El universo tiene aproximadamente unos quince mil millones de años. La teoría más aceptada es que se formó a partir de un núcleo de materia inicial que explosionó, expandiéndose desde un punto central. El instante inicial se conoce como “La gran explosión” (Big Bang en inglés) y a partir de él se creó el espacio y el tiempo. La teoría del Big Bang supone que toda la materia y el espacio estaban comprimidos en un único punto, a una temperatura y presión altísimas. Inmediatamente después del momento de la “explosión”, cada partícula de materia comenzó a alejarse muy rápidamente una de otra, de la misma manera que al inflar un globo éste va ocupando más espacio expandiendo su superficie. Un instante después de la gran explosión se formaron hidrógeno y helio, que son los elementos más comunes que hay en el Universo y de los que están compuestas principalmente las estrellas. La materia súper caliente se fue expandiendo y enfriando, formándose las estrellas, galaxias, etc. Para llegar a la explicación del Big Bang, muchos científicos, con diversos estudios, han ido construyendo el camino que lleva al génesis de esta explicación. La expansión constante de los cuerpos celestes, alejándose de un supuesto punto central, fue la primera observación que hizo sospechar el origen en una gran explosión. Los trabajos de Alexander Friedman, del año 1922, y de Georges Lemaïtre, de 1927, demostraron que el universo estaba en movimiento constante. Poco después, en 1929, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble (1889-1953) descubrió galaxias más allá de la Vía Láctea que se alejaban de nosotros, como si el Universo se expandiera constantemente. En 1948, el físico estadounidense, George Gamow (1904-1968) planteó que el Universo se creó a partir de una gran explosión (Big Bang). Recientemente, ingenios espaciales puestos en órbita como el satélite norteamericano COBE (Cosmic Bakground Explorer) han conseguido ver pruebas de la gigantesca explosión.
Existen diversas teorías para explicar el fin del
universo. Dependiendo de la cantidad de materia en él, puede crecer infinitamente o frenar su expansión lentamente, hasta producirse una contracción universal conocida como el “Big Crunch” o Gran Colapso. En cuanto a la formación del Sol y el Sistema Solar, una nube de polvo y gas que había permanecido fría en el espacio durante millones de años y se había enriquecido con materiales pesados procedentes de estrellas que explotaban al morir (supernovas) comenzó a colapsar debido a la atracción de la gravedad. Esto hizo que comenzase a girar sobre si misma agrupándose sus partículas en el centro. Éste fue elevando su temperatura y presión hasta llegar a unos valores para los cuales se inician las reacciones termonucleares del Sol.