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Argentina: La pelea de Monsanto, los sojeros y las semilleras por una Nueva Ley de Semillas a su

medida

Documentos junio 10, 2016 No hay comentarios en Argentina: La pelea de Monsanto, los
sojeros y las semilleras por una Nueva Ley de Semillas a su medida

Que no deja satisfecho ni a Monsanto ni a los sojeros, pero que da un paso más en la entrega y
privatización de nuestras semillas. ¡Firmá el documento, y decíle NO a la Ley Monsanto! Debate
público YA

Para entender la última versión del Proyecto de Ley de Semillas que el Poder Ejecutivo tiene en
carpeta para enviar al Congreso Nacional, es necesario retrotraerse y recapitular los sucesos
ocurridos durante los últimos tres años en la Argentina sojera. Una vez más nos encontramos
frente a un anteproyecto que nunca fue hecho público ni debatido por la sociedad. Una vez más,
como en el 2012, hemos accedido a él por vías informales y compartimos el análisis que de él
hacemos y nuestras conclusiones para ponerlo en conocimiento público y estimular la
resistencia a su aprobación.

La disputa en torno al cobro de regalías de parte de Monsanto a los productores de soja tuvo su
última escalada en agosto del año 2012 cuando:

– El gobierno argentino se comprometió a modificar la Ley de Semillas para garantizarle el cobro


de regalías a Monsanto.

– Monsanto entonces lanzó al mercado su Soja “rr2 Intacta” a la espera de tener garantizado el
cobro de regalías a través de dicha Ley.

Las resistencias que el proyecto generó en amplios sectores de la sociedad (incluyendo sectores
del oficialismo) hizo que el mismo no fuera aprobado ni en el 2012 ni en el 2014, momento en
que se volvió a la carga con un anteproyecto “maquillado” para que fuera aceptado por las
organizaciones de la agricultura familiar.

En tanto, Monsanto siguió avanzando con sus acciones para cobrar las regalías y creó un sistema
de “Contrato de Regalías Extendidas” (1) que obliga a quien quiere sembrar la soja “intacta” a
comprometerse a pagar regalías por guardar semillas hasta el año 2028. Estos contratos son
evidentemente ilegales pues contradicen el derecho del uso propio consagrado por la Ley
vigente, pero no fueron cuestionados por el Estado.

El conflicto tuvo una nueva irrupción en mayo del 2015: Monsanto intenta cobrar sus regalías
extrayendo muestras de grano de soja listo para la exportación en los puertos y los empresarios
del sector sojero protestaron por esto. El gobierno intervino intentando mediar y allí hizo pública
la intención de emitir un Decreto de Necesidad y Urgencia para “poner un fin a tantos años de
discusión” en palabras de Aníbal Fernández y fijar los pagos por derechos de propiedad en la
semilla y limitar el uso propio de la semilla.

Una vez más amplios sectores expresamos nuestro rechazo al Proyecto (2) y nuevamente el
Ejecutivo dio marcha atrás. Pasadas unas semanas informó a través del Secretario de Agricultura
Delgado que el DNU se convertiría en un Proyecto de Ley que se enviaría al Congreso.

Ese es el anteproyecto que hoy tenemos en nuestras manos y que hemos podido analizar
confirmando que:

– En su primer punto, al decir “así como el pago que, en caso de corresponder, efectúe el
agricultor por la semilla de Uso Propio”, acepta que puede corresponder pagar por el uso propio.
Esto va en contra de la Ley de Semillas vigente y significa una violación a un derecho que debe
ser defendido como base de la agricultura. De esta manera se modifica, sin explicitarlo, la Ley de
Semillas vigente que garantiza el Derecho al Uso Propio.

– También limita el Uso Propio creando la figura del “pago de aportes tecnológicos de la Semilla
de Uso Propio” instalando el pago de regalías y avanzando así en la imposición de UPOV 91.

– El anteproyecto define como “Semilla de Uso Propio al producto de la cosecha obtenido por el
cultivo de semilla de una creación fitogenética legalmente adquirida, que el agricultor reserva y
usa como simiente en su propia explotación”. ¿Cómo se determinará qué es “legalmente
adquirida”? ¿Podría suceder que al implementarse esta ley todos los agricultores deban
“legalizar” su semilla comprándola al menos una vez a la empresa semillera?
– En ese contexto, le otorga poderes extraordinarios al Ministerio de Agricultura para
“establecer, sobre distintas semillas y variedades, el pago de aportes tecnológicos de la Semilla
de Uso Propio, fijar el valor de los mismos en función de superficie sembrada, volumen de
producción, especie, variedad, zona y año”. Esto es inaceptable y lo deja en manos de la
reglamentación que realizará el Poder Ejecutivo que, de esta manera, podrá otorgar aún
mayores beneficios a las corporaciones. Esto es sumamente peligroso ya que la reglamentación
puede incluir cualquier cosa, incluso todos los aspectos más dañinos del proyecto de ley que se
retiró, y no se discutirá públicamente porque será atribución del poder ejecutivo. Nuevamente
significa impedir un debate democrático para dar continuidad a la injerencia y control de las
corporaciones en nuestras instituciones.

– También le da al Ministerio de Agricultura superpoderes cuando dice que “Asimismo podrá


facultarse al citado Ministerio para regular las multiplicaciones en la semilla que siembra el
productor agrícola como reaseguro de su identidad genética y pureza varietal, entre otros
aspectos, de acuerdo a las pautas que establezca la reglamentación”.

– La creación del REGISTRO DE SEMILLAS DE USO PROPIO, que faculta al INASE “para ejercer el
control y la fiscalización de los usuarios de semillas, en todos los aspectos relacionados con la
presente ley” representa en realidad un sistema de control sobre todos los agricultores,
campesinos incluidos, ya que, de acuerdo con las facultades otorgadas al INASE en su decreto de
creación, implica en los hechos la facultad para: multar, decomisar, inhabilitar o clausurar la
actividad o el producto de las cosechas.

– La creación del Fondo Fiduciario denominado Fondo de Innovación Tecnológica para el


Mejoramiento Genético, en adelante InnTeG, es también un despropósito por el que
nuevamente se fortalecerá el control corporativo sobre nuestra agricultura detrás del discurso
del desarrollo de una “biotecnología nacional”. La composición de su Consejo de Gestión,
integrado en un 50% por el sector privado (que por supuesto tienen sus aliados que le darán
amplios poderes en el sector público) demuestra cómo se canalizarán los recursos. Incluso la
presidencia de dicho Consejo podría estar en manos privadas ya que el anteproyecto establece
que “Será presidido por la Autoridad de Aplicación o por quién ésta delegue”.

Tal como lo expresamos en el mes de abril, nuestras exigencias son:


– Exigimos la apertura de un amplio debate público, como el que desde esta Campaña venimos
impulsando desde hace años, para que sean los intereses de nuestro pueblo los que se
privilegien y no los intereses de las corporaciones.

– NO a los Derechos de Propiedad Intelectual y a la apropiación de las semillas por las


corporaciones.

– NO al Registro de “Uso propio de Semillas”.

– NO queremos ningún registro de pequeños agricultores exceptuados. El uso propio es un


derecho y no un privilegio. ¡¡¡LIBRE CIRCULACION DE SEMILLAS!!!

– No queremos una industria nacional de semillas transgénicas. ¡¡¡FOMENTO A LAS SEMILLAS


NATIVAS Y CRIOLLAS!!! ¡SI A LA SOBERANIA ALIMENTARIA!

– NO queremos los recursos del ESTADO PARA CUIDARLE EL BOLSILLO A LAS SEMILLERAS

– NO A LA LEY MONSANTO

– ¡¡¡DEBATE PÚBLICO YA!!!!

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