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Primeros postulados de la Teoría de la Literatura: introducción al estudio

de la teoría literaria (Primera parte)

Racionalismo y crítica: contra la doxografía, la ideología y la moral/ética

Los postulados fundamentales de toda teoría de la literatura son: el racionalismo, la crítica, la


ciencia, la dialéctica y la sýmploke. Se verán los dos primeros en este apartado.

El racionalismo

El ser humano no puede trabajar con ideas que rebasen la razón humana. No se puede trabajar
con ideas que sean irracionales las cuales carecen de sentido. Tampoco se puede salir de la
realidad para interpretar la literatura, es decir, no se puede salir del mundo para interpretar el
mundo.

Se entenderá razón como una facultad humana que permite interpretar la realidad de manera
compartida debido a que establece una serie de criterios que constituyen un código común que
dispone que todo el mundo pueda compartir esos criterios y pueda interpretar la realidad
conforme a esos criterios comunes. La negación de este código implica la negación de la
posibilidad de conocimiento y la marginación de determinados seres humanos a la hora de
compartir ese código común racional en una especie de “tercer mundo semántico”, es decir, lo que
no es común para todos, no es razonable para nadie. La razón debe ser compartidas por todos para
ser razonable. No se puede utilizar la razón de manera individual (de hecho, ratio, de donde viene
razón, significa porción, es decir, que tengo parte en un código común). La razón siempre tendrá
como fundamento un conjunto de pautas, un conjunto de procedimientos que permitirán que se
vayan articulando, ampliando y desarrollando a través de contextos metodológicos más amplios,
épocas históricas y geografías que siempre tendrán algo racional que decir

Desde Freud se ha reprochado a la razón ser represiva, pero esta, según Jesús G. Maestro, reprime
principalemente, la ignorancia. Además, con frecuencia la razón no ha sido represora, sino
reprimida

Ahora, cualquier persona que tenga mínimos conocimientos de historia podrá advertir que la
razón sabe que la razón no ha existido desde siempre, sino que surge sobre todo, como criterio
académico, en la Grecia antigua de los siglo IV/V a.c en torno de la Academia de Platón.

La razón en el romanticismo

Se ha dicho que la este movimiento plante una liberación de la razón porque la razón es opresora.
Pero esto no es así, el romanticismo no plantea tal cosa, sino que incluso fue posible gracias a la
construcción que del racionalismo hizo la ilustración porque el motor del romanticismo es un
concepto de razón heredado y construido en la Ilustración. Si no hubieran tenido este concepto de
razón, no hubieran podido desarrollar su obra si no hubieran aprendido de la ilustración un
concepto de razón que les permitiera desarrollar su “irracionalismo de diseño”, es decir, un
irracionalismo construido por la razón.

Ahora, un aporte del Romanticismo (y la estética kantiana) (que se discutirá) era que los juicios
estéticos de valor tenían su fundamento en la razón subjetiva, no la objetiva. Es decir, no se
basaban en normas exteriores, sino en la conciencia del sujeto. Aquí se vislumbra una cuestión
con la cual la razón va siempre a estar jugando: el psicologismo (elemento presente en el
romanticismo, que lo reduce todo a esto). Con esto el romanticismo seculariza el control normativo
que la iglesia católica tenía de las subjetividades y todo lo que había formado parte de esta (desde
el pecado hasta las emociones) pasan a ser parte de un racionalismo idealista, e una razón
subjetiva. Tiene consecuencias para el arte, puesto que se va a convertir en un depósito de lo que
hasta entonces había sido la religión

Jesús G. Maestro dice que Rosseau descubre los efectos del psicologismo en su rousseau Carta a
d'alembert: el romanticismo usa la razón como una hormona de los afetos/pasiones de modo que
racionalismo y subjetivismo se va a aliar durante el siglo XIX (con consecuencias hasta el día de hoy
(los nazis, que tiene unas raíces románticas)). La subjetividad se apodera de la razón y la convierte
en uno de sus instrumentos. El fuero de la conciencia encarcela a la razón.

El arte no puede ser el refugio de los irracionalistas, puesto que como la literatura es una
construcción racional, su interpretación también debe ser racional. Se puede objetar que hay
mucha literatura que obedece a planteamientos irracionales. Pero no hay nada irracional en el
arte, sino que todo que cosas como el dadaísmo el surrealismo son irracionalismos de diseño,
obedecen a otro concepto de razón.

La crítica

La crítica representa la culminación de la teoría de la literatura. Son estas dos cosas diferentes,
aunque relacionadas. La teoría de la literatura es el conocimiento científico y, por tanto, categorial,
de los materiales literarios, en el sentido de que es un conocimiento conceptual. Categorial porque
toda ciencia es una categoría, pues se ocupa de una categorialmente de la realidad, es decir, de
una parte de esta. La crítica literaria, en cambio es la interpretación de las ideas objetivadas
formalmente en los materiales literarios. Ahora bien, no podemos interpretar las ideas, sin antes
conocer los conceptos, sin unos criterios o premisas. Lo contrarios es hacer doxografía y
psicologismo

Hay dos obras en la literatura española que llevan la palabra crítica: El criticón de Baltasar Gracián
y El teatro crítico universal de Jerónimo de Feijoo. Constituyen obras donde la palabra crítica
adquiere un valor muy importante (se deben leer estas obras). La crítica es una facultad humana
que permite establecer valores y antivalores y tomar partido por uno valores y en contra de otros
porque la crítica implica una selección específica y exclusiva y excluyente en determinados
momentos. La crítica implica una destrucción de aquello sea inconveniente a la razón porque no se
puede afirmar algo al margen de la razón. En suma, la crítica es la ordenación gnoseológica de
unos materiales tomando en cuenta aparte de los materiales, el criterio de verdad (concepto mal
visto hoy en dia) ¿Qué se entenderá por verdad? Primero es un concepto científico porque no
existe fuera del campo categorial. No se puede hablar fuera de este campo o nos movemos en el
campo de la opinión. Es verdad que “corrientes aguas puras cristalinas” es un endecasílabo. Y eso
es una verdad métrica. Fuera del campo categorial no cabe hablar de un endecasílabo. Por lo
tanto, para que la crítica sea objetiva debe fundamentarse en las verdades científicas de la teoría
literaria, aunque históricamente se le haya negado la objetividad

Si la ciencia es el fundamento de la crítica, el resultado siempre va a ser un ejercicio dialéctico, que


formará parte inherente del proceso crítico. Dialéctica es partir siempre de aquello que queremos
negar, es decir, tomar como referencia la idea contraria, siempre relacionando ambas a través de
una idea correlativa

La crítica se ha articulado en tres facetas (ideología, doxografía y moral/ética) que no son


realmente críticas. Pero hay que superar el “tercer mundo semántico” con la razón. Hacer crítica es
desengañar (por eso se establece una relación dialéctica)

La doxografía es escritura de opiniones comunes, tomada literalmente. Pero conceptualmente, la


doxografía es la interpretación acrítica. Esta postura hace de la literatura un fosil, es decir, la
expulsa del presente, pero la crítica literaria debe implantar en el presente el valor de los
materiales literarios. No se puede interpretar la literatura desde este punto. Dentro de la
doxografía, existe la hermenéutica (teoría de la interpretación destinada a hacer comprensible el
sentido de los textos literarios) que ha desempeñado un papel fundamental. De entro de ella cabe
de todo. Esta tenía como finalidad mantener vivos determinados textos que tenían conflicto con lo
políticamente correcto de cada época, como Homero cuando se tomaba como irreverente a los
dioses por lo que se interpretaba metafóricamente de manera que lo literal no se pueda considerar
una falta de respeto. De modo que la hermenéutica es muy sospechosa de doxografía y es muy
inconveniente.

La ideología es un conjunto de creencias, fenómenos y de apariencias que codifican un mundo


social, histórico y político que responde a estos intereses prácticos inmediatos, que identifican a un
grupo humano frente a otros cuya crítica se detiene frente a los fundamentos ideológicos de ese
grupo humano (grmio, al final) que se enfrenta a otro y que naturalmente se fundamenta en una
sofística, es decir, en un racionalismo acrítico No hay ideologías individuales, de hecho, el
individuo por estas pierde su personalidad y la sustituye por la ‘identidad’ como la doxografía,
acrítico, pero racional porque así se articula, con planteamientos racionales. Ahora bien, estos
planteamientos se detienen ante la crítica de sus propios fundamentos, porque toda ideología
critica la contraria pero no lo fundamentos propios porque si lo hiciera no sería una ideología sino
un conocimiento crítico. Ocurre que cada vez que avanza la crítica ideológica se desvanece la
literatura porque los contenidos literarios se adquieren un conocimiento científico, no uno
ideológico. Dan lugar a interpretaciones diferentes. Se puede objetar que todo es ideología, pero
no es correcto, porque es incurrir en un monismo. No hay ninguna idea que domine a todas la
demás. Pero las ideologías tratan de invadir la literatura y monopolizarla
La moral es el conjunto de normas destinadas a la preservación de un grupo humano, mientras que
la ética preserva la vida de los individuos. Se enfrentan. Estas pueden ser muy críticas, pero no son
de naturaleza literaria. La literatura no tiene la finalidad de salvar la vida humana. Pero la literatura
no se puede reducir a un grupo humano (Literaturas feministas, nacionales etc.)

Segundos postulados de la Teoría de la Literatura: ¿cómo estudiar teoría


literaria?

Una teoría de la literatura científica y dialéctica: la symploké

Los siguientes tres postulados son la ciencia, la dialéctica y la symploké

La ciencia

Se insiste en que el conocimiento de los materiales literarios es un conocimiento científico que


tiene unas exigencias dialécticas. Estos dos postulados se articulan en lo que Gustavo Bueno llama
la “symploké”

¿Por qué hablamos de una teoría literaria científica? ¿Cuáles son sus fundamentos científicos? Lo
primero que debemos advertir es que la ciencia es un conocimiento racional basado en la
interpretación causal, objetiva y sistemática de una materia. Es objetiva porque no se basa en una
teoría epistemológica sino en una gnoseológica, es decir, que el conocimiento va a depender de la
naturaleza formal y material de objeto, no del sujeto o de la naturaleza sicológica que el sujeto
pueda atribuir al objeto en un modelo totalmente epistemológico. Pero tampoco el centro estará
totalmente en el objeto, como planteaban los griegos, de modo que el ser humano es solo un
testigo que describe la naturaleza del objeto. El centro de gravedad va a estar en la conjugación de
la dimensión formal y material del objeto construido interpretativamente y ontológicamente
también, por un sujeto. Se quiere decir con esto que los conocimientos son objetivos porque no se
limitan a la subjetividad sino que se plantean en términos gnoseológicos, no epistemológicos en
relación con unas exigencias de conjugación de solidaridad entre formas y materias. Por otro lado,
los conocimientos son sistemáticos. Los conocimientos son sistemáticos cuando se abordan
planteamientos de la teoría de la literatura ¿por qué? Porque siguen pautas gnoseológicas de
interpretación porque exigen y siguen pautas de comportamiento científico, no arbitrarios. E decir,
el conocimiento no se puede reducir a las intenciones o voluntades de un sujeto, lo que
llamaríamos un autologismo, siguiendo a Bueno. Ni tampoco el conocimiento se puede reducir n
se puede determinar absolutamente por la voluntad de un grupo investigador.

Las ciencias proporcionan conocimientos categoriales, es decir, que se ocupan de la realidad por
categorías, por sectores, por parcelas, por ámbitos. En este sentido hay que advertir que la ciencia
es sobre todo partitiva. Las vamos a llamar siguiendo a Bueno, categorías. Por lo tanto, la teoría de
la literatura, como conocimiento científico de los materiales lo que hace es estudiar
categorialmente la parte de la realidad en la que se sitúa la literatura, donde operan los materiales
literarios. Sus saberes son específicos. Se quiere señalar con esto que dentro de estos contextos
categoriales de los que se ocupan las ciencias es posible de verdades científicas, pero fuera de
estos, no. Es decir, la teoría del cierre categorial que propone Bueno (que usamos para justificar
científicamente lo que es la teoría de la lite) exige la interpretación de la realidad por categorías, y
dentro de esas categorías se defiende la idea de verdad, porque las ciencias construyen verdades.
Estas verdades existen dentro de estas categorías y no fuera. Afuera hay opinión, pero no
construcciones que responden a un modelo de verdad. La verdad se alcanza cuando se produce la
“identidad sintética” que consiste en relacionar dos términos que son diferentes y que pueden
constituir una identidad que los sintetiza después de un proceso dialéctico, naturalmente y de un
proceso crítico, siempre a través de criterios gnoseológicos, es decir, la combinación de materias y
formas. Materialmente, el agua responde a la formulación química de H20. Necesitamos el
término material y una teoría capaz de expresar formalmente el contenido material de ese objeto
para hacerlo legible desde el punto de vista de las operaciones científicas.

Un hecho absolutamente fundamental: la ciencia no es democrática.

La ciencia es relativa) en tanto que relaciona términos diferentes que pueden dar lugar nuevos
términos (cuartetos más terceros = soneto) que constituyen su campo categorial. Son
relativas/relacionales, no relativistas, ya que responden a una planificación muy racional y
ordenadas que se explica con el concepto de symploké. Cuando agota el número de términos con
los que trabaja, cierra su campo categorial (cierre categorial) Pueden descubriste nuevos
elementos para incluirlos eso sí. En la teoría literaria, hay 4 términos fundamentales: el autor, la
obra, el lector y el intérprete o transductor. Durante mucho tiempo no se consideró al lector, eso
sí. Es como una adición que ejemplifica que el campo está cerrado, pero no clausurado. La relación
entre los términos científicos nunca es arbitraria sino que es operatoria

La ciencia no es soluble. Las corrientes que actualmente insisten en hacer de la literatura un


vertedero de ideologías son las organizadas en torno a la posmodernidad. Esta posmodernidad nos
lleva a una ruina gnoseológica, una ruina científica, y uno de los principales autores responsables
de esta situación es Jacques Derrida que en la línea de Nietzsche reduce la filosofía a una retórica,
un refranero, igual que a la ciencia

Pues bien, la teoría de la literatura es un conocimiento científico de los materiales literarios ¿Cómo
operan las ciencias? Articulan su conocimiento mediante conceptos categoriasles que tienen una
base material. La ciencia construye conceptos. Estos son figuras gnoseológicas claras y distintas
que no dan lugar a dudas. El concepto de triángulo nos remite a un polígono de tres lados. Eso es
indiscutible. Se puede ser indio, español, pero siempre se podrá reconocer que el triángulo es un
polígono de tres lados. El endecasílabo es otro concepto claro y distinto, vivamos en el siglo XVI o
XXI pero ese es un concepto claro y distinto.

Si la ciencia trabaja con conceptos, la filosofía trabaja con ideas. Las ideas son referentes
universales, trascendentales, que tienen un fundamento material. Son trascendentales porque
rebasan las categorías. Las ideas se construyen a través del enfrentamiento dialéctico que
establecemos entre los conceptos. Las ideas se construyen teniendo delante los conceptos
científicos. Solo a partir de la interpretación categorial de los conceptos puedo hacer una
interpretación o crítica filosófica de las ideas construidas a partir de esos conceptos. Dicho de otra
manera, no puede haber crítica sin criterios, porque no tendría instrumentos para enfrentarme a
los materiales literarios.

La ciencias exigen un conocimiento gneseológico de sus objetos de estudio. Es esta gneseología,


naturalmente hay que tener en cuenta la materia y la forma. Ha habido cuatro modos importantes
de organizar esta relación entre materia y forma: el descriptivismo, el teoreticismo, el
adecuacionismo y el circularismo. Los tres primeros son falacias. El descriptivismo supone que el
ser humano se enfrenta a una realidad construida acrítica y previa en la que él n ha tenido nada
que ver de tal modo que se limita a describir lo que la realidad es. La Poética de Aristóteles es un
ejemplo, pues considera que la literatura es una imitación de la realidad, de la naturaleza que es
algo preexistente al ser humano y en lo cual no ha intervenido, de tal manera que lo que hace el
ser humano es copiar en el arte lo que la naturaleza es y descibir en términos científicos lo que el
arte es en su copia de la naturaleza. Ha estado presente en las teorías literarias baadas en la teoría
de la mismesis durante venticienco sglo y sobre todo en las teorías del positivismo histórico a lo
largo del siglo XIX, porque describían la biografia de lo autores, la historia literaria, como si fuera
algo solo susceptible de ser descrita, como si no fuera una construcción operatoria, hecha o
ejecutada por los seres humanos. El descriptivismo le da prioridad a la materia sobre la forma.

El teoreticismo es todo lo contrario. Supone que la ciencia es algo formal y absolutamente


correcto como la tabla de sumar, resultado de un proceso de confrontaciones y refutaciones que
permiten evitar los errores y logran un sistema autónomo y acabado perfectamente coherente.
Ahora, el teoreticismo considera que si algo falla la culpa la tiene la realidad. Dice: demienteme si
puedes Conduce a un racionalismo idealista. Esto ha estado presente en todas las teorías literarias
del siglo XX

El adecuacionismo consiste en la síntesis de de los dos anteriores, es decir, por un lado se hace
hipóstasis de la forma y por otro, de la materia y después se ensamblan. Ees como si se
imprimieran modeas imprimiendo primero la cara y luego la cruz y se pegaran. Idealismo. Hauss,
polisistemas Ej: la estética de la recepción propone un lector modelo, pero estos ideales no existen

¿Cómo se superan estas falacias?

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