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El fuerte aumento del interés de la ciudadanía por la protección del medio ambiente ha
llevado a las empresas a contemplar los aspectos ecológicos en el diseño de sus estrategias de
marketing, lo que ha dado lugar a iniciativas de marketing fundamentadas en el respeto al
entorno ambiental a las que se conoce bajo la denominación de marketing ecológico,
marketing verde o marketing medioambiental. Esta modalidad de marketing es llevada a cabo
por aquellas organizaciones que, en la comercialización de sus productos, tratan de conseguir
un impacto positivo en el medio ambiente o de disminuir los daños que su producción,
distribución o consumo podrían provocar en él.
En este apartado vamos a centrarnos en cómo se plasman las estrategias empresariales antes,
en la toma de decisiones sobre las cuatro variables de marketing: producto, precio, canales de
distribución y comunicación.
Comenzaremos con el variable producto y, a través de ella, analizaremos los posibles impactos
medioambientales que su elaboración provoca a lo largo de todo su ciclo de vida. A
continuación, con el variable precio, estudiaremos los distintos factores tenidos en cuenta en
su fijación y las estrategias más comunes adoptadas para determinados tipos de productos
ecológicos. Posteriormente, con la variable canales de distribución, analizaremos lo que son los
sistemas de canales de retorno y su funcionamiento. Para finalizar, y en relación a la variable
comunicación, se presenta un código internacional de la publicidad medioambiental y se
ofrecen algunas recomendaciones a considerar en el diseño de una campaña publicitaria.
Producto
En primer lugar, conviene señalar que no existe un producto plenamente ecológico, es decir,
que no ocasione ningún efecto negativo sobre el medio ambiente. A lo largo del ciclo de vida
de un producto se generan diversos impactos sobre el medio ambiente que la empresa va
cuantificar para su posible corrección.
El análisis del ciclo de vida de un producto implica la valoración de los deferentes impactos
ambientales que este genera, desde la obtención de las materias primas que permitirán su
fabricación, hasta el uso y consumo del mismo para su, posterior, reutilización o eliminación
definitiva del mercado. Este análisis permite a las empresas calcular el consumo de energía, de
agua y de materias primas que utiliza en la fabricación de sus productos, así como, los residuos
que se generan en dicha fabricación, en su uso o consumo y en su eliminación final. De esta
forma, la empresa es consciente de los daños que causa al medio ambiente en cada una de las
etapas de dicho ciclo y puede actuar directamente sobre ellas, incorporando las mejoras
pertinentes.
La siguiente figura, nos muestra las etapas por las que debería pasar un producto a la hora de
ser diseñado. Vemos que si la empresa actúa de este modo, la estrategia de diseño afectara
una serie de actividades internas de la empresa y a todos los departamentos. Arroyo et al.
(1999) presentaron en un estudio el diseño de productos nuevos, incluyendo en cada etapa de
su ciclo de vida, algunas recomendaciones para reducir los posibles impactos ambientales
durante dichas etapas.
Reciclado y Adquisición de
Reutilizacion materias primas y
componentes
DISEÑO Y
DESARROLLO
DEL PRODUCTO
Fabricación
Utilización del
producto
Envasado y
distribución Minimizar emisiones.
Minimizar los residuos de Minimizar residuos.
mantenimiento de servicios. Conservar agua y energía.
Optimizar el uso energético. Reducción de los envases. Reducir la toxicidad.
Ampliar el ciclo de ida. Gestión de los riesgos de Utilizar materiales limpios.
Diseño modular. transporte. Buscar nuevos usos a los
Garantizar la s Mejora de la logística materiales.
Garantizar la salud y
seguridad de los trabajadores
y de la comunidad.
Las actividades presentadas en esta figura, y en las que la empresa se verá involucrada, con las
siguientes:
- Diseño del producto: etapa en la que as decisiones adoptadas influirán en las fases
posteriores de producción, comercialización y consumo. En esta etapa, la empresa
deberá tener en cuenta, el uso de materiales, el consumo de energía, la prevención de
la contaminación y los residuos sólidos.
- Diseño del proceso productivo: etapa de análisis de distintas tecnologías productivas,
teniendo en cuenta su coste, su efectividad y sus posibles impactos medioambientales.
- Gestión del flujo de materiales: en esta etapa se llevara a cabo una selección de los
materiales así el ciclo de vida del producto y de sus distintos componentes.
- Gestión de la cadena de suministradores: en esta etapa se analizan las relaciones con
los suministradores, prevaleciendo los contratos a largo plazo e iniciándose un sistema
de retro distribución de los envases o cualquier otro componente.
- Gestión de ventas: su decisión tendrá grandes repercusiones sobre el envasado, la
gestión de stocks y gestión logística.
- Servicio, mantenimiento y recuperación de materiales: la empresa podrá optar entre
una gestión propia de los residuos de envases y materiales o a través de los sistemas
integrados de gestión.
Los impactos que la empresa a través de su actividad puede generar son mucho y muy
variados como vemos en dicha tabla. La medición de los mismos y la adopción de las
medidas necesarias para reducirlos son aspectos muy importantes a tener en cuenta si la
empresa decide, finalmente, que su producto lleve el distintivo de producto ecológico a
través de la etiqueta ecológica.
La Unión Europea pretendía con la creación de una etiqueta ecológica dos objetivos, el
primero era el de fomentar la venta de aquellos productos con escaso impacto
medioambiental durante todo su ciclo de vida y, el segundo, el de proporcionar a los
consumidores una mejor información sobre las repercusiones ecológicas de los productos y
así, poder elegir aquellos más respetuosos.
La etiqueta ecológica está regulada por el Reglamento (CEE) 880/92 del Consejo de 23 de
marzo, por el que se establece el sistema comunitario de etiquetado ecológico que se
caracteriza por ser de adhesión voluntaria, es decir, su no obtención no limita, ni impide la
fabricación o comercialización de los productos. El desarrollo de este sistema fomenta la
adopción de métodos de producción más eficaces, evitando vertidos y emisiones, minimizando
residuos y facilitando reciclaje.
El envase es, en muchas ocasiones el primer atributo del producto en el que se fija el
consumidor cuando va a adquirirlo y, sobre todo se fija, en el mensaje o en la información que
este puede presentar.
Los consumidores atribuyen a los residuos de envases la culpa de uno de los mayores
problemas ecológicos. Este hecho es debido a la gran cantidad de residuos que generamos
mediante el uso y consumo diario. Por este motivo, el concepto de marketing convencional,
que abogaba por la oferta de productos en el mercado con diferentes tamaños en función de
los deseos del consumidor, queda obsoleto. Así, la visión del marketing ecológico se orienta
hacia una modificación del envase de manera que, sin que suponga un riesgo para el propio
producto, se reduzca la cantidad de materiales que lleva dicho envase. Las estrategias de
marketing sobre el envase del producto van dirigidas, por tanto, a la reducción de la cantidad
de material utilizado en su fabricación y a facilitar su reciclaje.
Estas medidas se comunicadas al consumidor ecológico porque como presenta Wasik (1996),
los consumidores están interesados en conocer las siguientes características:
Precio
El precio es la variable más flexible de la empresa ya que puede actuar sobre ella a corto plazo
u observar las variaciones obtenidas de forma inmediata. Sin embargo, como señala
Calomarde (2000), la toma de decisiones en el corto plazo sobre el precio por parte de la
empresa, no son fácilmente aplicables sobre los productos ecológicos, ya que los beneficios
generados por este tipo de productos, se entienden que son factibles a largo plazo. Por otra
parte, el precio es la variable que permite que los beneficios previstos por la empresa se
materialicen, en función de las ventas realizadas y una vez que se hayan sustraído los costes.
En este sentido, una mejora medioambiental en la actividad empresarial puede venir tanto del
lado de la oferta (mejora de la productividad por ahorro de costes) como, por el lado de la
demanda (a través de la diferenciación del producto). Es decir, el incremento en los gastos de
la empresa debido a la adaptación de esta a las nuevas tecnologías y procesos mas ecológicos,
puede ser compensado mediante un ahorro de los costes provocados por un uso indebido de
los recursos, por el pago de sanciones ante cualquier incumplimiento con la legislación vigente
o, por la pérdida de imagen de la empresa por realizar actividades que perjudican al medio
ambiente. Además a través de la diferenciación del producto mediante la incorporación del
atributo ¨ecológico¨ en el mismo, mejora la imagen de la empresa dentro y fuera de la misma.
Así, sus trabajadores actuales y los potenciales se preguntaran por su grado de responsabilidad
en la contaminación provocada por su empresa, por otro lado, las instituciones públicas
comenzaran a incorporar la variable medio ambiente en sus procesos de compra y licitaciones,
o las instituciones financieras en el proceso de concesión de créditos y, los inversores
invertirán su dinero de acuerdo con unos valores éticos coherentes con su comportamiento.
Sin olvidar, un nuevo segmento cada vez más grande de consumidores ecológicos quienes ante
dos tipos de productos, uno ecológico y otro no, elegirán aquel que es ecológico.
A la hora de fijar un precio ya sea para un producto que es ecológico como para uno que no lo
es, se deben valorar tres aspectos, la percepción del consumidor, los precios de la
competencia y la estructura y costes unitarios.
En cuanto a la percepción del consumidor, podemos decir que se trata de una valoración
realizada al comprador la utilidad percibida (medida por la calidad del producto y sus
beneficios básicos) con el precio. A pesar de que los consumidores esta dispuestos a pagar un
sobreprecio por los productos ecológicos antes de la compra, cuando llega el momento de
esta, se retraen. Por este motivo, es necesario formar y educar previamente al consumidor con
los argumentos necesarios para que los beneficios reportados por el producto eviten el efecto
de retirada por el sobreprecio.
En la siguiente tabla vemos diversas estrategias de marketing sobre la fijación de precios para
diferentes tipos de bienes que poseen la característica de ser ecológicos. Las estrategias no
actuaran de igual forma para las distintas clases de productos sino que se tendrá que valorar la
utilidad de cada una de ellas a corto, medio y largo plazo para ver si es posible incrementar el
precio del producto sin que la demanda se retraiga o, si por el contrario, será necesario
introducir algunas modificaciones en el tamaño y forma del bien de manera que la mejora
medioambiental no se repercuta en el precio del mismo.
Canales de distribución
Los canales de distribución son la herramienta del marketing que se encarga de relacionar la
producción con el consumo. Su objetivo es el de facilitar los productos desde el producto al
consumidor en el momento, lugar y cuantía adecuadas. Además, desde el punto de vista del
marketing esta herramienta se encargara, también, de informar, promocionar y presentar e
producto en el punto de venta para estimular su compra.
Desde el punto de vista ecológico, la distribución permite una utilización de los recursos más
eficientes pues no solo hace que se empleen las materias primas necesarias en el proceso
productico sin que se derrochen o malgasten, sino que también facilita la canalización de los
retornos de productos y de sus residuos para que se reuticen o reciclen. Por tanto, la
distribución abarca diferentes etapas en el ciclo de vida del producto y, por este motivo, es
importante el análisis de su repercusión en los impactos ecológicos del producto a lo largo de
dicho ciclo.
La distribución significa una posible solución al problema de los residuos sólidos generados una
vez han sido usados, ya que implica la recogida, transformación y el retorno de los materiales
obtenidos a un nuevo uso productivo. Es decir, se trata de buscar un mercado de salida para
los residuos generados tanto a nivel industrial como a nivel de consumo. En tal caso, los
residuos dejan de ser eso ´´residuos´´ para pasar a ser un nuevo producto o subproducto
dentro de la misma empresa generadora. A este tipo de distribución la denominaremos
´´distribución de retorno´´ o ´´canales de distribución de retorno´´ (Fuller y Allen, 1995).
Comunicación
Esta transmisión de información se realiza a través de diversos medios más o menos directos y
personales y su objetivo final es el de estimular la demanda. Además de este objetivo, la
comunicación también persigue informar, persuadir y recordar.
Por otra parte, las decisiones que se toman sobre este instrumento de marketing son clave
para que un producto se venda y para mantener sus ventas.
En el caso de los producto ecológicos, los empresarios han encontrado un filón de oro que van
a aprovechar. En un principio, el mensaje que se lanzó a la audiencia a través de diversos
medios de comunicación fue un poco confuso pues las empresas comunicaban su
responsabilidad medioambiental mostrando un producto respetuoso con el medio ambiente o
llevando a cabo una actividad productiva ecológica. S in embargo, este mensaje no se
correspondía con lo que el consumidor observaba en la actuación diaria de dicha empresas ya
que los problemas medioambientales continuaban acentuándose. Por tanto, ante esta
situación, el esceptismo fue la característica que mejor definía el estado de los consumidores
ante la escasa coherencia existente entre los argumento utilizados por la empresa en su
estrategia de comunicación y su actuación real en el mercado.
CONCLUSION:
BIBLIOGRAFIA