como forma de discrimi-
paración necesaria y que choca con co debe decidir si otorga o no un nación de la que se responsabiliza
su marco deontológico y de principios servicio (traslados de pacientes injustamente al médico.
éticos. ● Imposición de medidas o indica-
ciones de clara discriminación
e
Entramos en un ámbito de cuestiona- positiva en función de la etnia,
l hecho de que
miento del principio de justicia en el credo religioso o político o nacio-
la investigación
reparto de los recursos y de equidad en nalidad, que sitúan al profesional
camine
el acceso al sistema, impuesto genéri- en situaciones incómodas, ya que
adelantándose a la
camente desde un nivel global, aun- lo fuerzan a colaborar (turnos de
práctica clínica y a la
que el profesional debe personalizarlo quirófano reservados para circun-
legislación, la sitúa
en sus pacientes; cuestionamiento que cisiones según ritual religioso,
en un punto en el
compromete no solo la beneficencia, elección de médico en función
que es difícil objetar
sino también incluso el principio uni- de preferencias culturales o de
por falta de la norma
versal de no maleficencia. creencia, prestaciones a grupos
contra la cual hacerlo
determinados saltándose las listas
Algunos ejemplos de situaciones que de espera, etc.). En todas ellas se
empiezan a provocar conflictos de exige la complicidad de los profe-
Conclusiones puede ser compatible con la nega- que pueden plantearse conflictos
tiva a participar en determinadas de valores relevantes.
La exposición anterior de criterios éti- actuaciones que sean contrarias,
cos, deontológicos y jurídicos, el aná- siendo responsabilidad de los en- 9. También en el contexto de la limi-
lisis de formas reales de objeción de tes públicos garantizar el pacífico tación terapéutica y de rechazo
conciencia y otras que no lo son, y la y legítimo ejercicio de los dere- al tratamiento se puede dar ex-
atención a situaciones ya existentes y chos de los usuarios reconocidos cepcionalmente objeción de un
futuras que dan lugar a una casuística en la norma. profesional en un caso concreto y
muy compleja de conflictos de valores, específico, en especial en la re-
nos llevan a formular como propuesta 5. La objeción de conciencia no es un tirada o limitación de tratamien-
las siguientes conclusiones, que tienen derecho absoluto, sino que tiene tos de soporte vital, si bien nun-
valor de síntesis de nuestra posición. sus límites en cuanto que puede ca la objeción puede amparar la
vulnerar derechos de otras per- imposición del criterio de buena
1. El derecho a la objeción de con- sonas. Por ello, debe hacerse un práctica clínica ni del respeto a la
ciencia, entendido como la posi- ejercicio coherente y responsa- autonomía de la persona. En es-
ción contraria al cumplimiento ble, explicitando la condición de tos supuestos, el profesional de-
de un deber legal, deontológico o objetor y los límites de la misma, berá retirarse del caso y dejarlo
profesional, toma su fundamento con el fin de permitir una correcta en manos de otros profesionales,
de un derecho moral, construido organización de las prestaciones, no siendo aceptable tampoco el
desde la propia escala de valores y evitando el perjuicio de terceros. abandono del paciente.
que, en sociedades democráticas,
debe tender a su reconocimiento 6. La objeción de conciencia debe 10. Más allá de los escenarios más ha-
jurídico. Sin embargo, creemos quedar restringida a las acciones bituales de objeción de concien-
que este reconocimiento no pue- que supongan implicación directa cia, día a día, se van incremen-
de desembocar en una regulación en la acción contra la que se obje- tando las situaciones que plantean
general y genérica de la objeción ta y no puede amparar la negativa al profesional claros conflictos de
de conciencia en determinados a actuaciones anteriores o poste- valores, ante las demandas o im-
colectivos profesionales, ya que la riores exigibles desde una ética posiciones de actuaciones que lo
norma debería recaer sobre cues- cívica y de responsabilidad social confrontan con el marco ético y
tiones específicas, que presentan y profesional. deontológico de referencia. La
una clara dimensión ética, y pre- sociedad deberá reflexionar sobre
cisar los escenarios concretos y los 7. Hay que distinguir el concepto estos nuevos escenarios, arbitran-
requisitos exigibles. real de objeción de conciencia, do soluciones para evitar conflic-
entendido como la negativa a lle- tos mayores.
2. En la conciencia, la última auto- var a cabo una acción reconocida
ridad moral es uno mismo, un re- en la ley como derecho del ciuda- Esplugues de Llobregat, junio de 2012
ducto racional y dialógico, que es dano, de otros conflictos morales
necesario defender con responsa- que se pueden generar no ya ante
bilidad y dando razones a uno mis- un derecho exigible sino ante la
mo y a los otros en coherencia con imposición de determinadas ac-
las propias convicciones. tuaciones o limitaciones de la
actuación que interpelan moral-
3. Una sociedad plural y abierta mente a la persona.
debe garantizar el respeto al di-
sentimiento, sin censurar o pena- 8. En el contexto de la actividad
lizar al objetor, garantizando a la sanitaria, los ámbitos en los que
vez el respeto a los derechos del tradicionalmente se habla de ob-
resto de los ciudadanos. jeción de conciencia son los re-
lacionados con el inicio y el final
4. la defensa de un determinado de la vida (reproducción humana,
ideario o valores institucionales eutanasia), si bien hay otros en los
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les diferentes en una sociedad plural, debería cas en la medida en que por su naturaleza les cat/salut/depsalut/html/ca/dir2826/rebuig-
permanecer neutro en cuestiones de máximos sean aplicables”). tractam.pdf).
personales. De forma que una cosa es despe-
nalizar una práctica, como la interrupción de
la gestación, y asumir gastos si la persona no 7. Comitè de Bioètica de Catalunya. Reflexio- 11. Deben distinguirse claramente estas situa-
es solvente y otra es incluirla en la cartera de nes sobre la práctica de la objeción de con- ciones del concepto de eutanasia, que implica
servicios. Tampoco responde a este espíritu ciencia en la interrupción voluntaria de la una acción directa para provocar la muerte de
de servicio emprender regulaciones sin diálo- gestación. Barcelona: Comitè de Bioètica de la persona, en una relación de causa-efecto.
go y consulta (es de justicia y de rigor ético) Catalunya; 2011. Este tipo de acciones tienen sanción penal
a los afectados por las acciones que después (art. 143.4 Código Penal).
habrán de llevar a cabo (Comunidades Autó-
nomas y profesionales). 8. Tomando el ejemplo del aborto, hay voces
que argumentan que existe un “derecho de la 12. Desde una ética de máximos, que no se
mujer a abortar” y, por tanto, un deber del puede imponer en el espacio público, habrá
4. STC 19/1985 y STC53/1985 –esta última médico a practicarle el aborto cuando se cum- personas que, aun así, mantendrán su conduc-
en relación con el aborto–, donde se afirma plan ciertos requisitos que la ley establece. ta de objeción, a pesar de las consecuencias
que “la objeción de conciencia forma parte Según esta opinión, la objeción de conciencia que de ello se puedan derivar y, por tanto,
del contenido del derecho fundamental a va contra el derecho de la mujer, pero este deberá preverse una respuesta que permita
la libertad ideológica y religiosa del art.16 argumento, más allá de discusiones ideológi- defender también el derecho del ciudadano.
de la CE y, como tal, es directamente apli- cas de fondo, no es lo que la ley despenaliza-
cable”. En sentido contrario, STC 160/1987 dora recoge, pues esta prevé explícitamente
y 161/1987, refiriéndose al servicio militar, el derecho a la objeción y, por lo tanto, insta 13. P. e., El hecho de acogerse a la objeción
donde se afirma que “se trata de un dere- a la Administración Sanitaria a establecer los para no informar a la mujer embarazada de
cho que supone la concreción de la libertad mecanismos para resolver el conflicto satisfa- que hay una prueba de diagnóstico prenatal
ideológica reconocida en el art. 16, pero de ciendo a ambas partes. para detectar posibles malformaciones del
ello no puede deducirse que nos encontremos feto, por miedo a que si conoce un posible
ante una pura y simple aplicación de dicha resultado negativo decida interrumpir el em-
libertad (...), lo que puede ocurrir es que sea 9. la asamblea Parlamentaria del consejo de barazo. Este límite lo especifica la Ley 2/2010
admitida excepcionalmente respecto a un Europa aprobó la Resolución 1607/2008, en la sobre Salud Sexual y Reproductiva e Interrup-
deber concreto”. que se consideraba necesario regular el ac- ción Voluntaria del Embarazo, cuando dispone
ceso al aborto sin riesgo y de forma legal en en su art. 19 que: “Los profesionales sanitarios
europa. sin embargo, dos años más tarde, fue directamente implicados en la interrupción
5. Tal como se ha hecho a nivel estatal en la aprobada por el mismo organismo la resolu- voluntaria del embarazo tendrán derecho a
Ley 2/2010 de 5 de julio de Salud Sexual y ción 1763/2010, que pide que la legislación de ejercer la objeción de conciencia sin que el
derecho a ejercer la objeción de conciencia Comité de Bioética de España. Posición del Co- Gracia D, Rodríguez Sendín JJ, dir. Ética de
sin que el acceso y la calidad asistencial de mité de Bioética de España sobre la objeción la objeción de conciencia. Madrid: Fundación
la prestación puedan resultar menoscabadas. de conciencia. Madrid: Comité de Bioética de de Ciencias de la Salud; 2008.
El rechazo o la negativa a realizar la inter- España; 2011.
vención de la interrupción del embarazo por
razones de conciencia es una decisión siem- López Azpitarte E. Ética y vida: desafíos
pre individual del personal sanitario, directa- Compagnoni F. et al. Nuevo diccionario de actuales. Madrid: Ediciones Paulinas; 1993.
mente implicado en su realización, que debe teología moral; adaptó la edición española
manifestarse anticipadamente y por escrito. Marciano Vidal. Madrid: Ediciones Paulinas;
En todo caso, los profesionales sanitarios dis- cop. 1992. Casado M, Corcoy M, ed. Document sobre la
pensarán tratamiento y atención médica ade- objecció de consciència en sanitat. Barcelo-
cuados a las mujeres que lo precisen antes y na: Observatori de Bioètica i Dret; 2007.
después de haberse sometido a una interven- Couceiro A, Seoane JA, Hernando P. La obje-
ción de interrupción de embarazo”. ción de conciencia en el ámbito clínico. Pro-
puesta para un uso apropiado (I). Rev Calid Seoane J A. El perímetro de la objeción de
Asist. 2011; 26 (3): 188-193. conciencia. Rev. InDret. 2009; 4: 2-21.
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ciones sobre la diversidad cultural y la salud.
Barcelona: Comitè de Bioètica de Catalunya; Couceiro A, Seoane JA, Hernando P. La obje- Serrat D, Bernad L. La objeción de conciencia
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puesta para un uso apropiado (II). Rev Calid bioética. 1997; 2: 855-863.
Asist. 2011; 26 (5): 320-324.
Objeción de conciencia
y sanidad
Ramon M. Nogués
Catedrático de biología de la UAB. La atención pública y jurídica a la te, es en la sociedad plural –situación
Vicepresidente del IBB. conciencia es un hecho relativamente muy moderna– donde se ha agudizado
ramonmaria.nogues@uab.cat
moderno de las sociedades liberales la atención a la articulación de los valo-
avanzadas, pero la preocupación por la res en las complejas relaciones de pro-
conciencia como santuario casi sagrado puestas de máximos y mínimos éticos
del acto ético está anclada en actitudes en las sociedades, situación que obliga
filosóficas, culturales y religiosas que a matizar cuidadosamente cuáles son
tienen alrededor de tres mil años de an- las obligaciones exigibles universal-
tigüedad. El texto que nos ocupa enfoca mente y desde qué posturas se puede
el análisis de la objeción de conciencia presentar objeción de conciencia.
en el contexto de la sanidad.
D. Gracia Guillén, Catedrático de His-
Cinco especialistas analizan el tema. F. toria de la Medicina de la Complutense,
J. Alarcos Martínez, Director de la “Cá- analiza la historia del concepto moder-
tedra Andaluza de Bioética” y coordina- no de objeción de conciencia y precisa
dor del libro, escribe el primer capítulo las relaciones entre ética y derecho,
sobre el planteamiento filosófico de la pasando a analizar el que de forma
invocación de la conciencia. Recuerda más restrictiva se puede entender hoy
su planteamiento que la historia de la como objeción de conciencia en rela-
filosofía moral evidencia que el dere- ción con los planteamientos del dere-
cho a objetar hacia costumbres o le- cho positivo. Gracia hace un detallado
Alarcos Martínez FJ, director.
gislaciones no es una realidad reciente examen tanto de la historia reciente
Objeción de conciencia y sanidad.
Granada: Comares; 2011. referida a la medicina. Todas las gran- de la objeción de conciencia como de
des tradiciones morales, a lo largo de la su correcta aplicación, distinguiendo
historia, han privilegiado la referencia entre la objeción de conciencia pro-
a la conciencia como eje del acto éti- piamente dicha y las pseudoobjeciones
co. Otra cosa es que el reconocimiento y criptoobjeciones en el campo de la
público y jurídico de este derecho sea bioética médica. Se tiene que recordar
que hoy la objeción de conciencia en
las biociencias puede alcanzar ámbitos
l
a atención pública y jurídica a la conciencia más amplios que los de la sanidad, de-
es un hecho relativamente moderno de las jando de ser un campo exclusivo de la
sociedades liberales avanzadas, pero la medicina. Hay fenómenos de gran al-
preocupación por la conciencia como santuario casi cance en el espacio y el tiempo, y de
sagrado del acto ético está anclada en actiudes graves consecuencias para la vida, que
filosóficas, culturales y religiosas que tienen piden la atención ética y el correspon-
alrededor de tres mil años de antigüedad. El texto diente posicionamiento.
que nos ocupa enfoca el análisis de la objeción de
conciencia en el contexto de la sanidad F. Oliva Blázquez, profesor de Derecho
Civil en Sevilla, analiza la objeción de
conciencia desde el punto de vista del
una realidad más moderna, asociada a derecho constitucional. Habla de “la
la importancia creciente de la conside- explosión del fenómeno de objeción”,
ración del individuo en el contexto de confirmando la novedad del fenómeno
las valoraciones sociales. Por otra par- en tanto que cuestión jurídica concre-
ta. Su análisis se desarrolla en relación muchas líneas de interés en el tema. del acto ético, y resulta especialmente
a la Constitución Española, la doctrina El autor analiza las creencias religiosas relevante por la creciente complejidad
del Tribunal Constitucional, la Jurispru- en relación con sus despliegues en los de los valores y de los recursos técni-
dencia del tribunal Supremo y las sen- ámbitos del poder y la legislación, mos- cos que se concentran en la atención a
tencias de algunos Tribunales Superio- trando la tensión entre convicciones y la sanidad avanzada.
res de Justicia. El alcance del artículo legislaciones, no solamente por lo que
es eminentemente jurídico y técnico. se refiere a las convicciones religiosas
e
enfrente del poder civil o aliándose con
l libro resulta
E. Bravo Escudero, de la Cátedra Anda- él, sino también enfrente del mismo
una aproximación
luza de Bioética, hace el estudio de la poder religioso. Efectivamente, se tie-
muy oportuna y
objeción de conciencia en el sistema ne que recordar que la defensa que la
completa de todas las
sanitario público que, dentro del campo autoridad religiosa hace de la concien-
perspectivas que hoy
médico, es el ámbito donde la objeción cia frente a la ley civil vale también –y
presenta un tema que
de conciencia sanitaria resulta poten- quizás todavía más– en relación con la
ha ido adquiriendo
cialmente más complejo. El interés de objeción de conciencia frente al poder
amplitud en las
este texto recae en el hecho de que pre- religioso.
sociedades modernas,
senta un recorrido muy detallado y con-
en la medida en que
creto de las cuestiones prácticas plan- El libro en su conjunto, aun no siendo
el siempre defendido
teadas en diversos supuestos y ámbitos. extenso –y quizás por eso mismo–, re-
derecho de conciencia
sulta una aproximación muy oportuna y
es hoy regulamente
Finalmente, E. López Azpitarte, Cate- completa a todas las perspectivas que
reconocido
drático de Teología Moral, hace un es- hoy presenta un tema que ha ido adqui-
como referencia
tudio de la objeción de conciencia des- riendo amplitud en las sociedades mo-
de cualquier
de las creencias religiosas. Eso es muy dernas, en la medida en que el siempre
planteamiento de acto
relevante de por qué estas creencias defendido derecho de la conciencia es
ético
concretas, enraizadas secularmente en hoy regularmente reconocido como re-
las correspondientes culturas, marcan ferencia de cualquier planteamiento
Novedades biblioteca
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Profesor de Filosofía Moral en la Universidad Suele ser habitual abordar los grandes espectador se mantenga en vilo, quizás
complutense de Madrid. temas y problemas de la existencia con también alerta.
tomasdm@terra.es grandes películas, con grandes dramas.
Pero, a veces, resulta que son las pe- Al acercarnos a esta película con una
queñas películas, aquellas que no bus- preocupación bioética, dos temas ad-
can aparentemente nada más que el quieren mayor relieve, uno obvio y
entretenimiento de los espectadores, otro más profundo, también más im-
las que logran enfocar con inaudita portante. Los dos temas están interco-
perspicacia y sorprendente perspecti- nectados. Comenzaremos por el obvio.
va las grandezas y miserias de los seres La película nos lanza a una reflexión,
humanos. Esto es lo que ocurre preci- quizás no demasiado original, sobre
samente con la película Intocable. las relaciones de ayuda, las relaciones
entre una persona con un determinado
Intocable es una película llena de hu- grado de discapacidad y su cuidador.
mor e ironía. Se trata de un humor in- El argumento gira precisamente sobre
teligente, lleno de guiños al especta- esta relación de cuidado y sobre todo
dor y que lo pone, de alguna manera, hace que nos preguntemos sobre la for-
“alerta”. ¿Por qué alerta? Alerta por lo ma “correcta” del cuidado. En esta his-
que la película dice y también por lo toria, nos encontramos que el cuidador
que solo sugiere. La historia es senci- se halla en esa situación de una forma
lla, me atrevería a decir incluso que un
tanto tópica. Cuenta la relación difícil
e
y compleja entre Philipe, un maduro n esa relación
Ficha técnica aristócrata paralizado de cuello para entre el que
abajo, y Driss, su joven cuidador. La cuida y el que es
Título: Intocable película gira en torno a esta relación de cuidado — envuelta
Título original: Intouchables cuidado y atención entre ambos perso- en humor, en ironía y,
Dirección: Olivier Nakache, Eric Tole- najes. Esta relación es difícil no solo aún más, en profunda
dano por la situación de discapacidad en la humanidad—, se
Guión: Olivier Nakache, Eric Toledano que se encuentra uno de los protago- desdibujan los
Año: 2011 nistas, sino también porque los mun- papeles y no sabemos
País: Francia dos que ambos representan son casi muy bien quién es
Duración: 109 minutos opuestos: por un lado, la elegancia de la persona que más
Género: comedia. drama | amistad. la vida aristocrática; por otro, la rude- ayuda necesita y
Discapacidad. Basado en hechos reales za del joven de la calle. Precisamente, quién es quien más
Reparto: François Cluzet, Omar Sy, esta disparidad de mundos permite dar ayuda al otro
Anne Le Ny, Audrey Fleurot, Clotilde cabida a una serie de problemas como
Mollet, Joséphine de Meaux, Alba Gaia la marginalidad, la exclusión social o
Bellugi, Cyril Mendy, Christian Ameri, el racismo. Planteada de esta mane- un tanto azarosa; sin una vocación es-
Marie-Laure Descoureaux, Gregoire ra, la película es bastante previsible y, pecial, sin un interés especial, sin nin-
oestermann sin embargo, resulta extremadamente guna habilidad especial y, sin embargo,
Música: Ludovico Einaudi entretenida. sin lugar a dudas, la inte- conseguirá hacerlo bien. De especial
Fotografía: Mathieu Vadepied ligencia del guión y la magnífica inter- interés para las sensibilidades éticas
pretación de los actores consiguen que es la escena en la que el aristócrata y
la película nunca pierda el ritmo y el su equipo buscan al cuidador entre una
l
serie de candidatos; muchos son los lejanos y también con los próximos y
a autonomía como
tópicos, mucha es también la ironía. cercanos, como “intocables”, es decir,
independencia y
¿Dónde reside el éxito de la relación como si no tuviéramos nada ver con
casi indiferencia:
de cuidado? Esta es posiblemente uno ellos, como si fuéramos distintos y dis-
ni que decir tiene
de los grandes interrogantes que nos tantes. A veces, se ha pensado así la
que es una mala
invita a perseguir la película. El ideal autonomía, como independencia y casi
conceptualización
no es una relación de proximidad, ni indiferencia; ni qué decir tiene que es
de la autonomía. No
de una compasión llena de sensiblería, una mala conceptualización de la au-
somos intocables,
sino la posibilidad de alcanzar la justa tonomía. No somos intocables, aunque
aunque lo
distancia, la compasión justa, que qui- lo quisiéramos, pues nuestra vida está
quisiéramos, pues
zás sea la auténtica compasión. En esa implicada y enredada con la de los de-
nuestra vida está
relación entre el que cuida y el que es más. Estamos enredados en historias,
implicada y enredada
cuidado –envuelta en humor, en ironía en historias de los otros y con los otros;
con la de los demás
y, aún más, en profunda humanidad–, y los otros en las nuestras. Esta carac-
se desdibujan los papeles y no sabemos terística fundamental del ser humano,
muy bien quién es la persona que más
ayuda necesita y quién es quien más
ayuda al otro. Es en el intercambio de
papeles, en la ayuda mutua, donde las
vidas de uno y de otro dejan de ser “in-
tocables” y pasan a tocarse. Tocarse no
solo alude al hecho físico del contacto,
al que varias veces se alude en la pelí-
cula, sino sobre todo al contacto vital,
al dejarse ayudar por el otro, entrar en
contacto con el otro. Aquí es donde la
película despliega su potencial meta-
fórico y, sin dejar de ser comedia, es
capaz de hablar “seriamente” y con sa-
gacidad de la vida humana. Este es el
segundo tema al que antes me refería.
29 al 30 - octubre - 2012
. + info: http://investigacionbioetica.info
III Congreso Internacional de Bioética:
«Justicia y Vulnerabilidad»
Organizado por la Facultad de Filosofía de la Universitat de Barcelona. El eje central de este congreso será la reflexión
sobre la cuestión de la justicia y la vulnerabilidad en la atención a la salud, en el cuidado enfermero o de los profesionales
y usuarios en el ámbito sociosanitario y, en definitiva, en sus aplicaciones en la disciplina de la bioética.
Lugar: Barcelona (España).
14 al 16 - noviembre - 2012
+ info: http://med.kuleuven.be/Faculteit_Geneeskunde/
Intensive Course: english/borders/erasmus-mundus-bioethics/
«Ethics of Reproductive Techonologies» documents/ethics-of-reproductive-technologies
Este curso, organizado por el Centro de Ética Biomédica y Derecho de la Universidad Católica de Lovaina, tiene
como objetivo analizar algunas de las cuestiones más complejas de la medicina reproductiva. Primero se hará una
introducción sobre las posibilidades médicas y técnicas, tratamientos y límites de las técnicas de reproducción
actuales. Seguidamente, se hará una reflexión ética sobre temas de actualidad en ética reproductiva. También se verán
diferentes perspectivas internacionales e interdisciplinarias.
Lugar: Lovaina (Bélgica).
23 - noviembre - 2012
+ info: http://www.suportserveis.com
VII Jornada CEAS de Cataluña 2012:
«Una ética basada en la trayectoria vital»
Nuevamente, la Sociedad Catalana de Bioética organiza la séptima jornada de CEAS de Cataluña; según la organización,
este año se pretende hacer una aproximación a la ética personalizada, una ética que pone el acento en todas las
dimensiones del individuo: corporal, comunicativa, persecutora de metas y transcendente. Se contará con ponentes
como Lydia Feito, Marc Antoni Broggi, Núria Terribas, Peio Sánchez y Victòria Camps.
Lugar: Sala de actos. Campus Terres de l’Ebre (URV), Tortosa (Cataluña).
23 y 24 - noviembre - 2012
+ info: http://www.aymon.es/jornadabioetica/
IV Jornadas de aspectos éticos de la investigación
biomédica: «La investigación responsable»
Las cuartas jornadas sobre investigación biomédica, organizadas por el Comité de Ética de Investigación y Bienestar
Animal del Instituto de Salud Carlos III, tienen como hilo conductor la responsabilidad en la investigación, en la que hay
que analizar la priorización de la asignación de recursos en investigación. También se abordarán los problemas éticos
en relación al reparto de beneficios en la investigación e innovación, y la regulación de los biobancos.
Lugar: Madrid (España).