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IMPUTACIÓN OBJETIVA 1

“AÑO DEL DIALOGO Y


RECONCILIACIÓN NACIONAL”

ESCUELA:
 DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

MATERIA:
 DERECHO PENAL I: PARTE GENERAL.

TEMA:
 IMPUTACIÓN OBJETIVA

DOCENTE:
 DR. SALINAS SALIRROSAS, SANTOS JAVIER.

INTEGRANTES:
 CARRERA VILLEGAS JEANLUCA (COORDINADOR)
 CORDOVA GUERRERO ABIGAIL (SUBCOORDINADORA)
 SAAVEDRA CAMIZAN FRANCISCO.
 MASÍAS LANDA NATALIA.
 APARICIO ORTIZ GABRIELA.
 GUEVARA PEÑA, RUTH.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 2
INDICE. PÁG.

II. INTRODUCCIÓN -------------------------------------------------------------------------- 05


III.MARCO TEORICO ------------------------------------------------------------------------ 06
3.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS ------------------------------------------ 07
3.2. ¿QUÉ ES LA IMPUTACIÓN OBJETIVA? -------------------------------- 09
3.3. TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA ------------------------------ 10
3.4. ESTRUCTURA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA --------------------- 11
3.4.1. Los sujetos ------------------------------------------------------------ 11
3.4.2. La conducta ---------------------------------------------------------- 12
3.4.3. Aspecto normativo -------------------------------------------------- 14
3.4.4. Objeto de la acción ------------------------------------------------- 15
3.5. IMPUTACIÓN OBJETIVA ---------------------------------------------------- 16

3.5.1. IMPUTACIÓN OBJETIVA DE LA CONDUCTA ------------- 17


A. Riesgo Permitido. ----------------------------------------------- 17
B. Disminución del riesgo. ---------------------------------------- 17
C. Riesgo Insignificante. ------------------------------------------ 17
D. Principio de Confianza. --------------------------------------- 17
E. Prohibición de Regreso. -------------------------------------- 17
F. Ámbito de responsabilidad de la víctima. ---------------- 18

3.5.2. IMPUTACIÓN OBJETIVA DEL RESULTADO --------------- 18


A. Relación de riesgo ---------------------------------------------- 18
B. Nexos casuales desviados. ---------------------------------- 19
C. Interrupción del nexo causal. ------------------------------- 19
D. Resultados producidos a largo plazo ---------------------- 19
D.1 "Daños permanentes” ------------------------------- 19
D.2. "daños sobrevenidos" ------------------------------ 19
D.3. "resultados tardíos" --------------------------------- 20
E. Fin de la protección de la norma. --------------------------- 20
F. Imputación del resultado en el ámbito de

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responsabilidad por el producto. -------------------------------- 21

3.6. POSTURAS DE JACKOBS Y ROXIN ------------------------------------- 21


3.6.1. POSULADO DE JACKOBS -------------------------------------- 21
3.6.2. POSTULADO DE ROXIN ----------------------------------------- 23
3.7. LA IMPUTACIÓN OBJETIVA EN LA
JURISPRUDENCIA PENAL PERUANA ---------------------------------------- 25
3.7.1. CASO “BEBER HASTA LA MUERTE” ------------------------ 25
3.7.2. CASO “EL TAXITA” ------------------------------------------------ 26
3.7.3. CASO “JEFE DE BANCA PERSONAL” ----------------------- 27
3.7.4. CASO “ROCK DE RÍO” -------------------------------------------- 28
3.7.5. CASO “EL CHOFER” ---------------------------------------------- 29
3.7.6. CASO “LOS INQUILINOS” --------------------------------------- 30
3.7.7. CASO “CALENTADOR DE AGUA” ----------------------------- 30
3.7.8. CASO “PACTO DE RETROVENTA” --------------------------- 31
3.7.9. CASO “COMUNIDAD CRISTIANA – PARE DE SUFRIR”-32
3.7.10. CASO “DUANY PAZOS” ---------------------------------------- 32
3.7.11. CASO “ESKENAZI” ----------------------------------------------- 33
3.7.12. CASO “EL TRANSPORTISTA” -------------------------------- 33
IV. CONCLUSIONES ------------------------------------------------------------------------ 35
V. BIBLIOGRAFIA ---------------------------------------------------------------------------- 36
VI. ANEXOS ------------------------------------------------------------------------------------ 38

IMPUTACIÓN OBJETIVA 4
II.- INTRODUCCIÓN:

En el presente trabajo desarrollaremos lo


concerniente a la Imputación Objetiva; lo
hemos desarrollado en siete bloques como es
su historia denominada antecedentes
históricos, ¿Qué es la imputación objetiva?.;
su estructura, así como las opiniones
transformadas en postura de los estudiosos
ROXIN Y JACKOBS; finalmente
desarrollaremos jurisprudencias relacionadas
al tema.

Teniendo en cuenta que la denominada


imputación objetiva a aquella que demarca las
responsabilidades penales por una
consecuencia cometido en el tipo objetivo.

Los autores.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 5
III. MARCO TEÓRICO

IMPUTACIÓN OBJETIVA.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 6
III. MARCO TEÓRICO.

3.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La Teoría de la Imputación Objetiva –tal como lo conocemos hoy en día–


tiene como antecedente la filosofía idealista del derecho propugnado por Hegel
en su Tratado de la Filosofía del Derecho; pero es en su Tratado de “La
Moralidad” donde adopta su pensamiento de “el sujeto como determinado por
medio de su propia voluntad”; y es bajo este pensamiento que se desarrolla la
escuela hegeliana en el siglo XIX, que defendían que “al sujeto sólo se le
puede imputar aquellas acciones que podían ser considerados como su obra”.
(ALCACER HARANGA, 2015)

Posteriormente en 1870, y en una época marcada por el auge del


naturalismo penal, la idea de imputación personal por los hechos cometidos se
trasladó a un segundo plano, pues se impuso el dogma del principio causal
(VÉLEZ F.). Naciendo bajo el seno del concepto causal, la “Teoría de la
Equivalencia de Condiciones”, atribuida a Von Buri y a Von Lizst; esta teoría
renuncia a la determinación de una causa del resultado y afirma que todas las
condiciones de un resultado tienen idéntica y equivalente calidad causal
(BACIGALUPO Z., 1996); partiendo de esta concepción de causalidad se
elaboró la fórmula de la conditio sine qua non, que nos sugiere que para
establecer el vínculo entre un comportamiento y un resultado, se procede a
suprimir mentalmente la acción y si el resultado no se produce, es porque
existe un nexo de causalidad entre la conducta y la modificación del mundo
exterior. No obstante, por su alcance ilimitado y su ineficacia para resolver
algunos casos como la desviación del curso causal y la causalidad alternativa,
entre otros, condujo a su abandono a inicios del siglo XX. Así, a partir de
entonces se reconoció que el concepto causal ilimitado debía ser restringido al
campo del tipo objetivo (ALCACER HARANGA, 2015).

Es a inicios de este siglo XX que surge la “Teoría de la Causalidad


Adecuada”, cuya autoría corresponde a Von Kries, con el fin de neutralizar la
amplitud de los resultados a que conduce la aplicación estricta de la teoría de
la condictio sine qua non (BACIGALUPO Z., 1996); según esta teoría una

IMPUTACIÓN OBJETIVA 7
condición (o una causa) es adecuada, es decir, que corresponde o que es
causa de un resultado, cuando la misma ha aumentado con seriedad la
posibilidad de realización del resultado, y cuando no sea absolutamente
improbable que dicha conducta traiga consigo tal resultado. Sin embargo,
debido a su insuficiencia –ya que esta teoría sólo ayudaba a resolver los
problemas de los cursos causales extraordinarios–, y a sus limitaciones –que
sólo se guiaba por la causalidad habitual, dejando de lado que existen
situaciones no habituales que son normativamente relevantes sin ser sucesos
habituales–, se abandonó esta teoría, para dar paso a conceptos que
empezaron a trascender más allá de la simple causalidad (ALCACER
HARANGA, 2015).

Fue en este contexto que surge la “Teoría de la Relevancia Típica”, que


se erigió como un paso de avance en la evolución de las teorías de la
causalidad; ya que, de acuerdo con esta teoría una vez comprobada la
causalidad natural es preciso verificar la relevancia típica de dicho nexo causal
a partir de una correcta interpretación del tipo penal. “Sólo cuando la
causalidad y la relevancia están comprobadas, es decir, cuando consta la
tipicidad de la acción, puede plantearse la cuestión de la culpabilidad por el
resultado” 1. En relación a esta teoría Bacigalupo sostiene que:2

«Esta teoría es correcta en su punto de partida, en tanto


propone remplazar la causalidad por la imputación objetiva
a los efectos de verificar la tipicidad en los delitos de
resultados, es decir, en tanto propone decidir la vinculación
entre la acción y el resultado sobre la base de criterios de
imputación que se derivan del concepto de ilícito (injusto)
penal. El desarrollo de estos criterios, sin embargo, es de
muy reciente elaboración. Ellos dan lugar a la teoría de
imputación objetiva.»

De otro lado, mientras la doctrina penal se mantenía en el dogma del


principio causal, surgiendo teorías basadas en la causalidad, como la Teoría de

1
Mencionado por Bacigalupo, Enrique
2
Op Cit

IMPUTACIÓN OBJETIVA 8
la equivalencia de condiciones y la Teoría de la causalidad adecuada, debido a
que la idea de imputación personal por los hechos cometidos se trasladó a un
segundo plano en la doctrina penal. Las ideas de la imputación personal fueron
recogidas y tuvo un desarrollo en la doctrina civil, siendo Karl Larenz quien
desarrolla la teoría de la imputación destinada al Derecho Civil, teoría que
Honig traslada al Derecho Penal, buscando completar su teoría causal de la
acción. Sin embargo, es Larenz quien inaugura el término “imputación objetiva”,
dando la connotación de que esa entidad se puede analizar primeramente de
forma independiente de la cuestión (valor) moral de una acción, persiguiendo
delimitar los hechos propios de los acontecimientos accidentales (NIEVES,
2010).

De esta forma, es en mérito a las bases sentadas por Larenz, Honig, y


de la teoría de la relevancia típica, que se empieza a diferenciar la causalidad
de la imputación, y la idea de la imputación personal que había quedado en un
segundo plano en la doctrina penal, resurge en la “Teoría de la Imputación
Objetiva”, la cual –formalmente– nace en 1970 cuando Roxin en el libro de
Homenaje a Honig plantea su vinculación con el criterio de creación de un
riesgo jurídicamente relevante de una lesión típica del bien jurídico (VÉLEZ F.).

3.2. ¿QUÉ ES LA IMPUTACIÓN OBJETIVA?

 Es una herramienta normativa para delimitar el contenido, los alcances


del tipo objetivo de un delito determinado. No es una técnica para
ampliar los límites del tipo objetivo, sino para reducir dichos alcances. Es
un filtro jurídico-penal. (CARO CORIA, 2016)

 No tiene regulación legal EXPRESA. Es un principio supralegal (está por


encima o más allá de la ley). Es un método de interpretación restringida
de la ley penal, fundado en razones sistemáticas de diverso orden:
eficiencia, división del trabajo, ámbito de dominio, etc. (CARO CORIA,
2016)

 Con la imputación objetiva SE ABANDONA UNA TEORÍA


DESCRIPTIVA DEL DELITO en que la aplicación de la ley penal se
reduce a la simple verificación o a un mero test sobre la concurrencia de

IMPUTACIÓN OBJETIVA 9
los elementos del delito. Se asume una TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN
en la que cada elemento del delito se interpreta o se le dota de
contenido, conforme a criterios normativos. (CARO CORIA, 2016)

3.3. TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA

En la actualidad, la teoría de la imputación objetiva va aproximándose a


ser una teoría general de la conducta típica, es decir, en el que la atribución del
resultado ya no es la cuestión dominante, sino que la imputación objetiva debe
extenderse fuera del ámbito de la imputación de resultado. Así, por este camino
se plantea una equiparación entre imputación objetiva a toda la imputación del
aspecto objetivo del tipo (Meliá, 2001, pág. 64). Además, se considera que la
imputación objetiva es una exigencia producto del principio de culpabilidad
(Roxin, 1999, pág. 219).

La imputación objetiva3 no es una simple teoría de la causalidad o un


correctivo de la misma, sino que es una exigencia general de la realización
típica (Puig, 2004, pág. 254). En este sentido, la causalidad entre una acción y
su resultado sólo puede constituir una parte del elemento "imputación objetiva".
La causalidad va implícita en ese juicio de imputación. Un primer límite mínimo
para la realización típica es la causalidad natural. Luego, seguirá la realización
de los restantes presupuestos de la imputación objetiva (Roxin, 1999, pág.
345). La jurisprudencia peruana considera también que no basta con el nexo
causal, sino que se requiere además de la imputación objetiva: “El recurrente
niega erróneamente la afirmación de un nexo causal entre su conducta y el
resultado dañoso producido, cuando señala que la muerte de las víctimas no se
produjo por quemaduras, sino por asfixia de gases tóxicos. Se queda con ello
en el plano de la causalidad natural. Lo relevante no es la comprobación de la
conexión directa de la conducta del agente con el resultado lesivo, sino si a
esta puede objetivamente imputársele la producción del resultado”4.

3
La imputación objetiva ubica sus antecedentes en los postulados de la teoría de la relevancia típica,
donde buscaron bases jurídicas y no naturales en la relación de acción y resultado. Se parte del
pensamiento filosófico de Hegel (el idealismo crítico) que luego, serán desarrolladas como precedentes
de la imputación objetiva por Karl Larenz y Richard Honig
4
Sentencia de la primera sala penal para procesos con reos en cárcel del 24 de noviembre del 2004, Exp.
306- 2004, fundamento vigésimo quinto

IMPUTACIÓN OBJETIVA 10
3.4. ESTRUCTURA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA (PIÑA FLOREZ,
2013, pág. 28)

Este aspecto de la Imputación penal comprende a los elementos


estructurales (característicos del obrar externo del autor) requeridos en la
imputación al tipo objetivo. También en la actual evolución de Derecho Penal,
el funcionalismo plantea que la posición de garante debe extenderse a todos
los tipos penales como un elemento general. Esta es una consecuencia de la
teoría negativa de la acción que considera a la posición de garante como un
elemento básico de la imputación.

3.4.1. LOS SUJETOS

Para la imputación penal se requiere identificar el ámbito potencial del


autor (sujeto activo), y el afectado por el resultado que ocasiona la conducta
(sujeto pasivo). La descripción de los elementos exteriores de la conducta
prohibida se inicia con las referencias al sujeto activo; éste es una persona
humana, quien va a realizar la actividad descrita en el tipo legal. El concepto de
sujeto activo es un concepto dogmático que sirve para describir los requisitos
que debe reunir la persona al momento en que ejecuta la conducta delictiva.
Generalmente, el tipo de lo injusto de los delitos dolosos describe al sujeto
activo de una manera indeterminada, neutra, usando los anónimos “el que”
(artículo 147°, Código Penal), “al que” (artículo 168° segundo párrafo, Código
penal). La doctrina suele denominarlo comúnmente “agente” o “autor”.

El sujeto pasivo es la persona titular del bien jurídico tutelado, puesto en


peligro o lesionado por el delito. El sujeto pasivo puede ser tanto una persona
física (sea o no imputable) o una persona jurídica, como también lo puede ser
la sociedad o el Estado. Por lo común en el Código Penal, el legislador
identifica al sujeto pasivo con las expresiones “a otro” (artículo 106°, Código
Penal), “una persona” (artículo 132°, Código Penal), “en perjuicio de tercero”
(artículo 196, Código Penal), entre otras, y en algunos tipos penales se ha
especificado su calidad; así por ejemplo: “a su ascendiente, descendiente,
natural o adoptivo, o a su cónyuge o concubino” (artículo 107°, Código Penal),

IMPUTACIÓN OBJETIVA 11
“a su hijo” (artículo 110°, Código Penal), “una persona de catorce años y menos
de dieciocho” (artículo 175° Código Penal), etc. La jurisprudencia nacional
sobre la base del principio de lesividad, establece que la referencia al sujeto
pasivo debe entenderse como un elemento 'integrante del tipo.

En ciertos casos, el sujeto, en quien recae la acción delictiva, no viene a


ser el titular del bien jurídico protegido, sino otro diferente. En dichas
circunstancias, se distingue un sujeto pasivo del delito, y un sujeto pasivo de la
acción. El primero, no es más que el titular del bien jurídico tutelado; mientras
que el segundo es la persona en quien recae de manera directa la acción
delictiva del sujeto activo. Ejemplo: en los delitos de robo una persona será el
perjudicado patrimonial (sujeto pasivo del delito) y otra podrá ser la que sufrirá
la violencia o amenaza necesaria para la sustracción del bien mueble (sujeto
pasivo de la acción).

3.4.2. CONDUCTA

La descripción de la conducta suele ser muy concisa. Los tipos legales


se estructuran en relación a un proceso de abstracción a partir de las
conductas de la vida real. La gran variedad de circunstancias (tiempo, medio,
lugar» etc.) son sintetizadas por el legislador extrayendo algunas
características comunes. Ejemplo: Las circunstancias que caracterizan a los
homicidios son siempre diferentes, lo común es el “matar a otro” (artículo 106°
Código Penal). En ciertos casos, la descripción de la conducta es exhaustiva,
precisando el objetivo de la acción, forma de ejecución, medios utilizados, etc.
(estelionato artículo 197°, numeral 4, Código Penal).

La conducta delictiva se vale generalmente de un verbo rector, que es,


en términos gramaticales, el centro en el que gira y se define la misma. A
través del verbo rector, se van a concretizar lo que el legislador quiere prohibir.
Cuando el legislador realiza las formulaciones típicas de un ilícito penal suele
utilizar muchas veces, diferentes formas verbales, pero cuando describe la
conducta delictiva el verbo rector también permite determinar si nos
encontramos ante delitos simples o delitos compuestos. Si en el tipo penal solo

IMPUTACIÓN OBJETIVA 12
se describe un verbo rector, el delito es simple, pero si se describen más de
dos verbos rectores, el delito será compuesto o complejo.

La conducta prohibida, cuya ejecución da lugar al tipo, puede ser


estructurada tomando en cuenta el grado de relación entre la acción y el
objetivo de la acción: delitos de actividad y delitos de resultado. En los delitos
de actividad, existe la probabilidad que la simple ejecución de la conducta,
específicamente determinada como tal, sea ya constitutiva de la realización del
tipo. En estos tipos, no se individualiza un resultado y se limitan a describir
como conducta prohibida: no existe resultado, solo la mera actividad va a
consumar el delito. Ejemplo: falso testimonio (artículo 409° Código Penal) el
juez que dictará resolución (prevaricato artículo 418° Código Penal).

En los delitos de resultado, la ley caracteriza o individualiza un


determinado resultado. Este va a producir, en el objeto material de la acción un
efecto diferenciador separado en el tiempo y en el espacio. Ejemplo: homicidio
(artículo 106° Código Penal), daños (artículo 205° Código Penal) lesiones
graves (artículo 121° Código Penal).

La distinción entre los delitos de resultado y delitos de actividad pueden llevar


muchas veces a confusiones, se considera a la acción misma como una clase
de resultado, puesto que es un impulso de la voluntad del sujeto activo. Es por
eso que se afirma que siempre todo delito va a tener un resultado, que
precisamente va a ser la configuración del tipo penal. En este sentido, hay que
precisar que cuando se habla de los delitos de resultado, se alude a una
modificación material del mundo exterior. “Por eso cuando baste para la
consumación del delito con la realización de una conducta prohibida, nos
encontramos con un delito de mera actividad: pero, si el tipo exige para su
consumación, además de la acción la producción de un resultado, estaremos
ante delitos de resultado”.

Los delitos de resultado y de actividad se puede clasificar, según sea el caso,


si el resultado o la actividad genera un momento o estado antijurídico de cierta
duración o no. Así pueden darse delitos instantáneos, permanentes y de
estado. En los delitos instantáneos la infracción se consuma en el momento

IMPUTACIÓN OBJETIVA 13
que se produce el resultado o situación que describe la ley, sin que se
determine la creación de una circunstancia antijurídica de los efectos
duraderos. Ejemplo: homicidio (artículo 106° Código Penal), falsificación de
monedas (artículo 252° Código Penal).

3.4.3. ASPECTO DESCRIPTIVO NORMATIVO

En la formulación de los tipos penales, el legislador suele utilizar ciertos


elementos gráficos (descriptivos) y valorativos (normativos) que pueden
caracterizar circunstancias exteriores como de naturaleza psíquica. Los
elementos descriptivos son aquellos que el sujeto puede percibir y comprender
a través de los sentidos. Estos elementos van a describir objetos o
circunstancias pertenecientes al mundo real. En ellos es suficiente una
constatación táctica. Ejemplo: “bien mueble” en los delitos de hurto (artículo
185°, Código Penal) “mujer” en el delito de aborto no consentido (artículo 116°
Código Penal) son identificados a través del lenguaje común o mediante las
terminologías jurídicas sin necesidad de recurrir a otras valoraciones para su
comprensión.

En los elementos normativos predominan las valoraciones que no son


perceptibles con los sentidos. Para la aprehensión y comprensión de estos
elementos se puede realizar un juicio o proceso valorativo y ellos aluden a
determinadas realidades derivadas ya sea de una valoración jurídica
provenientes de otras ramas del derecho (“elementos normativos jurídicos”),
ejemplo: funcionario o servidor público (artículo 425° Código Penal), matrimonio
(artículo 139° Código Penal), depositario judicial (artículo 190°, segundo párrafo
Código Penal), bienes embargados (artículo 197°, numeral 4, Código Penal),
etc., o de una valoración ético social (elementos normativos ético-sociales),
ejemplo: exhibiciones obscenas (artículo 183° Código Penal) etc.

La existencia de estas características puede disminuir la función de


garantía del tipo del tipo introduciendo cierta indeterminación o imprecisión. La
utilización abusiva de estos elementos durante la tipificación puede transgredir
la seguridad jurídica. Por ello, la valoración debe ser objetiva, es decir,
realizada siguiendo los patrones vigentes y no conforme al entendimiento

IMPUTACIÓN OBJETIVA 14
peculiar del intérprete. El juicio de desvalor que se ejercita deberá tomar en
cuenta las circunstancias de la realidad social, el lugar o las personas
afectadas.

No es posible establecer un límite firme entre estos elementos


descriptivos y normativos de estos tipos legales. Muchas veces se superponen
y es preciso fijar la preponderancia. Ejemplo: el concepto entre “muerte”
(artículo 106° Código Penal); “muerte clínica”: cese definitivo e irreversible de
las funciones encefálicas (artículo 3° de la Ley N° 28189). “En muchos
elementos que tienen un contenido descriptivo, pero también una parte de
contenido normativo, atendiendo al peso descriptivo de cada uno habrá que
hablar de elementos predominantemente descriptivos o predominantemente
normativos.

3.4.4. OBJETO DE LA ACCIÓN

El objeto de la acción es el elemento perteneciente al mundo exterior y


sobre el que recae materialmente la acción típica. En él se van a concretar la
vulneración de los intereses jurídicos que pretenden tutelar el legislador en
cada tipo penal. En ciertos casos, el tipo describe el objeto de la acción.
Ejemplo: “bien” (daños, artículo 205°, Código Penal),’’bien mueble” (hurto,
artículo 185° Código Penal). En otros casos, el tipo detalla las cualidades o
circunstancias que debe reunir el objeto de la acción por medio de adjetivos
calificativos. Ejemplo: “yacimientos arqueológicos prehistóricos” (artículo 226°
Código Penal); “billetes o monedas que se hallan fuera de circulación o
corresponden a otros países” (artículo 253° Código Penal). No todos los delitos
van a requerir de la presencia del objeto de la acción como elemento típico,
esto ocurre en los delitos de actividad en los que este elemento es innecesario
por la razón que no existe un resultado que se plasme en un objeto
perteneciente al mundo exterior.

No se debe confundir el objeto de la acción con el bien jurídico. El bien


jurídico aparece como un objeto inmaterial, se presenta como un valor ideal,
¡frente al acto agresor de! agente. En el objeto de la acción el menoscabo es
real, susceptible de concretarse materialmente. Así, en el hurto (artículo 185°

IMPUTACIÓN OBJETIVA 15
Código Penal) el objeto de la acción es el bien mueble y el bien jurídico la
posibilidad de disponer del bien (representada por el patrimonio). Es definitiva,
“el bien jurídico y el objeto material están relacionados con la idea y su
manifestación”. Sin embargo, suele presentarse, supuestos donde el objeto de
la acción es de naturaleza inmaterial, siendo dificultosa la diferenciación entre
bien jurídico y objeto de la acción. Ejemplo: injuria (artículo 130° Código Penal)
se distingue tres clases de objeto de la acción: personal, real y fenomenològico.
Objeto personal se refiere a las personas como el objeto sobre la que va a
recaer la acción típica. Muchas veces coincide con el sujeto pasivo. Por
ejemplo, en los casos de homicidio, el sujeto pasivo viene a ser la víctima, pero
a la vez en la persona sobre la que recae la acción de matar. Objeto real se
refiere a las cosas u objetos inanimados, donde la acción va a recaer de
manera material. Ejemplo: en los delitos de hurto y robo el objeto material será
el bien mueble. Fenomenològico se identifica a los fenómenos jurídicos
materiales o sociales, sobre los cuales se concreta la violación del interés
jurídico protegido. Ejemplo: un “servicio que utilice una marca no registrada
idéntica a una marca registrada en el país” (artículo 222° inciso f. Código
Penal), “un proceso electoral” (artículo 354° Código Penal), “ambiente natural”
o “paisaje urbano o rural” (artículo 313° Código Penal).

3.5. IMPUTACIÓN OBJETIVA5

Esta teoría propone reemplazar la relación de causalidad por la


imputación objetiva, es decir por una conexión elaborada en base a
consideraciones jurídicas y no naturales. Desde la perspectiva de la imputación
de la conducta manifestamos que contempla conceptos que funciona como
filtros, los mismos que tiene la finalidad de determinar si una conducta es
susceptible de ser considerada típicamente objetiva o no.

Este instituto desarrolla la teoría del tipo desde una imputación objetiva a
la conducta y al resultado. La imputación requiere comprobar: a) si la acción ha
creado un peligro jurídicamente desaprobado, b) si el resultado es producto del

5
http://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/2209_03_teoria_de_la_imputacion_objetiva_ncpp.pdf

IMPUTACIÓN OBJETIVA 16
mismo peligro. A partir de esos dos criterios podemos distinguir: a) I. Objetiva
de la conducta. - b) I. Objetiva de resultado. -

3.5.1. IMPUTACIÓN OBJETIVA DE LA CONDUCTA

A. Riesgo Permitido. -

El peligro creado por el sujeto activo debe ser un riesgo


típicamente relevante y no debe estar comprendido dentro
del ámbito del riesgo permitido (socialmente adecuado).
Eje. Lesiones deportivas

B. Disminución del riesgo. -

El agente obra buscando la modificación del curso causal y


aún se produzca el resultado dañino, dicho resultado no se
le puede imputar al actor quien más bien procuro mejorar la
situación del bien jurídico.

Eje. El médico que amputa una pierna para evitar la


gangrena del paciente.

C. Riesgo Insignificante. -

Supone una insignificante acción al bien jurídico, es decir la


irrelevancia penal de la lesividad del hecho, es tolerable por
su escasa gravedad.

Eje. El que sin derecho priva a otro la libertad en un


ascensor por breves minutos.

D. Principio de Confianza. –

No cabe imputación a la conducta cuando el sujeto obra


confiado en que los demás actuarán dentro de los límites
del riesgo permitido.

Eje. El cirujano espera que el material quirúrgico que


emplea en una intervención haya sido esterilizado por el
personal de enfermería.

E. Prohibición de Regreso. –

IMPUTACIÓN OBJETIVA 17
Existe una prohibición de regreso cuando se propone que
un comportamiento de modo estereotipado es inocuo,
cotidiano, neutral o banal, no constituye participación en el
delito cometido por tercero.

Eje. El taxista que inocentemente presta su concurso para


acudir al lugar del asalto.

F. Ámbito de responsabilidad de la víctima. -

Existirá imputación al ámbito de competencia de la víctima


quien con su comportamiento contribuye de manera
decisiva a la realización del riego no permitido.

Eje. El ciclista que conduce su bicicleta contra el tránsito en


estado de ebriedad y muere al colisionar con un vehículo.

3.5.2. IMPUTACIÓN OBJETIVA DEL RESULTADO

A. Relación de riesgo:

Además de la relación de causalidad se requiere de una


relación de riesgo entre la conducta y el resultado.

Eje. El que dispara a matar a otro y sólo lo lesiona y luego


producto de un incendio muere en el hospital. Aquí no
existe una relación de riesgo porque el resultado final es
ajeno al sujeto.

B. Nexos casuales desviados. –

Importa verificar si el supuesto se desarrolló dentro de los


márgenes del riesgo que objetivamente existían durante la
realización del riesgo en el resultado.

Eje. El que empuja al rio a una persona para que muera


ahogado, pero al precipitarse se golpea la cabeza en una
roca y fallece.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 18
C. Interrupción del nexo causal. –

Las modificaciones de la causalidad natural siempre y


cuando esta genere un aumento o anticipe en el tiempo el
resultado mediante la intensificación del peligro.

En esta estructura normativa o regla se analizan los


supuestos de interrupción del nexo causal por acciones
humanas autónomas. Se produce en estos casos una
desviación del curso causal que, en cuanto no quepa
contar él ex ante, no puede imputarse a la conducta inicial,
por mucho que este entrañara un riesgo suficiente de
causar la muerte de otro modo

Ej. La victima herida mortalmente que recibe un nuevo


disparo de otro y a consecuencia de éste fallece.

D. Resultados producidos a largo plazo

D.1 "Daños permanentes”

en los que tras una primera lesión se produce un daño


permanente que origina una consecuencia lesiva ulterior. Ejemplo:
quien causa una lesión grave a un cambista, que le inhabilita a
caminar y años después, esta persona, al ser asaltada en la vía
pública, y ante su imposibilidad de huir, es ejecutada por los
asaltantes.

D.2. "daños sobrevenidos"

En los que el resultado está co-determinado por la persistencia de


una lesión inicial no curada y un factor causal externo. Ejemplo: el
paciente que ingresa en el hospital con una intoxicación
vitamínica originada por un error de un farmacéutico y fallece de
una gripe contraída en aquel nosocomio.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 19
D.3. "resultados tardíos"

En los que la víctima sufre daños que acortan su expectativa de


vida. Ejemplo: sujetos víctimas de transmisión del virus del SIDA,
supuestos en los que se discute si es posible imputar al que
provocó el contagio, no sólo la enfermedad si no el posterior
resultado muerte hacia el que la víctima evoluciona.

En los dos primeros casos, daños emergentes o daños sobrevenidos, se


excluye la imputación del resultado, porque –lo contrario– implica ampliar
excesivamente el ámbito de la punibilidad.

En el caso de los resultados tardíos se presente una compleja situación,


porque sólo podrá imputarse el primer acto (por tentativa o por imprudencia);
pero es muy discutido si se podrá imputar el efecto tardío, pues ello dependerá
de si se trata de riesgo a la vida que afectan a la víctima o si esta ha omitido
adoptar medidas de protección. Además, que hasta esperar al efecto tardío,
éste se habrá hecho inútil por el transcurso del tiempo (prescripción).

E. Fin de la protección de la norma.

El resultado debe estar comprendido dentro del fin de


protección de la norma penal donde se va prever las
conductas delictivas.

Ej. El sujeto que mata a B, y la madre y éste muere por


infarto cardiaco al enterarse de la muerte de B. En el
mencionado ejemplo, la muerte de la madre no le es
imputable objetivamente al sujeto activo, ya que el tipo
penal de homicidio protege la vida, pero solo en una esfera
de inmediatez con las acciones típicas; vale decir, la
muerte de la madre está fuera de la esfera de protección de
dicho tipo penal; por tanto, no se le puede imputar la
muerte de la madre.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 20
F. Imputación del resultado en el ámbito de responsabilidad por el
producto.

La responsabilidad penal por el producto corresponde a los


supuestos de comercialización de ciertos productos
peligrosos para la salud, cuyo resultado puede identificar
dos momentos:

 Cuando el producto peligroso es ofrecido en el


mercado.

 Cuando el producto ya ha sido utilizado y haya


generado resultados como lesiones o muertes dolosas
o culposas

3.6. POSTURAS DE JACKOBS Y ROXIN

3.6.1. POSULADO DE JACKOBS

Para Jakobs la teoría de la imputación objetiva cumple un papel


fundamental que permite determinar los ámbitos de responsabilidad dentro de
la teoría del delito, así faculta constatar cuando una conducta tiene carácter
(objetivamente) delictivo.

La teoría de la imputación objetiva se divide para Jakobs en dos niveles:

La calificación del comportamiento como típico (imputación objetiva


del comportamiento); y, La constatación –en el ámbito de los delitos de
resultado- de que el resultado producido queda explicado precisamente por el
comportamiento objetivamente imputable (imputación objetiva del resultado).
(Günther Jakobs y Cancio Meliá., 2000)

En el primer nivel de la imputación objetiva, la imputación de


comportamientos, Jakobs propone cuatro instituciones dogmáticas a través de
las cuales ha de establecerse el juicio de tipicidad:

a) El riesgo permitido: Parte de una definición claramente


normativa del “riesgo”, desligada de probabilidades

IMPUTACIÓN OBJETIVA 21
estadísticas de lesión. El riesgo permitido se define
como el estado normal de interacción, es decir, como el
vigente status quo de libertades de actuación,
desvinculado de la ponderación de intereses que dio
lugar a su establecimiento, hasta el punto que en
muchos casos se trata de un mecanismo de
constitución de una determinada configuración social
por aceptación histórica; dicho de otro modo, se refiere
más a la identidad de la sociedad que a procesos
expresos de ponderación.

b) Principio de confianza: Determina cuándo existe, con


ocasión del desarrollo de una actividad generadora de
un cierto riesgo (permitido), la obligación de tener en
cuenta los fallos de otros sujetos que también interviene
en dicha actividad (de modo que, si no se procediera
así, el riesgo dejaría de ser permitido), y cuándo se
puede confiar lícitamente en la responsabilidad de esos
otros sujetos.

c) Prohibición de regreso: Con ella pretende Jakobs


enmarcar de forma sistemática la teoría de la
participación dentro de la imputación objetiva. La
prohibición de regreso satisface la necesidad de limitar
el ámbito de la participación punible, tanto para
comportamiento imprudentes como dolosos, con base a
criterios objetivo-normativos. De ese modo, la
prohibición de regreso se presenta en cierto modo como
el reverso de la participación punible.

d) Actuación a riesgo propio de la víctima o


competencia de la víctima: Mediante esta institución
Jakobs propone tener en cuenta la intervención de la
víctima en el suceso. En este punto, la teoría de la
imputación objetiva implica la introducción de elementos

IMPUTACIÓN OBJETIVA 22
valorativos que determinan cuáles son los límites de la
libertad de actuación, implica, en este sentido, el
establecimiento de esferas de responsabilidad.

3.6.2. POSTULADO DE ROXIN

Roxin, a quien se considera el máximo representante de una perspectiva


de la imputación objetiva vinculada al “principio de riesgo”, sintetiza la teoría de
la imputación objetiva, del siguiente modo, “un resultado causado por el sujeto
que actúa, sólo debe ser imputado al causante como su obra y sólo cumple el
tipo objetivo cuando el comportamiento del autor haya creado un riesgo no
permitido para el objeto de acción cuando el riesgo se haya realizado en el
resultado concreto y cuando el resultado se encuentre dentro del alcance del
tipo” (CANCIO MELIÁ)

Se trata a juicio de Roxin, de que la imputación del tipo objetivo


presupone la realización de un peligro, comprendido dentro del alcance del tipo
penal, creado por el autor y no encubierto por el riesgo permitido. Este autor
pretendió con la teoría de la imputación objetiva, restringir de modo “objetivo” el
concepto ilimitadamente “objetivista”. A Roxin le importó, ante todo, confrontar,
a través de una perspectiva objetiva de la imputación, la incorporación del dolo
al tipo del ilícito. El escribió que la “tarea de la dogmática” consiste en la
introducción de criterios de imputación generales y objetivos determinados
normativamente (JOSCHIM HIRSCH)

Según la teoría de la imputación objetiva, la delimitación debe sujetarse


a si el resultado ocasionado ha sido alcanzado por la realización de un peligro
creado por el autor y no abarcado por el riesgo permitido.

Roxin al comienzo de su exposición sobre la imputación objetiva,


escribió que debe “aclararse como tiene que obtenerse la relación entre el
sujeto del delito y el resultado para que el resultado pueda imputarse a un
sujeto del delito determinado como su acción” (JOSCHIM HIRSCH) Este autor
señala que, hay que “comprobar que el resultado es la obra del autor”.

Por su parte, la teoría de la imputación objetiva se comprende con más


precisión si ella es aplicada a una característica de la acción, a saber, el ser

IMPUTACIÓN OBJETIVA 23
peligrosa con relación al resultado. En este sentido, si la acusación del
resultado concreto depende del azar y está fuera del dominio del autor,
entonces no existirá desde un principio, una acción dirigida a causar el
resultado (JOSCHIM HIRSCH). Por los demás, el punto de vista del dominio
del suceso causal no es extraño a la dogmática jurídico penal.

Por lo expuesto, Roxin propuso una serie de criterios normativos, cuyo


denominador común está en el “principio de riesgo”, según el cual, partiendo
del resultado, el tema estaba en determinar si la conducta del autor creó o no
un riesgo jurídicamente relevante de lesión típica de un bien jurídico en relación
con dicho resultado (JOSCHIM HIRSCH)

Los criterios propuestos por Roxin para determinar el juicio de


imputación objetiva del resultado son los siguientes: a) la disminución del
riesgo; b) la creación de un riesgo jurídicamente relevante; c) el incremento del
riesgo permitido y d) la esfera de protección de la norma.

a. La “disminución del riesgo”. - Criterio mediante el cual


puede negarse la imputación objetiva en los casos de
desviación de un resultado grave, que haya llevado a
producir uno leve.

b. La creación de un riesgo jurídico-penalmente


relevante o no permitido (o creación de un riesgo
prohibido). - Según este criterio se procede negar la
imputación objetiva cuando la acción no ha creado el riesgo
relevante de una lesión al bien jurídico.

c. Aumento del riesgo permitido. - En estos casos


procede negar la imputación objetiva cuando la conducta
del autor no ha significado una elevación del riesgo
permitido porque el resultado se hubiera producido
igualmente, aunque el autor hubiera actuado con la
diligencia debida.

d. Esfera de protección o ámbito de aplicación de la


norma. - Este criterio permite solucionar aquellos casos en

IMPUTACIÓN OBJETIVA 24
los que, aunque el autor ha creado o incrementado un
riesgo que origina un resultado lesivo, éste no debe ser
imputado al no haberse producido dentro del ámbito de
protección de la norma, es decir si el resultado no era aquel
que la norma quería evitar.

3.7. LA IMPUTACIÓN OBJETIVA EN LA JURISPRUDENCIA PENAL


PERUANA6
4.7.1. CASO “BEBER HASTA LA MUERTE”

Caso “Beber hasta la muerte” SALA PENAL/R.N. N° 6239-


97/Ancash. Tres de junio de mil novecientos noventiocho.

El 5.08.1994, los encausados Luis Alberto Bulnes Sotelo y Emerson


Ulderico Méndez Torres se encontraron con la agraviada Rocío Burgos
Sánchez en las inmediaciones de la universidad. Los 3 tomaron la decisión de
ir a la habitación de Méndez Torres en donde escucharon música y libaron licor
hasta altas horas de la noche, al extremo de alcanzar la citada agraviada un
estado de inconsciencia por el exceso de consumo de alcohol, quedándose
dormida sobre una cama en posición de cúbito dorsal. La agraviada fue
encontrada posteriormente muerta, en el mismo lugar y en la misma posición,
por los encausados luego que éstos regresaran al amanecer a la habitación, en
donde solamente se había quedado la agraviada descansando a fin de que
desaparezca los efectos de la ebriedad. El protocolo de necropsia, concluyó
que la agraviada Burgos Sánchez falleció por «muerte rápida por asfixia por
sofocación a consecuencia de aspiración de vómitos en estado etílico».

ABSOLVIERON a Luis Alberto Bulnes Sotelo y Emerson Ulderico


Méndez Torres de la acusación fiscal por el delito de homicidio en agravio de
Rocío Burgos Sánchez, por falta de elevación del riesgo, de conformidad con
los siguientes fundamentos:

 “(…) El deceso de la aludida agraviada se ha producido por un


caso fortuito o hecho accidental, por lo que el hecho global no

6
http://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/4643_03imputacionobjetiva_20.6.16.pdf

IMPUTACIÓN OBJETIVA 25
constituye así de ningún modo delito de homicidio y tampoco
genera responsabilidad penal para los agentes (…)”

 “(…) al existir el resultado lesivo de un bien jurídico que no ha


sido producido por la intervención humana, sino que ha
sobrevenido por un hecho fortuito atribuible solamente a las
leyes que rigen la causalidad, no puede sostenerse que la
conducta de los agentes haya estado precedida por un dolo
eventual (…)”

 “(…) mal puede imputarse objetivamente el resultado a un


autor que no ha creado ningún peligro relevante para el bien
jurídico (…)”

3.7.2. CASO “TAXISTA”

Sala Penal Suprema/ Expediente Nº 4166-99-Lima/ 07 de marzo del


2000

Villalobos Chumpitaz, el día de los hechos, se encontraba por


inmediaciones del domicilio de los agraviados, realizando su labor habitual de
taxista, siendo requerido su servicio por un individuo que lo condujo hasta el
inmueble en mención. Al llegar al lugar recibió la indicación de hacer ingresar el
vehículo hasta la cochera del mismo, lugar donde esperaban otros 5 sujetos,
quienes introdujeron diversas especies al vehículo. Posteriormente le indicaron
que iniciara la marcha, siendo intervenidos durante el trayecto por la autoridad
policial. Conforme ha quedado sentado en su manifestación policial, el
encausado Villalobos Chumpitaz afirmó haberse percatado de las intenciones
delictivas de los sujetos que tomaron sus servicios en el instante que lo hicieron
ingresar a la cochera del inmueble, situación ante la cual, refirió, no haber
podido hacer nada dado que ya se encontraba dentro.

ABSOLVIERON a Luis Alberto Villalobos Chumpitaz, de la acusación


fiscal por el delito contra el Patrimonio –robo agravado-, en aplicación del
instituto de imputación objetiva denominado Prohibición de Regreso para
excluir tipicidad de la conducta de quien actuó conforme a un rol social:

IMPUTACIÓN OBJETIVA 26
“A efectos de determinar si las conductas devienen en penalmente relevantes,
el punto inicial de análisis es la determinación del rol desempeñado por el
agente en el contexto de la acción. (…) Queda demostrado que el procesado
se limitó a desempeñar su rol de taxista, el cual, podríamos calificar de inocuo,
ya que no es equivalente, ni siquiera en el plano valorativo, al delito de robo
agravado. De otro lado, se ha establecido en autos que el citado encausado, en
un momento determinado del desarrollo de la acción, tuvo pleno conocimiento
de la ilicitud de los hechos desplegados por sus contratantes, lo cual tampoco
es sustento suficiente para dar lugar a alguna forma de ampliación del tipo. (…)
Si bien intervino en los hechos materia de autos, su actuación se limitó a
desempeñar el rol de taxista, de modo que aun cuando el comportamiento de
los demás sujetos fue quebrantador de la norma, el resultado lesivo no le es
imputable en virtud a la Prohibición de Regreso”

3.7.3. CASO “JEFE DE BANCA PERSONAL”

SALA PENAL PERMANENTE R.N. N° 2270 – 2004 LA LIBERTAD, 16


de septiembre de 2004

Se imputa al encausado Vílchez Pella que, en su condición de Jefe de


Banca Personal del Banco de Crédito en Trujillo, habría recepcionado 4
cheques del encausado Inafuku Higa (presidente del Consejo Transitorio de
Administración Regional de La Libertad) colocando el visto bueno para que de
ese modo los cheques se hagan efectivos y para que dicho monto pueda ser
depositado en la cuenta personal del señor Inafuku Higa. El dinero era fruto del
delito de enriquecimiento ilícito.

Declararon FUNDADA la ENA y mandaron a archivar definitivamente la


causa, en aplicación del instituto de Prohibición de Regreso, en base a los
siguientes fundamentos.

 “(…) Existe un ámbito de actuación inocua y cotidiana, y que solo


mediante la puesta en práctica de planes de otras personas se convierte
en un curso causal dañoso, lo que obliga a distinguir entre
intervenciones propias y creación de una situación en que otros realizan
el tipo (…)”

IMPUTACIÓN OBJETIVA 27
 “(…) En lo que respecta a la intervención del encausado Vílchez Pella,
se relaciona con las prácticas bancarias que están en el ámbito de
actuación del procesado y que no importaron, en sí mismas, vulneración
de la legislación bancaria ni una realización de actos fuera de lo
cotidiano (…)”

3.7.4. CASO “ROCK EN RÍO”

R.N. N° 4288-97/ SALA PENAL/ANCASH/ 13 de abril de 1998

José Luis Soriano Olivera organizó el festival bailable "Rock en Río “que
se llevó a cabo el 03.06.1995 en la localidad de Caraz, contando con la
autorización del alcalde del Concejo Provincial de dicha ciudad. El festival se
realizó en una explanada a campo abierto por las inmediaciones de un puente
colgante ubicado sobre el Río Santa. Aconteció que un grupo aproximado de
cuarenta personas en estado de ebriedad se dispusieron a bailar sobre el
mencionado puente colgante ocasionando el desprendimiento de uno de los
cables que lo sujetaba a los extremos, produciéndose la caída del puente con
sus ocupantes sobre las aguas del Río Santa. Perecieron dos personas a
causa de una asfixia por inmersión y traumatismo encéfalo craneano conforme
al examen de necropsia

Absolvieron a los encausados de la acusación fiscal por el delito contra la


vida, el cuerpo y la salud -homicidio culposo- en aplicación del instituto de
imputación objetiva denominado Competencia de la Víctima para excluir
tipicidad de la conducta de quien actuó a propio riesgo en virtud de su ámbito
de responsabilidad preferente:

 “(…) No puede existir violación del deber de cuidado en la conducta de


quien organiza un festival de rock con la autorización de la autoridad
competente, asumiendo al mismo tiempo las precauciones y seguridad a
fin de evitar riesgos que posiblemente pueden derivar de la realización
de dicho evento, porque de ese modo el autor se está comportando con
diligencias y de acuerdo al deber de evitar la creación de riesgos (…)”

 “(…) la experiencia enseña que un puente colgante es una vía de


acceso al tránsito y no una plataforma bailable como imprudentemente

IMPUTACIÓN OBJETIVA 28
le dieron uso los agraviados creando así sus propios riesgos de lesión.
En consecuencia, la conducta del agente de organizar un festival de rock
no creó ningún riesgo jurídicamente relevante que se haya realizado en
el resultado, existiendo por el contrario una autopuesta en peligro de la
propia víctima, la que debe asumir las consecuencias de la asunción de
su propio riesgo (…)”

3.7.5. CASO “EL CHOFER”

Caso “El chofer” R.N. N° 552-2004/ Segunda Sala Penal Transitoria


de la Corte Suprema/ 25 de noviembre de 2004

“Se imputa al acusado la comisión del delito de tráfico ilícito de drogas al


haber sido intervenido por la policía conduciendo el camión Volvo cargado de
productos comestibles con destino a la ciudad de Arequipa; encontrando dentro
de la carga pequeños paquetes conteniendo hojas de coca de procedencia
boliviana con un peso aproximado de ciento cincuenta kilos; ocurriendo que el
procesado ante la policía ha sindicado como los verdaderos propietarios de las
hojas de coca a los procesados H. Mamani y M. Chura, manifestando
desconocer el contenido de la mercadería que le fuera entregada por éstos.

Los principios de confianza, el riesgo permitido y la prohibición de


regreso como criterios de imputación objetiva. Actuación de procesado
conforme a rol de chofer en posesión de conocimientos estandarizados
socialmente como criterio excluyente de la tipicidad de su conducta:

 “(…) Es pertinente aplicar al caso de autos los principios


normativos de imputación objetiva, que se refieren al riesgo
permitido y al principio de confianza, ya que el acusado dentro de
su rol de chofer realizó un comportamiento que genera un riesgo
permitido dentro de los estándares objetivos predeterminados por
la sociedad, y por tanto, no le es imputable el resultado
(prohibición de regreso) al aceptar transportar la carga de sus
coprocesados y al hacerlo en la confianza de la buena fe en los
negocios y que los demás realizan una conducta lícita. No
habiéndose acreditado con prueba un concierto de voluntades

IMPUTACIÓN OBJETIVA 29
con los comitentes, y estando limitado su deber de control sobre
los demás en tanto no era el transportista dueño del camión sino
sólo el chofer asalariado del mismo; estando, además, los
paquetes de hojas de coca camuflados dentro de bultos cerrados.
Aclarando que el conocimiento exigido no es el del experto sino
por el contrario de un conocimiento estandarizado socialmente y
dentro de un contexto que no implique un riesgo no permitido o
altamente criminógeno”.

3.7.6. CASO “LOS INQUILINOS”

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA/ SEGUNDA SALA PENAL


TRANSITORIA /R.N. N° 608 – 2004 / 24 de noviembre de 2004

Inexistencia de participación delictiva por la realización de


comportamiento socialmente adecuado conforme al principio de prohibición de
regreso: “En autos no se encuentra acreditado que la encausada absuelta
hubiera incurrido en el ilícito penal materia de autos, puesto que el ser
propietaria del inmueble donde se arrendaban cuartos no supone participación
en la conducta de sus inquilinos, lo que está corroborado por el sentenciado P.
Lomas, quien manifestó igualmente que las especies con adherencias de droga
las utilizó para transportar la Pasta Básica de Cocaína húmeda que se encontró
en su poder. Por tanto, actuando ésta dentro de una conducta adecuada y
dentro de un ámbito de confianza; no siendo así atendible otorgar, en este caso
con tales elementos, reprochabilidad penal a la propietaria”.

3.7.7. CASO “CALENTADOR DE AGUA”

Exp. Nº 1219-04/Tercera Sala Especializada en lo Penal para


Procesos con Reos Libres/01 de septiembre de 2006

Se condenó a JORGE ALBERTO TILLIT CAMINO, vendedor del


producto BOTITO - HOT BOX por el delito de Estafa, por no haber informado
de los requerimientos eléctricos que necesitaba el calentador, no cumpliendo
con su rol. “En ese sentido el rol del procesado en el presente era el de
desempeñarse como comerciante-vendedor del rubro de calentadores de agua
teniendo el deber informar al procesado de las condiciones o características del

IMPUTACIÓN OBJETIVA 30
producto a comercializar; sin embargo como puede apreciarse de autos el
procesado no brindó informe alguno de las características de BOTITO- HOT
BOX ni consta tampoco en la publicidad antes descrita respecto al producto en
cuestión, no cumpliendo con su rol normativo y generando un riesgo no
permitido que derivó pues su conducta engañosa hacia al agraviado, al haberlo
inducido a error, pues de saber el agraviado las verdaderas características del
producto no se hubiera producido la defraudación de sus expectativas,
demostrándose de esa forma el actuar doloso del procesado, pues su acción
se desarrolló de manera voluntaria y con el conocimiento de las características
de bobito y de su actuar. Por otra parte, se ha evidencia el desmedro
económico producido al agraviado y el beneficio económico del procesado
consumándose éste delito después del día de la celebración de la venta de
BOBITO-HOT BOX”

3.7.8. CASO “PACTO DE RETROVENTA”

Exp. Nº 18-09-B/Sala Penal Nacional/13 de agosto de 2010

Aplicación del instituto de prohibición del regreso a fin de declarar la


atipicidad de la conducta y FUNDADA la Excepción de Naturaleza de Acción
por los siguientes argumentos: “ El Colegiado considera que nos encontramos
ante una de las conductas denominadas “neutrales” esto es comportamientos
que parecerían reunir los requisitos tradicionales de participación delictiva, pero
que objetivamente no deben ser entendidos como tales. (…) Así se tiene que
en el caso sub análisis el encausado Pastor González se limitó a cumplir su rol
de parte contractual al cumplir con su obligación, lo que se materializó con la
transferencia del Departamento Nº 901 (…) inmueble cuyo origen no se
cuestiona de ilícito, lo que conlleva a concluir que no se presentan los
presupuestos del tipo objetivo de Lavado de Activos. (…) La fecha de
suscripción del contrato de Compra Venta con Pacto de Retroventa se realizó
meses antes de ocurridos los hechos que dieron inicio a investigación judicial
por el delito de Tráfico Ilícito de Drogas (…) no pudiéndosele exigir al
accionante la presunción o conocimiento de una procedencia ilícita del dinero”

IMPUTACIÓN OBJETIVA 31
3.7.9. CASO “COMUNIDAD CRISTIANA – PARE DE SUFRIR”

Exp. 197-2009/Sala Penal Nacional/20 de abril de 2010

Se confirmó la resolución de No Ha Lugar a iniciar acción penal por los


delitos de Estafa, Falsedad Genérica, Asociación Ilícita y otros, en aplicación
del criterio de responsabilidad de la propia víctima: “ (…) consideramos que la
denunciante es la única responsable del bienestar de su patrimonio por lo que
no resulta idóneo que pueda acceder a entregar su dinero a cambio de la
absoluta certeza de ser salvada o curada con objetos de apariencia religiosa.
Mas aun cuando sabemos que la denunciante cuenta con conocimientos
medios aprobados por la sociedad. Así que este posible engaño no guarda las
características de ser objetivo. Por lo que valoramos, la entrega de su dinero
entró sólo en el ámbito exclusivo de la víctima, infringiendo sus deberes de
autoprotección”

3.7.10. CASO “DUANY PAZOS”

Exp. Nº 945-08-C/Sala Penal Nacional/ 8 de abril de 2009

Se confirma la resolución de No Ha Lugar a abrir instrucción por el delito


de Lavado de activos aplicando la institución del “riesgo permitido” “Entonces,
si no hubo inyección o desplazamiento de activos, y por el contrario, se realizó
jurídicamente una transferencia de acciones, ¿cómo se sustenta la imputación
de lavado de activos contra Duany Pazos, sólo por el hecho de haber actuado
como abogado representante de Luis Valdez Villacorta? Creemos que no, pues
el desempeño de un rol dentro del riesgo permitido no genera responsabilidad
penal. En el momento que Duany Pazos actuó como abogado y representante
(…) no existía ninguna norma que le impusiera un control o el cumplimiento de
alguna observancia con relación a transacciones sospechosas de clientes que
realizaban constitución de sociedades en el exterior o que transferían o
compraban acciones”

IMPUTACIÓN OBJETIVA 32
3.7.11. CASO “ESKENAZI”

Caso Eskenazi (16° JPL, AAI de 21.4.16, exp. 7091-14)

“La defensa del denunciado Eskenazi Becera, ha cuestionado la


denuncia fiscal, sosteniendo básicamente que su patrocinado ha desarrollado
una conducta que le compete en su calidad de abogado, realizando una
conducta neutral y que no se le puesto en conocimiento las imputaciones,
sobre los 8 supuestos casos que el Ministerio Público plantea la denuncia. En
sentido, respecto a ambos puntos, ya el A-quo ha tenido una posición respecto
a la progresividad que ha tenido la representante del Ministerio Público al
momento de formular su denuncia penal y que está facultada para hacerlo; del
mismo modo, en lo que respecta a la conducta que ha desarrollado el
denunciado, no es materia a que el Juez tenga que pronunciarse, porque no
está realizando materia de probanza, sino se está ante una apertura de
instrucción en donde tiene que valorar indicios suficientes; por lo que, los
argumentos sostenidos por la defensa, deben ser vistos en una etapa
probatoria. Premisa que tiene que señalar el A-quo, es que la defensa de la
denuncia ha tenido un permanente acceso a la carpeta fiscal (conforme así lo
han manifestado en el debate contradictorio); y, han tenido conocimiento de las
actuaciones del Ministerio Público, en donde han tenido la oportunidad de
cuestionar el accionar en el que habría incurrido la representante de la
legalidad, pero no han cuestionado nada, mostrando su conformidad a los
actos que se han desarrollado.”

3..7.12. CASO “EL TRANSPORTISTA”

Caso “El Transportista” R.N Nº 99-2010/Sala Penal Transitoria de la


Corte Suprema de Justicia/25 de mayo de 2010

Se absolvió por mayoría al encausado Luján Jundía del delito de Tráfico


ilícito de drogas, aplicando la institución de “prohibición de regreso” “Tal como
se ha consignado en el acta de registro vehicular (…) diligencia practicada a la
camioneta (…) vehículo intervenido posteriormente al traslado de la droga por
vía fluvial- dicha sustancia se encontraba en paquetes tipo ladrillo debidamente
precintados (…) que no era posible advertir el contenido de los paquetes que

IMPUTACIÓN OBJETIVA 33
estaban siendo trasladados por los sentenciados, no siendo el rol del
encausado Luján Jundía la exhaustiva revisión del contenido de los paquetes
que trasladaban sus pasajeros , más aun si este desempeñaba el rol de
“punteador” es decir daba órdenes al motorista para que dicha embarcación no
se estrelle con los obstáculos que pudiera haber en el camino (…) en efecto el
encausado Luján Jundía desempeñó un servicio de transporte que era su labor
habitual”

IMPUTACIÓN OBJETIVA 34
IV. CONCLUSIONES:

 La Imputación Objetiva es un término acuñado para el derecho penal, si


bien es cierto existes varios estudiosos que definen el tema, así como
jurisprudencias, concluimos que es la forma de delimitar, encajar la
responsabilidad de las personas en un hecho penal ya sea por omisión u
acción.

 Las posturas de los estudiosos ROXIN y JACKOBS, nos ayuda a


entender y definir los tipos de Imputación Objetiva como son; relación
del riesgo, el riesgo permitido, disminución del riesgo, principio de
confianza entre otros, concluyendo que no es más que el accionar diario
de las personas las que ayudan a configurar los tipos, ya que por
ejemplo una persona al concursar en un proceso de natación esta
predispuesto (riesgo permitido) a sufrir de ahogamiento, y así se podría
citar innumerables ejemplos.

 La imputación objetiva, en el Derecho Penal actual, juega un rol


fundamental en la identificación de los comportamientos penalmente
relevantes.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 35
V. BIBLIOGRAFIA
5.1. LEGISLACIÓN:

 Código Penal Peruano.

5.2. LIBROS Y REVISTAS


 ALCACER HARANGA, W. N. (2015). Teoria de la Imputación objetiva en
la jurisprudencia peruana. Desarollo jurisprudencial a partir del año
2011. Derecho y Cambio Social.
 BACIGALUPO Z., E. (1996). "Manual de derecho penal". Colombia:
Temis S.A.
 CANCIO MELIÁ, M. (s.f.). “Líneas Básicas de la Teoría de la Imputación
Objetiva. Madrid: EDICIONES JURIDICAS CUYO.
 CARO CORIA, D. C. (24 de JUNIO de 2016). LA IMPUTACIÓN
OBJETIVA EN LA JURISPRUDENCIA PENAL PERUANA. LA
IMPUTACIÓN OBJETIVA EN LA JURISPRUDENCIA PENAL
PERUANA. LIMA.
 Günther Jakobs y Cancio Meliá. (2000). “El Sistema Funcionalista del
Derecho Penal”. GRIJEY.
 JOSCHIM HIRSCH, H. (s.f.). “Acerca de la Teoría de la Imputación
Objetiva”. Ciencias Peruanas.
 MELIÁ: CONDUCTA DE LA VÍCTIMA E IMPUTACIÓN OBJETIVA. BOSCH,
BARCELONA, 2001 P. 64. VÉASE, FRISCH: TIPO PENAL E IMPUTACIÓN OBJETIVA;
COLEX, MADRID 1995; JAKOBS,

 NIEVES, R. (2010). “Teoría del delito y práctica penal”. República
Dominicana: Editora Centenario S.A.
 PIÑA FLOREZ, P. C. (2013). TESIS PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE
ABOGADO pg 28 . TEORÍA DE LA IMPUTACIÓNOBJETIVA. SAN
JUAN, PERÚ: UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL PERÚ.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 36
 PUIG: DERECHO PENAL. PARTE GENERAL 7ª EDICIÓN, MONTEVIDEO–BUENOS
AIRES, 2004, P. 254.

 REÁTEGUI SANCHEZ, J. (2008). “El control constitucional en la etapa
de calificación del proceso penal". Lima: Palestra Editores.
 ROXIN. DERECHO PENAL. PARTE GENERAL. T. I, CIVITAS, MADRID 1999, P. 219.
CFR. MIR PUIG: SIGNIFICADO Y ALCANCE DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA EN
DERECHO PENAL. EN (EN LÍNEA) HTTP:// CRIMENET.URG.ES/RECPC/RECPC05–
05.PDF., P. 11
 ROXIN. OP. CIT., P. 346

 VÉLEZ F., G. F. (s.f.). “La imputación objetiva: fundamento y


consecuencias dogmáticas a partir de las concepciones funcionalistas
de Roxin y Jakobs”.

5.4. JURISPRUDENCIA:
CASACIÓN Nº 367-2011-LAMBAYEQUE

5.5. LINK-GRAFIA

http://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/4920_3.pdf

IMPUTACIÓN OBJETIVA 37
ANEXOS
IMPUTACIÓN OBJETIVA 38
ANEXOS:
SALA PENAL PERMANENTE
CASACIÓN Nº 367-2011-LAMBAYEQUE

SENTENCIA CASATORIA

Lima, quince de julio de dos mil trece

VISTOS; en audiencia privada; el recurso de casación para desarrollo de


doctrina jurisprudencial, interpuesto por la defensa técnica de la encausada
Francisca Correa Montenegro contra la sentencia de vista del veintisiete de
setiembre de dos mil once, de fojas ciento cincuenta y siete, que confirmó la
sentencia de primera instancia del trece de julio de dos mil once, de fojas
noventa y cuatro, que la condenó como cómplice del delito contra la libertad, en
su modalidad de violación sexual de menor de edad, en agravio de la menor de
iniciales R.N.S.R., y revocó el extremo que le impuso treinta años de pena
privativa de libertad y, reformándola, le impusieron diez años de pena privativa
de libertad. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Pariona Pastrana.

I. ANTECEDENTES

1.1. Que, llevado a cabo el proceso penal, el Fiscal Provincial Penal


Corporativo de Jaén, por requerimiento fiscal del diecisiete de marzo de dos mil
once -fojas quince- solicitó se imponga treinta años de pena privativa de
libertad a los encausados Gilberto Castillo Díaz, como autor y Francisca Correa
Montenegro, a título de cómplice primaria, por el presunto delito contra la

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libertad sexual, violación sexual de menor, ilícito previsto y sancionado en el
numeral dos del artículo ciento setenta y tres del Código Penal, en agravio de
la menor de iniciales R.N.S.R., así como el pago de cinco mil nuevos soles por
concepto de reparación civil de manera solidaria a favor de la menor antes
referida.

1.2. Así, por resolución del veintisiete de mayo de dos mil once -fojas treinta- se
dictó auto de enjuiciamiento, llevándose a cabo el juicio oral contra la
encausada Francisca Correa Montenegro, pues el encausado Castillo Díaz fue
declarado reo contumaz; y concluidos los debates orales, se emitió sentencia el
trece de julio de dos mil once -fojas noventa y cuatro-, que falló condenado a la
antes referida, como cómplice primaria del delito contra la libertad sexual, en su
modalidad de violación sexual de menor de edad, previsto en el artículo ciento
setenta y tres segundo párrafo del Código Penal, en agravio de la menor de
iniciales R.N.S.R. a treinta años de pena privativa de la libertad, y fijó la suma
de cinco mil nuevos soles por concepto de reparación civil a favor de dicha
menor.

1.3. Leída la sentencia en audiencia privada, la condenada interpuso recurso


de apelación dentro el plazo de ley, fundamentándolo por escrito del veinte de
julio de dos mil once - fojas ciento veintiuno-, y concedido el mismo, por
resolución del veinte de julio de dos mil once -fojas ciento veintiocho- se
elevaron los autos al superior jerárquico, donde se señaló fecha para llevar a
cabo la audiencia de apelación de sentencia.

1.4. Que, llevada a cabo la audiencia de apelación, se emitió sentencia de vista


el veintisiete de setiembre de dos mil once -fojas ciento cincuenta y siete-, de
cuyo análisis se desprende que a criterio del a quem el grado de complicidad
de la imputada solo fue secundario, pues si bien colaboró en alguna de las
oportunidades que el imputado Castillo Díaz ultrajó a la menor agraviada, la
conducta desplegada por dicha imputada no fue determinante para la
realización del hecho punible, razón por la cual consideró necesaria la
graduación de la pena impuesta primigeniamente; de esta manera, confirmó la
sentencia de primera instancia que condenó a la acusada Correa Montenegro,

IMPUTACIÓN OBJETIVA 40
como cómplice, y revocó la pena impuesta de treinta años y, reformándola se le
impuso diez años de pena privativa de libertad.

1.5. Leída la sentencia de vista en audiencia privada, la encausada Correa


Montenegro interpuso recurso de casación, dentro del plazo señalado en la ley
procesal, y fundamentado por escrito del once de octubre de dos mil once -
fojas cientos sesenta y cuatro- invocando como causal el inciso uno del artículo
cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal, motivo por el cual por
resolución del trece de octubre de dos mil once -fojas ciento setenta y uno- la
Sala Descentralizada y de Apelación de Jaén concedió el recurso de casación,
disponiendo se eleven los autos al Supremo Tribunal.

1.6. Elevados los autos a este Supremo Tribunal, con fecha siete de noviembre
de dos mil once, y cumplido el trámite de traslado a las partes procesales, por
Ejecutoria Suprema del veinticuatro de febrero de dos mil doce –fojas trece del
cuadernillo formado por este Supremo Tribunal-, en uso de sus facultades,
declaró inadmisible el recurso de casación por la presunta causal prevista en el
inciso uno del artículo cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal, y
declaró bien concedido el recurso de casación para el desarrollo de doctrina
jurisprudencial, por la causal prevista en el inciso tres del artículo cuatrocientos
veintinueve del Código Procesal Penal.

1.7. Deliberada la causa en secreto y votada el día de la fecha, esta Suprema


Sala cumplió con pronunciar la presente sentencia de casación, que se llevará
en audiencia privada, con las partes que asistan.

II. DEL ÁMBITO DE LA CASACIÓN

2.1. Como se estableció por Ejecutoria Suprema del veinticuatro de febrero de


dos mil doce -fojas trece del cuadernillo formado por este Supremo Tribunal-,
este Supremo Tribunal declaró bien concedido el recurso de casación para el
desarrollo de doctrina jurisprudencial, por errónea interpretación de la ley penal,
al considerar un interés casacional a fin de que se determine si el sustento
fáctico de la conducta imputada en la acusación fiscal se enmarca en el delito
de violación sexual en grado de complicidad primaria o secundaria, conforme al
inciso cuarto de artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal y

IMPUTACIÓN OBJETIVA 41
por la causal prevista en el inciso tres del artículo cuatrocientos veintinueve del
citado texto legal.

III. GRADOS DE INTERVENCIÓN DELICTIVA EN LA COMPLICIDAD

3.1. La descripción de un hecho típico está pensada originalmente en la


comisión unitaria de ese suceso. Vale decir, que se construye en torno a la
realización individual del hecho delictivo. No obstante, la realidad demuestra
que un delito no solo puede ser obra de una persona, sino que puede ser
atribuido a un colectivo de intervinientes.

3.2. Nuestro Código Penal distingue dos formas de intervención: la autoría y


participación. En torno a la primera caben la figura de la autoría directa,
mediata, la coautoría y la inducción (tradicionalmente conocida como autoría
intelectual). En torno a la segunda solo caben la complicidad primaria y la
complicidad secundaria.

3.3. No existe una diferencia establecida en el Código Penal en torno a qué


debe entenderse por autoría y que ha de entenderse por complicidad. De ahí
que es necesario acudir a la doctrina y jurisprudencia para establecer una
diferenciación entre ambos niveles de intervención.

3.4. En primer lugar, puede adoptarse la teoría del injusto único de


intervención. Según esta teoría no existe una distinción, a efectos de la
configuración del injusto, entre la autoría y la participación. Ambas categorías
solo serán diferenciables al momento de la determinación de la pena, siendo
que el autor recibirá una mayor pena y el cómplice una menor.

3.5. Debido a que la autoría y la participación no son relevantes a efectos de la


configuración del injusto, el criterio de diferenciación entre ambas no es de
carácter cualitativo, sino que es cuantitativo. En ese sentido, será autor, aquel
sujeto cuyas contribuciones hubieran sido más importantes para la realización
del hecho delictivo; asimismo, por contraposición, aquella persona que hubiera
realizado aportes menos relevantes será considerado partícipe.

3.6. Una consecuencia adicional de adoptar esta teoría es que desaparece la


accesoriedad, como criterio fundamentador de la responsabilidad del partícipe.
3.7. En segundo lugar, tenemos las teorías restrictivas, las cuales han sido

IMPUTACIÓN OBJETIVA 42
acogidas en este Supremo Tribunal y el Tribunal Constitucional, que son las
que adoptamos; siendo ilustrativa al respecto la sentencia Nº 1805-2005-
HC/TC-Lima, Máximo Humberto Cáceda Pedemonte, del 29 de abril de 2005,
en la que el Tribunal Constitucional toma partido por una determinada posición
doctrinal acerca de la intervención delictiva, definiendo quién es autor y quién
es partícipe; con este fin, se afilia a la teoría del dominio del hecho, según la
cual, por un lado, es autor quien ostenta dominio sobre el resultado del hecho,
y, por otro, es partícipe quien contribuye con el actuar del denominado autor,
sin tener dominio del hecho. En esta línea de desarrollo, el Tribunal
Constitucional se pronuncia acerca del fundamento de la responsabilidad penal
del partícipe, afirmando que este responde por brindar un aporte accesorio al
autor, para la realización del hecho punible. De esta forma, el Supremo
Intérprete de la Constitución recoge una posición doctrinal de larga tradición, y
que, además, ha servido de fundamento para gran parte de los
pronunciamientos judiciales de los últimos años7 , teoría que conforme
detallaremos, debe ser considerada como punto

7
Subraya el Tribunal Constitucional que: “No obstante, es menester precisar que si bien la calificación
del tipo penal es atribución del juez penal, la tutela jurisdiccional efectiva se concreta a través de las
garantías que, dentro de un iter procesal diseñado en la ley, están previstas en la Constitución Política
del Perú, razón por la cual el Tribunal Constitucional estima conveniente revisar el marco teórico jurídico
de las formas de intervención delictiva. El Código Penal reconoce dos formas de intervención delictiva: la
autoría y la participación. El artículo 23 de Código Sustantivo establece que “[E]l que realiza por sí o por
medio de otro el hecho punible y los que lo cometan conjuntamente serán reprimidos con la pena
establecida para tal infracción”. A su vez, distingue tres formas en que una persona puede cometer un
delito (realizarlo) en calidad de autor: a) cuando realiza por sí misma el hecho punible; b) cuando realiza
por medio de otro el hecho punible; c) cuando realiza el hecho punible juntamente con otro u otros. La
doctrina precisa que solamente puede hacerse tal delimitación en los tipos dolosos. Así, define como
autor de delito doloso a “[a] aquel que mediante una conducción consciente de fin, del acontecer causal
en dirección del resultado típico, es señor sobre la realización del tipo” (WELZEL, Hans. Derecho Penal
alemán. Parte general. 11ª edición, Editorial Jurídica, 1976, p. 143). Es decir, el autor puede manipular
sobre el resultado del hecho y puede desistirse inclusive. En tanto que el partícipe está supeditado a la
actuación del autor, pues su intervención solamente se produce siempre que el autor, por lo menos,
arribe al grado de tentativa, sin el cual no hay complicidad ni instigación. Consecuentemente, el
partícipe no tiene dominio del hecho. Así, es autor quien tiene el poder para manipular el resultado del
hecho, cuya contribución, aun siendo distinta, es considerada como un todo, y el resultado total le es
atribuible independientemente de la entidad material de su intervención; y es partícipe aquel cuya
intervención está condicionada al resultado obtenido por el autor o aquel cuyo accionar no contribuye
decididamente a la ejecución del delito, sino que su intervención se limita a coadyuvar en su ejecución”.
En esta misma línea argumental, se tiene la sentencia del 6 de junio de 2005, recaída en el Expediente
Nº 4118 - 2004-HC/TC, cuyos criterios en los que se funda esta sentencia “tienen efectos vinculantes
para todos los operadores jurídicos, conforme al artículo 6 del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional”; criterios que sintetizamos a continuación: i) “La participación delictiva se encuentra
prevista en el Capítulo IV, Título Segundo, del Libro Primero de nuestro Código Penal. Las formas de

IMPUTACIÓN OBJETIVA 43
de inicio para el análisis sobre el tópico sub examine, para luego ser
complementada por criterios provenientes de las teorías normativistas, dada la
objeción a la teoría del dominio del hecho al “estar anclad(a) en una
perspectiva ontológica que desconoce el sentido, fundamentalmente social-
normativo”8

3.8. De estas, es la teoría del dominio del hecho la que mayor acogida ha
tenido. Según esta teoría será autor quien tenga el dominio del suceso
delictivo. De otro lado, el partícipe, será aquel que ayude a la realización del
tipo, sin tener el dominio del hecho. Es necesario resaltar que el partícipe no
tendrá un injusto propio, sino que su intervención se encuentra supeditada a la
acción del autor, a la cual accede.

3.9. La complicidad es definida como la cooperación a la realización de un


hecho punible cometido, dolosamente, por otro; o, de manera más sencilla,
como el prestar ayuda a un hecho doloso de otro. El cómplice carece del
dominio del hecho, que solo es ejercido por el autor del delito.

3.10. Desde la perspectiva de este Supremo Tribunal la diferencia entre ambas


radica en el tipo de aporte prestado por el cómplice. Serán susceptibles de ser
considerados actos de complicidad primaria aquellos actos que sean
esenciales para que el autor pueda cometer el delito. Es el caso de aquella
persona que proporciona las armas a una banda de asaltantes de bancos.

3.11. De otro lado, la complicidad secundaria se compone por cualquier


contribución, que no sea esencial para la comisión del delito. Se trata de
aportes que no son indispensables. Es el caso de aquel sujeto que tiene la
función de avisar a los asaltantes de un banco de la llegada de la Policía.

3.12. La determinación de la esencialidad o no esencialidad del aporte sirve


para diferenciar la complicidad primaria y secundaria. El aporte ha de ser

participación reconocidas en nuestro Código Penal son dos: la inducción y la complicidad”; y ii) “la
participación delictiva es un ilícito penal regulado en la parte general del Código. Debido a que los tipos
penales suelen estar redactados en función de su autor, la participación delictiva viene a ampliar los
alcances del tipo legal para comprender aquellas conductas delictivas que no corresponden a la autoría,
incorporándose la complicidad y la inducción”
8
MIR PUIG, Santiago. Derecho Penal. Parte general, p. 366, citado por el maestro sanmarquino Javier
VILLA STEIN en su obra Derecho Penal. Parte general. 3ª edición aumentada y actualizada, Grijley, Lima,
2008, p. 315.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 44
valorado a través de los filtros de la imputación objetiva, para determinar si el
mismo constituye o no un riesgo típico. Luego, habrá de analizarse si la
conducta -objetivamente típica- también puede ser imputada subjetivamente.

3.13. En el análisis subjetivo tiene que determinarse si la conducta fue


realizada o no de forma dolosa. Nuestro Código Penal solo admite la
posibilidad de una participación dolosa, distinto a lo que prevé la doctrina. Por
ello, necesariamente en la imputación subjetiva tendrá que determinarse si la
persona tenía o no conocimiento de que el aporte (objetivamente típico) que
estaba realizando, sea esencial o no esencial, servía para la comisión del
delito.

3.14. Estando a los fundamentos esgrimidos, podemos arribar a la conclusión


que existen conductas desarrolladas por algunos sujetos que si bien pueden
evidenciar una forma de aporte para la perpetración de un hecho, lo cual
significaría que estamos ante un acto objetivo de complicidad; sin embargo,
luego de realizado el análisis objetivo, debe establecerse el análisis subjetivo,
buscando concretamente determinar si el aporte fue realizado de manera
dolosa, para los efectos de arribar a la conclusión de si aquel aporte alcanzan
una responsabilidad penal.

IV. LA PRUEBA DEL DOLO

4.1. La imputación subjetiva se centra en determinar si el autor actuó con dolo,


entendido como el conocimiento exigido al sujeto según su rol en un caso
concreto; y, culpa, entendida como el no conocer que la acción es delictiva,
pero que es posible de exigir en función a la posición del imputado en el
contexto de la acción por él realizada.

4.2. Un error común al momento de evaluar el elemento subjetivo del delito es


obviar su prueba, y dar por supuesto o probado el elemento subjetivo. Ello
puede constatarse al observar una resolución y analizar que el juzgador centra
todos sus argumentos en la imputación objetiva, descuidando la argumentación
en el plano subjetivo.

4.3. La prueba del dolo en el proceso penal va de la mano del concepto que se
tenga de dolo. Si se parte de considerar un concepto eminentemente subjetivo

IMPUTACIÓN OBJETIVA 45
de dolo (que ponga un énfasis en el elemento volitivo), entonces existirá un
serio problema de prueba, porque no es posible -al menos no con los métodos
de la ciencia técnica actual- determinar qué es aquello que el sujeto deseó al
momento de realizar la acción.

4.4. El problema de la prueba del dolo será distinto en el caso de que el


concepto sea de corte normativo. Ya no se buscará determinar el ámbito
interno del procesado, sino que el énfasis se centrará en la valoración externa
de la conducta, vale decir, en la imputación.

4.5. En una concepción normativa del dolo, la prueba buscará determinar si el


sujeto, según el rol que ocupaba en el contexto concreto, tenía o no
conocimiento de que la acción que realizaba era constitutiva de un delito.

4.6. Por ejemplo, si un policía tiene un arma y dispara a un delincuente en la


cabeza, de forma innecesaria, más aún cuando el delincuente estaba
desarmado, podríamos considerar que estamos frente a un hecho doloso. En
este caso, el policía sabe que el disparo que el realiza tendrá como efecto la
muerte de la persona.

4.7. Tradicionalmente el dolo se ha definido como conciencia y voluntad de la


realización de una conducta objetivamente típica9 . En el dolo, la relación es
directa tanto en lo causal como en lo culpable, por ello el agente conoce el
resultado delictivo y lo quiere, para actuar dolosamente no es suficiente con el
conocimiento de los elementos del hecho típico, es preciso querer realizarlo. Es
la concurrencia de esa voluntad lo que fundamenta el mayor desvalor de acción
del tipo de injusto doloso frente al imprudente.

4.8. En ese sentido, el dolo del cómplice radica en el conocimiento de la clase


del hecho al cual coopera, saber que es un hecho injusto y la voluntad de
prestar la colaboración; que la ayuda prestada ocasionalmente sin voluntad no
es complicidad.

4.9. En consecuencia, estando a los argumentos antes esgrimidos este


Supremo Tribunal considera que debe establecerse como doctrina

9
RAGUÉS I VALLÈS, Ramón. “Consideraciones sobre la prueba del dolo”. En: Revista de Estudios de la
Justicia. Nº 4, año 2004.

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jurisprudencial que para los efectos de determinar la responsabilidad penal en
grado de complicidad, sea primaria o secundaria, deberá analizarse si la
conducta desplegada por el imputado en cada caso concreto al cooperar o
prestar colaboración, ha constituido un aporte que contenga el elemento
subjetivo del dolo.

ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO

4.10. Siendo así, en el caso de autos se advierte que a Correa Montenegro se


le imputó el delito de violación sexual, en grado de cómplice primaria;
argumentando que la menor de iniciales R.N.S.N. fue ultrajada por Gilberto
Castillo Díaz (reo contumaz) en varias oportunidades, entre ellas en su
domicilio, en el cementerio y en tres de dichas oportunidades las relaciones
sexuales se consumaron en el inmueble de la referida encausada. Bajo el
grado de complicidad primaria es que se le procesó y finalmente en la
sentencia de primera instancia del trece de julio de dos mil once -fojas noventa
y cuatro- se le condenó a treinta años de pena privativa de libertad; sin
embargo, en vía de apelación, llevada a cabo la audiencia respectiva, la Sala
Superior emitió sentencia el veintisiete de setiembre de dos mil once –fojas
ciento cincuenta y siete- en la cual se arribó a la conclusión de que la conducta
desplegada por la encausada era en grado de complicidad secundaria mas no
primaria, motivo por el cual se procedió a reformar el extremo de la pena en
atención al segundo párrafo del artículo veinticinco del Código Penal,
imponiendo la sanción de diez años de pena privativa de libertad. Desde
nuestra perspectiva, y sobre la base de la teoría del dominio del hecho,
complementada con los criterios provenientes de la imputación objetiva -
superando una perspectiva ontológica-, la conducta objetivamente resulta
inocua y neutral para el Derecho Penal.

4.11. Por otro lado, desde una perspectiva subjetiva de la conducta, debemos
afirmar que la procesada no actuó dolosamente. Efectivamente, no existe
prueba suficiente para determinar que la encausada habría prestado su
vivienda con el conocimiento de que iba a producirse el acceso carnal entre el
encausado y la agraviada. La versión de la menor acredita que dos de las siete
ocasiones donde sostuvo relaciones sexuales fueron en la casa de la

IMPUTACIÓN OBJETIVA 47
encausada Correa Montenegro, mas no que ella tenía conocimiento de que su
vivienda sería utilizada por el encausado para sostener relaciones sexuales con
la menor agraviada.

4.12. En consecuencia, es evidente que en el caso concreto se efectuó una


errónea aplicación del artículo veinticinco del Código Penal, relativo a que tanto
el Juzgado Unipersonal como las Salas Superiores, únicamente deben aplicar
el artículo veinticinco del Código Penal, siempre y cuando de la conducta
desplegada por el procesado se establezca no solo que prestó algún tipo de
auxilio o asistencia para la realización de un hecho ilícito, sino además que se
logre acreditar que aquella contenga como elemento subjetivo el dolo
(conocimiento de que la acción realizada era ilícita).

4.13. Cabe indicar que en el caso sub examine se ha producido una votación
en mayoría, por lo tanto, se ha resuelto los de la materia de conformidad con el
artículo cuatrocientos treinta y uno inciso cuarto in fine del Código Procesal
Penal.

IV. DECISIÓN Por estos fundamentos: Declararon por mayoría:

I. FUNDADO el recurso de casación para desarrollo de doctrina


jurisprudencial, por errónea interpretación del artículo veinticinco del Código
Penal; en consecuencia, CASARON la sentencia de vista del veintisiete de
setiembre de dos mil once, de fojas ciento cincuenta y siete.

II. Actuando en sede de instancia y pronunciándose sobre el fondo:


REVOCARON la sentencia de primera instancia del trece de julio de dos mil
once, de fojas noventa y cuatro, que condenó a Francisca Correa Montenegro
como cómplice del delito contra la libertad, en su modalidad de violación sexual
de menor de edad, en agravio de la menor de iniciales R.N.S.R.; reformándola:
la ABSOLVIERON de la acusación fiscal por el delito y agraviado en mención.

III. DISPUSIERON: la anulación de sus antecedentes penales y judiciales que


se hubieran generado como consecuencia del presente proceso y el archivo
definitivo de la presente causa

IMPUTACIÓN OBJETIVA 48
IV. ORDENARON su inmediata libertad, siempre y cuando no exista otro
mandato de detención emanado por autoridad competente; oficiándose vía fax
con tal fin a la Sala Superior correspondiente, para los fines consiguientes.

V. ESTABLECIERON como doctrina jurisprudencial que para los efectos de


determinar la responsabilidad penal en grado de complicidad, sea primaria o
secundaria, en cada caso concreto, deberá analizarse la conducta del imputado
desde la perspectiva de los criterios de imputación objetiva, teniendo punto de
inicial para el análisis la teoría del dominio del hecho.

VI. ORDENARON se dé lectura de la presente sentencia casatoria en


audiencia privada y se publique en el diario oficial “El Peruano”, de conformidad
con lo previsto en el numeral tres del artículo cuatrocientos treinta y tres del
Código Procesal Penal. Hágase saber.

SS. VILLA STEIN;

PARIONA PASTRANA;

PRÍNCIPE TRUJILLO;

ROZAS ESCALANTE

EL VOTO DE LA SEÑORA JUEZA SUPREMA BARRIOS ALVARADO ES


COMO SIGUE:

Primero: Como se estableció por la Ejecutoria Suprema del veinticuatro de


febrero de dos mil doce -fojas trece del cuadernillo formado por este Supremo
Tribunal-, este Supremo Tribunal declaró bien concedido el recurso de
casación para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial, por errónea
interpretación de la ley penal, al considerar de interés casacional que se
determine si el sustento fáctico de la conducta imputada en la acusación fiscal
se enmarca en el delito de violación sexual en grado de complicidad primaria o
secundaria, conforme al inciso cuarto del artículo cuatrocientos veintisiete del
Código Procesal Penal, por la causal prevista en el inciso tres del artículo
cuatrocientos veintinueve del citado texto legal.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 49
Segundo: En el caso de autos se advierte que, a la encausada Francisca
Correa Montenegro, en primera instancia, se le condenó por el delito de
violación sexual, en grado de cómplice primaria a treinta años de pena privativa
de libertad; sin embargo, en vía de apelación se determinó que su conducta
constituiría una complicidad secundaria.

Tercero: La complicidad constituye la segunda forma de participación


reconocida en el Derecho Penal peruano, cuya regulación se encuentra
estipulada en el artículo veinticinco del Código Penal que prevé: “El que
dolosamente, preste auxilio para la realización del hecho punible, sin el cual no
se hubiere perpetrado, será reprimido con la pena prevista para el autor. A los
que, de cualquier otro modo, hubieran dolosamente prestado asistencia se les
disminuirá prudencialmente la pena”. Dicho aquello, la complicidad puede
considerarse como una forma de participación criminal en donde caben a modo
de “cajón de sastre”10 todo auxilio, ayuda o cooperación intencional para la
realización de un delito doloso que no constituye autoría, coautoría o autoría
mediata.

Cuarto: La complicidad constituye un incremento de riesgo jurídicamente


desaprobado, causal para el resultado típico11. Usualmente también se la
define como la cooperación en un hecho punible cometido dolosamente por
otro, de manera más sencilla, como el prestar ayuda a un hecho doloso de
otro12 que se consuma o al menos queda en la fase de la tentativa.

Quinto: En ese sentido, la ley distingue dos niveles o grados de complicidad


convirtiéndolos en indispensables y no indispensables. La calidad del aporte
dependerá siempre de su naturaleza imprescindible y su eficacia en la lesión
del bien jurídico; sin embargo, el valor central del aporte no deja de vincularse
al desarrollo del proceso de ejecución del delito. Así, la cooperación necesaria
o complicidad primaria solo será posible en la etapa preparatoria, antes del
principio de ejecución (tentativa); en tanto, de otro modo aquella cooperación
se convertiría en coautoría. La complicidad secundaria o simple, por tratarse de

10
GÓMEZ BENÍTEZ, José. Teoría jurídica del delito, p. 533.
11
ROXIN, Claus. “¿Qué es la complicidad?”. En: Dogmática penal y política criminal, p. 403
12
WELZEL, Hans. Derecho Penal alemán, p. 170.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 50
un mero auxilio o asistencia, como prescribe la ley peruana, puede realizarse
tanto en la fase preparatoria del delito como en la ejecutiva hasta la
consumación.

Sexto: Ambas formas de complicidad comportan una participación en un hecho


delictivo ajeno mediante acciones que se caracterizan por no tener un dominio
del hecho. La distinción entre una y otra clase de complicidad debe producirse
sobre la base de criterios fundamentalmente objetivos e imparciales, que
tengan en cuenta la naturaleza o el valor del aporte o la importancia objetiva
y/o eficiencia de la cooperación.

Sétimo: Bajo este contexto, la conducta desplegada por Doña Correa


Montenegro si tiene relevancia penal, toda vez que: “Esencialmente el partícipe
no tiene ninguna manera de dominio del hecho9 ; siendo así, sus actos no
lesionarán el bien jurídico, sin embargo, su responsabilidad penal se justifica en
razón a que contribuye a poner en peligro al bien jurídico que será lesionado
por el autor”.

Octavo: Es decir, la condena impuesta a la encausada Correa Montenegro


encuentra su fundamento en que contribuyó de manera determinante a poner
en peligro el bien jurídico, pues con su aporte se logró la perpetración del ilícito
penal, conforme lo ha detallado la sentencia al pronunciarse respecto a lo
señalado por la menor agraviada: “(...) sabe que el señor Gilberto la ha violado,
que ha llegado a su casa de la señora sola, porque ella le decía para ir y estar
ahí y luego llegaba el señor Gilberto y la señora lo consentía, eso fue en el dos
mil nueve, durante los meses de enero, marzo y junio (...)”, “(...) que era
Francisca quien le decía para hacer con el señor, esto es, para tener relaciones
con el señor, Gilberto aceptaba y la declarante también porque él le ofrecía
plata, una vez le dio diez soles (...)” (sic); hecho probado que objetivamente
demuestra un aporte de la inculpada en el hecho delictual del autor.

Noveno: Ahora bien, para determinar si la participación de Correa Montenegro


fue a título de cómplice primaria o secundaria, se debe establecer la relevancia
del aporte en la comisión del delito, sin el cual no se hubiera concretado y el
momento en el que se presenta la contribución.

IMPUTACIÓN OBJETIVA 51
Décimo: En el caso concreto, se determinó que el hecho delictivo -violación
sexual- fue llevado a cabo en varias oportunidades, dos de las cuales se dieron
en la casa de la encausada, por lo que está plenamente acreditado que la
conducta desempeñada por esta si bien no fue imprescindible para la comisión
del delito -ya que se concretó el delito en otras cinco oportunidades sin su
ayuda- aportó causalmente a su ejecución.

Decimoprimero: Por tanto, si bien el hecho delictivo se hubiera podido


perpetrar sin su ayuda o con ayuda de cualquier otra persona, ello no excluye
su responsabilidad respecto de las dos oportunidades en las que prestó apoyo
para la comisión del delito, lo único que determina es que su participación para
cometer el delito era reemplazable (irrelevante), y si bien la conducta de ayudar
al hecho delictivo hubiera podido ser realizada por cualquier otra persona -ya
que cualitativamente podría haber sido reemplazada-, en el presente caso su
participación fue relevante para la consumación del hecho delictivo, ya que con
sus acciones produjo un incremento del riesgo relevante en razón del cual
favoreció causalmente la conducta del autor, incrementando incluso las
posibilidades de éxito en la comisión del delito de violación sexual, por lo que
es susceptible de reproche penal a título de cómplice secundario.

Decimosegundo: Finalmente, es de precisar que la conducta desplegada por la


procesada no es neutral, ya que la misma no es una conducta inocua,
cotidiana, ni mucho menos banal, tampoco se encontraba desempeñando un
rol en concreto, la conducta de la procesada favoreció a la comisión del hecho
delictivo -violación sexual-, ya que no solo autorizó el uso de su inmueble para
la consumación del hecho, sino que realizó actos concretos para facilitar el
encuentro entre el inculpado y la menor agraviada cuando esta contaba con
trece años de edad, actuando dolosamente en su aporte.

Decimotercero: Que, el artículo quinientos cuatro, inciso dos, del Código


Procesal Penal establece que las costas serán pagadas por quien interpuso un
recurso sin éxito, las cuales se imponen conforme al apartado dos del artículo
cuatrocientos noventa y siete del aludido Código Adjetivo, y no existen motivos
para su exoneración.

DECISIÓN: Por estas consideraciones MI VOTO es porque se declare:

IMPUTACIÓN OBJETIVA 52
I. INFUNDADO el recurso de casación para el desarrollo de doctrina
jurisprudencial, por errónea interpretación del artículo veinticinco del Código
Penal, interpuesto por Francisca Correa Montenegro contra la sentencia de
vista del veintisiete de setiembre de dos mil once, de fojas ciento cincuenta y
siete, que confirmó la sentencia de primera instancia del trece de julio de dos
mil once, de fojas noventa y cuatro, que la condenó como cómplice del delito
contra la libertad, en su modalidad de violación sexual de menor de edad, en
agravio de la menor de iniciales R.N.S.R., y revocó el extremo que le impuso
treinta años de pena privativa de libertad y, reformándola, le impusieron diez
años de pena privativa de libertad.

II. CONDENARON a la recurrente al pago de las costas por la tramitación del


recurso, que serán exigidas por el Juez de la Investigación Preparatoria.

III. DISPUSIERON que la presente sentencia casatoria se lea en audiencia


pública por la secretaria de esta Suprema Sala Penal; y, acto seguido, se
notifique a las partes procesales.

IV. MANDARON que cumplidos estos trámites se devuelva el proceso al


órgano jurisdiccional de origen, y se archive el cuaderno de casación en esta
Corte Suprema. S. BARRIOS ALVARADO

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL PERMANENTE CASACIÓN


Nº 367-2011-LAMBAYEQUE

Lima, quince de julio de dos mil trece AUTOS y VISTOS; y ATENDIENDO:


Que, en la sentencia de primera instancia del trece de julio de dos mil once,
décimo fundamento jurídico se consigna que “la presente sentencia en su
extremo penal se cumplirá provisionalmente por la naturaleza y gravedad del
delito y peligro de fuga de la condenada (...)”; que este hecho indujo a error al
Supremo Colegiado al ordenar la libertad de la citada imputada, cuando su
situación jurídica era la de reo contumaz con orden de ubicación y captura;
que, de conformidad con el artículo 124 del Código Procesal Penal es menester
aclarar el extremo decisorio, pues no se afecta el sentido de la resolución:

ACLARARON la sentencia del quince de julio de dos mil trece, numeral IV del
extremo decisorio, para ESTABLECER que en el presente caso no hay orden

IMPUTACIÓN OBJETIVA 53
de libertad respecto de Francisca Correa Montenegro; MANDARON que por
Secretaría se oficie a las autoridades competentes para levantar las órdenes de
captura impartidas contra la citada imputadas derivadas del presente proceso;
DISPUSIERON que la presente resolución sea parte de la sentencia,
agregándose copia certificada al expediente principal. Ofíciese y notifíquese.

SS. VILLA STEIN; BARRIOS ALVARADO;

PARIONA PASTRANA; TELLO GILARDI

SALAS ARENAS;

IMPUTACIÓN OBJETIVA 54

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