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HERBERT MARCUSE

“EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL”


INTRODUCCIÓN
Las capacidades intelectuales y materiales de las SIA actuales son mayores que nunca, lo que significa que la amplitud de
la dominación de la sociedad sobre el individuo es mayor que nunca”.

La tarea crítica entonces consiste en una teoría crítica de la sociedad contemporánea que analice a la sociedad a la luz de las
capacidades potenciales para mejorar la condición humana.

Esa teoría crítica parte de dos juicios de valor:

1) Que la vida humana merece vivirse dignamente. Es un A PRIORI de la teoría cuyo rechazo implica el rechazo de la
teoría misma
2) Que las SIA poseen recursos para mejorar la vida humana.

La teoría crítica de la sociedad, es histórica y parte de la idea de que la historia es “el reino de la posibilidad en el reino de
la necesidad”. En un primer momento, realiza una abstracción de donde empíricamente deduce el estado actual del
desarrollo y organización de las SIA y a partir de allí, se pregunta por sus resultados. La respuesta que obtiene es que las
posibilidades una mejor vida humana están negadas y detenidas en una instancia de afirmación unidimensional.

“Esta contención del cambio social es quizás el logro más singular de la SIA” (p.22)

A esas preguntas, aparece la evidencia de que

“El progreso técnico, extendido hasta ser todo un sistema de dominación y coordinación, crea formas de vida (y de
poder) que parecen reconciliar las fuerzas que se oponen al sistema y derrotar toda protesta (…) La sociedad
contemporánea parece ser capaz de contener el cambio social, un cambio cualitativo que establecería instituciones
esencialmente diferentes, una nueva dirección del proceso productivo, nuevas formas de existencia humana”. (p.22)

¿DÓNDE ESTÁN LOS ACTORES DEL CAMBIO SOCIAL EN LAS SIA?

No aparecen. Hay una distancia entre la teoría propuesta y la práctica concreta que alarma. Aún así, el hecho no refuta a la
teoría crítica, que considera más urgente que nunca ese cambio.

¿EN BENEFICIO DE QUIÉNES? De cada uno de los miembros de la sociedad, que viven en permanente peligro de aniquilación,
al interior de la irracionalidad de una sociedad “racional” que implica haber conquistado la Naturaleza, la voluntad y el
pensamiento de los individuos.

La misma teoría crítica necesita ir en busca de nuevos conceptos, ya que las categorías “negativas y oposicionales”
propias del siglo 19, tales como sociedad vs. Estado, proletariado vs. Burguesía, individuo, privado, familia, han sido
resignificadas y absorbidas por el sistema capitalista contemporáneo, perdiendo su connotación crítica.

El libro oscila entre dos tesis que viven una al lado de la otra, una dentro de la otra:

1) Las SIA poseen la capacidad de reprimir y reabsorber las fuerzas del cambio. Esta instancia es la que Marcuse
dice que hoy domina. (p.25)

2) Estas fuerzas del cambio están presentes y pueden manifestarse para provocar un estallido. Marcuse dirá que
quizás un accidente pueda provocar el cambio, pero si no se toma conciencia de la situación que provocan las
SIA, ni siquiera una catástrofe podría provocar ese cambio. (p. 25)
LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS:

Son sociedades totalitarias, que no necesitan de la fuerza para expresar su totalitarismo: las fuerzas de producción,
distribución y desarrollo tecnológico de las mercancías determinan A PRIORI las necesidades de los individuos, sus
aspiraciones individuales, sus prácticas/modos de uso, como así también crean alrededor de esas mercancías un universo de
modalidades vinculares entre individuos (afectivas/instrumentales/solidarias/competitivas, etc.) como así también de
pensamientos y prácticas ajustados a una escala de valores que responde a las necesidades e intereses del sistema de
producción, que está en manos de solo un sector de la población (burguesía). De este modo se somete racional y
tecnológicamente a los individuos, acallando y reprimiendo su sentido crítico, para lograr el dominio instrumental de la
Naturaleza y de los hombres (Marcuse alude al “behaviorismo” y “positivismo” que mutila todas las dimensiones de la Razón,
para reducirla a una unidimensional Razón de medios/fines)

LA TECNOLOGÍA:

Marcuse dice que la Tecnología no es neutral al interior de este tipo de sociedades Totalitarias ya que no puede escapar al uso
que se hace de ella. Los centros de decisión prevén alternativas posibles dentro de “proyectos de sociedades” diferentes
unos de otros, y elegir un proyecto determinado, implica la organización y el uso de la Tecnología para lograr determinados
objetivos y metas a mediano y largo plazo, que se han previsto con anticipación.
NUEVAS FORMAS DE CONTROL
Para Marcuse, la capacidad crítica de los individuos está desapareciendo: las SIA están reduciendo a debatir dentro de los
márgenes de lo que el sistema establece.

La SIA (sociedad industrial avanzada) impone una racionalidad tencnológica que es TOTALITARIA: no vía terrorismo
político, sino por una organización técnico-económica que manipula necesidades y configura subjetividades, anulando el
poder crítico de los individuos.

El poder político hace de la máquina y la tecnología su instrumento más efectivo, y esta máquina es trabajo y poder del
hombre almacenado y proyectado.

La Teoría crítica propone ir en busca de una “libertad virgen” más allá de las necesidades vitales, en donde el individuo
tendría autonomía y control sobre su vida (al estilo del trabajo no alienado). La SIA ha llegado a una etapa en donde las
libertades están preparadas para ser resignificadas de acuerdo con las capacidades de la SIA:

1) Libertad económica  libertad de estar controlados por fuerzas y relaciones económicas


2) Libertad política  liberarse de un modelo en donde no ejercen un control efectivo
3) Libertad intelectual  liberarse del adoctrinamiento de masas, restaurar el pensamiento individual.

Esto no es utópico: solo demuestra el grado de las fuerzas que impiden su realización.

MARCUSE Y LAS NECESIDADES HUMANAS:

cuando no son biológicas siempre son precondicionadas, se aceptan como deseables o no de acuerdo con las instituciones
e intereses predominantes en una sociedad. Las necesidades humanas son históricas.

Hay necesidades Falsas y Verdaderas: falsas cuando se le imponen al individuo, determinadas por poderes externos sobre
los que el individuo no posee ningún control. Provocan “la euforia en la infelicidad”: consumir de acuerdo con los anuncios,
amar y odiar lo que otros odian, la necesidad de un trabajo embrutecedor aún cuando ha dejado de ser una verdadera
necesidad, modos de consumo y descanso que prolongan el embrutecimiento, elección entre marcas de lo mismo.

“no importa hasta qué punto se hayan convertido en algo propio del individuo, reproducidas y fortificadas… o se identifique con
ellas” Siguen siendo producto de intereses dominantes, no propios”

Las necesidades Verdaderas son las vitales: alimento, vestido y habitación de acuerdo con el nivel de la cultura al alcance.
Son la base para el desarrollo de TODAS las necesidades.

Más allá de las vitales, decidir cuáles son las prioridades de las necesidades, cuáles verdaderas y cuáles falsas, pueden ser
resueltas por los individuos siempre y cuando tengan libertad para dar su PROPIA respuesta. Mientras sean
adoctrinados y manipulados su respuesta NO puede considerarse como PROPIA. De igual manera ningún tribunal puede
decidir cuáles son.

Bajo una SIA que ejerce una Totalidad Represiva, la “libertad” puede convertirse en un poderoso instrumento de
dominación:

“La libre elección entre amos, no suprime ni a los amos ni a los esclavos”

Si jefe y trabajador consumen el mismo canal de tv, si empleada y empleadora pueden comprar el mismo par de zapatos, no
significa que han desaparecido las clases, sino que existen puntos de contacto a nivel de consumo

EL CARÁCTER CONTRADICTORIO DE LAS SIA: LO IRRACIONAL DE LA RACIONALIDAD:

La contradicción al interior de las SIA consiste en que poseen una tendencia hacia la racionalidad tecnológica y un enorme
esfuerzo por contener esa racionalidad al interior del sistema, para que no se desborde y se diluyan las relaciones de
dominación en donde cada vez se organiza más racionalmente el dominio del hombre por el hombre y de la Naturaleza.
LA MÍMESIS, LOS OBJETOS COMO EXTENSIÓN DEL SUJETO, LA TOTALIDAD INDIVIDUO/SIA:

Las SIA transforman al mundo de los objetos en extensión de la mente y el cuerpo. La frontera entre mercancías y sujeto se
borra. Los individuos encuentran su alma en el auto, el equipo de música, un tv. El espacio privado ha sido invadido por la
realidad tecnológica, se desdibuja la posibilidad de una conciencia individual que tenga autonomía de la opinión pública, un
individuo que deja de ser “sí mismo” Se llega a una mímesis en donde el sujeto se identifica a tal punto con las mercancías, los
deseos y los valores de una SIA que tiende a formar una totalidad con ella. (podemos entender esto como la interpelación de
la que habla Althusser)

La producción en masa reclama la vida del individuo en su totalidad. El consumo ya no es parte de una vida, ES la vida del
sujeto al interior del consumo.

LAS CATEGORÍAS DE ALIENAICIÓN E IDEOLOGÍA TRADICIONALES PUESTAS EN TELA DE JUICIO:

Cuando los individuos se identifican con la existencia que LES ES IMPUESTA, esta deja de ser ILUSIÓN, FALSA CONCIENCIA,
para ser REALIDAD. La REALIDAD es un estadío más avanzado que la ALIENACIÓN:

“el sujeto alienado es devorado por su existencia alienada”(p.41)

“los productos adoctrinan y manipulan” (p. 42)

La potencia de las SIA es que su ideología ya es material y parte del mismo proceso industrial y tecnológico de producción,
tanto de mercancías como de ideas, a través de los medios masivos de comunicación: venden hábitos, actitudes, valores,
reacciones emocionales e intelectuales.

“Así surge el modelo de pensamiento y conducta unidimensional en el que las ideas, aspiraciones y objetivos que trascienden
(nota: que “van más allá de”) por su contenido el universo establecido del discurso y de la acción, son rechazados o reducidos a
los términos de este universo”

CRÍTICA AL POSITIVISMO LÓGICO Y SU “RAZÓN INSTRUMENTAL”:

La filosofía subyacente en las SIA es el Positivismo Lógico (empirismo, behaviorismo, lo denomina Marcuse en su texto) que
en filosofía, psicología, sociología y el resto de los campos reduce todo a lo empírico.

“La ofensiva empirista radical (…) proporciona de esta manera la justificación metodológica para que los intelectuales bajan a
la mente de su pedestal: positivismo que, en su negación de los elementos trascendentes de la Razón, forma la réplica
académica de la conducta socialmente requerida” (p.44)

“El “cambio de largo alcance en todos nuestros hábitos de pensar” sirve para coordinar ideas y objetivos con los requeridos por
el sistema predominante” (p. 44)

Esta visión del mundo (“El punto de vista operacional y behaviorista…”) que se deshace de toda reflexión metafísica se
convierte en un modo de ver el universo que opera en interés del sistema y en contra de la liberación del resto de las
dimensiones del pensamiento.

EL CONCEPTO DE PROGRESO NO ES NEUTRAL:

posee fines, y esos fines consisten en mejorar la condición humana. La SIA necesita una subversión radical de su
organización cuando sus fuerzas automatizadas permitan satisfacer todas las necesidades vitales (verdaderas) y el
tiempo de trabajo se reduzca al mínimo (Marx, abolición del trabajo), dejando de ser un proceso de dominación y
explotación.

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