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CAPITULO I

GENERALIDADES

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

identificar adolescentes que cumplan criterios para un episodio depresivo mayor, y


reconocer las circunstancias vitales relacionadas con la depresión, el objetivo central de
esta investigación es poder identificar factores propiciadores tanto socio demográficos
como psicopatológicos, que ayuden a incidir en el rumbo de la depresión, actuar de forma
oportuna y prevenir comorbilidades como la dependencia a sustancia o situaciones
sociales como integrarse a pandillas, delincuencia, prostitución, etc. o consecuencias
fatales como el suicidio; incluso prevenir que estos jóvenes reproduzcan estos mismos
patrones de conducta, de los cuales han sido víctimas en sus vidas futuras y evitar que este
modelo se recicle y continúe.

Los datos serán recolectados por medio de dos instrumentos el primero “cuestionario para
adolescentes” elaborado por el investigador con el objetivo de obtener datos socio
demográficos generales y específicos, y un segundo instrumento Escala de Depresión del
Center for Epidemiologic Studies (CESD-R) de 35 items, para identificar un episodio
depresivo. Una problemática la constituye el complicado acceso a este tipo de
adolescentes pues instituciones del gobierno como es ISNA protegen los derechos de estos
niños y adolescentes y la apertura que estas requiere es difícil; motivo por el que
investigaciones de este tipo son escasas, lejos de violentar un derecho se quiere beneficiar
a esta población tan vulnerable e importante y ofrecer no solo datos estadísticos de un
lugar en específico, sino ser el principio de datos concretos.

Entre los trastornos afectivos, la depresión mayor es una patología psiquiátrica frecuente y
tiene a menudo su inicio entre la mitad y el final de la adolescencia. La mayoría de
adolescentes que sufren esta patología consultan por primera vez a médicos en el nivel
primario de atención. Sin embargo, este tipo de trastornos no es reconocido fácilmente
por el médico o por el equipo de salud y no siempre son tratados de forma correcta. Se
estima que el trastorno depresivo mayor tiene una prevalencia de 2% en niños y del 4 al
8% en adolescentes, incluso se sugiere tendencias más altas para los adolescentes con una
prevalencia de vida de trastornos depresivos de 17%, siendo los valores para varones y
mujeres de 13.3% y 20.5%, respectivamente.

En el 2009, según el Sistema de Morbi -Mortalidad en línea del MSPAS los trastornos del
humor fueron la segunda causa de consulta más común entre las edades de 10 y 14 años y
la tercera causa para las edades de 15 a 19 años, con un total de 630 consultas de primera
vez en el Hospital Nacional Psiquiátrico “Juan pablo II”, siendo el diagnóstico más
frecuente para ambos grupos de edades el Episodio depresivo no especificado con un
43.8% para las edades de 10-14 años y 29.4% para las edades de 15 a 19 años; seguido del
Episodio moderado para las edades de 10-14 años con un 19.8% y del Episodio grave sin
síntomas psicóticos con un 23.3% para las edades de 15- 19 años; Para ambos grupos de
edades el sexo femenino tiene el número de consultas más alto.

2. FORMULACION DEL PROBLEMA

¿Cuáles son los factores socios demográficos y psicopatológicos relacionados con la


depresión de los adolescentes de 12 a 17 años en el Hospital de Salud Mental Juan
Pablo II durante el año 2018?

3. OBJETIVO

Objetivo General:

Conocer los factores socios demográficos y psicopatológicos relacionados con la


depresión de los adolescentes de 12 a 17 años en el Hospital de Salud Mental Juan
Pablo II durante el año 2018.

Objetivos Específicos:

a) Conocer los factores socios demográficos relacionados con la depresión en los


adolescentes.
b) Reconocer algunas circunstancias vitales relacionadas con la depresión.

4. JUSTIFICACION

En los adolescentes se ha observado que los sucesos de vida estresantes pueden


tener una influencia en el inicio y desarrollo de los síntomas de depresión; éstos
se originan de situaciones familiares, personales y económicas que alteran las
actividades normales de los individuos.

La depresión es un problema de salud pública que ha adquirido gran importancia


en los últimos años. Esto se debe a su alta prevalencia, así como al fuerte
impacto que tiene sobre la sociedad, por lo que la atención de este padecimiento
genera altos costos para los sistemas de salud. Este padecimiento no es exclusivo
de la niñez o la etapa adulta; en la adolescencia los síntomas y trastornos
depresivos también representan un grave problema de salud pública y mental.

La relación entre estrés y depresión se ha centrado en estresores esporádicos, de


contenido negativo, llegando a la conclusión de que tanto el número de
estresores como su gravedad se relacionan con el inicio de un episodio depresivo
El estigma hacia la depresión en los hombres puede conducir a que se intente
enmascarar los síntomas mediante conductas de alto riesgo.
Las mujeres tienen mayores tasas de intento de suicidio, pero en los hombres los
intentos son más letales. Las tasas de suicidio consumado en varones son más
altas en la mayoría de los países del mundo, y Perú no es la excepción. Pese a las
barreras y escasos recursos en las instituciones de salud y educación, será
necesario continuar desarrollando alternativas que permitan una mejor atención
de la problemática de salud mental en la población joven, aun cuando sus
necesidades no puedan ser expresadas directamente o que los motivos de
consulta sean “otros”, frecuentemente enmascarados por conductas
problemáticas, como la violencia y las adicciones, entre otras.

Por dicho motivo se planteó como objetivo determinar los factores socios
demográficos y psicopatológicos relacionados con la depresión de los
adolescentes para conocerlos y poder abordar a los dichos pacientes antes de que
tengan un desenlace con conductas de alto riesgo.
5. LIMITACION DEL ESTUDIO
Limitación espacial: Hospital de Salud Mental Juan Pablo II
Limitación temporal: año 2018

6. ETICA
El trabajo de investigación se llevará a cabo considerando el criterio del respeto
al anonimato, dignidad, bienestar y protección de derechos del paciente, así
como ajustarse a los principios científicos y éticos que lo justifiquen.
Se considera como una investigación sin riesgo porque no se realizará ninguna
intervención que afectará la integridad y privacidad de la paciente.
CAPITULO II

MARCO TEORICO

ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

Igualmente, en el estudio denominado “Características sociodemográficas y niveles de


depresión en estudiantes ingresantes a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
de Lima (UNMSM)”, realizado en el año 2007, a través de la escala CES-D, se encontró
que de una muestra 382 alumnos, el 40% está propenso a desarrollar un cuadro
depresivo los cuales 37 casos obtuvieron puntajes elevados de depresión y 118 puntajes
intermedios o propensos a desarrollar cuadros depresivos (Riveros, Hernández y Rivera,
2007).

En Colombia, diversos estudios e investigaciones realizadas sobre ella han mostrado su


prevalencia en la población general, específicamente Álvarez & García (2001). La APA
(cfr. Figueras, 2006), especifica que esta tiene una prevalencia que puede estimarse
entre el 9 y el 20% , que la proporción de mujeres que padecen depresión es, como
poco, el doble de los hombres (excepto en la depresión bipolar, en la que los sexos están
equilibrados) y que la edad de comienzo es cada vez más temprana, empezando a darse
la mayor incidencia entre los quince y los diecinueve años, la cual se mantiene
igualmente elevada hasta los cuarenta años en los hombres y los cincuenta en las
mujeres (dentro de su proporción), datos que han quedado confirmados en el ámbito
nacional en el Estudio Nacional de Salud Mental en Colombia, realizado en el año 2003
por el Ministerio de la Protección. Con este se logró determinar que el 11,7% de los
hombres y el 17,5% de las mujeres han padecido un trastorno afectivo alguna vez en su
vida y que, dentro de estos, el Episodio Depresivo Mayor tiene una mayor incidencia,
con un 8,6% en hombres y un 14,9% en mujeres.

Según este mismo estudio, específicamente en la Costa Atlántica, los trastornos del
estado de ánimo tienen una prevalencia de 13,4% alguna vez en su vida. Las edades en
las cuales se encuentra la mayor tasa de prevalencia fluctúan entre los veinticuatro años,
demostrando, consecuentemente, que la depresión es el trastorno psicológico que más
afecta la vida de las personas.

Arrivillaga, Cortés, Goicochea y Lozano (2003) realizaron una investigación con 218
estudiantes universitarios con un rango de edad de 16 a 35 años, dentro del cual el
49,1% se ubicó entre los 16 a 20 años. Descubrieron, de manera significativa, niveles de
depresión moderada. Hernández (1996) encontró, en un estudio sobre depresión,
ansiedad y suicidio en estudiantes de medicina de la Universidad Pontificia Bolivariana,
una prevalencia global de depresión del 21,6%. La distribución por sexo fue: mujeres
25% y hombres 15%.

Según Méndez, Olivares y Ros (2001), en los adolescentes, los episodios depresivos
mayores suelen ir asociados a trastornos disociales, por déficit de atención, de ansiedad,
relacionados con sustancias, y de la conducta alimentaria. La prevalencia de la
depresión aumenta durante esta etapa y alcanza su nivel más alto en la adultez
temprana.

BASES TEÓRICAS

I. Historia de la depresión en los adolescentes

Los trastornos mentales se consideran un problema de salud en casi todo el mundo.


Se estima que la depresión será el problema de mayor impacto en la salud de la
población de países en vías de desarrollo en el año 2020. Así mismo se considera
que 20% de los niños y adolescentes en el planeta sufre alguna enfermedad mental.
En particular, los síntomas depresivos .

La depresión en niños se describió por primera vez en el siglo XVII. Posteriormente


en el siglo XX Spitz y Wolf describieron una muestra de lactantes (entre 6 y
11meses) que al separarlos de su madre desarrollaron un cuadro clínico que se
caracterizaba por: tristeza, llanto, apatía, disminución del balbuceo, reducción de la
actividad física, expresión facial de angustia, retraimiento e indiferencia,
denominándolo depresión anaclítica2 . Sin embargo, la existencia de la depresión en
niños fue puesta en duda. En 1934, Melanie Klein desarrolló los conceptos de la
posición esquizoparanoide y de la posición depresiva como parte del desarrollo
psicosexual del niño. Posteriormente, John Bowlby3 , apoyándose en trabajos
etológicos, postuló la teoría del vínculo (attachment) afectivo.

Éste opina que el periodo más sensible oscila entre los 5 meses y los 3 años de edad
y describió las siguientes fases clásicas:

•La fase de protesta al momento de la separación

• La fase de desesperanza

• La fase de desvinculación.

Postulando que la experiencia de separación, en el infante, ocasiona respuestas de


ansiedad y cólera; mientras que la experiencia de pérdida ocasiona tristeza y
depresión en el joven. En 1978, el español Joaquim Puig Antich fue el primero en
describir el trastorno depresivo en niños y adolescentes utilizando los criterios
diagnósticos que se usaban en adultos y observaron que le curso clínico de la
depresión era similar en niños y adultos, aun que encontraron algunas diferencias
clínicas. Los niños con depresión presentaban con mayor frecuencia: alteraciones de
la conducta (hiperactividad, irritabilidad, agresividad, delincuencia) quejas
somáticas (cefalea, molestias gastrointestinales inespecíficas) enuresis y dificultades
escolares ( fracaso escolar, fobia escolar) a lo que denominaron equivalentes
depresivos.

El DSM III fue la primera edición del DSM (Diagnostic & Statistical Manual of
Mental Disorders) en recomendar el uso de los mismos criterios diagnósticos para
trastorno depresivo mayor en todos los grupos de edad e incluir una sección de
trastornos psiquiátricos propios de la infancia.

II. Adolescencia y Depresión

La adolescencia, definida como una etapa de desarrollo de todo individuo, se


describe a menudo en términos que podrían aplicarse también a la descripción de
una depresión o a la lucha contra esta. Al hablar del adolescente se suele citar la
tristeza, la agitación y la cólera5 . La presencia en mayor o menor intensidad de
estos aspectos en el transcurso de la adolescencia dará evidencia de depresión en
este periodo.
Existe significativa evidencia de la continuidad del trastorno depresivo a lo largo de
la adolescencia y su prolongamiento durante la etapa adulta, resulta en altos índices
de hospitalizaciones psiquiátricas y clínicas, así como de problemas laborales y de
relación futuros.

También, el trastorno depresivo se encuentra asociado al uso abusivo de alcohol y


drogas, a trastornos alimentarios, a conductas de riesgo, a promiscuidad sexual, a
conductas delictivas y a hiperagresividad, lo que hace entender que la depresión en
la adolescencia, además del coste personal, que conlleva genera un grave coste
social. La enfermedad depresiva y sus consecuencias, como la propia adolescencia,
aunque reconocidas como relevantes, pasan muchas veces sin recibir la atención
debida.

Los trastornos depresivos en niños y adolescentes son relativamente frecuentes,


especialmente en estos últimos, aunque solo una minoría de casos son
diagnosticados y tratados correctamente, se estima que el trastorno depresivo mayor
tiene una prevalencia de 2% en niños y del 4 al 8% en adolescentes.

Los niños y adolescentes en albergues ya sea en instituciones públicas o privadas no


son la excepción de este problema, es mas podría suponerse que debido a su
situación de presunto “abandono” es probable que una depresión enmascarada o no
se esté exhibiendo.

En nuestro país el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la


Adolescencia, ISNA, es una de las entidades encargadas de la protección de niños y
jóvenes, se organiza en centros de protección, reinserción social y bienestar y
desarrollo, cuenta con más de 30 instalaciones, atendiendo a más de 6,000 niños y
jóvenes salvadoreños .

Las investigaciones en albergues o casas hogares son escasas debido a los


problemas éticos y legales que estas puedan ocasionar, este estudio pretende conocer
los factores socio demográficos y psicopatológicos relacionados con la depresión en
los adolescentes de 12 a 17 años, que residen en dos centros de protección, el Centro
infantil de protección inmediata CIPI y el Complejo Integral Social para la niñez y
la adolescencia CISNA. Con el objetivo de conocer y determinar la vulnerabilidad
en la que se encuentran estos jóvenes crear o fortalecer actividades que promuevan
salud mental o prevengan las complicaciones más graves de la depresión como lo es
el suicidio.

III. Etiología y patogenia de la Depresión

Dentro de la etiología diagnostica de la depresión según estudios diagnósticos de


genética molecular se han identificado dos genes que confieren vulnerabilidad a los
trastornos depresivos. El primero de ellos, el gen MAOA, responsable de la función
de la monoamino oxidasa y el segundo es el gen trasportador de la serotonina (5-
HTT). Marcadores de vulnerabilidad para la depresión.

La etiología y patogenia de la depresión, se podría clasificar en:

FACTORES BIOQUÍMICOS:

los estudios familiares y genéticos indican que el riesgo entre los parientes de primer
grado de los sujetos que sufren depresión mayor, es de aproximadamente dos a tres
el riesgo de la población general. La concordancia es de cerca de 11% para los
gemelos dicigóticos y se aproxima a un 40% en los gemelos monocigóticos. Los
padres biológicos de los sujetos de estudio adoptados tienen una prevalencia mucho
mayor del trastorno de humor que los padres adoptivos.

Las hipótesis más importantes que se ofrecen para explicar el mecanismo real del
trastorno del humor se orienta sobre las alteraciones de la regulación de los sistemas
de neurotransmisores monoamínicos, en particular los de noradrenalina y
serotonina.

Más recientemente se ha propuesto la hipótesis de una relación entre la depresión y


el equilibrio colinérgico y se caracteriza por un dominio colinérgico relativo.
Además se ha visto que la dopamina disminuye desde el punto de vista funcional en
algunos casos de depresión mayor. Un número importante de casos tienen pruebas
de aumento o disminución de la función noradrenérgica, otros estudios han señalado
una disminución en la actividad serotoninérgica. A pesar de estos hallazgos, la
mayor parte de las hipótesis actuales sobre la función de los neurotransmisores en
los estados de alteración del humor se han orientado sobre los cambios de la
sensibilidad y el número de receptores, más que sobre los cambios de la cantidad de
neurotransmisores disponibles.
FACTORES PSICOSOCIALES:

Aunque el estrés psicosocial puede desempeñar una función en la precipitación de una


crisis depresiva mayor y dar forma a la constelación particular de síntomas observados,
la investigación actual indica que, como tales, los factores ambientales no producen
crisis depresivas graves. Sin embargo los sujetos deprimidos son a menudo incapaces de
aceptar el concepto de vulnerabilidad biológica y se conservan convencidos de que
"ellos mismos" o los cambios de su ambiente son las causas principales de su estado del
humor.

A menudo, dudar de uno mismo, remordimientos y sensación insuperable de


ineficiencia culminan en alteración de las relaciones con amigos y familiares y en
abandono del trabajo, acciones que tienen efectos comprensibles a largo plazo sobre el
humor. Por lo tanto, puede sobrevivir depresión crónica y rasgos de personalidad
depresiva crónica y rasgos de personalidad depresiva como precursores psicológicos y
sociales, aspectos concomitantes y secuelas de los estados depresivos biológicos
recurrentes.

La observación de que muchos pacientes deprimidos tienen rasgos distintivos


semejantes de personalidad hizo que Freud y otros psicoanalistas consideraban a la
depresión clínica como un mecanismo de reparación psicológica. La pérdida de un
objeto amado y la lesión psíquica consecuente podrían superarse solo mediante
autocastigo en el que se devaluaba el objeto internado. Freud sostuvo que el desarrollo
del ego dependía de la resolución con éxito de la pérdida del objeto original. Por lo
tanto, la depresión surge como una manifestación del remordimiento por la ira hacia un
objeto percibido de manera ambivalente (amado y odiado).Otros psicoanalistas se
orientan sobre la depresión como una reacción del ego al desamparo más que a la ira
internada.

MODELOS COGNITIVOS Y CONDUCTUALES

Algunos autores proponen deformaciones cognitivas que prolongan de manera de


manera impresionante el estado afectivo mórbido. Las deformaciones cognoscitivas más
comunes consisten en interpretación negativa de la experiencia, valoración negativa del
yo y pesimismo sobre el futuro. Esta formulación tiene utilidad para comprender la
tenacidad con que los pacientes deprimidos parecen aferrarse a la experiencia depresiva
incluso ante recompensas, apoyo o éxito manifiestos.
Otra teoría postula el "desamparo aprendido" en el que los sujetos sometidos a
situaciones cargadas de estrés en las que son incapaces de prevenir o alterar un estímulo
aversivo (por ejemplo: dolor físico o psíquico) se apartan y no hacen ningún intento más
por escapar, incluso aunque queden a su disposición oportunidades para mejorar su
situación. Otros autores proponen que la depresión es causada principalmente por la
reducción de la magnitud del reforzamiento positivo.

El amor propio bajo es una consecuencia de la incapacidad de los sujetos deprimidos


para enfrascarse en conductas de búsqueda de finalidades con éxito , por lo tanto un
refuerzo positivo de magnitud baja resultante. Modelo de Aprendizaje Social: Propone
que la depresión está asociada con el siguiente paradigma: baja frecuencia de respuesta
al reforzamiento positivo contingente; la baja tasa de respuesta está ocasionada por una
falta de

IV. FACTORES DE RIESGO

El riesgo puede definirse, en términos generales, como la exposición a circunstancias


que aumentan la probabilidad de manifestar algún comportamiento desviado. Siendo el
objetivo de las intervenciones preventivas el contrarrestar el efecto de los factores de
riesgo y potenciar los factores de protección (Ezpeleta, 2005; Lemos, 2004)

Generar hipótesis explicativas sobre la etiología de un trastorno infantil no es fácil ya


que para la construcción de los perfiles de riesgo existirían ciertos sesgos al momento
de investigar, como por ejemplo la representatividad de la muestra que puede limitar la
generalización, la fuente de donde se obtiene la información (padre, niño, o escuela) lo
que hace que ésta varíe y el momento en que se realiza la evaluación, ya que los factores
de riesgo pueden cambiar en el tiempo (Ezpeleta, 2005; Bragado, Bersabé y Carrasco,
2009).

Los factores de riesgo se tienden a diferenciar en dos grupos, los factores de riesgo
asociados y los factores de riesgo causales. Los factores asociados, son aquellos que
reflejan cualquier tipo de asociación entre variables sin especificar ninguna dirección en
la relación, en este sentido el factor de riesgo, sería un factor asociado que precede al
resultado.

Los factores de riesgo causales, son los factores de riesgo que pueden ser manipulados y
al ser manipulados modifican el riesgo de la respuesta. En la mayoría de los casos los
factores de riesgo no son causales (Ezpeleta, 2005; Kraemer, Stice, Kazdin, Offord y
Kupfer, 2009). En algunos casos la etiqueta de factor de riesgo es arbitraria, puesto que
muchos factores de riesgo se confunden, o se relacionan con otros factores de riesgo.

Se han descrito diversos factores de riesgo relacionados con la psicopatología


infantojuvenil, que para objeto de esta revisión se dividirán en dos grandes categorías:
factores de riesgos biológicos y factores de riesgo psicosociales:

CAUSAS Alteraciones cromosómicas, las que no son fáciles de identificar, ya que


GENÉTICAS muchas de ellas no terminan en el nacimiento del niño. Los defectos
cromosómicos han sido identificados en el 2,5% de los niños nacidos. En
los niños que han tenido alteración del cromosoma sexual se ha visto una
relación con posteriores problemas en el desarrollo, aprendizaje y
conducta. También se han visto esto problemas con relación a las
alteraciones metabólicas.
Los desórdenes genéticos contribuyen fuertemente a las alteraciones del
neuro desarrollo como la determinación del CI (entre ellos ADHD,
autismo, Tourette, dificultades de aprendizaje y temprana esquizofrenia).
Los factores genéticos pueden alterar la exposición a, y el impacto de la
adversidad ambiental. Se habla de que el daño temprano lleva a diferentes
consecuencias tardías no específicas, siendo fundamental la influencia
medioambiental (Rowe, Simonoff, Silberg, 2017; Plomin, 2015).
CAUSAS En general se reconoce que los niños son más vulnerables durante el
PRENATALES primer trimestre de gestación, por lo que alteraciones en este período se
transforman en importantes factores de riesgos. Influencias tóxicas en el
embarazo, producidas por: Alcohol: produce el llamado Síndrome Fetal
Alcohólico, es una de las comunes causas de discapacidad generalizada
del aprendizaje. La discapacidad está relacionada con el grado de alcohol
tomado durante el embarazo. Cigarrillo: se revisó la asociación con
ADHD y desórdenes de conducta. También se ha asociado el cigarrillo a
adversidad social y rasgos de personalidad de los padres que pueden
influir en problemas de conducta de sus hijos (Taylor, et al., 2005).
Uso de Cocaína por parte de la madre: asociado con síndrome de
abstinencia fetal, abortos y bajo crecimiento fetal. Es difícil ver la relación
directa porque no es posible calcular la cantidad de droga consumida,
generalmente es cuatro veces más de lo que los padres reportan. Pero sí se
asocia a problemas sociales y psicológicos ya que estos son los que
afectan a los padres consumidores. En los niños con estas características
se asocian problemas de irritabilidad y desarrollo motor bajo. Medicinas
durante el embarazo: Por ejemplo Talidominia se relaciona con rasgos
autistas, siendo como punto crítico la exposición de ella entre 20-24 días
de gestación (Taylor, et al., 2005).
En el caso de las drogas depende mucho del período de gestación donde
se apliquen su dependencia con problemas futuros. Pero en general la
investigación no se hace con humanos, por lo que no se conocen bien los
efectos en los humanos.

V DIAGNOSTICO DE LA DEPRESIÓN

De acuerdo con el DSM-V-TR los criterios diagnósticos son los siguientes14: A)


Presencia de 5 o más de los siguientes síntomas durante un periodo de dos semanas, que
representan un cambio respecto a la actividad previa: uno de los síntomas debe ser (1)
estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de la capacidad para el placer.

1) Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el
propio sujeto (por ejemplo: se siente triste o vacío) o la observación realizada por otros
(Por ejemplo: llanto, en los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable)

2) Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas
las actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según refiere el propio sujeto u
observan los demás).

3) Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (por ejemplo: un
cambio de más del 5% del peso corporal en 1 mes) o pérdida o aumento del apetito casi
cada día. (en niños hay que valorar el fracaso en lograr los aumentos de peso
esperables).

4) Insomnio o hipersomnia casi cada día.

5) Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás,
no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido).
6) Fatiga o pérdida de energía casi cada día.

7) Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser


delirantes) caso cada día ( no los simples autorreproches o culpabilidad por el hecho de
estar enfermo).

8) Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día


(ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).

9) Pensamientos recurrentes de muerte (no solo temor a la muerte), ideación suicida


recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para
suicidarse.

B) Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio mixto.

C) Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral


o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D) Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por
ejemplo: una droga, un medicamento) o una enfermedad médica (por ejemplo:
hipotiroidismo).

E) Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (por ejemplo:


después de la pérdida de un ser querido), los síntomas persisten durante más de 2 meses
o se caracterizan por una acusada incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de
inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor. En niños
pequeños son habituales los trastornos por ansiedad y las fobias. En niños mayores
quejas somáticas, agitación psicomotora y alucinaciones congruentes con el estado de
ánimo. En adolescentes puede aparecer una conducta negativista y antisocial y abuso de
alcohol y sustancias, inquietud, mal humor y agresividad. Por otro lado se pueden
presentar dificultades escolares. Siempre hay un grado de deterioro en la actividad
social o académica que depende de la severidad del trastorno.

El diagnóstico en niños es muy difícil por falta de técnicas de evaluación. Los trastornos
depresivos generalmente siguen un curso crónico.

1) Depresión mayor: Puede ser un episodio único o recurrente.

2) Distimia: que puede ser primaria (inicio precoz) o secundaria (inicio tardío)
3) Depresión doble: Se da cuando el niño presenta una distimia con un trastorno
depresivo mayor superpuesto. La distimia se ha mantenido durante un año por lo menos.
Se hacen ambos diagnósticos.

4) Depresión mayor en remisión parcial: Cuando después de una depresión mayor


quedan síntomas de lo que parece una distimia. Después de una depresión mayor se
puede hacer un diagnóstico de distimia solo si ha habido una remisión completa de la
depresión mayor durante 6 meses como mínimo.

5) Depresión mayor Crónica: Después de una depresión mayor quedan síntomas


depresivos durante dos años.

El diagnostico de trastorno depresivo mayor no debe realizarse durante los 2 meses


siguientes a la muerte de un ser querido, excepto cuando se produzca una importante
alteración del funcionamiento, preocupaciones mórbidas con desvalorización, ideación
suicida, síntomas psicóticos o lenificación psicomotora15 . En los niños prepúberes, los
episodios depresivos mayores tienden a manifestarse a través de quejas somáticas,
agitación psicomotriz y alucinaciones congruentes con el estado de ánimo.

La anhedonía es también frecuente, aunque este síntoma como la desesperanza,


lentificación psicomotriz y las ideas delirantes es mayor en adolescentes. En la
adolescencia puede aparecer una conducta negativista o francamente antisocial, así
como el consumo de alcohol u otras sustancias, mal humor, agresión, reticencia a
cooperar en la familia, retraimiento de actividades sociales y deseos de abandonar el
hogar.

Los adolecentes pueden mostrarse despreocupados por su aspecto corporal, alta


labilidad emocional, con una particular sensibilidad al rechazo en las relaciones
amorosas. Los niños y adolescentes con trastorno depresivo mayor pueden sufrir
alucinaciones o ideas delirantes en la mayoría de las veces pueden ser acorde con el
estado de ánimo deprimido, aparecen con el episodio depresivo en su peor momento y
no incluyen cierto tipo de alucinaciones (como las voces que conversan o que
comentan).

Las alucinaciones depresivas normalmente consisten en una sola voz que habla desde
fuera de su cabeza, con un discurso suicida o despectivo. Los delirios depresivos se
centran en temas de culpa, enfermedad física muerte, nihilismo castigo merecido,
incapacidad personal y a veces persecución. Estas ideas delirantes son inusuales antes
de la pubertad probablemente debido a la inmadurez cognitiva.

HIPOTESIS GENERAL

Los factores socios demográficos y psicopatológicos relacionados con la depresión de


los adolescentes de 12 a 17 años en el Hospital de Salud Mental Juan Pablo II durante el
año 2018 son condicionantes.

HIPOTESIS ESPECÍFICA

a) Conocer los factores socios demográficos relacionados con la depresión en los


adolescentes son deficientes.

b) Reconocer algunas circunstancias vitales relacionadas con la depresión, son malos.


CAPITULO III

METODOLOGIA

3.1 Enfoque de investigación

3.1.1 Diseño de investigación

Se utilizará el diseño no experimental, de corte transversal, es no experimental


puesto que no se va a manipular deliberadamente ninguna de las variables, y es
transversal porque se va a intervenir una sola vez a los sujetos de estudio. (Hernández,
Fernandez, & Baptista, 2014)

3.1.2 Alcance de la investigación

El presente estudio es de alcance descriptivo y correlacional, es descriptivo


puesto que pretende medir las variables tal y como se encuentran en la realidad y es
correlacional porque pretende establecer si existe relación entre las variables de estudio.
(Hernández, Fernandez, & Baptista, 2014)

3.4 Población

El universo aproximado de estudio se estima en alrededor de 50 adolecentes del hospital


de salud mental juan pablo II, durante el 2018.

CRITERIOS DE INCLUSIÓN

 Adolescentes mujeres u hombres entre 12 y menores 18 años


 Aceptación voluntaria para las entrevistas
 Ingreso Actual en el hospital de salud mental juan pablo II entre 30 y 365 días.
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN

 Ingreso Actual en el hospital de salud mental juan pablo II menor de 29 días y


mayor de 366 días.
 Diagnostico Psiquiátrico realizado por médico psiquiatra.

POBLACION DE ESTUDIO:

Adolecentes del hospital de salud mental juan pablo II, durante el 2018.

CÁLCULO DEL TAMAÑO DE LA MUESTRA CONOCIENDO EL TAMAÑO DE


LA POBLACIÓN

Se tomó en cuenta un nivel de confianza de 95%, un margen de error absoluto de 0,05 .

En donde, N = tamaño de la población Z = nivel de confianza, P = probabilidad de


éxito, o proporción esperada Q = probabilidad de fracaso D = precisión (Error máximo
admisible en términos de proporción).

MUESTREO

Aleatorio simple

Teniendo un total de 67 estudiantes a evaluar.

3.6 Técnicas e instrumentos de recolección de datos

La técnica que se va a privilegiar será la encuesta mientras que el instrumento


será el cuestionario y la guía de observación.

3.7.1 Plan de Análisis de datos

Los datos recogidos durante el trabajo de campo, serán procesados y analizados


con ayuda del programa SPSS y se aplicara Chi cuadrado como metodología.
CAPITULO IV

RESULTADOS

4.1. Procesamiento, análisis, interpretación y discusión de resultados.

4.1.1. Factores sociodemográficos y psicopatológicos relacionados con la depresión de


los adolescentes de 12 a 17 años en el Hospital de Salud Mental Juan Pablo II durante el
año 2018

Género
Genero Pacientes Total
Masculino 8 40%
Femenino 12 60%
Total 20 100%
Fuente: Fuente propia

Género

20 100%

80%
15
60%
10
40%
5
20%

0 0%
Masculino Femenino

Pacientes Total

Fuente: Fuente propia

Interpretación:
Del total de los pacientes encuestados un 40% es del género masculino y un
60% es femenino en estudiantes que cursan del quinto al décimo segundo ciclo
de la escuela profesional de medicina humana del centro de Salud Mental Juan
Pablo II.

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