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Este documento describe la pedagogía de Jesús y San Francisco. Explica que la pedagogía de Jesús se centra en la cercanía y el amor, acercándose a los demás. La pedagogía de San Francisco se basa en vivir de acuerdo con el Evangelio y la Iglesia, con simplicidad, sencillez y amor fraterno. El documento concluye que tanto la pedagogía de Jesús como la de San Francisco enfatizan la importancia del encuentro personal, el diálogo y la fraternidad.
Este documento describe la pedagogía de Jesús y San Francisco. Explica que la pedagogía de Jesús se centra en la cercanía y el amor, acercándose a los demás. La pedagogía de San Francisco se basa en vivir de acuerdo con el Evangelio y la Iglesia, con simplicidad, sencillez y amor fraterno. El documento concluye que tanto la pedagogía de Jesús como la de San Francisco enfatizan la importancia del encuentro personal, el diálogo y la fraternidad.
Este documento describe la pedagogía de Jesús y San Francisco. Explica que la pedagogía de Jesús se centra en la cercanía y el amor, acercándose a los demás. La pedagogía de San Francisco se basa en vivir de acuerdo con el Evangelio y la Iglesia, con simplicidad, sencillez y amor fraterno. El documento concluye que tanto la pedagogía de Jesús como la de San Francisco enfatizan la importancia del encuentro personal, el diálogo y la fraternidad.
La pedagogía es la ciencia y el arte de la educación. Como ciencia, es el conjunto ordenado de los principios prácticos de la educación. Como arte, es la acción educativa misma en cuanto aplica dichos principios. La pedagogía de Jesús Entre la pedagogía de Jesús podemos encontrar dos rasgos que sobresalen: cercanía y amor. Jesús se hizo cercano y compañero de camino de muchos y este rasgo es el que le permitió mayor autoridad e influencia. En teología, la cercanía se la llama “encarnación”. Con este vocablo se afirma que Jesús se hizo hombre, y como tal, pasó por uno de tantos viviendo la mayor parte de su vida. Es su actitud de cercanía la que le permitió a sus contemporáneos captarlo como uno de los suyos. Hacerse cercano para Jesús es hacerse prójimo, es velar a favor del otro, es querer ayudar a solucionar las necesidades del otro. Para ser prójimo no hay que ser de la misma raza o credo, ser de la misma procedencia o tener el mismo nivel de educación; se trata de querer hacerse prójimo, es tener la intención explícita de buscar el bien del otro. La cercanía a nivel humano es un rasgo que genera empatía y confianza posibilitando mejor el clima de diálogo y de respuesta sincera. Optar por la cercanía desde lo humano es optar por un rasgo de la pedagogía de Jesús que crea un nuevo modo de relación al proponer, no solo verse como iguales, sino que invita desde Jesús a un paso más profundo, hacerse cercano al que está caído. Cuando la cercanía se da, se crea un mejor clima de relaciones, un mejor ambiente más transparente y auténtico que les permite más fácilmente a las personas mostrarse como son. Pedagogía de san Francisco Celano nos narra un episodio de la vida de san Francisco que nos revela con qué disposición de espíritu comenzó, después de su conversión, a guardar el evangelio y a dejarse guiar por la Iglesia. Se leía cierto día en la capilla de santa María de la Porciúncula el evangelio que narra la primera misión de los discípulos para predicar la palabra divina. Después de la misa, Francisco, que había escuchado atentamente la lectura, se acercó al sacerdote, suplicándole le expusiese el sentido del pasaje; éste se lo explicó ordenadamente, y al oír Francisco que los servidores de Cristo no debían poseer oro, ni plata, ni dinero, ni llevar en sus viajes alforja, ni saco, ni provisión, exclamó, interiormente inspirado: “Esto es lo que yo quería, esto es lo que yo buscada y esto con todo mi corazón deseo cumplir”. Sin más demoras, se quita el calzado, arroja de sus manos el báculo, y contentándose con una sola túnica, se la ciñe con una rústica cuerda, en lugar de la correa. Sobre este binomio: el evangelio y la Iglesia, representada por el sacerdote que lo interpreta, se desarrolla e inspira toda la doctrina y la acción educativa de san Francisco. Quiere simplicidad en la interpretación y sencillez en la práctica. Sabe muy bien lo que dice cuando, más tarde, saluda a la “Reina sabiduría”, pero unida a su hermana, la pura y santa sencillez, que avergüenza a toda la sabiduría de este mundo y a la prudencia de la carne. Pero no es sólo esta mentalidad lo que caracteriza la concepción de la vida evangélica; según san Francisco, la característica fundamental es la amplitud de esta nueva vida. El evangelio ha sido siempre para todo seguidor de Cristo, y especialmente para los religiosos, que prometen guardar los consejos de obediencia, castidad y pobreza, la norma de vida cristiana. Con todo, ningún fundador de orden religiosa, antes de Francisco, había fundado su regla sobre el evangelio y obligado expresamente a sus discípulos a la guarda del evangelio en el más estricto y amplio sentido de la palabra. Estas dos ideas deben tenerse bien presentes: la manera particular con que san Francisco interpreta el evangelio y su voluntad de observarlo en toda su amplitud. Y en cuanto a la pedagogía del amor en la regla bulada encontramos “Y confiadamente manifieste el uno al otro su necesidad, porque, si la madre cuida y ama a su hijo carnal, ¿cuánto más amorosamente debe cada uno amar y cuidar a su hermano espiritual?” Rb cap. VI, 8. Esta es la regla de oro, la pedagogía del amor, la pedagogía de Cristo en san Francisco, que también podemos encontrarlo manifiesto en el Cántico de las Criaturas o Cántico del Hermano Sol, en el cual se manifiesta la cercanía con la creación de Dios y la hermandad entre las creaturas. Conclusión: En la pedagogía de Jesús, fuente de inspiración de la pedagogía franciscana, se resalta la importancia y necesidad de un encuentro traducido en el diálogo y la interrelación personal, manifestado en el respeto, participación, reconocimiento y aceptación. Así encontramos una de las características de la Pedagogía Franciscana: la Fraternidad, y familiaridad signos esenciales de la integración y formación humana- divina. Jesús, se hizo uno como nosotros, se hizo hermano, prójimo, san Francisco descubre en el otro la riqueza del amor que construye y fortalece la vida. Muchas corrientes pedagógicas hablan de la educación del amor, de la comprensión, de la inclusión, etc. es por eso que a la pedagogía cristiana se le deba el respeto y reconocimiento como fuente pedagógica para una educación integral del ser humano.