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agrega: "...el proceso de integración de las ideas y modificación de las realidades,
es inseparable <le los resulta<ios en ambos senti<los. éstas a su ver, sean ideológicas
o histórico-politicas, no pueden escindirse sin riesgo inminente de frustrar la com-
prensión del todo que es ideológica e histórico-politico, considerando que el concepto
de lo politico concentra ideas y acción, resultado y medios para alcanzarlo.. ." Consi-
deramos que ésta es una de las daves q u e nos permite explicarnos la posición del
autor asi como su interks por la obra de Otero.
En ese mismo segundo volumen, Lo sociedad flucluonte, el autor dedicó un capitulo
a la descripcióii y cstudio d e lo q u e denomiii6 Los fiieriar en pugna, para el periodo
q u e analiza -1824-1848-, para ella revisa la obra de Otero que suscita tal interks que
considera necesario salvarla, pues es un instrumento de inapreciable valor para el
estudio y conocimiento de esa época; la obra del jalisciense constituye una verdadera
aportación en ese campo; unas cuantas lineas <le ese capitulo escritas entre 1956 y 1957,
nos ilustran al respecto "...De 1842 es un examen magistral de la sociedad colonial
al consumarse la indepen<lencia y de las modificaciones sufridas por ésta en los pri-
meros arios del México independiente. Dicho examen es el realizado por Mariatio
Otero en su Ensayo".' La calidad y penetración del aniilisis que realiza, le hacen Ile.
gar a la elaboración de todo un método para la investigaridn social y politica y atis-
bar las tesis que para la transformacióti de México se presentaban, para continuar con
el analisis de los grupos o clases en cl orden y con el método que lo hace Otero.
Su admiración por el jalisciense es inocultable: " . . . f u e un gran jurista y contribuyó
e n tal medida al perfeccionamiento de nuestras instituciones, que poco se ha repa-
rado en su caricter de socidlogo y emnomisra; ... un profundo fil6sofo-politico y
iin avezado intbrprete <le las realidades mexicanas, de las causas que las producian
y de los caminos de que el pais disponía para transformarse.. ."; la considera "una
obra fundamental para la comprensión de MCxico".
Desde ese entonces señala las caracteristicas de la aportación de Otero que es funda-
mental en cuanto al método, independientemente de lo que supone el deseritrafiar el
cuadro social del tiempo q u e vive; ya que en ese capitulo encontramos directrices o
lineas principales que se seguiran en el estudio que precede a la recopilación de las
obras.
Otero segtin su compilador era un fil6sofo: " . . . d e aquí que pen~amientoy acción
estén unidos y que investigación y método -&te elaborado simultineamente al Tea.
lizar aquélla-, sean concretos, no re concibe un pensamiento sin su acci6n; su activi-
1.0 anterior dio lugar a que este mCto<lo, hecho en hférico para la investigacibn de
México, y esta concepción de nuestro desarrollo histórico fuesen prácticamente desco-
,incidas y su autor coi? niucho subestimado o lamentablemente deformailo.
Reyes Heroles, en 100 páginas, 171 de texto y las restantes notas; en 26 hien equi-
librados capiriilos o parágrafos estu<lia desde la imagen reformada y la formacióii
intelectual de Otero hasta su prematuro final, haciendo u n estudio detallado de la
vida y acción de este pensador y polirico mexicano, pintando coi3 mano niaeitrn, traro
preciso y vigoroso, el cuadro en el quc va a quedar definida en su justa proporcibti
la figura de Otero.
Pero no mlamenre hace esta, sino que siguiendo su propio impiilso y tras la clara
hi~ellade don Mariano, se vislurnhra su propia concepción del desarrollo histórico,
)a que va dando una interpretación y sentido a los hechos sociales y e la aplicación
de las ideas de los hombres de uno y otro bando.
La ionnacibn intelectual de Otero se debe al Instituto del Estado de Jalisco. obra
del gran liberal Prisciliano Sánchez. El plan de estudirts estuvo inspirarlo en el jus-
r~aturalismo rarionlisra laico, paralelo a la educación pecolatina: w gradu6 el 10
de junio de 1835 y resultó sobresaliente en la jurispriidencia prácriu. Sus maestros
son J o d Luis Verdia y Crispiniano del Castillo, del primero aprende filosofía, moral,
Iiistoria y derecho caiióiiico; del segurido el dcsempeiio en la cáte<lra y en el foro: lo
anterior, agregando lo que su compilador llama autoeducación me<liante ininterruni-
pidas lecturas que Ic ponen "en coiitacto con <livcrsas líneas iiitelcctualcs".
Una de siis primeras obras es la noticia Iiiográfica del "Sr. Alcalde, Obispo de Gua-
dalajara". Luego uri discurso patriótico del 16 <le septiembre rlc 1841, con el que se
ila a conocer en s i l patria chica: por supuesto iiu escapa a la influencia del romatiti-
cismo y junto con Moiitesquiru absorbe a los prerromáriticos Rousseau y Madaiu de
Stael. y claro a los roinánticoi como I.ord liyron y Victcir Hugo. TambiC~icabe sciia-
lar su conocimiento de Constant y de Sismondi.
818 RESERAS BIBLIOGRAFICAS
PS lo que d'iriatnos en iiucatro tiempo eri relación diiiléctica, esto es lo que hizo a
Otero hegeliano, sin conocer a Hegcl y lo hace: "eludir el ancla de aquel sistema d e
abaolutización de u n momento histórico que convierte en estatica a la concepción':
cuyo valor radica precisamente en ser dinimica. Lo anterior le hace descubrir el papel
que juegan los intereses y por ende descubrir también que individuos, grupos y paiws
act<ian obedeciendo a ideas e intereses, pero mds a los segundos que a las primeros, o
éstas cuando son expresión d e aqué!los.
Los raronamientw que se van a derivar de esta posición que ya lo colocaban como
soci6logo e historiador le conducen a algo muy "moderno", (a comprender) "lar
condiciones objetivas de la sociedad mexicana para intentar transformarlas.. .", es
decir, "...que debe empezar en el cambio de lar relaciones materiales dc la sociedad".
De aquí partir& para hacer un andlisis de lar partes que integran esa rociedarl.
"Las clases y el principio generador: la propiedad", es uno de 103 temas que abriri
su obra. Consecueiite con los método5 a que liemos hecho alusión, afirma:
Ya con esta guía hace una descripción de las diversas clases, lar contradicciones que
se dan entre ellas y los sectores que las integran, claro que estas clases no son homo-
geneas sino heterogéneas. Por supuesto que entre el bajo y el alto clero, el alto y bajo
ejercito n o hay coincidencia ni complemcntarierlad <le intereses; por el contrario, las
contradicciones son agudas y los antagonismos llegan a ser insuperables, según dice
su comeiitarista.
Otero, además de describir y explicar la sociedad, pretende transformarla, las dos
tesis clavcs san: "Priniero, quc el cambio debc venir de la moditicaci6n de las rela-
ciones nialeriales de la misma; segundo, que aprovechar las contradicciones entre las
clases y entre sus sectores constitutivos", 16gico es que de estas dos afirmaciones se
deriven muchas otras.
Hace, lo que podriamos llamar algo mis que una radio~rafiade esas clarcs, sur com-
ponentes, su conducta y las probables medidas para nio6iCicirIaq. para venir a can-
cluir que quienes deben operar el cambio son !os mieml>ros de la clase media. Tam-
bién estudia y analiza al ejercito, claro cs partiendo del vimeinal que heredamos de
l a independencia: el papel que juega en ella y las conseciiencias de todo esto. El
mismo tratamiento analitico descriptivo, pero e n forma <liiiámica, recibe el clero.
Coii todos estos conocimientos adquiridos se tienen 10%elementos necoarios para
determinar las relaciones entre ellos, y tomando en cuenta "la ley de la perfectabili-
dad humana ya puede pensarse y actuarse en el sentido de la adopción de líneas con-
820 RESERAS BIBLZOGRAFICAS
c x t w para molver los problemas planteados. Una de esas conclusiones 8.36 que en
"las clases industriosas y trabajadoras y el aumento de goces y comodidades harsn de
esta población un gran poder politico eminentemente superior al de otras clases aco
modadas", y con justicia Reyes Heroles señala que la idea de Otero es crear propie-
tarios, pues cste estado es el primero de todos en el estado social, esto es, el mejora-
miento, transformación y nacionalizaci6n del comercio, van a producir sus efectos en
las clases inferiores de la saiedad: "en cuanto a la clase proletaria, (no es mis claro
que la luz el que ella, disminuiri su número y mejorara de condición en propor-
ción que se aumenten y prosperen los giros de que vive?"; y consecuente con las doctri-
nas y deseos que sustentan concede una gran importancia a la creación de necesida-
des, ya que acarreara la perfeccibn física y moral; a traves de la educación se mejora-
r& el precio del salario, lo que implica la mejor capacitaci6n del trabajador.
Para realizar todo esto no hay otro instrumento que las leyes que deben garantizar
a cada individuo la satisfacción de sus facultades o sus necmidades, en consecuencia
la organización de los poderes públicos n o tendri otro fin que: "Establecer el poder
mis propio para expedir, conservar y ejecutar esas leyes tutelares de los derechos
humanos y de las relaciones sociales." Aquí encontraremos, claro, al Otero jurista, que
n o es sino el complemento del economista y del sociólogo.
El desenvolvimiento 16gico de estas ideas lleva fluida y naturalmente a todas las
demis que confirman el pensamiento de Otero: postulación de una forma d e m o d -
cica, liberal y federal.
Otros de los documentos importantes para conocer el pensamiento de Otero, mejor
dicho, el más conocido, es el "Acta de Reformas y la Ley de Garantlas Individualei".
Su compilador con sobra de razones afirma que:
...
desde el punto de vista de los Estados Unidos Mexicanos, no cabe duda que
quien dio las bases para el amparo y el juicio constitucional, fue Mariano Ote-
r o . . . estuvo inspirado en la supremada de la constitución, en el control de la
mnstitucionalidaa de las leyes, en el principio de la legalidad y en la doctrina de
la responsabilidad de las funcionarios por actos viwlatorios de las garantías indi-
viduales.
debe ser leido y releído n o s61o por el acierto del legislador, sino tamhien por la
función tan certera del político y del estadista que en dicho documento reitera
sus deseos esenciales: acuerdo en l o fundamental para lograr la unidad nacional:
acuerdo dc las minorias para ser firme esta: Estado transformador de las relaciones
materiales de la sociedad para asegurar el progreso (ahora le llamariamos Estado
intervencionista); oposición a cualquier intento que condicionara el derecho elec-
toral a la propiedad. o sea, negación de todo liberalismo de tipo ilustrado; federa-
lismo; preocupación por tutelar las relaciones sociales y sobre todo preocupaci6n
de consignar, garantizar (salvaguardar) los derechos individuales; y por enci-
ma de todo la constituci6n como centro o punto de imputaci6n de la nacionalidad.