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Año tras año, los trabajadores de Casinos hemos ido perdiendo el interés y la expectativa respecto del
monto de propina que percibimos mes a mes. Así, la pregunta de “¿a cuánto llegará la gallina? resulta cada
vez menos frecuente. La tarea matemática que implicaba la estimación del punto mensual para el posterior
cálculo de la propina ha sido reemplazada por la funesta tarea de mirar la del mes anterior con resignación y
pensar que, peso más peso menos, rondará el mismo monto.
Claro está que a la actual situación no se ha llegado por arte de magia, ni es mérito de la casualidad.
La pérdida de competitividad en comparación con la oferta de juego del sector privado colabora
considerablemente con el estancamiento de las variables de ingreso que dependen de la afluencia de
público apostador, como es el caso de la propina y la productividad. Este proceso continúa ante la
complicidad de las autoridades provinciales y la indiferencia de nuestros representantes gremiales.
Con Casinos en franco deterioro estructural edilicio, material de trabajo que dista de estar en
condiciones para brindar un servicio de calidad, innumerable cantidad de promesas gerenciales incumplidas
para el mejoramiento de la atención al público, el capital privado binguero se regocija ante la ineptitud de
sus rengos competidores estatales. Consecuencia de ello, la histórica ecuación de indicaba que la Caja de
Empleados triplicaba al Sueldo se ha ido invirtiendo, llegando hoy a ser un tercio del Salario.
Cuando comparamos la evolución de la recaudación de la Caja de Empleados en relación el
incremento del precio de bienes que consumo cotidiano, vemos que gradualmente disminuye
nuestro poder de compra. Ello se evidencia en el siguiente gráfico:
800%
600%
400%
200%
0%
-200% 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
Años
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Años
Lo peor de la situación radica en la pérdida del poder de compra de la Propina, lo que implica
una disminución del salario real de los trabajadores de Casinos, por ser la misma una de las tres
variables de nuestros ingresos (junto con el Sueldo y Productividad).
Desde nuestra Agrupación tenemos muy en claro que las decisiones de explotación son responsabilidad
de la patronal. Pero tenemos consideramos que cuando tales determinaciones atentan contra la
competitividad de los Casinos, y en consecuencia, contra el bolsillo de los trabajadores, es el Gremio quien
debe accionar en consecuencia en contra de las políticas de vaciamiento que desde hace rato se perpetran en
nuestro ámbito de trabajo.
En este sentido, como en tantos otros, después de 12 años de conducción Gremio-FAS nuestros
representantes no han estado a la altura de las circunstancias. Los representantes de los trabajadores
no pueden mirar hacia otro lado mientras sus afiliados sufren una atroz pérdida de poder adquisitivo. Y es lo
que han hecho todo este tiempo con nuestra querida Caja de Empleados.
Hoy, con la Apertura de los sobres de las Ofertas del Proceso Licitatorio para la explotación de las
máquinas tragamonedas en puerta, contrato que nos va a regir por los próximos 20 años, resulta
trascendental que el contenido de los pliegos contemple los derechos de los trabajadores, la competitividad
de nuestros casinos, y en consecuencia, proteja las variables salariales que dependen la explotación. En las
condiciones actuales, lejos están de hacerlo.
Mayo 2018 – LA TOSCO