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VALLES OCCIDENTALES

1. PROCESO HISTORICO
Se le denomina así a los pequeños, pero muy ricos valles del departamento de Arica
(Chile ) , hasta Pisagua , y el extremo sur del Perú ( Tacna , Moquegua y Arequipa
)hasta Siguas , que constituyen junto con la región Valluna , la parte agrícolamente
más rica del área centro – sur .
Arqueológicamente, además, es una de las zonas mejor conocidas y tuvo un desarrollo
cultural notable que se expresa en la presencia de la cultura Arica y otros productos
totalmente regionales.
Se presenta un panorama general sobre la expansión del Estado Inca hacia el Sur del
Cusco, que comprende la subárea Valles Occidentales del área Centro Sur Andina y
Noroeste Argentino. Postulamos que, contrario a lo estimado en estudios previos el
Estado Inca tuvo una intervención política, económica e ideológica más profunda en la
zona de estudio. Las evidencias arqueológicas disponibles permiten señalar que la
intervención del Estado Inca estuvo lejos de ser indirecta. Una de las motivaciones fue
la necesidad de acceder a los recursos económicos en la costa del Pacífico (guano,
minerales):
- Valles costeros (agricultura subtropical),
- Valles precordilleranos (agricultura de maíz y papas, metalurgia),
- Puna (ganadería, tubérculos, sal, obsidiana)
- Yungas orientales (plumas, coca, cebil, maderas, miel, etc.).
En este contexto se describen los diversos tipos de instalaciones estatales destinadas
a administrar y controlar estos territorios, que incluyen obras deinfraestructura
administrativa (tambos, centros administrativos, caminos, apachetas, collcas) y
ceremoniales (wak’as, santuarios de altura). Bienes muebles, tales como cerámica,
metales, mullu, textiles, lapidaria, etc., se analizan en el contexto de la organización
política del aparato estatal. El interés se centra, principalmente en “las formas del
poder” utilizadas por el Inca para controlar y administrar los territorios anteriormente
señalados.
Consecuentemente, se propone que la expansión ocurrió bajo un sistema de
administración efectivo, lo que significó que las poblaciones locales fueron integradas
a las estructuras políticas, económicas e ideológicas del Inca, en cuyo proceso las
provincias vieron afectados sus modos de vida previos. Posiblemente las comunidades
vivieron la tensión de aceptar las políticas del Estado ya fuera por adhesión voluntaria
o por imposición dura del Estado debido a circunstancias de resistencia social.
Independientemente de las circunstancias de la relación con el Estado, las
transformaciones locales ocurrieron a nivel de la organización política, económica y la
introducción de ciertas expresiones materiales vinculadas con la esfera ideológica.
Para hacer más visibles las diferencias y similitudes en el comportamiento de estos
rasgos entre las tres áreas de estudio, éstos se agruparon en los siguientes contextos
de análisis:
- Recursos agrícolas, mineros, marítimos, espacios estratégicos sagrados, etc.
- Instalaciones administrativas y productivas con obras de infraestructura
administrativa, selección de puntos y rutas estratégicas para la instalación de redes
viales (tambos, caminos con planificación y construcción de origen estatal),
instalaciones agrícolas (sistema de irrigación, andenerías, collcas)
- Sitios ceremoniales, donde se distingue una impronta estatal reflejada en la
concurrencia de rasgos espaciales tales como santuarios de altura
- Bienes muebles, correspondiente a circunstancias donde la presencia del
Estado no se materializa en obras de infraestructura, sino solamente a través de
objetos de prestigio en contextos domésticos y ceremoniales y la asociación espacial
con centros administrativos incaicos.
Lumbreras definió los Valles Occidentales del área Centro Sur como “pequeños pero
muy ricos valles… que constituyen, junto con la región valluna, la parte agrícola más
rica” (Lumbreras 1981:81). Además señaló que esta área “fue plenamente controlada
por el imperio de los incas”, y advirtió la necesidad de averiguar “el carácter de este
control” y la relación con el altiplano Circum tititaca que podría haber incidido en una
temprana anexión de estos territorios al sistema imperial distinguen dentro de los
Valles Occidentales la zona de valles exorreicos (ríos que llegan al Pacífico desde Majes
por el Norte hasta Camiña por el Sur), dentro del cual separamos dos ámbitos
espaciales:
- Los valles de Tacna (Locumba, Sama, Caplina) y
- Los valles de Arica (Lluta, Azapa, Chaca, Camarones).
Esta división se sustenta en diferencias geográficas y ecológicas así como en el carácter
del desarrollo cultural prehispánico: los valles de Tacna son más grandes y ricos en
términos de recursos hidrológicos, vegetaciones, faunísticos, etc., mientras que los
valles de Arica son más pequeños y pobres en términos de disponibilidad y estabilidad
de recursos agrícolas (suelos, agua). Esto como consecuencia de la gradiente
pluviométrica registrada en la vertiente occidental de los Andes, lo que determina
valles cada más secos e inestables hacia el Sur de Arequipa. Además, los valles de
Tacna, con mayor pluviosidad que los de Arica, se conectan geográficamente de modo
directo con la cuenca del Titicaca, lo que no ocurre con los últimos. En consecuencia,
dado las condiciones ecológicas y geográficas, los valles de Tacna tuvieron relaciones
culturales más estrechas con el altiplano, que los valles de Arica.
En particular, en los valles de Arica (Lluta, Azapa, Chaca, Camarones), prevalecen
condiciones ecológicas de extrema aridez, sin posibilidades de inten sificación de la
producción agrícola, con baja densidad de población y zonas de explotación
distribuidas en forma discontinua. No obstante lo anterior, el Estado no eximió a las
poblaciones de estos valles de las obligaciones básicas del gobierno imperial. La
aplicación del sistema de tributos en forma de fuerza de trabajo (mit´a) permitió al
Estado desarrollar su sistema económico y social a una escala distinta a la de otras
provincias en las que se manifiestan importantes inversiones en obras públicas.
Los valles de Tacna (Locumba, Sama, Caplina), en contraste, presentan condiciones
ecológicas más favorables para la intensificación agrícola y la actividad pastoril en las
praderas alto andinas. Existe mayor pluviosidad que mantiene, hasta el día de hoy, un
sistema hidrográfico mejor provisto y con fluctuaciones de sequedad menos críticas
que en los valles de Arica. Estas diferencias, seguramente conocidas por las
poblaciones locales, fueron percibidas por la administración Inca, que invirtió en obras
de infraestructura de mayor escala, para la producción y redistribución de los
resultados de este proceso económico y social.

VALLES DE ARICA

Estado y recursos: Los valles de Arica incluyen una zona costera y otra cordillerana. La
zona costera es marginal desde el punto de vista de la explotación agrícola hasta la
actualidad, comparado con los valles de Tacna.
La zona cordillerana, aunque tiene mayores recursos de agua presenta una escala de
operaciones agrícolas (terrazas y canales de irrigación) de poca envergadura
comparada con los valles cordilleranos de Tacna, que en la actualidad concentran
comunidades con poblaciones de varios miles de habitantes, mientras que en Arica las
comunidades poseen solamente cientos de personas.
A pesar de esta marginalidad geográfica, estos valles no quedaron excluidos del Estado
Inca. En términos de explotación de recursos, el Inca aprovechó los valles costeros y el
litoral para producción agrícola, obtención de guano marino y explotación minera. La
producción agrícola posiblemente sirvió para el funcionamiento interno del Estado a
nivel provincial y no para generar excedentes a nivel macro regional.
El guano marino se obtuvo de varios enclaves conocidos, entre los que destacan la
dominación Inca en los Valles Occidentales... 623 de guano” de Iquique, mencionada
en los documentos etnohistóricos (Julien 1985). Es posible que este recurso no sólo se
ocupara en los valles costeros, sino también en la agricultura de los valles
precordilleranos. La explotación minera de plata y cobre, se evidencia en sitios de
Camarones y la mina de plata de Huantajaya vinculada al santuario de altura
. Instalaciones administrativas y productivas: En los valles costeros no se reconocen
obras de infraestructura estatal que muestren la operación de un sistema de control
territorial, tales como tambos, collcas, red vial y arquitectura propiamente incaicas. El
elemento de integración lo constituyó una red de senderos que no presentan las
típicas características constructivas de los caminos incaicos, pero que se conectaban
con caminos imperiales longitudinales de la pre cordillera, y son señalados en fuentes
etnohistóricas como constituyentes de la red vial incaica.
En contraste, las instalaciones domésticas de época Inca, en los valles costeros de
Arica, consistían en estructuras de totora, cañas y postes de madera, de forma
rectangular.
En las cabeceras de los valles costeros (situados entre los 1,000 y 2,000 m sobre el
nivel del mar), se agregan estructuras de mampostería de piedra, no canteada, para
recintos circulares o semicirculares, que no representa un estilo arquitectónico Inca.
En los valles cordilleranos, en cambio, existen instalaciones administrativas de rasgos
arquitectónicos estatales que parecen reflejar, con mayor claridad, que se trataba de
la operación de un control territorial. En primer lugar, destaca la red vial que presenta
características típicas de la vialidad incaica que incluye caminos empedrados
identificados en sectores cercanos a los asentamientos Inca y en las pendientes
profundas de los valles cordilleranos. En los valles cordilleranos de Arica, el conjunto
arquitectónico más importante vinculado al control territorial corresponde al
Complejo de Zapahuira, que incluye un enclave con collcas, chullpas, tambo y camino.
En resumen, los valles costeros de Arica evidencian que el Estado funcionó con un
sistema de control hegemónico, dado que no se verifican instalaciones administrativas,
centros ceremoniales u otros elementos que muestren una intervención directa de
representantes del Estado en la zona. Sin embargo, la impronta del Estado se refleja en
una serie de rasgos que evidentemente alteraron los sistemas de vida previa reflejada
en los componentes de la cultura material de las sociedades locales. Estos rasgos
registran de manera distinta la importante presencia y efecto del Estado en los valles y
costa de Arica, que aunque no invirtió en grandes y complejas obras civiles y
ceremoniales, provocó una serie de transformaciones en los sistemas de vida de las
poblaciones locales, bajo un gobierno ejercido a través de líderes locales que llevaron
adelante las demandas del Estado. Esto no significó, no obstante, hasta donde los
datos lo indican, un fortalecimiento y mejoramiento sustancial de las posiciones
sociales, políticas y económicas de los líderes locales respecto de la época previa al
Inca. Es importante señalar que no hay indicios de un clima beligerante en la zona,
dado que las instalaciones Inca no privilegiaron posiciones estratégicas defensiva,
como ocurre en las otras áreas de este estudio.

VALLES DE TACNA

Estado y recursos: Esta zona presenta valles con mejores suelos y disponibilidad de
agua, comparado con los de Arica y fue allí donde las sociedades locales tardías
(Chiribaya, San Miguel y Pocoma-Gentilar) hicieron importantes inversiones en
infraestructura agrícola. Éstas fueron retomadas y ampliadas por los Inca, con niveles
de mayor complejidad y envergadura. Particularmente, en las cabeceras de las tres
cuencas de los valles de Tacna (Locumba, Sama y Caplina) se verifican extensos
sistemas de andenes, estanques y canales de riego, en localidades cordilleranas (3,000
a 3,500 m sobre el nivel del mar) tales como Palca, Tarata, Susapaya, Candarave,
Cairani, Borogueña. Los andenes se caracterizan por grandes bancadas rectas y muros
de contención que alcanzan hasta dos metros de altura, con los mejores ejemplos
registrados en Kanamarka en Susapaya. En los valles costeros y litoral el Estado centró
su interés en la producción agrícola (i.e. maíz, ají, algodón) y la obtención de guano y
materiales exóticos del litoral (conchas, estrellas de mar, cochayuyo). La producción y
distribución de estos bienes habría provocado intenso tráfico interregional, a juzgar
por la compleja red vial y el establecimiento de centros administrativos como Sama La
Antigua, en el valle del mismo nombre y Cerro Los Hornos, en el litoral.
Instalaciones administrativas: La mayor inversión estatal se verifica en los valles
cordilleranos sobre 3,000 m, donde destaca una red vial asociada a tambos, apachetas
y centros administrativos complejos. Aquí se reconocen rasgos de la arquitectura Inca
y la asociación de elementos de la cultura material como cerámica. En la costa, el sitio
Cerro Los Hornos, ubicado estratégicamente al Norte de la desembocadura del río
Sama, posiblemente funcionó como enclave de producción de cerámica estatal (Vela
2004). El sitio es extenso y se conecta con la línea de playa por medio de un camino
posiblemente Inca, vinculado con la explotación de los recursos marinos locales para el
tráfico regional.
En los valles costeros el yacimiento Inca Sama la antigua fue un importante centro
administrativo (Trimborn et al. 1975), que articulaba las actividades del Estado en los
valles costeros con los centros administrativos mayores ubicados en el altiplano. El
sitio se ubica estratégicamente en el borde de una terraza alta, en la parte más ancha
del Valle de Sama, por lo que tiene acceso a las mejores tierras agrícolas y a pasos
naturales que conectan las tierras altas con la costa. Esto explica el cruce de rutas
transversales que conectaba con otros valles bajos. El centro administrativo Sama La
Antigua está compuesto por cinco conjuntos arquitectónicos complejos separados
entre sí y cubren una extensión aproximada de 3 areas (Trimborn et al. 1975). Se trata
de edificaciones de planta rectangular construidas con muros macizos de adobe y
cantos rodados, reducidos hoy día a formaciones monticulares que alteran el paisaje
plano y arenoso de la terraza. Se reconocen también corrales con muros dobles de
piedra con argamasa de barro.
Estos centros administrativos ubicados estratégicamente en las principales cabeceras
de los valles de Tacna muestran una importante inversión estatal en obras de
infraestructura económica, por lo que representan un buen ejemplo de operación del
sistema de control territorial. Evidentemente, el Estado aprovechó las condiciones de
desarrollo previo a las que agregó estos centros administrativos y otras obras
complementarias. Sin embargo, el carácter estratégico-defensivo de estos
emplazamientos, parecen indicar que las operaciones sociales no ocurrían en un clima
de absoluta paz, como ocurre igualmente en el Noroeste argentino. Esta situación
contrasta con el clima menos tensionado de los valles de Arica, donde las instalaciones
Inca no se encuentran en posiciones estratégicas defensivas.
2. CONTEXTO NATURAL

Según las 8 regiones naturales, el valle occidental abarcaría las siguientes regiones:

Region Suni (3500 m.s.n.m): Presenta un clima templado. La flora típica de la región
Suni está constituida por el quinuar, papa, en cuanto a la fauna, encontramos
ejemplares como el zorzal negro, allagay y el cuy.

Region Qechua (2300 m.s.n.m): Tiene un clima templado. La zona tiene las
condiciones inmejorables para el cultivo del trigo, maíz, cebada, habas, papa, oca.
Olluco, etc.

Region Yunga (500 m.sn.m): Su clima es templado y cálido. La flora típica de la


región Suni está constituida por el quinuar, sauco, ñuccho,etc.,en cuanto a la fauna,
encontramos ejemplares como el zorzal negro, allagay y el cuy.

Región Costa o Chala (0- 500 m.s.n.m): Tiene un Clima templado cálido y árido.
Vegetación de las islas, como el llantén, vegetación de los campos de arena con capa
freática, como el algarrobo y también algas marinas.

3. POTENCIAL TURISTICO
a) VALLE DEL COLCA
Se ubica en la provincia de Caylloma, a 3 horas en auto desde Arequipa, se puede
visitar pueblos tradicionales junto con sus iglesias que la mayoría son coloniales,
también disfrutar aguas termales y formaciones geológicas.
 COMPLEJO ARQUEOLOGICO DE UYO UYO

Los Collaguas que se establecieron


en la parte alta de la cuenca del rio
Colca. Provenían del huaca
Collaguata del Alto Perú y los
lugares de asentamiento de los
principales curacazgos Collaguas en
la zona del Colca eran Lari y Yanque,
donde se encuentra un centro
arqueológico muy importante que
es Uyo Uyo y tenían bajo su
dependencia a las comunidades expandidas hacia la Chimba, especialmente a
Cayma, Umacollo, Sachaca, Alata y Tiabaya.

 PORTON DEL COLCA (CALLALLI)

Formación rocosa de origen volcánico, asemeja a un gran porton que habre paso hacia el
valle del Colca. Se encuentra a 4300 m.s.n.m.
 LLAPA YANAHURA (CALLALLI)

Pequeño poblado, sobresale su capilla de sobria fachada con motivos de Santiago Apostol.
Se ubica a 4.312 m.s.n.m.

 CUEVAS DE PIRITA (MOLLEPUNKO)

Sitio arqueológico que tiene pintura rupestre que expresa el arte prehistórico del antiguo
habitante del Colca, con escenas de caza y domesticación de camélidos andinos( 5000 a 6
000 años a.C)

 CASTILLOS ENCANTADOS

Toba rio lítica de origen volcánico a manera de castillos feudales.

 PUENTE APURIMAC

Puente colonial ubicado sobre el rio Caylloma, construido con arco de medio punto.

VALLE DE COTAHUASI
Se ubica en la provincia de La Unión, a 9 horas y 30 minutos en auto desde Arequipa, el
valle permite visitar pueblos tradicionales y disfrutar de aguas termales, la catarata de
Sipia y las fallas geológicas del cañón.

Nombres:
JAZMIN HAMELY SUNI TACO
ELIZAYDA AYAQUE SAPACAYO
BLANCA FLOR HUAMANI CAHUA

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