SABERES PEDAGOGICOS: No siento que tenga bases pedagógicas, he venido aplicando lo
que recuerdo que debe ser un profesor, estos saberes los debí tomar de los maestros que tuve durante mi vida académica, desde la primaria pasando por el bachillerato, hasta mi formación como ingeniero en la Universidad de Antioquia. Estudié en un colegio de corte cristiano donde la disciplina era un componente muy fuerte en la enseñanza de todas las materias. Los aprendí por asimilación de los profesores, de ellos tomé el ejemplo de cómo es la labor docente y sobre todo de cómo debe ser un estudiante. Aprendí que la relación entre docente y estudiante tenía que ser mediada por el respeto hacia la autoridad y el conocimiento intelectual que estaban ubicados en la persona del profesor, investido de un halo de infalibilidad. SABERES DISCIPLINARES: Siento que soy bastante fuerte en la disciplina de las ciencias naturales, específicamente de la física, porque ha sido un gusto particular durante toda mi vida, y la formación en estas áreas son muy fuertes en la facultad de ingeniería de la que egresé. Este tipo de saberes son ampliamente utilizados en la carrera que elegí como profesión, en la que quise desempeñarme para toda mi vida. Para mí fue una elección fácil de tomar, por los gustos y habilidades demostrados a lo largo de mis estudios de educación media. Además de ser ampliamente animado por mi círculo familiar, donde constantemente fui alentado y motivado a formarme como ingeniero mecánico, que es una profesión muy estimada por la sociedad en general. SABERES CURRICULARES: Este tipo de saberes no fueron parte de mi formación como profesional desde el programa curricular de la facultad de ingeniería, estos saberes se fueron configurando en parte de mi bagaje personal, en discursos interdisciplinarios sostenidos en espacios menos académicos como lo fueron las discusiones con estudiantes de otras disciplinas académicas, sociólogos, educadores, abogados, psicólogos, entre otras. Esos saberes incorporados a mi personalidad son la capacidad de escuchar, de disertar, de indagar, y otras más. SABERES EXPERIENCIALES: Los saberes de este tipo son los que he venido adquiriendo solo desde que puedo decir que transmito “saberes”. En este tipo de saberes no me siento seguro de decir que los he adquirido, de hecho, pienso que, aunque muchos de los estudiantes con que he tenido contacto, dicen que soy “buen profe”, no creo serlo, porque existen poblaciones de estudiantes a los que no he podido afectar a los más chicos. En cambio, a los jóvenes que siento que he llegado tener mayor aceptación son los de mayores edades. En los institutos de formación profesional en los que me he desempeñado, he logrado mayores empatías que con los jóvenes que tienen motivaciones más allá de las aulas de clase, a los que quieren formarse en alguna disciplina para formarse para el trabajo, o que quieren continuar sus estudios.