Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
La ópera es un arte total en el que confluye la música, el canto, la poesía, las artes plásticas y, en
ocasiones, la danza. En cada obra todos los componentes de la ópera combinan su expresividad
y belleza. Esta compleja alquimia hace que cada función sea un espectáculo extraordinario,
monopolizando la vista, el oído, la imaginación y la sensibilidad del público, en el que todas las
pasiones humanas están en juego.
El libreto
El libreto es el texto de una ópera. Se puede tratar de una creación original, a menudo escrita
por famosos poetas o novelistas (como Hugo von Hofmannsthal y Stefan Zweig para las obras
de Richard Strauss), pero también puede ser la adaptación de piezas de teatro (Shakespeare fue
una gran fuente de inspiración para los libretistas), cuentos o novelas. Los sujetos que se
desarrollan en el libreto son variados: amor prohibido, infidelidad, venganza, sed de poder, la
guerra, mitos antiguos o eventos históricos.
El canto
A diferencia del teatro, el texto en las óperas se canta. La emoción y la intensidad del canto
tienen un impacto directo en el peso y sentido de las palabras.
La música
La música expresa de otra manera las emociones y la acción que tiene lugar en el escenario. En
la mente de la Camerata fiorentina (consulte la página "Historia"), cuyas investigaciones y
estudios sobre el teatro griego clásico les condujeron a la creación del género operístico, la
música estaba al servicio del libreto: “Prima le parole, dopo la música” (“las palabras primero, la
música después”). Pero esta concepción es cuestionable. Se trata de una discusión antigua y
permanente: según las épocas, el libreto y la música han ido alternando su primacía.
La puesta en escena
Antes del siglo XX, la dimensión teatral de la ópera era marginal. En el siglo XVII, las
representaciones eran más bien estáticas, pareciéndose más a un concierto con vestuario. La
puesta en escena ganó importancia cuando la programación de los teatros de ópera se centró
más en el repertorio existente que en nuevas creaciones. Sólo es en el siglo XX que el canto y la
puesta en escena empiezan a ser vistos con la misma importancia.
La Opereta
La opereta es un género musical derivado de la ópera que nace y se desarrolla a lo largo
del siglo XIX, primero en París y después en Viena. Se trata de un tipo de ópera musical,
animado y anormal, cuya característica fundamental consiste en contar con una trama
inverosímil y disparatada. Consta de diálogos hablados entre los que se intercalan historietas,
llamadas couplets por los franceses, y bailes como el rigodón o el cancán. Se trata por lo tanto
de un espectáculo escénico con sucesión y alternancia de artes musicales, habladas y cantadas.
La Zarzuela
La zarzuela es una forma de música teatral o género musical escénico surgido en España que se
distingue principalmente por contener partes instrumentales, partes vocales (solos, dúos,
coros...) y partes habladas, aunque existen excepciones en las que estas últimas, las partes
habladas, están completamente ausentes. El término «zarzuela», aplicado al género musical y
teatral, procede del Palacio de la Zarzuela, palacio real español situado en las proximidades
de Madrid y en el que se hallaba el teatro que albergó las primeras representaciones del género.
Su segunda esposa, Marta Ornelas, decidió finalizar su carrera como cantante para dedicarse al
cuidado de sus hijos: Plácido, Jr. (1965) y Álvaro (1968). Posteriormente, se ha dedicado a la
dirección de escena.
Para la Copa del Mundo España 1982, grabó el Tema Oficial de dicha Copa FIFA de Fútbol.
El 19 de septiembre de 1985, durante el mayor terremoto en la historia de México que devastó
parte de la capital, sobre todo en la zona del Centro Histórico y algunos barrios o colonias
cercanas, fallecieron su tía, su tío, un sobrino y el joven hijo de su sobrino, al caerse el bloque de
apartamentos Edificio Nuevo Leónen el complejo urbanístico de Tlatelolco. El propio Plácido
Domingo intervino en las labores de rescate. A lo largo del año siguiente, dio conciertos
benéficos para las víctimas. Uno de los más importantes fue el 23 de agosto de 1986, «Plácido y
sus Amigos» en el Amphitheater de Los Ángeles, donde participaron Frank Sinatra, Julie
Andrews, John Denver y el grupo Pandora de México. También se publicó un álbum de uno de
tales eventos.
El 13 de septiembre de 2010, la LIX legislatura del honorable Congreso del Estado de Guerrero le
entregó la presea Sentimientos de la Nación, máxima condecoración que otorga el Congreso del
Estado a personalidades distinguidas, dentro del marco del Primer Congreso de
Anáhuac o Congreso de Chilpancingo. Plácido Domingo se hizo acreedor a esta medalla por su
gran labor altruista en los desastres naturales del Terremoto de 1985 en la ciudad de México y
el Huracán Paulina en el puerto de Acapulco; en estos dos desastres el tenor donó sus
ganancias de todo un año. Debido a que el tenor se encontraba en Los Ángeles, quien recibió
esta medalla fue su hijo José Plácido Domingo Guerra, la tarde-noche del 13 de septiembre de
2010, en la catedral de la Asunción de María, en Chilpancingo, Guerrero.
El 21 de enero de 2011, día de su 70 cumpleaños, fue homenajeado con una función de gala en
el Teatro Real de Madrid, a la que asistieron, entre otras personalidades, la reina Sofía, que
acompañó al tenor en el palco real. Ese mismo mes había estrenado en el coliseo madrileño la
representación de Ifigenia en Táuride, de Gluck.6
Rossini nació en Pésaro, Estados Pontificios —actual Italia—, hijo de Giuseppe, apodado El
vivaz, cornista de oficio, y de Anna Guidarini, cantante en los teatros locales. Tocando en la
banda municipal a los seis años, Rossini mostró un extraordinario genio musical desde la más
temprana edad y estudió música con su padre. Aprendió a tocar la espineta con
el vinatero Giuseppe Prinetti; posteriormente estudió con el canónigo Giuseppe Malerbi, en cuya
biblioteca leyó las partituras de grandes compositores del pasado. En Bolonia tuvo por primer
profesor a Angelo Tesei e ingresó en el prestigioso Liceo Musical, bajo la tutela del
sacerdote Stanislao Mattei. Ganó un premio por una cantata que compuso a los dieciséis años
de edad.
Como clavecinista acompañante en teatros, Rossini fue llamado para componer una ópera
breve en 1810 y, dado el éxito que logró, siguió componiendo, particularmente en Venecia y
en Milán, con éxitos sonados en la mayor parte de los casos —su séptima ópera conquistó La
Scala con cincuenta y tres funciones iniciales— y repentinos fracasos, pero afianzándose como
el primer compositor de su tiempo, a pesar de no contar siquiera veinticinco años de edad. En
esos momentos, Rossini llevó a la perfección musical el género bufo. Tuvo la ventaja de contar,
ya en esta primera etapa, con grandes cantantes, en quienes pensaba al momento de
desarrollar la melodía de los personajes, considerando las posibilidades de sus voces. Algunos
de ellos eran Marietta Marcolini, Filipo Galli y Paolo Rosich.
En 1815 fue contratado por el sagaz empresario Domenico Barbaija para componer
en Nápoles los teatros que administraba él con subvención gubernamental, el Teatro de San
Carlos y el Teatro Del Fondo, en donde produjo óperas serias de inmenso valor para las voces
más imponentes puesto que en la compañía de Barbaia se encontraban las más grandes
luminarias del tiempo como Manuel García, Isabella Colbran —quien sería luego esposa de
Rossini—, Giovanni Rubini y otros. Mientras tanto, Rossini también recorre Italia, y creó
óperas de todos los géneros —serio, semiserio, bufo—, cuya influencia fue absoluta para todos
los compositores posteriores y aun contemporáneos, y representó las ya creadas, que contenían
melodías que se convertían en hitos inmediatos y permanentes.
En 1816 estrenó, en el Teatro Argentina de Roma y con argumento de Cesare Sterbini, una de
las más famosas obras del repertorio operístico: El barbero de Sevilla. Basada en la trilogía
literaria del barón francés Pierre-Augustin de Beaumarchais, cuya segunda parte, Las bodas de
Fígaro, fue musicalizada por W. A. Mozart, fue durante sus primeras representaciones un
fracaso. Posteriormente, Giuseppe Verdi y otros compositores la alabarían efusivamente, y
alcanzaría una inmensa fama. Previamente puesta en música por el respetado
compositor tarantino Giovanni Paisiello, el Barbero, como muchas otras óperas de Rossini,
borró del cartel permanentemente las obras de grandes compositores como Nicola Antonio
Zingarelli, Saverio Mercadante, Simon Mayr, Ferdinando Paër, Mosca, Carlo Coccia y el propio
Paisiello.
En 1823 presentó su última ópera en Italia, Semíramis, y se trasladó a Francia —desde donde
viajaría en 1824 a Londres en una exitosa gira que le produjo reconocimientos extraordinarios y
jugosos estipendios—; en París compuso una ópera que celebraba la coronación de Carlos X de
Francia, y también su última ópera bufa, además de reelaborar otras dos obras italianas, y en
1829 Guillermo Tell, que supuso su definitiva consagración.
Curiosamente, ésta sería su última ópera, aun cuando le quedaban cuatro decenas de años de
vida por delante. Sigue siendo un misterio por qué dejó Rossini de componer óperas
tras Guillermo Tell; son muchas las teorías que tratan de dar respuesta a este interrogante,
desde el hastío hasta la falta de necesidad, dada la riqueza que ya había acumulado, pasando
por abundantes dificultades de salud —gonorrea y ciclos maníaco-depresivos—, o quizá
porque las circunstancias políticas así lo determinaron. Sin embargo, aunque no volvió a
componer otra ópera, no abandonó el mundo musical, y se hizo cargo de la dirección
del Théâtre-Italien y del Liceo de Bolonia y siguió componiendo muchísimas obras breves —sin
dejar a un lado su otra gran pasión, la gastronomía—, así como varias obras religiosas y
profanas notabilísimas.
Había contraído nupcias con la cantante española Isabella Colbran en Castenaso, en 1822, pero
se separaron legalmente en 1837, y entonces él se fue a vivir con Olympe Pélissier, con quien se
casó en 1846, una vez que murió Isabella en 1845. Durante su vida, Rossini recibió las
condecoraciones más importantes de Francia e Italia y un gran reconocimiento por parte de sus
colegas de profesión; así, tras la entrevista que Rossini y Richard Wagner tuvieron en 1860, el
último declaró que, de todos los compositores que había conocido en París, el único
verdaderamente grande era Rossini, a quien veía muy serio y sencillo, pero mal comprendido
por el público.
Las actuaciones más comentadas a nivel internacional del gran tenor italiano fueron las que
realizó con los españoles Plácido Domingo y José Carreras, con quienes formó el trío Los Tres
Tenores (The Three Tenors).
En su acercamiento a la música popular, Pavarotti grabó duetos con Eros
Ramazzotti, Sting, Andrea Bocelli, Celine Dion, Liza Minnelli, Elton John, Tracy
Chapman, Frank Sinatra ("My Way"), Michael Jackson, Barry White, e inéditamente con el
brasileño Caetano Veloso, la argentina Mercedes Sosa y el grupo de rock irlandés U2. Un dueto
con Sarah Brightman nunca se pudo concretar, aunque siempre fue deseado por los dos
artistas.
En 2001 Universal editó un compilado de grandes éxitos titulado "Amore: The Essential
Romantic Collection".
Pavarotti fue muy solicitado en teatros de todo el mundo hasta su retiro en la Ópera
Metropolitana de Nueva York el 13 de marzo de 2004 donde interpretó el papel del pintor Mario
Cavaradossi en la ópera Tosca, de Giacomo Puccini, al lado de Carol Vaness.
En su vida personal Luciano Pavarotti fue un gran aficionado al fútbol, la pintura y los caballos.
Unió su destino, durante treinta y cuatro años, con Adua Verona, con quien tuvo tres niñas:
Lorenza, Cristina y Giuliana, pero el 13 de diciembre de 2003 se casó en segundas nupcias con
su asistente Nicoletta Mantovani, treinta años menor que él, y con ella tuvo a sus dos hijos
menores: Alice y Ricardo, este último fallecido al poco de nacer.
Carreras demostró sus aptitudes musicales desde niño. Cantaba a los pasajeros del buque en el
cual se trasladó a Buenos Aires, donde vivió con su familia en 1951, en la localidad de Villa
Ballester, por un año, regresando luego con la misma a España. A la edad de 8 años realizó su
primera actuación en público al cantar "La donna è mobile" en la radio española. A los once
años apareció por primera vez en el Liceo barcelonés como un joven soprano en el papel de
narrador de la ópera de Manuel de Falla El retablo de Maese Pedro y en un pequeño papel en el
segundo acto de La Bohème.
En 1973 debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires como Alfredo en La Traviata; volvió al Colón
en 1987 para un recital junto a Agnes Baltsa.
En 1984 graba la "versión operística" de West Side Story en el papel de Tony al lado de la
soprano Kiri Te Kanawa, versión compuesta y dirigida por Leonard Bernstein. Esta versión tuvo
un premio Grammy en 1985.
En 1973 debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires como Alfredo en La Traviata; volvió al Colón
en 1987 para un recital junto a Agnes Baltsa.
En 1984 graba la "versión operística" de West Side Story en el papel de Tony al lado de la
soprano Kiri Te Kanawa, versión compuesta y dirigida por Leonard Bernstein. Esta versión tuvo
un premio Grammy en 1985.
En 1986 debuta como actor interpretando al tenor Julián Gayarre en la película Romanza final
(Gayarre), dirigida por José María Forqué.
En 1987, cuando se encontraba en la cumbre de su carrera, le fue diagnosticada una leucemia
linfoblástica y los médicos le dieron pocas posibilidades de sobrevivir. Tras duros tratamientos
que incluyeron radioterapia y quimioterapia, y un autotrasplante de médula, Carreras pudo
reanudar su trayectoria artística. En 1988 fundó la Fundación Josep Carreras contra la
leucemia, una organización que apoya económicamente la investigación contra la leucemia y
que mantiene un banco de donantes de médula ósea.
El 13 de septiembre de 2002 inauguró en San Juan de Alicante una plaza en homenaje a la labor
realizada en la lucha contra la leucemia.
El 17 de junio de 2008 celebró un acto en el Teatro del Liceo de Barcelona con motivo de sus
cincuenta años desde su debut en ese escenario lírico.
Tras terminar su carrera en varias ocasiones, ofreció sus últimos conciertos en Australia
en 1928. Murió de septicemia en 1931, y fue enterrada en Lilydale. El cortejo funerario fue de más
de un kilómetro, y su deceso fue portada en toda Europa. La razón de su muerte se mantuvo en
secreto mucho tiempo, pero ahora se conoce que fue debida a una infección posterior a una
operación de cirugía estética.1