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En el libro de mateo capítulo 14 versículo 24 en adelante nos encontramos con

un claro ejemplo.
24
Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento
era contrario.
25
Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26
Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un
fantasma! Y dieron voces de miedo.
27
Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28
Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti
sobre las aguas.
29
Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para
ir a Jesús.
30
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces,
diciendo: !!Señor, sálvame!
31
Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca
fe! ¿Por qué dudaste?
32
Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
33
Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo:
Verdaderamente eres Hijo de Dios.

Y es que a través de este ejemplo podemos aprender tanto hermano, vemos como Pedro
le dice señor si eres tu manda que yo vaya a ti sobre las aguas, y en muchas ocasiones
venimos al Padre diciendo si eres tú Dios permíteme cumplir este propósito esta meta o
sueño y así como a pedro le dice que sí, y Dios viene a nosotros y nos dice si está bien
hijo mío ve a la conquista de tu propósito meta o sueño...

Pero tengamos muy en cuenta que cuando Dios permite que comiences a trabajar por lo
que anhela tu corazón tanto a nivel espiritual como a nivel secular Dios nos llevara a hacer
cosas nuevas, cosas diferentes al igual que a Pedro cuando Dios le permite ir sobre las
aguas…en pocas palabras nos impulsara a salir de nuestra zona de confort.

Y es allí cuando Pedro tiene miedo porque pierde el enfoque en Cristo y pone su mirada
en el entorno que le rodea es decir vio el fuerte viento y las olas… es posible que nos
haya pasado igual que a Pedro al momento de ir por nuestros propósitos metas o sueños
perdemos el enfoque que es Cristo y vemos todo aquello que mencione anteriormente los
obstáculos, los gigantes, lo negativo… y nos empezamos a hundir igual que pedro y
vemos que no podemos avanzar y que en ocasiones hasta hemos retrocedido… pero es
allí donde como Pedro nosotros vamos al Padre y le decimos ayúdame aquí estoy te
necesito y Dios nuevamente te toma de su mano y te dice no temas yo estoy contigo.
Recuerda que Dios hace todo con un propósito y si eso llegase a pasar no te preocupes
porque Dios permite esto para que otros puedan ver lo que Dios está haciendo contigo y
así el nombre de Cristo sea glorificado ya que cuando los que estaban en la barca vieron
subir de nuevo a Jesús con Pedro, en el versículo 33 dice ellos adoraron y dijeron
verdaderamente tu eres el Hijo de Dios…

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