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Reflexión sobre el principio del universo

Francisco Alfaro Segura


«Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos
es a la vez necio y vergonzoso» (Pv. 18:13, NTV)
«En cambio, adoren a Cristo como el Señor de su vida. Si alguien les pregunta acerca de la esperanza que
tienen como creyentes, estén siempre preparados para dar una explicación» (1P. 3:15, NTV)

Consideraciones previas
 Sobre el Creador
La Biblia es la Palabra de Dios inspirada y revelada a los hombres (2Ti. 3:16). En ella encontramos
que Dios siempre ha existido (Is. 43:10,13), y todo lo que existe fue hecho por él (Jn.1:1-3). Como si esto
no fuera poco Génesis 1:1 muestra, sin lugar a dudas, que Dios creó el universo.
 Sobre el Génesis
A pesar de que la Biblia es la Palabra de Dios no toda se puede leer e interpretar de la misma
manera, no es lo mismo leer un salmo que una carta de Pablo. Un principio hermenéutico para una
correcta interpretación del génesis es que “todos los relatos son selectivos y están incompletos. No
siempre se ofrecen todos los detalles importantes (Jn. 21:25). Lo que sí aparece en el relato es todo lo que
el autor inspirado pensó que era importante que supiéramos” (Fee y Stuart, 2007, p.104).
“La Biblia es un texto primordialmente enunciativo y no taxativo” (Leys, 2011, p.23). Lo anterior
significa que la Biblia no registra todas las cosas ocurridas, y el hecho de que algo no se mencione no
quiere decir que la contradice o no exista o haya existido.
Además, la Biblia pretende formar al hombre espiritual y moralmente, y no simplemente
informarlo. Si Dios hubiera querido explicar el origen del universo de una manera científica lo más
probable es que el hombre no le hubiera entendido, por lo que la enseñanza habría carecido de valor. A
Dios le importó más el por qué y para qué que el cómo de la creación (Cruz, 2004).

¿Qué sucedería con un Génesis completamente literal?


Para abordar esta pregunta vamos a recurrir a la completa literalidad de la Biblia en Génesis
capítulos uno y dos para obtener conclusiones, y, a partir de ellas, notar qué teoría se adecúa más a este
libro de la Biblia. Se debe aclarar desde un inicio que usar los versículos que hablan que “para Dios un día
son como mil años” (Sal. 90:4, 2P. 3:8), estarían fuera de contexto debido a que son símiles. Sería, pues, un
error hermenéutico usarlos en conjunto con un pasaje literal.
Cuando el hombre, Adán, fue formado (Gn. 2:7-8) se le dieron varias instrucciones:
I. Labrar la tierra (Gn. 2:15).
II. Nombrar a cada animal (Gn. 2:19).

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i. Luego fue formada la mujer (Gn. 2:21-22).
¿En cuánto tiempo sucedió todo esto? Según nos lo dice Génesis 1:24-31 sucedió en un día,
porque es en este día donde se crea a Adán y Eva.
Ahora, si bien se le pidió a Adán trabajar la tierra esto no representa un problema mayor, en
cambio ¿cuánto tiempo le hubiese tomado nombrar cada animal que el Señor trajo a él? Se hará un
estimado de cuántos animales pudo haber nombrado Adán, para, a partir del mismo, aproximar el tiempo
que habría tardado nombrándolos.
o Sabemos por Gn. 2:19-20 que Adán tuvo que nombrar toda bestia, ganado y ave. Tomando como
referencia el número de especies identificadas (a fecha de 2007) de mamíferos y aves sería de
unos 15000.
o Si Adán nombrara un animal por minuto tardaría un total de 15000 minutos o 10 días y medio.
Claramente no se está considerando el hecho de que él debía comer, descansar, dormir y realizar
otras actividades, lo que haría que el tiempo fuera aún mayor. Además, el panorama se agrava si
decidimos incluir en nuestra lista animales extintos.
¿Qué tal si Adán sólo nombró algunos animales, luego Dios creó a Eva y sucedido esto él siguiera
con su laboriosa tarea? Esta posibilidad queda anulada revisando Génesis 2:20, donde dice explícitamente
que él primero nombró todo animal antes que Dios creara a Eva.
Al enfrentarse a una total literalidad del Génesis (al menos en sus primeros dos capítulos) se
detectan incoherencias como las expuestas. Así, basados en lo anterior pareciera muy improbable que
Adán hubiera podido realizar todas las tareas asignadas por Dios en tan sólo un día de veinticuatro horas
(Archer, 1981).

¿Qué nos dice la ciencia sobre el origen del universo?


Se procederá a exponer una lista de enunciados que por sí solos no representan mayor cosa, pero
es el conjunto de los tales que permiten elucidar una teoría como la del Big Bang.
o La primera ley de la termodinámica nos dice que la energía no se crea ni se destruye, solamente se
transforma.
o La segunda ley de la termodinámica establece que la energía utilizable en un sistema cerrado,
como lo es el universo, se llegará a acabar. Si esto es así ¿Por qué la energía no se ha acabado?
Porque el universo no es eterno, sino que tuvo un principio.
o De la segunda ley se deriva un concepto llamado entropía (desorden o aleatoriedad), establece
que conforme el tiempo pasa y la energía se va agotando en el universo, la entropía de este
aumenta.
o De las ecuaciones matemáticas de la teoría de la relatividad especial de Einstein se deriva que el
universo podía contraerse o expandirse.
o Edwin Hubble descubrió, por medio del cambio Doppler y el corrimiento al rojo, que el universo
está en expansión. De esta observación él dedujo que si se retrocedía lo suficiente en el tiempo se
podría llegar a un punto en donde toda la materia y energía estaría concentrada en un solo
punto.
o Georges Lemaître acuñó el término Big Bang en los años 1930.
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o Posteriores estudios, basados en la velocidad de la luz y la distancia de las galaxias más lejanas,
mostraron que este evento pudo haber ocurrido aproximadamente hace unos 15.000 millones de
años.
o Georges Gamow propuso que, si un evento de tal magnitud había ocurrido se podría detectar
cierta radiación gamma remanente. Años después y por casualidad se descubrió una radiación de
fondo que provenía de todas las partes del universo.
o Posteriormente Alan Guth expuso su teoría de la inflación para explicar algunas inconsistencias
teóricas del Big Bang, que, con su teoría y ecuaciones matemáticas parecen resolver las dificultades
que plantea el Big Bang en sus orígenes.
o Los métodos de datación geológicos han arrojado una edad consistente de la tierra y asteroides
en 4500 millones de años.
o La presencia de fósiles con edades de entre 400 y 65 millones de años muestran una edad
increíblemente diferente a los entre 6 mil y 10 mil años del génesis literal.
La ciencia estudia lo medible, observable y repetible. Dado que el Big Bang es algo que no se
puede repetir permanece como teoría, a pesar de ello la ciencia sí puede tomar lo observable y proponer
un modelo o mecanismo que explique las actuales evidencias científicas, las que, por supuesto, pueden
quedar en error con el paso del tiempo.
De esta manera el Big Bang no es una verdad incuestionable, tiene fallos o lagunas que aún no se
han logrado explicar, sin embargo, es el modelo que se adecúa mejor a las evidencias científicas
expuestas y a los modelos matemáticos propuestos actualmente.

¿Qué explicación bíblica se puede brindar ante tal postulado científico?


Dentro de todas las explicaciones se han propuesto tres pertenecientes al punto de vista del
creacionismo de la tierra antigua (que acepta un punto de vista de una tierra con millones de años). Dos
de ellas se ubican en la teoría del lapso, que sugiere que entre Génesis 1:1 y 1:2 pudo haber pasado
millones de años. La explicación restante se enmarca en el día-era, donde interpreta la palabra hebrea
para día «yom» como periodo indefinido de tiempo.
 Teoría del lapso
i. Dios creó todo de una manera progresiva durante millones de años, pero sin vida sobre la tierra.
Es así como, al llegar a las condiciones adecuadas para la vida, Dios comienza su obra creadora
descrita en Génesis del 1:1-31. Los fósiles encontrados en los diferentes estratos de roca fueron
producto del diluvio. La muerte entró como consecuencia del pecado (Cruz, 2004). Sin embargo,
no se explica por qué los fósiles están organizados de manera que los más «primitivos o simples» se
encuentran más abajo en los estratos y los organismos más «complejos» en las partes superiores.
ii. Dios creó todo de manera progresiva, creando vida vegetal y animal (sin evolución) durante
millones de años, tiempo en el cual hubo extinciones de especies. Luego, posiblemente la caída de
Satanás causó un cataclismo aniquilando toda la vida y haciendo que la tierra “llegara a estar
desordenada y vacía” (traducción más literal que la hallada en la RV60). Posteriormente lo que se
registra en Génesis 1:2-31 es una recreación. Esto se fundamenta en que Dios al inicio hizo todo
perfecto (Is. 45:18). Hubo muerte antes de la caída, pero muerte animal y no humana (Ro. 5:12).

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 Día-era
 Dios creó todo por etapas o eras en el orden específico que aparecen en génesis (creación de la
tierra, formación de la capa de ozono, separación de la tierra del mar, creación de vida animal…),
concluyendo con la creación de Adán y Eva. El hecho que sean eras no significa que todo se
creara al inicio de la misma, sino a lo largo. Por ejemplo, Adán fue creado al final de la sexta era
como corona de la creación. Esta explicación permite armonizar teorías como el Big Bang,
formación estelar y planetaria y la deriva continental.
Se puede explicar la dificultad sobre como el sol y la luna son hechas hasta el cuarto día de la
siguiente manera. Esto se debe a que en génesis capítulo 1 versículo 1 se utiliza la palabra “creó”,
que proviene del hebreo bará, lo que significa que es una creación «ex nihilo», es decir, crear de la
nada. Por lo que Dios crea todo lo que hay en el universo, incluyendo el sol, la luna y las estrellas
(al menos en materia). Posteriormente, en el versículo 16 del mismo capítulo, se utiliza la palabra
“hizo” para referirse a las lumbreras del cielo y las estrellas. En este caso la palabra en hebreo es
‘asah, que significa hacer de lo que ya hay, pero en un sentido y aplicación más amplios. Por lo
que es probable que en esa era se despejó la gruesa capa de nubes de Génesis 1:6-7 y Dios
manifestó o mostró (que son posibles traducciones de la palabra hebrea ‘asah) al sol, la luna y las
estrellas.

En ambos postulados se acepta que Adán y Eva son seres humanos literales creados por Dios
directamente y no producto de la evolución. Las implicaciones teológicas de aceptar la evolución
darwinista o que Adán y Eva no fueron personas literales son desastrosas, Por ejemplo, sin Adán, como el
primer ser humano que pecó, no se puede explicar cómo entró el pecado a la humanidad, por lo tanto,
el hombre no sería el propio responsable de su caída, contradiciendo totalmente las escrituras. Además,
un estudio científico serio de la teoría de la evolución muestra que ésta carece de solidez y pruebas
concluyentes. Para más información sobre este tema ver el libro Darwin no mató a Dios del Dr. Antonio
Cruz, que posee un doctorado en ciencias biológicas y además es pastor.
Las dos explicaciones presentadas tienen sus puntos débiles y vacíos dado que no contamos con
un conocimiento total de los eventos pasados, sin embargo, son las que explican mejor las evidencias
científicas actuales respetando siempre por encima de todo la autoridad de la Biblia. Y son las mismas
escrituras que nos instan «Examínenlo todo; retengan lo bueno» (1Ts. 5:21, RVC). A pesar que
actualmente el conocimiento se sigue incrementando a tal punto que puede llegar a ser abrumador, se
debe seguir predicando del amor de Jesucristo, que es el único que puede brindarle salvación y vida
eterna al hombre «El amor jamás dejará de existir. En cambio, las profecías se acabarán, las lenguas
dejarán de hablarse, y el conocimiento llegará a su fin» (1Co. 13:8, RVC).

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Anexo 1.
Cuadro I. Relación bíblico-científica sobre el origen del universo
Afirmación Bíblica Día-Era Correspondencia a nivel científico
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
Génesis 1:1 Big Bang. Formación de partículas sub atómicas y
[“creó”, proviene del hebreo bará, lo que significa posteriormente átomos.
crear de la nada]
“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Constitución de grandes masas de gas antes que las
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las primeras estrellas y galaxias existieran.
aguas.” Génesis 1:2
Formación estelar y planetaria. Agrupación de las
“Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz...” Génesis 1:3-5 1 estrellas en galaxias. Creación de planetas incluido el
planeta tierra.
“Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de
las aguas, y separe las aguas de las aguas…” 2 Creación de la atmósfera
Génesis 1:6-8
“… Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de
las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba Separación de la tierra del mar. Deriva continental.
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verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que Comienzo de la vida, bacteriana, unicelular y vegetal.
dé fruto según su género, que su semilla esté en
él, sobre la tierra. Y fue así…” Génesis 1_7-13
“Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión
de los cielos para separar el día de la noche; … E
hizo Dios las dos grandes lumbreras…” Génesis Despeje de la nube de gas y polvo cósmico en el
1:14-19 4
sistema solar.
[“hizo” en hebreo es ‘asah, que significa hacer de
lo que ya hay, manifestó o mostró]
En el registro fósil primero aparecen las criaturas
“Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y
marinas más simples, seguida de un aumento en la
aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta 5
complejidad en los mismos, seguido de insectos,
expansión de los cielos…” Génesis 1:20-23
anfibios, reptiles, dinosaurios y finalmente aves.
“Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes Animales con los que nos encontramos más
según su género, bestias y serpientes y animales familiarizados actualmente, además de las plantas.
de la tierra según su especie. Y fue así...” Géneris Registro fósil más reciente. Aparición de primeros
1:24-25 homínidos.
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“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;
y señoree en los peces del mar, en las aves de los
Aparición del homo sapiens.
cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo
animal que se arrastra sobre la tierra...” Génesis
1:26-31

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Referencias
Archer, G. (1981). Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento. Chicago, Illinois: Editorial
Portavoz.
Cruz, A. (2004). La ciencia ¿encuentra a Dios?. España: Editorial Clie.
Fee, G., Stuart, D. (2007). Lectura eficaz de la Biblia. Miami, Florida: Editorial Vida.
Leys, L. (2011). 101 preguntas difíciles 101 respuestas directas. Miami, Florida: Editorial Vida.

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