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MÓDULO DE ESTUDIO
COMPILADORES:
ECON. GUILLERMO VACA TERÁN
ECON. JUANITA SALINAS VÁSQUEZ
COLABORADOR:
ECON. FÉLIX LEÓN BARSALLO
2018
DESCRIPCIÓN DE LA ASIGNATURA
OBJETIVOS DE LA ASIGNATURA
OBJETIVOS DE DESEMPEÑO
Identificar las características del modo empresarial cooperativo y
asociativo.
Plantear alternativas empresariales sostenibles desde la propuesta de
la Economía Social y Solidaria.
Distinguir el grado de profundidad de desarrollo de las empresas
según los objetivos de la Economía Social y Solidaria.
Diseñar y construir estrategias para el fortalecimiento de las empresas
de la Economía Social y Solidaria.
CONTENIDOS
Objetivo de aprendizaje:
Identificar las características del modelo empresarial cooperativo y asociativo
Introducción
La Economía Social y Solidaría representa la recuperación del sentido sustantivo-plural de la
ciencia económica y su quehacer, se manifiesta como una propuesta de transformación social,
una contra revolución neoliberal fundamentada en la necesidad de buscar nuevas maneras de
vivir, acordes con una sociedad cada vez más interdependiente, justa e igualitaria, en suma una
sociedad democrática, que haga frente a los efectos devastadores del laissez-faire, laissez-passer, que
promocionó el progreso a precio de la dislocación social.
1
1.2 Vertientes teóricas de la Economía Social y Solidaria
A inicios del siglo XXI, con la crisis del modelo neoliberal, una nutrida respuesta social cuestiona
y reformula los fundamentos epistemológicos de la economía1, implementa renovadas estrategias
socio-productivas autónomas2; y, demanda la transformación política de la sociedad. Propuestas
basadas en la solidaridad, se presentan desde diferentes enfoques y denominaciones3, acordes
con su especificidad contextual e histórica, que comparten la inquietud por restaurar el vínculo
social y reconstruir el contenido humano del trabajo, el valor de uso en los procesos económicos
de producción, distribución, consumo y financiamiento, otorgando a los mercados un papel
instrumental, siempre al servicio del bienestar humano y de la reproducción de la vida.
El desarrollo teórico-conceptual de la economía solidaria, se nutre de dos enfoques o vertientes:
la europea, de origen fundamentalmente francés y belga con vínculos canadienses; y, la vertiente
latinoamericana, planteada especialmente en Chile, Argentina y Brasil.
En Europa, los estudios realizados por Laville (2013), DiMaggio y Powel (2000) entre otros,
denuncian la limitada posición política y fundamentación teórica que proyecta la postura de la
economía social del siglo XIX para la época actual, calificándola como un isomorfismo mercantil,
incapaz de armonizar su planteamiento discursivo con su práctica organizativa. Esta corriente
plantea la necesidad de avanzar en la conceptualización de una nueva economía social, una
economía solidaria, con posibilidad de incidir en los procesos de institucionalización y regulación
de los mercados, bajo un contenido plural y sustantivo de la economía, como una actividad de
interrelación humana en todos y cada uno de sus procesos, recuperando su carácter ético, político
y transformador (Salinas, 2017).
En América Latina, la economía solidaria se manifiesta mediante una posición crítica y alternativa
a la estructura económica contemporánea, se nutre de diferentes fuentes provenientes de
múltiples tipos de iniciativas de acción autogestionaria, popular y asociativa, de investigaciones
y propuestas del mundo académico, de la luchas reivindicadora de organizaciones de trabajadores
y cooperativas4, de la participación en redes nacionales e internaciones de la economía
alternativa5 y de la respuesta de la Iglesia Católica a la problemática social 6; aportes que
1 Bajo los principios del socialismo utópico, solidarismo francés, personalismo comunitario, economía humana y teología de la
liberación.
2 Experiencias relacionadas con actividades productivas de carácter asociativo, iniciativas económicas del movimiento de
desocupados, empresas recuperadas por sus trabajadores, diferentes formas de intercambio equitativo y monedas sociales,
experiencias de finanzas solidarias, empresas sociales vinculadas a la inclusión de personas con desventaja en la provisión de
servicios; entre otras.
3 En Europa, bajo las denominaciones de: Nueva Economía de la Inserción o Tercer Sector; Economía Informal; Nueva
Economía Social. En Latinoamérica Economía Solidaria; Economía de Solidaridad; Economía Social y Solidaria o Economía
del Trabajo; Economía Popular, etc.
4 En Colombia, la Confederación Latinoamericana de Cooperativas de Trabajadores (COLACOT), la Central Latinoamericana
de Trabadores (CLAT); en Brasil la Central Unificada de Trabajadores (CUT), la Asociación Nacional de Trabajadores de
Empresas de Autogestión y Participación Accionaria (ANTEAG); en Argentina la Central de Trabajadores Argentinos(CTA);
entre otras.
5 A nivel nacional, el Foro Nacional de Economía Solidaria de Brasil, la Red Global de Trueque en Argentina, el Grupo de Red
de Economía Solidaria del Perú; a nivel internacional la Red Internacional de Investigadores CIRIEC, el Foro Social Mundial,
la Alianza por un mundo responsable, plural y solidario, el Consejo Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito WOCCU y
la Alianza Cooperativa Internacional ACI.
6
Acción Pastoral Social Mundial.
2
representan un proceso consciente y urgente por cambiar la estructura social y económica
contemporánea (Salinas, 2017).
1.2.1 Vertiente Latinoamérica
3
Paul Singer Brasil Es un modo de producción y distribución alternativo al capitalista que
es creado y recreado periódicamente por los marginados del mercado del
trabajo. Se caracteriza por la posesión y uso colectivo de los medios de
producción y distribución.
Marcos Arruda Brasil Es un movimiento que trasciende las iniciativas asumidas en el ámbito
económico. Además de las transformaciones institucionales en la esfera
socio-económica, implica cambios profundos en las relaciones sociales y
culturales: en la visión del mundo y sus paradigmas, así como en los
valores, actitudes, comportamientos y aspiraciones.
Ademar Bertucci Brasil Implica tres grandes desafíos: a) construir nuevas identidades de sujetos
solidarios y articular redes de innumerables iniciativas; b) resistir y
enfrentarse al capitalismo, dado el carácter alternativo de las
experiencias; c)reforzar el conjunto variado de actividades que abarcan
todos los sectores, pues su dispersión encubre su fuerza e identidad.
José Luis Coraggio Argentina Se diferencia de la economía empresarial capitalista por su lógica, que
busca la “reproducción ampliada de la vida” y no la acumulación de
riquezas. Constituye una alternativa a la economía capitalista.
Fuente: Daros, 2007
Algunos de sus portavoces, como Carbonari, ponen en evidencia los referentes revolucionarios
y alternativos de la propuesta: “Lo revolucionario de la organización de la economía popular
solidaria está en mezclarse en la estructura productiva, contraponiéndose al sistema capitalista
por la construcción en su seno de condiciones para su superación, por la organización social de
productores y consumidores, recuperando de alguna forma todo el sentido de los socialistas
utópicos” (Guerra, 2014).
La tradición cooperativa moderna se relaciona directamente con los aportes doctrinarios de los
grandes socialistas utopistas como RobertOwen y Charles Fourier, que proponían transformar
la organización económica de la sociedad en un régimen basado en las asociaciones delos
trabajadores.
El término “economía social” es utilizado por autores como Charles Dunoyer, Frédéric Le Play,
Charles Gide y Léon Walras, para designar no solamente un tipo de organización creada por los
trabajadores, sino también como un enfoque que integra la problemática social al estudio de la
economía. Se pueden identificar dos grandes corrientes en la economía social europea: una
social-cristiana (influenciada por la Encíclica Rerum Novarum) y que privilegia las dimensiones
sociales y morales; la otra socialista, centrada en la capacidad de auto-organización de la clase
obrera (Bastidas y Richer, 2001: 9-10).
4
La expresión “economía solidaria” remonta a finales de la década delos años ochenta del siglo
pasado. La temática se desarrolla en dos niveles: uno teórico-académico y otro práctico en el área
de la llamada economía de la inserción y de los servicios de proximidad.
A nivel teórico, cabe señalar el aporte del sociólogo francés Jean Louis Laville y de su equipo de
colaboradores. Según Laville (1998), el concepto de economía solidaria se ha desarrollado para
designar las organizaciones de la “nueva economía social”, que surgen en respuesta a la crisis del
modelo de desarrollo basado en la sinergia Estado-mercado, que implicaba la separación y
jerarquización de las economías. La economía mercantil, dominada por el principio del mercado
y la economía no mercantil regida por el principio de la redistribución. El equilibrio respondía a
una regulación de las relaciones entre lo económico y lo social, en la cual el mercado era puesto
bajo el control del Estado que debía, al mismo tiempo, darle dinamismo y corregir, vía
regulación, sus “imperfecciones”.
Las organizaciones de la economía solidaria, que intentan aportar respuestas ante el desempleo
estructural, las necesidades insatisfechas por el mercado y el sector público, agrupan, por lo
general, a una diversidad de actores sociales mientras que las asociaciones tradicionales de la
economía social (cooperativas y mutuales) reúnen a categorías de miembros más homogéneos.
Las dos características fundamentales de las organizaciones de la economía solidaria son, según
Laville (Bastidas y Richer, 2001: 20), la “hibridación” de los recursos y la “construcción conjunta
de la oferta y la demanda”. La “hibridación” de los recursos consiste en la combinación de
recursos provenientes de diferentes fuentes: donaciones y voluntariado (principio de
reciprocidad), financiamiento público (principio de redistribución) y venta de bienes y servicios
(principio de mercado). Esta combinación garantiza la sustentabilidad de los servicios de
proximidad.
Para Laville (Bastidas y Richer, 2001: 20), la economía solidaria tiene una importante dimensión
política que retoma el proyecto originario del cooperativismo, “hoy olvidado por una parte de la
economía social institucionalizada en vías de banalización”, al haberse adaptado a las formas
económicas dominantes.
5
Otras conceptualizaciones identifican a la economía solidaria con la economía social, integrando
a las cooperativas, mutuales, fondos de empleados, empresas comunitarias y demás formas
organizativas de propiedad y gestión de los trabajadores. Sin embargo, en esta denominación de
la economía solidaria se incluyen formas y experiencias comunitarias que no constan en los
cánones clásicos de la economía social, como sistemas de trueques y moneda social, los bancos
éticos, el comercio justo, el consumo ético y responsable, etc. (Guerra, 2014).
Otros autores, también franceses, como Philippe Adair (Guerra, 2014), circunscriben la
economía solidaria más bien a un componente de la economía informal, conjuntamente con la
economía subterránea y doméstica.
En la práctica, la economía solidaria o nueva economía social ha adquirido un status propio con
el desarrollo de experiencias concretas de trabajo (como es el caso de las empresas de inserción
social4), en el marco de las nuevas políticas sociales adoptadas en Europa, luego de la crisis del
modelo clásico de Estado benefactor (Guerra: 5), y en coordinación con grupos de la sociedad
civil y ONG. Son significativas al respecto las actividades desempeñadas en España por la Red
de Economía
6
organizaciones o movimientos sociales. Su lógica interna se sustenta en valores y prácticas entre
las cuales la reciprocidad, la confianza, la cooperación y la solidaridad ocupan un lugar central.
Una característica diferenciadora señalada por Palacios (1994), hace referencia a la presencia de
diferentes grupos de influencias e interés en las organizaciones económicas: proveedores,
clientes, trabajadores y propietarios. En la economía de capital no es posible la identidad de
intereses entre los distintos grupos; en tanto que, en la economía social y solidaria se da la
identidad de intereses al menos entre dos de los grupos de interés existentes, puesto que el
asociado de este tipo de organización puede asumir simultáneamente diferentes roles de acuerdo
con el interés manifestado como: dueño, usuario y proveedor.
En las organizaciones de la economía social y solidaria, los asociados establecen una relación de
uso con la organización creada, para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales,
en tanto que en las organizaciones de la economía de capital se establece una relación de cambio
con la organización creada.
Además de las características explicadas, las iniciativas de la economía social y solidaria se
distinguen por:
Existe, además, un interés común, cuyo aspecto económico es una de las facetas más evidentes
e inmediatas, que permite vincular las necesidades personales con las de la colectividad, mediante
el valor de la solidaridad. El funcionamiento y resultado satisfactorio de las actividades
emprendidas conjuntamente depende de la confianza mutua y de la existencia de normas sociales
compartidas explicitas e implícitamente.
7
Finalmente, el énfasis de la economía solidaria está en el grupo que protagoniza su propio
empoderamiento, pues la esencia de la autodeterminación es construir, sobre las fuerzas
existentes en un colectivo determinado, sus capacidades para luego potenciarlas y canalizarlas
hacia el fin común perseguido. Lo importante es que las personas construyan relaciones de
respecto, reciprocidad y confianza.
Lecturas Obligatorias
Sánchez, J. (2014). ¿Qué hace solidaria a una economía? En Alternativas virtuales vs. Cambios
reales (pp. 65-89). Quito: Centro Andino de Acción Popular.
8
Bibliografía
DiMaggio, & Powel. (2000). The iron cage reisited institutional isomorphism and collective
rationality in organizational fields. Economics Meets Sociology in Strategic
Management, 17, 133-166. Emerald Group Publishing Limited.
Defourny, J. (1994). Orígenes, contextos y funciones del un tercer gran sector. Revista de
Economía y Trabajo, II (3), 5-27.
Laville, J; & Jané, J.G. (2009). Crisis capitalista y economía solidaria: Una economía que emerge
como alternativa real. Bancelona: Icaria.
Guerra, P. (2014). Socioeconomía de la solidaridad. Una teoría para dar cuenta de las
experiencias sociales y económicas alternativas (2da ed.). Bogotá: Ediciones Universidad
Cooperativa de Colombia.
Razeto, L. (2009). Economía Solidaria: Concepto, realidad y proyecto. Santiago, Chile. ¿Qué es
la economía solidaria?,
https://www.fuhem.es/media/cdv/file/biblioteca/PDF%20Papeles/110/que_es_la_e
conomia_solidaria_L.RAZETO.pdf, 2010
http://bibliotecavirtual.ups.edu.ec:2619/lib/bibliotecaupssp/reader.action?docID=418
4688&query=pensamiento%20economico#
Salinas, J. (2017). El Capital Social en la metodología de crédito de las finanzas solidarias: Caso
Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo-Ecuador. Tesis Fin de Máster
Universidad Politécnica de Madrid.
Sánchez-Parga, J. (2014). ¿Qué hace solidaria a una economía?. En Alternativas virtuales vs.
Cambios reales (pp. 65-89). Quito: Centro Andino de Acción Popular.
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UNIDAD 2
Objetivo de aprendizaje
Introducción
Ésta unidad aborda temas relacionados con el marco normativo, la institucionalidad para la
administración del a economía social y solidaria en el Ecuador y las modalidades empresariales,
reconocidas por la Ley de la Economía Popular y Solidaria y el Sistema Financiero Popular y
Solidario. Los contenidos se tratan de acuerdo a la siguiente estructura:
10
reconoce al sistema económico como social de mercado, bajo formas de propiedad que
incluyen a la comunitaria o de autogestión, hasta llegar a la Constitución de Montecristi en
2008, que finalmente establece un sistema económico es social y solidario, reconociendo la
identidad del sector popular y solidario.
Las políticas formuladas en el Plan Nacional de Desarrollo o Plan Nacional del Buen Vivir, se
orientan a la propuesta de un nuevo paradigma de desarrollo, el Sumak Kawsay, que presenta tres
componentes claves de ruptura con el viejo modelo desarrollista: a) pone énfasis en los intereses
colectivos de las comunidades que pueblan el Ecuador, en lugar de en los individuos; b) permite
salir del discurso antropocéntrico al hablar del ser humano como un ser que es parte de la
naturaleza; c) reemplaza el objetivo de la acción social, de uno centrado en la acumulación de la
riqueza a uno centrado en alcanzar la armonía en la relación de los seres humanos entre sí y en
relación con otros seres vivos de la naturaleza.
El Plan Nacional del Buen Vivir reivindica a estos grupos marginados buscando la igualdad y
justicia social respetando saberes y modos de vida. Según René Ramírez, el Buen Vivir se
entiende como “la satisfacción de las necesidades, la consecución de una alta calidad de vida y
muerte digna, amar y ser amada y el florecimiento saludable de todos y todas, en paz y armonía
con la naturaleza y la prolongación indefinida de las culturas humanas…”
En este contexto, ésta unidad realiza un breve recorrido histórico que permita comprender el
proceso de lucha por la inclusión y el reconocimiento político del aporte y la existencia de otra
forma de hacer economía, la social y solidaria.
11
La promulgación de la Ley
El 28 de abril de 2011 se promulga la Ley de la Economía Popular y Solidaria y del Sector
Financiero Popular y Solidario, (publicada en el R.O. No. 444 de 10 de mayo de 2011)
convirtiendo a nuestro país en el primero en tratar de manera unificada al cooperativismo y a la
economía social y considerando a estos dos sectores como parte integrante de un mismo sector de la
economía, con características similares y compartiendo también similares esquemas doctrinarios y organizativos
(Naranjo Mena), como antecedente y con referencia a este tema, en 1937 Ecuador ya había dictado
su 1era. Ley de Cooperativas.
La Constitución
La Constitución es la norma suprema bajo la cual se estructuran las leyes y normativas que rigen
el ordenamiento jurídico de un país, así la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y
del Sector Financiero Popular y Solidario (LOEPS), se fundamenta en la Constitución 2008, en
todo caso, representa o responde al sistema jurídico escalonado de la pirámide kelseniana.
De acuerdo con Kelsen, el sistema no es otra cosa que la forma en que se relacionan un conjunto
de normas jurídicas, la principal forma de relacionarse dentro de un sistema, es sobre la base del
principio de jerarquía que en el caso ecuatoriano es la Constitución, la misma que ha ido cambiando,
según el sistema económico adoptado por el Estado en cada momento histórico, pero por la diferencia ideológica y
la coincidencia histórica, nos vamos a referir a las constituciones promulgadas desde 1979, año del retorno a la
democracia. (Naranjo Mena).
El panorama histórico nos lleva a resumir el proceso de reconocimiento del sistema económico
como social y solidario ecuatoriano.
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La Constitución 1979
Luego de largos años de dictaduras civiles y militares, Ecuador retornó a la democracia, y en ella
se identifica a la Economía de Mercado como el sistema que rige el desarrollo del país (artículo
45) mejor conocido como Sistema capitalista, sin embargo, en su artículo 46, precisa la existencia
del sector comunitario o autogestionario, como uno de los sectores de la economía, además de
los tradicionales, público, privado y mixto. En esta norma constitucional, es fundamental rescatar, en
primer lugar, la identificación del sector comunitario, como distinto del privado y público,
es decir, como un tercer sector con la particularidad de definirlo como autogestionado por sus propietarios; y, en
segundo lugar, el reconocimiento que se hace a las organizaciones de este sector como Empresas de propiedad
de quienes trabajan en ellas, es decir empresas autogestionarias.
Art. 45.- (...) El desarrollo, en un sistema de economía de mercado, propende al incremento de la producción y
tiende fundamentalmente a conseguir un proceso de mejoramiento y progreso integral de todos los ecuatorianos.
Art. 46.- La economía ecuatoriana funciona a través de cuatro sectores básicos: 1. El sector público, compuesto
por las empresas de propiedad exclusiva del Estado (...) 2. El sector de economía mixta, integrado por las empresas
de propiedad de particulares en asociación con instituciones del sector público (…) 3. El sector comunitario o de
autogestión, integrado por empresas cooperativas comunales o similares, cuya propiedad y gestión pertenezcan a la
comunidad de personas que trabajen permanentemente en ellas. El Estado dictará leyes para la regulación y
desarrollo de este sector (…) 4. El sector privado, integrado por empresas cuya propiedad corresponde a una o
varias personas naturales o jurídicas de derecho privado, y, en general, por empresas que no estén comprendidas en
los otros sectores de la economía.
La Constitución 1998
En la Constitución de 1998, durante el gobierno interino de Fabián Alarcón se menciona que en
el Ecuador regirá una “economía social de mercado” que reconoce la existencia y participación
de un ente social como sujeto importante del que hacer económico y no sólo el mercado, además
reconoce dos sectores de la economía el público y el privado, pero en la referente a las formas
de propiedad reconoce a la mixta y comunitaria o de autogestión y menciona que sus propietarios
son los mismos usuarios, consumidores o trabajadores de la organización, como se dispone en
los artículos 244, 245 y 246.
Art. 244.- Dentro del sistema de economía social de mercado al Estado le corresponderá:
Art. 245.- La economía ecuatoriana se organizará y desenvolverá con la coexistencia y concurrencia de los sectores
público y privado. Las empresas económicas, en cuanto a sus formas de propiedad y gestión, podrán ser privadas,
públicas, mixtas y comunitarias o de autogestión. El Estado las reconocerá, garantizará y regulará.
Art. 246.- El Estado promoverá el desarrollo de empresas comunitarias o de autogestión, como cooperativas,
talleres artesanales, juntas administradoras de agua potable y otras similares, cuya propiedad y gestión pertenezcan
a comunidad o a las personas que trabajan permanentemente en ellas, usan sus servicios o consumen sus productos.
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La Constitución de 2008
En la Constituyente de Montecristi promulgada en 2008 en el gobierno de Rafael Correa
Delgado, y aprobada en un referéndum, se describe el nuevo sistema económico que desde esa
fecha rige en el país, y que en su artículo 283 dispone que: “El sistema económico es social y
solidario; reconoce al ser humano como sujeto y fin; propende a una relación dinámica y
equilibrada entre sociedad, estado y mercado, en armonía con la naturaleza; y tiene por objetivo
garantizar la producción y reproducción de las condiciones materiales e inmateriales que
posibiliten el buen vivir”.
Y además señala que “El sistema económico se integrará por las formas de organización
económica pública, privada, mixta, popular y solidaria, y las demás que la Constitución
determine. La economía popular y solidaria se regulará de acuerdo con la ley e incluirá a los
sectores cooperativistas, asociativos y comunitarios”.
Cabe mencionar que la Constitución no sólo las identifica a la economía popular y solidaria como
un sector de la economía, sino también las reconoce como formas de organización de la
producción y como formas de propiedad, como se dispone en los artículos 319 y 321.
Art. 309.- El sistema financiero nacional se compone de los sectores público, privado y popular y solidario, que
intermedian recursos del público. Cada uno de estos sectores contará con normas y entidades de control específicas y
diferenciadas (...)
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Art. 311.- El sector financiero popular y solidario se compondrá de cooperativas de ahorro y crédito, entidades
asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales, cajas de ahorro.
Art. 319.- Se reconocen diversas formas de organización de la producción en la economía, entre otras las
comunitarias, cooperativas, empresariales públicas o privadas, asociativas, familiares, domésticas, autónomas y
mixtas.
Art. 321.- El estado reconoce y garantiza el derecho a la propiedad en sus formas pública, privada, comunitaria,
estatal, asociativa, cooperativa, mixta, y que deberá cumplir su función social y ambiental.
Con respecto a su estructura, la LOEPS es casi como todas las leyes de cooperativas de América
Latina, pero tiene la particularidad de incorporar el mandato constitucional que se refiere al
sector financiero popular y solidario, e incluye la definición de Economía Popular y Solidaria,
diferenciando lo individual de lo colectivo y los principios que normaran las actividades
económicas de esta nueva visión de las organizaciones particularizadas en la LOEPS
específicamente en los artículos 1, 2, 15, 18 y 21 y conforme lo dispone la Constitución.
Otra particularidad de la LOEPS, es que para en caso de Latinoamérica, la LOEPS fue la primera
Ley en reconocer e incorporar al Balance Social como un elemento de medición del impacto de
la Economía Social y Solidaria, así como su impacto social, cultural y ambiental causado por las
mismas organizaciones en el lugar en que desarrollan sus actividades, superando de esta manera
la presentación del balance financiero como única carta de presentación de la eficacia y eficiencia
de la organización, demostrando de esta forma que el rendimiento monetario, llámese utilidades,
ganancias o renta no es único fin de sus actividades.
Cabe señalar que, desde el punto de vista jurídico el Acto Económico Solidario, que se menciona
por primera vez en la LOEPS, constituye el eje principal sobre el que se estructura esta Ley y
además está acorde con lo que manda la Constitución.
En relación al Acto Económico Solidario, se debe mencionar que la real importancia de éste, va
más allá de su enunciado académico, porque se lo debe interpretar como el acto cooperativo
mencionado en la legislación latinoamericana, y más aún, dispone que los actos solidarios no son
generadores de tributos, lo mismo que se señala en la Ley respecto a las utilidades y excedentes.
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Es importante mencionar que la trascendencia del acto económico solidario, va más allá de la
mera enunciación, porque el artículo 139 de la Ley incorpora, con claridad meridiana, un
concepto que los cooperativistas de América han aspirado durante muchos años y ha sido
expresado y sostenido doctrinariamente y es que el acto solidario "no constituye hecho generador
de tributos", concepto que se complementa con una reforma a la Ley de Régimen Tributario
Interno, que en el art. 9 se refiere a los ingresos no gravados con impuesto a la renta, y manda
incorporar un numeral con el siguiente texto: "Los ingresos percibidos por las organizaciones
previstas en la Ley de Economía Popular y Solidaria, siempre y cuando las utilidades obtenidas
sean reinvertidas en la propia organización."
Por lo expuesto queda establecido que no existe "exoneración" de impuestos a las organizaciones
de la economía popular y solidaria, sino que los actos que éstas efectúan con sus miembros, no
constituyen hechos generadores de tributos, siempre y cuando sus excedentes sean reinvertidos
en beneficio de la propia organización.
Este cuerpo legal trata al Sector Financiero Popular y Solidario de manera formal y puntual, en
el Capítulo 6 desde la Sección 1 hasta la Sección 6, pone énfasis en la estructura administrativa
especialmente en los Consejos de Administración y Vigilancia de las Cooperativas de Ahorro y
Crédito y de las Asociaciones Mutualistas de Ahorro y Crédito para Vivienda.
En la Normativa Suplementaria para las entidades del Sector Financiero Popular y Solidario,
dispone que todo lo previsto para este sector se regirá por lo dispuesto en la LOEPS.
Una particularidad de este Código es que permite que las entidades financieras populares y
solidarias puedan realizar inversiones y participar en calidad de accionistas o socios de las
entidades de servicios financieros, con excepción de las Casas de Cambio. Para tal propósito
todas las entidades deberán combinar y/o consolidar sus balances para presentarlos al
Organismo de Control bajo la figura de Grupo Popular o Solidario.
Las entidades con personería jurídica podrán recibir financiamiento para su desarrollo y
fortalecimiento tanto del sector público como de cooperación nacional e internacional, serán
sujetos de acompañamiento, no de control, salvo que realicen operaciones fuera de su ámbito.
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La Sección 5 de este Código, reconoce a las Cajas Centrales como entidades que se integran al
sector financiero popular y solidario, que se constituyen con por lo menos veinte cooperativas
de ahorro y crédito o mutualistas de ahorro y crédito para la vivienda. Estas Cajas Centrales están
autorizadas para realizar operaciones financieras de segundo piso.
Finalmente, en la Sección 6, Art. 473, se autoriza para que las entidades del sector financiero
popular y solidario puedan invertir en entidades de servicios auxiliares del sistema financiero
nacional, siempre que estén calificadas ante la Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria, pero su control societario estará a cargo de la Superintendencia de Compañías, Valores
y Seguros y de la de Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, según el caso.
La relación entre el Estado y la Economía Popular y Solidaria, durante mucho tiempo fue débil
y cambiante, hasta que en la Constitución de Montecristi se reconoce al sistema económico
como social y solidario y al sector económico popular y solidario, diferenciado del sector privado
y del sector público. La LOEPS, que en el Título VI, Capítulo I, asigna al Estado funciones que
serán aplicadas con la creación de diferentes instancias que cumplirán funciones específicas:
FUNCIÒN DE RECTORIA
LEY ORGÁNICA DE LA ECONOMÍA POPULAR Y SOLIDARIA Y DEL SECTOR FINANCIERO POPULAR Y SOLIDARIO. EN EL TÍTULO
VI, DE LAS RELACIONES CON EL ESTADO, CAPÍTULOS I AL V.
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2.2.1. Rectoría: Comité Interinstitucional de la Economía Popular y Solidaria
El Art. 142 de la LOEPS define la rectoría como la potestad de fijar políticas para la promoción,
desarrollo y control del sector de la EPS, está a cargo de un Comité Interinstitucional que será
responsable de dictar y coordinar las políticas de fomento, promoción e incentivos
funcionamiento y control de las actividades económicas, y estará integrado por los ministros
coordinadores de la Producción, Política Económica y Desarrollo Social quien lo presidirá.
Funciona con el apoyo administrativo de una Secretaría técnica y de un Consejo Consultivo,
instancia en la que tienen representación las organizaciones del sector.
El Art. 144 define a la regulación como la facultad normativa que el legislador otorga a diferentes
entidades. La regulación del sector financiero popular y solidario, asignada a una Junta De
Regulación integrada por un Representante del Presidente de la República, el Ministro de
Coordinación de la Política Económica y el Ministro de Coordinación de Desarrollo Social que
es quien la preside y que cuenta con el apoyo de la misma Secretaría Técnica prevista para el
Comité Interinstitucional.
El Sector Financiero Popular y Solidario será regulado por la Junta de Política y Regulación
Monetaria y Financiera.
El Art. 137 se menciona que el Estado establecerá medidas de promoción a favor de las personas
y organizaciones relacionadas con la Economía Popular y Solidaria y es a través del Instituto de
Economía Popular y Solidaria que se realizarán las actividades relacionas con la promoción, la
capacitación, el asesoramiento a las organizaciones de la EPS para facilitar al acceso a la
innovación tecnológica y organizativa, fomentará el comercio e intercambio justo y el consumo
responsable, entre otras actividades.
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2.2.5. Financiamiento: Corporación Nacional de Finanzas Populares y
Solidarias
La Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario,
en el Capítulo I, Art. 8 reconoce como formas de organización de la Economía Popular y
Solidaria del Ecuador a los sectores comunitarios, asociativos y cooperativistas, así como a las
Unidades Económicas Populares.
La LOEPS distingue con claridad lo que considera como popular: las individualidades, es decir,
las actividades económicas cumplidas por los trabajadores por cuenta propia, los comerciantes
minoristas, artesanos, los negocios familiares que se agrupan bajo la denominación de Unidades
Económicas Populares
Según el Art. 73 de la LOEPS, son consideradas Unidades Económicas Populares, aquellas
dedicadas a la economía del cuidado, los emprendimientos unipersonales, familiares, domésticos,
comerciantes minoristas y talleres artesanales; que realizan actividades económicas de
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producción, comercialización de bienes y prestación de servicios y que serán promovidas
fomentando la asociación y solidaridad.
La LOEPS establece una clara definición de cada una de las categorías empresariales que se
consideran dentro de Unidades Económicas Populares en los Art.74-75-76-77.
2.3.2. Organizaciones del Sector Comunitario
Se define como Organización Comunitaria a las personas que se agrupan para identificar los
problemas que les afectan en su comunidad y buscan sus soluciones. Los problemas pueden ser
de carácter social, cultural, económico, político y productivo.
La ventaja de este tipo de organizaciones es que posibilita a los grupos utilizar de manera eficiente
y oportuna los recursos colectivos, ya sean humanos, materiales y económicos, para lograr los
objetivos que propuestos.
La organización comunitaria facilita con oportunidad cierto tipo de acciones como conocer,
negociar, demandar y gestionar con gobiernos locales y centrales y con otros grupos u
organizaciones, ya sean nacionales o extranjeras o con el estado, a fin de lograr los objetivos
propuestos y alcanzar su desarrollo, además, posibilita la formación de líderes, ya que ejercitan
sus capacidades en la toma de decisiones.
Cajas comunitarias
Por ejemplo, el Consejo Provincial de Pichincha reconoce como tales a aquellas organizaciones
tienen como objetivo fortalecer un sistema económico solidario sostenible que dinamice
iniciativas financieras territoriales, que generen desarrollo en las economías locales, operando
fondos de crédito y financiando iniciativas productivas inclusivas, solidarias y de apoyo mutuo
entre sus socios y que tienen objetivos específicos como:
Identificar y articular procesos asociativos para la creación de Cajas de Ahorro y Crédito
Comunitarias, y capacitar en administración y contabilidad básica.
20
Fortalecer a las organizaciones conformadas en Cajas Comunales, con talleres prácticos de
manejo y registro de documentos contables.
Dinamizar el microcrédito para los emprendimientos productivos locales.
No obstante lo señalado, es importante también dejar en claro que si hay algo en la LOEPS que
necesita una precisión mayor, es precisamente la diferenciación entre asociaciones y
cooperativas, pues, se torna altamente difusa la concepción y caracterización de dichas
organizaciones, más aún cuando la facultad de conceder personalidad jurídica y controlar las
asociaciones ha estado diluida en varios organismos de la función ejecutiva y muchas de ellas,
no obstante haberse constituido con fines de representación gremial, en la práctica se han
convertido en organizaciones con plena actividad económica, no sólo desnaturalizando su
objetivo, sino débilmente controladas y beneficiándose tributariamente.
El Art. 18 de la LOEPS reconoce al sector asociativo como una forma de organización de la
Economía Popular y Solidaria, constituida por personas naturales con actividades económicas
productivas similares o complementarias, reunidas con el objeto de comercializar y consumir
bienes y servicios lícitos y socialmente necesarios, auto abastecerse de materia prima, insumos,
herramientas, tecnología, equipos y otros bienes, o comercializar su producción en forma
solidaria y auto gestionada.
Sin restar importancia a las otras formas de organización, consideramos que las organizaciones
del sector cooperativo por su trascendencia histórica, y presencia en la economía nacional se
pueden considerar como el sector más representativo de la Economía Social Popular y Solidaria
y además porque su estructura administrativa y financiera les dan características más relevantes,
quizá por eso la LOEPS le da un mayor espacio legislativo que se irán tratando en los diferentes
momentos del curso.
21
El sector cooperativo por la naturaleza de sus actividades las LOEPS las clasifica en los siguientes
grupos: producción, consumo, vivienda, ahorro y crédito y servicios. Además, en cada uno de
estos grupos se podrán organizar diferentes clases de cooperativas, de conformidad con la
clasificación y disposiciones en el Reglamento de esta Ley.
La LOEPS, tratándose de cooperativas, en términos generales mantiene el tradicional esquema
organizativo y funcional de asambleas, consejos y gerencia, así como las causas comunes de
disolución y liquidación, incorporando algunas, pero aún escasas normas relacionadas con las
organizaciones comunitarias y las asociaciones, como lo veremos a continuación.
Con respecto a las Asociaciones, en el Art. 19 de la Sección 2, señala que la forma de gobierno
y administración constarán en su estatuto, aunque si propone algunas diferenciaciones con
respecto a al sector cooperativo, así por ejemplo que sus socios únicamente sean personas
naturales y que las cuotas ordinarias y extraordinarias tengan el carácter de no reembolsables
(Art. 20).
En lo relacionado con las Cooperativas (Sección 3, Art.21), la ley tiene un amplio articulado y
por consiguiente es muy explícita en lo referente a la estructura y organización interna como son
la asamblea, consejos de administración y vigilancia y la gerencia, a los aspectos relacionados con
la disolución y liquidación.
El sector financiero
En el Título III, Capítulo I, Art. 78 de la LOEPS se da cumplimiento al mandato constitucional
de que, el sector financiero popular y solidario tendrá normas y entidades de control específicas
y diferenciadas, y que, en la Superintendencia, se creará una Intendencia específica para el sector
financiero. De la misma manera se incorporan en la legislación las cajas de horro, las cajas
solidarias y los bancos comunales, como formas de organización pertenecientes al sector
financiero popular y solidario, además de las cooperativas de ahorro y crédito.
La LOEPS, con relación a las cooperativas de ahorro y crédito en particular, considera algunas
particularidades que diferencian a las cooperativas grandes de las pequeñas, las abiertas de las
cerradas, las urbanas de las rurales, la LOEPS dispone que se elabore una clasificación de las
cooperativas ubicándolas en el segmento que les corresponda de acuerdo con su monto de
activos, número de socios, ámbito geográfico de actividades, entre otros parámetros de
medición. Sobre la base de esta segmentación se han dictado normas diferenciadas para cada
uno de los segmentos, de tal manera que esta clasificación de las cooperativas les permite
22
desarrollar determinadas actividades u operaciones financieras y sus directivos deben o no,
cumplir ciertos requisitos de formación académica, otra particularidad que se encuentra en la ley
es la obligatoriedad de las cajas de ahorro y crédito y de los bancos solidarios de transformarse
en cooperativas en el caso de hayan superado los límites de crecimiento establecidos por la
Superintendencia.
Es habitual que los consorcios sean el resultado de fusionar entidades públicas y privadas. La
parte pública aporta la garantía de la administración y la privada proporciona la eficacia
empresarial. Cabe mencionar que, con esta unión, el control del sector aumenta
considerablemente.
La colaboración entre el sector privado y el público es cada vez más frecuente. Los sectores en
donde los consorcios están más extendidos como fórmula organizativa y empresarial son el del
transporte y el comercio exterior, éstos tienen una dimensión estratégica en la economía.
Redes Sociales
Las redes de cooperación se pueden definir como asociaciones de interesados que tienen como
objetivo la consecución de resultados acordados conjuntamente a través de la participación y la
colaboración mutua.
Las redes implican la existencia de asociados, que son los actores o nodos, vinculados sobre la
base de sumar esfuerzos para la consecución de objetivos compartidos, la complementación de
sus capacidades y la sinergia de sus interrelaciones. La vinculación se sustenta en una estructura
horizontal de coparticipación, colaboración y corresponsabilidad de cada uno de los asociados
con relación a un plan de acción.
Las redes pueden entenderse como incubadoras de cooperación, donde las interacciones,
colaboraciones y transferencias entre los asociados contribuyen a generar multitud de productos
y resultados, tanto tangibles como intangibles.
23
El concepto de red de cooperación así definido puede aplicarse de una manera amplia a una gran
diversidad de organizaciones, existiendo una frontera difusa que permita delimitar el mismo.
Quizá la acotación que puede realizarse con relación al concepto de redes de cooperación se
refiere a la existencia de objetivos comunes bien definidos y a la existencia de un plan de acción
que compromete a cada uno de los asociados de una manera activa.
Lecturas Obligatorias
Guerra, Pablo. (2012). Las Legislaciones sobre Economía Social y Solidaria en América Latina.
Entre la autogestión y la visión sectorial. Revista de la Facultad de Derechos ISSN 0797-
8316 Nº 33, (pgs.73-94). Montevideo julio-diciembre, 2012.
Naranjo, Carlos (2016). Incidencia del Código Monetario y Financiero en las Cooperativas de
Ahorro y Crédito. En Economía Solidaria. Historia y prácticas de su fortalecimiento.
SEPS. Quito.
Bibliografía
Naranjo, C. (2016). La Economía Popular y Solidaria en la legislación ecuatoriana. En Economía
Solidaria. Historia y prácticas de su fortalecimiento. SEPS. Quito.
Naranjo, C. (2016). Incidencia del Código Monetario y Financiero en las Cooperativas de Ahorro
y Crédito. En Economía Solidaria. Historia y prácticas de su fortalecimiento. SEPS.
Quito.
Senplades (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo) (2009). Plan Nacional para el Buen
Vivir 2009-2013. Quito Senplades.
Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario.
(2011). Quito. Asamblea Nacional. Publicada en el Registro Oficial N°. 444 de 10 de
mayo de 2011.
24
Reglamento General a la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del Sector
Financiero Popular y Solidario. (2012). Quito. Asamblea Nacional. Publicada en el
Registro Oficial N°. 648 27 de febrero de 2012.
25
UNIDAD 3
GESTIÓN DE LOS BIENES COMUNES EN LAS ORGANIZACIONES DE LA
ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA
3.1 Dimensión social, ética y cultural de la gestión de los bienes comunes en la
Economía Social y Solidaria.
3.2 Dimensión económica de la gestión de los bienes comunes en la Economía
Social y Solidaria.
3.3 Sistemas de participación en la gestión de los bienes comunes de la Economía
Social y Solidaria.
3.4 Sistemas de liderazgo y control social en la gestión de los bienes comunes de la
Economía Social y Solidaria.
3.4.1 Liderazgo participativo
3.4.2 Control Social
3.5 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria
3.6 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria: De Cooperación.
3.6.1 Mapeo de Actores
3.6.2 Selección de nuevos socios y diseño de nueva cooperación
3.6.3 Etapas de desarrollo y patrones de cooperación.
3.6.4 Construcción de confianza
3.6.5 Negociación
3.7 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria: De Orientación Estratégica.
3.7.1 Diagnóstico participativo simple
3.7.2 Preguntas estratégicas guía
3.7.3 Construcción de escenarios
3.7.4 Valoración de opciones estratégicas
3.7.5 Implementación de opciones estratégicas
3.7.6 Mapa estratégico PIANO
3.8 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria: De Gestión y Coordinación.
3.8.1 Aplicabilidad del modelo de conducción y coordinación vigente
3.8.2 Modelo de conducción y funciones del ente coordinador
3.8.3 Procesos clave
3.8.4 Optimización de procesos
3.8.5 Manejo de interfaces
3.8.6 Conducir con proyectos de cambio
3.9 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria: Para el Aprendizaje.
3.9.1 Bloqueos de aprendizaje
26
3.9.2 Patrón de innovación
3.9.3 Sistema de cooperación que aprende
3.9.4 Formas de aprendizaje
3.9.5 Gestión del conocimiento hacia productos
3.10 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria: Manejo de mundos paralelos.
3.11 Aporte de la Economía Social y Solidaria a los procesos de Desarrollo Local
Objetivo de aprendizaje
Diseña y construye estrategias para el fortalecimiento de empresas de la Economía Social y
Solidaria.
Introducción
La economía social y solidaria, representa un tipo particular de organización, constituida
mediante la asociación libre y voluntaria de sus integrantes, quienes crean una empresa de
propiedad común y gestión democrática, con el propósito de satisfacer necesidades económicas,
sociales y culturales que, difícilmente podrían resolverse de manera individual. Se trata pues de
la administración y gestión de un bien común, sujeto al régimen legal de propiedad común, bajo el
cual los derechos de propiedad son poseídos y ejercidos de manera colectiva.
La naturaleza de bien común, como recurso o servicio, está determinada por sus características
de acceso universal, gestión democrática, uso sostenido y titularidad colectiva; no es un bien
privado ni un bien público. Esta diferenciación es importante, puesto que la propiedad privada
se basa en la capacidad de un individuo frente a otro, de excluirle del uso y del beneficio del
recurso; en tanto que, la propiedad pública sitúa en el ámbito de los gobiernos, la gestión y la
decisión de quien tiene acceso a los bienes.(Asociación Paz con Dignidad, 2018)
El sistema capitalista en sus inicios y, posteriormente para sostener su tasa de crecimiento, se
basó entre otros factores, en la apropiación privada de toda una serie de bienes que eran
originalmente comunes, así por ejemplo el cercamiento de tierras comunales, la enajenación de
los recursos naturales durante la colonización de América, el control de la información y del
conocimiento a través de las patentes, entre otros reflejan situaciones de enajenación privada de
bienes comunes(Asociación Paz con Dignidad, 2018).
En los bienes comunes nadie usa derechos exclusivos para organizar un esfuerzo o capturar su
valor, puesto que son inalienables, no se pueden vender en el mercado, no son privatizables, son
bienes que tiene valor de uso pero no tienen valor de cambio, esto quiere decir que los bienes
comunes se caracterizan por: usarse colectivamente y ser transgeneracionales, gestionarse en
términos de racionalidad colectiva y búsqueda de satisfacción de necesidades, diferenciarse
claramente de formas de propiedad privada o pública al someterse al régimen legal de propiedad
comunitaria o colectiva.
Una particularidad generada por la administración de un bien común, en las empresas de la
economía social y solidaria, es la identidad de intereses, experimentada entre los diferentes
27
grupos que participan de la actividad económica. Esta situación es analizada por Nicolás Palacios
(1994), quien señala que el asociado de la organización solidaria asume simultáneamente
diferentes roles, bien sea como dueño, usuario o proveedor, provocando cierta identidad de
intereses que deberán ser gestionados de manera participativa y socialmente responsable. El
autor menciona que los grupos de interés de las actividades económicas, a saber: proveedor,
cliente, trabajador y propietario; en las empresas privadas, se encuentran mayoritariamente en
conflicto: trabajadores-empresa, clientes-empresa, proveedores-empresa; la identidad de
intereses en la empresa privada se da únicamente entre propietarios-empresas; en tanto que, en
las empresas de la economía social y solidaria, de acuerdo al tipo de giro comercial, la identidad
se da al menos entre dos grupos de interés; así por ejemplo, en las organizaciones cuya finalidad
es ofrecer fuentes de trabajo a sus asociados, la relación de identidad se construye entre
trabajadores, propietarios y empresa; en las organizaciones que proporcionan servicios, la
identidad se da entre clientes, propietarios y empresa. La identidad de intereses existente en las
organizaciones de la economía social y solidaria, hace que los asociados asuman una
responsabilidad común identificada en la necesidad común de establecer una relación de uso con
la organización.
En las organizaciones públicas y en las organizaciones privadas existen muchos intereses e
influencias que generan rivalidades entre sus grupos, a saber: proveedores, clientes, trabajadores
y propietarios; los proveedores frente a los clientes, los trabajadores frente a los propietarios.
En cambio, en las organizaciones de la economía social y solidaria, se da la identidad de intereses
al menos entre dos grupos, situación que facilita la participación eficaz en la gestión de la
actividad económica; consecuentemente, el socio de una organización solidaria asume el papel
que corresponde al interés coincidente pues a la vez es dueño, usuario y proveedor. Además, el
esfuerzo que un integrante de una organización de la economía social y solidaria debe realizar es
correlativo al grado de responsabilidad que tiene en la consecución del fin o razón de ser de la
respectiva organización.
Las organizaciones de la economía social y solidaria en su responsabilidad de gestionar un bien
común deben garantizar la no discriminación y el acceso al servicio o recurso administrado por
parte de todos sus socios, no existe posibilidad de discriminación, mediante la asignación de
precios que determinen, quienes disfrutan y quiénes no, puesto que los bienes comunes no
tienen precio o éste debe ser asumible por todas las personas que integran la sociedad o
comunidad gestionadora. El derecho de uso se produce con independencia de si se contribuye
o no al mantenimiento o protección del servicio o recurso común.(Asociación Paz con Dignidad,
2018).
Las organizaciones de la economía social y solidaria son autogestionadas por los socios o
miembros, los trabajadores y propietarios, quienes forman la denominada comunidad
gestionadora. La heterogeneidad en el tipo de actividades que integran la economía social y
solidaria, su orientación al mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad, la
integración social y el desarrollo local, hacen que la gestión de la economía social y solidaria sea
innovadora y alternativa y se caracteriza por:
Garantizar la no discriminación y el acceso al recurso o servicio de toda la comunidad gestionadora.
28
No existe posibilidad de discriminación, mediante la asignación de precios que determinen quien
disfruta y quien no disfruta del bien, puesto que los bienes comunes no tienen precio o este
debe ser asumible por todas las personas que integran la comunidad gestionadora. El derecho
de uso del bien o servicio generado, se produce con independencia de si se contribuye o no a su
mantenimiento o a su protección.(Asociación Paz con Dignidad, 2018)
Garantizar la sostenibilidad del recurso o servicio
La gestión de los bienes comunes requiere legislar para establecer los límites en su nivel de
utilización, capaz de permitir su reposición y conservación tanto para la generación presente
como para las futuras, implicando así una responsabilidad individual y colectiva por su
mantenimiento.(Asociación Paz con Dignidad, 2018)
Garantizar la gestión colectiva y democrática del recurso o servicio
La gestión colectiva y democrática de los bienes comunes, se refiere a que todos los miembros
de la comunidad gestora deben participar, elegir o ser elegidos como delegados para la
administración del bien.
La gestión colectiva de un bien común exige una mirada compleja, desde la posición de los
diferentes actores y sobre distintos aspectos de la planificación a largo plazo, satisfacer la
necesidad de alcanzar consensos, limitar las decisiones y acciones que se puedan ejercer sobre
los bienes comunes, desarrollar sistemas de comunicación abiertos, transparentes y fidedignos,
generar un ambiente de diálogo, confianza y reciprocidad, para la toma de decisiones.
Bajo las consideraciones anteriormente mencionadas se puede identificar dos dimensiones en la
gestión de las organizaciones de la economía social y solidaria: la social, ética y cultural; y, la
dimensión económica.
3.1 Dimensión social, ética y cultural de la gestión de los bienes comunes en la
Economía Social y Solidaria.
29
dirección y control; y, la gestión de los recursos que incluyen finanzas, mercadeo, producción e
información.
La dimensión económica coloca en el centro de la administración la acción colectiva sobre la
acción individual, mediante la estructuración interna de cuerpos colegiados basados en el trabajo
en equipo y la toma colectiva de decisiones, conforma juntas, asambleas, consejos o comisiones
especiales que permiten la acción participativa en la gestión de la organización. En el caso del
Ecuador la estructura interna está definida normativamente por el tipo de organización solidaría,
según los siguientes esquemas:
30
Ricardo Dávila (2002), al referirse a la gestión innovadora de los emprendimientos de la
economía social y solidaria, señala que esta representa un modelo innovador, por su forma
diferente de administrar el poder y organizar el capital humano, que coloca a la persona en el
centro de la organización y propicia una gestión democrática, participativa y solidaria. Señala
también que las organizaciones de la economía social y solidaría deben fortalecer tres ámbitos
básicos de la gestión: coherencia, interdependencia y sinergia entre los diferentes procesos
básicos de la administración, fomento de acciones de carácter participativo y democrático; y,
superación de mecanismos de control correctivos y esporádicos, para alcanzar niveles
preventivos e interactivos.
3.3 Sistemas de participación en la gestión de los bienes comunes de la Economía
Social y Solidaria.
En su origen
En el desarrollo del proceso económico
Y en los resultados del proceso económico.
En el origen, significa que en la Economía Popular y Solidaria, no existe una cúpula directiva o
corporativa que diseñe las estrategias y planes, pues ésta se constituye en base a la comunidad
gestora.
En lo referente al desarrollo de procesos y la definición de sus condicione es importante
identificar las características con las que se construyen las herramientas y métodos, pues, el
desarrollo de éstos, deben permitir el acceso y la inclusión de todos los miembros de la
organización, es decir deben reconocer la diversidad y la complejidad de visiones.
En los resultados del proceso, que incluye la probabilidad de obtención de beneficios o pérdidas,
significa que la especial característica de propiedad común ahora marca el concepto de trabajo
y trabajador.
Los miembros de la comunidad gestora, tienen la propiedad y el poder sobre lo que están
haciendo, pues se trata de la administración de una propiedad común.
En base a lo anotado, una organización gestora de un bien común debe incorporar como
estrategia fundamental la participación en los tres momentos: en el origen, en el desarrollo del
proceso económico y en los resultados. Este modelo de participación exige:
Que los miembros quieran participar, es decir se encuentren motivados, para ello es
importante desarrollo conciencia política de sujetos, así pues pasar de objetos de
31
decisiones a sujetos de decisiones es un ejercicio de transformación humana, no solo un
cambio de papeles(Freire, La educación como práctica de la libertad, 1965).
Por otro lado la mejor motivación que se puede lograr para incorporar en el proceso de
inducción de miembros, es la incorporación de la “esperanza, del sueño” de una visión
de equipo, este será el cable que nos conduzca en el proceso pedagógico, el cable al
futuro, a nuestro deber ser. “…no entiendo la existencia humana y la necesaria lucha
por mejorarla sin la esperanza y sin el sueño”…”Como programa, la desesperanza nos
inmoviliza, y nos hace sucumbir al fatalismo en que no es posible reunir las fuerzas
indispensables para el embate recreador del mundo”(Freire, Pedagogía de la Esperanza,
1993).
Que los miembros de las organizaciones cuenten con los elementos necesarios para
poder conocer, entender, y comprender los diferentes aspectos de la organización de la
que son parte y así de manera consciente ejercer su derecho a decidir con un criterio
formado.
Que los miembros tengan las condiciones para poder participar, es decir cuenten con los
espacios, que la estructura organizativa recoja sus deseos y propuestas. Situación que
plantea el diseño de estructuras abiertas, sistemas de gestión de lo social y del gobierno
institucional.
Las peculiares características que guarda la gestión de los bienes comunes, condicionan la forma
en que se genera el liderazgo al interior de la organización.
El manejo de la complejidad como condición para la buena administración de un bien común,
nos lleva a decir “… nada es tan estúpido como vencer, el verdadero triunfo está en convencer”
(Hugo, 1862).
32
Así pues el sistema de gestión de un bien común plantea un proceso que nos lleva a “conducir
en vez de dirigir”, siendo la dirección el manejo de la inestabilidad y su insistencia como forma
de liderazgo inadecuado, puede hacer peligrar el equilibrio de la organización.(Zimmermann,
2016)
En este sentido no se dirige, se negocia, y en este mismo proceso se desarrollan sistemas de
comunicación que con el tiempo desarrollan lazos de confianza que construyen un liderazgo
conjunto, un liderazgo de equipo auto dirigido, fortaleciendo el capital social.(Durston, 2000)
Para las organizaciones que gestionan bienes comunes, las principales herramientas o métodos
con los que puedan conducir los procesos se pueden sintetizar en:
Así el desarrollo del sistema de reglas llevará el liderazgo a un ejercicio colectivo, en donde cada
parte construirá una relación con el todo.
Pero la construcción del liderazgo en la organización, entendido este como un ejercicio de
influencia mutua entre las partes que apoya la gestión cooperante entre ellas, se logra a través del
ejercicio enfrentarse conjuntamente a dificultades, a la consecución de proyectos conjuntos, en
otras palabras, a la práctica de la cercanía, del respeto y la comunicación que generará confianza.
El liderazgo propuesto para la gestión de los bienes comunes, es el denominado participativo o
democrático, el mismo que exige un proceso de formación de equipos de trabajo que se conocen
y está motivados a aceptar “al otro”.
No existen para la gestión de bienes comunitarios un modelo específico, sin embargo el que las
personas que conforman este tipo de organizaciones esté convencida de que todos hace la
institución y que entre todos la conducen, una persona que ejerza una posición de conducción
será vista como positiva, pues se puede decir que el liderazgo adecuado está en la mente de
quien percibe.(Castro, 2005)
A cada estructura social le ata un sistema de control social con sus peculiares características, al
interior de este sistema, es posible identificar los mecanismos de adhesión afectiva, de vínculo
económico, cultural y de castigo moral que el grupo instituye informal o formalmente.
33
Los mecanismos informales más importantes son: los mecanismos de comunicación y
educación, son tal vez los más potentes, pues trabajan sobre los imaginarios de las personas y en
ese sentido son más profundos.
Por otro lado, están los mecanismos de control social formal, que están constituidos por sistemas
normativos ejercidos por la instancia de poder y ejecutados por el sistema de control.
Para el caso de las organizaciones de bienes comunes, el control social constituye parte de la
cultura organizativa, parte del sistema democrático que lo gobierna y que de manera formal o
informal contribuye a la cohesión de los miembros al garantizar un conjunto de
comportamientos específicos.
Desde el punto de vista organizativo, el control social se fortalece con miembros capacitados y
formados y principalmente con sociedad, esto es con una estructura social que gestiona como
tal el grupo. Mientras más fortalecimiento se dé a las relaciones sociales, más importante será el
control social que esta ejerza en sus miembros.
34
diversidad de intereses, que confluyen en la gestión de los bienes comunes de la
economía social y solidaria.
A cada factor de éxito están asignados unos instrumentos que apoyan el trabajo sobre el tema,
demostrando su utilidad en la práctica, pero deben ser adaptados a cada contexto, en cada caso
la situación y los actores involucrados, exigen la selección y adaptación de los instrumentos, bajo
las siguientes consideraciones:
Este instrumento permite visualizar, identificar, describir y comprender a los diferentes tipos o
grupos de actores de una organización, sus relaciones, alianzas y conflictos, entre estos se pueden
distinguir:
Este instrumento busca identificar nuevos socios complementarios, que revitalicen los límites
de la organización y establezcan nuevos niveles de cooperación. Para ello se requiere evaluar y
reflexionar sobre el perfil de la organización, identificar las falencias o déficits de la organización,
en las cuales resultaría útil la presencia de un nuevo socio complementario.
35
3.6.3 Etapas del desarrollo y patrones de cooperación
Los niveles o etapas de desarrollo inician con el intercambio de información entre sus miembros, avanzan
al intercambio de conocimientos, luego coordinan sus planificaciones y establecen alianzas estratégicas,
con uso de recursos en temas previamente acordados, logrando posteriormente la coproducción,
que significa pasar de la planificación a la ejecución de proyectos conjuntos.
3.6.4 Construcción de confianza
36
Los actores tienden a compensar la falta de confianza con reglas y estructuras, para lograr mayor
seguridad, porque no confían, promoviendo así una mentalidad de mutuo control, que mina el
fortalecimiento de la confianza y resquebraja los sistemas de cooperación. La desconfianza se
genera porque los actores se reconocen más como competidores y menos como socios.
La dinámica del fortalecimiento de la confianza se basa en un principio de equilibrio entre los
actores, si un actor invierte en construir confianza sin que el otro actor responda, el actor dará
un paso hacia atrás, su desconfianza incluso será mayor que antes.
3.6.5 Negociar
Permite analizar la situación actual, desde la cual se construirá la imagen sobre el futuro, el
instrumento a utilizar, podría ser la matriz simple FODA.
37
3.7.2 Preguntas estratégicas guía
La construcción de una estrategia exige una mirada creativa sobre el futuro y la conexión con la
realidad objetiva del presente, que permita llegar a acuerdos sobre la orientación de la
organización.
Fuente: Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas. Capitulo tres. Segunda
Parte: Los Factores de Éxito.
La orientación estratégica es una visión del cómo hacer, qué hacer y a dónde ir. La generación
de preguntas en este sentido, permite construir conjuntamente respuestas sobre temas cómo
situación contextual, condiciones internas y análisis de riesgos, elementos claves en la definición
de la orientación estratégica de una organización de la Economía Social y Solidaria.
El lograr concertar las respuestas sobre: ¿qué?, ¿con quién?, ¿cómo?, ¿a dónde?; permitirá formar
estrategias conjuntas sobre prioridades, campos de cooperación, impacto proyectado y sistemas
de cooperación.
38
El procedimiento de construcción de escenarios también posibilita la generación de un horizonte
temporal de situaciones posibles que ayuda a la cohesión grupal, al identificar espacios comunes
tanto en el aspecto conceptual como en lo social y cultural, consolidando la estructura
organizativa.
3.7.4 Valoración de opciones estratégicas
39
Ilustración 4: Implementación de opciones estratégicas
Fuente: Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas. Capitulo tres. Segunda
Parte: Los Factores de Éxito.
Dimensión Preguntas
Productos ¿Qué elaboramos conjuntamente? ¿De qué recursos disponemos para
hacerlo? ¿De qué recursos
disponemos para hacerlo?
Incentivos ¿Por qué participamos en el sistema de ¿Qué valor agregado nace de las
cooperación y por qué seguimos siendo relaciones y la cooperación de la red?
miembros del mismo?
Actores ¿Quién es miembro del sistema de ¿A quién queremos integrar como
cooperación? socio del sistema?
Negociaciones ¿Cómo negociamos entre nosotros? ¿Con qué acuerdos hacemos más
efectiva la interacción en la red?
Orientación ¿Qué orientación conjunta tenemos? ¿Cómo tratamos las divergencias?
Fuente: Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas. Capitulo tres. Segunda
Parte: Los Factores de Éxito.
40
3.8 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria: De Gestión y Coordinación
La encrucijada entre conducir y dirigir está presente en todo modelo de gestión de cooperación;
las diferencias entre las opciones son observables en la estructura de los procesos de decisión.
En las organizaciones de la Economía Social y Solidaria la gestión se basa en la conducción del
gobierno que gestiona un bien común, y que significa considerar: la orientación estratégica, el
fomento de relaciones de cooperación, el establecimiento de mecanismos para la toma de
decisiones, la valoración de la diversidad, la identificación de los procesos claves, la evaluación
de las experiencias y el monitoreo del entorno.
La dificultad de conducir la administración de una organización de la economía social y solidaria,
está marcada por la complejidad de administrar lo incierto, muchas veces compensado con una
planificación demasiado detallada, que vuelve burocrática a la gestión perjudicando la capacidad
de reflexión de los miembros, volviendo rígido y jerárquico al modelo.
Se puede aducir también la excesiva burocratización a la falta de madurez de los miembros tanto
en su capacidad, como en su formación, por lo que fortalecer el aprendizaje y conocimiento, son
elementos que contribuirán a generar una organización más plana, más ágil, más auto dirigido.
Como hemos anotado en el párrafo anterior las dificultades para optar por un modelo que
conduce en lugar de un modelo que dirige, están asociadas al miedo o desconocimiento, y al
factor confianza entre los miembros; la desconfianza genera burocratización controladora e
incremento de costos. De ahí que trabajar en el desarrollo de mecanismos de transparencia,
comunicación y rendición de cuentas, fortalece los procesos participativos de toma de decisiones
y conducción de las organizaciones de la economía social y solidaria.
El procedimiento para no pugnar entre la necesaria organicidad y proceso que exige el
cumplimiento de tiempos, volúmenes y control y la gestión democrática participativa propia de
las organizaciones de cooperación de la economía social y solidaria, plantea el cumplimiento de:
a) Discusión y diálogo, respecto a las dimensiones en las que se ejercerá cada alternativa
(jerarquía – participación). Estas son: orientación estratégica sensata, fomento de
relaciones, reglas claras para la toma de decisiones, valoración de la diversidad, enfoque
en procesos claves, evaluación de experiencias y monitoreo del entorno.
b) Acuerdo sobre normas mínimas explícitas, referentes a la definición de los métodos para
llegar a acuerdos, de los mecanismos de comunicación y de interacción entre las partes.
Un primer grupo de reglamentaciones se refieren a los procesos participativos y
democráticos; un segundo grupo se refiere a la operativa, es decir la reglamentación que
facilita las tareas al interior de la organización.
c) La gestión de reglas mínimas, plantea una dicotomía entre la gestión horizontal propia
de equipos auto – organizados y la gestión vertical jerárquica, que construye un sistema
de mando centralizado. Los mecanismos para generar una organización auto –
organizada, parte del encuentro de objetivos globales para los miembros de la comunidad
de cooperación, pasando por la gestión de relaciones que permitan la construcción de
41
vínculos horizontales, así como también la gestión de la información y el conocimiento
y la claridad de roles, que permitan una adecuada distribución de funciones al interior de
los grupos y la gestión de las interfaces que se debe lograr para coordinar adecuadamente
las diferentes secciones de la organización.
Cada organización de la economía social y solidaria tiene su propia cultura y por tanto su propio
modelo de conducción y coordinación; sin embargo, lo común en este tipo de organizaciones es
el consenso y la participación.
El equilibrio en los modelos de conducción y coordinación, se establecen entre cuatro sistemas,
el primero el de la auto – organización, el segundo a través del sistema de delegados, el tercero
mediante mecanismos de consulta y como cuarto a través de un ente coordinador.
Auto
organización
Modelo de
Ente conducción Sistema de
coordinador y delegados
coordinación
Mecanismos
de consulta
Fuente: Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas. Capitulo tres. Segunda
Parte: Los Factores de Éxito.
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3) Definir la forma de participación en la conducción: a nivel consulta, participación directa en
las deliberaciones, información detallada, responsabilización;
4) Diseñar del modelo de conducción: definir patrones de comunicación, gestión del
conocimiento, esquemas de interacción, procesos de aprendizaje y mecanismos de consulta y
decisión;
5) Acordar las funciones de la coordinación.
3.8.3 Procesos clave
La pregunta central que se pretende responder es, ¿en qué procesos clave concentramos la
conducción y coordinación?, entendiendo como procesos clave a aquellos procesos que son
esenciales para el logro de los objetivos globales de la organización.
Para lograr una adecuada identificación de los procesos clave es conveniente dividirlos en cuatro
tipos: conducción y coordinación, coproducción, aprendizaje; y, auxiliares.
Los procesos de conducción y coordinación, tienen como objetivo general lograr cohesión e
inclusión, mediante la planificación estratégica participativa, el proceso de toma de decisiones, la
selección de nuevos colaboradores, el desarrollo de métodos e instrumentos comunes y la
gestión transparente de información y de conflictos.
Los procesos de coproducción, aseguran el valor agregado del sistema de cooperación, es decir
son los llamados a coordinar a los diferentes actores para generar bienes o servicios de calidad y
en condiciones apropiadas.
Los procesos de aprendizaje, permiten descubrir oportunidades y adaptarse a las necesidades
cambiantes del contexto. Entre los más importantes están: monitoreo de procesos, evaluación
de efectos, gestión del conocimiento, desarrollo de competencias, y la formación e inducción.
Por último están los procesos auxiliares, que permiten aumentar la eficiencia de los otros
procesos, a través de la provisión de soporte logístico, contable, de infraestructura e informático.
En general la conducción participativa de los procesos, sostiene el sistema de cooperación.
La implementación de lo expuesto implica una evaluación del estado de los procesos señalados
y de sus interfaces; situación que permitirá identificar áreas de mejora y de fortalecimiento
continúo.
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mayoría de casos de veces implica relaciones de atención y prestación entre los involucrados en
el sistema, situación que significa revisar la posibilidad de:
Suprimir procesos
Simplificar procesos
Juntar procesos
Optimización por orden de procesos
Tercerizar procesos
Integrar el control del proceso
Vincular los procesos con la estratégica
Documentar los procesos
Por último, la optimización de procesos requiere planificar la implementación de las mejoras
programadas.
Los espacios de inter conexión entre los diferentes procesos clave de la gestión, deben ser
tomados en cuenta con especial cuidado, para evitar situaciones conflictivas en la organización
ya que estos espacios son puntos sensibles de la topología de los sistemas de cooperación porque
en ellos se produce interacción entre dos o más actores.
El diseño de espacios adecuados, con información clave, con facilitadores formados y con
capacidad técnica, debe ser una acción estratégica. Estamos hablando principalmente de
procesos de comunicación y concertación, confiables que reduzcan costos y tiempos de espera
y mejoren la calidad de los procesos.
Las dificultades en estos espacios se generan principalmente por:
La gestión del cambio en las organizaciones de cooperación exige una especial metodología que
garantice los procesos de cambio planeado y consensuado; es decir, lograr el cambio no es un
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asunto de dictar órdenes, pues se trata ante todo de un cambio en los modelos mentales de los
miembros de la red.
“El cambio se produce en los sistemas de cooperación, si los involucrados reinterpretan el
entorno, descubren nuevos potenciales, ganan nuevas experiencias que les llevan a pensar en
cosas nuevas”. En general, conducir un proyecto de cambio representa un ejercicio pedagógico
constructivista que lleva de un conocimiento mental a una experiencia vivencial. El método más
recomendado para desarrollar el cambio es a través de proyectos, los cuales permitirán construir
el camino para alcanzar un nuevo estado de desarrollo.
A manera de esquema metodológico, el proceso conlleva un primer momento en el corto plazo,
que hace realista la propuesta al evidenciar en poco tiempo cambios sustantivos; un segundo
momento motivacional, que resulta de observar lo alcanzado con los cambios producidos; un
tercer momento de gestión del proyecto; y, un cuarto momento que permite descomponer los
grandes cambios en pequeños proyectos flexibles dados ganar espacios y lograr las metas
propuestas.
Es de especial cuidado el desarrollar procesos de cambio bien planeados, pues un proceso mal
llevado se constituye inmediatamente en un obstáculo para la cooperación y en un mecanismo
que lleva al fracaso. Es importante considerar que no solo se cambian proceso o reglas, se están
cambiando modelos mentales y detrás de ellos espacios de poder.
La Ilustración 6, presenta tres pasos para organizar proyectos de cambio:
Ilustración 6: Organizar proyectos de cambio
Formulación de objetivos
- Entorno
- Orientación estratégica Pequeños paquetes de cambio
Objetivos a dos niveles
- Cultura temporales
- Arreglo organizacional - ¿Qué queremos cambiar a Que sean:
mediano plazo? - Ejecutables a corto plazo
- ¿Qué queremos cambiar a - Que tengan efectos concretos
corto plazo - Diseñado e implementado por
un grupo
- Ejecutado en base a un perfil
- Que genere aprendizaje
Fuente: Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas. Capitulo tres. Segunda
Parte: Los Factores de Éxito.
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3.9 Herramientas para la administración de las formas empresariales de la Economía
Social y Solidaria: Para el Aprendizaje
Los espacios de cooperación son espacios de aprendizaje, desarrollo e innovación para las
organizaciones de la economía social y solidaria. Se constituyen en estrategias para la gestión del
conocimiento y generación de alternativas en búsqueda de objetivos compartidos.
3.9.1 Bloqueos de aprendizaje
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Ilustración 7: Directrices para el fomento de la innovación
Estrategia
Cultura de
de
Innovación
innovación
Recursos Estructura
de de
innovación innovación
Fuente: Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas. Capitulo tres. Segunda
Parte: Los Factores de Éxito.
El fortalecimiento del capital social de una organización, es decir la fortaleza de los vínculos que
se generan entre sus miembros, tanto de carácter estructural como cognitivos, se convierte en
pieza clave para entender la unidad de la organización y la capacidad de actuación frente al
aprendizaje de nuevos procesos, caracterizados por el detalle de niveles de aprendizaje
representados en la Ilustración 8.
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Ilustración 8: Niveles de un sistema de organización que aprende
Nivel de visión
compartida
Organización
que aprende
Fuente: Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas. Capitulo tres. Segunda
Parte: Los Factores de Éxito.
Las características antes señaladas permite identificar los niveles en los que la organización debe
trabajar, considerando la existencia de campos de tensión relacionados sobre todo con: la
división laboral y su fragmentación, la arquitectura de innovación y su priorización, aceptación
de culturas críticas y explicitación de errores como acto positivo, carga de trabajo, evaluación de
experiencias, grado de fomento del apoyo mutuo y desarrollo de una cultura de transparencia y
confianza.
3.9.4 Formas de aprendizaje
Para identificar las formas de aprendizaje pertinentes, es recomendable considerar los siguientes
aspectos:
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Con estos criterios, las formas de aprendizaje que podrían utilizarse sería:
a) Aprendizaje en asociación, que responde a la interrogante: ¿Cómo otros actores
solucionan los problemas que enfrentamos? ¿Qué podemos aprender los unos de los
otros? Este método permite el aprendizaje entre personas con funciones similares, como
intercambio horizontal de experiencias.
b) Aprendizaje mediante eventos, dirigida a grupos multidisciplinarios, busca la interacción
entre diferente funciones.
c) Entrenamiento con base al auto – exposición, este método permite conocer el trabajo y
el mundo de otras personas, con el objetivo de ampliar la visión propia y fortalecer el
qué hacer de equipo.
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La reflexión sobre la existencia de mundos paralelos, permite comprender y tratar el problema
de la incapacidad de aplicabilidad y funcionamiento de las herramientas únicas de gestión. Estos
mundos se explican por factores psicológicos y sociales que condicionan el sentir y actuar de los
miembros de una organización, cada uno de los cuales porta un bagaje de sentimientos y
subjetividades que condicionan el logro de objetivos y en general la forma en la que las personas
vemos el mundo que nos rodea.
“Los mundos paralelos omnipresentes surgen como complemento a las reglas explícitas, en la
forma de emociones disfrazadas”, es decir son el fruto de cosmovisiones adquiridas, categorías
complejas, modelos mentales y estereotipos, es decir reflejan valores y anti valores. En última
instancia estamos hablando del retorno del factor humano, de las condiciones subjetivas, de la
diversidad de respuestas ante problemas y situaciones particulares.
En base a los modelos mentales las personas se representan a sí mismas y a los demás, interactúan
y se distinguen, haciendo la cultura de una sociedad. En esta perspectiva el factor humano para
ser entendido exige el acercamiento a tres proceso interrelacionados:
a) El pensamiento espontáneo e intuitivo, que lleva a simplificar los problemas, a verlos
a través de marcos estrechos, a completar la información faltante en base a supuestos
que nacen de nuestros modelos mentales, de nuestras creencias. Este pensamiento
espontáneo condiciona la forma en la que las personas comprenden los desafíos, los
cambios y las reformas.
b) El pensamiento social, que nace de nuestra experiencia de sociabilidad, de compartir
experiencias, nos marcan, nos determinan, nos controlan, es decir motivan o limitan
socialmente nuestro proceder.
c) El pensamiento basado en modelos mentales, que se constituyen en formas pre
establecidas de como pensar y establecer relaciones. Así los modelos mentales impactan
en la forma como percibimos e interpretamos los hechos. Son la base del llamado sentido
común.
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3.11 Aporte de la Economía Social y Solidaria a los procesos de Desarrollo Local
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económico como social. La proximidad con la comunidad permite que la economía social y
solidaria tenga mayor capacidad para engarzar la generación o ampliación de la actividad
económica con las necesidades locales y al tejido productivo local.
En general las organizaciones de la economía social y solidaria contribuyen de forma importante
al desarrollo económico endógeno de los territorios, entre otras razones porque:
Lecturas Obligatorias
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D’Avila, Gabriela (2009). Economía Social, Desarrollo Local y Alianzas Progresivas. En Otra
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Zimmermann, Arthur (2016). Redes y Sistemas de Cooperación, conceptos y herramientas.
Capitulo tres. Segunda Parte: Los Factores de Éxito (págs. 81-86; 102-147; 163-189; 211-
244; 269-309; 347-361).
Andino, Verónica (2014). En el escenario: estrenando la danza de encuentros y desencuentros entre
Desarrollo Local y Economía Solidaria (págs. 100-140). En Diálogos sobre Economía Social y
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