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NORMAS PARA JURAMENTO DE PRESIDENTE DE LA RCA.

PROCLAMADO
PARA EL CARGO DE SENADOR
Abog. Eduardo Ariel González Báez1
Ante las incorrectas interpretaciones de varios colegas, y medios de comunicación con
altos intereses que ya habían cometido delitos electorales con tapas incitando al voto
en plena veda electoral, procedo a tratar de transmitir en base a una interpretación
sistémica, y no basado en una hermenéutica sobre una sola norma. Se agrega a esto
que lo hago a la luz de la Constitución de la República, de la Ley N° 834/96 Código
Electora, y el Reglamento Interno de la Cámara de Senadores del año 1968 vigente
hasta la fecha.

La primera norma a tener en cuenta es el art. 4 del Reglamento Interno de la Cámara


de Senadores que refiere cuanto sigue:
“Proclamados los Senadores electos, ellos se reunirán en sesión bajo la
presidencia provisional del Presidente de la Cámara saliente, quien les tomará
juramento en la forma prescripta en este Reglamento”.

Este artículo del Reglamento Interno de la Cámara de Senadores fue aprobado en el


año 1968, y sigue vigente, y la norma transcripta concuerda con el art. 184 de la
Constitución de la República, que dice:
“Ambas cámaras del Congreso se reunirán anualmente en sesiones ordinarias,
desde el primero de julio de cada año hasta el 30 de junio siguiente con un
periodo de receso desde el veinte y uno de diciembre al primero de marzo,
fecha esta en la que rendirá su informe el Presidente de la República….”.

De esta manera que el 1 de julio, los Senadores electos y proclamados deben jurar y
ocupar su banca. La convocatoria la realiza el Presidente del Senado saliente, y el
juramento se realiza ante el mismo, en concordancia del art. 188 de la Constitución
de la República, que refiere:
“DEL JURAMENTO O PROMESA. En el acto de su incorporación a las
Cámaras, los senadores y diputados prestarán juramento de desempeñarse
debidamente en el cargo y de obrar de conformidad con lo que prescribe esta
Constitución”.

Ante el eventual hecho de no aceptarse la renuncia del Presidente de la República


para dicho cargo, estamos ante un inconveniente de incompatibilidad, es decir, la
prohibición de un ciudadano de ocupar dos cargos en el mismo tiempo.

1 Abogado por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción - Facultad de Ciencias Jurídicas
y Diplomáticas (Año 2000). Especialista en Didáctica Universitaria por la Universidad de la Integración
de las Américas UNIDA. Especialista en Derecho Penal y Procesal Penal por la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Diplomáticas de la UCA. Curso de Pos-título en “Estado de Derecho” otorgado por la
Universidad de Heilderberg (Alemania) y el Centro de Estudios de Derecho, Economía y Política
(CEDEP). Especialista en Derecho Procesal General otorgado por la Editorial La Ley y de la Academia
de Derecho del Prof. Adolfo Alvarado. Maestrando de la Maestría en Derecho Procesal de la Facultad
de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario – Argentina (Cohorte XIX 2014/2015). Coordinador
de la Carrera de Derecho y Relaciones Internacionales Universidad de la Integración de las Américas
– UNIDA (2005) Director Académico - Universidad de la Integración de las Américas (2006 -2008).
Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas, Educación y Humanidades Universidad San
Lorenzo – UNISAL (2011-2014). Director de la Revista Jurídica de la UNISAL 2017 hasta la fecha.
Director del Estudio Jurídico “EAGB Abogados” desde el año 2002. Asesor Jurídico de la Empresa de
Servicios Sanitarios del Paraguay Sociedad Anónima – ESSAP S.A., desde setiembre del año 2013.
Síndico de la ESSAP S.A. desde el mes de junio del 2015 hasta febrero del 2018. Apoderado General
del Movimiento Interno del Partido Colorado “Fraternidad Colorada”. Asesor Jurídico Externo de la
Presidencia de la Junta de Gobierno (2016/2020) y Apoderado Titular de la Asociación Nacional
Republicana Partido Colorado (2016). Viceministro de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior desde
febrero 2018 hasta la fecha.
Para el análisis de esta situación debemos remitirnos al art. 161 de la Ley N° 834/96,
del Código Electoral, que prevé la siguiente situación en el caso de los cuerpos
colegiados, como el caso de Senado:
“En caso de renuncia, inhabilidad o muerte de un candidato a algún candidato
electo antes de su incorporación, le sustituirá aquel que en la lista de titulares
de su partido, movimiento político o alianza lo siga en el orden respectivo”.

La norma prevé tres casos renuncia, inhabilidad o muerte, ninguno de los tres casos
es el que afecta al Presidente Horacio Cartes, pues el problema ante la falta de
aceptación de la renuncia es un caso de incompatibilidad y no de inhabilidad2.

Se debe tener en cuenta aquí lo establecido en el art. 182 de la Constitución de la


República, que con respecto a idéntica situación refiere:
“….Los miembros suplentes sustituirán a los titulares en caso de muerte,
renuncia, o inhabilidad de éstos, por el resto del periodo constitucional o
mientras dure la inhabilidad de éstos, por el resto del periodo constitucional o
mientras dure la inhabilidad si ella fuere temporal. En los demás casos,
resolverá el reglamento de cada Cámara”.

Como se puede observar la norma constitucional, solo prevé las tres mismas
opciones, y no así el caso de la incompatibilidad, pero si remite al Reglamento de la
Cámara de Senadores, nuevamente, que al respecto refiere:
“Art. 7. El Senador que no se haya incorporado el 31 de marzo, lo hará dentro
de los quince días siguientes. Si por causa injustificada no lo hiciere, el
Presidente del Senado le notificará por escrito que el acuerda un nuevo
plazo de treinta días para hacerlo, con la advertencia de que en su defecto
quedará excluido de la Cámara. Las causas alegadas del incumplimiento de
dicha obligación serán consideradas por el Senado, que resolverá el caso en
simple mayoría”.

Se debe considerar lo que establece el art. 8 del mismo cuerpo normativo que refiere
cuanto sigue:
“Art. 8. Los Senadores electos y proclamados que no se hubieran incorporado
por causa justificada, podrá hacerlo posteriormente”.

Esta norma es interesante pues no establece el plazo, y se agrega el Acuerdo y


Sentencia N° 404 del 30 de agosto del 2010, de la Corte Suprema de Justicia, en los
autos: “ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL EXPEDIENTE: NICANOR
DUARTE FRUTOS C/ RESOLUCION N° 54 DE LA CAMARA DE SENADORES”,
refiere algo muy importante y que transcribo:
“La labor de la Cámara saliente sólo debía limitarse a convocar a los Senadores
electos y proclamados por la Justicia Electoral, a prestar juramento para el día
y la hora señalada al efecto, conforme al Art. 188 de la Carta Magna y el Art. 4°
del Reglamento Interno de la misma.
El Art. 161 de la Ley N° 834/96…Consideramos que tampoco es aplicable al
caso examinado ésta norma, porque el candidato electo no se encontraba
comprendido en ninguna de las causales a que hace referencia”.

El único órgano constitucional encargado de organizar, juzgar y realizar


proclamaciones de las elecciones en nuestro país es el Tribunal Superior de Justicia
Electoral, y no lo puede realizar otro poder del Estado, tal como establece el art. 273
de la Carta Magna, que refiere:
“DE LA COMPETENCIA. La convocatoria, el juzgamiento, la organización, la
dirección, la supervisión y la vigilancia de los actos y de las cuestiones

2
La inhabilidad es la imposibilidad de candidatarse a un cargo electivo.
derivados de las elecciones generales, departamentales y municipales
corresponden exclusivamente a la Justicia Electoral”.

Ante lo expuesto, y continuando con el mismo fallo en el caso de la acción de


inconstitucionalidad presentada por el expresidente Nicanor Duarte Frutos, el mismo
preopinante dijo:
“De acuerdo al Art. 187 de la Ley Suprema las vacancias definitivas o
temporarias de la Cámara de Senadores serán cubiertas “por los suplentes de
la lista proclamada por la Justicia Electoral”. Dicha norma es clara y categórica,
por lo que mal podía el Presidente de la Cámara de Senadores – saliente –
convocar al ciudadano que no electo ni proclamado por la Justicia Electoral
como Senador Nacional Suplente, para suplir una vacancia temporaria dada la
situación en que se encontraba el accionante en ese momento, lesionado de
esta manera la aludida norma constitucional”.

Ante lo expuesto podemos ya obtener las siguientes conclusiones:


1. La inhabilidad es una institución totalmente diferente a la incompatibilidad.
2. El Presidente de la República tiene una incompatibilidad para el caso de no
serle aceptada su renuncia para el 1 de julio del 2018.
3. Se debe separar también la renuncia a la Presidencia, del juramento son
cuestiones diferentes, pero sin la primera no se da la segunda.
4. Solo fueron proclamados por Resolución del TSJE 45 Senadores Titulares y 30
Senadores Suplentes, el resto no son candidatos electos y proclamados,
requisitos para jurar y ocupar la banca.
5. El Presidente del Senado saliente desconoce quién es el Senador Titular electo
N° 46 no proclamado, por lo cual no lo puede convocar de motus propio, como
ocurrió en el 2008, en el caso Jorge Céspedes. Debe necesariamente el
Presidente del Senado solicitar informe sobre el Senador Titular N°46 al TSJE.
Es importante resaltar acá, que el TSJE, debe tener la información del motivo
de la consulta, es decir, saber si ocurrió un caso de muerte, renuncia, o muerte
de unos de los Senadores electos proclamados hasta el N° 45, si el tema es
inhabilidad ellos deben defender que en el caso del Presidente de la República
el mismo no es inhábil, así como fue por ellos mismos calificado en el Acuerdo
y Sentencia N° 5, del 24 de febrero del 2018, y esclarecer que hay un tema de
Incompatibilidad, y el TSJE si se encuentra en condiciones de hacer esta
aseveración, en atención a lo que establece el art. 273 de la Constitución que
refiere: “…así como de los derechos y de los títulos de quienes resulten
elegidos, corresponden exclusivamente a la Justicia Electoral”.

6. Si es que el Presidente del Senado saliente, actúa de manera distinta a lo


expuesto en el punto anterior, se estará arrogándose funciones de otro poder
del Estado, es decir del TSJE, y violando lo que establece el art. 137 y 237 de
la Constitución, y esos actos serían nulos.

7. Se debe tener en cuenta que no se debe permitir bajo ninguna circunstancia


que se realice una sesión donde se le excluya como Senador al Presidente de
la República, hasta que cese su incompatibilidad, es decir, que no se aplique
el art. 10 del Reglamento Interno que dice: “Los Senadores electos excluidos
antes de su incorporación serán substituidos por otros en el orden de
precedencia de la lista de titulares electos y no proclamados”. Acá se debe
entender que el Reglamento del Senado es del año 1967, y en la Constitución
en esa época vigente, el juzgamiento y proclamación del Congreso lo hacía el
Senado.

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