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com/Insurgencia
Maurice Godelier
Antropologa y economa
EDITORIAL ANAGRAMA
BARCELONA
http://www.scribd.com/Insurgencia
êNDICE
Ttulo de la edicin original:
Un dmaine contest: l«anthropologie conomique
© cole Platique des Hautes tudes (VI Section) y Mouton & Co.
Pars, 1974
Traduccin:
Jordi Marf (pr logo y texto de Bcher), Pedro Scarn (texto de Marx,
Ed. Siglo XXI), Antonio Desmonts (textos de Maine, Malinowski, Bur-
ling, LeCIair Jr., Polanyi, Dalton, Kaplan), Ed. Ayuso s. n. (texto de
Morgan), Francisco Payarols (texto de Sahlins, Ed. Labor), J. Ed uardo Prlogo
Cirlot (texto de Wolf, Ed. Labor), Oriol Roman (texto de Godelier) Un terreno discutido: la antropologa econmica . . . . 9
Henry S. Maine
Los efectos de la observacin de la India en el pensamiento
europeo moderno............................................................... 54
Lewis H. Morgan
Desenvolvimiento del concepto de propiedad . . . . . 61
SEGUNDA PARTE
RUPTURAS Y CONTROVERS IAS
Un evolucionismo empobrecido:
© EDITORIAL ANAGRAMA
Calle de la Cruz, 44 Karl Bcher
Barcelona-17
Estadios de la evolucin econmica (1893)............................... 85
ISBN 84- 3 3 9 -0 6 0 6 -2 Depsito
Legal: B. 11133 -1976
De la encuesta sobre el terreno a la ruptura con el evolucionismo:
Printed in Spain
Bronislaw Malinowski
Grficas Diamante, Zamora, 83. Barcelona-5
La economa primitiva de los isleos de Trobriand . . . 87
PRîLOGO
El enfoque formalista:
UN TERRENO DISCUTIDO: LA ANTROPOLOGêA ECONîMICA
Robbins Burling
Teoras de maximizacin y el estudio de la antropologa eco
nmica ................................................................................. 101
Edward E. Leclair, Jr.
Teora econmica y antropologa econmica....................125
El enfoque substantivista:
Karl Polanyi
El sistema econmico como proceso institucionalizado . . 155
George Dalton
Teora econmica y sociedad primitiva ...................................... 179
En la actualidad resulta evidente que los pioneros de la histo-
David Kaplan ria econmica medieval se han visto a menudo arrastrados de
La controversia formalistas -substantivistas de la antropologa forma involuntaria, a sobrestimar la importancia del comercio
econmica: reflexiones sobre sus amplias implicaciones . 208 y la moneda. La tarea ms necesaria Ñy, sin duda, tambin la
ms difcilÑ consiste en definir lo que en dicha civilizacin fue-
ron, realmente, las bases y los motores de la economa. Para
ÀNeo-evolucionismo o marxismo? poder encontrar esa definicin, las reflexiones de los economis-
tas contemporneos resultan, de hecho, menos tiles que las de
Marshall Sahlins los etnlogos.
Economa tribal................................ ................................ ........ 233 Georges DUBY
Guerriers et paysans, 1973, pg. 12.
Eric Wolf
El campesinado y sus problemas ................................ ........ 260
Lo que se denomina desarrollo histrico se basa, a fin de
cuentas, en el hecho de que la ltima forma de sociedad consi-
TERCERA PARTE dera a las formas anteriores como etapas que conducen a su
propio grado de desarrollo y, como esa sociedad es muy poco
ANTROPOLOGêA Y ECONOMêA: UN BALANCE CRITICO capaz, y ello adems en unas condiciones perfectamente deter-
minadas, de llevar a cabo su propia crtica [...] esa sociedad
Maurice Godelier las concibe siempre bajo un aspecto unilateral.
Antropologa y economa. ÀEs posible la antropologa eco Karl MARX
nmica? .............................................................................. 279 Introduccin a la Contribucin a la crtica de la
economa poltica, 29 de agosto de 1857.
Bibliografa............................................................................... 335
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empricas, preceptos normativos o mximas heursticas. Pero de esto
nos ocuparemos ms adelante.
DAVID KAPLAN El estmulo inmediato para escribir este artculo ha procedido de
LA CONTROVERSIA FORMALISTAS-SUBSTANTIVISTAS mi lectura de la reciente aportacin de Cook al debate formal-subs -
DE LA ANTROPOLOGêA ECONîMICA: tantivo (1966a) y de una exposicin de Nash en la que felicitaba tanto
a Cook como a otros de sus colegas antroplogos por la habilidad con
REFLEXIONES SOBRE SUS AMPLIAS IMPLICACIONES 1 que haban planteado la falacia de la posicin substantivista y haban
resuelto la controversia. En palabras de Nash (1967: 250):
Las palabras malgastadas en este debate no agregan nada a su
peso intelectual. Desde el principio, los substantivistas (ejempli-
ficados por las justamente famosas obras de Polanyi y otros)
estaban heroicamente embrollados y equivocados. El que en el
breve espacio de seis aos hayamos podido descubrir con exac-
titud dnde estaba el error, constituye un tributo a la madurez
de la antropologa econmica. El artculo escrito por Cook cuan-
do era estudiante, resuelve claramente la controversia.
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implicaciones ms amplias, en su vehemencia por demoler la tesis Antes de volver a considerar estos temas, es necesaria una clari-
substantivista se ha ocupado de cierto nmero de temas cruciales de ficacin relativa a la terminologa. Desde la llamada revolucin keyne-
una forma enormemente elptica y muchas veces engaosa. Puesto siana, los economistas han dividido su materia de estudio en dos gran-
que estos temas me afectan, no slo por ser bsicos para todo el des campos analticos: la microeconoma y la macroeconoma. Esta
debate, sino tambin, en un sentido ms amplio, crticos para cierto distincin, en palabras de un reciente manual de economa, adopta la
nmero de problemas generales de la metodologa de las ciencias siguiente forma (Leftwich, 1966: 6-7):
sociales, deseo utilizar el ensayo de Cook como punto de partida para
examinarlos. As pues, aunque las siguientes observaciones estn en La teora de los precios, o microeconoma, se ocupa de las
gran medida redactadas como respuesta a Cook, este artculo tiene actividades econmicas de las unidades econmicas individuales
una finalidad ms amplia. Esencialmente, se trata de un intento de cla - como el consumidor, los propietarios de recursos y las firmas
rificar algunos de los temas metodolgicos y tericos ms amplios comerciales. Se ocupa de la circulacin de bienes y servicios
que estn en j uego en esta discusin. entre las firmas comerciales y los consumidores, la composicin
de la circulacin, y la evolucin o sistema de formacin de pre-
cios de las partes que constituyen esa circulacin. Se ocupa
tambin de la circulacin de recursos productivos (o de sus ser-
I vicios) entre los propietarios de recursos y las firmas comercia-
les, de su valoracin y de su asignacin entre los distintos usos
La crtica radical de Cook a Polanyi y sus partidarios se reduce, posibles. [La macroeconoma o teora de la renta nacional, por
por lo menos tal como yo la entend, a tres puntos principales. otra parte], ... trata del sistema econmico como un todo y no de
En primer lugar, defiende que la Çintransigencia de los substan- las unidades econmicas individuales de que est compuesto.
tivistas en lo referente a la aplicabilidad intercultural de la teora eco- Los bienes y servicios concretos que componen la circulacin
nmica formal es un subproducto de una ideologa romntica enrai- entre las firmas comerciales y los consumidores no forman
zada en la antipata por al economa de mercado y la idealizacin de parte integral del anlisis, ni tampoco los recursos productivos
'los primitivos'È (1966a, pg. 323). Esta idealizacin de la vida econ- de los individuos ni los servicios que circulan entre los propieta-
mica primitiva adopta la forma de resaltar el altruismo y la solidari- rios de recursos y las firmas comerciales. El valor de la circu-
dad de tal vida, al mismo tiempo que subvalora Ñ o descarta por lacin global de bienes (producto nacional bruto) y el valor glo-
completoÑ el conflicto y el inters individual que con frecuencia la bal de la circulacin de recursos (renta nacional) ocupa el centro
caracteriza. Esta ideologa romntica, antimercado, tambin lleva a los de atencin. Las cifras de ndices de precios o los conceptos del
substantivistas a rechazar la aplicabilidad intercultural de la teora nivel general de precios sustituyen a los precios individuales
econmica formal sin concederle un justo juicio emprico. de la microeconoma.
En segundo lugar, Cook acusa a los substantivistas de haber
malentendido burdamente la naturaleza de la lgica de la explica- Ahora bien, en principio debera ser posible deducir las proposi-
cin cientfica en general y de la teora econmica formal en particu- ciones de la macroeconoma de las proposiciones y axiomas bsi-
lar. De este modo Çlas conclusiones extremas [de los substantivistas] cos de la microeconoma. Pero no lo es, en gran medida debido a que
proceden de una lgica falaz, el pseudoinduccionismo, y en ltimo la microeconoma es formal y deductiva, mientras que la macroecono-
trmino son reducibles al estatus de proposiciones metafsicas (es ma es predominantemente emprica e inductiva. La ausencia de rela-
decir, inverificables)È (Cook, 1966a: 336), cin lgica entre las teoras macro y microeconmicas ha sido obser-
Por ltimo, Cook encuentra que la tesis substantivista resulta vada por Grunberg (1967: 23):
bastante anticuada:
Las macrohiptesis behavioristas que se ocupan de los fen-
...dado el hecho de que las economas de subsistencia sin mer- menos observables resultantes de las acciones de gran nmero
cado estn desapareciendo rpidamente en cuanto entidades de agentes econmicos, deberan ser reducibles a, y deducibles
etnogrficas, siendo desplazadas por economas campesinas y de de, la microteora que se propone ocuparse del comportamiento
transicin influidas o dominadas por el mercado, parece bastante econmico a nivel molecular. Hasta el momento, sin embargo,
inoportuno persistir... en urdir tortuosos argumentos en defensa no existe tal relacin entre macro y microteora. Las funciones
de una teora que fue diseada especficamente para el anlisis del consumo no pueden deducirse de la microteora de la de-
de estos tipos moribundos de economas (es decir, la teora eco- manda del consumidor ni pueden deducirse las funciones de la
nmica substantiva) (Cook, 1966a: 325), inversin de la teora de la empresa. En realidad, la no confir-
macin de partes de la microteora o el reconocimiento de que
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son vacas, no necesariamente tiene ningn efecto sobre las hip- a soste ner determinadas ideas, son lgicamente irrelevantes para
tesis relativas al comportamiento colectivo. Esto es as porque una estimacin crtica de la validez de tales ideas. En otras palabras,
las hiptesis behavioristas macroeconmicas son generalizacio- demostrar la condicin de la ÇmentalidadÈ de Polanyi no puede
nes inductivas. Si bien la macroteora est l gicamente menos servir de sustitutivo de un anlisis lgico de los mritos teric o s
desarrollada y es estticamente menos satisfactoria que la micro - y empricos de las proposiciones que sugiere en sus escritos. Tambin
teora, tiene mucho ms contenido emprico [subrayado del fue Schumpeter quien escribi (1965: 111-112):
original].
Es grande la tentacin de aprovechar la posibilidad de desha-
De hecho, la cada vez mayor divergencia de la macroeconoma de los cerse de un golpe de toda la masa de proposiciones que a uno
supuestos bsicos de la microeconoma ha llevado a un economista no le gustan. Este expediente es sin duda muy eficaz, como efi-
(Buchanan, 1966: 169) a observar: ÇCada vez se hace ms difcil para caces son los ataques contra las motivaciones personales del opo -
quienes se especializan en macroeconoma comunicarse con quienes nente. Pero lgicamente es inadmisible. Como ya se ha sealado,
parten de la base tradicionalÈ. Si hay que juzgar por los conceptos la exploracin, por correcta que sea, de las razones de por qu
que han sido ms discutidos en el debate antropolgico (por ejemplo, un individuo dice lo que dice no nos dice nada sobre si lo dicho
ÇescasezÈ, ÇeconomizarÈ, ÇmaximizacinÈ), es evidente que cuando es verdadero o falso. De forma similar, las exposiciones que pro-
los antroplogos hablan de teora econmica formal tienen presente ceden de los antecedentes ideolgicos resultan sospechosas, pero
esta base tradicional (es decir, la microeconoma). De forma similar, pueden seguir siendo perfectamente vlidas. Tanto Galileo como
cuando utilizo la expresin Çteora econmica formalÈ, me refiero sus oponentes pueden haber sido influidos por ideologas. Esto
fundamentalmente a los postulados y proposiciones bsicos de la no nos impide decir que l tena ÇraznÈ.
microeconoma,
El alegato de Cook de que la Çmentalidad antimercadoÈ de los
substantivistas distorsiona o falsifica los hechos de la vida econmica
II primitiva es una acusacin m s seria; es decir, lo sera en el caso de
ser cierto. En este punto, creo, Cook simplemente ha malinterpre -
ÀCmo pueden las ciencias sociales confiar en alcanzar un cono- tado a los substantivistas. Escribe (1966a; 327-328):
cimiento objetivo de las cuestiones socioculturales cuando sus eje -
cutores son idelogos y cuando, por tanto, la tendenciosidad ideo - Implcito en los escritos de Polanyi, e inevitablemente adoptado
lgica puede introducirse en la investigacin de los fenmenos socio- por otros autores substantivis tas, hay un modelo utpico de la
culturales? Este es un viejo problema de las ciencias sociales, que sociedad primitiva que minimiza el rol del conflicto, emparejado
siempre ha preocupado (vase Walter, 1967). Cook lo plantea una vez con un modelo del hombre que resalta las propensiones innatas
ms, si bien de forma indirecta. Pues, al intentar vincular la Çmenta- y cooperativas [subrayado mo] mientras que concede poca
lidad antimercadoÈ con la postura substantivista, sin duda, lo que importancia al inters individual, la agresividad y la competi-
pretende es plantear dudas sobre la ÇneutralidadÈ y ÇobjetividadÈ tividad... Polanyi considera que todo el comportamiento humano
de esa postura. La cita de Schumpeter que precede a su ensayo, lo anterior a la institucionalizacin de la economa de mercado
deja bastante en claro. ÇautorreguladoÈ en el siglo XIX, o externo al contexto de la econo-
La manera de concebir este problema depende del significado que ma de mercado en la sociedad primitiva, carece de la bsqueda
se asigne al concepto de objetividad. Por ejemplo, si se hace equi- del inters personal y es inherentemente altruista... [subra-
valer objetividad a descripcin o tratamiento exhaustivo y global de yado mo].
un acontecimiento (no estoy seguro de si Cook subscribira o no esta
opinin), entonces el concepto ya no tiene ningn significado claro, El modelo de Polanyi de la sociedad primitiva se basa en dos
puesto que en algn sentido ltimo cada acontecimiento del universo principios de comportamiento [subrayado mo], la reciprocidad
tiene un indefinido nmero de aspectos, incluyendo sus relaciones y la redistribucin, que l coloca ordenando los procesos de
con todos los dems acontecimientos del universo. Como nos han produccin y distribucin de las economas primitivas.
recordado repetidas veces los filsofos de la ciencia, todo conoci- Ahora bien, en el mismo corazn de la economa formal se halla
miento sistemtico est selectivamente generado en funcin de algn el postulado de la racionalidad econmica o economizacin. De
punto de vista o inters terico, uno de cuyos componentes fundamen -
tales, especialmente entre los cientficos sociales, puede ser la ideolo- acuerdo con este postulado, la limitacin universal de los medios con
ga. Pero, si bien las investigaciones en las fuentes del conocimiento respecto a los fines da lugar a una situacin en la que deben adop-
acadmico pueden arrojar luz sobre las motivaciones que le conducen tarse decisiones deliberadas sobre cmo pueden asignarse ptima-
m e n t e l o s r e c u r s o s e s c a s o s a l o s d i s t i n t o s fines. De este modo, el
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problema econmico se define como un problema de asignaciones, que podra parecer que nuestras formas de integracin simple-
y la teora que pretende iluminar este problema es, esencialmente, mente reflejaran agregados de las respectivas formas de com-
un conjunto de proposiciones formales sobre la Çlgica de la elec- portamiento individual... Para mayor seguridad, insistimos en
cinÈ. Las unidades bsicas del anlisis son los individuos racionales que el efecto ntegrador estaba condicionado por la presencia
y autnomos. Sin embargo, tan importante como conocer lo que de pautas estructurales concretas, tales como ordenamientos
incluye la teora es conocer lo que excluye. El contexto social de la asimtricos, puntos centrales y sistema de mercado, respectiva-
eleccin, por ejemplo, no forma parte del anlisis de la economa mente. Pero Àpueden aceptarse estas estructuras como variables
formal. Las instituciones econmicas se consideran epifenmenos de independientes? ÀO ms bien representan, simplemente, una
la interaccin entre los agentes econmicos racionales o bien, lo que forma de la misma pauta de comportamiento personal cuyos
es ms normal, se reservan para el mundo inferior de los ceteris ltimos efectos se supone que condicionan? El hecho significa-
paribus 3 . tivo es que n o .
Ms adelante agregar algo sobre la estructura lgica de la teora Los simples agregados del comportamiento personal en cues-
econmica formal. La breve exposicin anterior se ha introducido tin no dan lugar a tales pautas estructurales. Recprocamente,
en este punto porque Cook parece situar sus crticas a Polanyi, por el comportamiento entre los individuos, por ejemplo, slo inte-
romantizar la ÇnaturalezaÈ del hombre primitivo, al nivel de la pers- gra el sistema econmico si estn dadas las estructuras simtri-
pectiva metodolgica de la economa convencional. Pero las censuras camente organizadas, como por ejemplo un sistema simtrico de
de Cook estn mal enfocadas. Polanyi no se ocupa de las propensio nes grupos de parentesco. Sin embargo, en la realidad, el sistema
econmicas ÇinnatasÈ ni, para lo que importa, en absoluto del
comportamiento de los individuos en tanto que individuos en general. de parentesco no nace a consecuencia del comportamiento in-
dividual recproco a nivel personal. De manera similar, con res-
Lo que le importa es el comportamiento institucionalizado. Afirma
explcitamente que el hombre, cuando se considera dentro de la colec- p e c t o a l a r e d i s t r i b u c i n , s t a p r e s u p o n e l a p r e s e nc i a d e u n
tividad, es muy similar en todas las pocas y lugares, es decir, que centro distribuidor en la comunidad, y sin embargo la organiza-
los pueblos primitivos no son ÇinnatamenteÈ ni ms ni menos altruis - cin y validacin de tal centro no se produce simplemente como
tas o egocntricos que las personas de las economas con organiza- resultado de actos frecuentes de comparticin o distribucin
cin de mercado (vase Polanyi, 1947: 112). No obstante, las pautas entre los individuos. Por ltimo, lo mismo es cierto para el sis -
de la motivacin econmica difieren de una sociedad a otra, y stas tema de mercado. Los actos de intercambio o trueque a nivel
no reflejan la interaccin social de los individuos racionales y aut- personal slo forman precios si ocurren en un sistema de merca-
nomos, sino de los distintos rdenes institucionales. En resumen, d o s c r e a d o r e s d e p recios, institucin que en ninguna parte se
exis te una diferencia fundamental metodolgica as como terica ha creado por el mero azar de los actos de intercambio [subra-
entre los substantivistas y los partidarios de los dogmas bsicos de yado en el original].
la economa formal (vase Pearson 1957), diferencia que est en
funcin de si el mayor peso causal se pone en los actores individuales Una de las implicaciones de la postura metodolgica de Polanyi
o en las instituciones. Polanyi no deja lugar a dudas sobre su postura es que el. postulado de la Çracionalidad econmicaÈ o Çeconomiza-
en esta controversia (1959: 169-170): cinÈ no se considera un aspecto o componente universal del com-
portamiento humano, sino ms bien una determinada clase de compor-
Los trminos reciprocidad, redistribucin e intercambio, con tamiento institucionalizado. Subyacentes a este postulado se encuen-
los que denominamos a nuestras formas de integracin, tambin tran cierto nmero de supuestos tcitos que pueden ser o no ser
se emplean de forma vaga para indicar relaciones personales. As empricamente ciertos; por tanto, la presencia o no presencia de eco-
nomizacin en un sistema concreto se convierte tambin en un pro-
3. Sobre la naturaleza subinstitucional de la teora econmica convencional, Gordon
blema emprico. Este postulado supone, por ejemplo, que toda accin
afirma (1964: 136): "En un sentido importante, sin embargo, el ncleo central de la teora econmica va precedida de la adopcin de una decisin deliberada y
econmica se ocupa de 'lo no institucional' al igual que en los das de Veblen. Foundations consciente, ms que guiada, pongamos, por los procedimientos em-
de Samuelson o Value and Capital de Hicks se desenvuelven en un vaco institucional mucho
mayor que Principles de Marshall. Los economistas de tendencia teorizante, con algunas pricos habituales (vase Katona, 1964), Todava ms importante, sin
excepciones, no se aplican propiamente al estudio de los dispositivos institucionales ni del embargo, son los supuestos implcitos en la especial relacin medios-
desarrollo institucional. A pesar de algunos nuevos desarrollos de la teora de la empresa
y del comportamiento del mercado, la microteora todava se refiere fundamentalmente al
fines que constituye el ncleo del comportamiento economizador: los
tipo de 'economa del equilibrio' que tan severamente critic Veblen". Y con respecto a la supuestos de que los fines son ilimitados y realmente alternativos,
que sin duda es la introduccin ms ampliamente leda a la economa en los tiempos moder- y que los medios son normales y escasos (para un buen tratamiento
nos, Foundations of Economic Analysis de Paul Samuelson, Heilbroner (1966: 275, nota a pie
de pgina 7) seala que: "A pesar de su ttulo, este libro trata ms de las condiciones y las de estos temas, vase Diesing, 1962, cap. 2; tambin Diesing, 1950, de
consecuencias de un modelo econmico 'dado' que de establecer las races de ese modelo donde se han tomado libremente las observaciones que siguen). Los
en el mundo real".
fines son alternativos cuando la consecucin de un fin implica el sacri-
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ficio de algn otro; el sacrificio de un fin es necesario para conse- La afirmacin de que los principios bsicos de la economa
guir otro cuando ambos dependen de medios comunes y escasos. Para son universalmente vlidos, slo puede ser verdad en lo que se
que los fines sean alternativos, tambin es necesario que exista alguna refiere a su forma . El contenido, sin embargo, est determinado
escala comn reconocida de valoracin relativa, como el dinero o la por el marco institucional. Y sin este contenido institucional, los
hora de trabajo, en funcin de la cual puedan compararse los fines. principios no son ms que Çcajas vacasÈ de las que slo pueden
Sin tal escala comn de valores, los fines no pueden ser sometidos a sacarse generalidades vacas. Esto no significa que la teora
decisiones economizadoras, puesto que no hay forma de decir qu clsica opere con Çcajas vacasÈ. Por el contrario, como hemos
combinacin de fines rendir el mximo beneficio. Finalmente, la visto, tales cajas estn llenas del contenido institucional desti-
alternatividad de los fines implica que estos fines son ilimitados en nado por las pautas culturales de la sociedad capitalista [subra-
el sentido de que no estn sometidos a los frenos culturales y estn yado del original].
colocados en la misma escala de la racionalidad econmica.
Los medios se convierten en comunes cuando son moralmente En definitiva, pues, la cuestin ms adecuada a plantearse es si
neutrales para los distintos fines, es decir, cuando no existen condi- Polanyi ha romantizado el Çentramado institucionalÈ de la vida pri-
ciones institucionales o psicolgicas que liguen los medios a un deter- mitiva ms bien que la Çnaturaleza del hombre primitivoÈ; o, ms
minado fin o prohiban su utilizacin para otro fin, de tal forma que exactamente, puesto que Polanyi no era antroplogo y se limitaba
puedan ser destinados con igual eficacia a cualquiera de los fines a utilizar los descubrimientos empricos de los antroplogos, si la
que produzcan los mximos beneficios. Y, por supuesto, cuanto antropologa como disciplina ha romantizado las instituciones eco-
ms ilimitados se c onciban los fines, ms escasos resultarn los nmicas primitivas. Pero sta es una acusacin completamente dis -
medios4 . tinta de la lanzada por Cook.
Los supuestos antes esbozados implican un marco institucional
muy concreto, en ausencia del cual uno no puede comportarse de
forma econmicamente racional, aun cuando lo pretenda. Y que tal III
marco exista o no exista en una determinada sociedad es un problema
para la investigacin emprica. ste es el significado de la exposi- La afirmacin de Cook de que los substantivistas han prejuzgado
cin de Polanyi, que Cook rechaza altivamente como ÇacrobaciasÈ la teora e conmica y nunca se han esforzado seriamente por apli-
verbales (1966a: 333): carla a las economas que no son de mercado es tambin muy injusta.
Para empezar, hasta que se clarifique cierto nmero de problemas
Si bien las reglas que determinan tales actividades (ahorra - metodolgicos y conceptuales, es difcil saber con exactitud cules
doras) son universales, la medida en que las reglas son aplicables son los datos empricos relevantes, de tal modo que casi es imposible
a un determinado sistema econmico depende de si el sistema decidir qu puede entenderse como ejemplo de la ÇaplicabilidadÈ
econmico consiste, en realidad, en una serie de tales activi- de la teora econmica y qu no. Cuando dos grupos de reputados
dades o no. estudiosos observan un conjunto de datos, y uno sostiene qu e deter-
minados conceptos y proposiciones son aplicables y el otro niega
Comprese esta afirmacin con la observacin del conocido eco- absolutamente tal posibilidad, evidentemente hay algo que est mal.
nomista Georgescu Roegen (1966: 109-110): Opino que e! problema surge de las enormes dificultades que conlleva
intentar confirmar o rechazar la teora econmica en cualquier siste-
4. Los antroplogos han gastado mucho tiempo en discutir sobre si el "postulado de la ma econmico, tanto si es de mercado como si no lo es (vase Grun-
escasez" es o no universalmente aplicable. A pesar de las definiciones de ritual que habi- berg, 1957). Cook no slo no consigue comprender estas dificultades,
tualmente se encuentran en el primer captulo de los manuales (es decir, que las necesi- sino que nos deja con la impresin de que no existen. En gran parte,
dades del hombre, en conjunto, para todos los propsitos prcticos, son ilimitadas y, por
tanto, los medios para satisfacer estas necesidades son escasos) est bastante claro que la las dificultades nacen de la estructura lgica de la propia teora
definicin "operativa" de la escasez, para el economista, es el precio. "La prueba de la esca- econmica formal.
sez es el precio. Slo los bienes que no son escasos, como el aire, no imponen un precio"
(Watson 1963: 4). Por ltimo, Diesing (1962: 18} seala que la "escasez" tiene una gran compo- El mundo tal como lo describe la economa al uso es un mundo
nente cultural: "El grado de escasez presente en una sociedad est culturamente determinado enormemente ÇidealizadoÈ. Es un mundo donde los individuos actan
en parte, puesto que los fines, es decir, los niveles de deseo o de aspiracin, estn cultural con total informacin y previsin; donde toda accin procede de
y psicolgicamente determinados. Cuando el nivel de la aspiracin se eleva, a consecuencia de
los cambios dentro de la cultura, la escasez aumenta incluso en el caso de que tambin se decisiones econmicamente racionales y est dirigida hacia fines que
eleven los niveles de los recursos. De este modo, en la sociedad de la abundancia, con siempre son maximizados; donde no existen limitaciones culturales
muchos recursos, la escasez podra ser un problema ms serio que en una sociedad pobre, si
las exigencias de las metas han aumentado con mayor velocidad que los recursos. De ni sociolgicas al traducir la decisin en accin inmediata; y donde
hecho, puede concebirse una sociedad pobre casi sin problema de escasez, en el sentido de todos los individuos hacen elecciones y actan con completa ni de-
que los fines culturalmente determinados estaran relativamente satisfechos con los modos pendencia unos de otros. Dentro de este mundo idealizado, los econo-
de produccin y los recursos disponibles".
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mistas han podido moverse con coherencia lgica, certeza deductiva lmiteÈ del comportamiento humano en el mismo sentido en que el
y, muchas veces, con elegancia matemtica. Al responder a las crticas vacio reprsenla una Çcondicin lmiteÈ de determinados fenmenos
de que este mundo idealizado parece tener poca relacin con ningn naturales. Como ya hemos sealado, este postulado no slo presu -
sistema econmico emprico concreto, los economistas han replicado pone que toda acci n es precedida de una situacin de eleccin,
que tal es el sistema de la ciencia. Despus de todo, si se examina sino que tambin presupone que esta eleccin implica un complicado
la ciencia de las ciencias, la fsica, se encuentra que tambin las clculo sobre cmo asignar los medios escasos para obtener un pti-
leyes fsicas estn formuladas en trminos de entidades y condicio - mo entre los distintos fines posibles. Y lo que es ms, presupone
nes muy idealizadas que no tienen ninguna contrapartida exacta en la que los individuos saben cundo tales fines se han llevado a un punto
naturaleza, como es el caso de los puntos de apoyo de la palanca ptimo. Lejos de simplificar el comportamiento econmico, puede
que no roza ni se desgasta de los cuerpos inflexibles o de los cuer- concebirse que tales suposiciones lo complican en determinados
pos que caen en el vaco perfecto. Slo gracias a este proceso de sentidos.
simplificacin e idealizacin de la naturaleza han podido los fsicos La teora que pretende explicar el mundo idealizado del econo-
formular proposiciones tericas de gran alcance y con capacidad mista consiste en un conjunto sumamente formalizado de proposi-
explicativa. As que los economistas se limitan a seguir los proce- siones interrelacionadas. Dado que estas proposiciones contienen
dimientos conceptuales que tanto xito han demostrado tener en referencias a agentes tales como los compradores, los vendedores, los
esta ciencia maestra. Cook presenta la cuestin con esta perspectiva empresarios y similares, uno podra tener la impresin d e q u e s e
(1966a: 336): refiere a los compradores, y vendedores empricos. Sin embargo,
sera un error. Los compradores, vendedores y empresarios a que se
Los economistas, en conjunto, desean sacrificar la realidad al hace referencia en la teora econmica formal son tambin entidades
hacer... supuestos con objeto de beneficiarse heursticamente muy idealizadas, con cualidades que les asignan los axiomas funda-
de su simplicidad. Dado un conjunto de supuestos simples sobre mentales de la teora.
el comportamiento humano, el economista est mejor equipado En la medida en que la teora econmica al uso est formalizada,
para maniobrar dentro del reino del anlisis deductivo. En efec- no contine afirmaciones fcticas de ninguna clase. Tal teora no
to, los postulados simples que ponen en relacin la eleccin puede comprobarse empricamente ni aplicarse hasta que los concep-
de medios y fines (por ejemplo, ÇescasezÈ, ÇeconomizacinÈ, Çma - tos clave reciban u na interpretacin emprica, es decir, hasta que
ximizacinÈ) capacitan al economista para predecir la actividad la teora se haga substantiva. El no conseguir asignar un contenido
econmica de acuerdo con los cnones del razonamiento lgico. ÇsubstantivoÈ a la teora econmica formal ha hecho difcil, y a veces
La fuerza, no la debilidad, de la teora econmica radica en imposible, decidir cundo ciertas de sus proposiciones son aplicables
confiar en tales supuestos simples. y cundo, no, como ha sealado Hempel (1965: 169-170):
Es cierto, desde luego, que si las proposiciones tericas han de En dos aspectos importantes... me parece que las idealizacio-
conseguir algn grado de generalidad, deben modelarse de forma nes de la economa difieren de las idealizaciones de las ciencias
abstracta. Despus de todo, el objetivo de las teoras es explicar la naturales: antes que nada, son idealizaciones intuitivas y no te-
realidad, no duplicarla. Pero las idealizaciones de las ciencias natu- ricas, en el sentido de que los postulados correspondientes no se
rales difieren de las de la economa en varios aspectos cruciales. deducen, como casos especiales, de una teora ms amplia que
En primer lugar, las entidades y las condiciones ideales de un campo abarque tambin los factores no-racionales y no-econmicos
corno el de la fsica representan Çcondiciones lmitesÈ: son concep- que afectan a la conducta humana. Actualmente no se dispone de
tualizaciones de fenmenos en las que simplemente se ignora una ninguna teora apropiada ms general, y por tanto no existen
multitud de factores que complican el asunto (Carney y Scheer 1964: fundamentos tericos para valorar la idealizacin implcita en
439-441). Sin embargo, las leyes que tratan de tales entidades ideales aplicar las construcciones de la economa a las situaciones con-
son leyes empricas; es decir, tales leyes pueden verificarse empri- cretas. Esto nos lleva al segundo punto de la diferencia: no siem-
camente aportando determinados supuestos suplementarios que cu- pre se especifica con claridad la clase de fenmenos concretos
bran el vaco entre el caso ideal y las situaciones concretas, aunque de comportamiento de los que los principios idealizados de la
el ajuste nunca sea perfecto. Las idealizaciones de la economa nunca teora econmica pretenden constituir, por lo menos aproxima -
son Çcondiciones lmitesÈ en este sentido. No slo se caracterizan damente, generalizaciones correctas. Por supuesto, esto complica
por lo que se deja fuera de las conceptualizaciones de los fenmenos el uso explicativo significativo de aquellos principios: un sistema
econmicos, sino tambin, y con la misma importancia, por los su- terico ideal, como de hecho cualquier sistema terico, sea el
puestos adicionales que incluyen. El concepto de racionalidad eco- que sea, puede adoptar la posicin de un aparato explicativo
nmica, por ejemplo, difcilmente puede considerarse una Çcondicin y con capacidad de prediccin si se ha especificado su campo
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de aplicacin. En otras palabras, si los conceptos que lo consti- entre los fines' implcita en el uso del trmino econmico?È Salisbury
tuyen han recibido una interpretacin emprica que de forma responde a su pregunta retrica en el siguiente prrafo (1962: 106):
directa, o cuando menos mediata, los vincule a fenmenos obser-
vables... la aplicabilidad emprica de los principios de un siste- El recurso que se utiliza en todas las actividades es el tiempo
ma econmico ideal precisa de una interpretacin en trminos de los participantes. En todo momento el individuo tiene que
empricos que no convierta a estos principios en analticos; de elegir si participa o no en una situacin donde es apropiada
ah que la interpretacin no deba llegar a la afirmacin de que una determinada actividad. En todo momento el coste de hacer
las proposiciones de la teora se cumplen en todos los casos del una actividad consiste en todas las actividades de otra clase a las
comportamiento econmic amente racional, lo cual sera una que se debe renunciar.
simple tautologa; por el contrario, debe sealar, mediante cri-
terios lgicos independientes de la teora, aquellas clases de La lgica de Salisbury es aqu impecable: si el siane hace una cosa
comportamientos individuales o de grupo a los que se supone en un momento dado, no puede hacer otra al mismo tiempo. Incluso
aplicable la teora. puede haber un elemento de eleccin en la forma en que reparten su
tiempo los siane, aunque Salisbury supone que es as sin demostrarlo
Ms que rechazar la teora econmica formal por razones aprio- empricamente. Pero lo que Salisbury no muestra es si en la sociedad
rsticas, lo que han intentado hacer los substantivistas es dotarla de siane el tiempo est sometido al calculo ÇeconmicoÈ ms all del
un contenido emprico; y han defendido que cuando la teora econ- sentido metafrico. ÀConsideran los siane que el tiempo es una
mica se hace substantiva, su mbito de aplicabilidad parece redu- mercanca? ÀEs el tiempo algo que puede perderse, ahorrarse, gas -
cirse claramente a las sociedades con organizacin de mercado. Cook tarse, desperdiciarse? ÀEs el tiempo dinero? En resumen, Àparticipan
replica que han ignorado la Çcreciente masa de literatura etnogr- los siane conscientemente en el proceso de asignar su tiempo a fines
fica que proporciona amplias pruebas de que los conceptos y mode- en competencia de tal forma que en algn sentido los fines son maxi-
los de la teora econmica son relevantes en el anlisis de diversos mizados? No comprendo cmo podran hacerlo, puesto que Salisbury
tipos de economas sin mercadoÈ (1966a: 336). A juzgar por las obras nos informa de que: ÇEn las sociedades no monetarias no existe tal
que cita Cook, su criterio de la ÇrelevanciaÈ consiste en que cierto medida unitaria del valor en cuyos trminos pueda expresarse el valor
nmero de antroplogos han utilizado distintos conceptos (ÇcapitalÈ, relativo. Mi utilizacin del tiempo como tal medida no corresponde
Çoferta y demandaÈ, ÇinversinÈ, etc.) procedentes de la teora eco- al uso indgena... Entre los siane ni siquiera existe un patrn unitario
nmica en sus anlisis de las culturas no occidentales. Pero hacer que implcito...È (1962: 186).
los conceptos encajen en cierto sentido en una masa de datos es Quizs la mejor ilustracin de la forma en que los conceptos saca-
algo completamente distinto que demostrar que desempean un dos de la economa formal pueden tomarse con significacin metaf-
papel en la explicacin y prediccin del comportamiento humano. rica sea el anlisis bastante extenso que hace Salisbury de la oscila -
Dado que los conceptos tericos han adquirido en gran medida su cin de la demanda entre los siane, basndose en una serie de tran-
significacin a partir de las proposiciones de las que forman parte sacciones que hizo con ellos como oferta monopolista de una amplia
integral, cuando se utilizan con independencia de los contextos de variedad de bienes no tradicionales. Tom cuidadosa nota de sus
estas proposiciones uno siempre puede preguntarse si realmente son preferencias y pudo demostrar que diferenciaban los bienes en cinco
portadoras del mismo significado o si simplemente se utilizan de categoras distintas dentro de cada una de las cuales los bienes eran
forma metafrica. mutuamente sustituibles, y que la demanda siane de determinadas
Por ejemplo, Cook cita el estudio de Salisbury sobre los siane de categoras de bienes era ms inelstica que la de otros. Ahora bien,
Melanesia (1962) como una demostracin convincente de la relevancia cuando un economista utiliza el trmino ÇdemandaÈ, quiere decir
de los conceptos de la teora econmica formal en una economa previsin de demanda o curva de demanda. En otras palabras, la
sin mercado. Quiero comentar brevemente las dos partes del libro que demanda de un bien se define como las distintas cantidades de com-
pretenden demostrar claramente cmo los conceptos procedentes pradores dispuestos a comprarlo en todas las posibles alternativas
de la teora econmica pueden ilustrar el comportamiento econmico de los precios. La demanda se considera en funcin de cierto nmero
en un contexto sin mercado. de factores: el precio del bien, los precios de todos los bienes simi-
Ahora bien, en la sociedad siane, los medios no sirven para todos lares, los ingresos de los consumidores, la diversidad de bienes dispo-
los usos: es decir, los medios especficos estn tradicionalmente nibles, el nmero de consumidores que se consideran y los gustos de
ligados a fines especiales. Esto obliga a Salisbury a plantear la los consumidores. (Ntese que al menos tres de ellos son a su vez
pregunta (1962: 106): ÇPero si cada nexo es tan autnomo que slo afectados por la demanda, que es adonde bamos.) Lo que es ms,
pueden utilizarse recursos especiales para conseguir los fines a que
se dirige cada nexo particular, Àdnde se encuentra la 'competencia la demanda es significativa en el anlisis econmico porque interac -
ciona con otras magnitudes como la oferta y el precio por determina-
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dos sistemas. ÀEs esto lo que quiere decir Salisbury con demanda? Puesto que lgicamente es cierto para el tringulo idealizado
No estoy seguro, pero dado el hecho de que el sistema econmico que la suma de sus ngulos es igual a 180 grados, tambin es
siane no est organizado en trminos de un sistema de precios, dudo lgicamente cierto que una empresa que participa en una com-
de que se pueda ser el significado. Si se sustituyera su uso del con- petencia perfecta debe ajustar su produccin con objeto de ma -
cepto ÇdemandaÈ por la palabra ÇpreferenciaÈ o ÇnecesidadÈ
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o Çde- ximizar los beneficios de tal forma que el coste marginal se
seoÈ, Àse alterara de forma significativa su anlisis? . iguale con el precio del producto. La dificultad consiste en saber
cundo las respectivas afirmaciones son razonablemente aplica-
bles a los tringulos materiales y a las empresas reales. La enor-
IV me diferencia entre la economa y la geometra consiste en el
hecho de que la geometra ha encontrado su lug ar dentro del
El desacuerdo dentro de la antropologa, as como la discusin mundo deductivo puramente lgico de las matemticas, mien-
paralela dentro de la economa, refleja en ltimo trmino concepcio - tras que la economa tiene que ser una ciencia emprica [sub-
nes tajantemente distintas sobre la lgica de la explicacin dentro de rayado del original].
la ciencia y el estatus de la economa formal como teora cientfica.
Los cientficos sociales siempre han considerado a la economa Parece existir una creciente insatisfaccin entre los economistas
Ñcon cierto respetoÑ la ciencia social que ms estrechamente se sobre esta incapacidad para trasladarse conceptualmente de los casos
aproximaba a las ciencias fsicas en complejidad metodolgica y ÇidealesÈ a los casos ÇrealesÈ. En las ltimas dcadas, la estructura
terica. La economa es formal, es deductiva y, sobre todo, se presta formal de la economa ha sido examinada con la intencin de deter-
a las formulaciones matemticas. minar qu contenido emprico debe asignrsele, si es que existe tal
Con ciertas reservas de menor importancia, Cook comparte esta contenido. La mayor parte de la investigacin y de la crtica inci-
admiracin. De hecho, leyendo su ensayo se llega a tener la impresin siva de la economa formal ha procedido de los propios economistas,
de que las proposiciones fundamentales de la economa formal han lo que no es sorprendente (vase, por ejemplo, Boulding, 1952; Due-
demostrado su valor explicativo en el contexto de las economas de senberry, 1954; Schoeffler, 1955; Grunberg, 1957; Archibald, 1960;
mercado, y que el nico punto que falta por valorar es si estas propo- Schupack, 1962; Clarkson, 1963; Katona, 1964; Krupp (ed.), 1966;
siciones son tambin aplicables a economas que no son de mercado. Heilbroner, 1966; Georgescu-Roegen, 1966).
Pero incluso en una lectura superficial de la literatura econmica, Tmese, por ejemplo, los axiomas de la maximizacin, denomi -
uno se queda con una sensacin muy distinta. Mientras los econo- nados por Heilbroner (1966: 274) Çla fuerza motriz de la economaÈ
mistas se han mantenido en su mundo puramente hipottico-formal, y considerados por Krupp (1966: 40) entre los supuestos ms funda-
han podido explicar y predecir con un cierto xito. No obstante, cuan- mentales de la microeconoma. ÀCmo han respondido estos axiomas
do han intentado trasladarse a cualquier situacin econmica con- cuando se ha intentado comprobarlos empricamente? Sobre un
creta se han encontrado con los mismos problemas metodolgicos aspecto prominente del comportamiento de maximizacin, Archibald
que afrontan los dems cientficos sociales (es decir, sistemas abiertos, observa (1960: 213):
multitud de variables, etc.) Sus xitos en la prediccin no parecen
haber sido apreciablemente mayores que los de otros cientficos socia - En realidad parece enormemente difcil encontrar una com-
les (vase Hutchison, 1964: 89-102; Heilbroner, 1966: 283-284). Exac - probacin de la teora de la maximizacin del beneficio que no
tamente esta dificultad de superar el vaco entre lo ÇidealÈ y lo ÇrealÈ corra el serio riesgo de refutarla, es decir, que no precise de
es la que parece tener presente el economista sueco Puu cuando escri- supuestos subsidiarios que proporcionen coartadas incompro -
ba (1967: 106): b a b l e s e n c a so d e refutacin.
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fallo en maximizar los beneficios. El sistema de informacin re- mos conservarla. No obstante, esto casi no es un argumento. Como
vela los costos medios, revela las ventas, la produccin, el inven- ha comentado Archibald (1959: 62): ÇLa antigedad de una hiptesis
tario y otras cifras de la hoja de balance y las hojas de ingresos.
y la ausencia de una rival 'ampliamente aceptada' son argumentos
Sin embargo, generalmente no revela los costes marginales y que se han propuesto para defender prcticamente todos los errores
todava menos revela los ingresos marginales. Si la empresa serios que se han cometidoÈ.
no puede saber cundo no est maximizando los beneficios, no Otros han adoptado la postura de que los postulados fundamen-
existe, pues, razn para suponer que los maximice... Gran parte tales constituyen un sistema apriorstico del que pueden deducirse
del anlisis marginal puede salvarse sustituyendo la maximiza- ciertas proposiciones sobre cmo la gente debe actuar en determi-
cin de los beneficios por la maximizacin de la utilidad incluso nadas condiciones si quiere maximizar los beneficios, la utilidad, la
en la teora de la empresa. Si las funciones de preferencia son satisfaccin o lo que sea. En otras palabras, la economa se ocupa
razonablemente estables, esta teora tiene capacidad de predic- fundamentalmente del comportamiento normativo y su contenido
cin, pues las funciones de preferencia pueden investigarse de emprico no est en discusin.
forma emprica. Si las funciones de preferencia no son estables, Otra influyente escuela ha defendido que el principal propsito
desde luego, la teora supone poco ms que decir que la gente de las teoras cientficas es generar predicciones. Puesto que la reali-
hace lo que hace. Por desgracia existen muchos indicios de que dad es compleja, es necesario empezar por proposiciones muy simpli-
las funciones de preferencia no son especialmente estables, ficadoras y postulados que son reconocidamente irreales e incom-
sobre todo en lo relativo a las preferencias, de beneficio. Si tal probables. La validez emprica de los supuestos bsicos de la econo-
es el caso, la nica esperanza de salvar la teora de la esterilidad ma, afirma esta escuela, es irrelevante en la medida en que los supues -
sera el descubrimiento de una dinmica de la preferencia... tos tengan valor predictivo, es decir, que de ellos puedan derivarse
Todava queda mucho camino hasta llegar a esta meta. lgicamente afirmaciones que se conforman a los datos observables.
sta es la pastura propuesta por Friedman (1953) en un famoso ensayo
En otro lugar Boulding hace las siguientes observaciones (1958: sobre metodologa que inici el debate de amplio alcance sobre el
60, 62): ÇrealismoÈ de la teora econmica a que nos hemos referido al inicio
de este artculo. Tambin parece ser la opinin que defiende Cook.
...el anlisis marginal, en su forma generalizada, no es un anli- ste escribe, por ejemplo, que los modelos, conceptos y principios
sis del comportamiento sino un anlisis de la ganancia. No es econmicos son esencialmente instrumentos heursticos (1966b: 1497)
una psicologa ni un anlisis del verdadero comportamiento. y que el economista sacrifica de buena gana la realidad con objeto
Est ms prximo a una tica o a un anlisis de posturas nor- de llegar a la prediccin de la accin econmica, a partir de supues -
mativas. Slo se convierte en un anlisis del comportamiento tos simples, mediante el razonamiento lgico (1966a: 336).
si hacemos la nueva suposicin de que la gente siempre acta Como ya se ha sealado, las proposiciones bsicas de una disci-
de acuerdo con su mayor ganancia. En el caso de los indivi- plina no necesitan Ñy en realidad no debenÑ reflejar la realidad si
duos, este supuesto slo es cierto en algunas ocasiones. pretenden tener un cierto grado de generalidad. Tambin es cierto
Las personas son motivadas, incluso en la actividad econmi- que, en una ciencia relativamente madura, tal como la fsica, carac-
ca, por el comportamiento tradicional, por la costumbre de terizada por una jerarqua de leyes y teoras relacionadas deductiva-
seguir las reglas empricas conocidas y por las paulas de res- mente, las hiptesis de ms alto nivel muchas veces slo son indi-
puesta que proceden del subconsciente y tienen poco o nada que rectamente comprobables mediante las leyes de nivel inferior que se
v e r c o n l a p r u d e n t e e v a l u a c i n d e l a s v e n t a j a s y l as d e s v e n- deducen de ellas. Pero esto se debe a que son formulaciones muy abs-
tajas... Desde el punto de vista de la teora del comportamiento, tractas relativas a entidades tericas y otras entidades no observables,
la mayor debilidad del anlisis marginal, incluso en su forma y no a que sean simplemente instrumentos heursticos ni a que
generalizada, consiste en la ausencia de todo sistema de infor- contengan supuestos que deliberadamente falsific an la realidad. En
macin. Es importante darse cuenta de... que si no podemos ninguna disciplina cientfica es indiferente la validez emprica de sus
saber dnde se localiza el ptimo, o punto de mayor ganancia, postulados bsicos. Adems, ninguna ciencia social, ni la economa,
evidentemente no podemos tender hacia l [subrayado en el presenta el tipo de estructura terica que encontramos en la fsica,
original]. de tal forma que ]a comparacin no es muy adecuada,
Las opiniones de Cook sobre la naturaleza y el papel de las teoras
ÀCmo han respondido los economistas a tales valoraciones criti- cientficas tambin son engaosas. Caracteriza los modelos econmi-
cas de orientacin emprica? Unos han dicho que la economa formal cos como instrumentos esencialmente heursticos y luego se refiere
puede ser ÇirrealÈ como han clamado sus crticos, pero que, mien- a ellos como si tuvieran valor explicativo. Pero los modelos son
tras no podamos sustituirla por otro esquema terico mejor, debe- esencialmente analogas (vase Chapanis, 1961; Brodbeck, 1959) y,
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8. Ñ ANTROPOLOGêA Y ECONOMêA
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aunque pueden constituir una ayuda importante y quizs indispen- ellos proceden de forma inductiva. Ni Polanyi ni ningn otro llegan
sable para legar a las explicaciones, en s mismos no explican nada. a proposiciones generales partiendo de datos fcticos brutos sin inter-
Un modelo slo puede tener capacidad explicativa si los distintos pretar. Hay un cierto grado de interpretacin terica que participa
axiomas o postulados del modelo reciben un contenido emprico desde el mismo principio y nos dirige hacia los datos significativos. No
concreto. Pero entonces el modelo deja de ser modelo y se transforma obstante, existe el riesgo de que si insistimos en que nuestras afirma-
en teora. Es una cuestin de lgica elemental que ninguna afirma- ciones interpretativas estn demasiado estrechamente ligadas a la rea-
cin emprica verdadera puede deducirse de un conjunto de premi- lidad en toda su concreta complejidad, acabemos con una serie de
sas, a menos que estas premisas sean tambin empricamente ver - configuraciones nicas de tipo benedictino no comprobables (cf. Can-
daderas. cian: 1966: 465). A veces, en su trabajo emprico y sus pronuncia-
Hay que hacer una importante distincin entre una prediccin mientos programticos, los substantivistas parecen tender en esa
correcta y una prediccin garantizada (vase Danto y Morgenbesser, direccin. Lo que hace falta, por supuesto, es una aproximacin que
1961: 180). Es posible que podamos predecir toda clase de aconteci- se esfuerce en conseguir la generalidad de los ÇformalistasÈ sin
mientos que no podemos explicar; pero la prediccin garantizada perder al mismo tiempo un firme apoyo en el mundo emprico, una
slo puede proceder de un conjunto de generalizaciones o proposi- aproximacin que con espritu ecumnico podra llamarse el Çforma-
ciones tericas bien confirmadas. Por tanto, no tiene ningn sentido lismo substantivoÈ o el Çsubstantivismo formalÈ (para un ejemplo
que los supuestos bsicos de una ciencia deban ser inmunes a la de esta clase de perspectiva a la que me estoy refiriendo, vase Sah-
comprobacin emprica. Algunos de los peligros de considerarlos lins, 1965; Codere MS).
exentos de comprobacin han sido sealados por el economista Lowe
(1936: 20-21). V
Es evidente y se reconoce por regla general que la contradic -
cin entre la conclusin y la realidad testimonia contra la deduc - Finalmente, la respuesta de Cook de que, dado que las economas
cin. Sin embargo, no es menos evidente Ñaunque a veces no se primitivas estn desapareciendo, la tesis substantivista es acadmica,
recuerdeÑ que la coincidencia entre la conclusin y la realidad me sorprende por ser un argumento curioso para un antroplogo.
no constituye una ltima prueba de la justicia de la deduccin. No slo desaparecen las economas primitivas, sino tambin las
Siempre es posible que uno o ms conjuntos de condiciones religiones primitivas, los sistemas de parentesco primitivos, los sis -
absolutamente distintas de las supuestas den lugar al mismo temas polticos primitivos, etc. De hecho, pudiendo resultar triste
efecto. La elevacin de los precios de una determinada mercan- para algn antroplogo, parece evidente que los das del mundo
ca puede deberse a la elevacin de la demanda o al descenso primitivo estn contados. Entonces, Àpor qu preocuparse lo ms
de la oferta con respecto a esta mercanca, a una elevacin gene- mnimo de ese mundo? La respuesta, creo, es obvia: al menos es la
ral de la demanda debida a cambios monetarios, etc. Siendo que los antroplogos llevan ofreciendo algn tiempo. En ausencia de
el efecto final el mismo en todos los casos, no puede hacerse la experimentos controlados y de largas series estadsticas de los fen-
verificacin mediante la seleccin de supuestos irreales. Una menos (la revolucin industrial slo ha ocurrido una vez en la histo-
teora no puede confirmarse de forma tan estricta como se puede ria de la cultura), nos vemos reducidos al mtodo comparativo en
refutar... nuestro intento de ejercer alguna clase de control sobre las variables
y comprobar nuestras premoniciones, hiptesis y teoras. Puesto que
Lo que importa en todo esto es que la principal meta de la ciencia no podemos crear experimentalmente sistemas cerrados, podemos
es la explicacin y no la prediccin. El significado de las predicciones intentar crear tales sistemas conceptualmente, formulando tipos meto-
consiste en que proporcionan un medio de comprobar las explica- dolgicos y haciendo comparaciones entre ellos.
ciones. Como han observado Bear y Orr (1967: 191), la ciencia no se Una de las dificultades permanentes de la teorizacin de las
ocupa simplemente de lo que ocurre, sino que tambin pretende ciencias sociales es que cuando se hace una propuesta terica, rara
llegar a explicaciones vlidas de cmo y por qu ocurren las cosas. vez se nos informa sobre su mbito de aplicabilidad (es decir, en qu
Si las teoras se consideran simples instrumentos heursticos para condiciones podemos esperar que no se cumpla). Esto hace casi impo-
generar predicciones correctas, siguen sealando, entonces Çno se sible cualquier comprobacin de la teora. A veces Ñy ste parece
deja sentir la necesidad de un mecanismo explicativo generalÈ y se ser el caso de las generalizaciones bsicas de la economa formalÑ
convierte en Çefectivamente imposible la prosecucin de esa pre- las proposiciones se presentan inmunes a la comprobacin emprica,
tensinÈ. no porque su amplitud no se especifique, sino porque se expresan
Cook, creo yo, tiene razn al reprobar a los substantivistas su ale- de tal forma que parecen ser aplicables a todas y cualesquiera condi-
gato de que mientras la teora formal es estrictamente deductiva, ciones. Resulta difcil imaginar, por ejemplo, un caso de comporta-
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miento humano que no pueda acomodarse a la tesis de que toda per- Çanlisis formalÈ en la antropologa. Al leer algunas descripciones
sona acta para maximizar algo: la utilidad, la satisfaccin, el bene- de los analistas formales, sin embargo, se encuentra la misma clase
ficio, las satisfacciones psquicas, el estatus, el prestigio o lo que sea. de confusin sobre las relaciones de lo formal con lo emprico que
Dado que esta afirmacin es compatible con todo comportamiento ha sido la plaga de las discusiones en antropologa econmica. Por
humano imaginable, no hay manera de refutarla. Tales proposiciones, ejemplo, en un artculo ampliamente alabado por los analistas forma-
cualesquiera otras cosas que puedan expresar, empricamente son les, Lounsbury define la descripcin formal de la siguiente manera
vacas. (1964: 351):
La razn, pues, de que nos ocupemos de sistemas econmicos
ÇmoribundosÈ es que nos proporcionan un fundamento emprico para Podernos considerar que se ha hecho una Çdescripcin for-
definir los lmites de las generalizaciones econmicas. Como ha escrito malÈ de una coleccin de datos empricos cuando se ha especifi-
el propio Cook (1966a: 337-338): ÇLa concepcin del mundo del eco- cado 1) un conjunto de elementos primitivos, y 2) un conjunto
nomista hace mucho tiempo que necesita una infusin de relativismo de reglas para manejarlos, de tal forma que al aplicar el segundo
cultural; su disciplina es la ltima plaza fuerte del provincialismo cul- al primero se generan los elementos de un ÇmodeloÈ; el cual
tural y del desdn de torre de marfil por las realidades sociocultu- modelo, a su vez, se aproxima satisfactoriamente a ser un facs-
rales dentro de las ciencias socialesÈ. mil o rplica exacta de los datos empricos cuya interrelacin
y naturaleza sistemtica estamos tratando de comprender. Una
Volvamos a la valoracin de Nash sobre la controversia forma- descripcin formal, pues, es un aparato para predecir retroactiva-
lismo-substantivismo. ÀHan estado los substantivistas Çheroicamente mente los datos disponibles, hacindolos a partir de ese momento
confundidosÈ y ha sido una discusin con mucho ruido y furia, pero ÇcomprensiblesÈ, es decir, demostrando que son las conse-
con poco significado? Creo que no. Sea lo que uno piense de las cuencias vlidas y esperadas del principio subyacente que puede
contribuciones tericas positivas de los substantivistas, me parece presumirse que opera en su origen.
que su crtica del uso intercultural de la economa formal ha plan-
teado cierto nmero de importantes consideraciones metodolgicas Siguiendo este propsito, Lounsbury procede a demostrar que los
a la antropologa econmica as como a la antropologa en general. sistemas de parentesco cuervo y omaha pueden reducirse a una
Por lo que respecta a la antropologa econmica, si se est dispues- serie de reglas de transformacin capaces de generar todos los tr -
to a conceder que ÇeconomizarÈ es un tipo especial de comporta- minos de parentesco de los respectivos sistemas. Pero entonces la
miento institucionalizado, entonces no existe ninguna razn que nos lgica de Lounsbury falla. Pues, partiendo de estas consideraciones
obligue a seguir sumisamente a los economistas en definir el problema puramente formales, deduce errneamente una conclusin emprica:
econmico como un problema exclusivo de asignaciones que debe el reconocimiento del parentesco se basa en el reconocimiento genea-
ser resuelto por las decisiones economizadoras de los individuos. En lgico, es decir, los trminos de parentesco se extienden a parientes
realidad, hacerlo as es cerrarnos a la investigacin de una gran canti- ms lejanos a partir de determinados tipos de parentesco primarios
dad de instituciones, relaciones y pautas de comportamientos que no que se encuentran dentro de la familia nuclear. En otras palabras,
estn comprendid as en la rbrica de economizar, pero que sin duda Lounsbury supone que los sistemas de parentesco cuervo y omaha
tienen que ver con la forma en que la sociedad produce, distribuye surgen de la utilizacin por parte de los pueblos indgenas de la
y consume los bienes y servicios. Para los antroplogos Ño cualquier misma ingenuidad lgica que l utiliza en su anlisis formal. Esto
otra persona en este sentidoÑ interesados en el desarrollo de una puede ser o no ser cierto, pero lo que hace es una afirmacin emp-
ciencia de la economa comparativa, las implicaciones son bastante rica, y ningn anlisis formal, por ingenioso que sea, puede justificar
claras: significa que debemos decidir por nosotros mismos cules tal afirmacin.Lo que discutimos aqu es precisamente lo mismo
son las cuestiones significativas y buscar nuestras propias respuestas que subyace al debate en la antropologa econmica: Àcul es el papel
tericas a estas cuestiones. Despus de todo, no existe ninguna razn lgico de las proposiciones formales en nuestro intento de compren-
para suponer que los economistas se han estado haciendo las pregun- der y explicar el mundo fenomnico?
tas apropiadas. En realidad, si las dificultades que han experimentado
los economistas al abarcar tericamente los problemas del desarrollo Metodolgicamente, el anlisis formal es til porque puede reve-
lar relaciones significativas entre variables de un sistema que podra-
econmico pueden ser un indicio, existen buenas razones para pensar mos haber ignorado completamente. Pero lo formalmente posible no
lo contrario. es lo empricamente probable, y si lo que deseamos desarrollar es una
Al mismo tiempo, el debate tiene implicaciones que van ms all teora cientfica, lo primero slo es til en la medida en que nos con-
de la antropologa econmica y se relacionan con temas metodolgicos duce a lo segundo. Hasta que el anlisis formal se haga substantivo
ms generales de la antropologa. Pienso especialmente aqu en el dotndolo de una interpretacin emprica, se queda slo en un intere-
inmediato inters despertado por el uso de Çmodelos formalesÈ y de sante ejercicio lgico.
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Aun cuando centrado en la ÇeconomaÈ, el presente captulo se
mic Theory and Empirical Reality, The Swedish Journal of Econo- ocupa de las familias tanto como de la produccin; donde habla de
mics, 69: 85-114. intercambio tiene en la mente el parentesco, y cuando trata de con-
ROTWEIN , EUGENE , 1959, On ÇThe Methodology of Positive EconomicsÈ,
sumo se preocupa principalmente de los jefes. Lleva implcito algo
The Quarterly Journal of Economics, 73: 554-575. ms que la simple idea de que la economa est relacionada funcio-
SAHLINS, MARSHALL D., 1965, ÇOn the Sociology of Primitive Exchan-
geÈ, en The Relevance of Models for Social Anthropology (M. Banton, nalmente con las combinaciones sociales y polticas de las sociedades
ed.), pgs. 139-236, A. S. A. Monographs n.¡ 1, Nueva York, tribales. La economa no puede separarse de estas combinaciones; est
organizada por instituciones exactamente tan generalizadas como las
Praeger. familias y los linajes; ÇincrustadasÈ en ellas, como dice el historiador
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SAMUELSON, PAUL A., 1965, Professor Samuelson on Theory and Rea- Un intercambio de mercancas se presenta como un episodio mo-
lism: Reply, American Economic Review, 55: 1164-1172. mentneo en una relacin social continua. Las condiciones del inter-
SCHOEFFLER, S., 1955, The Failure of Economics Diagnostic Study, cambio son impuestas por las relaciones de las partes con l. A dife-
Cambridge, Harvard University Press. rentes relaciones, diferentes condiciones. Lo que en la erudicin con-
SCHUMPETER, JOSEPH A., 1965, ÇIs the History of Economics a His - vencional de la ciencia econmica son factores ÇexgenosÈ o Çeconmi-
tory of Ideologies?È, en Philosophical Problems in the Social Scien- cosÈ, tales como parentesco y poltica, en la realidad tribal son la
ces (D. Braybrooke, ed.), pgs, 108-118, Nueva York, Macmillan Co. organizacin misma del proceso econmico. La economa antropol-
SCHUPACK, MARK B., 1962, The Predictive Accuracy of Empirical De - gica no puede concebirlos como externos, obstaculizadores de Çla
mand Analysis, The Economic Journal, 72: 550-575. economaÈ desde algn lugar fuera de ella. Son la economa, elemen-
WATSON, DONALD STEVENSON , 1963, Price Theory and its Uses, Boston, tos esenciales del clculo econmico y de todo anlisis autntico de l.
Houghton Mifflin. El caso es de aplicacin general, como Evans Pritchard dijo de los
nuer: ÇNo cabe estudiar las relaciones econmicas de los nuer en
s mismas, porque forman siempre parte de relaciones sociales direc-
tas de tipo generalÈ 2.