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Responsabilidad política de los servidores públicos en México

Resumen

La supervisión del actuar de los servidores públicos, desempeñando su cargo, es


un asunto que la sociedad ha tenido en constante crítica, pues el actuar de los
servidores públicos es desempeñar sus funciones con honestidad. Es por ello
que la responsabilidad política surge a raíz de la necesidad de controlar la
conducta de los servidores públicos y por ende combatir la corrupción.

Responsabilidad política

A partir de finales de 1982, estando en mandato el Presidente de la República


Miguel de la Madrid, configuró mediante la reforma Constitucional y Legal al
título IV de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud de llevar a
cabo las acciones que en su campaña política dio a conocer, en donde invocaba a
la renovación de la moral de la sociedad.

La reforma al título IV de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos fue


acompañada de la expedición de la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos (LFRSP)1.

Para poder comenzar a entrar en materia, es muy necesario conocer qué es un


Servidor Público, y la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la siguiente
Tesis jurisprudencial señala: “Es aquel que independientemente de su
denominación ya sea de funcionario o de servidor civil, está normado por un
régimen de función pública bajo una ley específica de derecho público o
mediante disposiciones equivalentes, y asumen actividades enmarcadas en los
intereses primordiales del Estado. No se trata de todos los empleados o
trabajadores del Estado, sino solamente de aquellos que como funcionarios
desempeñan las funciones esenciales que le atañen al Estado y que, en cada
Estado extiende o restringe a su arbitrio… la mayoría de los países define como
servidores públicos a quienes se desempeñan en el Poder Judicial, junto con los
integrantes de la administración pública y los empleados administrativos del Poder
Legislativo”.2

Se hace muy necesario resaltar que en el artículo 108 Constitucional, nos


proporciona una lista de las personas que deben ser consideradas Servidores
Públicos.

Por otra parte el artículo 109 Constitucional, brinda la base para la


expedición de leyes federales y locales sobre la responsabilidad de los
servidores públicos. Pero antes de seguir con el desarrollo de este trabajo, es
importante saber, ¿qué es la Responsabilidad? (desde el punto de vista Jurídico),
¿qué es la Responsabilidad Política?, ¿Qué es el Juicio Político?.

Responsabilidad

La Enciclopedia Jurídica Mexicana dice que: “Por Responsabilidad puede


entenderse la obligación que tiene una persona de subsanar el perjuicio producido
o el daño causado a un tercero, porque así lo disponga la ley, lo requiera una
convención originaria, lo estipule un contrato, o se desprenda de ciertos hechos
ocurridos con independencia de que en
ellos exista o no culpa del obligado a subsanar”.3

Responsabilidad Política

De acuerdo con la Enciclopedia Jurídica Mexicana, la Responsabilidad Política; “Es


la que se hace valer a través del Juicio Político de responsabilidad, en contra de
los servidores públicos, mencionados en el artículo 110 de la Constitución.4

Juicio Político

El juicio político tiene como antecedentes remotos al Impeachment* inglés, y como


antecedente mediato al Impeachment norteamericano. Es un término utilizado para
designar el procedimiento para fincar responsabilidad política u oficial a un servidor
público. Implica el ejercicio material de una función jurisdiccional llevada a cabo por
un órgano de funciones políticas, pero respetando las formalidades esenciales de
un procedimiento jurisdiccional.

Algunos tratadistas mexicanos, comentan que el Juicio político presenta


una raíz natural que lo aproxima al proceso penal y lo califican como “un
modelo de enjuiciamiento penal muy similar al que existe en otras latitudes”.

Pero no es así, ya que no corresponde a un proceso penal ya que no se trata de


comprobar la existencia de un delito y a la imposición de una pena, sino identificar
algunas conductas cometidas por los servidores públicos que atentan en contra del
Estado de derecho, el régimen de gobierno y el sistema jurídico y
concluye con la imposición de las sanciones correspondientes. Además, el juicio
político no se contrapone con el proceso penal, ya que una misma conducta puede
dar fundamento a la responsabilidad política y penal.5

Para el investigador emérito Héctor Fix-Zamudio, el juicio político constituye uno de


los cuatro instrumentos consagrados en la Constitución para la solución de los
conflictos con carácter jurídico sobre la aplicación de las
disposiciones fundamentales. Las otras tres garantías constitucionales son: las
controversias constitucionales, el juicio de amparo y el procedimiento de
investigatorio de la Suprema Corte de Justicia.6
La LFRSP en su artículo 7° enumera en ocho fracciones una lista de conductas que
“redundan en perjuicio de los intereses públicos fundamentales y
del buen despacho”, éstas a su vez pueden ser divididas en cuatro sectores:

1. Ataque a Instituciones democráticas o a la forma de gobierno republicano,


representativo y federal.
2. Violaciones graves y sistemáticas a garantías individuales y sociales, en
ellas la libertad de sufragio.
3. Usurpación de atribuciones y cualquier infracción a la Constitución o a las
leyes federales o las omisiones de carácter grave
“cuando causen perjuicios graves a la Federación, a uno o varios Estado
de la misma, a la sociedad o motiven algún trastorno en el funcionamiento
normal de las instituciones.
4. Violaciones graves o sistemáticas a los planes, programas, presupuestos
de la administración pública federal o del Distrito Federal y a las leyes que
determinan el manejo de los recursos federales o del Distrito Federal. Sin
embargo, no procede el juicio político por la simple expresión de ideas.

Sujetos al Juicio Político

 Funcionarios del Poder Ejecutivo Federal.


 Miembros del Poder Legislativo Federal y representantes electos del Distrito
Federal.
 Miembros del Poder Judicial Federal y del Poder Judicial del Distrito
Federal.
 Funcionarios de las entidades Federativas.

Órganos Competentes

Los órganos encargados de las aplicar las normas previstas por la Constitución y
por la LFRSP en materia de Juicio Político, son la Cámara de Diputados y el Senado
de la República.

La Cámara de Diputados cuenta entre sus facultades exclusivas la de ser “órgano


de acusación” en los juicios políticos, que se instauren contra los servidores públicos
señalados en el artículo 110 de la Constitución.

Sanciones

Dentro de las sanciones pronunciadas por el Senado de la República se


encuentran:

1. Destitución del cargo; esta sanción consiste en privar a alguien de su empleo,


cargo, comisión o encargo.
2. Inhabilitación: El artículo 8° dispone que “También podrá imponerse
inhabilitación para el ejercicio de empleos, cargos ó comisiones en el
servicio público”

La intensidad de la sanción puede ser regulada o medida según la gravedad


de la conducta sujeta a juicio, y ésta puede ser desde un año hasta veinte.

Conclusiones

Concluyendo, las sanciones que puede producir la Responsabilidad Política, son


menores a las que podrían producir la Responsabilidad Administrativa y Penal. Es
importante señalar que más allá de darle un orden jerárquico a las posibles
responsabilidades, cualquiera de ellas podría desencadenar una o más tipos de
responsabilidad.

Los resultados que ha mostrado el juicio político y en general como medidas de


control que ejerce el

Congreso de la Unión en México, ha resultado ser limitado o casi nulo, esto,


toda vez que más que una causa es una consecuencia de la debilidad de los
órganos del Poder Legislativo.

Una causa del poco uso del Juicio Político, ha sido la gran influencia que ejerce el
sistema político mexicano, ya que se lleva a cabo la imposición de la voluntad de
los miembros del partido dominante.

Otra razón del poco uso del juicio político, son las fallas mismas en el modelo
original, ya que se habla de ambigüedad en la redacción de las causales y por ende,
la interpretación de las mismas.

El siguiente paso para el juicio político será implementarlo de tal manera que
funcione como como un mecanismo regulador apoyado de la introducción de
prácticas democráticas. En la medida que dichas prácticas vayan siendo puestas
en función, ayudaría a que de manera fluida se ejerciera el control de la conducta
de los altos funcionarios.

José Luis Vázquez Alfaro menciona que “será necesario dotar a los
órganos de control una verdadera autonomía en el ejercicio de sus
atribuciones.”

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